ÁNGELUS. VII Encuentro Mundial de las Familias
Domingo 3 de junio de 2012

Queridos hermanos y hermanas:

No encuentro palabras para dar las gracias por esta fiesta de Dios, por esta comunión de la familia de Dios que somos nosotros. Al final de esta celebración, nuestra acción de gracias se dirige a Dios que nos ha donado esta gran experiencia eclesial. Por mi parte, expreso mi agradecimiento a todos los que han trabajado para este evento, comenzando por el cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo pontificio para la familia –¡gracias, eminencia!–, y el cardenal Angelo Scola, arzobispo de Milán –¡gracias!–. También por este hermoso templo de Dios que nos ha dado. Doy las gracias a todos los responsables de la organización y a todos los voluntarios. Y me alegra anunciar que el próximo Encuentro mundial de las familias tendrá lugar en 2015, en Filadelfia, Estados Unidos. Saludo al arzobispo de Filadelfia, monseñor Charles Chaput, y le agradezco desde ahora la disponibilidad que ha ofrecido.

Saludo afectuosamente a las familias de lengua francesa y sobre todo a las que han venido a Milán. Encomiendo a todas las familias a la Sagrada Familia de Nazaret para que sean lugares donde se desarrolle la vida, familias donde Dios encuentre su lugar. Hoy participo también espiritualmente en la alegría de los fieles de la archidiócesis de Besançon que están reunidos para la celebración de la beatificación del padre Marie Jean-Joseph Lataste, sacerdote de la Orden de Predicadores, apóstol de la misericordia y "apóstol de las cárceles". Me siento feliz de anunciar que el próximo Encuentro mundial de las familias tendrá lugar en la ciudad de Filadelfia, Estados Unidos, en 2015. Que por la intercesión de la Virgen María abráis vuestro corazón y vuestros hogares a Cristo.

Al concluir esta celebración dirigiéndonos en oración a la Virgen María, quiero extender mi agradecimiento a todos los que han contribuido al éxito de este Encuentro mundial de las familias, especialmente al cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo pontificio para la familia, al cardenal Angelo Scola, a la archidiócesis y a la ciudad de Milán, y a las numerosas personas de Italia y de otras partes que han orado y trabajado duramente para que este encuentro fuera un tiempo de gracia para todos. Ahora tengo la alegría de anunciar que el próximo Encuentro mundial de las familias tendrá lugar en 2015 en Filadelfia, Estados Unidos. Dirijo mi cordial saludo al arzobispo Charles Chaput y a los católicos de esa gran ciudad, y espero encontrarme allí con numerosas familias de todo el mundo. Que Dios os bendiga a todos.

Saludo cordialmente a todos los peregrinos y familias de los países de lengua alemana. Os agradezco vuestra participación en este Encuentro mundial de las familias en Milán. Sabemos que la familia es de importancia vital para la sociedad. Según el plan divino de la creación es el lugar preferido donde el hombre crece y puede aprender cómo ser hombre rectamente. Su contribución al desarrollo integral del hombre es insustituible. Por tanto, hagamos todo lo posible para crear también un clima propicio para la familia y roguemos para que haya buenas familias y para que estén unidas. Desde ahora os invito al próximo Encuentro mundial de las familias en Filadelfia, en 2015. Que el Señor bendiga y custodie a las familias y a todos nosotros.

Saludo con particular afecto a los fieles de lengua española, que con gran entusiasmo participan en este Encuentro mundial de las familias, así como a aquellos que se unen espiritualmente al mismo a través de los medios de comunicación. Que la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, haga crecer a todos interiormente en la sabiduría del amor y de la entrega, de modo que siguiendo el ejemplo de la Virgen María, modelo perfecto de hija, madre y esposa, los hogares sean cada vez más templos de Dios y verdaderas Iglesias domésticas por la copiosidad de sus virtudes y la belleza de la mutua unión y la constante fidelidad. Con alegría os anuncio que el próximo Encuentro mundial de las familias de 2015 tendrá lugar en la ciudad de Filadelfia, en los Estados Unidos de América. ¡Feliz domingo!

Saludo a las familias de los diversos países de lengua portuguesa, aquí presentes o en comunión con nosotros, recordando a todas la mirada de la Trinidad divina que, desde la aurora de la creación, se posó sobre la obra realizada y se alegró de ella: "¡Era muy buena!". Queridas familias, sois la obra y la fiesta de Dios. Reservando el domingo para Dios, haced fiesta con Dios y descansad juntos en la Fuente de donde brota la vida para construir el presente y el futuro. Las fuerzas divinas son más poderosas que vuestras dificultades. ¡No tengáis miedo! Sed fuertes con Dios. Con alegría os anuncio que el próximo Encuentro mundial será en 2015 en la ciudad estadounidense de Filadelfia.

Saludo cordialmente a las familias polacas presentes aquí en Milán y a las que se unen a nosotros a través de los medios de comunicación. Que los temas tratados en estos días, "Familia, trabajo y fiesta", refuercen en vosotros el amor, la fidelidad y la honestidad conyugal, alienten a los jóvenes para que deseen "ser" más bien que "tener", para que ayuden a todos a vivir el domingo como encuentro con Cristo, en la alegría de la fiesta de familia. Para el próximo Encuentro mundial de las familias os invito a Filadelfia en Estados Unidos –Dios mediante– dentro de tres años. Encomiendo a todas vuestras familias a María, Reina de las familias.

Queridas familias milanesas, lombardas, italianas y del mundo entero, os saludo a todas con afecto y os agradezco vuestra participación. Os animo a ser siempre solidarias con las familias que atraviesan mayores dificultades; pienso en la crisis económica y social; pienso en el reciente terremoto en Emilia Romaña. Que la Virgen María os acompañe y os sostenga siempre.

Gracias.