ÁNGELUS
Domingo 21 de octubre de 2012

Queridos hermanos y hermanas:

Antes de concluir esta celebración dirijámonos a quien es la Reina de todos los santos, la Virgen María, con un pensamiento en Lourdes, golpeada por un grave desbordamiento del Gave, que ha inundado también la Gruta de las Apariciones de la Señora.

En particular deseamos hoy encomendar a la materna protección de la Virgen María a los misioneros y a las misioneras –sacerdotes, religiosos y laicos– que en cada lugar del mundo esparcen la buena semilla del Evangelio.

Oremos también por el Sínodo de los obispos, que en estas semanas está afrontando el desafío de la nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana.