Catequesis del Papa Benedicto XVI
durante la Audiencia General del Miércoles 23 de enero de 2008

Queridos hermanos y hermanas:

El próximo viernes, fiesta de la Conversión de san Pablo, concluye la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que este año tiene como lema la exhortación que el Apóstol dirigía a los primeros cristianos de Tesalónica: "Sed constantes en orar".

Desde hace exactamente cien años, los cristianos de las varias Iglesias y Comunidades eclesiales se unen en una invocación común pidiendo al Señor el restablecimiento de la plena unidad entre todos los discípulos de Cristo, para dar un testimonio convincente ante el mundo, para que la humanidad acoja a Cristo y lo reconozca como único Pastor y Señor.

El Concilio Vaticano Segundo ha prestado gran atención a este tema, especialmente con el Decreto sobre el ecumenismo Unitatis redintegratio. La oración, afirma, es el elemento central de todo el camino ecuménico que ha vivificado y continúa vivificando este itinerario hacia la plena comunión. Subraya, además, la oración común como expresión de la fe que une a todos los discípulos de Cristo, con el fin de que las comunidades cristianas tomen conciencia de las contradicciones generadas por las divisiones y manifiesten la voluntad de obedecer a su voluntad: "para que todos sean uno...para que el mundo crea".