REGINA COELI
Domingo 19 de mayo de 2013
Queridos hermanos y hermanas:
Está a punto de concluir esta fiesta de la fe, que comenzó ayer con la Vigilia y concluye esta mañana con la Eucaristía. Un renovado Pentecostés que transformó la plaza de San Pedro en un Cenáculo a cielo abierto. Hemos revivido la experiencia de la Iglesia naciente, unida en oración con María, la Madre de Jesús (cf. Hch 1, 14). También nosotros, en la variedad de los carismas, experimentamos la belleza de la unidad, de ser una cosa sola. Y esto es obra del Espíritu Santo, que crea siempre de nuevo la unidad en la Iglesia.