ÁNGELUS
Jueves 15 de agosto de 2013
Queridos hermanos y hermanas:
Al término de esta celebración nos dirigimos a la Virgen María con la oración del Ángelus. El camino de María hacia el Cielo comenzó desde ese "sí" pronunciado en Nazaret, en respuesta al Mensajero celestial que le anunciaba la voluntad de Dios para ella. Y en realidad es precisamente así: cada "sí" a Dios es un paso hacia el Cielo, hacia la vida eterna. Porque esto quiere el Señor: que todos sus hijos tengan la vida en abundancia. Dios nos quiere a todos con Él, en su casa.
Lamentablemente llegan noticias dolorosas desde Egipto. Aseguro mi oración por todas las víctimas y sus familiares, por los heridos y por cuantos sufren. Recemos juntos por la paz, el diálogo, la reconciliación en esa querida tierra y en todo el mundo. María, Reina de la Paz, ruega por nosotros. Decimos todos: María, Reina de la Paz, ruega por nosotros.
Deseo recordar el 25° aniversario de la carta apostólica Mulieris dignitatem, del beato Papa Juan Pablo II, sobre la dignidad y la vocación de la mujer. Este documento tiene una riqueza de inspiraciones que merecen ser retomadas y desarrolladas; y en la base de todo está la figura de María, de hecho se publicó con ocasión del Año Mariano. Hagamos nuestra la oración que está al final de esta carta apostólica (cf. Mulieris Dignitatem, 31): para que, meditando el misterio bíblico de la mujer, condensado en María, todas las mujeres se encuentren a sí mismas y la plenitud de su vocación, y en toda la Iglesia se profundice y se comprenda cada vez más el gran e importante papel de la mujer.