Antes de concluir esta celebración, deseo saludar a todos los peregrinos, especialmente a vosotros, ancianos, que habéis venido de tantos países. ¡Gracias de corazón!
Saludo cordialmente a los participantes en la asamblea-peregrinación "Cantar la fe", organizada con ocasión del trigésimo aniversario del coro de la diócesis de Roma. Gracias por vuestra presencia, y por animar con el canto esta celebración, acompañando a la Capilla Sixtina. Seguid prestando con alegría y generosidad el servicio litúrgico en vuestras comunidades.
Ayer, en Madrid, fue proclamado beato el obispo Álvaro del Portillo; que su ejemplar testimonio cristiano y sacerdotal suscite en muchos el deseo de abrazar cada vez más a Cristo y el Evangelio.
El próximo domingo iniciará la Asamblea sinodal sobre el tema de la familia. Está presente aquí su principal responsable, el cardenal Baldisseri: rezad por él. Invito a todos, personas y comunidades, a rezar por este importante acontecimiento, y encomiendo esta intención a la intercesión de María, Salus populi romani.
Ahora recemos juntos el Ángelus. Con esta oración invocamos la protección de María para los ancianos de todo el mundo, especialmente los que viven situaciones de mayor dificultad.