2 CORINTIOS

2Co 1, 18 La relación estrecha e inseparable entre el ministerio apostólico y el misterio de Cristo explica que, para defenderse de quienes lo critican, Pablo esgrima un argumento de gran alcance cristológico.

2Co 2, 4 Referencia a la llamada «Carta de las lágrimas», que algunos identifican con 2Co 10-13, otros dan por perdida, y que, en todo caso, Pablo escribió en circunstancias de especial dificultad.

2Co 2, 14-6, 13 Pablo ha relacionado las críticas de los corintios con su ministerio apostólico (2Co 1, 12ss); por ello ofrece una amplia reflexión sobre este último, que le ocupará prácticamente hasta el final de la sección (2Co 7, 16).

2Co 3, 17 Frase de difícil interpretación, en la que se afirma principalmente el señorío del Espíritu en la vida del creyente. Con él se relaciona la libertad cristiana, uno de los grandes temas paulinos (véase Ga 5, 1-12).

2Co 4, 12 Representa este versículo una síntesis acabada de lo dicho desde 4, 7 acerca de las dificultades en el ejercicio del ministerio (la muerte) y la manifestación de la fuerza de Dios y de Cristo (la vida) en ese mismo ámbito.

2Co 4, 16-5, 10 A quien anuncia el Evangelio, la fuerza le viene de la referencia permanente al misterio de Cristo y de la perspectiva escatológica: a esta última se dedica este pasaje.

2Co 6, 1-10 Tras expresarse en términos generales (1-3), Pablo describe su actividad como ministro de Dios en tres movimientos sucesivos: primero habla de las dificultades (4b-5), luego, de algunas actitudes positivas (6ss) y finalmente, en una serie de expresiones antitéticas, enumera las circunstancias de su trabajo apostólico (8-10).

2Co 6, 11-7, 4 Pese a las dudas expresadas por algunos estudiosos sobre la pertenencia de 2Co 6, 14-7, 1 a la carta de la consolación, razones de carácter retórico permiten descubrir que esta unidad constituye el elemento central de una peroración que comprendería 2Co 6, 11-7, 4, y cuyas unidades inicial (2Co 6, 11-13) y final (2Co 7, 2-4) muestran una clara relación.

2Co 8-9 El tema de la colecta en favor de los cristianos de Jerusalén (los santos) entretiene a Pablo en una nueva sección que se desarrolla en dos momentos: 2Co 8, 1-24 y 2Co 9, 1-15.

2Co 9, 1-15 Pablo reitera la invitación a participar en la colecta, calificándola ahora de servicio y apoyándola con nuevos argumentos, especialmente con la referencia a Dios.

2Co 10, 1-13, 10 El evidente cambio de tono y de temática que se produce en 2Co 10, 1 marca el comienzo de una nueva sección, que lleva el sello de la autodefensa frente a las críticas de antiguos y nuevos adversarios, recogidas de varios modos aquí y allá a lo largo de un discurso que alcanza hasta 2Co 13, 10.

2Co 11, 16 Tras rechazar la crítica de insensatez que le dirigen sus adversarios, Pablo acepta asumir el papel de insensato para poder gloriarse de títulos humanos, a los que dedica una unidad que alcanza hasta 2Co 12, 21.

2Co 12, 5 El motivo de la debilidad como único timbre de gloria válido para el creyente prepara la referencia de 2Co 12, 7 a la espina en la carne, una expresión que, por contexto, parece tener sentido negativo, pero cuyos contenidos concretos no es posible precisar.

2Co 13, 1-10 Las afirmaciones sobre el anuncio de la tercera visita, difíciles de determinar concretamente en algunos casos, vuelven a mostrar la fuerte conciencia de reciprocidad que tiene Pablo respecto de sus cristianos.