AGEO

Ag 1, 2-10 En el primer oráculo el profeta interviene bruscamente echando en cara al pueblo y a las autoridades su despreocupación por la reconstrucción del templo de Jerusalén. La deplorable situación material de la comunidad es consecuencia del enojo del Señor por la desidia de su pueblo.

Ag 2, 1-9 Esta unidad contiene el primer oráculo de la segunda parte del libro (Ag 2). No todo es empezar. Las palabras de ánimo son indispensables. El profeta apela a la acción de Dios en el pasado, garantía de su presencia salvadora en el presente.

Ag 2, 10-19 Refiere una consulta a los sacerdotes, cuya principal tarea consistía tradicionalmente en instruir al pueblo. El hecho se convierte en un pretexto para que el profeta exhorte una vez más al pueblo a comportarse correctamente con su Señor.

Ag 2, 20-23 En el último oráculo, se promete a Zorobabel un futuro político inmediato. Los títulos son regios y con horizonte mesiánico. La restauración de la comunidad pasa por la reconstrucción política.