JOEL

Jl 1, 2-7 En Jl 1 se pueden distinguir varias unidades menores; esta sería la primera, con una descripción de los estragos de la plaga de la langosta y de la situación catastrófica en general. El punto de arranque de la reflexión teológica posterior del profeta es la situación histórica y concreta del pueblo.

Jl 2, 12-17 Una vez más y de forma explícita el profeta exhorta al pueblo a poner en práctica ritos penitenciales auténticos que conmuevan a Dios. Contrariamente a los profetas anteriores al exilio, Joel no apela a practicar la justicia como medio de relacionarse con el Señor. Eso sí, apela a rasgarse el corazón, no las vestiduras.

Jl 3 Texto más que famoso, en el que el don de profecía repartido entre todos los israelitas supone la comunicación y la relación directa de Dios con todos y cada uno de ellos. San Pedro evoca de forma explícita el texto en la primera parte de su discurso el día de Pentecostés, señalando que lo ocurrido entonces supuso el cumplimiento de esta palabra profética.

Jl 4, 1-3 Se descubre en estos versos cómo se va a perfilar el castigo de los otros pueblos junto con la restauración escatológica de Judá y Jerusalén.

Jl 4, 9-17 Las imágenes agrícolas, guerreras y jurídicas sirven para describir las cuentas que Dios va a tomar a los pueblos. Se vuelve a la antigua concepción de la guerra santa, en la que Dios guerrea a favor de su pueblo.