So 1, 2-6 Critica las prácticas idolátricas comenzando por el ancho mundo y terminando en lo íntimo de Jerusalén.
So 2, 1-3 A pesar del tono de amenaza se vislumbra una salida para los humildes. El término significa, a la vez, pobreza y humildad. Se trata de ser humildes al reconocer la realidad de la pobreza y, por lo tanto, la necesidad de la salvación ofrecida por el Señor. So 3, 11-13 desarrolla los matices de esta esperanza.
So 2, 4-15 En el bloque de oráculos contra los pueblos vecinos hay algunos poco claros. El orgullo y la opresión de que Judá ha sido víctima son la causa de los castigos anunciados. El conjunto se cierra con la condena de Nínive, cuya soberbia se concentra en la expresión ¡Yo, y solo yo!
So 3, 14 La fuerza de la esperanza que respira el final de Sofonías (So 3, 11-20) impresiona. Es difícil dar cuenta de la riqueza del vocabulario de la alegría, que inspira de algún modo el saludo del ángel a María en la anunciación (Lc 1, 28).