La Carta a Filemón es el escrito más breve del corpus paulino. Por eso, aparece al final de las cartas de Pablo, y antes de la Carta a los Hebreos, que, siendo «paulina», tiene unas características totalmente singulares.
Filemón era, según parece, un rico propietario de Colosas a quien San Pablo había ganado para la fe cristiana probablemente durante sus tres años de estancia en Éfeso 1, en donde escucharon la predicación del Apóstol personas de toda la región. San Pablo le llama su colaborador 2 y le trata con exquisito cariño y confianza 3.
Se trata de una carta de índole amistosa que, dentro de su brevedad y sencillez, se ajusta al modelo habitual de las cartas de San Pablo.
Se inicia, como es habitual, con unas palabras de saludo, en las que figura el nombre del remitente y de los destinatarios (Flm 1, 1-3).
El cuerpo del escrito comienza con una acción de gracias por la caridad y la fe de Filemón, unida al deseo de que esa fe sea realmente activa (Flm 1, 4-7). Sigue la sección principal en la que se expone el motivo de la misiva, que es interceder –con base en la amistad común y la fe en Jesucristo– a favor de Onésimo, un siervo fugitivo que regresa para seguir trabajando en casa de Filemón (Flm 1, 8-21). La carta termina, según la costumbre, con algunas recomendaciones y saludos (Flm 1, 22-25).
Un esclavo de Filemón, llamado Onésimo, había escapado de su casa, quizá por haber hurtado algún dinero o un objeto de valor 4. Por temor al castigo no quiere volver con su amo; mientras estaba huido encuentra a Pablo, que en ese momento estaba en prisión. Gracias a la bondad y celo del corazón del Apóstol, muy pronto conoce Onésimo el Evangelio y abraza la fe cristiana.
Tal vez en un principio pensara San Pablo retener a Onésimo a fin de que le ayudara 5, pero pronto cambiaría de parecer y decide devolverlo a Filemón.
El estilo literario, los modos de expresión y la argumentación, son característicos de San Pablo, por lo que no suele haber dudas acerca de la autenticidad de la carta. En cambio, como el único dato concreto sobre la situación personal que aporta es el hecho de que está prisionero, no es posible dilucidar con certeza la fecha de composición, ya que el Apóstol estuvo encarcelado en varias ocasiones. Lo más probable sería que San Pablo hubiera escrito esta carta en Éfeso 6, entre los años 54 y 57. Es el lugar más cercano a Colosas donde San Pablo estuvo encarcelado, y donde parece más fácil que pudiera encontrarse con un esclavo fugitivo procedente de esa ciudad. Sin embargo, también cabría la posibilidad de que la carta fuese escrita en Roma, durante la primera cautividad del Apóstol, y en ese caso habría que datarla entre los años 61 y 63.
Este escrito, en su extraordinaria brevedad, es una obra maestra del arte epistolar, llena de exquisita sensibilidad y fina caridad. El tono que emplea el Apóstol no es de mandato, aunque podría haberlo hecho dada su autoridad, sino de súplica humilde hacia Filemón, presentándose ante él en su condición de «anciano» y «prisionero» por el Evangelio 7.
Aunque es una carta principalmente familiar, contiene también una doctrina, no por breve menos importante. Ha sido llamada la «carta magna» de la libertad cristiana. San Pablo no pide directamente a Filemón la liberación de Onésimo, sino que le acoja como a «hermano muy amado» 8, es decir, como si fuera Pablo mismo en persona 9. Al proceder así, el Apóstol piensa que Filemón hará más de lo que le pide10. ¿Qué significa este más? Al dejarlo el texto como en suspenso, parece ponernos en la pista sobre el asunto central de la carta. Sin abordar directamente el tema de la esclavitud, el Apóstol aporta los principios cristianos que deberían llevar a su abolición. Estos principios se fundan en la libertad que Cristo nos ganó en la cruz, por la cual somos en verdad hijos de Dios y hermanos de quienes participan de nuestra misma fe. «La libertad traída por Cristo, debe tener necesariamente repercusiones en el plano social»11. Éste es el contenido de ese «más» que San Pablo esperaba de Filemón, en cuanto debía tratar a Onésimo como verdadero hermano en la fe, en plano de igualdad, sin acepción alguna por motivo de clase o condición.
1 cfr Flm 1, 19.
2 cfr Flm1, 1.
3 cfr Flm 1, 8.17.19.21.
4 cfr Flm 1, 18.
5 cfr Flm 1, 13-14.
6 Pudo tratarse de la posible cautividad sugerida en 2Co 1, 8 y 2Co 11, 23.
7 cfr Flm 1, 9.
8 Flm 1, 16.
9 cfr Flm 1, 17.
10 cfr Flm 1, 21.
11 Congregación para la Doctrina de la fe, Libertatis nuntius, n. 13.