P. Felipe Santos Etimológicamente significa "pequeña de estatura". Viene de la lengua latina.
En la ciudad de Génova, rodeada por el mar Adriático y con un buen puerto de mar, nació esta joven en el año 1809.
Por su mente, abierta como el mar que contemplaban sus ojos, ideó, ya desde su juventud, la fundación de comunidades entregadas completamente a la educación de las chicas pobres.
No tuvo mucha suerte al principio. El mismo padre le aconsejó que dejara sus fundaciones para volver a casa, ya que las hermanas se le iban o enfermaban.
Pero como era cosa de Dios, siguió adelante. La congregación nueva lleva por nombre "Hijas de la Santa Fe". Más tarde se cambió este nombre por el de "Hermanas de Santa Dorotea".
Aunque tenía un aspecto débil y delicado, su voluntad era un volcán que despedía de sí una constancia inquebrantable.
En 1842 llegó su fundación a la propia Roma. Y en el mismo centro, en Santa María la Mayor, puso su primera escuela. Y poco a poco fue fundando nuevas escuelas en parroquias y en sitios en los que hubiera más necesidad educativa.
Los Papas Gregorio XVI y Pío IX le fueron confiando sitios o puestos de mayor responsabilidad. Ella los aceptaba como venidos de la mano de Dios.
Cuando su obra se iba extendiendo muy aprisa, los franceses invadieron Roma. El Papa tuvo que salir para Gaeta.
Los soldados encontraron en ella y en sus hermanas una cálida acogida, ayuda, hospitalidad.
Les tomaron tal afecto que, incluso cuando las veían por las calles, le hacían el saludo militar.
En 865 salió la primera expedición de misioneras para Brasil, Portugal y otros países. Murió el 11 de junio de 1882. Juan Pablo II la proclamó santa en 1984.
¡Felicidades a quien lleve este nombre!