Nativa de Zaire, perteneció a la Congregación de la Sagrada Familia. En los trágicos años de las revueltas, sobre todo en 1964, fueron asesinadas 20 monjas. María Clementina era la más joven y la única africana. El coronel Pierre Olombe ordenó su muerte porque no quiso ella acceder a convertirse en su concubina. Como se encontraba drogado, este hombre la asesinó a cuchilladas, mientras ella gritaba: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!". Cuando al coronel se le pasaron los efectos de la droga, pidió perdón a las religiosas de la Congregación de María Clementina, y ellas dijeron que le perdonaban, que le pidiera perdón a Dios.