Notas Cap. 16

1 Cfr. Acta Apostolicae Sedis (A.A.S.), XXXVIII (1946), p. 132. La creación y anuncio de los nuevos Cardenales se hizo en el Consistorio Secreto del día 18 de febrero (cfr. ibidem, p. 103). Las entrevistas, audiencias y visitas de días ulteriores, que siguieron a la asignación de títulos y puestos en las Sagradas Congregaciones, retuvieron a los Purpurados una semana más en Roma.

2 Cfr. José Orlandis Rovira, Mis recuerdos. Primeros tiempos del Opus Dei en Roma, Madrid 1995, pp. 36-37.

3 Carta de Álvaro del Portillo: Barcelona, 24-II-1946.

4 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 2-III-1946.

5 Ibidem.

6 Ibidem. Los nuevos Cardenales españoles eran el Arzobispo de Toledo, Enrique Pla y Deniel; el de Tarragona, Manuel Arce y Ochotorena; y el de Granada, Agustín Parrado y García.

7 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 2-III-1946.

8 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 12-III-1946.

9 Ibidem.

10 Cfr. Cartas a Mons. José López Ortiz, Obispo de Tuy, en AGP, RHF, EF-460206-1 y EF-460420-1, desde Bilbao y Madrid, respectivamente; Cartas a dom Aurelio María Escarré Jané, O.S.B., en EF-460324-1, EF-460421-1 y EF-460503-1, las tres desde Madrid; etc.

11 Cfr. Carta a sus hijos de Roma, desde Madrid, en EF-460324-2.

12 Carta, desde Madrid, en EF-460325-1.

13 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 10-IV-1946.

14 Ibidem.

15 Carta, desde Madrid, en EF-460414-1.

16 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 17-V-1946.

17 Cfr. Carta a Álvaro del Portillo, desde Madrid, en EF-460616-1. La recogida de cartas comendaticias fue un ejercicio cabal y exhaustivo. Como se dice en el Decretum laudis de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y Opus Dei, 24-II-1947 (en Amadeo de Fuenmayor, Valentín Gómez Iglesias, José Luis Illanes, El itinerario jurídico del Opus Dei. Historia y defensa de un carisma, Pamplona 1989, Apéndice Documental 22, pp. 532-535), se presentaron a la Santa Sede sesenta cartas de los Ordinarios en cuyas diócesis trabajaba el Opus Dei, y, entre ellas, las de ocho cardenales y las de todos los Metropolitanos de España. Cfr. también Carta 7-X-1950, n. 20; y AA.VV.: Diccionario de Historia Eclesiástica de España, Madrid 1972, vol. II, p. 1012).

18 Carta 14-II-1944, n. 17.

19 En el Decretum laudis (Primum Institutum) del 24-II-1947 (en Amadeo de Fuenmayor et al., ob. cit., Apéndice Documental 22, pp. 532-535), se hace constar que: "Post diuturnas moras multasque probationes Opus Dei, qua verum Dei opus (Act. 5, 39), superatis non parvis neque paucis, etiam bonorum, contradictionibus, succrevit et consolidatum est".
Ésta fue también la razón de que la Sagrada Congregación de Religiosos concediera la Carta Brevis sane, o de alabanza de fines de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y Opus Dei, del 13-VIII-1946 (en Amadeo de Fuenmayor et al., ob. cit., Apéndice Documental 21, p. 532), sobre lo cual comenta el Fundador: Sin duda, vieron la necesidad de que poseyéramos enseguida alguna cosa escrita, para defendernos: porque el motivo principal de conseguir alguna aprobación de Roma, aunque de momento no fuera como deseábamos, no ha sido otro más que la realidad de vernos tan duramente perseguidos. Y así, sentirnos amparados para propugnar la verdad objetiva (AGP, RHF, D-13452, n. 167). La carta de alabanza fue, pues, una solución de compromiso.

20 Cfr. Carta al P. Roberto María Cayuela Santesteban, S.J., desde Madrid, en EF-450113.

21 Sobre los trámites y el proceso jurídico para obtener la aprobación pontificia del Opus Dei, cfr. Amadeo de Fuenmayor et al., ob. cit., pp. 145 y ss.

22 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 27-III-1946.

23 Ibidem. Con letra minúscula, y entre renglones, puntualiza Álvaro del Portillo: "Pero esto lo dice a priori, pues aún no ha leído las Constituciones".

24 Ibidem.

25 Carta a sus hijos de Roma, desde Madrid, en EF-460324-2.

26 Ibidem, nota 4.

27 Ibidem.

28 Sospechaba también el Fundador que José Orlandis Rovira y Salvador Canals Navarrete, que ayudaban a don Álvaro en las gestiones con los consultores, no se percataban del peligro. Están en babia, escribía. Cfr. ibidem.

29 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 5-IV-1946.

30 El Papa, además de la información recibida de Mons. Montini, tenía conocimiento directo de la estancia de don Álvaro en Roma, ya que el 3 de marzo había recibido en audiencia al Abad Escarré, de Montserrat, quien le habló del apostolado de los miembros del Opus Dei. ("¡Sus amigos del Opus Dei!", le interrumpió el Santo Padre). Fue entonces cuando el Abad le dijo que don Álvaro era ya sacerdote. "Lo sé, lo sé", replicó el Papa (cfr. Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 12-III-1946).

31 Cfr. Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 10-IV-1946. La correspondencia entre don Álvaro y el Fundador se hacía por carta y por telegrama, para ciertos asuntos. Las cartas se llevaban y entregaban a mano, utilizando los buenos servicios de amigos civiles o eclesiásticos que viajaban entre Roma y España; y, en otras ocasiones, de los pilotos de Iberia. De ahí la falta de periodicidad en las fechas. Los telegramas solían emplearse con frases convenidas previamente por carta, de modo que don Josemaría pudiese indicar a don Álvaro la línea a seguir en sus gestiones. La comunicación telefónica con España estaba cortada.
Refiriéndose a las formas nuevas escribe don Álvaro al Fundador de la Obra, en carta del 27 de marzo: "Cuando sepamos algo de esto, le telegrafiaré para saber a qué debo atenerme". Es obvio, pues, por su audacia y seguridad en la conversación que sobre ello tiene con el Santo Padre, que el Fundador había decidido explorar el cauce de las formas nuevas.

32 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 10-IV-1946. El P. Arcadio María Larraona Saralegui, c.m.f., eminente jurista, había sido durante muchos años Subsecretario de la Sagrada Congregación de Religiosos y formado parte de la Comisión que en 1945 tenía el encargo de preparar el Decreto y las normas de procedimiento por las que habían de aprobarse y regirse las formas nuevas. Más tarde fue nombrado Secretario de esa misma Congregación; y posteriormente fue creado Cardenal y nombrado Prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos.

33 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 5-IV-1946.

34 Sobre los elencos bibliográficos acerca de las formas nuevas y los Institutos Seculares, cfr. Amadeo de Fuenmayor et al., ob. cit., pp. 163 y ss. donde se sigue el proceso de estas instituciones, y del Opus Dei, en el camino hacia su aprobación como Institutos Seculares.

35 Del desarrollo que habían alcanzado tales instituciones y de la urgencia de dotarlas de una normativa apropiada, da idea el que a la convención de Saint Gallen, en Suiza, en 1938, acudieron representantes de 25 asociaciones, de carácter más o menos secular, para tratar el problema, con aprobación de Pío XI.

36 Carta 7-X-1950, n. 18; cfr. también RHF D-13452, n 168; y Sum. 245, 555, 2154 y 4668.

37 Cfr. Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 27-III-1946.

38 Cfr. Cartas de Álvaro del Portillo: Roma, 10-IV-1946 y 19-IV-1946.

39 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 10-IV-1946.

40 Carta a sus hijos de Roma, desde Madrid, en EF-460324-2.

41 No hay que olvidar que las irregularidades en la correspondencia entre Madrid y Roma durante este período se deben en gran parte a las circunstancias históricas. Por recomendación de las Naciones Unidas, muchos países habían retirado a sus embajadores, suspendido las relaciones diplomáticas con España, y cerrado sus fronteras, con la consiguiente interrupción de las comunicaciones internacionales de transporte o correo, como va antedicho. A esto hay que añadir que las cartas, y más algunas notas adjuntas, eran materia reservada y de conciencia, por lo que habían de enviarse a mano, por personas de absoluta confianza. Los telegramas de Roma a Madrid, o viceversa, se enviaban, por lo general, para confirmar o saber si las cartas llegaban a su destino: cfr. Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 19-IV-1946.

42 Carta a sus hijos de Roma, desde Madrid, en EF-460324-2. Los papeles enviados por el Fundador, a que hace referencia la carta que se cita, fueron llevados a mano por Florentino Pérez Embid, que estuvo en Roma del 6 al 21 de mayo (cfr. José Orlandis Rovira, ob. cit., pp. 101-103).

43 "Puse un telegrama que estaría todo en mayo", escribe don Álvaro al Fundador; pero seguía sin terminarse la tarea preparatoria de la Comisión, a pesar de la ayuda que prestaban los miembros de la Obra copiando a máquina los documentos; "si no hubiéramos apechugado con ello, estaría dentro de cinco o seis años, a pesar del interés que tiene el P. Larraona". Cfr. Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 17-V-1946.

44 Cfr. Carta a sus hijos de Roma, desde Madrid, en EF-460516-1.

45 Carta a sus hijos de Roma, desde Madrid, en EF-460518-1.

46 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 25-V-1946. El referendum que tuvo lugar el 2 de junio era sobre la forma de gobierno: monarquía o república. El resultado fue la abolición de la monarquía de la casa de Saboya. Por carta del 3 de junio confirma don Álvaro la fecha de la Comisión.

47 Carta a sus hijos de Roma, desde Madrid, en EF-460607-1.

48 Cfr. Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 8-VI-1946. Formaban la Comisión encargada de estudiar el tema: el P. Siervo Goyeneche como Presidente; el P. Peter Krämer, el P. Cosma Sartori y Mons. Roberto Sposetti. Las modificaciones hechas al Codex (Derecho particular del Opus Dei) fueron mínimas; por ejemplo, el corregir las citas de los salmos de acuerdo con la nueva versión, aprobada por Pío XII. Cfr. ibidem.

49 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 8-VI-1946.

50 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 10-VI-1946.

51 Ibidem. Mariano: el Padre, don Josemaría.

52 Carta a Álvaro del Portillo, desde Madrid, en EF-460613-1. Esta carta del Fundador es la respuesta a la enviada por don Álvaro días antes (Carta de Roma fechada el 8 de junio). En el Diario que llevaba esa temporada don Álvaro, se lee de su puño y letra: "Sábado 8 de junio. Toda la mañana escribiendo al Padre […]. Ponemos un telegrama al Padre anunciando la llegada de Julián Cortés Cavanillas en avión, y con cartas. […] para que en cuanto llegue a Madrid se ponga en contacto con el Padre" (RHF, Diario de Roma, 8-VI-1946).
En cuanto a las dos cartas de don Álvaro (10 y 12 de junio de 1946) las llevó juntas Luis García de Llera, Agregado Comercial de la Embajada española ante el Quirinal, que estuvo esperando un avión para volar a Madrid, el cual no apareció hasta el domingo 16 de junio. De ello se enteró don Álvaro al día siguiente. "A última hora -escribe en el Diario- ponemos un telegrama al Padre, para anunciarle, con retraso, que por fin García Llera salió hacia España con las cartas" (cfr. ibidem, 17-VI-1946).
La carta del 13 de junio indica claramente que no han llegado noticias de Roma: Muy querido Álvaro: Recibimos tu telegrama, anunciando la carta que trae García Llera. A estas horas no ha llegado el avión y dicen que no saben si llegará hoy.
Esto queda confirmado por lo que escribe don Álvaro:
"Roma, 12-VI-46
Queridísimo Padre: después de escribir a la velocidad que escribí el lunes, resulta que García Llera no sale hasta mañana jueves, por la mañana. Sigo pensando lo mismo que anteayer. Es evidente que yo estoy desgastado para este asunto", etc.
Todo lo cual explica la decisión del Fundador, dispuesto a salir en el primer avión, junto con su actitud de espera. (No existían comunicaciones aéreas con Italia. El Fundador pensaba en el transporte aéreo, porque se anunciaba la llegada de García Llera a Madrid por avión. En realidad, García de Llera venía aprovechando el viaje de tres aviones que Iberia había adquirido del material de guerra americano; cfr. José Orlandis Rovira, ob. cit., pp. 106-107).

53 Carta de Álvaro del Portillo: Roma 12-VI-1946. Carta que llegó a Madrid, con varias fechas de retraso.

54 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 12-VI-1946.

55 Ibidem. El Curriculum había sido ya enviado por la Curia de Madrid-Alcalá a la Santa Sede, 28-VIII-1943 (en Amadeo de Fuenmayor et al., ob. cit., Apéndice Documental 11, pp. 521-524).

56 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 12-VI-1946.

57 Fue José Orlandis quien recogió en el aeropuerto de Barajas las cartas que traía su amigo Luis García de Llera. Orlandis había salido de Roma el 21 de mayo anterior para examinar a sus alumnos de la Facultad de Derecho de Zaragoza, y estaba esos días en Madrid. Cfr. José Orlandis Rovira, ob. cit., pp. 105-106.
Ese mismo domingo escribía don Josemaría unas líneas, añadidas a la carta de otra persona, para don Álvaro del Portillo: Mañana me extenderán -le decía- el pasaporte oficial. Con una indicación telegráfica tuya, llegaré ahí en el primer avión. No pongo obstáculos (Carta, desde Madrid, en EF-460616-1).

58 Cfr. Francisco Botella Raduán, RHF, T-00159, XII, p. 28.

59 Cfr. José Luis Múzquiz de Miguel, RHF, T-04678/1, p. 78. "La prudencia del Padre -comenta Múzquiz- le hacía preguntar, pero si el consejo que recibía no estaba de acuerdo con lo que él veía delante del Señor -por parecerle que ese consejo estaba más bien inspirado por la "prudencia de la carne"- lo escuchaba, lo volvía a pensar en la presencia del Señor y decidía lo más conveniente".

60 Cfr. Francisco Botella Raduán, RHF, T-00159, XII, p. 23.

61 Carta a Álvaro del Portillo, desde Madrid, en EF-460613-1.

62 Apuntes, n. 1588, del 28-IX-1938.

63 Carta a sus hijos de Roma, desde Madrid, en EF-460324-2.

64 El Dr. Arjona se la hizo el 24 de mayo (prueba de Exton) obteniendo los resultados siguientes: glucemia en ayunas, 1,21 gr %; glucemia a la media hora de 50 gr. de glucosa, 2,03 gr %; glucemia a la siguiente media hora de 50 gr de glucosa, 2,95 gr % (Método de Hagedorn-Jensen, con determinaciones dobles). La P.A. era 140/90 y en el fondo de ojo se observaba un aumento manifiesto de pigmentación. Cfr. Historia Clínica de Josemaría Escrivá de Balaguer, en RHF, D-15111.

65 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 246; José Orlandis Rovira, ob. cit., p. 110.
El domingo, 16 de junio, era el día fijado por Julián Cortés Cavanillas para su regreso a Roma. (Como va dicho, el 8 de junio había salido en avión para Madrid, con una carta de don Álvaro para el Fundador). Cuando llamó a don Álvaro para comunicarle que estaba en Roma, éste y Salvador Canals fueron inmediatamente a verle, como refiere don Álvaro en el Diario:
"Vamos a toda velocidad. Recogemos la carta del Padre, entregada esta misma mañana. Nos dice Julián que estuvieron charlando hace unas horas y que parece está bien, físicamente. Salimos hacia casa y, a media luz, a través de la Plaza Navona, vamos leyendo, dejando los ojos en el papel, las cartas. El Padre dice que no se encuentra bien, pero que en cuanto yo le ponga un telegrama, viene".
(La Carta del Fundador es, evidentemente, la que lleva fecha del 13 de junio. Ese mismo domingo, horas después de charlar con Julián Cortés Cavanillas, pudo el Fundador leer las cartas enviadas por medio de Luis García de Llera).
Y continúa el Diario: "Esta noche tendrá el Padre mis dos cartas. Con la noticia que el Padre nos da de que tiene los pasaportes preparados, estamos Salvador y yo más contentos que unas pascuas, pues damos como seguro que viene. ¡Son cuatro meses ya lejos, materialmente, del Padre! Recorremos el Lungo Tevere entusiasmados, haciéndonos la boca agua al pensar en las charlas con el Padre, que se avecinan" (cfr. RHF, Diario de Roma, 16-VI-1946).

66 Las credenciales fueron expedidas por el Nuncio, Mons. Gaetano Cicognani, con fecha de 19 de junio de 1946. Cfr. RHF, D-15122.

67 Cfr. Álvaro del Portillo, PR, p. 352; Francisco Ponz Piedrafita, RHF, T-04151, p. 92.

68 Cfr. José Orlandis Rovira, ob. cit., pp. 113-117; Francisco Ponz Piedrafita, RHF, T-04151, p. 90.

69 José Orlandis Rovira, RHF, T-00184, p. 64; Álvaro del Portillo, Sum. 246. Cfr. José Orlandis Rovira, ob. cit., pp. 119-120.

70 Francisco Ponz Piedrafita, RHF, T-04151, p. 92.

71 Una de las recomendaciones que hizo el Fundador antes de marcharse fue que cuidasen el cariño que debían tenerse unos a otros; y que el retablo que estaban haciendo para el oratorio de La Clínica tenía que presidirlo una imagen de Nuestra Señora de la Merced (cfr. Diario de La Clínica: viernes, 21 de junio de 1946: en RHF, D-15440).

72 Cfr. José Orlandis Rovira, ob. cit., pp. 124-128.

73 Diario de Navegación del J.J. Sister, habilitado por la Comandancia Militar de Marina; Barcelona 10 de Febrero de 1944. Consta de 300 hojas. En la primera se anota el viaje de Barcelona a Génova del 1 de junio de 1946; y en la última el viaje de Palma a Sevilla del 6 de diciembre de 1947. El original en RHF, D-03435. La firma del capitán del barco es casi ilegible.

74 Ibidem, p. 13. El oficial de Marina Rafael Caamaño Fernández, que ha examinado con detalle las anotaciones de los rumbos de otros viajes del J.J. Sister, de Barcelona a Génova, observa: "Esto quiere decir que se vieron obligados a gobernar a la mar. Y es claro porque, con marejada muy gruesa o arbolada del NNW, el rumbo N 68 E que hubiera correspondido a un viaje normal, hacía que las olas cogiesen al J.J. Sister casi por el través, con lo cual los bandazos debían ser peligrosos.
Se ve que el capitán intentó tomar la mar por la amura de babor y puso rumbo al N 48 E; como seguía incómodo, todavía forzó más la bordada y a las 600 puso al N 33 E. Al cabo de un tiempo, bien porque la fuerza de las olas aumentaba, o porque se estaba separando de la derrota normal excesivamente, cambió el rumbo al E a las 800, con lo cual recibía las olas por la aleta de babor (probablemente la mar ya había empezado a rolar hacia el W, como indica la siguiente anotación en el Diario a las 1200).
En cualquier caso, se ve que el barco pasó una noche y amanecida bien dura, ya que la derrota que tenía que seguir era la menos adecuada para capear el temporal" (RHF, D-15441-5).

75 Diario de Navegación del J.J. Sister, p. 13, en RHF, D-03435.

76 Ibidem, p. 14.

77 Carta de José Orlandis Rovira: Roma, 26-VI-1946 (RHF, D-15441-6); y cfr. ob. cit., pp. 125-126 y 128.

78 Cfr. Carta de José Orlandis Rovira: Roma, 26-VI-1946 (RHF, D-15441-6); y ob. cit., pp. 128-130.

79 José Orlandis Rovira, ob. cit., p. 131. Éste fue el saludo después de desembarcar. Antes fue el saludo desde el barco, que describe don Álvaro con estas palabras: "[…] Y, por fin, ¡el Padre! Él nos ve enseguida. Dice muy contento: ¡los dos: qué alegría que hayáis venido los dos! Después hace bocina con las manos y me grita: ¡tozudo!" (RHF, Diario de Roma, 22-VI-1946).

80 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 247; José Orlandis Rovira, ob. cit., pp. 133-135 y 137.

81 Ese piso se lo había alquilado la señora Gawronski, hija del senador Frassati, casada con un diplomático polaco. La familia vivía en un piso vecino. Cfr. José Orlandis Rovira, Carta 26-VI-1946 (RHF, D-15441-6); y ob. cit., pp. 138-139.
La mudanza a Città Leonina la habían hecho pocos días antes, el 13 de junio (cfr. RHF, Diario de Roma, 13-VI-1946).

82 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 247; José Orlandis Rovira, ob. cit., p. 139-140.

83 Camino, n. 520. El Fundador, seguramente por mortificación, deja pasar un día entero antes de visitar San Pedro. José Orlandis, que lleva esos días el Diario, escribe: "acompaño al Padre a San Pedro: es su primera visita, que dura largo tiempo, una hora en total" (cfr. RHF, Diario de Roma, 25-VI-1946).

84 Camino, n. 573.

85 Carta 9-I-1932, n. 20.

86 Ya en las primeras páginas de sus Apuntes, en 1930, se encuentra, archirrepetida, esta jaculatoria: O.c.P.a.I.p.M.: Omnes cum Petro ad Iesum per Mariam. Frase que con el Regnare Christum volumus y el Deo omnis gloria, expresa los tres fines de la Obra: Reinado efectivo de Cristo, toda la gloria de Dios, almas (Apuntes, n. 171, del 10-III-1931; cfr. ibidem, n. 65, del 16-VI-1930, n. 72, del 5-VII-1930, n. 77, del 28-VII-1930, n. 172, del 10-III-1931, etc.). Esta jaculatoria también pasará a Camino, n. 833.

87 Carta 7-X-1950, n. 19; cfr. también Carta a Su Santidad Pablo VI, desde Roma, en EF-640614-1.

88 Carta al P. Maximiliano Canal Gómez, O.P., desde Madrid, en EF-440216-1. Al mes siguiente vuelve a escribir al P. Canal: Llegó, a través de la Nunciatura -donde tanto nos quieren- su carta, en la que cuenta la audiencia con el Santo Padre: Imagine con qué emoción y con qué agradecimiento leí cien veces su epístola. Mi Dios se lo pague muy grande (Carta, desde Madrid, en EF-440327-1).

89 De la Obra y del Fundador hablaron a Pío XII, en la audiencia del 15 de enero de 1943, José Orlandis y Salvador Canals. "La audiencia duró alrededor de diez minutos -refiere Orlandis- y antes de terminar el Papa nos pidió que transmitiéramos su especial bendición al Fundador y a todo el Opus Dei" (José Orlandis Rovira, Memorias de Roma en guerra (1942-1945), Madrid 1998, p. 58).
Particularmente extensa fue la conversación de Francisco Botella con el Sumo Pontífice en la audiencia privada del 21 de mayo de 1943. La cuenta el mismo interesado: "En cuanto se presentó una breve pausa, cuando habían transcurrido tres o cuatro minutos desde el inicio de la audiencia, apoyándome en la confianza filial al Papa que el Padre había puesto en nuestros corazones, le dije: "Santísimo Padre, me siento lleno de esa confianza y cariño inmensos al Santo Padre, que nuestro Fundador ha puesto en nuestra alma y quiero decirle que soy del Opus Dei". Cambió el semblante del Santo Padre y se iluminó su rostro, mostrando gran satisfacción. Dijo que la Obra era muy hermosa y que estaba haciendo una labor gratísima a los ojos de Dios. Y enseguida escuché de sus labios: "Dígame cosas, cuénteme del Opus Dei". Yo entonces le hablé del Padre y de lo que decía el Padre […].
Pronto me interrumpió, mostrando abiertamente un gran interés: "¿Tienen alguna contrariedad? ¿Tiene el Padre preocupaciones?" Era evidente, por su gesto y por la expresión de su mirada, que ya conocía el Papa alguna de esas dificultades. Yo le dije, entonces, que el Padre estaba siempre alegre, pero que sí, que había dificultades, que venían fundamentalmente de algunos, que pertenecían a determinado Instituto religioso […].
Habían transcurrido más de 25 minutos. El Santo Padre me dijo que tenía a la Obra en su corazón y en su oración. Sólo me vino a la cabeza, al ver que se acababa la audiencia, rogarle al Papa una bendición especial para el Padre. Me dijo que bendecía de todo corazón al Padre y a sus hijos: "Que se lo dijese al Padre". Luego me arrodillé y me dio la bendición" (Francisco Botella Raduán, RHF, T-00159, X, pp. 15-17).
De seguro, el Abad Escarré contó su conversación sobre la Obra con el Santo Padre, en la audiencia del 3 de marzo de 1946, pues don Josemaría mantuvo una larga charla con él cuando subió al monasterio de Montserrat, la víspera de embarcarse en el J.J. Sister. Cfr. Carta de Álvaro del Portillo: Roma 12-III-1946; y José Orlandis Rovira, Mis recuerdos…, ob. cit., p. 117.
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90 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 5-IV-1946.

91 Toda la historia de la Obra -escribe el Fundador- es una historia de las misericordias de Dios […], providencias de la bondad de Dios, que han precedido y acompañado siempre los pasos de la Obra (cfr. Carta 25-I-1961, n. 1).

92 Carta de Mons. Giovanni Battista Montini al Fundador del Opus Dei. Original en RHF, D-15087. Escrita en español.

93 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 799; también Antonio Maria Travia, Sum. 3465 y el Cardenal Sebastiano Baggio, que trabajaba en 1946 con Mons. Tardini, Secretario de la Sección de Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios de la Secretaría de Estado: cfr. Sebastiano Baggio, Sum. 5258.

94 AGP, P01 VII-1963, p. 47; también: Fernando Valenciano Polack, Sum. 7109.

95 El 11 de junio tuvo don Álvaro una larga audiencia con Mons. Montini, de la que refiere esta anécdota, que explica el retraso en la devolución de la foto: "le llevé yo a Mons. Montini -cuenta don Álvaro en carta del 12-VI-1946- una espléndida fotografía del Papa para que hiciera una bendición autógrafa para Vd. Montini me dijo que en estos días había suspendido el Santo Padre lo de las bendiciones, pero que se la llevaría".

96 Carta de José Orlandis Rovira a Madrid, fechada en Roma, 26-VI-1946, en RHF, D-15441-6.

97 Cfr. Apuntes, n. 220, del 10-VIII-1931.

98 Carta a sus hijas de la Asesoría Central, desde Roma, en EF-460630-1.

99 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-460630-2.

100 Carta a sus hermanos Carmen y Santiago Escrivá de Balaguer y Albás, desde Roma, EF-460630-3. Babo es el diminutivo familiar de Salvador Canals Navarrete.

101 En carta del 8 de junio de 1946 cuenta don Álvaro al Fundador: "He interrumpido esta carta esperando la llegada del P. Goyeneche, que ha entrado eufórico en casa a las 2 y cuarto […]. Todos (los de la Comisión) entusiasmados con la Obra, hasta el punto de que propusieron, como hace el Papa en ocasiones solemnes, que hubiera otra sesión en la que "videntibus omnibus" los Consultores se aprobara por la Comisión la Obra".

102 La posible aparición de una normativa de las formas nuevas, al margen de la regulación del Codex, tenía opiniones en contra. Por unos, tal innovación "se consideraba prematura. Además, otros estimaban que no era aceptable esa nueva normativa, por el peligro de que el estado de perfección, con una raigambre de siglos, se desnaturalizara e, incluso, pudiera vaciarse de contenido, al perder algunos de sus perfiles teológicos" (cfr. Amadeo de Fuenmayor et al., ob. cit., p. 156).

103 Carta a José María Hernández Garnica, desde Roma, en EF-460708-1. Desde la llegada de don Josemaría a Roma la situación había mejorado notablemente, hasta el punto de que don Álvaro escribía a Pedro Casciaro: "Creemos que aún saldrá el Decreto, pues no hay más que buena voluntad por parte de todos. […] la única dificultad, bastante grave, es la premura del tiempo" (Carta: Roma, 6-VII-1946).

104 Carta 25-I-1961, n. 6.

105 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 555.

106 Cfr. ibidem, Sum. 556. Que la mentalidad jurídica de los consultores giraba en torno al concepto de estado de perfección, lo demuestran dos comentarios que llegaron a oídos de don Álvaro (cfr. Carta a sus hijos de Roma, desde Madrid, en EF-460324-2).

107 Cfr. Amadeo de Fuenmayor et al., ob. cit., pp. 176-177.

108 Carta 7-X-1950, n. 20. En 1947 escribía sobre este punto: Desde el primer momento de la fundación del Opus Dei, hijas e hijos míos, desde aquel 2 de octubre de 1928, he visto siempre la Obra como una institución cuyos miembros no serían nunca religiosos, no vivirían a semejanza de los religiosos, ni podrían ser -en alguna manera- equiparados a los religiosos.
Y esto no por falta de afecto a los religiosos, que amo y venero con todas mis fuerzas, sino porque el Opus Dei debía realizar un apostolado de penetración en todas las esferas de la sociedad civil, por medio de ciudadanos iguales a los demás.
Cuando escribo penetración, hay que entender esta palabra como el deseo de inyectar espíritu sobrenatural en el torrente circulatorio de la sociedad: no, como una simple penetración personal, material, de los socios en el ambiente civil, puesto que los miembros de la Obra pertenecen a la sociedad, de la que no se han apartado jamás, y no necesitan, por lo tanto, penetrar en donde ya están (RHF D-13452, n. 84).
Y antes, en carta fechada en 1940: Veneramos y respetamos profundamente la vocación sacerdotal y la religiosa, y toda la labor inmensa que los religiosos han realizado y realizarán en servicio de la Iglesia: por eso no sería buen hijo mío quien no tuviera este espíritu.
Pero, al mismo tiempo, repetimos que nuestra llamada y nuestra labor -porque son una invitación a permanecer en el mundo, y porque nuestras tareas apostólicas se hacen en y desde las actividades seculares- se diferencian totalmente de la vocación y de la labor encomendada a los religiosos (Carta 11-III-1940, n. 40).

109 Carta 7-X-1950, nn. 20-21.

110 Cfr. Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-460727-1.

111 Carta de Álvaro del Portillo a Pedro Casciaro Ramírez: Roma, 6-VIII-1946.

112 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 556. El 29 de julio a las 6 de la tarde salieron para Fiuggi el P. Larraona con el Fundador, don Álvaro y Salvador Canals (RHF, D-426-20: Diario de Città Leonina, 29 de julio).

113 Cfr. Nota de Álvaro del Portillo: Roma, 25 de agosto de 1946, en RHF, D-30803.
En el Diario de esos días de trabajo en Fiuggi se lee: "El P. Larraona ha repetido varias veces que sin la venida del Padre no se hubiera sacado adelante este decreto de formas nuevas" (2 de agosto).

114 El nombre propuesto por la Sagrada Congregación de Religiosos era el de Sodalicios religiosos. "El Padre -refiere don Álvaro en la mencionada nota del 25 de agosto (RHF, D-30803)- hizo ver cómo la mentalidad de la gente es muy simplista y que con este nombre, ante las autoridades civiles, etc., las nuevas instituciones serían de religiosos. Entonces se propuso el de Institutos, o Institutos seculares.

115 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-460713-1.

116 Carta a José María Hernández Garnica, desde Roma, en EF-460708-1.

117 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-460727-1.

118 Ibidem. Esas fechas, salvo la de final de año, son las de la fundación del Opus Dei, la de las mujeres de la Obra y Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.

119 El Breve Apostólico Cum Societatis (28-VI-1946), en Amadeo de Fuenmayor et al., ob. cit., Apéndice Documental 19, pp. 529-531. Recordemos que por un decreto del Obispo de Madrid-Alcalá (28-III-1940) se concedían también indulgencias -50 días- a quienes devotamente besaren la Cruz de palo de la residencia de Jenner (cfr. AGP, Sección Jurídica, I/15074).

120 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-460727-1.

121 Con todo -refiere Álvaro del Portillo- hubo quien habló de aprobar el Opus Dei antes de ser promulgada la Provida Mater Ecclesia, con el permiso concedido al Cardenal Lavitrano por el Papa. Pero el Cardenal aconsejó que más valía esperar un poco (cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 556).

122 Se trata de la Carta Brevis sane. Era un tipo de documento, que desde hacía mucho tiempo no se otorgaba por la Santa Sede. En la práctica de la Sagrada Congregación esa Carta de alabanza del fin venía a equivaler a una aprobación.

123 Carta Brevis sane, de la Sagrada Congregación de Religiosos (13-VIII-1946); en Amadeo de Fuenmayor et al., ob. cit., Apéndice Documental 21, p. 532.

124 RHF D-13452, n. 167.

125 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 12-III-1946.

126 Carta a sus hijos de Roma, desde Madrid, en EF-460324-2.

127 Cfr. José Luis Múzquiz de Miguel, RHF, T-04678/1, p. 50.

128 Carta de Álvaro del Portillo: Roma, 17-V-1946 y 8-VI-1946. Los cuerpos de San Sinfero y Santa Mercuriana, dos mártires, se obtuvieron gracias al Sr. Obispo de Forli. Las cajas con los cuerpos de los mártires fueron precintadas en la Embajada Española en Roma el día 31 de agosto por la mañana, pocas horas antes de llevárselos el Fundador en avión para Madrid (cfr. RHF, D-426-20: Diario de Città Leonina, 23 y 31-VIII-1946).

129 Cfr. Francisco Botella Raduán, RHF, T-00159, XII, p. 38. Cuando se terminó el Santuario de Torreciudad, los restos de san Sinfero se trasladaron a su altar mayor. El 12 de octubre de 1946 tuvo lugar la apertura de las urnas y el reconocimiento de las reliquias. Actuó como Notario eclesiástico don Juan Botella Valor, en presencia del Fundador. Cfr. Jesús Urteaga Loidi, RHF, T-00423, p. 55.

130 RHF, D-426-20: Diario de Città Leonina, 18 y 27-VII-1946 y 5-VIII-1946.

131 Cfr. Jesús Urteaga Loidi, RHF, T-00423, p. 53.

132 Carta de Adolfo Rodríguez Vidal a José Orlandis Rovira: 6-X-1946, en AGP, Expedientes de ordenaciones sacerdotales: n. 660.2. Juan: Juan Jiménez Vargas.

133 El Fundador -testimonia Francisco Ponz- les repitió el encargo hecho el 21 de junio de ese año: "Quería que en recuerdo de aquel viaje se hiciera para aquella casa (La Clínica) un retablo con la imagen de Nuestra Señora de la Merced, en el que estuviera grabada la frase transcrita de San Mateo 19, 27, que había sido tema de la meditación del día de su partida (ecce nos reliquimus omnia…), y con dos fechas: 21-VI-1946, la de salida de Barcelona, y la del 21-X-1946" (Francisco Ponz Piedrafita, RHF, T-04151, p. 94).

134 Original en RHF, D-0063-1. Entre otras cosas, Montini le dijo: Que al Papa, de ordinario, sólo le llegan las cosas desagradables que pasan en la Iglesia. Por eso le consuela mucho saber del Opus Dei. Y añadió: "y a mí también me viene muy bien saber esas cosas buenas". […] Me aseguró que pide diariamente al Señor por el Opus Dei (Ibidem).

135 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-461206-2. Una vez más, culpa a su pluma de entorpecer la buena marcha de sus deseos. Pocas plumas resistían tan veloz andadura. (Cfr. cap. 11, 6: Con la pluma en la mano).

136 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 780.

137 Carta a Su Santidad Pío XII, desde Roma, en EF-461208-1.

138 Carta a Mons. Leopoldo Eijo y Garay, desde Roma, en EF-461216-5; cfr. Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-461213-2. Muy posiblemente, uno de los detalles simpáticos fue la anécdota que refiere Álvaro del Portillo. En un momento de la audiencia, llevado por su afecto filial, el Fundador quiso besar los pies al Papa, que solamente le permitió besar uno de ellos. Insistió don Josemaría, porfiando besar el otro, y recordó al Santo Padre que él era aragonés y que si todos los aragoneses son tozudos, esa característica, en su caso, estaba particularmente desarrollada (cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 782).

139 Carta a don Francisco Íñiguez Almech, desde Roma, en EF-461216-4.

140 Francisco Botella Raduán, RHF, T-00159, XII, p. 11. Por lo que se ve era ya una de esas frases corrientes, acuñadas por el Fundador y que se encuentran también en su correspondencia: Además, creo que he aprendido a saber esperar. ¡No es poca ciencia! (Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470425-1).

141 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-461216-2.

142 Carta, desde Roma, en EF-461213-1.

143 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-461216-2.

144 Carta a sus hijas de la Asesoría Central, desde Roma, en EF-461216-1.

145 Encarnación Ortega Pardo, RHF, T-05074, p. 103.

146 Dorita Calvo Serrador, RHF, T-04906, p. 4.

147 Cfr. Encarnación Ortega Pardo, RHF, T-05074, p. 104.

148 RHF, D-426-20: Diario de Città Leonina, 27-XII-1946.

149 Carta a sus hijas de la Asesoría Central, desde Roma, en EF-461220-1.

150 Dorita Calvo Serrador, RHF, T-04906, p. 13.

151 Rosalía López Martínez, Sum. 7008.

152 Camino, n. 974.

153 Encarnación Ortega Pardo, RHF, T-05074, p. 107.

154 Cfr. "Relación de Alberto Martínez Fausset de la estancia del Fundador del Opus Dei en el apartamento de Piazza della Città Leonina (1947) y plano del apartamento", en RHF, D-15442; y Carta a sus hijas de la Asesoría Central, desde Roma, en EF-470117-1.

155 RHF, D-426-20: Diario de Città Leonina, 23-I-1947.

156 Dorita Calvo Serrador, RHF, T-04906, pp. 13-14.

157 Encarnación Ortega Pardo, RHF, T-05074, p. 107.

158 Álvaro del Portillo, PR, p. 1502.

159 Encarnación Ortega Pardo, RHF, T-05074, p. 109.

160 Ibidem. No exageraba una pizca Encarnita sobre los remiendos y arreglos de la ropa, por lo que el Fundador escribe a los de Madrid: La capa vieja, que he usado estos años pasados, ¿valdría la pena que se tiñera (ya no es negra: es verde) y después hacerle un pequeño doblez por abajo, porque se estaba deshilachando, y así podré seguir usándola? La que traje se la dejaré aquí a Álvaro (Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470131-2).

161 Equivalente al día de Reyes en España, que también se celebra el 6 de enero; mientras en otros países los regalos se hacen el día de Navidad o en Año Nuevo.

162 Cfr. Encarnación Ortega Pardo, RHF, T-05074, p. 109.

163 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470101-2.

164 RHF, D-426-20: Diario de Città Leonina, 16-I-1947. Los cinco que allí vivían eran: el Fundador, don Álvaro, Salvador Canals Navarrete, Ignacio Sallent Casas y Armando Serrano Castro. El 3 de febrero de 1947 llegó a Roma un sexto a vivir en el piso: Alberto Martínez Fausset.

165 RHF, D-426-20: Diario de Città Leonina, 6 y 7-I-1947.

166 Ibidem, 8-I-1947.

167 Ibidem, 18-I-1947; sobre las dolencias de don Álvaro en ese mes de enero: cfr. Diario, cit., fechas 7, 9, 14, 15, 17, 18, 21, 22, 23, etc. El dentista que le vio fue el Dr. Hruska, que después fue también dentista del Fundador; ibidem, 27-I-1947; cfr. Kurt Hruska, Sum. 3487.

168 Cfr. RHF, D-15442, p. 16.

169 Cfr. RHF, D-426-20: Diario de Città Leonina, 21-I-1947.

170 Álvaro del Portillo, Sum. 475; y, a continuación, comenta Mons. del Portillo: "No es que el Fundador no hubiera sido sincero, sino que lo que para cualquier persona podía significar un disgusto, él lo vivía como un motivo de más unión con Dios, de gaudium cum pace".

171 Carlo Faelli, Sum. 3461.

172 Carta, desde Roma, en EF-470101-1.

173 Carta a sus hijas de la Asesoría Central, desde Roma, en EF-470117-1.

174 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470117-2.

175 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470131-2.

176 RHF, D-426-20: Diario de Città Leonina, 9-II-1947.

177 Ibidem.

178 Cfr. ibidem, 12-II-1947.

179 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470214-2. Nada de esto se puede decir -añadía-, porque oficialmente no podemos saber nada hasta fin de mes. Ahora seguid encomendando la audiencia del próximo día 24.

180 RHF, D-426-20: Diario de Città Leonina, 18-II-1947. Ya, días atrás, había escrito a los del Consejo General: Haced pedir mucho, para que las cosas no se tuerzan, ni sufran demora (Carta, desde Roma, en EF-470207-2). Temía el Fundador que se hicieran interpretaciones o aplicaciones ambiguas del texto de la Provida Mater Ecclesia, añadiendo o corrigiendo a última hora. (La fecha del 2 de febrero de 1947 que lleva la Constitución la fijó el Cardenal Lavitrano por sugerencia del Fundador, como muestra de gratitud a Nuestra Señora, cuya fiesta era ese día).

181 Álvaro está fuera de casa, con Mons. Bacci -que es el estilista latino del Papa-, preparando la Provida Mater Ecclesia, que espera el Santo Padre mañana (Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470221-2).

182 RHF, D-426-20: Diario de Città Leonina, 24-II-1947.

183 Ibidem.

184 Su título completo era el de Constitución Apostólica Provida Mater Ecclesia sobre los Estados Canónicos e Institutos Seculares para adquirir la perfección cristiana. Se publicó el 29 de marzo de 1947: A.A.S., XXXIX (1947) pp. 114-124.

185 Esos documentos eran: el Motu proprio Primo Feliciter del 2-III-1948 y la Instrucción Cum Sanctissimus del 12-III-1948, publicados en A.A.S., XL (1948) pp. 283 y 293-297, respectivamente.

186 Provida Mater Ecclesia, art. 1.

187 Sobre la figura jurídica de los Institutos Seculares y la normativa por la que se rigen, véanse los comentarios de Amadeo de Fuenmayor et al., ob. cit., pp. 167 y ss.

188 Decretum laudis (Primum Institutum), 24-II-1947, en Amadeo de Fuenmayor et al., ob. cit., Apéndice Documental 22, pp. 532-535.

189 Ibidem.

190 Carta, en EF-470225-2.

191 Carta, en EF-470225-1.

192 Decreto Primum Institutum, 24-II-1947.

193 Carta 7-X-1950, n. 18.

194 El estatuto jurídico que se ha obtenido con la Provida Mater Ecclesia, documento que es el resultado de una situación de emergencia, en la que se daban factores muy diversos y situaciones opuestas, ha hecho que se llegara a una fórmula de compromiso (RHF D-13452, n. 167).

195 Carta 7-X-1950, n. 20.

196 En la etapa de elaboración de la Provida Mater Ecclesia la política seguida por el Fundador era, unas veces, de conceder; y otras, de oponerse: Me daba cuenta de que la ley no se hace para un caso particular: debe mirar al bien común. Por eso es razonable que concediéramos y que, a la vez, procurásemos que quedara resuelto nuestro caso singular, dentro de la ley general, sin alterar en lo esencial -en cuanto era posible- la naturaleza de la Obra (RHF D-13452, n. 168).
El Fundador tuvo buen cuidado de que algunos de los puntos esenciales quedasen claramente subrayados en el decreto Primum Institutum, párrafo 10, donde se expresa, sin ambigüedades, que: "Los socios de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y Opus Dei no son religiosos. No tienen, por lo tanto, vida común religiosa, ni emiten votos religiosos, ni visten hábito religioso. Externamente, en todas las cosas que son comunes a las gentes del mundo y no desdicen del estado de perfección, se comportan como los demás ciudadanos de su misma condición y profesión".

197 RHF D-13452, n. 167.

198 Es ilustrativa de esta actitud una pequeña anécdota, ocurrida en vísperas del Decretum laudis. Estaban don Álvaro y Salvador Canals trabajando con unos documentos en Città Leonina en el cuarto del Fundador; y éste, con el resto de sus hijos, contestando la correspondencia de varios centros de España: Granada, Sevilla, Bilbao, Madrid…, cuando pasó al vestíbulo de la casa un religioso que traía una carta. Al entrar en el comedor (o sala de estudio, como se prefiera llamar), maravillado al verlos tan concentrados en la mesa de trabajo, exclamó: "¡Qué silencio!, como en una comunidad religiosa". El Fundador se levantó de su silla como tocado por un resorte y le contestó muy cortésmente: Perdone, Padre. Trabajando como buenos cristianos. Quedó claro al buen religioso que trabajar a conciencia, con silencio e intensidad, era algo común a todos los cristianos, religiosos o laicos (cfr. RHF, D-426-20: Diario de Città Leonina, 21-II-1947).

199 Carta, desde Roma, en EF-470301-1.

200 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470307-2.

201 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470301-1.

202 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470410-3.

203 Cfr. Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470425-1.

204 Carta, desde Roma, en EF-470417-1.

205 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470612-1.

206 Cfr. Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470327-2. Sobre la creación de la Comisión especial para Institutos Seculares, dentro de la Sagrada Congregación de Religiosos y el nombramiento de don Álvaro del Portillo como Secretario, cfr. A.A.S., XXXIX (1947), pp. 131-132.

207 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470327-2.

208 Cfr. Carta a sus hermanos Carmen y Santiago Escrivá de Balaguer y Albás, desde Madrid, EF-470611-1.

209 Cfr. Carta a Mons. Juan Perelló Pou, Obispo de Vic, desde Madrid, en EF-470923-2.

210 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470225-2.

211 Carta, desde Roma, en EF-471204-1.

212 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Roma, en EF-470410-3.

213 Cfr. Apuntes, n. 164, del 22-II-1931, aunque las palabras mencionadas -nonnata, en gestación- proceden de una anotación que añadió posteriormente, el 27-VI-1932.

214 Provida Mater Ecclesia. De esta exuberante floración de instituciones se tenía conocimiento en Roma desde la reunión celebrada en Saint Gallen (Suiza), en mayo de 1938. El P. Agostino Gemelli, que presidía la asamblea, redactó una memoria dirigida a la Sagrada Congregación del Concilio, bajo el título: Las asociaciones de laicos consagrados a Dios en el mundo (1939). De dicha memoria son estas consideraciones:
"Además de las organizaciones más o menos directamente conocidas por la jerarquía, es legítimo suponer por señales múltiples y evidentes, que existen muchísimas otras que por ahora escapan a cualquier conocimiento y control, surgidas por el celo individual no controlado de simples sacerdotes no investidos de autoridad o misión. Quizá no es exagerado afirmar que prácticamente en cualquier ciudad hay al menos un sacerdote que, teniendo un numeroso grupo de penitentes, procura formar con alguno de ellos una organización de personas consagradas a Dios en el mundo.- Esto por muchas razones puede presentar diversos inconvenientes y a veces ser causa de graves daños".
Cfr. también: Amadeo de Fuenmayor et al., ob. cit., pp. 171 y ss.

215 Cfr. Josemaría Escrivá de Balaguer: La Constitución Apostólica Provida Mater Ecclesia y el Opus Dei (conferencia pronunciada en Madrid, 16-XII-1948; publicada en A.C.N. de P., 15-I-1949).

216 Como ya se ha señalado, el Motu proprio Primo Feliciter lleva fecha de 2-III-1948 y la Instrucción Cum Sanctissimus, de 12-III-1948.

217 Antes de solicitar la aprobación como Institutos Seculares -dice textualmente la Instrucción-: "estas nuevas sociedades deben ser retenidas y puestas a prueba, experimentadas bajo la paternal potestad y tutela de la autoridad diocesana, primero como meras asociaciones existentes más de hecho que de derecho, y después, no bruscamente sino paso a paso y gradualmente, bajo algunas de las formas de asociaciones de fieles, como Pías Uniones, Sodalicios, Cofradías, según las circunstancias vayan aconsejando". ("Non quidem per saltum sed pedetemptim atque per gradus, sub aliquibus ex formis Associationum fidelium", dice el texto: Cum Sanctissimus, 5).

218 Carta 8-XII-1949, n. 43.

219 Del apostolado propio de los Institutos Seculares se dice: "Hic apostolatus Institutorum Saecularium non tantum in saeculo, sed veluti ex saeculo, ac proinde professionibus, exercitiis formis, locis, rerum adiunctis saeculari huic conditioni respondentibus, exercendus est fideliter" (Primo feliciter, II).

220 "In hac Societatum fidelium ad superiorem Institutorum Saecularium formam elevatione atque in omnium Institutorum, sive generali sive etiam singulari ordinatione perficienda, illud prae oculis semper habendum est, quod proprius ac peculiaris Institutorum caracter, saecularis scilicet, in quo ipsorum exsistentiae tota ratio consistit, in omnibus elucere debet" (Primo feliciter, II).

221 Carta, desde Roma, en EF-480206-1.

222 Carta a José María González Barredo, desde Roma, en EF-480224-1.

223 Carta, desde Roma, en EF-480226-1; cfr. también Carta, en EF-480311-2.

224 Carta 8-XII-1949, n. 28.

225 Amar al mundo apasionadamente es el título de una de las homilías de Mons. Josemaría Escrivá: la del 8-X-1967, dada en misa celebrada en el campus de la Universidad de Navarra.

226 De la ya citada conferencia del Fundador, La Constitución Apostólica Provida Mater Ecclesia y el Opus Dei (16-XII-1948), son estas palabras: Es inherente al estado religioso -y se manifiesta jurídicamente por la emisión de votos públicos- el desprecio al mundo ("contemptus saeculi"), la muerte para el mismo, la separación de la vida ordinaria de los hombres, tanto en una vida contemplativa dedicada a la oración y al sacrificio, como en una vida activa dedicada a remediar desde fuera del mundo los males y necesidades de éste. El religioso es un hombre que ha renacido a una nueva vida, muriendo al mundo y apartándose de la vida del resto de los demás hombres. Se hace holocausto por ellos. Por esto se dice que ha muerto para el mundo. Y es muerte redentora.

227 Carta 15-X-1948, n. 1.

228 Ibidem, n. 2.

229 Cfr. Francisco Botella Raduán, RHF, T-00159, XIV, p. 2; Francisco Ponz Piedrafita, RHF, T-04151, p. 104.

230 Carta a Fernando Linares Mendoza, desde Roma, en EF-480226-3. Fernando iba vestido de mandarín y representaba un personaje de El ruiseñor de Stravinsky.

231 Carta 15-X-1948, n. 2.

232 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 385; Joaquín Alonso Pacheco, Sum. 4672.

233 El nombramiento en: A.A.S., XXXIX (1947), p. 245. La carta de Mons. Montini va fechada el 25 de mayo, 1947: en RHF, D-15093.

234 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 385; y Julián Herranz Casado, Sum. 3881. Mons. Javier Echevarría refiere que "estuvo dispuesto a renunciar a esta distinción, que había gestionado y conseguido Mons. Montini, cuando era Sustituto. Con esa disposición se hallaba, cuando Mons. del Portillo le sugirió que era mejor aceptar ese nombramiento, para no hacer un desaire a la Santa Sede, para demostrar su adhesión al Papa y para remachar la secularidad de los sacerdotes del Opus Dei" (Javier Echevarría, Sum. 2042).

235 La carta lleva fecha del 15 de octubre de 1948.

236 Ibidem, n. 20.

237 Carta 8-XII-1949, n. 58.

238 Carta 15-X-1948, n. 20.

239 Cfr. Camino, n. 335, y Consideraciones Espirituales, p. 34.

240 Carta 15-X-1948, n. 3.

241 Ibidem. Cfr. Sal. 104, 20-24.

242 Carta 15-X-1948, n. 3.

243 Ibidem, nn. 5 y 6.

244 Ibidem, n. 20.

245 Cfr. ibidem, nn. 18 y 20.

246 El Opus Dei -dice el Decretum laudis- "promueve continuamente la santidad de sus miembros, por la santificación del trabajo ordinario, y el diligente y cuidadoso ejercicio de los cargos profesionales o de los oficios civiles o públicos propios de cada uno" (Primum Institutum, 6); y, al enumerar algunas actividades apostólicas de sus miembros, dice: "el apostolado específico de los socios del Opus Dei se ejercita principalmente: por la santificación del propio trabajo profesional; por el ejemplo de vida cristiana, en la propia actividad social" etc. (ibidem, 9).

247 Queda dicho que en el verano de 1946, cuando aún estaba por elaborar la Provida y preparar sobre sus bases el Decretum laudis, la Santa Sede, para que el Fundador no volviese entretanto a su patria con las manos vacías, se adelantó a otorgar el Breve apostólico Cum Societatis (28-VI-1946), en el que se conceden las mencionadas indulgencias plenarias.

248 El 31-III-1947 el Fundador quiso que se solicitase de la Sagrada Penitenciaría la concesión de las indulgencias por el trabajo manual. El Breve Mirifice de Ecclesia es del 20-VII-1947 (Amadeo de Fuenmayor et al., ob. cit., Apéndice Documental 24, pp. 537-538.

249 Ibidem. Esta frase es traducción del texto latino del Breve; y son, además, palabras del Fundador incorporadas al texto.

250 Carta 15-X-1948, n. 5.

251 Ibidem, n. 6.

252 Ibidem, n. 15.

253 Cfr. Dorita Calvo Serrador, RHF, T-04906, p. 7.

254 Carta 15-X-1948, n. 9. Un extenso estudio sobre este tema en: El Opus Dei en la Iglesia (capítulo III: José Luis Illanes, Iglesia en el mundo: la secularidad de los miembros del Opus Dei), Madrid 1993.