ÁNGELUS
Domingo, 29 de septiembre de 2019

Queridos hermanos y hermanas:

Quiero saludar a todos los que habéis participado en este acto de oración, con el que hemos renovado la atención de la Iglesia por las diversas categorías de personas vulnerables en movimiento. En unión con los fieles de todas las diócesis del mundo, hemos celebrado la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, para reafirmar la necesidad de que nadie quede excluido de la sociedad, ya sea un ciudadano residente de larga data o un recién llegado.

Para subrayar este compromiso, pronto inauguraré la escultura inspirada por estas palabras de la Carta a los Hebreos: «No os olvidéis de la hospitalidad; gracias a ella hospedaron algunos, sin saberlo, a ángeles» (Hb 13, 2). Dicha escultura de bronce y arcilla representa a un grupo de migrantes de varias culturas y diferentes períodos históricos. He querido que esta obra de arte estuviera aquí, en la Plaza de San Pedro, para que recordara a todos el desafío evangélico de la acogida.

Mañana, lunes 30 de septiembre, se abrirá en Camerún una reunión de diálogo nacional para la búsqueda de una solución a la difícil crisis que aflige al país desde hace años. Me siento cercano a los sufrimientos y esperanzas del amado pueblo camerunés e invito a todos a orar para que este diálogo sea fructuoso y conduzca a soluciones de paz justas y duraderas, en beneficio de todos. ¡Qué María, Reina de la Paz, interceda por nosotros!.pasa