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Flm 1, 1-3. Saludo epistolar

Es el saludo normal, que hemos comentado ya en cartas anteriores. Pablo asocia a su nombre el de Timoteo, su compañero en la cautividad (cf. Flp 1, 1; Col 1, 1). De Filemón ya hablamos en la introducción a la carta. En cuanto a Apia y a Arquipo, dado que se trata de una carta cuya finalidad inmediata concierne sólo a Filemón y aparecen mencionados junto a él, todo hace suponer que son miembros de la familia, probablemente esposa e hijo. De Arquipo sabemos que desempeñaba un cargo importante en la iglesia de Colosas (cf. Col 4, 17).
El que añada "y a la iglesia de su casa" (v.2), muestra claramente que Pablo expone su deseo a Filemón no privadamente, sino de una manera pública ante la iglesia.

Flm 1, 4-7. Acción de gracias

También en esta carta, como es costumbre en Pablo, al saludo epistolar sigue el elogio del destinatario en forma de acción de gracias a Dios. Lo que aquí alaba en Filemón es su "fe" y su "caridad."
Con ello trata de ganar su benevolencia y así ir preparando el terreno en orden a la petición a favor de Onésimo, que es lo que va a constituir el objeto principal de la carta.
Sin embargo, aunque la idea general de estos versículos (4-7) es clara, no así la explicación concreta de algunas expresiones. La dificultad está sobre todo en los v.5-6, y particularmente en este último. Respecto del ?.5, lo más probable es que se trate de un quiasmo, no infrecuente en el lenguaje semítico (cf. Mt 7, 6), afectando el último inciso ("hacia todos los santos"), no a la "caridad" y a la "fe" juntamente, sino sólo a la "caridad," mientras que el anterior ("hacia el Señor") afectaría a la "fe." Es la construcción normal que encontramos en Ef 1, 15 y Col 1, 4. Quizás lo que sobre todo tenía Pablo en el pensamiento era la "caridad" de Filemón, es decir, su ayuda a los fieles (cf. v.7), y ello motivó que pusiera la "caridad" antes que la "fe," siendo esto luego causa de esa construcción alambicada. En cuanto al v.6, son fórmulas demasiado condensadas y de interpretación difícil. Lo más probable es que el término "comunicación" (???????a), al igual que en otros muchos lugares (cf. Rm 15, 26; 2Co 8, 4; 2Co 9, 13; Flp 1, 5), se refiere a la caridad o limosnas de Filemón, caridad nacida de la fe, y que San Pablo desea que contribuya eficazmente a dar a conocer a todos el bien que existe en la Iglesia. Dicho de otra manera, desea que esa conducta de Filemón, ayudando generosamente a sus hermanos en la fe, sirva eficazmente a la causa del Evangelio, siendo ocasión de que todo el mundo vea las cosas buenas que hay entre los cristianos.

Flm 1, 8-21. Petición a favor de Onésimo

Expone aquí San Pablo el objeto principal de su carta: pedir benevolencia a favor de Onésimo. Lo hace con delicadeza exquisita, aduciendo una serie de motivos por los que Filemón debe perdonar a Onésimo y tratarlo como hermano.
Comienza recordándole delicadamente que él, como apóstol de Cristo, tendría derecho a darle una orden concreta en la materia y decirle cuál era su obligación de cristiano en este caso (v.8); sin embargo, prefiere apelar a su caridad, y que vea que quien se lo pide es ya un "anciano" 361 y, además, ahora "prisionero" por haber servido a Cristo (v.g). Puesto eso por delante, indica ya concretamente a Filemón por quién le pide: por Onésimo, hijo suyo espiritual, que ha convertido a la fe estando entre cadenas, y que si en un tiempo fue "inútil" a su amo, ahora le será muy "útil," como lo sería también al mismo Pablo (v.10-11). Juega aquí el Apóstol con el nombre de Onésimo, que en griego significa "útil," como diciendo: si en un tiempo hizo traición al nombre que lleva y no era enésimo, ahora ese nombre ya le cuadra bien y es Onésimo para ti y para mí. Que lo reciba, pues, Filemón como si fueran las "entrañas" (v.12), es decir, el propio corazón de Pablo.
Añade el Apóstol que en un primer momento pensó retener a Onésimo junto a sí, y estaba seguro de que Filemón no se hubiera opuesto; pero, nuevo gesto de delicadeza de Pablo, no quiere retenerlo, suponiendo que el amo accede, sino que se lo envía, a fin de que ese amo obre con más libertad, y sea él quien, si lo cree oportuno, lo mande de nuevo a Pablo (v.13-14).
Todavía hay más. Que piense Filemón que tal vez haya sido todo obra de la Providencia divina, permitiendo la huida de Onésimo para que ahora, hecho cristiano, resulte mayor bien para todos; a los lazos naturales entre esclavo y amo que le unían con él, se añaden ahora los lazos "según el Señor," es decir, los que surgen de una común fe en Cristo, que nos hace a todos hermanos, hijos de un mismo Padre que está en los cielos (v.15-16; cf. Ga 3, 27-28; Ef 6, 9). Y, en un arranque sublime de caridad cristiana, identificándose con el esclavo, Pablo dice a Filemón que, si es que le tiene por amigo y compañero, le acoja como si fuera Pablo mismo (v.17).
Podía quizás surgir una dificultad al perdón, y Pablo, como previendo esa dificultad, añade: "Si en algo te ofendió o algo te debe, ponlo a mi cuenta" (v.18). Y hasta finge suscribir su empeño con la fórmula habitual en los contratos: "Yo ?. ?. lo he escrito de mi puño" (v.18-20). Que no se deje, pues, impresionar Filemón por las injurias recibidas o por las pérdidas que haya sufrido a causa de Onésimo; Pablo lo pagará todo. Claro que, añade como sonriendo, si fueran a echar cuentas, serías más bien tú el que resultaras deudor, pues me debes el que seas cristiano (v.1gb).
Terminada esa amistosa ficción del pagaré, Pablo vuelve al tono cordial y pide abiertamente a Filemón que perdone a Onésimo (?.20). Y aún va más lejos. Con una insinuación delicadísima, invita a Filemón a conceder la manumisión o entera libertad a Onésimo, legalmente esclavo aún, pero cristianamente ya "hermano." Así parece debe interpretarse ese "cierto de que harás más de lo que yo te digo" del v.21.

Flm 1, 22-25. Encargo de alojamiento y saludos,

La carta ha terminado. Como muestra de afecto, tanto y más que como noticia, Pablo indica a Filemón que le vaya preparando hospedaje (v.22). Ello era, además, una nueva razón que había de moverle a recibir bien a Onésimo, pues, de lo contrario, ¿qué diría luego a Pablo cuando se presentase allí?
Los saludos finales (v.23-24) son de los compañeros de Pablo ya mencionados en Col 4, 10-14. Falta únicamente Jesús el Justo. Quizás éste no era conocido de Filemón.
La fórmula de despedida o bendición final (v.25) es la misma que hemos visto ya en otras cartas (cf. Ga 6, 18).