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Ha 1, 1-4. La justicia, conculcada por doquier

El orбculo de Habacuc tiene un sentido punitivo y amenazador; de ahн su nombre especнfico de masa, que ya hemos visto en las profecнas de Nahum. Antes de anunciar el castigo, el profeta reacciona contra las injusticias reinantes en la sociedad. Llevado de su sentido de justicia, protesta ante Yahvй porque permite tanta iniquidad, contraria a sus atributos divinos. Se discute sobre el sentido de estas protestas del profeta, pues unos autores creen que Habacuc no hace sino hacerse eco de la situaciуn injusta de la sociedad judнa de su tiempo, con sus extorsiones y opresiones, como lo habнan hecho otros profetas.
Otros exegetas, en cambio, creen que Habacuc protesta por la opresiуn de Judб por los extranjeros: han pasado los asirios, despuйs los egipcios (el piadoso rey Josнas muriу en la batalla de Megiddo en 609, contra Necao II de Egipto, el cual depuso al candidato rey, Joacaz, escogido por los judнos), y, por fin, ve como inminente la invasiуn caldea dirigida por el implacable Nabucodonosor. Nosotros nos inclinamos por la primera interpretaciуn, y creemos que el profeta anuncia la invasiуn babilуnica como castigo por el injusto estado social en que se debatнa la sociedad contemporбnea, como vemos por el mismo Jeremнas, su coetбneo.

Ha 1, 5-11. Anuncio de la invasiуn caldea

El profeta presenta a Yahvй describiendo al terrible invasor. El fragmento es sobrecogedor y vigoroso por la expresiуn. Los caldeos, suscitados por Yahvй -como instrumentos de su justicia- pasan como un huracбn, que todo lo arrebata. Los caldeos, o Kashdim de la literatura cuneiforme, eran tribus montaсeras del sudeste de Mesopotamia, que habнan luchado contra los asirios en tiempos de Senaquerib por su independencia. Obligados a retirarse a las montaсas que bordean la Media, se aliaron con los habitantes de esta regiуn, y asн estuvieron esperando el momento en que Asirнa se mostrara mбs dйbil militarmente. Al morir Asurbanipal (625 a.C.), se lanzaron, capitaneados por Nabopolasar y Ciaxares, sobre Nнnive, que sucumbiу en 612 a.C., lo que supone la liquidaciуn del imperio asirio. Nabucodonosor, hijo de Nabopolasar, sucediу a йste en 605 a.C. y dirigiу las incursiones militares sobre Palestina, resultando tan brutales como las de los conquistadores asirios anteriores.
La descripciуn del profeta es semejante a la de sus contemporбneos Jeremнas y Sofonнas. La caballerнa avanza con estrйpito, sin que nadie pueda detenerla, y el ejйrcito invasor, con sus rostros ardientes por el ansia de pillaje, es como el viento solano o jamshim, que trae la desolaciуn y la muerte, anegбndolo todo en un mar de arena (v.8). Nadie puede detener la marcha, y los reyes y fortalezas caen ante la mejor organizaciуn militar del terrible invasor. Es el eterno conquistador, que cree que la ley es la fuerza: es un criminal que hace de la fuerza su dios (v.11). El juicio del profeta no puede ser mбs severo. Aunque el invasor sea suscitado por Yahvй para castigar la injusticia de Judб, sin embargo, sus procedimientos de violencia tendrбn tambiйn un dнa su castigo.

Ha 1, 12-17. Protesta del profeta por la crueldad del invasor

El profeta protesta contra los abusos del invasor, que parece tener carta blanca para sus atropellos de todo gйnero, y apela a la santidad eterna de Yahvй, intransigente con la impiedad: їNo eres desde antiguo Yahvй, mi Santo? (v.12). Es cierto que el invasor caldeo ha sido escogido como instrumento de la justicia divina para castigar las infidelidades de Judб (Tъ, Yahvй, lo estableciste para la justicia y lo fundaste como roca para castigar, v.12b), pero no para imponer su capricho contra toda equidad. La misma santidad divina parece que estб comprometida al permitir el triunfo de la opresiуn. Yahvй no puede complacerse en el triunfo de la maldad, porque sus ojos son puros y no pueden contaminarse contemplando benйvolamente el triunfo de la maldad y de la perfidia, con la consecuente opresiуn de los justos (?.13).
Si Yahvй no protege a los hombres contra la injusticia, entonces parece que los deja desamparados, como si fueran peces o reptiles de la tierra (v.14), siempre a merced del primer cazador que llega. Precisamente por esta abstenciуn de parte de Dios, los hombres estбn a merced del cazador o pescador caldeo, que tira su red impunemente para cogerlos en sus mallas, sin que aquйllos tengan defensa: lo pesca todo con su anzuelo, lo apresa en sus mallas. (v.15). Es una alusiуn a las incursiones de los caldeos por tierras de Palestina, llevando consigo a poblaciones inocentes como botнn de victoria. El profeta parece que se hace eco del estado de бnimo de incertidumbre ante la invasiуn de los babilonios. Para los invasores, esas incursiones son un paseo militar, pues apenas encuentran resistencia y tienen plena libertad para el pillaje: por ello se alegra y regocija.
Despuйs se entregan a orgнas religiosas, celebrando sus triunfos y conquistas: Ofrece sacrificios a sus mallas, y ofrendas humeantes a sus redes (v.16). A propуsito de esto se ha recordado que Herodoto dice que los escitas prestaban adoraciуn a la espada, instrumento de conquista. Sin embargo, la frase de Habacuc ha de entenderse en sentido figurado. Para йl, las mallas y redes eran un sнmil para destacar la facilidad con que los caldeos conquistaban, como el pescador que coge en las suyas a los indefensos y desprevenidos peces. En este supuesto, la afirmaciуn de que ofrecнan sacrificios a sus mallas ha de interpretarse en el sentido de que celebraban con festines religiosos sus triunfos militares, glorificando sus medios de conquista.

Ha 2, 1-4. El justo vive por su fidelidad

El profeta se presenta como el centinela, que vela por los intereses espirituales de su pueblo, y, como tal, espera poder transmitir a йste la respuesta de Yahvй a sus angustias. Yahvй responde que le va a comunicar una revelaciуn que debe poner por escrito en caracteres bien legibles: Escribe la visiуn de modo que pueda leerse de corrido (v.2). La comunicaciуn divina debe ser cuidadosamente conservada para instrucciуn del pueblo, pues asн servirб de testimonio para cuando los hechos tengan lugar. Yahvй quiere insistir en que el cumplimiento de lo que aquн se anuncia se realizarб ciertamente, pues es para tiempo fijo (?.3). La palabra divina estб comprometida en su ejecuciуn.
El profeta debe tener en cuenta, mientras se realiza la profecнa, que el que no tiene alma recta, sucumbe, mientras que la fidelidad del justo es la mejor prenda de su triunfo definitivo, porque tiene la protecciуn divina (v.4). La frase es un enunciado general que el profeta debe tener siempre en cuenta en todas las vicisitudes de la historia. Dios no puede permitir que el impнo triunfe indefinidamente, dejando al justo sin darle lo merecido.

Ha 2, 5-8. Maldiciones contra el opresor

La opresiуn no puede quedar impune indefinidamente. El conquistador babilуnico es insaciable en su hambre de pueblos, y asн ensancha su alma como el seol (v.5); la regiуn tenebrosa de los muertos o seol, igual que la muerte, son como dos tiranos insaciables, que nunca se cansan de tronchar vidas humanas. Es el mejor sнmil para caracterizar la voracidad insaciable del conquistador caldeo. Pero llegarб la hora de revancha, y los pueblos oprimidos se levantarбn contra йl, cantando proverbios y sбtiras por su derrota. El conquistador se ha apropiado bienes que no son suyos, y algъn dнa tendrб que devolverlos a sus acreedores reales, sus antiguos propietarios (?.7). Los pueblos oprimidos le pediran cuenta de la sangre derramada y de las violencias cometidas contra todos (v.8).

Ha 2, 9-14. Contra la codicia y las extorsiones

El invasor ha obrado como el codicioso que ha querido crearse una fortuna grande con medios deshonestos. Ese codicioso sin escrъpulos ha querido ponerse a salvo de toda necesidad poniendo muy alto el nido para escapar al infortunio (v.8). El rico desconsiderado es comparado aquн a un pбjaro que pone en roca inaccesible su nido para no ser presa de otros animales. Pero, a pesar de esto, no se verб libre de la ruina cuando llegue. El profeta alude al bandolerismo de los conquistadores babilуnicos, que no han perdonado medios para enriquecerse indebidamente. Ahora el poderнo caldeo parece inaccesible, como un nido de бguila; pero tambiйn a ellos les llegarб la mano justiciera de Dios. Puesto que ha obrado vergonzosamente, su pecado pesa sobre йl (v.10).
Ha edificado su casa con medios inhonestos, y todo estб clamando por la intervenciуn de la ira divina. Hasta sus muros protestan contra tanta injusticia: chilla en el muro la piedra. (v.11). Todo ha sido amasado con opresiуn y violencia, y los elementos de que estб formada su casa o imperio protestan del mal uso de ellos. La opresiуn y la violencia no pueden constituir la base de una sociedad organizada (v.12). Todos los esfuerzos por querer construir una ciudad en la injusticia terminarбn en tragedia. En realidad, es un decreto de Yahvй que las gentes, por mucho que trabajen, si lo hacen con procedimientos injustos, no hacen sino trabajar para el fuego, para la destrucciуn, y fatigarse por la vanidad (v.13). En Jr 51, 58 se dice de Babilonia, condenada a la destrucciуn: "trabajaron en vano tantas gentes, y las naciones para el fuego se han cansado." Quizб Habacuc aluda a este orбculo divino al decir: їNo es (proviene) de Yahvй de los ejйrcitos (el dicho de) que los pueblos trabajan para el fuego y las gentes se fatigan por la vanidad? (v.13). Es inъtil que los babilonios se esfuercen, pues al final serб el triunfo total de Yahvй, y todos los pueblos lo reconocerбn: Llenarбse la tierra del conocimiento de la gloria de Yahvй. (v.14). En Is 11, 9 encontramos una frase paralela: "Estarб llena la tierra del conocimiento de Yahvй, como llenan las aguas el mar," aunque en este caso estб circunscrita la perspectiva al monte santo de Siуn.

Ha 2, 15-17. Contra los lujuriosos

El profeta compara la conducta del conquistador caldeo, oprimiendo a los pueblos vencidos, con la del lujurioso que embriaga a su prуjimo con fines nefandos. Babilonia se ha excedido en su cometido y se complace en la destrucciуn y humillaciуn de los pueblos mбs dйbiles. Pero tambiйn a Babilonia le llegarб la hora de beber del cбliz de la ira divina, y se tambaleara como un ebrio (v.16), y entonces se saciara de ignominia, avergonzada ante todos los pueblos.
Los pueblos vencidos tomarбn su revancha, y hasta los montes del Lнbano, -tan despiadadamente tratados por los monarcas babilonios, que allн cortaban sus maderas para las grandes construcciones de Mesopotamia, se volverбn contra el que los talу; y los mismos animales, perseguidos en las cacerнas reales, serбn causa de terror para el tambaleante imperio caldeo (?.17). Los profetas suelen asociar a los seres inanimados de la naturaleza y a los representantes del reino animal a las vicisitudes de los pueblos. Aquн el profeta quiere resaltar la hostilidad con que se va a encontrar Babilonia a la hora de la cuenta, pues no sуlo los pueblos se levantarбn contra ella, sino hasta la misma naturaleza maltratada y expoliada se levantarб contra el antiguo exactor.

Ha 2, 18-20. Contra los idуlatras

El profeta se burla de la idolatrнa de los conquistadores. Sus prбcticas son insensatas, ya que sus нdolos no tienen vida, sino que son trozos de piedra o de madera. Por eso es ridнculo y estъpido decir a una piedra: ЎLevбntate! y a un leсo: ЎDespierta! Son elementos mudos, que a lo mбs pueden invitar a enmudecer y no a dirigirles oraciones y sъplicas. No tienen hбlito vital, y, por tanto, no pueden conocer las necesidades de sus adoradores. Es ridнculo, pues, que el mismo que los ha esculpido ponga su confianza en ellos (?. 18). En contraposiciуn a ellos estб Yahvй, Dios vivo, que habita en su santo recinto. Su majestad invita a que todos se callen ante El: ЎCalle toda la tierra! (v.20).

Ha 3, 1-19. Plegaria y canto triunfal del Profeta

Este maravilloso salmo йpico-lнrico cierra el libro de Habacuc. Por su semejanza con algunos salmos, algunos autores creen que se trata de una composiciуn litъrgica aсadida como apйndice al libro de Habacuc. Pero, en general, las ideas son semejantes a las del libro del profeta que acabamos de comentar, pues se canta a Yahvй como a un guerrero majestuoso que avanza contra los enemigos, que no especifica, pero bien pueden ser los caldeos. La expresiуn es vigorosa, y la imaginaciуn, ardiente. Es una de las mбs bellas composiciones poйticas de la Biblia.

Ha 3, 1-4. Teofanнa triunfal de Yahvй

La indicaciуn introductoria indica el uso litъrgico de la composiciуn, que debнa ser cantada en un tono para nosotros desconocido, llamado shiguinot. El hecho de que encontremos la palabra musical selah a lo largo de la composiciуn prueba el carбcter salmуdico de esta maravillosa poesнa йpico-lнrica. La descripciуn de la imponente teofanнa se abre con una exclamaciуn enfбtica: El profeta ha sentido el rumor de la presencia de Dios, que se acerca, y es sobrecogido de reverente temor. Hasta los mismos amigos de Dios tiemblan ante su presencia, porque sienten escalofrнo de su santidad.
Ahora Dios se presenta con una imponente escolta de destrucciуn (la mortandad y el azote, o epidemia, v.5). El profeta presiente en ello la prуxima manifestaciуn de secretas obras o prodigios, y, en su ansia de ver triunfar la gloria de Dios, pide que las manifieste ante las naciones: Dales existencia en el transcurso de los aсos. (?.3). Por otra parte, Yahvй ya ha manifestado su justicia vengadora sobre su pueblo, y ahora el profeta pide que esa cуlera desatada se convierta en compasiуn para Israel: En la ira acuйrdate de la misericordia (v.2). Asiste tembloroso a la apariciуn majestuosa de Yahvй, que viene del oriente para castigar a sus enemigos.
Conforme a la tradiciуn antigua, supone que Yahvй avanza desde el desierto del Sinaн desde Teman y el monte Farбn. Como en otro tiempo Yahvй avanzaba protegiendo a Israel a travйs de los territorios de Edom, camino de la tierra de promisiуn, asн ahora viene tambiйn envuelto en la nube, cubriendo con su majestad los cielos y llenando con su gloria y resplandor la tierra. Viene envuelto en la luz como en la tempestad del Sinaн, y de sus manos salen cuernos. La teofanнa estб calcada sobre la del Sinaн. Dios es demasiado trascendente y santo para manifestarse tal cual es, y por eso con sus cuernos vela su poder. Es una clara alusiуn a los cuernos que salнan del rostro de Moisйs despuйs de entrar en contacto con la divinidad.
Los cuernos eran sнmbolo de la divinidad, como expresiуn del poder. Los dioses mesopotбmicos iban cubiertos con una tiara de siete cuernos enroscados hacia arriba. En la Biblia, el cuerno es sнmbolo de poder. Habacuc se conforma a estas ideas para describir la majestuosa apariciуn de Yahvй, que avanza como un guerrero indуmito escoltado de dos poderes formidables: delante de Йl va la mortandad y a su zaga va el azote (v.5), instrumentos de su justicia. A su presencia, la misma tierra es siente sobrecogida de temblor, (v.6), y a su mirada se conmueven las naciones. Y hasta los montes se sienten dйbiles para soportar el peso de Yahvй: Los montes eternos se resquebrajan. (v.6b). En la literatura profйtica del A.T. es corriente presentar a Yahvй como un gigante que avanza por las cimas de los collados.

Ha 3, 7-11. El poder de Yahvй sobre la naturaleza

El profeta, a la vista de la manifestaciуn terrorнfica de Yahvй, que va a descargar sobre los enemigos de Judб, piensa en las victorias antiguas sobre Kusбn en tiempos del juez Otoniel y sobre Madiбn en tiempos de Gedeуn. Los recuerdos de guerra se mezclan con los lirismos de la naturaleza. Ante la majestad de Yahvй vuelven a temblar las tierras de Kusбn y los campamentos de Madiбn (?.7). El profeta, al ver a Yahvй como un guerrero que se prepara al combate, piensa que es para algo mбs que para descargar sobre la naturaleza, que domina sin rival: їAcaso, Yahvй, se enciende tu ira contra los rнos.? (v.8). Yahvй avanza sobre sus caballos y carros de victoria, que son las nubes huracanadas, cargadas de siniestros diluvios. Y el profeta se complace en describir la manifestaciуn del poder de Dios en la tempestad como introducciуn a la descripciуn de sus efectos terrorнficos sobre los malvados y enemigos de Israel.
Yahvй en la tempestad se porta como un guerrero, que desnuda su arco y se provee de saetas (rayos) para lanzarlos contra la tierra. A su mandato viene la lluvia torrencial y se hiende con torrentes la tierra (v.9). La conmociуn de la naturaleza es total; las torrenteras lo invaden todo, y las aguas, provenientes del abismo del mar, dan bramidos aterradores (alzan su voz). Por unos momentos, mientras ruge la tempestad, el sol y la luna estбn como acobardados, y se quedan en su morada, aterrados ante la luz de las saetas (relбmpagos) y ante el resplandor de la lanza fulgurante de Yahvй (sus rayos devastadores).

Ha 3, 12-15. El poder de Yahvй sobre sus enemigos

Despuйs de la patйtica descripciуn del poder de Dios sobre la naturaleza, el profeta canta el triunfo de Yahvй sobre los enemigos de Israel. Los pueblos, como la tierra, estбn sometidos a su furor (v.12); Yahvй sale a campaсa para luchar por los intereses de su pueblo, para libertar a su ungido, que puede ser el rey de Judб o el mismo pueblo israelita. Yahvй vela por los derechos de la justicia, y por eso castiga duramente al impнo, destruyйndole su casa, desnudando sus cimientos hasta la roca. Cuando llega el momento de pelear contra los enemigos de Israel, Yahvй se lanza a la batalla, sembrando la mortandad (v.14), y como en los dнas del paso del mar Rojo, se sumerge en el mar con sus caballos en persecuciуn de sus enemigos.

Ha 3, 16-19. Triunfo de Dios y consolaciуn del profeta

El profeta, ante el estrago producido por la intervenciуn de Yahvй contra los enemigos, siente un нntimo estremecimiento (v.16). Es el escalofrнo consiguiente a la presencia majestuosa del Dios de los ejйrcitos. Pero, por otra parte, experimenta una нntima tranquilidad al ver la justicia de su Dios cargando sobre el pueblo que los oprime. Ni siquiera la aflicciуn consiguiente a la esterilidad del campo puede inquietar al profeta, que ha asistido al castigo de sus enemigos. Es una aflicciуn pasajera sobre el paнs, que se ha de compensar con la conciencia de sentirse seguros en Yahvй, Dios de su salvaciуn. (v.18). Yahvй es su fortaleza, que le da la agilidad del ciervo para correr por los montes.
Muchos autores creen que los ?.17-18 son adiciones salmуdicas posteriores que un glosista colocу como colofуn del cбntico de Hahacuc. Has indicaciones musicales al maestro de canto. A las cuerdas, neginot, parecen avalar esta opiniуn.