EFESIOS

Ef 1, 3-14 Este himno pertenece al género literario de las bendiciones, cuyo sujeto es siempre Dios, del cual se enumeran diversos atributos o actuaciones históricas en beneficio de su pueblo. Las bendiciones contemplan las principales etapas del designio salvífico de Dios: elección eterna, predestinación, redención por la sangre de Cristo, revelación del misterio de la salvación como recapitulación de la creación, herencia del Hijo compartida, llamada a los gentiles, don del Espíritu.

Ef 2, 1-10 Esta unidad desarrolla la idea de que la redención es la liberación del pecado (7). De hecho, tanto judíos (nosotros) como paganos (vosotros) estaban muertos antes de la actuación salvífica de Cristo, pero han alcanzado una nueva vida que procede de Cristo y es un don gratuito de Dios.

Ef 3, 14-21 En esta oración paulina subyace una comprensión trinitaria de la realidad de Dios: el Padre (14. 19), Cristo (17. 19), el Espíritu (16). La doxología de 20ss concluye la plegaria y la parte primera de la carta.

Ef 4, 1-16 Este texto marca el comienzo de la segunda parte del escrito, centrada en las implicaciones que tiene en la existencia cristiana la enseñanza expuesta anteriormente. La primera implicación es la de la unidad.

Ef 4, 17-5, 20 Se reúnen aquí los consejos para el recto ordenamiento de la vida cristiana; buena parte de ellos son comunes a códigos morales de diversas culturas y religiones. Lo nuevo de la enseñanza paulina está en su motivación: el mismo Cristo (Ef 4, 20. 21).

Ef 5, 21-33 Esta lista de deberes familiares coloca en primer lugar el comportamiento de los esposos, siendo de notable elevación la teología matrimonial aquí expresada: el Apóstol ilumina la relación Cristo/Iglesia desde Gn 2, 24. El misterio (símbolo) está en la correspondencia maravillosa entre lo afirmado sobre las relaciones de Adán y Eva y su cumplimiento perfecto en la unión entre Cristo y la Iglesia.

Ef 6, 5-9 Sin pronunciarse sobre la realidad social de la esclavitud, Pablo señala aquí las motivaciones nuevas que deben animar las relaciones entre esclavos y amos cristianos: ante todo, hay una reciprocidad de deberes entre ellos; en segundo lugar, por encima de todos está el Amo.