1 Cfr. Carta 16-VI-1960, n. 1. Mons. Juan Hervás Benet refiere que un día, contando a don Josemaría las impresiones de su reciente viaje a Cuba y a los Estados Unidos en enero de 1945, comprobó que "la ilusión de extender su labor a esos y a otros muchos países era una meta prevista desde siempre, porque la Obra había nacido universal […]. Por lo que me decía, y, sobre todo, por cómo me lo decía, comprendí que esta expansión le quemaba por dentro desde hacía mucho tiempo, porque en don Josemaría el Opus Dei era como un fuego de celo que le abrasaba" (Juan Hervás Benet, en Testimonios…, ob. cit., pp. 187-188).
2 Javier Echevarría, Sum. 2229.
3 Carta a María Elina Gaínza Ortega, en EF-561203-1. Hablando de la expansión universal de la Obra, solía decir el Fundador que se había hecho a Roma e da Roma (cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 632).
4 Carta 7-X-1950, n. 53.
5 AGP, P01 1975, p. 1554.
6 Carta 16-VI-1960, n. 5.
7 Ibidem.
8 Ibidem.
9 Ibidem, n. 6.
10 Ibidem, nn. 10 y 11.
11 Carta 14-IX-1951, n. 2.
12 Ibidem, n. 3.
13 Del Padre refiere Mercedes Morado García que "muchas veces nos repetía que debíamos ir deprisa, al paso de Dios, y que para frenarnos y actuar con prudencia ya estaba él" (RHF, T-07902, p. 95). Cfr. Juan Hervás, en Testimonios…, ob. cit., pp. 187-188.
14 Carta 16-VI-1960, n. 6.
15 Ibidem, n. 12.
16 Ibidem.
17 Un miembro de la Obra, incorporado al Colegio Romano en octubre de 1959, cuenta que, a los pocos días, el Padre invitó a un grupo de alumnos a ver algunos oratorios. Al llegar a la Sacristía Mayor, se paró un momento -refiere- y les dijo: "Os voy a enseñar el secreto del Opus Dei, y nos miró divertido observando nuestra cara de extrañeza. A continuación abrió la puerta que da al Oratorio del Consejo. Se arrodilló ante el Sagrario y después leyó las palabras que están sobre la puerta del fondo del Oratorio y sobre la puerta del armario de los libros de lectura, que son aquellas de los Hechos: Erant omnes perseverantes unanimiter in oratione, y nos habló de que ése es el único secreto del Opus Dei: la Oración. Que ésa era el arma, el secreto de nuestra eficacia" (Alfonso de Cárdenas Rosales, RHF, T-06503, p. 4).
18 Era frecuente que durante una primera temporada, que a veces duraba años, quienes abrían brecha en un país no pasasen de ser tan sólo dos, tres o acaso cuatro miembros de la Obra.
19 Carta 16-VI-1960, n. 18.
20 Ibidem, n. 13. Era, ciertamente, el mejor bagaje espiritual que podían llevar consigo. Sobre ello: una anécdota de las estancias estivales del Padre en Inglaterra. En 1962 estaba de tertulia con un grupo de estudiantes de Manchester, y uno de ellos le pidió, esperanzado, algo suyo para conservarlo como recuerdo en Greygarth Residence, la residencia de Manchester.
- Es que no tenemos nada del Padre, dijo como pretexto.
- Sí tenéis: tenéis mi espíritu; y ahí va todo. Es lo mejor que os puedo dar, le contestó (AGP, P01 XI-1962, p. 76).
21 José Luis Múzquiz de Miguel, RHF, T-04678, p. 15.
En este comportarse del Padre había tanta fe como generosidad. Cuando en 1960 el Fundador invitó a Olga Marlin, una numeraria irlandesa, a establecerse en Nairobi, aconsejándole que lo pensase con toda libertad y que pasado un tiempo le comunicara si quería ir o no ir, Olga quedó muy impresionada de la fe del Padre. Eran pocas en Irlanda y unas se iban a ir a Kenia y al Japón. Comentó con la directora la gran fe del Padre en que vendrían otras vocaciones a cubrir sus puestos. ¿Fe?, le dijo la directora. ¡La Fe del Padre es la de enviar muchachas jóvenes como tú a comenzar el Opus Dei en un nuevo continente! (Olga Marlin, RHF, T-08425, p. 1).
22 Nota mecanografiada del Fundador del Opus Dei, con indicaciones para comenzar la labor apostólica en varias ciudades de Italia (I-1948), en RHF, D-15731.
23 Cfr., por ejemplo, Cartas a sus hijos de Estados Unidos, en EF-490706-2, y a Adolfo Rodríguez Vidal, en Chile, en EF-500901-11; en esta última dice: Pienso que -si has de hacer algo, con libertad de movimientos- necesitas el grupo de chicos, para la fecha que dices, y la administración. Entonces sí que podríais hacer labor. Pero, para que vayan las chicas, es indispensable: 1) otra entrada en la casa, etc. (hasta siete condiciones señala a la casa).
24 Mercedes Morado García, RHF, T-07902, p. 106. Mercedes Morado trabajó en la Asesoría Regional de España de 1952 a 1956; y desde 1956 a 1973, en la Asesoría Central en Roma. De los comienzos de las mujeres de la Obra en algunos países refiere:
"Lo primero que puedo contar fue cuando se marchó un grupo de Numerarias para quedarse en Alemania de modo estable: en el mes de octubre de 1956. La Sección de varones ya llevaba allí años, pero nosotras no fuimos hasta que se encontró una casa adecuada para comenzar con una labor corporativa: una residencia para estudiantes.
Al año siguiente, se comenzó en Marilia, una pequeña ciudad de Brasil, y volvimos a vivir lo de siempre: el grupo que iría a este país -de diversas nacionalidades, entre ellas alguna portuguesa para que tuviera resuelto el tema del idioma- no hizo el viaje hasta que la casa no estuvo preparada. Llegaron el 20 de septiembre de 1957.
Cuando llegaron, la casa -así se lo he oído contar a Amparo Bollaín, que hacía cabeza del grupo que fue- estaba limpia, la mesa preparada para el desayuno y había flores en algunas habitaciones. Señoras que ya conocían la Obra por la labor de los sacerdotes, les llevaron la comida y la cena para el primer día.
Sobre el comienzo en Uruguay -Montevideo- podría contarse lo mismo: las Numerarias que fueron se encontraron la casa con lo indispensable para no tener que preocuparse los primeros días. También se empezó allí con una Escuela de Hogar" (Ibidem).
En algún caso, el Fundador dispuso las cosas de otro modo y, excepcionalmente, la Sección Femenina fue a desarrollar una labor propia; y quienes se ocuparon de la administración fueron poco después. Cfr. Cartas a sus hijos de Argentina, en EF-520211-1, y de Uruguay, en EF-570502-4.
25 Carta a sus hijas de la Asesoría Central, en EF-480205-1.
26 Carta, en EF-500305-1.
27 Carta a sus hijas de Estados Unidos, en EF-500531-1.
28 Carta a sus hijos de Colombia, en EF-520722-1.
29 Carta a Teodoro Ruiz Jusué, Consiliario de Colombia, en EF-520814-4. Cfr. también: Cartas a Xavier de Ayala Delgado, Consiliario de Portugal, en EF-540302-3 y EF-5404202, en parecidos términos.
30 Cfr. Carta a sus hijos del Consejo General, en EF-510608-1.
31 Carta a Amadeo de Fuenmayor Champín, en EF-520911-1.
32 Cfr. Camino, n. 470. El origen de este punto de Camino lo cuenta José María González Barredo que en cierta ocasión acompañó al Padre para visitar a un amigo -Manuel Valdés Ruiz- que había caído enfermo. Le explicaba el Padre la labor apostólica de la Obra y, no pudiendo hablar, el enfermo tomó un trozo de papel y escribió: "Pero… ¿y los medios?" (José María González Barredo, RHF, T-04202, p. 5).
33 Pedro Casciaro Ramírez, Sum. 6347.
34 Luis Sánchez-Moreno Lira, Sum. 6427. Cuando mandaba a hijos suyos a otros países, dice Juan Larrea, iban sólo con la bendición y no llevaban dinero alguno (Sum. 6025). En aquellos años de la década de los cincuenta, en que el comienzo de la expansión coincidió con los años en que sólo tenía deudas, al llegar el momento de la despedida de quienes partían a tierras lejanas, el Fundador les decía: Hijos míos, siento no poder daros ayuda material, pero os doy lo mejor que tengo, una Cruz, una imagen de la Santísima Virgen y mi bendición de padre (César Ortiz-Echagüe Rubio, PM, f. 988v). Las cruces que se mencionan eran unas pequeñas cruces hechas con madera de las vigas de la ermita de Molinoviejo. Se guardaban en las sedes de las Comisiones Regionales en señal de la unidad de cada Región con la Cabeza de la Obra, pues el 24 de septiembre de 1947 se hizo en Molinoviejo, por los miembros más antiguos en la Obra, el compromiso de velar para que no se desfigurase la unidad moral, espiritual y jurídica del Opus Dei.
35 Carta, en EF-500620-7.
36 Carta, en EF-640408-1.
37 Carta a José Luis Múzquiz de Miguel, en EF-500313-3.
38 Carta a sus hijas de Estados Unidos, en EF-500923-2.
39 Cfr. Cartas a sus hijas de México, en EF-500620-7, EF-590901-8 y EF-500923-6; y a sus hijos de Inglaterra, en EF-500923-4.
40 Carta a Pedro Casciaro Ramírez, en EF-520714-1.
41 Carta, en EF-521117-1. Era el tono afectuoso y familiar de muchas de sus cartas, a los enfermos o a los que sufrían: Supe, a su tiempo, que te habían operado de apéndice y que, gracias a Dios, todo fue bien. No nos gastes más bromas de ese género, granuja. ¿Te encuentras bien del todo? (Carta a José Montañés Moreno, en EF-580420-1).
42 Cfr. Carta a todos sus hijos, en EF-661220-1.
43 Carta a sus hijas de Estados Unidos, en EF-500620-2.
44 Carta a sus hijas de Nápoles, en EF-531118-1.
45 Carta a Joaquín Madoz Montoya, en EF-570502-2.
46 Carta a Alfonso Par Balcells, en EF-570720-1.
47 Carta a sus hijas de Irlanda, en EF-610214-1. Pequeñas contradicciones les venían, pronto o tarde, en todas partes. El consejo del Padre en tales circunstancias solía ser el que daba a sus hijos de Austria: poned los medios espirituales y los humanos, y esperad serenamente. Yo también he pasado por ahí (Carta a Juan Bautista Torelló Barenys, en EF-661020-1).
48 Carta 16-VI-1960, n. 25.
49 Carta a Héctor Raynal García, en EF-650323-4.
50 Carta a Richard Rieman, en EF-500901-10; cfr. también Javier Echevarría, Sum. 2227.
51 Carta 16-VI-1960, n. 24.
52 Carta, en EF-640314-1.
53 Carta 16-VI-1960, n. 19.
54 Carta a Odón Moles Villaseñor, en EF-570502-3. A sus hijos de Chile, entre los que había un grupo de españoles, les escribía: Debéis procurar ser muy buenos españoles, pero no hacer labor españolista, que es cosa política: estáis ahí para ser apóstoles y enraizar la Obra (Carta, en EF-520814-3).
55 También a mí me gustaría ir a esas tierras -escribía a Dick Rieman-, de las que tanto espero para la gloria de Dios, pero si no hay un motivo razonable -ya lo habrá, alguna vez-, no puedo hacer ese viaje sin que se resienta la pobreza (Carta, en EF-610703-1).
56 Carta a Juan Bautista Torelló Barenys, en EF-640505-1.
57 Mons. Álvaro del Portillo explica lo que el Fundador entendía con esa palabra: "Muchas veces le he oído hablar de la prehistoria de la labor en un determinado país. La prehistoria consistía en que, mucho antes de que se estableciera el primer Centro de la Obra en las distintas naciones, nuestro Padre, con muchísima anticipación -yo he sido testigo-, había fertilizado aquel terreno con rezos y mortificaciones; había cruzado ciudades, rogado en iglesias, tratado a la Jerarquía, visitado tantos sagrarios y santuarios marianos, para que, al cabo del tiempo, sus hijas e hijos encontraran roturado el terreno en aquel nuevo país. Roturado y sembrado, porque, como solía decir, había lanzado a manos llenas por tantas y tantas carreteras y caminos de esa nación la semilla de sus avemarías, de sus cantos de amor humano que convertía en oración, de sus jaculatorias, de su penitencia alegre y confiada" (Álvaro del Portillo: Instrumento de Dios, p. 36; en En memoria de Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer, Pamplona 1976). Cfr. también: Álvaro del Portillo, Sum. 632.
58 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 638.
59 Carta, en EF-491125-3; cfr. también Carta a sus hijos de Portugal, desde Milán, en EF-491125-4.
60 Cfr. Carta a Mons. Michael de Faulhaber, en EF-500413-1.
61 Cfr. Carta a Alfonso Par Balcells, en EF-520904-1; cfr. Rolf Thomas, Sum. 7689.
Alfonso Par, que fue Consiliario de Alemania, cuenta una anécdota que ilustra la pobreza en que vivían, a tono con las necesidades que pasaban en Villa Tevere:
"Desde Alemania queríamos ayudar a aliviar la carga económica de las obras. Cada vez que iba a Roma, desde Alemania, Fernando Inciarte me daba algunos marcos.
Al llegar se los entregaba a Don Álvaro con bastante vergüenza, ya que se trataba de cantidades ridículas: 50 ó 100 DM.
El Padre no dejaba de agradecérnoslo. Alguna vez hizo alguna referencia a nuestras pequeñas aportaciones delante de los otros del Colegio Romano. Yo estaba muy avergonzado, pues hubiéramos deseado poder ayudar de verdad, pero entonces en Alemania estábamos empezando y lo que podíamos era muy poco" (Alfonso Par Balcells, RHF, T-04264, p. 72).
62 Carta a sus hijos de Alemania, en EF-540601-14; cfr. también Carta a AlfonsoPar Balcells, en EF-540817-9.
63 Desde St. Gallen escribía: ¡Cuánta labor nos espera en Suiza! Vamos sembrando de Avemarías todos estos caminos, seguros de que comenzarán estos hijos míos pronto su trabajo en esta nación tan estratégicamente colocada, desde todos los puntos de vista. También desde el apostólico (Carta a sus hijos del Consejo General, en EF-550430-1).
64 Cfr. Alfonso Par Balcells, RHF, T-04264.
65 AGP, Sección Expansión Apostólica, Alemania, II/1.
66 Cfr. Carta a Alfonso Par Balcells, en EF-550105-3.
67 Carta a Alfonso Par Balcells, en EF-550415-11.
68 El tratado se firmó en mayo pero no entró en vigor hasta finales de julio.
69 AGP, Sección Expansión Apostólica, Alemania II/1; y Alfonso Par Balcells, RHF, T-04264. El diario del Centro registra ese momento histórico: "Somos ahora la pequeña semilla, el pequeño grano. Pero ya ha aflorado el brote, ya somos historia".
70 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Viena, en EF-551204-2.
71 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Viena, en EF-551209-1; cfr. Joaquín Alonso Pacheco, Sum. 4678.
"Por lo que en más de una ocasión me ha contado -testimonia el Cardenal Franz König, Arzobispo que fue de Viena- rezó ante la imagen milagrosa de María Pötsch y allí se imprimió en su memoria algo así como una inspiración. Y de manera totalmente espontánea invocó: "Maria, Stella Orientis, ora pro nobis"" (Franz König, Sum. 5254).
72 Cfr. AGP, P01 XII-1955, p. 17.
73 Carta a Alfonso Par Balcells, en EF-561020-5.
74 Cfr. Carmen Mouriz García, RHF, T-05437, p. 50.
75 Carta, desde St. Gallen, en EF-580924-1.
76 Carta, desde St. Gallen, en EF-580924-3.
77 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 837. A Ars fue en peregrinación en 1953, 1956, 1958, 1959, 1960.
78 Álvaro del Portillo, Sum. 630; y Javier Echevarría, Sum. 2220; AGP, P06, IV, p. 25.
79 Cfr. AGP, P01 1979, p. 943.
80 AGP, P01 1970, p. 20.
81 Viena es la única capital -comentaría- donde he visto un monumento a la Trinidad Beatísima (AGP, P01 1981, p. 823).
82 AGP, P04 1974, II, p. 525.
83 Carta a Juan Antonio Galarraga Ituarte, en EF-500220-2.
84 Carta a sus hijos de Inglaterra, en EF-500124-3.
85 Cfr. Carta a sus hijas de Inglaterra, en EF-520706-1. Cfr. también Juan Antonio Galarraga Ituarte, RHF, T-04382, p. 3.
86 Carta a Juan Antonio Galarraga Ituarte, en EF-540405-6.
87 Cfr. Diario de Netherhall House, en AGP, RHF. El mismo día de su llegada a Londres dijo, a quienes le acompañaban, que sería conveniente empezar a trabajar en la Universidad de Oxford: cfr. Juan Antonio Galarraga Ituarte, RHF, T-04382, p. 7.
88 Carta, desde Londres, en EF-580800-3.
89 Cfr. Álvaro del Portillo, PR, p. 1506; y Javier Echevarría, Sum. 2782.
90 Meditación, 2-XI-1958, citada por Álvaro del Portillo en Sum. 1642.
91 Cfr. Juan Antonio Galarraga Ituarte, RHF, T-04382, p. 9.
92 Carta, desde Londres, en EF-580813-1.
93 Habría que reseñar, sin embargo, las excepciones. Una de ellas ocurrió en la City de Londres a los dos o tres días de llegar. Iba andando por la calle con traje de clergyman y nadie se fijaba en él, hasta que un sujeto con un raro turbante e indumentaria de colores desvaídos se le quedó mirando con curiosidad. ¡Qué mirará! Si va vestido más raro que nosotros, comentó el Padre a los que le acompañaban (cfr. Juan Antonio Galarraga Ituarte, RHF, T-04382, p. 11).
94 AGP, P01 1982, p. 757.
95 Cfr. AGP, Sección Expansión Apostólica, Irlanda, II/2; y Álvaro del Portillo, Sum. 850.
96 Carta a Teodoro Ruiz Jusué, desde Londres, en EF-580904-3.
97 Cfr. Carta a Mons. Benjamín de Arriba y Castro, desde Londres, en EF-590809-1.
98 Carta a sus hijos del Consejo General, desde Londres, en EF-590814-1.
99 Carta a sus hijos de España, desde Londres, en EF-590825-2.
100 A don Leopoldo, en cuya diócesis se iban a ordenar esos clérigos del Opus Dei, correspondía el conceder la dispensa de intersticios, esto es, del tiempo canónico que debe mediar entre la recepción del subdiaconado, diaconado y presbiterado. Eran veinticinco los que esperaban recibir las órdenes mayores.
101 Don Leopoldo encargó al mismo don Josemaría que comunicase a Mons. García Lahiguera que quedaban dispensados los intersticios. Cosa que hizo a la mañana siguiente, por escrito. Cfr. Carta a Mons. José María García Lahiguera, desde Santiago de Compostela, en EF-610725-1.
Cabe la sospecha de que fuese el mismo don Josemaría quien puso la idea de la visita en la cabeza de don Leopoldo, o por lo menos le avivó las ganas de verle (cfr. Carta a Mons. Leopoldo Eijo y Garay, en EF-590324-1).
102 Cuando el sucesor del Fundador visitó otra vez las islas, en 1980, en sus reuniones con miembros y cooperadores del Opus Dei, les mostraba la tarea que aún tenían por delante. Todavía estaban, rompiendo el cascarón del huevo, como los polluelos al nacer. Estaban por alcanzar las metas señaladas personalmente por el Fundador.
Y, en una de esas tertulias masivas que dio, en el hall del University College School -siguiendo las huellas de su predecesor-, animaba a cerca de un millar de personas a proseguir lo que veinte años antes había puesto en marcha Mons. Escrivá de Balaguer. Tal fue la cantidad de trabajo que impulsó en vida.
103 AGP, P06, II, p. 225.
104 Alfonso Par Balcells, RHF, T-04264.
105 Carta a Pedro Casciaro Ramírez, en EF-530709-1.
106 Cfr. Carta a sus hijos del Consejo General, en EF-490728-1. Mientras el Señor te quiera mantener en la tierra, morir, para ti, es una cobardía. Vivir, vivir y padecer y trabajar por Amor: esto es lo tuyo, escribió el Fundador en Forja, n. 1037; y también: piensa que es una comodidad morir pronto, porque hemos de desear trabajar muchos años para Él y, por Él, en servicio de los demás (ibidem, n. 1039).
107 Del Fundador: tertulia, 29-XII-1970. Cfr. también: Álvaro del Portillo, Instrumento de Dios, ob. cit., p. 40.
108 Carta, en EF-590324-1.
109 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 599. Continuó la expansión en el siguiente decenio: Paraguay (1962), Australia (1963), Filipinas (1964), Nigeria y Bélgica (1965), Puerto Rico (1969).
110 Carta 16-VI-1960, n. 1.
111 Refiere Mons. Álvaro del Portillo que el Obispo de Rosario (Argentina), futuro Cardenal Antonio Caggiano, pidió en cierta ocasión al Padre que enviase algunos miembros del Opus Dei a su diócesis. "Se lo pido por los clavos de Cristo", le decía. Y el Fundador le respondió: Es tan sacerdotal la petición de Su Excelencia, que haré todo lo posible por realizarla, aunque no tenemos ni los medios ni las personas (Sum. 1180). Sobre los comienzos en Bogotá, en 1951, y el ofrecimiento del Arzobispo, Mons. Crisanto Luque Sánchez: cfr. correspondencia con Mons. Antonio Samoré, Nuncio en Colombia: Carta al Fundador, 22-V-1951, en AGP, Sección Expansión Apostólica, Colombia I/1, 1; y respuesta del Fundador al Nuncio, en EF-510601-1. En 1952 esperaba el Nuncio Apostólico de Venezuela, Mons. Armando Lombardi, la llegada de algunos miembros del Opus Dei a Caracas (cfr. Carta al Fundador de 26-I-1952, en AGP, Sección Expansión Apostólica, Venezuela I/1, 1).
No faltaron ocasiones en que, ante el acuciante deseo de algún prelado, el Fundador hubo de prometer el envío de hijos suyos a diócesis de lejanos países. Así sucedió con el Arzobispo-Obispo de Marilia (Brasil), Mons. Hugo Bressane de Araújo (cfr. Cartas, en EF-560921-1, EF-561120-1, EF-570211-1, etc.). Caso parecido fue el del establecimiento en Montreal y el deseo del Cardenal Paul Emile Léger de que su diócesis fuese la primera en acoger el Opus Dei en Canadá (cfr. José Luis Múzquiz de Miguel, PM, f. 369v).
112 Cfr. Ernesto Juliá Díaz, Sum. 4120.
113 Carta 16-VI-1960, n. 1.
115 Cfr. Teresa Acerbis, PR, p. 1932.
116 Cfr. AGP, Sección Expansión Apostólica, Japón, I/1, 1. Mons. Paul Yoshigoro Taguchi era, desde 1941, Obispo de Osaka y Administrador Apostólico de la Prefectura Apostólica de Shikoku; en 1969 recibió el título de Arzobispo; y fue promovido a la púrpura cardenalicia en 1973.
117 El Fundador deseaba vivamente que se hiciese realidad el deseo del Obispo, pues llevaba casi treinta años dando vueltas al asunto de las misiones. Misiones -había escrito en sus anotaciones de 1930-: no se puede ser cristiano y que el corazón no se vaya tras este apostolado […]. Si yo no supiera que Dios me quiere para su Obra, desde ahora me prepararía, aprendiendo el idioma, etc. para ir misionero al Japón, en cuanto me viera libre de mis obligaciones familiares (Apuntes, n. 102, del 3-XI-1930).
También de entonces es esta otra anotación: El apostolado entre los extranjeros ahora está muy descuidado. Cuando veo esos grupos de chinos, que se encuentran en todas las esquinas de Madrid, vendiendo chucherías […] ¡se me parte el alma! (ibidem, n. 97, del 25-X-1930).
Según la mente del Fundador, los fieles del Opus Dei que viven en tierras de misión realizan su servicio a la Iglesia y a las almas con su trabajo profesional, como los demás ciudadanos corrientes. No son, por tanto, misioneros.
118 José Luis Múzquiz de Miguel, RHF, T-04678/1, p. 32; cfr. también Álvaro del Portillo, Sum. 631.
119 Carta a José Luis Múzquiz de Miguel, en EF-580300-3.
120 José Luis Múzquiz de Miguel, RHF, T-04678/1, p. 47. El primero de mayo de 1958 cumplió José Luis Múzquiz el deseo del Padre: besar la tierra de los mártires japoneses. Cosa que hizo en la ciudad de Nagasaki (cfr. ibidem, p. 647).
121 Cfr. Carta a José Luis Múzquiz de Miguel, en EF-580500-1.
122 AGP, Sección Expansión Apostólica, Japón I/1, 1.
123 Cfr. Carta a José Ramón Madurga Lacalle, en EF-581100-3.
124 Cfr. Carta a José Ramón Madurga Lacalle y Fernando Acaso Gómez, en EF-590500-1.
125 Carta a sus hijos de Japón, en EF-591000-1.
126 Olga Marlin, RHF, T-08425, p. 1.
127 Ibidem. Cfr. también Teresa Acerbis, PR, p. 1904.
Muy sobrenaturalmente, el Fundador daba a entender a sus hijos que el trabajo apostólico que estaban realizando lejos de su nación de origen era común, y que recibían ayuda desde Roma. Así escribía, por ejemplo, a los de la Región de Alemania: Escribidme todos de largo, porque me encanta leer detalles de vuestro -de nuestro- trabajo (Carta a Alfonso Par Balcells, en EF-550105-3).
128 Cfr. José Luis Múzquiz de Miguel, RHF, T-04678/1, p. 81.
129 Cfr. Fernando Valenciano Polack, Sum. 7097. "Mons. Escrivá siempre estuvo animado de un profundo espíritu misionero y se mostraba solícito para que la Obra pudiera llegar cuanto antes a países de misión" (Ernesto Juliá Díaz, Sum. 4137).
130 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 633. Cfr. también Carta 16-VI-1960, n. 37.
131 Cfr. José Ramón Madurga Lacalle, PM, f. 292; y Álvaro del Portillo, Sum. 631.
132 Carta a sus hijas de Japón, en EF-600700-2.
133 Javier Echevarría, PR, p. 613.
134 El Cardenal Manuel Gonçalves Cerejeira nació en 1888. Fue ordenado sacerdote el 1-IV-1911; promovido a la sede de Lisboa el 18-XI-1929, a los pocos meses de su ordenación episcopal. Creado Cardenal en el consistorio del 16-XII-1929. Murió el 2-VIII-1977.
En ese viaje a Portugal -febrero de 1945- acompañaban al Fundador, entre otros, don Álvaro del Portillo y el Sr. Obispo de Tuy, como recordamos.
135 En la carta comendaticia del 1-III-1946 en la que solicita del Santo Padre la concesión del Decretum Laudis al Opus Dei, el Cardenal hace una elogiosísima semblanza del Fundador: "D.D. Ioseph Maria Escrivá de Balaguer, vir est vere pius, animarum zelo imbutus, doctus, Superioribus plane subditus; illud vero spiritu poenitentiae, docilitate, apostolatus desiderio, castimonia atque eximia membrorum cultura excellens, optimum ac nostris temporibus medium demonstratur aptissimum societatem civilem penetrandi eamque ad veram vitam cristianam reducendi" (Fotocopia en AGP, Sección Expansión Apostólica, Portugal I/2, 1); y añade: "apud Universitatem Conibricensem centrum actionis constituit, quod pro mea quoque Diocesi universaque Lusitania ardenter exopto".
136 Cfr. Carta a Xavier de Ayala Delgado, en EF-501028-6; y antes, EF-500313-2.
137 Carta a Xavier de Ayala Delgado, en EF-520715-1.
138 Carta del Cardenal Manuel Gonçalves Cerejeira a don Xavier de Ayala Delgado, del 21 de diciembre de 1954. (El original: en AGP, Sección Expansión Apostólica, Portugal I/2, 2).
139 Carta a Xavier de Ayala Delgado, en EF-550106-1.
140 Ibidem.
141 En Carta al Consiliario de Portugal, Xavier de Ayala Delgado, en EF-551107-1, le decía que volviese a visitar al Nuncio, para que interviniera.
142 Cfr. Carta a Xavier de Ayala Delgado, en EF-560418-6.
143 Cfr. Relación del Rev. Álvaro del Portillo, del 31 de octubre de 1957; en EF-571104t-3.
144 Carta del Cardenal Manuel Gonçalves Cerejeira, del 16-IX-1957, original en AGP, Sección Expansión Apostólica, Portugal I/2, 3.
145 Ibidem. En la Relación de don Álvaro del Portillo del 31 de octubre de 1957, testigo único y de excepción en este caso, se da cuenta detallada de las afirmaciones y conceptos doctrinales y prácticos, tal como los presenta el Cardenal con referencia a los hechos que enumera.
146 Carta, en EF-570930-1.
147 Cfr. Carta a Mons. Valerio Valeri, en EF-570930-2.
148 Carta, en EF-571021-1. La carta del Cardenal Manuel Gonçalves Cerejeira del 6 de octubre de 1957: original en AGP, Sección Expansión Apostólica, Portugal I/2, 5.
149 Cfr. Copia de la carta del Secretario de la Sagrada Congregación de Religiosos, P. Arcadio María Larraona Saralegui, al Nuncio de Portugal, Mons. Fernando Cento, del 13 de noviembre de 1957, en: AGP, Sección Expansión Apostólica, Portugal I/2, 6.
El Cardenal Cerejeira volvió a escribir al Fundador el 2 de enero de 1958, insistiendo una vez más sobre su versión de los hechos. A lo que respondía el Fundador en carta del 12 de febrero, limitándose a recordarle que eran hechos pasados, y que mediaba una decisión de la Santa Sede, reafirmándole una vez más su estima y afecto. Cfr. Carta, en EF-580212-1.
150 Relación del Rev. Javier Echevarría, fechada el 6-XII-1972: original en AGP, Sección Expansión Apostólica, Portugal, I/2, 8.
151 Carta 31-V-1954, n. 32; y también Conversaciones, 27.
152 Rolf Thomas, Sum. 7686. Existen otras muchas labores sociales, fruto del trabajo personal de los miembros del Opus Dei, juntamente con otros ciudadanos, católicos o no, a las que no cabe calificar de corporativas, ya que el Opus Dei, en cuanto tal, no asume la responsabilidad de su dirección espiritual.
153 Cfr. Carta 15-VIII-1953, n. 22; y también Conversaciones, 18.
154 AGP, P01 1967, p. 17; cfr. también Conversaciones, 31.
155 Conversaciones, 82. Dentro del campo de la educación, en octubre de 1951 abría sus puertas el instituto Gaztelueta (Bilbao), que hacía realidad otro proyecto del Fundador, por lo que se refiere a la educación cristiana. Este colegio de segunda enseñanza, venía a ser, en lo que a la formación de padres y profesores de los alumnos se refiere, un centro de cooperación de educadores y alumnos, en un ambiente familiar, por la práctica de las virtudes humanas, tales como sinceridad, lealtad, compañerismo y alegría.
156 No pudiendo utilizar legalmente el nombre de Universidad, se denominó Estudio General, que era el nombre que se daba en la Edad Media a las instituciones de enseñanza antes de ser reconocidas como Universidades.
157 Enrique Delgado Gómez, en Testimonios…, ob. cit., p. 122.
158 Ismael Sánchez Bella, RHF, T-06305, p. 16.
159 Francisco Ponz Piedrafita, RHF, T-04151, p. 18. El primer Rector del Estudio General fue Ismael Sánchez Bella, hasta febrero de 1960; le sustituyó en el puesto el profesor José María Albareda Herrera; y a éste, en junio de 1966, el profesor Francisco Ponz. Cfr. Cartas a José María Albareda Herrera, en EF-591205-1, y a Ismael Sánchez Bella, en EF-591205-2.
160 Mario Lantini, PR, p. 599.
161 El presupuesto para ese año académico era la modestísima cantidad de 238.700 pesetas. Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 617.
162 Cfr. Álvaro del Portillo, Sum. 617; Ismael Sánchez Bella, RHF, T-06305, p. 17; Amadeo de Fuenmayor Champín, RHF, T-02769, p. 8.
163 El IESE funcionaba en Barcelona y sería agregado posteriormente a la Universidad de Navarra.
164 El Fundador tenía en su mente el crear un Instituto de Derecho Canónico, que contribuiría de modo eficaz al desarrollo de la investigación en esa materia, y a la formación de numerosos sacerdotes del clero español así como de los laicos. Según explica don Álvaro del Portillo en carta del 8 de mayo de 1958 la idea del Fundador, por entonces, era la siguiente:
"1) No erigir una Facultad de Derecho Canónico, sino un Instituto Canónico, dentro de la Escuela de Derecho ya existente: después crearíamos otros Institutos -de Filosofía escolástica, de Sagrada Teología, de Historia eclesiástica, etc.-, dentro de las Escuelas respectivas del Estudio General. Así se da la posibilidad de una formación católica completa a los alumnos del Estudio General que, de este modo, llegaría a ser una eficacísima Universidad Católica, abierta también al clero;
841 2) Naturalmente, los Institutos se crearían poco a poco, con calma. Sólo el de Derecho Canónico empezaría a funcionar enseguida;
840 3) De momento, pediríamos no la erección, sino la agregación de este Instituto Canónico a un Ateneo Pontificio" (original en AGP, Sección Expansión Apostólica, Universidad de Navarra, I/1, 9).
El decreto de Agregación del Instituto de Derecho Canónico a la Universidad del Laterano va firmado por el Cardenal Pizzardo, Prefecto de la Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades, y lleva fecha del 12 de junio de 1959 (original en AGP, Sección Expansión Apostólica, Universidad de Navarra, I/1, 14, 2º).
A partir de 1960, es decir, después de la erección de la Universidad, se establecen otros muchos Centros y enseñanzas. Entre ellos: el Instituto de Artes Liberales (1960), Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (1962); Escuela de Asistentes Sociales (1963); Instituto de Filosofía (1964); Escuela Superior de Arquitectura (1964); Ciencias Biológicas (1964); Facultad de Farmacia (1964), Ciencias Físicas (1965); Instituto Internacional de Ciencias de la Educación (1965); Instituto Teológico (1967); Escuela de Ingeniería Técnica Industrial (1969); Facultad de Teología (1969), etc. Cfr. Francisco Ponz, RHF, T-04151, pp. 49-50.
165 Carta a Mons. Benjamín de Arriba y Castro, desde Londres, en EF-590809-1.
Las respuestas no se hicieron aguardar. Todas ellas expresan gratitud por este servicio a la Iglesia: "Todas estas nuevas obras del Opus Dei muestran una vitalidad magnífica y son un servicio de altos vuelos a la Iglesia, que necesariamente deben alegrar a quienes amen a la Iglesia por encima de sus pequeños intereses. Hoy mismo le pondré unas letras al Cardenal Pizzardo expresándole mi satisfacción" (del Cardenal de Sevilla, José María Bueno Monreal, al Fundador, 12-VIII-1959; original en AGP, Sección Expansión Apostólica, Universidad de Navarra, I/6, 33).
"Si ya estaba reconocido a la gran labor que hace entre nosotros el Opus Dei […] este paso de gigante me saca de mi admiración silenciosa para darle sinceras gracias por la predilección que ha tenido con esta Diócesis en esa eficaz labor que realiza desde ahí haciéndonos participantes de los frutos de su apostolado" (del Arzobispo de Pamplona, Mons. Enrique Delgado Gómez, 28-VII-1959; ibidem).
166 Cfr. carta de Mons. Pedro Cantero Cuadrado, Obispo de Huelva, al Fundador: fechada el 17-VIII-1959; cfr. ibidem.
167 El artículo 31 del Concordato establece que: "La Santa Iglesia podrá libremente ejercer el derecho que le compete, según el can. 1375 del Código de Derecho Canónico, de organizar y dirigir escuelas públicas de cualquier orden y grado, incluso para seglares" (A.A.S., XXXV (1953), p. 648).
168 Sobre la intervención del Cardenal Domenico Tardini: cfr. Carta a Mons. José María Bueno Monreal, Cardenal de Sevilla, en EF-610317-1, en la que le dice el Fundador: me manifestó el Card. Tardini la voluntad de la Iglesia de erigir el Estudio General de Navarra en Universidad; y en Carta a Mons. Marcelino Olaechea Loizaga, Arzobispo de Valencia, en EF-611013-1, escribe: el Cardenal Tardini (q.e.p.d.) promovió la erección de la Universidad Católica. Ni el Instituto ni yo hemos intervenido para nada, ni podíamos intervenir.
Sobre el carácter secular de la nueva Universidad dice Mons. Javier Echevarría: "Por otra parte, la secularidad del espíritu de esa institución quedaba afirmada en las facultades civiles y en el alto nivel de sus exigencias académicas y de la investigación científica que desarrollaban" (Sum. 2202).
169 Cfr. Carta a Mons. Giuseppe Pizzardo, en EF-600403-2. Apoyaban esta petición, directa o indirectamente, otras muchas cartas dirigidas a la Santa Sede. Enrique Delgado Gómez, Arzobispo de Pamplona, envió el 25-IV-1960 una carta al Cardenal Giuseppe Pizzardo. Entre las razones que aconseja la pronta erección del Estudio General en Universidad menciona: "la madurez lograda"; "la oportunidad misma de la erección: […] difícilmente podrán darse en España unas circunstancias más favorables para llevar a cabo las necesarias negociaciones con la potestad civil"; "la garantía del prestigio científico de los Profesores, de la pureza doctrinal de las enseñanzas y de la continuidad a través del tiempo de toda la labor" (ibidem; copia en AGP, Sección Expansión Apostólica, Universidad de Navarra, I/3, 13).
Cfr. también cartas de Miguel Javier Urmeneta Ajarnaute, Alcalde de Pamplona, al Nuncio, Mons. Ildebrando Antoniutti, fechada el 25-IV-1960 (ibidem, I/3, 15); y de Miguel Gortari Errea, Vicepresidente de la Diputación Foral, del 9-V-1960 (ibidem, I/3, 14).
170 El decreto de la Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades venía dado por el Prefecto, Cardenal Pizzardo el 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración del Señor (A.A.S., LII (1960), pp. 988-990). El original del Decreto de la misma Congregación, nombrando Gran Canciller de la Universidad de Navarra a Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer, dado también por el Prefecto, Cardenal Pizzardo, está archivado en RHF, D-15102.
171 Llevaba la iglesia una comunidad de P.P. Redentoristas que informaron al Nuncio, Mons. Ildebrando Antoniutti, que no podían seguir encargándose de la Basílica; y el Nuncio no cejó hasta que sacerdotes del Opus Dei se hicieron cargo de ella. Cfr. César Ortiz-Echagüe Rubio, Sum. 6852; Carta a Mons. Ildebrando Antoniutti, en EF-591031-1.
172 El original del nombramiento en: RHF, D-11781. La instancia la elevó el Presidente de la Institución Fernando el Católico, el 5 de abril de 1960. Cfr. también Carta a Antonio Zubiri Vidal, en EF-600531-1.
173 La petición de la Facultad de Filosofía y Letras fue favorablemente informada por el Rectorado; y el nombramiento, autorizado por el Director General de Enseñanza Universitaria, el 21 de abril de 1960. La Orden del Ministerio de Educación Nacional: en Boletín Oficial del Estado, nº 128 (28-V-1960). El original: título de Doctor honoris causa por la Facultad de Filosofía y Letras, en RHF, D-05206. Cfr. también Carta a Juan Cabrera Felipe, desde Londres, en EF-600717-1.
174 El título se concedió por el Ayuntamiento en sesión celebrada el 5 de octubre de 1960, "como muestra de cordial admiración y gratitud", por la fundación del Estudio General de Navarra. Original: RHF, D-11716. Cfr. Carta a Miguel Gortari Errea, desde Madrid, en EF-601019-2.
175 Carta, desde Madrid, en EF-606019-1.
176 Cfr. Universidad, 3-4 (1960), Secretaría de Publicaciones, Universidad de Zaragoza.
177 Alejandro Cantero Fariña, RHF, T-06308, p. 56; cfr. también Carta a Mons. Casimiro Morcillo González, desde París, en EF-601030-3; y Florencio Sánchez Bella, RHF, T-08250, p. 2.
178 Cfr. María del Carmen Sánchez Merino, RHF, T-05132, p. 115; y Blanca Fontán Suanzes, Sum. 6949.
179 Cfr. Javier Echevarría, Sum. 1898.
180 Uno de los Obispos que asistieron a la ceremonia refiere una pequeña anécdota: "todavía recuerdo -me parece que lo estoy viendo- el gesto personal y expresivo de D. Josemaría, cuando, caminando en la presidencia del espléndido cortejo del profesorado de la Universidad, me acerqué a él para manifestarle mi satisfacción y mi alegría; se llevó las manos a la cabeza y me dijo en voz baja: ¡Señor Obispo, ¡qué vergüenza!; ¡qué vergüenza para mí!" (Santos Moro Briz, en Testimonios…, ob. cit., pp. 253-254).
181 Discurso, 25-X-1960. Pamplona. Nuestro Tiempo, n. 78, 1960. Sobre las ideas del Fundador en el campo de la Ciencia y la Educación: Francisco Ponz Piedrafita: La educación y el quehacer educativo en las enseñanzas de Monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer, en En memoria de…, ob. cit.
182 Cfr. Es Cristo que pasa, 28. Es necesario que la Universidad forme a los estudiantes en una mentalidad de servicio: servicio a la sociedad promoviendo el bien común con su trabajo profesional y con su actuación cívica (Conversaciones, 74).
183 Discurso 9-V-1974, Pamplona; en Josemaría Escrivá de Balaguer y la Universidad, Universidad de Navarra, 1993, p. 108.
184 Discurso 7-X-1972, Pamplona; ibidem, p. 98. Cfr. también Es Cristo que pasa, 10.
185 Discurso 9-V-1974, Pamplona; en Josemaría Escrivá de Balaguer…, ob. cit., p. 106. Toda obra, toda empresa, todo trabajo o tarea, según el criterio del Fundador, debía ser sal, doctrina y levadura apostólica; todo menos algo neutro e insípido. En 1963 escribía al Consiliario de España:
Acaban de entregarme el primer número de la revista que hacen esas hijas: lo he cogido con ilusión, por muchas razones, y me ha gustado la presentación, los grabados o fotos o como se diga, pero te escribo enseguida para que les digas de mi parte que me ha dado la impresión de un plato muy vistoso, pero sin sal: podía estar hecha esa publicación por un grupo de paganas. ¿No se pueden decir, con gracia femenina, algunas cosas -noticias, comentarios: ¡doctrina!- que se lean con gusto y den en el alma? (Carta a Florencio Sánchez Bella, en EF-630927-1). Se trataba de una revista en la que trabajaban por su cuenta algunas mujeres de la Obra.
Sobre este tema había escrito en Camino:
Aconfesionalismo. Neutralidad. -Viejos mitos que intentan siempre remozarse.
¿Te has molestado en meditar lo absurdo que es dejar de ser católico, al entrar en la Universidad o en la Asociación profesional o en la Asamblea sabia o en el Parlamento, como quien deja el sombrero en la puerta? (Camino, n. 353).
186 Carta 31-V-1954, n. 34. "El Padre -testimonia Ismael Sánchez Bella-, siempre que se refería a la labor que hacíamos en la Universidad de Navarra, insistía en su carácter apostólico: ¿Universidad Católica?, decía. ¡Apostólica!" (Ismael Sánchez Bella, RHF, T-06305, p. 19). No quería el Fundador, de ningún modo, una enseñanza neutra (cfr. Ignacio Celaya Urrutia, Sum. 5905).
187 Javier Echevarría, Sum. 2203; Álvaro del Portillo, Sum. 708.
188 Carta de Mons. Enrique Delgado Gómez, 25-IV-1960; cfr. AGP, Sección Expansión Apostólica, Universidad de Navarra, I/3, 13.
189 Tras el envío de una nota (19-XI-1960) por la Nunciatura, el Ministerio de Educación Nacional constituyó una comisión para el reconocimiento de los títulos de la Universidad. No se recibió ninguna facilidad por parte del gobierno. En mayo de 1961 terminaron el proyecto de convenio, que fue sometido sucesivamente para su examen por los Rectores de las Universidades españolas y el Consejo de Estado. Terminadas las negociaciones el 5 de abril de 1962 se publicó el acuerdo en el Boletín Oficial de las Cortes Españolas (13-IV-1962) para que los Procuradores formulasen observaciones respecto al texto. La Comisión de Asuntos Extranjeros de las Cortes dio parecer favorable. El Jefe del Estado firmó el instrumento de ratificación (10-V-1962) y el intercambio de ratificaciones tuvo lugar en el Vaticano (19-V-1962). El texto se publicó en el Boletín Oficial del Estado (20-VII-1962). Y el 8-IX-1962 el Ministerio de Educación Nacional dio un decreto aplicando el acuerdo sobre la validez de los títulos. Cfr. Amadeo de Fuenmayor Champín, El Convenio entre la Santa Sede y España sobre Universidades de estudios civiles, Pamplona, 1966, pp. 70-73.
190 Cfr. Cartas a Mons. José María Bueno Monreal, en EF-601123-1 y EF-610317-1; y a Mons. Marcelino Olaechea Loizaga, en EF-611013-1.
191 Carta, en EF-620407-1.
192 Carta, en EF-640614-1. Como dice el Fundador, en esta carta a Pablo VI, en el Convenio se habían impuesto cláusulas y condiciones más rigurosas que las existentes en las Universidades civiles con la intención de matar los Centros Universitarios de la Iglesia antes de que naciesen. Entre dichas condiciones estaba la de que el 75 % de los profesores de la Universidad de Navarra fuesen catedráticos de las Universidades del Estado (cfr. ibidem; y también: Álvaro del Portillo, PR, p. 781; César Ortiz-Echagüe Rubio, Sum. 6844).
193 Cfr. Memorias de la Universidad de Navarra. En el año académico 1964-1965 la Universidad tenía 3.374 alumnos; y 12.420 alumnos en el curso 1992-93.
194 Enrique Delgado Gómez, en Testimonios…, ob. cit., p. 132.
A Mons. Abilio del Campo y de la Bárcena, Obispo de Calahorra, que sugirió que las diócesis contribuyeran económicamente al sostenimiento de la Universidad si contaban con alumnos que hiciesen sus estudios en las Facultades de Teología y Derecho Canónico, le contestaba: he de manifestar que agradezco muchísimo tu estupenda voluntad, pero es criterio constitucional del Consejo el de no recabar nunca esa ayuda de las diócesis: lo único que la Universidad y yo mismo deseamos de los Revmos. Ordinarios es que recen y hagan rezar por los frutos culturales y apostólicos de los Centros de estudios eclesiásticos de la Universidad de Navarra (Carta, desde Madrid, en EF-721020-1).
195 Carta de Mons. Gastone Mojaisky Perrelli, 6-X-1957: original en AGP, Sección Expansión Apostólica, Kenya, I/1, 1.
196 Ibidem.
197 Carta a Mons. Gastone Mojaisky Perrelli, en EF-571104-1.
198 Cfr. Carta a sus hijos de México, en EF-581017-1.
199 Cfr. Carta a Mons. John Joseph McCarthy, en EF-591022-1. Mons. McCarthy había sido consagrado en 1946, y promovido a la sede arzobispal de Nairobi en 1953.
200 Pedro Casciaro Ramírez, Sum. 6345. Sobre lo de contribuir con una cantidad simbólica, cfr. capítulo 21, 6: El carisma fundacional.
201 Javier Echevarría, Sum. 2224. Cfr. también Conversaciones, 71. En aquellos años osciló mucho la población, que al tiempo de la independencia se componía de 50.000 europeos, unos 200.000 asiáticos y más de 9 millones de africanos.
Soñaba el Padre con los primeros hombres y mujeres kenianos en el Opus Dei, que serían instrumento para el desarrollo eficaz de nuestro trabajo apostólico en África (Carta a Pedro Casciaro Ramírez, en EF-620203-1). Y, apenas habían puesto sus hijas los pies en Kenia, ya estaba el Fundador preguntándoles: ¿Cuándo vendrá la primera? (Carta a sus hijas de Kenia, en EF-620430-1).
202 Cfr. Teresa Acerbis, Sum. 4986; Carmen Ramos García, Sum. 7370; Blanca Fontán Suanzes, PM, f. 1082v. También Kianda se regía por el mismo espíritu cristiano que Strathmore.
203 Pedro Casciaro Ramírez, Sum. 6345.
"Poco tiempo después -refiere Mons. Javier Echevarría- se comenzó el trabajo en Nigeria, con las mismas directrices y las mismas intenciones: llegar y servir a todos sin discriminación. Con rasgos diferentes, se repitieron las muestras de estima y agradecimiento por el trabajo de los miembros del Opus Dei. Había estallado la rebelión de Biafra. Aunque el Siervo de Dios aceptaba lo que el Señor dispusiese con respecto a la vida de sus hijos, lógicamente sentía la preocupación de lo que pudiera ocurrirles, y rezó mucho e hizo rezar. Recibió una carta de sus hijos, cuando ya habían sido expulsados del país los miembros de todas las instituciones católicas. Referían que las autoridades del Gobierno les habían tratado con muchísimo respeto y afecto, considerándoles como ciudadanos del país, porque habían visto que no habían practicado ninguna discriminación de tipo racial, de tipo religioso, o de tipo tribal. Añadían que seguían trabajando cada uno en su puesto, sin haber sufrido la más mínima molestia" (Sum. 2225).
204 Carta 12-XII-1952, n. 30.
205 Carta 19-III-1954, n. 35.
207 Carta, en EF-561108-1.
208 A finales de 1956, antes de erigirse los territorios de misión, le llegaron al Fundador noticias de Lima diciéndole que la diócesis de Mallorca (España), tenía el compromiso de enviar al Perú los sacerdotes seculares que se encargarían de atender la misión. Inmediatamente escribió el Fundador a Mons. Antonio Samoré: Estamos siempre dispuestos -le decía- a ir a Yauyos -y a cualquier otro lugar que nos indique la Santa Sede-, pero me atrevo a sugerir, con todo respeto, si no sería mejor enviarnos a un territorio en el que nadie interprete que atropellamos el trabajo apostólico que han venido haciendo otros sacerdotes diocesanos de España (Carta, en EF-561229-1).
En los mismos términos se dirigía a Mons. Francesco Lardone, Nuncio en Perú desde 1953: me dolería que en España se pudiera pensar que tratamos de desplazar a la diócesis mallorquina (Carta, en EF-561231-1). Lo cierto es que faltaban sacerdotes y sobraba territorio. Cfr. Carta a Mons. Francesco Lardone, en EF-570125-1. La última visita pastoral se remontaba, nada menos, que a los tiempos de santo Toribio de Mogrovejo.
El caso de la Prelatura de Yauyos es realmente excepcional (cfr. Carta a José de Orbegozo y Tellería, en EF-570514-3). En la conversación que Mons. Samoré tuvo con el Fundador, para que se hiciese cargo de la atención pastoral de territorios de misión en el Perú, el Fundador le manifestó que esa tarea no era propiamente una de las finalidades del Opus Dei, que no se hace cargo de estructuras o iniciativas eclesiásticas. Y le explicó que el trabajo apostólico en Yauyos tendría carácter excepcional porque los sacerdotes de la Obra son sacerdotes seculares, diocesanos, en las diócesis donde se hallan. El Fundador aceptó, sin embargo, con prontitud, cuando Mons. Samoré le dijo que era un deseo expreso del Papa (cfr. Javier Echevarría, Sum. 2384). Las labores apostólicas que llevaron a cabo los miembros del Opus Dei en Yauyos y Cañete, tales como el Instituto rural Valle Grande, para gente del campo, o el Centro de formación profesional Condoray, para campesinas, sí que tenían carácter laical.
209 Carta 16-VII-1933, n. 15.
210 Carta a sus hijas, en EF-561200-2.
211 Cfr. Cartas a los miembros de la Comisión Regional de España, en EF-561122-1; a Manuel Botas Cuervo, en EF-561031-1; a Mons. Hugo Bressane de Araújo, en EF-561120-1, etc.
212 Cfr. A.A.S., XLIX (1957), pp. 307 y 881. Al erigirse la Prelatura el Santo Padre nombró Prelado a Mons. Ignacio María de Orbegozo y Goicoechea, que tomó posesión de su cargo el 2-X-1957.
213 Una de las razones por las que se agregó a la Prelatura el territorio de la provincia civil de Cañete fue el de poder mantener económicamente unos territorios de mucha pobreza, sin sacerdotes, sin dinero y sin recursos de otra clase. La anexión de Cañete significaba una considerable ayuda. El decreto por el que la Santa Sede cambiaba los límites de la circunscripción eclesiástica es del 24 de marzo de 1962. Cfr. A.A.S., LIV (1962), p. 735.
214 Ignacio María de Orbegozo y Goicoechea, Sum. 7277. En el momento de constituirse la Prelatura, según la praxis de la Iglesia, el Prelado no tenía carácter episcopal (cfr. Carta a José de Orbegozo y Tellería, en EF-570514-3). El 25 de enero de 1964, Mons. Orbegozo fue consagrado Obispo titular de la iglesia de Ariasso; y desde el 26 de abril de 1968 fue Obispo de Chiclayo. Cfr. Cartas a José de Orbegozo y Tellería, en EF-631203-2, y a Mons. Ignacio María de Orbegozo y Goicoechea, en EF-640205-1.
215 Carta, en EF-580130-1.
216 Alfonso Fernández Galiana, RHF, T-00161, p. 2.
217 Carta a Mons. Ignacio María de Orbegozo y Goicoechea y a sus hijos de Yauyos, en EF-590317-1.
218 Carta, en EF-591014-1.
219 Carta, en EF-600216-2.
220 Ignacio María de Orbegozo y Goicoechea, Sum. 7277.