16ª semana del Tiempo Ordinario, lunes

Años impares

Ex 14, 5-18: Sabrán que yo soy el Señor, cuando me haya cubierto de gloria a costa del Faraón. En el momento en que los israelitas ponen el mar y el desierto entre ellos y Egipto, creen llegada la hora de medir el peso de esta decisión y, en particular, la significación y esta emancipación de su servicio al Faraón, para ponerse al servicio de Dios. Orígenes,

" La quinta etapa es Mará, que se traduce por amargura. No podían llegar a los torbellinos del mar Rojo, para ver cómo perecía Faraón con su ejército, hasta que tuvieron palabras de nobleza en su boca, es decir, hasta que confesaron las maravillas del Señor, y confiaron en el Señor y en su siervo Moisés y oyeron de él: "El Señor combatirá por vosotros y vosotros guardaréis silencio" (Ex 4, 14) " (Sobre el Éxodo 4).

– Respondemos a la lectura con el cántico de Moisés después del paso del mar Rojo: " Cantemos al Señor, sublime es su victoria " (Ex 15). " Caballos y carros ha arrojado en el mar... Los carros del Faraón los lanzó al mar, ahogó en el mar Rojo a sus mejores capitanes. Las olas los cubrieron, bajaron hasta el fondo como piedras ". Por eso, se acogen a Dios solo. En El ponen su confianza: " Él es mi Dios; yo lo alabaré, el Dios de mis padres, yo lo ensalzaré... Tu diestra, Señor, es fuerte y terrible; tu diestra, Señor, tritura al enemigo ". Es una lección para nosotros. Israel, no obstante ver las maravillas que Dios ha obrado en su favor, le fue rebelde muchas veces. Así puede encontrarse el cristiano muchas veces y, de hecho, se encuentra, como nos lo manifiesta la vida ordinaria, pese a que el Señor, como lo comentan los Santos Padres, ha hecho con nosotros mayores maravillas.

Años pares

Mi 6, 1-4.6-8: Te he explicado, hombre, lo que Dios desea de ti. Al revisar el proceso de su pueblo, recuerda Dios con amargura todos los beneficios que le ha prodigado. Entonces el fiel interroga al profeta que le indique cuál es el camino preferido de Dios. Clemente de Alejandría dice:

" Todo el que se convierte del pecado a la fe, se convierte de las costumbres de pecador, que son como una madre, a la vida; así me lo dirá el testimonio de uno de los doce profetas cuando dice: "Habré de dar a mi primogénito por causa de mi impiedad, el hijo de mi vientre por causa de los pecados de mi alma" (Mi 6, 7) " (Stromata, III,16, 100).

El profeta es bien claro: " Pueblo mío, ¿qué te hice o en qué te molesté? Respóndeme. Te saqué de Egipto, de la esclavitud te redimí, y envié delante de ti a Moisés, Aarón y Miriam ". Esto nos evoca los llamados Improperios del Viernes Santo en la liturgia romana. Es una lección para nosotros, pues nos ha hecho mayores dones. ¿Cómo correspondemos? Sigue el profeta: " Te he explicado, hombre, el bien, lo que Dios desea de ti: simplemente que respetes el derecho, que ames la misericordia y que andes humilde con tu Dios ".

– El Salmo 49 reza: " Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios ". " Congregadme a mis fieles que sellaron mi pacto con un sacrificio. Proclame el cielo su justicia: Dios en persona va a juzgar. No te reprocho tus sacrificios, pues siempre están tus holocaustos ante Mí. Pero no aceptaré un becerro de tu casa ni un cabrito de tus rebaños. ¿Por qué recitas mis preceptos y tienes siempre en la boca mi alianza tú que detestas mi enseñanza y te echas a la espalda mis mandatos? Esto haces, ¿y me voy a callar? ¿Crees que soy como tú? Te acusaré, te lo echaré en cara. El que me ofrece acción de gracias, ése me honra, al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios ".

Evangelio

Mt 12, 38-42: La reina del Sur se levantará contra esta generación en el juicio. A los que piden una señal espectacular de que Él es el Mesías, Jesús les asegura de que no se les dará otra señal que la de Jonás, el profeta de la penitencia y símbolo de la resurrección. San Agustín comenta:

" El mismo Salvador mostró que el profeta Jonás, arrojado al mar y engullido en el vientre de un monstruo marino y vomitado vivo al tercer día, es figura del mismo Salvador. Era denunciado el pueblo judío por comparación con los ninivitas, pues cuando fue enviado a ellos para fustigarlos el profeta Jonás, hicieron penitencia, aplacaron la cólera de Dios y merecieron misericordia. Dijo: "y aquí hay uno más que Jonás" (Mt 12, 41), refiriéndose a Sí mismo. Los ninivitas oyeron al siervo y consiguieron sus caminos; los judíos oyeron al Señor y no sólo no se corrigieron, sino que además lo asesinaron... " (Sermón A,1).