1Tm 1, 15 Con esta frase, repetida varias veces en las pastorales, se indica que lo afirmado procede de la tradición apostólica (1Tm 3, 1; 1Tm 4, 9; 2Tm 2, 11; Tt 3, 8) y que, por tanto, es doctrina cierta y segura.
1Tm 1, 20 La entrega a Satanás equivale a decir que han sido expulsados de la comunidad. Himeneo reaparece en 2Tm 2, 17 y Alejandro, en 2Tm 4, 14.
1Tm 3, 9 El misterio de la fe son aquellas realidades que, veladas en el pasado, han sido reveladas ahora por Dios a través de Cristo Jesús.
1Tm 3, 16 Fragmento de un himno litúrgico, que es también una confesión de fe; en ella se presenta el misterio de Cristo de forma ascendente: se parte de la carne y se llega a la gloria. El conjunto consta de tres estrofas, en cada una de las cuales se contrapone lo terreno y lo celestial, lo de abajo y lo de arriba; los verbos, al inicio de la frase y en pasiva, resaltan que toda la acción se remite a Dios.
1Tm 5, 3 Algunos creen que el mandato de «honrar a las viudas» supone que en la comunidad destinataria de esta carta existía lo que se llama un «orden» de viudas, que eran inscritas en un registro, y, a cambio de realizar algunas tareas que la Iglesia les encomendaba, eran mantenidas por ella; para otros contempla simplemente una obra asistencial de la comunidad, cuyos miembros han de atender a un grupo social, el de las viudas, que en el mundo antiguo carecían, por lo general, de los recursos elementales para subsistir.
1Tm 6, 18 Se trata no solo de compartir los bienes materiales, sino de la comunión (koinonía).
1Tm 6, 20 El depósito, un término muy importante en las pastorales, es el Evangelio auténtico, articulado en un cuerpo de doctrina que se hace objeto de fe y que ha de ser cuidadosamente transmitido y explicado. El conocimiento (lit., «gnosis») se entiende aquí como la tendencia del espíritu humano a un conocimiento salvífico mediante revelación. Se trata de un conocimiento de los misterios divinos reservado a un grupo escogido.