COLOSENSES

Col 1, 15-20 Este himno es la sección doctrinal más importante de la carta. Sus contenidos principales son: la preexistencia de Cristo como imagen de Dios, su intervención en el acto creador, su primado absoluto sobre el cosmos, la reconciliación de la humanidad con Dios por la redención, la constitución de Cristo como Cabeza de la Iglesia y de toda la creación.

Col 1, 18 La doctrina del Cuerpo de Cristo, esbozada en 1Co 12, 13ss y Rm 12, 4, alcanza aquí un gran desarrollo, que completa Ef 2, 14-18: la creación entera, englobando todo el mundo visible e invisible, forma un todo cuya cabeza es Cristo, a modo de superior y universal principio divinizador.

Col 1, 27 El misterio es uno de los conceptos originales desarrollados por las cartas de la cautividad (véase Ef 2, 13-22; Ef 3, 3-6) y expresa el designio salvífico de Dios mantenido oculto en el AT y revelado en Cristo. En el caso presente se refiere en concreto a la unión de los dos pueblos enemistados (judíos y gentiles) formando una sola unidad en Cristo.

Col 2, 16-23 La crisis surgida en Colosas, a la que aquí se alude, tuvo que ver con doctrinas sincretistas que otorgaban gran importancia a ciertas prácticas relativas a la pureza de los alimentos, la distinción de los días sagrados, la influencia de los espíritus superiores en la vida de los humanos: según Pablo, todo ello pertenece al pasado, pues lo que cuenta es Cristo, única realidad salvífica.

Col 3, 18-4, 1 Pablo enumera aquí las normas que rigen las diversas relaciones sociales, comenzando por los deberes conyugales y terminando con las obligaciones de los amos con los esclavos. Esta moral era generalmente aceptada en tiempo de Pablo. Lo nuevo es la continua referencia a Cristo y la insistencia en la reciprocidad de los deberes.