5ª semana del Tiempo Ordinario, jueves

Años impares

Gn 2, 18-25: Dios presentó la mujer al hombre. Y serán los dos en una sola carne. El relato de la creación de la mujer pone de manifiesto su relación originaria con el hombre. La mujer es un don de Dios al hombre, una criatura no idéntica a él, pero sí complementaria; y lo mismo el varón para la mujer. Fundándose Jesús en este pasaje, proclamará la indisolubilidad del matrimonio, establecida por Dios desde el principio. Comenta San Agustín:" "Serán dos en una sola carne"; no son ya dos, sino una sola carne, se entiende según esa realidad que se da en Cristo y en la Iglesia. Como se habla de esposo y de esposa, así también de Cabeza y de Cuerpo, puesto que el varón es la cabeza de la mujer. Sea que yo hable de cabeza y cuerpo, sea que hable de esposo y de esposa, entended una misma cosa " (Sermón 341, 12).-La creación de la mujer nos lleva a cantar la bienaventuranza de la vida familiar, que expresa el designio de Dios sobre la vida del hombre, y lo hacemos con el Salmo 127: " Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida ".Es ocasión de orar por las familias del mundo, llamadas por Dios a un ideal tan alto y hermoso, y tan amenazadas por tantos peligros.

Años pares

1R 11, 4-13: Por haber sido infiel al pacto, voy a arrancar el reino de tus manos; pero dejaré a tu hijo una tribu, en consideración a David. Es la tragedia constante del Antiguo Testamento: la Alianza quebrantada tantas veces por la infidelidad, y siempre renovada por la misericordia de Dios. Por sus pecados, Salomón se precipita en su ruina; pero el Señor guarda su reino para un descendiente suyo, Jesucristo. Veamos lo que dice San Atanasio sobre el pecado:" El primer hombre, que se llama en hebreo Adán, al principio, según las Sagradas Escrituras, conservaba su espíritu vuelto hacia Dios, en la libertad más limpia, y vivía con los santos en la contemplación de las cosas inteligibles, de las que gozaba en el lugar que el santo Moisés ha llamado en figura el paraíso. Porque la pureza del alma le hacía capaz de contemplar a Dios en ella misma, como en un espejo..." Pero el alma humana, sin contentarse con haber encontrado el mal, poco a poco se fue precipitando en lo peor... Así, desviada del bien y olvidando que ella es la imagen del Dios bueno, el poder que hay en ella no ve ya al Dios Verbo, a cuya semejanza ella misma fue hecha; y saliendo de sí misma, no piensa ya ni imagina sino la nada. Porque ella ha escondido en los repliegues de los deseos corporales el espejo que hay en ella, por el que sólo podía ver la imagen del Padre. Y así ya no ve más aquello en que un alma debe pensar; al contrario, vuelta hacia los lados, sólo ve aquello que cae bajo los sentidos." Así, llena de toda suerte de deseos carnales, y ofuscada por la falsa opinión que de ellos se ha hecho, acaba por imaginarse al modo de las cosas corporales y sensibles a Dios, de cuyo pensamiento se ha olvidado, y da a las apariencias el nombre de Dios. Ella ahora no aprecia más que aquello que ve y contempla como algo agradable. Ése es, pues, el mal, la causa y el origen de la idolatría " (Tratado contra los paganos 2 y 8).-En el corazón de Salomón se introdujo la malicia y fue infiel al pacto, caminando tras otros dioses. Es el gran pecado del pueblo, la idolatría: dar culto a dioses extraños, pero también dar culto al dinero, a la ambición, al poder, a la violencia, al placer... Pero Dios misericordioso se compadece siempre de la miseria del hombre.A Él acudimos, pues, con el Salmo 105: " Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo. Dichosos los que respetan el derecho y practican siempre la justicia... Visítame con tu salvación. Emparentaron con los gentiles, imitaron sus costumbres; adoraron sus ídolos, y cayeron en sus lazos. Inmolaron a los demonios sus hijos y sus hijas; la ira del Señor se encendió contra su pueblo, y aborreció su heredad ".Sin embargo, triunfa la misericordia del Señor sobre nuestro pecado, pues se compadece de su pueblo, del hombre que Él creó. Dios se acuerda siempre de nosotros con bondad, pero nosotros tenemos siempre necesidad de arrepentimiento.

Evangelio

Mc 7, 24-30: Los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños. Jesús sana a la hija de la cananea, mujer de fe sumamente admirable. Comenta San Agustín:" Esta mujer cananea nos ofrece un ejemplo de humildad y un camino de piedad. Nos enseña a subir desde la humildad hasta la altura. Al parecer, no pertenece al pueblo de Israel, al que pertenecían los patriarcas, los profetas... y también la Virgen María, que dio a luz a Cristo. La cananea no pertenece a este pueblo, sino a los gentiles... Ella gritaba, ansiosa de obtener el beneficio, y llamaba con fuerza. Él disimulaba, pero no para negar la misericordia, sino para estimular el deseo; y no sólo para acrecentar el deseo, sino también para tener ocasión de ensalzar la humildad." Clamaba, pues, ella al Señor, que no escuchaba, pero que planeaba en silencio lo que iba a realizar... Tengamos, pues, humildad, y si aún no la tenemos, aprendámosla. Si la tenemos, no la perdamos. Si no la tenemos, adquirámosla, para ser injertados; si la tenemos, retengámosla, para no ser amputados " (Sermón 77, 2 y 15).Oigamos el sumo elogio que de la humildad hace Casiano:" La humildad, maestra de todas las virtudes, es, a la par, el fundamento inconmovible del edificio sobrenatural, el don por antonomasia y la gracia más excelsa del Salvador " (Colaciones 15, 7).