Jr 1, 10 La misión del profeta tiene un doble cometido: acabar con lo que no tiene posibilidad de recuperación y sembrar esperanza en la reconstrucción futura.
Jr 2, 1-25, 14 Toda esta amplia y heterogénea sección se caracteriza, en líneas generales, por la temática del juicio. En ocasiones, la división de algunas de las secciones no es del todo segura.
Jr 2, 1 Comienza la requisitoria de juicio, que abarca hasta Jr 4, 4. El cap. 2 está integrado por oráculos de diferente origen, pero centrados todos ellos en la primera acusación: la idolatría.
Jr 3, 6-13 El tema de las dos hermanas prostitutas (Israel y Judá) es desarrollado más ampliamente en Ez 23.
Jr 4, 5 Desde aquí y hasta Jr 6, 30 se suceden varias unidades monotemáticas (Jr 4, 5-31; Jr 5, 1-31; Jr 6, 1-30): acusaciones, amenazas y castigos, motivados por la creciente e imparable amenaza caldea. El león que viene del norte (Jr 4, 6ss) es imagen del invasor caldeo.
Jr 5 El capítulo encierra tres unidades (1-17; 18ss; 20-31), compuestas, a su vez, por distintas partes de diversa procedencia. La primera contiene acusaciones, amenazas y veredicto de condena. Adulterio y lupanar (v.7) son imágenes de las actividades idolátricas de Judá.
Jr 6, 1 Los benjaminitas, provenientes del norte de Judá, se han refugiado en Jerusalén, pero ya no es un lugar seguro. La alarma, en términos de guerra santa, se extiende hacia el sureste y el oeste.
Jr 7, 1-8, 3 Texto en consonancia con la crítica al culto del capítulo anterior. La presencia de Dios en el templo no era incondicional, sino que dependía de la fidelidad del pueblo. El Señor no estaba a merced de los caprichos de los fieles. El templo no ofrece seguridad alguna, sino la fe.
Jr 8, 19 Jeremías critica indirectamente una teología de Sión que pretendía tener supeditada la divinidad a los avatares de las estructuras sociorreligiosas israelitas (véase Jr 7).
Jr 10, 1-16 Se contrapone la idolatría (y su crítica) a la grandeza del Señor y su poder creador. Se crítica la astrología, practicada por los pueblos paganos (los astros, según Gn 1, son solo criaturas a las órdenes de Dios), así como la idolatría, ya vista en Jr 2, 27 (véase Is 44, 9-20).
Jr 11, 18-12, 6 Las llamadas «Confesiones de Jeremías» son poemas en primera persona en los que el profeta se queja, sobre todo, de las incomprensiones y peligros que debe correr por ser fiel a su misión.
Jr 12, 1 Estamos ante el problema de la retribución que tanto preocupó a los fieles y teólogos israelitas. El libro de Jb recoge esta problemática como tema central.
Jr 13, 1 Primera acción simbólica o signo profético del libro (véase Is 20, 2-6; Ez 4, 1-13; Ez 5, 1-4; Ez 12). Se trata de una dramatización simbólica mediante la cual el profeta transmite plásticamente una palabra del Señor. El traslado del cinturón (Israel y Judá, v.11) al Éufrates simboliza la deportación del pueblo a Babilonia.
Jr 13, 22 Alzar las faldas de modo que queden descubiertos los tobillos parece un eufemismo de unas relaciones sexuales no consentidas (violación), lo cual sirve de imagen al asedio e invasión de Jerusalén.
Jr 14, 12 Espada, hambre y peste, como calamidades al servicio de Dios, son mencionadas con frecuencia en el libro: Jr 21, 7; Jr 24, 10; Jr 27, 8; 29, 17; Jr 32, 24; Jr 34, 17; Jr 38, 2; Jr 42, 17; Jr 44, 13.
Jr 16, 19-21 Toque de universalismo: también los gentiles que lo deseen participarán en el regreso y en el conocimiento de Dios.
Jr 17, 15 El pueblo reta al profeta. Al no cumplirse la palabra de Dios proclamada por él, Jeremías aparece desacreditado, como un fracasado (Jr 17, 18).
Jr 18, 1-12Se presenta a Dios como creador de su pueblo y dueño de lo que ha salido de sus manos. Su decisión de destruir no es arbitraria. También en Gn 6, 5-7 toma la decisión de destruir toda su creación.
Jr 19, 1-13 Nueva acción simbólica que contiene temática y expresiones ya familiares. En el v.9 encontramos truculentas escenas, típicas en asedios prolongados.
Jr 21, 5 El Señor se convierte en aliado de los caldeos. El vocabulario puede espigarse en Ex 6, 6; Dt 4, 34; Dt 5, 15; etc. Dios, que creó a su pueblo con mano extendida y potente brazo, va a utilizar ahora su misma fuerza y poder para destruirlo. Estamos ante una especie de anticreación.
Jr 22, 24 Salvo en Jr 52, 31, en el libro de Jeremías se conoce a este rey como Jeconías, aunque en 2R, 2Cro y Ez 1, 2 se le da el nombre de Joaquín (véase la nota a 2R 24, 6).
Jr 23, 9-40 En todo este voluminoso material oracular, claramente deshilvanado, podemos distinguir varias unidades cuyo objetivo es la falsa profecía, caracterizada por su inclinación a la idolatría, su falsa religiosidad, sus fantasías y por hablar sin haber recibido una orden de Dios.
Jr 24, 1-10 Se trata de una visión de la vida cotidiana que el profeta sabe «leer» como un mensaje divino (me mostró). Las ideas de los v.5-8 responden a una línea interpretativa del destierro: los que quedaron en el país son higos malos; los desterrados, los higos buenos. Dicha línea de interpretación, que chocaba directamente con la contraria (los desterrados fueron realmente los malos, puesto que sufrieron el castigo), dividió a la sociedad de Judá durante el primer período posexílico.
Jr 25, 15-38 Esta breve sección sirve de introducción a los oráculos contra las naciones (Jr 46-51).
Jr 26 Jeremías critica las falsas actitudes hacia el templo, crítica que pone este capítulo en relación con el discurso de Jr 7, 1-15. Dios no está a disposición de la gente; su presencia en el templo está condicionada por la práctica de la justicia y la adaptación ética a las cláusulas de la alianza. La gente se halla dividida en su opinión sobre el profeta.
Jr 27, 3 Intentos de una coalición contra Babilonia que, en realidad, es una actitud irreligiosa, pues el Señor (creador de todo) ha decidido entregar dichos países a los caldeos (Jr 27, 5).
Jr 28 Problema de la verdadera y la falsa profecía. Aunque en último término es imposible dilucidar teóricamente su diferencia, aquí el destino de Jananías (16) confirma a Jeremías como verdadero profeta.
Jr 29, 1-23 Tanto en Jerusalén como en Babilonia se nutría la falsa esperanza (atizada por los falsos profetas) del inminente regreso de los deportados el 597 a.C.
Jr 30-31 Estos capítulos suelen conocerse como Libro de la Consolación. El cap. 30 trata de convencer de que el castigo ha sido merecido, pero que todo ha concluido. Desde 30, 10 hasta 31, 22 nos encontramos con fórmulas e ideas muy cercanas a las de Isaías.
Jr 32 Texto de gran complejidad literaria, sobre todo por los cambios de ritmo y de situaciones. Todo ello es testimonio de un largo proceso de redacción. La referencia histórica del v.1 nos sitúa en 591/590 a.C.
Jr 33, 19-22 Estamos, nuevamente, en un marco creacional, en el que se compara la perpetuidad de la alianza cósmica con la de la alianza davídica y sacerdotal. Un nuevo apunte para la restauración posexílica.
Jr 34, 8-22 Es probable que esta liberación de esclavos tuviese como telón de fondo el asedio de Jerusalén. Se pretendía así que, ante la previsible caída de la ciudad, los esclavos actuasen libremente. Desdecirse de un pacto solemne (v.18) era una acción muy grave que atentaba contra el propio ser de Dios («profanar mi nombre», v.16).
Jr 35 Antes se nos ha hablado de Sedecías, ahora de Joaquim. Retrocedemos en el tiempo. Los recabitas, que habitaban entre los israelitas, cultivaban un ideal de vida nómada, fieles a la tradición que les había ayudado a sobrevivir. La gente de Judá no había aprendido la lección.
Jr 36 Según el v.1 estaríamos en el 605 a.C., pero poco después se habla del año quinto. La tradición textual no es muy firme, pues también se menciona una doble lectura del rollo (Jr 36, 8.10). El brasero del v.23 puede ser considerado un símbolo premonitorio de la ciudad de Jerusalén, que años después se convertirá en pasto de las llamas. Recordemos la imagen de la olla de Ez 24.
Jr 37, 5 Es probable que el rey de Judá hubiese solicitado la ayuda de Egipto, a juzgar por la crítica del profeta a la búsqueda de alianzas extranjeras (véase Jr 2, 18.36). La retirada de los caldeos sería meramente estratégica.
Jr 38, 8 Llamativa paradoja: mientras los paisanos de Jeremías se cierran a la palabra divina transmitida por el profeta y se niegan a ayudarlo, es un extranjero quien lo ayuda y confía en el Señor (véase Jr 39, 18).
Jr 39, 1-14 El contenido esencial de la profecía de Jeremías se ha cumplido: Jerusalén cae bajo la presión caldea. Eso lo acredita como verdadero profeta, motivo en el que encaja perfectamente, desde el punto de vista narrativo, su liberación. Según el v.1 estamos en diciembre del 589 o en enero del 588 a.C.
Jr 40-43 Hemos de leer estos capítulos como una unidad, que describe la situación política de Jerusalén desde su destrucción hasta la desaparición de Jeremías camino de Egipto.
Jr 42-43 Estos capítulos informan de los últimos conflictos de Jeremías con sus paisanos (véase sobre todo 43, 2ss) antes de ser arrastrado a Egipto con ellos.
Jr 44, 15-19 Se manifiesta una de las terribles paradojas de la lectura popular de la teología de la alianza: según los idólatras, la fidelidad solo les ha acarreado desgracias, mientras que la idolatría les ha proporcionado sustanciosos dividendos. No perciben que sus antepasados huyeron de la esclavitud de Egipto camino de Canaán y que ellos han hecho el camino contrario. Estos versículos exponen una especie de trágico anti-éxodo.
Jr 46, 2-12 Estamos en el 605 a.C. Se canta en este oráculo la inutilidad de la maquinaria bélica egipcia frente a la decisión del Señor de destruir Egipto.
Jr 47 Extrañamente, no se dan razones para el castigo de Filistea. El faraón Necó conquistó Gaza el año 609 a.C.
Jr 48 Moab se aprovechó de la debilidad de Judá para atacarla, merece ahora ser castigada. Camós era su dios supremo.
Jr 49, 1-6 Amón fue otro de los enemigos tradicionales de Israel. Milcón era el dios supremo de su panteón. Su capital, Rabá Amón, se corresponde con la actual Ammán, en Jordania.
Jr 49, 7-22 Los edomitas, según Gn 36, 6-8, eran descendientes de Esaú. Es quizá el país al que más rencor demostraron los israelitas por los acosos que hubieron de sufrir por parte de ellos en tiempos de desgracia. Se les recrimina su actitud adversa en la caída de Judá.
Jr 50, 1-51, 58 Tras amenazar a diversas naciones enemigas de Israel, le toca ahora el turno al país causante de la catástrofe más radical que sufrió Judá en toda su historia. Este conjunto literario constituye una recopilación de diversos oráculos con interpolaciones, algunas favorables a los israelitas.
Jr 52 Tras las últimas palabras del capítulo anterior, resulta imposible reconocer la función de este último capítulo. Por otra parte, si exceptuamos los acontecimientos en torno a Godolías y a las cifras de deportados (Jr 52, 28-30), el autor ha hecho uso del material ofrecido por 2R 24, 18-25, 30.