Parte Tercera. LA VIDA PÚBLICA

CAPÍTULO I. CRONOLOGÍA Y DURACIÓN DEL MINISTERIO DE JESÚS

1 Discours sur L’histoire universelle, primera parte, décima época (Oeuvres, edic. de Versailles, t. 35, pp. 98-99).
2 Lc 3, 1.
3 Lc 3, 23.
4 A título de collega imperii. Cfr. TÁCITO, Ann., 1, 3; VELLEIUS PATERCULUS, 2, 12.
5 Jn 2, 19-20.
6 Los caldeos de Nabucodonosor lo habían incendiado después de la toma de Jerusalén, el 587 antes de J. C
7 Esd 3-6, Ag 2, 1-10, etc.
8 Ant 15, 11, 1.
9 Siendo Albino gobernador de la Judea (62-64 desp. de J. C.) Cfr. SCHÜRER, I, p. 392.
10 Is 61, 1-2; Lc 4, 18-19.
11 Tal fue la opinión de varias sectas gnósticas (de los Basilidianos, según CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Strom., 1, 21, 146; de los Valentinianos, según SAN IRENEO, Adv. Haer., 1, 3, 3; Lc 20, 1; Lc 22, 1, 3; Lc 2, 22, 1, 5; y SAN EPIFANIO, Haer., 51, 28; probablemente también de los Docetas, los Alogos y de Marción, según W. BAUER, Das Leben Jesu nach den neutestam. Apokriphen, p. 281) del autor de las Homilías pseudo-Clementinas (Hom., 1, 7; Lc 17, 19; Recogn., 4, 35), de CLEMENTE DE ALEJ. (Strom., 1, 21, 143; Lc 5, 6, 37; Lc 6, 11), de JULIO AFRICANO (cfr. BAUER, op. cit., p. 282), de TERTULIANO (Adv. jud, 15), de LACTANCIO (Divin. Instit., 4, 10, 18, y 14, 11; De morte persecut, 2, 1, 2); ORÍGENES se expresa en sentido contradictorio: ya cree que su duración fue de cerca de un año (Hom., 32, in Luc.; De princip., 4, 5; «un año y algunos meses»), ya de «tres años y tres meses» (Contr. Cels., 2, 12; Comment. in Matth., serm. 40). Lo mismo sucede con SAN HIPÓLITO (BAUER, op. cit., pp. 288-289).
12 Lv 25, 1-55.
13 H. VON SODEN, en la Encyclopaedia Britannica, art. Chronology. Entre los católicos, J. BÉLSER, en la Bz, año 1903, pp. 55-63, 160-174, etc.; L. FENDT, Die Dauer der eiffentlichen Wirksamkeit jesu, 1906.
14 Mt 12, 1; Mc 2, 23; Lc 6, 1.
15 La fecha indicada por Lc, «el sábado segundo-primero», significa probablemente el primer sábado que seguía al segundo día de la octava de Pascua. L. Cl. FILLION, L'évangile de S. Luc., p. 134; Cfr. J. M. BOVER,EstEcl 7 (1928) 97-103; J. P. AUDET, SciencEccl (Montréal) 10 (1958) 361-383.
16 Mt 14, 19; Mc 6, 39; Jn 6, 10.
17 A. RÉVILLE, Jésus de Nazareth, t. 2, pp. 228-229. E. LEVESQUE, Nos quatre évangiles, leur composition et leur position respective, 1917, pp. 85-90.
18 Adv. Haer., 2, 23, 3; Jn 3, 18, 7. Verdad es que el sabio Obispo de Lyón cae también en una exageración cuando, tomando por base esta respuesta de los judíos a Jesús, «Aún no tienes cincuenta años ¿y has visto a Abraham?» (Jn 8, 57-58), afirma que el Salvador tenía entonces casi esta edad (Adv. Haer., 2, 22, 6). Pero este error no invalida su condenación de la teoría de un año. Sólo por una razón mística prolonga tanto la vida de Nuestro Señor: para que así santificase todas las edades de la vida humana.
19 Hase intentado por algunos suprimir la segunda de estas solemnidades pascuales, la de Jn 6, 4, con el especioso pretexto de que en el texto original se leía: ήν δέ έγγύς ή έορτή τών Ίουδαίων, «estaba próxima la fiesta de los judíos», y no ήν δέ έγγύς τό πάσχα, ή έ ορτή… «La Pascua, la fiesta, de los judíos, estaba próxima.» Las palabras τό πάσχα, «la Pascua», habrían sido añadidas intencionadamente. Pero la autenticidad de estas dos palabras es incontrovertible, pues se leen en todos los manuscritos y en todas las versiones.
20 Adv. Haer., 2, 22, 3.
21 Desde hace muchos siglos discuten los comentadores acerca de este pasaje (Jn 5, 1), sin llegar a ponerse de acuerdo. La discusión se refiere a dos puntos diversos: 1.° ¿Debe leerse έορτή, sin artículo, «una fiesta», o bien: ή έορτή, con artículo, «la fiesta»? 2.° ¿Cuál era esta fiesta? Por las razones que tenemos expuestas en nuestro comentario de L'evangile de S. Jean, pp. 91-93, preferimos la lección ή έορτή «la fiesta», y creemos que se trata de la Pascua, que era la fiesta por excelencia de los judíos. No hay solemnidad religiosa del judaísmo que algún exegeta no haya alegado como correspondiente a este texto de Jn. Esta cuestión es importante para fijar la duración de la vida pública. Cfr. J. LEAL, Sinopsis Concordada de los Cuatro Evangelios, Madrid, 1954, pp. 87-89; J. M. BOYER, EstEcl 26 (1952) 79-82.
22 Haer., 51, 23-26.
23 Comment, in Is., 61, 1-2.
24 Hist. eccl., 1, 10, «De ningún modo cuatro años»; Demonstr. evang., 8.
25 En nuestros días, entre otros: J. B. Nistus, Zur Kontroverse über die Dauer der iiffentlichen Wirksamkeit jesu, en la Zeitschrift der kathol. Theologie, t. 38, pp. 457-504; W. HOMANNER, Die Dauer deriiffentlichen Wirksamkeit jesu, eine patristiscli-exegetische Studie, 1908; E. LEVESQUE, Nos quatre évangiles, 1917, pp. 78-150; DORADO, Prael., páginas 357-367; J. LEAL, Sinopsis Concordada de los Cuatro Evangelios, Madrid, 1951, pp. 73-96; J. M. BOVER, Vida de Cto.
26 Hoy es sentencia bastante frecuente entre los mismos católicos como Lagrange, Ricciotti, Prat, Lebreton, Fernández.
27 Digamos, sin embargo de esto, que distan mucho de estar de acuerdo los autores, aun los que adoptan la hipótesis de tres años y medio, cuando se trata de señalar las fechas precisas a que corresponden estos años.
28 Lc 1, 3: χαθεξής….. γράψαι, Vg ex ordine... scribere.
29 Lc 2, 1-2; Lc 3, 1-2.
30 Lc 9, 52.
31 Lc 9, 52; Lc 13, 22; Lc 17, 11. Cfr. E. LEVESQUE, Nos quatre évangiles, pp. 63-77; J. LEAL, Sinopsis, pp. 29-57.
32 Seguiremos aquí de ordinario el mismo que, tras detenido estudio de la cuestión, expusimos en nuestra Synopsis evangélica, publicada en el año 1882, y varias veces reeditada.
33 W. FARRAR, Life of Christ, 24.a, t. 1, p. 17.
34 Jn 1, 1-18.