1Ts 1, 9s Se ofrece una síntesis del itinerario de la conversión: abandono de los ídolos, convertirse al Dios vivo y verdadero y vivir en la esperanza de la vuelta del Resucitado.
1Ts 2, 7 Pablo enmarca los rasgos de su tarea evangelizadora (2, 7b-12) entre dos comparaciones que traducen el cariño y la preocupación por sus cristianos: la madre cariñosa (7b) y el padre que anima y exhorta (7.11s).
1Ts 3, 0 Los informes de Timoteo sobre los cristianos de Tesalónica impulsan una segunda acción de gracias (1-13), aunque también descubren que en aquella comunidad, aún incipiente, había ciertas lagunas tanto en la doctrina como en su incidencia en la vida de cada día.
1Ts 4, 1-12 En la carta aparecen destacados algunos aspectos del comportamiento cristiano, intrínsecamente unido a la catequesis, quizás porque chocaban más con el ambiente disoluto de Tesalónica.
1Ts 4, 4 Literalmente, «que cada uno posea su vaso»: puede ser una alusión al respeto al propio cuerpo (véase 1Ts 5, 23, así como Rm 12, 1; 1Co 6, 19), o al de la esposa, según el uso del «vaso» en 1P 3, 7 y en algunos textos rabínicos.
1Ts 5, 4 En relación con el tema de la parusía (la vuelta del Señor), aquí y en otros textos (Rm 13, 11; 1Co 16, 13; Col 4, 2; véase 1P 1, 13; 5, 8; Ap 3, 2s; 16, 15) Pablo invita a no fijarse en lo accesorio (cómo, cuándo) y a vivir en espera vigilante.
1Ts 5, 25-28 La conclusión ofrece dos datos sobre las reuniones litúrgicas de las primeras comunidades: el beso (o abrazo) santo, es decir el beso litúrgico, y la lectura pública de la carta de los evangelizadores, que en otros escritos se invita a conservar y a intercambiar con otras comunidades (véase Col 4, 16, así como 2P 3, 15s).