Antología de Textos
TIEMPO
1. Parte de la herencia que el cristiano ha recibido de Dios es el tiempo.
El tiempo es la distancia que nos separa de ese momento en que nos presentaremos ante Dios con las manos llenas o vacías. Solo ahora, aquí, en esta vida, podemos merecer. Cada día de nuestra vida es "un tiempo" que Dios nos regala para llenarlo de amor a Él, de caridad para quienes nos rodean, de trabajo bien hecho, del ejercicio de las virtudes..., de obras buenas. Ahora es el momento de hacer el "tesoro que no envejece".
El Señor ha dejado claro en la parábola de los talentos (Mt 25, 1 ss) que todos hemos de llenar una determinada medida, sin la cual no le seremos gratos. No es suficiente consumir el tiempo y llegar al final con las manos limpias pero vacías de buenos frutos: No te presentes al Señor con las manos vacías (Si 35, 6). Cada hombre ha de responder del tiempo que se le dio al nacer. Nadie podrá excusarse alegando que no sabía qué hacer con él. San Pablo lo recuerda continuamente: A su tiempo llegará la cosecha si no desfallecemos. No nos cansemos de obrar el bien [...]. ¡No seáis insensatos! [...] Aprovechad bien el tiempo presente [...] (Ga 6, 10 ss). Y a los primeros cristianos de Corinto les decía: ¡Mirad., ahora es el tiempo favorable; ahora el día de la salvación (2Co 6, 1-2).
2. Este tiempo concedido a cada hombre es escaso para realizar lo que Dios espera de él. El número de los días del hombre, a más tirar, son cien años; como una gota de agua en el mar, como un grano de arena, así son sus pocos años a la luz del día de la eternidad (Si 18, 8). No sabemos hasta cuándo se prolongará: "A nadie se le ha prometido nunca el día de mañana" (SAN AGUSTÍN, Sermón 87). Esta incertidumbre nos ayuda también a estar vigilantes en el aprovechamiento del tiempo, y a comprender mejor a la luz de la fe que "de pasada vamos todos en la vida esta, camino de peregrinación, donde a todos se les dice como en los mesones: "Tú ya comiste, sigue, ponte en camino, deja sitio al que viene detrás"" (SAN AGUSTÍN, Sermón 105). Meditar sobre el tiempo es meditar también sobre el desprendimiento de cargos, cosas, personas, etc.
3. Al final del tiempo que se nos concedió vendrá el premio, si respondimos fielmente: Si nos mantenemos firmes, también reinaremos con Él (2Tm 2, 12). También el Apocalipsis nos lo recuerda con estas palabras: Mira, vendré pronto y traeré mi recompensa conmigo para pagar a cada uno según su trabajo (Ap 22, 12). Y es Santa Teresa quien nos lo completa: "Por unos trabajillos envueltos en mil contentos, que acabarán mañana, Dios nos tiene preparado el premio de una eterna e inconmensurable gloria".
Citas de la Sagrada Escritura
Todo tiene su momento y todo cuanto se hace debajo del sol tiene su tiempo. Hay tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de [...]. Qo 3, 1-8
Os digo, pues, hermanos, que el tiempo es corto. 1Co 7, 29
Porque dice: " En el tiempo propicio te escuché y en el día de la salud te ayudé ". Este es el tiempo propicio, éste el día de la salud. 2Co 6, 2
Que la buena vejez no es la de los muchos años, ni se mide por el número de días. Sb 4, 8
Les dijo Jesús: por poco tiempo está aún la luz en medio de vosotros. Caminad mientras tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas, pues el que camina en tinieblas no sabe por dónde va. Jn 12, 35
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Mt 28, 20
[...] vino Jesús a Galilea, predicando el Evangelio de Dios y diciendo: Se ha cumplido el tiempo, y el reino de Dios está cerca; arrepentíos y creed en el Evangelio. Mc 1, 14-15
Llevo tanto tiempo con vosotros, ¿y no me has conocido, Felipe? Jn 14, 9
[...] andad con prudencia, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo 1...] Ef 5, 15-16
Contestó Jesús: [...] Es preciso que yo haga las obras de Aquel que me ha enviado, mientras dure el día; viene la noche cuando ya nadie puede trabajar. Jn 9, 4
Mirad que vengo enseguida, y traigo conmigo el premio, para recompensar a cada uno según sus obras. Ap 22, 12
El que anda observando el viento no siembra nunca, y el que se queda mirando las nubes jamás se pondrá a segar. Qo 11, 4
[...J No andéis acongojados por el día de mañana, que el día de mañana harto cuidado traerá por sí: baste a cada día su propio afán. Mt 6, 34
Velad, porque no sabéis a qué hora ha de venir nuestro Señor; estad ciertos de que si el padre de familia supiera a qué hora había de venir el ladrón, estaría seguramente en vela y no dejaría que le minasen la casa. Pues así mismo estad vosotros igualmente prevenidos, porque a la hora que menos penséis ha de venir el Hijo del hombre. Mt 24, 42-44
El paso del tiempo nos acerca a Dios
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¿No has oído con qué tono de tristeza se lamentan los mundanos de que "cada día que pasa es morir un poco"? Pues, yo te digo: alégrate, alma de apóstol, porque cada día que pasa te aproxima a la Vida (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, 737).
5161
No es otra cosa el tiempo de esta vida sino una carrera hacia la muerte (SAN AGUSTÍN, La Ciudad de Dios, 13).
5162
Esté cerca o lejos el fin del mundo, el de cada uno en particular no puede hallarse lejos: el tiempo de esta vida es breve. Cada uno, pues, ha de disponerse para su fin; que, cierto, nada le perjudicará el día último a quien viene pensando que cualquier día puede ser el último (SAN AGUSTÍN, Sermón 20).
5163
Ved, pues, que está ya próximo a volver el que marchó de viaje (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 9 sobre los Evang.).
Tiempo para merecer, tiempo para reparar
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Ahora es el tiempo de misericordia, entonces será sólo tiempo de justicia; por eso, ahora es nuestro momento, entonces será sólo el momento de Dios (SANTO TOMÁS, Sobre el Credo, 7, 1. c., p. 86).
5165
Vendrá cuando desearás un día o una hora para enmendar, y no te será concedida (Imitación de Cristo, 1, 23, 4).
5166
Entonces se arrepentirán, pero su penitencia no será fructuosa, porque no encontrarán perdón los que pierden ahora el tiempo provechoso para el perdón (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 12 sobre los Evang.).
5167
Cada situación humana es irrepetible, fruto de una vocación única que se debe vivir con intensidad, realizando en ella el espíritu de Cristo (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa, 112).
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El que ha prometido el perdón al que se arrepienta, no ha prometido al pecador el día de mañana (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 12 sobre los Evang.).
"El tiempo es corto para amar"
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Verdaderamente es corto nuestro tiempo para amar, para dar, para desagraviar. No es justo, por tanto, que lo malgastemos, ni que tiremos ese tesoro irresponsablemente por la ventana: no podemos desbaratar esta etapa del mundo que Dios confía a cada uno (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios, 39).
5170
¿Cuánto dura la vida de un hombre en esta vida? ¿No es como un airecillo de la mañana? (SAN AGUSTÍN, Coment. sobre el Salmo 36).
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Isaías te llama a este retiro: Anda, pueblo mío, entra en los aposentos y cierra la puerta por dentro; escóndete un breve instante [...] (Is 26, 20). El breve instante de este momento de la vida temporal. (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual, 1, 10).
5172
Mira, pues, cuán breve parecerá entonces a los malos todo el tiempo de esta vida; pues realmente allí se les figurará que apenas vivieron un día, sino que luego fueron trasladados del vientre a la sepultura. De donde se sigue que todos los placeres y contentamientos de este mundo les parecerán allí unos placeres soñados, que parecían placeres y no lo eran (FR. LUIS DE GRANADA, Guía de pecadores, 1, 3, 28).
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Aunque toda la vida es corta, y algunas cortísimas; y, ¿qué sabemos si será la nuestra tan corta, que desde una hora o momento que nos determinemos a servir del todo a Dios se acabe? Posible sería que, en fin, todo lo que tiene fin no hay que hacer caso de ello; y pensando que cada hora es la postrera, ¿quién no la trabajará? (SANTA TERESA, C. de perfección, 12, 2).
5174
Dios nos concede quizá un año más para servirle. No pienses en cinco, ni en dos. Fíjate sólo en éste: en uno, en el que hemos comenzado [...] (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios, 47).
El valor cristiano del tiempo
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Y aconteció que pasando por Jericó estaba un ciego sentado... Y para que el paso del Señor no fuese inútil, hizo en el camino el milagro del ciego, dando a sus discípulos este testimonio para que procuremos hacer siempre cosas de utilidad, y para que no haya nada ocioso en nosotros.(SAN TEÓFILO DE ANTIOQUÍA, en Catena Aurea, vol. VI, p. 322).
5176
Los que andan en negocios humanos dicen que el tiempo es oro. Me parece poco: para los que andamos en negocios de almas, el tiempo es ¡gloria! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, 355).
5177
Ejercítate en las obras, trabaja en la viña; al terminar el día, pide el salario (SAN AGUSTÍN, Sermón 2).
5178
En fin, puesto que ignoramos en qué tiempo vendrá la muerte y después de la muerte ya no podemos obrar, resta que aprovechemos con afán el tiempo que se nos concede (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia, 13).
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El tiempo es un tesoro que se va, que se escapa, que discurre por nuestras manos como el agua por las peñas altas. Ayer pasó, y el hoy está pasando. Mañana será pronto otro ayer. La duración de una vida es muy corta. Pero, ¡cuánto puede realizarse en este pequeño espacio, por amor de Dios! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios, 52).
5180
No nos retraigamos porque estas cosas sean difíciles y supongan esfuerzos, sino que al recordar a aquel que recomendaba que cada uno escogiera para sí el método de vida que más le conviniera y que esperara que con la costumbre llegaría a serle llevadero y agradable, pongamos manos a la obra en lo mejor. Porque sería mala cosa perder el tiempo ahora, y evocar después el tiempo pasado, cuando ya no sirve más que para aumentar nuestra tristeza (SAN BASILIO. Discurso a los jóvenes).
5181
El tiempo es precioso, el tiempo pasa, el tiempo es una fase experimental de nuestra suerte decisiva y definitiva. De las pruebas que demos de fidelidad a los propios deberes depende nuestra suerte futura y eterna
El tiempo es un don de Dios: es una interpelación del amor de Dios a nuestra libre y –puede decirse– decisiva respuesta. Debemos ser avaros del tiempo, para emplearlo bien, con la intensidad en el obrar, amar y sufrir. Que no exista jamás para el cristiano el ocio, el aburrimiento. El descanso si, cuando sea necesario (cfr. Mc 6, 31), pero siempre con vistas a una vigilancia que sólo en el último día se abrirá a una luz sin ocaso (PABLO VI, Homilía 1-1-1976).
5182
No digas que los tiempos pasados fueron mejor que los presentes: las virtudes hacen bueno cualquier día, los vicios los hacen malos (SAN JERÓNIMO, Hom. sobre la Iglesia, 14).
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Quienes van reuniendo con cuidado de cada cosa algo útil y provechoso, les pasa lo que a los ríos más importantes, que de todas partes les viene gran cantidad de agua para aumentar su caudal (SAN BASILIO, Discurso a los jóvenes).
5184
Eres caminante, la vida presente es un hostal. Usa de la riqueza como el viajero usa en hostal la mesa, el cáliz, las copas, el lecho; con ánimo de dejarlo todo, no de permanecer (SAN AGUSTÍN, Trat. Evang. 5. Juan, 40).
5185
Naciendo en Belén de María Virgen, como Hombre, Dios-Verbo acepta el tiempo. Entra en la historia. Se somete a la ley del fluir humano. Cierra el pasado; con El termina el tiempo de espera, esto es, la Antigua Alianza. Abre el futuro: la Nueva Alianza de la gracia y de la reconciliación con Dios. Es el nuevo "Comienzo" del Tiempo Nuevo. Todo nuevo año participa de este Comienzo. Es el año del Señor (JUAN PABLO II, Hom. 1-1-79).