Catena Áurea
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← Mt 27, 35-38 →
Y después que lo hubieron crucificado repartieron sus vestidurtas echando suerte, para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dice: Se repartieron mis vestiduras, y sobre mi túnica echaron suerte. Y sentados le hacían la guardia. Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: "Este es Jesús el Rey de los Judíos". Entonces crucificaron dos ladrones con El; uno a la derecha y otro a la izquierda. (vv. 35-38)
Glosa
Una vez referido cómo Jesucristo fue llevado hasta el lugar de su pasión, continúa el Evangelista ocupándose de esta misma pasión, explicando el género de muerte que se le dio. Sigue: "Y después que le hubieron crucificado".
San Agustín, de diversis quaestionibus octoginta tribus, 25
La sabiduría de Dios sirve de ejemplo a los hombres para que vivan con rectitud. Corresponde, pues, a la vida perfecta, no temer aquellas cosas que no deben temerse. Hay hombres también, que, aun cuando no teman la muerte, se horrorizan ante cierto género de suplicio. Para que el hombre que vive bien no temiera ningún género de muerte, le dio ejemplo en la cruz de aquel hombre. No había ninguna clase de muerte entre todas que fuese más execrable y temible que la muerte con que murió el Salvador.
San Agustín, in serm. de Passione
Advierta vuestra piedad cuánto es el poder de la cruz. Adán despreció el precepto tomando la fruta del árbol; pero todo lo que perdió Adán lo encontró Jesucristo en la cruz. El género humano se salvó también del diluvio de las aguas en un arca de madera. Habiendo salido el pueblo de Dios de la cautividad de Egipto, Moisés dividió las aguas del mar con su vara, humilló a Faraón, y redimió al pueblo de Dios. Además Moisés arrojó su vara al agua, y la convirtió de amarga en dulce. También por medio de su vara hizo brotar agua saludable de una piedra espiritual. Y para que Amalech fuera vencido, Moisés extendió los brazos junto a su vara. Y el arca del testamento en que estuvo depositada la ley de Dios era de madera. Para que así se viniera por medio de estas cosas y como por grados, hasta el madero de la cruz.
San Juan Crisóstomo, in serm. de Passione
Por lo tanto, en cruz elevada fue donde padeció el Señor, y no debajo de techo alguno, a fin de que hasta la misma atmósfera se purificase. Y también la tierra sentía sobre sí tan gran beneficio, purificándose por la corriente de sangre que manaba del costado divino.
Glosa
También parece que el madero de la cruz representa la Iglesia, extendida por las cuatro partes del mundo.
Rábano
En sentido moral puede decirse, que la cruz significa por su anchura la alegría del que trabaja, porque la tristeza produce las angustias. Mas la anchura de la cruz es aquella parte transversal de ésta, donde se fijan las manos; y por manos entendemos las acciones. Por la altura de la cruz a la que se adhiere la cabeza, se significa la esperanza del premio que se espera de la altísima justicia de Dios; y la longitud donde todo el cuerpo se extiende, representa la tolerancia por cuya razón se llaman longánimos los que toleran. Finalmente, profundo es lo que se encuentra dentro de la tierra, y ello representa lo oculto del sacramento.
San Hilario, in Matthaeum, 33
Así es como está suspendida del árbol de la cruz la salud y la vida de todos. Por esto dice: "Y después que le hubieron crucificado", etc.
San Agustín, de consensu evangelistarum, 3, 12
Esto ya lo dijo San Mateo, aunque en muy pocas palabras. San Juan explica de diferente modo lo que entonces sucedió. Dijo: "Cuando los soldados lo hubieron crucificado, tomaron sus vestidos e hicieron cuatro partes; una para cada uno de los soldados, y la túnica. Mas la túnica era inconsútil" ( Jn 19, 23).
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 87, 1.
Debe observarse que no era pequeña esta humillación que sufría Jesucristo. Hacían esto con El, teniéndole por el más deshonrado y el más vil de los hombres. Esto de dividirse las ropas, únicamente se hacía con los reos más viles y despreciables, y con los que nada tenían.
San Jerónimo
Esto que sucedió con Jesucristo, ya había sido vaticinado en el salmo ( Sal 22, 19), por cuya razón sigue: "Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dice: se repartieron mis vestiduras, y sobre mi túnica echaron suertes". Sigue: "Y sentándose le hacían la guardia", esto es, los soldados. El cuidado de los soldados y de los sacerdotes nos sirvió de gran provecho para que aparezca más clara y evidente la gloria de la resurrección. "Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: Este es Jesús, rey de los judíos". No puedo admirar bastante la grandeza de este acontecimiento; cómo habiendo comprado testigos falsos y excitado al pueblo ignorante, para que se levantase y gritase, no encontraron otra causa de muerte más que la de que se titulaba rey de los judíos. Y ellos acaso hicieron esto como burlándose y riéndose.
Remigio
Sin duda se puso este título sobre la cabeza de Jesús por disposición divina, para que comprendiesen los judíos, que a pesar de haberle quitado la vida, no pudieron prescindir de tenerle como rey, pues por la muerte afrentosa no sólo no perdió su imperio, sino que más bien se confirmó en él.
Orígenes, in Matthaeum, 35
El príncipe de los sacerdotes llevaba escrita sobre su cabeza la santificación del Señor, según estaba mandado en la ley. Así pues, Jesús, el verdadero Rey y Príncipe de los sacerdotes, tuvo escrito en su cruz: "Este es el rey de los judíos". Pero al subir al Padre, no tiene ya letras o nombre que lo designen, sino al Padre mismo.
Rábano
Como era rey y sacerdote a la vez, y habiendo ofrecido el holocausto de su carne en el altar de la cruz, obtuvo también por medio de aquel título manifiesto la dignidad de rey, cuyo título no se puso bajo, sino sobre la cruz. Porque aun cuando sufría en ella por nosotros en cuanto a la debilidad humana, sin embargo, brillaba sobre la cruz la majestad de rey, la cual no perdió en la cruz sino que más bien la confirmó.
Sigue: "Entonces crucificaron dos ladrones con El, uno a la derecha y otro a la izquierda".
San Jerónimo
Así como Jesucristo llevó por nosotros la maldición de la cruz, así fue crucificado por la salvación de todos, como culpable entre los culpables.
San León Magno, sermones, 55, 1
Fueron crucificados dos ladrones (uno a la derecha y otro a la izquierda), para que se diese a conocer en la misma forma del patíbulo la manera con que habrá de procederse respecto de los hombres en el juicio final. Por lo tanto, la pasión de Jesucristo encierra en sí todo el misterio de nuestra salvación. Y del instrumento que la perfidia de los judíos le preparó, hizo el poder del Redentor peldaño para su gloria.
San Hilario, in Matthaeum, 33
Son crucificados dos ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda, para manifestar que todos los hombres eran llamados a participar de los beneficios de la pasión del Señor. Y como hay diferencia de fieles e infieles, así se estableció la división de aquéllos entre la derecha y la izquierda, colocándose uno de los dos a la derecha, el cual se salvó por su profesión de fe.
Remigio
También se representa por medio de estos dos ladrones todos aquéllos que abrazan las privaciones de la vida más estrecha. Todos aquéllos que hacen esto sólo por agradar a Dios, son designados en aquél que fue crucificado a la derecha del Señor; pero los que lo hacen por el deseo de alcanzar humanas alabanzas o por algún fin menos digno, son representados en aquél que fue crucificado a la izquierda.