Catena Áurea

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Y cuando esto hubo dicho, salió otra vez a los judíos y les dijo: "Yo no hallo en El ninguna causa. Costumbre tenéis vosotros que os suelte uno en la Pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos?" Entonces volvieron a gritar todos, diciendo: "No a éste, sino a Barrabás". Y Barrabás era un ladrón. (vv. 39-40)


San Agustín, in Ioannem, tract., 115
Cuando dijo Pilato: "¿qué es la verdad?" creo que le vino a la memoria en seguida la costumbre que tenían los judíos de dar la libertad a un preso en la Pascua; y así, no esperó que Jesús le respondiera, para no perder tiempo, cuando recordó la costumbre de soltar uno en la Pascua, lo que verdaderamente deseó, como lo manifiesta esto que dijo: "Y en cuanto preguntó, salió otra vez", etc.

Crisóstomo, in Ioannem, hom. 83
El sabía que esta pretensión debía hacerse con tiempo, pues convenía librarle del ímpetu de los judíos, y por eso salió.

Alcuino
O tal vez no esperó a oír la respuesta, porque quizá no era digno de oírla. Sigue: "Y les dijo: Yo no encuentro en El ninguna causa".

Crisóstomo, ut supra
No dijo: porque delinquió, y es digno de muerte, indultadle por la festividad; sino que primero, justificándole, les exhorta en seguida para que si no querían reconocer su inocencia a mayor abundamiento, le perdonasen por razón de la festividad; y por esto les dijo: "Es costumbre vuestra", etc.

Beda
Esta costumbre no era precepto de ley, sino que venía de tradición de sus padres, para que, en memoria de la libertad de Egipto, la diesen en la Pascua a un preso. Y después, exhortándolos, dice: "¿Queréis, pues, que os deje en libertad al Rey de los judíos?"

San Agustín, ut supra
No pudo arrancar de su corazón la creencia de que Jesús era Rey de los judíos. Como si el título de la cruz hubiera quedado clavado en su corazón por la misma verdad, aquella sobre la que preguntó ¿qué es la verdad?

Teofilacto
Pilato respondió de una manera admirable, que Jesús no había faltado en nada, pero siguieron preocupándole con la idea que quería ser Rey, y que el representante de la potestad de los romanos no podía absolver a aquel que se titulaba Rey, y émulo del poder de Roma. Así, pues, al decir: yo absolveré al Rey de los judíos, presentó a Jesús como inocente, y se mofó de los judíos, como si dijera: Al que vosotros acusáis de que se llama Rey, a éste mando absolver, porque tal Rey no existe.

San Agustín, ut supra
Porque oído esto, clamaron como sigue: "Clamaron todos otra vez diciendo: no a éste, sino a Barrabás, pero Barrabás era un ladrón". No os reprobamos ¡oh judíos, porque librasteis en la Pascua a un malhechor, sino porque matasteis a un inocente! Lo que sin embargo, si no se hubiera realizado, no se habría verificado la verdadera Pascua.

Beda
Por cuanto despreciaron al Salvador, y libraron al ladrón, el diablo ejerce en ellos hasta el día sus latrocinios.

Alcuino
El nombre de Barrabás es interpretado así: "Este hijo del maestro de ellos", esto es, del diablo, porque fue maestro del ladrón en sus crímenes y de los judíos en su perfidia.


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