Catena Áurea
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← Mt 2, 13-15 →
Después que ellos se fueron, he aquí un Angel del Señor apareció en sueños a José, y le dijo: "Levántate y toma al niño y a su madre y huye a Egipto, y estáte allí hasta que yo te lo diga. Porque ha de acontecer que Herodes busque al niño para matarle". Levantándose José, tomó al niño y a su madre de noche, y se retiró a Egipto. Y permaneció allí hasta la muerte de Herodes: para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta, que dice: De Egipto llamé a mi Hijo. (vv. 13-15)
Rábano
San Mateo omite aquí el día de la Purificación, en el cual debía el primogénito ser presentado en el templo con la ofrenda de un cordero, o un par de tórtolas o palomas. El temor que tenían a Herodes no fue impedimento para que cumplieran con la Ley y llevaran al niño al Templo. Pero cuando comenzó a extenderse el rumor del nacimiento del niño, fue enviado un ángel para indicar a José que lleve al niño a Egipto. Por eso dice el texto sagrado: "Un ángel del Señor apareció en sueños a José".
Remigio
De que el ángel fue siempre enviado a José mientras dormía, debemos deducir que aquéllos que viven alejados de los cuidados de la tierra y de las preocupaciones mundanas, son dignos de gozar de las visiones celestiales. El ángel le dijo: "Levántate y toma al niño y a su madre".
San Hilario, in Matthaeum, 1
Antes, para dar a entender que ella estaba desposada con un justo, la llamó su esposa, pero ahora, después del nacimiento de Jesús, no le da otro título que el de madre, y esto porque así como el casamiento con José se presenta como garantía de la virginidad de María, así la maternidad divina nos ofrece la prueba más irrecusable de esta misma virginidad.
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 2
No dice: "Toma a la madre y a su hijo", sino al contrario, porque el niño no nació por la madre, sino que la madre fue preparada para el niño. Prosiguen las palabras: "Y huye a Egipto". ¿Pero cómo el hijo de Dios huye delante de un hombre? ¿Quién se verá libre de enemigos, si El mismo teme a sus enemigos? Pero en primer lugar, convenía que también en esto siguiese la ley de la naturaleza humana, a la que se había sometido, ley que exige que la naturaleza humana, abandonada a sus propias fuerzas y en la edad tierna, huya cuando un poder nos amenaza. Además convenía que así sucediese, para que los cristianos no se avergüencen de huir cuando la persecución les obligue a ello. Pero, ¿por qué a Egipto? Porque el Señor, cuya cólera no permanece por siempre, se acordó de todos los males con que había afligido a Egipto, y queriendo dar a este pueblo una señal de gran reconciliación, envía allí como medicina a su Hijo, que debía curar las diez plagas de otro tiempo; para que fuera custodio de su Hijo único aquel que había sido perseguidor de su pueblo escogido; para hacer fieles servidores de Jesús a aquellos que habían sido tiranos dominadores de su pueblo; y para hacerlos de esta manera dignos no ya de las mortíferas aguas del Mar Rojo, sino de las fuentes vivificantes del bautismo.
San Agustín, in sermonibus de Epiphania
Escucha el gran misterio que aquí se encierra: Moisés en otro tiempo había cerrado las puertas del día a los pérfidos en Egipto. Cristo, llegando allí, volvió la luz a estos hombres que yacían en las tinieblas. Cristo huye, no para ocultarse, sino para iluminar.
El texto sagrado continúa: "Y estáte allí hasta que yo te lo diga, porque ha de acontecer que Herodes busque al niño para matarle".
San Agustín, in sermonibus de innocentibus
El infortunado tirano temía ser depuesto de su trono. Pero no era así; Cristo no había venido para arrebatar la gloria de los otros, sino para dar la suya.
"Levantándose, tomó al niño y a su madre de noche, y se retiró a Egipto".
San Hilario, in Matthaeum, 1
A Egipto, lleno de ídolos, pues perseguido por los judíos, deja en Judea su ignominia para ir a buscar homenajes entre los gentiles.
San Jerónimo, in Matthaeum
Cuando toma a la madre y al niño para pasar con ellos a Egipto, lo hace de noche y en medio de las tinieblas; pero cuando vuelve a la Judea, no habla el evangelista ni de la noche ni de las tinieblas.
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 2
Las angustias de la persecución se comparan a la noche; el consuelo y solaz son semejantes al día.
Rábano
O bien, que al retirarse la luz verdadera, sus enemigos permanecieron en las tinieblas, y fueron iluminados cuando ésta volvió a aparecer.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 8
Ved al tirano llenarse de furor apenas nace este niño, y ved también a la Madre huir con el hijo a tierra extranjera, y sirva esto de ejemplo para que cuando comencéis alguna obra espiritual y os sintáis afligidos por la tribulación, no os turbéis ni dejéis llevar del abatimiento sino soportéis con valor y heroísmo todas las contradicciones.
Beda, homilia in Nat. innocent
El Salvador, conducido a Egipto por sus padres, nos enseña que muchas veces los buenos se ven obligados a huir de sus hogares por la perversidad de los malos, y aun también condenados a un destierro. El que había de decir a los suyos: "Cuando os persiguiesen en una ciudad huid a la otra", nos dio primero el ejemplo, huyendo como un hombre delante de otro hombre después que había sido adorado por los magos y anunciado por una estrella.
Remigio
El profeta Isaías había predicho la huida del Señor a Egipto, por estas palabras: "He aquí que el Señor subirá sobre una nube ligera, y entrará en Egipto y serán conmovidos los ídolos de Egipto con su presencia" ( Is 19, 1).
San Mateo tiene la costumbre de confirmar todo cuanto dice, y esto porque escribió para los judíos, por ello añade: "Para que se cumpliese lo que había dicho el profeta: De Egipto llamé a mi hijo".
San Jerónimo, epistulae, 57, 7
Este pasaje no se lee en la versión de los Setenta, pero en el texto hebreo de Oseas se encuentran literalmente estas palabras ( Os 11, 1).
San Jerónimo, in Os propheta, 2, 2
El evangelista se sirve de este testimonio, porque estas palabras se refieren a Cristo como a su prototipo. Debe notarse que este profeta, como todos los demás, predicen la venida de Cristo y la vocación de los gentiles de tal manera, que no se rompe el hilo de la historia.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 8
Es una ley de la profecía, que lo que ella repite muchas veces de unos, se vea cumplido en otros. Esto se ve cumplido en las siguientes palabras dichas de Leví y de Simeón (Gn 49, 7): "Los dividiré en Jacob y los esparciré en Israel". Esto no se cumplió en ellos, sino en sus descendientes. Todo esto es evidente en este pasaje, porque siendo Cristo por naturaleza el Hijo de Dios, en El es en quien se ha cumplido esta profecía.
San Jerónimo
Pero a causa de los que opinan en sentido diverso, podemos explicar este pasaje de otro modo y aducir para ello el testimonio de Balaam en los Números: "Dios lo sacó de Egipto, cuya gloria es semejante a la del unicornio" ( Núm 23, 22).
Remigio
José representa a los predicadores de la palabra divina; María, a la Sagrada Escritura; el niño, el conocimiento del Salvador; la crueldad de Herodes, la persecución que sufrió la primitiva Iglesia en Jerusalén; la huida de José a Egipto, la venida de los apóstoles a los pueblos de la gentilidad (Egipto quiere decir tinieblas); el tiempo que pasó en Egipto, el espacio que media desde la Ascensión del Señor hasta la venida del Anticristo; la muerte de Herodes, la extinción de la envidia del corazón de los judíos.