Catena Áurea
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← Mc 12, 13-17 →
Y le enviaron algunos fariseos y herodianos para sorprenderle en alguna expresión; los cuales vinieron y dijéronle: "Maestro, nosotros sabemos que eres hombre veraz, y que no atiendes a respetos humanos, porque no miras la calidad de las personas, sino que enseñas el camino de Dios con lisura (y según él es): ¿Nos es lícito a nosotros (pueblo escogido de Dios) el pagar tributo a César, o podremos no pagarle?" Jesús, penetrando su malicia, díjoles: "¿Para qué venís a tentarme? Dadme a ver un denario (o la moneda corriente)". Presentáronsele y El les dice: "¿De quién es esta imagen y esta inscripción?" Respondieron: "De César". Entonces replicó Jesús, y díjoles: "Pagad, pues, a César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". Con cuya respuesta los dejó maravillados. (vv. 13-17)
Beda
Queriendo apoderarse del Señor los príncipes de los sacerdotes, temieron a la multitud. Es por ello que trataron de hacer por medio de los poderes temporales lo que no podían por sí mismos, para que de este modo ellos no apareciesen como responsables de su muerte. "Pero le enviaron, dice, algunos fariseos y herodianos".
Teofilacto
Hemos dicho en otro lugar que la de los herodianos era cierta nueva herejía que decía que el Cristo era Herodes, por la falta de sucesores del reino de los judíos. Otros, sin embargo, dicen que los herodianos eran soldados de Herodes, a los que los fariseos hacían testigos de lo que decía Cristo, para que le prendiesen y llevasen por la fuerza. Ved, pues, cuánta era su malicia, puesto que querían engañar a Cristo con la adulación: "Los cuales, dice, vinieron y dijéronle: Maestro, nosotros sabemos que eres hombre veraz".
Pseudo-Jerónimo
Le interrogaban con palabras melosas, y le rodeaban como abejas que llevan miel en la boca y un aguijón en la espalda.
Beda
Con esta suave y capciosa pregunta le provocan a que conteste que teme más a Dios que al César, y que no deben pagarse los tributos, a fin de que, oyéndolo los herodianos, encuentren en El un autor de sedición contra los romanos. "Y no atiendes, continúan, a respetos humanos, porque no miras la calidad de las personas".
Teofilacto
Es decir, que contra la verdad no se debe honrar al César. "Sino que enseñas el camino de Dios según verdad", etc. Todo su artificio, pues, consistía en poner a Cristo entre dos precipicios, porque, si decía que se debía pagar tributos al César, se concitaba contra El al pueblo, por querer reducirle a la servidumbre; y, si decía lo contrario, podía ser acusado por incitar al mismo pueblo contra el César. Pero Aquél que es la fuente de toda sabiduría, esquiva semejantes tretas, según se ve en las siguientes palabras: "Jesús, penetrando su malicia, díjoles: ¿Para qué venís a tentarme? Enseñadme un denario".
Beda
El denario era una moneda que valía diez sextercios y que tenía la imagen del César. "Y El les dice: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? Respondieron: Del César". Los que piensen que la pregunta del Salvador nacía de la ignorancia y que no tenía una intención, deben observar que bien sabía de quién era la imagen, pero que hace esta pregunta para contestar luego convenientemente. "Entonces replicó Jesús, y díjoles. Pagad, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios".
Teofilacto
Como si dijera: Dad la imagen a aquel a quien representa, es decir, el denario al César. Podéis, pues, pagar el tributo a César y ofrecer a Dios lo que le corresponde 1.
Beda
Esto es, los diezmos, las primicias, las ofrendas y las víctimas, como pagó El mismo los tributos por sí y por Pedro, y dio a Dios lo que es de Dios, cumpliendo la voluntad de su Padre.
Pseudo-Jerónimo
O de otro modo: Tenéis que dar forzosamente al César la moneda que tiene su imagen, y ofreceos a vosotros mismos con toda voluntad a Dios: porque impresa está, Señor, sobre nosotros la luz de tu rostro ( Sal 4, 7), no el del César.
Teofilacto
La necesidad inevitable de nuestros cuerpos es también como el César, y el Señor manda que demos al cuerpo el vestido y el alimento necesario, y a Dios lo que es de Dios (como las vigilias, las oraciones, etc.). "Con cuya respuesta, dice, los dejó maravillados". Los que debían creer en tanta sabiduría se admiran de que su treta no hubiese producido efecto.
Notas
1. No se ha de entender que el dominio de Dios está limitado por el Estado. Puede verse, por ejemplo Mc 12, 29s. (Giblin) En un sentido profundo y apelando a la dinámica implicita en el juego de conceptos, señala que dar a Dios lo que es de Dios connota de la idea de devolver el ser humano, imagen de Dios, a Dios. En un aspecto más superficial, el contexto preciso señala que se trata de una respuesta realista e ingeniosa para salir de la situación en que lo pusieron con malicia quienes le hicieron la pregunta.