Catena Áurea
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← Mc 16, 1-8 →
Y pasada la fiesta del sábado, María Magdalena y María, madre de Santiago, y Salomé, compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y partiendo muy de madrugada el domingo o primer día de la semana, llegaron al sepulcro salido ya el sol. Y se decían una a otra: "¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?" La cual realmente era muy grande. Mas echando la vista, repararon que la piedra estaba apartada. Y entrando en el sepulcro, o cueva sepulcral, se hallaron con un joven sentado al lado derecho, vestido de un blanco ropaje, y se quedaron pasmadas. Pero él les dijo: "No tenéis que asustaros: vosotras venís a buscar a Jesús Nazareno, que fue crucificado: ya resucitó: no está aquí: mirad el lugar donde le pusieron. Pero id, y decid a sus discípulos, especialmente a Pedro, que El irá delante de vosotros en Galilea, donde le veréis, según os lo tiene dicho". Ellas, saliendo del sepulcro echaron a huir, como que estaban sobrecogidas de pavor y espanto; y a nadie dijeron nada en el camino, tal era su pasmo. (vv. 1-8)
Pseudo - Jerónimo
Después de la tristeza del sábado brilla un día feliz, el primero entre todos, iluminado con la primera de las luces, pues en él se realiza el triunfo de la resurrección del Señor. "Y pasada, dice, la fiesta del sábado, María Magdalena", etc.
Glosa
Sepultado el Señor, se ocuparon religiosamente las mujeres todo el tiempo que pudieron, es decir, hasta la puesta del sol, en preparar aromas, como dice San Lucas. Pero como no pudieron concluir en tan corto tiempo, pasado el sábado, esto es, al ponerse el sol y pudiendo ya trabajar, se apresuraron a comprar aromas, según refiere San Marcos, para ir por la mañana a ungir el cuerpo del Señor. No querían ir al monumento el mismo sábado porque se hacia ya de noche. "Y partiendo muy de madrugada el domingo", etc.
Severiano
Aquí las mujeres obran con la devoción propia de ellas, llevando los aromas al sepulcro, no por su fe en Cristo vivo, sino para embalsamar su cuerpo, al que, muerto, obsequian con su tristeza, y no con la alegría de los triunfos divinos del que va a resucitar.
Teofilacto
Porque ellas no conocen la grandeza y dignidad de la Divinidad de Cristo. Fueron, conforme a la costumbre de los judíos, a ungir el cuerpo de Jesús, para embalsamarle y preservarle de la humedad, porque los aromas tienen propiedades desecativas, y conservan incorrupto el cuerpo absorbiendo sus humores.
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 21
Por lo que a nosotros toca, cuando buscamos al Señor llenos del olor de las virtudes con las buenas obras, vamos también con aromas a su sepulcro."Y partiendo muy de madrugada el domingo", etc.
San Agustín, De consensu Evangelistarum 3, 24
San Lucas (24, 1) dice que estas mujeres fueron muy de mañana, y San Juan (20, 1) que fueron al amanecer, cuando todavía estaba oscuro. Con ambas versiones se ajusta la de San Marcos, que dice fue muy de mañana, salido ya el sol, esto es, cuando empieza a clarear el cielo por oriente, que es cuando se aproxima la salida del sol, porque es su luz la que produce lo que llamamos aurora. Así es que no es otro el sentido de las palabras ( Jn 20, 1) cuando estaba aún oscuro, porque, al salir el sol, hay todavía un resto de tinieblas, que disminuye gradualmene a medida que avanza el sol, y porque el muy de mañana, salido ya el sol, de San Marcos, no quiere decir que se viera ya el sol sobre el horizonte, sino que estaba cerca de él, y empezaba por tanto su luz naciente a iluminar el cielo.
Pseudo - Jerónimo
San Marcos llama muy de mañana al momento que otro Evangelista ( Lc 24, 1) llama amanecer. El amanecer es el instante que media entre las tinieblas de la noche y la claridad del día, en cuyo instante vino la salvación del género humano, y se anunció su dichosa proximidad en la Iglesia. Así como el sol hace preceder su luz naciente de una rosada aurora, así el Señor prepara nuestros ojos para que puedan ver la gracia de su notable esplendor, cuando brille la luz de su resurrección. La Iglesia toda, a semejanza de aquellas mujeres, cantará entonces las alabanzas de Cristo, cuando la primicia de su resurrección anime al género humano, le dé vida, y le ilumine con la luz de la fe.
Beda, in Marcum 4, 45
Así como estas mujeres, que van al amanecer al sepulcro, según la historia, muestran una ferviente caridad; así en sentido místico, nos dan un ejemplo para que, iluminada la faz y despejadas las tinieblas de los vicios, veamos el modo de ofrecer al Señor el aroma de las buenas obras y la suavidad de las oraciones.
Teofilacto
Dice el primer día de los sábados, o de la semana, porque a toda la semana se le llamaba sábado, y al primer día se le llamaba el primer día del sábado.
Beda, in Marcum 4, 45
O bien, el primer día de los sábados era el primero contando desde el descanso, que se observaba el sábado."Y se decían una a otra: ¿Quién nos quitará la piedra?", etc.
Severiano
Se han cerrado vuestros corazones y vuestros ojos, y no podéis ver la gloria del sepulcro abierto. "Mas echando la vista, repararon que la piedra estaba apartada".
Beda, in Marcum 4, 45
San Mateo refiere minuciosamente cómo fue separada la piedra por el Angel. En sentido místico, la separación de la piedra significa la aclaración de los misterios de Cristo, que se mantenían velados por la letra de la ley, y la ley estaba escrita en la piedra. "La cual realmente era muy grande".
Severiano
Y más grande por su mérito que por su volumen, puesto que fue suficiente para encerrar y ocultar el cuerpo del Creador del mundo.
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 21
Las mujeres que fueron con los aromas ven a los ángeles, porque aquellos que en santos deseos van con sus virtudes al Señor, son los que ven a los seres de arriba. "Y entrando en el sepulcro, se hallaron con un joven sentado", etc.
Teofilacto
No es de admirar que San Mateo diga que el ángel estaba sentado sobre la piedra, mientras que San Marcos dice que las mujeres que entraron en el sepulcro vieron sentado allí al joven, porque vieron sentado antes en la piedra al mismo que vieron también después dentro del sepulcro.
San Agustín, De consensu evangelistarum 3, 24
Podemos entender que San Mateo guardó silencio sobre el ángel que vieron una vez que entraron, y San Marcos sobre el que vieron fuera sentado en la piedra.Vieron, por tanto, a los dos, y oyeron a uno y otro separadamente lo que dijeron de Jesús. También podemos suponer que las mujeres entraron en un recinto del sepulcro cercado entonces de tapias, que estaba delante de la peña en que fue abierto el sepulcro; de modo que vieron sentado en aquel espacio a la derecha al ángel que, según San Mateo, se hallaba sentado en la piedra.
Teofilacto
Algunos suponen que las mujeres de las que habla San Mateo, no eran las mismas que cita San Marcos; pero, sea como fuere, siempre entre ellas aparece María Magdalena, llena de ardiente afecto y de ferviente diligencia.
Severiano
Entraron, pues, las mujeres en el sepulcro, a fin de resucitar con Cristo, sepultándose antes con El. Y es un joven al que ven, porque consideran la edad de nuestra resurrección, no admitiendo edad el estado del que resucita. Donde el hombre no debe nacer ni morir no admite cambio la edad, ni necesita incremento. Por tanto, pues, vieron aquellas mujeres, no a un viejo ni a un niño, sino a un joven, que es la edad en flor.
Beda, in Marcum 4, 45
Vieron sentado al joven a la derecha, esto es, a la parte sur del sepulcro; pues yaciendo boca arriba el cuerpo, tenía la cabeza a occidente, y por consecuencia, su derecha al sur.
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 21
¿Qué significa la izquierda, sino la vida presente; qué la derecha, sino la vida eterna? Y como el Redentor había pasado ya de esta vida corruptible, el ángel, que había venido a anunciar su vida eterna, se sentaba con razón a la derecha.
Severiano
Ven al joven sentado a la derecha, porque en la resurrección no hay nada de la izquierda, y estaba cubierto con túnica blanca, que no era un tejido de vellón de lana, sino toda de fuerza vital, de esplendente de luz celestial, no de color terreno. Por lo que dice el Profeta: "Cubierto estás de luz como de un ropaje" ( Sal 103, 2); y hablando de los justos: "Entonces los justos resplandecerán como el sol" ( Mt 13, 43).
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 21
O apareció cubierto de una túnica blanca, porque nos anunciaba las alegrías de nuestra festividad, y porque la blancura de su vestido anunciaba el esplendor de nuestra solemnidad.
Pseudo - Jerónimo
Este vestido blanco es también la verdadera alegría, una vez expulsado el enemigo y conquistado el reino, y buscado y encontrado el rey de la paz para no volver a perderle. Este joven, pues, manifiesta la forma de la resurrección a los que temen la muerte, y si quedaron pasmadas, fue porque no vio el ojo, ni oyó el oído, ni subió al corazón del hombre lo que tiene Dios preparado a los que le aman ( Is 64, 4; 1Cor 2, 9)."Pero él les dijo", etc.
San Gregorio, homiliae in Evangelia, 21
Como si dijera: Que teman los que no aman la venida de los habitantes del cielo, y tiemblen los que, presos en las redes de sus carnales deseos, desesperan de poder llegar a su compañía. Pero en cuanto a vosotras ¿por qué ha de haceros temblar la vista de vuestros conciudadanos?
Pseudo - Jerónimo
No hay temor en la caridad ( Jn 1, 4) ¿Por qué habían de pasmarse las que encontraban lo que buscaban?
San Gregorio, homiliae in Evangelia, 21
Pero oigamos al ángel: Vosotras venís a buscar a Jesús Nazareno. Jesús significa saludable, esto es, Salvador. Pero como muchos podían llamarse Jesús, no sustancial, sino nominalmente, le junta el nombre patronímico nazareno, para indicar de qué Jesús se trata. Añade la razón de que le busquen diciendo que fue crucificado.
Teofilacto
No nos avergoncemos, pues, de la cruz; que en ella está la salvación del hombre y el principio de la bienaventuranza.
Pseudo - Jerónimo
Ha desaparecido, pues, la raíz amarga de la cruz: la flor de la vida brotó con el fruto, es decir, el que yacía en la muerte se ha levantado glorioso. "Ya resucitó; no está aquí".
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 21
No está aquí, dice, en cuanto a su presencia corporal, porque en cuanto a su majestad divina nunca falta en ninguna parte.
Teofilacto
Es como si dijera: ¿Queréis cercioraros de su resurrección? "Mirad, dice, el lugar donde le pusieron". Y para mostrar que estaba vacío el sepulcro había dado vuelta a la piedra.
Pseudo - Jerónimo
Se manifiesta la inmortalidad a los mortales para que rindan la debida acción de gracias y para que conozcamos lo que hemos sido y sepamos lo que hemos de ser."Pero id, y decid a sus discípulos", etc. Es a las mujeres a las que dice que se lo anuncien a los Apóstoles, porque por la mujer fue por quien se anunció la muerte, y la mujer debe anunciar la vida. "Y especialmente a Pedro", añade, porque por haber negado tres veces a su Maestro se juzgaba el más indigno de ser Apóstol, pero no dañan los pecados pasados cuando no agradan.
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 21
Si no le hubiera nombrado especialmente el ángel, no se hubiese atrevido a volver entre sus discípulos por haber negado a su Maestro, y nombrándole así, le libra de la desesperación en que había de caer por su negación.
San Agustín, de consensu evangelistarum, 3, 25
Las palabras "que El irá delante de vosotros a Galilea", dan a entender que no había de presentarse Jesús a sus discípulos después de la resurrección, sino en Galilea. San Marcos no hace mención de esta aparición. Primero dice que muy de madrugada el primer día del sábado se apareció a María Magdalena, y después a otros dos discípulos que iban al campo, lo que sucedió en Jerusalén el mismo día de la resurrección. Después refiere la última aparición, que sabemos tuvo lugar en el monte de los Olivos, no lejos de Jerusalén. San Marcos, pues, no habla nunca de la realización de la promesa que refiere del ángel. Por el contrario, San Mateo no refiere ninguna otra aparición del Señor a sus discípulos después de la resurrección, sino la ocurrida en Galilea, según la predicción del ángel. Pero como no dijo cuándo había de ocurrir, ni expresa tampoco San Mateo el día ni el orden de los hechos cuando dice que los discípulos fueron a un monte en Galilea, lejos de perjudicar su relato al de los otros Evangelistas, da lugar a que sean entendidos y aprobados. Pero todo fiel debe indagar el misterio que se encierra en la seguridad que da el Señor de que no se presentará a sus discípulos en ninguna parte antes que en Galilea, en donde le vieron luego.
San Gregorio, homiliae in Evangelia, 21
La palabra Galilea significa migración: y verdaderamente que nuestro Redentor pasó de la pasión a la resurrección, de la muerte a la vida. Nosotros llenos de júbilo contemplaremos después la gloria de su resurrección, si pasamos ahora de los vicios a la altura de las virtudes. El que se anuncia, pues, en el sepulcro, se manifiesta en la transformación, porque es en la transformación de la mente en donde se reconoce al que se ha reconocido en la mortificación de la carne.
Pseudo Jerónimo
Palabra insignificante por sus sílabas, pero muy importante por la promesa que anuncia: allí está el manantial de nuestra alegría y el origen de la salvación eterna; allí se congregarán los dispersos y sanarán los de corazón contrito ( Sal 146). Allí le veréis, dice el ángel, pero no como le visteis.
San Agustín, de consensu evangelistarum, 3, 24
Se significa también que la gracia de Cristo había de pasar del pueblo de Israel a los gentiles, los cuales no hubieran podido de ningún modo recibir la predicación de los Apóstoles, si antes el Señor no les hubiese abierto camino preparando los corazones. "Que El irá delante de vosotros a Galilea, donde le veréis", esto es, donde encontraréis sus miembros."Ellas, saliendo del sepulcro, echaron a huir como sobrecogidas que estaban de temor y espanto".
Teofilacto
Esto es, el estupor que les causaba la vista del ángel y la resurrección.
Severiano
El ángel está sentado en el sepulcro, del cual huyen las mujeres. El confía en su sustancia celestial, y ellas temen por su condición terrena: pues no sabe temer al sepulcro quien no puede morir. Pero estas mujeres tiemblan por lo que ven, y como mortales, sienten el frío de la muerte al aspecto de esta tumba.
Pseudo Jerónimo
Se refiere esto también a la vida futura, de la que huirán el dolor y el gemido. Huyendo de la muerte y del pavor, nos ofrecen las mujeres, antes de la resurrección, una idea de lo que hacen después de ella."Y a nadie dijeron nada: tal era su pasmo".
Teofilacto
Sea a causa de los judíos, sea por el temor que les produjo aquella visión, no decían nada de lo que habían oído.
San Agustín. de consensu evangelistarum, 3, 24
Acaso se pregunte cómo dice esto San Marcos, siendo así que dice San Mateo "que salieron del sepulcro con temor y grande alegría para anunciarlo a los discípulos" ( Mt 28, 8). Tal vez, sin embargo, consiste en que no se atrevieron ellas a decir a nadie lo que habían oído a los ángeles, ni aún a los guardias que estaban echados allí. Porque la alegría que dice San Mateo, no se opone al temor del que habla San Marcos, y deberíamos entender que ambos sentimientos dominaron en el ánimo de las mujeres, aunque no hablara San Mateo del temor. Mas como dice él mismo que salieron del sepulcro con temor y grande alegría, no hay lugar a cuestionar este asunto.
Severiano
Es significativo también que las mujeres no dijeran nada a nadie, puesto que las mujeres deben oír y no hablar, aprender y no enseñar.