Catena Áurea

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"Yo sé que sois hijos de Abraham: mas me queréis matar, porque mi palabra no cabe en vosotros. Yo digo lo que vi en mi Padre: y vosotros hacéis lo que habéis visto en vuestro padre". Respondieron y le dijeron: "Nuestro padre es Abraham". Jesús les dijo: "Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham: mas ahora me queréis matar, siendo hombre, que os he dicho la verdad que oí de Dios: Abraham no hizo esto. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre". (vv. 37-41)


San Agustín, in Joannem, tract. 42
Los judíos se habían llamado libres, porque descendían de Abraham, y el Evangelista refiere lo que el Señor les contestó acerca de ello: "Yo sé que sois hijos de Abraham", como diciéndoles: "veo que sois hijos de Abraham, pero sólo en cuanto a la descendencia carnal, y no en cuanto a la fe del corazón, " por cuya razón añade: "mas me queréis matar".

Crisóstomo, in Ioannem, hom.53
Añadió esto para que no pudieran decir no tenemos pecado. Por lo que, dejando de reprender la vida que llevaban, únicamente se ocupó de lo más próximo y de lo que aún se proponían hacer, por esto los excluye poco a poco de aquel linaje, enseñando con esto a ser humildes. Porque así como la libertad y la esclavitud se obtienen por medio de las acciones, así el parentesco. Y para que no dijesen: "hacemos esto con justicia, " añadió la causa que los movía, diciendo: "Porque mi palabra no cabe en vosotros".

San Agustín, ut sup
Esto es, no arraiga en vuestra alma, porque no la recibe vuestro corazón. Porque la palabra de Dios es para los fieles lo que el anzuelo es para el pez, coge cuando el pez es cogido, pero no hace daño alguno a los que son cogidos, porque no lo son para su perdición, sino para su salvación.

Crisóstomo, ut sup
Y no dijo: "no comprendéis mis palabras", sino: "Porque mi palabra no cabe en vosotros", manifestando en ello lo elevado de sus enseñanzas. Pero podían decir: "¿pero tú hablas por ti mismo?" Y para evitarlo, añadió: "Yo digo lo que vi en mi Padre", porque no sólo tengo su misma esencia, sino que poseo la misma verdad que el Padre.

San Agustín, ut sup
El Señor quería dar a conocer que su Padre era Dios; como diciendo: "He visto la verdad y hablo la verdad porque soy la verdad". Si, pues, el Señor dice la verdad que ha visto en el Padre, se vio a sí mismo y se predicó a sí mismo, porque El es la verdad del Padre.

Orígenes, in Ioannem, tom. 20
Esta autoridad manifiesta que el Salvador veía todo lo que afectaba al Padre, mientras que los hombres a quienes lo revelaba no lo veían por sí mismos.

Teofilacto
En verdad que oyes a Dios cuando dice: "Digo lo que he visto", pero no creas que se trata de ver corporalmente, sino comprende en esto un conocimiento natural, verdadero y perfecto. Así como los ojos que ven, ven al objeto por entero y verdaderamente, sin engañarse, así yo digo con veracidad lo que vi en mi Padre.

Prosigue: "Y vosotros hacéis lo que visteis en vuestro Padre".

Orígenes, ut sup
Todavía no nombra al padre de ellos; poco más arriba mencionó a Abraham, pero va a decir que otro es el padre de ellos (a saber, el diablo), de quien eran hijos, no por ser hombres, sino por ser malos. Pues el Señor les reprende el mal que hacen.

Crisóstomo, ut sup
Otra versión dice: "Y vosotros, haced lo que visteis en vuestro padre". Como diciendo: "Así como yo muestro al Padre con palabras y la verdad, mostrad también vosotros a Abraham con vuestras acciones".

Orígenes, ut sup
Esto tiene también otra interpretación: "Vosotros también debéis hacer lo que sabéis por vuestro Padre". Pues habían escuchado del Padre lo que está escrito en la Ley y en los Profetas. Y el que habló de este modo contra aquellos que tenían una opinión diferente, demuestra que el que había dictado la Ley y enviado a los profetas era el mismo Dios, Padre de Jesucristo. Preguntemos entonces a aquellos que postulan dos naturalezas, una del Padre y otra del Hijo, que dicen que han oído cosas diferentes del Padre y que esto es imposible. Si estas naturalezas bienaventuradas eran del Salvador, ¿por qué querían matarlo, y cómo no entendían sus palabras?

Mas los judíos tomaron muy a mal el que dijera el Salvador quién había sido el padre de ellos, porque decían que aquél que es padre de muchas gentes, habría de ser su padre; por esto sigue el Evangelista: "Respondieron y le dijeron: nuestro padre es Abraham".

San Agustín, ut sup
Como diciéndole: "¿qué te atreverás tú a decir contra Abraham?" Parece que le provocaban para que dijese algo malo acerca de Abraham, y así les ofrecería ocasión de hacer lo que se proponían.

Orígenes, ut sup
Pero también el Salvador destruyó esto mismo, porque les daba a entender que aun esto lo decían con mal fin; por esto sigue: "Jesús les dijo: si sois hijos de Abraham, haced", etc.

San Agustín, ut sup
Y sin embargo, les había dicho antes: "Yo sé que sois hijos de Abraham"; por eso ahora no negó que descendieran de él, pero critica su modo de obrar. Su descendencia material, efectivamente venía de él, pero no estaba conforme su vida con la de Abraham.

Orígenes, ut sup
También puede decirse lo que dice en el texto griego: "sé que sois de la descendencia de Abraham". Mas para que esto se vea, veamos en primer lugar la diferencia que hay entre la descendencia corporal y el modo de obrar del hijo. Bien sabido es que la descendencia lleva consigo las disposiciones de aquél de quien se procede, cuyas propiedades aún continúan y se sostienen; y el hijo, aun después de engendrado por la unión del hombre y la mujer, aun después de alimentarse con sustancias extrañas, conserva el parecido de quien lo engendró. Y en cuanto al cuerpo, el padre subsiste en el hijo por la generación; mas si el hijo no lleva en sí algo de la naturaleza del padre, no puede decirse en absoluto que es hijo suyo. Y como los hijos de Abraham se conocen por sus obras, debe procurarse que no se crea que proceden de otros principios infundidos en algunas almas, en cuyo caso debamos comprender que son de la descendencia de Abraham. Por eso, no hay que imaginarse que todos los hombres descienden de Abraham, porque no todos los hombres tienen un mismo modo de pensar fijo en sus almas. Conviene, pues, que aquél que desciende de Abraham se haga asimismo hijo suyo por la semejanza, y es posible que destruya por su negligencia o desidia lo que hay en él de su primogenitor. Mas aquéllos a quienes el Salvador dirigía la palabra, vivían aún con la esperanza, por lo que Jesús sabía que aquéllos que aún eran hijos de Abraham, según la carne, no habían perdido la esperanza de poder hacerse verdaderos hijos de Abraham. Y así les dice el Salvador: "Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham", porque si además de ser hijos de Abraham hubieran podido añadir su gran fe, hubieran abrazado la doctrina del Salvador. Pero como no eran hijos de Abraham en este sentido, no entendieron las doctrinas, sino que quisieron matar al Verbo, y ver cómo destrozarle, porque no comprendían su grandeza. Si alguno de vosotros desciende de Abraham y aun no comprende al Verbo de Dios, no se proponga matarle, sino transfórmese en lo que debe ser un hijo de Abraham, y entonces comprenderá al Hijo de Dios. Algunos eligen una obra de las muchas de Abraham, como aquello (Gn 15, 6): "Creyó Abraham en Dios, y se le consideró como digno de premio". Y para que puedan entender que la fe son obras, no se les dice en singular: "haced la obra de Abraham", sino en plural. Y yo creo que esto se les dijo en equivalencia de lo que es en realidad: "haced todas las obras de Abraham, " para que según la historia de Abraham, tomada en sentido alegórico, imitemos sus obras en sentido espiritual. Pues en efecto no es lícito que el que quiera ser hijo de Abraham se case con esclavas, ni que después de la muerte de su mujer se case con otra siendo ya viejo.

Prosigue el Señor: "Mas ahora me queréis matar, etc.".

Crisóstomo, ut sup
Esto es porque era verdad que Jesús era igual al Padre. Por esto querían los judíos matarle. Y para demostrar que el decir esto no era contrario al Padre, añadió: "la verdad que oí de Dios".

Alcuino
Porque Aquél que es la verdad ha sido engendrado por el Padre, y oír le no es otra cosa que proceder del Padre.

Orígenes, ut sup
Dijo el Salvador: "Me queréis matar siendo hombre", como dando a entender: no digo Hijo de Dios, ni digo el Verbo, porque el Verbo no puede morir. Digo: aquello que veis, porque esto que veis es lo que podéis matar, y a quien no veis sólo podeis ofender".

Prosigue el Salvador: "Abraham no hizo esto".

Alcuino
Como diciendo: "probáis que no sois hijos de Abraham, porque hacéis cosas contrarias a las que hizo Abraham".

Orígenes, ut sup
Alguno puede decir que todo esto se dice sin necesidad, porque Abraham no hizo lo que en su tiempo no podía hacerse, puesto que Jesucristo no nació en su época. Pero debe contestarse que en tiempo de Abraham había nacido un hombre que predicaba la verdad que había oído de boca del Señor, y sin embargo no fue buscado por Abraham para matarle. Y sépase que la venida espiritual de Jesús no faltó a sus santos en ninguna época. Y por esto comprendo que todo hombre que, después de su regeneración y de las demás gracias que le ha concedido Dios, peca, vuelve a crucificar al Hijo de Dios, por el reato de culpa en que ha reincidido. Y esto no lo hizo Abraham.

Prosigue el Salvador: "Vosotros hacéis las obras de vuestro Padre".

San Agustín, ut sup
Pero aún no dice quién es el padre de ellos.

Crisóstomo, ut sup
Mas el Señor les dice esto, queriendo quitarles la vanagloria de la descendencia y convencerlos de que ya no pongan la esperanza de su salvación en la descendencia natural, sino sólo en la descendencia que obtendrán por la adopción. Y esto era precisamente lo que les impedía venir a Jesucristo, porque creían que con sólo descender de Abraham ya tenían segura su salvación.


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