Catena Áurea
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← Jn 11, 54-56 →
Por lo cual no se mostraba ya Jesús en público entre los judíos, sino que se retiró a un territorio cerca del desierto, a una ciudad llamada Efraím; y allí moraba con sus discípulos. Y estaba ya cerca la Pascua de los judíos; y muchos de aquella tierra subieron a Jerusalén antes de la Pascua, para purificarse. Y buscaban a Jesús, y se decían unos a otros estando en el templo: "¿Qué os parece de que no haya venido a la fiesta?" Y los príncipes de los sacerdotes y los fariseos habían dado mandamiento, que si alguno sabía en dónde estaba, lo manifestara para prenderle. (vv. 54-56)
Orígenes In Ioannem tom., 28.
Después que los escribas y fariseos se juntaron para condenar a muerte a Jesús, El, teniendo más cautela, no conversaba ya con los judíos con tanta confianza. Y se retiró, no a una ciudad popular, sino a una que estaba lejos y apartada. "Por lo cual no se mostraba ya Jesús en público entre los judíos", etc.
San Agustín In Ioannem tract., 49.
No por defecto de su poder (el que, si hubiera querido, le habría permitido hablar en público con los judíos y no le habrían hecho nada); mas El dejó este ejemplo a sus discípulos, para enseñarles que no hay pecado en que sus fieles se aparten de las miradas de los perseguidores y, ocultándose, prefieran evitar el furor de los malvados, que sería más terrible manifestándose en público.
Orígenes ut supra.
Porque no es digno de censura para el que confiesa a Jesucristo el no evitar confusión en el momento del combate, y no rehusar la muerte por defender la verdad. Es asimismo prudente no dar ocasión exponiéndose a una prueba tan grande, no solamente por la incertidumbre del éxito de parte nuestra, sino también para no dar ocasión a los otros para que hagan mayor su impiedad y su perversidad. Porque si el que da ocasión de pecado, no se librará del castigo merecido, ¿qué castigo no merecerá aquel que no evita el pecado del perseguidor? El Señor no se fue solo. Antes bien, para no dar ocasión alguna a los que lo perseguían, llevó consigo a sus discípulos. "Y allí moraba con sus discípulos".
Crisóstomo In Ioannem hom., 64.
¿Qué impresión piensas que debió ser la de los discípulos, viéndolo humanamente salvado, es decir, viéndolo buscar como hombre un asilo que lo oculte y lo ponga a salvo de las manos de sus perseguidores? Mientras que todos se regocijan y celebran fiesta, ellos se ocultan y corren graves peligros; sin embargo, permanecen con El, conforme a aquellas palabras ( Lc 22, 28): "Vosotros sois los que permanecisteis conmigo en mis tentaciones".
Orígenes ut supra.
Místicamente hablando, debemos decir que Jesús andaba confiadamente en medio de los judíos, cuando el Verbo divino estaba entre ellos por la profecía. Mas apenas marchó de allí y el Verbo de Dios no estuvo más con los judíos "se retiró a un territorio cerca del desierto" ( Is 54, 1). Los hijos de la mujer desierta, esto es, abandonada, son más numerosos que los de la desposada. Esta ciudad se llama Ephrem, que quiere decir fertilidad 1. Effraim fue hermano de Manasés, del antiguo pueblo entregado al olvido. Después que este pueblo fue relegado al olvido y abandonado, fue cuando surgió la abundancia de en medio de los gentiles. El Señor, abandonando a los judíos, vino a esta tierra del universo, a la Iglesia casi desierta, y cuyo nombre significa ciudad fecunda, y en ella permanece hasta ahora con sus discípulos.
San Agustín In Ioannem tract., 50.
Aquel que había bajado del cielo para sufrir, quiso acercarse al lugar de su pasión porque la hora de su muerte estaba cercana. Por eso el evangelista añade: "Y estaba ya cerca la Pascua", etc. Los judíos celebraban la Pascua en las tinieblas, nosotros en la luz. Con la sangre de su cordero se señalaron los umbrales de las casas de los judíos; nuestras frentes se señalan con la sangre de Cristo. Los judíos quisieron ensangrentar esta fiesta con la sangre del Salvador. En este mismo día de fiesta fue sacrificado el Cordero que consagró el mismo día con su propia sangre. La ley de los judíos mandaba que en el día de fiesta en que se celebraba la Pascua se reunieran de todas partes y se santificaran con la celebración de aquel día: "Y muchos de aquella tierra subieron a Jerusalén antes de la Pascua para purificarse".
Teofilacto.
Vinieron a Jerusalén antes de la Pascua para purificarse, porque todos aquellos que habían pecado, ya voluntariamente, ya contra su voluntad 2, no celebraban la Pascua sin expiar antes, según costumbre, por medio de abluciones, ayunos, cortarse el cabello, y además haciendo algunas ofrendas determinadas a este fin. En el tiempo, pues, en que éstos celebraban la expiación, fue cuando tendían asechanzas al Señor: "Y buscaban a Jesús, y se decían unos a otros estando en el templo: ¿qué os parece de que no haya venido a la fiesta?"
Crisóstomo ut supra.
Le ponían asechanzas y celebraban el día de la fiesta y el de la inmolación.
Orígenes ut supra.
Y por eso no dijo la Pascua del Señor, sino de los judíos, porque en ella el Salvador sufría asechanzas.
Alcuino.
Ellos no buscaban al Señor por una causa justa, pero nosotros lo buscamos estando en el templo, consolándonos mutuamente, exhortándonos y pidiendo que venga a nuestro día de fiesta y nos santifique con su presencia.
Teofilacto.
Si estas cosas hubieran sido obra exclusivamente de las turbas, podría creerse que su pasión era resultado de la ignorancia. Pero los fariseos mismos dan la orden de que sea preso: "Y los príncipes de los sacerdotes y los fariseos habían dado mandamiento, que si alguno sabía en dónde estaba, lo manifestase para prenderle".
Orígenes ut supra.
Y notad que ellos ignoraban dónde está, porque se ha dicho que El se había retirado. Podrá decirse que los que tendían lazos a Jesús ignoraban dónde estaría y que dieron otros preceptos que los divinos, enseñando las ciencias y los mandatos de los hombres.
San Agustín ut supra.
Pero nosotros enseñamos a los judíos dónde está Jesús. ¡Ojalá quieran oírlo y apoderarse de El! Vengan a la Iglesia, oigan dónde está Cristo y aprehéndanlo.
Notas
1. La raíz del nombre parece ser el verbo hebreo que significa ser fructífero o fértil. El territorio que ocupó la tribu de Efraím era de los más fértiles de Palestina.
2. Por haber "pecado contra su voluntad" ha de entenderse haber incurrido involuntariamente en mancha ritual, y no haber pecado propiamente. El pecado incluye el carácter voluntario. La Bula Ex omnibus affictionibus (1567) de San Pío V, condenó el error de Bayo, que afirmaba que "lo voluntario no pertenece a la esencia y definición de pecado".