Catena Áurea
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← Jn 19, 17-18 →
Y tomaron a Jesús y le sacaron fuera. Y llevando la cruz a cuestas, salió para aquel lugar que se llama Calvario, y en hebreo Gólgota; y allí le crucificaron, y con El a otros dos, de una parte y otra, y a Jesús en medio. (vv. 17-18)
Glosa
Por orden del procurador, los soldados se apoderaron de Cristo para crucificarle. Sigue: "Cogieron, pues, a Jesús, y le sacaron fuera".
San Agustín, in Ioannem, tract., 116
Puede esto referirse a los alguaciles del procónsul; pues después se dice más claramente: "Después que los soldados le crucificaron". El Evangelista atribuye con razón a los judíos todo lo ocurrido, pues ellos fueron los que arrancaron a Pilato la condenación.
Crisóstomo, in Ioannem, hom. 84
Como para ellos era la cruz objeto de ignominia, no consentían ni aun el tocarla, y la cargaron sobre Jesús como reo. Y sigue: "Y llevando la cruz a cuestas", etc. Así sucedió con el que le prefiguró, porque Isaac cargó sobre sí la leña, pero entonces no se llegó más que hasta lo que quiso demostrar la voluntad del Padre; pero ahora tuvo cumplido efecto, pues era la realidad.
Teofilacto
Así como entonces fue Isaac libertado, y sacrificado el cordero, así en esta ocasión, quedando impasible la naturaleza divina, es sacrificada la humanidad representada por el cordero, como errante hijo de Adán. Pero, ¿cómo otro Evangelista dice que obligaron a Simón a llevar la cruz?
San Agustín, De cons. evang. 3, 10
Ambas cosas son verdad: en primer lugar, sucedió lo que dice San Juan, y en segundo lugar, lo que dicen los otros tres evangelistas. De lo que se deduce que el mismo Jesús llevaba la cruz al salir para el lugar citado.
San Agustín, in Ioannem, tract., 117
¡Gran espectáculo y a los ojos de la impiedad gran escarnio! Pero a los de la piedad grande misterio. Ríe la impiedad, viendo al rey llevar por cetro la cruz de su suplicio; ve la piedad al rey llevando a cuestas la cruz en que ha de ser clavado; cruz que había de fijarse hasta en la frente de los reyes; cruz objeto de desprecio para los impíos, y en la que habían de gloriarse los corazones de los Santos. Llevándola sobre sus hombros, la sublimaba como antorcha que ardía sobre el candelabro, y no había de ocultarse bajo el celemín.
Crisóstomo, ut supra
Como los vencedores, así llevaba sobre sus hombros la insignia de su triunfo.
Pretenden algunos que Adán murió y fue sepultado en el mismo lugar que llamaban Calvario, a fin de que, en el mismo sitio donde triunfó la muerte, levantara Jesús el trofeo de su victoria.
San Jerónimo, super Mat. cap. 27
Apreciable interpretación y agradable al oído del pueblo; pero no es verdadera. Fuera de la ciudad y de sus puertas, había lugares en donde se decapitaba a los reos, y tomaron el nombre de calvario del de decapitados 1. Adán fue sepultado junto a Ebrón, y según se lee en Jesús hijo de Nave, fue enterrado en Arbee 2.
Crisóstomo, ut supra
Le crucificaron con dos ladrones; y sigue: "Y con él otros dos, uno a cada lado y Jesús en medio". Con esto se cumplió la profecía: "Fue contado entre los malvados" ( Is 53, 12). Hacían servir a la verdad los mismos ultrajes que le inferían. El demonio quería cubrir de tinieblas lo que pasaba, pero no pudo, porque los milagros que ocurrieron entonces, a nadie pudieron atribuirse sino sólo a Jesús, y todos los artificios del diablo fueron inútiles para oscurecer la gloria de Jesús, pues la esclarecieron no poco. Porque convertir en la cruz al ladrón y llevarle al Paraíso, no fue menos que desgajar las rocas.
San Agustín, in Ioannem, tract., 31
Si bien lo consideras, fue la misma cruz un tribunal, en el que sentado el juez, fue absuelto el ladrón que creyó y condenado el que le injurió. Y esto significaba lo que sucederá con los vivos y los muertos: unos a la derecha y otros a la izquierda.
Notas
1. En griego, kranion, cráneo, que traduce el hebreo gólgota.
2. Sobre el sepulcro de Adán se conocen dos tradiciones. La tradición judía afirmaba que estaba enterrado en Quiryat-Arbá (antiguo nombre de Hebrón), al lado de los patriarcas. Otra tradición afirmaba que luego del diluvio Sem enterró la cabeza de Adán en el monte Calvario.