Catena Áurea

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Y dicho el himno de acción de gracias, salieron hacia el monte del Olivar. Y díjoles Jesús: "Todos os escandalizaréis por ocasión de mí esta noche, según está escrito: Heriré al pastor, y se descarriarán las ovejas. Pero en resucitando iré delante de vosotros a Galilea, en donde os reuniré otra vez". Pedro le dijo entonces: "Aun cuando fueres para todos los demás un objeto de escándalo, no lo serás para mí". Jesús le replicó: "En verdad te digo que tú, hoy mismo, en esta noche, antes de la segunda vez que cante el gallo, tres veces me has de negar". El, no obstante, se afirmaba más y más en lo dicho, añadiendo: "Aunque me sea forzoso el morir contigo, yo no te negaré". Y lo mismo decían todos los demás. (v. 26-31)


Teofilacto
Así como dieron gracias antes de beber, las dan igualmente después. "Y dicho el himno, salieron hacia el monte del Olivar". De este modo se nos enseña a dar gracias antes y después de comer.

Pseudo - Jerónimo
El himno es una alabanza del Señor: "Los pobres comerán, y quedarán saciados, y los que buscan al Señor le cantarán alabanzas. Y comieron y le adoraron todos los ricos de la tierra" ( Sal 22, 27-28).

Teofilacto
Manifiesta aquí también que le era dulce morir por nosotros, puesto que cuando iba a ser entregado da una acción de gracias a Dios. Nos enseña igualmente a no entristecernos cuando nos encontremos en la angustia por la salud de los demás, debiendo en este caso dar gracias a Dios, que en la tribulación obra la salud de muchos.

Beda, in Marcum 4, 43
Podemos ver también en este himno con que dio gracias el Señor a su Padre, según San Juan, el mismo con que rogaba, levantando los ojos al cielo, por sí mismo, por sus discípulos y por todos los que habían de creer en su nombre ( Jn 7).

Teofilacto
Salió hacia el monte, a fin de que encontrándole solo le prendiesen sin tumulto. Porque, si le hubiesen prendido en la ciudad, se hubiera alborotado quizás el pueblo y entonces sus enemigos hubieran encontrado pretexto en este alboroto para matarle en justicia por amotinar al pueblo.

Beda, in Marcum 4, 43
Conduciendo el Señor al monte de los Olivos a sus discípulos después que participaron de los sacramentos, nos enseña con un ejemplo sublime a elevarnos, después de recibir los sacramentos, a las más altas virtudes y dones del Espíritu Santo, con los que quedarán ungidos nuestros corazones.

Pseudo - Jerónimo
Sube Jesús al cielo desde el monte de los Olivos, para que sepamos que subimos al cielo desde donde oramos y vigilamos, no resistiéndonos a las pruebas de este mundo.

Beda, in Marcum 4, 43
Predice el Señor a sus discípulos que habían de sufrir, para que cuando llegue ese momento no desesperen de su salvación, librándose con la penitencia. "Díjoles aun Jesús: Todos os escandalizaréis por ocasión de mí esta noche".

Pseudo - Jerónimo
Todos caen verdaderamente, pero no todos para no levantarse. "Mas por ventura el que duerme no ha de volver a levantarse" ( Sal 40, 9). Es propio de la carne el caer pero es del diablo el caer para siempre.

Teofilacto
Dios permite que caigan, para que no confíen en sí mismos. Para que no se crea que hace esta predicción sobre una simple apariencia, aduce el testimonio del Profeta Zacarías, que dice: "Heriré al pastor, y se descarriarán las ovejas del rebaño".

Beda, in Marcum 4, 43
Esto mismo con otras palabras se halla escrito en el Profeta Zacarías, que dice al Señor: "Hiere al Pastor, y se descarriarán las ovejas" (Za 13, 7).

Pseudo - Jerónimo
El Profeta pide aquí la pasión del Señor, y el Padre responde al ruego de sus hijos: Heriré al Pastor. El Hijo es enviado por el Padre, y es herido, es decir, es encarnado, y padece.

Teofilacto
Dice el Padre: Heriré al Pastor, porque permite que le hieran, y llama a sus discípulos ovejas a causa de su inocencia y de su falta de malicia. Al final los consuela diciendo: "Pero en resucitando iré delante de vosotros a Galilea".

Pseudo - Jerónimo
De este modo promete la verdadera resurrección: para que no se extinga la esperanza. "Pedro le dijo entonces: Aun cuando fueres para todos los demás un objeto de escándalo, no lo serás para mí". He aquí un ave sin alas que pretende volar por las alturas. Pero el cuerpo entorpece al espíritu, y el temor humano de la muerte pesa más que el temor de Dios.

Beda, in Marcum 4, 43
Y Pedro prometía en el ardor de su fe y el Salvador, como Dios, conocía el porvenir. "Jesús le replicó: En verdad te digo", etc.

San Agustín, De consensu Evangelistarum 3, 2
Aunque todos los Evangelistas dicen que el Señor predijo a San Pedro que le negaría antes que cantara el gallo, San Marcos lo refiere con más extensión, de aquí que algunos, que no meditan bastante, encuentran que no está conforme con los otros. La negación de Pedro fue repetida tres veces, y si hubiera ocurrido toda ella después del primer canto del gallo, parecería falso lo dicho por los otros tres Evangelistas, a saber, que antes que cantase el gallo le negaría tres veces. Además, si hubiera terminado esta triple negación antes de empezar a cantar el gallo ¿cómo ha podido San Marcos hacer decir al Señor: "Antes que el gallo cante dos veces, tú me negarás tres?" Pero como esta triple negación empezó antes del primer canto del gallo, tuvieron en cuenta los otros tres Evangelistas, no cuándo había de completarla Pedro, sino cuándo había de ocurrir y de empezar, esto es, antes de cantar el gallo; si bien en el ánimo de Pedro existió antes del primer canto del gallo. San Marcos, por el contrario, cita con toda claridad los intervalos que mediaron entre estas tres negaciones.

Teofilacto
Esto debe entenderse de este modo: Pedro negó una vez, y después cantó el gallo, y antes que volviera a cantar negó otras dos veces.

Pseudo - Jerónimo
Este gallo, nuncio de la luz, ¿quién es sino el Espíritu Santo, el cual por la voz de los Profetas y de los Apóstoles, nos excita a llorar amargamente nuestra triple caída en pensar mal de Dios, en hablar mal del prójimo y en hacernos mal a nosotros mismos?

Beda, in Marcum 4, 43
Pero la fe del Apóstol San Pedro y su ardiente amor al Señor se manifiestan en estas palabras: "El no obstante se afirmaba más y más en lo dicho, añadiendo: Aunque me sea forzoso el morir contigo, yo no te negaré".

Teofilacto
Los demás discípulos manifestaron también un fervor intrépido, como declaran estas palabras: "Y lo mismo decían todos los demás". Pero, no obstante, resistían a la verdad que les había predicho Cristo.


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