Catena Áurea

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Y decía también al que le había convidado: "Cuando das una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que te vuelvan ellos a convidar y te lo paguen. Mas cuando haces convite, llama a los pobres, lisiados, cojos y ciegos: y serás bienaventurado, porque no tienen con qué corresponderte; mas se te galardonará en la resurrección de los justos". (vv. 12-14)


Teofilacto
El convite se compone de dos clases de personas, esto es, de los que convidan y de los convidados. A los convidados ya les había aconsejado que fuesen humildes. Ahora premia al que convida, aconsejándole que no lo haga por agradar a los hombres. Por esto añade: "Y decía también al que le había convidado: Cuando das una comida o una cena no llames a tus amigos", etc.

Crisóstomo, homil.14 in epist. ad Colos
Hay muchas razones por las que se forman los vínculos de la amistad. Pasando en silencio las ilícitas, hablaremos sólo de las naturales y las morales. Las naturales son la de un padre con su hijo, la de un hermano con su hermano y otras semejantes, lo cual significa cuando dice: "ni a tus hermanos ni a tus parientes". Y morales son las de los que se encuentran en un convite o son vecinos y respecto de éstas dice: "ni a tus vecinos".

Beda
No prohíbe como un delito que se convide a los hermanos, a los amigos y a los ricos, pero manifiesta que, como los otros comercios de la necesidad humana, de nada nos aprovecha para obtener la salvación. Por esto añade: "No sea que te vuelvan ellos a convidar y te lo paguen". No dice que se pecará. Y esto se parece a lo que dice en otro lugar ( Lc 6, 36): "¿Y si hacéis beneficios a los que os los hacen, en qué consistirán vuestros méritos?" Hay también ciertos convites de hermanos y de vecinos, que no sólo no producen beneficio en la presente vida, sino que exponen a la condenación en la otra. Aquellos, por ejemplo, que se celebran contribuyendo todos a los gastos, o que paga cada cual con otro convite y en los cuales se conviene en hacer algo malo, excitándose muchas veces las pasiones por el exceso en la bebida.

Crisóstomo, hom. 1 in Ep. ad Col
Por tanto, no hagamos beneficios a otros en la confianza de que nos lo paguen, porque esta intención es fría y de aquí viene que tal amistad se desvanezca pronto. Pero si convidas al pobre, tendrás por deudor a Dios, que nunca olvida. Por esto sigue: "Mas cuando haces convite, llama a los pobres, lisiados, cojos y ciegos". Cuanto más pequeño es tu hermano, tanto más se aproxima Cristo y visita por él. Porque quien recibe a un grande lo hace muchas veces por vanagloria y por otros fines y se busca en muchas ocasiones la ventaja de ser promovido por él. Yo podría hacer mención de muchos que tratan a muy ilustres senadores para obtener por medio de ellos gracias extraordinarias y elevados puestos. No busquemos, pues, a los que pueden pagarnos los convites. Por esto sigue: "Y serás bienaventurado, porque no tienen con qué corresponderte". No nos turbemos, por tanto, cuando no recibamos el pago de nuestros beneficios, sino cuando lo recibamos; porque si lo recibimos aquí, nada recibiremos allí; pero si los hombres no nos pagan, Dios nos lo pagará. Por esto añade: "Mas se te galardonará en la resurrección de los justos", etc.

Beda
Y aun cuando todos resucitan, se llama, sin embargo, resurrección de los justos, porque no dudan que serán bienaventurados en esta resurrección. Por tanto, los que convidan a los pobres recibirán el premio en la otra vida, pero los que convidan a los amigos, a los hermanos y a los ricos ya reciben aquí su premio. Mas cuando se hace esto por Dios, a imitación de los hijos de Job, como los otros deberes del amor fraternal, el mismo que lo manda recompensa.

Crisóstomo, , ut sup
Pero dirás: el pobre está sucio y lleno de inmundicias, lávale y haz que se siente contigo a la mesa. Y si lleva vestidos sucios, dale un vestido limpio. Es Jesucristo quien viene por él y tú te ocupas de cosas frívolas.

San Gregorio Niceno, in Cat. graec. Patr
No menosprecies a los caídos como indignos de todo. Piensa lo que son y encontrarás su gran mérito. Son imagen del Salvador, herederos de los bienes celestiales, tienen las llaves del reino de la gloria, son acusadores y defensores idóneos, que no hablan, pero que son examinados por el juez.

Crisóstomo, ubi sup
Convendría también recibirlos en la terraza que hay arriba en vuestras casas; y si no os agrada, al menos recibid a Cristo en la parte baja de ella, en donde están los criados y los animales. Que el pobre se quede siquiera a la puerta. Donde se da limosna no se atreve a penetrar el diablo, y si no quieres que se sienten contigo, al menos mándales algo de tu mesa.

Orígenes, vel Geometer, in Cat. graec. Patr
En sentido espiritual, el que evita la vanagloria llama a los pobres a un convite espiritual (esto es, a los ignorantes) para enriquecerlos. A los débiles (o a los que tengan la conciencia dañada) para curarlos. A los cojos (o a los que se apartan de la recta razón) para que enderecen sus caminos. A los ciegos (esto es, a los que carecen de la contemplación de la verdad) para que vean la verdadera luz. Y respecto a lo que dice: "Porque no tienen con qué corresponderte", se entiende que no supieron qué responder.


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