Catena Áurea
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Cumplido asimismo el tiempo de la purificación de la Madre, según la ley de Moisés, llevaron al Niño a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que nazca el primero será consagrado al Señor: y para presentar la ofrenda de un par de tórtolas o dos palominos, como está también ordenado en la ley del Señor. (vv. 22-24)
San Cirilo
Después de la circuncisión se espera todavía el tiempo de la purificación, por lo que dice: "Cumplido asimismo el tiempo de la purificación de la Madre, según la ley", etc.
Beda
Si examinamos detenidamente las palabras de la ley, hallaremos ciertamente que la misma Madre de Dios, como no había concebido por obra de varón, no estaba obligada al precepto legal. Porque no era considerada como inmunda toda mujer que alumbrase, sino sólo aquélla que alumbrase por obra de varón, por lo cual se distinguía aquella que había concebido y dado a luz siendo virgen. Pero, para que nosotros nos viésemos libres del yugo de la ley, María, como Cristo, se sometió espontáneamente a ella.
Tito Bostrense
Por eso dice claramente el evangelista que se cumplió el tiempo de la purificación, según la ley. Y en verdad que no tenía necesidad la Santísima Virgen de esperar los días de su purificación, porque, habiendo concebido por obra del Espíritu Santo, se vio libre de toda mancha.
Prosigue: "Llevaron al Niño a Jerusalén, para presentarlo al Señor".
San Atanasio in serm. super Omnia mihi tradita sunt
Pero, ¿cuándo el Señor estuvo escondido de la mirada del Padre, de modo que no pudiera ser visto por El? ¿O qué lugar hay fuera de su imperio, en el que pueda estar separado de su Padre hasta que se le lleve a Jerusalén, y sea introducido en el templo? Pero todo esto ha debido ser escrito por causa nuestra, porque así como no ha sido hecho hombre, ni circuncidado en su carne, por causa de sí mismo, sino para hacernos dioses en virtud de su gracia, y para que nos circuncidemos espiritualmente, así fue presentado el Señor por nosotros, para que aprendamos también a presentarnos nosotros mismos.
Beda
Después de treinta y tres días de su circuncisión, es presentado al Señor, dando a entender de una manera mística que ninguno, si no está circuncidado de sus vicios, es digno de presentarse delante de Dios, y que todo el que no esté libre de los nexos del cuerpo mortal, no puede disfrutar perfectamente de los goces de la ciudad eterna.
Prosigue: "Como está escrito en la ley del Señor".
Orígenes, in Lucam, 14
¿Dónde están aquellos que niegan que Jesucristo haya proclamado en el Evangelio al Dios de la ley? ¿Puede creerse que Dios, siendo bueno, sometiera a su Hijo a la ley del enemigo, que El mismo no había dado? Porque en la ley de Moisés está escrito lo que sigue: Que todo macho que abriere matriz será consagrado al Señor.
Beda
Las palabras "que abriere matriz" se refieren al primogénito del hombre y del animal, porque estaba mandado que uno y otro debía consagrarse al Señor, y por tanto, pertenecían al sacerdote, pudiendo recibir una ofrenda por el primogénito del hombre y redimir a todo animal inmundo.
San Gregorio Niseno, in homilia de occursu Domini
Esta prescripción de la ley parece cumplirse de una manera singular y diferente de las otras en el Dios encarnado. En efecto, sólo El, concebido inefablemente y nacido de una manera incomprensible, abrió el seno virginal, no abierto antes por la unión conyugal, y se conservó milagrosamente después del parto la señal de la castidad.
San Ambrosio, in Lucam, 1, 2
Porque no fue hombre el que abrió el seno virginal, sino que el Espíritu Santo infundió germen inmaculado en aquel seno inviolable. Aquel, pues, que santificó las entrañas de otra para que naciese el profeta, es el mismo que abrió las entrañas de su Madre para nacer inmaculado.
Beda
Las palabras: "Que abriere matriz", se refieren al modo con que se verifica el nacimiento. Pero no se ha de creer que el Señor destruyera por su nacimiento la virginidad del seno sagrado que había santificado aposentándose en él.
San Gregorio Niseno, in homilia de occursu Domini
En sentido espiritual, éste es el sólo parto masculino que ha ocurrido, puesto que no participó de la culpa femenina, por cuya razón se llama con verdad santo. Así el arcángel Gabriel (como recordando que esta disposición solamente se refiere a él) decía: "El fruto santo que de ti nacerá será llamado Hijo de Dios". Y por lo que hace a los demás primogénitos, la prudencia evangélica ha establecido que sean llamados santos, porque su ofrenda a Dios los hace dignos de este nombre. Pero para el primogénito de toda criatura, el Angel proclama que nace santo como siéndolo por sí mismo.
San Ambrosio, in Lucam, 1, 2
Solamente Jesús, Nuestro Señor, es santo entre todos los nacidos de mujer, puesto que no experimentó en su inmaculado nacimiento las consecuencias del contagio humano que rechazó por su majestad celestial. Porque si seguimos el sentido de la letra ¿cómo podremos decir que es santo todo hombre, cuando sabemos que muchos han sido malvados? Pero El es aquel santo a quien señalaban los piadosos preceptos de la ley divina en la figura del futuro misterio; porque El es el que solo debía abrir el seno misterioso de la santa y virgen Iglesia, para engendrar a los pueblos.
San Cirilo, homilia 17
¡Oh profundidad de los secretos de la sabiduría y de la ciencia de Dios! Ofrece hostias Aquel que es honrado igualmente con el Padre, y siendo la verdad, observa las figuras de la ley. Es autor de la ley como Dios y la cumple como hombre. Por ello sigue: "Y para dar la ofrenda conforme está mandado en la ley del Señor (Lv 12, 8), un par de tórtolas, o dos palominos".
Beda, in homilia de Purificatione
Esta era la ofrenda de los pobres porque el Señor había mandado en la ley que los que pudiesen ofrecer un cordero por el hijo o por la hija, ofreciesen a la vez la tórtola o la paloma; pero que los que no pudieran ofrecer un cordero, ofreciesen dos tórtolas o dos pichones. Así el Señor, siendo rico, se dignó hacerse pobre, para hacernos participantes de sus riquezas por su pobreza.
San Cirilo, homilia, 17
Veamos ahora qué es lo que significan estas ofrendas. La tórtola es la que más cuenta entre todas las aves, y la paloma es el animal más manso. Tal se ha hecho el Señor para nosotros practicando la más perfecta mansedumbre, y haciendo resonar en su huerto las melodías para atraer el mundo. Tanto la tórtola como la paloma eran sacrificadas para manifestarnos por estas figuras que el Señor sufriría en su carne por la vida del mundo.
Beda, in homilia de Purificatione
La paloma representa la candidez y la tórtola la castidad; porque la primera ama la sencillez, y la última la castidad, de tal modo que, si por casualidad pierde su compañera no vuelve a buscar otra. Por esta razón se ofrece una tórtola y una paloma al Señor en holocausto, porque el trato sencillo y honesto de los fieles es un sacrificio agradable a su justicia.
San Atanasio in serm. super Omnia mihi tradita sunt
Por esto mandó que se ofreciese dos cosas, porque, como el hombre consta de alma y de cuerpo, Dios exige de nosotros dos clases de sacrificios: la castidad y la mansedumbre, no sólo del cuerpo, sino del alma. Porque, de otro modo, el hombre sería falso e hipócrita, cubriendo con aparente inocencia una malicia oculta.
Beda, in homilia de Purificatione
Pero aunque estas aves son por su costumbre de gemir el emblema de la tristeza presente de los santos, se diferencian, sin embargo, en que la tórtola vuela sola por los bosques, mientras que la paloma acostumbra a volar en compañía de otras, por lo cual la una representa las lágrimas ocultas de nuestras oraciones, y la otra las públicas reuniones de la Iglesia.
Beda
Además la paloma que vuela en compañía de otras, representa la agitación de la vida activa, y la tórtola, que goza en la soledad, representa las alturas de la vida contemplativa. Y como estas dos ofrendas son igualmente agradables al Creador, no dice San Lucas si fueron tórtolas o pichones los que fueron ofrecidos al Señor, a fin de no dar la preferencia a uno de estos dos órdenes de vida, enseñándonos a seguir ambos a dos.