Catena Áurea
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← Lc 20, 45-47 →
Y oyendo todo el pueblo, dijo a sus discípulos: "Guardaos de los escribas que quieren andar con ropas talares, y gustan de ser saludados en las plazas, y de las primeras sillas en las sinagogas, y de los primeros asientos en los convites: Que devoran las casas de las viudas, pretextando larga oración. Estos recibirán mayor condenación". (vv. 45-47)
Crisóstomo
Ninguna cosa hay más fuerte que lo que enseñan los profetas, puesto que dice más que los mismos hechos; porque cuando Jesucristo hacía milagros, lo contradecían muchas veces, pero cuando citaba alguna profecía, callaban, porque no tenían qué contestar. Y cuando ellos callaban, Jesucristo les argüía; por esto dice: "Y oyéndolo todo el pueblo, dijo a sus discípulos".
Teofiactus, super cavete a fermento pharisaeorum
Como enviaba a sus discípulos para que enseñasen a todo el mundo, les advierte que no deben imitar la ambición de los fariseos. Por esto sigue: "Guardáos de los escribas que quieren andar con largas vestiduras".
Beda
Esto es, que van vestidos con mucho esmero cuando se presentan en público, circunstancia que se considera como uno de los pecados del rico.
San Cirilo
Las pasiones de los escribas eran el deseo de la vanagloria y de la ganancia. Para que sus discípulos evitasen tales faltas, los amonesta diciendo: "Y gustan de ser saludados en las plazas".
Teofiactus
Lo cual equivale a buscar la buena fama que desean los aduladores y pretendientes. También hacen esto con el fin de amontonar riquezas.
Prosigue: "Y de las primeras sillas en las sinagogas".
Beda
No prohibe que se sienten en las primeras sillas o a la mesa aquellos a quienes corresponde por razón de su dignidad, pero dice que se guarden de los que desean esto indebidamente; no reprendiendo así la autoridad sino el deseo; aun cuando no carezcan de culpa los que desean tomar parte en los litigios del foro, a la vez que apetecen ser llamados maestros de las sinagogas. Se nos ordena evitar todo trato con los amantes de la vanagloria por dos razones: para que no seamos engañados por su hipocresía creyendo que es bueno lo que hacen, y para que no nos llenemos de envidia con su ejemplo viendo que se alegran de ser alabados por las buenas acciones que ellos afectan. No sólo desean las alabanzas de los hombres, sino también sus riquezas. Prosigue: "Que devoran las casas de las viudas, pretextando larga oración". Los que afectan ser justos y de gran mérito delante de Dios no tienen reparo alguno en recibir dinero de los débiles y de los que tienen perturbada la conciencia, como si fuesen sus defensores en el juicio que ha de venir.
Crisóstomo
Gastando también los bienes de las viudas, las reducen a la pobreza, no comiendo cualquier cosa, sino devorándolas y empleando la oración para sus maldades, lo cual hace que sean dignos de mayor castigo; por esto sigue: "Estos recibirán mayor condenación".
Teofiactus
Porque no sólo obran mal, sino que también hacen sus oraciones y practican la virtud para excusar su mal proceder. Empobrecen a las viudas, de quienes debían compadecerse, obligándolas a que los retribuyan por su asistencia.
Beda
Y como esperan de los hombres alabanzas y dinero, serán castigados con mayor condenación.