Parte Segunda. LA INFANCIA

CAPÍTULO V. PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO DE JERUSALÉN

1 El equivalente de esta expresión aparece en variadísimas formas en los cuatro últimos libros del Pt, y a menudo también en otras partes del A. T.
2 Lv 13, 2. A la letra : «Todo ser masculino que abre el seno de su madre.»
3 Recordemos que el ciclo era una pieza de plata que valía 3,89 pesetas oro.
4 Nm 3, 12; Nm 7, 14-18; Nm 8, 15-17; Colígese de varios de estos pasajes que al reservarse el Señor los primogénitos de Israel, había querido también grabar en los hebreos el recuerdo de la salida de Egipto, en la que no consintió el faraón sino después de la décima plaga (la muerte de todos los primogénitos de los egipcios).
5 Lv 21, 11-23.
6 Lv 12, 1-8.
7 Los rabinos habían añadido un día más en cada caso, a fin de estar bien seguros de haberse cumplido el plazo fijado por el legislador.
8 Tratado Schekalim, 5, b.
9 En particular SAN HILARIO, Hom. 18, in Evang.
10 Mt 17, 26.
11 Ga 4, 4.
12 Ibid., 5. Cfr. Flp 2, 7; Hb 2, 17.
13 Mt 3, 15.
14 La frase que sirve a S. Lc para introducir parte de su relato pide una breve explicación. Conforme a la lectura que mejores garantías ofrece, dice el texto griego: «Cuando llegaron los días de la purificación de ellos (αύτών).» ¿Por qué se emplea el pronombre en plural, siendo así que solamente la madre debía purificarse? Orígenes, San Cirilo de Alejandría, San Ambrosio y otros muchos mostraron su extrañeza y no faltaron copistas que con escasa habilidad intentaron, aunque en vano, transformar αύτών en αύτής («de ella», de María), o en αύτοϋ («de él», de Jesús). El plural, según opinión de muchos, puede referirse, bien sea a los judíos en general (la purificación que entre ellos se usaba), bien sea a María y a José simultáneamente. Esta segunda interpretación parece mas conforme al lenguaje empleado por el evangelista: «Cuando se cumplieron los días de su purificación de ellos... le llevaron...»Lc 2, 22. Purificación traduce el griego χαθαρισμός que puede tener un sentido más general que χάθαρσις la palabra técnica que usan los LXX para la purificación de la madre, y abarcar, por tanto, la purificación de la madre y la presentación del hijo. El pronombre plural αύτών se refiere a los padres, como sujeto implícito de los verbos «llevaron», «para presentarlo». El padre debía velar y facilitar los medios para que la madre cumpliera con la ley de la purificación y era el ejecutor directo de la presentación y rescate del primogénito.
15 Nicanor fue un general sirio muy hostil a los judíos. Después de haberlo vencido y muerto en gloriosa batalla, Judas Macabeo hizo colgar su cabeza y sus manos en este sitio del Templo, a guisa de trofeo. Cfr. 2M 15, 25-35.
16 Lv 12, 6-8.
17 Lc 2, 24; «para ofrecer un par de tórtolas o de pichones».
18 Mt 21, 12; Jn 2, 13-15.
19 Este nombre viene de la expresión empleada en este lugar por S. Lc: «Le llevaron a Jerusalén a presentarle al Señor.» Él verbo griego παραστήσαι tiene aquí significación religiosa. Corresponde al hebreo hagerîb, a la letra, «aproximar» (al altar), que servía para denotar la ofrenda de los sacrificios cruentos o incruentos.
20 Hb 10, 7-8.
21 Hb 10, 5-6.
22 Expost. in Lc 2, 25.
23 Flp 2, 9.
24 Lc 2, 25.
25 El adjetivo griego εύλαβής que la Vg traduce por timoratus, corresponde algunas veces en los LXX al hebreo hasid, «piadoso».
26 «Consolador».
27 Is 61, 1-3. Cfr. Is 40, 1; Is 49, 13; Is 51, 3; Is 60, 1-22; Is 66, 13, etc.
28 Cfr. LIGHTFour, Horae hebraicae, hoc. loc., según Schürer; 2, 353-354, la existencia misma de este Simeón parece problemática.
29 L'Evangile de Nicodéme, 16.
30 Histoire de la nativité de Marie, 16.
31 Este lenguaje es muy expresivo. La locución figurada «ver la muerte» está igualmente empleada en Sal 89, 49 y en S. Pablo, Hb 11, 5; en Jn 8, 52, leemos: «gustar la muerte».
32 Άπολύεις.
33 Servum tuum, Domine. Antítesis de gran fuerza, sobre todo en griego: por un lado el esclavo, δούλον por otro, el dueño absoluto y todopoderoso, δέσποτα.
34 También este rasgo es muy conforme con el espíritu del A. T. Cfr. Gn 22, 18; Gn 49, 10; Sal 99, 1-5; Is 2, 6; Is 27, 5; Is 60, 3, etc.
35 EDERSHEIM, Life, tom. 1, p. 199.
36 Tal es el sentido del griego el είς πτώσιν por contraste con άνάστασις o «resurrección» moral (del espíritu) (Vg in resurrectionem).
37 Más literalmente, «señal a la que se hace contradicción»; un estandarte levantado en alto, en torno del cual hubieran debido agruparse todos los verdaderos israelitas, pero el que se alzarán muchos extraviados.
38 Is 8, 14-15.
39 Jn 9, 39; Jn 15, 22-25. Mt 21, 42-44; Hch 4, 11; Rm 9, 33 ; Rm 11, 11-12.
40 1Co 1, 23 ; Ga 5, 11.
41 BOSSUET, Elévations sur les Mystéres, 12, Elévation de la 28.ª semana.
42 Cfr. Hb 12, 3.
43 El texto griego menciona la ρομφαία, que designaba unas veces la larga espada de los Tracios, en oposición a la espada más corta de los Romanos, y otras la lanza de hierro agudo y pesado.
44 De más de cien años, según S. Ambrosio y otros comentadores, que aplican la cifra 84 a los años de viudez de Ana, añadiendo los siete años de su matrimonio y los quince que podía tener al casarse (15 + 7 + 84 = 106). Pero esta interpretación es poco probable.
45 1Tm 5, 5-9.
46 La expresión «no dejaba el Templo» es evidente hipérbole.
47 Otra significativa fórmula para designar al Mesías. En algunos manuscritos griegos y latinos se encuentra la variante: «la redención de Jerusalén».