Catena Áurea
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← Jn 6, 28-34 →
Y le dijeron: "¿Qué haremos para hacer las obras de Dios?" Respondió Jesús, y les dijo: "Esta es la obra de Dios: que creáis en Aquél que El envió". Entonces le dijeron: ¿Pues qué milagro haces, para que lo veamos y te creamos? ¿Qué obras tú? Nuestros Padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer". Y Jesús les dijo: "En verdad, en verdad os digo, que no os dio Moisés pan del cielo. Mas mi Padre os da el pan verdaderamente del cielo. Porque el pan de Dios es aquél que descendió del cielo, y da vida al mundo". Ellos, pues, le dijeron: "Señor, danos siempre este pan". (vv. 28-34)
Alcuino
Entendieron que esta comida que dura hasta la vida eterna era obra de Dios y por esto le preguntan lo que han de hacer para poder conseguir este alimento (esto es, la obra de Dios). Y esto es lo que da a entender respecto de lo que dijo el evangelista: "Y le dijeron: ¿Qué haremos para hacer las obras de Dios?"
Beda
Esto es, ¿qué mandamientos deberemos observar para que podamos cumplir los deseos de Dios?
Crisóstomo in Ioannem hom. 44
Y decían esto, no para aprender y obrar, sino queriendo obligarlo a que les diese a conocer aquella clase de comida.
Teofilacto
Mas Jesucristo, aunque conocía que de nada les aprovechaba, les contestó sin embargo, para utilidad de los demás. Y les dio a conocer (como a todos los demás hombres) cuál es la obra de Dios. Por esto sigue: "Respondió Jesús y les dijo: ésta es la obra de Dios, que creáis en Aquél que El envió".
San Agustín In Ioannem tract., 25.
Y no dijo, para que le creáis a El, sino para que creáis en El. Pues el que le cree a El, no cree en El en seguida. Porque los demonios le creían, pero no creían en El y nosotros creemos a Pablo, pero no creemos en Pablo. Por lo tanto, creer en El es amarlo creyendo, y creyendo adorarle, y creyendo ir a El e incorporarse con sus miembros (Ga 3, 25). Esta es la fe que el Señor exige de nosotros y que obra por medio del amor. La fe se distingue, pues, de las obras, como dice el Apóstol (Rm 3, 28): "Que el hombre se justifica por medio de la fe sin las obras de la Ley". Y hay algunas obras que parecen buenas sin la fe de Jesucristo y no son buenas, porque no se refieren a aquel fin de donde deriva su bondad. Porque el fin de la Ley es Jesucristo, para justificación de todo creyente. (Rm 10, 4) Y por tanto, no quiso distinguir la fe de la obra, sino que dijo que la misma fe es la obra de Dios, pues esta misma fe es la que obra por medio del amor. Y no dijo ( 2Cor 3, 17): ésta es vuestra obra, sino: ésta es la obra de Dios, a fin de que creáis en El, para que el que se gloría, se gloríe en el Señor. Luego creer en El es comer aquel alimento que permanece hasta la vida eterna. ¿Para qué preparas tu diente y tu vientre? Cree y ya has comido. Mas aunque los invitaba a creer, ellos todavía pedían milagros para creer. Y esto es lo que sigue: "Entonces le dijeron: ¿pues qué milagro haces", etc.
Crisóstomo, ut supra
Nada más opuesto a la razón que decir esto como si no hubiese hecho ningún prodigio, cuando tenían un milagro ante los ojos. Y no le permiten al Señor que elija la clase de milagro que quiera hacer, sino que lo quieren obligar a que no haga ningún otro que no sea aquél que se hizo en beneficio de sus padres. Por esto añaden: "nuestros Padres comieron el maná en el desierto".
Alcuino
Y para que no parezca que era de despreciar el maná en alguna manera, lo ensalzan con las palabras del salmo, diciendo ( Sal 78, 24): "como está escrito: Pan del cielo les dio a comer".
Crisóstomo, ut supra
Habiendo hecho muchos milagros en Egipto, en el mar Rojo y en el desierto, sólo hacen mención de éste, porque era el que deseaban más por la tiranía del vientre. Y no dicen que Dios hizo esto, para que no parezca que lo comparan con Dios; y no citan a Moisés, para que no se crea que humillan a Jesucristo, sino que adoptan el término medio, diciendo: "nuestros padres comieron el maná".
San Agustín In Ioannem tract., 25.
Jesús nuestro Señor hablaba de sí de tal modo, que se hacía superior a Moisés, porque Moisés nunca se había atrevido a decir que daría una comida que no concluiría jamás. Sabía aquella gente todo lo que había hecho Moisés y sin embargo querían ver cosas mayores. De modo que casi puede entenderse que decían al Señor: tú ofreces un alimento que nunca se acaba, y sin embargo, nada haces de lo que hizo Moisés; porque aquél no nos dio panes de cebada, sino maná bajado del cielo.
Crisóstomo in Ioannem hom. 44.
El Señor podía haberles dicho que Moisés había hecho otros milagros mayores, pero ahora no era tiempo de hablar de esto, sino de procurar atraerlos al alimento espiritual. Por esto sigue: "En verdad, en verdad os digo, que no os dio Moisés pan del cielo", etc. Porque en realidad el maná no venía del cielo. ¿Y cómo se dice del cielo? Del mismo modo que se dice aves del cielo ( Sal 8; Sal 17, 14; Eclo 46): "Tronó el Señor desde el cielo". Dice que aquel pan no era verdadero, no porque hubiese sido falso el milagro del maná, sino porque sólo era figura y no realidad. No dijo: no dio Moisés, sino yo. Y en lugar de Moisés pone a Dios Padre y en vez de maná se ofrece a sí mismo.
San Agustín, ut supra
Como diciendo: aquel maná representaba esta comida (esto es, aquella comida de que os he hablado antes), y todas aquellas cosas eran figuras mías. Habéis amado las figuras y despreciáis lo significado por ellas. Pues Dios concedió el pan que el mismo maná había representado, esto es, a nuestro Señor Jesucristo. Por esto sigue: "Mas el pan de Dios es aquél que descendió del cielo y da la vida al mundo".
Beda
Pero no a los elementos, sino a los hombres que habitan en el mundo.
Teofilacto
Hablaba de sí mismo como pan verdadero, porque lo que principalmente se representa por medio del maná, es el Hijo Unigénito de Dios hecho hombre. Maná es vocablo que significa ¿qué es esto? 1 ( Ex 26) Porque los judíos, cuando lo veían, se decían asombrados los unos a los otros: ¿qué es esto? Mas el Hijo de Dios hecho hombre es el maná más poderoso y admirable, de modo que a cualquiera se le ocurre preguntar: ¿qué es esto? ¿Y cómo el Hijo de Dios es Hijo del hombre? y ¿cómo puede ser que de dos naturalezas se forme una sola persona?
Alcuino
El, que siendo divino, descendió del Cielo asumiendo la humanidad y para la vida al mundo 2.
Teofilacto
Y este pan existe como vida según su naturaleza (como Hijo del Padre vivo). Hace obras propias, porque da vida a todas las cosas. Y así como el pan de la tierra conserva la naturaleza débil de nuestra carne, así Jesucristo, por medio de las operaciones del Espíritu, da vida al alma y hace también al cuerpo incorruptible, pues por su resurrección comunica la incorruptibilidad al cuerpo y de aquí el decir que da la vida al mundo.
Crisóstomo, ut supra
No sólo a los judíos, sino a todo el mundo. Mas ellos se fijaban aún en las cosas más bajas. Por esto sigue: "ellos, pues, le dijeron: Señor, dadnos este pan". Y habiendo dicho El: mi Padre es quien da este pan, no le dijeron: ruégale que nos lo dé, sino: dánosle.
San Agustín, ut supra
Y así como la Samaritana, a quien dijo el Señor: "El que bebiere de esta agua nunca volverá a tener sed" ( Jn 4, 14), tomando esto mismo en sentido material y queriendo ponerse a cubierto de la indigencia, también había dicho: "dame de esta agua"; éstos dicen: "Danos este pan"; que nos alimente y que no falte.
Notas
1. El nombre hebreo man es explicado en Ex 16, 15 por la pregunta de los israelitas: man hu, ¿qué es esto?
2. "A través de sus gestos, sus milagros y sus palabras, se ha revelado que 'en él reside toda la plenitud de la Divinidad corporalmente' ( Col 2, 9). Su humanidad aparece así como el 'sacramento', es decir, el signo y el instrumento de su divinidad y de la salvación que trae consigo: lo que había de visible en su vida terrena conduce al misterio invisible de su filiación divina y de su misión redentora". ( Catecismo de la Iglesia Católica, 515) "Tanto en el sufrimiento como en la muerte, su humanidad se hizo el instrumento libre y perfecto de su amor divino que quiere la salvación de los hombres". ( Catecismo de la Iglesia Católica, 609)