Catena Áurea
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← Lc 2, 29-32 →
Bendijo a Dios diciendo: "Ahora, Señor, sacas en paz de este mundo a tu siervo, según tu palabra, porque han visto ya mis ojos al Salvador que nos has dado, al cual tienes destinado para que, expuesto a la vista de todos los pueblos, sea la brillante, que ilumine a los gentiles, y la gloria de tu pueblo de Israel". (vv. 29-32)
Orígenes, in Lucam, 15
Si sólo con tocar la franja del vestido de Jesús quedó curada aquella mujer, ¿qué habremos de juzgar de Simeón, que recibió al niño Jesús en sus brazos, y se regocijaba teniendo así al que había venido a librar a los cautivos, sabiendo que nadie podía sacarlo de la prisión del cuerpo con la esperanza de la vida eterna, sino Aquel que tenía en sus brazos? Por esto se dice: "Y bendijo a Dios diciendo: ahora, Señor, sacas en paz de este mundo a tu siervo".
Teofilacto
Dice Señor para confesar que es el dueño de la vida y de la muerte, declarando así que era Dios el niño a quien había recibido en sus brazos.
Orígenes, in Lucam, 15
Como diciendo: Cuando yo no tenía a Jesucristo, estaba como cautivo y no podía salir de las prisiones.
San Basilio, in homil. de gratiarum actione
Si examinas los clamores de los justos, verás que todos lloran sobre este mundo y su lamentable duración. Dice David en el salmo ( Sal 119, 5): "¡Ay de mí, que mi destierro se ha prolongado!"
San Ambrosio
Ve aquí a ese justo que desea librarse de la cárcel de su cuerpo, en que está como encerrado, para empezar a ser con Cristo. Pero el que quiera librarse de esta cárcel vaya al templo, vaya a Jerusalén, espere al Cristo o ungido del Señor, reciba en sus manos al Verbo de Dios y abrácelo -por decirlo así- con los brazos de su fe. Entonces será libre, y no verá la muerte quien ha visto la vida.
Griego
Simeón bendecía al Señor sobre todo, porque veía realizadas todas las promesas que se habían hecho, pues había merecido ver con sus propios ojos y tener en sus propias manos al consolador de Israel. Por esto dice: "Según tu palabra", esto es, porque he obtenido la realización de tus promesas. Y ahora que he sentido de una manera visible lo que deseaba, libras a tu siervo, no espantado por el temor de la muerte ni conturbado por pensamientos de duda. Y por esto añade: "En paz".
San Gregorio Niceno
Porque después que Jesucristo destruyó el pecado, su enemigo, y nos reconcilió con su Padre, se llevó a cabo la traslación de los santos a la región de la paz.
Orígenes
¿Quién es el que se aparta de este mundo en paz, sino aquel que conoce que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo ( 2Cor 5), y que no tiene nada de enemigo de Dios, sino que ha recibido en sí todas las delicias de la paz por sus buenas obras?
Griego
Se le había ofrecido que no moriría antes de ver al Cristo o ungido del Señor, y por tanto, manifestando que esto se había cumplido, añade: "Porque han visto ya mis ojos tu salvación".
San Gregorio Niceno
Bienaventurados tus ojos, tanto los del alma como los del cuerpo. Estos en verdad, recibiendo al Señor de una manera visible; aquéllos no sólo considerando lo que han visto, sino reconociendo al Verbo del Señor en su carne iluminados por la luz del Espíritu, porque el Salvador que habéis visto es el mismo Jesús, cuyo nombre significa salvación.
San Cirilo
Jesucristo, pues, había sido aquel misterio que se manifestó en los últimos tiempos, y que fue preparado antes de la creación del mundo. Y por esto dice: "la cual has aparejado ante la faz de todos los pueblos", etc.
San Atanasio
Esto es que la salud de todos los pueblos ha sido hecha por Cristo. ¿Cómo, pues, se ha dicho antes que Israel esperaba su consolación? Porque el Espíritu le hizo conocer que Israel tendría su consolación cuando estuviera preparada la salud para todos los pueblos.
Griego
Observa también la penetración del venerable y digno anciano. Antes de aparecer como digno de la bienaventurada visión, esperaba el consuelo de Israel. Pero desde que obtuvo lo que esperaba, exclama diciendo que había visto la salvación de todos los pueblos, porque la inefable luz de aquel infante bastó para que viese lo que había de suceder en la prosecución de los tiempos.
Teofilacto
Dice de un modo significativo: "Para ser revelada", a fin de que su encarnación fuese vista de todos. Y añade que esta salvación es la luz de las gentes y la gloria de Israel, y con estas palabras: "Sea luz brillante que ilumine a los gentiles".
San Atanasio
Antes de la venida del Salvador, vivían sumidas las naciones en las últimas tinieblas, privadas del conocimiento del verdadero Dios.
San Cirilo
Pero al venir Jesucristo, fue la luz para los que vivían en las tinieblas del error, a quienes oprimía la mano del enemigo, y a los que llamó Dios Padre al conocimiento de su Divino Hijo, que es la verdadera luz.
San Gregorio Niceno
Israel, sin embargo, estaba débilmente iluminada por la ley, y por tanto, no dice que le hubiese mostrado la luz, puesto que añade: "Y para gloria de tu pueblo de Israel", recordando la antigua historia de Moisés, quien, después de hablar con el Señor, volvió con el rostro radiante de gloria. Así también ellos, conociendo la divina luz de la humanidad de Jesucristo, y echando fuera su antigua ceguedad, se transformaban en imagen suya, pasando de una gloria a otra gloria.
San Cirilo
Porque aunque algunos de ellos fuesen desobedientes, otros, sin embargo, se salvaron, y por medio de Jesucristo han alcanzado la gloria. Las primicias de estos fueron los santos apóstoles, cuyas luces iluminan a todo el orbe. Jesucristo fue también especialmente la gloria de Israel, porque procedía de ellos según la carne, aun cuando como Dios fuese rey de los siglos bendecido por todos los hombres.
San Gregorio Niceno
Y por eso dijo terminantemente: "De tu pueblo", porque no solamente fue adorado por él, sino que además había nacido de él, según la carne.
Beda
También la luz de las naciones debía ser mencionada antes que la gloria de Israel, porque cuando haya entrado la totalidad de ellas, entonces todo Israel será salvo. (Rm 10, 15-26.)