Vida cotidiana y santidad
en la enseñanza de San Josemaría

EPÍLOGO
Notas

1 Surco, 443.
2 Cfr. p.ej., Camino, 2, 353, 579; Surco, 308, 549; Forja, 694, 738-739; Es Cristo que pasa, 10, 11, 126; Amigos de Dios, 165; Conversaciones, 114.
3 Como sucede con el resto de su mensaje, san Josemaría ha enseñado la “unidad de vida” también con su ejemplo (cfr. CONGR. PARA LAS CAUSAS DE LOS SANTOS, Decreto sobre el ejercicio de las virtudes heroicas del Siervo de Dios Josemaría Escrivá de Balaguer, 9-IV-1990: AAS 82 (1990) 1451).
4 Camino, 940. El punto se refiere específicamente a la unidad con los demás. Sin embargo, la afirmación tiene validez general.
5 «Además de la unidad entitativa del viviente, la vida posee siempre también cierta unidad dinámica, operativa, derivada de la conexión entre los principios inmediatos de operaciones y, sobre todo, de la finalidad última a la que se dirige ese operar, que necesariamente es única» (I. DE CELAYA, Unidad de vida y plenitud cristiana, en: “Scripta Theologica” 13 (1984) 304).
6 Recordemos que la división en estas tres partes, sin que sea la única posible para exponer la enseñanza de san Josemaría, tiene su fundamento en los elementos de esa enseñanza que hacen referencia a una estructura de la vida cristiana: el llamar “cimiento” al sentido de la filiación divina, “eje” a la santificación del trabajo profesional, y “fin” a la contemplación en la vida cotidiana poniendo a Cristo en la cumbre de las actividades humanas y haciendo de la Misa el “centro y la raíz” de la vida interior (cfr. vol. I, pp. 25-26 de la Introducción general).
7 Leonardo Polo ha hecho notar, en este sentido, que la unidad de vida admite mayor o menor intensidad: «La concentración de la vida en sus aspectos integrantes es su misma intensidad unitaria. La intensidad viene a ser de este modo un trascender interno que supera la dispersión (...) no tan sólo como unum in multis, porque tales muchos son previamente el contenido uno que revierte en ellos confirmándolos, reuniéndolos y trascendiéndolos a la vez» (L. POLO, El concepto de vida en Mons. Escrivá de Balaguer, en: AA.VV., La personalidad del Beato Josemaría Escrivá de Balaguer, Pamplona 1994, p. 194).
8 M. BELDA, El Beato Josemaría Escrivá de Balaguer, pionero de la unidad de vida cristiana, en: AA.VV., El cristiano en el mundo, Pamplona 2003, pp. 467-482. Antes que Josemaría Escrivá de Balaguer, J. CARDIJN había usado expresiones muy similares y prácticamente equivalentes a la de “unidad de vida”. Concretamente, en el contexto de su apostolado social en las décadas de 1920 y 1930, habla de la necesidad de “poner unidad en la vida de los trabajadores” de modo que sean cristianos en todo lugar, tanto en la fábrica o en el hogar como en la iglesia: «Remettons de l’unité dans la vie des travailleurs. (...) Ne permettons pas de cloisons étanches dans leur vie d’ouvrier: leur destinée éternelle doit rester en contact avec leurs intérêts temporels; ils doivent être chrétiens partout, à l’atelier, á l’usine, à la rue, à la maison, aussi bien à l’église» (Manuel de la J.O.C., Bruxelles 1930, pp. 68-69).
9 Según R. LANZETTI, «los lugares fundamentales al respecto (...) parecen ser los siguientes: JUAN XXIII, Litt. enc. Pacem in terris, 11-IV-1963, CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 43; PABLO VI, Ex. ap. Evangelii nuntiandi, 8-XII-1975, 20. La unidad de vida ha sido también solicitada para los presbíteros (cfr. Decr. Presbyterorum Ordinis, 14) y los religiosos (cfr. Decr. Perfectae caritatis, 18)» (L’unità di vita e la missione dei fedeli laici nell’Esortazione Apostolica “Christifideles laici”, en: “Romana” 9 (1989) 301). A los textos del Concilio que menciona Raúl Lanzetti quizá se pueden añadir Lumen gentium, 35; Gaudium et spes, 37; Apostolicam actuositatem, 4 y Ad gentes, 21. Nos limitamos a citar un solo pasaje: «Se equivocan los cristianos que, pretextando que no tenemos aquí ciudad permanente, pues buscamos la futura, consideran que pueden descuidar las tareas temporales, sin darse cuenta que la propia fe es un motivo que les obliga al más perfecto cumplimiento de todas ellas según la vocación personal de cada uno. Pero no es menos grave el error de quienes, por el contrario, piensan que pueden entregarse totalmente a las actividades terrenas, como si éstas fueran ajenas del todo a la vida religiosa, pensando que ésta se reduce meramente a ciertos actos de culto y al cumplimiento de determinadas obligaciones morales. El divorcio entre la fe y la vida diaria de muchos debe ser considerado como uno de los más graves errores de nuestra época» (Gaudium et spes, 43).
10 Cfr. BEATO JUAN PABLO II, Ex. ap. Christifideles laici, 30-XII-1988, 17 y 59.
11 R. LANZETTI, L’unità di vita e la missione dei fedeli laici nell’Esortazione Apostolica “Christifideles laici”, cit., p. 300.
12 P. RODRÍGUEZ, Edición crítico-histórica de “Camino”, Madrid 2004³, p. 512 (introducción al capítulo 15). Cfr. ibid., p. 579 (comentario al punto 411).
13 M.P. RÍO, Piedad, doctrina y unidad de vida a la luz de las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana (Actas del congreso en el centenario del nacimiento de Josemaría Escrivá de Balaguer), Roma 2002-2004, vol. V/1, p. 273.
14 J. MORALES MARÍN, Introducción a: AA.VV., Estudios sobre Camino, Madrid 1988, p. 21.
15 Cfr. A. ARANDA, La lógica de la unidad de vida. Identidad cristiana en una sociedad pluralista, Pamplona 2000, 224 pp.
16 Cfr. J.L. ILLANES, Tratado de Teología espiritual, Madrid 2007, pp. 544-555.
17 Cfr., en particular, I. DE CELAYA, Unidad de vida y plenitud cristiana, cit., pp. 655-674; D. LE TOURNEAU, Las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá sobre la unidad de vida, en: “Scripta Theologica” 31 (1999) 633-676.
18 Acaba de publicarse de nuevo en J.L. ILLANES – A. MÉNDIZ, Edición crítico-histórica de “Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer”, Madrid 2012, pp. 473-508.
19 Cfr. P. RODRÍGUEZ, Vivir santamente la vida ordinaria. Consideraciones sobre la homilía pronunciada por el Beato Josemaría Escrivá de Balaguer en el campus de la Universidad de Navarra, 8-X-1967, en: “Scripta Theologica” 24 (1992) 406.
20 Conversaciones, 114-116.
21 D. LE TOURNEAU, Las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá sobre la unidad de vida, cit., p. 641.
22 Amigos de Dios, 68.
23 «El amor de Dios es unitivo, en cuanto que arrastra al afecto del hombre desde la multitud a la unidad (...). En cambio el amor propio disgrega el afecto del hombre en cuanto que, amándose, quiere para su bien cosas temporales que son múltiples y diversas» (SANTO TOMÁS DE AQUINO, S.Th. I-II, q. 73, a. 1, ad 3).
24 I. DE CELAYA, Unidad de vida y plenitud cristiana, cit., p. 657.
25 «Es imposible que un mismo hombre pueda tener varios fines últimos, no subordinados entre sí» (SANTO TOMÁS DE AQUINO, S.Th. I-II, q. 1, a. 5, c; cfr. ibid., a. 6, c y ad 3).
26 Camino, 300. Cfr. Amigos de Dios, 118 y 165.
27 CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 10.
28 A. LLANO CIFUENTES, Universidad y unidad de vida según san Josemaría Escrivá, en: “Romana” 41 (2000) 115.
29 Conversaciones, 114.
30 Es Cristo que pasa, 126.
31 Ibid.
32 Apuntes de una meditación (AGP, P01 VII-1972, p. 8).
33 A. ARANDA, La lógica de la unidad de vida. Identidad cristiana en una sociedad pluralista, cit., p. 122.
34 Carta 19-III-1967, 143.
35 Sobre la importancia que san Josemaría reconoce a la armónica fusión entre piedad y formación doctrinal para la unidad de vida, cfr. M.P. RÍO, Piedad, doctrina y unidad de vida a la luz de las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá, cit., pp. 271-311.
36 Carta 6-V-1945, 15. Cfr. A. LLANO CIFUENTES, Universidad y unidad de vida según san Josemaría Escrivá, cit., pp. 112-124.
37 M.P. RÍO, Piedad, doctrina y unidad de vida a la luz de las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá, cit., p. 282.
38 Es Cristo que pasa, 10.
39 Ibid., 87.
40 Cfr. BEATO JUAN PABLO II, Enc. Ecclesia de Eucharistia, 17-V-2003, cap. VI; F. OCÁRIZ, María y la Eucaristía, en: “Scripta de Maria”, serie II, 1 (2004) 33-44. Puede verse también lo que hemos dicho en el capítulo 3º, apartado 4 (vol. I, pp. 568-578).
41 Cfr. A. BLANCO, Madre de Dios y Madre de los hombres. Estudio de la devoción mariana de San Josemaría y de su relación con la unidad de vida, en: “Romana” 37 (2003) 102-130.
42 Sobre este tema, cfr. la importante obra de K. WOJTYLA, Persona y acción, Madrid 1982, 350 pp.
43 A. ARANDA, La lógica de la unidad de vida. Identidad cristiana en una sociedad pluralista, cit., p. 123.
44 A.M. GONZÁLEZ, El trabajo filosófico a la luz del Beato Josemaría, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. IV, p. 170.
45 E. JULIÁ, El santo de lo ordinario. Impresiones de la vida cotidiana junto a san Josemaría Escrivá, Alicante 2010, p. 43.
46 Cfr. vol. II, pp. 11-12 (Introducción a la Parte II).
47 Forja, 468.
48 Carta 2-II-1945, 1 (resaltado en el original). Cfr. capítulo 4º, apartado 3.1.2 (vol. II, pp. 113-120) y capítulo 7º, apartado 1.5.1 (vol III, pp. 107-114).
49 J. MIRAS, La secolarità dei fedeli laici, manifestazione vitale della speranza cristiana. Riflessioni sulla base degli insegnamenti di San Josemaría, en: “Romana” 41 (2005), p. 369 s.
50 Ibid., p. 371.
51 Conversaciones, 114.
52 San Josemaría se refiere a estos textos en Es Cristo que pasa, 5 y Amigos de Dios, 181. Recuérdese que cuando san Pablo habla aquí de “cuerpo” se refiere en general a la inclinación interior al mal, consecuencia del pecado, que se manifiesta en las tendencias sensibles (cfr. capítulo 8º, apartado 3.2, p. 320).
53 A.M. GONZÁLEZ, El trabajo filosófico a la luz del Beato Josemaría, cit., p. 170.
54 Cfr. vol. II, pp. 220 ss. (capítulo 5º, apartado 2).
55 I. DE CELAYA, Unidad de vida y plenitud cristiana, cit., p. 660.
56 Ibid.
57 A. LLANO CIFUENTES, Universidad y unidad de vida según san Josemaría Escrivá, cit., p. 115.
58 Carta 6-V-1945, 25.
59 Amigos de Dios, 26.
60 Cfr. vol. II, pp. 419-422 (capítulo 6º, apartado 4.1.2).
61 Conversaciones, 62.
62 Conversaciones, 60. Sobre el concepto de “vocación humana”, cfr. capítulo 7º, apartado 2.3.1, pp. 177-180.
63 J. MIRAS, La secolarità dei fedeli laici, manifestazione vitale della speranza cristiana, cit., p. 369.
64 A. LLANO CIFUENTES, Universidad y unidad de vida según san Josemaría Escrivá, cit., p. 116.
65 Carta 6-V-1945, 40.
66 Amigos de Dios, 76.
67 CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 37.
68 Citado íntegramente en el vol. II, p. 236 (capítulo 5º, apartado 2.2.1).
69 I. DE CELAYA, Unidad de vida y plenitud cristiana, cit., p. 660.
70 Cfr. Camino, 290.
71 J. M. YANGÜAS, Unità di vita e opzione fondamentale, en: “Annales Theologici” 9 (1995) 459.
72 Á. DEL PORTILLO, Una vida para Dios. Reflexiones en torno a la figura de Monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer, Madrid 1992, p. 230. Hemos puesto en cursiva las palabras “concesión voluntaria”, que aquí son claves.
73 I. DE CELAYA, Unidad de vida y plenitud cristiana, cit., p. 660.
74 Es Cristo que pasa, 142.
75 Amigos de Dios, 149.
76 Ibid.
77 J. ECHEVARRÍA, Maestro, Sacerdote, Padre. Perfil humano y sobrenatural del Beato Josemaría Escrivá de Balaguer, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. I, p. 76.
78 CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 43.
79 Elegimos, como ejemplo, las palabras de un autor que emplea la expresión “unidad de vida” en el sentido que tiene en san Josemaría: «La fractura de la unidad de vida del bautizado, que se caracteriza por la contraposición práctica entre su pertenencia genérica a la comunidad de los creyentes y una actitud existencial de increyente, pone de manifiesto la ruptura interna que existe en una conciencia en la que se llega a admitir la validez de una “doble verdad” y, en consecuencia, la existencia de una “doble moral”. Es fácil de advertir en esa actitud la manifestación de una falta de compromiso con la verdad, sólo conocida externamente (en la enseñanza doctrinal de la Iglesia) pero no amada» (A. ARANDA, La lógica de la unidad de vida. Identidad cristiana en una sociedad pluralista, cit., p. 127). Estas palabras se refieren también, en parte, a la manifestación externa de la unidad de vida, tema que trataremos en el apartado sucesivo (2.2).
80 Conversaciones, 114.
81 Ibid. «El Magisterio de la Iglesia ha hecho suya esta enseñanza al declarar que, en la existencia de los fieles laicos, “no puede haber dos vidas paralelas: por un lado, la vida que se llama ‘espiritual’, con sus valores y exigencias; y por otro lado, la vida llamada ‘secular’, o sea, la vida de familia, de trabajo, de relaciones sociales, de compromiso político, de actividades culturales” (Christifideles laici, 59)» (D. LE TOURNEAU, Las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá sobre la unidad de vida, cit., p. 662 s.).
82 Conversaciones, 114.
83 I. DE CELAYA, Unidad de vida y plenitud cristiana, cit., p. 662. La cita interna es de Amigos de Dios, 165.
84 Conversaciones, 116.
85 Ibid., 113.
86 Ibid.
87 J. M. YANGÜAS, Unità di vita e opzione fondamentale, cit., p. 452.
88 Es Cristo que pasa, 98.
89 Conversaciones, 102.
90 Ibid.
91 Carta 9-I-1959, 31.
92 J. M. YANGÜAS, Unità di vita e opzione fondamentale, cit., p. 454.
93 M.P. RÍO, Piedad, doctrina y unidad de vida a la luz de las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá, cit., p. 289. La autora remite a Es Cristo que pasa, 135 y cita a continuación Amigos de Dios, 146: La piedad que nace de la filiación divina es una actitud profunda del alma, que acaba por informar la existencia entera: está presente en todos los pensamientos, en todos los deseos, en todos los afectos.
94 Es Cristo que pasa, 98.
95 Carta 11-III-1940, 14.
96 Apuntes de la predicación, 2-XI-1964 (AGP, P01 IX-1967, p. 11).
97 L. POLO, El concepto de vida en Mons. Escrivá de Balaguer, cit., p. 170. El autor observa que «entendida como síntesis, la unidad de vida no es dialéctica. Los dialécticos confunden unidad con totalidad» (ibid., nota 10).
98 Ibid.
99 Apuntes de una meditación, 27-III-1975 (AGP, P09, p. 230).
100 Á. DEL PORTILLO, Entrevista sobre el Fundador del Opus Dei. Realizada por Cesare Cavalleri, Madrid 1993, p. 45. Expresivamente comenta PILAR URBANO el engarce entre trabajo y contemplación en san Josemaría, muy metido siempre en Dios y, a la vez, pisando tierra: «no es un contemplativo abstraído y, mucho menos, un santo distraído» (El hombre de Villa Tevere, Barcelona 1995, p. 231).
101 Instrucción, 19-III-1934, 33.
102 J. MIRAS, La secolarità dei fedeli laici, manifestazione vitale della speranza cristiana, cit., p. 369.
103 Conversaciones, 110.
104 Es Cristo que pasa, 9.
105 Conversaciones, 90.
106 Carta 24-III-1930, 8.
107 Es Cristo que pasa, 184.
108 Instrucción, 8-XII-1941, 13.
109 Camino, 842. Cfr. Mt 5, 16; Mc 4, 21; 2Co 2, 15. Cfr. también Es Cristo que pasa, 105.
110 Cfr. BEATO JUAN PABLO II, Enc. Veritatis splendor, 6-VIII-1993, 90-94; CEC, 2573 y 2506.
111 Cfr. Martirio de Policarpo, c. 4.
112 Surco, n. 302.
113 E. REINHARDT, La legittima autonomia delle realtà temporali, en: “Romana” 15 (1992) 333 s. La cita interior es de Surco, n. 308. Una sintética exposición de este tema se puede encontrar en J. ECHEVARRÍA, Itinerarios de vida cristiana, cit., pp. 237-252 (cap. 18: “Vocación del cristiano en la sociedad”).
114 Surco, 910. Cfr. Mt 10, 16.
115 Ibid., 46.
116 Instrucción, 8-XII-1941, 13.
117 Hemos tratado este tema en el vol. I, pp. 413-424 (cap. 2º, apartado 3.1) y en el vol. II, pp. 260-268 (cap. 5º apartado 3.1.3).
118 M. RHONHEIMER, Cristianismo y laicidad. Madrid 2009, p. 115. Cfr., del mismo autor, Christentum und säkularer Staat, Freiburg im Breisgau 2012, pp. 195-229.
119 Ibid., p. 117.
120 CONC. VATICANO II, Decl. Dignitatis humanae, 3.
121 J. RATZINGER, Iglesia, ecumenismo y política, Madrid 1987, p. 277.
122 Hemos expuesto este tema en el vol. I, pp. 413-424 (cap. 2º, apartado 3.1).
123 M. RHONHEIMER, Il rapporto tra verità e politica nella società cristiana. Riflessioni storico-teologiche per la valutazione dell’amore della libertà nella predicazione di Josemaría Escrivá, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. V/2, p. 171.
124 Camino, 353. El texto está apropiadamente comentado por PEDRO RODRÍGUEZ en la Edición crítico-histórica de “Camino”. Seguimos la línea de ese comentario.
125 Para las cuestiones de orden político, cfr. M. RHONHEIMER, Christentum und säkularer Staat, cit., pp. 33-92.
126 Carta 29-IX-1957, 55.
127 Amigos de Dios, 165.
128 Surco, 945.
129 Es Cristo que pasa, 87. La cita de SAN AGUSTÍN es: In Ioannis Evangelium tractatus, 26, 13 (PL 35, 1613).
130 Amigos de Dios, 233.
131 Ibid., 174.
132 Es Cristo que pasa, 65.
133 Via Crucis, XIV Estación.
134 Forja, 632.
135 Ibid., 175.
136 Conversaciones, 12. Cfr. Camino, 947; Surco, 401.
137 Conversaciones, 114.
138 J. MIRAS, La secolarità dei fedeli laici, manifestazione vitale della speranza cristiana, cit., p. 372.
139 I. DE CELAYA, Unidad de vida y plenitud cristiana, cit., pp. 662 s.
140 A. BLANCO, Madre de Dios y Madre de los hombres. Estudio de la devoción mariana de San Josemaría y de su relación con la unidad de vida, cit., p. 107.