En las exequias
Cf. Esd 2, 34-35
Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna.
Dios Padre omnipotente,
nuestra fe confiesa que tu Hijo
ha muerto y ha resucitado;
por este misterio,
concede bondadoso a tu siervo N.,
que se ha dormido en el Señor,
alegrarse de resucitar por él.
Él, que vive y reina contigo.Oh, Dios,
siempre dispuesto a la misericordia y al perdón,
escucha nuestras súplicas por tu siervo N.,
a quien has llamado (hoy) a tu presencia,
y, porque en ti creyó y esperó,
condúcelo a la patria verdadera
para que goce contigo de las alegrías eternas.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Te presentamos, Señor, estas ofrendas
implorando de tu bondad la salvación
de tu siervo N.;
concédele que tu Hijo Jesucristo,
del que no dudó fuese su Salvador,
sea para él Juez misericordioso.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Cf. Esd 2, 34-35
Brille, Señor, sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo. Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo.
Señor y Dios,
por el sacramento del Cuerpo de tu Hijo
que nos dejó como viático,
te pedimos en tu bondad que nuestro hermano N.
llegue a la mesa eterna de Cristo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
El Señor le abra las puertas del paraíso para que pueda volver a aquella patria donde no hay muerte, donde permanece la alegría sin fin.
Oh, Dios,
misericordia de los pecadores
y felicidad de tus santos,
al cumplir (hoy) el deber humano
de dar sepultura al cuerpo de tu siervo N.,
te pedimos le des parte
en el gozo de tus elegidos
y que, libre de las ataduras de la muerte,
pueda presentarse ante ti
el día de la resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo.Oh, Dios, que has puesto término a la vida presente
para abrir las puertas de la eternidad,
te suplicamos humildemente
que, por la gracia de tu misericordia,
escribas el nombre de tu siervo N.
en el libro de la vida.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Muéstrate propicio, Señor, con tu siervo N.,
por quien te ofrecemos este sacrificio expiatorio
en el día de su sepultura,
y, si en algo quedó manchado por la culpa
o por debilidad de su condición humana,
que tu misericordia le perdone y purifique.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Flp 3, 20-21
Aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso.
Dios todopoderoso, te pedimos por tu siervo N.
que (hoy) ha partido de este mundo,
para que, purificado por este sacrificio
y libre de pecado,
lo admitas a las alegrías eternas de la resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
1Ts 4, 14; 1Co 15, 22
Del mismo modo que Jesús ha muerto y resucitado, Dios llevará con él, por medio de Jesús, a los que han muerto. Y del mismo modo que en Adán mueren todos, así en Cristo todos serán vivificados. Aleluya.
Escucha con bondad, Señor, nuestras súplicas
para que, al confesar nuestra fe
en tu Hijo resucitado de entre los muertos,
se afiance también nuestra esperanza
en la futura resurrección de tu siervo N.
Por nuestro Señor Jesucristo.Oh, Dios,
que por la caducidad de las realidades presentes
muestras el principio de las futuras,
concede que el alma de tu siervo N.,
conducida por ti, participe de la redención eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Acepta con bondad nuestras ofrendas, Señor,
para que tu siervo N.
sea recibido en la gloria con tu Hijo,
a quien nos unimos
por este gran sacramento de piedad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Cf. Jn 11, 25-26
Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre, dice el Señor. Aleluya.
Te pedimos, Señor,
que tu siervo difunto N.,
por quien hemos celebrado el Misterio pascual,
llegue a la mansión de la luz y de la paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Exequias A: Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna.
Oh, Dios,
el único que puede dar la vida
después de la muerte,
libra a tu siervo N. de todos los pecados
y, pues creyó en la resurrección de tu Hijo,
se una glorioso a ti el día de la resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Dios omnipotente y misericordioso,
te pedimos que limpies en la Sangre de Cristo
los pecados de tu siervo N.
por medio de este sacrificio,
y al que ya habías lavado con el agua del bautismo
purifícalo sin cesar con indulgencia amorosa.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Exequias A: Brille, Señor, sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo. Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo.
Después de recibir el sacramento de tu Unigénito,
que en favor nuestro fue inmolado y gloriosamente resucitó,
te pedimos humildemente, Señor,
por tu siervo N.,
para que, purificado por el Misterio pascual,
sea glorificado con el don de la resurrección futura.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En las exequias de los niños
Cf. Mt 25, 34
Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para
vosotros desde la creación del mundo (T.P. Aleluya)
Oh, Dios,
lleno de clemencia,
que en los planes de tu sabiduría
has querido llamar a ti,
desde el mismo umbral de la vida,
a este niño, a quien hiciste
hijo tuyo de adopción con la gracia del bautismo,
escucha con bondad nuestras plegarias
y concédenos un día compartir con él la vida eterna,
pues creemos que mora ya contigo en tu reino.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Santifica, Señor, los dones que te ofrecemos
para que estos padres,
que te devuelven el hijo recibido de ti,
merezcan abrazarlo llenos de alegría en tu reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Cf. Rm 6, 4. 8
Por el bautismo fuimos sepultados con Cristo en la muerte; creemos que también viviremos con él (T.P. Aleluya)
Señor, después de recibir la comunión
del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
te rogamos con fe,
que, en medio de las tristezas de esta vida,
fortalezcas con la esperanza de la vida eterna
a los que has alimentado en estos sagrados misterios.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Cf. Mt 25, 34
Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. (T.P. Aleluya)
Oh, Dios,
tú sabes que nuestros corazones
están sumidos en la tristeza
por la muerte de este niño;
concede a quienes lloramos
al que ha dejado ya esta vida,
creer que ha sido recibido, según tu designio,
en la eterna morada del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Dígnate, Señor, recibir esta ofrenda
como signo de nuestra entrega,
y, a quienes nos sometemos confiadamente
a los designios de tu providencia,
confórtanos con la dulzura de tu bondad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Sepultados por el bautismo con Cristo en la muerte, creemos que también viviremos con él. (T.P. Aleluya).
Señor, tú que has concedido a este niño
sentarse a la mesa de tu reino celestial,
concédenos también participar en ella
a los que has alimentado con el don divino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Cf. Ap 21, 4
Dios enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá más muerte, ni duelo, ni llanto ni dolor, porque lo primero ha desaparecido.
Recibe, Señor, las súplicas de tus fieles,
y concede a quienes están abatidos
por la nostalgia del hijo que les ha sido arrebatado,
ser confortados con la esperanza de tu misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo.Oh, Dios,
lleno de piedad,
que penetras los corazones y eres su mejor consuelo,
tú conoces la fe de estos padres;
hazles sentir que su hijo, al que lloran
porque ha dejado esta vida,
está en manos de tu divina misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Dígnate, Señor, recibir esta ofrenda
como signo de nuestra entrega,
y, a quienes nos sometemos confiadamente
a los designios de tu providencia,
confórtanos con la dulzura de tu bondad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Cf. Is 25, 8
El Señor aniquilará la muerte para siempre y Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros.
Señor, después de recibir la comunión
del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
te rogamos con fe,
que, en medio de las tristezas de esta vida,
fortalezcas con la esperanza de la vida eterna
a los que has alimentado en estos sagrados misterios.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En el aniversario
Ap 21, 4
Dios enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá más muerte, ni duelo, ni llanto ni dolor, porque lo primero ha desaparecido.
Oh, Dios,
gloria de los fieles y vida de los justos,
los redimidos por la muerte y resurrección de tu Hijo
te pedimos que acojas con bondad a tu siervo N.
para que, quien profesó el misterio de nuestra resurrección,
merezca alcanzar los gozos de la eterna bienaventuranza.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Mira con bondad, Señor, las ofrendas que te presentamos
por el alma de tu siervo N.;
haz que, purificada por los auxilios celestiales,
viva por siempre feliz en tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Cf. Jn 11, 25; Jn 3, 36; Jn 5, 24
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en mí posee la vida eterna y no incurre enjuicio, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida.
Confortados con los misterios sagrados,
te pedimos humildemente que tu siervo N.,
purificado de todos los pecados,
merezca recibir el don eterno de la resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Señor Jesús, concede el descanso eterno a aquellos por quienes derramaste tu preciosa sangre.
Al conmemorar el día en que fue sepultado
el cuerpo de tu siervo N.,
te pedimos, Señor,
que derrames sobre él el rocío perenne de tu misericordia
y te dignes hacerle partícipe en la suerte de tus santos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Escucha, Señor, nuestras súplicas
en favor de tu siervo N.,
de quien conmemoramos hoy el aniversario de su muerte,
y, por este sacrificio de reconciliación y de alabanza,
dígnate asociarlo a la compañía de tus santos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Tú, Señor, que eres el descanso después del trabajo, tú que eres la vida después de la muerte, concédeles el descanso eterno.
A ti, Señor, que has querido aceptar en tu bondad
nuestras oraciones y sacrificios
en favor del alma de tu siervo N.,
te pedimos humildemente
que, si aún permanecen en él manchas de los pecados,
sean limpiadas por tu misericordia y tu perdón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Cf. Rm 8, 11
Dios, que resucitó a Jesús de entre los muertos, también dará vida a nuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en nosotros. Aleluya.
Dios omnipotente y misericordioso,
cuyo Hijo se entregó voluntariamente a la muerte
por nosotros,
concede benigno a tu siervo N.
participar en la admirable victoria
de su resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Dios omnipotente y misericordioso,
te pedimos que limpies en la Sangre de Cristo
los pecados del alma de tu siervo N.
por medio de este sacrificio,
y a los que ya habías lavado con el agua del bautismo
purifícalos sin cesar con indulgencia amorosa.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Cf. Jn 6, 51-52
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo. Aleluya.
Recibido el sacramento de tu Unigénito,
que fue inmolado por nosotros y resucitó gloriosamente,
te pedimos con humildad, Señor,
por tu siervo N.,
para que, purificado por el Misterio pascual,
sea glorificado con el don de la resurrección futura.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Aniversario A: Dios enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.
Te pedimos, Señor,
que, por la gloriosa pasión de tu Hijo,
concedas a tu siervo N.
el perdón de los pecados que siempre deseó,
para que te conozca en verdad
y merezca gozar de tu visión eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Te ofrecemos humildemente, Señor, este sacrificio
por tu siervo N.,
para que se alegre en eterna unión contigo
quien te conoció por la luz del don de la fe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Aniversario A: Yo soy la resurrección y la vida dice el Señor : el que cree en mí posee la vida eterna y no será condenado, porque ha pasado ya de la muerte a la vida.
Saciados con el alimento de vida y redención,
te pedimos, Señor,
que, por estos dones,
nuestro hermano N., limpio de todo pecado,
pueda entrar en la asamblea del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Aniversario A: Dios enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.
Dios de perdón,
al celebrar el aniversario de la sepultura de tu siervo N.,
concede a su alma
sentarse en tu banquete,
la felicidad del descanso
y la claridad de la luz.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Que te sean gratas, Señor,
nuestra súplica y nuestra ofrenda,
para que tu siervo N.,
por cuya salvación las hemos ofrecido,
alcance la plenitud de tu redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Aniversario A: Yo soy la resurrección y la vida dice el Señor : el que cree en mí posee la vida eterna y no será condenado, porque ha pasado ya de la muerte a la vida.
Dios todopoderoso,
te pedimos que el alma tu siervo N.,
por la cual ofrecimos a tu majestad este sacrificio,
sea purificada de todo pecado,
por la eficacia de este sacramento
y reciba, por tu misericordia, la felicidad de la luz eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En diversas conmemoraciones
Por un difunto
El Señor le abra las puertas del paraíso para que pueda volver a aquella patria donde no hay muerte, donde permanece la alegría sin fin.
Dios, Padre todopoderoso,
que nos has fortalecido con el misterio de la cruz
y sellado con el sacramento de la resurrección de tu Hijo,
concede en tu bondad a tu siervo N.
tener parte en la compañía de tus elegidos.
Por nuestro Señor Jesucristo.Escucha, Señor, nuestras oraciones
con las que imploramos tu misericordia
en favor de tu siervo N.;
y a quien, por tu misericordia,
hiciste miembro de tu pueblo en este mundo,
llévalo a la región de la paz y de la luz,
y hazlo partícipe de la compañía de tus santos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Ten misericordia, Señor, de tu siervo N.,
por quien te ofrecemos este sacrificio de alabanza,
para que, en virtud de este piadoso culto de reconciliación,
merezca resucitar a la vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Cf. Jn 6, 37
Todo lo que me da el Padre vendrá a mí; dice el Señor, y al que venga a mí no lo echaré fuera.
Confortados con los sacramentos que dan la vida;
te pedimos, Señor, que el alma de nuestro hermano N.,
a quien hiciste partícipe de tu alianza,
purificada por la virtud de este sacramento,
se alegre eternamente en la paz de Cristo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Jb 19, 25. 26
Sé que mi Redentor vive, y que en el último día me alzaré de la tierra y en mi propia carne veré a mi Dios.
Libra, Señor, a tu siervo N.
de toda atadura de pecado,
y al que en esta vida mereció ser configurado con Cristo,
concédele volver a la vida entre tus santos
en la gloria de la resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Señor, te pedimos que sirva de provecho a tu siervo N.
esta ofrenda,
con cuya inmolación concediste que se perdonasen
los pecados del mundo entero.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Cf. Jn 6, 50-51
Este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera para siempre, dice el Señor.
Te pedimos, Señor,
que el sacrificio de tu Iglesia
sirva de ayuda al alma de tu siervo N.,
de modo que participe, con tus santos,
de la compañía de Cristo,
de quien recibió el sacramento de la misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oh, Dios, en quien todos los muertos viven
y los santos son plenamente felices,
escucha nuestras súplicas a fin de que tu siervo N.,
que ya no contempla la claridad temporal de este mundo,
pueda gozar del consuelo de tu luz eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Recibe, Señor, con agrado
la ofrenda de este sacrificio que te presentamos;
para que el alma de tu siervo N.
obtenga, por tu misericordia, el deseado perdón de sus pecados,
se alegre por siempre con tus santos
y cante eternamente tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Te damos gracias, Señor,
al recibir estos dones del cielo,
y te pedimos humildemente que el alma de tu siervo N.,
libre de las ataduras del pecado por la pasión de tu Hijo,
pueda llegar felizmente a tu presencia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Suban, Señor, nuestras oraciones a tu presencia;
que el alma de tu siervo N.
sea recibida en las alegrías eternas
y al que te dignaste crear a tu imagen
e hiciste hijo de adopción,
concédele participar de tu heredad.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Recibe complacido, Señor, esta oblación,
que llenos de confianza te presentamos por el alma de tu siervo N.,
y, por este sacrificio,
que quisiste fuera el mejor remedio,
concédele la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Renovados por este alimento sagrado,
te pedimos, Señor, que nuestro hermano N.,
libre de las ataduras de la muerte,
se alegre de participar
en la resurrección de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Escucha, Señor, con bondad nuestras súplicas
y concede al alma de tu siervo N.
el perdón de todos sus pecados,
para que alcance la vida
en el día de la resurrección
y descanse en la belleza de la luz.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Dios todopoderoso y eterno,
cuyo Hijo se entregó a nosotros como pan de vida
y derramó su sangre como bebida de salvación,
ten piedad de tu siervo N.,
para que estos dones que te presentamos
sean para él causa de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Al recibir la prenda de vida eterna,
te rogamos humildemente, Señor,
por el alma de tu siervo N.,
para que, libre de los lazos de la muerte,
pueda tener parte en la asamblea de los redimidos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
En diversas conmemoraciones
Por varios o todos
Señor, dales el descanso eterno y llena sus almas de tu esplendor.
Oh, Dios,
que hiciste pasar a tu Unigénito al reino del cielo,
una vez vencida la muerte,
concede a tus siervos N. y N.
que, superada su condición mortal,
puedan contemplarte para siempre
como su creador y redentor.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Te pedimos, Señor, que aceptes con bondad los dones
que te ofrecemos en favor de las almas de tus siervos,
y a quienes concediste el mérito de la fe cristiana
dales también la recompensa.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
1Jn 4, 9
Dios envió al mundo a su Unigénito, para que vivamos por medio de él.
Por este sacrificio que hemos celebrado
derrama, Señor, con largueza tu misericordia
sobre tus siervos difuntos,
y a quienes concediste la gracia del bautismo,
dales también la plenitud de los gozos eternos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el
que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Dios todopoderoso y eterno,
vida de los mortales y gozo de los santos,
escucha nuestra oración en favor de tus siervos N. y N.,
para que, libres de las cadenas de la muerte,
formen parte de tu reino en la gloria eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Recibe, Señor, en tu bondad,
la ofrenda que te presentamos
por tus siervos N. y N.
y por todos los que descansan en Cristo,
para que, rotos los lazos de la muerte
por este sacrificio singular,
merezcan alcanzar la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Flp 3, 20-21
Aguardamos un Salvador: nuestro Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso.
Te pedimos, Dios todopoderoso,
que la participación en los divinos misterios
nos sirva a nosotros de salvación
y a las almas de tus siervos,
por las que imploramos tu clemencia,
les alcance tu perdón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Cf. Ap 14, 13
Bienaventurados los que mueren en el Señor. Que descansen de sus fatigas, porque sus obras los acompañan.
Oh, Dios,
en cuya misericordia descansan la almas de los fieles,
concede benigno a tus siervos N. y N.
y a todos los que murieron en Cristo,
el perdón de sus pecados,
para que, libres de toda culpa,
tengan parte en la resurrección de Cristo.
Él, que vive y reina contigo.
Leccionario
Mira, Señor, con bondad
los dones que te ofrecemos
por el eterno descanso de las almas de tus siervos;
concédeles, por estos auxilios salvíficos,
ser contados para siempre en el número de tus redimidos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Concede, Señor, el descanso eterno a aquellos en cuyo recuerdo comulgamos el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Hemos recibido, Señor,
los sacramentos de la redención
implorando tu clemencia;
que, por tu misericordia,
nos ayuden a quienes aún vivimos
y obtengan el perdón eterno a nuestros difuntos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Cf. Sal 30, 2
A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; tú, que eres justo, ponme a salvo.
Oh, Dios,
Creador y Redentor de todos los fieles,
concede a tus siervos el perdón de todos sus pecados,
para que consigan, por estas piadosas súplicas,
la misericordia que siempre desearon.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Ten misericordia, Señor, de tus siervos N. y N.
por quienes te ofrecemos este sacrificio de reconciliación;
y, ya que permanecieron fieles a la fe católica en este mundo,
obtengan la recompensa en la vida futura.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Cf. Jn 8, 12
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor. El que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Señor, que la oración de quienes te suplican
ayude a las almas de tus siervos,
para que, por este sacrificio, los libres de todos sus pecados
y los hagas partícipes de la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Cf. Sal 104, 3-4
Que se alegren los que buscan al Señor. Recurrid al Señor y a su poder, buscad continuamente su rostro.
Dios todopoderoso y eterno,
Señor de vivos y muertos,
que derramas sobre todos tu misericordia,
humildemente te suplicamos
que aquellos por quienes oramos,
consigan, en tu bondadosa clemencia,
el perdón de sus pecados,
y, felices, gocen contigo alabándote siempre.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oh, Dios,
aceptada la ofrenda de este sacrificio,
concede a tus siervos N. y N.
participar en las abundantes riquezas de tu Hijo Jesucristo,
para que puedan resucitar con él
y ser colocados a su derecha.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Cf. Sal 31, 17-18
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia, Señor, no quede yo defraudado tras haber acudido a ti.
Escucha, oh, Dios, a tus hijos
que han sido alimentados con el sacramento de salvación
y, ya que has resucitado de entre los muertos
a Cristo tu Unigénito por el Espíritu Santo,
concede a tus fieles N. y N.
la alegría de la vida inmortal.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Cf. Sal 83, 10-11
Fíjate, oh, Dios, escudo nuestro; mira el rostro de tu Ungido. Vale más un día en tus atrios que mil en mi casa.
Te pedimos, Señor,
que concedas la misericordia perpetua a tus siervos difuntos,
para que les aproveche eternamente
lo que en ti esperaron y creyeron.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Que este sacrificio, Señor,
con el que tu Hijo inocente, inmolado por nosotros,
quitó todos los pecados del mundo,
libre a tus siervos N. y N. de todas las culpas
propias de la condición humana.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Cf. Sal 41, 2-3
Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío; mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
Te pedimos, Señor, que tus siervos
y cuantos descansan en Cristo
participen en la luz eterna,
ya que, mientras vivieron en este mundo,
recibieron tu sacramento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Muéstrate propicio, Señor, con tus siervos N. y N.,
a quienes purificaste en la fuente de la regeneración,
y concédeles alcanzar la bienaventuranza de la vida celestial.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Al ofrecerte, Señor, este sacrificio
por tus siervos N. y N.,
te suplicamos humildemente
que te dignes atender nuestros ruegos,
para que les concedas tu misericordia eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Después de recibir los sacramentos del cielo, Señor,
invocamos humildemente tu clemencia,
para que, por este don,
tus siervos obtengan el perdón de sus pecados,
entren en tu reino
y merezcan alabarte eternamente.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Te encomendamos, Señor, a tus siervos N. y N.,
para que, muertos en este mundo, vivan para ti,
y que tu inmenso amor misericordioso
perdone los pecados que cometieron, por fragilidad humana,
en su peregrinar sobre la tierra.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Ten misericordia, Señor, de tus siervos N. y N.
por quienes te ofrecemos este sacrificio de reconciliación;
y ya que en esta vida fueron fieles a ti,
reciban contigo una piadosa recompensa.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Te pedimos, Dios todopoderoso,
que, por la eficacia de este sacramento,
concedas a tus siervos difuntos
participar de la eterna bienaventuranza
en la asamblea de los justos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dios todopoderoso y eterno,
a quien suplicamos siempre
con esperanza de alcanzar misericordia,
muéstrate compasivo con tus siervos N. y N.;
que dejaron este mundo confesando tu nombre,
y admítelos en la asamblea de tus santos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Señor Dios, tu Hijo se ofreció a ti
como víctima viva;
acepta el sacrificio de tu Iglesia,
para que tus siervos N. y N.;
absueltos de todos los pecados,
merezcan alcanzar el premio de la inmortalidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dios omnipotente y misericordioso,
haz que los sacramentos recibidos nos purifiquen,
y concede que este sacrificio
sea fuente de perdón para nosotros,
fortaleza de los débiles,
auxilio en los peligros,
remisión de los pecados para vivos y difuntos,
y prenda de la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oraciones por los difuntos
Exequias A: Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna.
Oh, Dios,
fiel remunerador de las almas,
concede a tu siervo difunto el papa N.,
a quien constituiste
sucesor de Pedro y pastor de tu Iglesia,
que, por los misterios de tu gracia y tu perdón
que administró fielmente en la tierra,
goce con alegría junto a ti en el cielo para siempre.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Te pedimos, Señor,
por este piadoso culto de reconciliación,
que el alma de tu siervo, el papa N.,
reciba la feliz recompensa,
y a nosotros tu misericordia nos obtenga
los dones de la gracia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Exequias A: Brille, Señor, sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo. Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo.
Alimentados con los sacramentos de tu comunión divina,
te pedimos, Señor, que tu siervo el papa N.,
que quisiste que fuera en la tierra
fundamento visible de la unidad de tu Iglesia,
sea agregado felizmente
a la bienaventuranza de tu grey.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Exequias A: Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna.
Oh, Dios,
que en tu providencia inefable
quisiste que tu siervo, el papa N.,
estuviera al frente de tu Iglesia,
te pedimos que quien hacía las veces de tu Hijo en la tierra
sea recibido por él en la gloria eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Mira, Señor, con bondad
las ofrendas de la Iglesia suplicante
y, por la eficacia de este sacrificio,
concede a tu siervo, el papa N.,
a quien constituiste sumo pontífice al frente de tu pueblo,
ser contado en el número de tus sacerdotes elegidos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Exequias A: Brille, Señor, sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo. Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo.
Después de recibir los divinos auxilios de tu amor,
te pedimos, Señor,
que tu siervo, el papa N.,
fiel dispensador de tus sacramentos en la tierra,
proclame eternamente tu misericordia
en la gloria de los santos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Exequias A: Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna.
Oh, Dios, Pastor inmortal de las almas,
mira con bondad al pueblo que te implora
y concede a tu siervo, el papa N.,
que presidió en la caridad a tu Iglesia,
alcanzar, por tu misericordia,
el premio del administrador fiel,
con el pueblo que le fue confiado.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Mira con bondad, Señor,
esta ofrenda de reconciliación de tu pueblo,
por la que confiamos a tu misericordia
el alma de tu siervo, el papa N.,
y quien en la familia humana fue instrumento de tu caridad y de tu paz,
como fruto perpetuo de ambas, merezca alegrarse con tus santos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Exequias A: Brille, Señor, sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo. Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo.
Al acercarnos a la mesa del banquete eterno,
imploramos humildemente, Señor, tu misericordia
por el alma de tu siervo el papa N.;
para que se alegre
con la posesión de la verdad,
en la que confirmó fielmente a tu pueblo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Exequias A: Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna.
Te pedimos, Dios todopoderoso,
por el alma de tu siervo N., obispo,
a quien encomendaste el cuidado de tu familia,
para que entre en los gozos eternos de su Señor,
acompañado del abundante fruto de su trabajo.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Señor, imploramos humildemente
tu inagotable clemencia,
para que este sacrificio sirva ahora de perdón
a tu siervo N., obispo,
que lo ofreció a tu divina majestad durante su vida mortal
por la salvación de los fieles.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Exequias A: Brille, Señor, sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo. Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo.
Señor, la implorada clemencia de tu misericordia
sea provechosa al alma de tu siervo N., obispo,
para que alcance, por este sacrificio,
la unión eterna con Cristo,
en quien esperó y a quien predicó.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Exequias A: Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna.
Oh, Dios,
que al conceder la dignidad episcopal
a tu siervo N., obispo (cardenal),
quisiste contarlo entre los sucesores de los apóstoles,
te pedimos
que también sea asociado eternamente a su compañía.
Leccionario
Recibe, Señor, las ofrendas
que te presentamos por el alma de tu siervo N., obispo (cardenal),
para que asocies a la asamblea de tus santos en el reino de los cielos
a quien encomendaste en la tierra la dignidad de pontífice.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Exequias A: Brille, Señor, sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo. Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo.
Dios omnipotente y misericordioso,
te pedimos que, purificado por este sacrificio,
tu siervo N., obispo (cardenal),
a quien concediste representar a Cristo en la tierra,
se siente con él en los cielos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Exequias A: Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna.
Te pedimos, Señor,
que el alma de tu siervo N., sacerdote,
a quien adornaste en este mundo con el ministerio sagrado,
goce siempre en la morada gloriosa del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Dios todopoderoso, te suplicamos
que, por estos santos misterios,
tu siervo N., sacerdote,
contemple por siempre en la claridad
lo que aquí celebró fielmente.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Exequias A: Brille, Señor, sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo. Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo.
Después de recibir los sacramentos de la salvación,
imploramos, oh, Dios, tu misericordia,
para que tu siervo N., sacerdote,
a quien hiciste dispensador de tus misterios en la tierra,
pueda ser saciado con la verdad contemplada en el cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor
Exequias A: Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna.
Escucha, Señor, con piedad
las plegarias que te dirigimos
por la salvación del alma de tu siervo N., sacerdote,
que en tu nombre desempeñó con fidelidad el ministerio;
concédele alegrarse en la compañía eterna de tus santos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Imploramos, Señor, tu misericordia
para que este sacrificio de nuestra entrega,
ofrecido por el alma de tu siervo N., sacerdote,
aproveche ahora para el perdón
de quien te presentó con devoción
el mismo sacrificio en la Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Exequias A: Brille, Señor, sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo. Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo.
Saciados con el alimento de la mesa celestial,
te pedimos humildemente, Señor,
que, en virtud de este sacrificio,
el alma de tu siervo N., sacerdote,
que sirvió fielmente en tu Iglesia,
exulte de gozo en tu presencia para siempre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Exequias A: Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna.
Dios misericordioso,
concede participar de la felicidad eterna
al alma de tu siervo N., diácono,
a quien confiaste el ministerio del servicio en tu Iglesia.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Muéstrate propicio, Señor,
con tu siervo N., diácono,
por cuya salvación te ofrecemos este sacrificio;
para que resucite a la gloria eterna
con tus fieles servidores,
quien durante su vida
se dedicó al servicio de Cristo, tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio
Exequias A: Brille, Señor, sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo. Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna; vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo.
Alimentados, Señor, con los clones santos,
te pedimos humildemente por tu siervo N., diácono,
a quien elegiste entre los servidores de tu Iglesia,
para que, libre del poder de la muerte
por la virtud de este sacrificio,
tenga parte con aquellos que te sirvieron fielmente
y le concedas por tu bondad entrar en tu gozo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Aniversario A: Dios enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.
Oh, Dios,
que nos has mandado honrar padre y madre,
apiádate con clemencia
de mi padre y de mi madre (de nuestros padres),
perdona sus pecados
y haz que los vuelva (los volvamos) a ver
en la alegría de la luz eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Leccionario
Acepta, Señor, el sacrificio que te ofrecemos
por mi padre y mi madre (por nuestros padres);
concédeles el gozo eterno en el país de los vivos
y a mí (a nosotros) compartir con ellos
la felicidad de los santos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Aniversario A: Dios enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.
Te rogamos, Señor,
que la participación en el sacramento celestial
obtenga a mi padre y a mi madre (a nuestros padres)
el descanso y la luz perpetua
y cólmame (cólmanos), junto con ellos
de tu gloria para siempre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Aniversario A: Dios enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.
Oh, Dios, que concedes el perdón de los pecados
y quieres la salvación de los hombres
invocamos tu clemencia,
por intercesión de santa María, la Virgen
y de todos los santos,
para que concedas a los hermanos, parientes
y bienhechores de nuestra comunidad
que han salido ya de este mundo,
llegar a la asamblea de la eterna bienaventuranza.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Leccionario
Oh, Dios, cuya misericordia no tiene límites
recibe propicio nuestras humildes oraciones
y, por estos sacramentos de nuestra salvación
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Aniversario A: Dios enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.
Dios omnipotente y misericordioso
concédenos que las almas
de nuestros hermanos, parientes y bienhechores
por quienes hemos ofrecido a tu majestad
este sacrificio de alabanza,
purificadas de todo pecado
por la fuerza de este sacramento
alcancen, por tu misericordia, la felicidad de la luz perpetua
Por Jesucristo, nuestro Señor.