Amigos de Dios

Comentario crítico-histórico

Notas

1 En vida de san Josemaría vieron la luz sus libros: Consideraciones Espirituales, Cuenca, Imprenta Moderna, 1934, 104 pp.; Santo Rosario, Madrid, Imprenta de Juan Bravo 3, 1934, 23 pp.; Camino, Valencia, Gráficas Turia, 1939, 335 pp.; La Abadesa de las Huelgas: estudio teológico-jurídico, Madrid, Luz, 1944, 415 pp.; Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer, Madrid, Rialp, 1968, 181 pp.; Es Cristo que pasa, Madrid, Rialp, 1973, 421 pp. Tras su fallecimiento, en 1975, fueron editados: Amigos de Dios. Homilías, Madrid, Rialp, 1977, 467 pp.; Vía Crucis, Madrid, Rialp, 1981, 123 pp.; Surco, Madrid, Rialp, 1986, 474 pp.; Forja, Madrid, Rialp, 1987, 412 pp. A partir de ahora en las referencias a pie de página, esos libros serán citados con la letra inicial de su título y el párrafo o el punto correspondiente: ADD (Amigos de Dios); ECP (Es Cristo que pasa); CEB (Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer); C (Camino); S (Surco); F (Forja); SR (Santo Rosario); VC (Via Crucis).
2 Cfr. JOSEMARÍA ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa. Edición crítico-histórica preparada por Antonio Aranda, Madrid, Rialp, 2013, 1033 pp. De ahora en adelante esta edición crítico-histórica, a la que nos remitiremos con frecuencia, será citada así: Es Cristo que pasa ed. AA, n. de la página.
3 Sobre la relación entre predicación oral y obra escrita en san Josemaría, cfr. J.A. LOARTE, "La predicación de san Josemaría. Descripción de una fuente documental", Studia et Documenta 1 (2007), pp. 221-231; ID., "Predicación de san Josemaría", en Diccionario de san Josemaría Escrivá de Balaguer (en adelante DSJ), Burgos, Instituto Histórico San Josemaría Escrivá de Balaguer–Editorial Monte Carmelo, 2013, pp. 999-1007; J.L. ILLANES, "Obra escrita y predicación de san Josemaría Escrivá de Balaguer", Studia et Documenta 3 (2009), pp. 203-276. Cfr. también Es Cristo que pasa ed. AA, pp. 7-17.
4 Sobre el tema de la llamada universal a la santidad en san Josemaría, cfr. M. DE SALIS, "La chiamata universale alla santità e all'apostolato negli insegnamenti di san Josemaría Escrivá. Elementi per una disamina del suo messaggio prima del Concilio Vaticano II", en J. LÓPEZ DÍAZ (a cura di), San Josemaría e il pensiero teologico, II, Roma, Edusc, 2015, pp. 181-206.
5 BEATO ÁLVARO DEL PORTILLO, "Presentación", infra, p. 152 (Álvaro del Portillo fue beatificado en septiembre de 2014; desde ahora, cuando citemos su nombre, especialmente a pie de página, lo haremos preceder de ese título).
6 Nos remitimos también, para evitar repeticiones, a cuanto tuvimos ocasión de exponer en Es Cristo que pasa ed. AA, pp. 3-36.
7 Amigos de Dios, 212a.
8 Amigos de Dios, 301a.
9 Es Cristo que pasa, 168d.
10 "Cuando el Señor me daba aquellos golpes, por el año treinta y uno, yo no lo entendía. Y de pronto, en medio de aquella amargura tan grande, esas palabras: tú eres mi hijo (Ps II, 7), tú eres Cristo. Tú has hecho, Señor, que yo entendiera que tener la Cruz es encontrar la felicidad, la alegría. Y la razón -lo veo con más claridad que nunca- es esta: tener la Cruz es identificarse con Cristo, es ser Cristo, y por eso, ser hijo de Dios" (Meditación, 28-IV-1963, en AGP, serie A.4, m630428; desde ahora, AGP, A.4, m).
11 Es admirable la constante referencia en los escritos de san Josemaría a la Cruz de Cristo, hallada, amada y abrazada -asumida como algo propio- en el cotidiano empeño por identificarse con la voluntad de Dios, es decir, en el "cargar" con la cruz de cada día. El análisis detenido de esos pasajes podría dar lugar a una interesante monografía acerca del heroísmo cristiano en la vida diaria. Algunos los iremos encontrando en este libro, y habrá ocasión de destacarlos (cfr., por ejemplo, Amigos de Dios, 124c, 129a-b, 130b, 131b, 132b, 141b, 202b, 212a, 216c, 286a, 310b, etc.). Pasajes análogos pueden verse también, por ejemplo, entre las obras ya editadas de san Josemaría, en Es Cristo que pasa, 9b, 19d, 21e, 43c, 49d, 58g, 66d, 96a, 114c, 137b, 165a, 168c-d, etc. Cfr. asimismo, Camino, 58, 95, 151, 163, 178, 182, 277, 474, 497, 508, 658, 699, 710, 726, 758, 873, 929, 989; Surco, 8, 70, 149, 198, 248-249, 255-257, 373, 977, 985, 989, 995. Especialmente intensa es la referencia a la Cruz en Forja, 27, 28, 191, 206, 209, 252, 275, 401, 405, 412, 484, 517, 519, 521-522, 521, 757, 759, 761-764, 766, 769-776, 779-782, 785-790, 823, 882, 888, 983, 1020, 1027; SR: cuarto misterio doloroso; VC: I(4), II, II(3), II(5), III, III(4), III(5), IV, V, V(1)-(5), VII, VII(1), VII(3), VIII(2)-(3), IX, X, X(2), X(5), XI, XI(2)-(4), XII, XII(1)-(3), XIII(3)-(5), XIV(1).
12 He aquí un ejemplo: "La cruz cada día. Nulla dies sine cruce!, ningún día sin Cruz: ninguna jornada, en la que no carguemos con la cruz del Señor, en la que no aceptemos su yugo. Por eso, no he querido tampoco dejar de recordaros que la alegría de la resurrección es consecuencia del dolor de la Cruz. (.) El camino de nuestra santificación personal pasa, cotidianamente, por la Cruz: no es desgraciado ese camino, porque Cristo mismo nos ayuda y con Él no cabe la tristeza. In laetitia, nulla dies sine cruce!, me gusta repetir; con el alma traspasada de alegría, ningún día sin Cruz" (Es Cristo que pasa, 176d-f).
13 En relación con la difícil situación por la que atravesaba la Iglesia, basta leer las afirmaciones del papa san Pablo VI en algunos de sus discursos (cfr. Insegnamenti di Paolo VI, vol. X [1972], pp. 672-673 y 703-709). Respecto al sufrimiento de san Josemaría ante las dificultades para llegar a la configuración canónica definitiva del Opus Dei, cfr., por ejemplo, A. VÁZQUEZ DE PRADA, El Fundador del Opus Dei. Vida de Josemaría Escrivá de Balaguer, vol. III, cap. XXII ("La época del Concilio Vaticano II"). En cuanto a sus problemas de salud, cfr. ibid. cap. XXIV ("Busco tu rostro, Señor"). Desde este momento, ese libro será citado así: VdP, 3, y la página.
14 Un testimonio de particular significado, a este respecto, lo ofrecen las tres últimas Cartas (como tres toques intensos de atención, que él mismo calificó de "campanadas"), que escribe a los miembros del Opus Dei con solicitud de Padre para advertirles de los peligros a los que estaban expuestos en aquel tiempo de prueba de la Iglesia, y exhortarles a permanecer fieles a la fe y a su vocación: Carta 28-III-1973 (en AGP, A.3, 0095-02-02); Carta 17-VI-1973 (en ibid., 0095-02-03); Carta 14-II-1974 (en ibid., 0095-02-04).
15 Ejemplo fehaciente son los fatigosos viajes de catequesis que emprende en aquellos momentos por diversos países de Europa y América (cfr., por ejemplo, VdP, 3, caps. XXIII-XXIV). Como ejemplo, sintetizamos aquí los datos de sus viajes apostólicos por América Latina, desde mayo de 1974 a febrero de 1975, durante el último año de su vida: a) en 1974: del 22 de mayo de 1974 hasta el 7 de junio, catequesis en Brasil; del 7 de junio hasta el 28, catequesis en Argentina; del 28 de junio al 9 de julio, catequesis en Chile; del 9 de julio al 1 de agosto, catequesis en Perú; del 1 de agosto al 15, catequesis en Ecuador; del 15 al 31 de agosto catequesis en Venezuela. b) en 1975: del 4 al 15 de febrero de 1975, nueva catequesis en Venezuela; del 15 al 23 de febrero catequesis en Guatemala.
16 Cfr. Amigos de Dios, 127a y Es Cristo que pasa, 32c, 97a, 129d.
17 Como escribe el beato Álvaro del Portillo en la "Presentación", en este volumen de homilías se recogen "algunos textos que se editaron mientras Mons. Escrivá de Balaguer se encontraba aún a nuestro lado, aquí en la tierra, y otros de los muchos que dejó para publicar más adelante, porque trabajaba sin prisa y sin pausa" (cfr. infra, 151).
18 En la comunicación del Consejo General que -una vez cerrado el sumario de Es Cristo que pasa- acompañaba el envío de la primera de esas homilías (Vida de fe, que luego no sería la primera publicada), ya se indicaba, en efecto, que formaría parte "del segundo volumen" (cfr. comunicación del Consejo General del 21 de enero de 1973, en AGP, A.3, 109-3-1). (A partir de ahora citaremos así: com/cg/fecha, para las comunicaciones del Consejo General, y com/cr/fecha, para las de las Comisiones Regionales). Una indicación semejante ("irá en el segundo volumen") se lee en la comunicación que, una semana después, acompañaba a la segunda de las enviadas, Humildad (com/cg/28-I-1973, en AGP, A.3, 108-1-1).
19 Concretamente, sin entrar ahora en detalles, podemos adelantar que llegó a conocer: a) la edición en inglés de siete de esas homilías, publicadas en forma de folleto por la editorial neoyorkina Scepter, entre febrero de 1974 y marzo de 1975; b) la edición francesa de tres, aparecida en 1974 en la colección parisina "Les Cahiers de Couvrelles"; c) la edición alemana de cuatro, realizada entre febrero y abril de 1975 por la Kanisius Verlag de Friburgo; d) la edición italiana de dos, en 1974, dentro de la colección "Omelie di Mons. Escrivá de Balaguer" de la editorial milanesa Ares, así como de otra en el número de enero de 1975 de la revista Studi Cattolici; y, finalmente, e) la edición portuguesa de cuatro, en 1975, dentro de la colección lisboeta "Cadernos Prumo".
20 Se emplea el término "relectura", porque quien redacta estas páginas conocía de tiempo atrás el documento donde están recogidas esas palabras, y además estaba presente cuando san Josemaría las pronunció.
21 El ICU es una organización no gubernamental, que realiza proyectos de cooperación en el desarrollo de países del Sur del mundo, y promueve iniciativas de información y educación sobre temas de solidaridad internacional. Nació en 1966, por iniciativa de un grupo de docentes italianos, y con el impulso de san Josemaría, con el objetivo de favorecer el desarrollo de la cultura y de la ciencia al servicio del hombre (cfr. www.icu.it).
22 La expresión utilizada: "ahí está, muerta de risa", es una locución característica del idioma castellano para significar que algo (por ejemplo, como en este caso, un trabajo inacabado) está en cierto modo a la espera de poder ser resuelto. "Cuarto de D. Álvaro" era, para san Josemaría, un modo habitual de denominar la habitación en la que normalmente trabajaba, que era a su vez el cuarto de trabajo del entonces secretario general del Opus Dei, don Álvaro del Portillo.
23 Crónica 1974, p. 68, en AGP, Biblioteca, P01.
24 La fórmula genérica "seis u ocho", usada en castellano para aludir a un número indeterminado, pero mayor de seis, de personas o cosas, bien podría tomarse como un modo genérico de referirse a las homilías que faltaban para completar el "segundo volumen".
25 La documentación global que se conserva en el Archivo de la Prelatura sobre Amigos de Dios, siendo abundante, es sin embargo menos copiosa que la referida a Es Cristo que pasa. La razón de ese hecho ha de atribuirse a la propia mecánica del trabajo de edición de las homilías, progresivamente más expedita conforme a la experiencia acumulada.
26 Cfr. Es Cristo que pasa ed. AA, pp. 7-17.
27 Por ejemplo -lo señalamos ahora en términos generales, para estudiarlo más adelante en su lugar correspondiente, dentro de la segunda parte de este volumen-, se conservan dos correcciones autógrafas en el texto ya editado de la homilía Humildad, y otras dos en el de Vida de oración. Análogamente, se puede ver una corrección autógrafa en el original mecanografiado, antes de su edición, tanto en la homilía El tesoro del tiempo como en Para que todos se salven; así como tres correcciones en el original último de Hacia la santidad.
28 Se advierten correcciones de ese tipo en los originales de diversas homilías; por ejemplo: en El trato con Dios (un párrafo pegado); en Porque verán a Dios (una docena de palabras cambiadas y pegadas sobre la anterior); en Trabajo de Dios (diez cambios de palabras); etc. Será expuesto en los lugares correspondientes del texto anotado.
29 com/cg/1-V-1976, en AGP, A.3, 109-1-1.
30 El texto había llegado a España acompañado, en efecto, de una comunicación que decía: "Enviamos la homilía Madre de Dios, Madre nuestra, para el segundo volumen de homilías" (com/cg/4-VI-1973, en AGP, A.3, 108-2-3).
31 Todo eso puede verse detalladamente narrado en VdP, 3, cap. XXIV.
32 Cfr. ibid.
33 Posteriormente, contando con el testimonio de personas que intervinieron en los trabajos, hemos podido establecer cuáles fueron las cuatro homilías que -aunque ya redactadas- no habían podido entrar en el proceso final de lectura-revisión ante el Autor, previo a la edición. Esas homilías fueron: Trabajo de Dios, Vivir cara a Dios y cara a los hombres, Tras los pasos del Señor y Desprendimiento.
34 Monseñor Ignacio Carrasco fue consagrado obispo y nombrado presidente del Pontificio Consejo de la Vida por el papa Benedicto XVI en 2010. Desde 2017 es presidente emérito de dicho pontificio consejo.
35 Un ayudante del Autor recuerda, en efecto, que el trabajo sobre un nuevo libro de homilías ("sobre virtudes humanas y sobrenaturales") estaba comenzado antes de publicar el anterior (Rafael Gómez Pérez, "Recuerdos de cuatro libros", en AGP, A.5, 251-4-3). Algo semejante se lee en este otro testimonio: "Ya antes de la aparición de Es Cristo que pasa, nuestro Padre pensó en otro libro formado por homilías o meditaciones según diversas virtudes" ("Recuerdos de Ignacio Carrasco en relación con escritos de san Josemaría", en AGP, A.3, 87-2-4).
36 Cfr. supra, nt. 18.
37 Una simple comparación visual de las primeras ediciones de ambos libros (y luego ya de las sucesivas), es suficiente para comprobar su plena similitud. Más adelante, al tratar de la primera edición de Amigos de Dios, documentaremos el empeño puesto por el beato Álvaro del Portillo para lograrlo.
38 En el caso de alguna de estas cualidades, como la referida a los perfiles literarios del libro, dada su absoluta similitud en ambos volúmenes, nos remitimos sin nuevos añadidos a las ideas y a la bibliografía recogidas en Es Cristo que pasa ed. AA, pp. 32-36. Cfr. también M. CABALLERO WANGÜEMERT, "Estilo literario", en DSJ, pp. 452-457.
39 Cfr. los ya citados trabajos de LOARTE, "La predicación", y de ILLANES, "Obra escrita y predicación".
40 Ese método de trabajo ha quedado ampliamente descrito en los testimonios dejados por los ayudantes, que se conservan en AGP, A.3, 251-4-1 y 3.
41 Testimonios de M. Cabello, F. Roca y J. Cremades, en AGP, A.3, 251.
42 He aquí un breve elenco. Sobre la dimensión bíblica, cfr., por ejemplo: F. VARO, "San Josemaría Escrivá, lettore della Sacra Scrittura", Romana 21 (2005), pp. 176-191; J. PANIELLO, Las "Homilías" de San Josemaría, meditaciones del misterio de Cristo, Roma, Pont. Univ. della Santa Croce, 2007 (tesis doctoral, totaliter edita); M.A. TÁBET, "La contribución del pensamiento de san Josemaría a la reflexión bíblica", en LÓPEZ DÍAZ (a cura di), San Josemaría e il pensiero teologico, II, pp. 159-180. Sobre el cristocentrismo, cfr., por ejemplo: G. TANZELLA-NITTI, "Perfectus Deus, perfectus homo. Reflexiones sobre la ejemplaridad del misterio de la Encarnación del Verbo en las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá", Romana 13 (1997), pp. 360-380; A. ARANDA, "El bullir de la sangre de Cristo". Estudio sobre el cristocentrismo del Beato Josemaría Escrivá, Madrid, Rialp, 20012. Sobre la dimensión mariana, cfr., por ejemplo: A. DEL PORTILLO, Una vida para Dios: reflexiones en torno a la figura de monseñor Escrivá de Balaguer. Discursos, homilías y otros escritos, Madrid, Rialp, 1992 (pp. 193-197: "Bajo el manto de María"; pp. 247-252: "Lecciones de amor a la Virgen"; pp. 253-257: "Con María, por las sendas de la fe"); J. ECHEVARRÍA, "La devozione mariana di mons. Escrivá. Un'eredità inestinguibile", Studi Cattolici 22 (1978), pp. 601-607; ID., "El amor a María Santísima en las enseñanzas de Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer", Palabra, n. 156-157, 1978, pp. 341-345; G. MORUJÃO, "Lectio divina de las Sagradas Escrituras en los escritos del Beato Josemaría Escrivá", en M. FAZIO (a cura di), La grandezza della vita quotidiana. San Josemaría Escrivá. Contesto storico. Personalità. Scritti, Roma, Edusc, 2002, pp. 301-316.
43 El BEATO ÁLVARO DEL PORTILLO, en la "Presentación" del libro, habla, en este sentido, de "comentarios ajustados y precisos a la Escritura Santa y de recurso asiduo al tesoro de la Tradición cristiana". Es iluminante, a este respecto, dar una ojeada al "Índice de Padres y Doctores de la Iglesia, documentos del magisterio eclesiástico, textos litúrgicos, etc.", incluido al final.
44 Para comprobarlo es suficiente repasar el "Índice de textos de la Sagrada Escritura", anterior al citado en la nota precedente. Para una idea de conjunto, cfr. B. ESTRADA, "Sagrada Escritura", en DSJ, pp. 1097-1102. En la mente, y por tanto en el estilo literario de san Josemaría, la entera Escritura permite ser presentada como un todo, tomando de distintos Libros las características que le interesa destacar. Muestra así tener "una clara conciencia de la unidad entre los dos testamentos, el Antiguo y el Nuevo" (S. HAHN, "Amare la Bibbia appassionatamente. L'uso delle Scritture negli scritti di san Josemaría", Romana 18 [2002], p. 380). Las referencias de textos del Antiguo Testamento -tomadas de 12 libros- son 90; y los citados en más ocasiones (cuatro, en cada caso) son: Ps 42, 2 (Vg): "Tú eres el Dios de mi refugio", (aunque suele aparecer en latín: "quia tu es, Deus, fortitudo mea"), e Is 1, 17: "Aprended a hacer el bien" ("discite benefacere"). Las referencias neotestamentarias, mucho más frecuentes, suman un total de 400 (Sinópticos: 183; Juan: 72; Pablo: 101; otros textos del Nuevo Testamento: 44); el pasaje más citado (en siete ocasiones) es Mt 11, 28-30: "Venid a mí todos los que trabajáis y estáis cansados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis paz para vuestras almas. Mi yugo es suave y mi carga ligera".
45 BEATO ÁLVARO DEL PORTILLO, Una vida para Dios, p. 113.
46 Las menciones directas a Jesús, bajo distintos nombres, son muy abundantes. El total se acerca a las mil referencias, sobre todo bajo el nombre de Señor (más de 350 ocasiones), o de Cristo (más de 200), o Jesús (unas 150), o, en fin, Jesucristo, Maestro, Hijo de Dios (o de María), Modelo que nos da su ejemplo, Redentor, Salvador, etc. En unas 50 oportunidades son mencionados algunos de esos nombres en cada homilía (casi tres veces por página), lo que da idea -aunque solo sea numérica- de la luz que alumbra en la mente y en el corazón del Autor.
47 Valga como ejemplo este párrafo: "Que Jesucristo es el modelo nuestro, de todos los cristianos, lo conocéis perfectamente porque lo habéis oído y meditado con frecuencia. Lo habéis enseñado además a tantas almas, en ese apostolado -trato humano con sentido divino- que forma ya parte de vuestro yo. (.) Jesús es el modelo. Lo ha dicho Él: discite a me, aprended de Mí" (Amigos de Dios, 175a-b).
48 Cfr. supra, nt. 5. La mención de "los pasos" de Cristo, de su caminar entre los hombres o, mejor aún, de su existencia terrena contemplada como camino a seguir e imitar ("Yo soy el Camino", Jn 14, 6), es un recurso usual en el lenguaje cristiano -con raíz en el Evangelio- para significar el dinamismo vital inherente a la fe en Jesucristo. San Josemaría también utiliza esa terminología de manera habitual en sus obras, en el mismo sentido, y las páginas de Amigos de Dios son un claro exponente. Una de las homilías del libro (nn. 127-141) tiene por título, justamente, Tras los pasos del Señor, y en no pocas ocasiones hallamos expresiones semejantes a esta: "Jesús es el camino. Él ha dejado sobre este mundo las huellas limpias de sus pasos" (127b cfr. 223d y 252b); pasos que urge a seguir: "sin titubeos" (128c); "de cerca" (140a); "con decisión" (141d); "lealmente" (238b); etc. La frase citada del beato Álvaro del Portillo es, en efecto, hasta en el modo de decir, una perfecta síntesis del contenido del libro.
49 En tres ocasiones la fórmula es usada como ladillo, para dar título a lo que se desarrolla a continuación: n. 110 (Ejemplo de Cristo; en este caso, de desprendimiento); n. 144 (El ejemplo de Jesucristo; de filial confianza en Dios); n. 176 (El ejemplo de Cristo; de castidad). En otros momentos, es mencionado con palabras que tienen un cierto sentido de totalidad: "Fijaos con calma en el ejemplo del Maestro, y comprenderéis enseguida que disponemos de tema abundante para meditar durante toda la vida" (110c); "Repasa el ejemplo de Cristo, desde la cuna de Belén hasta el trono del Calvario" (128c). Y otras muchas veces, ese ejemplo del Señor con sus obras, es aludido con referencias puntuales (cfr. 97b, 103c, 121a, 125d, 143c, 223c, 228b, 239a, 247b, 299c, 309b, etc.). Habrá oportunidad, más adelante, de retomar esta importante cuestión.
50 Cfr. A. ARANDA, "María, Hija predilecta del Padre, en la enseñanza del Beato Josemaría Escrivá", Estudios Marianos 66 (2000), pp. 313-342; J.L. BASTERO, "María Santísima", en DSJ, pp. 798-807; J. VELAZ, "Madre de Dios y Madre nuestra". Introducción al estudio de la vida y la doctrina marianas de San Josemaría Escrivá de Balaguer, Roma, PUSC, 2004 (tesis doctoral, totaliter edita).
51 Se podrían multiplicar las citas al respecto; bástenos con esta: "Contemplemos ahora a su Madre bendita, Madre nuestra también. En el Calvario, junto al patíbulo, reza. No es una actitud nueva de María. Así se ha conducido siempre, cumpliendo sus deberes, ocupándose de su hogar. Mientras estaba en las cosas de la tierra, permanecía pendiente de Dios. Cristo, perfectus Deus, perfectus homo, quiso que también su Madre, la criatura más excelsa, la llena de gracia, nos confirmase en ese afán de elevar siempre la mirada al amor divino" (Amigos de Dios, 241a).
52 "Señor, concédenos tu gracia. Ábrenos la puerta del taller de Nazaret, con el fin de que aprendamos a contemplarte a Ti, con tu Madre Santa María, y con el Santo Patriarca José -a quien tanto quiero y venero-, dedicados los tres a una vida de trabajo santo. Se removerán nuestros pobres corazones, te buscaremos y te encontraremos en la labor cotidiana, que Tú deseas que convirtamos en obra de Dios, obra de Amor" (Amigos de Dios, 72c).
53 Amigos de Dios, 93c.
54 Seguirle, "con ansia, con abnegación, sin descuidar nada" (ibid., 300b).
055 Cfr., por ejemplo, ibid., 93, 109, 281; Es Cristo que pasa, 172-174, 177; etc.
56 Es Cristo que pasa, 173a.
57 "Si nos identificamos con María, si imitamos sus virtudes, podremos lograr que Cristo nazca, por la gracia, en el alma de muchos que se identificarán con Él por la acción del Espíritu Santo. Si imitamos a María, de alguna manera participaremos en su maternidad espiritual. En silencio, como Nuestra Señora; sin que se note, casi sin palabras, con el testimonio íntegro y coherente de una conducta cristiana, con la generosidad de repetir sin cesar un fiat que se renueva como algo íntimo entre nosotros y Dios" (Amigos de Dios, 281c).
58 Amigos de Dios, 4a.
59 Amigos de Dios, 7.
60 Amigos de Dios, 18a.
61 BEATO ÁLVARO DEL PORTILLO, "Presentación", p. 156.
62 Amigos de Dios, 7.
63 Los datos exactos se pueden ver en el "Apéndice IV" de esta edición: "Ediciones totales de Amigos de Dios entre 1977 y 2014".
64 Cfr. BEATO ÁLVARO DEL PORTILLO, Una vida para Dios, p. 19.
65 Cfr. J. ECHEVARRÍA, "Maestro, Sacerdote, Padre. Perfil humano y sobrenatural del Beato Josemaría Escrivá de Balaguer", en L. CLAVELL (ed.), La grandezza della vita quotidiana. Vocazione e missione del cristiano in mezzo al mondo, Roma, Edusc, 2002, pp. 67-90.
66 La cuestión es muy conocida. Además de los relatos biográficos al respecto (por ejemplo, VdP, 1, caps. III-IV), se puede ver: A. ARANDA, "Sacerdote de Jesucristo. Sobre la misión eclesial del Beato Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei", Romana 9 (1993), pp. 307-327; ID., "La misión eclesial de San Josemaría Escrivá: elementos espirituales y teológicos internos", en J.R. VILLAR (et al.), Communio et sacramentum. En el 70 cumpleaños del Prof. Dr. Pedro Rodríguez, Pamplona, Eunsa, 2003, pp. 395-416; J. ALONSO, "Vocación de san Josemaría", en DSJ, pp. 1296-1300.
67 Amigos de Dios, 64c (las cursivas son nuestras).
68 Amigos de Dios, 170c.
69 Amigos de Dios, 174a.
70 Amigos de Dios, 74c.
71 Amigos de Dios, 147a.
72 Amigos de Dios, 179d.
73 Amigos de Dios, 116b-c.
74 Amigos de Dios, 303b.
75 Amigos de Dios, 14a.
76 Amigos de Dios, 58b.
77 Amigos de Dios, 163b.
78 Amigos de Dios, 244a.
79 He aquí algunos ejemplos: "Yo los buscaba con afecto y con interés, para que viniesen a hablar, a desahogar su conciencia, porque también los sacerdotes necesitamos del consejo y de la ayuda de un hermano" (Amigos de Dios, 16b); "Las grandes caídas (.) proceden siempre de la soberbia de creerse mayores, autosuficientes. En esos casos, predomina en la persona como una incapacidad de pedir asistencia al que la puede facilitar: no solo a Dios; al amigo, al sacerdote. Y aquella pobre alma, aislada en su desgracia, se hunde en la desorientación, en el descamino" (Amigos de Dios, 147b); "Cada uno en su sitio, con la vocación que Dios le ha infundido en el alma -soltero, casado, viudo, sacerdote- ha de esforzarse en vivir delicadamente la castidad" (Amigos de Dios, 184e); "No puedo silenciar que el trabajo -por decirlo así- profesional de los sacerdotes es un ministerio divino y público, que abraza exigentemente toda la actividad hasta tal punto que, en general, si a un sacerdote le sobra tiempo para otra labor que no sea propiamente sacerdotal, puede estar seguro de que no cumple el deber de su ministerio" (Amigos de Dios, 265a).
80 "No me perdáis de vista que el santo no nace: se forja en el continuo juego de la gracia divina y de la correspondencia humana" (Amigos de Dios, 7a). "Os aseguro que, al tropezar durante mi vida con tantos prodigios de la gracia, obrados a través de manos humanas, me he sentido inclinado, diariamente más inclinado, a gritar: Señor, no te apartes de mí, pues sin Ti no puedo hacer nada bueno" (Amigos de Dios, 23b); "Es verdad que no basta esa capacidad personal: nadie se salva sin la gracia de Cristo" (Amigos de Dios, 75a); "Siempre seremos vencedores, porque no nos niega jamás la omnipotencia de su gracia. Y no importa entonces que haya contienda, porque Él no nos abandona" (Amigos de Dios, 182a); "Así, con la gracia divina, se reforzará nuestro carácter, y serviremos de apoyo a nuestro Dios, por encima de nuestras miserias personales" (Amigos de Dios, 216c); "La caridad no la construimos nosotros; nos invade con la gracia de Dios: porque Él nos amó primero" (Amigos de Dios, 229a); "El apostolado de la Iglesia –su anuncio y su realidad de salvación– no se basa en el prestigio de unas personas, sino en la gracia divina" (Amigos de Dios, 267a).
81 "Llegará aquel día, que será el último y que no nos causa miedo: confiando firmemente en la gracia de Dios, estamos dispuestos desde este momento, (.) a acudir a esa cita con el Señor llevando las lámparas encendidas" (Amigos de Dios, 40b); "El cristiano es uno más en la sociedad; pero de su corazón desbordará el gozo del que se propone cumplir, con la ayuda constante de la gracia, la Voluntad del Padre" (Amigos de Dios, 93a); "[Dios] pretende que no le pongamos obstáculos, para que -hablando al modo humano- quepa más gracia suya en nuestro pobre corazón" (Amigos de Dios, 98); "Además, por encima de esas debilidades, tú contribuirás a remediar las grandes deficiencias de otros, siempre que te empeñes en corresponder a la gracia de Dios" (Amigos de Dios, 162a); "A todos, sin discriminaciones de ningún género, pide el Señor correspondencia a la gracia" (Amigos de Dios, 177b); "Revestidos de la gracia, cruzaremos a través de los montes, y subiremos la cuesta del cumplimiento del deber cristiano, sin detenernos" (Amigos de Dios, 219c).
82 "Jesucristo ha entregado a su Iglesia todos los medios necesarios: nos ha enseñado a rezar, a tratar con su Padre Celestial; nos ha enviado su Espíritu, el Gran Desconocido, que actúa en nuestra alma; y nos ha dejado esos signos visibles de la gracia que son los Sacramentos. Úsalos. Intensifica tu vida de piedad. Haz oración todos los días. Y no apartes nunca tus hombros de la carga gustosa de la Cruz del Señor" (Amigos de Dios, 141b); "El Señor, que es omnipotente y misericordioso, nos ha concedido los medios idóneos para vencer. Basta que los empleemos, como os comentaba antes, con la resolución de comenzar y recomenzar en cada momento, si fuera preciso" (Amigos de Dios, 219b).
83 "Por tanto, equivocaríamos el camino si nos desentendiéramos de los afanes temporales: ahí os espera también el Señor; estad ciertos de que a través de las circunstancias de la vida ordinaria, ordenadas o permitidas por la Providencia en su sabiduría infinita, los hombres hemos de acercarnos a Dios. No lograremos ese fin si no tendemos a terminar bien nuestra tarea; si no perseveramos en el empuje del trabajo comenzado con ilusión humana y sobrenatural; si no desempeñamos nuestro oficio como el mejor y si es posible –pienso que si tú verdaderamente quieres, lo será– mejor que el mejor, porque usaremos todos los medios terrenos honrados y los espirituales necesarios, para ofrecer a Nuestro Señor una labor primorosa, acabada como una filigrana, cabal" (Amigos de Dios, 63b); "Al atender y al cumplir vuestras obligaciones personales, familiares..., emplead los medios terrenos honestos con rectitud, pensando en el servicio a Dios, a la Iglesia, a los vuestros, a vuestra tarea profesional, a vuestro país, a la humanidad entera" (Amigos de Dios, 118a).
84 Amigos de Dios, 247a-b.
85 La literatura biográfica al respecto suele recoger diversos testimonios personales del protagonista, manifestados en distintos momentos de su vida, que rememoran circunstancias y actitudes ligadas a aquellos que él solía denominar presentimientos o barruntos. Por ejemplo, "¿Por qué me hago sacerdote? El Señor quiere algo, ¿qué es? Y en un latín de baja latinidad, cogiendo las palabras del ciego de Jericó, repetía: Domine, ut videam! Ut sit! Ut sit! Que sea eso que Tú quieres, y que yo ignoro" (palabras pronunciadas el 26-VII-1974, en AGP, P04, vol. II, pp. 398-399). O bien, estas otras: "¿Por qué me hice sacerdote? Porque creí que era más fácil cumplir una voluntad de Dios, que no conocía. Desde unos años antes la barruntaba, pero no sabía qué era, y no lo supe hasta 1928. Por eso me hice sacerdote" (palabras pronunciadas el 28-III-1973, en AGP, P01, IV-1973, p. 50). Se puede ver ARANDA, "El bullir de la sangre de Cristo", pp. 111-151.
86 Cfr., entre otros, VdP, 1, caps. III-V; A. ARANDA, "Fundación del Opus Dei", en DSJ, pp. 552-561.
87 Cfr. ARANDA, "El bullir de la sangre de Cristo", pp. 111-151, donde se analiza esta cuestión desde la perspectiva de mutua referencia y complementariedad entre el sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial. El ministerio sacerdotal, legítimamente conferido y ejercitado, es portador de una potestad espiritual capaz de generar y alimentar la comunidad creyente, dándole vida en Cristo, así como de promover y sostener en medio de ella, como fruto de la caridad pastoral, la comunión de los fieles con Dios y con los hombres. De las gracias y bienes espirituales que se distribuyen en la Iglesia a través del sacerdocio ministerial se nutre el ejercicio de ese otro sacerdocio, esencialmente distinto del anterior, pero querido también por Cristo como participación del suyo, que es el sacerdocio bautismal de todos los fieles o sacerdocio común. Si aquel caudal de bienes que nace de la singular participación del ministro ordenado en el sacerdocio de Cristo, y que le capacitan para obrar "in persona Christi Capitis", es literalmente esencial para la edificación de la Iglesia en la historia como sacramento universal de salvación, también resulta literalmente esencial el sacerdocio común de los fieles para realizar la misión de la Iglesia, y mediante ella la salvación del mundo.
88 Cfr. J. LÓPEZ, "Sacerdocio común", en DSJ, pp. 1079-1083; PH. GOYRET, "Sacerdocio ministerial", en ibid., pp. 1084-1092.
89 Instrucción, 19-III-1934, nn. 6-7 (en AGP, A.3, 87).
90 Cfr. Mons. J. ECHEVARRÍA, "Espíritu del Opus Dei", en DSJ, pp. 431-437.
91 Cfr. J.L. ILLANES, "Dos de octubre de 1928: alcance y significado de una fecha", en Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer y el Opus Dei, Pamplona, Eunsa, 1985, pp. 65-108; ARANDA, "Fundación del Opus Dei", pp. 556-557.
92 La expresión "por inspiración divina" es la utilizada por san Juan Pablo II en la Constitución apostólica Ut sit (28-XI-1982), con la que fue erigida la Prelatura personal de la Santa Cruz y Opus Dei.
93 Algunas pueden verse en el libro del BEATO ÁLVARO DEL PORTILLO, Una vida para Dios, pp. 26-33.
94 Carta 14-IX-1951, n. 3, en AGP, A.3, Escritos, 93-3-2.
95 Carta 9-I-1932, n. 84, en AGP, A.3, Escritos, 91-3-2. La cursiva es de san Josemaría.
96 Const. dog. Lumen gentium, 4 (cursiva nuestra).
97 Lumen gentium, 12 (cursiva nuestra).
98 Cfr. Lumen gentium, 1, 9, 48, 59.
99 Sobre la figura del "cristiano corriente" en san Josemaría, cfr. A. ARANDA, "En torno al 'alter Christus, ipse Christus' de san Josemaría Escrivá", en T. TRIGO (ed.), Dar razón de la esperanza, Homenaje al Prof. Dr. J.L. Illanes, Pamplona, Eunsa, 2004, pp. 763-793.
100 Cfr. F. OCÁRIZ, "La vocación al Opus Dei como vocación en la Iglesia", en P. RODRÍGUEZ – F. OCÁRIZ – J.L. ILLANES, El Opus Dei en la Iglesia, Madrid, Rialp, 1993, pp. 135-198.
101 Lo hemos analizado en A. ARANDA, "Trabajo diario santificado y santificador. Sobre la contribución de San Josemaría Escrivá a la teología y a la espiritualidad", en J. BOROBIA LAKA (et al.), Trabajo y espíritu. Sobre el sentido de las enseñanzas de Josemaría Escrivá en el contexto del pensamiento contemporáneo, Pamplona, Eunsa, 2004, pp. 19-44.
102 Carta 14-IX-1951, n. 3, en AGP, A.3, 93-3-2.
103 Lo mismo se advierte en otras de sus obras; cfr., por ejemplo, Es Cristo que pasa, 20a, 70b y 122b; Conversaciones, 17b, 26b, 34b, 55b, 71b.
104 Amigos de Dios, 59a.
105 "Este es el secreto de la santidad que vengo predicando desde hace tantos años: Dios nos ha llamado a todos para que le imitemos; y a vosotros y a mí para que, viviendo en medio del mundo -¡siendo personas de la calle!-, sepamos colocar a Cristo Señor Nuestro en la cumbre de todas las actividades humanas honestas" (Amigos de Dios, 58a).
106 "Esta ha sido mi predicación constante desde 1928: urge cristianizar la sociedad; llevar a todos los estratos de esta humanidad nuestra el sentido sobrenatural, de modo que unos y otros nos empeñemos en elevar al orden de la gracia el quehacer diario, la profesión u oficio" (Amigos de Dios, 210a).
107 "Desde los primerísimos comienzos del Opus Dei he manifestado mi gran empeño en repetir sin descanso, para las almas generosas que se decidan a traducirlo en obras, aquel grito de Cristo: en esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os amáis los unos a los otros" (Amigos de Dios, 43a).
108 "Jamás he preguntado a alguno de los que a mí se han acercado lo que piensa en política: ¡no me interesa! Os manifiesto, con esta norma de mi conducta, una realidad que está muy metida en la entraña del Opus Dei, al que con la gracia y la misericordia divinas me he dedicado completamente, para servir a la Iglesia Santa" (Amigos de Dios, 11a).
109 Cfr. también, por ejemplo, Amigos de Dios, 54b, 61c, 81a, 117c, 122b, 132d, 227a, etc.
110 Texto de obligada referencia a este respecto es el volumen de A. DE FUENMAYOR – V. GÓMEZ-IGLESIAS – J.L. ILLANES, El itinerario jurídico del Opus Dei. Historia y defensa de un carisma, Pamplona, Eunsa, 1989.
111 Carta 9-I-1932, n. 2, en AGP, A.3, 91-3-1.
112 Carta 14-II-1944, n. 1, en AGP, A.3, 92-2-2.
113 Carta 15-VIII-1953, n. 6, en AGP, A.3, 93-4-2. He aquí otro texto semejante: "Y quiso inspirar la Obra de Dios con una finalidad y un carácter peculiares, dentro de la unidad de la Iglesia" (ibid., n. 18).
114 Como bibliografía básica pueden ser citados los tres volúmenes de E. BURKHART - J. LÓPEZ, Vida cotidiana y santidad en la enseñanza de San Josemaría: estudio de teología espiritual, Madrid, Rialp, 2010-2013 (en adelante lo citaremos así: BURKHART-LÓPEZ, vol., p.), así como los 13 volúmenes que recogen las Actas del Congreso Internacional: La grandezza della vita quotidiana. Vocazione e missione del cristiano in mezzo al mondo, Roma, Edusc, 2002-2003. Iremos añadiendo otros textos en sus lugares correspondientes.
115 Es Cristo que pasa, 104c-105a. Cfr. ARANDA, "El bullir de la sangre de Cristo", IV, 2 ("La riqueza escondida en el misterio del Verbo encarnado"); V, 2 ("Alter Christus, ipse Christus en san Josemaría"); ID., "Identificación con Cristo", en DSJ, pp. 609-618; C. IZQUIERDO URBINA, "Jesucristo", en DSJ, pp. 684-694.
116 Dicho Símbolo es una fórmula de fe atribuida durante siglos a san Atanasio, y conocida también por ese motivo como Símbolo Atanasiano o Pseudo-Atanasiano. Hoy día se acepta de modo general que su origen se remonta al siglo V avanzado, o comienzos del VI, y su elaboración se debe situar en la comunidad cristiana de la Galia o de Hispania, con inspiración doctrinal en la teología agustiniana.
117 Véanse, por ejemplo, en Amigos de Dios, los párrafos: 50a-b, 56a-b, 74a, 75c, 81c, 93b, 176d, 201a, 241b; análogamente, en Es Cristo que pasa, cfr. 13a, 61c, 83e, 89f, 107e, 109a, 117d, 125a, 151b.
118 Amigos de Dios, 176d. Consideraciones análogas se leen en 50a-b y en 201a, en referencia a la escena de la higuera en la que Cristo no halla fruto. Por ejemplo: "Tenía hambre. ¡El Hacedor del universo, el Señor de todas las cosas padece hambre! ¡Señor, te agradezco que -por inspiración divina- el escritor sagrado haya dejado ese rastro en este pasaje, con un detalle que me obliga a amarte más, que me anima a desear vivamente la contemplación de tu Humanidad Santísima! Perfectus Deus, perfectus homo, perfecto Dios, y perfecto Hombre de carne y hueso, como tú, como yo" (Amigos de Dios, 50b).
119 Ibid., 56a. El texto continúa diciendo: "Fueron años intensos de trabajo y de oración, en los que Jesucristo llevó una vida corriente -como la nuestra, si queremos-, divina y humana a la vez; en aquel sencillo e ignorado taller de artesano, como después ante la muchedumbre todo lo cumplió a la perfección" (56b).
120 Amigos de Dios, 81c.
121 Cfr. Amigos de Dios, 241b.
122 Amigos de Dios, 75c.
123 Lo mismo puede decirse, como es lógico, respecto de otras obras, como por ejemplo, Es Cristo que pasa, 15e, 17h, 21b, 61c, 62b, 94a, 149c, etc.
124 Cfr. supra, nt. 49. En el "Índice de materias", incluido al final del libro, se pone de manifiesto la frecuencia de esa expresión. Cfr., por ejemplo, las voces: Desprendimiento, Humildad, Oración, Pureza, Trabajo, Vida ordinaria.
125 He aquí algunos ejemplos: "Jesucristo, Señor Nuestro, con mucha frecuencia nos propone en su predicación el ejemplo de su humildad" (97b); "Cada uno de nosotros debe identificarse con Jesucristo, que -ya lo habéis oído- se hizo pobre por ti, por mí, y padeció, dándonos ejemplo, para que sigamos sus pisadas" (110c); "Al comportarnos con normalidad -como nuestros iguales- y con sentido sobrenatural, no hacemos más que seguir el ejemplo de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Fijaos en que toda su vida está llena de naturalidad" (121a); "Repasa el ejemplo de Cristo, desde la cuna de Belén hasta el trono del Calvario. Considera su abnegación, sus privaciones." (128c); "Que Jesucristo es el modelo nuestro, de todos los cristianos, lo conocéis perfectamente porque lo habéis oído y meditado con frecuencia" (175a); "[Cristo] quiere que nosotros conservemos ese ejemplo sin sombras: un modelo maravilloso de pureza, de limpieza, de luz, de amor que sabe quemar todo el mundo para purificarlo" (176b); "Nos dio ese ejemplo, para que acudamos con Él a servir a los demás, para que -me gusta repetirlo- pongamos generosamente nuestro corazón en el suelo, de modo que los otros pisen en blando, y les resulte más amable su lucha" (228b); "Volvamos nuestros ojos a Jesucristo, que es nuestro modelo, el espejo en el que debemos mirarnos. ¿Cómo se comporta, exteriormente también, en las grandes ocasiones? ¿Qué nos dice de Él el Santo Evangelio? Me conmueve esa disposición habitual de Cristo, que acude al Padre antes de los grandes milagros; y su ejemplo, retirándose cuarenta días con cuarenta noches al desierto, antes de iniciar su vida pública, para rezar" (239a); "Lo he afirmado y lo he escrito tantas veces, pero no me importa repetirlo, porque Nuestro Señor nos hace ver -con su ejemplo- que ese es el comportamiento certero: oración constante, de la mañana a la noche y de la noche a la mañana" (247b); "¿Y cómo cumpliremos ese apostolado? Antes que nada, con el ejemplo, viviendo de acuerdo con la Voluntad del Padre, como Jesucristo, con su vida y sus enseñanzas, nos ha revelado" (268); etc.
126 Cfr. Amigos de Dios, 299d.
127 Esta temática cuenta con una no pequeña tradición en la literatura teológica y espiritual. Cfr., por ejemplo, M.-J. NICOLAS, "La doctrine de la Corédemption dans le cadre de la doctrine thomiste de la rédemption", Revue Thomiste 55 (1947), pp. 20-44; CH. JOURNET, L'Église du Verbe Incarné, t. III, Paris, Desclée de Brouwer, 1951, pp. 221-227. La teología de la "corredención" ha encontrado algunas dificultades, en particular en el ámbito de la mariología, en tiempos relativamente recientes, esto es, desde el Concilio Vaticano II en adelante. Al debate propiamente teológico se han incorporado razones de sensibilidad ecuménica, lo que ha supuesto la prácticamente nula utilización de esa terminología, en dicho ámbito, para evitar cualquier malentendido en torno a la doctrina católica sobre la exclusiva condición de Jesucristo como Redentor. El análisis de esta cuestión excede el objeto de las presentes anotaciones, por lo que remitimos al lector interesado a estudios más específicos, como por ejemplo: CH. JOURNET, Maria Corredentrice, Milano, Ares, 1989; J. GALOT, "Maria Corredentrice", L'Osservatore Romano, 15-IX-1977; ID., Maria, la donna nell'opera di Salvezza, Roma, Editrice Pontificia Università Gregoriana, 1991; ID., "Maria Corredentrice. Controversie e problemi dottrinali", La Civiltà Cattolica, 1994, III, pp. 210ss.; J.L. BASTERO, María, Madre del Redentor, Pamplona, Eunsa, 1995, pp. 298-302; L. SCHEFFCZYK – A. ZIEGENAUS, Katholische Dogmatik, V: "Maria in der Heilgeschichte", Aachen, MM Verlag, 1998, pp. 343-348; M. PONCE, María, Madre del Redentor y Madre de la Iglesia, Barcelona, Herder, 2001, pp. 487-488; AA.VV., Maria Corredentrice: storia e teologia, I-XIII, Frigento, Casa Mariana Editrice, 1998-2011.
128 Cfr. BURKHART-LÓPEZ, 1, pp. 388-411.
129 En el pontificado de san Pío X, en diversos documentos de las Congregaciones romanas aparece el término de "corredentora" aplicado a la Santísima Virgen. Es usual en esa época la expresión "Corredentora de la raza humana". Pío XI lo usó también en distintas audiencias hablando de Santa María; por ejemplo, en su Alocución del 30 de noviembre de 1933, señala: "Por la naturaleza de su obra, el Redentor debía asociar a su Madre con su obra. Por esta razón, Nosotros la invocamos bajo el título de Corredentora. Ella nos dio al Salvador, lo acompañó en la obra de redención hasta la cruz, compartiendo con Él los sufrimientos, la agonía y la muerte, con los que Jesús dio cumplimiento cabal a la redención humana"; palabras semejantes pueden leerse en la Alocución del 28 de abril de 1935 durante un mensaje radiofónico con motivo de la clausura del Año Santo en Lourdes, en que María es invocada como "Madre, la más fiel y misericordiosa, Corredentora y socia de los dolores" de su querido Hijo. El mismo Pío XI, el 23 de marzo de 1934, en una Audiencia a miembros de congregaciones marianas de Cataluña, utiliza el término de "corredentores" aplicado a los cristianos. Ya en tiempos de Pío XII, por razones diversas, deja de usarse esa terminología en los documentos magisteriales, lo que no significa, lógicamente, que deje de estar presente, en el magisterio y en la teología, la doctrina acerca de la singular colaboración de María, y de otro modo de toda la Iglesia, en la obra de la salvación. Dicha doctrina ha sido fuertemente corroborada por el Concilio Vaticano II, especialmente en el capítulo VIII de la Constitución dogmática Lumen gentium. El papa san Juan Pablo II, que quiso comentar ampliamente esa doctrina mariológica conciliar en la encíclica Redemptoris Mater, hizo también uso con naturalidad, en diversos discursos y alocuciones, del término "corredentora" aplicado a la Virgen, subrayando su significado de singular cooperación de la Madre en la obra salvífica de Jesucristo, único Redentor.
130 Es obvio que, como fuente inspiradora, la luz del Redentor y de la redención alumbra por todas partes en los textos de san Josemaría, y no cabe limitarla a unos cuantos párrafos. No obstante, a modo de ejemplo, pueden citarse algunos: cfr. Amigos de Dios, 75c, 93b, 111a, 132c, 160a, 208c, 220a, 240a; Es Cristo que pasa, 1d, 2e, 36c, 80d, 86a, 86d, 100b, 106c, 122c, 126d, 129b-c, 132d, 162c, 168d, 183e; etc.
131 Es Cristo que pasa, 121a.
132 Es Cristo que pasa, 183d.
133 Es Cristo que pasa, 132a.
134 Amigos de Dios, 9c.
135 Es Cristo que pasa, 121a.
136 Es Cristo que pasa, 183d.
137 Es Cristo que pasa, 105a.
138 Cfr. P. RODRÍGUEZ, "Omnia traham ad meipsum: el sentido de Juan 12, 32, en la experiencia espiritual de mons. Escrivá de Balaguer", Romana 8 (1992), pp. 331-352; A. ARANDA, "Cristo al vertice delle attività umane", Studi Cattolici 43 (1999), pp. 484-490; BURKHART-LÓPEZ, 1, pp. 424-433.
139 Amigos de Dios, 143a.
140 Carta 9-I-1959, n. 60, en AGP, A.3, Escritos, 94-1-5.
141 "Quise hacer oración, después de la Misa, en la quietud de mi iglesia. No lo conseguí" (Apuntes íntimos, n. 334, en AGP, A.3, leg. 88). A partir de ahora citaremos ese escrito con la sigla: AI, n.
142 Ese día en la portada de ABC -quizás eso llamó su atención, y adquirió un ejemplar- aparece una foto del Presidente del Gobierno, Sr. Azaña, con el nuncio Mons. Tedeschini, que había acudido a cumplimentarle como Decano del Cuerpo diplomático. En la p. 3 del diario hay tres columnas firmadas, a modo de editoriales, tituladas: El verbo cura. (sobre un Congreso de psicología); La que más altares tiene (dedicada a la celebración en Zaragoza de la Virgen del Pilar) y Judíos y frailes (sobre el XVII Congreso sionista).
143 AI, 334.
144 "Sentí la acción del Señor que hacía germinar en mi corazón y en mis labios, con la fuerza de algo imperiosamente necesario, esta tierna invocación: Abba! Pater! (.) Probablemente hice aquella oración en voz alta. Y anduve por las calles de Madrid, quizá una hora, quizá dos, no lo puedo decir, el tiempo se pasó sin sentirlo. Me debieron tomar por loco. Estuve contemplando con luces que no eran mías esa asombrosa verdad, que quedó encendida como una brasa en mi alma, para no apagarse nunca" (Carta 9-I-1959, n. 60).
145 "Te agradezco, Señor, tu continua protección y la realidad de que hayas querido intervenir, en ocasiones, de modo bien patente -yo no lo pedía, ¡no lo merezco!- para que no quede ninguna duda de que la Obra es tuya. Viene a mi memoria esa maravilla de la filiación divina. Fue un día de mucho sol, en medio de la calle, en un tranvía: Abba, Pater!, Abba, Pater!" (Meditación, 2-X-1971, en AGP, A.4, m711002). He aquí otro texto paralelo: "No lo quise yo, lo quiso Él. Os podría decir hasta cuándo, hasta el momento, hasta dónde fue aquella primera oración de hijo de Dios" (Carta 9-I-1959, n. 60).
146 "Cuando el Señor me daba aquellos golpes, por el año treinta y uno, yo no lo entendía. Y de pronto, en medio de aquella amargura tan grande, esas palabras: tú eres mi hijo (Ps II, 7), tú eres Cristo" (Meditación, 28-IV-1963).
147 "La oración más subida la tuve (.) yendo en un tranvía y, a continuación, vagando por las calles de Madrid, contemplando esa maravillosa realidad: Dios es mi Padre. Sé que, sin poderlo evitar, repetía: Abba, Pater! Supongo que me tomarían por loco" (Instrucción, V-35/IX-50, n. 22, nt. 28, en AGP, A.3, 89). He aquí otros pasajes análogos: "Sentí afluir la oración de afectos, copiosa y ardiente. Así estuve en el tranvía y hasta mi casa" (AI, 334); "Y yo solo sabía repetir: Abba, Pater!; Abba, Pater!; Abba!, Abba!, Abba! " (Meditación, 28-IV-1963).
148 "Este rasgo típico de nuestro espíritu nació con la Obra, y en 1931 tomó forma: en momentos humanamente difíciles, en los que tenía sin embargo la seguridad de lo imposible -de lo que contempláis hecho realidad-, sentí la acción del Señor que hacía germinar en mi corazón y en mis labios, con la fuerza de algo imperiosamente necesario, esta tierna invocación: Abba, Pater! " (Carta 9-I-1959, n. 60).
149 "Esta familia nuestra se siente en el mundo tan unida al Padre de los cielos como la que más. Tenemos un Padre, y constantemente sentimos la filiación divina. (.) Aprendí a llamar Padre, en el Padrenuestro, desde niño; pero sentir, ver, admirar ese querer de Dios de que seamos hijos suyos..., en la calle y en un tranvía -una hora, hora y media, no lo sé-; Abba, Pater!, tenía que gritar. Hay en el Evangelio unas palabras maravillosas; todas lo son: nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiera revelar (Matth XI, 27). Aquel día, aquel día quiso de una manera explícita, clara, terminante, que conmigo, vosotros os sintáis siempre hijos de Dios, de este Padre que está en los cielos y que nos dará lo que pidamos en nombre de su Hijo" (Meditación, 24-XII-1969, en AGP, A.4, m691224). Otro pasaje análogo: "Entendí que la filiación divina había de ser una característica fundamental de nuestra espiritualidad: Abba, Pater! Y que, al vivir la filiación divina, los hijos míos se encontrarían llenos de alegría y de paz, protegidos por un muro inexpugnable; que sabrían ser apóstoles de esta alegría, y sabrían comunicar su paz, también en el sufrimiento propio o ajeno. Justamente por eso: porque estamos persuadidos de que Dios es nuestro Padre" (Carta 8-XII-1949, n. 41, en AGP, A.3, Escritos, 93-1-2).
150 Meditación, 28-IV-1963.
151 Cfr., por ejemplo, VdP, 1, caps. VI ("Apuntes íntimos") y VII ("La gestación de la Obra").
152 Lo que desvelan esas palabras ("tener la Cruz es identificarse con Cristo, es ser Cristo, y por eso, ser hijo de Dios"), constituye la luz plena que, en un periodo de gran sufrimiento personal, recibe san Josemaría a través del don del 16 de octubre de 1931. Él, como buen y docto sacerdote, se sabía hijo de Dios, y se dirigía así al Señor, como se puede deducir, por ejemplo, de un apunte que escribió veinticinco días antes del 16 de octubre de 1931: "Estuve considerando las bondades de Dios conmigo y, lleno de gozo interior, hubiera gritado por la calle, para que todo el mundo se enterara de mi agradecimiento filial; ¡Padre, Padre! Y -si no gritando- por lo bajo, anduve llamándole así (¡Padre!) muchas veces, seguro de agradarle" (AI, 296; texto fechado el 22-IX-1931). La luz plena consiste en una nueva en cuanto intensísima conciencia del don bautismal, y en la inseparable comprensión de que identificarse con Cristo es "tener la Cruz", estar unido a Él en la Cruz.
153 Cfr. SAN JUAN PABLO II, Constitución apostólica Ut sit, 28-XI-1982, art. II.
154 Statuta Operis Dei, n. 80, §1. El enunciado original latino, dice así: "Fundamentum solidum, quo omnia in Opere Dei constant, radixque fecunda singula vivificans, est sensus humilis ac sincerus filiationis divinae in Christo Iesu, ex quo dulciter creditur caritati paternae quam habet Deus in nobis; et Christus Dominus, Deus homo, ut frater primogenitus ineffabili sua bonitate sentitur a Praelaturae fidelibus, qui Spiritus Sancti gratia Iesum imitari conantur, in memoriam praesertim revocantes mirum exemplum et fecunditatem operosae eius vitae in Nazareth".
155 Amigos de Dios, 146a. He aquí otros ejemplos: "Para hacer los cimientos de un edificio, a veces hay que ahondar mucho, llegar a una gran profundidad, hacer grandes soportes de hierro y hundirlos hasta que se apoyen sobre roca. Pero no hay necesidad de eso si se encuentra enseguida terreno firme. Para nosotros la roca es esta: piedad, filiación divina, abandono en las manos de Dios, sinceridad y tener la cabeza en la constante realidad de la vida ordinaria" (Carta 24-III-1931, n. 7, en AGP, A.3, Escritos, 91-2-2); "La vida de oración y de penitencia, y la consideración de nuestra filiación divina, nos transforman en cristianos profundamente piadosos, como niños pequeños delante de Dios. La piedad es la virtud de los hijos y para que el hijo pueda confiarse en los brazos de su padre, ha de ser y sentirse pequeño, necesitado" (Es Cristo que pasa, 10a); "La filiación divina es una verdad gozosa, un misterio consolador. La filiación divina llena toda nuestra vida espiritual, porque nos enseña a tratar, a conocer, a amar a nuestro Padre del Cielo, y así colma de esperanza nuestra lucha interior, y nos da la sencillez confiada de los hijos pequeños. Más aún: precisamente porque somos hijos de Dios, esa realidad nos lleva también a contemplar con amor y con admiración todas las cosas que han salido de las manos de Dios Padre Creador. Y de este modo somos contemplativos en medio del mundo, amando al mundo" (ibid., 65b); etc.
156 Es Cristo que pasa, 57-65. He aquí otros ejemplos, entre tantos, pertenecientes también a Es Cristo que pasa: "Nuestra vocación de hijos de Dios, en medio del mundo" (120d); "la libertad de la gloria de los hijos de Dios" (130b); "Santa María (.) nos mueve íntimamente a que descubramos la libertad de los hijos de Dios" (173d); etc.
157 Amigos de Dios, 177b.
158 He aquí algunos ejemplos: "Y los hijos de Dios, ¿por qué vamos a estar tristes?" (92d); "Que estén tristes los que se empeñan en no reconocerse hijos de Dios" (108b); "Y este es el manantial de nuestro amor y de nuestra paz de hijos de Dios" (153c); "Los hijos de Dios no debemos desentendernos de las actividades terrenas, en las que nos coloca Dios para santificarlas, para impregnarlas de nuestra fe bendita, la única que trae verdadera paz, alegría auténtica a las almas y a los distintos ambientes" (210a); "Cuando emprendemos el camino real de seguir a Cristo, de portarnos como hijos de Dios, no se nos oculta lo que nos aguarda: la Santa Cruz" (212a); "Rogando al Señor que nos otorgue una esperanza cada día más grande, poseeremos la alegría contagiosa de los que se saben hijos de Dios" (219c); "Yo quisiera para todos nosotros la auténtica oración de los hijos de Dios" (243a); etc.
159 Cfr., por ejemplo, los párrafos 5b, 62c, 63a, 70, 127a, 139b, 165c, 187a, 196a-b, 199b, 215d, 256a.
160 Cfr., por ejemplo, Es Cristo que pasa, 1a, 2a, 3a.c.d, 8b, 11a-c, 31c, 33a, 35a-b, 43a, 45e, 46a-c, 49b, 50c, 59e.h, 60c, 71c, 74b, 113a, 114c, 120c, 121c, 147c, 149d, 160d, 163a, 170b, 175a, 177c, 179b.
161 "El espíritu del Opus Dei, en efecto, tiene como característica esencial el hecho de no sacar a nadie de su sitio -unusquisque, in qua vocatione vocatus est, in ea permaneat (1Co 7, 20)-, sino que lleva a que cada uno cumpla las tareas y deberes de su propio estado, de su misión en la Iglesia y en la sociedad civil, con la mayor perfección posible" (Conversaciones, 16d).
162 La frase pertenece a un párrafo más amplio, de Es Cristo que pasa, que dice así: "Desde 1928 comprendí con claridad que Dios desea que los cristianos tomen ejemplo de toda la vida del Señor. Entendí especialmente su vida escondida, su vida de trabajo corriente en medio de los hombres: el Señor quiere que muchas almas encuentren su camino en los años de vida callada y sin brillo. (.) Sueño -y el sueño se ha hecho realidad- con muchedumbres de hijos de Dios, santificándose en su vida de ciudadanos corrientes, compartiendo afanes, ilusiones y esfuerzos con las demás criaturas. Necesito gritarles esta verdad divina: si permanecéis en medio del mundo, no es porque Dios se haya olvidado de vosotros, no es porque el Señor no os haya llamado. Os ha invitado a que continuéis en las actividades y en las ansiedades de la tierra, porque os ha hecho saber que vuestra vocación humana, vuestra profesión, vuestras cualidades, no solo no son ajenas a sus designios divinos, sino que Él las ha santificado como ofrenda gratísima al Padre" (Es Cristo que pasa, 20a-b).
163 En un texto de 1934, de singular elocuencia, escribe san Josemaría: "Como somos coherederos con Cristo, omnia enim vestra sunt, vos autem Christi: Christus autem Dei, todo es nuestro, y nosotros de Cristo, y Cristo de Dios (I Cor III, 22-23). Luego hemos de santificar las estructuras del mundo, porque son nuestras, pero no son para nosotros, ya que nosotros somos del Señor. De aquí se deduce que, por la llamada al Opus Dei, debemos permanecer en medio de las actividades seculares -omnia vestra sunt-, cada uno en su propio estado, consagrando por vocación divina esas tareas humanas y entregándolas a Dios -vos autem Dei-, por medio de nuestro trabajo profesional de cada día, santificado y santificador" (Instrucción, 19-III-1934, n. 1).
164 Cfr. al respecto, J.L. ILLANES, Mundo y santidad, Madrid, Rialp, 1984; P. RODRÍGUEZ, Vocación, trabajo, contemplación, Pamplona, Eunsa, 1986; OCÁRIZ, "La vocación al Opus Dei como vocación en la Iglesia"; BURKHART-LÓPEZ, 1, pp. 198-239; C. BURKE, "Vocación", en DSJ, pp. 1287-1296. Por lo que se refiere a la presentación de esta misma cuestión en las páginas de Es Cristo que pasa, cfr. ARANDA, "En torno al 'alter Christus, ipse Christus'", especialmente pp. 787ss.
165 Amigos de Dios, 5b.
166 Amigos de Dios, 62c.
167 Amigos de Dios, 127a.
168 Amigos de Dios, 165c.
169 Amigos de Dios, 70.
170 Es Cristo que pasa, 120d.
171 Sobre este tema, cfr. M.M. OTERO, "Alma sacerdotal", en DSJ, pp. 90-95; A. DUCAY, "Mentalidad laical", en ibid., pp. 829-833; A.M. GONZÁLEZ, "Secularidad", en ibid., pp. 1136-1142; BURKHART-LÓPEZ, 3, pp. 52-119; A. ARANDA, "Espiritualidad y secularidad", en AA. VV., La misión del laico en la Iglesia y en el mundo, Pamplona 1987, pp. 279-297; J. SÁNCHEZ CAÑIZARES, "Te daré en herencia las naciones. La secularidad como nota distintiva de la filiación divina en san Josemaría", en LÓPEZ DÍAZ (a cura di), San Josemaría e il pensiero teologico, II, pp. 55-70.
172 "Praelatura sibi proponit suorum fidelium, iuxta normas iuris particularis, sanctificationem per exercitium in proprio cuiusque statu, professione ac vitae condicione virtutum chistianarum, secundum specificam ipsius spiritualitatem, prorsus saecularem" (Statuta, n. 2, §1).
173 Carta 19-III-1954, n. 23.
174 Ibid., n. 22.
175 Carta 25-I-1961, n. 35.
176 Ibid., n. 37.
177 Hemos tratado esta cuestión en nuestro trabajo: "Identidad cristiana y configuración del mundo. La fuerza configuradora de la secularidad y del trabajo santificado", en CLAVELL (ed.), La grandezza della vita quotidiana. Vocazione e missione del cristiano in mezzo al mondo, pp. 175-198. Tomamos de ahí algunas ideas.
178 En este sentido, vienen bien aquí estas palabras: "La novedad del Opus Dei no puede ser juzgada justamente con la mentalidad de los que están acostumbrados a estudiar solo problemas de la vida clerical o de la vida religiosa; y no están habituados a investigar o a meditar en la realidad seglar, en la vida del cristiano corriente: que debe vivir desprendido del mundo, pero al mismo tiempo en el mundo, amándolo, injertado en los quehaceres temporales, ejercitando el trabajo del que vive y -en nuestro caso- del que hubiera vivido si no fuera del Opus Dei" (Carta 31-V-1943, n. 19).
179 La bibliografía al respecto es muy abundante. Cfr., por ejemplo, C. FABRO, "Un maestro de la libertad cristiana", en R. SERRANO (ed.), Así le vieron, Madrid, Rialp, 1992, pp. 73-76; F. RUSSO, "Libertad", en DSJ, pp. 732-741; J.L. CHABOT, "Libertad en las cuestiones temporales", en ibid., pp. 741-747; BURKHART-LÓPEZ, 2, pp. 161-279; J.L. ILLANES, "Fe cristiana y libertad personal en la actuación social y política", Romana 16 (2000), pp. 300-326; F. OCÁRIZ, Naturaleza, Gracia y Gloria, Pamplona, Eunsa, 2000, pp. 299-317; J.J. SANGUINETI, "La libertad en el centro del mensaje de san Josemaría Escrivá", en A. MALO (a cura di), La grandezza della vita quotidiana. La dignità della persona umana, Roma, Edusc, 2003, pp. 81-99; M. RHONHEIMER, "Verdad y política en una sociedad cristiana. Josemaría Escrivá y el amor a la libertad", en ID., Transformación del mundo. La actualidad del Opus Dei, Madrid, Rialp, 2006, pp. 123-164.
180 Entre los que se encuentran, por ejemplo, la necesidad de promover en todos los niveles de la enseñanza una educación en y para la libertad, pues "Dios mismo ha querido que se le ame y se le sirva en libertad, y respeta siempre nuestras decisiones personales: dejó Dios al hombre -nos dice la Escritura- en manos de su albedrío (Sir 15, 14)" (Conversaciones, 104). Y al mismo tiempo, una educación en el sentido de responsabilidad personal y social, "ya que no hay verdadera educación sin responsabilidad personal, ni responsabilidad sin libertad" (Es Cristo que pasa, 27d). Pero sobre todo, una educación que fomente la íntima relación entre verdad y libertad, capaz de rechazar "el engaño de los que se conforman con un triste vocerío: ¡libertad, libertad! Muchas veces, en ese mismo clamor se esconde una trágica servidumbre: porque la elección que prefiere el error, no libera; el único que libera es Cristo (cfr. Ga 4, 31), ya que solo Él es el Camino, la Verdad y la Vida (cfr. Jn 14, 6)" (Amigos de Dios, 26d).
181 Amigos de Dios, 56b.
182 Cfr., por ejemplo: J.L. ILLANES, "Trabajo (Santificación del)", en DSJ, pp. 1202-1210; J. ECHEVARRÍA, "Santificación del trabajo", en Itinerarios de vida cristiana, Barcelona, Planeta, 2001, pp. 209-221; F. OCÁRIZ, "El concepto de santificación del trabajo", en ID., Naturaleza, gracia y gloria, pp. 263-271; BURKHART-LÓPEZ, 3, pp. 19-221; ARANDA, "Identidad cristiana y configuración del mundo", pp. 175-198; ID., "Trabajo diario santificado y santificador".
183 Carta 25-I-1961, n. 10.
184 "El trabajo -lo vengo predicando desde 1928- no es una maldición, ni un castigo del pecado. El Génesis habla de esa realidad, antes de que Adán se hubiera rebelado contra Dios (cfr. Gen II, 15). En los planes del Señor, el hombre habría de trabajar siempre, cooperando así en la inmensa tarea de la creación" (Amigos de Dios, 81a). Otro pasaje análogo describe así la misma idea: "Desde el comienzo de su creación, el hombre -no me lo invento yo- ha tenido que trabajar. Basta abrir la Sagrada Biblia por las primeras páginas, y allí se lee que -antes de que entrara el pecado en la humanidad y, como consecuencia de esa ofensa, la muerte y las penalidades y miserias (cfr. Rom V, 12)- Dios formó a Adán con el barro de la tierra, y creó para él y para su descendencia este mundo tan hermoso, ut operaretur et custodiret illum (Gen II, 15), con el fin de que lo trabajara y lo custodiase" (ibid., 57a).
185 Ibid., 62c.
186 Conversaciones, 55a.
187 En la continuación del texto recién citado, señala san Josemaría: "El espíritu del Opus Dei recoge la realidad hermosísima -olvidada durante siglos por muchos cristianos- de que cualquier trabajo digno y noble en lo humano, puede convertirse en un quehacer divino. En el servicio de Dios, no hay oficios de poca categoría: todos son de mucha importancia. Para amar a Dios y servirle, no es necesario hacer cosas raras. A todos los hombres sin excepción, Cristo les pide que sean perfectos como su Padre celestial es perfecto (Mt 5, 48). Para la gran mayoría de los hombres, ser santo supone santificar el propio trabajo, santificarse en su trabajo, y santificar a los demás con el trabajo, y encontrar así a Dios en el camino de sus vidas" (Amigos de Dios).
188 Amigos de Dios, 210a.
189 Carta 31-V-1954, n. 18.
190 Cfr. Amigos de Dios, 71a.
191 Ibid., 72a.
192192 En uno de sus primeros escritos fundacionales leemos: "Porro unum est necessarium! (Luc X, 42), una sola cosa, con diversas manifestaciones, pero una sola cosa es necesaria, repito: la oración, la mortificación, el trabajo profesional y secular en medio de la calle. Después, no perder el punto de mira sobrenatural, en esa unidad de vida, que hace que se correspondan, que se identifiquen perfectamente, la fe, la moral y las obras de cada uno" (Instrucción, 31-V-1936, n. 16). Un análisis de la doctrina de san Josemaría sobre esta importante noción puede verse en BURKHART-LÓPEZ, 3, "Epílogo: Unidad de vida", pp. 617-653. Es asimismo valioso el estudio de I. DE CELAYA URRUTIA, "Unidad de vida", en DSJ, pp. 1217-1222.
193 Amigos de Dios, 165b.
194 Amigos de Dios, 165c. Otros textos análogos pueden verse en Es Cristo que pasa, 10f, 11d, 126c.
195 Instrucción, 19-III-1934, n. 33.
196 En estas páginas solo nos ocupamos de las homilías que forman parte de Amigos de Dios. Es justo señalar, sin embargo, que durante el periodo que consideramos, san Josemaría redactó y envió a la imprenta otras tres homilías, centradas en diversos aspectos del misterio de la Iglesia. Sus títulos y datos de envío y publicación son los siguientes: a) El fin sobrenatural de la Iglesia: enviada el 13-I-1973, y editada en "Folletos Mundo Cristiano", n. 160; b) Lealtad a la Iglesia: enviada el 21-I-1973, y editada en la revista Palabra, n. 91; c) Sacerdote para la eternidad: enviada el 19-VI-1973, y publicada en "Folletos Mundo Cristiano", n. 170. Cuando fueron enviadas a España para su edición, se indicó que -si bien podían aparecer antes por separado- formarían parte del "segundo volumen". Más tarde, sin embargo, se decidió que, dada su temática eclesiológica, no se incluyeran en Amigos de Dios, centrado más bien en el ejercicio de las virtudes como camino de santificación. Fueron reunidas en el libro Amar a la Iglesia, publicado en 1986 en Madrid por la Editorial Palabra. En 2018 se han publicado en edición crítico-histórica, dentro del volumen Escritos varios (1927-1974) de esta Colección de Obras Completas de san Josemaría.
197 com/cg/13-XII-1972, en AGP, A.3, 100-4-5. Cfr. Es Cristo que pasa ed. AA, p. 763.
198 Desde febrero de 1971 hasta diciembre de 1972 fueron enviadas desde Roma a las Regiones las diez últimas homilías que compondrían luego Es Cristo que pasa. Ninguna de ellas había sido requerida previamente, salvo una excepción: La Eucaristía, misterio de fe y de amor, solicitada a san Josemaría por la revista italiana Studi Cattolici (com/cr/5-II-1972, en AGP, A.3, 101-1-6).
199 com/cg/21-I-1973, en AGP, A.3, 109-3-1.
200 com/cg/15-II-1973, en Amigos de Dios Es lógico suponer que san Josemaría, en aquel periodo de dificultades eclesiales, quería que saliera pronto publicada la homilía Lealtad a la Iglesia, escrita para recordar la doctrina de fe sobre las notas de la Iglesia (unidad, santidad, catolicidad y apostolicidad), y promover la cooperación de todos los bautizados en su misión santificadora, continuadora de la de Cristo.
201 Sobre la colección de "Folletos Mundo Cristiano", cfr. Es Cristo que pasa ed. AA, p. 44, nt. 9.
202 com/cg/28-I-1973, en AGP, A.3, 108-1-1.
203 "Las dos anteriores sobre la Iglesia" son, como sabemos, Lealtad a la Iglesia y El fin sobrenatural de la Iglesia, que al final no se incluyeron en ese volumen.
204 Sobre la revista Telva, cfr. Es Cristo que pasa ed. AA, p. 46, nt. 14.
205 com/cg/8-II-1973, en AGP, A.3, 108-3-1.
206 com/cg/25-II-1973, en Amigos de Dios La minuta de preparación de esa comunicación lleva escrito en mayúsculas la palabra "URGE", que no sabemos a qué se refiere.
207 com/cg/22-III-1973, en AGP, A.3, 108-1-5.
208 com/cg/11-IV-1973, en AGP, A.3, 108-2-1.
209 com/cg/8-V-1973, en AGP, A.3, 108-2-5.
210 com/cg/4-VI-1973, en AGP, A.3, 108-2-3.
211 Por ejemplo, las colecciones de folletos: "Nuevo Tiempo" de Perú; "Cuadernos de Orientación Doctrinal", de Venezuela; "Cuadernos Proa", de Chile; "Minos 70", de México; "Centro de Estudios Doctrinales", de Colombia; "Cuadernos de Documentación", de Ecuador; etc.
212 Como se va a exponer en un apartado próximo, el volumen Amigos de Dios se editó primero en Madrid (diciembre de 1977), y luego en cinco países de lengua española: Colombia y Venezuela (1978), Ecuador y México (1979) y, más tarde, Argentina (1991). Los demás países hispanoparlantes importaron algunas de esas ediciones.
213 En el mismo folleto, se publicó también la homilía: La conversión de los hijos de Dios, perteneciente a Es Cristo que pasa. Se editaron, como será ya habitual en esa colección, 6.000 ejemplares (com/cr/12-V-1976, en Amigos de Dios).
214 En el mismo folleto, se publicó también la homilía: La conversión de los hijos de Dios, perteneciente a Es Cristo que pasa. Se editaron, como será ya habitual en esa colección, 6.000 ejemplares (com/cr/12-V-1976, en ibid.).
215 En el mismo folleto, se publicó también la homilía Por María, hacia Jesús, de Es Cristo que pasa (com/cr/29-VI-1976, en Amigos de Dios).
216 En el mismo folleto, se publicó también la homilía: Con la fuerza del amor (com/cr/7-XI-1976, en Amigos de Dios).
217 En el mismo folleto, se publicó también la homilía: Porque verán a Dios (com/cr/9-II-1977, en Amigos de Dios).
218 Se editaron 1.000 ejemplares, que será ya la cifra habitual en esa colección de folletos (com/cr/30-IX-1974, en AGP, A.3, 108-1-1).
219 De este folleto fueron editados 5.000 ejemplares (com/cr/28-VII-1977, en Amigos de Dios).
220 En el mismo folleto fue publicada la homilía Sacerdote para la eternidad.
221 En el mismo folleto, se publicó también la homilía: Para que todos se salven. Se editaban en esa colección 1.000 ejemplares (com/cr/25-IX-1978, en AGP, A.3, 108-3-1).
222 En el mismo folleto, se publicó también la homilía El respeto cristiano a la persona y su libertad, perteneciente al libro Es Cristo que pasa.
223 En el mismo folleto, se publicó también la homilía El tesoro del tiempo.
224 En el mismo folleto, se publicó también la homilía Lealtad a la Iglesia.
225 Se editaban en esta colección 1.000 ejemplares (com/cr/4-IX-1975, en AGP, A.3, 108-2-5).
226 Cfr. Es Cristo que pasa ed. AA, pp. 72-78.
227 Mantenemos el título de las homilías en su primera edición, en forma de folleto. Más tarde, con ocasión de la publicación del libro Friends of God en 1981, el texto de todas esas traducciones sufrió una fuerte modificación, y algunos de los títulos fueron también retocados, como indicamos en las notas sucesivas. Como dato general cabe indicar que en abril de 1976 se habían editado ya 21 números de "Scepter Booklet" con homilías (contando también las de Es Cristo que pasa), por un total de 71.000 ejemplares (com/cr/28-IV-1976, en AGP, A.3, 110-3-2).
228 Título en Friends of God: Living by Faith.
229 Título en Friends of God: A Life of Prayer.
230 Se halla también editada por Ed. Téqui, en la revista Dieu est amour 76 (1985), pp. 28-32.
231 com/cg/18-IX-1974, en AGP, A.3, 109-3-4, donde se pide información a Alemania sobre los planes de traducción, y se lee: "suponemos que desde Suiza os habrán escrito para hacer un plan conjunto sobre este asunto, para evitar repetición de trabajos".
232 com/cr/20-I-1976, en AGP, A.3, 109-3-4.
233 En ese folleto se editó también la homilía Verso la santità.
234 La revista Palabra, publicada en Madrid por la editorial del mismo nombre, apareció en 1965 y sigue estando presente en el campo de la información católica hasta el día de hoy. Promovida por san Josemaría, estaba dirigida especialmente al clero español y latinoamericano, entre el que se propuso difundir, desde el principio, las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Su fundador y primer director fue el teólogo Pedro Rodríguez.
235 com/cr/20-III-1975, en AGP, A.3, 108-3-3.
236 com/cg/21-XII-1975, en Amigos de Dios
237 Sobre la revista Mundo Cristiano, cfr. Es Cristo que pasa ed. AA, p. 44, nt. 9.
238 com/cg/20-II-1976, en AGP, A.3, 108-3-5.
239 Cfr. Es Cristo que pasa ed. AA, pp. 46-48.
240 com/cg/7-IV-1976, en AGP, A.3, 109-1-1.
241 com/cr/27-IV-1976, en Amigos de Dios
242 com/cg/25-IV-1976, en AGP, A.3, 109-1-3.
243 com/cr/5-V-1976, en Amigos de Dios
244 com/cg/5-V-1976, en AGP, A.3, 109-1-5.
245 com/cg/22-III-1977, en AGP, A.3, 109-1-7 (para Trabajo de Dios), y A.3, 109-2-7 (para Vivir cara a Dios y cara a los hombres).
246 En una carta de 15-VIII-1977 (AGP, A.3, 110-1-2), dirigida a quienes trabajaban en Roma en la preparación del envío de los originales a la imprenta (corrección de erratas, mecanografía), don Javier Echevarría -que se encontraba, junto con don Álvaro del Portillo, fuera de Roma- les remite el original de La grandeza de la vida corriente, revisado también por Del Portillo, para que procedan a su envío a España. Una semana después, el día 22, les hace llegar otra carta (texto en Amigos de Dios), con un nuevo original (el de Tras los pasos del Señor, en el que se han corregido algunas pequeñas erratas), para que sea mecanografiado de nuevo, y enviado a España. En esa carta indica d. Javier Echevarría: "Os envío la última homilía. Si no me equivoco, ya están las 18 -aunque tengo que entregaros una, que guardo en Roma-". Esta última era la titulada Desprendimiento, postrera de las mandadas a la imprenta. En esta segunda carta, d. Javier Echevarría indica también -pensando en la edición del libro- que se prepare un Índice de las 18 homilías, ya publicadas o en vías de publicación. Volveremos a este Índice en uno de los apartados siguientes, al tratar de la primera edición de Amigos de Dios.
247 com/cg/18-IX-1977, en AGP, A.3, 109-2-5.
248 com/cg/24-IX-1977, en AGP, A.3, 109-2-1.
249 com/cg/3-X-1977, en AGP, A.3, 109-2-3.
250 Como era habitual, en esa colección de "Cuadernos Mundo Cristiano", publicada en Madrid por la editorial del mismo nombre, se editaron 10.000 ejemplares (com/cr/26-XII-1977, en Amigos de Dios).
251 De las 10 homilías señaladas en el cuadro, publicadas en 1976 y 1977 en la colección de Cuadernos MC, que comprendían un total de 100.000 ejemplares, se habían vendido en España, en 1978, unas 80.000 copias (com/cr/4-V-1979, en AGP, A.3, 110-1-4), lo que indica el interés despertado por esos textos. A esos números hay que sumar los de las ediciones primeras de las homilías, aparecidas previamente en otros medios.
252 Esta colección de folletos publicaba habitualmente 6.000 ejemplares (com/cr/7-XI-1976, en AGP, A.3, 108-3-5). En ese número se incluyó también la homilía Para que todos se salven.
253 En el mismo folleto, se publicó también la homilía Virtudes humanas.
254 En el mismo folleto, se publicó también la homilía La lucha interior, de Es Cristo que pasa.
255 En el mismo folleto, se publicó también la homilía Cristo Rey, de Es Cristo que pasa.
256 En el mismo folleto, se publicó también la homilía Cristo presente en los cristianos, de Es Cristo que pasa.
257 Esta colección de folletos editaba habitualmente 5.000 ejemplares (com/cr/28-VII-1977, en AGP, A.3, 108-3-3).
258 En el cuadro solo se mencionan siete de las diez homilías, pues solo de esas tenemos datos fehacientes. Sabemos, por información privada, que las tres homilías restantes (La grandeza de la vida corriente, Tras los pasos del Señor y Desprendimiento) fueron también publicadas -aunque desconocemos cuándo- en la colección de folletos del Centro de Estudios Doctrinales (CED).
259 Se editaron 1.000 ejemplares (com/cr/25-IX-1978, en Amigos de Dios).
260 Esta colección publicaba 2.000 ejemplares (com/cr/6-XI-1976, en Amigos de Dios).
261 Título en Friends of God: The Strength of Love.
262 Título en Friends of God: Getting to Know God.
263 Título en Friends of God: Working for God.
264 Título en Friends of God: The Greatness of Ordinary Life.
265 Título en Friends of God: Open to God and Men.
266 En el mismo folleto se publicó también la homilía Ce trésor qu'est le temps.
267 Como dato puramente ilustrativo de su repercusión, cabe recordar que, a mediados de 1975, algo más de dos años tras la edición princeps en castellano (III-1973), se había traducido en cinco lenguas y se habían vendido unos 120.000 ejemplares (8 ediciones en castellano, más una primera edición en italiano, portugués, inglés, alemán y francés). Los datos pueden verse en Es Cristo que pasa ed. AA, "Apéndice 2", p. 970.
268 Desde España lo había preguntado Ediciones Rialp (com/cr/29-VIII-1975, en AGP, A.3, 110-1-4). También habían hecho llegar idéntico interés desde Portugal (com/cr/11-V-1976, en AGP, A.3, 110-1-1), así como desde Estados Unidos (com/cr/19-X-1977, en AGP, A.3, 110-3-2).
269 com/cr/3-IV-1976, en AGP, A.3, 110-1-1. Entre esas trece homilías publicadas hasta la fecha, y no incluidas en Es Cristo que pasa, había diez que, efectivamente, formarían parte más tarde del nuevo volumen (Vida de fe; Humildad; Virtudes humanas; Para que todos se salven; Madre de Dios, Madre nuestra; Vida de oración; Hacia la santidad; El tesoro del tiempo; La libertad, don de Dios; Con la fuerza del amor). Las tres restantes (El fin sobrenatural de la Iglesia; Lealtad a la Iglesia; Sacerdote para la eternidad) acabarían formando un volumen aparte.
270 com/cg/12-IV-1976; en Amigos de Dios Esa frase está escrita por don Álvaro del Portillo, a mano y en rojo, en la minuta de preparación de la comunicación enviada a España. (Dejamos ya señalado, para no repetirlo, que empleaba el color rojo de manera habitual -como también san Josemaría- al añadir alguna anotación en esos borradores). La minuta que mencionamos contenía además una idea que quizás entonces se considerase oportuna ("En cuanto al formato, portada, etc., se pueden ir madurando varias ideas, pero, en principio, es conveniente que el libro no aparezca como algo análogo a Es Cristo que pasa"), pero que luego no prosperó, más aún, prevaleció la contraria, por indicación expresa de don Álvaro del Portillo.
271 Cfr. supra, "Segundo grupo: homilías editadas entre mayo y diciembre de 1977", nt. 246.
272 Como la carta, se encuentra archivado en AGP, A.3, 110-1-2.
273 En ese elenco se mantienen dos de las tres erratas en los títulos de las homilías, lo que indica que ha sido elaborado teniendo a la vista el primero, y sin reparar en ellas. Serán corregidas poco después. Junto a estos materiales se encuentra archivado un folio sin fecha (aunque debe ser anterior a noviembre de 1977), que recoge el número de ediciones, idiomas y ejemplares vendidos de las homilías publicadas por separado hasta ese momento (faltan las cuatro últimas). Son simplemente datos numéricos pero interesantes, pues permiten hacerse una idea de la primera difusión de los textos por todo el orbe, a los pocos meses de su publicación. Lo sintetizamos en el siguiente cuadro:
Homilía - Ediciones - Lenguas - Ejemplares
Hacia la santidad - 20 - 6 - 66.500
Para que todos se salven - 15 - 5 - 56.500
Vida de fe - 15 - 5 - 47.500
La esperanza del cristiano - 5 - 2 - 26.500
Con la fuerza del amor - 6 - 2 - 29.500
Virtudes humanas - 18 - 5 - 62.000
Trabajo de Dios - 2 - 2 - 13.000
Vivir cara a Dios y cara a los hombres - — - — - —
Desprendimiento - — - — - —
Porque verán a Dios - 5 - 5 - 27.500
Humildad - 14 - 5 - 53.500
Vida de oración - 20 - 6 - 70.500
Tras los pasos del Señor - — - — - —
El tesoro del tiempo - 16 - 5 - 59.000
La libertad, don de Dios - 9 - 4 - 42.000
El trato con Dios - 5 - 2 - 26.500
La grandeza de la vida corriente - — - — - —
Madre de Dios, Madre nuestra - 14 - 4 - 52.500
274 com/cg/4-X-1977, en AGP, A.3, 110-1-2 (mientras no se indique otra cosa, en lo que sigue usamos documentación archivada bajo esta misma signatura).
275 En este título se ha corregido ya la errata introducida en el primer elenco.
276 Como vamos a ver enseguida, hubo una sugerencia de cambio, que fue aceptada.
277 Así lo había expresado don Álvaro del Portillo en la minuta de preparación donde escribe a mano que se prepare "algo análogo a Es Cristo que pasa". Era una clara manifestación de su constante voluntad de seguir fielmente -también en estos detalles- cuanto había dispuesto san Josemaría, quien había seguido y aprobado cada paso en la edición de aquel primer volumen.
278 En la minuta, ese texto aparecía en condicional: "Convendría preparar también los índices. El de materias debería ser similar al de la 8ª edición de Es Cristo que pasa". Don Álvaro del Portillo tacha el condicional, y lo deja en indicativo: "preparar" y "debe ser similar"; se refuerza la idea de asemejarse en todo con el modelo que san Josemaría había conocido y aprobado para el primer volumen. La mención a la 8ª edición de Es Cristo que pasa se debe a que fue en esa edición (que es de enero de 1974, es decir, en vida de san Josemaría y aprobada por él), donde se incluyó el índice de materias definitivo, después de corregir el que había aparecido en las anteriores ediciones, permaneciendo ya inalterado (cfr. Es Cristo que pasa ed. AA, p. 104).
279 De hecho, las ediciones 1ª y 2ª, aunque no antes de Navidad, aparecieron en diciembre de 1977, dentro del periodo navideño.
280 La expresión: "también sobre el título", que no estaba en la minuta de la comunicación, fue añadida por don Álvaro del Portillo. Así pues, en esa fecha no había sido aún decidido el título del libro. La petición de sugerencias también se había hecho en el caso de Es Cristo que pasa, por deseo de san Josemaría, que aprobó una de ellas como título del libro (cfr. Es Cristo que pasa ed. AA, pp. 95-98). Ahora esa aprobación recaía sobre su sucesor, don Álvaro del Portillo, que se atiene al mismo procedimiento.
281 com/cr/11-X-1977.
282 En el margen de esta comunicación don Álvaro del Portillo, al leer esa sugerencia, ha escrito: "bien", nueva confirmación de su decisión de atenerse en todo a lo que aprobó san Josemaría para aquel primer volumen. La propuesta de formato y letra fue aprobada con la com/cg/17-X-1977; no así los títulos, pues se piden más sugerencias al respecto.
283 com/cg/17-X-1977.
284 Habían procedido de manera análoga en ambos casos: "Recuerdos sobre la elaboración de los Índices de Es Cristo que pasa", documento de 4 folios, firmado y fechado en Bilbao-Madrid, 15-X-2007, en AGP, A.5, Testimonios, 219-1-6.
285 Se encuentra archivado en AGP, A.3, 337-1-1; ocupa 19 folios, A-4, a espacio simple.
286 Como se narra en la edición crítico-histórica de Es Cristo que pasa (cfr. Es Cristo que pasa ed. AA, p. 103), el 26 de mayo de 1973, el Consejo General había enviado a España un escrito acerca del primer volumen de homilías en el que se detallaban algunas sugerencias de mejora, referidas sobre todo al índice de materias, pues resultaba quizás algo escaso y poco desglosado, con pocos conceptos clave (solo diez o doce) a los que se remitían los demás, y también con pocos números marginales (187) que abarcaban a veces varias páginas. Se sugería mejorar esos aspectos en las próximas ediciones, también para que el índice pudiera servir de modelo al preparar el segundo volumen de homilías, y para los que se hicieran en otras lenguas. La sugerencia fue inmediatamente puesta en práctica entonces, y en este nuevo índice ya se ha tenido presente, para aumentar la numeración marginal.
287 La respuesta de Roma, que llegaría unos días después (com/cg/3-XI-1977), señala, como era de esperar, que los títulos exactos eran Tras los pasos del Señor y Vivir cara a Dios y cara a los hombres. Y añadía: "Lamentamos muy de veras que se os haya enviado esa lista con tales errores". Esta frase se encuentra escrita a mano y a lápiz en la minuta de preparación del escrito, con letra de don Javier Echevarría.
288 La aprobación llegó con la comunicación recién citada. Las dudas y sugerencias eran las siguientes:
Número - Dice - Debe decir
10, nt. 17 - "Libro de la vida, c. 20" - "Libro de la vida, 20, 26"
110, nt. 1 - "Ceremonia de imposición." - "Rito de imposición."
145b - "Adelantándonos unas páginas" - "unas páginas antes"
184, nt. 21 - ". para Vos nací" - ".para Vos nací, Poesías, 5, 9"
184, nt. 22 - "Romancero y Cancionero sagrados, Madrid 1950 n. 713" - "Otras canciones a lo divino de Cristo y el alma. Poesías, 10"
190, nt. 2 - "Gloria" - "Doxología Gloria Patri."
190b - "como humo, se envejecerá como un vestido la tierra (...). Pero mi" - "como humo, se envejecerá como un vestido la tierra (...). Pero mi"
203, nt. 36 - ". de perfección, XL, 9" - ". de perfección, 40, 9 (70, 4)". (Pondríamos esa numeración porque proceden de dos códices distintos y se usan en ediciones corrientes)
283, nt. 13 - "Misa de la Maternidad divina de María, Gradual" - "Aleluya de la Misa de la Maternidad divina de María"
283, nt. 14 - "Antífona ad Communionem en las Misas de la Virgen" - "Antífona ad Communionem de la Misa común de la B.M. Virgen"
289 com/cr/3-XI-1977.
290 com/cg/9-XI-1977. Las doce aprobadas en primera instancia eran: a) La grandeza de la vida corriente: Claudio Coello, "Sagrada Familia"; b) La libertad, don de Dios: El Greco, "La Anunciación"; c) El tesoro del tiempo: Jerónimo Jacinto de Espinosa, "Sagrada Familia"; d) Humildad: Jacopo Robusti Tintoretto, "El Lavatorio" (fragmento derecho); e) Desprendimiento: El Greco, "El Expolio"; f) Tras los pasos del Señor: Tiziano, "Cristo con la Cruz a cuestas y el Cirineo" (completo: que se vea el Cirineo); g) El trato con Dios: Rembrandt, "El regreso del hijo pródigo"; h) Vivir cara a Dios y cara a los hombres: A. Arias, "La moneda del César"; i) Con la fuerza del amor: Juan Vicente Masip, "La Santa Cena"; j) Vida de oración: Botticelli, "Oración del Huerto" (fragmento superior); k) Madre de Dios, Madre nuestra: Alonso Cano, "Virgen con el Niño"; l) Hacia la santidad: Morales, "Piedad".
291 La consulta sobre estas seis ilustraciones es enviada con com/cr/15-XI-1977, y aprobada con com/cg/19-XI-1977. En el dossier sobre este último escrito, se conserva una nota con el visto bueno a esas seis ilustraciones, firmada por el arquitecto César Ortiz de Echagüe. Son: a) Trabajo de Dios: Pieter Lisaert, "Las Vírgenes Prudentes"; b) Virtudes humanas: Nicolás Florentino, "Las Bodas de Caná"; c) Porque verán a Dios: Alonso Cano, "San José, La Virgen y el Niño"; d) Vida de fe: Nicolás Florentino, "Curación de la hemorroisa"; e) La esperanza del cristiano: Miguel Ximénez, "La Resurrección"; f) Para que todos se salven: Rodrigo de Osona, "La pesca milagrosa". En la minuta de preparación de la comunicación romana hay un punto interesante: al revisar las ilustraciones enviadas desde España alguien sugería que la homilía Para que todos se salven fuese ilustrada con la reproducción de un tapiz de Rafael, que se encuentra en los Museos Vaticanos, cuyo tema es una de las pescas milagrosas; se indica también, sin embargo, en la minuta, que esa reproducción: "la había apartado nuestro Padre como posible ilustración del libro Barcas y redes". Manuscritas al margen (con letra de don Álvaro del Portillo) se leen las palabras: "Guardadlo para Barcas y redes". Era este un título que san Josemaría reservaba para un libro que quería dar a la imprenta.
292 Concretamente, la primera versión fue enviada con com/cg/9-XI-1977, y, como vemos, sustituida con com/cg/19-XI-1977. Trataremos de esta sustitución al hablar, en la Segunda Parte del volumen, de la "Presentación".
293 La breve frase que sigue a esa petición ("para satisfacer nuestra legítima curiosidad, que no es solo curiosidad"), que en la minuta está escrita a mano por don Álvaro del Portillo, es indicativa del interés con que seguía todo lo referido a la edición de Amigos de Dios, como todo lo relacionado con san Josemaría. En la misma minuta de preparación del escrito, redactada a mano y lápiz, se lee otra frase, en este caso de don Javier Echevarría, que también se recoge luego en la comunicación: "Nuestro Padre os bendecirá siempre más, también por el cariño que ponéis en estos encargos".
294 com/cr/24-XI-1977.
295 com/cg/29-XI-1977.
296 com/cr/28-XI-1977.
297 com/cg/30-XI-1977. También se conserva la minuta, donde esas palabras están redactadas a mano por don Álvaro del Portillo, quien además hace notar que "la personalidad propia del libro la da el contenido, y no la formalidad de la portada".
298 Conservar fielmente el texto del fundador había llevado, por ejemplo, cuando ya estaba en la calle Amigos de Dios, a que se promoviera -por indicación de don Álvaro del Portillo y don Javier Echevarría, que eran entonces, respectivamente, Presidente General y Secretario General del Opus Dei- una nueva revisión de Es Cristo que pasa, que se hizo sobre la 14ª edición, de diciembre de 1976. Todavía entonces se encontraron algunas pequeñas incorrecciones, no en el texto sino en el aparato crítico, que aparecieron ya corregidas en la 15ª edición (noviembre de 1978). Cfr. Es Cristo que pasa ed. AA, pp. 113-116.
299 com/cg/23-X-1977. Al final de la comunicación se recordaba un criterio importante: "Este trabajo -hasta en sus detalles más pequeños- ha de hacerse sin ningún tipo de precipitación y todo ha de estar muy cuidado: por tanto, si humanamente no es posible que salga en Navidad, no os preocupéis: en cualquier fecha que aparezca tendrá muy buena acogida".
300 Con ese nombre -que es, en realidad, el apellido del autor- se designa la compilación de obras de autores de las épocas patrística y medieval, preparada en el s. XIX por Jacques Paul Migne, que tiene por título: Patrologiae cursus completus. Está dividida en dos series de volúmenes: Patrologia graeca (PG), que agrupa obras de autores de lengua griega; y Patrologia latina (PL), de lengua latina. Cuando san Josemaría escribe estas homilías era habitual citar las obras patrísticas, como él hace, por su lugar de referencia en el Migne.
301 No podemos documentar cómo había decidido don Álvaro del Portillo ese título, ni tampoco la razón por la que después lo desechó. Respecto de esto último, quizás puedan ofrecer una pista -aunque solo podemos conjeturarlo- unas palabras que el dr. Joaquín Navarro-Valls escribe en sus "Recuerdos sin título sobre los libros de homilías de San Josemaría" -documento de dos folios a espacio simple, fechado y firmado en Roma, 5-XI-2004 (en AGP, A.3, 87-2-4)-, que dicen así: "Antes de que se enviara a la imprenta el volumen de homilías de nuestro Padre Amigos de Dios, D. Álvaro me pidió una impresión sobre el título que se había pensado y que era 'Hijos de Dios'. / Por escrito -como era habitual en nuestro trabajo- le dije que precisamente en aquellos años había una secta religiosa en Estados Unidos cuyos miembros se hacían llamar 'Children of God'. Aunque el fenómeno no era muy difuso, y casi inexistente fuera de Estados Unidos, me pareció -y así lo escribí- que probablemente habría sido mejor evitar, si era posible, esa coincidencia. Hay que tener en cuenta que en aquellos años no estaba resuelta aún la forma jurídica definitiva de la Obra y que entonces era menos conocida que hoy la actividad apostólica de la Obra, sobre todo con la gente joven. Para justificar la valoración que se me había pedido, adjunté a aquel juicio unos recortes de prensa procedentes de los Estados Unidos y que encontré en nuestro archivo, con información -también gráfica- de aquellos grupos de jóvenes pertenecientes a la secta. / Poco tiempo después comprobé que D. Álvaro había cambiado el título provisional inicial por el actual de Amigos de Dios".
302 com/cg/3-XI-1977.
303 Abordaremos esta cuestión en la Segunda Parte, al analizar la historia y el texto de esa "Presentación".
304 Se conserva también una copia en AGP, A.3, 337-1-1.
305 La segunda versión de la "Presentación" sí se extiende, como veremos, en glosar -además de la conciencia de la filiación divina- la belleza de la amistad con Dios, pues, como escribe allí don Álvaro del Portillo, "filiación y amistad son dos realidades inseparables para los que aman a Dios".
306 com/cg/23-XI-1977, en AGP, A.3, 110-1-6.
307 En los datos finales de la edición, se lee: "Este libro, publicado por Ediciones Rialp, S.A., Preciados, 34, Madrid-13, compuesto en fotocomposición por Compoprint, S.A., Marqués de Monteagudo, 18, se terminó de imprimir en los talleres de Selecciones Gráficas, carretera de Irún, km. 11.500, Madrid, el día 30 de diciembre de 1977, fiesta de la Sagrada Familía de Jesús, María y José". Aunque datadas en la misma fecha, se imprimieron en un lugar distinto, pues los datos de publicación de la segunda son en todo iguales a los de la primera, salvo en el nombre de la empresa impresora: "se terminó de imprimir en los talleres de Grefol, S. A., Polígono Industrial, 2, La Fuensanta, Móstoles, el día.".
308 Ante la gran demanda del libro la Editorial lanzó una reimpresión de la 2ª ed., formato mediano. Esa 3ª ed., que "se terminó de imprimir (.) el día 25 de enero de 1978, fiesta de la Conversión de san Pablo", constaba de 20.000 ejemplares, y cuando salió ya se estaba comenzando a imprimir la 4ª, en formato pequeño, con 30.000 ejemplares (com/cr/10-II-1978), que "se terminó de imprimir (.) el día 3 de abril de 1978, solemnidad de la Anunciación del Señor". En abril de 1978 Amigos de Dios ocupaba el puesto 3º en el ranking de libros de pensamiento más vendidos en España (com/cr/14-IV-1978).
309 com/cr/19-I-1978. En ese mismo escrito, tras señalar que se habían revisado todas las citas de la Sagrada Escritura, se pedía información de las ediciones del texto bíblico usadas por san Josemaría en los originales. La respuesta romana dice así: "Las citas de la Sagrada Escritura se pueden comprobar según la edición Bibliorum Sacrorum iuxta Vulgatam Clementinam. Typis Polyglottis Vaticanis, a no ser que se hayan tomado de la liturgia: entonces se sigue la edición típica del Missale Romanum. Para la versión castellana del Nuevo Testamento, hay que utilizar el Ballester -naturalmente, con las oportunas modificaciones de estilo, etc.-; para el Antiguo Testamento, una edición de Scio, también con las oportunas correcciones de arcaísmos" (com/cg/11-II-1978, n. 5). Se indicaba también que los textos patrísticos se citaran usando cifras arábigas y no romanas.
310 Aunque serán indicadas también en el lugar correspondiente del texto comentado, pues forman parte del texto definitivo, incluimos aquí el elenco (AGP, A.3, 110-2-4, n. 2):
Número - Dice - Debe decir
56 - "Homo" - "homo"
57 - "illud" - "illum"
59 - "deslavazados, " - "deslavazados"
101 - "morboso" - "morboso, "
105 - "epístola" - "Epístola"
107 - "gradual" - "Gradual"
107 - "ofertorio" - "Ofertorio"
123 - "grupo segundo" - "grupo segundo, "
171 - "liberavit" - "liberabit"
182 - "superar" - "superar."
185 - "confesión" - "Confesión"
196 - "hasta Cristo" - "hasta Cristo, "
198 - "de la fe, " - "de la fe"
201 - "palpemos, " - "palpemos"
204 - "¡Señor, " - "¡Señor"
205 - "aun" - "aún"
249 - "renueva" - "renueva, "
251 - "sacerdocio" - "sacerdocio, "
262 - "nacimiento, " - "nacimiento"
265 - "Vamos" - "vamos"
267 - "tirando la" - "tirando de la"
311 Ibid., n. 4.
312 Como en el caso anterior, serán indicadas en el lugar correspondiente del texto comentado, pero dejamos también aquí constancia (ibid., n. 4):
Número - Dice - Debe decir
52 - "vosotros ¿y" - "vosotros, ¿y"
102 - "Cafarnaún" - "Cafarnaúm"
107 - "y después suplica, " - "y después suplica:"
153 - "Dios sobre" - "Dios, sobre"
167 - "Amén, amén" - "Amén. Amén"
191 - "majestad" - "Majestad"
267 - "una -lo repito, al precio" - "una, al precio -lo repito"
277 - "sagrado" - "Sagrado"
313 Amigos de Dios, 1.
314 "1. En el Índice de Padres y Doctores de la Iglesia de Amigos de Dios, incluid las citas 32 del n. 32; 24 del n. 92; 34, 35 y 36 del n. 109; 1 de n. 275; 13 y 14 del n. 283; 24 del n. 287 y 29 del n. 288. En consecuencia, redactad el título de ese Índice como en Es Cristo que pasa. / 2. Introducid también las siguientes correcciones: - n. 140, línea 6: de lo hombre // de los hombres; - n. 144, §3, línea 9: grandeza de Dios, desde ese punto // grandeza de Dios: aprender a servir, con el punto; - en la página 398 falta la raya de separación entre el texto y las citas" (com/cg/8-V-1978).
315 El elenco completo (com/cr/24-V-1978), en AGP, A.3, 110-1-5.
316 Son estas:
66, 2, 3 - "buscando. ¿Ha" - "buscando: ¿ha"
73, 2, 2 - "enterarse que" - "enterarse de que"
83, 3, 8 - "en un Dios" - "en un dios"
138, 1, 1 - "cordial" - "cardinal"
179, 2, -4 - "cómo" - "cómo, "
187, 2, 3 - "Pensad ¿cuánto" - "Pensad: ¿cuánto"
249, 1, 1 - "embargo algo" - "embargo, algo"
258, 2, 2 - "de mí" - "de Mí"
272, 1, 3 - "Decid ¿dónde" - "Decid, ¿dónde"
274, 2, -1 - "distinto" - "muy diverso"
278, 3, -1 - "caridad" - "claridad"
294, 1, 1 - "hombre" - "Hombre"
297, 1, -1 - "¡Señor! Yo" - "¡Señor!, yo"
297, 2, 6 - "tú" - "Tú"
312, 4, 1 - "ánimos" - "ánimo"
315, 2, 7 - "perennidad actual" - "perenne actualidad"
337, 1, 1 - "firme, " - "firme"
337, 3, 4 - "trabajan" - "están"
361, 1, 3 - "altos" - "alto"
362, 3, 1 - "quería" - "querría"
365, 2, -1 - "sin mí" - "sin Mí"
389, 1, 3 - "el Verbo" - "al Verbo"
389, 2, 8 - "comenzamos" - "comenzaron"
392, 3, 6 - "en busca suya" - "en su busca"
401, 2, -4 - "Otras" - "Otras, "
401, 3, 10 - "Redentor" - "redentor"
403 3, 3 - "todo" - "todo, "
424, 2, -2 - "fiesta, " - "fiesta;"

También en el texto de la nota editorial "El Autor", debían hacerse los siguientes cambios:

§2, lín. 3 - "continuando" - "y continuó"
§4, lín. 2 - "históricos y" - "históricos, teológicos y"
§4, lín. 3 - "libros de" - "otros libros de"
317 com/cg/10-XI-1977, en AGP, A.3, 110-1-6 (mientras no se diga otra cosa, citamos por esta referencia). A los pocos días se comunicaba también del título definitivo que llevaría el libro (com/cg/23-XI-1977).
318 En algún caso aislado -como en la Región de América Central (com/cr/20-I-1978)-, en razón de los altos costes y la ausencia de una editorial adecuada, no se veían posibilidades de editar el libro, por lo que consideraron más barato y sencillo importarlo de España.
319 com/cg/3-V-1978.
320 com/cr/24-X-1978 y com/cr/4-IV-1979; se informa también en esta segunda comunicación que no se haría por entonces una edición mexicana. Desde Roma, sin embargo, se exhorta a sacar adelante esa edición, señalando entre otras cosas una razón que, en realidad, es permanente criterio de fondo: la difusión de los escritos del fundador es labor que compete a todos sus hijos (com/cg/1-V-1979).
321 com/cr/31-III-1979.
322 com/cr/17-XI-1979.
323 Colediciones habría contratado con Ediciones Rialp una edición de 2.500 ejemplares, tamaño agenda (com/cr/28-IV-1978).
324 com/cr/8-IX-1978; constaba de 2.500 ejemplares.
325 com/cg/10-XI-1977, dirigida a las Regiones de lengua italiana, francesa, alemana, inglesa, portuguesa y japonesa.
326 Todos los datos que siguen se encuentran archivados en AGP, A.3, 110-3-1.
327 È Gesù che passa. Omelie, Milano, Ares, 1973.
328 com/cg/10-XI-1977, n. 3; y com/cr/2-V-1978. En la página legal del libro se lee: "Traduzione a cura di Francesco Contadini e di Ernesto Terrasi" (Ernesto Terrasi es el seudónimo de Cesare Cavalleri). Trabajaron deprisa, pues se quería que el libro estuviera en la calle el 26 de junio de 1978. El 12 de mayo enviaban a Roma una primera parte traducida y revisada, y el 16 de mayo la segunda. Ambas fueron aprobadas el 19 de mayo (com/cg/19-V-1978). El día 1 de junio se aprobaba también el proyecto de maqueta, portada, ilustraciones, etc. (com/cg/1-VI-1978).
329 Propuesta en com/cr/6-V-1978 y aprobación en com/cg/10-V-1978.
330 com/cr/14-VII-1978.
331 Todo en AGP, A.3, 110-3-2.
332 Así se informa a Roma con un escrito de la Comisión Regional de Inglaterra (com/cr/11-XI-1978).
333 Esas nuevas versiones (en realidad nuevas traducciones, e incluso con alguna variación en los títulos) fueron enviadas a Roma en dos momentos: a) el 25-III-1979, las cuatro primeras (The Richness of Ordinary Life; Freedom, a Gift from God; Time is a Treasure; Working for God), que son aprobadas; y b) el 13-VIII-1979, las catorce restantes (Human Virtues; Humility; Detachment; In the Footsteps of Christ; Getting to Know God; Open to God and Men; For They Shall See God; Living by Faith; The Christian's Hope; The Strength of Love; A Life of Prayer; That All May Be Saved; Mother of God and Our Mother; Towards Holiness), más la Presentación (Foreword). El 23-X-1979 estaban aprobadas todas las traducciones.
334 com/cg/19-XI-1977 y 10-II-1978. En la minuta de preparación de esa comunicación, don Álvaro del Portillo indicó a mano que el título inglés debía ser el mismo en todos los países.
335 com/cr/29-XI-1977, 3-XII-1977 y 10-XII-1977.
336 com/cr/29-XI-1977 y 9-XII-1977.
337 com/cr/27-XII-1977.
338 com/cr/27-II-1978.
339 com/cr/28-II-1978.
340 Amigos de Dios
341 com/cr/5-III-1978.
342 com/cr/10-III-1978.
343 Amigos de Dios
344 com/cg/12-IV-1978.
345 La Comisión de Inglaterra informa que se habían editado en total 8.500 ejemplares, 6.500 para Scepter y 2.000 para Four Courts Press (com/cr/25-III-1981, donde también se informa de que en febrero de 1981 había aparecido una segunda edición de 6.050 ejemplares, 5.550 para Scepter y 500 para Four Courts).
346 Todo en AGP, A.3, 110-3-4.
347 com/cr/15-XII-1977.
348 com/cr/24-III-1980; se editaron 3.000 ejemplares.
349 com/cr/3-VI-1978, en AGP, A.3, 110-3-5.
350 com/cr/14-I-1980; se editaron 10.000 ejemplares.
351 Todo en AGP, A.3, 110-3-7.
352 com/cr/26-II-1978. En otra comunicación de la Comisión (com/cr/9-VI-1979) se informa de que ya está todo traducido.
353 com/cr/30-IX-1980; se imprimieron solo 1.516 ejemplares. En marzo de 1980 salió una 2ª edición, de 9.890 ejemplares.
354 com/cr/5-XI-1980; se imprimieron 1.000 ejemplares, e inmediatamente después salió la segunda edición (4.000 ej.).
355 AGP, A.3, 110-3-8.
356 com/cr/7-VIII-1980.
357 Sobre ese libro anterior, con solo cinco homilías, existe una abundante correspondencia entre la Comisión Regional del Japón y el Consejo General. La Comisión había sugerido, en junio de 1979 (com/cr/1-VI-1979), publicar un libro titulado Itsutsu no sekkyo (Cinco Homilías), en el que se incluirían: El tesoro del tiempo, Humildad, Vida de fe, Para que todos se salven y Hacia la santidad. Esa sugerencia fue estudiada atentamente en Roma, pues hasta entonces solo se había aprobado la edición, en un mismo folleto, de dos al máximo tres de los textos destinados a formar parte en el futuro del "segundo volumen". Aquella sugerencia podía no ser un buen precedente para otros lugares, teniendo además en cuenta que Amigos de Dios estaba ya editado, por entonces, en castellano y en italiano. En la respuesta que se envía desde Roma (com/cg/25-VI-1979), se plantea una solución favorable a la sugerencia, pero se indica, entre otras cosas, que se estudie si ese pequeño volumen no quitaría lectores a la futura edición del libro, y también si se dejaría de editar al salir este. La respuesta de Japón fue que no veían dificultades a lo primero (com/cr/18-VII-1979), y que se dejaría de vender cuando fuese editado el libro completo. La edición del pequeño libro de cinco homilías (Itsutsu no sekkyo) fue aprobada, y apareció en diciembre de 1979 (1.000 ejemplares; com/cr/8-XII-1979). Roma comunicó a otras Regiones que ese volumen era una excepción, por circunstancias propias de Japón, y que la norma general seguía siendo la edición de folletos con un máximo de dos homilías (com/cg/18-IX-1979).
358 Constaba de 1.000 ejemplares (com/cr/21-VI-1985).
359 En las páginas finales de este volumen, en el "Apéndice IV", puede verse un elenco de todas las ediciones entre 1977 y 2016.
360 La numeración marginal de los párrafos, primero en Conversaciones y, más tarde, en Es Cristo que pasa, se estableció para remitir a esos números las voces incluidas en el índice de materias de esos libros. Hay instrucciones al respecto en com/cg/4-XI-1968 (en AGP, A.3, 106-1) y com/cg/12-V-1972 (en Amigos de Dios, 101-2-1).
361 Cfr. supra, "Numeración de párrafos y elaboración de los índices", pp. 104-106 .