Papa Francisco
Domus Sanctae Marthae 2020
- Permanecer en Dios (7.I)
- Paz en el corazón (9.I)
- Amar al hermano (10.I)
- Autoridad en la coherencia y el testimonio (14.I)
- La compasión de Jesús (16.I)
- El perdón de los pecados (17.I)
- Docilidad a la Palabra de Dios (20.I)
- Agradecer el don de ser elegidos (21.I)
- Un corazón transparente (24.I)
- La alegría es fecunda (28.I)
- Que nuestra medida sea cristiana (30.I)
- Perder la conciencia de pecado (31.I)
- Dios es padre (4.II)
- No hay humildad sin humillación (7.II)
- Mundanidad y apostasía 13.II)
- No estamos solos (14.II)
- Corazón compasivo (18.II)
- Conocer a Jesús (20.II)
- Humildad (25.II)
- La gracia de la vergüenza (9.III)
- Confesar los pecados (10.III)
- El camino de la Cruz (11.III)
- No caer en la indiferencia (12.III)
- Recibir y transmitir el Don como tal (13.III)
- Parábola del hijo pródigo (14.III)
- Rezar siempre con la verdad (15.III)
- El enfado (16.III)
- Ser magnánimos en el perdón (17.III)
- La cercanía de Dios (18.III)
- San José hombre de fe (19.III)
- Dios es nuestro Padre (20.III)
- El Señor nos enseña cómo rezar (21.III)
- Entender el Evangelio (22.III)
- Fe, perseverancia, valor (23.III)
- La desidia (24.III)
- El misterio de la Encarnación (25.III)
- Ídolos en el corazón (26.III)
- El ensañamiento diabólico (27.III)
- Llevar a Jesús a la gente (28.III)
- Las lágrimas de Jesús (29.III)
- Eres corrupto si no hallas tus pecados (30.III)
- Mirar el crucifijo (31.III)
- Ser discípulos del Señor (1.IV)
- Las tres dimensiones de la vida cristiana: Elección, promesa, alianza (2.IV)
- Los siete dolores de la Virgen (3.IV)
- El proceso de la tentación (4.IV)
- Los pobres, Cristo entre nosotros (6.IV)
- Perseverar en el servicio (7.IV)
- El pequeño Judas que llevamos dentro (8.IV)
- Elegir el anuncio para no caer en nuestros sepulcros (13.IV)
- La gracia de la fidelidad (14.IV)
- Nuestra fidelidad es respuesta a la fidelidad de Dios (15.IV)
- La alegría es fruto del Espíritu Santo (16.IV)
- La familiaridad con el Señor (17.IV)
- Franqueza, coraje y parresía (18.IV)
- Nacer del Espíritu (20.IV)
- Jesús reza por nosotros ante el Padre (23.IV)
- Cristo forma el corazón de los pastores en la cercanía al pueblo de Dios (24.IV)
- La fe se trasmite sobre todo con el testimonio (25.IV)
- Jesús es nuestro compañero de peregrinación (26.IV)
- Volver siempre al primer encuentro (27.IV)
- El pequeño linchamiento diario de la murmuración (28.IV)
- La concreción y la sencillez de los pequeños (29.IV)
- Sin testimonio y oración no se puede hacer predicación apostólica (30.IV)
- El trabajo es la vocación del hombre (1.V)
- Aprender a vivir los momentos de crisis (2.V)
- La mansedumbre y la ternura del Buen Pastor (3.V)
- Todos tenemos un único Pastor: Jesús (4.V)
- Actitudes que impiden conocer a Cristo (5.V)
- Tener el valor de ver nuestras tinieblas (6.V)
- Ser cristianos es pertenecer al pueblo de Dios (7.V)
- Su consuelo es cercano, veraz y abre las puertas de la esperanza (8.V)
- El Espíritu Santo crea la armonía de la Iglesia, el espíritu maligno destruye (9.V)
- Rezar es ir con Jesús al Padre que nos concederá todo (10.V)
- El Espíritu nos enseña todo, nos introduce en el misterio, nos hace recordar y discernir (11.V)
- Cómo da la paz el mundo y cómo la da el Señor (12.V)
- El permanecer recíproco entre la vid y los sarmientos (13.V)
- Día de fraternidad, día de penitencia y oración (14.V)
- La relación con Dios es gratuita, es una relación de amistad (15.V)
- La única medicina contra el espíritu de la mundanidad (16.V)
- El Espíritu Santo nos recuerda el acceso al Padre (17.V)
- Oración, cercanía al pueblo, y amor a la justicia (18.V)