Camino

 «    I.A Oración, expiación, examen    » 

[caps 1 - 11]

 «  CARÁCTER  » 

1 La construcción de este primer capítulo supone una "recepción" pacífica del capítulo correspondiente de Cec, cuyas consideraciones son incorporadas en masa {Una sola consideración del capítulo de Cec no pasa al correspondiente de C: la cd / 24, que pasará a ser el p / 325, encabezando la construcción del nuevo capítulo titulado "Tibieza"} y por el mismo orden, con sólo tres adiciones de Burgos dentro de la secuencia (los p / 12, 26 y 27). Incorporados éstos, la secuencia termina en el p / 29  y el Autor duplica el contenido del capítulo con otros veintiséis nuevos puntos que transcribe a continuación.
2 Sin embargo, el capítulo primero de C es uno de los de más compleja composición en la historia redaccional del libro. La intencionalidad configurativa se mantiene, ciertamente, desde el primer esbozo: las tres primeras consideraciones de Cem32 seguirán siendo las primeras (p / 1,  2  y 3) tanto en Cec como C. De ahí que tengan, cada uno de ellos en su orden, un fuerte significado para la comprensión del sentido del capítulo y de alguna manera de todo el libro. Hemos de agregar que es en el tránsito de Cem32 a Cec donde se consolida aquella intencionalidad y nuestro capítulo adquiere su actual fisonomía. Baste pensar que de las treinta primeras consideraciones de Cem32 - que en un primer análisis constituirían como su capítulo inicial {Como bien sabe el lector, Cem32 y Cem33 no tienen división en caps. Me refiero, pues, a un primer capítulo imaginario, en el que "en un primer análisis" se encuadraría ese conjunto de textos de Cem32. (Aunque no existen los caps de Cem32 en cuanto diferenciados por sus títulos, sí existen - ésa es mi conclusión –en la secuencia real de los contenidos)}– , sólo cuatro (los futuros p / 4, 14, 17 y 28 de C), aparte de esos tres primeros ya nombrados, sirvieron a su Autor para confeccionar el capítulo primero de Cec. El resto sufrió una fuerte dispersión por todo el impreso de Cuenca, en los lugares del libro que parecían más adecuados.
3 El Autor, como he dicho, construye el capítulo "Carácter" de Cec con 27 unidades: las siete ya citadas, que estaban en el capítulo de Cem32; otras cinco del mismo fascículo, que encuentran ahora su nueva posición; otras cinco que vienen de diversos lugares de Cem33 y, finalmente, diez consideraciones tomadas ex novo de los Cuadernos de Apínt.
4 El título del capítulo, que permanece en el tránsito de Cec a C, no puede llamar a engaño. No se trata de un cap "humano" - sobre "la formación del carácter" o "las virtudes humanas" –que sería previo, o propedéutico, respecto de los de contenido "sobrenatural", que vendrían después. Escrivá, desde el primer momento, está hablando en clave cristológica y cristiana, mira al hombre y al mundo en el interior del movimiento de la gracia, y presupone en su interlocutor la confesión cristiana de fe y un conocimiento práctico de la piedad católica. El p / 1  e, inseparable de él, el p / 2, son la más sencilla y evidente confirmación de lo que decimos. Pero, junto a esto, hay que afirmar a continuación que el Beato Josemaría plantea al lector –que en el contexto histórico del libro sería un universitario católico de su entorno– , desde Cristo, un horizonte "universal, católico", en el que el cultivo de las dimensiones humanas de la personalidad aparecen como exigencia de la fe y como coherencia cristiana. No hay en el libro yuxtaposición, sino plena integración –sin confusión– de lo divino y lo humano, de lo cristiano y lo secular: se pasa de Cristo al hombre y al mundo de la manera más natural y sencilla. Éste es, a mi parecer, el marco del cap inicial.

 «  1  »  Que tu vida no sea una vida estéril. –Sé útil. –Deja poso. –Ilumina, con la luminaria de tu fe y de tu amor.
Borra, con tu vida de apóstol, la señal viscosa y sucia que dejaron los sembradores impuros del odio. –Y enciende todos los caminos de la tierra con el fuego de Cristo que llevas en el corazón.

Como se ha dicho en la Introd, el p / 1  de C ocupa ese lugar desde los primeros esbozos del libro (Cem32 y Cec). El punto es transcripción casi literal de un texto del Cuaderno V {Cuaderno V, nº 586, hoja 45v, redactado el 26-I-1932} :
"Niño: que tu vida no sea una vida estéril. Sé útil. Deja poso. Ilumina, con la luminaria de tu fe y de tu Amor. Borra, con tu vida de Apóstol, la señal viscosa y sucia que dejaron los caracoles impuros y llenos de odio. Y enciende todos los caminos de la tierra con el fuego de Cristo, que llevas en el corazón".
La palabra que introduce el texto en Apínt –"Niño"– , que no pasará al texto impreso, muestra el carácter autobiográfico y contemplativo del pasaje, que se sitúa en el clima espiritual de "vida de infancia", tan marcado en los Cuadernos de 1931 y 1932. Es ante todo su propia vida la que Escrivá desea que responda a estas coordenadas. Contempla, en un "crescendo" antropológico y cristológico, el sentido de su vida y de toda vida cristiana y, más específicamente, el sentido cristiano del tiempo, del tiempo personal, del tiempo "disponible", sólo inteligible para el Autor en la perspectiva de la misión, de lo que él llamará el "mandato imperativo de Cristo" (vid p / 942). Desde el principio del libro se anuncian sus grandes temas: la Fe, el Amor, el corazón, los caminos de la tierra, el apostolado, servir, el fuego de Cristo... Este punto primero –y sus formulaciones– ha pasado a ser emblemático del estilo espiritual del libro e incluso del mensaje que su Autor extendió por el mundo, como se refleja en la oración pública oficial al Beato Josemaría, donde se pide a Dios que sepa –el que ora– "convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte [...], iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor". El "fuego de Cristo" con el que culmina este punto hay que ponerlo en relación con el texto de Lc 12, 49  citado en p / 801. Vid com.
La crítica textual ofrece una información de singular interés redaccional: "los sembradores impuros del odio" de que habla el texto aparecen en Cem32 y por supuesto en el original del Cuaderno, con la sorprendente fórmula "los caracoles impuros y llenos de odio". En el ejemplar de Cem32 que mostró al P. Sánchez Ruiz en julio de 1933 ya aparece –en corrección autógrafa– el cambio, que pasará a la edición de Cuenca y al texto definitivo {El Dr. Julio González Simancas, al conocer el apcrít de este punto, me brindó la hipótesis que expongo a continuación. Es posible que, en el background literario del texto, especialmente en la expresión "caracoles impuros", haya resonancia de este pasaje de los Episodios Nacionales (aunque el Beato Josemaría no tenía ninguna especial simpatía a Pérez Galdós, tan fuertemente anticlerical): "Cosas y personas mueren, y la Historia es encadenamiento de vidas y sucesos, imagen de la Naturaleza, que de los despojos de una existencia hace otras, y se alimenta de la propia muerte. El continuo engendrar de unos hechos en el vientre de otros es la Historia, hija del Ayer, hermana del Hoy y madre del Mañana. Todos los hombres hacen historia inédita; todo el que vive va creando ideales volúmenes que ni se estampan ni aun se escriben. Digno será del lauro de Clío quien deje marcado de alguna manera el rastro de su existencia al pasar por el mundo, como los caracoles que van soltando sobre las piedras un hilo de baba con que imprimen su lento andar. Eso haré yo, caracol que aun tengo largo camino por delante; y no me digan que la huella babosa que dejo no merece ser mirada por los venideros. Respondo que todo ejemplo de vida contiene enseñanza para los que vienen detrás, ya sea por fas, ya sea por nefas, y útil es toda noticia del vivir de un hombre, ya ofrezcan sus relatos la diafanidad de los hechos virtuosos, ya la negrura de los feos y abominables, porque los primeros son imagen consoladora que enseñe a los malos el rostro de la perfección para imitarlo; los otros, imagen terrorífica que señale a los buenos las muecas y visajes del pecado para que huyan de parecérsele" (Benito Pérez Galdós, Tormentas del 48, cap 6, 2° párrafo; Historia 16, Madrid 1995, pgs 46s: subrayados míos; es el primer tomo de la Cuarta Serie de los Episodios Nacionales). Es posible, ciertamente, que el texto galdosiano suscitara en el Autor la fórmula originaria, basada en la huella de los caracoles, que tachó y cambió después}.

 «  2  »  Ojalá fuera tal tu compostura y tu conversación que todos pudieran decir al verte o al oírte hablar: éste lee la vida de Jesucristo.

El p / 2, escrito un mes antes que el p / 1º, procede también del Cuaderno V {Apínt, nº 521, 30-XII-1931. Ese mismo día transcribió a continuación el p / 98 }. He aquí el texto:
"Ayer por la mañana, en la calle de Santa Engracia, cuando iba yo a casa de Romeo {Datos biográficos en IntrodGen § 3 nt 13} , leyendo el cap. segundo de San Lucas, que era el que me correspondía leer, encontré a un grupo de obreros. Aunque yo iba bastante metido en mi lectura, oí que se decían en voz alta algo, sin duda preguntando qué leería el cura. Y uno de aquellos hombres contestó también en voz alta: 'la vida de Jesucristo'. Como mis evangelios están en un libro pequeño, que llevo siempre en el bolsillo, y las cubiertas forradas con tela, no pudo aquel obrero acertar en su respuesta, más que por casualidad, por providencia. Y pensé y pienso que ojalá fuera tal mi compostura y mi conversación que todos pudieran decir al verme o al oírme hablar: éste lee la vida de Jesucristo".
El "ojalá" aparece en el Cuaderno como lo que fue: un toque del Espíritu Santo en el alma del Beato Josemaría en orden a la propia vida. Al redactar C, oculta la peripecia personal y traslada la requisitoria divina a todos los lectores.
Los p / 1  y 2 forman una estrecha unidad. Colocado a continuación del p / 1, este p / 2  proclama que la misión y la tarea apostólica han de ser ante todo transparencia del Evangelio, presencia de Cristo que los demás "reconocen" en el cristiano. Habría que poner en relación esta experiencia con la doctrina de Escrivá, incoada ya en C (vid p / 687  y p / 947) y desarrollada posteriormente, sobre el cristiano –no sólo el sacerdote (vid p / 66  y com / 67)– "alter Christus", "ipse Christus": el cristiano tendría que ser, como reza el título de uno de sus libros, "Cristo que pasa".

 «  3  »  Gravedad. –Deja esos meneos y carantoñas de mujerzuela o de chiquillo. –Que tu porte exterior sea reflejo de la paz y el orden de tu espíritu.

El texto, tal cual, procede del Cuaderno VI y es un año posterior a los dos puntos precedentes. Tenor literal idéntico {Apínt, nº 882, 28-XI-1932. Ese mismo día escribió el p / 8 }.
Al preparar Cem32 le asignó el lugar que hoy ocupa en el libro: p / 3. El "salto".
desde la meditación cristológica de los dos puntos anteriores al consejo, a la "reprensión" más inmediata y práctica, es característico del estilo de C. El tema sigue siendo el del p / 2: Cristo en el cristiano, ahora bajo la forma de "la paz y el orden de tu espíritu" que han de "transparentarse": es otra forma de referirse al "gaudium cum pace", del que hablará abundantemente. En efecto, no mucho antes –pero ese mismo año– había escrito esta reflexión, que guarda relación estrecha tanto con p / 2  como con este p / 3
"Con la gravedad –y como natural consecuencia– me dará Dios nuestro Señor una paz interior inalterable y la compostura exterior propia de quien ha de ser –de quien es– otro Cristo. Todo ello ungido con la luminosa y mansa alegría del alma que ama la Voluntad justísima de Dios" {Glosas marginales al Decenario 1932, pg 44. El apunte del Beato Josemaría está escrito al final del "Obsequio" del Día Segundo, titulado: "La paz del alma" [Patmos 35, pg 56; Logos 52, pg 98]}.
Es algo inmanente a los seguidores de Cristo, que Clemente de Alejandría expresaba en esta sentencia: "La quietud, el sosiego, la serenidad y la paz son connaturales al cristiano" {Clemente de Alejandría, El Pedagogo, 2, 61, 1; Fuentes patrísticas 5, Madrid 1994, pg 389}.
Más sobre el aspecto autobiográfico del tema "gravedad", en p / 72  y com.

 «  4  »  No digas: "Es mi genio así..., son cosas de mi carácter". Son cosas de tu falta de carácter: Sé varón –"esto vir"1

El texto procede, como toda esta serie, de Apínt y es anterior, en unos días, al p / 3. Se encuentra en Cuaderno VI, nº 874, 24-XI-1932, "día de San Juan de la Cruz", como anota el propio Autor {Futuros puntos de C transcritos ese día: 66, 74, 4, 735, 421, 837, 816, 474. Hoy la memoria litúrgica de San Juan de la Cruz es el 14 de diciembre}. Como la casi totalidad del cap "Carácter", tiene este punto su clave hermenéutica –a mi parecer– en los p / 1  y 2; clave que ya hemos visto aplicada en el p / 3  y que señala la base y el sentido de esa exigente "reforma" de hábitos y costumbres que Escrivá propone a los lectores: todo el cap es un conjunto de fuertes y concretas "sacudidas" al hombre de carne y hueso con el que dialoga, para que sea coherente, también en lo humano, con su fe. La anotación del Cuaderno dice así:
"No digas: ' es mi genio así..., son cosas de mi carácter '. Son cosas de tu falta de carácter: sé varón –esto vir– , aunque hayas nacido mujer".
El final del pasaje –una manera teresiana de explicar el texto {Teresa quería que sus monjas fueran "varones fuertes" (Camino de Perfección, ms de Valladolid, cap 7, 8; BAC 212, 8ª ed, Madrid 1986, pg 271) y no derramaran "lágrimas mujeriles" (Libro de la Vida, 9, 9; ibidem, pg 66)}– pasó tal cual al velógrafo, pero, como se ve, Escrivá prescindió de él ya en Cec, y por supuesto en la edición definitiva. El texto bíblico con el que apoyaba la exigencia de reforma personal es la palabra de David a su hijo Salomón: "ten valor y sé hombre", que parecía exigir ese paradójico complemento –"aunque hayas nacido mujer"– , para no limitar la universalidad de la exigencia propuesta en el punto. El Autor, al pasar al texto impreso, decidió eliminar la paradoja, esperando, sin duda, que las lectoras leyeran el pasaje bíblico con sentido de la analogía, ya que el "esto vir", como el "viriliter age, agite" {Dt 31, 6.23; Jos 1, 6 s; 1Cro 22, 13; 28, 20; Sal 27, 14; Sal 31, 25; 1M 2, 64; 1Co 16, 13 }, son expresiones bíblicas portadoras de un mensaje universal, que trasciende a la distinción varón-mujer {"Viriliter agere", como señala Andrew Byrne (Camino / The Way, p / 19 nt 50), es una virtud que la Escritura predica de hombres y de mujeres. Ésta es la célebre bendición de Israel a Judit por su hazaña: "tú eres la gloria de Jerusalén, té eres la alegría de Israel, tú eres el honor de nuestro Pueblo, porque has actuado viriliter, varonilmente" (Jdt 15, 10  s)}.
Interesante, con todo, ese complemento paradójico, no recibido en el texto impreso, porque pone de relieve que Josemaría Escrivá se dirige desde el principio tanto a hombres como a mujeres, y a todos predica las mismas virtudes humanas y cristianas y el mismo ideal de vida en Cristo, aunque por su lenguaje –muy pegado al texto bíblico y a la experiencia pastoral y dialógica que se refleja en el libro– , emplee con frecuencia términos masculinos. En este sentido, el Autor podía hacer suyas las palabras de Clemente de Alejandría en El Pedagogo:
"La virtud es la misma para el varón y para la mujer. Porque si uno mismo es el Dios de ambos, uno es también para ambos el Pedagogo. Sólo hay una Iglesia, una misma modestia, un mismo pudor; es común el alimento y hay un solo vínculo matrimonial; la respiración, la vista, el conocimiento, la esperanza, la obediencia y el amor: todo es igual. Los que tienen en común la vida, tienen también en común la gracia, la salvación y, en común también, la virtud y la educación [...] El término ' hombre ' es común al varón y a la mujer" {Clemente de Alejandría, El Pedagogo, 2, 9, 2; Fuentes patrísticas 5, Madrid 1994, pg 95s. Vid Blanca Castilla, "Consideraciones sobre la antropología 'varón-mujer' en las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá", en Romana 24 (1995 / 2) 434-447}.
Vid sobre el tema com / 19 y referencias allí señaladas.

 «  5  »  Acostúmbrate a decir que no.

Texto procedente del Cuaderno V, nº 520, fechado en 28-XII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 920, 268, 5, 944, 186} , dos días antes de la experiencia que da origen al p / 2. Dice así:
"Niño amigo: acostúmbrate a decir que no".
La expresión íntima y confidencial "niño amigo", aquí como en tantas otras ocasiones, no pasa a Cem ni al texto impreso. Además, en el ejemplar de Cem32 que entregó al P. Sánchez hizo al margen una adición, que dice:
"Es más sencillo decir que sí: a la ambición, a los sentidos...".
Esa adición tampoco pasó al texto impreso (a pesar de que ese ejemplar era el que le servía de guía para preparar el borrador de Cec), lo que me induce a pensar que en realidad más que una adición era, en la mente de Escrivá, una explanación para su confesor del sentido de ese lacónico consejo, que suscita la pregunta por su significado. En una ocasión –Lisboa, 4-XI-1972– , lo explicó brevemente, con palabras que hacen eco a aquella antigua explanación:
"Te contesto. Estamos muy inclinados a decir que sí, a todo lo que es agradable a nuestros sentidos y a nuestras potencias: y, muchas veces, eso no es lo que más agrada al Señor. Por lo tanto, los buenos cristianos, en muchas circunstancias, tenemos que decir que no" {Notas de una tertulia, Lisboa 4-XI-1972; AGP, sec A, leg 51; también en AGP, sec P, leg 4, 1972, pg 353}.
La cuestión ya se había suscitado en un coloquio multitudinario que tuvo lugar unos días antes, el 28-X-1972, en Madrid. Alguien hizo la pregunta a Mons. Escrivá: "¿Por qué no nos explica el punto de C que dice: ' acostúmbrate a decir que no ' ?" Respondió:
"Tú sabes que, cuando decimos que sí, todo son facilidades; pero cuando hemos de decir que no, viene la lucha, y a veces no viene la victoria en la lucha, sino la derrota. Por lo tanto, nos hemos de acostumbrar a decir que no para vencer en esa lucha. Porque de esta victoria interna sale la paz para nuestro corazón, y la paz que llevamos a nuestros hogares –cada uno, al vuestro– , y la paz que llevamos a la sociedad y al mundo entero. Porque por ahí hablan de paz y no quieren pelear dentro de su alma esta pelea, que es de paz y de amor" {Notas de una tertulia, Madrid 28-X-1972; AGP, sec A, leg 51}.

 «  6  »  Vuelve las espaldas al infame cuando susurra en tus oídos: ¿para qué complicarte la vida?

La anotación está en el Cuaderno V, nº 669, y fue escrita el 23-III-1932: era miércoles santo, según allí se hace constar. El texto es idéntico al que aparece en la historia redaccional {En el Cuaderno "complicarte" tenía en redacción anterior: "complicarse"} , con las variantes que pueden verse en el apcrít. En Cem32 ocupaba el nº 132, pero en la preparación del texto impreso pasó a integrarse en el cap primero.

 «  7  »  No tengas espíritu pueblerino. –Agranda tu corazón, hasta que sea universal, "católico".
No vueles como un ave de corral, cuando puedes subir como las águilas.

El texto está en el Cuaderno VI, nº 911, 20-I-1933 {Escribió a continuación el futuro p / 778 }:
"No tengas espíritu pueblerino. Agranda tu corazón, hasta que sea universal, católico. No vueles como un ave casera, cuando puedes subir como las águilas".
En el texto impreso, el "ave casera" deja paso a la más clásica expresión "ave de corral". El tema del águila, con su vuelo de largo alcance como horizonte de la vida espiritual, es una imagen tradicional en la literatura cristiana, que tiene su matriz en la Sagrada Escritura {"Los santos que esperan en Dios mudarán la fortaleza, tomarán alas como de águila y volarán y no desfallecerán". Así traducía San Juan de la Cruz –que prufundizó en el tema espiritual del águila– a Is 40, 31  (Noche oscura, 2, 20, 1; BAC 15, 13ª ed, Madrid 1991, pg 572). Y así el Sal 103 (102), 5: "se le renueva [la vida al alma], como al águila, su juventud" (Noche oscura, 2, 13, 11; ibidem, pg 555). Véase, como contraste, el símil que emplea Teresa de Lisieux al final del ms B: las águilas son los santos, ella es un "débil pajarito" (Ms B fol 5r-v; MEC 5, Burgos 1996, pg 235s); ver, no obstante Forja, 39 }. El contrapunto del "ave de corral" es menos frecuente, pero, con lenguaje casero, lo utilizó Santa Teresa para censurar a los que frenan a la gente que corre hacia Dios y pretenden "a los que vuelan como águilas con las mercedes que les hace Dios, quererlos hacer andar como pollo trabado" {Libro de la Vida, 39, 12; BAC 212, 8ª ed, Madrid 1986, pg 218}.

 «  8  »  Serenidad. –¿Por qué has de enfadarte si enfadándote ofendes a Dios, molestas al prójimo, pasas tú mismo un mal rato... y te has de desenfadar al fin?

Está en el Cuaderno VI, nº 881, 28-XI-1932. Fue escrito, como dijimos, a continuación del p / 3. Tienen ambos una estructura literaria muy parecida: una palabra de enunciación, que adelanta el tema –Gravedad... Serenidad– , seguida de la consideración que incita a la reforma personal. He aquí el texto del Cuaderno:
"Serenidad. ¿Por qué has de enfadarte, si, enfadándote, ofendes a Dios, molestas al prójimo, pasas tú mismo un mal rato, y no arreglas las cosas..., y te has de desenfadar, al fin?".
Nótese la omisión de la frase "y no arreglas las cosas" y la evolución de la puntuación hasta llegar al texto definitivo. Gauger ha hecho notar que el vocabulario y la estructura literaria de este punto de C comportan de manera casi necesaria un debilitamiento en la traducción a otras lenguas, como es el caso de la traducción francesa. "Si bien [ésta] dice lo que dice el texto, su sonido es menos preciso, divertido y concluyente, incluso menos ' convincente '. El efecto de la contraposición enfadarse-desenfadarse viene potenciado por el hecho de que una palabra esté al comienzo y la otra al final, y por la repetición de ' has de ' " {Hans-Martin Gauger, Durchsichtige Wörter. Zur Theorie der Wortbildung, C. Winter, Heidelberg 1971, pg 178 nt 404}.
Este punto, como tantos otros de este cap primero, pone al lector "contra las cuerdas". Un joven comentaba a este propósito, en un coloquio con Mons. Escrivá de Balaguer, que él tenía todos los defectos de los que se habla en el primer cap de C. Le contestó:
"Eso quiere decir que esos defectos los he tenido yo primero, y probablemente los seguiré teniendo escondidos en mi soberbia" {Notas de una tertulia, Roma 24-I-1971; AGP, sec A, leg 51}.
Con esa su natural humildad el Autor nos confirma el carácter autobiográfico de C.

 «  9  »  Eso mismo que has dicho dilo en otro tono, sin ira, y ganará fuerza tu raciocinio, y, sobre todo, no ofenderás a Dios.

Texto original en Cuaderno VII, nº 1097, fechado el 30-XII-1933 junto con los otros seis que transcribió ese día {Son: 498, 10a, 446, 637, 18, 180, 9. La vez anterior que el Autor tomó su Cuaderno para transcribir notas fue la víspera de Navidad, 24 de diciembre. Estos siete puntos de C fueron pues objeto de "apuntación" en su cuartilla entre esa fecha y el día 30, que los transcribe al Cuaderno.}. El Autor los hace preceder de la siguiente anotación:
"Día 30 de diciembre de 1933: Esta es la primera catalina que escribo en la dirección de la academia DYA" {La Academia DYAestaba en Luchana 33, esquina a Don Juan de Austria. Su reglamento se conserva en AGP, sec A, leg 47, carp 3, exp 10. En una charla grabada en cinta magnetofónica, Roma 19-III-1975, el Beato Josemaría explicaba: "La primera labor corporativa fue la Academia que llamábamos DYA –Derecho y Arquitectura– porque se daban clases de esas dos materias; pero significaba Dios y Audacia, para nosotros. Hemos pasado delante del edificio, hace poco tiempo, y el corazón me latía fuerte..." (texto publicado bajo el título "De la mano de Dios" en Mons. Escrivá de Balaguer y el Opus Dei, 1985, pgs 21-30; cita en pg 27)}.
El punto pertenece, pues, a la serie de textos de los Cuadernos que van directamente a la edición de Cuenca, sin circular antes en velógrafo. El texto impreso es idéntico al del Cuaderno VII, con las solas diferencias de puntuación que recoge el apcrít, que son las mismas de Apínt.

 «  10  »  No reprendas cuando sientes la indignación por la falta cometida. –Espera al día siguiente, o más tiempo aún. –Y después, tranquilo y purificada la intención, no dejes de reprender. –Vas a conseguir más con una palabra afectuosa que con tres horas de pelea. –Modera tu genio.

Este punto es fruto de la refundición de dos pasajes diversos de los Cuadernos. Comienza transcribiendo una anotación que fue anotada en el Cuaderno VII a la vez que el punto anterior:
"No reprendas cuando sientes la indignación, por la falta cometida. Espera al día siguiente, o más tiempo aún. Y después, tranquilo y purificada la intención, no dejes de reprender" {Apínt, nº 1096, 30-XII-1933; "tranquilo y purificada la intención", interlineado en el Cuaderno}.
A continuación inserta un texto escrito en el Cuaderno VI exactamente un mes antes:
"Vas a conseguir más con una palabra afectuosa que con tres horas de pelea. Modera tu genio" {Apínt, nº 1079: "Día de San Andrés, 30-nov-933". Bajo esa fecha transcribe el Autor las últimas anotaciones del Cuaderno VI, que incluyen estos siete puntos de C: 192, 227, 10b, 289, 644, 691, 896}.

 «  11  »  Voluntad. –Energía. –Ejemplo. –Lo que hay que hacer, se hace... Sin vacilar... Sin miramientos.
Sin esto, ni Cisneros hubiera sido Cisneros; ni Teresa de Ahumada, Santa Teresa...; ni Íñigo de Loyola, San Ignacio.
¡Dios y audacia! –"Regnare Christum volumus!".

El p / 11  de C es el más antiguo de los hasta ahora estudiados –5-IV-1931– y uno de los más característicos de este cap {Cuaderno III, nº 190} :
"Voluntad. Energía. Ejemplo. Lo que hay que hacer se hace... Sin vacilar... Sin miramientos. Sin esto, ni Cisneros hubiera sido Cisneros; ni Teresa de Ahumada, Santa Teresa...; ni Íñigo de Loyola, San Ignacio... ¡Dios y audacia! Regnare Christum volumus".
Sobre la expresión "¡Dios y audacia!" vid com / 401. La fórmula latina "Regnare Christum volumus" parece como el contrapunto de la fe al "Nolumus hunc regnare super nos" de la parábola de San Lucas (Lc 19, 14)
El Autor de C, desde los orígenes del Opus Dei, concentraba en tres expresiones –"Deo omnis gloria", "Regnare Christum volumus", "Omnes cum Petro ad Iesum per Mariam"–la síntesis de los fines últimos del Opus Dei dentro del fin de la Iglesia {Sobre el tema vid Álvaro del Portillo, "A modo de conclusión del Simposio", en Santidad y mundo, 1996, pgs 280s}. En 10-III-1931, apenas un mes antes de redactar este punto de C, había escrito:
"Jesús es el Modelo: ¡imitémosle! Imitémosle, sirviendo a la Iglesia Santa y a todas las almas. 'Christum regnare volumus' , 'Deo omnis gloria' , 'Omnes cum Petro ad Iesum per Mariam'. Con estas tres frases quedan suficientemente indicados los tres fines de la Obra: Reinado efectivo de Cristo, toda la gloria de Dios, almas" {Cuaderno III, nº 171}.
Unos meses después meditaba la trilogía de fines y comprendía –escribe– que la misión que el Señor le había encargado tenía que ser:
"una continuada y magnífica afirmación: al "non serviam", "SERVIAM!": al "no queremos que éste reine", "Regnare Christum volumus", ¡queremos que reine!: a la gloria humana, "Deo omnis gloria": y finalmente la gran afirmación de la salud para todos: "Omnes, cum Petro, ad Iesum per Mariam" {Cuaderno IV, nº 386, 11-XI-1931. Las mayúsculas son del original}.
La concatenación de esos tres fines aparece tematizada en un texto de la Instrucción de marzo del 34:
"En las líneas anteriores van expuestos por completo nuestros ideales. Consecuencias necesarias de estos ideales son los fines, que lleva a la práctica la Obra.
Hemos de dar a Dios toda la gloria. Él lo quiere: gloriam meam alteri non dabo, mi gloria no la daré a otro (Is 42, 8)
Y por eso queremos nosotros que Cristo reine, ya que per ipsum, et cum ipso, et in ipso, est tibi Deo Patri Omnipotenti in unitate Spiritus Sancti omnis honor et gloria; por Él, y con Él, y en Él, es para ti Dios Padre Omnipotente en unidad del Espíritu Santo todo honor y gloria (Canon de la Misa)
Y exigencia de su gloria y de su reinado es que todos, con Pedro, vayan a Jesús por María" {Instrucción, 19-III-1934, nn. 35-37. Este pasaje procede, a la letra, de un largo escrito del Autor, dos años anterior a la Instrucción, que entregó a un amigo suyo sacerdote, Pedro Cantero Cuadrado, explicándole los fines y el significado del Opus Dei. Está fechado en 19-II-1932 y se conserva en AGP (sec A, leg 50-2, carp 9, exp 3). –Pedro Cantero Cuadrado (1902-1978), nacido en Carrión de los Condes (Palencia), ordenado Sacerdote en 1926, fue Rector de la iglesia del Real Patronato de Loreto y profesor de Doctrina Social Católica en el Instituto Superior de Cultura religiosa. Obispo de Barbastro (1951), de Huelva (1953) y Arzobispo de Zaragoza (1964-1977). Conoció al Fundador del Opus Dei en septiembre de 1930, pero él consideraba decisivo un encuentro que fechaba el 15-VIII-1931. Participó en la labor apostólica de los comienzos del Opus Dei. Sus recuerdos están publicados en Testimonios sobre el Fundador del Opus Dei, 1994, pgs 59-96}.
Toda la dinámica que expresa la doxología de la Plegaria eucarística exige, según el Autor, el reinado de Cristo, el "efectivo reinado de Cristo en toda la sociedad" {Cuaderno IV, nº 393, 15-XI-1931. Es significativo que Álvaro del Portillo, el sucesor del Beato Josemaría y primer Prelado del Opus Dei, que fue ordenado obispo en 1991, eligiera como lema para su escudo episcopal precisamente éste: "Regnare Christum volumus". El actual Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, tiene como lema episcopal "Deo omnis gloria"}.
Estas fórmulas –especialmente en sus abreviaturas: D.O.G., R.Ch.V., O.c.P.a.I.p.M.– aparecen "sembradas" por todas partes en los escritos "fundacionales" del Beato Josemaría y de manera especialmente intensa en sus Apínt. El tema irá saliendo necesariamente a lo largo de estas glosas a los puntos de C. Véanse especialmente los p / 301, 347, 832 y 833
La expresión "Regnare Christum volumus" ocupa un lugar central en la comprensión de la economía salvífica que tiene el Beato Josemaría. El tema se hallaba en plena efervescencia en la conciencia católica de la época: estaba reciente la encíclica Quas primas, sobre la realeza de Cristo (1925), y se había instaurado con solemnidad la fiesta litúrgica de Cristo Rey {Vid Pedro Rodríguez, "Realeza de Cristo", en GER, XIX (1974) pgs 714-716}. En el ambiente católico, de los países latinos especialmente, el resurgir de la devoción a Cristo-Rey aparecía unido, de manera más o menos difusa, a determinadas opciones de carácter temporal, incluso político. Lo.
interesante es notar que en el pensamiento del Autor el "Regnare Christum volumus" tuvo siempre una neta significación espiritual, que en el lenguaje conciso de C se expresa, por ej, en el "puñado de hombres ' suyos ' " (p / 301) que hacen falta para que Cristo reine, porque la crisis mundial es "crisis de santos"; y también en el p / 347, que retoma la idea en clave apostólica: "un apostolado de carácter profesional" {El Autor en una homilía en la fiesta de Cristo Rey de 1970 decía: "Nunca hablo de política. No pienso en el cometido de los cristianos en la tierra como en el brotar de una corriente político-religiosa –sería una locura– , ni siquiera aunque tenga el buen propósito de infundir el espíritu de Cristo en todas las actividades de los hombres. Lo que hay que meter en Dios es el corazón de cada uno, sea quien sea. Procuremos hablar para cada cristiano, para que allí donde está –en circunstancias que no dependen sólo de su posición en la Iglesia o en la vida civil, sino del resultado de las cambiantes situaciones históricas– , sepa dar testimonio, con el ejemplo y con la palabra, de la fe que profesa [...]. Celebramos hoy la fiesta de Cristo Rey. Y no me salgo de mi oficio de sacerdote cuando digo que, si alguno entendiese el reino de Cristo como un programa político, no habría profundizado en la finalidad sobrenatural de la fe y estaría a un paso de gravar las conciencias con pesos que no son los de Jesús, porque su yugo es suave y su carga ligera (Mt 11, 30)" (Es Cristo que pasa, 183 -184)}. Así reina Cristo y se da a Dios toda la gloria.
Quizá sea éste el momento de transcribir uno de los autógrafos más próximos a la fecha fundacional del Opus Dei que se conservan. Es una pequeña y amarillenta ficha que dice así y con esta disposición:
"Omnes, cum Petro,
ad Jesum per Mariam.
Deo omnis gloria.
Actio –Oratio –Expiatio.
Serviam.
Reconoce la Sta. Madre Teresa de Jesús, en el cap. II de sus Fundaciones, que una de las manifestaciones de la Omnipotencia Divina es dar osadía a personas flacas para cosas grandes, en su servicio, y, acogiéndome a lo de la osadía y flaqueza, me atrevo a pensar siempre en lo que pienso.
A –O –E.
Hágase, cúmplase, sea alabada y eternamente ensalzada, la justísima y amabilísima Voluntad de Dios, sobre todas las cosas. Amén. Amén" {AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 7. En el dorso de esta octavilla hay un membrete de carta que dice: "José María Escrivá y Albás | Presbítero-Abogado | MADRID". El Beato Josemaría con lápiz rojo escribió después: "1928", para indicar la fecha del escrito. –El texto de Teresa: "¡Oh grandeza de Dios! ¡Y cómo mostráis vuestro poder en dar osadía a una hormiga! ¡Y cómo, Señor mío, no queda por Vos el no hacer grandes obras los que os aman, sino por nuestra cobardía y pusilanimidad!" (Fundaciones, 2, 7; BAC 212, 8ª ed, Madrid 1986, pg 680)}.
1Santa Teresa de Jesús y San Ignacio de Loyola, a los que el Beato Josemaría tenía una gran devoción personal, aparecen, en éste y en otros lugares del libro, como figuras eminentes de la santidad y, aquí en concreto, de esa entrega sin reservas que se propone a los lectores.
2 El Cardenal Cisneros (1437-1517), dotado de un carácter enérgico, fue el primer promotor de la llamada "Reforma católica" en España: fomento de la espiritualidad, reforma de Órdenes religiosas, Universidad de Alcalá, Biblia políglota complutense, etc. La figura de este personaje de la historia de España ha ofrecido dificultad a los traductores del libro. Las ediciones alemana, inglesa, americana y francesa optaron, con permiso del Autor, por suprimir la referencia al Cardenal. Otros editores decidieron añadir una pequeña nota explicativa a pie de página {Las ediciones italianas de Mondadori, al cuidado de Giuseppe Romano y con traducción de Ernesto Terrasi, incluyen desde 1996 la siguiente nota: "Cisneros (1436-1517): cardinale spagnolo, reggente del trono di Spagna e confessore della regina Isabella la Cattolica. Il Cardinale Cisneros iniziò la riforma della Chiesa in Spagna, anticipando quella che, anni dopo, il Concilio di Trento avrebbe compiuto per tutta la cristianità. Erano celebri la tempra e l ' energia del su carattere (Ntd)"}.

 «  12  »  Crécete ante los obstáculos. –La gracia del Señor no te ha de faltar: "inter medium montium pertransibunt aquae!" –¡pasarás a través de los montes!
¿Qué importa que de momento hayas de recortar tu actividad si luego, como muelle que fue comprimido, llegarás sin comparación más lejos que nunca soñaste?

Hasta aquí, C reproduce el texto de Cec. El p / 12  es el primero que no procede de la edición de Cuenca, sino de la ampliación realizada durante la guerra civil española. Es una octavilla Bl (dorso en blanco, período de Burgos)
En el punto pueden distinguirse dos partes, que corresponden a los dos párrafos. Detrás de la segunda está, según Juan Jiménez Vargas, la inmediata experiencia del clima de los refugiados en las embajadas durante la guerra civil, con "la inactividad forzosa [vid infra p / 294] de los meses de encierro en Madrid en 1937", que aparecían como un obstáculo insalvable {Jiménez Vargas compartía con el Autor y otros amigos el "encierro" de que habla}. Jiménez Vargas continúa: "Lo que está claro es que la primera parte: ' inter medium montium... ' , tenía ya desde mucho antes un profundo significado sobrenatural: que no habría obstáculos que pudiesen detener el apostolado de la Obra" {Juan Jiménez Vargas, Relato del 77, pg 2}.
En la historia espiritual del Beato Josemaría hay, efectivamente, que remontarse más atrás. El primer documento sobre el tema que he podido encontrar es este pasaje de Apínt, escrito el domingo 13-XII-1931 {Cuaderno V, nº 476. Las anotaciones de ese día comienzan así: "Dominica III de Adviento. Gaudete in Domino semper: iterum dico gaudete... Et pax Dei, quae exuperat omnem sensum, custodiat corda vestra et intelligentias vestras in Christo Iesu Domino nostro. ¡Qué cosas tan hermosas dice San Pablo!"} :
"Ayer almorcé en casa de los Guevara {Socorro Travesedo y García Sancho, Marquesa de Guevara, estaba casada con Florentín Rodríguez-Casanova, hijo de la marquesa de Onteiro y hermano de Luz, Fundadora de las Damas Apostólicas del Sagrado Corazón de Jesús. Los marqueses vivían en la calle de Alcalá Galiano, n. 3, en el edificio contiguo a la residencia de la Marquesa de Onteiro (vid com / 980 nt 63)}. Estando allí, sin hacer oración, me encontré –como otras veces– diciendo: "Inter medium montium pertransibunt aquae" (Sal 104, 11). Creo que, en estos días, he tenido otras veces en mi boca esas palabras, porque sí, pero no les di importancia. Ayer las dije con tanto relieve, que sentí la coacción de anotarlas: las entendí: son la promesa de que la Obra de Dios vencerá los obstáculos, pasando las aguas de su Apostolado a través de todos los inconvenientes que han de presentarse".
El evento, no único en la vida del Beato Josemaría, debe ser notado: textos de la Escritura Sagrada que se le vienen al corazón y a la boca (vid com / 103). Sin estar haciendo oración –subraya–, en conversación familiar con los amigos. En sus notas a Apínt (nt 1346), Álvaro del Portillo califica el fenómeno como "locución intelectual", que comporta un "oír dentro de su alma"; y en otro lugar menciona lo que le dijo, a este propósito, el Fundador: "sin ruido de palabras, pero que permanecían grabadas a fuego en mi alma" {Álvaro del Portillo, Entrevista, pg 217. No locuciones "físicas", o no sólo, o no siempre locuciones físicas: la locución "intelectual" es la voz que resuena en el "hondón del espíritu" llevando a una inteligencia clara e indubitable del "sentido" espiritual del texto bíblico en el momento actual de la relación entre el alma y Dios, es decir, del "mensaje" que con el texto bíblico Dios quiere comunicar al alma, que queda grabado a fuego. La distinción es paralela a la que hace Santa Teresa de Jesús a propósito de las "visiones": ella da mucha importancia al paso de las visiones físicas –que nunca tuvo– o de las imaginarias –percibidas "con los ojos del alma" (Libro de la Vida, 30, 4; BAC 212, 8ª ed, Madrid 1986, pg 159)– a las "intelectuales" (así las llama en las Sextas Moradas 3, 12; 4, 5; 4, 9, etc.; ibidem, pgs 534-538; y especialmente en el cap 8 de esas Moradas sextas, desde el epígrafe del cap, ibidem, pgs 552-555), que son señal de mayor perfección e intimidad con Dios: es también garantía de que es don divino y no engaño del demonio o del propio sujeto. Vid Libro de la Vida, cap 27; ibidem, pgs 142-148}. Evidentemente así lo sentía Escrivá –"las entendí"– , como se deduce también de este pasaje de su predicación –seis años después– en la Legación de Honduras:
"Dios mío, ¿me habré yo desgajado de ti? Pero esto no es posible, Señor; yo no quiero abandonarte y yo sé que Tú no me abandonas. Aún recuerdo la voz que, en días de borrachera de gracia, decía: Inter medium montium pertransibunt aquae!, que es como señalar: las aguas de mi Obra sobrepasarán los montes" {PredicHond, "Afán de almas", 28-VI-1937, pg 163; XXV. Precisamente en aquellos días de la Legación de Honduras, a la vez que mantenía, con su predicación vibrante y confiada, la entrega y el entusiasmo del pequeño grupo que le acompañaba, atravesaba en su vida interior –como muestra la documentación disponible– una verdadera noche oscura del alma, en la que se enfrentaban la Luz y las tinieblas. En esa contienda emergía el salmo 103. Vid com / 151. –En 1962, predicando en el Colegio Romano de la Santa Cruz, hizo una nueva referencia velada a la locución de diciembre de 1931: "yo recuerdo el consuelo de un alma que tenía que hacer algo que estaba por encima de las fuerzas del hombre y oyó decir allá en la intimidad de su corazón: Inter medium montium pertransibunt aquae; no te preocupes, las aguas pasarán a través de los montes" (citado en J. Echevarría, Memoria del Beato Josemaría, 2000, pg 183)}.
La inteligencia espiritual del verso que le es concedida al Beato Josemaría presupone la lección pertransibunt. En efecto, en contraste con las ediciones usuales de la Escritura en castellano, el tiempo futuro que domina este salmo en la Vulgata –ya lo hacía la versión de los Setenta y se mantiene en la Neovulgata– invita a leer el texto en sentido espiritual, trascendiendo en clave escatológica la inmediata contemplación de la belleza y el orden de la Creación. Por eso la Iglesia lo utiliza en la solemnidad de Pentecostés para mostrar en las aguas la efusión del Espíritu, que todo lo supera y transforma {Spirito Rinaudo, I salmi preghiera di Cristo e della Chiesa, Elle Di Ci, 7ª ed, Torino 1987, pgs 555-563. La lectura castellana que tenía disponible en la Biblia de Petisco y Torres Amat ("Haces brotar las fuentes en los valles y que filtren las aguas en medio de los montes"), como las posteriores (Nácar-Colunga: "Haces brotar en los valles los manantiales, que corren luego entre los montes"; Biblia de Jerusalén: "Haces manar las fuentes en los valles, entre los montes se deslizan"), orientan el pensamiento, más que a la superación transformadora, hacia la contemplación de la armonía en la obra de la Creación, fruto del poder de Dios. La Biblia de Felipe Scio, que depende de manera directa de la Vulgata, traduce en futuro: "que haces salir fuentes de los valles: por medio de los montes pasarán las aguas"}. "Las aguas pasarán": son estas aguas –dice San Jerónimo– "las obras santas de los justos" {"Secundum trophologiam autem, sancta opera iustorum significat" (Tractatus de Psalmo CIII, en S. Hieronymi prebyteri opera, CCL, LXXVIII, pg 184, lin 88-89)}.
Este verso del salmo será en adelante una piedra miliar en la vida del Autor de C y un leit motiv de su predicación. He aquí un texto de abril de 1934 dirigido a los entonces jóvenes miembros del Opus Dei:
"Para pegar tu locura a otros apóstoles, no se me ocultan los obstáculos que encontraréis. Algunos podrán parecer insuperables..., mas inter medium montium pertransibunt aquae (Sal 104, 10): y el espíritu sobrenatural de la Obra y el ímpetu de vuestro celo pasarán a través de los montes, y venceréis esos obstáculos" {Instrucción, 1-IV-1934, nº 7; la cursiva es del original}.
El punto, tal como lo leemos en C, podría haber sido redactado ya en junio-agosto de 1937, durante el refugio en la Legación de Honduras. Sin embargo, me inclino a pensar, desde el análisis de la documentación, que fue escrito al año siguiente en Burgos. En el material de meditaciones para los EjEsp que predicó en el Palacio Episcopal de Vitoria, agosto de 1938, hay un guión en el que se lee:
"Crecerse ante los obstáculos: inter medium montium... (Sal 104, 10): el muelle".
Con este guión delante, a mi parecer, escribió en Burgos la redacción definitiva –la "gaitica"– del p / 12  (y de otros muchos, que iremos señalando, que pasaron desde estos guiones a C. Vid también IntrodGen § 7, 3, b)
La segunda parte del punto (el "muelle que fue comprimido") refleja su predicación desde febrero de 1935, cuando hubieron de dejar por falta de medios uno de los pisos que integraban la Residencia de Estudiantes de Ferraz 46 y temía el Beato Josemaría que cundiera el desánimo {Vid AGP, sec P, leg 3, 1979, pg 454}. Isidoro Zorzano, desde Málaga, escribe a Madrid, después de conocer el "retroceso", apoyando la decisión de Escrivá:
"Por vuestra detallada carta entérome de las novedades habidas en este mes; también yo he considerado el asunto y me adhiero en todo a la determinación que habéis adoptado; es una medida de prudencia que encaja perfectamente con nuestro espíritu y el de la Obra: nos comprimimos ahora para que, en este periodo embrionario, adquiramos la elasticidad necesaria, a modo de muelle, y dar, a su debido tiempo, el gran salto de tigre" {Carta de Isidoro Zorzano a los fieles del Opus Dei en Madrid, Málaga 27-II-1935; IZL, Epistolario, 84}.
La imagen del muelle, muy de ingeniero, debió gustar al Autor, que la utiliza en su predicación y la retiene al redactar este punto de C.

 «  13  »  Aleja de ti esos pensamientos inútiles que, por lo menos, te hacen perder el tiempo.

Tras la "novedad" que representa el p / 12, C vuelve al texto de Cuenca. Pertenece este p / 13  a la serie de consideraciones que pasaron directamente desde los Cuadernos a Cec, sin circular antes a velógrafo. Su original manuscrito, junto con el del p / 15, se encuentra en el Cuaderno VII, nº 1139, 20-II-1934:
"Día 20 de febrero de 1934: Aleja esos pensamientos inútiles, que, por lo menos, te hacen perder el tiempo".
Como se ve, al redactar el punto de C precisó el estilo dialógico del texto.

 «  14  »  No pierdas tus energías y tu tiempo, que son de Dios, apedreando los perros que te ladren en el camino. Desprécialos.

Original en el Cuaderno VI, nº 834. Fecha: "Vísperas de la Dedicación del Arcángel S. Miguel: 28-IX-932". Así escribe el Autor al comenzar una larga sentada so.
bre su Cuaderno de Apuntes, en el que se encuentra –junto a otros seis {Son: 452, 132, 225, 450, 943, 14, 960}– este p / 14  con la siguiente redacción:
"No pierdas tus energías y tu tiempo, apedreando a los perros que te ladren. Desprécialos".
Como se ve, al escribir el borrador para el velógrafo añadió estas precisiones: "que son de Dios" y "en el camino".
"Apedrear los perros que ladran en el camino". Es una expresión que viene de los clásicos, que la emplearon en el mismo sentido {San Juan de Ávila: "El cuarto documento sea que asiente en su corazón muy fijo que, si al cielo quiere ir, que ha de pasar muchos trabajos y que ha de ser escarnecido y perseguido de muchos [...] : que no se le haga nueva una cosa tan cierta a todos los que sirven a Dios, sino mire a Cristo nuestro Redentor y a todos los santos que fueron por aquí, y baje la cabeza sin alboroto ninguno, dejando los perros que ladren cuanto quieran" (Reglas de espíritu, 1: Breve regla de vida cristiana; BAC 324, 1971, pg 489, lín 35-47; subrayados míos)}. Despreciar significa aquí "no prestar atención", "seguir adelante". Es una exhortación a "cabalgar" decididamente, a seguir el camino que Jesús nos traza, sin dejarnos detener por las incomprensiones, que son inevitables. Esa "cabalgada" aparecerá de nuevo en la predicación de Honduras:
"Aún puede haber otro obstáculo para mi labor, para la labor de la Obra: la falta de comprensión y cordialidad por parte de personas buenas e influyentes. Es un inconveniente con el que es preciso contar. Hasta ahora no vino con fuerza, pero puede llegar impetuosa esta prueba: que quienes debieran comprender y ayudar como hermanos a los que trabajamos por Cristo, se opongan abierta o encubiertamente a nuestra labor. ¿Y entonces? Entonces, cuando el Señor consienta esta otra cruz, la contradicción de los buenos, haré oídos de mercader; porque, si estoy seguro de la Voluntad de Dios, ¿qué me pueden importar las críticas humanas, aunque procedan de personas muy calificadas? ¿Ladran?; señal de que cabalgamos" {PredicHond, "Fiel en lo poco", 6-VII-1937, pg 189; XXX; la cursiva es del original}.
Lo cual es perfectamente compatible con el bíblico "dar razón, a quien os la pida, de la esperanza que hay en vosotros" (1P 3, 15). La doctrina de este punto se repetirá en distintos tonos a lo largo del libro: vid p / 479, 650  y, sobre todo, 688 con su com.

 «  15  »  No dejes tu trabajo para mañana.

Original en Cuaderno VII, nº 1139, 20-II-1934, con texto idéntico. Vid lo que ya se dijo en el p / 13. En la propuesta de "reforma personal" a la que se dedica este.
cap, este lacónico punto es de la máxima importancia. El tema, que arranca también de los clásicos –"in rebus gerendis tarditas et procrastinatio odiosa" {M. Tullius Cicero, Philippica VI, cap 7; Opera omnia, fasc. XXVIII: In M. Antonium orationes. Philippicae XIV, Paulus Fedeli (ed.), Teubner, Leipzig 1982, pg 95, lin 25-26}– , constituye una dimensión muy destacada en el estilo de vida espiritual que domina el libro. Es recurrente no sólo en C (vid p / 17  y 251) sino en toda la predicación de Josemaría Escrivá. Un texto fundamental es éste, dirigido a todos los fieles del Opus Dei en 1935:
"Practicad vosotros e inculcad en los jóvenes este convencimiento: en nuestro diccionario sobran dos palabras: mañana y después. ¡Hoy y ahora! No dejéis la labor para luego, y haced que no la dejen. Pronto llegaréis a comprender cómo, en igualdad de condiciones, y aun en inferioridad de condiciones de talento, cultura, etc., el que vence la pereza de modo habitual –hoy, ahora– es el que domina siempre. El retardar –mañana, después– estropea todo el apostolado" {Instrucción, 9-I-1935, nº 46}.
El Autor de C, primero en este p / 15  y después en los p / 17, 253 y 254; vid también p / 822), parece estar glosando, en el campo de la praxis humana, el célebre soliloquio de San Agustín, a propósito de posponer el encuentro con la verdad: "Cras veniam; ecce manifestum apparebit, et tenebo" {Confessiones, lib 6, 11, 18; BAC 11, 4ª ed, Madrid 1963, pg 242} –ya vendré mañana, y todo estará claro y mi adhesión, segura... Dilación que contrasta con su urgencia de conversión en la famosa escena del huerto, que gravitará de continuo en la doctrina de Josemaría Escrivá:
"¿Hasta cuándo, hasta cuando el ¡mañana, mañana!? ¿Por qué no ahora? ¿Por qué no ahora mismo poner fin a mis torpezas?" {"Quamdiu, quamdiu: ' cras et cras ' ? Quare non modo? Quare non hac hora finis turpitudinis meae?" (Confessiones, lib 8, 12, 28; BAC 11, 4ª ed, 1963, pg 327; tradducción y cursiva mía. Escrivá aludía con frecuencia en su predicación a San Agustín en la escena del huerto}.
Transcribo una ficha autógrafa del año 1935:
"Hoy, ahora. No me dejéis las cosas para mañana" {AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 6. Nótese el posesivo cariñoso, tan frecuente en los escritos del Autor}.
Otra, tomada de un guión de predicación sobre "Cristo resucitado" :
"Et valde mane una sabbatorum. No, para luego, para mañana. ¡Ahora, hoy!" {Med. "Enseñanzas de la Resurrección", Madrid, mayo 1936; guión nº 34}.
Incluso en medio de las penalidades de la guerra civil, la "inminencia" del tiempo que urge está viva:
"Escribe con todo detalle a Paco [Botella], y que éste informe a Eugenio [Sellés] y a Perico [Casciaro], y ' todos se muevan ' , sin dejar las cosas para después, ni para mañana. No se puede abandonar reclamación de tanta trascendencia. Es preciso ' continuamente ' estar encima, hasta el final [...] No dejéis las cosas para mañana: ¡¡¡hoy!!!" {Carta de Josemaría Escrivá a Isidoro Zorzano, Madrid 1-V-1937; EF 370501-1. Escribe desde la Legación de Honduras dándole instrucciones precisas sobre la reclamación ante el gobierno republicano por los daños causados en la Residencia de Ferraz 16 con motivo de su incautación por la CNT. Vid supra IntrodGen. § 4 nt 8}.
Este "hodie, nunc", que predicaba de continuo para referirse a las responsabilidades cotidianas, siendo tan inmediatamente operativo, está atravesado en el Beato Josemaría de sentido escatológico, es decir, de urgencia en la respuesta al Dios que llama y que llega. La intuitiva traducción que un residente del hoy Colegio Mayor de La Moncloa (Madrid) –no precisamente un latinista– hizo de estas palabras, que formaban la leyenda de un repostero, divertía mucho al Autor. Era teológicamente certera: "hoy o nunca".
En Surco, 155  da la razón de fondo de su pensamiento:
"Siempre he pensado que muchos llaman ' mañana ' , ' después ' , a la resistencia a la gracia".
Vid p / 253, 254 y 711, donde el tema "hoy, ahora" se aborda en el ámbito de la conversión personal. Vid también p / 404

 «  16  »  ¿Adocenarte? ¿¡Tú... del montón!? ¡Si has nacido para caudillo! Entre nosotros no caben los tibios. Humíllate y Cristo te volverá a encender con fuegos de Amor.

Fue escrito en el Cuaderno VI el día 19-I-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 16, 172}. Comenzó anotando (nº 906):
"Tengo muchas catalinas sin copiar. Por fuerza, perderán frescura, intimidad, al anotarlas ahora: y es que no sé cómo me arreglo, pero ando siempre atropelladísimo de tiempo...".
El que sería p / 16  se encuentra en el nº 908 de los Apínt, con un tenor literal que es prácticamente el mismo {En Cec estructuró el punto con el estilo de puntuación que sería característico de C, pero en la edición de Valencia y, sobre todo, en la segunda edición retornó a la literalidad del texto de Apínt. Copio el texto de Cec:
"¿Adocenarte? –¡Tú... del montón?... ¡Si has nacido para caudillo!}
.
El término "caudillo", frecuente en C {entre nosotros no caben los tibios. –Humíllate y Cristo te volverá a encender con fuegos de Amor" Vid p / 16, 19, 32, 365, 411, 833, 931  } como en muchos otros autores de la época y en los más variados sectores, es de viejo abolengo en la lengua castellana. Lo encontramos desde el Liber Regum {En la mención de Aminadab (f. 2, lin, 22-23), se lee: "fo uno de los cabdiellos de los fillos d ' Israel quando exieron de la tierra de Egipto" (El Liber Regum. Estudio lingüístico, edición de Louis Cooper, Institución "Fernando el Católico", Zaragoza 1960, pg 19). Cfr Julio Cejador Frauca, Vocabulario medieval castellano, Las Américas Pub. Co., Nueva York 1968, pg 95} y Gonzalo de Berceo {En La vida de Santo Domingo de Silos, 266, hablando del Abad dice que "era del monesterio cabdiello e sennor" (Rufino Lanchetas, Gramática y vocabulario de las obras de Berceo, Sucesores de Rivadeneyra, Madrid 1900, pg 189)} hasta nuestros días, pasando por Ignacio de Loyola {"Un capitán y caudillo del campo, asentando su real y mirando las fuerzas o disposición de un castillo, le combate por la parte más flaca" (Ejercicios, 327). Así, explica, el demonio ataca "por donde nos halla más flacos y más necesitados para nuestra salud eterna" (ibidem)} , Fray Luis de León, Lope de Vega {Vid Carlos Fernández Gómez, Vocabulario completo de Lope de Vega, Real Academia Española, I, Madrid 1971, pg 527} , de manera notable Calderón de la Barca {Vid Konkordanz zu Calderón, herausgegeben von Hans Flasche un Gerd Hofmann, Georg Olms Verlag, Band I, Hildesheim-New York 1980, pg 835 (47 ocurrencias). El equipo de investigación sobre el Siglo de Oro de la Universidad de Navarra (GRISO) ofrece en Internet sobre el tema en Calderón 83 ocurrencias. Caudillo es jefe, guía, para el bien o para el mal. Duque, explica Calderón, quiere decir "capitán, caudillo o guía". Lo decisivo no es "un cordero caudillo de leones quanto un león caudillo de corderos" (Quién hallará mujer fuerte?, 1, 1264s). Caudillos son Abrahán, Moisés, David, Gedeón en el Pueblo de Israel; Juan de Austria "en Lepanto caudillo de la Fe, del turco espanto" (El Tuzani del Alpuxarra, 2, 32); en La cura y la enfermedad (1, 450) habla de "un caudillo del Rey, al que se atribuye la fortaleza de Dios". Por otro lado, el demonio dice de sí mismo que es "de rebeldes espíritus caudillo" (Andrómeda y Perseo, 1, 388); Goliath es "caudillo del filisteo" (El Arca de Dios cautiva, 1, 1822), el moro rebelde de Granada es "cabeça de sus motines y caudillo de sus bandos" (La niña de Gómez, 1, 141) En Calderón el término se utiliza dentro de la gran simbología del autor: la Fe es Caudillo de las potencias del hombre cristiano (Amar y ser amado y divina Philotea, 1, 210); de la Iglesia "Gracia su caudillo sea, que de la Iglesia la Gracia siempre es la mayor defensa" (La devoción de la Missa, 1, 301); y la Iglesia, a su vez, "capitana del estandarte de Christo, corona de sus leales y de sus fieles caudillo" (El socorro general, 1, 217)} , y los escritores del siglo XIX {San Antonio María Claret, Escritos pastorales, José María Viñas y Jesús Bermejo (eds.), BAC 577, Madrid 1997, pg 53: "... Dios, destinando a Moisés para caudillo de su pueblo, lo dotó de tanta mansedumbre..."} y por supuesto, como digo, del XX {Dos usos del término contemporáneos a la redacción de Cec. Hablando de Pío XI escribía Miguel Sancho Izquierdo, Catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Zaragoza: "Somos del Papa, queremos al Papa; él es nuestro Padre, él es nuestro caudillo" (Miguel Sancho Izquierdo, "Zaragoza. Homenaje de las Juventudes Católicas al Papa", en Boletín de la A.C.N. de P., 55, 5-VI-1928). "No existe otro caudillo político que Gil Robles" (Diario ABC, 20-XI-1933, sección "El hombre del día")} . . La idea predominante en el término es la de jefe, guía, primariamente en el terreno militar y derivadamente en el social, religioso y político; guía que debe ser para bien {Así, desde el origen de la lengua: "Deven ser cabdillos e señores de cavalleros omne noble e omildoso e de buen derecho e conosçido en lealtad e esforçado e sabidor de lides e omne granado de coraçon [...] La compaña poca e flaca con buen cabdillo esforçado e sabidor, fuertes son, e la grand compaña fuerte, quando oviere cabdillo medroso e flaco e non meta mientes en lo que debe, flacos serán por fuerça" (CC, 13, 18). Textos en Hugo O. Bizzarri, Diccionario paremiológico e ideológico de la Edad Media (Castilla, siglo XIII), Scrit, Buenos Aires 2000, pgs 21s} , pero que puede ser para mal. En la cultura contemporánea el mensaje del término se expresa en la palabra "leader", introducida desde el ámbito anglosajón en casi todos los idiomas.
La primera vez que aparece el término es aquí y en el p / 19, escritos ambos al iniciarse el año 1933 y ya presentes en la edición de Cuenca (1934) {Años después, en la época en que al Jefe del Estado en España (Francisco Franco, 1939-1975) se le llamaba "el Caudillo", la expresión en C fue interpretada por algunos comentaristas como un eco de este evento y proyectando sobre ella la ideología autoritaria de entonces. Es un anacronismo. La realidad es que su sentido hay que ponerlo en relación con el de esta palabra en la gran tradición castellana y con el gusto del Autor por el lenguaje de los clásicos españoles. –Tal vez a esta deformación –en el contexto de p / 19  (vid última frase de este punto)– se refería el Autor cuando escribía en 1965: "Hace ya muchos años, más de treinta, para expresar esa misma realidad [la responsabilidad apostólica de todo cristiano], empleé una frase que algunos, faltos de visión sobrenatural y sobrados de visión humana, no fueron capaces de entender. Escribía que todo cristiano debe sentirse caudillo, llamado por Dios para llevar a las almas a la santidad. Todos: los grandes y los pequeños, los poderosos y los débiles, los sabios y los sencillos. Cada uno en su sitio, debe tener la humildad y la grandeza de ser instrumento de Dios, para anunciar su reino. Porque el Señor envió a sí a los suyos: ' id y predicad, diciendo: se acerca el reino de los cielos ' (Mt 10, 7)" (Carta 24-X-1965, nº 14)}. En ambos casos el uso del término no es socio-elitista (la masa-el caudillo), sino paradójico: no a uno sino a todos los lectores se les dice que "han nacido para caudillos". Es una manera vibrante y dialéctica de predicar la universal llamada a la santidad y la responsabilidad apostólica de todos los cristianos.
En C, a mi parecer, "caudillo" designa al cristiano metido en la vida del mundo y que se hace consciente de una doble responsabilidad. Responsabilidad, ante todo, delante del Dios que llama a una entrega plena a su voluntad: "responder" a Cristo que pasa y llama a la santidad y al apostolado, empezando por la reforma personal de la propia vida. A la vez, y de manera muy acusada ante el ambiente de la época, la responsabilidad de concurrir briosamente a la gran batalla cultural y científica que se libra en la historia, sacudiendo el absentismo y la inercia en esos campos –enfermedades endémicas de los católicos en muchos países– para estar presente en ellos con categoría profesional y con el consiguiente prestigio y, por supuesto, con ese "fuego de Cristo" de que se habla en el p / 1. Por eso escribe el Beato Josemaría en enero de 1935, dirigiéndose a los fieles del Opus Dei:
"Fomentad en los muchachos {Es decir, en la gente joven que se acercaba a la labor de formación cristiana que realizaba el Opus Dei} todas sus ambiciones nobles, sobrenaturalizándolas. Dejadles: tienen razón: hay que ser... sabios, audaces, santos. Repetidles muchas veces, en todos los tonos, que no pueden quedarse en el montón: porque han nacido para caudillos" {Instrucción, 9-I-1935, nº 218; la cursiva es del original}.
Ser caudillo –vivir esa doble responsabilidad– es ser "cabeza de fila" e implica, pues, "dominar el carácter, estudiar mucho, cultivar el espíritu de servicio y, sobre todo, estar muy unidos a Dios, para poder llevarle muchas almas, con un incesante apostolado" {Álvaro del Portillo, nt 880 a los Apínt} ; por tanto, mover a otros, guiarles, arrastrarles al seguimiento de Cristo y a la santificación de las realidades humanas (vid p / 19). Por eso, ya desde este p / 16, el paradójico camino para ser "caudillo" es la humillación...:
"Humíllate y Cristo te volverá a encender con fuegos de Amor".

 «  17  »  No caigas en esa enfermedad del carácter que tiene por síntomas la falta de fijeza para todo, la ligereza en el obrar y en el decir, el atolondramiento...: la frivolidad, en una palabra.
Y la frivolidad –no lo olvides– que te hace tener esos planes de cada día tan vacíos ("tan llenos de vacío"), si no reaccionas a tiempo –no mañana: ¡ahora!– , hará de tu vida un pelele muerto e inútil.

Texto procedente también del Cuaderno VI, nº 862. Fecha: 4-XI-1932. Tenor literal prácticamente idéntico.
Se diría que la situación aquí descrita, que en lo humano es una "enfermedad del carácter", es "en lo sobrenatural" el inicio de la tibieza. Vid cap de este nombre, especialmente p / 331  y su com.

 «  18  »  Te empeñas en ser mundano, frívolo y atolondrado porque eres cobarde. ¿Qué es, sino cobardía, ese no querer enfrentarte contigo mismo?

El texto procede a la letra del Cuaderno VII, nº 1096, y lleva la fecha de 30-XII-1933 {Ese día transcribió seis futuros puntos de C: 498, 10a, 446, 637, 18, 180, 9}. No circuló, pues, a velógrafo y fue dado a conocer en la edición de Cuenca.
Este punto señala la causa de las situación descrita en el punto anterior. El Autor encamina sus consideraciones a que el lector se enfrente con la necesidad de esa seria "reforma personal" de que hablábamos en la Introd al cap. Vid en p / 318  otra forma de "cobardía".

 «  19  »  Voluntad. Es una característica muy importante. No desprecies las cosas pequeñas, porque en el continuo ejercicio de negar y negarte en esas cosas –que nunca son futilidades, ni naderías– fortalecerás, virilizarás, con la gracia de Dios, tu voluntad, para ser muy señor de ti mismo, en primer lugar. Y, después, guía, jefe, ¡caudillo!..., que obligues, que empujes, que arrastres, con tu ejemplo y con tu palabra y con tu ciencia y con tu imperio.

Sobre el término "caudillo" vid supra p / 16. Este punto es anterior en fecha: 5-I-1933 {Ese mismo día escribió a continuación el p / 472  }. Está en el Cuaderno VI, nº 901
"Voluntad. Es una característica muy importante de los socios {Aquí en vez de "socios" decía C.B., caballeros blancos, como al principio el Autor llamaba a los miembros de la Obra; terminología que desechó muy pronto. En su Cuaderno tachó de ordinario esta abreviatura y puso la que se lee, socios, que correspondía a la situación jurídica del Opus Dei como Asociación. El texto del Cuaderno pasó al velógrafo antes de que el Autor desechase ese término y allí se lee C.B. Vid apcrít –Hoy el término adecuado a la naturaleza de Prelatura personal que tiene el Opus Dei, es "fieles de la Prelatura". Vid título I, cap II, de los Estatutos de la Prelatura del Opus Dei, promulgados por la Bula Ut sit, de 28-XI-1982. Texto en P. Rodríguez-F. Ocáriz-J. L. Illanes, El Opus Dei en la Iglesia, pgs 311-316}. Que no desprecien las cosas pequeñas, porque con el continuo ejercicio de negar y negarse en esas cosas –que nunca son futilidades, ni naderías– fortalecerán, virilizarán, con la gracia de Dios, su voluntad, para ser muy señores de sí mismos, en primer lugar; y después, guías, jefes, ¡caudillos!..., que arrastren, que obliguen, que empujen, con su ejemplo y con su palabra y con su ciencia y con su imperio".
La redacción del punto, comparada con su original en el Cuaderno VI, muestra una de la formas recurrentes del tipo de modificación a que el Beato Josemaría sometía a sus manuscritos originales al sacarlos de su intimidad para darlos a conocer a.
otras personas y finalmente echarlos "a la calle". En el Cuaderno está hablando de algunas características del espíritu que propone a los fieles del Opus Dei. Redacta, pues, en tercera persona y en estilo indirecto: "Que no desprecien las cosas pequeñas". Al pasar a C, el pasaje cobra el característico estilo dialógico del libro: "No desprecies las cosas pequeñas". El Autor ve con toda claridad que eso que él propone a los fieles del Opus Dei puede y debe ser propuesto a todos los cristianos. "Es una característica muy importante"... de todos los que lo entiendan {En otros puntos de semejante estructura literaria, el Autor introduce uno de sus característicos guiones largos al comenzar el desarrollo del tema enunciado (vid, por ej, p / 3, 8, 31, 54, 62, 151, 235, etc. Aquí sería: "Voluntad. –Es una característica, etc."}.
La doctrina de este punto parece como el desarrollo en positivo del texto de Si 19, 1: "El que desprecia las cosas pequeñas, poco a poco caerá" {En Glosas marginales al Decenario 1932, pg 27 (Patmos 35, pg 41; Logos 52, pg 83), el Autor subrayó esta invocación: "Del desprecio de las cosas pequeñas, libradnos, Espíritu Santo"}. Por tanto, quien cuida las cosas pequeñas... Vid p / 816  y 828 y el cap "Cosas pequeñas".
"Virilizarás tu voluntad". Es una expresión frecuente en el libro (vid p / 144, 615, 833, 856), que, como se dijo, nada tiene que ver con un "lenguaje discriminatorio hacia la mujer". En los años en que se escribe el libro, la expresión no ofrecía problema en el horizonte cultural y el sentido de los textos siempre fue patente para los lectores y las lectoras, que perciben cómo para Escrivá la palabra "virilizar" connota más la "vis" que el "vir" {Es el lenguaje bíblico: "Tu gloria Ierusalem... quia fecisti viriliter", cantan los israelitas a Judit (Jdt 15, 10 -11). Con todo, es interesante notar que en casi todos los textos citados "virilizar" va precedido de una palabra que orienta la "hermenéutica": "fortalecer" (p / 19), "enreciar" (p / 144), "templar" (p / 615), "robustecer" (p / 856)}. Éste es, por otra parte, el uso continuo de los términos y del tema en la gran literatura clásica, que leía con gran frecuencia {Erasmo, por ej, hablando de la Virgen María: "La serpiente ha quedado reducida a arrastrarse sobre su pecho. La muerte de Cristo ha quebrantado su furia; ya no le queda sino acechar a hurtadillas el calcañar. Por otra parte, la Mujer, muy varonil por la gracia de la fe, aplasta la cabeza venenosa de la serpiente" (Erasmo, Enchiridion, cap VI: "De las dos partes del hombre"; BAC minor 79, Madrid 1995, pg 107)}.
Por lo demás, hay puntos de C, cuyo origen redaccional está en la labor apostólica directa con varones, que es a la que más dedicaba su tiempo en aquellos años el Beato Josemaría. Estos puntos piden evidentemente, desde que fueron escritos, una lectura analógica por parte de las mujeres. Es el caso, por ej, del p / 888. Otros puntos tienen origen autobiográfico, o son autointerpelaciones que el Autor se hace a sí mismo y derivadamente a los demás, hombres y mujeres. Éste es el caso a mi parecer del p / 22, que prolonga en cierto sentido la problemática que acabamos de abordar.

 «  20  »  Chocas con el carácter de aquel o del otro... Necesariamente ha de ser así: no eres moneda de cinco duros que a todos gusta.
Además, sin esos choques que se producen al tratar al prójimo, ¿cómo irías perdiendo las puntas, aristas y salientes –imperfecciones, defectos– de tu genio para adquirir la forma reglada, bruñida y reciamente suave de la caridad, de la perfección?
Si tu carácter y los caracteres de quienes contigo conviven fueran dulzones y tiernos como merengues no te santificarías.

Texto del Cuaderno VI, nº 1008, escrito el día 15-V-1933. Idéntico al original con sólo diferencias de puntuación. La división en tres párrafos se introduce en Cec. Tal vez gravite en la redacción de este punto el recuerdo de don Elías Ger Puyuelo, profesor de Instituciones Canónicas en el Seminario de Zaragoza. El Autor tuvo siempre una alta estima por este sacerdote, prudente y gran conocedor de las almas, y don Elías también estimó mucho a su alumno. En un momento de contradicción para el futuro Autor de C, en plena clase el profesor contó esta "parábola":
"Había una vez un comerciante que compraba canela en rama, y luego la pasaba por un molino de bolas muy bueno, que la convertía en polvo finísimo. Tenía un inconveniente, y es que cada vez que se estropeaba una de las bolas tenía que pedir ex professo el recambio a una fábrica de Alemania. Hasta que un día se le gastaron todas las bolas y, cansado de tener que esperar a que llegaran de aquel país, se fue al lecho de un río, y tomó tres cantos rodados, duros como el pedernal, de tamaño más o menos parecido a las bolas originales. Las metió en el molino, y empezó a darles vueltas y vueltas... Al cabo de quince días, estaban pulidas y redondas como las bolas alemanas, y molían la canela perfectamente. (...) De esta misma manera hace Dios Nuestro Señor con las almas a las que quiere. ¿Me entiendes, Escrivá?, concluyó don Elías" {Palabras de un relato del Beato Josemaría conocido por testimonios de Miguel Ángel Monge (Madrid, 3-IV-1978; AGP, sec A, leg 100-36, carp 2, exp 1), Álvaro Fontes (Sidney, 15 a 28-VIII-1976; AGP, sec A, leg 100-21, carp 3, exp 4) y Luis Felipe Gómez Caballero (Gaztelueta, 4-VIII-1975; AGP, sec A, leg 100-25, carp 3, exp 12); también en AGP, sec P, leg 1, 1986, pg 444s. Este lance se encuentra también en J. Echevarría, Memoria, pgs 74s, donde las palabras de don Elías aparecen en relación con el incidente relatado en com / 88. En la portada de un sobre en el que el Autor guardaba las Pláticas para sacerdotes que predicó en Vergara, septiembre 1938, se encuentra esta anotación: "Las piedras de moler canela" (AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 2). Y en un guión apunta: "Mortificación pasiva: piedras de moler canela" (EjEsp, Plática "Espíritu de mortificación y penitencia", Vitoria 24-VIII-1938; guión nº 117). Se ve que la anécdota tuvo impacto en su alma}.
"Moneda de cinco duros". Alusión a una nueva moneda de plata, de 25 pesetas, muy celebrada en los años veinte.

 «  21  »  Pretextos. –Nunca te faltarán para dejar de cumplir tus deberes. ¡Qué abundancia de razonadas sinrazones!
No te detengas a considerarlas. - Recházalas y haz tu obligación.

Texto tomado de Cuaderno VI, nº 969. Día de la Anunciación, 25-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 601, 678, 422, 21, 910, 872}. Tenor literal idéntico {"haz tu obligación". En el Cuaderno, en primera redacción, decía "cumple tu obligación"} , pero la división en dos párrafos es de Cec.
"¡Qué abundancia de razonadas sinrazones!": una aliteración típica del estilo literario de C.

 «  22  »  Sé recio. –Sé viril. –Sé hombre. –Y después... sé ángel.

Anotado en el Cuaderno VI, nº 905, el 9-I-1933, junto con otros dos puntos {Son: 708, 615, 22}. Era el día de su cumpleaños. Así comienza (nº 904) lo que escribió ese día:
"Día nueve de enero de 1933: ¡Treintaiún años!... Ya hablaré de esto luego. Ahora tomaré unas catalinas, que llevo anotadas".
Después de copiar los tres puntos antes citados, habló en efecto del tema (nº 905):
"¡31 años! Dios mío: nunc coepi, nunc coepi!... Madre de los Besos {Asi llamaba el Autor de C a una pequeña imagen de la Virgen, en talla de madera, que tenía en su cuarto, a la que tenía costumbre de besar al salir o al entrar en casa, y ante la que tenía profundas expansiones del alma. Después estuvo colocada en el cuarto del Director de la Residencia de Ferraz 50, que era el que ocupaba el Beato Josemaría. Desapareció durante la guerra civil española. Numerosas alusiones a esta imagen en sus Cuadernos (nn. 226, 239, 325, 488, 701 y 702 y nota 247 de Álvaro del Portillo a Apínt). Vid Vázquez de Prada, I, nt 199, pg 410} , San José –Padre y Señor– , Angel de mi Guarda, Madre Teresa, Animas benditas..., santos y ángeles todos, sedme testigos: nunc coepi, nunc coepi!... –O.c.P.a.I.p.M." {Es una de las abreviaturas ya mencionadas. Vid com / 11. Nótese la intensa relación familiar con Santa Teresa de Jesús, "Madre Teresa"}.
El punto es idéntico al texto de Apínt. El tema "sé ángel" merece un apunte, pues toda la espiritualidad de C, siendo tan radical en la exigencia cristiana, está pe.
gada a la tierra, sin "angelismos". De ahí comentarios como este otro, escrito dos años después:
"Es necesario advertirles que viven entre hombres; no entre ángeles. Que no se escandalicen, si ven algo menos edificante entre los buenos" {Instrucción, 9-I-1935, nº 223. El Fundador del Opus Dei está dando criterios a los fieles del Opus Dei para realizar la labor apostólica con la juventud}.
Pero volvamos al texto, cuyo sentido no es inmediatamente obvio. Caben dos lecturas del mismo.
Según la primera, que apuntábamos en com / 19, este p / 22  sería una autointerpelación del Autor, que parece desplegar ante sí como una gradación cuasimetafísica del proceso de santificación y divinización del hombre. En este caso no serían sinónimas las tres primeras apelaciones, sino de alguna manera diferenciadas, aunque las dos primeras sumamente próximas, pues el "sé viril" no es sino la concreción masculina del "sé recio" (vid com / 19). No constituirían, por tanto, una única "etapa": ser hombres, para pasar a la segunda: ser ángeles. La gradación establecida sería: cultivo de las virtudes humanas (voluntad), primero, y, así, "ser hombre", con pleno desarrollo de la vida y conocimiento intelectual. Pero para el Autor no es suficiente ser hombre: y después ¿qué? Después... Los puntos suspensivos preparan en el texto la paradoja: después... "ser ángel". Ésta sería la tercera etapa. La alusión al ángel aquí sería, como digo, una forma paradójica –tan frecuente en el libro– de aludir a una realidad más alta, que viene del Cielo y se mete en el hombre: vivir vida divina, vida de unión con Dios, la divinización de la criatura {En esta línea se mueve también la expresión del p / 367: "Seamos ángeles, para dignificar las ideas, al asimilarlas"}.
Pero también podría entenderse el p / 22  como una crítica aguda, incluso irónica, al "angelismo", es decir, como una forma de afirmar lo que de manera tan continua –incluso en la estructura misma del libro– sostendrá el Autor: que las virtudes humanas, y lo humano en general, son el "soporte" histórico de lo divino, en analogía con el misterio de la Encarnación y en contraste con ciertos "espiritualismos" de la época. El carácter paradójico del punto se haría aún más evidente. Su sentido se podría explicitar así: ¿Sueñas con ser ángel? Bien. Pero, ante todo, sé hombre.
A otra tradición espiritual responde, según mi lectura de los textos, el tema "vivir como ángeles" en el p / 122. Vid allí el com.

 «  23  »  ¿Que... ¡no puedes hacer más!? –¿No será que... no puedes hacer menos?

Procede del Cuaderno VI, nº 1075. Escrito, junto a otros seis puntos, el 6-XI-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 471, 552, 553, 455, 23, 290, 942}. No circuló, pues, a velógrafo. Sin variantes. Punto que ha ofrecido, al pare.
cer, dificultades para su traducción a algunos idiomas: no es cómoda de expresar la idea, ese paso del "hacer más" al "hacer menos". En castellano me parece claro que es un modo irónico de decir, fuertemente interpelativo. No sé si tendrá que ver con esta dificultad la lección –claramente equivocada– que se introdujo en el texto impreso desde Cuenca hasta la 19ª edición (se rectificó en la 20ª) y que se anota en el apcrít. En el Cuaderno está el "Que" sin acento, lo mismo que en el original para la imprenta (en el que el Autor rectifica expresamente a Cec). Las ediciones han seguido oscilando entre una y otra lección, pero las más cuidadas, como son la 20ª y la 27ª optan por la lección que aceptamos, y a ellas siguen las ediciones póstumas, al menos desde la 40ª a la 65ª edición.

 «  24  »  Tienes ambiciones:... de saber..., de acaudillar..., de ser audaz.
Bueno. Bien. –Pero... por Cristo, por Amor.

El texto base se encuentra en el Cuaderno VI, nº 1043, de 26-VII-1933 {Inserto en una larga sesión, que comienza así: "Fiesta de la abuelita Santa Ana –26-VII-33"}. De ahí procede sin duda, pero sometiendo al pasaje original a una intensa reelaboración para adaptarlo al estilo del libro. En el Cuaderno se lee:
"El sacerdote de la Obra debe fomentar en la juventud nuestra todas las nobles ambiciones, sobrenaturalizándolas... Hay que ser... sabios, caudillos, audaces: y el sacerdote rectifica: por Cristo, por Amor. –Lo que acabo de escribir, lo practico y veo que da hermosos resultados".
Lo que en Apínt es un criterio que anota –a partir de su experiencia– para la formación de los sacerdotes incardinados en la Prelatura del Opus Dei, en C aparece puesto en práctica: es, en efecto, un diálogo en el que el Autor responde a un joven que tiene nobles ambiciones. La transformación literaria del texto es total. Y de paso, la alusión al sacerdote desaparece: si de lo que se trata es de orientar a otros, el criterio es válido para todos, sea quien sea el que anime. Vid lo dicho en p / 16, que tiene gran proximidad temática. Sobre la "audacia" en C vid com / 402 {Ilustra el clima de este punto el testimonio de un universitario de la Academia DYA, Fernando Alonso –Martínez, Madrid enero de 1976; AGP, sec A, leg 100-1, carp 3, exp 13: "Nos hablaba de trabajo, de estudio, de Amor de Dios. De que era bueno que fuéramos ambiciosos, muy ambiciosos, mucho, pero... ¡por Cristo!, y dicho esto con mucha energía, casi como un grito enérgico, con esa forma peculiar de decir. Es curioso que casi no recuerdo otras palabras suyas con esa claridad, pero se quedaron grabadas ahí". –Fernando Alonso –Martínez Saumell, nacido en Madrid (1917), conoció al Autor en 1935, con ocasión de frecuentar la Residencia DYA, llevado por su hermano Enrique. Participó de los medios de formación espiritual que impartía el Autor. Durante la guerra tuvo relación epistolar con el Fundador del Opus Dei desde que éste se instaló en Burgos}.

 «  25  »  No discutáis. –De la discusión no suele salir la luz, porque la apaga el apasionamiento.

El original de este número se encuentra manuscrito al dorso de la última hoja de un ejemplar de Cem33: precisamente el que el Autor entregó al P. Sánchez, su confesor, en julio de 1933 (vid IntrodGen § 3, 4). Éste se lo devolvió el 12 de agosto, como allí consta. Ese mismo día lo utilizó como "cuartilla" para sus notas y escribió a lápiz el punto de C. Al final de la jornada lo copió en su Cuaderno, donde se encuentra, fechado en ese día, nº 1050. Es uno de los escasos puntos procedentes de la edición de Cuenca, del que conocemos una fase redaccional anterior a los Cuadernos.
Una breve glosa. La palabra "discusión" tiene en el lenguaje coloquial del libro la acepción del término que podría llamarse "popular" {La acepción primera en el "Diccionario de la Real Academia Española" (DRAE), ed 1925 y 1992, es, en cambio, la acepción noble: "examinar atenta y particularmente una materia entre varias personas". Como segunda acepción da la que es ya próxima a la "popular": "contender y alegar razones contra el parecer de otro"}. Discutir, en ese sentido, suele incluir el apasionamiento, como dice el Autor, que solía contraponer, a este estilo de discusión (expresión popular: "tirarse los trastos a la cabeza"), lo que él llamaba "estudiar los asuntos"; estudio que comporta la "discusión" en el sentido noble de la palabra.

 «  26  »  El Matrimonio es un sacramento santo. –A su tiempo, cuando hayas de recibirlo, que te aconseje tu director o tu confesor la lectura de algún libro provechoso. –Y te dispondrás mejor a llevar dignamente las cargas del hogar.

Punto redactado en Burgos febrero-julio de 1938, lo mismo que el siguiente. A pesar de la proximidad temática, parecen estar distanciados en su redacción. Éste lo escribió en una octavilla de papel barato y el p / 27  en un trozo de papel más pequeño, semejante al usado para escribir otros puntos. Ambas son octavillas Bl.
El Autor, que está trasladando a C los puntos de Cec por el mismo orden que allí los encuentra, introduce ahora, delante del 28, que aborda una temática semejante, estos dos puntos nuevos. El conjunto son tres pinceladas sobre matrimonio y celibato.
Este p / 26  contiene un criterio claro para la preparación de la juventud al matrimonio: la lectura de una adecuada bibliografía sobre el tema. Este criterio, tan descuidado entonces, hoy tiene el fuerte desarrollo que conocemos en la pastoral de los.
cursos de preparación al matrimonio. Como siempre, el criterio para los orientadores de la juventud aparece en el punto de C en forma dialógica.
Pero el "clima" familiar y directo de la predicación de Escrivá sobre el tema aparece sobre todo en los otros dos puntos, en los que se contempla, a la vez, el matrimonio y el celibato. Ese "a la vez" es característico del Autor.

 «  27  »  ¿Te ríes porque te digo que tienes "vocación matrimonial"? –Pues la tienes: así, vocación.
Encomiéndate a San Rafael, para que te conduzca castamente hasta el fin del camino, como a Tobías.

Octavilla Bl. Si el p / 26  contiene un "criterio", el p / 27  refleja una continuada "experiencia" del Autor, ya narrada en un documento de 1935 {Instrucción, 9-I-1935, nº 124} , del que este punto de C es como una nueva versión. La experiencia a la que aludo es la del desconcierto que su conversación y su predicación producía en aquellos años treinta cuando hablaba de "vocación matrimonial". En este p / 27  el desconcierto se expresa en la risa juvenil: el interlocutor creía que el Beato Josemaría hablaba en broma.
"Vocación" era entonces, prácticamente, igual a "vocación religiosa" o a "vocación sacerdotal". Tener vocación un cristiano era –y todavía lo es en la mentalidad de muchos– irse a un convento o a un seminario. La gente corriente dice (o piensa) que no tiene vocación {El tema tenía tal trascendencia pastoral que el Autor en aquellos años evitaba, en lo que podía, la palabra "vocación" –a pesar de ser un concepto bíblico fundamental (vid voz "Vocación" en Xavier Léon-Dufour, Vocabulario de Teología Bíblica, Herder [Biblioteca Herder, 66], 10ª ed, Barcelona 1978, pgs 962-964; y José Morales, "La vocación en el Antiguo Testamento", en Scripta Theologica 19 [1987] 11-62) –por la connotación casi exclusiva que entonces tenía, entre la juventud universitaria, de "vocación religiosa" o "vocación sacerdotal". Vid infra Introd a cap 44. Aquí la emplea, como se ve, con voluntad de provocar un inicial desconcierto que lleve a descubrir el horizonte neotestamentario de la "vocación cristiana". Vid en P. Rodríguez, Vocación, trabajo, contemplación, 1986, los caps I ("Sentido de la vocación cristiana") y II ("El mundo como tarea moral"). Sobre trabajo y vocación vid com / 359}. Ya era sorprendente para el interlocutor que aquellos compañeros de la Universidad, con los que compartía afanes e ilusiones y que sabía entregados a Dios en el celibato apostólico, tuviesen una verdadera vocación. Pero ¿tener vocación al matrimonio?... El Autor: "Pues la tienes: así, vocación". Habla incluso de una especial vocación:
"Hacedles ver el noble derrotero de un cristiano padre de familia; y cómo se precisan padres de familia virilmente piadosos; y cómo se necesita, sin duda, una especial vocación para ser padre de familia –muchos nunca habrán oído hablar.
así– ; y cómo ellos parecen llevados por Dios por ese camino, si procuran luchar, y ennoblecer con esa lucha su conducta..." {Instrucción, 9-I-1935, nº 237. "Una especial vocación divina": eran palabras realmente nuevas para muchas personas, al menos en la España de entonces}.
Para el tema de San Rafael y Tobías en relación con la vocación al matrimonio, vid p / 360

 «  28  »  El matrimonio es para la clase de tropa y no para el estado mayor de Cristo. –Así, mientras comer es una exigencia para cada individuo, engendrar es exigencia sólo para la especie, pudiendo desentenderse las personas singulares.
¿Ansia de hijos?... Hijos, muchos hijos, y un rastro imborrable de luz dejaremos si sacrificamos el egoísmo de la carne.

El origen redaccional del punto está en una anotación del Cuaderno V, nº 457, de fecha 7-XII-1931 {Va seguida del que sería p / 427}. Describe uno de sus paseos –por la Castellana, al final de la tarde– , que en aquella época eran su modo de trato con universitarios:
"Anoche hablamos por teléfono con Adolfo {Adolfo Gómez Ruiz (1909-1956), estudiante de Medicina, conoció al Autor hacia 1930, y se dirigió espiritualmente con el Beato Josemaría, participando de sus afanes apostólicos. Fue quien presentó a Juan Jiménez Vargas al Fundador del Opus Dei. Militante político activo, tomó parte en la intentona del General Sanjurjo, de agosto de 1932. Fue detenido e ingresó en la cárcel Modelo, de Madrid, siendo atendido sacerdotalmente por el Beato Josemaría. Posteriormente fue deportado a África. Todas estas peripecias le alejaron del trato con el Fundador del Opus Dei, al que siempre estimó en gran medida} y quedamos en encontrarnos a las ocho y cuarto en la marquesina central del metro en la puerta del Sol. Fui con Pepe R. y allí vino también Adolfo con un señor. Paseamos por la Castellana, donde no había nadie. Me acompañaron a casa. Ese señor, que vino con Adolfo, ya no es joven. (Yo llamo jóvenes a los que no han hecho los treinta.) Pero tampoco, en justicia, puede llamársele exjoven. Me gustó: le recomendé el confesonario de D. Norberto. Hablamos de muchas cosas espirituales".
En esa conversación se forjó el futuro punto de C:
"Explané las siguientes ideas: Que el matrimonio es para la clase de tropa, no para el estado mayor de Cristo. Por eso, mientras comer es una exigencia etc.".
Hasta aquí, el texto que está en la base, casi literal, del p / 28. Pero en éste no se recoge el final de aquella conversación, que me parece del máximo interés. Helo aquí:
"¡Bendito sea mi celibato!", terminé. "¿El celibato eclesiástico?", me preguntaron. –"No –contesté– el mío".
El Autor quiere exponer de forma incisiva la doctrina tradicional de la Iglesia, sobre la que se pronunció el Concilio de Trento: que el celibato apostólico, es objetivamente superior al matrimonio {La doctrina censurada en el Concilio (sesión 24, can. 10: DS 1810) es ésta: "que el estado conyugal debe anteponerse al estado de virginidad o de celibato, y que no es mejor y más perfecto permanecer en virginidad o celibato que unirse en matrimonio [cf. Mt 19, 11  s; 1Co 7, 25  s, 38 y 40]"}. Pienso, con todo, que Escrivá tiene una peculiar forma de entender esa superioridad objetiva del celibato. Por eso me ha parecido interesante transcribir el final de aquella conversación de hace casi 70 años. No es la realidad institucional y codificada lo que él bendice y agradece, sino el don: la realidad personal, vocacional del celibato –¡el mío!– , que puede recibirse en los distintos estados de la vida, y que el Autor concebía como disponibilidad abierta a todos los planes de Dios. El hombre casado –cristianamente casado– , por la naturaleza de su situación, tiene una disponibilidad no subjetivamente, pero sí objetivamente condicionada. Y ambos, celibato y matrimonio, pueden ser vocación –así, vocación– a la plenitud de vida cristiana, y un hombre o una mujer casados son capaces de alcanzar grados de santidad y entrega a Dios que no alcanza un célibe.
"Personas singulares". No está hablando, claro está, de singulares en el sentido de "extraordinarias o eminentes", sino del individuo, de cada persona concreta, contrapuesta a la "especie", de la que acaba de hablar, que es la que está obligada. Es un sencillo recordatorio de la doctrina humana y cristiana sobre el tema.
El Autor se sirve de un símil militar. La expresión "clase de tropa" {"Nombre genérico de los individuos de tropa que forman los escalones inferiores de los Ejércitos de tierra y aire y del Cuerpo de Infantería de Marina" (DRAE, voz "clase", ed 1992)} cobra con alguna frecuencia en el lenguaje coloquial un sentido peyorativo. Sacada del contexto de C, podría entenderse como peyorativa para el matrimonio. Era el motivo de una pregunta de Jacques Guillemé-Brûlon al Autor en una entrevista publicada en Le Figaro (París), el 16-V-1966: "¿Puede verse ahí una apreciación peyorativa del matrimonio, que iría contra el deseo de la Obra de inscribirse en las realidades vivas del mundo moderno?" {Entrevista concedida a Jacques Guillemé-Brûlon, publicada en Le Figaro (París), el 16-V-1966; Conversaciones, 45  }. Es evidente que, en la pluma de Josemaría Escrivá, no tiene tinte peyorativo ni encierra ninguna ofensa para los que van al matrimonio: el p / 27  es la más clara hermenéutica del p / 28. Interesante en este sentido el comentario del Prof. Jiménez Vargas, que asistía a los cursos de formación que impartía el.
Beato Josemaría en aquellos años y en los que empleaba ese símil: "al decir que el matrimonio es para la clase de tropa se puede asegurar que entusiasmaba tanto a los que se creían con vocación para la clase de tropa como a los que pensaban que su vocación era otra. No se le pasó por la cabeza nunca a nadie una idea equivocada, ni nadie se sintió molesto por este comentario que, además, tenía gracia cuando se le oía directamente" {Juan Jiménez Vargas, Relatos testimoniales, II, pg 24}.
El Autor de C contestó concisamente al periodista francés {"Le aconsejo leer el número anterior de C, donde se dice que el matrimonio es una vocación divina. No era nada frecuente oír afirmaciones como ésa en los alrededores de 1935. Sacar las consecuencias de las que usted habla, es no entender mis palabras. Con esa metáfora quería recoger lo que ha enseñado siempre la Iglesia sobre la excelencia y el valor sobrenatural del celibato apostólico. Y recordar al mismo tiempo a todos los cristianos que, en palabras de San Pablo, deben sentirse milites Christi, soldados de Cristo, miembros de ese Pueblo de Dios que realiza en la tierra una lucha divina de comprensión, de santidad y de paz. Hay en todo el mundo muchos miles de matrimonios que pertenecen al Opus Dei, o que viven según su espíritu, sabiendo bien que un soldado puede ser condecorado en la misma batalla en la que el general huyó vergonzosamente" (Conversaciones, 45)}. Más detenidamente se expresaba dos años después en una entrevista concedida a una periodista española, que le hacía una pregunta similar: cómo se conciliaban los dos aspectos de "vocación" y "clase de tropa". He aquí la respuesta:
"En el espíritu y en la vida del Opus Dei no ha habido nunca ningún impedimento para conciliar estos dos aspectos. [...]
Cuando yo escribía aquellas frases, allá por los años treinta, en el ambiente católico –en la vida pastoral concreta– se tendía a promover la búsqueda de la perfección cristiana entre los jóvenes haciéndoles apreciar sólo el valor sobrenatural de la virginidad, dejando en la sombra el valor del matrimonio cristiano como otro camino de santidad. [...]
En el Opus Dei hemos procedido siempre de otro modo, y –dejando muy clara la razón de ser y la excelencia del celibato apostólico– hemos señalado el matrimonio como camino divino en la tierra. [...]
Cuando yo escribía que el matrimonio es para la clase de tropa, no hacía más que describir lo que ha sucedido siempre en la Iglesia. Sabéis que los obispos –que forman el Colegio Episcopal, que tiene como cabeza al Papa, y gobiernan con él toda la Iglesia– son elegidos entre los que viven el celibato: lo mismo en las Iglesias orientales, donde se admiten los presbíteros casados. Además es fácil de comprender y de comprobar que los célibes tienen de hecho mayor libertad de corazón y de movimiento, para dedicarse establemente a dirigir y sostener empresas apostólicas, también en el apostolado seglar. Esto no quiere decir que los demás seglares no puedan hacer o no hagan de hecho un apostolado espléndido y de primera importancia: quiere decir sólo que hay diversidad de funciones, diversas dedicaciones en puestos de diversa responsabilidad.
En un ejército –y sólo eso quería expresar la comparación– la tropa es tan.
necesaria como el estado mayor, y puede ser más heroica y merecer más gloria. En definitiva: que hay diversas tareas, y todas son importantes y dignas. Lo que interesa, sobre todo, es la correspondencia de cada uno a su propia vocación: para cada uno, lo más perfecto es –siempre y sólo– hacer la voluntad de Dios.
Por eso, un cristiano que procura santificarse en el estado matrimonial, y es consciente de la grandeza de su propia vocación, espontáneamente siente una especial veneración y un profundo cariño hacia los que son llamados al celibato apostólico; y cuando alguno de sus hijos, por la gracia del Señor, emprende ese camino, se alegra sinceramente. Y llega a amar aún más su propia vocación matrimonial, que le ha permitido ofrecer a Jesucristo –el gran Amor de todos, célibes o casados– los frutos del amor humano" {La mujer en la vida del mundo y de la Iglesia, entrevista realizada al Autor por Pilar Salcedo en 1968, publicada en Telva (Madrid) el 1-II-1968; Conversaciones, 92; la cursiva es del original}.

 «  29  »  La relativa y pobre felicidad del egoísta, que se encierra en su torre de marfil, en su caparazón..., no es difícil conseguirla en este mundo. –Pero la felicidad del egoísta no es duradera.
¿Vas a perder, por esa caricatura del cielo, la Felicidad de la Gloria, que no tendrá fin?

Con este punto acababa el cap "Carácter" en la edición de Cuenca. El Autor, al componer en Burgos la edición definitiva, asumió, como hemos visto, la secuencia de Cec, sin más variantes que las señaladas: la introducción del actual p / 12  y la inserción, que acabamos de comentar, de los p / 26  y 27, sobre la vocación matrimonial.
El texto de este p / 29  procede Cuaderno VI, nº 1056, que lleva fecha de 5-X-1933 y tiene un enor literal idéntico, con pequeñas diferencias de puntuación.

 «  30  »  Eres calculador. –No me digas que eres joven. La juventud da todo lo que puede: se da ella misma sin tasa.

Comienza ahora la larga adición que el Autor hizo en Burgos al cap "Carácter": los p / 30  a 55. De este p / 30, como de todos los que proceden de la reelaboración de Burgos, se conserva el original autógrafo, unas pequeñas fichas u octavillas que el Autor, como sabemos, llamaba "gaiticas" (vid IntrodGen § 5, 2, a; pgs 79-80). El texto de este punto está en una ficha Jef, escrita con trazo grueso. Estimamos que es posterior a septiembre de 1938.

 «  31  »  Egoísta. –Tú, siempre a "lo tuyo". –Pareces incapaz de sentir la fraternidad de Cristo: en los demás, no ves hermanos; ves peldaños.
Presiento tu fracaso rotundo. –Y, cuando estés hundido, querrás que vivan contigo la caridad que ahora no quieres vivir. 

El punto es de la misma época que el anterior y con semejantes características documentales. Es una ficha Re, procedente también de los "subproductos" de papel viejo que aportaba Francisco Botella. Escrita de un golpe y sin la menor variante en el texto. La idea de fondo es de mucha importancia en la predicación de Josemaría Escrivá, que insistía constantemente en ella porque observaba entre los cristianos un déficit notable de esa fraternidad –la "fraternidad de Cristo"– , que asume en su seno, a la vez que la trasciende, a la "fraternité" de 1789 y a la moderna "solidaridad". Las distintas formas de egoísmo y de "arribismo" eran fustigadas una vez y otra por el Beato Josemaría. Tal vez esté detrás de este punto una meditación en la Legación de Honduras, de la que son estas palabras:
"Jesús no tolera a los que se apoyan en la fe para lograr un medro personal. Y nosotros, ¿no hemos de imitar su conducta en lo que atañe a nuestro camino, a nuestra vocación cristiana? Lo repetiremos: no se transige, no se ha de transigir nunca con los que quieran utilizar la Obra como peldaño" {PredicHond, "La santa intransigencia", 12-V-1937, pg 61; VIII}.

 «  32  »  Tú no serás caudillo si en la masa sólo ves el escabel para alcanzar altura. –Tú serás caudillo si tienes ambición de salvar todas las almas.
No puedes vivir de espaldas a la muchedumbre: es menester que tengas ansias de hacerla feliz.

Octavilla Bl. En abril de 1938 enviaba Escrivá al Vicario General de la Diócesis de Madrid, una "Nota explicativa de las actividades de la Obra de Dios", que puede tener relación redaccional con este punto. Allí se lee:
"Agrupa a su alrededor cerca de un centenar de almas vibrantes (es Obra de pocos: ¡selección!: nos interesa la muchedumbre, sin embargo: somos para la muchedumbre: nunca viviremos de espaldas a la masa: ut omnes homines salvi fiant!), almas vibrantes que ejercitan, casados o en celibato (la Obra forma padres de familia), su apostolado eficaz de discreción y de confidencia" {Carta de Josemaría Escrivá a Francisco Morán, Burgos 4-IV-1938; EF 380404-1. El subrayado es mío}.
El Autor concibe toda la misión cristiana en función de la "muchedumbre", a la que hay que ofrecer la salvación (hacerla feliz). Vid p / 833  y 914
Sobre el término "caudillo" vid supra comentario a p / 16. Paralelismo del p / 32  con el p / 31. Tienen unidad temática: la fraternidad cristiana y el servicio a los demás en dos niveles: en el inmediato contexto humano y cristiano (p / 31) y ante la muchedumbre (p / 32). La tentación contraria es la misma, bajo el símil del peldaño (p / 31) y del escabel (p / 32). El p / 30, primero de esta serie de Burgos, ya había introducido el peligro del "egoísmo", que arruina el "carácter" de un hombre cristiano, tema del cap.

 «  33  »  Nunca quieres "agotar la verdad". –Unas veces, por corrección. Otras –las más–, por no darte un mal rato. Algunas, por no darlo. Y, siempre, por cobardía.
Así, con ese miedo a ahondar, jamás serás hombre de criterio.

Punto escrito en una ficha Jef. Redactado a partir de una concreta experiencia reflejada en la correspondencia del Autor. Transcribo de la carta que el Beato Josemaría escribe a Juan Jiménez Vargas en octubre de 1938:
"Muy querido Juanito: Ayer vino X. y D. Manuel [Dios Nuestro Señor] dispuso las cosas muy bien para que desde ayer deje ese amigo de trabajar en su empresa [el Opus Dei]: todo salió con mucha suavidad, aunque mi hermano Josemaría [es decir, el Autor] –como es tan melón– se pasó sus malos ratos. Yo 'agoté la verdad' , sistema que pienso seguir siempre; antes no lo seguía, por una razón humana (educación, politesse), otra sobrenatural (caridad)... y un poquito de miedo a prolongar los malos ratos. Ahora me he persuadido de que la verdadera finura y la verdadera caridad exigen llegar a la médula, aunque cueste" {Carta de Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, Burgos 13-X-1938; EF 381013-3. Idem a Ricardo F. Vallespín, Burgos 13-X-1938; EF 381013-1: "Vino X. y todo salió como sobre ruedas. Me apresuro a comunicártelo, porque sé que te alegrarás. Yo, también; pero pasé malos ratos, al 'agotar la verdad' , que es el nuevo sistema que seguiré mientras Dios me dé vida, aunque sea duro para mí. A última hora, yo no monto nada y sufrir es siempre fecundo". El Fundador del Opus Dei se dirige a los dos miembros más antiguos de la Obra que estaban en la zona nacional –uno en el frente de Teruel y otro en el de Madrid –y les da noticia de su sufrimiento al comunicar a esa persona que no podía seguir en la Obra y el trabajo que le costó "agotar la verdad". A la vez les dice que el Señor dispuso todo muy bien para la paz del alma de esa persona, de "este amigo", que lo fue siempre del Autor}.
Como se ve, el punto tiene carácter autobiográfico: describe la batalla interior del propio Autor, que tenía una enorme capacidad de querer –especialmente a los hijos de su espíritu– y se le hacía durísimo decir a alguien que "así" no se podía seguir... Vid com / 37.

 «  34  »  No tengas miedo a la verdad, aunque la verdad te acarree la muerte.

Continúa el tema anterior. Octavilla Bl. El texto aparece a la letra en un guión de meditación de los EjEsp que predicó en Vitoria, agosto de 1938:
"Coloquio: Animo grande ante la Cruz. No tener miedo a la verdad, aunque esa verdad nos acarree la muerte" {EjEsp, Meditación "Muerte y entierro", Vitoria 24-VIII-1938; guión nº 125}.
Es el coloquio final de la meditación sobre la muerte y sepultura de Cristo. Fue predicada, según se hace constar allí mismo, el día 25, pero sabemos que todo ese material y el de los EjEsp de Vergara del mes siguiente los preparó Escrivá en su mayor parte en Ávila, en los primeros días de ese mes, invitado por don Santos Moro, el Obispo de aquella diócesis.
El tema de la Verdad lleva al Autor a plantearse en última instancia la cuestión del martirio. El cristiano, precisamente por su amor a la Verdad, que lleva a la confesión de fe, ha de estar dispuesto al martirio para corroborar esa fe. Vid p / 743  y su com.

 «  35  »  No me gusta tanto eufemismo: a la cobardía la llamáis prudencia. –Y vuestra "prudencia" es ocasión de que los enemigos de Dios, vacío de ideas el cerebro, se den tono de sabios y escalen puestos que nunca debieran escalar.

Octavilla Bl. Burgos, primer semestre de 1938. No hay otras referencias que permitan datarla con mayor aproximación. Tiendo a situar estas octavillas con dorso en blanco –a no ser que conste lo contrario por otra vía– en los primeros meses de Burgos: hasta junio-julio. Vid IntrodGen § 7, 2 (pgs 127-129).
Seguimos en la cuestión de la verdad "operativa", del "veritatem facientes" paulino, que está en el trasfondo de los p / 33  -35. El p / 35  refleja otro de los motivos frecuentes en la predicación del Beato Josemaría desde los primeros años treinta, sobre todo al dirigirse a profesores y estudiantes universitarios: la exigencia cristiana de un testimonio firme en el terreno intelectual, sin "miedo a la verdad" (vid punto anterior)
El Autor, cuando esto escribe, no se refiere, parece obvio, a tantos intelectuales y científicos –algunos de ellos de notable calidad– que en España, en circunstancias políticas y sociales muy complejas, se habían alejado de la fe católica, sino a una minoría militante –"enemigos de Dios", dice– , entre los que se daba precisamente ese "vacío de ideas". El mensaje permanente es claro: Escrivá exhorta a la fortaleza cristiana y a poner de manifiesto, cuando sea necesario, la "ciencia" de ciertos "sabios" cuyo título principal de sabiduría es su oposición al Cristianismo.
El eufemismo en la vida espiritual, de una manera o de otra, es un viejo tema:
"Sabéis cubrir el vicio con nombres bonitos (?????????) y llamáis libertad a la riqueza, magnanimidad a la ambición de gloria, franqueza a la arrogancia, amor a lo que es disolución, valentía a la iniquidad" {San Juan Crisóstomo, Contra los impugnadores, Discurso 3, 7; BAC 169, 1958, pg 468}.

 «  36  »  Ese abuso no es irremediable. –Es falta de carácter consentir que siga adelante, como cosa desesperada y sin posible rectificación.
No soslayes el deber. –Cúmplelo derechamente, aunque otros lo dejen incumplido.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. El Autor exhorta a los lectores a que asuman seriamente su responsabilidad en la vida cívica: profesional, social y política, lo que comporta valentía para denunciar los abusos y capacidad, cuando es necesario, de navegar contra corriente. Es la misma doctrina del p / 34, con el acento puesto ahora en la vida de la sociedad.

 «  37  »  Tienes, como ahora dicen, "mucho cuento". –Pero, con toda tu verborrea, no lograrás que justifique –¡providencial!, me has dicho– lo que no tiene justificación.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Vale también lo dicho a este respecto para el p / 35. Parece que este p / 37  se refiere también a la experiencia a que se vincula el p / 33  {Escribe Álvaro del Portillo: "Recuerdo el caso de aquél que hace muchos años, por su imprudencia, perdió la vocación: después comentaba que había sido providencial, porque él difícilmente hubiese podido perseverar en la Obra. Así, con toda tranquilidad –de la mala– echaba la culpa de su descamino nada menos que a la divina Providencia" (Nota 28 a Instrucción, 8-XII-1941)}. Vid com supra.
"Tener 'mucho cuento'". La 8ª acepción de "cuento" en el Diccionario de Moliner va directa a lo que dice el Autor en este p / 37: "palabrería, exageración o aspaviento con que alguien se da importancia o hace aparecer una cosa más importante o interesante de lo que realmente es" {Moliner, II, pg 832; voz "cuento". "Cuento" en el DRAE de 1970 es: "falsa apariencia, embuste, trápala, engaño". "Como ahora dicen", escribe el Autor. En efecto, en la edición de 1925 no se contempla todavía esa acepción}.

 «  38  »  ¿Será verdad –no creo, no creo– que en la tierra no hay hombres sino vientres?

Aunque el Autor escribe la "gaitica" después (ficha Jef), el texto a partir del cual redacta el punto está a la letra en la colección de "Noticias" {Así llamaban a la carta de estilo familiar, tirada a velógrafo, que mensualmente enviaba el Beato Josemaría desde Burgos a más de cien universitarios –de la Obra o en relación con la Obra– repartidos por los frentes de guerra. Vid IntrodGen § 5, 1, b}. En el número del mes de marzo, escribía:
"¡Ah! También necesitamos cincuenta hombres que amen a Jesucristo sobre todas las cosas. –¿Será verdad –no creo, no creo– , que en la tierra no hay hombres, sino vientres?" {"Noticias", Burgos, marzo 1938, pg 5; AGP, sec A, leg 3, carp 3. La primera parte del texto es el origen del p / 806}.
En el mes de abril volvía a la carga:
"¿Sabéis que está en pie aquella pregunta, que os hice el otro día? ¿Hombres? En la tierra hay más vientres que hombres... Dime, hijo: Tú... ¿qué? J. Mª" {"Noticias", Burgos, abril 1938, pg 1; AGP, sec A, leg 3, carp 3}.
Nótese cómo el mensaje y el impacto de este punto se concentra en el uso metonímico de la palabra "vientre".

 «  39  »  "Pida que nunca quiera detenerme en lo fácil". –Ya lo he pedido. Ahora falta que te empeñes en cumplir ese hermoso propósito.

Ficha Jef. El punto de partida es una carta de Ginés Albareda –hermano de José María Albareda, que se pasó con el Autor a la zona nacional en diciembre de 1937– , en la que le daba noticia de su inmediato viaje a América {Ginés en otro anterior viaje a América trajo la pequeña máquina de escribir con la que el Autor mecanografió personalmente el texto de C que llevó a la imprenta}. Dice así:
"Querido Padre: Hasta pronto. Embarco mañana en Boulogne. El mundo es pequeño... [...] Encomiéndeme a Dios y ruegue por todos mis anhelos y porque nunca quiera detenerme en lo fácil" {Carta de Ginés Albareda a Josemaría Escrivá, París 25-X-1938; AGP, sec E, carp 724, exp 5}.
La idea gustó al Autor y pasó inmediatamente a "Noticias" de noviembre de 1938. Debidamente apostillada, dio lugar al punto de C {La carta y la expresión de Ginés Albareda la debió el Autor comentar con el grupo de miembros del Opus Dei que estaba en Burgos. Tal vez les leyó la carta, como hacía con frecuencia, en reunión familiar. Digo esto porque Álvaro del Portillo, que escribió por encargo del Autor un detallado relato de cómo se pasó (octubre del 38) a la zona naional con otros compañeros (Eduardo Alaustré y Vicente Rodríguez Casado) termina su relato con estas palabras: «Después de esta jornada, que ha sido –ya que ahora tan de moda están los cursillos– como uno [un cursillo] práctico de confianza en Dios, sólo es menester, como dice Ginés, que nuncanos queramos detener en lo fácil. Lo demás sabemos positivamente y, desde ahora de modo especialmente práctico, que se nos dará por añadidura» (Álvaro del Portillo, de Madrid a Burgos pasando por Guadalajara, relato manuscrito; AGP, sec B-1, leg 50, cap 3; la cursiva es mía). Por lo demás, el dato ayuda a fechar el relato de Mons. del Portillo,que hay que situar en los primeros días de noviembre de 1938.}. Éste punto es el primero.
que encontramos de una serie –repartida a lo largo de todo el libro– en la que el Autor conversa con los lectores sirviéndose de un previo diálogo epistolar con amigos y personas que se dirigían espiritualmente con él.

 «  40  »  Fe, alegría, optimismo. –Pero no la sandez de cerrar los ojos a la realidad.

Ficha Jef. "Me parece recordar –escribía el Prof. Jiménez Vargas– que yo escribí una cosa así en una carta a Burgos. Seguramente con motivo de la ingenuidad de alguno" {Relato del 77, pg 3}. La misiva en cuestión iría envuelta en su estilo característico, que divertía tanto al Autor de C. En todo caso esa carta no se conserva, pero sí esta otra del Beato Josemaría a Jiménez Vargas, que, aunque trata de otro tema, parece aludir a la carta anterior del alférez médico:
"Hay más de una docena de académicos y catedráticos que firman una circular, que se ha traducido al alemán, francés, inglés e italiano, para pedir libros para el 50 {Manera familiar de designar a la Residencia de estudiantes que, antes de la guerra, estuvo en Ferraz nº 50 y que el Autor planea volver a abrir en Madrid cuando termine la guerra. La petición de libros (a Universidades y organismos del Extranjero) a la que aquí alude ocupó un lugar significado en la actividad del Autor y los suyos en Burgos y se reflejará en otros puntos de C. Vid com / 467}. Esperamos resultado. No olvides, por eso, que mi optimismo no me aparta de la realidad".
El Autor continúa hablándole de la realidad verdadera:
"¿Y, de ti, qué voy a decirte? Que es menester que, cada día, tengas trato más íntimo con D. Manuel [Dios Nuestro Señor] y su Madre: que te preocupes del abuelo [el Autor] y de tus hermanos [los demás de la Obra]: que estés decidido a todos los sacrificios, por sacar adelante nuestra Casa [la futura residencia de Madrid]: y que empujes, por ese mismo camino de entregamiento y abnegación, a toda la familia" {Carta de Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, Burgos, 23-III-1938; EF 380323-1. El subrayado es mío}.
De ese diálogo epistolar debió salir un apunte, tal vez de agenda, que es el que estaría en la base de este p / 40. El caso es que ya encontramos el texto en un guión de meditación de septiembre de 1938 {Meditación "Stabant iuxta Crucem (Joann. 19, 25)", Vitoria 19-IX-1938, predicada a las teresianas; guión nº 114} :
"Et omnia quaecumque petatis in oratione, credentes..." Fe. Alegría. Optimismo. –Pero, no la sandez de cerrar los ojos a la realidad".
¿Podría ya haber estado entonces redactada la "gaitica"? El tenor literal de Msb invita a pensar que fue redactada en diciembre del 38 o enero del 39 a partir del guión, como en otros muchos casos.
Vid p / 378, incluido ya en la edición de Cuenca. Ambos puntos enmarcan la concepción del optimismo cristiano que atraviesa todo el libro.

 «  41  »  ¡Qué modo tan trascendental de vivir las necedades vacías y qué manera de llegar a ser algo en la vida –subiendo, subiendo– a fuerza de "pesar poco", de no tener nada, ni en el cerebro ni en el corazón!

No hay contextos documentales de este punto. Por el tipo de octavilla –dorso en blanco, papel de muy mala calidad, tinta aguada– pertenece a la serie Lh, que estimamos redactada en la Legación de Honduras. Son 10 los puntos consecutivos (p / 41 -50) que tienen este origen.
Se inscribe esta consideración en el conjunto de reflexiones, de tanta agudeza psicológica, que brindaba al Autor la galería de tipos humanos con los que debía necesariamente convivir en el hacinamiento de la Legación {Escribe, no sin humor, Ibáñez Langlois a propósito de este p / 41: "Este fenómeno, que hoy llamaríamos de 'capilaridad' social y cultural por 'propulsión al vacío' , era tan propio del contexto social de aquellos años treinta como de nuestra sociedad actual" (J. M. Ibáñez Langlois, Josemaría Escrivá como escritor, [2002], pg 17)}. Muchas de las actitudes que observaba se le aparecían frontalmente opuestas al sentido de una vida vivida sólo para Dios y las apuntaba: quería prevenir a los jóvenes que le rodeaban. Otras veces es su lucha interior –y la de los suyos– en aquel ambiente la que se refleja en este bloque.

 «  42  »  ¿Por qué esas variaciones de carácter? ¿Cuándo fijarás tu voluntad en algo? –Deja tu afición a las primeras piedras y pon la última en uno solo de tus proyectos.

Vid lo dicho en el punto anterior. Efectivamente el Autor no era nada aficionado a celebrar las "primeras piedras". Era en cambio muy amigo de las "últimas piedras".
El tema, que había salido ya en otros contextos, se planteó con agudeza, bastantes años después, en una ocasión significativa: el 9 de enero del año 1960, cuando el Beato Josemaría se disponía a bendecir la última piedra de Villa Tevere, la sede central de la Prelatura del Opus Dei en Roma, Bruno Buozzi, 73. Al preparar la pequeña ceremonia se encontró con que no había fórmula en el Ritual. Le sugirieron la benedictio ad omnia, que no le pareció adecuada y mucho menos –era otra propuesta– , la fórmula de bendición de oratorios {La última piedra está en la parte exterior del ábside del Oratorio de los Santos Apóstoles} :
"Vamos a hacer otra cosa. Comenzaré haciendo la señal de la Cruz, rezaremos el Te Deum, después la oración de acción de gracias, y luego la bendición signo crucis; y hemos terminado. Se leerá el acta" {Palabras del Autor antes de la breve ceremonia, recogidas en el doc "Décimo aniversario de Villa Tevere", AGP, sec P, leg 1, 1970, pg 17. En la última piedra hizo que grabaran las palabras "Melior est finis quam principium" y la fecha, que pueden leerse desde el patio interior. Las palabras son una adaptación de estas otras de Qo 7, 9: "melior est finis orationis quam principium"}.
Es ésta –la de las últimas piedras– , una dimensión de su doctrina sobre la santificación del trabajo a través de las "cosas pequeñas" (vid cap de este nombre) a la que Escrivá daba extraordinaria importancia: el "acabado" de las cosas, la perfección humana y sobrenatural del trabajo. Por eso deseaba que la liturgia contemplase una fórmula de bendición de esas piedras últimas, no sólo de las primeras {En la Homilía "Trabajo de Dios" (Amigos de Dios, 55) se refiere a esta misma ocasión que hemos relatado: "Me llevé una sorpresa cuando vi que no existía [...] Os confieso que me parecía imposible que se diese esa laguna, y fui repasando despacio, pero inútilmente, el índice del Ritual". Hemos de agregar que todavía no existe esa bendición en los libros litúrgicos}.

 «  43  »  No me seas tan... susceptible. –Te hieres por cualquier cosa. –Se hace necesario medir las palabras para hablar contigo del asunto más insignificante.
No te molestes si te digo que eres... insoportable. –Mientras no te corrijas, nunca serás útil.

La octavilla correspondiente es la nº 8 de la serie Lhz, un conjunto de 25 fichas numeradas en el ángulo inferior derecho, que –algunas con toda seguridad, otras con probabilidad– fueron escritas en la Legación de Honduras. Ésta en concreto no ofrece la menor duda. Es transcripción de una anotación del pequeño Cuaderno de.
Apínt que Josemaría Escrivá utilizó durante su estancia en la Legación. La primera de la hojas que se conservan {Al Cuaderno de Honduras le faltan las 22 primeras páginas. Vid IntrodGen § 4} –la 23– comienza así:
"asunto más insignificante. No te molestes, si te digo que eres... insoportable. Mientras no te corrijas, nunca serás útil" {Apínt, nº 1375, antes de 5-V-1937}.
Es evidente que la primera parte de este número 43 se encontraba en la hoja 22v del pequeño Cuaderno. El estudio detenido del Cuaderno y de los puntos de C que en él tienen su matriz lleva a la conclusión de que las "gaiticas" son transcripción del Cuaderno, pero que la reelaboración redaccional operada sobre la octavilla (vid apcrít), fue después cuidadosamente trasladada al Cuaderno. Todo esto sólo se pudo hacer en Honduras, donde lo único que no faltaba era el tiempo.
Por lo demás, el punto hay que situarlo en el "clima" de la Legación, del que se habla en el punto siguiente: el ambiente estaba electrizado por un encerramiento tan prolongado, la susceptibilidad era grande y, a la menor ocasión, saltaban chispas.

 «  44  »  Pon la amable excusa que la caridad cristiana y el trato social exigen. –Y, después, ¡camino arriba!, con santa desvergüenza, sin detenerte hasta que subas del todo la cuesta del cumplimiento del deber.

Octavilla 13 de esa misma serie Lhz. No procede del Cuaderno, pero en una meditación predicada en Honduras, abril de 1937, desarrollaba ideas semejantes:
"Hemos de ser siempre recios. Bien entendido que la santa desvergüenza no es, sin embargo, la frescura, eso que ahora llaman caradura. No: con las formas sociales convenientes, con cortesía, con caridad, hemos de adquirir, por dentro, el temple del acero, con intransigencia y desvergüenza implacables, informadas siempre por la caridad de Cristo" {PredicHond, "Zaqueo", 12-IV-1937, pg 48s; VI}.
El punto refleja el clima que había entre los refugiados de la Legación: un ambiente de cháchara y de pérdida de tiempo, típico de personas que viven un encierro que los repliega sobre sí mismos a la vez que los tiene llenos de ansiedad por el futuro y los avatares de la guerra {Sobre el ambiente en Embajadas y Legaciones en Madrid durante la guerra civil, vid Javier Rubio García-Mina, Asilos y canjes durante la guerra civil española. Aspectos humanitarios de una contienda fratricida, Planeta, Barcelona 1979; Javier Cervera Gil, Madrid en Guerra. La ciudad clandestina (1936-1939), Alianza Editorial, Madrid 1998. Un relato novelado de la época: Wenceslao Fernández Flórez, Una isla en el mar rojo: novela, Edic. Españolas, Madrid 1939}. En medio de aquel encierro el Beato Josemaría y.
su grupo mantenían un intenso plan de trabajo, estudio y oración que contrastaba y chocaba con el ambiente; debían excusarse y dar explicaciones... Sobre la "santa desvergüenza" vid IntrodGen § 3, 5, c y com / 387

 «  45  »  ¿Por qué te duelen esas equivocadas suposiciones que de ti comentan? –Más lejos llegarías, si Dios te dejara. –Persevera en el bien, y encógete de hombros.

Ficha Lh. Vid lo dicho en com / 41
"Más lejos llegarías"... El Autor dijo muchas veces de sí mismo que se sentía "capaz de cometer todos los horrores y todos los errores", si el Señor le dejara de su mano {Cfr Notas de conversaciones con el Autor: México 16-VI-1970, Roma 7-IV-1974 y Barcelona 27-IX-1973; textos en AGP, sec A, leg 51}. En Roma, el año antes de su muerte decía:
"Yo no sé si seré fiel; por eso tengo que procurar ser humilde y pedir al Señor con humildad la perseverancia final. Me siento capaz de cometer todos los horrores y todos los errores que hayan cometido las personas más malas del mundo. Por lo tanto, he de estar como un niño que se agarra a los brazos de su padre. Procuro vivir muy cerca de Dios, tener vida interior, luchar cada día un poco... Y entonces, sin seguridad de que perseveraré hasta el final, estoy seguro de que Dios no me dejará de su mano" {Notas de la citada tertulia, Roma 7-IV-1974; textos en AGP, sec A, leg 51}.
Éste era, por otra parte, el fondo de su actitud paciente y alegre ante lo que él llamaba, con expresión tradicional, la contradicción "de los buenos". Vid sobre el tema p / 695  y 956 y antes p / 14

 «  46  »  ¿No crees que la igualdad, tal como la entienden, es sinónimo de injusticia?

Octavilla nº 9 de la serie Lhz. El sentido de lo personal, de la persona concreta desaparece –así lo estimaba el Autor– en ciertas concepciones de la "igualdad", que se transforman en "injusticia". Así escribía en el Cuaderno VI, nº 832, el 28-IX-1932:
"La caridad siempre y muchas veces la justicia exigen que nos pongamos en el lugar y circunstancias que ocupa cada uno de los obreros y empleados de nuestras actividades. Solamente así podremos saber cuál es el salario verdaderamente.
remunerador que les debemos, para que sean cristianos (no, bestias) y colaboradores de nuestras empresas".
No la mecánica igualitaria de una normatividad abstracta, sino la realidad de la persona concreta que trabaja en la empresa... Años después escribiría el Fundador del Opus Dei:
"Para mí, no existe ejemplo más claro de esa unión práctica de la justicia con la caridad, que el comportamiento de las madres. Aman con idéntico cariño a todos sus hijos, y precisamente ese amor les impulsa a tratarlos de modo distinto –con una justicia desigual– , ya que cada uno es diverso de los otros. Pues, también con nuestros semejantes, la caridad perfecciona y completa la justicia, porque nos mueve a conducirnos de manera desigual con los desiguales, adaptándonos a sus circunstancias concretas, con el fin de comunicar alegría al que está triste, ciencia al que carece de formación, afecto al que se siente solo... La justicia establece que se dé a cada uno lo suyo, que no es igual que dar a todos lo mismo. El igualitarismo utópico es fuente de las más grandes injusticias" {Homilía "Vivir cara a Dios y cara a los hombres", predicada el 3-XI-1963; Amigos de Dios, 173 }.

 «  47  »  Ese énfasis y ese engolamiento te sientan mal: se ve que son postizos. –Prueba, al menos, a no emplearlos ni con tu Dios, ni con tu director, ni con tus hermanos: y habrá, entre ellos y tú, una barrera menos.

La octavilla tiene todas las características de la serie Lh, pero no tenemos relaciones interdocumentales de ningún tipo. En un apunte de predicación de un año después se lee:
"sencillez, con el Superior y el confesor" {EjEsp, Meditación "Resurrección", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 115}.
¿Podría haber sido la relectura de este guión la ocasión para redactar el texto que comentamos? Este p / 47  conecta con los dos caps sobre "Infancia espiritual", situados al final del libro.

 «  48  »  Poco recio es tu carácter: ¡qué afán de meterte en todo! –Te empeñas en ser la sal de todos los platos... Y –no te enfadarás porque te hable claro– tienes poca gracia para ser sal: y no eres capaz de deshacerte y pasar inadvertido a la vista, igual que ese condimento.
Te falta espíritu de sacrificio. Y te sobra espíritu de curiosidad y de exhibición.

Texto sobre la octavilla nº 10 de la serie Lhz. Procede, pues, de la predicación en Honduras. En una meditación de junio de 1938 se lee:
"¿Qué impulso es el que te lleva a considerarte indispensable, a ser salsa de todos los guisos? En todas partes se pone tu yo en primer plano. ¡Qué dificultad para aceptar el camino llano, natural, humilde! ¿No es cierto que a menudo rehuyes el sacrificio callado, y buscas el alarde llamativo, el gesto heroico?" {PredicHond, "Virtud de la obediencia", 8-VI-1937, pg 110; XV}.
La "salsa de todos los guisos" pasa a ser "la sal de todos los platos". Expresiones coloquiales de la misma familia, posiblemente creadas por el Autor a partir de otra más conocida y documentada: "el perejil de todos las salsas" {La expresión en ABC (Madrid) 9-XII-2000}. El Autor la transforma posiblemente para conectar con el fondo humano y bíblico que tiene la sal. Nótese el contraste con "la sal de la tierra" (Mt 5, 13) que tienen que ser los cristianos. El "tienes poca gracia para ser sal" incluye en su significado tanto el sentido humano de "tener gracia" ("tener salero") como el sentido sobrenatural (la correspondencia a la gracia divina para ser "la sal de la tierra"). "¿Quién es bastante humilde y sabio para no sentirse retratado en esa imagen peyorativa, ' la sal de todos los platos ' ?" {José Miguel Ibáñez Langlois, Josemaría Escrivá como escritor, (2002), pg 20}.

 «  49  »  Cállate. –No me seas "niñoide", caricatura de niño, "correveidile", encizañador, soplón. –Con tus cuentos y tus chismes has entibiado la caridad: has hecho la peor labor, y... si acaso has removido –mala lengua– los muros fuertes de la perseverancia de otros, tu perseverancia deja de ser gracia de Dios, porque es instrumento traidor del enemigo.

Octavilla de la serie Lh, sin documentos de contexto inmediato. Sin embargo, estimo que debe situarse su redacción en Honduras, como casi todo el conjunto de la serie. En este sentido tiene interés un texto de Jiménez Vargas en el ya citado "Relato del 77", donde a propósito de este punto escribe: "No puedo recordar exactamente cuándo escribió esto, pero me parece que lo leí en uno de esos cuadernos que tenía, de los que alguna vez nos dejaba leer alguna cosa concreta para nuestra formación" {Relato del 77, pg 2. El subrayado es mío}.
El texto no está en ninguno de los Cuadernos. El Dr. Jiménez Vargas sitúa la peripecia concreta que da lugar al texto en la Residencia de Ferraz curso 1935-36. Cabe pensar que lo leyera en alguna de las 22 primeras hojas perdidas del Cuaderno que el Autor escribía en la Legación de Honduras.

 «  50  »  Eres curioso y preguntón, oliscón y ventanero: ¿no te da vergüenza ser, hasta en los defectos, tan poco masculino? –Sé varón: y esos deseos de saber de los demás trócalos en deseos y realidades de propio conocimiento.

Ficha nº 4 de la serie Lhz. Muy probablemente la octavilla, como todas las de esta subserie, fue escrita en la Legación de Honduras. Parece, en efecto, fruto de la observación de los caracteres y las conductas en aquella vida encerrada. Este punto y el siguiente son ejemplos de textos redactados claramente teniendo como interlocutor un hombre y no una mujer. El Autor, al incluirlos en el libro, pide evidentemente a las mujeres una lectura analógica. Porque la doctrina que inculca es la misma, como se ve en este apunte de meditación a jóvenes universitarias del año 1935, a las que hablaba de que hay mujeres que son poco femeninas en los defectos:
"Ellas, marimachos o viragos" {Plática "El estudio", 20/27-X-1935 guión nº 12}.
El "propio conocimiento". Un tema clásico de la tradición espiritual, presente en el Nuevo Testamento ("Attende tibi", 1Tm 4, 16) y con gran tradición precristiana {Célebre el "nosce te ipsum" que figuraba en el frontispicio del templo de Delfos, y que fue adoptado por Sócrates como lema, podríamos decir, de todo su filosofar. Vid R. Tosi, Dizionario delle Sentenze latine e greche, 2000, nº 347. también Platone, Protagora, G. Reale (ed.), Brescia 1972, pg 138 nt 38} , que estará muy presente a lo largo del libro. Vid especialmente el cap "Humildad", de modo particular p / 609  y com con los puntos allí citados.
La expresión bíblica "Sé varón" ya apareció en p / 4. Vid com / 4 y com / 22
"Oliscón". Según los "corpus" CORDE y CREA de la Academia Española de la Lengua, este punto de C es el único testigo del uso literario de esta palabra. Es un aumentativo-peyorativo {Cfr Hans-Martin Gauger, Durchsichtige Wörter. Zur Theorie der Wortbildung, C. Winter, Heidelberg 1971, pg 104: "Die Pejoriesierung erfolgt also nicht nur durch die dafür eigens lebendigen Suffixe, sondern, sehr häufig, auch durch die augmentativen Programme". El autor ilustra la tesis con el p / 306  de C. Este p / 50  es aún más claro en su originalidad} del adjetivo "olisco", cuya segunda acepción en el DRAE, ed. 1992 ("Que tiene indicios o sospechas, husmeador"), es la que gravita aquí {El sentido originario del verbo "oliscar" aparece bien en este texto de Fray Luis de Granada, Introducción del símbolo de la fe, part. I, cap 12. § 1: "Mas la madre, viéndose sin hijos, andaba todo el día oliscando por toda la huerta, hasta que finalmente los halló"}.

 «  51  »  Tu espíritu de varón, rectilíneo y sencillo, se abruma al sentirse envuelto en enredos, dimes y diretes, que no acaba de explicarse y en los que nunca se quiso mezclar. –Pasa por la humillación que supone andar así en boca ajena, y procura que el escarmiento te dé más discreción.

Vid lo dicho en p / 50. Ficha Re. Punto redactado en Burgos, en principio en el segundo semestre de 1938. Alguna circunstancia debió avivar lo que tenía bien experimentado. En 1936 había escrito en su Cuaderno:
"El hecho es que, en estos días, ha hecho el Señor que lleguen hasta mí hablillas, murmuraciones, críticas de mi pobre humanidad (no me importan: si me conocieran... no se quedarían tan cortos), y de la Obra. Mi postura, la nuestra, ante estas molestias es, además de extremar la discreción (¡cualquiera le pone puertas al campo!), aprovechar esos avisos de Dios" {Cuaderno VIII, nº 1345, 2-VI-1936}.

 «  52  »  ¿Por qué, al juzgar a los demás, pones en tu crítica el amargor de tus propios fracasos?

Octavilla de la serie Lh, sin documentos de contexto inmediato. Vid p / 589, donde la experiencia del fracaso aparece como una llamada a la humildad. Aquí, en cambio, el fracaso –desprovisto de visión sobrenatural– genera amargura y soberbia, que se traducen en falta de caridad. Vid también cap 19 ("Caridad"), que se concentra de manera predominante en la interioridad de la caridad o de las faltas de caridad: en el pensamiento y en el juicio, con la secuela de la murmuración y la crítica negativa.

 «  53  »  Ese espíritu crítico –te concedo que no es susurración– no debes ejercitarlo con vuestro apostolado, ni con tus hermanos. –Ese espíritu crítico, para vuestra empresa sobrenatural - ¿me perdonas que te lo diga? - es un gran estorbo, porque mientras examinas la labor de los otros, sin que tengas por qué examinar nada –con absoluta elevación de miras: te lo concedo– , tú no haces obra positiva alguna y enmoheces, con tu ejemplo de pasividad, la buena marcha de todos.
"Entonces –preguntas, inquieto– ¿ese espíritu crítico, que es como sustancia de mi carácter...?".
Mira –te tranquilizaré– , toma una pluma y una cuartilla: escribe sencilla y confiadamente –¡ah!, y brevemente– los motivos que te torturan, entrega la nota al superior, y no pienses más en ella. –Él, que hace cabeza –tiene gracia de estado–, archivará la nota... o la echará en el cesto de los papeles. –Para ti, como tu espíritu crítico no es susurración y lo ejercitas con elevadas miras, es lo mismo.

Octavilla de la serie Lh, sin documentos de contexto inmediato. Jiménez Vargas, en su "Relato del 77", piensa que la experiencia que da base al Autor en este punto dice relación a un médico, conocido de ambos y caracterizado por ese "espíritu crítico" {Cfr Relato del 77, pg 4}. El punto debió de ser escrito en la Legación de Honduras o en Madrid septiembre-octubre de 1937
Sobre la expresión "hacer cabeza" vid com / 951

 «  54  »  ¿Contemporizar? –Es palabra que sólo se encuentra –¡hay que contemporizar!– en el léxico de los que no tienen gana de lucha –comodones, cucos o cobardes– , porque de antemano se saben vencidos.

Octavilla de la serie Lh, sin documentos de contexto inmediato. "Contemporizar". Los usos de esta palabra que se encuentran, por ej, en el Diccionario de María Moliner {Moliner, I, pg 742} describen perfectamente el mensaje del Autor. Vid en este sentido com / 724

 «  55  »  Hombre: sé un poco menos ingenuo (aunque seas muy niño, y aun por serlo delante de Dios), y no me "pongas en berlina" a tus hermanos ante los extraños.

Octavilla de la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras, cuyo contexto está abundantemente testificado. "Alternábamos –escribe Jiménez Vargas {Juan Jiménez Vargas, Relatos testimoniales, XI}– el estudio profesional con el de idiomas porque el Padre pensaba siempre en la expansión de la Obra por el mundo. Álvaro [Del Portillo], por ej, se puso a estudiar japonés y Eduardo [Alastrué] organizó unas clases de francés con una formalidad trascendental, impropia del ambiente de gitanos {Alusión al ambiente de "carromato" y maletas amontonadas que había en la Legación} en que vivíamos. Llamaba la atención muy seriamente por el menor fallo en una traducción y el Padre, que lo oyó, le dijo en un aparte lo que después escribió en su cuaderno" {Los subrayados son míos. Sobre la estancia en la Legación de Honduras cfr la descripción del propio Jiménez Vargas en Relatos testimoniales, III, pgs 100ss}. Estamos, pues, muy posiblemente, ante otro de los textos de esas 22 páginas perdidas del pequeño cuaderno ya citado, a partir del cual se escribió la "gaitica" del p / 55. El humor con que vivían esta vida de trabajo y "de gitanos" se refleja bien en esta carta –abril del 37– a los fieles del Opus Dei que estaban en Valencia:
"¿Os he dicho que Eduardo –como ha pasado unas temporadas en Burdeos– habla bien el francés, y está enseñando a soltarse en ese idioma hasta al abuelo? Hace un momento, ¡había que ver la cara de guasa de Juanito!, hemos terminado nuestro rato vespertino de la langue de Molière: y he de contaros, al oído, que sólo he sacado en limpio tres palabricas que podían ser una sola: montre, pendule y horloge! Con tres relojes, es imposible que no dé la hora. ¿Alemán?: José Mª. ¿Inglés?: Alvaro. Nada, que tengo una familia cosmopolita: pronto llenaremos el mundo" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid 17-IV-1937; EF 370417-1}.
Otra carta unos meses después:
"Alvaro lleva la contabilidad de esta Sra. de Honduras. Y está muy satisfecho, porque se entrena –dice– para cuando sea grande y tenga él casa. Eduardico está, dale que dale, con el alemán –lo mismo que Alvarote– , y, además da clase de francés, mientras Alvaro es profesor de inglés, nada menos. ¡Ah! Jean [Jiménez Vargas] ya "chamulla" el gabacho" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid 25-VIII-1937; EF 370825-1. El subrayado es mío. Ya se ve por el tono de humor que "gabacho" no tiene sentido despectivo}.
"Poner en berlina", expresión figurada que arranca del siglo XIX y significa "poner en ridículo" {DRAE, voz Berlina (En), ed 1925 y 1970. La "berlina" era un tipo de coche abierto que comenzó a usarse en Berlín –de ahí su nombre– y que sorprendía en Madrid de principios del XIX, dando lugar a esta expresión. Cfr José María Iribarren, El porqué de los dichos, 10ª ed, 1997, pg 71}.
"Aunque seas muy niño". El tema de la "infancia espiritual" tendrá un fuerte protagonismo en todo el libro. Vid especialmente los dos caps llamados "Infancia espiritual" y "Vida de infancia".

 «  DIRECCIÓN  » 

El Autor, sentado en el cap primero el horizonte cotidiano del vivir humano en Cristo, aborda en el cap 2, bajo el título "Dirección", la necesidad que el hombre cristiano tiene de ser guiado en el camino hacia Dios: esa guía es, ante todo, la acción del Espíritu Santo en el alma, y, con ella, las formas de mediación y acompañamiento que se dan en la Iglesia: el magisterio eclesiástico, el ministerio sacerdotal, la dirección espiritual en un contexto de plena apertura y sinceridad.
En el cap se descubren tres series de puntos:
a) la primera (p / 56 -65) es la que responde propiamente a esa guía espiritual mencionada y está integrada por la secuencia inicial de Cec, a la que se agregan dos puntos de Burgos (p / 63  y 64). En estos primeros números se encuentra la fundamental doctrina acerca de la necesidad de la dirección espiritual personal para la "reforma" descrita en el primer cap, entendido el Director espiritual como el que secunda la obra del Espíritu Santo en el alma.
b) En la segunda serie (p / 66 -75, parte de Cuenca, parte de Burgos), el Autor presenta la figura del sacerdote, que, sea quien sea, es otro Cristo. Interesante notar que los puntos de Cec sobre el sacerdote estaban situados en Cem32 ya muy avanzado el fascículo, formando una unidad con los que hablaban de la Santa Misa. Escrivá, al planear Cec, decide adelantarlos a este cap, situándolos en el contexto de la dirección espiritual.
c) La tercera y última parte (p / 75 -80), también con textos de ambas fases de la redacción, está dedicada a subrayar la necesidad de un "plan de vida" que sea como el marco de la guía espiritual y el entramado que aúna cristianamente la jornada.
Esta estructura es la que ya tenía el cap de Cec y permanece inmodificada al revisarlo y desarrollarlo en Burgos.
De los veinticinco puntos que integran el cap, catorce son los que ya lo formaban en Cec; los otros once proceden de la redacción en Burgos. Los puntos del impreso de Cuenca proceden a su vez: siete de Cem32, cuatro de Cem33 y tres directamente de Apínt. Ya se ve que en Cem no puede hablarse de un esbozo del presente cap.

 «  56  »  Madera de santo. –Eso dicen de algunas gentes: que tienen madera de santos. –Aparte de que los santos no han sido de madera, tener madera no basta.
Se precisa mucha obediencia al Director y mucha docilidad a la gracia. –Porque, si no se deja a la gracia de Dios y al Director que hagan su obra, jamás aparecerá la escultura, imagen de Jesús, en que se convierte el hombre santo.
Y la "madera de santo", de que venimos hablando, no pasará de ser un leño informe, sin labrar, para el fuego... ¡para un buen fuego si era buena madera!

Los p / 56  a 62, los primeros de este cap 2, son, como ya se ha dicho, los siete primeros de la edición de Cuenca, también por su mismo orden. A continuación comienza a insertar entre los de Cuenca puntos procedentes de la redacción en Burgos. El contexto de todo el cap es la llamada del hombre al seguimiento de Cristo y la santidad entendida como "cristificación" (San Cirilo de Jerusalén {"Cuando participamos de la Eucaristía, escribe San Cirilo de Jerusalén, experimentamos la espiritualización deificante del Espíritu Santo, que no sólo nos configura con Cristo, como sucede en el Bautismo, sino que nos cristifica por entero, asociándonos a la plenitud de Cristo Jesús" (Catequeses, 22, 3; citado en Es Cristo que pasa, 87)}), como reproducción de "la imagen de Jesús" en el hombre cristiano; dimensiones que se dibujan ya en este punto primero. La imitación de Cristo, exigida por el seguimiento, no es, para Josemaría Escrivá, la reproducción de un modelo externo, sino interna acción del Espíritu que "cristifica" al alma. Es el "Maestro interior" de que hablaba San Agustín, que se sirve en la Iglesia de un "maestro exterior": se trata de dejar "a la gracia de Dios y al Director que hagan su obra".
El texto original del p / 56  está en una anotación del Cuaderno V, nº 667, de 17-III-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 222, 686, 56}. El texto, que pasó primero a la multicopia y después al impreso de Cuenca, es casi literal, con las habituales diferencias de puntuación. En Cem32 lo situó muy al principio (nº 10) y en Cec eligió este punto para abrir el cap que entonces construía {"gentes". Borrado, debajo, se lee en el Cuaderno: "personas"}.

 «  57  »  Frecuenta el trato del Espíritu Santo –el Gran Desconocido– que es quien te ha de santificar.
No olvides que eres templo de Dios. –El Paráclito está en el centro de tu alma: óyele y atiende dócilmente sus inspiraciones.

Las notas escritas en el Cuaderno VI el martes 22-XI-1932 corresponden a cuatro consideraciones que pasaron a la edición velógrafo. Las dos últimas corresponden a los dos párrafos de este p / 57  {Cuaderno VI, nº 873. Las otras dos consideraciones son, por este orden, los futuros p / 364  y 75}. En las cuartillas a velógrafo eran todavía dos consideraciones autónomas (las 44 y 45), que, al preparar Cec, el Autor refundió, cambiando el orden de los párrafos, que es el que pasó a C. He aquí el texto del Cuaderno:
"No olvides que eres templo de Dios. El Espíritu Santo está en el centro de tu alma: óyele y atiende dócilmente sus inspiraciones.
Frecuenta el trato del Espíritu Santo –el Gran Desconocido– que es quien te ha de santificar".
A lo largo del año 1932 asistimos a un fuerte desarrollo de la devoción al Espíritu Santo en el Beato Josemaría, según muestran sus Apínt. He aquí dos anotaciones de su preparación a Pentecostés, que ese año fue el 15 de mayo:
"Estamos dentro de la novena al Espíritu Santo: ¡Dios mío!, ¿cuándo quitarás de mí ese cúmulo de pequeñas vilezas?" {Cuaderno V, nº 717, 10-V-1932}.
"Mientras cerraba el tabernáculo, comenté con este afecto, por estar dentro de la novena al Espíritu Santo: Que el fuego de tu Espíritu me llene" {Cuaderno V, nº 724, 13-V-1932}.
En junio ya tenía un ejemplar del ya citado Decenario al Espíritu Santo de Francisca Javiera del Valle {Decenario, o sea, modo de honrar al Espíritu Santo durante diez días, por la sierva de Dios Francisca Javiera del Valle, editado por el P. Marcelino González, S.J., Imprenta Comercial Salmantina –Prior 19, Salamanca 1932, 134 pgs El libro ya estaba en las librerías en marzo de ese año. No se reeditará hasta 1954. En esa fecha y por consejo del Beato Josemaría lo edita Ediciones Rialp, que lo incluye en su prestigiosa colección "Patmos", de libros de espiritualidad. El libro, que reproduce el original de 1932, tiene un éxito espectacular y son continuas las reediciones: Francisca Javiera del Valle, Decenario al Espíritu Santo, presentación de Florentino Pérez Embid, Rialp ("Patmos", 35), Madrid 1954, 146 pgs En 1994, un estudioso de la vida y obras de Francisca, publica una edición anotada a partir de los manuscritos originales: Francisca Javiera del Valle, Decenario al Espíritu Santo, Manuel Diego Sánchez (ed.), Espiritualidad ("Logos", 53), Madrid 1994, 232 pgs Citamos el Decenario poniendo siempre la página de la edición de Salamanca y después las referencias a Patmos 35 (10ª ed, 1987) y Logos 53. –En abril de ese año 1932 había leído el Autor de C (en un día, según el mismo nos dice) una biografía de esta santa mujer: Marcelino González, Vida de la sierva de Dios Francisca Javiera del Valle, Imprenta Comercial Salmantina, Salamanca 1932, 350 pgs "El libro –escribió el Beato Josemaría en su Cuaderno (Cuaderno V, nº 688, 7-IV-1932)– es la historia admirable de una hermosa alma contemplativa. Me hizo bien". Probablemente ya conocía el Decenario, que salieron prácticamente al mismo tiempo.}, que comenzó a leer y a anotar. En septiembre se forja el p / 599  que contempla "el viento del Espíritu Santo" levantando "el polvo sucio y caído". Y, desde los EjEsp que hizo en Segovia a principios de octubre de ese año, junto al sepulcro de San Juan de la Cruz, el tema del Espíritu Santo se proyecta con fuerza renovada sobre sus consideraciones, como puede verse en el texto citado en com / 58 y com / 755. De regreso a Madrid, y unos días antes de escribir este p / 57, fue a visitar a su Director espiritual (practicando, dicho sea de paso, la doctrina que inculca en el presente cap). La conversación debió girar sobre la acción del Espíritu Santo en el alma, tema que el Beato Josemaría, como vemos, tenía especialmente vivo. Hubo una llamarada de luz, ante un consejo sencillo y profundo. Al volver a casa escribió inmediatamente en su Cuaderno (nº 864):
"Octava de todos los Santos –martes– 8-XI-32: Esta mañana, aún no hace una hora, mi P. Sánchez me ha descubierto 'otro Mediterráneo'. Me ha dicho: 'tenga amistad con el Espíritu Santo. No hable: óigale'. Y desde Leganitos, haciendo oración, una oración mansa y luminosa, consideré que la vida de infancia, al hacerme sentir que soy hijo de Dios, me dio amor al Padre; que, antes, fui por María a Jesús, a quien adoro como amigo, como hermano, como amante suyo que soy... Hasta ahora, sabía que el Espíritu Santo habitaba en mi alma, para santificarla..., pero no cogí esa verdad de su presencia. Han sido precisas las palabras del P. Sánchez: siento el Amor dentro de mí: y quiero tratarle, ser su amigo, su confidente..., facilitarle el trabajo de pulir, de arrancar, de encender... No sabré hacerlo, sin embargo: El me dará fuerzas, El lo hará todo, si yo quiero... ¡que sí quiero! Divino Huésped, Maestro, Luz, Guía, Amor: que sepa el pobre borrico agasajarte, y escuchar tus lecciones, y encenderse, y seguirte y amarte {"El pobre borrico". Vid p / 606  y 998 con sus com}. –Propósito: frecuentar, a ser posible sin interrupción, la amistad y trato amoroso y dócil del Espíritu Santo. Veni Sancte Spiritus!..." {Leía pocos días después este pasaje del Decenario al Espíritu Santo, pg 52 [Patmos 35, pg 102; Logos 52, pg 151]: "Lo que mucho vale, ¡mirad a Jesucristo cuánto le cuesta! Es el don sobre todo don lo que desea alcanzar para nosotros; y antes de dárselo, le cuesta un sufrimiento sobre todo sufrimiento. ¡Oh lo que costó a Jesucristo alcanzarnos de Dios su Santo y Divino Espíritu!". Lo acotó con rasgos intensos y escribió debajo, lleno de compunción: "Y ¡no Le trataba!" (Glosas marginales al Decenario 1932, pg 52). En Forja, 430  se recoge casi a la letra el pasaje del Cuaderno VI arriba transcrito, que ha sido estudiado y comentado por J. L. Illanes, "Trato con el Espíritu Santo y dinamismo de la experiencia espiritual. Consideraciones a partir de un texto del Beato Josemaría Escrivá", en Pedro Rodríguez (dir.), El Espíritu Santo en la Iglesia, Actas del XIX Simposio Internacional de Teología de la Universidad de Navarra, Pamplona 1999, pgs 467-479}.
Toda la vida trinitaria en el alma... La anotación del Beato Josemaría es de una claridad meridiana. A raíz de la visita al confesor comienza una intensa relectura del libro de Francisca Javiera del Valle sobre el Espíritu Santo. Transcribe en el Cuaderno VI frases de la costurera de Carrión {La primera, dos días después del punto que comentamos, jueves 24-XI-1932 (nº 875): "Tanto tendrás de santidad cuanto tengas de mortificación (Decenario de Fca.)". La segunda, el lunes siguiente, 28-XI-1932 (nº 882): "Del Decenario de Fca. Xaviera: Pues, a echar a un lado los goces; que, para gozar, una eternidad de sólo goces nos está preparada; a padecer y más padecer, por amor de Aquel que dio la vida por nosotros". La tercera, el viernes 2-XII-1932 (nº 887): "El barro fue mi principio y la tierra es la herencia de todo mi linaje. ¿Quién, si no es Dios, merece alabanza? (Decenario)". Corresponden a las pgs 63 ["Tanto tendré de santidad cuanto tenga de mortificación"], 95 y 109 de la primera edición, la de Salamanca de ese año; 77, 105 y 119 de Patmos 35; 120, 154 y 169s de Logos 53} y el ejemplar del libro se llena de nuevas anotaciones –marginales e interlineales, a lápiz– de extraordinaria riqueza espiritual {Nos referiremos a esos textos con el nombre de Glosas marginales. El ejemplar de que hablamos se conserva en AGP. Lleva fecha autógrafa de 1-VI-1932. La primera lectura y las primeras anotaciones hay que situarlas lógicamente a continuación} , anotaciones que tienen el estilo literario y el clima de entusiasmo desbordante del apunte del Cuaderno que acabamos de transcribir {Una entre muchas. Dice Francisca Javiera: "Este Divino Maestro pone su escuela en el interior de las almas que se lo piden y ardientemente desean tenerle por Maestro. Ejerce allí este oficio de Maestro sin ruido de palabras y enseña al alma a morir a sí mismo en todo, para no tener vida sino en Dios" (Decenario al Espíritu Santo, pg 57 [Patmos 35, pg 71; Logos 52, pg 113]). El Beato Josemaría acotó y escribió debajo: "¡Quiero!" (Glosas marginales al Decenario 1932, pg 57) al, como haciendo eco al "¡que sí quiero!" de su Cuaderno}.
Esta larga digresión nos ha parecido necesaria porque es en medio de esa lectura y de ese "Mediterráneo" donde se forja el punto que comentamos. Éste es el mensaje: no sólo actitud agradecida ante la "acción" del Espíritu en el alma, sino "trato" personal con el Paráclito, con el "Gran Desconocido", para que deje de serlo. En 1934 compuso esta oración, que parece la secuencia entre el consejo recibido –"¡óigale!"– y la experiencia sobrenatural –"He oído tu voz":
"Ven, ¡oh Santo Espíritu!: ilumina mi entendimiento, para conocer tus mandatos: fortalece mi corazón contra las insidias del enemigo: inflama mi voluntad... He oído tu voz, y no quiero endurecerme y resistir diciendo: después..., mañana. Nunc coepi! ¡Ahora!, no vaya a ser que el mañana me falte.
¡Oh, Espíritu de verdad y de Sabiduría, Espíritu de entendimiento y de consejo, Espíritu de gozo y de paz!: quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras..." {Texto autógrafo en AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 12. Acaba así: "(Rezar siete padrenuestros, y terminar, diciendo:) | Santa María, Esperanza nuestra, Asiento de la Sabiduría. Ruega por mí. –San José, mi Padre y Señor, ruega por mí. –Ángel de mi Guarda, ruega por mí. | =José María, abril, 934="}.
"El Gran Desconocido". En este punto y en su original del Cuaderno VI aparece por primera vez esta expresión para designar al Espíritu Santo, que será característica en el lenguaje espiritual del Autor. Vid la homilía que tiene ese título {El Gran Desconocido. Homilía pronunciada el 25-V-1969, fiesta de Pentecostés, incluida en Es Cristo que pasa, nn. 127-138}. Esa designación tiene su matriz en la Escritura {Me refiero al pasaje de los Hechos sobre el "desconocimiento" del Espíritu –"Ni siquiera hemos oído que exista el Espíritu Santo" (Hch 19, 2)– , que adquiere una sorprendente actualidad en la vida espiritual de muchos cristianos, y a la inisistencia de San Pablo en que se "conozca" la presencia del Paráclito: "¿no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu Santo mora en vosotros?" (1Co 3, 16) Vid Es Cristo que pasa, 134. Vid también León XIII, Enc. Divinum illud munus, sobre el Espíritu Santo, 9-V-1897, en ASS 29 (1897) 644-658} y pudo forjarse en la meditación del Decenario {En la "Dedicatoria" escribe la autora: "Y así, Padre amantísimo, como habla y pide un hijo, así yo os comunico a Vos, Padre dulcísimo y amabilísimo, la grande pena de mi corazón y el ardiente deseo que ya tantos años tiene mi alma, y mi pena es el que no es conocida la tercera Persona a quien todos llamamos Espíritu Santo, y mi deseo es aque le conozcan todos los hombres, pues es desconocido aun de aquellos que te sirven y te están consagrados»(Decenario al Espíritu Santo, 1932, pg 9; pg 22; Logos 52, pg 60s).}.

 «  58  »  No estorbes la obra del Paráclito: únete a Cristo, para purificarte, y siente, con Él, los insultos, y los salivazos, y los bofetones..., y las espinas, y el peso de la cruz..., y los hierros rompiendo tu carne, y las ansias de una muerte en desamparo.
Y métete en el costado abierto de Nuestro Señor Jesús hasta hallar cobijo seguro en su llagado Corazón.

Día de San Juan Evangelista, 27-XII-1932. Ese día el Autor escribió en el Cuaderno VI, nº 899, éste y otros cinco futuros puntos de C {Son: 563, 571, 674, 890, 887, 58} , que serían los de fecha más reciente incorporados a las cuartillas tiradas a velógrafo. Tenor literal idéntico, con las variantes señaladas en apcrít.
De este pasaje de Apínt se conserva –es ciertamente uno de los pocos casos– la "cuartilla" en que lo escribió antes de transcribirlo en el Cuaderno {Dos variantes dentro de la "cuartilla": a) escribió "únete a Jesús", que tachó en una segunda lectura y puso encima "únete a Cristo"; en esa segunda lectura después de "siente" agregó: "con Él"}. Acababa de leer una carta de un Padre capuchino y, al dorso, escribió el texto en cuestión {Carta de Laureano Martínez de Muñecas a Josemaría Escrivá, Santander 20-XII-1932; AGP, sec E., carp 736, exp 79. La carta nada tiene que ver con el tema. Pienso que fue el papel que tenía más a mano cuando escribió esa consideración}.
Para el Autor la "obra" del Espíritu Santo en el alma es inequívoca: la cristificación. Ya lo había visto con toda claridad en los EjEsp de Segovia:
"Nuestro Señor Jesús lo quiere: es preciso seguirle de cerca. No hay otro camino. Esa es toda la obra del Espíritu Santo en cada alma –en la mía–: seré dócil, para no poner obstáculos a mi Dios " {Apínt, nº 1650. Viernes, día cuarto de los EjEsp, 7-X-1932. Vid p / 755  y com}.
En el contexto del cap, que se llama "Dirección", el mensaje es claro, también para los que tienen oficio de orientar y aconsejar a los fieles en los caminos del Señor. En esa "dirección" sopla siempre el Espíritu.
Interesante notar la introducción del término "llagado" en el texto impreso {A propósito de las llagas de Cristo vid p / 288  y 555 con sus com}. Ese cambio llevó a que en C no aparezca la expresión "Sagrado Corazón", de cuya devoción –que tenía tanta fuerza en aquellos años y que siempre mantuvo viva y operante el Autor– es de lo que en realidad se está hablando en éste y otros puntos de C. Esto provocó una recensión muy crítica del libro en la revista Razón y Fe {Razón y Fe, sept-oct 1944, 130 (1944) 346: "dedicando a tantas devociones numerosos apartados –a los ángeles custodios desde el 562 al 570– , no existe para este libro el Sagrado Corazón de Jesús"}. El P. Aguilar OP, con ocasión de la segunda edición de C, defendía al libro de estas acusaciones en La Ciencia Tomista {"Con amplitud católica de criterio se ha dado cabida en el índice a temas variados de espiritualidad. Habrá preferencia quizá por algunos más de mejor adaptación al alma de la juventud. Pero no podemos compartir el juicio reciente de una revista al afirmar que ' para este libro no existe el Sagrado Corazón ' , cuando puede leerse en sus páginas esta frase: ' Y métete en el costado abierto de Nuestro Señor Jesús hasta hallar cobijo seguro en su llagado Corazón ' (nº 58)" (La Ciencia Tomista, nov-dic 1944, 62 [1944] 382). La revista a la que se refiere Aguilar es Razón y Fe}.
La mística del "costado abierto" y del "corazón" de Cristo reaparece en p / 884. Allí el "Corazón llagado" es el "Corazón amabilísimo". Sobre las llagas de Cristo, vid también p / 288  y 555

 «  59  »  Conviene que conozcas esta doctrina segura: el espíritu propio es mal consejero, mal piloto, para dirigir el alma en las borrascas y tempestades, entre los escollos de la vida interior.
Por eso es Voluntad de Dios que la dirección de la nave la lleve un Maestro, para que, con su luz y conocimiento, nos conduzca a puerto seguro.

Asentada la doctrina sobre el Espíritu Santo y el caminar del cristiano, C comienza a tratar en este punto de la colaboración humana en la "dirección espiritual". Josemaría Escrivá fue siempre, a lo largo de toda su vida sacerdotal, un incansable predicador de la conveniencia, más aún, de la necesidad de la dirección espiritual personal para avanzar en el seguimiento de Cristo. El hecho de que esta doctrina esté situada nada más comenzar el libro (cap 2) habla claro sobre el tema, como ya pusimos de manifiesto en IntrodGen § 11, 3 (pg 185). La experiencia enseña que incluso aquellos que son buenos consejeros para los demás son malos pilotos para la propia nave... Es la doctrina de la tradición, que tiene su testigo clásico en San Juan Clímaco {"Una nave que tiene un buen piloto navega hacia el puerto, con la ayuda de Dios, sin peligro alguno; así, el alma que tiene un buen pastor se encamina al Cielo fácilmente, aunque antes hubiera cometido graves pecados" (San Juan Clímaco, Scala Paradisi, 26; PG 88, 1089B)} :
El punto está incluido entre las notas del Cuaderno VI fechadas en 21-X-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 795, 271, 59, 470, 434} , nº 1068. Fue, pues, directo al impreso de Cuenca, sin tener vida previa a velógrafo. Vid apcrít.
En la "imaginería" del punto está, claramente, el clima evangélico de Jesús y la barca de los Apóstoles, con la tempestad calmada y el Maestro en la barca (Mt 8, 23 -27)... Ahora el Maestro de Nazareth envía a su Espíritu a la Iglesia y al alma, y se sirve como de un instrumento del hermano que nos aconseja y nos guía, al que se referirá en el punto siguiente.

 «  60  »  Si no levantarías sin un arquitecto una buena casa para vivir en la tierra, ¿cómo quieres levantar sin Director el alcázar de tu santificación para vivir eternamente en el cielo?

El punto retoma con un nuevo símil la fundamental doctrina del punto anterior: de la nave y el piloto pasamos al arquitecto y la casa. El texto procede de un párrafo del Cuaderno VI –situado en el nº 932– , escrito en 14-II-1933, del que saldrán dos puntos de C. Con la primera parte del texto el Autor construye el p / 62. El punto que comentamos, el p / 60, es la frase final del párrafo:
"¿Si no levantarías, sin un arquitecto, una buena casa, para vivir en la tierra, cómo quieres levantar, sin Director, el alcázar de tu santificación para vivir eternamente en el cielo?".
Ahora, como vemos, la doctrina se apoya en la imagen bíblica de la casa (cfr Lc 14, 28  s; 1Co 3, 10) {Una proximidad de ritmo y de estructura literaria se encuentra en este pasaje del Quijote, obra que sabemos el Autor leyó abundantemente en su juventud: "Quiere hacer uno un viaje largo, y si es prudente, antes de ponerse en camino busca alguna compañía segura y apacible con quien acompañarse. Pues ¿por qué no hará lo mismo el que ha de caminar toda la vida, hasta el paradero de la muerte...?" (Parte II, cap XIX)}.

 «  61  »  Cuando un seglar se erige en maestro de moral se equivoca frecuentemente: los seglares sólo pueden ser discípulos.

La idea proviene del P. Sánchez, confesor de Escrivá, y así lo anotó éste en su Cuaderno, día 15-X-1931, nº 329 {En el ejemplar de Cem32 que el Autor pasó al P. Sánchez casi dos años después (vid IntrodGen) anota al margen de este punto: "¿Se acuerda, Padre? ... se lo oí a V. R. en Chamartín"}:
"Oí decir al p. Sánchez que, cuando un seglar se erige en maestro de moral, se equivoca siempre. Los seglares –añadió– sólo pueden ser discípulos".
Al preparar el texto impreso, el tajante siempre del P. Sánchez se transformó en frecuentemente. La formulación del pensamiento hoy nos puede parecer chocante. Pero el mensaje de este punto se entiende bien situándolo en su contexto histórico. La teología moral que el P. Sánchez y Josemaría Escrivá habían estudiado era la propia de la época, casuística y orientada a la confesión sacramental y a preparar confesores; una teología que, por su propio método, presupone en el docente la "experiencia" del confesor. Es evidente que el criterio aquí asentado no excluye que seglares puedan –incluso deban–estudiar, escribir y enseñar, desde una perspectiva académico-científica, sobre cuestiones de ética, de moral, de doctrina social de la Iglesia, de bioética, etc.

 «  62  »  Director. –Lo necesitas. –Para entregarte, para darte..., obedeciendo. –Y Director que conozca tu apostolado, que sepa lo que Dios quiere: así secundará, con eficacia, la labor del Espíritu Santo en tu alma, sin sacarte de tu sitio..., llenándote de paz, y enseñándote el modo de que tu trabajo sea fecundo.

Para la situación de este punto en el Cuaderno VI, vid com / 60. Ahora se comprende bien por qué situó las dos partes de la misma "catalina" en orden inverso. La primera, que es la que pasa a este punto sintetiza la doctrina hasta ahora presentada en el cap: Director, sí; pero Director que secunde la acción del Espíritu Santo, que es quien dirige. El texto original suena así:
"Director. Lo necesitas. Para entregarte, para darte..., obedeciendo. Y Director, que sea de la Obra, conocedor de lo que Dios quiere: así secundará, con eficacia, la labor del Espíritu Santo en tu alma, sin sacarte de tu sitio..., llenándote de paz, y enseñándote el modo de que tu apostolado sea fecundo" {Cuaderno VI, nº 932, 14-II-1933}.
Es interesante el tenor de este texto original (vid apcrít), en el que se ve que, cuando escribe, está pensando en la Obra que el Señor le ha encargado realizar. Para el Autor, el criterio es que, a la hora de elegir Director espiritual, el sujeto debe buscar a alguien que conozca bien las circunstancias de apostolado y de trabajo en que esa persona se mueve. Por eso aconseja a los fieles del Opus Dei que tengan un Director espiritual que sea de la Obra. Al escribir C, lógicamente no alude a la Obra. Pero el criterio que ofrece es el mismo.
La carga de este punto está en la clara "relativización" del Director espiritual, como figura humana, ante la acción soberana del Espíritu Santo (vid p / 57). El Director no "impone", "secunda". Y en ese secundar –"acompañando", como hoy es frecuente decir– está su autoridad y su fuerza. Es el Espíritu el que se "impone" a las almas que le dejan actuar ("no estorbes la obra del Paráclito", p / 58). Ésta es la "obediencia" de que se habla en este punto: la obediencia de fe {Es, por otra parte, la doctrina de la gran tradición católica: vid por ej, Didachè, 4, 1-2 (Ench. Asc., 2) y la anotación 15ª del libro de los Ejercicios de San Ignacio (BAC 86, 2ª ed, Madrid 1963, pg 199)}.

 «  63  »  Tú –piensas– tienes mucha personalidad: tus estudios –tus trabajos de investigación, tus publicaciones–, tu posición social –tus apellidos–, tus actuaciones políticas –los cargos que ocupas–, tu patrimonio..., tu edad, ¡ya no eres un niño!.
Precisamente por todo eso necesitas más que otros un Director para tu alma.

Antes de terminar el bloque de puntos procedentes de Cec, el Autor, al preparar la edición definitiva, introduce dos puntos redactados en Burgos: éste y el siguiente. El p / 63  refuerza la necesidad de la dirección espiritual saliendo al paso –no sin un punto de humor– de una objeción, inconfesada pero frecuente en el ambiente universitario y académico.
La "gaitica" es una ficha Re, de trazos gruesos; segundo semestre de 1938 o enero de 1939, en principio. No he visto contextos redaccionales precedentes. En esta línea se mueve este apunte del verano de 1939, que puede ser ya un eco de este punto:
"Soberbia son también esos pujos de independencia, ese no querer dejarte influir por los demás, ni por el ambiente. ¡Tienes tanta personalidad!! Y así basta que te digan una cosa para que hagas la contraria" {Nota tomada por Pedro Casciaro a partir de una meditación. Se encuentra en AGP, sec A, leg 14, carp 2. exp 2, doc 1. No dice el lugar –podría ser Madrid o Valencia– ni fecha exacta}.
Este p / 63, redactado en Burgos, muestra a su Autor, lo mismo que antes en DYA y Ferraz, en relación pastoral con personas ya situadas en la vida profesional y social, más allá de los jóvenes universitarios de los que hablaba en la "Advertencia preliminar" de Cec {Vid IntrodGen § 11, 1, a (pgs 168-174). Vid com / 400}.

 «  64  »  No ocultes a tu Director esas insinuaciones del enemigo. –Tu victoria, al hacer la confidencia, te da más gracia de Dios. –Y además tienes ahora, para seguir venciendo, el don de consejo y las oraciones de tu padre espiritual.

Octavilla Re, de las mismas características que la anterior. Antepone el Autor este nuevo texto, redactado en Burgos, al que sigue, procedente de la edición de Cuenca: ambos tocan un aspecto muy destacado en la predicación del Beato Josemaría: la sinceridad en la dirección espiritual, tema del que habló y escribió extensamente, y que aquí –y en el p / 65 – sintetiza en dos trazos inequívocos.
"La confidencia". Señala la dimensión de confianza que tiene la apertura del alma –con plena sinceridad– que se hace en la dirección espiritual y la natural y sobrenatural reserva que comporta en el que recibe esas comunicaciones espirituales.

 «  65  »  ¿Por qué ese reparo de verte tú mismo y de hacerte ver por tu Director tal como en realidad eres?
Habrás ganado una gran batalla si pierdes el miedo a darte a conocer.

Vid com / 64. Este nuevo texto se basa en el séptimo de los 11 futuros puntos de C {Son: 110, 718, 435, 983, 386, 325, 65, 178, 174, 802, 173} que el Autor transcribió en el Cuaderno VII el día 5-I-1934. Pasó unos meses después al texto impreso. Aparte cuestiones de puntuación, el texto de C es idéntico al de Cec. No así al original del Cuaderno VII, nº 1100, que dice así:
"Falta de humildad. Falta de humildad y de sencillez es ese miedo tuyo a verte tú mismo y a hacerte ver por tu Director tal como en realidad eres. Habrás ganado una gran batalla, si pierdes el miedo de darte a conocer" {"a verte tú mismo y a hacerte". En el Cuaderno se lee en primera redacción: "a verte y hacerte"}.
Por esas mismas fechas, en el guión de un círculo de formación que dirigió en la Academia DYA se lee:
"Miedo de conocerse y miedo de darse a conocer. –¡Director!" {Guion nº 12 de los preparados por el Autor en el curso 1933-34 para el plan de formación de los universitarios; AGP, sec A, leg 50-13, carp 4, exp 1, doc 12}.
Vid en el cap 27 (« Humildad ») el tema « propio conocimiento ».

 «  66  »  El Sacerdote –quien sea– es siempre otro Cristo.

Después de tratar de la dirección espiritual y del director espiritual, comienza con este punto una serie de diez dedicados a la figura del sacerdote, que es al que de ordinario acuden los fieles en busca de ese consejo para su vida cristiana. La perspectiva en que el Autor se sitúa es muy determinada: que los fieles capten el "misterio" del sacerdote en la Iglesia, y actúen en consecuencia, con respeto y veneración al sacerdote. Son puntos escritos para los fieles. Por eso es interesante ver lo que decía a los sacerdotes –o a los futuros sacerdotes– a la vez que escribía estos puntos de C. Pedro Casciaro es el que declara:
"Consideró su sacerdocio, desde que tomó tal resolución, como una misión de servicio a Dios, a la Iglesia y a los hombres. Podría resumirlo en lo que me dijo cuando, por primera vez, me preguntó si estaría dispuesto yo a ser sacerdote, señalándome la modesta alfombra roja que cubría la tarima del altar y el presbiterio del oratorio de la residencia de Ferraz 50, en Madrid. Me comentó: 'Date cuenta que ser sacerdote es ser como esa alfombra, estar muy cerca del sagrario, pero estar dispuesto para que los demás pisen blando y no quejarse por ello' " {Pedro Casciaro, Declaración procesal, fol 715; Proceso Matritense del Beato Josemaría, testigo nº 31}.
Este p / 66  es normativo para el conjunto de los diez, tanto que estimará necesario repetir el "alter Christus" en el punto siguiente. El texto procede del Cuaderno VI, nº 874:
"Día de San Juan de la Cruz, 24-XI-32: El sacerdote –quien sea– es siempre otro Cristo" {Futuros puntos de C transcritos ese día: 66, 74, 04, 735, 421, 837, 816, 474}.
En realidad Escrivá no hace sino recoger la doctrina y la terminología acerca del sacerdote que configuraba la tradición católica (en el punto siguiente dirá que es cosa "sabida") y la espiritualidad sacerdotal. El Papa San Pío X en 1908 expresaba esta tradición con estas concisas palabras:
"Si el sacerdote se llama y es otro Cristo (alter Christus) por la potestad que se le ha comunicado, ¿no deberá hacerse y ser considerado tal también por la imitación de sus obras?" {"Sacerdos enim, si alter Christus vocatur et est communicatione potestatis, nonne talis omnino et fieri et haberi debeat etiam imitatione factorum?" (San Pío X, Enc. Haerent animos, al clero católico en el 50º aniversario de su ordenación sacerdotal, 4-VIII-1908; ASS 41 (1908) 569. Vid ya antes la expresión en ASS 36 (1903) 135}.
El Cardenal Mercier, en 1919, durante su "Retraite prêchée à ses prêtres", se pronunciaba sobre el tema en estos términos:
"La tradition chrétienne l'a bien compris et a traduit son sentiment dans cette formule devenue un sorte d'adage théologique: Sacerdos alter Christus, le prêtre est un autre Christ" {Désiré Joseph Cardinal Mercier, La vie intérieure. Appel aux âmes sacedotales. Retraite prêchée a ses prêtres, Beauchèsne, Bruxelles-Paris 1919, pg 143}.
Los demás Papas del siglo XX han usado también con frecuencia este adagio tradicional.
La expresión tiene dos sentidos en la literatura espiritual y teológica, perfectamente recogidos en el texto de San Pío X. El Autor la utiliza aquí (y en el punto siguiente) en el sentido que podríamos llamar "indicativo" o "teológico-sacramental", que es el primero en el texto del Papa y al que volverá Pío XI {"Quin immo ipse, quod iure meritoque dicere solemne habemus, ' alter est Christus ' , cum eius personam gerat secundum illud: ' Sicut misit me Pater, et ego mitto vos ' " (Pío XI, Enc. Ad catholici sacerdotii, 20-XII-1935, en AAS 28 [1936] 10)} , escrito ya el punto de C; y, para subrayar este sentido sacramental, agrega entre guiones: "quien sea", es decir, no depende el "alter Christus" (en este primer sentido) del grado de santidad del sacerdote {El Concilio Vaticano II ha preferido expresar este contenido "teológico-sacramental" hablando con otra expresión tradicional: que el sacerdote actúa "in persona Christi". Const. Lumen Gentium, 21-XI-1964, nº 10; Decr. Presbyterorum Ordinis, 7-XII-1965, nº 2  c: "...ita ut in persona Christi Capitis agere valeant". El Autor de C utiliza en sus escritos las dos fórmulas}.
Pero los autores espirituales {"Que de fois je me suis laissé dire, que de fois j'ait redit moi-même, jadis: 'Sacerdos, alter Christus' : Prêtre, je suis un autre Christ. Mais si tu es un autre Christ, me dis-je, aujourd'hui, avec frayeur, ta vie devrait ressembler a celle du Christ. Or, elle n'en a été, jusqu'à cette heure, que la caricature" (Card. Mercier, La vie intérieure, 1919, pg 143; Mercier transcribe la carta de un sacerdote)} y el Magisterio ulterior {El Sacerdote "ita vivat ut alter Christus, qui virtutis suae fulgore hominum universitatem collustrabat atque collustrat" (Pío XI, Enc. Ad catholici sacerdotii, 20-XII-1935, en AAS 28 [1936] pg 23)} utilizan también el adagio "sacerdos alter Christus" en sentido derivado, que es el segundo en el texto de San Pío X y que podríamos llamar "imperativo" o "teológico-espiritual": exigencia en el sacerdote de ser y vivir como Cristo, de "ser otro Cristo" para los demás. Es claro que el sentido imperativo tiene su fundamento en el indicativo.
Todo esto, que el Autor tenía muy vivo ya desde el Seminario, sentía la necesidad de transmitirlo a los fieles, especialmente el sentido teológico-sacramental, porque les ayudaría a comprender y respetar a los sacerdotes, incluso a los que fueran personalmente poco dignos {La Exhortación Haerent animos, antes citada, tenía como objeto –escribió con su habitual franqueza San Pío X– "sobre todo llamar a los sacerdotes extraviados y tibios"}. Pero esta urgencia de transmitir a otros el misterio del sacerdote hay que ponerla en relación, me parece, con la renovada autoconciencia de su propio sacerdocio, que le fue concedida en los EjEsp que hizo en Segovia el mes anterior a nuestro texto, donde sacó este propósito (el 9º de una lista de 11):
"Recordar frecuentemente que soy... ¡alter Christus!" {Apínt, nº 1691, 10-X-1932. Es claro, en este brevísimo apunte, el juego latente con los dos conceptos teológicos del "sacerdos alter Christus": el Autor se propone aquí recordar lo que es en el plano teológico-sacramental para exigirse e implorar serlo en el plano existencial}.
Este sentido del respeto al sacerdote, fundado en el objetivo misterio "teológico-sacramental" que porta consigo, aparecía ya, con otra formulación, en esta nota de dos años antes, donde el fundamento es éste: todos los sacerdotes son uno y el mismo: Cristo:
"Porque ésa será otra característica de la Obra de Dios: la profunda veneración y respeto que todos sus miembros manifestarán, de palabra y obra e interior sentir, a todos los sacerdotes, de cualquier familia religiosa que sean, de cualquier nación, de cualquier raza: porque el sacerdote –a fin de cuentas– es siempre el mismo y uno: Cristo" {Apínt, nº 101, 25-X-1930. La veneración a los sacerdotes –sean seculares, sean religiosos– es una característica del Opus Dei, cuyo espíritu es eminentemente laical. "La realidad social, la espiritualidad y la acción del Opus Dei se insertan, pues, en un venero muy distinto [del de la vida religiosa] de la vida de la Iglesia: concretamente, en el proceso teológico y vital que está llevando el laicado a la plena asunción de sus responsabilidades eclesiales, a su modo propio de participar en la misión de Cristo y de su Iglesia" (Conversaciones, 20)}.
En sus EjEsp de 1933, en Madrid, anotó:
"Fin del sacerdote: Alter Christus..., en la Cruz. Salvar almas" {Apínt, nº 1707, 20-VI-1933}.
Siempre, la tradición católica del sacerdocio: la realidad sacramental en cuanto que fundamenta y exige la entrega apostólica.
Josemaría Escrivá, profundizando en el sentido originario del Bautismo, configurador de toda la existencia cristiana, llegó más tarde –como hemos apuntado en com / 2– a la conclusión de que el "alter Christus", tanto en el sentido sacramental (indicativo) como en el espiritual (imperativo), era también válido para el cristiano ut talis. El tema se incoa en el propio C, en la fase redaccional de Burgos (1938) –vid p / 687, que se mueve en el sentido teológico-espiritual– , y se hace patente en los escritos posteriores:
"La llamada de Dios, el carácter bautismal y la gracia, hacen que cada cristiano pueda y deba encarnar plenamente la fe. Cada cristiano debe ser alter Christus, ipse Christus, presente entre los hombres" {Conversaciones, 58}.
Y, en su homilía titulada Vocación cristiana, esta doctrina es como la síntesis de esa vocación. Así acaba la homilía:
"Nuestra Señora, Santa María, hará que seas alter Christus, ipse Christus, otro Cristo, ¡el mismo Cristo!" {Es Cristo que pasa, 11  }.
Nos da incluso una fórmula de comprensión de la diferente forma de ser "alter Christus" que se da en el sacerdote y en los demás fieles:
"Algunos se afanan por buscar, como dicen, la identidad del sacerdote. [...] ¿Cuál es la identidad del sacerdote? La de Cristo. Todos los cristianos podemos y debemos ser no ya alter Christus, sino ipse Christus: otros Cristos, ¡el mismo Cristo! Pero en el sacerdote esto se da inmediatamente, de forma sacramental" {"Sacerdote para la eternidad", Homilía pronunciada el 13-IV-73; Amar a la Iglesia, pg 68. El tema ha sido objeto de tres estudios monográficos: Mercedes Otero, "El 'alma sacerdotal' del cristiano", en Mons. Escrivá de Balaguer y el Opus Dei, 1985, pgs 293-320; J. L. Illanes, "El cristiano 'alter Christus –ipse Christus' ...", 1994, pgs 605-622; y A. Aranda, 'El bullir de la sangre de Cristo' 2000, pgs 203-254}.
El "alter Christus" del sacerdote es ante todo, para Escrivá, la configuración sacramental que es efecto del Sacramento del Orden:
"Soy, por un lado, un fiel como los demás; pero soy, sobre todo, ¡Cristo en el Altar! Renuevo incruentamente el divino Sacrificio del Calvario y consagro in persona Christi, representando realmente a Jesucristo, porque le presto mi cuerpo, y mi voz y mis manos, mi pobre corazón, tantas veces manchado, que quiero que Él purifique" {"Sacerdote para la eternidad", Homilía pronunciada el 13-IV-73; Amar a la Iglesia, pg 74}.
Vid p / 947, donde el Autor incoa también la temática ipse Christus, identificación con Cristo.

 «  67  »  No quiero –por sabido– dejar de recordarte otra vez que el Sacerdote es "otro Cristo". –Y que el Espíritu Santo ha dicho: "nolite tangere Christos meos" –no queráis tocar a "mis Cristos".

Esta octavilla y las dos siguientes parecen pertenecientes a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. Se remacha aquí la identidad cristológica del sacerdote. Parece –por su tenor literal– que está redactada con la edición de Cuenca delante y con el proyecto de insertarla en el lugar que ahora ocupa. ¿Quién no ve en este texto el hondo sufrimiento del Autor ante el martirio de tantos sacerdotes en aquellos años de guerra civil en España?
Ya en 1934, en una Hora Santa que predicó en el Cerro de los Ángeles {Situado a pocos kilómetros de Madrid, en él se construyó el "Monumento al Sagrado Corazón de Jesús", solemnemente inaugurado por el Rey Alfonso XIII en mayo de 1919 y pasó a ser uno de los símbolos del catolicismo en España. Cfr Melchor Fernández Almagro, Historia del Reinado de don Alfonso XIII, Montaner y Simón, 2ª ed, Barcelona 1934, pgs 357-358} abordó este tema en contexto de reparación al Corazón de Cristo.
"II. ¿Podemos nosotros reparar? Sigue la Pasión del Señor: mofa, salivazos, escarnio (insultos al sacerdote, que es otro Cristo...)" {Hora Santa, en el Cerro de los Ángeles, 17-II-1934; guión nº 50. El Autor, una vez más, expresaba una experiencia vivida en España día tras día por tantos sacerdotes en aquellos años. Vid Vázquez de Prada, I, pgs 359ss}.
En un guión de predicación de enero de 1935 ya se lee:
"Sacerdote otro Cristo ... Como los hijos de Noé {Sobre el tema vid com / 75}. Nolite tangere" {Meditación "La Sagrada Eucaristía", Madrid enero 1935; guión nº 44. Forma parte de una serie completa de guiones de unos EjEsp predicados en esa fecha a mujeres}.
Una observación sobre el texto del salmo (vid apcrít). El versículo completo suena así: "Guardaos de tocar a mis ungidos, ni mal alguno hagáis a mis profetas" {Sal 105, 15 (Vulgata): "nolite tangere christos meos et in prophetis meis nolite malignari"}. El salmo se refiere a la protección que Yaveh dispensa al clan descendiente de Abrahán y a los movimiento nomádicos de los patriarcas hasta la llegada a Egipto de los hijos de Jacob: el clan –"pocos en número, casi como nada, y extranjeros" (v.12)– eran sin embargo, para Dios, "mis ungidos (por la elección Dios se los había consagrado)" y "mis profetas" (porque recibían la palabra de Dios y la transmitían a otros). Es evidente que el Autor escribió la "gaitica" citando de memoria el salmo 105 (no tenía Biblia en Honduras). También es cosa clara que en las ediciones de la Vulgata que pudo usar se dice christos, con minúscula, no Christos, como él escribe. La mayúscula que introduce es una consciente proyección de la concentración cristológica de su lectura del texto de los "ungidos", en la que se inscribe el misterio del sacerdote como alter Christus, que es a donde quiere llevar al lector. Esto se confirma en la línea siguiente, cuando al escribir la traducción del salmo puso el texto con la grafía normal: mis cristos, con minúscula, y la rectificó inmediatamente {Este modo de expresión –los sacerdotes, "mis Cristos"– lo hizo célebre Santa Catalina de Siena: "Son mis ungidos y los llamo mis Cristos porque los he puesto para que me administraran a vosotros" (El diálogo, cap 113; BAC 143, Madrid 1955, pg 399). El tema llena los caps 113-115, y concluye: "Éstos son mis ungidos; por esto dije en la Escritura: 'No toquéis a mis Cristos' " (cap 115; pg 401s). Es la misma lectura que hace el Autor.}.

 «  68  »  Presbítero, etimológicamente, es tanto como anciano. –Si merece veneración la ancianidad, piensa cuánto más habrás de venerar al Sacerdote.

Como hemos dicho, la octavilla pertenece a la serie Lh. En julio de 1937 predicaba al pequeño grupo que le acompañaba en Honduras:
"¡Cómo resplandece aquí {Está comentando Mt 8, 4, que cita así: "ve, muéstrate al sacerdote y ofrece la ofrenda que mandó Moisés para que les sirva a ellos de testimonio"} el respeto de Jesús hacia el sacerdote!, aunque eran sacerdotes de la Ley Antigua, servidores de un Arca Santa que era tan sólo una figuración de nuestros Sagrarios. ¿Qué consideración habremos de mostrar nosotros hacia los sacerdotes de la Ley Nueva, que poseen el poder de cambiar el pan en la misma Carne de Cristo? ¡Cómo debemos extremar con ellos la comprensión, cubriendo sus miserias y flaquezas de hombre con la capa de la caridad!" {PredicHond, "Curación de un leproso", 12-VII-1937, pg 208; XXXIII. Es clásico, en el tema de la dignidad del sacerdote, el De Sacerdotio, de San Juan Crisóstomo, que Josemaría Escrivá había leído y meditado antes de su ordenación sacerdotal}.
En la predicación de agosto de 1938 en Vitoria se lee:
"Dignidad del sacerdote. Veneración que le debemos. Noé y sus hijos: no como Caín, mal hijo... [vid p / 75] Buena labor: orar, sufrir, expiar pro sacerdotibus" {EjEsp, Meditación "La Cena", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 110}.

 «  69  »  ¡Qué poca finura de espíritu –y qué falta de respeto– supone dedicar bromas y vayas al Sacerdote –quien sea– bajo ningún pretexto!

Octavilla Lh, como las dos anteriores. Ya en 1931 había escrito en el Cuaderno III el criterio claro para los miembros del Opus Dei:
"El respeto de éstos [los fieles laicos de la Obra] hacia aquéllos [los sacerdotes] les vedará permitirse con los socios sacerdotes bromitas o vayas de ningún género: 22 de marzo-1931" {Apínt, nº 179, 22-III-1931. Es evidente que el Autor se está refiriendo, como dirá en el punto siguiente, a bromas pesadas, que en realidad son burlas y humillan al sacerdote ante los demás. Porque el trato fraternal y amigable, en el que no puede faltar el humor, entre sacerdotes y laicos fue una realidad que vivió y enseñó a vivir siempre Josemaría Escrivá}.

 «  70  »  Insisto: esas bromas –burlas– al Sacerdote, con todas las circunstancias que a ti te parezcan atenuantes, son siempre, por lo menos, una ordinariez, una chabacanería.

La octavilla manuscrita pertenece a la serie Not; escrita por tanto después del 6-XII-1938. Parece ser que la ocasión que dio lugar a esta octavilla fue una broma de mal gusto que hicieron al Autor el día de Inocentes de 1938, en el desayuno, después de celebrar la Santa Misa. Vid lo que se dirá en com / 73

 «  71  »  ¡Cómo hemos de admirar la pureza sacerdotal! –Es su tesoro. –Ningún tirano podrá arrancar jamás a la Iglesia esta corona.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Parece redactada a partir de un guión de predicación de los EjEsp de Vitoria-Vergara. Hablando de la pureza del sacerdote escribe:
" –El corazón ha nacido para amar...: Cristo, la Señora, el Papa, la Iglesia, las almas... –Ningún tirano podrá arrancarnos esa corona. –Los pueblos dicen: es 'agarrao' ..., es de mal genio, es... pero ¡es bueno! " {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vitoria VIII-1938; guión nº 126. Cursiva del Autor}.

 «  72  »  No me pongas al Sacerdote en el trance de perder su gravedad. Es virtud que, sin envaramiento, necesita tener.
¡Cómo la pedía –¡Señor, dame... ochenta años de gravedad!– aquel clérigo joven, nuestro amigo!
Pídela tú también, para el Sacerdocio entero, y habrás hecho una buena cosa.

Texto manuscrito en una ficha Jef, segundo semestre de 1938. El clérigo joven es el propio Autor. La gravedad sacerdotal y la petición de los "ochenta años" es un viejo tema en la oración y en la preocupación de Josemaría Escrivá, que entre bromas y veras, hablaba con frecuencia y escribía sobre ello y, sobre todo, rezaba. He aquí un apunte de 1931:
"Señor Dios, pon ochenta años de gravedad y experiencia encima de mi pobre corazón, demasiado joven" {Apínt, nº 409, 22-XI-1931. Vid Vázquez de Prada, I, pgs 554-556. En Navidad de ese año se dirigía al Señor con estas palabras: "Jesús: quiero ser un nene de dos años, con ochenta inviernos de gravedad y siete cerrojos en mi corazón" (Cuaderno V, nº 506)}.
Éste es el más antiguo testimonio escrito de lo que fue, como dice Álvaro del Portillo {Comentando en nota 357 el citado texto de Apínt} , una oración de toda su vida: "¡Dame, Señor, ochenta años de gravedad!" {Siendo esto así, llama la atención que en la octavilla original escribiera primero "cien años", que luego corrigió por "ochenta"}.
En 1941, envuelto en un mar de calumnias y de contradicción, escribía al final de su retiro espiritual de aquel año:
"Este es el gran Mediterráneo que he descubierto: soy naturalmente alegre y optimista. Sin embargo, tantos años de lucha y de sufrimientos de todo género me han modificado el carácter, sin yo darme cuenta hasta ahora. Y me cuesta sonreír {"Le costaba, pero sonreía siempre", comenta Álvaro del Portillo (nota 1339 a este texto de Apínt)}. Tengo aquella gravedad de ochenta años –que pedía al Señor, a los veintiséis– y mucha amargura [...] Propósito: sonreír, sonreír ¡siempre! por Amor de Jesucristo. Madrid-Casa de los P.P. Paúles (F[ernánde]z. de la Hoz), noviembre de 1941" {Apínt, nº 1855s}.
Lo más patente en el Beato Josemaría Escrivá, para todos los que le conocían, hasta el mismo día de su muerte, era su contagiosa y sobrenatural alegría. Ya se ve que era un don de Dios en medio del dolor.

 «  73  »  Te ha dolido –como una puñalada en el corazón– que dijeran de ti que hablaste mal de aquellos sacerdotes. –Y me alegro de tu dolor: ¡ahora sí que estoy seguro de tu buen espíritu!

Texto manuscrito sobre una octavilla Re, Burgos, segundo semestre de 1938. A este punto de C y al 70 podría aplicarse efectivamente lo que escribe el Prof. Jiménez Vargas en un borrador de su escrito testimonial: "Hay puntos de C, entre los dedicados a los sacerdotes, escritos durante la guerra, que están inspirados en casos concretos (por ej p / 69 -75 {El p / 69, a nuestro parecer (vid com a ese punto), no tiene ese origen}). [...] El capellán castrense –el "pater" como se le llamaba hasta en papeles burocráticos– en acciones de guerra, en general, era valiente, y no pocas veces heroico, pero otras raras veces ponía a prueba la paciencia del que mandaba en el puesto de socorro. En tales casos, los que más acusaban los fallos eran los de sanidad –oficiales y soldados– que no se perdían ni una, y había quien cuando llegaba a Burgos iba rabiando por contar algo que le había ocurrido con su "pater". El Padre por sistema cortaba en seco la conversación antes de que se deslizaran palabras irrespetuosas para el clero. Pero al escribir era inevitable soltar, con toda crudeza, relatos de hechos vividos unas horas antes, cuando a uno se le habían muerto heridos sin los últimos auxilios espirituales porque el "pater" no estaba en su puesto. El Padre no se guardó la contestación –cariñosa pero fuerte– que se merecía la carta. Hubo quien fue destinatario de varias cartas de este estilo, reiterativas, porque con la primera no había conseguido nada y además lo remachaba de palabra a la primera ocasión, y dejaba impacto. Ya sabía uno a qué atenerse sin disculpas. Si el "pater" por un momento de cobardía había experimentado un encontronazo con el mando, la conducta a seguir era la que después apareció en un punto de C" {El texto más sintetizado es el que pasó al cap VI de su testimonio, pgs 14-15. El borrador más extenso, que hemos transcrito, se encuentra ibidem como anexo. También se refiere al tema en el Relato del 77, pg 5}.

 «  74  »  Amar a Dios y no venerar al Sacerdote... no es posible.

Este conjunto de pensamientos sobre la veneración y respeto a los sacerdotes acaba con los p / 75  y 76 ya presentes en la edición de Cuenca. El p / 74  está en Cuaderno VI, nº 874, 24-XI-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 66, 74, 4, 735, 421, 837, 816, 474}. El paso al texto impreso no tiene la menor variante respecto del original de los Apuntes. Interesante subrayar, con la edición bilingüe Camino / The Way, la íntima relación, que el Autor de C manifiesta en este punto, entre el amor a Dios y el amor a la Iglesia (maternidad de la Iglesia, estructura ministerial de la Iglesia)

 «  75  »  Como los hijos buenos de Noé1, cubre con la capa de la caridad las miserias que veas en tu padre, el Sacerdote.

Texto procedente del Cuaderno VI, nº 873, fechado en 22-XI-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 364, 75, 57} , dos días antes que el punto anterior. El Autor no es un "idealista": conoce muy bien la realidad del sacerdote como hombre de carne y hueso y sabe lo que puede pasar. Por eso pide a los fieles que tengan con él, si llegara el caso, la actitud de "los hijos buenos de Noé" ante su padre, embriagado y desnudo, perdido el sentido. Sem y Jafet, en contraste con Cam, cuidaron de su padre con delicadeza: "tomaron el manto –dice el texto bíblico (Gn 9, 23)– se lo echaron al hombro los dos, y andando hacia atrás, vueltas las caras, cubrieron la desnudez de su padre sin verla". Vid p / 67  y 68

 «  76  »  Si no tienes un plan de vida, nunca tendrás orden.

El texto procede, a la letra, de las anotaciones del Cuaderno VI, escritas en 10-III-1933, nº 946 {Ese día transcribió cuatro futuros puntos de C: 927, 888, 76, 358. El Autor hace constar que es el día de los Cuarenta Santos Mártires de Sebaste}.
Comienza aquí el último conjunto de consideraciones de este cap 2. Son cinco puntos dedicados a poner de relieve la significación que tiene en la praxis cristiana –en la reforma de vida propuesta en el cap 1– la decisión de tener lo que el Autor llama un "plan de vida" {La expresión aparece después en los p / 77, 78, 307, 899  }. Por la situación que el tema tiene dentro del libro, es evidente que Escrivá consideraba el "plan de vida" como un aspecto importante de la dirección espiritual. "Plan de vida", cuando el Autor escribe estos puntos, es un concepto de patrimonio común, ampliamente recibido en las escuelas de espiritualidad y de teología espiritual. Interesante en este sentido esta anotación del día 14-II-1933:
"Quiero hacer un plan de vida, al que nos sujetemos todos los de la Obra, para que oficialmente nos obliguemos a cumplirlo desde el día de Nuestro Padre y Señor San José, en este año" {Apínt, nº 935}.
Como se ve, Josemaría Escrivá trataba de dar estructura formal al conjunto de actos de piedad y de vida cristiana, extendidos entre los fieles cristianos corrientes y que, de un modo o de otro, ya vivían personalmente todos los miembros de la Obra, como consecuencia de la dirección espiritual que les impartía. En este contexto adquiere una notable importancia cotidiana la virtud del orden, que una vez y otra pedía al Señor y encarecía a las almas que se acercaban a su apostolado. En las primeras páginas de su Cuaderno II se lee:
"¡Señor! Dame la virtud del orden. (Creo que es virtud y fundamental, por eso la pido.)" {Apínt, nº 15, 13-III-1930}.
La "virtud" del orden, pedía el Beato Josemaría, no la "manía" o el mecanicismo del orden. El orden en la actividad y en las cosas exteriores, facilitado por el "plan de vida" espiritual, es ejercicio de la libertad llena de Amor, o, como dice el Autor, "reflejo de la paz y el orden de tu espíritu" (p / 3). En este p / 76  ambas magnitudes ("plan de vida" y "orden") aparecen en inmediata relación. El sentido y la dinámica de este "plan de vida" se comprende bien a la luz del cap "Cosas pequeñas", que Josemaría Escrivá creó ex novo en la fase redaccional de Burgos (vid Introd a cap 39)

 «  77  »  Eso de sujetarse a un plan de vida, a un horario –me dijiste–, ¡es tan monótono! Y te contesté: hay monotonía porque falta Amor.

Texto escrito en Burgos. Probablemente redactado a partir de este texto de los EjEsp en Vitoria 1938:
"Plan de vida: ¿monotonía? Los mimos de la madre, ¿monótonos? ¿No se dicen siempre lo mismo los que se aman? –El que ama está en el detalle {EjEsp, Plática "Perfección en las cosas pequeñas", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 107} ".
Ya en los p / 16  y 24 ha aparecido la palabra Amor, así con mayúscula. Es, así, una de las palabras más intencionadas y abundantes que el Autor usa en este libro. Sobre el sentido de "Amor", con mayúscula vid com / 171. En el contexto de este p / 77  es fundamental el cap "Cosas pequeñas", de nueva inserción en Burgos.

 «  78  »  Si no te levantas a hora fija nunca cumplirás el plan de vida.

Ficha Re. El Autor baja hasta detalles aparentemente pequeños. La experiencia le hizo saber que se trataba de un "detalle" de la máxima importancia en la reforma de vida emprendida: llamaba a ese momento de la jornada el "minuto heroico"... Vid p / 206. Del guión de una meditación predicada en la Residencia de Ferraz:
"Petición: gracia para cumplir mi plan de vida de tal modo que aproveche bien el tiempo. ¿Por qué me acuesto y me levanto fuera de hora?" {EjEsp , Meditación "Aprovechamiento del tiempo", Madrid mayo 1936; guión nº 38}.

 «  79  »  ¿Virtud sin orden? –¡Rara virtud!

El original es el décimo de un conjunto de trece puntos que pasarían todos a Cem33 y después al texto impreso. Están transcritos en el Cuaderno VI, día 9-III-1933 {Son: 922, 522, 738, 258, 259, 941a, 949, 265, 80, 79, 189, 559, 90}. Nuestro punto se encuentra en el nº 944. En su concisión incisiva, es la síntesis de una tesis fundamental de la teología moral "de virtutibus": que las virtudes están ordenadas entre sí y que hay un orden en el ejercicio de cada virtud: hasta la caridad, la "forma" de todas las virtudes, ha de estar "ordenada".

 «  80  »  Cuando tengas orden se multiplicará tu tiempo, y, por tanto, podrás dar más gloria a Dios, trabajando más en su servicio.

Es el punto noveno del mismo conjunto citado en com a punto anterior (Cuaderno VI, nº 944, 9-III-1933)
Esta consideración arranca de la experiencia y de la lucha personal del Beato Josemaría, que se veía desbordado por las tareas apostólicas y las obras de misericordia. La impresión que tenía, en aquellos primeros años treinta, es que tenía mucho desorden en su vida. La realidad es que iba traído y llevado de un punto a otro de Madrid por razón de su actividad pastoral y no daba abasto {Sobre el tema del desorden vid Vázquez de Prada, I, pgs 500-502 }. Notas de sus Cuadernos:
"Por mi desorden, ayer a las 11 1 / 4 todavía me faltaba el rezo del Santo rosario" {Apínt, nº 380, 4-XI-1931}.
"[...] he visto que, con motivo de la mudanza de domicilio, tengo más desorden en todo y menos oración... y sentí –con el pequeño milagro (¡grande!), tan minuciosamente narrado– el amoroso reproche de Jesús, diciéndome: ¿no ves, pobre borrico mío, niño loco, cuánto caso hago de la oración? Propósito firme (con tu ayuda, Dios mío): nunca dejar las dos horas de oración mental al día, por lo menos. Gracias a Dios" {Apínt, nº 893, 23-XII-1932. Sobre el borrico vid p / 606  y 998 con sus com}.
"no sé cómo me arreglo, pero ando siempre atropelladísimo de tiempo... y suspirando por una soledad y un orden que son, para mí, necesarios y, hasta hoy, imposibles. Dios mío: arregla mis cosas de modo que solamente me ocupe de tu Obra" {Apínt, nº 906, 19-I-33. Como se ve, el Beato Josemaría –cuyas actividades pastorales, apostólicas, familiares, académicas, estaban siempre finalizadas en "hacer el Opus Dei"– anhela disponer de más tiempo para pensar con calma en los futuros planes apostólicos: ese año 1933 comenzaría en efecto la Academia DYA en la calle Luchana, el primer Centro del Opus Dei}.
"Día de la Ascensión del Señor 25-V-33: Tengo mucho que anotar. Me falta tiempo. No paro y... ¡no puede ser! Hay que frenar" {Apínt, nº 1010}.
El cap, como se ve, acaba con la concatenación "teo-lógica" de las consideraciones precedentes: la dinámica del "plan de vida" es la gloria de Dios: el tiempo es gloria (vid p / 355), "Deo omnis gloria" (vid p / 780)

 «  ORACIÓN  » 

No es difícil, cuando se estudia Cem32, identificar en la secuencia de sus números un bloque (Cem32 / 42-54) que es como la matriz del cap sobre la oración que encontraremos después en Cec y en C. Dentro del marco de la "guía espiritual" señalada en el cap precedente, C aborda, ante todo, la oración del cristiano. Precisamente el texto 44 de ese bloque ("Frecuenta el trato con el Espíritu Santo...", que será p / 57  de C) lo tomó ya el Autor para situarlo en el comienzo del cap "Dirección" y fundamentar así teológicamente esa guía espiritual.
Ese conjunto de textos de Cem32 aunaba ideas y experiencias sobre "oración" y "presencia de Dios". Los que son propiamente "oración" en el sentido del presente cap (Cem32 / 46-54 {La cd / 48 de Cem no quedó en este cap sino que pasó a ser la 79 / 2 de Cec y finalmente el p / 837 }), dan la más primitiva estructura de éste: son ocho puntos (p / 81 -83, 98-101 y 115), en los que el Autor, cuando preparaba la edición de Cuenca, incrustó otros dos procedentes de Cem33 y cuatro más que sacó directamente de los Cuadernos: en total, los catorce puntos del cap en Cec.
Al disponer la edición definitiva, el Autor no altera el orden de las consideraciones de Cec, pero en el interior de la secuencia que forman va introduciendo los veintitrés puntos sobre el tema que tiene entre sus "gaiticas". Es de destacar que los tres primeros puntos del cap (ya lo eran en Cec) no tienen estilo dialógico sino un lacónico carácter aseverativo: verdaderos "aforismos". Forman una radical unidad dentro de las convicciones más profundas del Autor. A continuación, con puntos procedentes de Burgos, comienza el habitual tono de conversación. Pero los tres primeros puntos muestran la estrecha unidad que se da entre este cap y los caps 6 ("Mortificación") y 7 ("Penitencia"), como veremos más despacio en Introd a cap 6.

 «  81  »  La acción nada vale sin la oración: la oración se avalora con el sacrificio.

El punto se encuentra ya en Cem32, con el nº 46. Sin embargo, no he podido encontrarlo en los Cuadernos de Apínt –de donde procede la práctica totalidad de lo incluido en Cec– , ni en ningún otro documento. Esto lleva a pensar que el original estaba en el Cuaderno I {El Autor, como ya se ha dicho (vid IntrodGen § 3, 1, a; pg 22), decidió destruir este Cuaderno}. Ese cuaderno contenía textos, al menos desde el mismo año 1928, fecha de la fundación del Opus Dei. Uno de los primeros textos del Cuaderno II nos brinda una idea muy próxima en clave formalmente apostólica:
"Sin la oración, sin la presencia continua de Dios; sin la expiación, llevada a las pequeñas contradicciones de la vida cuotidiana; sin todo eso, no hay, no puede haber acción personal de verdadero apostolado" {Cuaderno II, nº 74, 21-VII-1930. Subrayado del Autor}.
Estamos ante una afirmación central de la economía salvífica –primero en Cristo, luego en los cristianos– , sobre la que el Autor volverá una vez y otra en C –y en todos sus escritos– y pasará a ser el nervio sobrenatural de su concepción práctica de la vida cristiana en el mundo. Aquí hay –no puede no ser así– una connatural afinidad con el sentir y vivir de los santos de todos los tiempos; por ej, Teresa de Lisieux, que exclama: "¡Ah! La oración y el sacrificio constituyen toda mi fuerza, son las armas invencibles que Jesús me ha dado" {Ms C fol 24v, en MEC 5, Burgos 1996, pg 307. El subrayado es mío}. Y esto explica que leyera atentamente –y recomendara leer a quienes le seguían– {Así lo dice Juan Jiménez Vargas hablando de los años treinta: "El Padre sentía profundamente la necesidad de la oración y de la mortificación para sacar adelante los apostolados y cuidaba que arraigara en nosotros la misma convicción. Recomendaba mucho un libro de un autor cisterciense –El alma de todo apostolado– y este libro se leía mucho en los retiros, además de utilizarlo como lectura espiritual. Ya tenía escritos muchos de los puntos de C que tratan de esto de modo tan expresivo" (Juan Jiménez Vargas, Relatos testimoniales, II, pg 17).} –El alma de todo apostolado, de Jean Baptiste Chautard, que tanto eco tuvo en la vida espiritual de la primera mitad del siglo XX y que sostenía, con radicalidad, esta misma tesis central {El libro de Chautard es de 1914 y tiene su apogeo en la época de Pío XI. La edición francesa que he manejado es : L'âme de tout apostolat, Vitte, Lyon 1934. La traducción castellana: El alma de todo apostolado, traducido al español de la 9a ed. francesa, Tipografía de Andrés Martín, Valladolid 1927. Vid Fr. Marie Godefroy, "Chautard (Jean-Baptiste)", en DSp, II (1953) col. 818-820; Jacques Gadille, "Apostolat, l'enrichissement du mot et du concept par le pape Ratti", en AA.VV. Achille Ratti pape Pie XI, Ecole Française de Rome, Rome 1995, pgs 677-691. –"Me puso un plan de vida muy sencillo. La Misa, una parte del Rosario, cinco minutos de lectura del Evangelio, diez de un libro, que me parece fue "El alma de todo apostolado", y quince minutos por la mañana y otros tantos por la tarde de oración" (Vicente Rodríguez Casado, Relato Testimonial de octubre de 1975, pg 12; AGP, sec A, leg 100-49, carp 1, exp 7). Sobre Chautard vid también com / 961}. Ecos de la lectura de este libro se encuentran en varios puntos de este cap.
Unos meses después reflexionaba en su Cuaderno sobre el futuro de la Obra que el Señor le pedía y lo veía pendiente de "la oración y la expiación", que son –escribía– "la fuerza necesaria para el apostolado de la acción". Y agregaba:
"Este, absolutamente dependerá de aquel otro apostolado oculto (orar y sufrir). Y así como toda la inmensa maquinaria de docenas de fábricas se para y queda sin fuerza cuando la corriente eléctrica se interrumpe, también en la Obra de Dios dejaría de ser fecundo el apostolado de acción sin la oración y la expiación de nuestros hermanos" {Cuaderno III, nº 135, 26-XII-1930. El Autor apunta que la comparación con la "inmensa maquinaria" la aportó Isidoro Zorzano, que era ingeniero, en la conversación que relata}.
En septiembre de 1931 escribía:
"La Santa Cruz nos hará perdurables, siempre, sin languideces, con el mismo espíritu inicial del Evangelio, que traerá el apostolado de acción como fruto sabroso de la oración y del sacrificio" {Cuaderno IV, nº 277, 10-IX-1931. Este texto pasará casi a la letra a la primera de las Instrucciones que escribió: "la Santa Cruz nos hará perdurables, siempre con el mismo espíritu del Evangelio, que traerá el apostolado de acción como fruto sabroso de la oración y del sacrificio" (Instrucción, 19-III-1934, nº 28)}.
En la Legación de Honduras volvía sobre el tema, sirviéndose ya de la fórmula de Cec, que pasará a C:
"Jesús mío –y éste será nuestro coloquio final– , no quiero dejar mi oración sin formular un propósito. ¡Cuánto me ha costado! La oración se avalorará así, con el sacrificio. Busquemos el detalle, la ocasión justa; pero que no nos quedemos sin ofrecer hoy por esta intención que tanto nos interesa –la de nuestra evacuación {Es decir, la salida por vía diplomática a un país extranjero, para pasar desde ahí a la zona nacional}– una pequeña mortificación" {PredicHond, "Rezar todos unidos", 19-V-1937, Miércoles de las Témporas de Pentecostés, pg 87s; XII. El subrayado es mío}.
Como se ve, las más antiguas formulaciones de esta tríada respondían al orden: Acción –Oración –Expiación, que expresaba el Beato Josemaría en la abreviatura A.O.E {Vid doc transcrito en com / 11, que es de 1928, y Cuaderno II, nº 81, 2-VIII-1930}. La exégesis de ese ordo es la que nos ofrece el punto que comentamos: la acción brotando de la oración apoyada en el sacrificio. Muy pocos meses después, para expresar mejor el mensaje que quiere transmitir, cambia el ordo: O.E.A. Es el tema del punto siguiente.
La tríada de que nos hablan este p / 81  y el siguiente es la tríada central en la ascética cristiana desde el Sermón de la Montaña: oración, ayuno, misericordia, que se alimentan la una a la otra, como explican detenidamente los Padres de la Iglesia {San Pedro Crisólogo: "Orationis anima ieiunium" (Sermo 43; PL 52, 320)} y sintetiza aquí de manera lapidaria el Beato Josemaría.

 «  82  »  Primero, oración; después, expiación; en tercer lugar, muy en "tercer lugar", acción.

Seguimos en el clima del p / 81. El texto ahora sí está bien identificado. Con él se abre el Cuaderno III. Es el nº 111, de 18-XI-1930:
"Primero ORACIÓN; después EXPIACIÓN; en tercer lugar, muy en tercer lugar, ACCIÓN" {La abreviatura O.E.A aparece en Cuaderno IV, nº 206, 15-VII-1931}.
Al final de sus EjEsp en Segovia, octubre de 1932, el Beato Josemaría anotó:
"Para terminar [...] ratifico mi convencimiento de que los medios seguros de llevar a cabo la Voluntad de Jesús, antes que actuar y moverse, son: orar, orar y orar: expiar, expiar y expiar" {Apínt, nº 1699}.
El Autor escribirá en 1934, inculcando esta doctrina a los fieles del Opus Dei:
"Oración. Expiación. Acción. ¿Acaso ha tenido, ni puede tener jamás, otro modo de ser el verdadero apostolado cristiano?" {Instrucción, 19-III-1934, nº 32}.

 «  83  »  La oración es el cimiento del edificio espiritual. –La oración es omnipotente.

Continúa formulando el gran tema de la vida humana y cristiana: la oración. El punto de C está redactado, sin duda, a partir de un texto del Cuaderno IV, nº 390, escrito en 14-XI-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 442, 83, 780, 961}:
"Estoy segurísimo del poder sin límites de la oración. Pero, si no estuviera seguro, me llevaría a esa seguridad lo que yo noto en mí, por la poca oración que hago y por la mucha que en mi favor se hace. La oración es el cimiento del edificio espiritual. La oración anticipará la hora (la hora de acabar la gestación) de la Obra de Dios. Porque la oración es omnipotente" {La frase entre paréntesis es una glosa a pie de página del Autor que lleva fecha "Dic. 1939" (Cuaderno IV, hoja 78r). El Autor volvía sobre el tema mes y medio después, con esta expresión: "La oración –¡aún la mía!– es omnipotente" (Cuaderno V, nº 529, primero de año de 1932; el texto se recoge en Forja, 188). La humildad personal del Autor, al escribir estos textos, es patente}.
La propuesta cristiana de Escrivá era una verdadera propuesta de santidad precisamente por esto: "por ser todo nuestro fundamento en oración", como decía Teresa.
de Jesús {Libro de la Vida, 32, 18; BAC 212, 8ª ed, Madrid 1986, pg 178}. Por otra parte, ante la tentación del desaliento, el Autor remite a la "omnipotencia" de la oración:
"De desaliento, por vernos tan miserables y pequeños..., tan sin medios. Después de la Santa Misa he estado unos veinte minutos en postración. Luego me he acercado al Sagrario y, con la frente pegada a la mesa del altar, vi que sabemos lo que El quiere... ¿No tenemos medios? La oración nos hará omnipotentes" {Cuaderno V, nº 743, 30-V-1932. En febrero de 1934, con motivo de los agobios económicos para poner la Academia DYA, se encaraba con el Señor: "Señor: tiene gracia: es para ti, y te lo hemos de pedir... ¿te harás el sordo? ¿Va a ser la oración impotente, siendo omnipotente?..." (Cuaderno VII, nº 1129, 3-II-1934). Vid com / 577. El tema es constante en sus escritos: "La oración es el arma más poderosa del cristiano. La oración nos hace eficaces. La oración nos hace felices. La oración nos da toda la fuerza necesaria, para cumplir los mandatos de Dios" (Forja, 439)}.
También aquí estamos, evidentemente, ante el Evangelio y la gran tradición de experiencia espiritual de la Iglesia {Desde la patrística a los grandes santos de la época moderna. Valgan dos ejemplos: Tertuliano, De oratione, cap 28-29 (CCL 1, 273-274): "Sola est oratio quae Deum vincit" (jueves III semana Cuaresma, Oficio); San Alfonso María Ligorio, El Gran medio de la oración (edición castellana de Brepols, Turnhout, Bélgica, 1927) un libro que leía y recomendaba el Beato Josemaría: "Con la oración lo podremos todo... la oración es todopoderosa...por medio de la oración nos construimos una torre fortísima que nos pone a cubierto de todos los lazos y de todas las violencias de nuestros enemigos" (pgs 52-53)}. El Autor de C quiere meter a los lectores del libro por los caminos de la oración (vid Prólogo), pero los lectores en los que piensa son fundamentalmente laicos. Por eso escribía en 1935, orientando el apostolado de los fieles del Opus Dei con sus compañeros de profesión y de estudio:
"Hacedles ver que orar no es ocupación de frailes –es corriente este prejuicio–, sino cosa propia de hijos que hablan con su Padre-Dios.
Tened especial interés en darles a conocer la vida de oración de los cristianos primeros: los Hechos son un arsenal encantador de noticias" {Instrucción, 9-I-1935, nº 257s}.

 «  84  »  "Domine, doce nos orare" –¡Señor, enséñanos a orar! –Y el Señor respondió: cuando os pongáis a orar, habéis de decir: "Pater noster, qui es in coelis..." –Padre nuestro, que estás en los cielos...
¡Cómo no hemos de tener en mucho la oración vocal!

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Primero de una serie de seis puntos procedentes de la reelaboración de Burgos. Segundo semestre del 38. Hay en uno de los guiones de Vitoria un apunte que podría estar en la base del texto:
"Oración vocal: el Pater noster, entre trigales: excelencia" {EjEsp, Plática "Espíritu de oración", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 102}.
El Padre nuestro, como oración "vocal", era para Josemaría Escrivá el camino para la oración "mental". Una joven de las que se dirigía con él en la iglesia del Patronato de Santa Isabel, 1934, escribe: "Otro día para ayudarme a hacer oración me decía: ' Tú te pones a mirar al Sagrario y luego dices despacio el Padrenuestro. Con eso tienes bastante materia. Dices: Padre nuestro, que estás en los Cielos... Piénsalo despacio, machaca y verás como Dios te ayuda ' " {Felisa Alcolea, Testimonial, Madrid 10-XI-1977; AGP, sec A, leg 100-1, carp 3, exp 9. –Felisa Alcolea Millana nació en Cifuentes (Guadalajara), en 1911. Conoció al Autor a finales de 1933, en la iglesia del Real Patronato de Santa Isabel, donde acudía a confesarse. Trató al Fundador de la Obra con asiduidad hasta el comienzo de la guerra civil. Vid Vázquez de Prada, I, pgs 562s}. Vid punto siguiente y com.

 «  85  »  Despacio. –Mira qué dices, quién lo dice y a quién. –Porque ese hablar de prisa, sin lugar para la consideración, es ruido, golpeteo de latas.
Y te diré con Santa Teresa, que no lo llamo oración, aunque mucho menees los labios.

Octavilla Bl, como la anterior. Es uno de los pocos puntos de los que conservamos el apunte hecho sobre la marcha en la "cuartilla", que en este caso no es propiamente tal, sino un pequeño cuadernito –agenda que contiene apuntes de julio– octubre de 1938. Allí se lee, sin fecha, pero en agosto:
"oración vocal de prisa = ruido, golpeteo de latas" {"Cuadernillo-agenda 2º de Burgos", hoja suelta nº 2;. El mismo esquema del punto de C se encuentra en el reverso del sobre en el que guardaba los esquemas de predicación de los EjEsp de Vergara a sacerdotes, que se encuentra en AGP, sec A, leg 50-13, carp 1, exp 2}.
En el guión de Vitoria citado en com / 84, del que proceden varios textos de este cap, como tendremos ocasión de ver, escribió:
"Vocal y mental –¿como sonidos, ruidos de lata vieja?– Digne, attente, devote, ordinate, reverenter" {El Autor se sirve aquí de las palabras que tradicionalmente introducen a la recitación del Breviario: "... intellectum illumina, affectum inflamma, ut digne, attente, ac devote hoc officium recitare valeam et exaudiri merear ante conspectu divinae Maiestatis tuae"}.
El punto es todo él, en efecto, de matriz teresiana: "Porque a cuanto yo puedo entender, la puerta para entrar en este castillo es la oración y consideración; no digo más mental que vocal, que como sea oración ha de ser con consideración. Porque la que no advierte con quién habla y lo que le pide y quién es quien pide y a quién, no la llamo yo oración, aunque mucho menee los labrios [sic]" {Moradas primeras, 1, 7; BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 474. El tema es recurrente en Teresa. Vid Camino de Perfección 37, 1: "Pues nunca, Señor, Vos queráis sea bueno que quien os alabare y quien fuere a habla con Vos, sea sólo con la boca" (ibidem, pg 329). Vid Camino de Perfección 41, 3: "Ahora entenderéis la diferencia que hay de ella [la contemplación] a la oración mental, que es lo que queda dicho: pensar y entender qué hablamos y con quién hablamos, y quién somos los que osamos hablar con tan gran Señor" (ibidem, pg 339). La cursiva es mía}.
Ya antes Santa Catalina de Siena (es el Señor el que habla): "Debe, pues, ejercitarse en la oración vocal. Pero no debe practicarla sin la mental. Es decir, al mismo tiempo que ora con sus labios, procure elevar y dirigir su espíritu hacia mi amor" {El diálogo, cap 66; BAC 143, 1955, pg 306)}.

 «  86  »  Tu oración debe ser litúrgica. –Ojalá te aficiones a recitar los salmos, y las oraciones del misal, en lugar de oraciones privadas o particulares.

Octavilla Re. Segundo semestre de 1938. Una dimensión del "movimiento litúrgico" –muy vivido por Josemaría Escrivá y su entorno– , que en él era un movimiento espontáneo de su espíritu, testificado desde los primeros documentos que se conservan.
Entre los papeles y notas que quedan de los años treinta hay muchos que demuestran la hondura bíblica y litúrgica de su oración. Los salmos, en concreto, llenaban su vida espiritual hasta el extremo que un día escribió en su Cuaderno:
"Ya no anotaré ningún salmo, porque habría de anotarlos todos, ya que en todos no hay más que maravillas, que el alma ve cuando Dios es servido" {Cuaderno V, nº 681, domingo de Ramos, 3-IV-1932}.
Anotar en su Cuaderno palabras del Evangelio podía llevarle a una "unión" que no podía controlar, como le ocurrió aquel mismo día que apuntó lo de los salmos:
"Después de considerar el Evangelio anotado anteriormente, me dio el Señor tal ímpetu, que anduve por la calle alabándole y en hacimiento de gracias por esos Santos Evangelios" {Cuaderno V, nº 679, domingo de Ramos, 3-IV-1932. Se conserva un extenso documento autógrafo del Autor titulado Palabras del Nuevo Testamento, repetidas veces meditadas. Se encuentra en AGP, Sec. J, leg 16, carp 1, exp 3}.
Muchas veces, en efecto, esto era en él algo claramente sobrenatural, evidente don de Dios:
"26 de noviembre de 1931 –Después de la Sta. Misa, hoy, en la acción de gracias y más tarde en la iglesia de los Capuchinos de Medinaceli {Iglesia de Madrid, muy próxima al Palacio de las Cortes y no lejos del Patronato de Santa Isabel, en la que se venera el famoso "Cristo de Medinaceli", al que tienen gran devoción los madrileños} , el Señor me ha inundado de gracias. Se cumplió lo del Salmo ' inebriabuntur ab ubertate domus tuae: et torrente voluptatis tuae potabis eos ' [Sal 36, 9]. Lleno de gozo con la Voluntad de Dios, siento que le he dicho con San Pedro [cfr Mt 19, 27]: ecce reliqui omnia et secutus sum te. Y mi corazón se dio cuenta del "centuplum recipies" [cfr Mt 19, 29]... Verdaderamente, he vivido el Evangelio del día" {Cuaderno IV, nº 416. –Se celebraba ese día la fiesta de San Silvestre Abad, Misa Os justi, del Común de abades, cuya lectura evangélica era en efecto Mt 19, 27 -29}.
En el tenor literal de este punto puede haber una resonancia de este pasaje de Chautard: "La oración por excelencia, el canal preferido de la gracia, es la oración litúrgica, la oración de la misma Iglesia, más poderosa que la procedente de personas particulares [...] San Alfonso de Ligorio prefería una oración del Breviario a cien oraciones privadas o particulares" {J. B. Chautard, El alma de todo apostolado, 1927, pg 193. El subrayado es mío. Sobre Chautard vid com / 81 nota 5 y com / 961}. No olvidemos, por otra parte, que mientras escribía C en los meses finales de la guerra civil, el Autor preparaba otro libro dedicado a inculcar la piedad litúrgica en los fieles: el Devocionario litúrgico {Llegó a estar anunciada su publicación como "en prensa". En la contraportada de la edición de Valencia (1939) de Santo Rosario se anunciaban estos dos libros: "Del mismo autor: –Camino (Prólogo del Excmo. Sr. Obispo de Vitoria.) –Devociones litúrgicas (Prólogo del Excmo. Sr. Obispo de Tortosa). En prensa". En junio de 1939, desde Vitoria, donde estaba de nuevo predicando EjEsp, pedía a Álvaro del Portillo o a alguno de los que estaban con él en Olot, que hicieran una escapada "para ayudarme a poner en limpio el libro en que estoy trabajando" (Carta de Josemaría Escrivá a Álvaro del Portillo, Vitoria 24-VI-1939; EF 390624-2)}.

 «  87  »  "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de Dios", dijo el Señor. –¡Pan y palabra!: Hostia y oración.
Si no, no vivirás vida sobrenatural.

Texto redactado en el segundo semestre de 1938, a la vez que el p / 107  (octavillas idénticas, con la misma rotura en una esquina) y ambos puntos, lo mismo que el p / 85, redactados a partir del guión de predicación nº 102:
"Non in solo pane vivit homo, sed in omni verbo quod procedit de ore Dei (Matth 4, 4). –Pan y palabra" {EjEsp, Plática "Espíritu de oración", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 102. El Autor no sigue, como otras veces, a Petisco-Torres Amat, sino que traduce directamente}.
Dos textos de la predicación en Honduras tienen ya la formulación de este p / 87:
"Hay personas que rezan sin darse cuenta de lo que dicen, que recitan el Rosario y quizá comulgan todos los días, pero lo repiten rutinariamente, con poca piedad. No se dan cuenta de que los sacramentos no son un fin en sí mismos: son medios para unirse más y más a Dios. No sólo de pan vive el hombre, sino que es necesaria también la palabra, la oración, cuajada con las debidas condiciones" {PredicHond, "La Comunión de los Santos", 8-IV-1937, pg 33; III}.
"Nosotros lo rozamos {La palabra, en cursiva en el original, alude a una anécdota que el propio Autor acababa de relatar en su meditación: "Y aquí, una digresión: un Obispo muy santo, amigo mío, en una de sus incesantes visitas a las catequesis de su diócesis, preguntaba a los niños por qué, para querer a Jesucristo, hay que recibirlo a menudo en la Comunión. Nadie acertaba a responder. Al fin, un gitanillo tiznado y lleno de mugre, contestó: "¡Porque pa quererlo, hay que rosarlo!". El Prelado era don Manuel González, que fue Obispo de Málaga y desde 1935 lo era de de Palencia. Está relatada por el propio Obispo en un número de la revista polular "El Granito de Arena" (5-V-1928), que él editaba, y que el Autor de C recortó y guardaba entre sus papeles. Se conserva en AGP, Sec. A, leg 50-6, carp 4, exp 5. Vid sobre este santo Obispo com / 531 y 554} cada día en nuestros tiempos de meditación, que son un verdadero contacto con Nuestro Señor y, de modo aún más íntimo, también cada día, en la Sagrada Eucaristía. Pero tened en cuenta que hay quien se llena la boca, diciendo de una persona: "es de Comunión diaria". ¿Y qué? ¡Hay, por desgracia, personas que comulgan frecuentemente y no luchan contra sus muchos defectos! La Sagrada Comunión es un medio principalísimo para alcanzar la santificación. Debemos esforzarnos en ser santos y fieles; pero eso se consigue solamente con el amor, nacido del contacto con Jesús, no sólo en la Eucaristía, sino también en la oración: en el Pan y en la Palabra" {PredicHond, "Zaqueo", 12-IV-1937, pg 50; VI}.
Poco después de acabar C, el Autor escribía a una joven que se dirigía con él:
"Dime cómo va esa oración: persevera, aunque cueste y te parezca que no haces nada: verás cuánta fuerza sacas para lo sucesivo. Piensa que nuestra vida entera es una pelea, y no tenemos más arma que ésa de tratar a Dios en la Palabra y en el Pan" {Carta de Josemaría Escrivá a Amparo Rodríguez Casado, Burgos 21-III-1939; EF 390321-1}.
Vid sobre el tema "Pan y palabra" infra p / 105.

 «  88  »    Buscas la compañía de amigos que con su conversación y su afecto, con su trato, te hacen más llevadero el destierro de este mundo..., aunque los amigos a veces traicionan. –No me parece mal.
Pero... ¿cómo no frecuentas cada día con mayor intensidad la compañía, la conversación con el Gran Amigo, que nunca traiciona?

Octavilla 25 (la última) de la serie Lhz. Debió tener su original en las páginas perdidas del Cuaderno que el Autor redactaba en la Legación de Honduras. El clima de este punto se expresa en una carta escrita allí el día 21-IV-1937:
"Mi Amigo se porta estupendamente, a pesar de que en mi larga vida no correspondí muchas veces a su bondad. Amistades así no se pagan con nada: yo procuraré que todos mis hijos sepan ¡siempre! agradecerle estos favores" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid, 21-IV-1937; EF 370421-1}.
Podría haber en este punto una lejana huella del consejo recibido, en su época del Seminario de San Francisco de Paula, con ocasión de un lamentable incidente con otro seminarista. Su antiguo Director espiritual en Logroño, al que abrió su alma contándole lo sucedido, escribió (año 1923) a Josemaría:
"no debes hablar del asunto con otro que con Dios; con los hombres lo menos posible [...] Date cada vez más a la piedad [...] Con que, querido José Mª, a poner inmediatamente un candado que cierre tus labios, tu memoria, tu imaginación, tu pensamiento y tu corazón y a hacer un propósito de aragonés de no abrirlo más que cuando hables con tu amigo, con tu único amigo verdadero, con Jesús, y a seguir en todo sus consejos" {Carta de Gregorio Fernández Anguiano a Josemaría Escrivá, Logroño 26-X-1923; AGP, sec E, carp 736, exp 55. Vid p / 671, 654, 656, 639. Sobre el tema vid Vázquez de Prada, I, pgs 171-173 y sobre todo Ramón Herrando, Los años de seminario del Beato Josemaría Escrivá en Zaragoza (1920-1925). El Seminario de San Francisco de Paula, pro manuscripto, Pamplona 1999, pgs 342-350. El subrayado es mío}.
El pensamiento tiene resonancias teresianas, en concreto del famoso cap 22 de la Vida: "Es ayuda y da esfuerzo; nunca falta; es amigo verdadero ... es muy buen amigo Cristo, porque le miramos Hombre, y vémosle con flaquezas y trabajos y es compañía" {Libro de la Vida, 22, 6.10; BAC 212, 8ª ed, Madrid 1986, pg 122s}.
Vid com / 421, que es paralelo al p / 88.

 «  89  »    "María escogió la mejor parte", se lee en el Santo Evangelio. –Allí está ella, bebiendo las palabras del Maestro. En aparente inactividad, ora y ama. –Después, acompaña a Jesús en sus predicaciones por ciudades y aldeas.
Sin oración, ¡qué difícil es acompañarle!

Ficha Re. De la misma época que las anteriores, redactada a partir de un guión de la predicación de agosto en Vitoria:
"(María de Magdala) Toma lugar con sus discípulos (estado apostólico femenino), le sigue; le asiste con sus bienes. ' Et factum est deinceps, et ipse iter faciebat per civitates et castella praedicans et evangelizans regnum Dei, et duodecim cum illo et mulieres aliquae... Maria, quae vocatur Magdalena... ' (Lc 8, 1 -3) ¡Aquellas estancias de Jesús en Betania!... Escoge la mejor parte... (Lc 10, 38 -42)... ¡Qué buena, Marta! ... Porro, unum est necessarium!... Extática...; oración..." {EjEsp, Meditación "María de Magdala", Vitoria VIII-1938; guión nº 119. El Autor, siguiendo una tradición espiritual, superpone en su predicación a María de Magdala y a María de Betania, la hermana de Marta}.
El texto, por otra parte, se inscribe en el interior del tema "forzosa inactividad", de tanta vigencia en la vida espiritual del Beato Josemaría durante los años de la guerra civil española (vid p / 294  y com). La expresión con la que describe la actitud de María de Betania aparece en el primer texto sobre el tema, escrito en Honduras:
"La consideración de esta realidad [la ayuda que prestan los que sufren persecución] nos impulsa a un detenido examen de nuestra conducta en este lugar, que es como una prisión para nosotros. Porque aquí, en esta aparente inactividad, contamos con la posibilidad de trabajar mucho por dentro, y acompañar a cada uno de vuestros hermanos en peligro, y velar por ellos" {PredicHond, "La Comunión de los Santos", 8-IV-1937, pg 30; III. La cursiva es mía}.

 «  90  »  ¿Que no sabes orar? –Ponte en la presencia de Dios, y en cuanto comiences a decir: "Señor, ¡que no sé hacer oración!...", está seguro de que has empezado a hacerla.

Uno de los trece puntos que copió en su Cuaderno el 9-III-1933 {Son: 922, 522, 738, 258, 259, 941a, 949, 265, 80, 79, 189, 559, 90. Al terminar de escribir el último agregó: "Se hace tarde. Son las doce menos veinte y aún quedan cosas por anotar"} (nº 945). Tenor literal idéntico con variantes de puntuación {"empezado": el Cuaderno escribió primero "comenzado" y luego corrigió}.
El Autor, como se ve, quiere por todos los medios poner a hablar con Dios a sus lectores. Vid com al punto siguiente.

 «  91  »  Me has escrito: "orar es hablar con Dios. Pero, ¿de qué?" –¿De qué? De Él, de ti: alegrías, tristezas, éxitos y fracasos, ambiciones nobles, preocupaciones diarias..., ¡flaquezas!: y hacimientos de gracias y peticiones: y Amor y desagravio.
En dos palabras: conocerle y conocerte: "¡tratarse!".

Punto redactado en una ficha Not y, por tanto, después del 6-XII-1938. La forma dialógica del texto se encuentra ya en la anotación que le sirvió de punto de partida, un guión del retiro que predicó ese año en Salamanca:
" –¿Qué es orar? Hablar: diálogo, o conversación con Dios. –¿De qué? Alegrías, tristezas, preocupaciones, acciones de gracias, peticiones, Amor, desagravios: conocerle y conocernos: ¡tratarse!" {Retiro espiritual, Meditación titulada "Oración", Salamanca 25-I-1938; guión nº 92}.
La expresión "me has escrito" podría ser en este caso –no es lo normal– un recurso para introducir el estilo dialógico del guión. El Autor predicaba a la gente joven sobre la oración con formas conversacionales semejantes:
"I. ¿Qué es orar? Levantar el corazón a Dios... petición, acción de gracias, conocerle y conocernos" {EjEsp , Plática "Oración", Madrid enero 1935; guión nº 54}.
"Qué es orar. Vocal y mental. No sé orar. Padre no sé hacer oración (el vestido completo). Cómo ha de hacerse (atención, confianza, perseverancia, en nombre de Jesucristo): sencilla, confiada; no sé qué pedir. Consuelos y sequedad" {EjEsp, Plática "Oración", Madrid diciembre 1935; guión nº 69}.
En la sencillez de este punto culmina la doctrina sobre la oración expuesta desde el p / 88. Para el Autor de C oración e interioridad cristiana vienen prácticamente a identificarse. La "vida interior" del cristiano no es introspección, ni técnica, ni método –aunque todo esto pueda tener su sitio– , sino sencillamente "oración". Es decir, recogimiento esencialmente referido al Tú de Dios. Pero no es ante todo "pensar", "discurso" y mucho menos "discurso metódico", sino "hablar y escuchar": diálogo, conversación, "trato" personal de Dios con el hombre y del hombre con Dios {Casi simultánea en el tiempo a esta "gaitica" es esta otra, que se conserva en el Archivo: "Decidle a un niño que tenga método para discurrir y hablar. ¡Imposible! –Si no os hiciereis como niños... Voy a hacer mi oración de niño: impetuosa, ardiente, llena de afectos y locuras de Amor" (AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 19, que contiene un pequeño bloque de fichas sobre "Cosas pequeñas").}. Interesante notar también que, para Escrivá, esta "vida interior" –oración– no es "huida del mundo" sino atención a su realidad cotidiana, sopesada y cribada desde la conciencia del sujeto en diálogo con el Señor. Vid com / 97
"Tratarse". El progreso de la vida interior, según el Autor, no es sino el desarrollo de este "tratarse", que sintetiza, todavía más, el "conocerle y conocerte" en que ya lo había resumido todo (oración e interioridad), y en el que resuena el célebre "noverim me, noverim te" de San Agustín.
  San Agustín, Soliloquiorum, lib 2, cap 1, 1; PL 32, 885}
. Pero no sólo el tema agustiniano del "conocerse", sino el teresiano del "tratar de amistad" se encuentra en la matriz teológica y espiritual de este punto y, en general, de todo el cap: "que no es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama" {Santa Teresa de Jesús, Libro de la Vida, 8, 5; BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 61}. Oración es, para Josemaría Escrivá, "la conversación con el Gran Amigo" (p / 88).

 «  92  »  "Et in meditatione mea exardescit ignis" –Y, en mi meditación, se enciende el fuego. –A eso vas a la oración: a hacerte una hoguera, lumbre viva, que dé calor y luz.
Por eso cuando no sepas ir adelante, cuando sientas que te apagas, si no puedes echar en el fuego troncos olorosos, echa las ramas y la hojarasca de pequeñas oraciones vocales, de jaculatorias, que sigan alimentando la hoguera. –Y habrás aprovechado el tiempo.

El sentido literal del salmo alude a la 'consideración' de la felicidad del impío que provoca el fuego de la indignación en el justo perseguido, que clama a Yavéh. El Autor, como se ve, acoge la lectura del Sal 39 (38), 4 que es común entre los espirituales {Concretamente en San Alfonso María de Ligorio, que la utiliza abundantemente: "La oración es la feliz hoguera en que se enciende y conserva el fuego del santo amor: 'En mi meditación se encendió un fuego' " (Práctica del amor a Jesucristo, 8, 5; BAC 78, 1952, pg 400). Vid también Meditaciones de Adviento, XVI (BAC 78, 1952, pg 68); Selva de materias predicables, II, Pl. 4, 1 (BAC 113, 1954, pg 222); Las glorias de María, 2, 1, 1 y 3 (BAC 113, 1954, pg 762 y 778)}.
Octavilla Bl, escrita probablemente en Burgos a partir de este apunte de la Vigilia de 29 de junio:
"Oración. Et in meditatione mea exardescit ignis" {Plática "Pedro y Pablo, instrumentos", Burgos 29-VI-1938, predicada a los Propagandistas en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen; guión nº 81}.
Ya antes, en la predicación en la Legación de Honduras había dicho:
"Et in meditatione mea exardescit ignis. En la oración se enciende el fuego de mi alma: que cada uno vierta sus afectos en Dios, pensando en la gran misión que nos ha confiado. Que cada uno piense cómo es su respuesta" {PredicHond, "Non est abbreviata manus Domini", 26-VII-1937, pg 231; XXXVII}.
A veces, si el fuego es débil, el alma debe tener la humildad de alimentarlo con pequeñas ramillas: "Pajas al fuego", predicaba en otra ocasión {EjEsp, Plática "Espíritu de oración", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 102}. Vid p / 102.

 «  93  »    Te ves tan miserable que te reconoces indigno de que Dios te oiga... Pero, ¿y los méritos de María? ¿Y las llagas de tu Señor? Y... ¿acaso no eres hijo de Dios?
Además, Él te escucha "quoniam bonus..., quoniam in saeculum misericordia ejus": porque es bueno, porque su misericordia permanece siempre.

El p / 93  fue dado a conocer por primera vez en el impreso de Cuenca. Su origen está sin duda en esta anotación de fecha 27-I-1934 {Antes, ese mismo día transcribió la consideración que da origen al p / 668  } , la penúltima del Cuaderno VII, nº 1124:
"Me veo tan miserable, que reconozco que no soy digno de que Dios me oiga... Pero, ¿y los méritos de María? ¿y las Llagas de mi Señor? Y... ¿acaso no soy yo hijo de Dios? Además, me oye, quoniam bonus..., quoniam in saeculum misericordia eius".
El tenor literal del texto del Cuaderno pone al desnudo el carácter autobiográfico de esta consideración. El lector se encuentra ante la oración personal del Beato Josemaría.

 «  94  »  Se ha hecho tan pequeño –ya ves: ¡un Niño!– para que te le acerques con confianza.

Octavilla Drv: es la mitad de una cuartilla con el dorso escrito a máquina, en el que se lee: "Vitoria, 6 de noviembre, 1938". Evidentemente, la "gaitica" es posterior. Posiblemente el punto se redacta a las puertas de la Navidad de 1938, mientras escribe cartas y tarjetones a sus hijos que están en los frentes, como ésta a Ricardo Fernández Vallespín:
"Pediré al Niño Jesús –ya ves: ¡un niño!– que nos ayude a dejar "el hombre viejo" entre las nieves de este mes de diciembre. Si queremos, así será. Un abrazo fuerte y mi bendición. Mariano" {Carta de Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Burgos 23-XII-1938; EF 381223-5}.
El Autor, en este empujón final en la preparación del libro, tenía también a la vista su colección de guiones de predicación, ya tantas veces citada. En uno de ellos pudo leer:
"Como un niño corriente: humildad, abatimiento, necesitando de las criaturas... Padece frío, pobreza, desamparo, desprecios, luego, dolores y trabajos. –Para encenderse en Amor, ¡qué bueno es vivir con Jesús-Niño!" {EjEsp, Meditación "Nacimiento de Cristo", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 127}.
"para que te le acerques". El te le, sobre todo el dativo le, expresa el profundo contenido afectivo de esta consideración. Vid IntrodGen § 10 in fine.

 «  95  »  "In te, Domine, speravi": en ti, Señor, esperé. –Y puse, con los medios humanos, mi oración y mi cruz. –Y mi esperanza no fue vana, ni jamás lo será: "non confundar in aeternum"!

Punto de la serie Lh, redactado en la Legación de Honduras a partir de una de las anotaciones que se conservan (Apínt, nº 1379) del pequeño Cuaderno que usaba en la Legación. Está en la hoja 23v:
"Sábado-8-V-37: Los días peores de esta temporada son los que paso en Honduras. –R.Ch.V.– No se me ocurre nada, nada: estoy entontecido. –Creo que pocas veces he sufrido tanto como ahora. –In te, Domine, speravi!... Non confundar!... –O, Domine!: tu scis, quia amo te" {La cursiva es del original. R.Ch.V. : abreviatura de "Regnare Christum volumus". Vid com / 11}.
En medio de esta situación de sufrimiento y congoja –una verdadera "noche del alma": vid com / 151– , allí, en la misma Legación, predicaba a los suyos antes de celebrar la Eucaristía:
"Le repetiremos el Introito de la Misa: llénese mi boca de tus alabanzas, para que pueda cantar. Alelluya. ¡Y con qué firme esperanza, llena de alegría, añadimos: en Ti, Señor, espero, no sea yo confundido para siempre! ¿Cómo puede haber en nosotros la preocupación, la tristeza? Yo tengo en El la esperanza segura de que pronto estaremos sueltos, para trabajar por su gloria" {PredicHond, "Surge et ambula", 21-V-1937, Viernes de las Témporas de Pentecostés, pg 89; XIII; la cursiva es del original}.

 «  96  »  Habla Jesús: "Así os digo yo: pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá".

Haz oración. ¿En qué negocio humano te pueden dar más seguridades de éxito?
Octavilla Drv, con el dorso escrito a máquina en inglés. Pertenece al grupo de las "gaiticas" escritas en el periodo final de la redacción, muy probablemente a partir del guión 102 {La traducción del texto bíblico es la de Petisco-Torres Amat}. El pasaje dice así:
"¡Gran promesa!, repetidas veces ratificada. –¡Acudamos!: petite, dabitur; pulsate, aperietur; quaerite, invenietis" {EjEsp, Plática "Espíritu de oración", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 102}.

 «  97  »  No sabes qué decir al Señor en la oración. No te acuerdas de nada, y, sin embargo, querrías consultarle muchas cosas. –Mira: toma algunas notas durante el día de las cuestiones que desees considerar en la presencia de Dios. Y ve con esa nota luego a orar.

El manuscrito de Burgos reconecta ahora con la edición de Cuenca e incorpora los cinco puntos siguientes. El p / 97  está en el Cuaderno VI, nº 958 y fue escrito en 22-III-1933, a la vez que otros seis futuros puntos de C {Son: 97, 278, 412, 844, 181, 793} ; su tenor literal idéntico al de Cec y Txm (vid apcrít) {"Mira: toma algunas notas". Redacción anterior en el Cuaderno: "Mira: ve tomando algunas notas"}.
Hemos aludido ya muchas veces a la "cuartilla" que el Beato Josemaría llevaba en su bolsillo para apuntar ideas, luces de Dios, objetivos, propósitos, pequeños acontecimientos. Este p / 97  parece arrancado de la experiencia espiritual de esa praxis. Tomaba notas en la oración –mientras oraba– , para proyectarlas en la vida ordinaria; y las tomaba también en las más diversas ocasiones de la vida –hasta por la calle– para "llevarlas" luego a su oración y sopesarlas {Era una manera, explicó en algunas ocasiones, de imitar la actitud de María, "conferens in corde suo" (Lc 2, 19)}. De todo este trasiego a lo divino, de esta "circularidad" de su vida en Dios salían los textos de los Cuadernos y, después, los puntos de C. Esto lo hizo hasta el final de su vida. En los años romanos usaba pequeñas semioctavillas que llevaba en su agenda. En temporadas rompió muchísimos papeles, una vez utilizados, pero queda una gran cantidad.

 «  98  »  Después de la oración del Sacerdote y de las vírgenes consagradas, la oración más grata a Dios es la de los niños y la de los enfermos.

Original en el Cuaderno V, nº 524, escrito el 30-XII-1931 {Ese mismo día transcribió el p / 2 }, a la vez que el futuro p / 2. Es exacto su tenor literal. Por el contexto se entiende que está hablando de la oración de petición. La alusión a la fuerza intercesora de la oración de los sacerdotes y de las vírgenes consagradas es sin duda una afirmación tradicional. Lo que más arriba dice el Autor del sacerdote como "alter Christus" (vid com / 66) es en C, a mi parecer, la base teológica de esa primacía de la intercesión sacerdotal que sube al Cielo desde la tierra, especialmente en la Santa Misa. La colocación de las vírgenes "consagradas" a continuación se basa, supongo, en el excelso carácter que la tradición otorga al "status" eclesial de estas vírgenes {Después del Concilio Vaticano II la Iglesia ha restituido el antiguo "Ordo Consecrationis Virginum" (ed typica 1970). Sobre las vírgenes consagradas vid Catecismo de la Iglesia católica, nn. 922-24. Así escribía el Autor a una comunidad de contemplativas: "Díganle ustedes a Jesús todas estas cosas y aquellas otras que Él pondrá en el corazón y en los labios de sus vírgenes" (Carta de Josemaría Escrivá a María Teresa Villanueva Labayen, entonces Jerónima de la Adoración, Madrid 24-I-1932; EF 320124-1)}. En todo caso, Escrivá buscó con ahínco la fuerza de esas plegarias. Hay testimonios de que paraba por la calle a compañeros sacerdotes, sin conocerlos, con el exclusivo objeto de pedirles que rezaran por una intención suya:
"Sigo pidiendo oraciones hasta a personas desconocidas, religiosas p.e., a quienes abordo en la calle, solicitando de su bondad la limosna espiritual de un "Padre nuestro" {Cuaderno V, nº 569, 18-I-1932}.
Algunos de esos encuentros –en el Madrid de los años treinta– fueron el inicio de profundas amistades sacerdotales {Así conoció el Autor a don Casimiro Morcillo, que murió siendo Arzobispo de Madrid. Tanto el Autor como don Casimiro rememoraban con frecuencia este singular encuentro. Álvaro del Portillo escribe que el Autor le comentaba: "Don Casimiro, al que entonces no conocía de nada, se me quedó mirando asombrado, con los ojos bien abiertos, como diciendo: ¡éste está loco!" (nota 472 a los Apínt)}. A las monjas del Patronato de Santa Isabel las tenía rezando por intenciones suyas continuamente.
Si sacerdotes y vírgenes tienen esa prelación que podríamos llamar "institucional", los niños y los enfermos eran la debilidad "existencial" del Autor, a imitación del Maestro (vid p / 419). Detrás de este punto está, en efecto, la experiencia de aquellos años en que confesaba a tantos niños en el Patronato de Enfermos y su labor con los enfermos en el Patronato y en los hospitales de Madrid:
"28 de abril de 1932: Continúo rezando cada día, con las niñas de Sta. Isabel que preparo para la primera comunión, una avemaría –les digo– por el santo a palos" {Cuaderno V, nº 710}.
Ya se ve lo que hay detrás de esta ingenua y –para las niñas, seguro– divertida oración. Don Josemaría les había dicho que había uno que tenía que ser santo, aunque fuera a palos, y que había que rezar por él. Unos días antes había hecho esta súplica al Señor, que quedó escrita en el Cuaderno V, nº 699, 15-IV-1932:
"Jesús: tu borrico cree en ti, te ama y espera. Hazme santo, mi Dios, aunque sea a palos" {Sobre el tema del borrico vid p / 606  y 998 con sus com}.
Sobre la intercesión de los enfermos, vid com / 208. Fue, como he dicho, una de sus grandes experiencias durante su trabajo en el Patronato de Enfermos. Escrivá pensaba en la intercesión de aquellos que ayudó a bien morir:
"Pienso que algunos enfermos, de los que asistí hasta su muerte, durante mis años apostólicos (!) {Durante sus años de trabajo con las Damas Apostólicas, del Patronato de Enfermos} , hacen fuerza en el Corazón de Jesús..." {Cuaderno V, nº 689, 7-IV-1932}.
No deja de ser interesante lo que se escribió en aquellos años acerca de quiénes "caben" y "no caben" en el Opus Dei:
"Caben: Los enfermos, predilectos de Dios, y todos los que tengan el corazón grande, aunque hayan sido mayores sus flaquezas" {Cuaderno IV, nº 206, 15-VII-1931}.

 «  99  »  Cuando vayas a orar, que sea éste un firme propósito: ni más tiempo por consolación, ni menos por aridez.

Original en el Cuaderno V, nº 593, 4-II-1932. Vid apcrít.
La doctrina de este punto y los dos siguientes expresa con el estilo vivo, conciso e incisivo, tan característico del Autor, enseñanzas que son patrimonio de los buenos maestros de la oración.

 «  100  »  No digas a Jesús que quieres consuelo en la oración. –Si te lo da, agradéceselo. –Dile siempre que quieres perseverancia.

Original también en el Cuaderno V, nº 534, redactado unas semanas antes (2-I-1932 {Ese día escribió a continuación el p / 852 }), en el mismo clima de íntima oración y vida de infancia.

 «  101  »  Persevera en la oración. –Persevera, aunque tu labor parezca estéril. –La oración es siempre fecunda.

No salimos del Cuaderno V. El punto está en el nº 515 y fue escrito cinco días antes que el anterior: San Juan Evangelista, 27-XII-1931 {A continuación y formando una sola consideración escribió el p / 891}. Josemaría Escrivá sigue siendo un niño ante Dios:
"Niño amigo: persevera en la oración. Persevera, aunque tu labor parezca estéril. La oración es siempre fecunda" {En 1935 retomaba estas expresiones al explicar a los fieles del Opus Dei el sentido del trabajo apostólico: "Rechazad el descorazonamiento que os produce ver que, a pesar de vuestra oración, de vuestros sacrificios y de vuestra tenacidad, aquella determinada alma por quien trabajáis ¡no viene, no responde! Hemos de estar ciertos de que la oración es siempre fecunda, y el sacrificio nunca es estéril" (Instrucción, 1-IV-1934, nn. 59-60). Vid también com / 335}.
A continuación de estas frases, y formando todo una única consideración, escribió en su Cuaderno el contenido de lo que pasaría a ser p / 891 (vid com) dentro del cap "Vida de infancia".

 «  102  »  Tu inteligencia está torpe, inactiva: haces esfuerzos inútiles para coordinar las ideas en la presencia del Señor: ¡un verdadero atontamiento!
No te esfuerces, ni te preocupes. –Óyeme bien: es la hora del corazón.

Ficha de la serie Lh. Lo más probable es que fuera redactada en Honduras, en conexión con una anotación de su Cuaderno, ya citada:
"Los días peores de esta temporada son los que paso en Honduras. –R.Ch.V. –No se me ocurre nada, nada: estoy entontecido" {Apínt, nº 1379, 8-V-1937. R.Ch.V. =Regnare Christum volumus. Vid com / 11}.
En el guión sobre oración de agosto del 38, mencionado ya otras veces, se lee:
"Atontamiento. –Al leer sólo me acuerdo de... etc. etc. –No, cabeza, ¡corazón! –Pajas al fuego" {EjEsp, Plática "Espíritu de oración", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 102}.

 «  103  »  Esas palabras, que te han herido en la oración, grábalas en tu memoria y recítalas pausadamente muchas veces durante el día.

La octavilla es una ficha Re. Segundo semestre de 1938. El Autor propone aquí a los lectores una práctica de alto valor espiritual, por lo demás bien conocida en la tradición, tanto oriental como occidental, de la oración cristiana. Nos "hiere" un versículo del Evangelio que meditamos, unas palabras de un libro de espiritualidad que leemos, etc. Memorizarlas o apuntarlas para recitarlas luego... pausadamente, dice. La "pausa" es la que da carácter meditativo, sabroso, a esta repetición vocal. Escrivá traslada con toda discreción su propia experiencia, que en su vida muchas veces era estrictamente sobrenatural. La palabra que le "hería", frecuentemente no la estaba leyendo, ni considerando, sino que le brotaba en el corazón sin saberlo ni pensarlo: como el Espíritu Santo que clama en el corazón (Rm 8, 26) –locución intelectual– y la palabra que viene a los labios {Y con frecuencia también, era fuera del acto formal de hacer oración en lugar sagrado}. Estas palabras, casi siempre de la Escritura, con el mensaje espiritual que a ellas iba unido, quedaban no ya memorizadas, sino grabadas para siempre en el alma. Vid com / 12 {Vid, por ej, en Cuaderno IV, nº 273 la narración del episodio de 7-IX-1931 a propósito del pasaje del libro de Samuel: "et fui tecum in omnibus ubicumque ambulasti [2S 7, 9], firmans regnum tuum in aeternum [cfr 2S 7, 13s]". Como se ve el texto no es literal de la Escritura. Esta expresión sintética procede del Liber responsorialis de San Gregorio Magno (PL 78, 832) y se leía, a la letra, en el Breviario, en el responsorio de la III Lectura del viernes de la segunda semana "post octavam Pentescostes" (Totum, pg 634). El Autor la leyó, pues, el 12 de junio. En septiembre fue cuando se le venía con ímpetu a los labios}. Por lo demás, este punto hay que ponerlo en relación con la "cuartilla" de que se habla en com / 97. Allí, ciertamente, se trata de la dificultad en la oración; aquí en cambio, de la oración "sabrosa". En ambos casos, el Beato Josemaría se servía no sólo de la memoria, sino de la "cuartilla".

 «  104  »  "Pernoctans in oratione Dei" –pasó la noche en oración. –Esto nos dice San Lucas, del Señor
Tú, ¿cuántas veces has perseverado así? –Entonces.

De nuevo una ficha Re. El punto pudo ser elaborado con ocasión de la vigilia que predicó a los Propagandistas y Consejo Central de Acción Católica la noche del 29 al 30-VI-1938, en la iglesia del Carmen, de Burgos, sobre el tema: "Pedro y Pablo, instrumentos". De esa predicación proceden varios puntos de C. En contraste con Pedro, que se duerme, señala el vigor de la oración del Maestro:
"Jesús y la oración: erat pernoctans in oratione..." {Plática "Pedro y Pablo, instrumentos", predicada a los Propagandistas, en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, Burgos 29-VI-1938; guión nº 81}.
Escrivá, después de la hora santa, se quedó en la Iglesia y pasó toda la noche en oración {El Beato Josemaría escribió ese día: "Por la noche, en los Carmelitas, tienen los muchachos del Consejo Central de Acción Católica una vigilia. Me pidieron que les dé la hora santa, y, con mucho gusto, accedí. De manera que esta noche la pasaré junto al Señor" (Carta de Josemaría Escrivá a Emiliano Amann, Burgos 29-VI-1938; EF 380629-1). Sobre esta vela hay dos anotaciones de J. Mª Albareda en el diario familiar que llevaban en Burgos, : "El Padre va a dirigir la vela nocturna de los Propagandistas en el Carmen. Va con Pedro" (Diario de Burgos, 29-VI-1938). "Pedro cuenta detalladamente la llegada de los que participaron en la Vela, la meditación que dirigió el Padre, la adoración nocturna y la Misa" (ibidem, 30-VI-1938). Parece que la extensa narración que se lee en Pedro Casciaro, Relación testimonial, 26-VI-1979, Parte II, cap 2, pgs 165-169), corresponde a esta ocasión, aunque Casciaro no recuerda en su relato la fecha. Vid com / 962}. El día 4 de ese mismo mes también hizo vigilia en la iglesia del Carmen {"Día 4 de Junio de 1938, vísperas de Pentecostés. [...] Esta noche me quedaré en los Carmelitas, en la vigilia organizada por la Juventud Católica. No sé. Espero mucho, para mi alma, de esa vela" (Cuaderno VIII, dpdo, nº 1574)} .En ese contexto pudo brotar el punto de C. Aunque la redacción sobre la ficha Re viniera después, con ocasión de este otro apunte:
"¿Que hacía Jesús? Pernoctans in oratione Dei" {EjEsp, Plática "Espíritu de oración", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 102}.

 «  105  »  Si no tratas a Cristo en la oración y en el Pan, ¿cómo le vas a dar a conocer?

Texto del Cuaderno 6, 17-X-1933, nº 1063 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 105, 711, 954a}.
En el p / 87  el Autor ha puesto la Eucaristía y la oración como clave para la "vida.
sobrenatural". En éste aparecen como clave de toda acción apostólica: "dar a conocer a Cristo". Nótense los dos binomios de p / 87  junto con el de este punto: Pan y palabra; Hostia y oración; Pan y oración. Es decir, Pan-Hostia / palabra-oración. En ambos p / 87  y 105, de una manera casi lacónica, se concentra una dimensión fundamental del cristocentrismo del Beato Josemaría {Sobre el tema vid A. Aranda, ' El bullir de la sangre de Cristo ' , 2000, especialmente pgs 153-202}.

 «  106  »  Me has escrito, y te entiendo: "Hago todos los días mi « ratito » de oración: ¡si no fuera por eso!".

Texto de diciembre de 1938. Fruto inmediato del apostolado epistolar del Autor. En marzo de 1936, durante las vacaciones de Semana Santa, escribe unas breves líneas a un estudiante de Arquitectura que se dirigía con él:
"Jesús te guarde. He recibido tus cariñosas líneas. Todos, por aquí, te recuerdan con afecto y desean que vuelvas pronto a tu vida de trabajo. No me dejes tu ratito de oración y acuérdate de pedir por la Obra y por tu Cap[ellán], que te bendice, Josemaría" {Carta de Josemaría Escrivá a Emiliano Amann, Madrid 17-III-1936; EF 360317-1}.
En una carta de junio del 38 el Beato Josemaría vuelve al tema casi con la misma expresión:
"Frecuenta los Sacramentos cuanto puedas. Hazme el ratico diario de oración" {Carta de Josemaría Escrivá a Emiliano Amann, Burgos 29-VI-1938; EF 380629-1}.
El consejo perseverante – eco de otras muchas conversaciones personales– se le debió grabar al joven estudiante, pues en diciembre de 1938 escribía al Autor:
"Querido Padre: Hace tres días recibí las líneas de Paco [Botella] y la carta familiar de todos. Creo que es la vez que mejor recibimiento y más oportunamente llegó. Me cogió en unos días tristes, sin motivo alguno, y me animó extraordinariamente su lectura, sintiendo cómo trabajan los demás. Hago todos los días el "ratito", ¡si no es por él! –No sé si es el aislamiento, lo que deprime enormemente" {Carta de Emiliano Amann Puente a Josemaría Escrivá, 14-XII-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp D, exp 6. Esta carta da base también al p / 977. Vid com a este punto}.

 «  107  »  ¿Santo, sin oración?... –No creo en esa santidad.

El Autor de C sigue recorriendo sus guiones sobre la oración:
"¿Qué hacen los santos?: ninguno, sin oración" {EjEsp, Plática "Espíritu de oración", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 102}.
La formulación "existencial" que el Autor hace en esta predicación a sacerdotes tiene este paralelo "doctrinal" en la Exhortación a los sacerdotes del Papa San Pío X: "Entre la santidad y la oración existe necesariamente una relación tal, que no es posible la una sin la otra" {San Pío X, Exhortación Haerent animos, al clero católico en el 50º aniversario de su ordenación sacerdotal, 4-VIII-1908 (Palabra, pg 337). Interesante notar que la Carta Apost. Novo millennio ineunte, 6-I-2001, señala como primeras prioridades en la programación pastoral postjubilar la "santidad" (nn. 30-31) y la "oración" (nn. 32-34)}.
La "gaitica" fue escrita a continuación del p / 87; vid com a este punto.

 «  108  »  Te diré, plagiando la frase de un autor extranjero, que tu vida de apóstol vale lo que vale tu oración.

Ficha Re, también del segundo semestre de 1938. El Autor declara que su texto procede de otro autor. Se refiere al ya citado Jean B. Chautard y a su libro El alma de todo apostolado, Valladolid 1927. La frase se encuentra en pg 169; es el título de la sección "Un sacerdote vale lo que vale su oración" {Aunque el Autor leía con toda comodidad el francés, el texto que manejó fue con toda probabilidad el de 1927, que citamos. La edición de París 1934, pg 202, que es la que he consultado, dice exactamente lo mismo: "Un Prêtre vaut ce que vaut son oraison". Sobre Chautard vid com / 81 nota 5 y com / 961}. En C Josemaría Escrivá toma la idea, pero ahora ya no es sólo el sacerdote, sino todo cristiano empeñado en seguir a Cristo. Es una consecuencia patente de la centralidad que cobra en el libro la llamada universal a la santidad y al apostolado.

 «  109  »  Si no eres hombre de oración, no creo en la rectitud de tus intenciones cuando dices que trabajas por Cristo.

Octavilla Re, redactada en Burgos 1938, en principio en el segundo semestre del año. No he encontrado relaciones documentales. El punto parece una consecuencia del punto anterior: esa acción apostólica exterior, si es que existe, no procede de una.
limpia intención, es decir de Cristo: hay doble vida en el sujeto. El tema "rectitud o pureza de intención" es un tema fuerte en C. Vid entre otros com / 788 y 792; y p / 161, 287  y 826

 «  110  »  Me has dicho alguna vez que pareces un reloj descompuesto, que suena a destiempo: estás frío, seco y árido a la hora de tu oración; y, en cambio, cuando menos era de esperar, en la calle, entre los afanes de cada día, en medio del barullo y alboroto de la ciudad, o en la quietud laboriosa de tu trabajo profesional, te sorprendes orando... ¿A destiempo? Bueno; pero no desaproveches esas campanadas de tu reloj. –El Espíritu sopla donde quiere

Punto procedente del conjunto de notas incorporadas al Cuaderno VII en 5-I-1934 {Son: 110, 718, 435, 983, 386, 325, 65, 178, 174, 802, 173}. El p / 110, basta ver las fechas, no circuló en multicopia, sino que fue incluido directamente en el impreso de Cuenca. El nº 1098 del Cuaderno VII dice así:
"Me has dicho alguna vez que pareces un reloj que suena a destiempo: estás frío, seco y árido a la hora de tu oración, y, en cambio, cuando menos era de esperar, en la calle, entre el barullo y alboroto de la ciudad, o en la quietud laboriosa de tu trabajo profesional, te sorprendes orando {"orando": en el Cuaderno precede "en oración", tachado}... ¿A destiempo? Bueno; pero no desaproveches esas campanadas de tu reloj. El Espíritu sopla donde quiere".
El punto, que refleja también experiencias de la numerosa dirección espiritual que llevaba –sobre todo de estudiantes y profesores universitarios–, tiene primariamente un carácter autobiográfico. Esa experiencia, incluso con una oración de alto contenido místico, es la propia del Autor, que él mismo, en diversas ocasiones, relata en sus Cuadernos {Sobre el tema vid Vázquez de Prada, I, pgs 379-422 }. De 1932 son estas anotaciones:
"Es incomprensible: sé de quien está frío (a pesar de su fe, que no admite límites) junto al fuego divinísimo del Sagrario, y luego, en plena calle, entre el ruido de automóviles y tranvías y gentes, ¡leyendo un periódico! vibra con arrebatos de locura de Amor de Dios" {Cuaderno V, nº 673; 26-III-1932}.
Lo del periódico debió comenzar en esa época, pues del mes anterior este texto:
"Quiero anotar, porque es algo raro, que Jesús suele darme oración cuando leo la prensa" {Cuaderno V, nº 618; 26-II-1932}.
Unos días después escribe:
"El sábado último me fui al Retiro, de doce y media a una y media (es la primera vez, desde que estoy en Madrid, que me permito ese lujo) y traté de leer un periódico. La oración venía con tal ímpetu que, contra mi voluntad, tenía que dejar la lectura: y entonces ¡cuántos actos de Amor y abandono puso Jesús en mi corazón y en mis labios!" {Cuaderno V, nº 619; 29-II-1932. "Esto le sucedió a nuestro Padre durante toda su vida. Yo he visto muchas veces, desayunando con el Padre, mientras leíamos los dos la prensa, que apenas ponía sus ojos en el periódico del día, en muy pocos segundos, se quedaba totalmente abstraído, metido en Dios. Apoyaba enseguida la frente sobre la palma de una mano, y dejaba de leer el periódico, para hacer su oración" (Álvaro del Portillo, nt 506 a Apínt)}.
"Darme oración". Expresión frecuente en los Apínt {Por ej, Cuaderno V, nº 691: "Día 10 de abril, dominica II post Pascha, 1932: Ayer, en lugar donde se hablaba y se hacía música, me dio oración con un consuelo inexplicable. Terminé diciendo: Jesús, no quiero el consuelo, te quiero a Ti"} para designar la "visita" inesperada del Señor en el alma, que irrumpe y "pone" en el corazón "actos de Amor y de abandono".

 «  111  »  1Me has hecho reír con tu oración... impaciente. –Le decías: "no quiero hacerme viejo, Jesús... ¡Es mucho esperar para verte! Entonces, quizá no tenga el corazón en carne viva, como lo tengo ahora. Viejo, me parece tarde. Ahora, mi unión sería más gallarda, porque te quiero con Amor de doncel".

Texto de origen epistolar. Pedro Casciaro, uno de los miembros del Opus Dei que vivía en Burgos con el Autor, marchó en los primeros días de diciembre de 1938 a Calatayud, al trasladarse allí el Cuartel del General Orgaz, al que estaba adscrito {Vid P. Casciaro, Soñad, 11ª ed, 1999, pgs 179-181}. El Beato Josemaría le había dicho, entre bromas y veras, que viviría muchos años, más de ochenta: ochenta y dos, le dijo en alguna ocasión. Así se entiende lo que Casciaro, con un pizzico de humor y un mucho de autenticidad, escribía al Autor –poco después de llegar a su nuevo destino– hablándole de su vida de oración:
"Esta tarde he hecho la oración en la Colegiata de Santa María. Solos el Señor y yo. Meditando sobre lo que allí he pensado, le digo que me parecen muchos años, ochenta y dos, para esperar a verle. Entonces, quizá, no tenga el corazón en carne viva, como lo tengo ahora. Lo entiendo, pero la unión para entonces me parece tarde. Ahora sería más gallarda, porque yo le quiero con amor de doncel. Y le he dicho que la Comunión no me basta. Pedirle, no le pido más que perseverancia, pero deseo más" {Carta de Pedro Casciaro a Josemaría Escrivá, Calatayud 18-XII-1938; AGP, N-2, leg 147, carp C, exp 2}.
La carta pone de manifiesto la confianza con que trataban Escrivá aquellos primeros de su entorno, abriéndole lo más profundo de su alma. La sonrisa del Autor ante la carta es paralela a la de tantos otros "golpes" de Perico Casciaro. Todo se explica bien leyendo su libro Soñad y os quedaréis cortos, en el que cuenta sus largos años de convivencia con el Beato Josemaría. Al Autor de C le hizo gracia –y le edificó– la "ocurrencia" y decidió hacer con este motivo una "gaitica" ocultando, claro está, el nombre del protagonista, pero poniendo de manifiesto cómo el trato con Jesús provoca la impaciencia por contemplarle "facie ad faciem".
Cuando Casciaro leyó el libro y se encontró con este punto –es él quien lo relata– se "quejó" al Autor por sacar a la calle estas intimidades... {"Le hice, en efecto, ese comentario a nuestro Padre. Incluso se lo dije confidencialmente. Y recuerdo que, estando a solas con él, le protesté cariñosamente, cuando vi redactada una "gaitica", que luego apareció publicada en el número 111 de 'Camino' " (Observaciones de Pedro Casciaro al capítulo V de la Testimonial de Francisco Botella, pg 6: nota a la pg 40, § 3; AGP, sec A, leg 100-8, carp 1, exp 1; Botella había escrito allí: "Cada uno de nosotros, decía el Padre, tiene que trabajar de firme para ' sacar la Obra adelante '. Y Pedro le decía, riéndose, al Padre que no se sentía con fuerzas para vivir tantos años"). La "gaitica" la debió ver en Valencia, en el manuscrito para la imprenta, no antes. Vid com / 311}. La realidad es que el Beato Josemaría pedía al Señor –así lo contó muchas veces– que sus hijos murieran de viejos, después de una vida bien entregada al servicio de Dios: "exprimidos como un limón", decía con frase gráfica {Por ej: "En Madrid hay un modo de decir –se ha ganado el cielo de rositas–, que significa que se ha ganado el cielo fácilmente. En la Obra hemos de trabajar, hemos de morir viejos, exprimidos como un limón, en servicio de los demás, para hacerlos felices" (Notas tomadas en una tertulia con mujeres, Roma 6-IV-1971; AGP, sec P, leg 2, V-71, pgs 82-83). (Para la expresión "de rositas", vid Moliner, II, pg 986)}.

 «  112  »  2Me gusta que vivas esa "reparación ambiciosa": ¡el mundo!, me has dicho. –Bien. Pero, en primer término, los de tu familia sobrenatural y de sangre, los del país que es nuestra Patria.

Texto redactado en una octavilla Not. Diciembre 1938. Redactado a partir de una meditación de los EjEsp de Vitoria:
"Reparación ambiciosa: el mundo. Sí, pero los propios, los de la familia sobrenatural y de sangre, los del país que es nuestra patria..." {EjEsp, Plática "Espíritu de reparación", Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 87}.
Siempre fue ése el método de Escrivá: responsabilidad empezando por los más próximos... Es algo que él vivió siempre en su propia carne, pero con una especial intensidad durante el encierro de Honduras, como expresaba en metáforas a Pedro Casciaro:
No sé si sabrás que me metí, por la familia, que es siempre mi debilidad, en un lío económico: empeñado en pagar todas las deudas. No te digo más. Tú no puedes ignorar que también de deudas andaba yo bueno. Así es que se ha unido el hambre con las ganas de comer. Ahora es cuando me veo realmente viejo, sin fuerzas, y... pachucho en todo. Pero, lo dicho, dicho. No me vuelvo atrás. Compadécete tú –y lo mismo los otros nietos– y ayudadme como podáis. ¡Tendría poca gracia que mis ambiciones acabaran en un "crack", o, por lo menos, en una suspensión de pagos! Tiemblo: cuento –creo– con el esfuerzo y los sacrificios de toda mi gente" {Carta de Josemaría Escrivá a Pedro Casciaro, Madrid 29-IV-1937; EF 370429-1}.
El Autor anticipa, en contexto de "reparación", el amor a la Patria, del que hablará de manera directa en p / 525. Vid com.

 «  113  »  Le decías: "No te fíes de mí... Yo sí que me fío de ti, Jesús... Me abandono en tus brazos: allí dejo lo que tengo, ¡mis miserias!" –Y me parece buena oración.

Al día siguiente de predicar la meditación que da base al punto anterior, allí, en el Palacio Episcopal de Vitoria, el Autor anotaba en su Cuaderno:
"Vitoria, 20 de agosto de 1938. Me veo tan miserable que muchas veces asomo la cabeza al oratorio, para decirle a Jesús: "no te fíes de mí... yo, sí que me fío de ti, Jesús... Me abandono en tus brazos: allí dejo lo que tengo, ¡mis miserias!" Si no lo hiciera de este modo, ante la turbamulta de cosas que llevo dentro de mí, creo que me volvería loco. Abandonarme en Jesucristo, con todas mis miserias. Y lo que El quiera, en cada instante, fiat!" {Cuaderno VIII dpdo, nº 1585}.
Como en tantas otras ocasiones, utiliza el género "diálogo" para esconderse... Al terminar lo que sería este p / 113  exclamó en su Cuaderno:
"Monstra te esse Matrem!".
El abandono en Dios del Beato Josemaría tenía siempre una dimensión mariana: abandono en los brazos de la Virgen Santísima. Vid cap sobre María y com / 728 {San Felipe Neri solía decir: "Io mi diffido di me stesso, e mi confido in te, Giesù mio". "Jesù mio, non ti fidar di me" (Documentación tomada de Il primo processo per san Filippo Neri, Città del Vaticano, B.A.5., 1957-1963 y citada en Alberto Venturoli, Il profeta della gioia. La mistica di San Filippo Neri, Jaka Book, Milano 1999, pgs 56-57)}.

 «  114  »  La oración del cristiano nunca es monólogo.

Un texto de la serie Lh, que puede haber sido escrito en Honduras. Decía en una de sus meditaciones en la Legación:
"No, la oración es una charla afectuosa, una confidencia amorosamente atendida; es un diálogo lleno de amor –nunca un monólogo– en el que Dios corresponde siempre..." {PredicHond, "Misericordia", 30.V.1937, Domingo II después de Pentecostés, pg 99; XV}.
También hay un texto de un retiro en Salamanca que recoge –o da base– a esta idea:
"¿Mi vocación, sin Vida sobrenatural?: Oración se hace monólogo" {Retiro espiritual, Plática "Vida sobrenatural", Salamanca 25-I-1938; guión nº 91}.

 «  115  »  "Minutos de silencio". –Dejadlos para los que tienen el corazón seco.
Los católicos, hijos de Dios, hablamos con el Padre nuestro que está en los cielos.

Punto procedente de la edición de Cuenca. No hay texto en los Cuadernos. Podría proceder por tanto del primer Cuaderno, destruido por el Autor {Vid a este propósito com / 81}.
El Autor expresa su pena ante el fenómeno creciente de la descristianización cultural del país y la asepsia de los "minutos de silencio", que comenzaban a extenderse por la España de entonces. La presión en esta línea venía de "ateos, masones y protestantes", que era el tenor de este punto hasta la 13ª edición (vid apcrít); después el Autor cambió la redacción {Camino / The Way hace notar que en la primera edición en lengua inglesa (Cork 1953) la frase tenía este tenor: "Let you make good use of those minutes: pray. Leave silence for those whose hearts are dry"} .. El "ateísmo laicista", la "masonería secreta" y las "sec.
tas", siempre han rechazado fuertemente a la Iglesia Católica, pero esa realidad se percibía de manera especialmente virulenta en la vida de la comunidad católica española de la época {Vid Gonzalo Redondo, Historia de la Iglesia en España, 1931-1939, I, Rialp, Madrid 1993, pgs 1-70}. Hoy los "minutos de silencio" han entrado en la mentalidad general. En aquella época significaban una crítica militante de la manera católica de oración por los difuntos. El mensaje del Autor es claro: durante los "minutos de silencio" que se queden callados los que tienen el corazón seco; los cristianos –y todo el que tenga jugoso el corazón– han de aprovechar esos minutos para rezar. Es éste un mensaje que debería entrar claramente en la catequesis cristiana de los niños.

 «  116  »  No dejes tu lección espiritual. –La lectura ha hecho muchos santos.

El cap termina con dos puntos dedicados a la lectura espiritual: éste –que es el último de la edición de Cuenca–, y el p / 117, redactado en Burgos. El original de este p / 116, escrito el día que cumplía 32 años, 9-I-1934, está en el Cuaderno VII, nº 1110, con una redacción algo diversa:
"No dejes tu lección espiritual: la lectura ha santificado a muchos" {Ese mismo día había transcrito antes el futuro p / 336}.
Es la experiencia de la tradición espiritual cristiana, que puede considerarse compendiada en esta expresión del Crisóstomo:
"Es cosa evidente que la lectura espiritual santifica e infunde con abundancia la gracia del Espíritu Santo" {San Juan Crisóstomo, Hom. Ioann, 32, 3; 32, 3 (PG 59, 187). El pasaje está citado por Tobias Lohner, Bibliotheca manualis concinatoria..., II, Apud Hipolitum Walzer, Parisiis, 1887, pg 692, que ofrece el texto latino: "Perspicuum est, spirituali lectione animam sanctificari, et gratiam Spiritus Sancti affatim infundi". Esta "Bibliotheca" en cinco volúmenes era muy consultada por el Autor de C en los años treinta para asegurar los fundamentos de tradición en su actividad pastoral y de predicación}.

 «  117  »  En la lectura –me escribes– formo el depósito de combustible. –Parece un montón inerte, pero es de allí de donde muchas veces mi memoria saca espontáneamente material, que llena de vida mi oración y enciende mi hacimiento de gracias después de comulgar.

Es una ficha Re. El que escribe al Autor parece ser el Prof. Jiménez Vargas en una de sus numerosas cartas desde el frente de Teruel. Así lo recuerda él, aunque la carta no he podido encontrarla en la colección que se conserva en el AGP. Escribe en su "Relato del 77", refiriéndose a este punto:
"Es de una carta que escribí al Padre durante la guerra. La insistencia del Padre en que cumpliésemos las Normas {Alusión a las líneas concretas del plan de vida espiritual que difundía el Autor de C. Vid introducción al cap "Dirección" y p / 75 -80 con sus com. Vid también p / 377  y com} fue siempre igual. Y se comprende que en las cartas que le escribíamos, de una manera o de otra, fuésemos diciendo cosas en relación con el cumplimiento de las Normas. En esa carta, en concreto, le decía que venía comprobando la utilidad de la norma de la lectura espiritual" {Relato del 77, pg 6}.
Es lo mismo que de alguna manera ya hemos visto en la carta de Pedro Casciaro citada más arriba. Vid com / 111. Casciaro habla de su oración y Jiménez Vargas de la lectura espiritual. Vid también com / 761
La enseñanza de este p / 117  –la lectura llena de vida la oración– hace eco al cabo de los siglos a esta sentencia de Máximo el Confesor:
"Es obra de la lectura y de la contemplación hacer espiritual al intelecto, y de esto viene el orar sin distracción" {Máximo el Confesor, Centurias sobre la caridad, 2, 4; Biblioteca de Patrística 37, Madrid 1997, pg 115}.

 «  SANTA PUREZA  » 

1 En Cem32 hay una sección claramente determinada sobre el tema: Cem32 / 125-133. Está ya en la segunda mitad del fascículo, dentro de un conjunto más amplio que podríamos llamar "Virtudes". A la hora de preparar la edición de Cuenca, el Autor decide adelantarla al lugar que actualmente ocupa y construir con ella el cap "Santa Pureza". Es una decisión metodológica importante. Josemaría Escrivá se mueve a mi parecer desde un profundo conocimiento de la realidad existencial del sujeto humano. La docilidad al Espíritu y la vida de oración –amistad y seguimiento de Jesús–, que acaba de describir, y que es el camino por el que quiere conducir a la gente, no es posible sino en el clima de una vida limpia en la castidad {Formalmente lo expresa el Autor en el p / 130  de este cap. Es ésta, según Chadwick, la experiencia que lleva a San Agustín a la conversión (Henry Chadwick, Agustín, Cristiandad, Madrid 2001, pg 49)}. Pero también es cierto que sólo desde la docilidad al Espíritu Santo y desde la oración, se puede vivir la santa pureza. Son dimensiones de la "antropología cristiana" que se exigen mutuamente. En C, la pureza del cuerpo y del alma se va a situar, incluso estructuralmente, en el movimiento de la vida de oración. Es digno de notarse que en el lenguaje del Autor –desde el título mismo del cap– la pureza de que habla es siempre la santa pureza, entiendo que por la relación existencial que dice a la acción del Espíritu Santo en el sujeto humano {Lo explicó el propio Autor después: "Al tratar de la virtud de la pureza, suelo añadir el calificativo de santa. La pureza cristiana, la santa pureza, no es el orgulloso sentirse puros, no contaminados. Es saber que tenemos los pies de barro (Dn 2, 33), aunque la gracia de Dios nos libre día a día de las asechanzas del enemigo" (Homilía "Vocación cristiana", Roma 2-XII-1951, primer domingo de Adviento, en Es Cristo que pasa, 5)} : en el alma y derivadamente en el cuerpo.
2 El cap tiene veintiocho puntos: los nueve que constituían el cap de Cec más otros diez y nueve elaborados después. Es una gran experiencia la que ahí se acumula. Comienza también ahora con un punto "declarativo" (p / 118), que conecta el nuevo tema con el cap precedente: la oración. Se trata de la oración humilde. La pureza –dice– es un "don" de Dios al que la pide con humildad. En Cem32 la "santa pureza" estaba situada, como he dicho, en el conjunto "Virtudes" y a continuación de la caridad y de la humildad. Esto no debe olvidarse para una correcta comprensión de sus textos, y el Autor lo subraya con toda su fuerza en los dos primeros puntos del cap, procedentes de la capa más antigua del texto, siguen tres bloques: el primero (p / 120 -125) procedente de Burgos, el segundo (p / 126 -132) recoge el resto de los puntos de Cuenca (los cinco que quedaban del bloque de Cem32, más uno de Cem33 y otro del Cuaderno VI) y el tercero ordena dentro del cap los trece puntos escritos en Burgos.

 «  118  »  La santa pureza la da Dios cuando se pide con humildad.

El cap, ya desde el impreso de Cuenca, comienza con esta fundamental afirmación, que sitúa de manera muy determinada el horizonte de la castidad –de sacerdotes y laicos, de célibes y casados– en el ámbito del don de Dios y, por tanto, en el de la oración humilde del cristiano. El Autor –sin excluir evidentemente el término "castidad", que también emplea– prefería hablar de "santa pureza". Sabía por experiencia que, al hablar de castidad, se desviaba la atención de los cristianos corrientes hacia situaciones particulares en la vida de la Iglesia: la castidad se identificaba –era algo muy corriente en el lenguaje de entonces– con el "voto" de castidad de los religiosos.
El texto original es de 1930 (10 de diciembre) y está en el Cuaderno III, nº 128:
"No olviden los miembros de la Obra de Dios que la santa pureza la da El, cuando se pide con humildad".
Como se ve, en su tenor literal tiene la forma de un consejo espiritual a los fieles del Opus Dei y, al sacarlo al velógrafo, lógicamente hace extensiva a todos esta consideración. Es sin duda un decisivo principio de la ascética cristiana. La experiencia de vida reflejada en los puntos de C es, la mayor parte de las veces, experiencia personal y pastoral. En este cap esto aparece sobre todo en los textos de los Cuadernos que nos abren la vida interior del Autor. Una anotación de su retiro espiritual de Segovia, dos años después (octubre del 32), es el mejor comentario a este punto:
"Mi pobre corazón está ansioso de ternura. Si oculus tuus scandalizat te... No, no es preciso tirarlo lejos: que no se puede vivir sin corazón. La santa pureza –lo sé, lo he visto– la das tú, Jesús, a quien la pida con humildad. Y esa ternura, que has puesto en el hombre, ¡cómo queda saciada, anegada, cuando el hombre te busca, por la ternura (que te llevó a la muerte) de tu divino Corazón!" {9-X-1932, domingo, día 6º del retiro de Segovia; Apínt, nº 1658}.
El tema era constante en su predicación y buscaba apoyarlo en autoridades cuando predicaba a sacerdotes {En la predicación de Vitoria-Vergara, al hablar de este tema, copia a la letra un texto de Ligorio, tomado de un libro que ya ha aparecido en nuestro comentario: "La castidad es una [virtud para cuyo ejercicio somos impotentes, si Dios no nos da su] gracia; y esta gracia Dios la da sólo a los que se la piden, pero todo el que se la pide la consigue con seguridad» (el Autor omite la frase entre corchetes). El Autor cita así: S. Alfonso María de Ligorio, Obras completas, tomo 3º, Del gran medio de la oración, cap I, par. 2. No hemos podido identificar esa edición. El texto, con traducción diversa, puede verse en: Alfonso María de Ligorio, El gran medio de la oración (edición castellana de Brepols, Turnhout, Bélgica, 1927), pg 30. La cita de Ligorio se encuentra en EjEsp, Plática «Santa Pureza», Vergara IX-1938; guión nº 112. Este guión es complementario del 126, que tiene la estructura de la predicación sobre el tema de aquellos EjEsp. En este guión expone en esquema la doctrina de este puto: «Medios para vivir la pureza: [...] Sobre todo, oración: pedirla con humildad».}.

 «  119  »  ¡Qué hermosa es la santa pureza! Pero no es santa, ni agradable a Dios, si la separamos de la caridad.
La caridad es la semilla que crecerá y dará frutos sabrosísimos con el riego, que es la pureza.
Sin caridad, la pureza es infecunda, y sus aguas estériles convierten las almas en un lodazal, en una charca inmunda, de donde salen vaharadas de soberbia.

Texto del cuaderno VI, nº 854, fechado junto con otros dos puntos de C en 27-X-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 667, 266, 119} , e incorporados los tres a las cuartillas a velógrafo. El texto de este punto tiene en el Cuaderno un tenor literal idéntico, con algunas diferencias de puntuación.
Pureza y oración, antes. Ahora, pureza y caridad {Inmediatamente antes del pasaje transcrito el Autor escribe en la misma página de su Cuaderno: "La caridad efectiva entre los hermanos será la manifestación constante del espíritu fraterno. Y, con la caridad, la pureza. No estimo la pureza sin caridad: porque entonces no es virtud cristiana, es un hábito de decencia"}. Ambos textos, redactados con dos años de distancia entre sí, son agrupados, uno tras el otro para dar entrada a este cap. En ellos, con suma concisión, el Autor expone el fundamento teológico y existencial de la "santa pureza" que predicaba a los fieles: el Amor en su doble movimiento, de Dios al hombre (el don) y del hombre a Dios y al prójimo (caridad) {En alguna ocasión oí al Autor referirse, en este contexto de pureza, humildad y caridad, a lo que se decía de las monjas de Port-Royal: "puras como ángeles y soberbias como demonios". Henri Daniel-Rops, Histoire de l'Église. V-2. L'Église des temps classiques, Le grand siècle des âmes, Librairie Arthème Fayard, Paris 1958, pg 419, pone esta frase en boca de el entonces Arzobispo de París, Monsieur Hardoin de Péréfix, después de su visita a las monjas, el 9-VI-1664}.

 «  120  »  ¿Pureza? –preguntan. Y se sonríen.– Son los mismos que van al matrimonio con el cuerpo marchito y el alma desencantada.
Os prometo un libro –si Dios me ayuda– que podrá llevar este título: "Celibato, Matrimonio y Pureza".

Expuesto el fundamento, el Autor interrumpe la secuencia del impreso de Cuenca para introducir seis nuevos puntos redactados en Burgos. Éste que ahora consideramos se conserva manuscrito sobre una ficha Re. Pero su redacción –la del párrafo primero– ya estaba, casi a la letra, en la citada meditación de agosto sobre "Santa pureza":
"¿Pureza? –Y se sonríen.– Son los mismos que van al matrimonio con el alma desencantada y el cuerpo marchito" {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vergara IX-1938; guión nº 112}.
El segundo párrafo, el de la promesa del libro, lo debió agregar mientras escribía la "gaitica" (es una octavilla Re), en los últimos meses de 1938. Veía una gran necesidad de clarificación en esta materia. No es de extrañar que la gente le preguntara por un libro de tanto interés. Es el caso de una señora en un coloquio multitudinario en el Club Xénon, de Lisboa, 4-XI-1972:
"Sí, hija mía. Yo no puedo repicar las campanas en la torre y estar en la procesión. ¡No paro! Me llamo Escrivá y escribo mucho. Pero no he podido escribir ese libro que hoy sería muy necesario y conveniente, porque hemos llegado a la vergüenza más repugnante del sexo. Algo que levanta el estómago. De manera que, hija mía, me puedes recriminar. No lo he hecho. Tienes razón. Debía haberlo hecho. No he tenido tiempo" {Notas del coloquio en AGP, sec A, leg 51}.
Sin embargo, el Autor, recién acabada la guerra civil española, tenía en proyecto ese libro junto a otros. En el archivo se conserva una carpeta con notas y apuntes sobre el tema {AGP, sec A, leg 50-4, carp 4: "Celibato, matrimonio y pureza"}. Llegó a encargar el diseño de la portada, que de hecho no llegó a realizarse {El título del libro figura en una cuartilla con cinco títulos que pasó a Miguel Fisac para que diseñara las portadas de los correspondientes libros. Vid facsímil de la cuartilla y descripción de la misma en IntrodGen § 6 nota 74}.

 «  121  »  Hace falta una cruzada de virilidad y de pureza que contrarreste y anule la labor salvaje de quienes creen que el hombre es una bestia.
–Y esa cruzada es obra vuestra.

Original manuscrito en octavilla Re. No he visto contextos documentales. Sobre la "virilidad", vid com / 19 y 22. Vid también p / 216

 «  122  »  Muchos viven como ángeles en medio del mundo. –Tú... ¿por qué no?

Octavilla Bl. De la impureza a la pureza. De la bestia al ángel. Esta comparación la utilizó en la citada predicación de Vergara a sacerdotes, para animarles a la fidelidad a sus compromisos con el ejemplo de laicos que llevan una vida limpia en el mundo:
"Muchos viven como ángeles en medio del mundo..." {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vitoria VIII-1938; guión nº 126}.
Vid lo dicho sobre la comparación con el ángel en com / 22. Aquí hay que agregar que el "vivir como ángeles" de este punto se mueve en un horizonte distinto: es un modo de nombrar la santa pureza vivida fielmente en el celibato. En este sentido, "la vida angélica" es un tema de vieja tradición espiritual, fuertemente tratado desde la época patrística. Por ej, San Ambrosio de Milán en su célebre De Virginibus: "Castitas etiam angelos fecit. Qui eam servavit angelus est, qui perdidit diabolus" {San Ambrosio, Sobre las vírgenes, 1, 8, 52; Domingo Ramos-Lissón (ed.), Ciudad Nueva ("Fuentes patrísticas", 12), Madrid 1999, pg 104. San Bernardo, por su parte, se dirigía a la Santisima Virgen diciendo: "Quae lex [...] hortatur in carne non carnaliter vivere, et in terris angelicam ducere vitam?" (De laudibus Virginis Mariae, hom. 3, 7 [PL 183, 74]; BAC 452, 1987, pg 648s). Vid también San Alfonso María de Ligorio, Las glorias de María, 3, 6; BAC 78, 1952, pg 915. Sobre toda la cuestión, Karl Suso Frank, ' Angelikos bios ' : Begriffsanalytische und begriffsgeschichtliche Untersuchung zum ' engelgleichen Leben ' im frühen Mönchtum, Aschendorffsche Verlagsbuchhandlung, Münster 1964}. Después, como terminología, pasa al uso común {San Juan de la Cruz, por ejemplo, explica cómo a la auténtica mortificación "se le sigue la espiritual limpieza de alma y cuerpo, esto es, de espíritu y sentido, y va teniendo conveniencia angelical con Dios, haciendo a su alma y cuerpo digno templo del Espíritu Santo" (Subida del Monte Carmelo, 3, 23, 4; BAC 15, 13ª ed, 1991, pg 442; la cursiva es mía)}.
Como ya señalamos, la terminología que alude a la "vida angélica", "vivir como ángeles", o similares, muy pronto dejó de ser del gusto del Autor y comenzó a discrepar con intensidad creciente de ese modo recibido de referirse a la santa pureza y al celibato. Yo, personalmente, se lo oí explicar así en una conversación familiar en Roma, año 1957. En 1954 ya lo había comentado {El Autor no se refería directamente a este punto de C, sino a este texto del Codex del Opus Dei de 1953, n. 158: "diligentissime custodient castitatem, quæ homines angelis facit simillimos", custodien con amor la castidad, que hace a los hombres semejantes a los ángeles} en estos términos:
"Hoy quizá no escribiría yo con estas palabras lo que acabo de leer, porque nosotros no somos ángeles, sino hombres. Pero en el sentido en que la Sagrada Escritura afirma que el sol se paró para que Josué pudiera derrotar a sus enemigos (cfr Jos 10, 12 -13), se puede también decir de un hombre que es un ángel.
No me acaba de llenar el concepto –entonces me llenaba del todo–; pero sé que vosotros, a la vuelta de los años, en vuestra actividad apostólica, pareceréis ángeles por la pureza de vuestra vida. En el lenguaje corriente se llaman ángeles a los que saben pasar por encima de todas las bajezas del corazón sensual, de todas las vilezas que se pegan al corazón" {Notas de una meditación, Roma 15-IV-1954; texto en AGP, sec A, leg 51}.
En una meditación predicada en Roma, año 1962, volvía sobre el tema y se expresaba así:
"Es una comparación que no me gusta; me parece que debo reconocerlo con honradez de Padre. Escribí que la pureza de los miembros de la Obra tenía que ser angelical, porque así se dice en el lenguaje corriente, lo mismo que se afirma que sale el sol o que se pone, para entendernos. Pero la comparación me repugna: nosotros hemos de comportarnos, no como ángeles, sino como hombres o mujeres limpios, fuertes, ¡normales! Quiero mucho a los ángeles, les tengo una devoción enorme; pero compararnos a ellos no me gusta, porque los ángeles tienen una naturaleza distinta a la nuestra, y esa comparación sería un desorden" {Notas de una meditación, Roma 8-III-1962; texto en AGP, sec A, leg 51. Y de nuevo al año siguiente: "No me convence, porque los miembros del Opus Dei son hombres y mujeres normales, no ángeles; con sentimientos, con pasiones, ¡con defectos!, que procuran encauzar a Dios". El Fundador del Opus Dei añade a continuación: "Lo que yo pretendía señalar con esa comparación, que ahora no me parece muy afortunada, es que no existe labor de apostolado que prosiga adelante si no somos limpios, si no samos castos, aunque se experimente el peso de la carne" (AGP, sec P. leg 18, pg 118). Como se ve el sentido de lo expresado es, casi a la letra, el p / 129. Vid com}.

 «  123  »  Cuando te decidas con firmeza a llevar vida limpia, para ti la castidad no será carga: será corona triunfal.

Octavilla Bl. En la predicación de Vitoria se encuentra este apunte:
" –¿Carga? ¡Corona!. Alegría... Paz" {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vitoria VIII-1938; guión nº 126}.
La decisión de vivir la santa pureza –fruto de la acción del Espíritu Santo– hace que la castidad no sea carga sino corona. Esta consideración llevaba al Autor a explicar una y otra vez que en la vida de un hombre o una mujer normal la lucha por dominar y ordenar el impulso sexual "ocupa un cuarto o un quinto lugar" {Vid Amigos de Dios, 179}.
Vid p / 71  y 763.

 «  124  »  Me escribías, médico apóstol: "Todos sabemos por experiencia que podemos ser castos, viviendo vigilantes, frecuentando los Sacramentos y apagando los primeros chispazos de la pasión sin dejar que tome cuerpo la hoguera. Y precisamente entre los castos se cuentan los hombres más íntegros, por todos los aspectos. Y entre los lujuriosos dominan los tímidos, egoístas, falsarios y crueles, que son características de poca virilidad".

Texto manuscrito sobre una ficha Jef. Jiménez Vargas escribe: "esto debe ser de una carta que Carlos Munárriz escribió al Padre durante la guerra" {Relato del 77, pg 6}. Lo es efectivamente. El Dr. Munárriz Escondrillas, entonces un joven médico {He podido tratar durante muchos años en Pamplona al Dr. Carlos Munárriz y a su familia. Era Supernumerario del Opus Dei. Nació en Tudela, en 1909, y conoció al Autor en los años treinta, por medio de su hermano Jaime, que se dirigía con el Fundador del Opus Dei. Falleció en 1996} , conoció al Autor el año 1932. La ocasión del escrito reflejado en el punto fue una visita del Autor de C –acompañado por Juan Jiménez Vargas– a la familia Munárriz en Cascante (Navarra), mayo de 1938. Venía a darles el pésame por la muerte de un hermano de Carlos, Jaime Munárriz, que había fallecido en Cascante al inicio mismo de la guerra civil: era uno los primeros seguidores de Escrivá, que celebró la Santa Misa en el oratorio familiar por el alma de Jaime. Cuenta Munárriz que en aquella visita don Josemaría se interesó por su trabajo profesional y sus proyectos. Munárriz le contó, entre otras cosas, que el Dr. Marañón {Gregorio Marañón y Posadillo (1887-1960), ilustre médico y humanista español. Sobre la investigación de Marañón en la materia vid Los estados intersexuales en la especie humana (1929); Estudios de fisiopatología sexual (1931); y en plan de divulgación, Tres ensayos sobre la vida sexual (1929). Libros conexos de investigación histórica, con aplicación de sus conocimientos sobre la materia: Enrique IV de Castilla (1930), Tiberio (1939), Don Juan (1940). Vid. Marino Gómez-Santos, Vida de Gregorio Marañón, Taurus, Madrid 1971} y su equipo –con el que trabajaba– estaban investigando en torno a la sexualidad, y ponían de relieve el valor humano de la castidad. Don Josemaría le pidió que le escribiera algo con esas ideas que le parecían sumamente interesantes. Así lo hizo Munárriz y de esa carta procede el párrafo que terminó en este punto de C {Carlos Munárriz escribió en Pamplona, en 1985, un breve y sustancioso testimonio sobre sus encuentros con el Autor de C; AGP, sec A, leg 100-38, carp 3, exp 6. En él no habla de esta cita de su escrito en C. Los datos que hemos ofrecido en el texto proceden del testimonio escrito de Rafael Fracés, sacerdote (Valencia 26-III-1999; AGP, sec A, leg 100-21, carp 3, exp 12), relatando una conversación suya en Pamplona con el Dr. Munárriz. La carta de la que procede el texto no he podido encontrarla. Las cartas de Munárriz se encuentran en AGP, sec N-2, leg 149, carp A, exp 15. Hay allí dos cartas de Jiménez de Vargas: 6-I-1938 y 9-VI-1938. Consta en el registro de la correspondencia que llevaban en Burgos que se recibieron otras cartas de él en: 5-IX-1938, 17-X-1938 y 13-I-1939, que tampoco se conservan.}.
Sobre la "virilidad", vid com / 19 y 22. Vid también p / 216

 «  125  »  Yo quisiera –me has dicho– que Juan, el adolescente, tuviera una confidencia conmigo y me diera consejos: y me animase para conseguir la pureza de mi corazón.
Si verdaderamente quieres, díselo: y sentirás ánimos y tendrás consejo.

Texto sobre ficha Jef. Sin fuentes documentales. Interesante subrayar el clima de amistad y confianza con los Apóstoles, que se difundía en torno al Autor de C y que lleva a referirse así a San Juan, el Evangelista. Sobre la figura del Apóstol Juan a los ojos del Beato Josemaría, vid p / 144  y 360; Forja 260, 422, 496, 589; Es Cristo que pasa, estos dos lugares:
"El apóstol Juan, que vuelca en su Evangelio la experiencia de toda una vida, narra aquella primera conversación con el encanto de lo que nunca se olvida. Maestro, ¿dónde habitas? Díceles Jesús: Venid y lo veréis. Fueron, pues, y vieron donde hael día (Jn 1, 38 -39) {Es Cristo que pasa, 108}.
"A la hora de la verdad huirán todos, menos Juan, que de veras amaba con obras. Sólo este adolescente, el más joven de los apóstoles, permanece junto a la Cruz. Los demás no sentían ese amor tan fuerte como la muerte (cfr Ct 8, 6)" {Es Cristo que pasa, 2}.

 «  126  »  La gula es la vanguardia de la impureza.

Terminada la incorporación de los seis nuevos puntos de Burgos, el Autor transcribe, por su mismo orden, el resto del cap impreso en Cuenca. Estamos, pues, de nuevo ante textos procedentes de Apínt. Este primero, brevísimo, escrito el 6-III-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 836, 126, 226} , carece de toda variante literaria. Se encuentra en el Cuaderno V, nº 634
La doctrina de este punto es, ante todo, un dato de experiencia. También responde a la forma clásica de enumerar los vicios capitales: gula, lujuria, avaricia, etc., que ya está en Evagrio {Evagrio, Tratado práctico ("Practiké"), nº 6; "Sources Chrétiennes", 171, pgs 506, 509; "Biblioetca de Patrística", 28, pg 136. Su enumeración es: gula, fornicación, avaricia, tristeza, cólera, acedia y orgullo} y que sigue un orden "ascendente" en el vicio: de lo más "material" a lo más profundo y "espiritual" (la soberbia). Santa Catalina de Siena decía: "el estómago lleno no hace al espíritu casto" {El Diálogo, cap 125; BAC 143, 1955, pg 430}.

 «  127  »  No quieras dialogar con la concupiscencia: despréciala.

Texto que procede del Cuaderno V, nº 683, domingo de Ramos 3-IV-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 983b, 127, 831}. El tenor del apunte es, de entrada, sorprendente:
"Niño: no quieras dialogar con Doña Cupis: despréciala".
¿Quién es esta Doña Cupis? Es un personaje alegórico creado por el Autor. Álvaro del Portillo lo explica: "Doña Cupis: así llamaba nuestro Padre a la concupiscencia. Y así llamábamos, en nuestra primera Residencia de estudiantes de la calle de Ferraz, 50, a una cocinera que –pasarían hambre en su casa– se llevaba una buena parte de la carne que se compraba para los residentes. Era la 'concupiscencia de la carne' , decíamos en broma" {Cuaderno V, nt 531}. Como se ve, al rasgo humorístico del Autor correspondían los residentes de Ferraz en el mismo tono.

 «  128  »  El pudor y la modestia son hermanos pequeños de la pureza.

Texto del Cuaderno III, nº 124, de 9-XII-1930 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 939, 128, 551}. Está escrito de manera inmediata para la formación de los fieles del Opus Dei:
"No olviden los sujetos de la Obra de Dios que el Pudor y la Modestia son los hermanos pequeños de la Pureza".
A pesar de su juventud, una experiencia acrisolada le hacía al Autor expresar de manera tan gráfica la importancia, a la hora de vivir la pureza, de estas "pequeñas" virtudes. Las predicó durante toda su vida, con más insistencia al irse desmoronando la práctica y el aprecio social de estas virtudes. Todos los que le oían entendían perfectamente el mensaje. Incluso en las circunstancias difíciles de la guerra civil, en la Legación de Honduras, exhortaba al pequeño grupo de los que le acompañaban en el encierro a no bajar la guardia en este punto:
"Guardemos las formas que requiere la modestia, no olvidando que esta virtud y el pudor son las hermanas pequeñas de la pureza" {PredicHond, "Cosas pequeñas", 19-VI-1937, pg116; XVIII}.

 «  129  »  Sin la santa pureza no se puede perseverar en el apostolado.

Procede a la letra del Cuaderno VI, nº 1026, 19-VI-1933 {Ese día transcribió a continuación el p / 733}.
Este punto forma una secuencia con los tres anteriores y con el siguiente: muestra el sentido de esas tres medidas ascéticas: asegurar la santa pureza, porque sin ella –como testifica la experiencia– no se puede perseverar en el servicio de Dios. Pero en realidad esas medidas, solas, no la aseguran: la pureza hay que pedirla, como dijo en el primer punto del cap y volverá a decir en el punto siguiente.
La interna relación entre santa pureza y plena dedicación al apostolado es dimensión muy subrayada por el Autor al trazar el perfil de la "vocación cristiana":
"La santa pureza no es ni la única ni la principal virtud cristiana: es, sin embargo, indispensable para perseverar en el esfuerzo diario de nuestra santificación y, si no se guarda, no cabe la dedicación al apostolado" {Homilía "Vocación cristiana", Roma 2-XII-1951, primer domingo de Adviento, en Es Cristo que pasa, 5}.

 «  130  »  Quítame, Jesús, esa corteza roñosa de podredumbre sensual que recubre mi corazón, para que sienta y siga con facilidad los toques del Paráclito en mi alma.

Texto procedente del Cuaderno V, nº 769, 7-VII-1932 {Va precedido del futuro p / 817} , que en su redacción completa dice así:
"Que Jesús nos quite esa corteza, esa costra roñosa de podredumbre sensual, que recubre nuestro corazón, para que sintamos y sigamos con docilidad los toques del Paracleto en nuestra alma. Madre Inmaculada, San José –Padre y Señor–, interceded: para que seamos instrumentos, y no obstáculos".
Es interesante notar que en el paso del Cuaderno al libro se ha dado esta vez el fenómeno inverso al habitual: redactado en forma "colectiva" e indirecta en el Cuaderno, pasa a ser oración personalísima en el punto de Camino {Ibáñez Langlois considera que la prosa sapiencial de C tiene en este punto un momento prototípico de "la energía de su penetración verbal, de su capacidad de herir para curar" (J. M. Ibáñez Langlois, Josemaría Escrivá como escritor, (2002), pg 8}. La concepción de la pureza propia del Beato Josemaría es siempre eminentemente positiva:
la pureza es "una afirmación gozosa" dijo y escribió muchas veces {Vid Forja, 92; Conversaciones, 121; Amigos de Dios, 177, 182, 189; Es Cristo que pasa, 5: "La pureza es consecuencia del amor con el que hemos entregado al Señor el alma y el cuerpo, las potencias y los sentidos. No es negación, es afirmación gozosa"} : una "corona triunfal" (p / 123). La pureza no se explica a sí misma, sino desde el Amor (p / 119) y finalizada en el apostolado (p / 129) y en la apertura a la acción del Espíritu Santo (p / 130).

 «  131  »  Nunca hables, ni para lamentarte, de cosas o sucesos impuros. –Mira que es materia más pegajosa que la pez. –Cambia de conversación, y, si no es posible, síguela, hablando de la necesidad y hermosura de la santa pureza, virtud de hombres que saben lo que vale su alma.

Texto original en Cuaderno VII, nº 1106, escrito en 7-I-1934 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 441, 954b 693, 287, 131, 288, 440, 715, 436}.
Nótese la omisión, al construir el punto de C, del inciso "base de todos los heroísmos". El texto es como una glosa o meditación sobre Ef 5, 3 -4.

 «  132  »  No tengas la cobardía de ser "valiente": ¡huye!

Es el último punto de los incluidos en la edición de Cuenca y el que cerraba allí el cap. Se encuentra en el Cuaderno VI, nº 827 y fue escrito en 28-IX-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 452, 132, 225, 450, 943, 14, 960} , pasando enseguida, sin variantes, al velógrafo.
Josemaría Escrivá lo vivía a rajatabla:
"Siete cerrojos y ochenta años de gravedad. No es la primera vez que oyes esta solicitud mía. Bien: vigilar..., porque antes se apaga una centella que un incendio: huir..., porque aquí es una vil cobardía ser valiente" {Anotación en el 6º día de sus EjEsp de Segovia, 9-X-1932; Apínt, nº 1658}.
Esta paradoja –la valentía está en huir– es común en la gran tradición de la espiritualidad católica. Unos cuantos textos: "En la lucha con los sentidos vencen los cobardes (San Felipe Neri {"Il santo era solito di dire: ' Alla guerra del senso, vincono i poltroni ' " (Pietro Bacci, Vita di San Filippo Neri, 2, 13, 18; In Roma: Appresso Vitale Mascardi, 1646)}), es decir, "los que huyen de las ocasiones" (San Alfonso María de Ligorio {Las glorias de María, 3, 6; BAC 78, 1952, pg 917}). "Madre mía amadísima, ya os he dicho que el último recurso que tengo para no ser vencida en los combates es la deserción [...] Mi última tabla de salvación, pues, era la huida" (Santa Teresita {Ms / C fol 14v-15r; MEC 5, 1996, pg 291s}). Entre sus contemporáneos: "En las tentaciones contra ella [la pureza] vencen los cobardes, es decir, los que huyen" (Beato Pedro Poveda {Pedro Poveda, En provecho del alma, 1938, pg 82. La primera edición es de 1909}). Es ésta una sabiduría tradicional que ya Cervantes ponía en boca de Don Quijote:
"Y en casos semejantes mejor es huir que esperar la batalla" {Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Segunda parte, cap 48 (Valencia 1993, edición del IV Centenario, pg 790)}.
Y que expresaba así Calderón de la Barca:
"quien le vence más valiente es quien le huye más cobarde" {Pedro Calderón de la Barca, El día mayor de los días, versos 1924s, en Obras completas, III, Autos sacramentales, ed. Ángel Valbuena Prat, Aguilar, Madrid 1952, pg 1656}.

 «  133  »  Los santos no han sido seres deformes; casos para que los estudie un médico modernista.
Fueron, son normales: de carne, como la tuya. –Y vencieron.

Comienza aquí el segundo bloque de textos procedentes de Burgos: trece puntos. La idea de este p / 133  está ya expresada en una carta del Autor de abril del 38 dirigida a un joven ingeniero, al que exhorta a la fidelidad:
"Los santos –que no eran seres deformes, sino bien conformados, como tú y como yo– sentían esa "natural" inclinación" {Carta del Autor, Burgos 8-IV-1938; EF 380408-6}.
Pero la "gaitica" parece en dependencia directa de la meditación de Vitoria-Vergara sobre la pureza, en la que anota la misma idea, más desarrollada:
"Los santos: ¿de pasta flora? No: no han sido seres deformes; casos para que los estudie un Doctor modernista... ¡Normales! ¿De madera? ¡De carne, como la mía! Los santos eran –son– humanos" {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vitoria IX-1938; guión nº 126}.
En realidad era una doctrina y unas expresiones que había predicado abundantemente en los años de la Academia DYA (1933-36) y que dejó escritas en 1935 en un documento sobre apostolado dirigido a los fieles del Opus Dei {No puede excluirse que, entre los fieles del Opus Dei que estaban en la zona nacional, alguno tuviera una copia de esta instrucción y que de esta manera el Autor pudiera utilizarla en Burgos. Desde luego, el original autógrafo –que se conserva (AGP, sec A, leg 48, carp 2, exp 1)– quedó en Madrid, en el famoso "baúl" de documentación antigua que custodiaba Doña Dolores Albás, madre del Beato Josemaría. Una detenida información sobre la "historia del baúl" que contenía el archivo del Opus Dei es la que da Isidoro Zorzano en Diario de Madrid, 10-IV-1939; la víspera había sido trasladado de casa de González Barredo al Patronato de Santa Isabel; el Beato Josemaría puntualiza en anotaciones marginales a esa narración alguna afirmación menos exacta de Zorzano. Vid también sobre el tema Juan Jiménez Vargas, Relatos testimoniales, XI  Instrucción, 9-I-1935, nº 294}:
"¿Acaso has llegado a creer que los santos no tuvieron –no tienen– que vencer en peleas tan grandes, y más, que tus peleas diarias? Entonces, los santos son anormales: casos clínicos, para estudiarlos un doctor modernista o un psicólogo hambriento de deformidades".
"Un médico modernista". Parece a primera vista aludir al prurito vanidoso de los que se dan de listos y a la moda. Pero en realidad, a la luz de los textos precedentes citados, ese "modernismo" es una forma de aludir a las corrientes psiquiátricas de cuño freudiano.

 «  134  »  Aunque la carne se vista de seda... –Te diré, cuando te vea vacilar ante la tentación, que oculta su impureza con pretextos de arte, de ciencia..., ¡de caridad!
Te diré, con palabras de un viejo refrán español: aunque la carne se vista de seda, carne se queda.

Otro texto de Burgos rememorando cosas ya escritas en el citado documento:
"Otras veces la concupiscencia, vistiendo con coloridos de delicadeza, de poesía y hasta de espiritualidad [...]
Aunque la carne se vista de seda, carne se queda. Ni ellos mismos se engañan: erraverunt a fide –les diré con el Apóstol– et inseruerunt se doloribus multis [...]: os habéis desviado de la fe, y os habéis sujetado a multitud de dolores [...] (1Tm 6, 10 -12)" {Instrucción, 9-I-1935, nº 288s}.
El refrán es: "Aunque la mona se vista de seda, mona se queda". Documentado en castellano desde el siglo XVII. Tirso de Molina lo emplea en dos ocasiones con esta formulación:
"Aunque se vista de seda la mona, mona se queda" {"Aunque se vista de seda / la mona, mona se queda, / y assi essa buena persona / es mona de hipocresias, / y se quedarà por tal, / y vos por vn animal, / si creeys sus monerias" (Marta la piadosa, acto 2º, escena 6ª). Cfr José María Iribarren, El porqué de los dichos, 10ª ed, 1997, pg 311}.
El Autor tenía un notable dominio del refranero español, del que hacía abundante uso ascético.

 «  135  »  ¡Si supieras lo que vales!... –Es San Pablo quien te lo dice1: has sido comprado "pretio magno" –a gran precio.
Y luego te dice: "glorificate et portate Deum in corpore vestro" –glorifica a Dios y llévale en tu cuerpo.

Texto redactado probablemente a partir de los guiones de predicación. Éste es de 21-VIII-1938, con los dos textos paulinos en cadena:
"Vida sobrenatural. 'Empti enim estis pretio magno. Glorificate et portate Deum in corpore vestro' (I Cor. 6, 20). –Alter Christus!– ¿Sólo para algunos la perfección?" {EjEsp, Plática "Vida sobrenatural", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 121}.
Es éste el primer punto en que aparece la palabra "cuerpo" en sentido "fuerte", podríamos decir. Tanto el apunte del guión sobre "Vida sobrenatural" como el punto de C tienen gran interés para comprender el trasfondo antropológico del libro, que se inscribe en la línea paulina y derivadamente agustiniana. El texto paulino, en el guión, fundamenta todo el discurso de Escrivá sobre el horizonte de la vida sobrenatural y de la llamada a la santidad: la santidad viene considerada como glorificar y llevar a Dios en el "cuerpo", lo que es de gran importancia para una teología de la corporalidad {El Autor hizo una detenida meditación de este tema en la homilía que pronunció en el campus de la Universidad de Navarra, el 8-X-1967. Texto en Conversaciones, 121 -122. Allí se lee: "La oración contemplativa surgirá en vosotros cada vez que meditéis en esta realidad impresionante: algo tan material como mi cuerpo ha sido elegido por el Espíritu Santo para establecer su morada..., ya no me pertenezco..., mi cuerpo y mi alma –mi ser entero– son de Dios... Y esta oración será rica en resultados prácticos, derivados de la gran consecuencia que el mismo Apóstol propone: glorificad a Dios en vuestro cuerpo (1Co 6, 20)" (Conversaciones, 121)}. Al redactar la "gaitica", el Autor va más literalmente a San Pablo –que está explicando por qué hay que huir de la fornicación (v. 18)– y se refiere a esa dimensión concreta de la presencia de Dios en el "cuerpo" del cristiano que es la santa pureza. Vid p / 138  y p / 195  con sus com.

 «  136  »  Cuando has buscado la compañía de una satisfacción sensual... ¡qué soledad luego!

Texto redactado tal vez a partir de un guión de Vergara, en el que se lee:
"El pecado de soberbia es un timo: ¡qué soledad, luego! {EjEsp, Plática "Humildad de los Apostoles", Vergara 5-IX-1938; guión nº 124}.
Sin duda, el Autor, al modificar el primer borrador de la "gaitica" ("Tú, que has buscado": vid apcrít) quiso delicadamente no presuponer de modo necesario en el lector esa experiencia.

 «  137  »  ¡Y pensar que por una satisfacción de un momento, que dejó en ti posos de hiel y acíbar, me has perdido "el camino"!

Octavilla perteneciente a la serie Lh. Podría haber sido redactada, por tanto, en la Legación de Honduras.
Perder el camino es perder a Cristo. Pero se le puede volver a encontrar: "Te apartaste del camino, y no volvías porque te daba vergüenza. –Es más lógico que te diera vergüenza no rectificar" (p / 985). Hace, pues, falta en el sujeto humano la decisión (libertad) de querer "volver". Vid p / 495, donde describe el proceso de la misericordia de Dios en clave mariana: "A Jesús siempre se va y se "vuelve" por María".

 «  138  »  "Infelix ego homo!, quis me liberabit de corpore mortis hujus?" –¡Pobre de mí!, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? –Así clama San Pablo. –Anímate: él también luchaba.

Esta octavilla y las dos siguientes parecen redactadas siguiendo el guión 126. Incluso el orden de las puntos sigue el orden del guión. Las tres octavillas –serie B1– están como arrancadas de un bloc casero construido con dos grapas, cuyas señales se ven en las tres fichas. La base para este punto en el guión es sencillamente el texto paulino:
"San Pablo: Video autem aliam legem in membris meis repugnantem legi mentis meae et captivantem me in lege peccati, quae est in membris meis. Infelix ego homo! Quis me liberavit a corpore mortis huius? (Rm 7, 23  y 24)" {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vitoria VIII-1938; guión nº 126}.
Como ya se ha dicho (vid com / 135), la antropología de San Pablo es clave para comprender el lenguaje del Autor sobre el cuerpo {Sobre el tema de la corporalidad en C vid José Morales (dir.), "Introducción" a Estudios sobre 'Camino', 1988, pgs 21-28}. La unidad de alma y cuerpo, la comunidad de su destino en la unidad de la persona es el principio fundamental: "tu" cuerpo, "tu" alma. Pero esa unidad es una "tarea" amenazada: por una parte, en cuanto porta el fomes peccati, el cuerpo es cuerpo del "hombre viejo" que participa de sus insidias, "cuerpo de muerte" (p / 138  y 707) que, por eso, se constituye en enemigo del alma (p / 195  y 196); por otra, en cuanto es templo del Espíritu Santo (1Co 6, 19), participa del destino del alma: "guardar el corazón –alma y cuerpo– para Dios" (p / 164). Punto central en el discurso de C es el p / 195  (vid com): alma y cuerpo, dos enemigos que no se pueden ver (la batalla paulina), dos amigos que no pueden separarse (comunidad eterna de destino). Esta realidad determina la actitud ascética del cristiano ante el cuerpo: hay que tratarlo con caridad, pues es una esencial dimensión de la persona humana {Que no es sólo el alma: "mi alma y yo no somos lo mismo", decía ya Tomás de Aquino en un pasaje de hondo significado antropológico: "anima cum sit pars corporis hominis, non est totus homo, et anima mea non est ego; unde licet anima consequatur salutem in alia vita, non tamen ego vel quilibet homo. Et praeterea cum homo naturaliter desideret salutem, etiam corporis, frustraretur naturale desiderium" (Santo Tomás de Aquino, Super I Cor., cap 15, l.2; Marietti, nº 924). "El alma no es la persona", dice en la Summa, pues es "parte" de la especie humana: "manus vel pes non potest dici hypostasis vel persona; et similiter nec anima, cum sit pars speciei humanae" (Summa Theologiae, Iª q. 75 a. 4 ad 2)} y, por tanto, objeto del legítimo y sobrenatural "amor a sí mismo". Pero no con blandura, pues es un enemigo traidor (p / 226 -227). La dinámica cristiana es clara: se trata de "espiritualizar" al cuerpo –como dirá años después {"No hay otro camino, hijos míos: o sabemos encontrar en nuestra vida ordinaria al Señor, o no lo encontraremos nunca. Por eso puedo deciros que necesita nuestra época devolver –a la materia y a las situaciones que parecen más vulgares– su noble y original sentido, ponerlas al servicio del Reino de Dios, espiritualizarlas, haciendo de ellas medio y ocasión de nuestro encuentro continuo con Jesucristo" (Homilía pronunciada en la Eucaristía celebrada en el campus de la Universidad de Navarra, 8-X-1967; Conversaciones, 114)}–, que se resiste, para que glorifique a Dios (p / 135). "Di a tu cuerpo: prefiero tener un esclavo a serlo tuyo" (p / 214). Pero ese señorío del espíritu sólo se logra en Cristo y por la oración: "cuando se rebele contra tu alma el pobre cuerpo, bésalo también (al Crucifijo)" (p / 302). Cuando el cuerpo va caminado en la línea del espíritu, su flaqueza no es obstáculo, ya no es enemigo (p / 895) {Cuando el Autor oyó por vez primera –Roma, años cuarenta– el refrán "quando il corpo sta bene, l ' anima balla", se extrañó, y le molestó, pero luego vio que reflejaba una verdad importante para la vida espiritual: "no es –decía– sino un modo gráfico de expresar esa conveniencia de estar sanos, para servir a Dios en el trabajo ordinario" (Álvaro del Portillo, nota a Instrucción, 31-V-1936, nº 91; AGP, sec A, leg 49, carp 1). "El cuerpo está bien –aunque esté enfermo– y el alma baila, si se tiene sentido sobre la vida sobrenatural" (Notas de un coloquio con mujeres, 29-IV-1969; texto en AGP, sec A, leg 51). Sobre esa relación de la salud corporal con la vida espiritual vid p / 706  }. Para una reflexión sobre el tema vid los puntos citados en este párrafo con sus com.

 «  139  »  A la hora de la tentación piensa en el Amor que en el cielo te aguarda: fomenta la virtud de la esperanza, que no es falta de generosidad.

Octavilla Bl. Vid com a punto anterior. El apunte del guión tiene en este caso forma interrogatoria:
"¿Cómo me comporto a la hora de la tentación? Ad majora natus sum... El Amor que en el Cielo nos espera: fomentar la virtud de la esperanza, que no es falta de generosidad" {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vitoria VIII-1938; guión nº 126. Ad majora nati sumus (M. Tullius Cicero, De finibus bonorum et malorum, v, 21; Jules Martha (ed.), II, Les Belles Lettres, París 1999, pg 120)}.
La advertencia de que la esperanza del cielo no va contra la generosidad tiene que ver con la doctrina del "puro amor": vid sobre el tema p / 182, 668, 669, 765  y 769 con sus com.

 «  140  »  No te preocupes, pase lo que pase, mientras no consientas. –Porque sólo la voluntad puede abrir la puerta del corazón e introducir en él esas execraciones.

Octavilla Bl. Vid com / 138. Aquí el guión ofrece un texto más largo y prolijo, que el Autor sintetiza al redactar el punto para ir directo a la cabeza y al corazón:
"Tentación. ¿Veis la luna de un espejo? Allí se representa ingenuamente lo que está delante. Pero esto no está en el espejo. Así acaece en nuestro corazón. Es un espejo, donde el diablo puede representar, con sus artificios, todo cuanto hay de más asqueroso, infame y abominable en el infierno; pero la voluntad es la única que puede abrir la puerta e introducir en él tales execraciones" {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vitoria VIII-1938; guión nº 126}.
El Beato Josemaría hablaba, una vez más, desde su propia experiencia {Vid en com / 302 la nota tomada en su Retiro espiritual de 1935}, que es la experiencia de los santos {Es conocido el episodio de la vida de Santa Catalina de Siena, en el que la Santa, de una baraúnda de tentaciones contra la santa pureza es consolada por el Señor que le explica cómo, en medio de la tentación, Él estaba en el centro de su alma: "Yo estaba en tu mismo corazón" (Cfr Raimondo da Capua, S. Caterina da Siena Catalina Legenda maior, cap 11, 109-110; Cantagalli, Giuseppe Tinagli (ed.), 5ª ed, Siena 1994, pgs 122-123; vid El diálogo, cap 43; BAC 143, 1955, pg 265)}.

 «  141  »  En tu alma parece que materialmente oyes: "¡ese prejuicio religioso!"... –Y después la defensa elocuente de todas las miserias de nuestra pobre carne caída: "¡sus derechos!".
Cuando esto te suceda di al enemigo que hay ley natural y ley de Dios, ¡y Dios! –Y también infierno.

El original está escrito sobre una ficha Re, segunda mitad de 1938. No he encontrado otros documentos paralelos. El Autor describe en dos pinceladas el permanente acoso –que toma forma de interior tentación– que los creyentes sufren en tantas cuestiones de moral natural y de respeto a la dignidad de la propia persona. La cultura dominada por lo que hoy llaman algunos el "pensamiento único" presenta esas cuestiones, en continuidad con el "pensamiento ilustrado", como "prejuicios religiosos".
El horizonte de este p / 141 es la doctrina de la Iglesia y de su Magisterio sobre la dignidad de la persona humana entendidos en toda su profundidad.

 «  142  »  "Domine!" –¡Señor!– "si vis, potes me mundare" –si quieres, puedes curarme
–!Qué hermosa oración para que la digas muchas veces con la fe del leprosito cuando te acontezca lo que Dios y tú y yo sabemos! –No tardarás en sentir la respuesta del Maestro: "volo, mundare!" –quiero, ¡sé limpio!

Ficha de la serie Lh, redactada probablemente en Honduras a partir de la predicación del 1-VII-1937:
"Yo no me contento con eso; de mi boca tumefacta, de mi garganta podrida, sale una súplica ardiente: ¡Señor, si quieres, puedes curarme! {Mc 1, 40}. Ansío verme libre de mi miseria, deseo purificarme; me interesa, ante Jesús, encontrarme limpio y sano. Y escucho ahora, lleno de inmenso agradecimiento, la voz de mi Maestro: Volo; mundare {Mc 1, 41}. Quiero, sé limpio" {. PredicHond, "En casa de Lázaro", 1-VII-1937, pg 175; XXVIII}.
Unos días después, volvía sobre el mismo pasaje evangélico:
"Ya está ante El: sabe que no ha de rechazarle. Su voz se oye claramente, llena de fe, expresando las ansias de su corazón: Domine, si vis, potes me mundare {Mt 8, 2}. Señor, si quieres, puedes limpiarme. El Maestro extiende hacia aquel montón de podredumbre su mano y, tocándolo, pronuncia las palabras de salvación: Volo, mundare {Mt 8, 3}; quiero, sé limpio" {PredicHond, "Curación de un leproso", 12-VII-1937, pg 206; XXXIII}.

 «  143  »  Por defender su pureza San Francisco de Asís se revolcó en la nieve, San Benito se arrojó a un zarzal, San Bernardo se zambulló en un estanque helado... –Tú, ¿qué has hecho?

Ficha Re, redactada probablemente a partir de la meditación en Vitoria-Vergara sobre "Santa Pureza". El guión dice así:
"San Francisco de Asís revolcóse en la nieve; San Benito, en un zarzal; San Bernardo se zambulló en un estanque helado... San Jerónimo, viejo ya..." {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vitoria VIII-1938; guión nº 126}.
Estos episodios hagiográficos eran proverbiales, sumamente conocidos en la tradición católica. Se narraban en el Año Cristiano y en el Breviario {El de San Benito se leía en el Oficio de su fiesta (21 de marzo), II Nocturno, lección IV: "Dum igitur ei quodam die ardentes ad libidinem faces a diabolo subjicierentur, se in vepribus tamdiu volutavit, dum, lacerato corpore, voluptatis sensus dolore opprimeretur" (Breviarium Romanum, tertia editio typica, Romae MCMXVII, pg 1001)}. San Juan de Ávila, sin nombrar a los santos, relata los hechos de San Benito y San Bernardo en su Audi, filia {"Y este modo leemos haber tenido los santos pasados, uno de los cuales se desnudó y revolcó por unas espinosas zarzas, y con el cuerpo lastimado y ensangrentado cesó la guerra que contra el ánima había. Otro se metió en tiempo de invierno en una laguna de agua muy fría" (Audi, filia, cap 10; BAC 302, 1970, pg 578, lin 946-950)}.
Las fuentes históricas de estas tradiciones son las siguientes. En las "leyendas" de San Francisco y en general en la historiografía franciscana se recoge abundantemente el episodio referente al santo. De Tomás de Celano pasa a San Buenaventura {"Mas como ve que las disciplinas no ahuyentan la tentación, y a pesar de tener todos los miembros cárdenos, abre la celda, sale afuera al huerto y desnudo se mete entre la mucha nieve. Y, tomando la nieve, la moldea entre sus manos y hace con ella siete bloques a modo de monigotes. Poniéndose ante éstos, comienza a hablar así el hombre: 'Mira, este mayor es tu mujer; estos otros cuatro son tus dos hijos y tus dos hijas; los otros dos, el criado y la criada que se necesitan para el servicio. Pero date prisa –continúa– en vestir a todos, porque se mueren de frío. Y, si te molesta la multiplicada atención que hay que prestarles, sirve con solicitud al Señor sólo'. El diablo huye al instante confuso y el Santo se vuelve a la celda glorificando al Señor. Un hermano piadoso que estaba en oración a aquella hora, fue testigo de todo gracias a la luz de la luna, que resplandecía más aquella noche. Mas el Santo, enterado después de que el hermano lo había visto aquella noche, le mandó que, mientras él viviese, no descubriera a nadie lo sucedido" (Tomás de Celano, Vida segunda, 116-117, en San Francisco de Asís, Escritos, biografías, documentos, BAC 399, 1978, pgs 298-99 (y ya antes en BAC 4, pgs 157s); editio critica: Fontes franciscani, a cura di Enrico Menestò e Stefano Brufani, Apparati di Giovanni M. Boccali, Edizioni Porziuncula, Assisi 1995, pgs 550s)}. La tradición sobre San Benito procede del libro II de los Diálogos de San Gregorio Magno {"... siguióle una tentación de la carne tan violenta cual nunca la había experimentado el varón santo. Efectivamente, había visto antaño a una mujer que representó ahora vivamente el maligno espíritu a los ojos de su alma; y de tal modo inflamó su hermosura el ánimo del siervo de Dios, que a duras penas cabía en su pecho la llama del amor, y vencido por la pasión pensó casi ya en abandonar el desierto. Pero, iluminado súbitamente por la gracia de lo alto, volvió en sí, y divisando un espeso matorral de zarzas y ortigas que allí cerca crecía, se despojó de sus vestidos y se arrojó desnudo sobre aquellos aguijones de espinos y ardores de ortigas; y habiéndose revolcado allí mucho tiempo, salió de ellas con todo el cuerpo llagado. Así por las heridas del cuerpo curó la herida del alma, pues trocó el deleite por el dolor. Y al abrasarse en el sufrimiento exterior, extinguió el fuego ilícito que ardía en su alma. De esta suerte venció al pecado, porque mudó el incendio. Desde entonces, según solía después contar él mismo a sus discípulos, de tal modo quedó en él amortiguada la tentación de la voluptuosidad, que jamás sintió en sí mismo nada semejante" (S. Gregorii Magni Dialogorum, 2, 2; San Benito. Su vida y su Regla, García Mª Colombás (ed.), BAC 115, 2ª ed, Madrid 1968, pgs 178-181)}. Del episodio de San Bernardo tenemos noticia por Guillermo de Saint Thierry {"Fallecida su madre, empezó Bernardo a vivir en libertad y por su cuenta. Joven, bien parecido, con rostro llamativamente hermoso, de exquisita educación, de palabra fácil y de una inteligencia poco común, todos le aseguraban un brillante porvenir. [...] No faltaron, por cierto las asechanzas del demonio, esa taimada serpiente que acechaba a su calcañal. Así, habiendo fijado sus ojos en una joven con un cierto detenimiento, avergonzado de sí mismo, se impuso la terrible penitencia de sumergirse hasta el cuello en un estanque cercano, hasta que, casi helado, no sólo se disipó la tentación, sino que se afianzó más en su propósito, adquiriendo por la castidad el mismo amor que profesaba quien dijo: ' he hecho un pacto con mis ojos: no mirar codiciosamente a ninguna doncella ' (cfr Jb 31, 1)" (Guillermo de Saint Thierry, Vida de San Bernardo "Vita prima", cap III, en Cistercium 46 [1994] 535). Debo agradecer a los PP. Tarsicio de Azcona OFMCap y Manuel Garrido OSB, y al Abad del Monasterio de la Oliva, R. P. Francisco Sánchez Alías, el rico material científico enviado para fijar estas tradiciones}. Todos ellos reflejan la peculiar sensibilidad de aquellos siglos, pero su mensaje, que es el que quiere señalar el Autor, es claro, evangélico.

 «  144  »  La pureza limpísima de toda la vida de Juan le hace fuerte ante la Cruz. –Los demás apóstoles huyen del Gólgota1: él, con la Madre de Cristo, se queda2
–No olvides que la pureza enrecia, viriliza el carácter.

Texto escrito sobre una octavilla B1. Pudo ser redactada en la fase final de la redacción en Burgos a partir de un guión de predicación, que tiene este apunte:
"Celibato: San Juan... Fecundidad de la pureza..." {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vergara VIII-1938; guión nº 112; la cursiva es del original.}.
Es una constante en la meditación del Beato Josemaría sobre la figura del Apóstol Juan subrayar la tradición de la Iglesia que lo contempla célibe y poner en relación su "pureza limpísima" con la reciedumbre y la valentía ante la Cruz. Sobre el término "virilidad", vid com / 19 y 22. Vid también p / 216.
En C, cuando el Autor se refiere a los Doce, escribe la palabra "Apóstoles" con mayúscula. Sólo aquí y en p / 588  hay una excepción (en ambos casos desde el mismo borrador).

 «  145  »  Frente de Madrid. Una veintena de oficiales en noble y alegre camaradería. Se oye una canción, y después otra y más.
Aquel tenientillo del bigote moreno sólo oyó la primera:
Corazones partidos.
yo no los quiero;.
y si le doy el mío,
lo doy entero.
"¡Qué resistencia a dar mi corazón entero!" –Y la oración brotó, en cauce manso y ancho.

La "gaitica" está escrita en una octavilla de la serie Bpr (serie redactada sobre octavillas hechas con folios de una especie de boletín de prensa, sin fecha). Como en general todos los puntos redactados en octavillas con dorsos de texto impreso, debe éste ser situado en los últimos meses de la redacción de C: octubre-diciembre 1938 y enero 1939. Pero en este caso, lo sabemos de manera inequívoca. La anécdota que relata el Autor –con emoción contenida– tiene como protagonista a Ricardo Fernández Vallespín, arquitecto, que era, hasta que estalló la guerra civil, el director de la Residencia de Estudiantes de Ferraz. Prácticamente todo el año 1938 estuvo como teniente de Artillería en el célebre "frente de Madrid", a las puertas de la capital de España, cerca de Carabanchel. Tenía entonces 25 años. Era uno de los hombres en que "se apoyaba" Josemaría Escrivá para hacer el Opus Dei (a esto alude en el punto p / 314). El 18 de diciembre escribía al Autor:
"El día de la Inmaculada después de la Santa Misa, nos invitaron a comer los infantes. El Alférez fue al Majuelo (una posición) y Parera y yo nos quedamos en el pueblo. Eramos unos veinte oficiales. El Comandante del Tabor es de lo mejorcito de su clase. De sobremesa –vino abundante– se cantaron canciones de todos tonos y colores. Entre ellas una se me quedó grabada:
'Corazones partíos.
yo no los quiero.
y si lo [sic] doy el mío.
lo doy entero'
¡Qué resistencia a dar el corazón entero!" {Carta de Ricardo Fernández Vallespín a Josemaría Escrivá, Frente de Madrid 16-XII-1938; AGP, sec N-2, leg 147, carp D, exp 1; la cursiva es del original. Nótese la expresión popular "corazones partíos" que el Autor de C admitió primero y finalmente no recibió en su texto}.
La carta debió conmover al Beato Josemaría, que veía cómo Cristo "tiraba" de los suyos –"omnes traham ad meipsum" (Jn 12, 32)– en medio de las circunstancias más dispares y adversas. La oración que brotó "en cauce manso y ancho" fue sin duda, como indica el Autor, la de Ricardo Fernández Vallespín, que renovaba al Señor su entrega fustigado por una canción, pero es imposible no ver a Escrivá haciendo oración con la carta en la mano y apuntando en un medio papel roto las misericordias del Señor {El Autor al transcribir el comentario que hace Vallespín en su carta, pone el acento personalista, característico de C: "¡Qué resistencia a dar mi corazón entero!". Es casi seguro que el "tenientillo" no tendría conciencia de que la canción le interpelaba, casi a la letra, con el texto de Pr 23, 26: "Praebe, fili mi, cor tuum mihi, et oculi tui vias meas custodiant"}. Vid com / 155. Así se cierra este cap de C y se abre el que tiene por título "Corazón".

 «  CORAZÓN  » 

Cap enteramente nuevo respecto de la edición de Cuenca: sus veintiséis puntos fueron redactados parte en la Legación de Honduras, parte en Burgos. El Autor lo situó a continuación del precedente, pero el tema, aunque guarde estrecha relación con la castidad –como el propio cap hará patente–, es diverso y la trasciende. Es uno de los caps más característicos del libro, que revela una rara experiencia del ser humano y la hondura con la que el Autor penetró en el "misterio" del hombre en su relación con Dios: el corazón como centro de convergencia "amorosa" de las potencias y los sentidos, de la persona en última instancia {Vid José Morales, "Introducción" a Estudios sobre 'Camino', 1988, pg 28-32, y José Mª Yanguas, "Amar 'con todo el corazón'. Consideraciones sobre el amor cristiano, en las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá", en Romana 14 (1998) 144-157}. En este sentido el patrimonio literario de este cap se constituye en parte central de la antropología de C {Vid Dietrich von Hildebrand, El corazón. Un análisis de la afectividad humana y divina, Palabra, Madrid 1997}.
Cap sumamente original, arrancado de la experiencia personal y pastoral, a la vez que entronca con los análisis de la gran tradición ascética española (Francisco de Osuna, por ej {Francisco de Osuna, Tercer abecedario espiritual, BAC 333, 1972, pg 196: "Para darse el hombre a la oración, de que este Tercero alfabeto trata, es cosa muy esencial ceñir y apretar y encarcelar el corazón, y hacerle una jaula de perpetuo silencio donde le encerremos para evitar vagueaciones suyas, según aquello del Sabio: Guarda tu corazón con toda guarda, porque de él procede la vida (Pr 4, 23)"}) y con determinados aspectos de la escuela francesa de espiritualidad {Es el tema de la "guarda del corazón". Vid por ej, J. B. Chautard, El alma de todo apostolado –tan apreciado por el Autor de C (vid com / 81 nota 5 y com / 108 y 961)–, que tiene un importante cap titulado así: "La guarda del corazón" (pgs 227-238)}. Escrito en la Legación de Honduras y en Burgos, sus raíces están ya en las anotaciones de los primeros Cuadernos de Apínt, como ésta:
"La guarda del corazón: Jesús, que mi pobre corazón sea huerto sellado: que mi pobre corazón sea un paraíso, donde vivas Tú: que el Angel de mi Guarda lo custodie, con espada de fuego, con la que purifique todos los afectos antes de que entren en mi pobre corazón" {Cuaderno IV, nº 397, 17-XI-1931; el texto es la base de Forja, 412  }.
La experiencia espiritual de Escrivá en la Legación de Honduras, como muestran las notas y papeles que allí escribió, fue –me parece– el "hogar" en que se forjó este cap. Es, ciertamente, un tema viejo en la consideración del Autor, que tiene un crescendo constante en su vida personal. En julio de 1931 anotaba, con ocasión de dejar su cargo de Capellán del Patronato de Enfermos:
"bien puedo asegurar que tengo metido en esa casa Apostólica una buena parte de mi corazón... Y el corazón no es una piltrafa despreciable para tirarlo por ahí de cualquier manera" {Cuaderno IV, nº 207, 15-VII-1931}.
En su retiro de Segovia (1932) escribía:
"Mi pobre corazón está ansioso de ternura. Si occulus tuus scandalizat te... No, no es preciso tirarlo lejos: que no se puede vivir sin corazón" {9-X-1932, día 6º día del retiro de Segovia; Apínt, nº 1658}.
En 1935, en un documento ya varias veces citado, escribía:
"¡El corazón! Leía, en la Santa Misa de la Dominica IV después de Pascua, la oración correspondiente, y me apresuré a hacer una ficha, con el fin de repetirla más de una vez. Aquí está: ...da populis tuis id amare quod praecipis, id desiderare quod promittis: ut, inter mundanas varietates, ibi nostra fixa sint corda, ubi vera sunt gaudia; danos amar lo que mandas, desear lo que prometes: para que, en medio de las vicisitudes mundanas, allí estén fijos nuestros corazones donde están los verdaderos goces" {Instrucción, 9-I-1935, nº 247; la cursiva es del original}.
Y desde Honduras, con ese humor tan característico de sus cartas en la guerra civil, escribía a Pedro Casciaro:
"¡Calma, pequeño! Mucha calma: "Alma, calma", se leía en el mote de un repostero. Y es un mote que te recomiendo. –Y a todos: siete cerrojos en el corazón. "¡Pobre corazón! " ¿Pobre? ¡Que sufra y se fastidie! ¿Pobre corazón? ¡Traidor corazón! Que no se me olvide: para esto del corazón, el abuelo tiene experiencia (los años), y D. Manuel {Dios Nuestro Señor} ... ¡tiene cada receta más eficaz!..." {Carta de Josemaría Escrivá a Pedro Casciaro, Madrid 19-V-1937; EF 370519-1. La reflexión en torno al misterio del corazón humano era especialmente viva, en el Autor, en el periodo de Honduras. Otra carta de entonces, que toma ocasión de una escena vivida en la Legación: "¿Os explicáis el desorden moral que supone dar huevos frescos a una gata, y pescado bueno a un perrote, mientras muchos hombres comen –beben– unos cazos de agua con arroz? El Dr. Manuel nos libre ¡siempre! de los desarreglos del corazón: porque ofuscan la cabeza y enturbian la conducta. Eso, sí: con muchas razones... sofísticas» (Carta de Josemaría Escribá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid 26-V-1937; EF 370526-1).}.
Son textos que señalan bien el horizonte de este cap, que, por otra parte, quedó ya dibujado con la canción de los corazones partidos (p / 145), con la que se cierra el cap precedente.

 «  146  »  Me das la impresión de que llevas el corazón en la mano, como ofreciendo una mercancía: ¿quién lo quiere? –Si no apetece a ninguna criatura, vendrás a entregarlo a Dios.
¿Crees que han hecho así los santos?

El cap se inicia con este punto que lo resume todo. Escrito en Burgos sobre una ficha Re, recoge lo que ya predicó en Honduras:
"Confusionismo en el corazón. Hay personas que parecen llevar su corazón en la mano y ofrecerlo a todo el que pasa, como diciendo: ¿Quién lo quiere? [...] ¿O acaso piensas darle a Dios el corazón sólo cuando los otros lo hayan gastado y pisoteado y despreciado?" {PredicHond, "Confusionismo", 15-V-1937, pg 73; X}.
En C, la entrega a Dios del corazón –del centro de la persona– no puede ser nunca algo residual, sino primario. Y esto, en todos los cristianos –hombres y mujeres–, casados y solteros.

 «  147  »  ¿Las criaturas para ti? - Las criaturas para Dios: si acaso, para ti por Dios.

Texto escrito en octavilla de la serie Lh, redactada en Honduras. Se trata de un viejo tema de la teología cristiana del hombre y de la creación; pero llama la atención la radicalidad de la fórmula. Gravita intensamente aquí el omniabarcante "Deo omnis gloria" de p / 780  y todo el cap "La gloria de Dios". Esta radical toma de posición es la base teológica de la manera que el Autor tiene de recibir la tradicional doctrina del "desasimiento" y de la "guarda del corazón". Para Escrivá se trata de dimensiones esenciales de la existencia cristiana, y no sólo algo propio de la vida religiosa y de la vida consagrada. Por eso las presenta en toda su exigencia a hombres y mujeres metidos a fondo en la gestión de las cosas humanas.

 «  148  »  ¿Por qué abocarte a beber en las charcas1 de los consuelos mundanos si puedes saciar tu sed en aguas que saltan hasta la vida eterna?

Otro punto de la serie Lh. A plantear esta cuestión va la meditación que predicó en Honduras el 10-IV-1937. Parte del episodio de la Samaritana y se detiene en Jn 4, 14: "el que beba el agua que yo le dé no tendrá jamás sed, porque el agua que yo le daré se hará en él una fuente que salte hasta la vida eterna". Al concluir, propone:
"Haced un propósito concreto: no desperdiciar ninguna ocasión de mortificarse en cosas determinadas; por ejemplo, no buscar consuelos humanos. Ya sé que cuesta, pues no me falta experiencia de esto, como vosotros contaréis con la vuestra" {PredicHond, "Confianza en Dios", 10-IV-1937, pg 44; V}.

 «  149  »  Despréndete de las criaturas hasta que quedes desnudo de ellas. Porque –dice el Papa San Gregorio– el demonio nada tiene propio en este mundo, y desnudo acude a la contienda. Si vas vestido a luchar con él, pronto caerás en tierra: porque tendrá de donde cogerte.

El texto manuscrito se encuentra en una ficha Drv: una media cuartilla que se ve, por las palabras del dorso, que es el comienzo de un guión desechado de una plática en Vergara. Sobre la otra media cuartilla está escrito el p / 740  {En el dorso de la cuartilla, centrado se lee: "Correspondencia a la vocación (Plát.) [Debajo:] Espíritu de mortif. y penitencia". El Autor debió preferir titularla directamente: "Espíritu de mortificación y penitencia (Plát.)", que es el título del guión nº 117}.
Entre los papeles de su predicación hay una ficha autógrafa que contiene ad litteram el texto de San Gregorio que comenta en este punto de C {AGP, sec A, leg 50-15, carp 1, exp 1, doc 1, que dice así: "Ad se autem venientibus Dominus praecepit ut renuntiemus nostris, quia quicumque ad fidei agonem venimus, luctamen contra malignos spiritus sumimus. Nihil autem maligni spiritus in hoc mundo proprium possident: nudi ergo cum nudis luctare debemus. Nam, si vestitus quisque cum nudo luctatur, citius ad terram dejicitur, quia habet unde teneatur. Quid enim sunt terrena omnia, nisi quaedam corporis indumenta? Qui ergo contra diabolum ad certamen properat, vestimenta abjiciat, ne succumbat (S. Gregorii Papae, Homilia 32 in Evang.)". San Gregorio I, Homilia 32 in Lucam (9, 23-27), habita ad populum in basilica sanctorum Processi et Martiniani die natalis eorum (PL 76, 1233B)}. Se trata, como vemos, de un pasaje de la Homilía 32 sobre los Evangelios que se leía en el III Nocturno del Común de un mártir fuera del Tiempo Pascual (II formulario) en el Breviario Romano de la época {Vid tertia editio typica, Romae MCMXVII, pg 1502. La ortografía de la ficha escrita por el Autor lleva a pensar que la tomó del Breviario y no del Migne. –En el Oficio Divino se leía esa homilía entres ocasiones: 16 de enero, San Marcelo, Papa y Mártir; 9 de agosto, vísperade San Lorenzo; 16 de diciembre, fiesta de San Eusebio, Obispo y Mártir. Parece lógico que tanto a ficha como el punto de C (de idéntico trazo caligráfico) hayan sido escritos al leer el oficio de San Lorenzo, cuando elAutor estaba en Ávila preparando las tandas de EjEsp que daría días después en Vitoria y en Vergara. El texto de San Gregorio, no obstante, no aparece recogido en los guiones de la predicación.}.

 «  150  »  Parece como si tu Ángel te dijera: ¡tienes tu corazón lleno de tanta afección humana!... –Y luego: ¿eso quieres que custodie tu Custodio?

Octavilla de la serie Lh, escrita en principio en Honduras. No conozco interrelación documental. Interesante la "entrada" del Ángel Custodio en el tema del desasimiento. Sobre el trato con los ángeles, vid dentro del cap "Devociones", los p / 562 -570

 «  151  »  Desasimiento. –¡Cómo cuesta!... ¡Quién me diera no tener más atadura que tres clavos ni más sensación en mi carne que la Cruz!

Otra octavilla de la serie Lh. Parece un texto que se forja en aquella "noche del espíritu" por la que atravesaba el Beato Josemaría en la Legación durante el mes de mayo de 1937; punto que hay que poner en íntima relación con el p / 95  (vid). En su Cuaderno con fecha domingo 9-V-1937 se lee:
"He sufrido esta noche horriblemente. Menos mal, que pude desahogarme, a la una y media o las dos de la mañana con el religioso que hay en el refugio {Se trata del P. Recaredo Ventosa García (1900-1993), religioso de los Sagrados Corazones, que escribió un testimonio sobre el Fundador del Opus Dei, recogido en Testimonios sobre el Fundador del Opus Dei, pgs 419-424}. He pedido, muchas veces, con muchas lágrimas, morir pronto en la gracia del Señor. Es cobardía: este sufrir como cuando más, creo que no es otra cosa sino consecuencia de mi ofrecimiento de víctima al Amor Misericordioso {El propio Autor, con fecha 2-IX-1968, escribió al margen: "fue coacción del buen D. Norberto: a mí, me repugna". Pienso que se refiere no al acto en sí de ofrecimiento, que fue espontáneo, como él mismo dejó escrito en 1932 –vid com / 175 nota 15– , sino al clima de "victimismo" –vid ibidem– que este buen sacerdote quería introducir en el Opus Dei. Vid sobre este sacerdote y su relación con el Autor, IntrodGen 3 nota 111 y Vázquez de Prada, I, pgs 310. –Vid com / 316, 533, 711 y 813}. Morir –oraba–, porque desde arriba podré ayudar, y aquí abajo soy obstáculo y temo por mi salvación. En fin: de otra parte, entiendo que Jesús quiere que viva, sufriendo, y trabaje. Igual da. Fiat. –Ayer por la tarde avisó Isi que está R. {Avisó Isidoro Zorzano que había llegado a Madrid Ricardo Fernández Vallespín, que hizo una escapada desde el frente de guerra –donde estaba–, en Teruel} : vendrán hoy" {Cuaderno de Honduras, nº 1380}.
"Creo que pocas veces he sufrido tanto como ahora", había escrito el día anterior en el texto que da base al p / 95. Álvaro del Portillo, que le acompañaba en la Legación de Honduras, anotando este pasaje de Apínt ha comentado en estos términos aquella "noche", a la que califica de "purgación pasiva":
"En este número y en el anterior {El anterior da lugar al p / 95  de C. Vid allí el texto} nuestro Padre describe el estado de su alma: que pocas veces ha sufrido tanto como esos días, que tuvo que desahogarse –de madrugada– con el religioso con el que se confesaba el tiempo en que estuvo refugiado en esa Legación, e, incluso, que ha pedido morir en la gracia del Señor, pues teme por su salvación. Después, durante su estancia en Burgos, nuestro Padre pasó otra temporada parecida (cfr nn. 1567, 1569 y 1589). Quiero señalar que quienes convivíamos con él –¡las veinticuatro horas del día!, pues estábamos encerrados en pocos metros cuadrados muchas personas– no nos dimos cuenta, en absoluto, de su estado interior. Al contrario: mientras la mayoría de los refugiados tenían los nervios rotos, y saltaban ante el más pequeño estímulo, nuestro Padre, con su trato, nos llenó de serenidad, de paz, de optimismo y de visión sobrenatural. Realmente –como también sucedió en Burgos–, si no lo hubiese escrito no lo habríamos sabido. Pienso que este estado interior se debía a una purgación pasiva muy fuerte: una prueba que el Señor le envió para purificarle y hacerle madurar aún más en su vida espiritual, tan rica –como se desprende también de la lectura de estos Apuntes–, quitándole todo tipo de consuelos humanos y dejándole en un estado de gran aridez: 'no se me ocurre nada: estoy entontecido' , escribe el Padre. Prueba de que se trataba de un don de Dios, que le purificaba y le acercaba más a El, libre de cualquier atadura humana, pienso que es la paz, la alegría y el sentido sobrenatural que desbordaban de su persona y nos contagiaban: nuestro Padre hacía que aprovechásemos esas circunstancias para acercarnos más a Dios, para profundizar en nuestra vida espiritual –'crecer para adentro'–, hasta el punto de que –como ya he dicho– no podíamos ni imaginarnos las dificultades que atravesaba en su vida interior" {Álvaro del Portillo, nt 1023 a Apínt. El subrayado es mío}.
La dura purificación pasiva continuaba al año en siguiente en Burgos, como explica Álvaro del Portillo. De ella sólo sabemos lo que el propio Escrivá dejó anotado en sus Apuntes. En el mes de marzo escribía:
"Hoy ha venido D. Antonio Rodilla. ¡Qué buen amigo es! Le he dado cuenta de mi alma: desnudez de virtudes, un montón de miserias: no hago oración vocal, apenas: creo que no la hago mental: desorden {Comenta Álvaro del Portillo: "Estaba realmente haciendo oración mental todo el día, y llevando a Dios montones de almas, con un apostolado incesante que no era sino una consecuencia de su amor a Dios" (nota 1168 a Apínt)}. No sufro la oración vocal: hasta me duele la cabeza de oír rezar en voz alta. Desorden. Pero sé que amo a Dios. Sí: y que me ama. Soy desgraciado, porque soy pecador y desordenado y no tengo vida interior. Querría llorar, y no puedo. ¡Yo, que he llorado tanto! Y, a la vez, soy muy feliz: no me cambiaría por nadie. –Le conté esto y otras cosas a D. Antonio. ¡Ese cuarto de hora eterno de acción de gracias, mirando continuamente al reloj, para que se acabe! ¡Qué pena! Y, sin embargo, quiero a Jesús sobre todas las cosas. –Después dije a D. Antonio que me parecía que le engañaba y que me movía a hablar la soberbia. Me consoló y dijo que voy bien" {Cuaderno VIII dpdo, nº 1569, 21-III-1938}.
Debió durar varios meses. En septiembre de ese año, durante su retiro espiritual, escribe de nuevo:
"Monasterio de Santo Domingo de Silos, vísperas de la Dedicación de San Miguel Arcángel, 28, sep. de 1938. Llevo tres días de retiro... sin hacer nada. Terriblemente tentado. Me veo, no sólo incapaz de sacar la Obra adelante, sino incapaz de salvarme –¡pobre alma mía!– sin un milagro de la gracia. Estoy frío y –peor– como indiferente: igual que si fuera un espectador de "mi caso", a quien nada importara lo que contempla. No hago oración. ¿Serán estériles estos días? Y, sin embargo, mi Madre es mi Madre, y Jesús es –¿me atrevo?– ¡mi Jesús! Y hay bastantes almas santas, ahora mismo, pidiendo por este pecador. ¡No lo entiendo! ¿Vendrá la enfermedad que me purifique?" {Cuaderno VIII dpdo, nº 1588}.
"La enfermedad que me purifique": vid com / 175
Sobre esta noche oscura o purgación pasiva, vid p / 406, 416, 533, 702, 727  con sus com.

 «  152  »  ¿No presientes que te aguarda más paz y más unión cuando hayas correspondido a esa gracia extraordinaria que te exige un total desasimiento?
–Lucha por Él, por darle gusto: pero fortalece tu esperanza.

Octavilla de la misma serie Lh. El fondo de la expresión "dar gusto a Dios" {Que también aparece en el p / 182, procedente de Cec. Vid también p / 669, redactado en Burgos} y, sobre todo, el "clima" del punto son paulinos:
"Así pues, estamos llenos de buen ánimo y preferimos salirnos de este cuerpo y volver junto al Señor. Por eso, tanto ahora en el cuerpo como fuera de él, nos empeñamos en agradarle (placere illi)" (2Co 5, 8-9)
Pero "dar gusto a Dios", en su sentido familiar y coloquial, es expresión "moderna" en espiritualidad. La usaba ya San Alfonso María de Ligorio {« No basta hacer obras buenas, es preciso hacerlas bien. Y para que nuestras obras sean buenas y perfectas, es necesario hacerlas con el solo deseo de dar gusto a Dios: col puro fine di piacere a Dio » (San Alfonso María de Ligorio, Pratica di amar Gesù Cristo, 7, 3). "La única y más agradable ocupación de todos los santos ha sido el desear ardientemente padecer toda suerte de trabajos, y desprecios y dolores, para dar gusto a Dios" (San Alfonso María de Ligorio, Reflexiones devotas sobre diversos puntos de vida espiritual para guiar a las almas devotas que desean progresar en el amor divino, El Perpetuo Socorro, Madrid 1932, pg 207)} y, antes, en la mística española, Alonso de Madrid {"Y para declarar esto es de notar que el siervo de Dios que a su señor desea placer debe plantar en su alma una fuerte voluntad o hábito de querer, engendrado de muchas veces quererlo la voluntad [...] Y entonces el gozo de Dios está en nosotros, como San Agustín declara, cuando le servimos como El quiere, y ninguna manera hay que tanto le contente como esta que ahora acabamos de decir. Y es que el siervo de Dios quiera tanto lo que Dios quiere, y quiera tanto emplear todo lo que es y puede, y todas las fuerzas interiores y exteriores en servicio de su Dios, que en cada obra que hiciere no sienta otro fin que le mueva sino querer placer a Dios" (Fray Alonso de Madrid, Arte para servir a Dios, 1521, I, Notable 2; Neblí 25, 1960, pgs 43s).}. Se encuentra con frecuencia en el Decenario de Francisca Javiera del Valle {"Hasta el respirar sea por su amor y por darle gusto y contento en todo" (Decenario al Espíritu Santo, Día 2º, Instrucción; Patmos 35, pg 55; Logos 52, pg 97). Vid también Advª 3ª, Obseq. 4º y 7º; Patmos 35, pg 29, 78, 105; Logos 52, pg 68s, 121, 153)}. "Dar gusto a Dios" se inscribe en el horizonte de la "vida de infancia" que vivió y predicó el Beato Josemaría, aun antes de conocer los escritos de Teresa {Vid Introd a cap 42: "Vida de Infancia"} , de la que es muy característica esta expresión. Dios llevó siempre a Escrivá por este camino, pero de manera muy intensa en los años 1931-32 y en la Legación de Honduras. Algunos pasajes de los Cuadernos de esos años lo reflejan (en todos la cursiva es mía):
"Día 20 de marzo de 1931: ¿Todos esos pequeños consuelos del Amo, no serán para que yo me fije, sirviéndole, en las cosas pequeñas, ya que no soy capaz de servirle en las grandes? Santa Teresita y mi Santa Merceditas me ayuden a cumplir el propósito firme que hago, ahora mismo, de dar gusto al buen Jesús en los detalles minúsculos de la vida" {Apínt, nº 177. La cursiva de Santa es del Autor, la otra es mía. "Merceditas" es Mercedes Reyna O'Farrill, Dama Apostólica del Sagrado Corazón. Nació en La Habana el 11-IX-1889, de antigua familia profundamente cristiana, que se trasladó a Madrid a raíz de la pérdida de Cuba. En 1925, por consejo del Beato Padre Rubio S.J, Mercedes se unió al grupo de señoras que preparaban la futura Congregación de Damas Apostólicas del Sagrado Corazón, fundada por Luz Rodríguez-Casanova, y que llevaban el Patronato de Enfermos. Tomó el hábito la víspera de Navidad de 1928 y entregó su alma al Señor un mes después, 23-I-1929, en olor de santidad. Josemaría Escrivá, capellán entonces del Patronato, que la conoció profundamente en vida y la atendió en el lecho de muerte, le tuvo una gran devoción personal. Él preparó los textos que figuran en la estampa para la devoción privada. Sobre Mercedes Reyna, vid com / 402, 662, 852, 862 e Introd a cap 41.; Vázquez de Prada, I, pgs 313-315 y 419 nota 215; y, sobre todo, Asunción Muñoz González, "Testimonio", en Testimonios sobre el Fundador del Opus Dei, 1994, pgs 371-378}.
Unos días después del pasaje que acabo de citar, escribía:
"Sobre estas consolaciones, voy a hacerme una advertencia. Las deseé... Ahora ya no. Si El las envía... vengan. No las pediré nunca. No quiero hacer nada –según la doctrina de Teresita y Mercedes– por ganar méritos, ni por miedo a las penas del purgatorio: todo, lo mínimo inclusive, quiero, desde ahora para siempre, hacerlo para dar gusto a Jesús" {Apínt, nº 185, 25-III-1931; la cursiva es mía}.
Y en noviembre de ese mismo año:
"Siento que el Señor me pide más oración: quiere, sin duda, que le dedique exclusivamente, ad hoc, más tiempo. Trataré de darle gusto" {Apínt, nº 380, 4-XI-1931; la cursiva es mía}.
"No por soberbia, al sentir la falta de toda virtud en mí, sino por la pena de pensar que ni en eso sé dar gusto a Jesús {Apínt, nº 399, 18-XI-1931; la cursiva es mía}.
En 1938, en la predicación de Vitoria se encuentra este apunte:
"Santa Teresita: dar gusto a Jesús. Es cuestión de Amor. Reparación" {EjEsp, Meditación "Tres binarios", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 103; la cursiva es mía}.
En síntesis: el clima paulino y la vida de infancia dan, en efecto, el temple a este punto. Vid p / 182.

 «  153  »    ¡Anda!, con generosidad y como un niño, dile: ¿qué me irás a dar cuando me exiges "eso"?

Texto de la serie Lh, sin interrelación documental.

 «  154  »  Tienes miedo de hacerte, para todos, frío y envarado. ¡Tanto quieres despegarte!
–Deja esa preocupación: si eres de Cristo –¡todo de Cristo!–, para todos tendrás –también de Cristo– fuego, luz y calor.

Texto probablemente escrito en Honduras (serie Lh). también sin interrelación documental conocida. El Autor concibe en C la vida como un proceso de cristificación (vid com / 56 y 775), de transformación en Cristo según la expresión de von Hildebrand {Dietrich von Hildebrand, Nuestra transformación en Cristo, Rialp ("Patmos", 19-20), Madrid 1954}– , que va tomando posesión de las distintas dimensiones de la personalidad: intelectuales, volitivas y también afectivas. En este p / 154  el Beato Josemaría "niega la mayor": si hay entrega a Jesucristo y unión con Él, está resuelto radicalmente el problema.

 «  155  »  Jesús no se satisface "compartiendo": lo quiere todo.

Texto también de la serie Lh y, como tantos otros de los escritos en Honduras, sin interrelación documental. Pienso, pues, que es anterior en su redacción a la anécdota de p / 145, que se ilumina desde esta neta posición del Autor: el "corazón" –la persona desde su centro existencial– es radicalmente para Jesús, sin "compartir". Este tema, que se acentúa desde Honduras y que predica constantemente en Burgos, ayuda a comprender el vuelco del "corazón" del joven arquitecto ante la canción de los "corazones partíos" y la especial emoción del Autor ante aquella carta. Vid com / 145. El sentido de este compartir que "no satisface a Jesús", alude al reparto "mecánico" de cosas (afectos) para Dios y cosas (afectos) para las criaturas, y se explica –eso que no hay que compartir porque es sólo de Dios– en el p / 161. Vid com.

 «  156  »  No quieres sujetarte a la Voluntad de Dios... y te acomodas, en cambio, a la voluntad de cualquier criaturilla.

Octavilla nº 1 de la serie Lhz. Puede considerarse ejemplo del ilegítimo "compartir" del nº 155, tan contrario al "compartir" de los cristianos con toda la humanidad que se propone como lema pastoral el día del Corpus Christi, "Día del Amor Fraterno".

 «  157  »  No me saques las cosas de quicio: si se te da Dios mismo, ¿a qué ese apego a las criaturas?

Octavilla de la serie Lh, escrita en Honduras, sin interrelación documental. Estrechamente afín –por la temática del "compartir" –con los puntos anteriores.

 «  158  »  Ahora son lágrimas. –¿Duele, eh? –¡Claro, hombre!: por eso precisamente te han dado ahí.

También de la serie Lh. Parece un punto especialmente autobiográfico. Da luz para la comprensión de este punto, dentro del tema "Corazón", esta carta que a final de mayo de 1937 escribe a Francisco Botella:
"¿Quieres que te diga, Pacorro, lo que le pasa al abuelo? Te lo voy a decir, en parte: preocupaciones muy íntimas, muy... suyas (¡si no tengo nada mío!), en primer término; después, que le han dado donde más le duele, en los nietos. Y eso es casi todo. ¡Vaya confidencias, eh?" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid 30-V-1937; EF 370530-1. –"Pacorro": diminutivo familiar de "Paco", que es a su vez nombre familiar por Francisco}.
Evidentemente no explicita el fondo de lo que le pasaba en aquel mes de mayo. Vid el texto de Mons. del Portillo en com / 151, donde se explica la hondura y el sufrimiento de estas "preocupaciones íntimas", que el autor aquí señala como lo que le pasa "en primer término". Pero lo que señala en segundo término es del máximo interés biográfico, porque muestra el "corazón" del Autor. Buena parte de su congoja estaba en la dispersión que la guerra había impuesto a los fieles del Opus Dei, casi todos jóvenes estudiantes, que apenas habían empezado a recibir la formación adecuada. Unos meses después, ya en la zona nacional, comprueba que allí ocurre lo mismo. En una anotación de Burgos, casi recién llegado a la ciudad, vuelve sobre el tema casi con las mismas palabras:
"Burgos, 13 de enero del 38: ¡Dios mío, Dios mío! Todos igualmente queridos, por Ti, en Ti y contigo: todos dispersos. Me has dado donde más me podía doler: en los hijos" {Apínt, nº 1484}.
La redacción del punto muestra la clara conciencia del Autor de que es el Señor quien le ha enviado ese sufrimiento y esa congoja y, por tanto, todo atravesado de conformidad y alegría. Es lo que revela el animoso "¡claro, hombre!".

 «  159  »  Flaquea tu corazón y buscas un asidero en la tierra. –Bueno; pero cuida de que el apoyo que tomas para no caer no se convierta en peso muerto que te arrastre, en cadena que te esclavice.

Texto probablemente escrito en la Legación (serie Lh). En la predicación de mayo del 37 se lee este pasaje, que se mueve en el mismo horizonte que la "gaitica":
"Mi corazón es de carne y, en las personas que me rodean, puede haber algo imponderable, que subyugue mi ser, sin darme cuenta yo mismo...: un afecto indiscreto, una simpatía particular, una inclinación inmoderada. Soy de carne y se me pegan todas estas afecciones. ¿Y no veo nada? Entonces es que estoy ciego; debo insistir, hasta que distinga esa sutil atracción, esa imperceptible –ahora– desviación de mi camino, a la que me lleva ese también imperceptible afecto que se cuela insidiosamente en mi corazón" {PredicHond, "El verdadero Amor", 13-V-1937, pg 66s; IX}. Vid com / 160.

 «  160  »  Dime, dime: eso... ¿es una amistad o es una cadena?

Octavilla Bl escrita en Burgos. No parece, por la grafía, que pueda situarse en Honduras, como las correspondientes a los p / 159  y 170, con los que tiene fuerte afinidad temática. En todo caso, prolonga la consideración anterior –por eso sin duda la situó ahí el Autor–, y pudo ser redactada al encontrar este apunte en una meditación de Vitoria-Vergara:
"Examen. Propósitos. Cortar hilillo o maroma o cadena" {EjEsp, Meditación "Rey temporal", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 105}.
El punto y el apunte de que procede, lo mismo que el p / 159, tienen en su fondo el tema del "hilillo sutil" de p / 170, de matriz sanjuanista. Vid com / 170 nt 63.

 «  161  »  Haces un derroche de ternura. –Y te digo: caridad con tus prójimos, sí: siempre. –Pero –óyeme bien, alma de apóstol–, es de Cristo, y sólo para Él, ese otro sentimiento que el Señor mismo ha puesto en tu pecho. –Además..., ¿no es cierto que al descorrer algún cerrojo de tu corazón –siete cerrojos necesitas– más de una vez quedó flotando en tu horizonte sobrenatural la nubecilla de la duda..., y te preguntas, atormentado a pesar de tu pureza de intención: ¿no habré ido demasiado lejos en mis manifestaciones exteriores de afecto?

Texto sobre la octavilla nº 7 de la serie Lhz. Redactada en Honduras. La doctrina de fondo de este punto me parece de la máxima importancia. Antes se dijo que no cabía partición "mecánica" entre cosas de Dios y cosas de las criaturas. Es semejante esta pareja de términos al binomio paulino "cosas de arriba-cosas de abajo": la distinción no es material, sino valorativa o cualitativa: porque las criaturas, las cosas de la tierra ("quae super terram"), y en primer lugar las personas, también son de Dios (vid p / 147). La tesis del Autor es: no hay que despreciar, hay que querer a las personas y a las cosas de la tierra, que son de Dios, pero con un corazón entregado a Dios y "desprendido". Por tanto, no se debe esperar de las cosas de la tierra lo que ellas no pueden dar. Esto ocurre cuando uno las "quiere" con el afecto que sólo es de Dios. Aquí se inscribe el mensaje de este punto: en todo corazón humano, cualquiera que sea el ámbito de sus afectos, hay algo –"un sentimiento", dice el Autor– "que es de Cristo, y sólo para Él", puesto que el Señor mismo es el que lo ha metido en el corazón. Cuando ese sentimiento, que es sólo de Dios, se dirige a hombres y cosas, la relación con "las cosas de la tierra", del mundo, se deforma, y cosas y hombres se hacen "mundanos", en el sentido que el término tiene en p / 939, o "venenosos", como dirá el Autor poco después.
Clima de fondo de este p / 161  es la vida en la Legación –meses y meses– de las mismas personas. Dos textos de la predicación del mes de Mayo de 1937 abordan este tema en términos clásicos, de fuerte exigencia cristiana:
"Corazón, tú has de ser siempre libre, esclavo sólo de tu Dios. Apégate firmemente a la obediencia, con voluntariedad, y ciérrate para siempre con cerrojos muy firmes contra las sugestiones venenosas, contra los afectos, las influencias, las seducciones mentirosas de las cosas mundanas. Guárdate todo para tu Dios y enciende para El, ¡sólo para El!, bien reunidas, todas tus llamas, que ahora están dispersas y solicitadas por bienes engañosos y pasajeros" {PredicHond, "El verdadero Amor", 13-V-1937, pg 69; IX}.
"¿Adónde irás a parar con esa sensiblería loca, con esa poesía necia y ñoña que mueve a risa? ¿No es tu corazón de Jesucristo? Pues ciérralo bien, consérvalo sólo para El, firmemente guardado con siete cerrojos" {PredicHond, "Confusionismo", 15-V-1937, pg 72; X}.
El tema de los siete cerrojos era ya entonces muy antiguo en las notas del sacerdote que predicaba en Honduras, que tenía 35 años. Cuando tenía 29 años escribía:
"Jesús: además de los ochenta años [de gravedad], pon también siete cerrojos en mi corazón" {Cuaderno V, nº 463, 9-XII-1931. Sobre el tema "ochenta años de gravedad" vid supra p / 72}.
Vid p / 188  y su com.

 «  162  »  El corazón, a un lado. Primero, el deber. –Pero, al cumplir el deber, pon en ese cumplimiento el corazón: que es suavidad.

Otra octavilla probablemente escrita en Honduras. No conozco interrelación documental.
El "deber", es decir, la verdad existencial, el seguimiento de la Verdad que es Cristo: es el tema "veritatem facientes in caritate" (Ef 4, 15), que San Pablo formula en clave de correspondencia humana, y que Agustín prolonga en clave de donación: "Parum est voluntate, etiam voluptate traheris" {San Agustín, Tratados sobre el Evangelio de San Juan, 26, 4; BAC 139, 1955, pg 658s: "Es poco decir que eres atraído voluntariamente; eres atraído también con mucho agrado y placer"} –no sólo me atraes con la voluntad sino con el afecto.

 «  163  »  Si tu ojo derecho te escandalizare..., ¡arráncalo y tíralo lejos! –¡pobre corazón, que es el que te escandaliza!
Apriétalo, estrújalo entre tus manos: no le des consuelos. –Y, lleno de una noble compasión, cuando los pida, dile despacio, como en confidencia: "Corazón, ¡corazón en la Cruz!, ¡corazón en la Cruz!".

Serie Lh, Honduras. Vid p / 555, escrito en Burgos, cuya redacción original –una carta del Autor al Dr. Jiménez Vargas– parece presuponer las expresiones de este punto, que serían conocidas por el destinatario (en Honduras, donde estuvo con el Beato Josemaría). La doctrina del Beato Josemaría es que la unión del corazón del hombre al Corazón de Cristo en la Cruz, realiza humana y cristianamente a toda persona, al purificarle su propio corazón y multiplicar su capacidad de "querer". Vid en p / 58  y com el tema "llagado Corazón".
La última parte de este punto reaparece en el Via Crucis, cerrando la 5ª estación:
"A veces la Cruz aparece sin buscarla: es Cristo que pregunta por nosotros. Y si acaso ante esa Cruz inesperada, y tal vez por eso más oscura, el corazón mostrara repugnancia... no le des consuelos. Y, lleno de una noble compasión, cuando los pida, dile despacio, como en confidencia: corazón, ¡corazón en la Cruz!, ¡corazón en la Cruz!" {Via Crucis, Estación}.
Para la expresión "¡corazón en la Cruz!" vid com / 555

 «  164  »  ¿Cómo va ese corazón? –No te me inquietes: los santos –que eran seres bien conformados y normales, como tú y como yo– sentían también esas "naturales" inclinaciones. Y si no las hubieran sentido, su reacción "sobrenatural" de guardar su corazón –alma y cuerpo– para Dios, en vez de entregarlo a una criatura, poco mérito habría tenido.
Por eso, visto el camino, creo que la flaqueza del corazón no debe ser obstáculo para un alma decidida y "bien enamorada".

Redaccionalmente y por el contenido parece este punto una continuación del anterior. Históricamente se forja a partir de la carta que el Beato Josemaría escribió a un hijo suyo, que había decidido seguir el camino de la Obra en el celibato y que flaqueaba en aquellas circunstancias de la guerra:
"Hijo mío: ¿Cómo va ese corazón? Espero que me trates ese punto con detenimiento en tu próxima. Desde luego, no te inquietes, ¿oyes?, pero no te quepa duda de que todos –¡yo también!– tenemos la natural inclinación al enamoramiento del sexo contrario.
Los santos –que no eran seres deformes, sino bien conformados, como tú y como yo– sentían esa "natural" inclinación. Y, si no la hubieran sentido, su reacción ' sobrenatural ' de guardar su corazón –alma y cuerpo– para Dios, en vez de entregarlo a una mujer, ningún mérito habría tenido.
Por eso, visto el camino, creo –si no hay otros motivos: cuando nos veamos, charlaremos– creo que una cara bonita no debe ser obstáculo para un hombre decidido y bien 'enamorado' " {Carta de Josemaría Escrivá, Burgos, 8-IV-1938; EF 380408-7}.
Interesante cómo el Autor reelabora su propio texto para pasar de la persona concreta a una situación universal. La última variante –"alma" en vez de "hombre"–, ya en las pruebas de imprenta, parece dirigida expresamente a que el punto "comprometa" tanto a los hombres como a las mujeres. Sobre la "normalidad" de los santos, vid p / 133  y com.

 «  165  »  Tú... que por un amorcillo de la tierra has pasado por tantas bajezas, ¿de veras te crees que amas a Cristo y no pasas, ¡por Él!, esa humillación?

Texto de la subserie Ber, de probable redacción en Vitoria o en Burgos, sin interrelación documental. Vid com / 161

 «  166  »  Me escribes: "Padre, tengo... dolor de muelas en el corazón". –No lo tomo a chacota, porque entiendo que te hace falta un buen dentista que te haga unas extracciones.
¡Si te dejaras!.

Texto escrito en una octavilla de la serie Bpr (16-XI-1938) en el periodo final de redacción en Burgos. No he encontrado en los legajos del AGP la carta a la que alude el Autor, pero debía ser anterior a los EjEsp en Vergara, pues la expresión la utilizó en la apertura del Retiro:
"Dolor de muelas en el corazón (!)" {EjEsp, "Plática preparatoria", Vergara 4-IX-1938; guión nº 97}.
El autor de la carta era sin duda un lector de Ortega y Gasset. La curiosa expresión es del escritor y poeta alemán Heinrick Heine (1797-1856) en sus Reisebilder de 1826 {"Madame, Sie wissen gewiß ein Mittel gegen Zahnweh? Ich aber hatte Zahnweh im Herzen" (Heinrich Heine, Reisebilder II-Ideen. Das Buch Le Grand, 1826, cap XX; Werke, II, Insel Verlag, Frankfurt am Main 1994, pg 235)}. Pero quien la divulgó en España fue Ortega y Gasset, que la cita con frecuencia en sus escritos ya desde un artículo publicado en El Imparcial, Buenos Aires 1910 {"Tengamos una sublime lealtad: declaremos que no podemos señalar con exactitud el lugar de nuestro mal, y que, como decía Heine, nos quejamos de dolor de muelas en el corazón. En esta tierra, donde sinceramente somos cada uno enemigo de los demás, nadie encuentra su enemigo particular ("Sencillas reflexiones", en El Imparcial, 22-VIII-1910; José Ortega y Gasset, Obras completas, X, Alianza Editorial / Revista de Occidente, Madrid 1983, pg 163)}. Por eso lo más probable es que el interlocutor de Escrivá tomara la expresión no de Heine sino de Ortega, que la cita también, al menos, en otras dos ocasiones anteriores a C: en su comentario a Un pueblecito: Riofrío de Ávila, de Azorín {"Como nos han predicado tanto que debe preocuparnos más que nada el Progreso, la Humanidad y la Democracia, hemos llegado a creer de buena fe que, en efecto, son tales esquemáticos objetos lo que más nos importa sobre la Tierra. Pero esto es una ilusión que respecto a nosotros mismos padecemos. Como Heine escribía, 'no sabemos a menudo qué es lo que nos duele. Nos quejamos de un lado y es el otro el que sufre.' ¡Señora, yo tengo dolor de muelas en el corazón! 'Así es frecuente que ululemos por la Democracia cuando, en verdad, sentimos una ambición insatisfecha o una pena de amor" ("Azorín: Primores de lo vulgar", en El Espectador, junio de 1916; Obras completas, II, pg 160)} y en el célebre curso de 1929 ¿Qué es filosofía? {"Si a mí me parece que me duelen las muelas es incuestionable que el hecho llamado 'dolor de muelas' existe en el Universo, porque basta que exista absolutamente, que exista para sí, que se parezca a sí mismo existir. Que haya o no muelas en el Universo es ya cuestionable; por eso el poeta Heine hacía notar a una dama que a veces nos quejamos confundiendo el origen de nuestros males, aunque estos mismos sean certísimos: ' Señora, le digo a usted que tengo dolor de muelas en el corazón ' " (Obras completas, 7, 368s). –Agradezco al Dr. Eduardo Peláez, estudioso de García Morente, el haberme hecho notar este pasaje de Ortega en relación con p / 166  }.
Ya dije que no se conserva la carta a la que responde Josemaría Escrivá en este p / 166, por lo que no conocemos en qué sentido emplea la expresión su interlocutor y qué es lo que está queriendo decir al Autor de C. Pero todo da a entender que es en el sentido orteguiano. Aquel joven está hablando al Beato Josemaría de que se encuentra mal en su vida de cristiano pero que no sabe lo que le pasa y emplea la expresión paradójica de Heine: ¡dolor de muelas en el corazón! Escrivá, que evidentemente conoce bien a su corresponsal, da la vuelta al sentido de Heine y de Ortega. Sí, es el corazón el que está enfermo y hacen falta unas "extracciones".

 «  167  »  "¡Ah, si hubiera roto al principio!", me has dicho. –Ojalá no tengas que repetir esa exclamación tardía.

Texto de la subserie Ber, de probable redacción en Vitoria o en Burgos. En un guión de Vergara se encuentra este apunte:
"exclamación tardía: ¡Ah, si hubiera roto al principio!" {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vitoria VIII-1938; guión nº 126}.
"Me has dicho". No se puedes saber, a partir de la documentación, si se trata de una historia concreta o es una forma literaria de expresar esa experiencia de la que tanto saben los directores de almas.

 «  168  »  "Me hizo gracia que hable usted de la 'cuenta' que le pedirá Nuestro Señor. No, para ustedes no será Juez –en el sentido austero de la palabra– sino simplemente Jesús". –Esta frase, escrita por un Obispo santo, que ha consolado más de un corazón atribulado, bien puede consolar el tuyo.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. A primera vista parece que el lugar más lógico para este punto hubiera sido el cap "Postrimerías". Leída despacio, se comprende por qué el Autor situó esta "gaitica" en el presente cap: es el tema de los "consuelos del corazón". Frente al "no busques consuelos humanos", el lugar del verdadero consuelo: Jesús, que es el Amor y la Misericordia de Dios hecho hombre. La carta es del Obispo de Ávila, don Santos Moro, que estimaba mucho a Escrivá y que era cordialmente correspondido {Santos Moro Briz (1888-1980) nació en Santibáñez de Béjar (Salamanca). Se ordenó sacerdote en 1911. Obispo de Ávila desde 1935. Conoció al Autor antes de ser nombrado Obispo de Ávila, a través de la amistad que les unía con el Beato Pedro Poveda. En los largos años de trato, trabaron una intensa amistad. El Fundador del Opus Dei se alojó en el Palacio episcopal de Ávila en diversas ocasiones, entre ellas en agosto de 1938, preparando los EjEsp que iba a dirigir a sacerdotes de Vitoria. Al terminar la guerra, le encargó una tanda de EjEsp al clero de la diócesis, en julio de 1940. Mons. Moro conservó un buen número de las cartas que recibió del Autor, especialmente en los años de la guerra civil. Sus recuerdos están publicados en Testimonios sobre el Fundador del Opus Dei, 1994, pgs 245-255}. Se conservan las dos cartas.
La carta del Autor:
"Vamos a terminar la primera mitad de nuestro décimo año de labor "silenciosa" y "escondida"... ¡Qué cuentas me pedirá el Señor! Ayúdeme V. E. a rendirlas cum gaudio et pace" {Carta de Josemaría Escrivá a Santos Moro, Zaragoza 23-II-1938; EF 380223-5}.
La carta del Obispo:
"Mi querido amigo: Con estas breves líneas acuso recibo de sus dos gratas, de Burgos y de Zaragoza, y le expreso mi cordial agradecimiento por las oraciones que se dignaba ofrecerme. A mi vez cumplo gustoso su encargo de tener presente en mis pobres oraciones a Vd. y a sus leales amigos y colaboradores [...]. –Me hizo gracia que hable Vd. de la cuenta que le pedirá N. Señor. No, para Vds. no será Juez –en el sentido austero de la palabra– sino simplemente Jesús. Ojalá pudiera yo prometerme otro tanto trabajando como Vds., ya que no como Capitán, siquiera 'sicut bonus miles Xti Iesu'. En fin, mi querido amigo, que la gracia de N. S. J. C. y la caridad de Dios Padre y la participación del Espíritu Santo sea con Vd. y los suyos. Afectuosamente le bendice su buen amigo y hermano in C. J. + Santos, Ob. de Avª" {Carta de Santos Moro a Josemaría Escrivá, Ávila 27-II-1938; AGP, sec E, carp 506; la cursiva es mía}.
La carta llegaba al Autor en un estado de gran tribulación corporal y, sobre todo, espiritual: enfermedad, soledad, y en el alma una verdadera purgación pasiva, que anotaría en su Cuaderno unos días después:
"Me veo como un pobrecito, a quien su amo ha quitado la librea. ¡Sólo pecados! Entiendo la desnudez sentida por los primeros padres. Y mucho he llorado: mucho he sufrido. Sin embargo soy muy feliz. No me cambiaría por nadie. Mi gaudium cum pace, desde hace años, no lo pierdo. ¡Gracias, Dios mío! ¿Quién quiere que este pecador le dé el secreto de la felicidad? Sí: se comprende que muchas veces hayan dicho –a mí, qué– que soy "hombre de paz", "hombre que da paz" {Apínt, nº 1567; Burgos, 7 / 10-III-1938. Vid com / 151 y 696}.
El primer corazón atribulado que consoló el Obispo fue el del propio Escrivá. El agradecimiento del Autor a esta palabra de consuelo que el Cielo le había regalado lo comunica con alegría:
"¡qué cosas más hermosas me ha escrito ese bendito Señor Obispo, que, hasta en el nombre, tiene la santidad en plural! ¿Pues, no me dice que el Señor, cuando nos pida a nosotros la cuenta, no será "juez", sino "Jesús"? Aplíquese el dicho en todo, menos en lo de cuidarse: en esto le será juez" {Carta de Josemaría Escrivá a Josefa Segovia Morón, Directora General de la Institución Teresiana, Burgos 3-III-1938; EF 380303-4. Copia en el AGP. Vid el texto de la carta también en Baldomero Jiménez Duque, Don Santos Moro Briz, Institución Gran Duque de Alba, Ávila 1993, pg 68. Jiménez Duque agrega: "Es una pequeña muestra de la espiritualidad de Santos"}.
Todavía en octubre le consolaba la palabra del santo Obispo, como escribía a Casimiro Morcillo, buen amigo suyo, futuro Arzobispo de Madrid:
"¡Cuántos recuerdos y cuántas lágrimas y cuántas alegrías, en los diez años que pasaron! [1928-1938] Es verdad que pienso también en la cuenta que habré de rendir, a su hora. Pero, cuando viene a acongojarme ese pensamiento, me acuerdo de lo que, no hace mucho, me escribía un santo Obispo: "entonces –decía–, el Señor para V.V. no será Juez: será Jesús". Y vuelvo a mi gaudium cum pace" {Carta de Josemaría Escrivá a Casimiro Morcillo, Burgos 4-X-1938; EF381004-1}.
Por la grafía, la frase del Obispo parece escrita sobre la octavilla inmediatamente después de recibida la carta: como un apunte para llevar a la oración. La segunda frase, en cambio, tiene tinta y rasgos muy distintos de la primera. La "gaitica" debió ser completada en la fase de redacción final.
La jaculatoria "Iesu, Iesu, esto mihi semper Iesus!", tan frecuente en labios del Beato Josemaría, ¿pudo surgir en relación con la experiencia espiritual reflejada en este punto? Era una de sus plegarias favoritas y en ella pide a Jesús precisamente lo que le aseguraba don Santos: que sería sencillamente "Jesús". Vid com / 303. San Felipe Neri rezaba: "Giesù, sii per me Giesù" {Vid Alberto Venturoli, Il profeta della gioia. La mistica di San Filippo Neri, Jaka Book, Milano 1999, pgs 56-57}.

 «  169  »  Te acogota el dolor porque lo recibes con cobardía.–Recíbelo, valiente, con espíritu cristiano: y lo estimarás como un tesoro.

Ficha Jef. Punto sin interrelación documental, probablemente escrito en la fase final de preparación del libro. Aparte del p / 166  –que va en otra línea–, es éste el único punto del cap "Corazón" en el que aparece el término "dolor". El dolor como tesoro es el gran tema de p / 208. Vid com y también p / 203.

 «  170  »    ¡Qué claro el camino!... ¡Qué patentes los obstáculos!... ¡Qué buenas armas para vencerlos!... –Y, sin embargo, ¡cuántas desviaciones y cuántos tropiezos! ¿Verdad?
–Es el hilillo sutil –cadena: cadena de hierro forjado–, que tú y yo conocemos, y que no quieres romper, la causa que te aparta del camino y que te hace tropezar y aun caer.
–¿A qué esperas para cortarlo... y avanzar?

Octavilla de la serie Lh, que pudo ser redactada en la Legación o en Burgos. Las interrelaciones documentales precedentes o consecuentes son numerosas. En la predicación de Honduras está la base, como en todo el cap:
"Darse a Dios sin reservas, sin que quede para nosotros el menor rincón, el menor detalle; pertenecerle enteramente, renunciar a sí mismo con tanta verdad que no nos embarace ni el hilillo más sutil, ¡eso sí que es difícil, eso sí que se ve raras veces!" {PredicHond, "Ideas madres", 26-VIII-1937, pg 249; XLI}.
Al mismo corresponsal del p / 164, le escribe al mes siguiente:
"Y vamos a la cuestión de nuestro amigo: dile que no me sea flojo. Ayuda de Dios no le falta. El camino es claro: ¡evidente!" {Carta de Josemaría Escrivá, Burgos 2-V-1938; EF-380502-7; la cursiva es mía}.
Y en la predicación de Vitoria-Vergara encontramos estas anotaciones:
"cortar hilillo o maroma o cadena" {EjEsp, Meditación "Rey temporal", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 105}.
"el hilo de seda –maroma –esposa –grillete –cadena –tela de araña" {EjEsp, Meditación "Dos banderas. Genio militar de San Ignacio", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 83}.
El tema del "hilillo sutil" es un tema de clara raigambre sanjuanista {El Santo de Fontiveros escribe en la Subida al Monte Carmelo: "Estas imperfecciones habituales son: como una común costumbre de hablar mucho, un asimientillo a alguna cosa que nunca acaba de querer vencer, así como a persona, a vestido, a libro, celda, tal manera de comida y otras conversacioncillas y gustillos en querer gustar de las cosas, saber y oír, y otras semejantes. Cualquiera de estas imperfecciones en que tenga el alma asimiento y hábito, es tanto daño para poder crecer e ir adelante en virtud, que, si cayese cada día en otras muchas imperfecciones y pecados veniales sueltos, que no proceden de ordinaria costumbre de alguna mala propiedad ordinaria, no le impedirán tanto cuanto el tener el alma asimiento a alguna cosa. Porque, en tanto que le tuviere, excusado es que pueda ir el alma adelante en perfección, aunque la imperfección sea muy mínima. Porque eso me da que una ave esté asida a un hilo delgado que a uno grueso, porque, aunque sea delgado, tan asida se estará a él como al grueso, en tanto que no le quebrare para volar. Verdad es que el delgado es más fácil de quebrar; pero, por fácil que es, si no le quiebra, no volará. Y así es el alma que tiene asimiento en alguna cosa, que, aunque mas virtud tenga, no llegará a la libertad de la divina unión" (Subida del Monte Carmelo, 1, 11, 4; BAC 15, 13ª ed, 1991, pg 284; la cursiva es mía)} y, radicalmente, agustiniano:
"Me volvía y me revolvía dentro de mi cadena, hasta lograr romperla del todo, pues me ataba solo de manera sutil. Pero el hecho es que me ataba" {"Sic aegrotabam et excruciabar accusans memetipsum solito acerbius nimis ac volvens et versans me in vinculo meo, donec abrumperetur totum, quo iam exiguo tenebar. Sed tenebar tamen" (Confessiones, lib 8, 11, 25; BAC 11, 4ª ed, 1963, pg 324; traducción y cursiva mía)}.

 «  171  »  El Amor... ¡bien vale un amor!

Con este texto se cierra el cap "Corazón" y queda plenamente sintetizado su sentido: el corazón está hecho para amar. El drama de la existencia humana es dónde está la fuente del amor y dónde se pone el amor.
El texto aparece perfectamente anotado, con letra caligráfica, en el cuadernito 2º de Burgos, sin fecha, pero –como veremos– se sitúa a primeros de mayo del 38.
Estamos ante la sentencia lapidaria con la que el Autor cierra el cap "Corazón" y que hay que poner en relación íntima con este otro aforismo: "¡No hay más amor que el Amor!", anterior 7 u 8 años en el tiempo, con el que se abrirá el cap "Amor de Dios". La interrelación de ambos, no ya doctrinal o espiritual sino histórica y biográfica, podría haber sido ésta. Durante los EjEsp que, en soledad y retiro personal, hizo en Navidad de 1937 en el Palacio episcopal de Pamplona, el Beato Josemaría dedicó la tarde del 20 de diciembre a una meditación que en sus apuntes tiene como título "El amor y el Amor". Las notas de desarrollo son en esta ocasión mínimas. Sólo éstas: "Non est amor nisi AMOR!" –tenor literal latino del viejo p / 417  (vid com), con el que ya se abría el cap "Caridad" en Cec– y que volvió a apuntar en la pequeña agenda que comenzó esos días en Pamplona {En el Cuadernillo-agenda 1º de Burgos, hoja 2v}. Hacia junio-julio del 38, ya en Burgos, comienza una nueva agenda y en la hoja primera copia de nuevo, en latín, el p / 417. Y a continuación aparece el que será nuestro p / 171:
"¡El Amor bien vale un amor!" {Cuadernillo-agenda 2º de Burgos, hoja 22. La frase va precedida de otras dos, igualmente caligráficas: "Non est amor nisi Amor!" (vid p / 417) y "Ut jumentum!...". Más información en IntrodGen § 5, 1, b (pgs 64-67).}.
Lo que era claridad en su vida personal, ahora lo formula como mensaje operativo. Debió ser una de esas palabras que le golpeaban en la oración y la apuntó en ese cuadernito, posiblemente mientras escribía estas dos cartas, en las que transcribe el mensaje:
"El Reino de Dios padece violencia: no lo logra sino el que lucha. El Amor bien vale un amor" {Carta del Autor, Burgos 2-V-1938; EF-380502-7. El texto bíblico es Mt 11, 12  }.
"Oye: dile, de mi parte, a Federico, que el Amor bien vale un amor. ¡Duro, con esa gente, candidata al manicomio!" {Carta de Josemaría Escrivá a José María Albareda, Burgos 4-V-1938; EF 380504-1; cursiva del Autor}.
En la primera carta anima a su corresponsal a luchar para defender el "camino". En la segunda exhorta a José María Albareda a que explique a esos amigos suyos que "compensa" darse del todo al Señor, aunque eso –si Dios así lo pide– lleve consigo renunciar a un amor humano... Sobre "el manicomio" vid com / 808
La meditación que predica en agosto sobre "Amor de Dios" termina con estas palabras:
"Coloquio con la Trinidad Beatísima: ¿amor? ¡AMOR!" {EjEsp, Meditación "Amor de Dios", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 113}.
Ya en varios puntos ha aparecido la palabra Amor, con mayúscula {p / 16, 24, 77, 91, 111, 139  }. En el libro aparece así 65 veces (otras 25 con minúscula). Es una de las palabras y de las grafías más intencionadas y abundantes que el Autor usa en este libro. En este brevísimo p / 171  está la más sintética expresión de esa intención. De alguna manera resume a la totalidad, como lo expresa el último punto, con su último mensaje: "Que cuál es el secreto de la perseverancia? El Amor". Hay en esta palabra una concentración polivalente de significados, que se van percibiendo a lo largo de la lectura del libro y que permiten al Autor sintetizarlo todo ahí. "Amor" en C es, ante todo, el don de Dios al hombre, la autodonación de Dios y, en este sentido, el Espíritu Santo presente en el alma, que –como hemos visto– nos "cristifica" (vid com / 56). Pero inseparablemente de ese Don y como efecto suyo, "Amor" connota el surgir desde la fe, en el corazón humano, de un amor agradecido al Padre y a su Hijo Jesús –¡que nos dan su Espíritu!–, que es también "Amor": "Enamórate, y no 'le' dejarás" (p / 999). Amor, con mayúscula, es una manera de comprender a Dios y la relación del hombre con Dios: es Dios mismo –Padre, Hijo, Espíritu– en cuanto presente en nosotros, y la gracia del Espíritu Santo que transforma en Amor el amor del hombre.
Tomando estos tres puntos de C, se diría que la concatenación del pensamiento de Josemaría Escrivá es ésta: como no hay más amor que el Amor (p / 417), el Amor bien vale un amor (p / 171): enamórate, y no le dejarás (p / 999). Vid también com / 668.

 «  MORTIFICACIÓN  » 

El Autor vuelve de nuevo al orden de los caps de Cec, y ahora incluye el titulado "Mortificación", seguido de otro con título "Penitencia", que tienen una interna y profunda unidad. Por eso esta Introd afecta a los dos caps. El Autor disponía, para la confección de ambos caps en Cec, de sendas secciones en Cem32 y Cem33, que incluyen consideraciones relativas tanto a mortificación como a penitencia: la de Cem32 más orientada a "Penitencia", la de Cem33, casi del todo a "Mortificación". Lo interesante es que en la ordenación de Cem32 –que es en realidad el primer esbozo del libro y Cem33 un complemento– la sección de que hablamos (Cem32 / 56-78) se sitúa inmediatamente después del "bloque" sobre la "Oración". Lo hago notar porque la secuencia "oración –mortificación (penitencia)" es clásica en la vida cristiana y es pieza fundamental en la enseñanza del Autor de C: los tres caps correspondientes del libro pueden leerse siguiendo ese orden y manifiestan así su primera disposición. El punto primero del nuevo cap (p / 172) muestra el enlace: "Si no eres mortificado nunca serás alma de oración". No obstante, Escrivá decide interrumpir esta secuencia para introducir en Cec el cap "Santa Pureza" y en C el cap "Corazón", a mi parecer porque –como ya dije en la IntrodGen § 11, 2, b)– quiere seguir un orden existencial, inmediato a la experiencia del lector, y no el que es propio de un "sistema" de teología espiritual.
Para la construcción de este cap en Cec el Autor se sirve, sobre todo, de la sección Cem33 / 316-327, que está ya al final del fascículo, de la que proceden diez de las consideraciones de Cec. Los puntos que toma del primer fascículo son cinco (Cem32 / 182.184-187) y del Cuaderno, al preparar el borrador de Cuenca, saca las otras seis consideraciones.
El cap de C comienza con la recepción íntegra y por su orden de estas veintiuna consideraciones de la edición de Cuenca y que ahora pasan a ser los p / 172 -192. A continuación el Autor inserta otros quince puntos procedentes de sus materiales elaborados en Burgos: 193-207
Conviene subrayar la importancia de este cap en el largo "plano inclinado" que, según su propio Autor, es este libro {Vid IntrodGen § 11, 1}. Se trata de ir subiendo "por caminos de oración y de Amor", con constancia hasta la meta, que es llegar a ser "almas contemplativas en medio de la calle", como dice al describir el "plano inclinado", o sencillamente "almas de oración", según la expresión del punto que abre este cap. Pues bien, cuando en 1932 hizo la citada lectura del Decenario al Espíritu Santo, al comenzar la instrucción del Día sexto, en el margen –donde se lee que a la santidad sólo se llega "con el propio vencimiento y la propia mortificación"– el Beato Josemaría escribió:
"¡Con qué claridad veo que no es otro el camino!" {Glosas marginales al Decenario 1932, pg 60; Patmos 35, pg 77; Logos 52, pg 133}.
Un año antes había escrito con una hondura teológica que asume y trasciende la declaración anterior:
"Expiación: ésta es la senda que lleva a la Vida" {Es el actual p / 210. Vid com}.
De ahí que Escrivá, de la manera más radical, considere el binomio "oración-mortificación" y sus mutuas implicaciones como una realidad unitaria insoslayable, que hay que abordar, además, desde los comienzos del camino.
Es interesante, para situar bien, en su hacerse, la terminología y la comprensión de estos caps de C –"Oración", ["Santa Pureza", "Corazón"], "Mortificación", "Penitencia"–, este pequeño esquema que hizo Josemaría Escrivá en su ejemplar del Decenario, al terminar el "Obsequio" del día tercero, que es "la oración" {"La oración. Con ella, con qué gozo y alegría se vence uno a sí mismo en todo, por difícil que sea y por mucho que cueste el vencerse y mortificarse" (Decenario al Espíritu Santo, pg 53; Patmos 35, pg 67; Logos 52, pg 109)} :
Oración y Expiación. -> Mortificación. - > Penitencia {Glosas marginales al Decenario 1932, pg 55}.
"Expiación" es, en efecto, uno de las más antiguas palabras de la terminología espiritual que emplea el Beato Josemaría. La expiación, como vemos, se manifiesta de manera diferenciada en mortificación y penitencia {"La diferencia entre penitencia y mortificación –escribe Manuel Diego– es típica de Francisca Javiera del Valle y seguramente le viene de su lectura de Juan de la Cruz (3 Subida 7, 2) y del P. Alonso Rodríguez (t II, lib 2, I, c 7)" (Nota al Decenario, Logos 53, pg 117). Ambos autores eran perfectamente conocidos para el Beato Josemaría, que leyó y anotó el Decenario al Espíritu Santo con tanta devoción. Sobre la distinción entre mortificación y penitencia en Francisca Javiera del Valle, vid Decenario al Espíritu Santo, 1932, pgs 60-62; Patmos 35, pgs 73-77; Logos 53, 116-119}. La distinción entre ambos conceptos, que da lugar a sendos caps del libro, tiene matices diversos entre los autores. En la distinción, tal como se expresa en C, se entrecruzan dos líneas. De una parte, la mortificación es entendida como el vencimiento diario, pequeño pero heroico en la constancia; la penitencia apunta en cambio a lo que en lenguaje clásico se designaría como "las grandes penitencias" {Esta línea es la que sirve para diferenciar los dos caps y en ella es emblemático el p / 223  en relación con el p / 200. Vid com}. De otra, haciéndose presente ya en el cap "Mortificación" y ampliándose en el cap "Penitencia" (cfr los tres primeros puntos: 208-210), aflora la línea de fondo, sustante de todo el conjunto, en la que el vocablo penitencia asume en su seno a la "mortificación" y es entendido en referencia a su significado teologal pleno: "Expiación"; es decir, como participación en el misterio redentor de la Cruz, que dota de sentido al dolor –desde las "pequeñas mortificaciones" cotidianas hasta la contradicción más brutal– , al situarlo en el contexto del Amor, de la aceptación de la totalidad de la existencia, en actitud de entrega amorosa al designio de Dios. Es la doctrina del p / 234, que cierra ambos caps: "¡Cómo ennoblecemos el dolor, poniéndolo en el lugar que le corresponde (expiación) en la economía del espíritu!" {Para una consideración "clásica" de ambos conceptos, en el nivel propio de los manuales, vid Adolphe Tanquerey, Compendio de Teología ascética y mística, Desclée & Cía, París 1930, 2ª parte, caps 2 y 3}.

 «  172  »  2Si no eres mortificado nunca serás alma de oración.

El punto primero del cap procede del Cuaderno VI, nº 906, de donde pasó al segundo cuadernillo a velógrafo. Es de fecha 19-I-1933 {A continuación escribió el p / 16  }. Tenor literal idéntico, con diferencias de puntuación.
Se conserva –es algo muy excepcional– la "cuartilla" en la que el Autor escribió este punto de C, que abriría el cap "Mortificación" {La "cuartilla" (AGP, sec A, leg 50-13, carp 2, exp 5) es la mitad del resguardo de haber pagado el Autor la matrícula en la asignatura de "Filosofía del Derecho" del Doctorado en la Facultad de Derecho, que lleva fecha "agosto 1927". En ella se contienen, entre otras cosas, el texto de este punto de C y otras tres "catalinas" que se encuentran, bajo la fecha 19-I-1933, en Apínt, nº 906 y 907. El dorso del resguardo, que tiene arriba escrito el futuro punto de C, lo utilizó después para escribir en él un breve guión de una plática dirigida a chicas. Ésta pienso que es la razón de que guardara el papel –los guiones de charlas y meditaciones los guardaba– y no lo rompiera, como solía hacer con la "cuartilla" que llevaba en el bolsillo una vez que había pasado las notas a su Cuaderno. –Las anteriores anotaciones en el Cuaderno tienen fecha de 9 de enero. Las que comentamos comienzan así: "Día 19 de enero de 1933: Tengo muchas catalinas sin copiar. Por fuerza, perderán frescura, intimidad, al anotarlas ahora" (Cuaderno VI, nº 906). A continuación transcribe el punto de C y dos versículos de un salmo y comienza a relatar– con redacción hecha directamente sobre el Cuaderno las cosas que tiene anotadas con una o dos palabras en la "cuartilla". Ese día se debió servir de otra "cuartilla", pues hay más "catalinas" que no proceden del resguardo}. Allí está, tal como pasaría al Cuaderno, el futuro punto de C.
El Autor se refiere a la "continua mortificación" de la que habla en el p / 223  y su experiencia, personal y pastoral, no sólo la doctrina espiritual {"La causa por que le es necesario al alma, para llegar a la divina unión de Dios, pasar esta noche oscura de mortificación de apetitos y negación de los gustos en todas las cosas, es porque todas las afecciones que tiene en las criaturas son delante de Dios puras tinieblas, de las cuales estando el alma vestida, no tiene capacidad para ser ilustrada y poseída de la pura y sencilla luz de Dios, si primero no las desecha de sí, porque no pueden convenir la luz con las tinieblas" (San Juan de la Cruz, Subida, lib I, cap 4, 1; BAC 15, 13ª ed, Madrid 1991, pg 263)} , le dice que sin ella no hay vida contemplativa (alma de oración). Vid com / 180.

 «  173  »  Esa palabra acertada, el chiste que no salió de tu boca; la sonrisa amable para quien te molesta; aquel silencio ante la acusación injusta; tu bondadosa conversación con los cargantes y los inoportunos; el pasar por alto cada día, a las personas que conviven contigo, un detalle y otro fastidiosos e impertinentes... Esto, con perseverancia, sí que es sólida mortificación interior.

Texto procedente del Cuaderno VII, nº 1103, 5-I-1934: es el último de los futuros puntos de C que transcribió ese día {Son: 110, 718, 435, 983, 386, 325, 65, 178, 174, 802, 173}. Todos pasaron después al texto impreso de Cuenca {"Mis mortificaciones –escribe Teresa de Lisieux– consistían en quebrantar mi voluntad, siempre dispuesta a salirse con la suya; en callar cualquier palabra de réplica, en prestar pequeños servicios sin hacerlos valer, en no apoyar la espalda cuando estaba sentada, etc. etc." (Ms A fol 68v; MEC 5, Burgos 1996, pg 214)}.
Una descripción, ésta, de la mortificación interior que es connatural al alma cristiana. Después de ponderar cómo es más llevadera la mortificación exterior, exaltaba San Juan Crisóstomo la mortificación interior en estos términos:
"Mas soportar una injuria, sufrir un daño, una palabra pesada, las burlas de los mismos inferiores, dichas con razón o sin ella, las censuras que nos vienen, de balde y sin propósito, de gobernantes y gobernados, sobrellevar, digo, todo eso, no es negocio de muchos" {San Juan Crisóstomo, Sobre el sacerdocio, lib 3, 13; BAC 169, Madrid 1958, pg 661.}.

 «  174  »  No digas: esa persona me carga. –Piensa: esa persona me santifica.

El punto prolonga el sentido de la mortificación interior propuesto en el punto anterior. El texto original del Cuaderno VII, nº 1102, fue escrito también en 5-I-1934:
Vid com / 190. Hay base para pensar que se trata de la misma persona. Nótese el valor ascético del cambio « Di / Piensa » (vid apcrít)

 «  175  »  Ningún ideal se hace realidad sin sacrificio. –Niégate. –¡Es tan hermoso ser víctima!

El Autor escribió este punto en el octavo aniversario de su ordenación sacerdotal, día 28-III-1933 (Cuaderno VI, nº 970). Las breves notas de ese día no hacen ninguna alusión a la efemérides. El texto del Cuaderno es el mismo de C, sin el guionado.
Es ésta la única vez que aparece la palabra "víctima" (ser víctima, hacerse víctima) en el libro. El Beato Josemaría fue distanciándose cada vez más de esa manera de hablar y de su contexto teológico-espiritual. No le gustaba esa terminología, que no ayuda a comprender la unicidad absoluta de la Víctima agradable al Padre, que es Cristo, y que podía, además, dar lugar a una psicología "dolorista" –de "victimismo"– que no se compadece con el estilo de vida y de seguimiento de Cristo que él predicaba {Compatible con que él, personalmente, se ofreciera como "víctima" al Amor Misericordioso. El Autor relata: "El día once de Agosto de 1929, según nota que tomé aquel día en una estampa que llevo en el breviario, mientras daba la bendición con el Santísimo Sacramento en la iglesia del Patronato de Enfermos, sin haberlo pensado de antemano, pedí a Jesús una enfermedad fuerte, dura, para expiación [...] y creo que el Señor me lo concedió" (Cuaderno IV, nº 432, 29-XI-1931). En 1937, en la Legación de Honduras, ponía en relación con este ofrecimiento la gran tribulación interior por la que atravesaba: "este sufrir como cuando más, creo que no es otra cosa sino consecuencia de mi ofrecimiento de víctima al Amor Misericordioso" (Apínt, nº 1380, 9-V-1937). Vid com / 727. Todavía en 1938, en una época de "noche oscura", escribía: "¿Vendrá la enfermedad que me purifique?" (Apínt, nº 1588, Monasterio de Silos 28-IX-1938). Vid texto completo en com / 151}. Su doctrina en este sentido adquiere progresivamente formulaciones netas:
"La única Víctima es Cristo. En el Opus Dei no hay víctimas, hay cruces gloriosas. Nosotros estamos gozando de su hiel y de su sangre. [...].¡No hay víctimas! Sacerdotes míos {Los asistentes a la meditación eran en su gran mayoría seglares. Se dirige en ese momento a los pocos sacerdotes presentes} : no llevéis a nadie por ese camino. No es de nuestro espíritu" {Notas de una meditación predicada en Molinoviejo (Segovia), 14-XII-1948, durante un curso de retiro; AGP, sec A, leg 51. No puede ser más clara la posición del Autor. La frase entre corchetes dice: "Tengo mucha devoción a Santa Teresita, pero no seremos víctimas". El Autor sabía que el "victimismo" –un cristianismo triste, muy extendido en ciertos ambientes– se extendía invocando indebidamente el patrocinio de Teresa de Lisieux. Teresita, a la que conocía perfectamente el Autor de C, se ofrecía como víctima, pero con un claro sentido de la alegría en la contradicción y en la cruz, que es lo que a toda costa el Beato Josemaría reivindicaba en su meditación de la Cruz y del dolor. Es la propia Teresa la que dice: « Nuestro Señor en el huerto de los Olivos gozaba de todas las alegrías de la Trinidad, sin embargo su agonía no era menos cruel. Es un misterio, pero le aseguro que, de lo que pruebo yo misma, comprendo algo» (Últimos Coloquios. Cuaderno amarillo, 6 de julio de 1897: Opere complete, Ciudad del Vaticano 1997, 1003; citada por Juan Pablo II, Carta Apost. Novo millennio ineunte, 6-I-2001, nº 14)}.
Para el Autor, la Cruz –la Cruz de Cristo– , precisamente por ser de Cristo y estar Él en ella, es lugar de felicidad y de descanso. Es una Cruz sin cruz, dirá.
Hablando de San Luis Grignion de Monfort, con su ideal de víctima, decía el Fundador del Opus Dei –según explicaba Álvaro del Portillo (Meditación, 14-IX-1986)–: "yo en la Cruz no me siento víctima: ¡es un triunfo, es la alegría!". Vid la experiencia relatada en com / 555}
. Esta paradoja es esencial en su comprensión de la vida cristiana. Por eso, en la Cruz hay que estar:
"sin llantos, sin miedos, sin llamarnos víctimas. Para eso está Cristo: El es la única víctima. ¿Está claro?" {Notas de un coloquio con mujeres, Colegio Mayor Goimendi, Pamplona 14-IX-1962; AGP, sec A, leg 51; también en AGP, sec P, leg 2, 1962, X, pg 17}.
"Hijas mías, ya sabéis lo que tenéis que hacer ahora que el año empieza: pensar en Cristo Jesús y estar contentas, aceptando las pequeñas contrariedades del momento, sin sentiros víctimas. ¡No hay víctimas! ¡La víctima es El! Sin la gracia suya, nada sirve para nada. Si lo hacemos por amor, unidos al dolor y a la satisfacción de Cristo, completamos lo que falta a la Pasión del Señor. Y seremos felices" {Homilía, Roma 1-I-1968; AGP, sec P, leg 2, 1968, pg 1-17}.
No deja de ser significativo que, a continuación del texto de su Cuaderno del que procede el punto que comentamos, el Autor escribe esta otra nota (y con ella se acaba lo que apuntó el día de su aniversario):
"Se hará constar en los estatutos de la Obra que ninguno puede pertenecer a ella si no trabaja: el trabajo santifica y obliga a todos, aunque tengan una gran fortuna personal" {Así se hace constar efectivamente en el nº 22 de los Estatutos de la Prelatura del Opus Dei, promulgados por la Bula Ut sit, de 28-XI-1982. Texto en Pedro Rodríguez-Fernando Ocáriz-José Luis Illanes, El Opus Dei en la Iglesia, pgs 305-346}.
Esta línea del trabajo profesional responsable, y muchas veces agotador (vid p / 277), vivida en Cristo, en la Cruz de Cristo (vid p / 177), con todo lo que comporta de entrega y de servicio, es ciertamente el paradójico horizonte de "negación" y de "sacrificio" que contempla Josemaría Escrivá como "camino" de la vida ordinaria. Unido, naturalmente, al "Fiat, adimpleatur..." que es la plena y total aceptación de la Voluntad de Dios: enfermedades, contradicciones, envidias, calumnias, soledad, abandono... (vid com / 691, donde se muestra el sentido que tiene en la vida del Autor de C el dolor y la contradicción).

 «  176  »  ¡Cuántas veces te propones servir a Dios en algo... y te has de conformar, tan miserable eres, con ofrecerle la rabietilla, el sentimiento de no haber sabido cumplir aquel propósito tan fácil!

Procede del Cuaderno III, nº 186, escrito el 27-III-1931:
"¡Cuántas veces me propongo servirte en algo, Señor mío, ...y me he de conformar, tan miserable soy, con ofrecerte la rabietilla, el sentimiento de no haber sabido cumplir aquel propósito... tan fácil! –Decididamente casi no llego a borrico..., me quedo, formando parte del montoncillo vil de trapos sucios, que desprecia el trapero más pobre".
Como se ve, el texto del Cuaderno es formalmente autobiográfico. Al pasar las fichas al velógrafo– y luego al texto impreso– no incorporó la segunda parte del texto. Para el tema del "borrico" vid p / 606  y 998 con sus com.

 «  177  »  No desaproveches la ocasión de rendir tu juicio propio. –Cuesta..., pero ¡qué agradable es a los ojos de Dios!

Original de 14-III-1933, escrito en el Cuaderno VI, nº 950 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 948, 177, 249}.

 «  178  »  Cuando veas una pobre Cruz de palo, sola, despreciable y sin valor... y sin Crucifijo, no olvides que esa Cruz es tu Cruz: la de cada día1, la escondida, sin brillo y sin consuelo..., que está esperando el Crucifijo que le falta: y ese Crucifijo has de ser tú

Es uno de los muchos puntos de C que copió en el Cuaderno VII, nº 1102, el día 5-I-1934 {Son: 110, 718, 435, 983, 386, 325, 65, 178, 174, 802, 173}:
"Cuando veáis una pobre Cruz de palo, sola, {"Cruz de palo, sola". Primera redacción en el Cuaderno: "de palo, pobre". Segunda: "de palo, triste". Definitiva: "de palo, sola"} despreciable y sin valor... y sin Crucifijo, no olvidéis que es vuestra Cruz, la de cada día, la escondida, sin brillo y sin consuelo..., que está esperando el Crucifijo que le falta: y ese Crucifijo has de ser tú".
El Autor está aludiendo a la cruz grande, de madera tosca, negra, que tenía en la Academia DYA de la calle Luchana en la pequeña habitación donde recibía a los estudiantes. Incitaba a preguntar por su significado. El punto de C es la explicación que el Beato Josemaría daba a los que preguntaban. Vid p / 277. Casi dos años después escribía en sus apuntes:
"¡La Cruz de palo! También fue motivo de escándalo, primero –según oí de labios de D. Pedro Poveda– se escandalizó un santo sacerdote que tiene verborrea; después, el escándalo trascendió –ya lo apunté, en las catalinas– hasta el palacio episcopal {Álvaro del Portillo escribe en nota 969 a Apínt: "El Padre me dijo, al leer este pasaje: 'Ahora me salta a la cabeza, con claridad, el nombre de la persona que promovió el escándalo. Pero, por caridad, no lo anoto' ". Se entiende que se refiere a la persona que promovió la calumnia en el palacio episcopal, distinta del "santo sacerdote" al que acaba de aludir}. ¡Con qué pena, solito en la Casa del Angel Custodio –en Luchana–, desarmé la pobre Cruz escandalosa! La envolví en papeles, y, bien acondicionada, se guardó en casa de aquel santo sacerdote, de que hablé antes {Don Lino Vea-Murguía. Así lo dice un poco más arriba. La cursiva es del original} [...]
Ya en Ferraz, cuando no había ni una silla en el oratorio, ni podíamos soñar con que Jesús hiciera allí su Betania {Se refiere a poder tener Sagrario con la Reserva eucarística. Vid p / 322  } , me apresuré a hacer que se pusiera en la pared del oratorio (!) nuestra Cruz de palo. Y es que esa Cruz simboliza la vida del apóstol de Cristo, con un vigor y una verdad, que encantan" {Apínt, nº 1285s, 3-X-1935. –Desde entonces en todas las iglesias y en los oratorios de los Centros de la Prelatura del Opus Dei hay en una pared una Cruz de palo sin crucifijo. El Papa Pío XII concedió indulgencias, como anuncia la cartela que suele haber junto a la Cruz: "La Santidad del Papa Pío XII, por el Breve Apostólico "Cum Societatis", de 28-VI-1946, se dignó benignamente conceder quinientos días de indulgencia cada vez que se besase devotamente esta Cruz de palo o delante de ella se rezase una piadosa jaculatoria"}.

 «  179  »  Busca mortificaciones que no mortifiquen a los demás.

Original manuscrito en Cuaderno VI, nº 1029, 4-VII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 224, 690, 179}. Texto idéntico. Fue dado a conocer en el 2º cuadernillo a velógrafo (Cem33)
Este punto y los dos siguientes son tres "declaraciones" fundamentales, basadas en la gran tradición ascética, acerca de la inserción de la mortificación en el conjunto de la vida cristiana. Son tres "mázimas" o "aforismos" de orte clásico que apuntan el sentido operativo y práctico que tiene, por su propia naturaleza, el presente capítulo.

 «  180  »  Donde no hay mortificación, no hay virtud.

Original manuscrito en Cuaderno VII, nº 1097, 30-XII-1933, junto a otros seis futuros puntos de C {Son: 498, 10a, 446, 637, 18, 180, 9}. Pasó directamente al texto impreso:
"Donde no hay mortificación no hay virtud".
De una manera lapidaria –una auténtica "sentencia", un "aforismo"– el Autor formula un principio fundamental de la doctrina espiritual del Cristianismo. San Juan de la Cruz, por ej, lo expresaba así: "Porque, así como es necesaria a la tierra la labor para que lleve fruto, y sin labor no le lleva, sino malas hierbas, así es necesaria la mortificación de los apetitos para que haya provecho en el alma; (sin) la cual oso decir que, para ir adelante en perfección y noticia de Dios y de sí mismo, nunca le aprovecha más cuanto hiciere que aprovecha la simiente echada en la tierra no rompida" {Subida, lib I, cap 8, 4; BAC 15, 13ª ed, 1991, 9. 277}. El p / 172, en estilo dialógico y en clave de oración, no de virtud, formula la misma doctrina.

 «  181  »  Mortificación interior. –No creo en tu mortificación interior si veo que desprecias, que no practicas, la mortificación de los sentidos.

Original manuscrito en Cuaderno VI, nº 960, 22-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 97, 278, 412, 844, 181, 793}. Fue dado a conocer en el 2º cuadernillo a velógrafo. Texto idéntico, sin el guión.
La mortificación de los sentidos externos es, de hecho, un test de la mortificación "interior", de la misma manera que la caridad con el hermano, "al que ves", se transforma en test del amor a Dios, al que no ves (cfr 1Jn 4, 20). Hay en todo esto una profunda teología de la corporalidad.

 «  182  »  Bebamos hasta la última gota del cáliz del dolor en la pobre vida presente. –¿Qué importa padecer diez años, veinte, cincuenta..., si luego es el cielo para siempre, para siempre..., para siempre?
–Y, sobre todo –mejor que la razón apuntada, "propter retributionem"–, ¿qué importa padecer, si se padece por consolar, por dar.
gusto a Dios nuestro Señor, con espíritu de reparación, unido a Él en su Cruz, en una palabra: si se padece por Amor?.

Este punto y los dos siguientes tienen su primera matriz en las notas del retiro espiritual de Segovia. La nota originaria está en Apínt, nº 1671, 11-X-1932 {En las notas de ese día está también el p / 904}. Fue dado a conocer en el primer cuadernillo a velógrafo:
"No esquivemos nuestros labios: bebamos, hasta la última gota, del cáliz del dolor, en la pobre vida presente. ¿Qué importa padecer diez años, veinte, cincuenta..., si luego es el cielo para siempre, para siempre... ¡para siempre!? Y sobre todo –mejor que la razón expresada (propter retributionem)– ¿qué importa padecer, si se padece por consolar, por dar gusto a Dios nuestro Señor, con espíritu de reparación, unido a El en su Cruz, en una palabra: si se padece por Amor?.
"Dar gusto a Dios": vid com / 152
"Para siempre". Vid sobre el tema com / 752. Gravita en la redacción de esta vivencia espiritual el célebre pasaje de Santa Teresa de Jesús, que el Beato Josemaría citaba con frecuencia {"Este adverbio –siempre– ha hecho grande a Teresa de Jesús. Cuando ella –niña– salía por la puerta del Adaja, atravesando las murallas de su ciudad acompañada de su hermano Rodrigo, para ir a tierra de moros a que les descabezaran por Cristo, susurraba al hermano que se cansaba: para siempre, para siempre, para siempre" (Amigos de Dios, 200)}:
"Espantábanos mucho el decir que pena y gloria era para siempre, en lo que leíamos. Acaecíanos estar muchos ratos tratando de esto y gustábamos de decir muchas veces: ¡para siempre, siempre, siempre! En pronunciar esto mucho rato era el Señor servido me quedase en esta niñez imprimido el camino de la verdad" {Libro de la Vida, 1, 5; BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 35. El pasaje de la Vida es citado por el Autor en Amigos de Dios, 200}.
"Propter retributionem". El Autor alude al vers. 112 del Salmo 119 (Sal 119, 112), de recitación cotidiana en el Oficio de las Horas en aquellos años: "Inclinavi cor meum ad faciendas iustificationes tuas in aeternum propter retributionem" {El Autor toma, como siempre, la expresión latina del Salmo de la edición Vulgata, más próxima al texto griego de los LXX. La Neovulgata lee: "in finem"} , citado también a la letra en el Decreto sobre la justificación {Conc. de Trento, sess. VI, Decr. de iustificatione, cap 11 y can 26 (DB 1539 y 1576)}. El Beato Josemaría había ya usado esa expresión en los Apínt unos meses antes:
"Cuando volvía, esta mañana, de Sta. Isabel, al contemplar la cola que iba a adorar el Santo Cristo de Medinaceli, sentí el impulso de prestar esa adoración (nunca me había movido a eso), considerando que, por tradición, todos los devotos van "propter retributionem" a pedir favores, y yo debía ir, como he ido, exclusivamente "por Amor". Entré en la iglesia. He besado el pie derecho de Jesús. Dejé diez céntimos, en una bandeja y he pedido una estampa, que guardaré para recuerdo. Estoy seguro de haber consolado a mi Señor. –Me dio, en la calle, oración" {Cuaderno V, nº 631, 4-III-1932. Sobre el Cristo de Medinaceli, vid com / 86 nota}.
La reflexión del Autor se eleva al motivo superior del amor puro, quizá bajo la influencia de las Enarrationes in Psalmos de San Agustín, que más que nadie en la Antigüedad cristiana pone en relación la eternidad del amor a Dios, radicalmente "desinteresado", y el sentido (aparentemente egocéntrico) de la recompensa. Es la misma actitud que San Juan Crisóstomo ve en San Pablo:
"El no servía a Cristo como nosotros, pobres asalariados, por temor del infierno y por deseo del reino de los cielos. Otro amor mucho mejor y más bienaventurado que ése arrebataba al Apóstol, y sólo por satisfacer ese amor que tenía a Cristo lo sufría y hacía absolutamente todo" {San Juan Crisóstomo, Sobre la compunción, Discurso 1, 7; BAC 169, 1958, pg 566s.}.
Esta idea, también presente en la profunda explicación que Santo Tomás hace del Espíritu Santo como Don {El Espíritu Santo es Don –dice Tomás de Aquino– "quod non datur intentione retributionis, et sic importat gratuitam donationem: ratio autem gratuitae donationis est amor" (Summa Theologiae, Iª q. 18 a. 2 cor)} , apunta a la superación de la célebre controversia del siglo XVII sobre el "amor puro" {Sobre el tema vid Éphrem Boularand, "Désintéressement. 8. Le sens de la querelle du pur amour", en DSp, III, col. 577-591. Se desarrolló sobre todo en Francia entre Bossuet y Fénélon; varias proposiciones de este último fueron notadas bajo Inocencio XII. Vid DB 2351-2374} , que indudablemente el Autor conocía bien y que está en el trasfondo de un buen número de puntos de C. Vid sobre el tema p / 139, 668, 669, 765  y 769 con sus com. El tema del "amor desinteresado" está también presente en el Decenario de Francisca Javiera del Valle {Decenario al Espíritu Santo, Día 1º, Obsequio; Día 4º, Instrucción y Obsequio; Día 7º, Instrucción (Patmos 35, pg 43s, 72s, 78, 98; Logos 52, pgs 85, 114s, 121, 145s}.

 «  183  »  ¡Los ojos! Por ellos entran en el alma muchas iniquidades. –¡Cuántas experiencias a lo David!... –Si guardáis la vista habréis asegurado la guarda de vuestro corazón.

Original manuscrito en Cuaderno VI, nº 1044, 2-VIII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 433, 183}. Texto idéntico, sin el guionado. Pasó directamente al texto impreso.
La tradición cristiana tiene bien comprobada esa experiencia. San Ambrosio de Milán parte de los Proverbios: "Nuestros propios ojos son redes para nosotros, y por eso se ha escrito: 'No seas atrapado por tus ojos' (Pr 6, 25)" {San Ambrosio, De poenitentia, lib I, 14, 73; Biblioteca de Patrística 21, Madrid 1993, pg 73}. Catalina de Siena lo expresa psicológicamente: "No hay miembro del cuerpo que tanto quiera dar gusto al corazón como los ojos" {El Diálogo, cap 89; BAC 415, pg 210}. El Maestro Ávila medita el episodio de David, como Josemaría Escrivá: "no es cordura mirar lo que no es lícito desear; como parece en el santo rey David, cuyos ojos se deleitaron en mirar la mujer que se lavaba en su huerto" [...] "Y creed cierto que una de las más ciertas señales del corazón recogido es la mortificación en el mirar" {Audi, filia, cap 56; BAC 302, 1970, pg 698}.
Ya en el retiro de Segovia –vid com al punto siguiente– había empleado la misma expresión. Este p / 183  podía haber sido colocado perfectamente en el cap "Santa Pureza". El Autor, al situarlo aquí, señala claramente la relación entre la "guarda del corazón" y el sentido cristiano, positivo, de la pureza.

 «  184  »  ¿Para qué has de mirar, si "tu mundo" lo llevas dentro de ti?

Texto de profundas resonancias agustinianas. El original se encuentra en el Cuaderno V, nº 709, 25-IV-1932 {Ese día escribió primero la segunda parte del futuro p / 200}, en esta forma:
"¿Para qué has de mirar, si tu mundo lo llevas dentro?".
Hay una anotación de los EjEsp de Segovia, escrita en primera persona (examen personal en el retiro) unos meses después, en la que Escrivá vuelve a este pensamiento en el contexto de las "experiencias a lo David" del p / 183:
"Día sexto, domingo: = Pureza =. La santa pureza: humildad de la carne. Señor: ¡siete cerrojos, para mi corazón! Siete cerrojos y ochenta años de gravedad. No es la primera vez que oyes esta solicitud mía. Bien: vigilar..., porque antes se apaga una centella que un incendio: huir..., porque aquí es una vil cobardía ser valiente: los ojos..., ¡cuántas experiencias tristes a lo David!, y, además, ¿para qué mirar, si mi mundo está dentro de mí?... Pero toda esta diligencia humana, con la mortificación y el cilicio y la disciplina y el ayuno, ¡qué poco valen sin ti, Dios mío!" {Apínt, nº 1658, 9-X-1932 (6º día del retiro de Segovia); la cursiva es del original}.
La fórmula de Segovia –"mi mundo está dentro de mí"– se refleja en la redacción definitiva del texto: " ' tu mundo ' lo llevas dentro de ti".
El punto de partida es sin duda la necesidad de "guardar la vista" y con ella el corazón. Pero el autor se remonta a un horizonte más amplio, de impronta agustiniana, como dije, y teresiana {"Noli foras ire, in te ipsum redi: in interiore homine habitat veritas" (San Agustín, De vera religione, 39, 72; BAC 30, 2ª ed, 1956, pg 158). "Sero te amavi, pulchritudo tam antiqua et tam nova, sero te amavi! Et ecce intus eras et ego foris et ibi te quaerebam et in ista formosa, quae fecisti, deformis irruebam. Mecum eras, et tecum non eram" (Confessiones, lib 10, 27, 38; BAC 11, 4ª ed, 1963, pg 410). A esta experiencia de Agustín se refería Teresa de Jesús cuando escribía: «¿Pensáis que importa poco para un alma derramada entender esta verdad y ver que no ha menester para hablar con su Padre Eterno ir al cielo [...] sino ponerse en soledad y mirarle dentro de sí?... » (Camino de perfección, ms de Valladolid, cap 28, 2; BAC 212, 8ªed, 1986, pg 350).}.

 «  185  »  El mundo admira solamente el sacrificio con espectáculo, porque ignora el valor del sacrificio escondido y silencioso.

Original manuscrito en Cuaderno V, nº 730, 20-V-1932. Tenor literal idéntico. Fue dado a conocer en el primer cuadernillo a velógrafo.
En un documento de 1934, dirigido a los fieles del Opus Dei, volvía al tema del "sacrificio escondido y silencioso":
"¿No será que tienes miedo al sacrificio escondido y silencioso?... Mira: este sacrificio es el más fecundo" {Instrucción, 1-IV-1934, nº 79}.
En la fase redaccional de Burgos (p / 509) aparece de nuevo esta expresión en relación con la Santísima Virgen.
El fondo de este punto y de muchos otros es el ideal de "ocultarse y desaparecer", que el Autor trató de vivir siempre y propuso en su predicación. Vid sobre el tema p / 647, 648, 848  con sus com e Introd a cap 41.

 «  186  »  Hay que darse del todo, hay que negarse del todo: es preciso que el sacrificio sea holocausto.

Original manuscrito en Cuaderno V, nº 520, 28-XII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 920, 268, 5, 944, 186.}. El Autor dice que va tomando esta nota por la calle y que le "hace ver nuestro Rey que en su ejército no caben medianías". A continuación, la consecuencia:
"hay que darse del todo, hay que negarse del todo, es preciso que el sacrificio sea holocausto".
También en los EjEsp de Segovia vuelve sobre esta idea, con la misma formulación:
"¿Se puede desear no desagradar a Dios, y al mismo tiempo no desagradar al mundo? Son cosas antagónicas: o lo uno o lo otro. Es preciso que el sacrificio sea {Tanto en el texto del Cuaderno como en el de esta cuartilla, se lee, después de "sea", "de", tachado} holocausto: hay que quemarlo todo, hasta el "qué dirán", hasta eso que llaman reputación" {Apínt, nº 1666, 10-X-1932; la cursiva es mía. Futuros puntos de C transcritos ese día: 213, 734, 186, 214}.
En la Antigua Ley el "holocausto" era el sacrificio en el que la víctima se consumía totalmente. El cap primero del Levítico describe minuciosamente el ritual. La tradición cristiana ha visto en el holocausto la prefiguración del sacrificio único y redentor de Cristo y, en ese sentido, para el cristiano, el ideal de la plena unión con Dios en el seguimiento de Jesús. Así lo expresaba el Beato Josemaría en la IX estación del Via Crucis:
"¡Dios mío!, que odie el pecado, y me una a Ti, abrazándome a la Santa Cruz, para cumplir a mi vez tu Voluntad amabilísima..., desnudo de todo afecto terreno, sin más miras que tu gloria..., generosamente, no reservándome nada, ofreciéndome contigo en perfecto holocausto".
Vid p / 149.

 «  187  »  Paradoja: para Vivir hay que morir.

Original manuscrito en Cuaderno IV, nº 398, 18-XI-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 187, 596, 443, 762}. El texto de C no procede en este caso de una "consideración" apuntada de forma autónoma en el Cuaderno, sino de un lance de la intimidad del Autor, en su relación con Dios {El texto se encuentra en el nivel b, no el d, de los Apínt (vid IntrodGen § 3, 1, b).}, del que toma para C –para el velógrafo, primero– la consecuencia final:
"18-noviembre-31: He sabido que una determinada persona dice de mí, sin motivo, cosas mortificantes. Me ha dolido. Esto y algo, que contaré después, me ha hecho trepidar, perder durante un par de horas la paz. Luego, he encomendado al Señor a esa pobre mujer, que tanto se preocupa de mí, y he dicho: que hablen todo lo malo de mí, no me importa..., todavía se quedarán cortos. Creo que, sin embargo de este pensamiento querido por mi voluntad, lo que más me ha dolido ha sido el desprecio que envolvían las frases de aquella pobre mujer. ¡Cuánto hay que matar en mí! ¿Cuándo me convenceré de esta otra paradoja?: para Vivir hay que morir" {Álvaro del Portillo, en nota a este pasaje de los Apínt, escribe: "Éste fue el modo constante de reaccionar de nuestro Padre siempre, cuando el Señor permitió que hubiera grandes contradicciones contra la Obra y contra su persona: Por mucho malo que digan de mí –decía– siempre se quedarán cortos"}.
"Vivir", con mayúscula (la única vez en el libro; "Vida", en cambio, es muy abundante). El "morir" que lleva a este Vivir –vivir la vida nueva de los hijos de Dios– es el morir paulino a nosotros mismos (cf. Rm 6, 1 -13; Flp 1, 21). Éste es el sentido y el mensaje del texto. Escatológicamente significa sin duda la muerte personal como camino hacia la plenitud de la Vida, tema que el cap "Postrimerías" desarrollará abundantemente. Pero el Autor aquí está viendo la anticipación escatológica en la batalla cotidiana del cristiano: para que Cristo viva en nosotros –eso es "Vivir"– hay que "morir por la mortificación": así lo dirá con toda claridad formal en el p / 199. Vid también la estación XIV del Via Crucis.
Vid p / 218, casi idéntico a este otro en formulación y mensaje. Vid también com / 738

 «  188  »  Mira que el corazón es un traidor. –Tenlo cerrado con siete cerrojos.

Original manuscrito en Cuaderno VI, nº 993, 30-IV-1933. Tenor literal idéntico. El tema, como hemos dicho, era muy recurrente en su vida espiritual. La primera vez que aparece en sus Cuadernos (en el V, nº 463, 9-XII-1931) es ésta:
"Jesús: además de los ochenta años, pon también siete cerrojos en mi corazón".
En las notas de los EjEsp de Segovia (1932), se lee esta exclamación:
"Señor: ¡siete cerrojos, para mi corazón! Siete cerrojos y ochenta años de gravedad. No es la primera vez que oyes esta solicitud mía" {Apínt, nº 1658. Día sexto, domingo, 8-X-1932}.
El p / 188  es de 1933 y desde entonces empieza a gravitar con sus formulaciones también en la correspondencia:
"Esfuérzate en seguir las "Normas". Si las cumples, necesariamente te santificarás. Guarda el corazón: siete cerrojos..., ni uno menos, y no olvides que es un traidor" {Carta de Josemaría Escrivá a Rafael Roldán, Madrid 24-VII-1933; EF 330724-1; la cursiva es del original}.
En el p / 161, los "siete cerrojos" se nombran para la "guarda del corazón" en un contexto próximo a la "santa pureza". El "cerrojo descorrido" de que allí se habla custodiaba la "santa pureza". Pero el corazón, como centro del sujeto humano, hay que "guardarlo", no sólo en ese campo: en C connota especialmente la dimensión "amar", "querer" de ese centro de la personalidad.
Mons. Escrivá de Balaguer se pronunció de manera muy directa sobre el tema en un coloquio del año 1972. Le preguntaron por qué eran concretamente "siete" los cerrojos del p / 188. Respondió:
"Pues yo puse siete, no por mis siete años actuales {El Autor, cuando cumplió 70 años, comentaba divertido que no eran 70 sino 7 y que no quería cumplir más, sino ser siempre un niño a los sumo de siete años... Vivió toda su vida como "vida de infancia". Sobre el tema vid com / 852} , sino porque son siete los pecados capitales" {Notas de una tertulia, Pozoalbero (Cádiz) 9-XI-1972; AGP, sec A, leg 51; la cursiva es del original. Ya San Juan de la Cruz daba este consejo: "Tenga fortaleza en el corazón contra todas las cosas que le movieren a lo que no es de Dios" (Dichos de Luz y Amor, nº 94; BAC 15, 13ª ed, Madrid 1991, pg 166)}.
En Santiago de Chile ante una pregunta semejante respondía:
"El corazón hay que ponerlo siempre en todo, pero llevado por la cabeza. Si no, hacemos cosas inhumanas, y sería malo que un hombre obrara de una manera inhumana, pero una mujer que no ponga corazón... Te entiendo, hija mía. Tú no quieres el corazón solo porque se desboca. Muy bien. Ciérralo con los siete cerrojos que yo recomiendo: uno para cada pecado capital. Pero no dejes de tener corazón" {Notas de una tertulia, Santiago de Chile 30-VI-1974; AGP, sec A, leg 51}.
El año 1975 –el año de su muerte– salía el tema en otra conversación. La cuestión planteada no era directamente el punto de C, sino la guarda del corazón en sí misma:
"El corazón hay que sujetarlo –tú lo sabes, lo has leído en Camino– que hay que ponerle siete cerrojos, uno para cada pecado capital. Una cosa es la ternura natural y la bondad y otra cosa es lo que es mala inclinación. Todos sabemos lo que es. Huir de la ocasión" {Notas de una tertulia, La Lloma (Valencia), 7-I-1975; AGP, sec A, leg 51}.
Esta relación con los pecados capitales ilustra a fondo el tema "corazón" en el Autor de C. El corazón hay que sujetarlo para que no se lance de manera ilegítima sobre la realidad que le rodea. Ése es el "drama del corazón" según la predicación misma de Jesús:
"De dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias: eso es lo que hace impuro al hombre" (Mt 15, 19 -20)
Escrivá resumió ese riesgo de verdadera impureza –en contrate con la "pureza meramente legal"– en los siete pecados capitales, y la batalla ascética subsiguiente, en el símbolo de los siete cerrojos del corazón. La paradoja cristiana es que cuando esos siete cerrojos están bien cerrados, el alma cristiana adquiere la verdadera experiencia de la libertad y del amor. Por lo demás, el tema de la guarda y custodia del corazón es, en sí mismo, clásico en la espiritualidad cristiana {Santa Catalina de Siena, en una de sus "elevaciones" dedicada al tema, dice al Señor que viene como luz a su alma: "Haces libre el corazón, porque tu luz ha conocido cuánta libertad nos has dado arrancándonos de la servidumbre del demonio, en la cual el linaje humano había caído por su crueldad. Por eso odia [el alma] la causa de la crueldad, esto es, la compasión para la sensualidad propia, y, por lo mismo, se vuelve compasiva con la razón, y cruel contra la sensualidad, cerrando las potencias del alma. Cierra la memoria a las miserias del mundo y a los vanos deleites, apartando voluntariamente de ellas el recuerdo y la abre a tus beneficios, rumiándolos con diligencia. Cierra la voluntad de modo que no ame nada fuera de ti, sino que te ame a ti sobre todas las cosas, y todas ellas en ti según tu voluntad. Solamente quiere seguirte a ti" (Elevaciones, XII; BAC 143, 1955, pg 593s; la cursiva es mía)}.
La fórmula "siete cerrojos" en este contexto es propia y característica del Autor. Su sentido espiritual lo ha explicado él mismo, como acabamos de ver. La expresión lingüística tiene resonancias del dicho castellano "bajo [o debajo de] siete llaves", que indica algo "muy guardado y seguro" {Moliner, I, voz "llave", pg 203. –"Debaxo de siete llaves. Tras siete llaves: Por lo ke está mui zerrado i guardado" (Gonzalo Correas, Vocabulario de refranes y frases proverbiales, año 1627; Louis Combet (ed.), Institut d'Études Ibériques et Ibéro-Américaines de l'Université de Bordeaux, Burdeos 1967, pg 689. Jacinto Benavente, La losa de los sueños. Comedia en dos actos en prosa, Librería Sucesores Hernando, Madrid 1914, pg 129, dice: "Como no quisiera usted que hubiera tenido encerradas a mis hijas bajo siete llaves..."} y es frecuente ya en los clásicos {Fray Antonio de Guevara, en su Reloj de príncipes (1529-31), lib III, cap XXIV (Emilio Blanco [ed.], Turner, Madrid 1994), recomienda tener muy en la memoria esta palabra: "que, por muy guardado y encerrado que tenga un hombre el dinero, muy más guardado y encerrado lo tiene de sí mismo; porque si echa dos llaves al tesoro para lo guardar, a su coraçón echa siete llaves por no lo gastar"}. Desde el punto de vista histórico parece que hay un eco en los "siete cerrojos" de las "siete llaves al sepulcro del Cid", que, para la "regeneración" de España, proponía otro ilustre aragonés, Joaquín Costa {"En esa ridícula literatura [regeneracionista] caímos casi todos los españoles, unos más y otros menos, y se dio el caso de aquel archiespañol Joaquín Costa, uno de los espíritus menos europeos que hemos tenido, sacando lo de europeizarnos y poniéndose a cidear mientras proclamaba que había que cerrar con siete llaves el sepulcro del Cid y... conquistar África" (Miguel de Unamuno, Del sentimiento trágico de la vida, Pedro Cerezo-Galán (ed.), Espasa-Calpe, Madrid 1996). También es fórmula de Costa: "Doble llave al sepulcro del Cid, para que no vuelva a cabalgar" (Joaquín Costa, Reconstitución y europeización de España y otros escritos, Sebastián Martín - Retortillo (ed.), Instituto de Estudios de Administración Local, Madrid 1981, pg 20). –Joaquín Costa (1846-1911), jurisconsulto y sociólogo aragonés, nacido en Monzón (Huesca), cuya obra sin duda conocía bien el Autor, aunque tenía en muchos aspectos una valoración de la vida y de la historia bien distinta de la del Autor de C. Vid sobre ambas expresiones José María Iribarren, El porqué de los dichos, Departamento de Educación y Cultura: Gobierno de Navarra, 10ª ed, Pamplona 1997, pg 234}. Así parece deducirse de la conversación que tuvo con el Beato Josemaría en Burjasot (Valencia), en 1939 EjEsp, Carlos Verdú, un joven universitario valenciano. Verdú relata aquel encuentro en estos términos:
"Recuerdo que, cuando llegamos a este punto en la confidencia que tuve con él me dio grandes ánimos diciéndome que, ' en el matrimonio y en el mundo podría hacer mucho bien a las almas. Que me encomendase a la Virgen, y que cerrase mi corazón con siete llaves como el sepulcro del Cid hasta que llegue el momento en que el Señor me haga ver la que ha de ser compañera de mi vida en un santo matrimonio ' " {Carlos Verdú, Testimonio, Valencia julio de 1975; AGP, sec A, leg 100-58, carp 1, exp 13; la cursiva es mía}.
Si el recuerdo de Verdú es fiel, la relación con Costa es clara.

 «  189  »  Todo lo que no te lleve a Dios es un estorbo. Arráncalo y tíralo lejos1

Original manuscrito en Cuaderno VI, nº 944, 9-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 922, 522, 738, 258, 259, 941a, 949, 265, 80, 79, 189, 559, 90}. Texto idéntico.
El punto, como se ve es una glosa a Mt 5, 27 -30. El v. 29 –"Si tu ojo..."– lo había citado ya en el p / 163, a propósito del "corazón".

 «  190  »  Le hacía el Señor decir a un alma, que tenía un superior inmediato iracundo y grosero: Muchas gracias, Dios mío, por este tesoro verdaderamente divino, porque ¿cuándo encontraré otro que a cada amabilidad me corresponda con un par de coces?

Original manuscrito en Cuaderno VI, nº 1031, 7-VII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 794, 400, 190, 840, 709, 684, 598, 926}. Texto idéntico. Álvaro del Portillo anota este punto: "Si no recuerdo mal –escribe–, me dijo nuestro Padre que se trataba de Isidoro Zorzano".
No he encontrado la expresión en la correspondencia de Zorzano con el Autor. Podría ser algo que el ingeniero le contó personalmente al Beato Josemaría. La misma interpretación teológico-espiritual de la relación con el "jefe" –sin nombrarlo– la hace ya el propio Zorzano en esta carta de 1931: "Por ahora no es probable que vaya a ésa y lo siento en todos conceptos, pues no me encuentro muy bien y desearía descansar unos cuantos días en mi casa; además, sigo bastante disgustado en la Oficina, haciéndoseme el trabajo insoportable; cuando se colabora con personas francamente odiosas, es el mayor castigo (expiación) que se puede imponer" {Carta de Isidoro Zorzano a los fieles del Opus Dei en Madrid, Málaga 15-IX-1931; IZL, Epistolario, nº 21; la cursiva es mía. José Miguel Pero-Sanz, Isidoro Zorzano, 1997, pg 131-32 aporta otros datos sobre las dificultades de Zorzano con su jefe en Málaga: "Las relaciones de Isidoro con su jefe van de mal en peor. Anselmo Alonso, antiguo conocido de Madrid, trabaja en el mismo departamento y ve a su amigo pasar "un calvario": broncas injustas, humillaciones... Recordará que Zorzano "no murmuraba de nadie", aunque Alonso sabe "tantas cosas, que se podría escribir una novela" [Anselmo Alonso Gómez, Testimonio, Madrid 15-II-48; IZL, sec T, exp 353]. El superior, tal vez debido a mala conciencia por el asunto de las electrificaciones, se muestra cada vez más grosero. Y Anselmo observa cómo Isidoro , pensando no ser visto se santigua disimuladamente antes de entrar al despacho del jefe"}.

 «  191  »  Véncete cada día desde el primer momento, levantándote en punto, a hora fija, sin conceder ni un minuto a la pereza.
Si, con la ayuda de Dios, te vences, tendrás mucho adelantado para el resto de la jornada.
¡Desmoraliza tanto sentirse vencido en la primera escaramuza!

Original manuscrito en Cuaderno VI, nº 964, 23-III-1933:
"Véncete cada día desde el primer momento, (hube de interrumpir. Sigo el 24, fiesta de S. Gabriel –nuestro S. Gabriel {"Nuestro S. Gabriel". Cuando el Fundador del Opus Dei hace este apunte, los tres Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael eran ya Patronos de los diversos apostolados que realiza el Opus Dei. Cómo fue eso lo cuenta él mismo en un documento posterior: "Eran los primeros días de octubre de 1932, cuando, haciendo un retiro espiritual en el Convento de los Carmelitas Descalzos de Segovia, con un aislamiento completo según era mi costumbre, sin que nadie me acompañara ni me diera conversación o plática alguna, pasaba largos ratos de oración en la capilla donde se guardan los restos de San Juan de la Cruz: y allí, en esa capilla, tuve la moción interior de invocar por vez primera a los tres Arcángeles y a los tres Apóstoles –cuya intercesión pedimos cada día todos los socios de la Obra en nuestras Preces–, teniéndoles desde aquel momento como Patronos de las tres obras que componen el Opus Dei" (Instrucción, 31-V-1936, n. 9). La "labor de San Gabriel" designa las tareas de formación y apostolado dirigidas a hombres y mujeres casados}–, vísperas de la Anunciación) levantándote en punto, a hora fija, sin conceder ni un minuto a la pereza" {El texto continúa con un tenor idéntico. "a hora fija" es un añadido interlineal en el Cuaderno}.
"Al leer esto –escribe Álvaro del Portillo (nt 738 a Apínt)– me comentó el Padre, sonriendo, que tenía experiencia personal de ser vencido en esa primera escaramuza: y no me cuesta ningún trabajo creerlo, porque estaba agotado". Eran aquellos años de muchísimo trabajo físico, aparte del intelectual y moral, y el Beato Josemaría dormía muy poco tiempo. Por eso, cuando se tenía que levantar, le costaba un trabajo muy grande. Rememorando con humor aquellos tiempos primeros y el agotamiento en que vivía, contó en muy diversas ocasiones (yo, personalmente, se lo oí contar en los años cincuenta):
"¿Sabéis lo que hacía yo, durante una época –hace años, apenas cumplidos los treinta– en que me encontraba tan fatigado que apenas conciliaba el sueño? Pues, al levantarme, me decía: antes de comer dormirás un poco. Y cuando salía a la calle, añadía contemplando el panorama de trabajo que se me echaba encima aquel día: Josemaría, te engañé" {La nota está en AGP, sec P. leg 1, 1955, V, pg 9 y 1973, pgs 590s. Copio algunas notas sobre el tema tomadas de los Cuadernos. En el año 1934 escribía: "¡Cuántas preocupaciones y cuántas noches a medio dormir! Aunque, en general, duermo bien, porque mi paz es, gracias a Dios, honda y fuerte" (Apínt, nº 1206, 20-XII-1934). En 1935, después de una visita al P. Sánchez, anotaba en su Cuaderno: "hemos tratado de puntos de dirección de mi alma –no me consiente grandes penitencias: lo de antes, nada más, y dos ayunos, miércoles y sábados, y dormir seis horas y media, porque dice que, si no, a la vuelta de dos años estoy inutilizado" (Apínt, nº 1221, 19-II-1935). Éstos son unos propósitos que hizo en el retiro espiritual de Pamplona, durante la guerra civil: " 'ser fiel al horario, en la vida ordinaria' , y, si me lo permite el confesor, 'dormir sólo cinco horas, menos la noche del jueves al viernes que no dormiré' : concretos y pequeños son estos propósitos, pero creo que serán fecundos" (Apínt, nº 1429; 20-XII-1937).}.
Escrito ya lo que precede, he encontrado entre sus notas del Retiro de 1933, dirigidas a su confesor, ésta –no había reparado antes en ella–, en la que el Beato Josemaría dejó escrito, "apenas cumplidos los treinta", lo que le hemos oído contar:
"3 / Me encuentro tan inclinado a la pereza, que, en lugar de moverme a levantarme a mi hora por la mañana el deseo de agradar a Jesús, –no se ría– he de engañarme, diciendo: "después te acostarás un ratito durante el día". Y, cuando antes de las seis camino hacia Santa Isabel, bastantes veces me burlo de ese peso muerto que llevo y le digo: "borrico mío, te fastidias: hasta la noche, no vuelves a acostarte". Apínt, nº 1727, junio 1933. Iba andando todos los días, antes de las 6 de la mañana, desde Viriato (o Martínez Campos 4) hasta Atocha}.

 «  192  »  Siempre sales vencido. –Propónte, cada vez, la salvación de un alma determinada, o su santificación, o su vocación al apostolado... –Así estoy seguro de tu victoria.

Original manuscrito en Cuaderno VI, nº 1079, 30-XI-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 192, 227, 10b, 289, 644, 691, 896} , con tenor literal idéntico, pero allí comienza con esta frase, que no pasa a Cec ni a C:
"¡Te cuesta tanto ese pequeño sacrificio!".
Como tantas otras veces, en el texto del Cuaderno no están los guiones que aparecen en C.

 «  193  »  No me seas flojo, blando. –Ya es hora de que rechaces esa extraña compasión que sientes de ti mismo.

Octavilla Bl redactada en Burgos. El punto de partida bien pudo ser este párrafo de una carta enviada a Andalucía:
"Y vamos a la cuestión de nuestro amigo: dile que no me sea flojo" {Carta de Josemaría Escrivá, Burgos 2-V-1938; EF 380502-7}.
Pero en la segunda parte del punto hay una resonancia de algo que el Autor dejó escrito en sus Cuadernos que quedaron en Madrid:
"Yo quiero ser mejor, santo: pero, este desorden, esta extraña compasión de mí mismo que me ha entrado, la flojedad de mi actuación, todo lo mío, en fin, Jesús mío, ¡hay que quitarlo! ¡¡Ayúdame!! Quiero" {Apínt, nº 1129, 3-II-1934. A continuaciñón dentro de este mismo párrafo se encuentra el texto que da origen a p / 577. Vid}.

 «  194  »  Yo te voy a decir cuáles son los tesoros del hombre en la tierra para que no los desperdicies: hambre, sed, calor, frío, dolor, deshonra, pobreza, soledad, traición, calumnia, cárcel.

Octavilla de la serie Lh, redactada, en principio, en Honduras. Refleja perfectamente la vivencia de aquellos meses, donde todas estas formas del "tesoro de la Cruz" se habían acumulado. También pudo ser escrito en Burgos, donde llevaba de forma rigurosa una vida penitente. En todo caso, Pedro Casciaro que, junto con Francisco Botella convivía con él en Burgos, describe la mortificación y la penitencia que Josemaría Escrivá hacía en Burgos, diciendo que este p / 194  es su expresión {Pedro Casciaro, Relación testimonial, 26-VI-1979, Parte II, cap 2, pg 126, escribe: "La mortificación no se paraba en el ayuno. Por temporadas no se le veía tomar nunca agua. Este otro punto de C lo delata: [transcribe a continuación el 194]. A veces, pues, le tocaba el turno a la sed. Botella me daba el parte: 'me parece que hoy tampoco ha bebido agua' ; se le notaba porque al hablar tenía la boca y la garganta resecas"}. Por lo demás, el texto es como un eco del testimonio de San Pablo acerca de sus penalidades en 2Co 11, 23 -29

 «  195  »  Tuvo acierto quien dijo que el alma y el cuerpo son dos enemigos que no pueden separarse, y dos amigos que no se pueden ver.

Octavilla escrita en Burgos. No he conseguido identificar el autor que dijo lo que en el punto se le atribuye. Y es curioso, porque se dispone de dos transcripciones –autógrafas de Josemaría Escrivá– del texto literal que está en la base de lo que en este p / 195  se dice en estilo indirecto. Una es una adición al final del guión de predicación 117, escrita con la tinta verdosa que usó en Vergara, septiembre de 1938, y dice, entrecomillado:
"El alma y el cuerpo están apretadamente trabados entre sí, y, con todo, siempre se contrarían; en una palabra, son dos enemigos que no pueden separarse, y dos amigos que no se pueden ver" {EjEsp, Plática "Espíritu de mortificación y penitencia", Vitoria 24-VIII-1938 guión nº 117}.
No hay indicación de autor ni referencia alguna. En otro conjunto de fichas de muy diversa naturaleza, también de ese año, se encuentra otra ficha manuscrita del Autor, con idéntico texto, sin entrecomillar, como suele hacer cuando saca fichas de autores, sólo que aquí tampoco hay referencia.
La base teológica es la unidad de origen y de destino que tienen, en la unidad de la persona, tanto el alma como el cuerpo, en expresión de San Ambrosio:
"Es bien claro que el hombre fue redimido en sus dos partes constitutivas y ambas se han de salvar, ya que ni el alma sin el cuerpo, ni el cuerpo sin el alma recibirán el premio o el castigo separadamente, puesto que realizaron sus obras unidos" {San Ambrosio, De poenitentia, lib I, 17, 95; Biblioteca de Patrística 21, Madrid 1993, pg 84}.
Pero la batalla es clara:
"Desea la carne, no consiente la mente. He ahí el conflicto" {San Agustín, Sermón 77 A, 2; BAC 441, 1983, pg 415}.
En realidad, los Padres están glosando, a su manera, el texto de San Pablo: "la carne tiene tendencias contrarias a las del espíritu y el espíritu contrarias a las de la carne: ambos se oponen entre sí" (Ga 5, 17)
La idea, de raíz paulina y agustiniana, como vemos, se encuentra en la literatura espiritual del siglo XVI y, en concreto, en el Enchiridion militis christiani, de Erasmo, que tuvo un tan extenso influjo en el ámbito europeo y, concretamente, español. Al alma y al cuerpo, explica el humanista de Rotterdam, "los unió el Artista supremo en feliz armonía. Fue la serpiente, enemiga de la paz, la que los dividió con tan lamentable discordia que ya no pueden separarse una de otro sin gran tormento, ni vivir juntos sin continua guerra" {Erasmo, Enchiridion, cap IV: "Del hombre exterior e interior"; BAC minor 79, Madrid 1995, pg 91. Erasmo dice que al alma y al cuerpo se les puede aplicar el verso de Ovidio: "Nec tecum possum vivere nec sine te" (Amores, 3, 11, 39)}. Y hablando del cuerpo –que en su antropología identifica con el hombre viejo– en su relación con el espíritu ya había dicho antes: "Es éste el viejo y terrenal Adán, en la conversación y amistad más que vecino y en los deseos más que enemigo" {Ibidem, cap I, titulado "Hay que estar siempre en vela en esta vida", pg 56}. Vid com / 138

 «  196  »  Al cuerpo hay que darle un poco menos de lo justo. Si no, hace traición.

Se trata de una octavilla Re, periodo final de la redacción de C. El fondo ascético es tradicional, muy subrayado por los santos, que dicen que al cuerpo no hay que.
darle caprichos, sino lo justo, lo necesario {Por ej, San Antonio María Claret, Escritos espirituales, BAC 471, 1985, pg 184, donde, glosando la idea de que el cuerpo es un potro indómito, dice que fácilmente se desboca, "de suerte que por poco que se le suelte la brida, no sólo exigirá lo justo y lo que racionalmente debemos concederle como necesario, sino que nos arrastrará a la pasión"}. El Autor le da una formulación acabada y práctica, en cierto sentido más exigente ("un poco menos de lo justo"), que se graba en el lector.

 «  197  »  Si han sido testigos de tus debilidades y miserias, ¿qué importa que lo sean de tu penitencia?

Texto redactado en Burgos o Vitoria. Octavilla Bl perteneciente a la subserie Ber (dorso en blanco y pluma fina). Casciaro, nuevamente, describe el origen autobiográfico del texto: "Al ayuno y la sed se añadían las disciplinas. No podía tomarlas en el cuarto de baño que había al fondo del pasillo [del Hotel Sabadell] porque se oían en todo el piso. Cuando alguna vez no pudo aprovechar el tiempo que estábamos fuera de la habitación, tuvo que hacerlo en su dormitorio, sin otra separación que la delgada cortina que lo aislaba muy relativamente. Y cuando yo interferí hasta en esto, tratando de que las atenuara, su contestación fue del tenor de lo que puede encontrarse en C 197" {Pedro Casciaro, Relación testimonial, 26-VI-1979, Parte II, cap 2, pg 126}. Su mortificación corporal era muy rigurosa. Con su Confesor trataría la manera de llevar a la práctica a la vez lo que él mismo dice poco después en el p / 202

 «  198  »  Éstos son los frutos sabrosos del alma mortificada: comprensión y transigencia para las miserias ajenas; intransigencia para las propias.

Octavilla Not. Diciembre 1938. La doctrina es antigua. La formulación ya está en la predicación de Honduras; aparece la idea en una meditación de abril del 37:
"Dame, Señor de misericordia, la gracia de que yo también sea misericordioso con los demás. Intransigencia conmigo mismo; comprensión con los que me rodean" {PredicHond, "Confianza en Dios", 10-IV-1937, pg 44; V}.
Pero la redacción de la "gaitica" debió hacerla el Autor a partir de los guiones del retiro predicado a las Teresianas en 25-I-1938, donde se lee este apunte:
"Fruto de la mortificación: comprensión, caridad: transigencia (para los otros) e intransigencia (para ti)" {Salamanca, Retiro espiritual, Meditación titulada "Espíritu de sacrificio", 25-I-1938; guión nº 93}.

 «  199  »  Si el grano de trigo no muere queda infecundo1. –¿No quieres ser grano de trigo, morir por la mortificación, y dar espigas bien granadas? –¡Que Jesús bendiga tu trigal!

Pasa con este punto algo parecido que con el anterior. La octavilla se escribe muy probablemente a partir de un guión perteneciente a la predicación en Vitoria-Vergara {Así lo da entender la variante notada en el apcrít: "espigas fecundas" es la lección original} :
"Que seamos granos de trigo, que den espigas fecundas... Y que Jesús bendiga el trigal, como yo os bendigo in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti" {EjEsp, Plática "Espíritu de mortificación y penitencia", Vitoria 24-VIII-1938 guión nº 117}.
Es doctrina tan antigua como el Evangelio mismo y es ese mensaje del Evangelio el que aquí entrega el Autor. Pero todo está teñido de la experiencia de sufrimiento y de gracia que la situación de la guerra está ofreciendo al Beato Josemaría. Véase en este sentido este pasaje de la predicación de Honduras. Primero, el gozo de la palabra evangélica:
"¡Con qué gusto contemplo cómo el grano de trigo se pudre en el surco, se corrompe y muere! (Cfr Jn 12, 24). Porque muere para traer nueva vida: primero en una brizna verde de hierba, y después en una dorada y esbelta espiga, que es la plenitud en que cuaja la fuerza que latía en la simiente".
Después, la palabra del Evangelio configurando la situación presente:
"Señor: acepto con gusto mi pequeñez, mi oscuridad, mi muerte aparente; no dudo de que todo esto no ha de ser inútil y que algún día fructificará en espigas maduras y llenas de grano" {PredicHond, "El trigo y la cizaña", 20-VII-1937, pg 218; XXXV}.
La temática de este p / 199  hay que ponerla en relación con la del p / 834. Vid com. Ambos fueron escritos en Burgos meditando el pasaje de San Juan abajo citado.
Pero detrás de todo –de la predicación de Honduras, del guión de Vergara, del punto de C– estaba sin duda este lance espiritual que apuntó en su Cuaderno de 1935:
"Jueves, 12 de diciembre de 1935: Le decía yo al Señor, hace unos días, en la Santa Misa: 'Dime algo, Jesús, dime algo'. Y, como respuesta vi con claridad un sueño que había tenido la noche anterior, en el que Jesús era grano, enterrado y podrido –aparentemente–, para ser después espiga cuajada y fecunda. Y comprendí que ése, y no otro, es mi camino. ¡Buena respuesta!
Efectivamente, desde octubre, aunque creo que nada he dicho, no me falta Cruz..., cruces de todos los tamaños; aunque a mí, de ordinario, me pesan poco: las lleva El" {Cuaderno VIII, nº 1304}.

 «  200  »  No te vences, no eres mortificado, porque eres soberbio. –¿Que tienes una vida penitente? No olvides que la soberbia es compatible con la penitencia... –Más razones: la pena tuya, después de la caída, después de tus faltas de generosidad, ¿es dolor o es rabieta de verte tan pequeño y sin fuerzas? –¡Qué lejos estás de Jesús, si no eres humilde..., aunque tus disciplinas florezcan cada día rosas nuevas!

Este punto tiene dos partes redaccionales claramente diferenciadas. La primera es el texto que se lee en una octavilla de la serie Lh, que muy bien pudo ser redactada en Honduras; dice así:
"No te vences, no eres mortificado, porque eres soberbio. –¿Que tienes una vida penitente? No olvides que la soberbia es compatible con la penitencia... –Más razones: la pena tuya, después de la caída, después de tus faltas de generosidad, ¿es dolor o es rabieta de verte tan pequeño y sin fuerzas? Luego...".
Este texto es el que pasa al manuscrito (Txm) que se lleva a la imprenta. Sobre el texto mecanografiado –añadiendo una tirita también escrita a máquina en la hoja 33 del manuscrito– se hace la adición de la segunda parte (vid también p / 351). Se trata de una consideración de la edición de Cuenca (inserta allí en el cap "Virtudes", que sufrió fuertes alteraciones en la redacción final: vid IntrodGen § 11, 2, c), que ya no podía ser "autónoma" pues estaban configurados los 999 puntos. Había que añadirla a otro ya admitido. Éste es el origen de la última frase de este p / 200, que ya circuló a velógrafo en 1932 y procede del Cuaderno V, nº 708, 25-IV-1932, con texto idéntico {Ese día transcribió también, a continuación, el p / 184  }. El encaje con la frase anterior es, como se ve, perfecto.
Es importante la recepción de la tradicional afirmación sobre la compatibilidad de la penitencia con la soberbia {Cfr San Juan de la Cruz, Noche oscura, lib I, cap 6, 2; BAC 15, 13ª ed, 1991, pg 497: "Estos son imperfectísimos, gente sin razón, que posponen la sujeción y obediencia –que es penitencia de razón y discreción, y por eso es para Dios más acepto y gustoso sacrificio que todos los demás– a la penitencia corporal [...] y en esta manera de proceder éstos hacen su voluntad, antes van creciendo en vicios que en virtudes; porque, por lo menos, ya en esta manera adquieren gula espiritual y soberbia, pues no va en obediencia (lo que hacen)". "Si haces alguna mortificación extraordinaria, procura preservarte del veneno de la vanagloria, que destruye a menudo todo su mérito" (J. PECCI –León XIII–, Práctica de la humildad, pg 34)}. Escrivá, como bien sabemos, había leído muy detenidamente en 1932 el Decenario al Espíritu Santo de Francisca Javiera del Valle, y allí subrayó esta frase: "la penitencia sola sin la mortificación, llena de soberbia el corazón" {Decenario al Espíritu Santo, pg 60; Patmos 35, pg 74; Logos 52, pg 116. Vid com / 57 y 223}.
"Tus disciplinas". El Autor de C alude a lo que los autores espirituales llaman "disciplina de devoción", que es una autoflagelación voluntaria en expiación de los pecados propios y ajenos y en unión espiritual a la flagelación que sufrió el Redentor. Como toda mortificación corporal busca también dominar la sensualidad. A partir del siglo XII se llamó también "disciplina" al pequeño flagelo que se usaba con este fin. El uso voluntario de las disciplinas, que comenzó en el claustro, se extendió muy pronto a los seculares (ya en el siglo X). Superadas las aberraciones provocadas por el fanatismo de los "flagelantes" –condenado por Clemente VI–, el uso de las disciplinas, recibido de la tradición ascética, fue asumido en la moderna vida de piedad y de sacrificio por impulso de San Ignacio de Loyola {Sobre el cilicio y las disciplinas en San Ignacio, vid Ejercicios, 85-87; BAC 86, 2ª ed, Madrid 1963, pg 217. Ignacio llamaba a este tipo de mortificación "penitencias externas" (Ejercicios, 87)} y de San Francisco de Sales, que lo recomendaba en ciertos días como devoción privada también a los seglares {"La disciplina encierra eficacia maravillosa para despertar el deseo de la devoción cuando se toma moderadamente" (San Francisco de Sales, Introducción a la vida devota, 3, 23; BAC 109, 1953, pg 180)}. Toda la tradición espiritual coincide en que el uso de las disciplinas, de cilicios y de toda forma de mortificación corporal debe ser moderada por un director espiritual prudente {Vid Émile Bertaud, "Discipline (instrument de pénitence)", en DSp, III, col. 1302-1311}.
El sentido inmediato del punto de C subraya de la manera más radical que el uso de las disciplinas y toda mortificación corporal son en general nocivos para el alma si no están atravesados de una profunda humildad. El uso de las "penitencias externas" no decide acerca de la santidad del sujeto. También en esto es unánime la tradición desde el texto mismo del Evangelio y las palabras expresas de Jesús.

 «  201  »  ¡Qué sabores de hiel y de vinagre, y de ceniza y de acíbar! ¡Qué paladar tan reseco, pastoso y agrietado! –Parece nada esta impresión fisiológica si la comparamos con los otros sinsabores de tu alma.
–Es que "te piden más" y no sabes darlo. –Humíllate: ¿quedaría esa amarga impresión de desagrado, en tu carne y en tu espíritu, si hicieras todo lo que puedes?

Octavilla de la serie Lh que conecta con otras anotaciones del pequeño Cuaderno de Honduras. El original pudo estar apuntado en alguna de las 22 páginas perdidas del cuaderno.
Sabores y sinsabores... Los sabores de los que habla el Autor dicen relación a la Pasión del Señor. Mt 27, 34: hiel; Mt 27, 48: vinagre; Sal 103, 10: ceniza {"El pan que como es la ceniza, mi bebida mezclo con mis lágrimas" (Sal 103, 10)}.

 «  202  »  ¿Que vas a imponerte voluntariamente un castigo por tu flaqueza y falta de generosidad? –Bueno: pero que sea una penitencia discreta, como impuesta a un enemigo que a la vez fuera nuestro hermano.

Octavilla 24 de la serie Lhz. Procedente, en principio, de Honduras. Me parece que está implícito en este número que se trata de una penitencia corporal y que el enemigo-hermano es el "cuerpo" en relación con el "alma". Vid p / 195 -197

 «  203  »  La alegría de los pobrecitos hombres, aunque tenga motivo sobrenatural, siempre deja un regusto de amargura. –¿Qué creías? –Aquí abajo, el dolor es la sal de nuestra vida.

Octavilla serie Lh, escrita en Honduras. No hay interrelación documental conocida. Más adelante hay en el libro un breve cap titulado "Alegría" (p / 657 -666), en el que muy bien podría haber ido este p / 203. El Autor, al incluirlo aquí, ha estimado a mi parecer que la dimensión dolorosa, presente incluso en el "fenómeno" de la alegría, ilumina un aspecto de este cap "Mortificación".

 «  204  »  ¡Cuántos que se dejarían enclavar en una cruz, ante la mirada atónita de millares de espectadores, no saben sufrir cristianamente los alfilerazos de cada día! –Piensa, entonces, qué es lo más heroico.

Octavilla que parece haber sido escrita en Burgos. Las ideas y el símil, no obstante, ya fueron predicados en Honduras:
"¡Qué gran equivocación la de quienes aseguran estar dispuestos a hacer un sacrificio grandioso, un acto heroico, y no saben vencerse en un detalle pequeño! Se dejarían crucificar gustosos en la Puerta del Sol {Nombre de una célebre Plaza del Madrid. En la época que escribe el Autor allí estaba situado el km. de todas las carreteras radiales de España. Era el punto de referencia urbanístico de los madrileños} , ante una muchedumbre de personas y, sin embargo, no son capaces de sufrir el menor alfilerazo, la contradicción más minúscula" {PredicHond, "La gloria de Dios", 6-IV-1937, pg 21; I. Sobre el "martirio a alfilerazos" de Santa Teresita vid com / 885 nota 14}.
Vid com / 223

 «  205  »  Leíamos –tú y yo– la vida heroicamente vulgar de aquel hombre de Dios. –Y le vimos luchar, durante meses y años (¡qué "contabilidad", la de su examen particular!), a la hora del desayuno: hoy vencía, mañana era vencido... Apuntaba: "no tomé mantequilla..., ¡tomé mantequilla!".
Ojalá también vivamos –tú y yo– nuestra..., "tragedia" de la mantequilla.

Octavilla redactada en Burgos, avanzado ya el año 1938. Aquel "hombre de Dios" era el P. William Doyle, jesuita irlandés (1873-1917), hombre de mucho celo apostólico. En 1917 se alistó voluntariamente como capellán en el ejército británico; su valor y entrega en medio de los peligros le ganaron la admiración de los que le rodeaban. Murió en agosto de 1917, en la batalla de Ypres. Después de su muerte, al conocerse sus escritos espirituales, se supieron muchos hechos de su vida penitente en cosas grandes, pero sobre todo en mil detalles pequeños. Vid Vida del P. Guillermo Doyle S.J., por el Profesor Alfredo O ' Rahilly, traducida de la cuarta edición inglesa por el P. Aurelio Ubierna S.J., Valladolid, Impr. Casa Social Católica, 1929 {El original en inglés es: Alfred O ' Rahilly, Father William Doyle S.J., Longmans, Green and Cº, Londres 1920; he consultado la 4ª edición, Londres 1922. Vid también Hugh Kelly, "Doyle", en DSp, III, col. 1702-1704}. Este libro fue el que leyó Josemaría Escrivá en 1933, como él mismo dejó constancia en su Cuaderno VI, recogiendo la palabra que pasó años después al punto de C:
"He leído de prisa la vida del P. Doyle: ¡qué bien entiendo la tragedia de la mantequilla!" {Apínt, nº 1023, 13-VI-1933. El 22-XI-1933 en una meditación en el Instituto Católico Femenino ya hablaba de la "tragedia de la mantequilla"; vid guión nº 19}.
¿Cuál era esa tragedia de la mantequilla, con la que conectó tan vivamente Josemaría Escrivá? He aquí unos textos de la citada biografía: "Tomaba disciplinas muy duras. Además, con tomar el te sin azúcar, el pan sin mantequilla y la carne sin sal, hizo de sus comidas una serie continua de mortificaciones. Naturalmente tenía muy buen apetito y gusto fino por dulces y golosinas. De todo hizo una palestra de abnegación propia" {Father William Doyle, pg 149; 4ª ed ingl., pg 127}. En efecto, el lector comprueba que lo que el Autor de C llamó "tragedia de la mantequilla" bien merecía ese nombre aplicado al P. Doyle. Realmente edifica el diario del P. Doyle sobre el tema: "Una fuerte tentación durante la Misa y la acción de gracias de quebrantar mi propósito y dar gusto a mi apetito en el desayuno. La idea de un desayuno de pan seco y te sin azúcar en el futuro, me parecía intolerable (18-IX-1913)" {Ibidem, pg 151; 4ª ed ingl., pg 128}. "Dios me ha estado urgiendo fuertemente durante estos Ejercicios a dejar completamente la mantequilla. Lo he hecho así en muchas comidas sin ningún inconveniente; pero en parte volví atrás por respeto humano y por miedo a que otros lo notaran. Mas, aunque fuera así, ¿qué importaría? Una cosa siento que me pide constantemente Jesús y no tengo el valor para dársela: dejar completamente la mantequilla (IX-1913)" {Ibidem, pg 151; 4ª ed ingl., pg 129}. "Por ahora tomaré mantequilla con dos bocados de pan en el almuerzo; pero no en las otras comidas (29-VII-1914)" {Ibidem}. A esta resolución parece haberse atenido.
Las primera edición inglesa de C {Cork, Mercier, 1953} , que respondía a la traducción hecha por el irlandés Fr. Cormac Burke, expresaban la "tragedia de la mantequilla" con toda fidelidad ("butter tragedy"). Pero desde la revisión realizada por el también irlandés Michael Adams, las ediciones de C en las Islas Británicas cambiaron la expresión emblemática por "marmalade tragedy", primero {London, Scepter, 1958} , y "sugar tragedy", después {Ed 3ª a 8ª, 1961-1981}: la tragedia ahora era de la mermelada o del azúcar {No así las ediciones hechas en Estados Unidos (1965) y Filipinas (1975), que traducían: "our 'drama' of the butter"}.
El cambio había aparecido con ocasión de una revisión del texto inglés. El revisor había explicado que él pensaba que el Autor se estaba refiriendo a un personaje español y que así se comprendía una mortificación planteada en torno a la mantequilla. En Irlanda no se podía concebir una persona que no tomase mantequilla en el desayuno {Tan inconcebible que ya O'Rahilly, en el original de su biografía, puso esta nota para aclararlo: "Como este punto de la mantequilla se toca tantas veces en las páginas que siguen, téngase presente que en Irlanda no es artículo de lujo o de regalo, como pudiera serlo en otros países" (Father William Doyle, pg 149)}. Y así apareció "la tragedia de la mermelada o del azúcar"... Álvaro del Portillo, que en 1981, estando en Irlanda, escuchó esta explicación, aclaró que el protagonista era el P. Doyle, ¡un irlandés!, y comentaba: "O sea, que, como dicen en Italia, traduttore, traditore" {Notas de un coloquio con Álvaro del Portillo, Prelado del Opus Dei, Dublin 13-XII-1985}. La "butter tragedy" retornó al texto inglés... {9ª edición, Dublin, Four Courts Press, 1985. Las modernas ediciones hechas en Inglaterra han tomado la expresión : "our ' drama ' of the butter" de las ediciones de USA y Filipinas. Vid London, Scepter, 1995 (no hace constar el número de edición)}.
Pero volvamos a la redacción del p / 205. Unos días después de escribir en su Cuaderno la anotación arriba transcrita, Josemaría Escrivá hizo su Retiro espiritual de ese año 1933. Allí anotó algo que practicaba de tiempo atrás pero que ahora formula como uno de los propósitos del retiro, y lo expresa con los términos del futuro punto de C: una de estas "tragedias" (o "epopeyas", como aquí las llama):
"Esto último, no leer periódicos {Uno de los propósitos que hace en aquel Retiro} , para mí supone ordinariamente una mortificación nada pequeña; sin embargo, con la gracia de Dios, fui fiel hasta el fin de la discusión parlamentaria de la Ley (!) contra las Congregaciones religiosas {Ley sobre las Confesiones y Congregaciones religiosas, que aprobaron las Cortes Constituyentes de la República en desarrollo de la Constitución y fue promulgada el 2-VI-1933. El Autor la llama espontáneamente Ley "contra" las Congregaciones. Fue, en efecto, el golpe culminante contra la Iglesia en aquellos momento dramáticos de la historia de España y el debate de la Ley un periodo de tensión y angustia para los católicos. Se nacionalizaban todos los bienes de la Iglesia, desde las iglesias hasta los vasos sagrados y se obligaba a las instituciones de la Iglesia a cerrar sus colegios y cesar en toda actividad de enseñanza, incluida la enseñanza primaria, aunque el Estado –decía expresamente la Ley– no estuviera en condiciones de hacerse cargo de esa instrucción. Al día siguiente de la promulgación, el Papa Pío XI hacía pública la Encíclica Dilectissima nobis, sobre la situación de la Iglesia en España (texto en AAS 25 [1933] 261-274), en la que calificaba a la ley de "inhumana". Con fecha 25 de mayo, aprobada ya la ley en Cortes, pero aún no promulgada, el Episcopado español había dado a conocer una Pastoral colectiva sobre la grave situación del país y de la Iglesia. Sobre el tema vid Antonio Fontán, Religión y política en la II República. Apuntes españoles (1931-1936), Madrid 1998, pgs 189-196 (edición no comercial); Fernando De Meer, La cuestión religiosa en las cortes constituyentes de la II República Española, Eunsa, Pamplona 1975.}. ¡Qué luchas, las mías! Estas epopeyas sólo pueden entenderlas, quienes hayan pasado por ellas. Alguna vez, vencedor; las más veces, vencido" {Apínt, nº 1726, 22-VI-1933; la cursiva es del original}.
La redacción del punto de C en 1938 rememora, pues, la lectura del libro hecha años atrás. Y hecha –dice– conjuntamente (o simultáneamente) con otra persona: leíamos tú y yo... Concluyo de la documentación que he podido manejar que el otro lector del libro era Juan Jiménez Vargas: hacía unos meses que se había incorporado al Opus Dei y se ve que el Beato Josemaría le recomendó la lectura del libro. Copio un intercambio de cartas, hecho en 1938, en las que el Autor y el médico aluden con humor y afecto al santo sacerdote irlandés. Escribe Josemaría Escrivá:
"Siento una envidia enorme de los que están en los frentes {Se refiere a los sacerdotes que están de capellanes}, a pesar de todo. Se me ocurre pensar que, si no tuviera bien señalada mi senda, sería magnífico dejar corto al P. Doyle. Pero... eso me iría muy bien: nunca me costó gran cosa la penitencia. Sin duda, ésta es la razón de que me lleven por otro camino: el Amor" {Carta de Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, Burgos 6-VI-1938; EF 380606-1}.
Jiménez Vargas le escribe en carta de octubre de ese año:
"Mandaría una especie de diario con muchas, muchísimas pequeñas tragedias de la mantequilla, pero... como no todo son tragedias ya pensaré si lo escribo. Ya sabe que me horripila escribir pringosidades" {Carta de Juan Jiménez Vargas a Josemaría Escrivá, Frente de Teruel: –Muela de Villastar 12-X-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp B, exp 1. "Pringosidades", expresión frecuente en las cartas de Jiménez Vargas para designar cosas tiernas, edificantes, con un punto de sentimiento, que eran lo más contrario a su carácter. El propio Profesor en su Relato del 77 (AGP, sec A, leg 54, carp 3, exp 7), pg 8, recuerda también la redacción de este p / 205: "La anécdota que da pie a este punto está tomada de la biografía de un jesuita irlandés, el P. Doyle, capellán del ejército en la guerra del 14, sugestiva y un poco novelada. Parecía que podría utilizarse para la lectura espiritual, y se utilizó un tiempo, que no duró mucho". La realidad es que, aparte de la mortificación en la línea de la tragedia de la mantequilla, el P. Doyle hacía otras penitencias terribles y extrañas, quizá adecuadas a la vida religiosa, pero que podían ser un tanto deformantes a la hora de comprender la santificación de la vida corriente}.
La ocasión concreta para redactar la octavilla bien pudo ser el repaso de sus guiones de predicación en la fase final de preparación del libro. En uno de 22 de agosto se lee:
"Práctica: ejemplos de cosas pequeñas. El minuto heroico: la tragedia de la mantequilla (Doyle)" {EjEsp, Plática "Perfección en las cosas pequeñas", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 107}.
Y ya antes, en el retiro de Salamanca:
"El minuto heroico: la tragedia de la mantequilla" {Retiro espiritual, Meditación titulada "Espíritu de sacrificio", Salamanca 25-I-1938; guión nº 93}.
Sobre la "contabilidad" y el examen particular vid p / 235  y com / 238

 «  206  »  El minuto heroico. –Es la hora, en punto, de levantarte. Sin vacilación: un pensamiento sobrenatural y... ¡arriba! –El minuto heroico: ahí tienes una mortificación que fortalece tu voluntad y no debilita tu naturaleza.

Todo parece indicar que esta octavilla se redactó a la vez que la anterior, sirviéndole de recordatorio los dos mismos guiones 93 y 107:
Pero el tema y la expresión, tan característica, es anterior y se encuentra en guiones de los primeros años treinta:
"La pereza –El minuto heroico al levantarse por la mañana" {EjEsp, Plática sobre "Modestia", Madrid, Instituto Católico Femenino, 22-XI-1933; guión nº 19}.
"El minuto heroico (levantarse). No temáis al que puede matar el cuerpo..." {EjEsp, Plática sobre "Oración", Madrid diciembre de 1935; guión nº 69}.
Entre la gente que frecuentaba los medios de formación que impartía el Beato Josemaría pronto se hizo "famoso" el minuto heroico... Vid p / 78

 «  207  »  Agradece, como un favor muy especial, ese santo aborrecimiento que sientes de ti mismo.

Ficha Not. Diciembre del 38 o enero del 39. Redacción sugerida posiblemente por la relectura del mismo guión que inspira a los dos puntos anteriores, en el que se lee:
"Los tres caminos (Quevedo). El santo aborrecimiento de ti mismo" {Retiro espiritual, Meditación titulada "Espíritu de sacrificio", Salamanca 25-I-1938; guión nº 93. El Autor se refiere a Los Sueños, de Quevedo, y en concreto al "Sueño del Infierno", donde se describen los dos caminos, el que lleva al Cielo y el que lleva al Infierno, y un tercer camino, que parece que es el mismo que lleva al Cielo pero desemboca también en el Infierno: es el de los hipócritas (Francisco de Quevedo y Villegas, Los Sueños, Madrid 1983, Alianza Editorial, pgs 100-105)}.
Pero el punto es sobre todo un dato autobiográfico, una experiencia personal. Ya en sus notas de los EjEsp de 1933 escribió:
"Pecados propios. Propósito: un santo aborrecimiento de mí mismo; y pedir a Dios su gracia, para purificarme con el Amor y la penitencia" {Apínt, nº 1709, 21-VI-1933; la cursiva es del original}.
Y en el Cuaderno VIII, nº 1236, anotaba:
"Día 2 de marzo de 1935. –Doy gracias a Dios N. Señor, porque en estos días me ha hecho sentir el santo aborrecimiento de mí mismo".
"Santo aborrecimiento". Concepto y expresión sumamente sorprendente en los parámetros de la cultura contemporánea, que ha hecho de la "autoestima" un ideal y, a veces, una meta a alcanzar como terapéutica de la autoinfravaloración patológica, tan abundante en nuestra cultura. No menos sorprendente era en los años treinta, según testifica el propio Autor, que, en un guión de un círculo a estudiantes universitarios, anota:
"El santo aborrecimiento de nosotros mismos... ¡extraña frase!" {AGP, sec A, leg 50-13, carp 4, exp 2}.
¿De qué "aborrecimiento" habla el Autor de C, que dirá poco después: "le aconsejé, con segura conciencia, fomentar la 'soberbia' " (p / 274), "al que pueda ser sabio no le perdonamos que no lo sea" (p / 332), o "tu aspiración será: [...] con los demás, el primero" (p / 238)?
El tema es clásico en la tradición de la espiritualidad cristiana, y la formulación literaria –"santo aborrecimiento"–, se acuña en la gran mística del Siglo de Oro {Vid Fray Alonso de Madrid, Arte para servir a Dios, 1521, II, cap 2: "Del propio aborrecimiento"; Neblí 25, 1960, pgs 97-111, donde la expresión "santo aborrecimiento" adquiere un carácter técnico. El Autor de C muy bien podría haberla tomado de este libro –una cumbre de la mística española del siglo XVI (prólogo de José María Casciaro, pg 11)–, que había leído con atención}. Es un lenguaje que arranca de las palabras mismas de Jesús según San Lucas: "Si alguno viene a mí y no aborrece [...] aun su propia vida, no puede ser mi discípulo" (Lc 14, 26); y de aquellas otras que transmite San Juan (12, 25) y que Juan de la Cruz explicará así: el que "renunciare por Cristo todo lo que puede apetecer y gustar, escogiendo lo que más se parece a la cruz –lo cual el mismo Señor por san Juan lo llama aborrecer su alma–, ése la ganará" {Subida del Monte Carmelo, 2, 7, 10; BAC 15, 13ª ed, 1991, pg 309}. San Pablo tiene su propia formulación: es el "cuerpo de muerte" (Rm 7, 24) y el "hombre viejo" (Rm 6, 6), que están ahí, que claman "por sus fueros perdidos" (p / 707  y 138). El que aborrece "su propia vida", aborrece al "cuerpo de muerte", al "hombre viejo", que no están fuera de mí, sino como implicados con la "nueva criatura en Cristo", el "hombre interior", el "hijo de Dios" que soy por la gracia.
En realidad, las implicaciones de este gran tema ascético, tan central en el Cristianismo, llega a sus modernos desarrollos mediado por la gran tradición patrística, que se hace emblemática en la célebre expresión de San Agustín:
"Dos amores hicieron dos ciudades: el amor de sí mismo hasta el desprecio de Dios, hizo la ciudad del mundo; el amor de Dios, hasta el desprecio de sí mismo, hizo la Ciudad de Dios" {San Agustín, La Ciudad de Dios, libro 14, cap 28; BAC 171-172, Madrid 1958, pg 985. El tema está en Santa Catalina de Siena: "Siempre están en lucha la conciencia, por una parte, y la sensualidad, por otra. Pero desde el momento en que con odio y desprecio de sí mismo, decide virilmente y dice: 'Yo quiero seguir a Cristo crucificado' quebranta inmediatamente la espina y experimenta una dulzura inestimable, en mayor o menor escala según la disposición y solicitud de cada uno" (El diálogo, cap 44; BAC 143, Madrid 1955, pg 269); también en Santa Teresa (Libro de la Vida, 29, 10; BAC 212, 8ª ed, Madrid 1986, pg 157): "Bien entiende [el alma] que quiere a Dios, y que la saeta parece traía hierba para aborrecerse a sí por amor de este Señor, y perdería de buena gana la vida por Él"; y en San Juan de la Cruz, que aconsejaba: "Consideren cómo han menester ser enemigas de sí mismas" (Dichos de Luz y Amor, nº 84; Obras completas, BAC 15, 13ª ed, Madrid 1991, pg 165). "Santo aborrecimiento" aparece ya como término acuñado en la escuela ignaciana. "Si deseas, alma mía, de andar mucho en Dios, trabaja primero de andar mucho en ti. Si desea alcanzar su amor, trabaja de alcanzar tu aborrecimiento. Si tu aborrecimiento deseas, ejercítate en considerar tus obras" (San Francisco de Borja, Breve tratado de la confusión, I; Tratados espirituales, Cándido de Dalmases (ed.), Flors ["Espirituales Españoles. Serie A. Textos", XV], Barcelona 1964, pg 154-155). Vid por ej P. Alonso Rodríguez, Ejercicio de perfección, Parte 2, tratado 1, cap 4; pgs 684-686, libro al que tuvo mucho aprecio el Autor de C desde su época de seminarista. En los EjEsp que predicó en el Seminario de Valencia en 1941, el Beato Josemaría decía a los alumnos: "Yo entiendo que para hacer labor en las almas, es preciso repetir, insistir, 'machacar'. Hay un autor espiritual [el P. Alonso Rodríguez] que mucho insiste en sus cosas, y le llaman Padre Machaca: ¡ha hecho mucho bien a las almas!" (EjEsp, Plática del día 4, Valencia 6-XI-1940; notas tomadas por Vicente Moreno, sacerdote; AGP, sec A, leg 100-38, carp 1, exp 18). La cursiva en estos textos es mía.}.
El "santo aborrecimiento que sientes de ti mismo" es un don, fruto de una gracia del Espíritu Santo que permite al cristiano discernir "la servidumbre de la corrupción" (Rm 8, 21), el aguijón de la carne, el "fomes peccati" (Trento Conc. Trid., sess. Vª, Decr. de peccato originali, 5; DS 1515. Vid también DS 1453}) que, en su interior, atentan contra el "hombre nuevo". Ya tenemos ciertamente las primicias del Espíritu, pero todavía anhelamos "el rescate de nuestro cuerpo" (Rm 8, 23). Vid el citado p / 707
Lo "aborrecido" no es, pues, el hombre, criatura de Dios, sino el hombre viejo, que está ahí y persiste, con su "voz insinuante" (p / 707), en llevarnos a la perdición y apartarnos del amor de Dios. El sujeto de ese "aborrecer" es el hombre cristiano, la mujer cristiana, conscientes de su filiación divina, que es el don gratuito e inmerecido de la Trinidad al hombre. Si se capta la "verdad de las cosas", se comprende fácilmente cómo la mayor "autoestima" que cabe en el hombre es precisamente ésta: reconocerse humildemente –pero en toda su impresionante verdad– criatura de Dios e hijo de Dios en Cristo, morada de la Trinidad Santa.
Nótese que éste es el punto que cierra el cap "Mortificación" y dispone al titulado "Penitencia". Es, en efecto, el discernimiento que lleva consigo el "santo aborrecimiento" el que nos hace entender la necesidad que el hombre cristiano tiene de vivir seriamente el espíritu de penitencia y mortificación.

 «  PENITENCIA  » 

Vid Introd al cap anterior. Los veintisiete puntos de "Penitencia" tienen este origen: 17 provienen de Cec y los otros diez fueron agregados en la redacción de Burgos. La matriz de todo el cap, como hemos apuntado al introducir el cap anterior, ya estaba diseñada en Cem32 / 56-78. De ella proceden catorce de las 17 consideraciones de Cec: a ellas el Autor agregó otra procedente de Cem33 y dos más que tomó del Cuaderno al preparar el cap para la imprenta. Es éste uno de los caps de C que se ve mejor prefigurado en el esbozo de 1932. Incluso el número inicial es el mismo con que comienza el citado bloque de aquel fascículo. En la fase redaccional de Burgos no se altera la sucesión de aquellos puntos sino que los nuevos se van agregando a los antiguos en el lugar que el Autor estima más oportuno.
Nótese especialmente la significación que tienen los tres primeros puntos del cap y el último a la hora de comprender la penitencia en su sentido teológico-espiritual profundo: como expiación en Cristo.

 «  208  »  Bendito sea el dolor. –Amado sea el dolor. –Santificado sea el dolor... ¡Glorificado sea el dolor!

Este punto inicial tiene detrás una historia que se grabó profundamente en el alma del Autor y de la que habló muchas veces a lo largo de su vida. El texto lo escribió sobre el Cuaderno V (nº 563) el día 14-I-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 862, 220, 208, 270} y es de tenor literal idéntico al de C, sin los guiones, como de ordinario.
En 1935, sin duda rememorando el suceso, apuntó en un guión de predicación:
"Frente al Dolor, ¡bendito sea, amado, santificado, glorificado! No, el dolor de los estoicos, sino el dolor cristiano... " {Meditación "Amor a la Sagrada Eucaristía", noviembre 1935; guión nº 59}.
He aquí algunos textos en los que el propio Autor narra y rememora aquella historia. El primero es un coloquio en Lisboa en el año 1972:
"Me has hablado de Camino. No me lo sé de memoria, pero hay una frase que dice: bendito sea el dolor, amado sea el dolor, santificado sea el dolor, glorificado sea el dolor. ¿Te acuerdas? Eso lo escribí en un hospital, a la cabecera de una moribunda a quien acababa de administrar la Extremaunción {El texto base de este p / 208  es del 14 de enero, lunes. En el Cuaderno, la anotación anterior es de fecha 9 de enero. Sabemos que el Autor, a partir de noviembre de 1931, hacía visita ordinaria a los enfermos del Hospital General en la tarde de los domingos. Es, pues, casi seguro que escribió el texto sobre su "cuartilla" el domingo día 13}. ¡Me daba una envidia loca! Aquella mujer había tenido una gran posición económica y social en la vida, y estaba allí, en un camastro de un hospital, moribunda y sola, sin más compañía que la que podía hacerle yo en aquel momento, hasta que murió. Y ella repetía {Escrivá se lo iba diciendo y ella lo repetía gozosa} , paladeando, ¡feliz!: bendito sea el dolor –tenía todos los dolores morales y todos los dolores físicos–, amado sea el dolor, santificado sea el dolor, ¡glorificado sea el dolor! El sufrimiento es una prueba de que se sabe amar, de que hay corazón" {Notas de un coloquio en Lisboa, 3-XI-1972; AGP, sec P, leg 4, 1972, pg 349; la cursiva es del original}.
La segunda ocasión –con constancia documental– es en América, del año 1974, en Lima:
"Era una pobre mujer perdida, que había pertenecido a una de las familias más aristocráticas de España. Yo me la encontré ya podrida; podrida de cuerpo y curándose en su alma, en un hospital de incurables. Había estado de carne de cuartel, por ahí, la pobre. Tenía marido, tenía hijos; había abandonado todo, se había vuelto loca por las pasiones, pero luego supo amar aquella criatura. Yo me acordaba de María Magdalena: sabía amar.
Un día hube de administrarle la Extremaunción. Era en el año 1931 {El Autor no precisó bien la fecha al recordar la historia. Vid supra nota 3} , mal tiempo ya en España. Y al ver la alegría de su alma, que consideraba que estaba cerca de Dios, le hice decir: bendito sea el dolor, y ella lo repetía a voz en grito; amado sea el dolor; santificado sea el dolor; ¡glorificado sea el dolor! Poco después moría, y en el Cielo está, y nos ha ayudado mucho" {Coloquio con sacerdotes, en Larboleda (Lima), 26-VII-1974; AGP, sec P, leg 4, II-1974, pg 406; la cursiva es del original}.
Como vemos, la primera vez que aparece esta exclamación en Apínt, lleva la fecha de 14-I-1932 y la frase está escrita sin referencias a ningún hecho concreto, escuetamente. Son los relatos posteriores del Autor –rememorando años después– los que vinculan el origen de este punto a una experiencia concreta, nacida de su trabajo.
sacerdotal en los hospitales. Por otras fuentes sabemos que se sirvió de estas palabras en más de una ocasión para consolar a los enfermos moribundos que atendía durante esos años en los Hospitales de Madrid. No es posible precisar con exactitud quién fue la primera persona que escuchó estas palabras de consuelo.

 «  209  »  Todo un programa, para cursar con aprovechamiento la asignatura del dolor, nos da el Apóstol1: "spe gaudentes" –por la esperanza, contentos, "in tribulatione patientes" –sufridos, en la tribulación, "orationi instantes" –en la oración, continuos.

Éste es ya un punto del periodo de Burgos, escrito en ficha Drv: una media cuartilla usada. El dorso indica que es de fecha noviembre-diciembre de 1938. La otra media cuartilla es la que usó para el p / 230, en este mismo cap. Pudo ser escrita, como muchas de esta fase a partir de los guiones de predicación. En uno de 24 de agosto apunta:
"La tribulación y la alegría. Spe gaudentes, in tribulatione patientes, orationi instantes (Rm 12, 12)" {EjEsp, Plática "Espíritu de alegría", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 94}.

 «  210  »  Expiación: ésta es la senda que lleva a la Vida.

Del dolor a la expiación, de la que ya habló en el p / 82, pero que ahora se aborda formalmente. El sentido cristiano del dolor es la expiación, como dirá explícitamente en el p / 234  (vid), con el que se cierra el cap. Vid Introd a cap 6. El pensamiento se formula en este lacónico texto de manera densamente cristológica. Cristo es el Camino y la Vida. La manera cristiana de caminar a la Vida es unirse al caminar de Cristo, a la Cruz. Por eso, la senda que allí conduce es expiación: "seguir los pasos del Maestro"(p / 213)
El punto ya estaba en la edición de Cuenca. El texto se forja a partir de una anotación del Cuaderno IV, nº 302, 30-IX-1931, cuyo contexto es el Opus Dei que está naciendo y la necesidad de que los que Dios llame a esta tarea sepan ser como el grano de trigo que muere:
"Somos los primeros de la Obra de Dios el grano de trigo, de que habla el Evangelio. Si no nos enterramos y morimos, no habrá fruto. Expiación: ésta es la senda que lleva a la Vida".
El punto, en la edición de Cuenca, reproducía, dividido en dos párrafos y con las lógicas variantes, este texto del Cuaderno IV y lo situaba en el cap final del libro (Cec / 96.9):
"Somos el grano de trigo, de que habla el Evangelio. –Si no nos enterramos y morimos, no habrá fruto.
Expiación: ésta es la senda que lleva a la Vida".
En C, en cambio, los dos párrafos tomarán vida propia: el segundo aparece en esta posición configuradora en los inicios del cap "Penitencia"; al primero lo encontramos como segundo párrafo del actual p / 938. De cómo se forja todo esto me he ocupado en la IntrodGen § 7, 1 (pg 125).
Interesante notar que unos días después escribió en su Cuaderno una fórmula paralela:
"El camino del Amor se llama sacrificio" {Apínt, nº 403, 20-XI-1931}.
Y en el Decenario, ante una descripción de la Pasión del Señor, olvidado de sí y entregándose por nosotros, anotó en el margen:
"Es justo que yo me olvide de mí, para preocuparme de El: de su reinado. Amor a la expiación" {Glosas marginales al Decenario 1932, pg 50s; Patmos 35, pg 64; Logos 52, pg 106}.

 «  211  »  Entierra con la penitencia, en el hoyo profundo que abra tu humildad, tus negligencias, ofensas y pecados. –Así entierra el labrador, al pie del árbol que los produjo, frutos podridos, ramillas secas y hojas caducas. –Y lo que era estéril, mejor, lo que era perjudicial, contribuye eficazmente a una nueva fecundidad.
Aprende a sacar, de las caídas, impulso: de la muerte, vida.

Octavilla de la serie Lh que reproduce un texto de la hoja 26 del Cuadernito de Honduras (Apínt, nº 1392, 26-V-1937 {De las notas de ese día procede también el p / 620}), de tenor literal idéntico a Msb:
Unos días después el Beato Josemaría escribía a los fieles del Opus Dei que estaban en Valencia:
"De este modo –por algo soy médico– se cumplirá en vosotros aquel aforismo antiguo: gaudium cum pace! Más todavía: y no perderéis vuestro tono, aunque me hagáis cualquier tontería; porque, entonces, se opera lo mismo que en el campo del labrador: se hace un hoyo, profundo y humilde (¡anda!), se echan en él los frutos podridos, las ramillas secas y las hojas caducas, y se entierran con la ayuda de algún compañero Mío {La extraña mayúscula era una forma de indicar quién era ese compañero: un sacerdote en el Sacramento de la Penitencia}. Y lo que era perjudicial contribuye eficaz.
mente a una nueva fecundidad. Y habremos aprendido a sacar de las caídas, impulso: de la muerte, vida" {Carta del Autor desde Honduras, Madrid 30-V-1937; EF 370530-1}.
En la predicación de la Legación encontramos otra versión del mismo tema:
"El estiércol, rodeando a los árboles, hace que sus frutos sean más jugosos, más llenos de sabor; da una nueva vitalidad a las plantas que nacen en la tierra. El estercolero se transforma en vigor, en lozanía, en vida intensa y fecunda. Todos los sufrimientos que la flaqueza de los demás me han producido, mis propias caídas, toda esta ruindad propia y ajena, que tanto se ha padecido en estos meses pasados, ¿no ha de ser el estercolero que haga germinar y florecer en la tierra de mi alma frutos de santificación y de apostolado? Si no ocurre así, es que no me muevo sobrenaturalmente, es que permanezco separado, desgajado de mi Dios. Y entonces... {PredicHond, "Unión y obediencia", 29-VI-1937, pg 161; XXVI}.
Nótese cómo Escrivá se dirige a ellos hablando en primera persona y poniéndose por delante: "me han producido", "mis propias caídas", "no me muevo sobrenaturalmente"... Y cuando escribía esto, Dios le tenía en un subido grado de unión... Vid com / 302, 596 y 884.

 «  212  »  Ese Cristo, que tú ves, no es Jesús. –Será, en todo caso, la triste imagen que pueden formar tus ojos turbios... –Purifícate. Clarifica tu mirada con la humildad y la penitencia. Luego... no te faltarán las limpias luces del Amor. Y tendrás una visión perfecta. Tu imagen será realmente la suya: ¡Él!

Texto de la serie Lh, probablemente redactado en Honduras. No conozco interrelaciones documentales. En todo caso, estamos de nuevo ante la experiencia cristocéntrica del Autor: el "conocimiento" de Jesús tiene como presupuesto, o es una consecuencia de la conversión y la penitencia. El texto se mueve dentro de la tradición agustiniana de las relaciones entre conocimiento y amor.
El mismo pensamiento, en Via Crucis, estación VI, pero aquí es el sujeto humano el que se pone una "careta":
"Señor, que yo me decida a arrancar, mediante la penitencia, la triste careta que me he forjado con mis miserias... Entonces, sólo entonces, por el camino de la contemplación y de la expiación, mi vida irá copiando fielmente los rasgos de tu vida. Nos iremos pareciendo más y más a Ti.
Seremos otros Cristos, el mismo Cristo, ipse Christus".
Vid com / 66 y com / 947

 «  213  »  Jesús sufre por cumplir la Voluntad del Padre... Y tú, que quieres también cumplir la Santísima Voluntad de Dios, siguiendo los pasos del Maestro, ¿podrás quejarte si encuentras por compañero de camino al sufrimiento?

Texto prototípico del cambio del discurso en primera persona en Apínt al "tú" característico de C. Procede de un apunte del Autor en los EjEsp de Segovia, octubre de 1932:
"Jesús sufre por cumplir la Voluntad del Padre... Y yo, que quiero también cumplir la santísima Voluntad de Dios, siguiendo los pasos del Maestro, ¿podré quejarme, si encuentro por compañero de camino al sufrimiento?" {Apínt, nº 1663, Segovia 10-X-1932. Futuros puntos de C transcritos ese día: 213, 734, 186, 214. Este p / 213  está reproducido, en Via Crucis, estación 1ª, consideración }.
Estamos ante el "dolor de Dios" en Cristo, uno de los grandes temas de la meditación cristiana de todos los tiempos, especialmente vivo en nuestra época. La posición del Autor es bien sencilla y aparece una vez y otra por el libro: que el dolor –de Cristo y, derivadamente, del cristiano– sólo se comprende desde el Amor del Padre. Porque el Padre no es un tirano (vid p / 435) que hace sufrir a su Hijo, sino que "entrega" al "Hijo de su Amor" por el Amor lleno de misericordia que tiene al hombre. La reflexión debe proseguirse a la luz del p / 439  (vid com): el Dolor como piedra de toque del Amor.

 «  214  »  Di a tu cuerpo: prefiero tener un esclavo a serlo tuyo1

El pensamiento se forja en los EjEsp de Segovia, octubre 1932, donde había escrito:
"Penitencia: he de arreciar, con permiso –se entiende siempre– de mi padre Sánchez, pues prefiero tener un esclavo a serlo yo" {Apínt, nº 1691, EjEsp de Segovia, 10-X-1932: Propósito nº 11. Futuros puntos de C transcritos ese día: 213, 734, 186}.
Ya en Madrid, cuatro días después, escribe en su Cuaderno lo que será el tenor redaccional del punto:
"Di a tu cuerpo: prefiero tener un esclavo a serlo yo" {Apínt, nº 843, 14-X-1932. Ese mismo día transcribió seis futuros puntos de C: 753, 730, 676, 214, 397, 685}.
Nótese el cambio de "serlo yo" de Apínt a "serlo tuyo" de C, que le permite designar, además, quién sería entonces el "señor". Resuena en esta consideración la expresión de San Pablo: "castigo mi cuerpo y lo esclavizo (1Co 9, 27), lo mismo que en p / 227; vid p / 195, 196, 226, 227 con sus com.

 «  215  »  ¡Qué miedo le tiene la gente a la expiación! Si lo que hacen por bien parecer al mundo lo hicieran rectificando la intención, por Dios... ¡qué santos serían algunos y algunas!

Procede del Cuaderno III, nº 195, 29-IV-1931. Texto idéntico, precedido de la siguiente frase:
"Sigo pidiendo oración y mortificaciones a mucha gente".
El Autor prescindió al pasar el texto al velógrafo y después a la imprenta de la frase inicial del Cuaderno, en la que se forja la experiencia que da lugar al punto que comentamos. Pedía oración y mortificación por una intención suya a mucha gente y pudo comprobar cómo muchos, ante la mortificación, se echaban para atrás.

 «  216  »  ¿Lloras? –No te dé vergüenza. Llora: que sí, que los hombres también lloran, como tú, en la soledad y ante Dios. –Por la noche, dice el Rey David, regaré con mis lágrimas mi lecho.
Con esas lágrimas, ardientes y viriles, puedes purificar tu pasado y sobrenaturalizar tu vida actual.

Un punto profundamente autobiográfico. Octavilla 14 de la serie Lhz, redactada en Honduras. Como digo, a partir de su experiencia personal. En abril de 1937 escribía:
"Tengo paz. Estoy con exterior gravedad, pero alegre. Y, con mi alegría, –los años, los recuerdos, el pensamiento de posibles peligros para mis hijos y mis nietos, y por alguna otra razón de disculpable egoísmo–, es raro el día que no lloro más de la cuenta también" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei, Madrid 30-IV-1937; EF 370430-2}.
En 9 de mayo (vid com / 151) anotaba en su pequeño Cuaderno (hojas 23v-24r; nº 1380):
"He pedido, muchas veces, con muchas lágrimas, morir pronto en la gracia del Señor".
La anotación va describiendo la congoja y el sufrimiento de aquella noche del 8 al 9 de mayo. Fueron ésa y las siguientes, noches de lágrimas y duras pruebas. Vid com / 151. Dormían en colchonetas unos junto a otros en una única habitación. De la congoja y las lágrimas se dio cuenta Santiago Escrivá, que no debió "situarse" mucho. Pocos días después escribía el Beato Josemaría a Pedro Casciaro con el estilo tan característico de aquellas cartas desde la Legación, llenas de humor (en medio de las duras pruebas):
"¡Qué voy a hacer! No tengo ganas de enfadarme: así y todo, hace unas noches, sobre las dos de la mañana o por ahí, se despertó vuestro tío Santiago {Santiago Escrivá de Balaguer, hermano del Autor, entonces un joven de 18 años, refugiado también en la Legación} , que usufructúa con Jeannot {Juan Jiménez Vargas} y conmigo dos colchones, y me gritó: "¿qué haces, hombre? ¿estás... llorando?" Y después ha tenido la frescura de decir que paso la madrugada dedicado al cante jondo. La verdad: no sé a qué carta quedarme: a lo mejor –¡viejo, viejo, abuelo!– es que canto y lloro. Pero, eso sí, siempre con una alegría muy, muy honda y esperanzada: que no es jonda, ni tiene nada que ver con la ópera flamenca" {Carta de Josemaría Escrivá a Pedro Casciaro, Madrid 19-V-1937; EF 370519-1}.
Entre bromas y veras, algo se atisba del drama interior de Josemaría Escrivá en aquellos meses. En junio le llegó una noticia desoladora. Él mismo la comunica a los demás:
"Pepe –¡dichoso, dichosísimo Pepe!– cayó en el frente vasco, al parecer {La noticia le había llegado al Autor dos días antes. Luego se supo que falleció en Pinto, en el frente de Madrid, 23-IV-1937. –José María Isasa Navarro, estudiante de Arquitectura. Había conocido al Autor en la Residencia DYA, de la calle de Ferraz. Fue miembro del Opus Dei desde abril de 1936}. El abuelo casi no sabe deciros nada. Un encargo os hice, que también Ignacio [Isidoro Zorzano] os daría: rosas –tres ramos–, sobre su sepulcro {Pide a los miembros del Opus Dei que en sufragio de su alma recen las tres partes del Santo Rosario y hagan intensa oración. "Don Manuel": Dios nuestro Señor} : y que visitarais a D. Manuel. ¡A Don Manuel! ¡Qué agradecido le estoy! Mis lágrimas - no me da vergüenza decir que he llorado - no son protesta, por la muerte de mi nieto queridísimo: la acepto; pero os ruego que, conmigo, recomendéis a mis peques para que no se me vaya ninguno más" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid 15-VI-1937; EF 370615-1}.
Vid com / 406, 416, 533, 702, 727.

 «  217  »  Te quiero feliz en la tierra. –No lo serás si no pierdes ese miedo al dolor. Porque, mientras "caminamos", en el dolor está precisamente la felicidad.

Octavilla redactada en Burgos, período final de redacción. En una cuartilla que contiene dos proyectos con el plan de meditaciones para los EjEsp que debía predicar en Vergara a los sacerdotes de la diócesis de Vitoria, septiembre de 1938, hay una plática en el segundo de ellos que tiene este título:
"Te quiero feliz en la tierra" {La cuartilla se encuentra en el AGP, sec A, leg 47, carpeta 1ª, exp 2. Los dos esquemas tienen el mismo "iter idearum" y el mismo número de meditaciones y pláticas: uno con titulaciones clásicas, el otro –que es el que hemos citado– con títulos dialógicos. La plática de que hablamos se titula, en el esquema primero, "Santa pureza"}.
En el cuadernillo 1º de Burgos hay una anotación, que puede ser todavía de las escritas en Pamplona en diciembre de 1937, que dice:
"Amor. No estoy solo. Mi gozo y mi paz. Mis ambiciones. Mi felicidad terrena está unida a mi salvación, a mi felicidad eterna: feliz aquí y feliz allí" {Cuadernillo-agenda 1º de Burgos, hoja 4v}.
Ilustra el contenido de este punto una carta de Juan Jiménez Vargas de octubre del 38:
"... porque El nos querrá felices también aquí –como dice Mariano {El Autor de C}–, pero es que la felicidad de aquí abajo está en el dolor" {Carta de Juan Jiménez Vargas a Josemaría Escrivá, Muela de Villastar) 2-X-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp B, exp 1}.
El tema era, efectivamente, algo que habían oído en la predicación del Beato Josemaría. Jiménez Vargas, en concreto, lo había escuchado al menos en la Legación de Honduras, donde predicaba así:
"Empeñémonos en ver la gloria y la dicha ocultas en el dolor. Si nos comportamos así, en todas nuestras acciones reinará la felicidad: esa felicidad en la Cruz, que es la que yo os deseo a todos. Dolor y amor: ése es nuestro camino. Al amor sólo se va por el dolor; y el que no padece, no conocerá nunca el verdadero amor de Jesucristo" {PredicHond, "La tribulación de la guerra", 9-IV-1938, pg 36; IV}.
"Nosotros hemos de caminar felices ya en la tierra. Es Voluntad de Dios que mis hijos logren la felicidad eterna siendo también dichosos aquí abajo. Entre.
nosotros, si alguno no está habitualmente alegre, no ha cultivado el espíritu de la Obra" {PredicHond, "El que no se haga como un niño no entrará en el Reino de los Cielos", 27-VIII-1937, pg 255; XLII}.
Jiménez Vargas habla de cómo medita en la oración algo que ha escuchado al Beato Josemaría, o que le ha leído: es perfectamente posible que en un viaje a Burgos le dejara leer la octavilla. También es posible que la carta del joven doctor sirviera al Autor de C como punto de partida para escribir la "gaitica". El tema lo predicó también en los EjEsp de Vitoria-Vergara:
"Felices en la tierra... Dios no tiene el corazón más pequeño que el nuestro" {EjEsp, Plática "Espíritu de alegría", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 94}.

 «  218  »  ¡Qué hermoso es perder la vida por la Vida!1

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 870, 14-XI-1932, día en el que había anotado cuatro futuros puntos de C {Son: 736, 902, 266, 218}. El último es éste, de tenor literal idéntico al del texto impreso; después de copiarlo en el Cuaderno, agregó:
" –Creo que estas consideraciones anteriores ya estaban anotadas".
Efectivamente, en las notas del 3 de noviembre (Cuaderno VI, nº 860) ya estaban el p / 902  y este p / 218, y en las del 27 de octubre el p / 266  (nº 853). Se ve que el Autor no rompió las correspondientes "cuartillas" y reaparecieron con las del día 14
En una carta escrita desde Honduras se encuentra una especie de síntesis coloquial de la doctrina de este punto:
"¿La vida? ¡Bah!... ¡¡La Vida!!" {Carta de Josemaría Escrivá a Pedro Casciaro, Madrid 29-IV-1937; EF 370429-1}.
El pensamiento es escatológico: "perder la vida" (cfr Mt 16, 25), como morir a nosotros mismos, es la anticipación escatológica de la muerte personal en Cristo –que nos hace entrar definitivamente en la "Vida"– y por tanto nos da, ya aquí (cfr Jn 6, 54), la "Vida". Estamos también aquí con una forma paradójica de usar los términos para expresar un pensamiento especialmente grato a Santa Teresa y a San Juan de la Cruz.
Vid p / 175, 187  y 210

 «  219  »  Si sabes que esos dolores –físicos o morales– son purificación y merecimiento, bendícelos.

Ficha Jef, redactada al final del período redaccional. No tiene interrelaciones documentales. La tradición bíblica y patrística testifica passim esta fundamental dimensión de la vida cristiana. En realidad el mensaje de este p / 219  es, en forma doctrinal, el mismo de las experiencia relatada en p / 208  y com. Éste fue precisamente el descubrimiento de aquella mujer de com / 208.

 «  220  »  ¿No te produce mal sabor de boca el deseo de bienestar fisiológico –"Dios le dé salud, hermano"– con que ciertos pobres agradecen o reclaman una limosna?

Original en el Cuaderno V, nº 561, 14-I-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 862, 220, 208, 270} , con tenor literal idéntico (con una coma después de "hermano")
El texto guarda un cierto paralelismo cultural con el del p / 228. En ambos el Autor analiza con mirada sobrenatural expresiones sociales de lenguaje. Hoy, a pesar del crecimiento de la mendicidad, son menos corrientes estas expresiones que reflejan una tradición de cultura cristiana. La respuesta más corriente al recibir la limosna era: "Dios se lo pague", y la manera de pedirla: "Una limosna, por Dios".
"Bienestar fisiológico": vid la alegría "fisiológica" de p / 659

 «  221  »  Si somos generosos en la expiación voluntaria, Jesús nos llenará de gracia para amar las expiaciones que Él nos mande.

Texto en el Cuaderno V, nº 653, 11-III-1932, que circuló primero a velógrafo {Fueron cuatro los futuros puntos de C que transcribió ese mismo día: 419, 732, 279, 221}.
Es interesante notar el orden que el Autor señala a la expiación: primero la expiación voluntaria, en la que se va dando una identificación con Jesús, que se entregó voluntariamente. Esa actitud práctica es ya disposición y mérito para una segunda donación de la gracia, que nos lleva a afrontar con amor las contradicciones imprevistas, más exactamente, "las expiaciones que Él nos mande".

 «  222  »  Que tu voluntad exija a los sentidos, mediante la expiación, lo que las otras potencias le niegan en la oración.

Original en el Cuaderno V, nº 666, 17-III-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 222, 686, 56} , que pasó al primer fascículo a velógrafo. El texto del Cuaderno viene precedido, como tantos otros de esta época, del vocativo "Niño".
El Beato Josemaría llamaba, a esta dimensión de la vida espiritual aquí descrita, "la oración de los sentidos": la mortificación es la oración de los sentidos {La expresión está recogida en un texto de Es Cristo que pasa, 9. Para santificarse –explica– el Autor, el cristiano corriente no necesita hábito externo, ni signos distintivos: "Sus signos son internos: la presencia de Dios constante y el espíritu de mortificación. En realidad, una sola cosa, porque la mortificación no es más que la oración de los sentidos". En Surco, 259 hay una expresión próxima:" 'La mortificación' exterior es la humildad de los sentidos"}.
Vid en el apcrít los intercambios entre "nieguen" y "niegan".

 «  223  »  ¡Qué poco vale la penitencia sin la continua mortificación!

Texto tomado del Cuaderno V, nº 751, 15-VI-1932 {Iba precedido del p / 575}, que también circuló primero a velógrafo con idéntico tenor literal.
Texto posiblemente suscitado por este otro que acotó en su lectura –comenzada unos días antes– del día cuarto del Decenario al Espíritu Santo de Francisca Javiera del Valle:
"La penitencia sola no santifica; la mortificación continuada hace grandes santos" {Decenario al Espíritu Santo, pg 60; Patmos 35, pg 74; Logos 52, pg 60. La expresión mortificación "continuada" es muy característica de Francisca Javiera del Valle: "la motificación ha de ser continuada, como lo es el latir del corazón" (ibidem, pg 54; Patmos 35, pg 68; Logos 52, pg 111)}.
Vid p / 172, 180  y 200. Sobre la distinción entre mortificación y penitencia vid Introd al cap 6.

 «  224  »  ¿Tienes miedo a la penitencia?... A la penitencia, que te ayudará a obtener la Vida eterna. –En cambio, por conservar esta pobre vida de ahora, ¿no ves cómo los hombres se someten a las mil torturas de una cruenta operación quirúrgica?

Texto en el Cuaderno VI, nº 1028, 4-VII-1933, uno de los tres últimos que pudo incorporar al segundo fascículo a velógrafo {Futuros puntos de C transcritos ese día: 224, 690, 179}. La redacción del punto de C es prácticamente idéntica desde el texto multicopiado y muy distinta literariamente de la anotación del Cuaderno, que dice así:
"Si, por conservar esta pobre vida de ahora, se someten los hombres a las mil torturas de una cruenta operación quirúrgica, ¿cómo se explica, es razonable ese miedo a la penitencia, que nos ayuda a poseer la Vida eterna?".

 «  225  »  Tu mayor enemigo eres tú mismo.

Esta expresión de la sabiduría cristiana de todos los tiempos se encuentra, por primera vez en los Apínt, en el Cuaderno II, nº 21, 24-III-1930; es, pues, uno de los más antiguos puntos de C documentados. Escrivá reflexiona consigo mismo:
"Debo estar convencido de que mi mayor enemigo soy yo mismo".
Pero la expresión en forma dialógica y con un tenor literal idéntico al que pasaría a C se encuentra en el Cuaderno VI, nº 825, de 17-IX-1932 {Ese día, a continuación, escribió también la consideración que daría origen al futuro p / 494. El Autor no debió romper la cuartilla de este p / 225, pues unos días después, 28 de septiembre, volvió a copiarlo entre otros de nueva redacción (p / 452, 132, 225, 450, 943, 14, 960), precedidos de estas palabras: "hace bastantes días que no anoto nada y tengo muchas catalinas en mis cuartillas". Vid com / 218}.

 «  226  »  Trata a tu cuerpo con caridad, pero no con más caridad que la que se emplea con un enemigo traidor.

Texto original en el Cuaderno V, nº 635, 6-III-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 836, 126, 226}, que circuló primero a velógrafo con texto idéntico al original.
Al cuerpo, pues, hay que tratarlo con caridad, es decir con el recto amor que nos debemos a nosotros mismos. El punto siguiente aclarará que esa caridad no puede ser blandura: es un "amigo" que a la vez es un "enemigo" (vid p / 195  y com), al que es preferible tenerlo como "esclavo" que como "señor" (p / 214) y al que hay que darle siempre "un poco menos de lo justo" (p / 196  y com).

 «  227  »  Si sabes que tu cuerpo es tu enemigo, y enemigo de la gloria de Dios, al serlo de tu santificación, ¿por qué le tratas con tanta blandura?

Texto en el Cuaderno VI, nº 1079, 30-XI-1933, que no circuló a velógrafo sino que pasó directamente al texto impreso (vid apcrít) {Futuros puntos de C transcritos ese día: 192, 227, 10b, 289, 644, 691, 896}:
Como se ve este p / 227  es como una glosa del punto anterior y ambos deben ser puestos en relación con p / 214 y los otros citados en com / 227. El Autor plantea este conjunto de puntos (p / 195, 196, 214, 226, 227) como un diálogo entre el alma y el cuerpo en las perspectiva de la santificación, con el trasfondo de la doctrina de San Pablo. El p / 195 brinda el marco hermenéutico del conjunto.

 «  228  »  "Que pasen buena tarde" –nos dijeron, como es costumbre–, y comentó un alma muy de Dios: ¡qué deseos más cortos!

Texto en el Cuaderno VII, nº 1144, 3-III-1934 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 935, 228, 692}, que no circuló a velógrafo sino que pasó directo al texto impreso.
Puede tratarse de un comentario que hizo el Autor y que "despersonaliza" en el Cuaderno. Vid p / 220.

 «  229  »  Contigo, Jesús, ¡qué placentero es el dolor y qué luminosa la oscuridad!

Texto en el Cuaderno V, nº 639, 8-III-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 867, 229}, que circuló primero a velógrafo. Texto idéntico. El Autor se expresa con el lenguaje paradójico de los espirituales –dolor placentero, oscuridad luminosa... {Dos textos de San Juan de la Cruz, entre tantos: "David (Sal. 96, 2) también dijo que cerca de Dios y en rededor de él está oscuridad y nube; no porque en sí ello sea así, sino para nuestros entendimientos flacos, que en tan inmensa luz se oscurecen y quedan ofuscados, no alcanzando" (Noche oscura, 2, 5, 3; BAC 15, 13ª ed, 1991, pg 528). "Porque, en tanto que Dios no deriva en ella [el alma] algún rayo de luz sobrenatural de sí, esle Dios intolerables tinieblas, cuando según el espíritu está cerca de ella, porque la luz sobrenatural oscurece la natural con su exceso" (Cántico B, canción 13, 1; BAC 15, 13ª ed, Madrid 1991, pg 784)}–, tan frecuente en C: "razonadas sinrazones" (p / 21), "tan llenos de vacío" (p / 17), "perder la vida por la Vida" (p / 218), "fomentar la soberbia" (p / 274).

 «  230  »  ¡Sufres! –Pues, mira: "Él" no tiene el Corazón más pequeño que el nuestro. –¿Sufres? Conviene.

Octavilla Drv: media cuartilla con el dorso usado. En la otra media escribió el p / 209. Simultáneas en la redacción. Periodo final: XII.1938-I.1939. Este apunte de una meditación pudo haber sido el arranque redaccional del punto:
"Aflicciones, sequedades, para probar mi fe y confianza y estimar en mucho el don de Dios: Dios no tiene el corazón más pequeño que el nuestro" {EjEsp, Meditación "La Encarnación del Señor", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 90}.
Esta anotación nos habla del sufrimiento en que pensaba el Beato Josemaría y del "sentido" de ese sufrimiento. En el punto de C se limita a decir "¡Sufres!", para designar el hecho desnudo del sufrimiento y del dolor, cualquiera que sea su modalidad. Es doctrina del Autor de C, en plena consonancia con la gran tradición, que en el seno de ese sufrimiento se da la felicidad. He aquí un texto próximo, también de la predicación Vitoria:
"Felices en la tierra... Dios no tiene el corazón más pequeño que el nuestro" {EjEsp, Plática "Espíritu de alegría", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 94}.

 «  231  »  El ayuno riguroso es penitencia gratísima a Dios. –Pero, entre unos y otros, hemos abierto la mano. No importa –al contrario– que tú, con la aprobación de tu Director, lo practiques frecuentemente.

Punto redactado en Burgos, primer semestre 1938. Recoge una praxis a la que era muy fiel el propio Autor ya en su época madrileña. Pedro Casciaro fue testigo en Burgos del contexto de este ayuno que practicaba el Beato Josemaría, en el que se forja el p / 231: "En el Hotel Sabadell pagábamos cuatro pesetas por cama. No recuerdo cuánto cobraban por cada comida, pero el precio normal en cualquier modesto restorán de Burgos no era inferior a ocho pesetas. El Siervo de Dios organizaba las cosas para ir, al acercarse la hora de las comidas, a cumplir algunos encargos con un hijo suyo que solía ser algo distraído; le decía: tú ocúpate de esto y yo de esto otro, y ya nos veremos después de la comida. Luego, cuando los demás interrogábamos al Siervo de Dios, eludía la pregunta. Su pensamiento sobre el ayuno lo ha dejado escrito en C, número 231. En aquella época el Siervo de Dios se confesaba ordinariamente con el P. López Pérez, CMF. Dudo que su confesor se percatara plenamente del rigor de los ayunos del Padre" {Pedro Casciaro, Relación testimonial, 26-VI-1979, Parte II, cap 2, pgs 124-125. Vid P. Casciaro, Soñad, 11ª ed, 1999, pg149}.

 «  232  »  ¿Motivos para la penitencia?: Desagravio, reparación, petición, hacimiento de gracias: medio para ir adelante...: por ti, por mí, por los demás, por tu familia, por tu país, por la Iglesia... Y mil motivos más.

Octavilla escrita en la fase final de redacción. En una meditación de los EjEsp de Vitoria se lee:
"Motivos: Desagravio, reparación; petición, hacimiento de gracias: medio para ir adelante...: por mí, por los demás, por tu familia, por el pueblo que se me ha encomendado, por mis hermanos, por mi país, por la Iglesia..." {EjEsp, Plática "Espíritu de mortificación y penitencia", Vitoria 24-VIII-1938; guión nº 117}.
Es, sin duda, la base redaccional del punto de C.

 «  233  »  No hagas más penitencia que la que te consienta tu Director.

Octavilla Not. Punto redactado por tanto en XII-1938 o en enero-1939.
En una meditación de mayo de 1936 sobre mortificación, había escrito:
"No penitencia, sin permiso. Sí, siempre, mortificación" {Meditación "La mortificación", mayo 1936; guión 45}.
Aparece en este apunte la distinción ascética entre mortificación y penitencia, a la que aludimos en Introd a cap 6 (vid), y que tanta importancia tiene en C. El Autor, como sabemos, la corroboró fuertemente en el Decenario de Francisca Javiera del Valle. Vid com / 223.

 «  234  »  ¡Cómo ennoblecemos el dolor, poniéndolo en el lugar que le corresponde (expiación) en la economía del espíritu!

Este texto que cierra, ya desde la edición de Cuenca, el cap "Penitencia", es la hermenéutica cristiana de todo el cap y debe ser puesto en inmediata relación con los tres primeros puntos: p / 208  y p / 209  (el dolor) y el p / 210  (la expiación), a los que sintetiza teológicamente. Vid com / 210. Ésta es la doctrina que predicaba a los primeros fieles del Opus Dei, como se refleja en el tenor redaccional de esta consideración en el Cuaderno V, donde fue escrita por primera vez:
"¡Cómo se ennoblece el dolor, en la Obra de Dios, poniéndolo en el lugar que le corresponde (expiación) en la economía del espíritu!" {Apínt, nº 557, 10-I-1932}.
Esa redacción se mantuvo en el velógrafo, lo que indica el interés primario del Beato Josemaría al preparar el fascículo. En la redacción del texto impreso de Cuenca –que pasa a la edición definitiva– el mensaje y la doctrina se formulan pensando en todos los cristianos.
La expresión "economía del espíritu" es un hapaxlegómenon en la obra del Josemaría Escrivá. Parece equivalente a "economía de la gracia", "economía de la salvación".

 «  EXAMEN  » 

Otro cap de nueva creación en Burgos, también en cuanto a sus contenidos: los doce puntos que lo integran son de nueva redacción. La lógica de su inclusión aparece clara cuando se comprueba su situación: después del cap "Penitencia", que reclama o presupone conversión, y antes del titulado "Propósitos", ambos ya presentes en la edición de Cuenca. Los propósitos para esa reforma de la propia vida, propuesta ya en el cap primero, sólo pueden forjarse desde una actitud de examen previo. Como podrá constatar el lector, la mayor parte de los puntos del cap tienen su trasfondo en el guión de una plática sobre "Examen" que el Autor hizo en Vergara el 5-IX-1938 durante los EjEsp predicados a los sacerdotes de la Diócesis de Vitoria {EjEsp, Plática "Examen", Vergara 5-IX-1938; guión nº 123}. Hay también alguna ficha procedente de la Legación de Honduras.

 «  235  »  Examen. –Labor diaria. –Contabilidad que no descuida nunca quien lleva un negocio.
¿Y hay negocio que valga más que el negocio de la vida eterna?

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Procede de los guiones de Vergara, donde se lee este apunte:
"Examen. Necesidad: los negocios serios de los hombres. Propia experiencia" {EjEsp, Plática "Examen", Vergara 5-IX-1938; guión nº 123}.
Este enfoque del examen de conciencia y esta manera de hacer notar su importancia –la comparación con los negocios– responde a la más antigua tradición en la Iglesia. San Juan Crisóstomo, por ej, escribía: "Examinemos nuestra conciencia siguiendo el ejemplo de los hombres de negocios, y hagamos nuestras cuentas para saber qué ganancia obtuvimos esta semana, cuál la semana pasada, y cuál la que debo obtener la semana próxima" {San Juan Crisóstomo, In Genesim 11, 2 (PG 53, 93); cfr ibidem 4, 6 y 23, 6 (PG 53, 45 y 206)}.
En nuestro siglo encontramos esta comparación en la Exhortación Haerent animos, del Papa San Pío X: "Sería una vergüenza que en esto [no hacer examen de conciencia] se cumplieran las palabras de Jesús: 'Los hijos de este siglo son más avisados que los hijos de la luz' (Lc 16, 8). Salta a la vista con qué cuidado administran sus negocios, la frecuencia con que revisan sus gastos y sus ingresos, la atención y el rigor con que llevan sus cuentas, cómo les duelen sus pérdidas y el enorme empeño que ponen en recuperarlas. Y nosotros quizá no pensamos más que en buscar honores, aumentar nuestro patrimonio, hacernos un nombre famoso por medio de la ciencia, descuidando con enorme negligencia el negocio más importante y más difícil: el de nuestra propia santificación" {San Pío X, Exhortación Haerent animos, al clero católico en el 50º aniversario de su ordenación sacerdotal, 4-VIII-1908 (Palabra, pg 354)}.
"Labor diaria". Ya San Agustín planteaba esa "labor": "cada día hemos de traer a examen nuestra vida" {"Necesse est ut per singulos dies vitam nostram ad judicium vocemus, et quid egimus per noctem et diem examinemus; et quanto ad bona facienda solito alacriores... Quisquis scilicet cor suum in hujusmodi studio exercet, audiat quid quidam sapiens dixit: 'scito te ipsum'" (San Agustín, De spiritu et anima, 51; PL 40, 817 B)}.
Vid p / 205  y com.

 «  236  »  A la hora del examen ve prevenido contra el demonio mudo.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Predicación de Vergara:
"Pueblo de X. –La caña de pescar. ¡Chico: si me descuido, qué cerquica le andaba! (Demonio mudo)" {EjEsp, Plática "Examen", Vergara 5-IX-1938; guión nº 123. "Pueblo de X.": así, en el guión. –Escrivá contó muchas veces esta experiencia pastoral, para ilustrar cómo el sacerdote debe ayudar a los penitentes a ser sinceros en la confesión (confesión "íntegra": Conc. de Trento, Decr. de Poenitentia, cap 5; DB 1679. La expresión baturra del penitente, contando después la "confesión" a los amigos, pone de manifiesto cómo la caña que echaba el sacerdote estuvo a punto de hacer que se sincerara por entero, pero se impuso el demonio mudo. El Autor contaba siempre con pena este sucedido. Vid Vázquez de Prada, I, pg 203}.
Vid también este texto de otra meditación predicada ese mismo día en Vergara:
"El sacerdote obra milagros: [como Jesús, Alter Christus!]. Sordos [arquero ciego {La analogía del arquero ciego en Casiano, Collationes, VIII, cap V; Neblí 20, 1998, pg 37ss} ], mudos [demonio mudo]" {EjEsp, Plática "Fe de los Apóstoles", Vergara 5-IX-1938; guión nº 128}.
"El demonio mudo". Es decir, el demonio que impide al cristiano decir la verdad, ser sincero en el examen y en la dirección espiritual y la confesión. La expresión, que se hará emblemática en los escritos y en la predicación del Beato Josemaría {Forja, 127: "Si el demonio mudo –del que nos habla el Evangelio– se mete en el alma, lo echa todo a perder. En cambio, si se le arroja inmediatamente, todo sale bien, se camina feliz, todo marcha. –Propósito firme: "sinceridad salvaje" en la dirección espiritual, con delicada educación..., y que esa sinceridad sea inmediata". Amigos de Dios, 188: "¿Cómo lograremos superar esas mezquindades? Insisto, por su importancia capital: con humildad, y con sinceridad en la dirección espiritual y en el Sacramento de la Penitencia. Id a los que orientan vuestra almas con el corazón abierto; no lo cerréis, porque si se mete el demonio mudo, es difícil de sacar". En la homilía a la que corresponden estas palabras hay un detenido tratamiento del tema "demonio mudo"} , parte de la meditación de los relatos evangélicos de expulsión de demonios y curación de mudos: "y le presentaron a un mudo, que tenía un demonio [...] y arrojado el demonio, habló el mudo" (Mt 9, 32 -33). "Espíritu sordo y mudo, ¡sal de él!" (Mc 9, 24).

 «  237  »  Examínate: despacio, con valentía. –¿No es cierto que tu mal humor y tu tristeza inmotivados –inmotivados, aparentemente– proceden de tu falta de decisión para romper los lazos sutiles, pero "concretos", que te tendió –arteramente, con paliativos– tu concupiscencia?

Texto de Honduras, muy probablemente. Está escrito sobre la octavilla 5 de la serie Lhz. Los "lazos sutiles" de este punto hay que ponerlos en relación - literaria y temática - con el "hilillo sutil" del p / 170. Vid com a este punto.

 «  238  »  El examen general parece defensa. –El particular, ataque. –El primero es la armadura. El segundo, espada toledana.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Apunte de Vergara:
"Examen general (defensa), que abarca todas las acciones, pensamientos y deseos: una armadura, contabilidad general. –Examen particular (fineza de Amor, una espada toledana)" {EjEsp, Plática "Examen", Vergara 5-IX-1938; guión nº 123}.
El Autor presupone en el lector una noticia suficiente sobre el examen de conciencia como práctica de la piedad cristiana e incluso –ya en cuanto a la manera de examinarse– un cierto conocimiento de la distinción entre examen "general" y "particular", que se ha hecho clásica a partir de Ignacio de Loyola {Ejercicios, 24-31 (examen particular), 32-43 (examen general); BAC 86, 2ª ed, 1963, pgs 204-208. Vid Antanas Liuima-André Dreville, "Examen particulier", en DSp, III, col. 1838 - 1849}. Por su parte, el Autor ilustra la distinción recurriendo, de una manera incisiva y gráfica, al símil del combate, tomado de la antigua imaginería bélica, tan frecuente en la patrística {"Como soldados espirituales, nobles y vigilantes, limpiad cada día vuestras armas espirituales, para que el adversario, viendo el esplendor de vuestra armadura, se mantenga a distancia y ni se le ocurra siquiera aproximarse" (vid San Juan Crisóstomo, Las catequesis bautismales, 11, 27; Aldo Ceresa-Gastaldo (ed.), Ciudad Nueva [Biblioteca de Patrística, 3], Madrid 1988, pg 172 y Catéchèses baptismales, 5, 27; Antoine Wenger (ed.), SCh 50, Paris 1957, pg 213)} y en la gran literatura espiritual para ilustrar el "bonum certamen fidei" al que San Pablo invitaba a Timoteo (1Tm 6, 12) y que estaba combatiendo el mismo Pablo (2Tm 4, 7).
Las espadas de Toledo eran universalmente conocidas por su calidad ya desde tiempos medievales y mientras se mantuvo floreciente esta industria {Algunos traductores han optado por eliminar el adjetivo "toledana" (inglesa: "the sword"; alemana: "ein scharfes Schwert"). Las versiones francesa e italiana lo mantienen (francés: "l'epée de Tolède", italiano: "spada toledana"). Esta última traducción anota: "La città de Toledo era celebre per la produzione di spade a lama corta e ben temprata, di gran pregio". Ver en la voz "Espada" de la Enciclopedia Espasa el apartado dedicado a la fabricación de espadas en Toledo (tomo 20, 1915, reimpresión de 1966, pg 1269s). La edición bilingüe Camino / The Way recupera la fidelidad al original: "a sword of Toledo"}. Vid com / 205.

 «  239  »  Una mirada al pasado. Y... ¿lamentarte? No: que es estéril. –Aprender: que es fecundo.

Texto escrito sobre una octavilla Bl y redactado posiblemente a partir de este apunte:
"Hay Cruz en España {Alusión a la situación dramática del país en medio de la cruenta guerra civil. El "no se acaba" parece referirse a la guerra. El Autor pone la situación en relación con una "falta de espíritu cristiano" en los ya "vencedores", que han vuelto a vivir "como si no hubiera guerra", sin espíritu de sacrificio y de servicio... El Beato Josemaría, a lo largo de toda su vida, predicó incansablemente la necesidad de la coherencia entre las obras y la fe}. –No se acaba. ¿Por qué? - Falta espíritu cristiano. Oración. Sacrificio. Expiación. Amor. Reparación. –Por ahí... como si no hubiera guerra: ¡todos! –¿Lamentarme? ¡Estéril! Pensar, ante Dios, qué medios puedo yo poner: ... y ponerlos: lo de siempre: perfección en las cosas pequeñas" {Meditación "Stabant iuxta Crucem (Jn 19, 25)", a las Teresianas, Vitoria 19-IX-1938; guión nº 114}.
El apunte de este guión pone de manifiesto que la reflexión del Autor recae sobre el problema o el drama colectivo que están viviendo, pero que inmediatamente lo mira en clave "personal", de responsabilidad personal y avanzando actitudes prácticas. La ocasión histórica queda trascendida en la formulación del punto, aplicable a la permanente experiencia del hombre. En realidad, y bajo esta peculiar perspectiva, el Autor está anticipando la doctrina que formulará más adelante en p / 292: la vida cristiana es un continuo "recomenzar".

 «  240  »  Pide luces. –Insiste: hasta dar con la raíz para aplicarle esa arma de combate que es el examen particular.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. De la predicación a sacerdotes en Vergara:
"Examen práctico, cada uno el suyo, un cuarto de hora a mediodía –a partir de los últimos ejercicios– de ordinario, durante estos días de santo recogimiento: hasta dar con la raíz, para aplicarle esa arma de combate que es el examen particular" {EjEsp, Plática "Examen", Vergara 5-IX-1938; guión nº 123. Vid com / 245}.
Vid p / 205  y 238

 «  241  »  1Con el examen particular has de ir derechamente a adquirir una virtud determinada o a arrancar el defecto que te domina.

Texto sobre ficha Re, procedente también, de la predicación en Vergara:
"Examen particular: Quitar la planta dañina. Cultivar la flor predilecta" {EjEsp, Plática "Examen", Vergara 5-IX-1938; guión nº 123}.
Es la doctrina clásica sobre el tema. El Autor, en línea con todo su planteamiento, acentúa el aspecto "positivo" de la lucha ascética: al redactar el punto de C invierte el orden habitual {Escribe, por ej, J. B. Chautard, El alma de todo apostolado, 1927, pg 181: "De acuerdo con su Director, el alma se propone fijarse de un modo más directo, durante la oración y en el transcurso del día en tal defecto o en tal virtud, raíz principal de otros muchos defectos o virtudes". Vid A. Tanquerey, Compendio de Teología ascética y mística, ed 1930, §§ 466-477} –que estaba incluso en el guión– y pone en primer lugar "adquirir una virtud determinada".

 «  242  »  "Lo que debo a Dios, por cristiano: mi falta de correspondencia, ante esa deuda, me ha hecho llorar de dolor: de dolor de Amor. ' Mea culpa! ' " –Bueno es que vayas reconociendo tus deudas: pero no olvides cómo se pagan: con lágrimas... y con obras.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Encontramos aquí el primero de los nueve puntos de C procedentes de las notas del retiro espiritual que el Beato Josemaría hizo en Pamplona –él solo, como era su costumbre en aquellos años–, en el Palacio episcopal {Acababa de cruzar la frontera francesa, evadido de la zona republicana y fue acogido fraternalmente por el Obispo de la Diócesis navarra, don Marcelino Olaechea. Los nueve puntos, siguiendo el orden de las anotaciones, son: p / 242, 250, 747, 603, 804, 438, 932, 733}. Están escritas en un cuaderno nuevo (Cuaderno VIII duplicado) que empezó al llegar a la zona nacional y fechó en Pamplona el 17 de diciembre, víspera del comienzo de los EjEsp. No estamos –en el caso de estos puntos– ante "consideraciones" transcritas en el Cuaderno para luego darlas a conocer, sino ante notas personalísimas, íntimas, de su examen y de su oración personal durante el retiro. Fue un año después (XII-1938) cuando, releyendo el Cuaderno para agregar nuevas consideraciones al libro que preparaba, las tomó como base de nuevos puntos de C. Este p / 242  es la primera de esas anotaciones que utiliza el Autor. La meditación del segundo día del retiro, 19-XII-1937, tenía como tema "Lo que debo a Dios, por cristiano", y escribió:
"Día 19 de diciembre. Lo que debo a Dios, por cristiano: Mi falta de correspondencia, ante esa deuda, me ha hecho llorar de dolor: de dolor de Amor. Mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa!..." {Cuaderno VIII dpdo, nº 1422; la cursiva es del original}.
Como se ve, el punto es autobiográfico, como los demás de esta serie de Pamplona. Él es el que lloraba en el Palacio episcopal examinando su vida.
Tres de estos puntos (p / 242, 250  y 438) son, redaccionalmente, prototípicos de la manera que Escrivá tiene de "ocultarse y desaparecer" (vid Introd a cap 41) cuando traslada a C textos de su Cuaderno. En los tres introduce a un tercer personaje, que aparece como el sujeto de las acciones, y el Autor, desde fuera, dialoga con él.
En este p / 242  recoge íntegro el texto de su anotación, y la entrecomilla: es la forma que tiene de asignarla a esa otra persona, con la que habla a continuación. En efecto, la segunda frase no está en el Cuaderno: fue redactada en Burgos para dialogar con esa persona, a la que le recuerda –"no olvides"– el "cariñoso reproche" que el Señor le hizo años antes: "¡obras son amores!" (vid p / 933  y com). Aquí sí que podemos decir lo que de tantos puntos de C: que el Autor se está exigiendo, ante todo, a sí mismo.

 «  243  »  "Qui fidelis est in minimo et in majori fidelis est" –quien es fiel en lo poco también lo es en lo mucho. –Son palabras de San Lucas que te señalan –haz examen– la raíz de tus descaminos.

Texto escrito sobre una octavilla Re. El pasaje de San Lucas es constante en la predicación de Josemaría Escrivá para inculcar la doctrina del cuidado de las "cosas pequeñas". Por ejemplo, en 1935 había escrito en una Instrucción a los fieles del Opus Dei:
"La inexperiencia unida a esas ambiciones de cosas grandes, lleva a la gente joven al mal camino de despreciar las cosas pequeñas: lo vulgar, lo de cada día, el detalle, el silencio..., el orden. Es preciso salir al paso de este error gravísimo, haciéndoles considerar aquella tan conocida frase del Eclesiástico (Si 19, 1): qui spernit modica paulatim decidet, el que desprecia las cosas pequeñas poco a poco cae en las grandes. Y aquel versículo de San Lucas: quien es fiel en lo poco, también lo es en lo mucho: y quien es injusto en lo poco, también lo es en lo mucho (Lc 16, 10)" {Instrucción, 9-I-1935, nº 219; la cursiva es del original. En el Cuaderno VI, nº 1013, 26-V-1933, se lee este solitario apunte: "In modico fidelis!...", tomado sin duda de Lc 19, 17}.
Poner el verso de San Lucas en relación con el examen es característico de este punto de C.

 «  244  »  Reacciona. –Oye lo que te dice el Espíritu Santo: "Si inimicus meus maledixisset mihi, sustinuissem utique" –si mi enemigo me ofende, no es extraño, y es más tolerable. Pero, tú... "tu vero homo unanimis, dux meus, et notus meus, qui simul mecum dulces capiebas cibos" –¡tú, mi amigo, mi apóstol, que te asientas a mi mesa y comes conmigo dulces manjares!

Octavilla Drv, escrita al dorso por el propio Autor: es un trozo de una carta interrumpida a Don Emiliano Amann (padre del protagonista del p / 106) y fechada el día de Navidad de 1938. (El otro trozo de la carta es el soporte del p / 632). Aparte de una tan exacta datación de la redacción del texto, no he visto un solo papel con referencia a este hermoso salmo, tan bellamente meditado en este punto. Sin duda que está situado en este cap "Examen" desde la perspectiva de la contrición, del dolor de Amor, adelantando la temática del p / 246. Una vez oí decir al Beato Josemaría, hablando del examen de conciencia, que el alma del examen era la contrición.
Este punto es característico de esa forma de meditación / paráfrasis de ciertos salmos de la que gustaba el Beato Josemaría {En Forja, 381 hay otro meditativo de técnica semejante: "¡Ah Jesús! –díselo tú también–: 'ut iumentum factus sum apud te!' –me has hecho tu borriquillo; no me dejes, 'et ego semper tecum!' –y estaré siempre Contigo. Llévame fuertemente atado con tu gracia: 'tenuisti manum dexteram meam...' –me has cogido por el ronzal; 'et in voluntate tua deduxisti me...' –y hazme cumplir tu Voluntad. ¡Y así te amaré por los siglos sin fin! –'et cum gloria suscepisti me!'"}.

 «  245  »  En días de retiro tu examen debe tener más hondura y más extensión que el tiempo habitual nocturno. –Si no, pierdes una gran ocasión de rectificar.

Texto escrito sobre una octavilla Drv, que tiene en el dorso una línea escrita a máquina. Texto de la misma época redaccional que el punto anterior. La matriz redaccional de este p / 245  está en la predicación de Vergara sobre "Examen":
"En días de retiro no es así: tiene toda la hondura y más extensión que el tiempo habitual nocturno" {EjEsp, Plática "Examen", Vergara 5-IX-1938; guión nº 123}.
Vid la anotación citada en p / 240, donde Escrivá proponía a los sacerdotes a los que predicaba los EjEsp que, durante esos días, hicieran un cuarto de hora de examen al mediodía.
"El tiempo habitual nocturno". El Autor presupone que ese examen diario se realiza al final de la jornada. Así lo recomendaba en la dirección espiritual:
"No me dejes todos los días, por la noche, el examen: es cuestión de tres minutos" {Carta de Josemaría Escrivá a Isidoro Zorzano, Madrid 14-VIII-1931; EF 310814-1}.
Es una práctica que se remonta a la época de los Padres: "Después de cenar –se escribía en el siglo V–, a la hora de irse a dormir, ya no hay nadie y la calma es perfecta: nadie turba la tranquilidad. Despierta entonces al tribunal de tu conciencia, que rinda cuentas..., recuérdale todo lo que ha hecho mal durante el día, y pide justicia a tu conciencia de todos sus malos pensamientos" {San Juan Crisóstomo, In Ps. 4, 8; PG 55, col. 51-52}.

 «  246  »  Acaba siempre tu examen con un acto de Amor –dolor de Amor–: por ti, por todos los pecados de los hombres... –Y considera el cuidado paternal de Dios, que te quitó los obstáculos para que no tropezases.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, procedente también de la plática de Vergara sobre el tema:
"Dolor y Dolor de Amor. Por mí, por todos los hombres. Por el amor que me ha tenido Dios, quitando los obstáculos" {EjEsp, Plática "Examen", Vergara 5-IX-1938; guión nº 123}.
En la predicación de Salamanca, seis meses antes se encuentra este apunte:
"Otro que vive vida sobrenatural y no ha sido pecador: Juan, el discípulo amado. Su llamada... Antes, precaver soberbia: Santa Teresita del Niño Jesús dice que Dios quitó los obstáculos. Por tanto, más Amor" {Retiro espiritual, Plática "Vida sobrenatural", Salamanca 25-I-1938; guión nº 91. La cursiva es mía}.
El cap se ha ido encaminando hacia estos puntos finales, que nos ofrecen el "alma" del examen. La doctrina de este punto, y ya antes el salmo meditado en el p / 244, sitúan de manera formal el ejercicio cotidiano del examen de conciencia en su lugar propio: la relación personal con Dios. El examen que hacemos los cristianos no es introspección: es una forma de oración. El Autor al exponer en el p / 90  los contenidos de la oración, los sintetiza diciendo que son: conocerle a Dios y "conocerte". Es decir, el examen de conciencia se realiza siempre en diálogo con el Señor, en oración. Una oración, por otra parte, que, al darnos el "propio conocimiento" (vid p / 609), es necesariamente una oración hecha de contrición ante Dios. El examen "acaba" –tiene su acabamiento, su perfección– en el "dolor de Amor", como se dice en el texto {Los textos de Santa Teresita a los que se refiere el Autor pueden ser éstos: "... cuando leía la vida de aquellos santos a los que el Señor quiso acariciar desde la cuna hasta el sepulcro, retirando de su camino todos los obstáculos que pudieran impedirles elevarse hacia él" (Ms A fol 2v; MEC 5, Burgos 1996, pg 84; la cursiva es mía). Y sobre todo el texto célebre del manuscrito C: "Pero voy a hacer otra suposición. El padre, sabiendo que en el camino de su hijo hay una piedra, se apresura a ir antes que él y la retira (sin que nadie lo vea). Ciertamente que el hijo, [39rº] objeto de la ternura previsora de su padre, si desconoce la desgracia de que su padre lo ha librado, no le manifestará su gratitud y le amará menos que si lo hubiese curado... Pero si llega a saber el peligro del que acaba de librarse, ¿no lo amará todavía mucho más?" (ibidem, fol 38v-39r; pg 113). Este pasaje lo citó el Autor, leyéndolo íntegro, en los EjEsp que predicó a los seminaristas de Valencia en noviembre de 1940: EjEsp , Meditación 1.4ª, Valencia 3-XI-1940; notas tomadas por Vicente Moreno, sacerdote; AGP, sec A, leg 100-38, carp 1, exp 18. Sobre este documento, vid nota en com / 704}. Una contrición que se llena de agradecimiento por la inmensa bondad de Dios. Vid p / 242, que vincula el "dolor de Amor" a los propósitos concretos.

 «  PROPÓSITOS  » 

1 Es éste un breve cap que en Cec tenía cinco consideraciones –una de Cem32, otra de Cem33 y tres tomadas directamente del Cuaderno de Apínt– y a las que se agregan otras seis en Burgos. Lo mismo que en caps anteriores, al volver sobre los materiales de Cec el Autor no altera el orden de los puntos de la edición precedente, sino que incrusta en su secuencia los de nueva creación. El cap tiene una interna relación con el cap precedente. El "examen", que en el cristiano lleva a la "contrición", tiene en el "propósito" un test de la autenticidad de ésta.

 «  247  »  Concreta. –Que no sean tus propósitos luces de bengala que brillan un instante para dejar como realidad amarga un palitroque negro e inútil que se tira con desprecio.

Anotación del Cuaderno VII, nº 1092, escrita la víspera de Navidad, año 1933:
"Concreta. Que no sean tus propósitos luces de bengala, que brillan un instante para dejar, como realidad amarga, un palitroque negro y sucio, que se tira con desprecio" {Previamente, ese mismo día había transcrito el futuro p / 456}.
Pero esta "catalina" parece ser la reelaboración, pensando ya en darla a conocer a otros, de una frase incidental que escribió el Autor, ese mismo año, en junio, durante sus EjEsp espirituales. La nota dice así:
"Omnes, cum Petro, ad Iesum per Mariam. Serviam! Regnare Christum volumus. Deo omnis gloria. Este ideal, de guerrear –y vencer– con las banderas de Cristo, solamente se hará realidad por la oración y el sacrificio, por la fe y el Amor. Pues..., ¡a orar, y a creer, y a sufrir, y a Amar! Concretamente (no quiero luces de bengala, que brillan un instante para dejar, como realidad triste, un palitroque negro y sucio, que se tira con desprecio), propósito práctico: vida de unión con mi Gran Rey-Cristo, haciéndolo todo –lo grande y lo pequeño– todo por Amor" {Apínt, nº 1716, 25-VI-1933}.

 «  248  »  ¡Eres tan joven! –Me pareces un barco que emprende la marcha. –Esa ligera desviación de ahora, si no la corriges, hará que al final no llegues a puerto.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, redactado a partir del esquema de predicación nº 131:
"Barco que emprende la marcha. Una ligera desviación, si no se corrige, hará que al final no llegue a puerto" {EjEsp, "Plática preparatoria", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 131}.
El Autor, para plantear el "camino" echa mano de esta ancestral experiencia marinera, que se reconduce al viejo axioma metafísico "parvus error in principio, magnus est in fine", con el que Tomás de Aquino, citando a Aristóteles, da comienzo su célebre De ente et essentia {S. Thomae Aquinatis Opusculum De ente et essentia, proemium, 1; Marietti, ed tertia, Turín 1957, pg 9; Aristóteles, I Caeli et Mundi, text. 33}.

 «  249  »  Haz pocos propósitos. –Haz propósitos concretos. –Y cúmplelos con la ayuda de Dios.

Texto ya presente en las cuartillas a velógrafo, procedente del Cuaderno VI, nº 951, 14-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 948, 177, 249}.
"Con la ayuda de Dios". No es el clima de este cap el propósito en cuanto fruto de un autoanálisis voluntarista, sino como correspondencia a la gracia de la contrición, correspondencia que se apoya, a su vez, en la ayuda divina {Es la doctrina de la tradición. Vid A. Tanquerey, Compendio de Teología ascética y mística, ed 1930, § 475}.

 «  250  »  Me has dicho, y te escuché en silencio: "Sí: quiero ser santo." Aunque esta afirmación, tan difuminada, tan general, me parezca de ordinario una tontería.

Original sobre una octavilla Bl. Es el segundo de los puntos de C que se forjan en los EjEsp de Pamplona, diciembre 1937 (vid p / 242). El texto de Apínt dice:
"Lloré –soy un llorón– leyendo una vida de D. Bosco, que pedí esta mañana al familiar del Sr. Obispo {Don Marcelino Olaechea, Obispo de Pamplona, que era salesiano. Su familiar era Vicente Ballester Domingo, también salesiano}. Sí: quiero ser santo. Aunque esta afirmación, tan difuminada, tan general, me parezca de ordinario una tontería {Cuaderno VIII dpdo, nº 1431, 20-XII-1937. De las notas de ese día procede también el p / 746}.
Como dije en com / 242, estamos ante uno de esos casos en los que el Autor se oculta, al redactar el punto de C, haciendo comparecer a una tercera persona y, así, exponer una íntima experiencia de oración personal en forma de diálogo, en el que escucha en labios de otro... su propia experiencia. Como se ve, procede aquí de diversa manera que en p / 242: ahora desdobla el texto del Cuaderno, y la primera parte la pone en boca del interlocutor y al lector propone como propia la segunda.
El Beato Josemaría, desde antiguo, tenía devoción personal a San Juan Bosco {El Beato Josemaría escribió varios elencos de santos de su devoción. En Cuaderno V, nº 618, 26-II-1932 da éste: "S. José, los Ángeles, las ánimas, Domingo, José de Calasanz, D. Bosco, Teresa, Ignacio, Xavier, Teresita...". Vid p / 402  y com}.

 «  251  »  ¡Mañana!: alguna vez es prudencia; muchas veces es el adverbio de los vencidos.

Texto ya presente en las cuartillas a velógrafo y en la edición de Cuenca, procedente del Cuaderno V, nº 717, 10-V-1932. Tenor literal idéntico al de Cem32.
En una Instrucción dirigida a los fieles del Opus Dei escribía en 1935:
"Practicad vosotros e inculcad en los jóvenes este convencimiento: en nuestro diccionario sobran dos palabras: mañana y después. ¡Hoy y ahora! No dejéis la labor para luego, y haced que no la dejen. [...] El retardar –mañana, después– estropea todo el apostolado" {Instrucción, 9-I-1935, nº 46}.
Vid también com / 15 y 17 y p / 253  y 254

 «  252  »  Haz este propósito determinado y firme: acordarte, cuando te den honras y alabanzas, de aquello que te avergüenza y sonroja.
Esto es tuyo; la alabanza y la gloria, de Dios.

Texto de la edición de Cuenca, procedente del Cuaderno VI, nº 1047, 11-VIII-1933, con esta variante: en el Cuaderno, en vez de "determinado y firme" se lee.
"firme y concreto". Punto en estrecha relación temática con el p / 589, que abre el cap 27, "Humildad". Vid com.

 «  253  »  Pórtate bien "ahora", sin acordarte de "ayer", que ya pasó, y sin preocuparte de "mañana", que no sabes si llegará para ti.

Texto que prolonga el tema de p / 251 en perspectiva escatológica. Procedente del Cuaderno VI, nº 1057, 6-X-1933, de allí pasó a la edición de Cuenca:
"Pórtate bien AHORA, sin acordarte de AYER, que ya pasó, y sin preocuparte de MAÑANA, que no sabes si llegará para ti".
Las tres palabras en mayúsculas están manuscritas así en el Cuaderno. En este punto y en el siguiente reaparece el tema de la "urgencia", de la "inminencia" de Dios que llama en el momento presente y que había salido ya, en la perspectiva del trabajo humano, en el p / 15. Vid com.

 «  254  »  ¡Ahora! Vuelve a tu vida noble ahora. –No te dejes engañar: "ahora" no es demasiado pronto... ni demasiado tarde.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Jef, sin aparente interrelación documental. Rasgos externos típicos de los puntos redactados en la fase final de preparación del libro. El texto parece fruto de una relectura del punto precedente, con el mismo sentido de la "inminencia" de Jesús que llama (Ap 3, 20: ecce sto ad ostium), o de la "urgencia" del "redimere tempus" paulino (Ef 5, 16). El "ahora" –aquí y en el p / 253– es el "hodie" del Sal 95, 7: "Utinam hodie vocem eius audiatis..." Como vemos, el Autor retoma el tema de p / 253, redactado en Cuenca, acentuando la "urgencia" de la conversión.

 «  255  »  ¿Quieres que te diga todo lo que pienso de "tu camino"? –Pues, mira: que si correspondes a la llamada, trabajarás por Cristo como el que más: que si te haces hombre de oración, tendrás la correspondencia de que hablo antes y buscarás, con hambre de sacrificio, los trabajos más duros.
Y serás feliz aquí y felicísimo luego, en la Vida.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Parece reflejar una conversación personal del Autor con un universitario, estudiante de Ingenieros, al que ya conocía de su labor apostólica en Madrid, y con el que reconecta en Burgos, recién llegado a esta ciudad. El reencuentro y la disposición del joven alférez le dio una gran alegría y anotó en su Cuaderno:
"A casa, Santa Clara 51 {El primer domicilio del Autor en Burgos: una modesta pensión}. Llega Joaquín V. de S., que come con nosotros. Tras la comida, salgo de paseo con este peque {"Peque": apócope de "pequeño" (Moliner, II, pg 633). Un peque es un niño. Palabra cariñosa con la que el Autor se refería a veces a los más jóvenes de su entorno apostólico}. Se expansiona: gran corazón. [...] Acaba confesándome que se siente llamado a entregarse "para trabajar como el que más". Le animo y le prometo ayudarle y hacer que le ayuden, con oraciones y sacrificios" {Apínt, nº 1475, 9-I-1938. Era el dia de su cumpleaños: 36}.
Pocos días después, desde Salamanca, donde Escrivá se encontraba a la sazón, una carta sale para el destino militar del joven:
"Jesús te me guarde, peque.
Mucho me estoy acordando de ti: no te extrañe: es debilidad del Padre con el hijo más chico.
¿Quieres que te diga todo lo que pienso de tu camino? Pues, mira: que, si correspondes a la llamada, trabajarás por Cristo como el que más: que, si te haces hombre de oración, tendrás la correspondencia de que hablo antes, y buscarás, con hambre de sacrificio, los trabajos más duros...: y serás feliz aquí y felicísimo luego, en la Vida.
Gaudium cum pace! No te olvides de tu Padre, que te abraza y te bendice.
Mariano" {Carta de Josemaría Escrivá a Joaquín Vega de Seoane, Salamanca 21-I-1938; EF-380121-2; la cursiva es del original. –Joaquín Vega de Seoane (1915) es Ingeniero de Minas y vive en Madrid. Conoció al Fundador del Opus Dei en 1936, en la Residencia de Ferraz cuando era estudiante de la Escuela de Ingeniero de Minas. En enero de 1938 volvieron a encontrarse en Burgos. Luego recibió otros destinos, pero se mantuvo el trato por medio de la correspondencia y con viajes a Burgos. Acabada la guerra, la relación se hizo más esporádica, aunque siempre cordial}.

 «  256  »  Esa llaga duele. –Pero está en vías de curación: sé consecuente con tus propósitos. Y pronto el dolor será gozosa paz.

Octavilla Bl, con interrelación documental dudosa. Podría estar en relación con este apunte de un guión de predicación de fecha 21-VIII-1938:
"¿Al tocarlo duele? Ahí está el mal!" {EjEsp, Plática "Espíritu de caridad", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 88}.

 «  257  »  Estás como un saco de arena. –No haces nada de tu parte. Y así no es extraño que comiences a sentir los síntomas de la tibieza. –Reacciona.

Punto escrito en Burgos sobre una octavilla Jef. Rasgos externos típicos de los puntos redactados en la fase final de preparación del texto, repasando los guiones de predicación. En uno utilizado en Salamanca, en el inicio mismo de la plática, después de invocar la luz de Dios para hacer bien, activamente, el retiro –Emitte lucem tuam et veritatem tuam (Sal 43, 3)–, escribe la palabra de contraste:
"No, como sacos de arena" {Salamanca, Retiro espiritual, Plática "Vida sobrenatural", 25-I-1938; guión nº 91; retiro predicado a las teresianas}.
La expresión era frecuente en su predicación más antigua para introducir un retiro espiritual:
"Sacos de arena. Cabezas llenas de pájaros. Corazones caídos –Silencio. La vista. Sta. María, S. José, el Angel C." {EjEsp, Plática preparatoria, Madrid 1932 ó 1933; guión nº 14}.
"1) Silencio. 2) No, sacos de arena. 3) Aprovechar tiempo libre (examen, propósitos...). 4) Activos: no, pasivos" {Ibidem (dorso)}.
"Los síntomas de la tibieza". Vid p / 331

 «  ESCRÚPULOS  » 

Este cap –el más corto de C– procede de Cem33. De allí tomó el Autor, al preparar la edición de Cuenca, las cd / 306 y 307, que pasaron a constituir en Cec el cap titulado así: "Escrúpulos". En Burgos agregó a continuación cinco octavillas, redactadas todas en la Legación de Honduras. Este pequeño conjunto se sitúa al final de la secuencia Oración –Mortificación y Penitencia –Examen –Propósitos: los escrúpulos son una prueba que Dios puede enviar al que le busca. El Autor la experimentó {Concretamente en 1937, durante el refugio en la Legación de Honduras, y antes, en 1933: "No me faltan sufrimientos. Ingratitudes, que me hacen ver, a lo vivo, cómo he sido yo con mi Dios. [...] Y, para que nada falte, escrúpulos... que me han hecho y me hacen sufrir estos días, y que yo quitaría en seguida de otras almas, y no sé quitar de la mía. Fiat, adimpleatur" (Cuaderno VI, nº 1040, 26-VII-1933)} , y transmite al lector un criterio claro: "No es de Dios lo que roba la paz del alma".

 «  258  »  Rechaza esos escrúpulos que te quitan la paz. –No es de Dios lo que roba la paz del alma.
Cuando Dios te visite sentirás la verdad de aquellos saludos: la paz os doy..., la paz os dejo..., la paz sea con vosotros...1, y esto, en medio de la tribulación.

Como ya hemos dicho, los dos puntos primeros del presente cap fueron transcritos en el Cuaderno VI, nº 942, el mismo día (9-III-1933) y consecutivamente, por el mismo orden que tienen en C. Ambos pasaron a las cuartillas a velógrafo y después a la edición de Cuenca. La redacción en el Cuaderno de este p / 258  es literalmente la que se encuentra en Cem33, como se refleja en el apcrít.
Ambos puntos se escribieron dentro de una larga "sentada" dedicada casi del.
todo a transcribir en su Cuaderno futuros puntos de C: trece fueron ese día {Son: 922, 522, 738, 258, 259, 941a, 949, 265, 80, 79, 189, 559, 90}. Comenzó así:
"¡Qué difícil me resulta sacar tiempo para escribir mis catalinas! Escribo de noche, son las diez y media, porque, si lo dejo, no sé cuándo tendré ocasión de anotar lo que hay pendiente. Vide Jn 13, 35  y 36" {Apínt, nº 941}.
Después de copiar los trece puntos, termina diciendo:
"Se hace tarde. Son las doce menos veinte y aún quedan cosas por anotar. Por hoy, la última catalina: ayer tiré al velógrafo una cuartilla, pidiendo oración y expiación, a fin de obtener luces del Señor" {Apínt, nº 945}.
Y enumera cuatro intenciones que en esos días le preocupaban. La tal cuartilla a multicopista iría a manos de los más allegados.
"Cuando Dios te visite". Sentido autobiográfico, experiencia personal del Autor, que se refiere a la irrupción del Señor en el alma "dándole oración" (vid com / 110) y la paz que el mundo no puede dar (cfr Jn 14, 27), incluso "en medio de la tribulación". Para el tema "las visitas del Señor", vid El Diálogo de Santa Catalina de Siena {"Mi visita al alma es de diversos modos: unas veces con una luz especial para el conocimiento de sí misma; otras, por la generosidad de mi bondad, hasta con contrición de sus pecados; otras poniéndole dentro de su espíritu la presencia de mi Verdad, de modos diversos según me place y el deseo que han tenido" (El Diálogo, cap 66; BAC 415, pg 170)}.

 «  259  »  ¡Todavía los escrúpulos! –Habla con sencillez y claridad a tu Director.
Obedece... y no empequeñezcas el Corazón amorosísimo del Señor.

Este punto tiene su original en el Cuaderno VI, a continuación del p / 258. Texto idéntico, en un único párrafo. Ambos puntos están en el Cuaderno, como en C, a modo de unidades autónomas. Con ellos, como dije en la Introd, construyó el minúsculo cap de Cec, cuyo mensaje es inequívoco y trasciende al ámbito de los "escrúpulos", que son concebidos por el Autor como una forma de "tribulación" de la que se sale por la "obediencia". La sinceridad personal y la fe en el Amor de Dios en Cristo son la base de la obediencia.

 «  260  »  Tristeza, apabullamiento. No me extraña: es la nube de polvo que levantó tu caída. Pero, ¡basta!: ¿acaso el viento de la gracia no llevó lejos esa nube?
Después, tu tristeza –si no la rechazas– bien podría ser la envoltura de tu soberbia. –¿Es que te creías perfecto e impecable?

Con este comienzan los puntos escritos en la Legación de Honduras, que fueron cinco. Vid Introd al cap. Estos cinco números son como momentos sintéticos de la Meditación "Militia est vita...", predicada por el Autor en la Legación el día 21-VI-1937. Todos ellos tienen una estructura semejante, basada en el binomio "pecado / gracia" (la cursiva es mía):
la nube tu caída / el viento de la gracia (p / 260)
no pienses más en eso / volvió la vida a tu alma (p / 261)
no pienses más en tu caída / Cristo te perdonó (p / 262)
tu derrota de hoy / victoria definitiva (p / 263)
caído así de hondo / te trajo de nuevo al Amor (p / 264)
Este p / 260  está escrito en la octavilla 21 de la serie Lhz y a mi parecer tiene como trasfondo el siguiente párrafo de la citada meditación:
"En esa pelea abundan victorias y derrotas. De estas últimas, ¡cuántas he sufrido, qué grandes y numerosas! ¡Cómo me avergüenzo de cada una! Pero no quiero que a esta vergüenza se mezcle el despecho o la tristeza. La tristeza de ser vencido es hija de la soberbia. La soberbia es la que nos hace formar un concepto elevado de nuestra excelencia y la que nos hace exclamar ante la derrota: ¡parece mentira que esto me suceda a mí! ¿Por qué ha de ser extraño que flaqueemos hasta en lo que parece más fácil y pequeño? Nunca sabremos suficientemente cuán enorme es nuestra miseria" {PredicHond, "Militia est vita", 21-VI-1937, pg 120s; XIX}.
En este texto de la Legación habla la humildad del Autor. Vid sobre el tema com / 151. Ver también com / 596

 «  261  »  Te prohibo que pienses más en eso. –En cambio, bendice a Dios, que volvió la vida a tu alma.

Otra octavilla de la serie Lh. Este punto y el siguiente son dos variaciones sobre el mismo tema: la libertad del cristiano, que es una "libertad liberada" a pesar de sus miserias. En éste p / 261, el Autor habla, además, con la autoridad del director espiritual que se dirige al penitente para que vea en el perdón sacramental el Amor de Dios con toda su fuerza transformadora. Era y es una praxis ascética habitual.

 «  262  »  No pienses más en tu caída. –Ese pensamiento, además de losa que te cubre y abruma, será fácilmente ocasión de próximas tentaciones. –Cristo te perdonó: olvídate del hombre viejo.

Sigue la serie Lh y la temática del punto anterior.
"El hombre viejo". Expresión de San Pablo: Rm 6, 6; Ef 4, 22; Col 3, 10. El fundamento de ese "olvido" que propone el Autor es claro: el "hombre viejo" ha sido crucificado con Cristo (Rm 6, 6). En la doctrina de San Pablo del hombre redimido en Cristo el binomio "hombre viejo-hombre nuevo" ocupa, como es sabido, un lugar preponderante. Aquél es "el que se corrompe siguiendo la seducción de las concupiscencias" (Ef 4, 22); éste es Cristo, del que debemos "revestirnos" (Ef 4, 23) para ser una "nueva creación" en Cristo (2Co 5, 17). A lo largo del libro el Autor va a utilizar abundantemente la "antropología" paulina para presentar la "lucha" del cristiano en el seguimiento fiel de Jesucristo. Vid p / 138  (sobre otro concepto paulino muy próximo al de "hombre viejo": "cuerpo de muerte") y 207 con su com. Vid también com / 195 y 507

 «  263  »  No te desalientes. –Te he visto luchar...: tu derrota de hoy es entrenamiento para la victoria definitiva.

Punto escrito sobre la octavilla 23 de la serie Lhz. Otro texto de la citada meditación:
"Hay, sin embargo, quien después de haber implorado la ayuda de Dios y puesto su coraje y sus fuerzas en el combate, es vencido una y otra vez. Algunos terminan, después de sucesivas derrotas, por desanimarse, y se sienten invadidos por el deseo de no afrontar la pelea. ¿Es que Dios no tiene calculado hasta el último grado de resistencia y fuerza de nuestros músculos? ¿Es que no nos conoce plenamente? Luchemos, pues, llenos de perseverancia y de confianza, sin desalentarnos por no poder desarraigar de nosotros tal defecto o acostumbrarnos a la práctica de tal virtud, sabiendo que Dios no permitirá que nuestras fuerzas se agoten sin lograr lo que sólo por su gloria emprendimos. ¿Acaso cuando estamos más desalentados, no vamos ya alcanzando la victoria? Si hemos respondido a la prueba, que quería contrastar nuestra paciencia o nuestra esperanza, y nos hemos esforzado lo que podíamos, el triunfo, sin duda, se acerca ya a nuestras manos" {Ibidem}.

 «  264  »  Te has portado bien..., aunque hayas caído así de hondo. –Te has portado bien, porque te humillaste, porque has rectificado, porque te has llenado de esperanza, y la esperanza te trajo de nuevo al Amor. –No pongas esa cara boba de pasmo: ¡te has portado bien! –Te alzaste del suelo: "surge", resonó de nuevo la voz poderosa, "et ambula!"1: ahora, ¡a trabajar!

Punto escrito sobre la octavilla 22 de la serie Lhz. En relación con este punto está también la meditación "Surge et ambula" de 21-V-1937:
"El Evangelio nos habla de aquel paralítico a quien, con atrevimiento, hijo de la santa desvergüenza, colocaron para su curación delante de Cristo. Las palabras de Jesús suenan dentro de nuestro corazón y lo llenan de aliento: tibi dico, surge (Lc 5, 24), a ti te digo, levántate. Después de la prueba, después de haber puesto los medios para salir de esa situación, surge et ambula! (ibid.), ¡levántate y anda! Y los caminos se abren, cuando el horizonte parecía más cerrado. Tibi dico, surge! Nos lo dice ya a nosotros; ¿no te vamos a creer? Sí, Dios nuestro, creemos y esperamos en Ti, queremos poner los medios para obtener de tu mano la curación. Sabemos que la recompensa de nuestra fe y de nuestra esperanza serán tus palabras de vida, palabras que devuelven la alegría y la luz: surge et ambula! La respuesta de Cristo es cierta, indefectible; pero, para obtenerla, creamos y esperemos en El y amémosle, con un amor fuerte que haga verdadera en nosotros nuestra afirmación de siempre: non est amor, nisi Amor" {PredicHond, "Surge et ambula", 21-V-1937, Viernes de las Témporas de Pentecostés, pg 89-91; XIII}.
Una síntesis de este punto, en un guión de predicación de agosto de 1938:
"Si caí, ... humildad: surge et ambula!" {Meditación "Santa Pureza", agosto 1938; guión nº 126}.
"La esperanza te trajo de nuevo al Amor". Parece que el Autor describe el proceso de la recuperación del alma: humildad, rectificación, fuerte esperanza, que arrastra al sujeto hacia el Amor, alcanzándole: "te trajo de nuevo al Amor" {Las traducciones inglesa y gallega pierden matices: "and that hope brought you back again to his Love"; "a esperanza tróuxote de novo o Amor". La alemana es exacta: "und die Hoffnung zog dich wieder zur Liebe hin"}.
"Non est amor, nisi Amor". Expresión muy habitual del Autor que, en su traducción castellana, constituye el p / 417  de C.

 «    I.B Vida interior, trabajo, amor    » 

 «  PRESENCIA DE DIOS  » 

[caps 11-21]
El cap "Presencia de Dios" es en sí mismo como una síntesis de esta Sección B de la Primera Parte de C. En Cec el cap tenía ocho consideraciones, de las que la primera y la última procedían de Cem33. Entre ambas el Autor situó otras cinco procedentes de Cem32 y una tomada directamente de su Cuaderno. La primera consideración, que permanece como punto primero del cap también en C, sitúa desde el principio la mirada del cristiano a Dios en clave de filiación divina: somos hijos de "nuestro Padre-Dios" {Vid el estudio de Ocáriz en Fernando Ocáriz-Ignacio de Celaya, Vivir como hijos de Dios. Estudios sobre el Beato Josemaría Escrivá, Eunsa ("NT. Religión"), Pamplona 1993, pgs 15-92; Jutta Burggraf, "El sentido de la filiación divina", en Santidad y mundo, 1996, pgs 109-128. También P. Rodríguez, Vocación, trabajo, contemplación, 1986, pgs 107-109 y 152-170; J. L. Illanes, La santificación del trabajo, 2001, pgs 134-145}. Todo el cap va dirigido, en efecto, a hacer aflorar en el cristiano la más radical consecuencia del Bautismo: el sentido de la filiación divina, verdadero "nervio central" {Álvaro del Portillo, "Prólogo" a Es Cristo que pasa, Madrid 1973, pg 13} del libro y del espíritu que difundió por el mundo el Beato Josemaría. Todo el cap transpira, por otra parte, lo que Víctor García Hoz ha llamado la "cercanía activa de Dios" {Víctor García Hoz, "Sobre la pedagogía de la lucha ascética en C", en Estudios sobre 'Camino', pgs 181-211, cita en pg 182} : la cercanía, podría decirse, de un Dios que es Padre.
Al plantear en Burgos la forma definitiva de este cap, el Autor agrega otros seis puntos y los coloca inmediatamente antes de la última consideración de Cuenca. Es evidente que desea que ésta siga siendo el último punto del cap. Y se comprende, porque el p / 278  da entrada, de la manera más sencilla, al cap siguiente, titulado "Vida sobrenatural": "Ten presencia de Dios –dice– y tendrás vida sobrenatural".

 «  265  »  Los hijos... ¡Cómo procuran comportarse dignamente cuando están delante de sus padres!
Y los hijos de Reyes, delante de su padre el Rey, ¡cómo procuran guardar la dignidad de la realeza!
Y tú... ¿no sabes que estás siempre delante del Gran Rey, tu Padre-Dios?

El cap comienza, como digo, con esta consideración de la presencia de Dios como "sentido de la filiación divina", que será tan característico del espíritu que difundió por todas partes el Beato Josemaría Escrivá {Más, es el fundamento de su propuesta apostólica, según los Estatutos de la Prelatura del Opus Dei: "Fundamentum solidum, quo omnia in Opere Dei constant, radixque fecunda singula vivificans, est sensus humilis ac sincerus filiationis divinae in Christo Iesu, ex quo dulciter creditur caritati paternae quam habet Deus in nobis" (Estatutos, 80 § 1; texto en P. Rodríguez-F. Ocáriz-J. L. Illanes, El Opus Dei en la Iglesia, 2000, pg 323)}. Este punto primero pertenece a aquella serie de trece puntos que escribió el 9-III-1933 (vid com / 258) y se encuentra en el Cuaderno VI, nº 943. El tenor literal del texto es idéntico con las variantes señaladas en apcrít.

 «  266  »  No tomes una decisión sin detenerte a considerar el asunto delante de Dios.

Texto apuntado dos veces en el Cuaderno VI, primero el 27-X-1932 {Transcribió ese día: p / 667, 266, 119  } (nº 853) y después en 14 de noviembre (nº 870) {Futuros puntos de C transcritos ese día: 736, 902, 266, 218. Después de copiar el que sería p / 218  escribió: "Creo que estas consideraciones anteriores ya estaban anotadas". Y es verdad de las tres últimas. El futuro p / 736  fue el único que ese día copió ex novo}. Vid lo que ya se dijo a este propósito en com / 218

 «  267  »  Es preciso convencerse de que Dios está junto a nosotros de continuo. –Vivimos como si el Señor estuviera allá lejos, donde brillan las estrellas, y no consideramos que también está siempre a nuestro lado.
Y está como un Padre amoroso –a cada uno de nosotros nos quiere más que todas las madres del mundo pueden querer a sus hijos–, ayudándonos, inspirándonos, bendiciendo... y perdonando.
¡Cuántas veces hemos hecho desarrugar el ceño de nuestros padres diciéndoles, después de una travesura: ¡ya no lo haré más! –Quizá aquel mismo día volvimos a caer de nuevo... Y nuestro padre, con fingida dureza en la voz, la cara seria, nos reprende..., a la par que se enternece su corazón, conocedor de nuestra flaqueza, pensando: pobre chico, ¡qué esfuerzos hace para portarse bien!
Preciso es que nos empapemos, que nos saturemos de que Padre y muy Padre nuestro es el Señor que está junto a nosotros y en los Cielos.

Se encuentra en el Cuaderno IV, nº 281, 12-IX-1931, fiesta del Dulce Nombre de María. Texto idéntico con las variantes anotadas en apcrít y sin la división en párrafos {En el Cuaderno antes de "a la par" había escrito y después corregido: "a la vez" (posiblemente al releer y darse cuenta de que acababa de usar la expresión "la voz")}.
Es uno de los puntos más extensos de C y, tal vez, uno de los más característicos del hondo sentido de la filiación divina que tuvo el Autor y que se manifiesta en todas las páginas del libro. Condensa este punto, en efecto, la predicación del Autor sobre la relación del cristiano con Dios, basada en la proximidad e intimidad amorosa del Señor {J. B. Chautard, El alma de todo apostolado, 1927, pg 173 nt 4, subraya el aspecto de proximidad de Dios en la oración: "El éxito de la oración depende muchas veces del cuidado puesto en considerar al Interlocutor como presente y viviente y no como un ser alejado y pasivo, es decir, como un ser abstracto. Hay que convencerse firmemente que Dios no quiere ni exige para esta conversación que se ha de tener con Él, otra cosa que la buena voluntad. El alma que, asediada por las distracciones acude todos los días paciente y filialmente a su divino Interlocutor, hace una excelente oración. Dios suple todo lo demás". El Autor de C subraya la presencia paternal de Dios no sólo en la oración sino siempre y en todas partes} y, sobre todo, en que ese Dios –interior intimo meo {San Agustín, Confessiones, lib 3, cap 6, 11; BAC 11, 4ª ed, Madrid 1963, pg 136}– es Padre lleno de Amor misericordioso al hombre. Esa predicación, a la vez que recogía el meollo de la tradición cristiana, reflejaba su propia experiencia espiritual. Al año siguiente, al comenzar su retiro en Segovia, escribía:
Día primero. Dios es mi Padre. –Y no salgo de esta consideración" {Es la primera anotación de sus EjEsp de 1932 (Apínt, nº 1637, 4-X-1932); la cursiva es del original}.
El tenor espiritual del punto se inscribe, por otra parte, en una consideración del Padre de las misericordias hecha desde el "niño", desde la "vida de infancia", y desde la analogía que brinda al Autor su gozosa experiencia de hijo en relación al amor de sus padres.
Esto que decimos cobra un sentido aún más hondo si se tiene presente que este punto está escrito en medio de una contradicción y sufrimiento que se recrudece en aquellos meses. Tres días antes escribía:
"Día 9 de septiembre de 1931: Estoy con una tribulación y desamparo grandes. ¿Motivos? Realmente, los de siempre. Pero, es algo personalísimo que, sin quitarme la confianza en mi Dios, me hace sufrir, porque no veo salida humana posible a mi situación {Ya sabe que va a dejar el Patronato de Enfermos –lo dejará en octubre– y, como consecuencia, sin la contribución económica de esa capellanía. Sin horizonte seguro de otra "colocación" eclesiástica (sin resolver la posibilidad, que terminará saliendo, de la capellanía del Patronato de Santa Isabel). Con la familia –madre y dos hermanos– a su cargo, pendientes de sus ingresos... Y con la decisión en aquellos meses de no "pedir" al Señor, sino abandonarse en sus brazos..}. Se presentan tentaciones de rebeldía: y digo serviam!" {Cuaderno IV, nº 274}.
En medio del abatimiento, la fuerza de Dios. Y el Autor de C redacta esta consideración, que es por completo autobiográfica. El "es preciso convencerse..." testimonia ante todo la batalla de la fe, en la que el Espíritu se abre paso en Josemaría Escrivá concediéndole, de una manera escalonada, una experiencia de la paternidad amorosa de Dios, que tiene un momento importante en la oración del 22 de septiembre y culminará en el evento místico del 17 de octubre.
El 22-IX-1931 anota en el Cuaderno IV, nº 296:
"Estuve considerando las bondades de Dios conmigo y, lleno de gozo interior, hubiera gritado por la calle, para que todo el mundo se enterara de mi agradecimiento filial: ¡Padre, Padre! Y –si no gritando– por lo bajo, anduve llamándole así (¡Padre!) muchas veces, seguro de agradarle. Otra cosa no busco: sólo quiero su agrado y su Gloria: todo para El".
Esta meditación de la paternidad de Dios –Escrivá pone su inteligencia y su corazón en ese "considerar"– es como una preparación espiritual de lo ocurrido el día 17-X-1931, que narrará con las siguientes palabras (en el mismo Cuaderno, nº 334):
"Día de Santa Eduvigis 1931: Quise hacer oración, después de la Misa, en la quietud de mi iglesia {La del Patronato de Santa Isabel, en Atocha}. No lo conseguí. En Atocha compré un periódico (el ABC) y tomé el tranvía. A estas horas, al escribir esto, no he podido leer más que un párrafo del diario. Sentí afluir la oración de afectos, copiosa y ardiente. Así estuve en el tranvía y hasta mi casa {Vivía entonces con la familia en la calle Viriato, 24}. Esto que hago, esta nota, realmente, es una continuación, sólo interrumpida para cambiar dos palabras con los míos".
Nada escribió en su anotación sobre el contenido de esa "oración de afectos, copiosa y ardiente". Pero lo ha dicho al rememorar en muy diversas ocasiones este acontecimiento:
"Os podría decir hasta cuándo, hasta el momento, hasta dónde fue aquella primera oración de hijo de Dios. Aprendí a llamar Padre, en el Padrenuestro, desde niño; pero sentir, ver, admirar {"Sentir, ver, admirar". Son palabras que corresponden a una verdadera experiencia mística. Lo de septiembre era "consideración" llena del gozo del Espíritu, pero lo de aquel 17 de octubre fue una efusión trinitaria que le puso en la más alta contemplación} ese querer de Dios de que seamos hijos suyos..., en la calle y en un tranvía –una hora, hora y media, no lo sé–; Abba, Pater!, tenía que gritar" {Notas de una meditación, Roma 24-XII-1969; AGP, sec A, leg 51}.
Solía decir que fue una de las veces en que el Señor le concedió una oración más alta. Iba en el tranvía y después a pie, hasta su casa, lleno de Dios, como borracho, diciendo en voz alta: Abba, Pater! "Me debieron tomar por loco", escribió años más tarde, rememorando el evento {Carta 9-I-1959, n. 60; AGP, sec A, leg 53-4, carp 2, exp 1. En esas rememoraciones el Autor ponía en relación la experiencia del 17 de octubre del 31 con la captación del sentido de la filiación divina en cuanto fundamento de la vida espiritual de los fieles del Opus Dei. Así se lo oí personalmente explicar en diversas ocasiones. He aquí algunos textos: "Entendí que la filiación divina había de ser una característica fundamental de nuestra espiritualidad: Abba, Pater! Y que, al vivir la filiación divina, los hijos míos se encontrarían llenos de alegría y de paz, protegidos por un muro inexpugnable; que sabrían ser apóstoles de esta alegría, y sabrían comunicar su paz, también en el sufrimiento propio o ajeno. Justamente por eso: porque estamos persuadidos de que Dios es nuestro Padre" (Carta 8-XII-1949, n. 41; AGP, sec A, leg 53-3, carp 8, exp 1). "Aquel día, aquel día quiso de una manera explícita, clara, terminante, que, conmigo, vosotros os sintáis siempre hijos de Dios, de este Padre que está en los cielos y que nos dará lo que pidamos en nombre de su Hijo" (Notas de la citada meditación, Roma 24-XII-1969; AGP, sec A, leg 51). Vid Vázquez de Prada, I, pgs 388-392}.
Unos meses después leemos en su Cuaderno esta escueta información:
"Pepe R. tiró al velógrafo una cuartilla que le llevé –la primera de una serie–, titulada 'Dios es nuestro Padre' " {Cuaderno V, nº 566, 16-I-1932}.
De esa cuartilla y de la anunciada serie no sabemos nada. Vid com / 435.

 «  268  »  Acostúmbrate a elevar tu corazón a Dios, en acción de gracias, muchas veces al día. –Porque te da esto y lo otro. –Porque te han despreciado. –Porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes.
Porque hizo tan hermosa a su Madre, que es también Madre tuya. –Porque creó el Sol y la Luna y aquel animal y aquella otra planta. –Porque hizo a aquel hombre elocuente y a ti te hizo premioso.
Dale gracias por todo, porque todo es bueno.

El texto original se encuentra en el Cuaderno V, nº 519. Escrito y transcrito el 28-XII-1931, junto con otros cuatro futuros puntos {Son: 920, 268, 5, 944, 186}. Su tenor literal es idéntico, pero aquí comienza así: "Niño: acostúmbrate, etc.".
Este punto fue escrito tres meses después del anterior. El "clima" es el mismo (con la misma nota de vida de infancia en el original del Cuaderno: "Niño..."): sufrimiento, vida de fe, amor a la Voluntad divina. Ahora el Autor está lleno de admiración y agradecimiento ante la bondad de Dios, reconocida en el plan de creación y redención y en la manera paradójica de darse la historia personal del hombre. El punto es como una incisiva paráfrasis del "cantantes et psallentes in cordibus vestris Domino" de San Pablo (Ef 5, 19). En la secuencia de ideas y de experiencias del Autor es el sentido de la filiación divina el que provoca esa continua y omniabarcante acción de gracias, de la que habla el Apóstol allí mismo: "gracias por todo" {La dimensión paradójica y autobiográfica y la conexión con el "clima" del punto anterior aparecen sobre todo en el "Porque te han despreciado. –Porque no tienes lo que necesitas"}. El Beato Josemaría añade, con radicalidad, un "porque todo es bueno", que es la total aceptación de su concreta situación personal y que parece un eco de la Palabra de Dios mirando a la creación (Gn 1, 31) y del "omnia cooperantur in bonum" de Rm 8, 28. Así lo dirá formalmente en la predicación de Vitoria {"Los sucesos que nos acaecen son mensajeros de Dios. ¿Azar? ¡Providencia! Dios-Padre. Todo es bueno. Scimus autem quoniam diligentibus Deum omnia cooperantur in bonum (Rm 8, 28)" (EjEsp, Meditación "Principio y fundamento", Vitoria 18-VIII-1938 (27-VIII-1938); guión nº 98). "Raciocinio: me quiere... sabe mucho, puede todo. Luego, todo es bueno. ¡Todo es bueno! in bonum... omnia cooperantur in bonum (Rm 8, 28). Lauda filia Sion: jubila, Israel" (EjEsp, Plática "Espíritu de alegría", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 94)}. Ya antes ambas expresiones aparecen unidas en esta carta escrita desde la "noche oscura" en la Legación de Honduras:
"Mucho ánimo, ¿eh? Procurad que todos estén contentos: todo es para bien: todo es bueno. Escribid en este sentido a Paco y a Pedro" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Madrid, Madrid (Legación de Honduras) 17-V-1937; EF 370517-1; el subrayado es mío. Vid p / 151 y com. Paco y Pedro: Francisco Botella y Pedro Casciaro, que están en Valencia. A ellos les dice en junio: "Que os animéis. Que os alegréis, si, naturalmente, os habéis entristecido. Todo es para bien" (Carta del Autor a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid (Legación de Honduras) 15-VI-1937; EF 370615-1; la cursiva es mía)}.
Lo mismo que el p / 267, también éste que comentamos se diría que gravitaba sobre los EjEsp de Segovia al año siguiente, cuando escribe a propósito del cumplimiento de la Voluntad de Dios:
"Medios: dar gracias al Señor por todo, porque todo es bueno... y es su amable Voluntad" {Apínt, nº 1698. El texto fue escrito el 10-X-1932, al final de su Retiro, para responder a unas cuestiones que le señaló su confesor el P. Sánchez. La tercera estaba formulada así: "III. Virtud particular: medios". Parte del texto pasó a Forja, nº 48: "Ojalá pueda decirse que la característica que define tu vida es 'amar la Voluntad de Dios' ". Vid en Vázquez de Prada, I, pgs 459-474 una consideración de aquel retiro espiritual "junto a San Juan de la Cruz"}.
Poco después de terminar de escribir C, todavía en Burgos y cuando se disponía a ir a Madrid –finalizaba la guerra civil–, el Autor escribe:
"Mucho tendremos que trabajar, pero hay que mirarlo todo –sea lo que sea– con alegría y con optimismo. ¡Todo es bueno!" {Carta de Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Burgos 23-III-1939; EF 390323-6}.
Como vemos, el Beato Josemaría pasa con naturalidad de la bondad ontológica de la Creación –fruto del acto creador de Dios: todo es bueno {"No son malos los alimentos, sino la gula; ni la procreación de los hijos, sino la fornicación; ni las riquezas, sino la avaricia; ni la gloria, sino la vanagloria. Si es así, ninguno entre los seres es malo, a no ser el abuso que viene de la negligencia del intelecto en cultivarse a sí mismo" (Máximo el Confesor, Centurias sobre la caridad, 3, 4; Biblioteca de Patrística 37, Madrid 1997, pg 143)} –a la misteriosa bondad de la Historia– fruto de acción redentora de Cristo: todo es para bien - y todo le lleva a la acción de gracias.
Vid com / 311: omnia in bonum.

 «  269  »  No seas tan ciego o tan atolondrado que dejes de meterte dentro de cada Sagrario cuando divises los muros o torres de las casas del Señor. –Él te espera.
No seas tan ciego o tan atolondrado que dejes de rezar a María Inmaculada una jaculatoria siquiera cuando pases junto a los lugares donde sabes que se ofende a Cristo.

Punto escrito pocos días después del anterior: 1-I-1932. Está en el nº 532 {Es el último de los cuatro puntos que escribió ese día: 387, 390, 898, 269}. El tema sigue siendo el del cap: las formas de actualizar la presencia de Dios en la vida del cristiano. Pasa ahora el Autor de la acción de gracias a la "comunión espiritual" con Cristo (aparece el tema del Sagrario, de fuerte vigencia a lo largo de todo el libro) e incoa el "espíritu de desagravio" (en clave mariana). En los Cuadernos el clima sigue siendo la vida de infancia (el texto tiene este tenor: "niño tonto: No seas tan ciego, etc.)
Lo que el Autor propone a los lectores lo tenía fuertemente incorporado a su praxis diaria. Es interesante en este sentido esta carta de 1934, desde Monzón, en la que cuenta a los estudiantes de la recién abierta Residencia de Ferraz, anécdotas del viaje que había tenido que hacer a tierras de Aragón. Hablando de los distintos desplazamientos, en tren, en autobús, les dice:
"Yo me dediqué –ya desde Madrid– a un deporte a lo divino: otear el horizonte, para decirle algo a Jesús en los Sagrarios del camino. Además esta mañana he rezado el Breviario con más solemnidad que en el coro de una Catedral: invité a cantar, conmigo, las alabanzas del Señor a todos los Custodios que venían en mi departamento. ¡Nunca me perdáis de vista a los Angeles, hijos míos!" {Carta de Josemaría Escrivá a los Residentes de Ferraz, Monzón (Huesca) 17-IX-1934; EF 340917-2. Sobre este viaje vid Vázquez de Prada, I, pgs 524-528}.

 «  270  »  ¿No te alegra si has descubierto en tu camino habitual por las calles de la urbe ¡otro Sagrario!?

Punto escrito quince días después, que prolonga el tema del amor a Cristo en el Sagrario: 14-I-1932, nº 565 en el Cuaderno V:
"Niño, ¿no te alegras, si has descubierto, en tu caminar habitual por las calles de la urbe, ¡otro Sagrario!?" {Cursiva del Autor. Futuros puntos de C transcritos ese día: 862, 220, 208, 270}.
Es un texto claramente autobiográfico, que describe el tipo de vida que llevaba en aquellos años, recién llegado a Madrid, yendo de un lado para otro –grandes caminatas– en su labor pastoral. Significativo que en el texto del Cuaderno no dice tu camino, sino tu caminar, pues eso era lo que hacía el Autor, en la dirección que fuese, "por las calles de la urbe" {Esa misma mirada buscadora de Dios en la ciudad le llevaba a encontrar recónditas imágenes de la Virgen en monumentos y edificios, inadvertidas para otros ojos. Apunte en una meditación de 1935: "Y ¡cómo la queremos! Mimos de un alma enamorada: imágenes en las calles... y Ella sonríe" (EjEsp , Plática "La Virgen Santísima", Madrid enero 1935; guión nº 20). Sobre el tema vid P. Casciaro, Soñad, 11ª ed, 1999, pgs 27-28}. El "descubrimiento" de los Sagrarios fundamenta la piadosa costumbre de "asaltarlos". Vid p / 876  y com.

 «  271  »  Decía un alma de oración: en las intenciones, sea Jesús nuestro fin; en los afectos, nuestro Amor; en la palabra, nuestro asunto; en las acciones, nuestro modelo.

La presencia de Dios, que era la presencia del Padre en los p / 265 -268, se ha hecho cristológica en éste y en los dos anteriores: de la presencia real-sustancial de Cristo en el Sagrario pasa ahora el Autor a la presencia configurante de Jesús en el sujeto cristiano.
¿Quién es esta "alma de oración"? ¿Es una forma de expresar el Autor su propia propuesta? Si buscamos en el Cuaderno VI, nº 1067, 21-X-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 795, 271, 59, 470, 434} , que es donde se encuentra el texto original, no se aplaca nuestro deseo de saber: tiene un tenor casi idéntico {En vez de "en la palabra" se lee: "en las palabras"} :
Pero si indagamos el fondo y la forma de lo expresado, aparece San Juan de la Cruz, cuando escribe en la Noche oscura:
"Tan solícita anda el alma, que en todas las cosas busca al Amado; en todo cuanto piensa, luego piensa en el Amado; en cuanto habla, en cuantos negocios se ofrecen, luego es hablar y tratar del Amado; cuando come, cuando duerme, cuando vela, cuando hace cualquier cosa, todo su cuidado es en el Amado, según arriba queda dicho en las ansias de amor" {Noche oscura, 2, 19, 2; BAC 15, 13ª ed, Madrid 1991, pg 569s}.
¿Sería Juan de la Cruz? Aunque ya desde la época patrística se nos ofrecen hermosas formas del carácter absoluto de Cristo en la "conversación" del cristiano, como este comentario de Ambrosio de Milán al salmo 36:
"Que el tema de nuestra conversación sea el Señor Jesús, porque él es la sabiduría, él es la palabra, la Palabra de Dios [...]. Hablemos siempre de él. Si hablamos sobre la sabiduría, ¡es él!; si hablamos de la justicia, ¡es él!; si hablamos de la paz, él es la paz; si hablamos de la verdad y de la vida y de la redención, ¡es él!" {San Ambrosio, In Ps. 36, 65; CSEL, 123s. El texto se lee en el Oficio de Lectura del jueves de la VIª Semana del Tiempo Ordinario}.
Juan Pablo II, en una reciente intervención, citaba este p / 271  de C en relación con el sentido del cap II de su Carta Apostólica Novo millennio ineunte, titulado: "Un rostro para contemplar" {Cfr Juan Pablo II, Discurso, Roma 17-III-2001. El Papa se dirigía a los participantes en el Encuentro sobre la Novo millennio ineunte promovido por la Prelatura del Opus Dei. Texto en L ' Osservatore Romano, 18-III-2001}.

 «  272  »  Emplea esas santas "industrias humanas" que te aconsejé para no perder la presencia de Dios: jaculatorias, actos de Amor y desagravio, comuniones espirituales, "miradas" a la imagen de Nuestra Señora.

Comienza el conjunto de textos nuevos que el Autor incorpora al cap en Burgos. El p / 272  está escrito en una octavilla de la serie Bpr (16-XI-1938), que corresponde a las fases finales de la redacción. Su punto de partida bien pudo ser este apunte de la hora santa que dirigió a los Propagandistas en Burgos la noche del 29-VI-1938:
"Oración. Santas industrias de los santos: Sta. Teresita, pajitas, niña y lazo..." {Plática "Pedro y Pablo, instrumentos", predicada a los Propagandistas, Burgos 29-VI-1938; guión nº 81. Casi el mismo apunte se lee también en Plática sin título (Oración), San Sebastián 22-V-1938; guión nº 100}.
"Industrias humanas". Una vez más el gusto de Escrivá por el lenguaje de los clásicos de la espiritualidad del siglo XVI, a los que leía continuamente. Hablando de métodos de oración, escribe San Juan de Ávila: "Y no os digo esto para quitar las industrias razonables que de nuestra parte hemos de poner" {Audi, filia, cap 75; BAC 302, 1970, pg 747, lin 7729-31}. La expresión "industrias humanas" era habitual en la predicación del Fundador del Opus Dei.

 «  273  »  ¡Solo! –No estás solo. Te hacemos mucha compañía desde lejos. –Además..., asentado en tu alma en gracia, el Espíritu Santo –Dios contigo– va dando tono sobrenatural a todos tu pensamientos, deseos y obras.

Texto redactado en Burgos, segundo período, escrito sobre una octavilla Bl. Un punto que adelanta el tema "comunión de los santos" (vid cap de este nombre) y saca conclusiones de la doctrina sobre la presencia del Espíritu Santo en el alma. Era tema muy frecuente en las cartas que escribía el Autor de C a los que se encontraban aislados con motivo de la guerra civil española y de ese contexto brota sin duda este p / 273. Unos cuantos textos:
"En fin: a última hora, verdad es que todos nosotros, estamos siempre muy unidos. ¡Nadie puede decir que está solo!" {Carta de Josemaría Escrivá a Enrique Alonso-Martínez, Burgos, 8-IV-1938; EF 380408-1}.
"Aquí me tenéis como en mi propia casa: sólo me faltáis vosotros, pero, ¡si supierais cuánta compañía os hago, a cada uno, durante el día y durante la noche!" {Carta de Josemaría Escrivá a los de Burgos, Ávila 11-VIII-1938; EF 380811-1. En Ávila estaba preparando la predicación de los EjEsp que iba a dar en Vitoria y en Vergara}.
"Cúmpleme las Normas. Desde aquí te hago más compañía de lo que piensas" {Carta de Josemaría Escrivá a Eduardo Alastrué, Burgos, 5-XI-1938; EF 381105-1}.
Y en este punto se verifica lo mismo que en tantos otros. Lo que es correspondencia epistolar es también su tema de oración y de predicación. El Autor habla, ora, escribe y predica lo mismo: Jesús y su misterio, como acaba de decir en el p / 271:
"Comunión de los santos. –Eslabones de una misma cadena. –Nunca estás solo: oración, mortificación, estudio, apostolados" {Retiro espiritual, Meditación "Espíritu de sacrificio", Salamanca 25-I-1938; guión nº 93}.
"Dios con nosotros: el Espíritu Santo. Alium Paraclitum dabo vobis, Spiritum veritatis. (Jn 14, 16 -17). Ecce ego vobiscum sum omnibus diebus, usque ad consummationem saeculi (Mt 26, 28)" {EjEsp, Plática "Espíritu de alegría", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 94}.

 «  274  »  "Padre –me decía aquel muchachote (¿qué habrá sido de él?), buen estudiante de la Central–, pensaba en lo que usted me dijo... ¡que soy hijo de Dios!, y me sorprendí por la calle, 'engallado' el cuerpo y soberbio por dentro... ¡hijo de Dios!".
Le aconsejé, con segura conciencia, fomentar la "soberbia".

Punto escrito sobre octavilla Jef, posiblemente a partir del repaso del material epistolar y de predicación que hace en diciembre de 1938. La anécdota que narra está, como el texto del punto anterior, en los guiones del retiro de enero en Salamanca y de los EjEsp en Vitoria:
"Filiación divina. ¡Yo soy hijo de Dios! –Consecuencias: todo lo de mi Padre es mío: ad majora natus sum: su Madre, sus sacramentos, su Iglesia, sus ángeles, su Cielo... –Ejemplo del joven 'que se engallaba '..." {Retiro espiritual, Plática "Vida sobrenatural", Salamanca 25-I-1938; guión nº 91}.
" –La alegría de ser hijos de Dios: el joven que se 'engallaba'. El que se vestía de fiesta" {EjEsp, Plática "Espíritu de alegría", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 94}.
La anécdota, con lenguaje paradójico de fuerte incidencia en el alma, sitúa de nuevo al lector en el núcleo del cap, expresado desde su primer punto: la conciencia renovada de la filiación divina como "revolución" en el hombre cristiano.
Al Autor, en alguna ocasión le preguntaron discretamente por la identidad de aquel joven estudiante "de la Central" {Expresión usual en el mundo académico y universitario para designar a la que por aquellos años se llamaba "Universidad Central de Madrid", la única que concedía entonces el título de Doctor y a la que debían, por tanto, acudir los Licenciados de las demás Universidades de España que deseaban doctorarse. Ése era uno de los motivos por los que el Autor de C se encontraba en Madrid. Esta Universidad es la que hoy se llama "Universidad Complutense". Las traducciones inglesa, alemana, italiana, francesa y brasileña ponen una nota de pie de página para explicar que la Central es el nombre que se daba a la Universidad de Madrid cuando se escribió C. La traducción polaca dice "dobry student uniwersitetu" sin indicar nombre alguno. Trad. catalana: "bon estudiant universitari". Trad. gallega: "bo estudiante na Universidade"}. En 24-X-1972, en otra reunión pública, precisamente en Madrid, alguien volvió sobre el tema, bajo esta forma: "Padre, ¿qué le dijo usted a aquel estudiante?". He aquí la respuesta:
"Lo pone allí: que siguiera con ese orgullo para adelante, y que eso era bueno" {Notas de una tertulia, Madrid 24-X-1972; AGP, sec A, leg 51}.
No dijo ningún nombre, pero comentó:
"Lo único que puedo decir de ése es que es arquitecto, y que no es del Opus Dei".
Personalmente he tenido interés en identificar –a partir de estos datos– esta simpática figura –que ha dado lugar a uno de los más famosos puntos de C–, pero sin conseguirlo. La forma de redacción del punto que comentamos revela que el Autor, cuando escribe, piensa en alguien con el que había perdido todo contacto ya antes de la guerra civil, o bien con el que mantenía el contacto, pero del que desconoce su suerte en aquellos años de la guerra civil: "¿que habrá sido de él?". Si era de los que mantenía contacto, no estaba en la zona "nacional" en las fechas en que se escribe la "gaitica", pues ya mucho antes Josemaría Escrivá tenía perfectamente situados a toda la gente que circulaba en su entorno y por la Residencia de Ferraz y que ahora se encontraba en ese lado de la contienda. Por otra parte, los miembros del Opus Dei de la zona republicana estaban igualmente localizados y en contacto unos con otros y con el Fundador. Todo esto es muy coherente con las palabras de 1972: que no era del Opus Dei.
Lo de que arquitecto y la la alusión a la Central sorprende a primera vista, pues la Escuela de Arquitectura no formaba parte entonces de la Universidad. Pero se explica, porque los futuros arquitectos debían cursar en la Universidad los dos primeros años de la Licenciatura en Ciencias Exactas. En todo caso, el Autor se expresa en el texto con afecto a esa persona, es evidente, pero a la vez con una cierta lejanía. No parece que sean sólo los avatares de la guerra. Da la impresión de que hace mucho que no le ve. Dejó de estar cerca, pues de estarlo hubiera sabido algo más.
"Fomentar la 'soberbia'". La expresión paradójica ya se encuentra en la célebre carta de San Jerónimo a Eustoquio: "Disce in hac parte superbiam sanctam!" {Epistula 22, 16, a Eustochio (PL 22, 412); BAC 219, Madrid 1962, pg 172. Jerónimo exhorta a la joven Eustoquio a tener un santo orgullo por la llamada que Dios le ha hecho a la virginidad y a que no envidie a las casadas} y es muy próxima a esta otra del Maestro Ávila: "Debemos estar siempre humillados, y con santo temor delante de Dios; mas, para con el demonio, muy esforzados con la esperanza de Dios, y llenos de una santa soberbia" {Audi, filia, cap 29; BAC 302, 1970, pg 626, lin 2867-70. El subrayado es nuestro}.

 «  275  »  No dudo de tu rectitud. –Sé que obras en la presencia de Dios. Pero, ¡hay un pero!: tus acciones las presencian o las pueden presenciar hombres que juzguen humanamente... Y es preciso darles buen ejemplo.

Octavilla de la serie Lh redactada probablemente en Honduras. Es una temática muy presente en la predicación y en la notas y cartas de aquellos meses. Escrivá tenía una gran preocupación para dar un tono de altura humana y sobrenatural en el ambiente de los refugiados en la Legación, que tendía a deteriorarse. Esto hacía que el Beato Josemaría tuviera una sensibilidad muy despierta ante la actuación cotidiana de los que le acompañaban. El texto parece reflejar una conversación con alguien que –aprovechando las circunstancias o sufriéndolas– no era coherente con su fe.

 «  276  »  Si te acostumbras, siquiera una vez por semana, a buscar la unión con María para ir a Jesús, verás cómo tienes más presencia de Dios.

"Gaitica" escrita sobre una octavilla Re, probablemente con ocasión de releer, en la fase final de redacción, el Cuaderno de Apínt que fue escribiendo en Pamplona y Burgos. Allí encontró esta anotación entre las de los EjEsp que hizo en diciembre de 1937 residiendo en el Palacio Episcopal de Pamplona:
"La oración de la Virgen –Propósito: por lo menos, los sábados y vísperas y fiestas de mi Madre Santa María orar con ella: buscar la presencia de Dios, por la unión con la Señora. –D.O.G." {Cuaderno VIII dpdo, nº 1438, 22-XII-1937. Sobre la abreviatura D.O.G. (Deo omnis gloria) vid p / 780  y com / 11}.
Estamos, pues, ante el tercer punto de C con primera redacción en Pamplona. Vid com / 242.

 «  277  »  Me preguntas: ¿por qué esa Cruz de palo? –Y copio de una carta: "Al levantar la vista del microscopio la mirada va a tropezar con la Cruz negra y vacía. Esta Cruz sin Crucificado es un símbolo. Tiene una significación que los demás no verán. Y el que, cansado, estaba a punto de abandonar la tarea, vuelve a acercar los ojos al ocular y sigue trabajando: porque la Cruz solitaria está pidiendo unas espaldas que carguen con ella".

Texto escrito sobre una octavilla Bl. El tema de la Cruz de palo sin Crucifijo era una realidad muy viva en la reflexión espiritual del Beato Josemaría, como ya se ha visto en p / 178  y com. Ahora vuelve sobre el tema y toma para ello la ocasión de una carta de Juan Jiménez Vargas, que escribe desde el frente de Teruel, mayo del 38 y en la que se manifiesta "indignado" ante la profusión de cruces de palo que van apareciendo, en los lugares más diversos, en memoria de los caídos en batallas, con frecuencia en contexto político y con escaso relieve o mensaje espiritual {Carta de Juan Jiménez Vargas a los de Burgos, Masía Hornaque, 4-V-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp B, exp 1. Años más tarde el Beato Josemaría escribió: "No levantes jamás una cruz sólo para recordar que unos han matado a otros. Sería el estandarte del diablo. –La Cruz de Cristo es callar, perdonar y rezar por unos y por otros, para que todos alcancen la paz" (Via Crucis, 8ª Estación, 3)}. El joven médico está convencido –pienso que sin fundamento– de que es una "usurpación": "¿Quién es el que ha puesto de moda la Cruz de palo negra? ¿Quién es el "amigo" que la vio en nuestra casa y la ha copiado como elemento decorativo?". El lenguaje desgarrado, tan típico del que sería ilustre Decano de la Facultad de Medicina de Navarra, manifiesta, por contragolpe, el sentido profundo de la Cruz que el Beato Josemaría inculcó en los que le seguían. Avanzada la redacción, el alférez se serena y hace primero una consideración futurista e irónica:
"Después he pensado las cosas con más calma. Esa cruz, con toda su intensa capacidad evocadora, nos la pondríamos en la solapa y sería la ruina de toda nuestra labor. Pero, tal como están poniendo esta moda, resulta que podremos tenerla presente en todo momento, con más eficacia que si la llevásemos en el ojal, y pasando todo completamente desapercibido".
A continuación vienen los párrafos de los que el Autor de C tomó unas expresiones que le parecieron válidas, sacándolas del contexto en que las situaba el Doctor:
"Me imagino la perspectiva el día que acabe la guerra y hasta pienso que conviene fomentarlo. Levanta uno la vista del microscopio y la mirada va a tropezar con una cruz negra y vacía. Es una lápida que la Falange puso en la pared del la.
boratorio en memoria de los caídos. Pero aquella cruz sin crucificado será un símbolo. Tendrá un significado que los otros no verán. Y el que, cansado, estaba a punto de abandonar la tarea, vuelve a acercar los ojos al ocular y sigue trabajando, porque la cruz solitaria está pidiendo unas espaldas que carguen con ella.
En una excursión por la montaña los excursionistas tropiezan con un monumento a los que cayeron allí. Y el madero negro les recuerda que hasta el deporte es inseparable de la cruz.
Y en la biblioteca y en las aulas. En la clínica como en el gimnasio. Y en la sala de dibujo y en el campo de deportes. ¡Siempre la cruz de palo hablará a los que sepan entender!".

 «  278  »  Ten presencia de Dios y tendrás vida sobrenatural.

El texto procede del Cuaderno VI el 22-III-1933, dentro del nº 958 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 97, 278, 412, 844, 181, 793} y es en todo idéntico al punto de C.
El Autor, en la redacción definitiva, quiso acabar el cap con el mismo aforismo que cerraba el de la edición de Cuenca, que es como la síntesis de todo lo dicho y, a la vez da entrada, al cap siguiente.

 «  VIDA SOBRENATURAL  » 

Cap de veintidós puntos: los doce primeros constituían el cap del mismo título en Cec. Los otros diez fueron agregados por el Autor en la redacción de Burgos. Ni Cem32 ni Cem33 tienen una sección o bloque de consideraciones que sirvieran de base, sólo ofrecían materiales dispersos. El Autor tomó cinco textos de Cem32 y uno de Cem33 que, unidos a los seis que copió directamente del Cuaderno, constituyen el patrimonio del cap en Cec. Con ellos se dispuso a levantar a sus lectores, desde "una visión plana, pegada a la tierra", hacia otro horizonte que tiene una "tercera dimensión" (cd / 117 y p / 279).
Este cap se ha de introducir conjuntamente con el siguiente, que es de nueva creación en Burgos y prolonga la temática comenzada en "Vida sobrenatural". El tema es el mismo y el Autor lo declara en la llana sencillez del nuevo título: "Más de vida interior". En Burgos había acumulado numerosos materiales sobre el tema y procedió del siguiente modo: añadió diez de los nuevos puntos al cap "Vida sobrenatural" y con los otros veinticuatro que le quedaban confeccionó ex novo el cap 13 del libro. El conjunto de ambos caps contiene enseñanzas fundamentales del Beato Josemaría acerca de esos núcleos del vivir cristiano. La serie de Cuenca había situado como cabeza del cap (p / 279) la consideración de la vida sobrenatural como la "tercera dimensión" que permite conocer la realidad "real" de la vida, que es la vida en Dios. Ahora, la serie añadida en Burgos comienza con el punto de la llamada universal a la santidad (p / 291) y el cap nuevo, con la afirmación de que "estas crisis mundiales son crisis de santos" (p / 301).
Junto con "vida sobrenatural" {Vid p / 87, 278, 279, 389, 889  } , la expresión "vida interior" {Vid p / 59, 281, 283, 288, 292, 293, cap "Más de vida interior", p / 330, 341, 560, 697, 961, 998. J. B. Chautard, El alma de todo apostolado, 1927, comienza su libro definiendo lo que es vida interior. Sobre Chautard vid com / 81 nota 5 y com / 961} se va a generalizar a lo largo de este cap y del siguiente –que la tiene ya en el título– y en todo el libro {El Autor usa menos "vida espiritual" (p / 325  y 854), pero con sentido equivalente}.
Ambas son expresiones comunes en la teología de la época {Ejemplos tomados de títulos de obras muy conocidas: las revistas de la escuela dominicana La Vida Sobrenatural, fundada por el P. Arintero en 1921, y La vie spirituelle, de los dominicos de París, fundada en 1919; dos obras célebres: La vie intérieure de Joseph Tissot (Beauchèsne et Fils, Paris 1894) y La vie intérieure del Cardenal Mercier (Beauchèsne, Paris 1919)}. Las dos ocupan un lugar destacado y constante en el discurso espiritual del Beato Josemaría, que, al menos en este libro, las intercambia entre sí. No obstante, el término más habitual en su pluma para designar la vida personal de relación con Dios y de correspondencia a su gracia es, sin duda, "vida interior" {El término proviene, en su sentido técnico, de la Escuela francesa del siglo XVII. El Cardenal de Bérulle y Jean-Jacques Olier tienen como modelo "la vida interior del alma de Jesús, que de la Cabeza deriva a los miembros de su Cuerpo Místico". Vid Pierre Pourrat, La spiritualité chrétienne. III. Les temps modernes. I. De la Renaissance au Jansénisme, Lecoffre-Gabalda, Paris 1947, pgs 517-567; cita en pg 534. De Olier es el Cathécisme chrétien pour la vie intérieure. La raíz de la idea y de la terminología es claramente agustiniana, y más radicalmente paulina ("interior homo": Rm 7, 22; Ef 3, 16). El término se ha generalizado. En el DSp, VII, col. 1889-1903, el excelente artículo de Maurice Nédoncelle sobre el tema "vida interior", no se titula así, sino "Intériorité et vie spirituelle". El más reciente DESp, III, pgs 2652-54, retiene en cambio la voz "vita interiore". No podemos entrar en las implicaciones antropológicas de todas estas opciones, ni es necesario para nuestro objeto} , que aparece como la expresión y el desarrollo en el hombre cristiano de la "gracia de las virtudes y de la dones", en expresión de Santo Tomás {Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, IIIª q. 62 a. 2, passsim: "gratia virtutum et donorum". "Acerca de lo espiritual –dice San Juan de la Cruz– dos maneras hay de vida". La primera que describe es la propia de la visión beatífica (el Cielo), a la que apunta aquí en la tierra "la otra" –la "vida sobrenatural" y la "vida interior", de que se habla en estos caps–, a la que el Autor de C va introduciendo a los lectores. San Juan de la Cruz la describe así: "La otra es vida espiritual perfecta, que es posesión de Dios por unión de amor, y ésta se alcanza por la mortificación de todos los vicios y apetitos y de su misma naturaleza totalmente; y hasta tanto que esto se haga, no se puede llegar a la perfección de esta vida espiritual de unión con Dios" (Llama de amor viva, 2, 32; BAC 15, 13ª ed, Madrid 1991, pgs 963s)}.
5 Es interesante notar que la "vida interior", que implica ciertamente interioridad, hondura, profundidad –Deus et anima mea!–, connota siempre, tal como se entiende en C, la realidad del estar en "el mundo humano", cuyo sentido profundo se capta en la fe así interiorizada. El "ten vida interior" del p / 283 señala un proceso de relación del alma con Dios –el Autor habla de "endiosamiento"– que se desborda hacia fuera en fraternidad: es "un endiosamiento que, al acercarte a tu Padre, te hará más hermano de tus hermanos los hombres".

 «  279  »  La gente tiene una visión plana, pegada a la tierra, de dos dimensiones. –Cuando vivas vida sobrenatural obtendrás de Dios la tercera dimensión: la altura, y, con ella, el relieve, el peso y el volumen.

El original está escrito el día 11-III-1932 en el Cuaderno V, nº 652 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 419, 732, 279, 221}. Josemaría Escrivá "cuenta" al Señor una conversación entrañable que tuvo la víspera con uno de los primeros que se acercaron a la Obra de Dios, recién fundada:
"Ayer hablé un rato con él y pude darme cuenta de cómo le empujas y le ilustras. [...] –Me decía anoche que, desde que Jesús le ha dado el sentido de lo sobrenatural, tiene otra dimensión. La gente –seguíamos hablando {Este plural es el modo humilde de decir que tiene con frecuencia en sus Cuadernos cuando es él el que habla en la conversación: busca, siempre que puede, despersonalizar compartiendo}– suele tener una vida plana, pegada a la tierra, de dos dimensiones. Al sobrenaturalizarnos, nos da Dios la tercera dimensión: la altura, y con ella el relieve y el peso y el volumen...".
El punto, con este lenguaje tan peculiar, es definitorio del horizonte en que se mueve el cap. Brinda una intuitiva captación de lo que es el vivir sobrenatural del cristiano, fruto, como ha dicho en el punto anterior, de la "presencia de Dios", que ha dibujado en sus rasgos principales en el cap precedente.
A Isidoro Zorzano le impresionó este punto al leerlo en las cuartillas a velógrafo: "qué razón tienes –escribía al Autor– al considerar en tus Consejos espirituales que el poseer la gracia de Él es tener o estar dotado de una tercera dimensión" {Carta de Isidoro Zorzano a Josemaría Escrivá, Málaga 3-III-1933; IZL, Epistolario, nº 32}.

 «  280  »  Si pierdes el sentido sobrenatural de tu vida, tu caridad será filantropía; tu pureza, decencia; tu mortificación, simpleza; tu disciplina, látigo, y todas tus obras, estériles.

Original en el Cuaderno VI, nº 1045, 2-VIII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 433, 183, 280, 835} , con tenor literal idéntico {"todas" aparece interlineado en el Cuaderno}.
El Autor declara aquí que todas las obras y virtudes de que ha venido tratando en los caps precedentes –caridad con el prójimo, pureza, mortificación, penitencia– se hacen cuerpos sin alma, si falta lo que llama "sentido sobrenatural de la vida", una expresión –"sentido sobrenatural"– que no vuelve a aparecer en C {Ya antes había aparecido en sus Apínt: "Nosotros –se lee en el Cuaderno 5, 12-VIII-1932, nº 806 –hemos de hacerlo todo con sentido sobrenatural"}, pero que será muy frecuente en Surco y Forja {Surco, 501, 536, 801; Forja, 53, 327, 369, 530, 709, 1013, 1046} y en escritos posteriores, passim. El "sentido sobrenatural", que proporciona al hombre una "visión sobrenatural", es un término muy característico del lenguaje espiritual del Beato Josemaría y equivale a la tercera dimensión de la que habla el p / 279. Es, a la vez, un don del Señor y el poso que deja en la inteligencia cristiana el mirar habitualmente la realidad desde la fe.

 «  281  »  El silencio es como el portero de la vida interior.

Punto escrito en el Cuaderno V, nº 786, 18-VII-1932 (y precedido del p / 532). Texto idéntico. Una doctrina tradicional formulada con gráfica expresión.

 «  282  »  Paradoja: es más asequible ser santo que sabio, pero es más fácil ser sabio que santo.

Punto escrito en el Cuaderno IV, nº 395, 17-XI-1931. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
En las cuartillas a velógrafo se leía: "Otra paradoja", en vez de "Paradoja" (vid apcrít). La razón es que el punto anterior de aquellas cuartillas era el actual p / 187  (vid), que comienza también con la palabra "Paradoja".
"Asequible... fácil..." Una doctrina fundamental para aquellos universitarios llenos de ilusión cultural y científica que trataban con el Autor. La llamada universal a la santidad, precisamente por ser universal, es asequible a todos, pero pide un olvido de sí y un espíritu de sacrificio que no todos tienen. Es más fácil triunfar humanamente. El mensaje del Beato Josemaría Escrivá, sin embargo, no contraponía ambas empresas: lo que Dios quiere –para esas personas– es luchar por la santidad a través de una realización sobrenatural, sacrificada, del trabajo cultural y científico. Ésta es la nueva paradoja. Vid p / 291  y com.

 «  283  »  Distraerte. –¡Necesitas distraerte!..., abriendo mucho tus ojos para que entren bien las imágenes de las cosas, o cerrándolos casi, por exigencia de tu miopía.
¡Ciérralos del todo!: ten vida interior, y verás, con color y relieve insospechados, las maravillas de un mundo mejor, de un mundo nuevo: y tratarás a Dios..., y conocerás tu miseria..., y te endiosarás... con un endiosamiento que, al acercarte a tu Padre, te hará más hermano de tus hermanos los hombres.

Punto escrito en el Cuaderno VI, nº 858, 3-XI-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 368, 283, 218, 782, 902}. Texto prácticamente idéntico, con las mínimas variantes señaladas en el apcrít.
El punto contiene la propuesta del Autor para el "recogimiento" del alma. Vid también p / 946. Esta consideración, que estaba ya en el velógrafo y en el texto de Cuenca, desemboca en el tema del "endiosamiento", tan caro a los Padres griegos. La doctrina del "endiosamiento" tendrá un fuerte desarrollo en escritos posteriores del Beato Josemaría {Vid, por ej, la homilía "La conversión de los hijos de Dios" en Es Cristo que pasa, 57 -66}.

 «  284  »  Aspiración: Que sea yo bueno, y todos los demás mejores que yo.

Uno de los pocos pasajes de la edición de Cuenca que no tiene su base manuscrita en uno de los Cuadernos de Josemaría Escrivá. Como ya se dijo en la IntrodGen, lo más probable es que estos puntos provengan del Cuaderno I que, como es sabido, fue quemado por el Autor años después. El texto podría ser un reflejo de su "aspiración" –para él y para los seminaristas que estaban bajo su tutela– en los años en que era en Zaragoza Inspector en el Seminario de San Francisco de Paula {Sobre el tema vid Ramón Herrando, Los años de seminario del Beato Josemaría Escrivá en Zaragoza (1920-1925). El Seminario de San Francisco de Paula, pro manuscripto, Pamplona 1999, pgs 309-325}.

 «  285  »  La conversión es cosa de un instante. –La santificación es obra de toda la vida.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 918, texto fechado en 5-II-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 378, 893, 285}.
"La conversión es cosa de un instante. La santidad es obra de toda la vida".
Nótese la propiedad en el cambio de palabras. La santificación implica no sólo el don de Dios, sino la tarea del hombre que es la dimensión que en este punto el Autor quiere subrayar.
Como se ve, usa el primer concepto –"conversión"– en un sentido muy próximo al de "justificación" en el Concilio de Trento, es decir, en su profundo sentido ontológico: el cambio de pecador a justo {Conc de Trento, sess VI, Decr de justificatione, cap 4; DS 1524}. Los actos que integran el llamado "proceso de justificación" tienen carácter preparatorio y dispositivo y el don de la justificación acontece en un instante. Trento afirma allí mismo que esa justificación no es sólo remisión de los pecados, sino, a la vez e inseparablemente, "santificación" {Ibidem, cap 5-7; DS 1526-1528}. Subrayo esta clásica doctrina católica de la justificación para mostrar cómo el Autor utiliza el segundo término del binomio ("santificación") no en el sentido ontológico de Trento, sino en sentido moral, como antes he dicho. La "santificación" del Decreto tridentino fundamenta y exige la "santificación" que "es obra de toda la vida". La Iglesia misma, que es santa, aspira a una santidad nunca alcanzada completamente en sus miembros. Por eso, "santificación", a lo largo de todo el libro, es el despliegue –posibilitado y guiado por la gracia de Dios (gratia pro gratia)– de esa "santificación" radical producida en el instante de la justificación.

 «  286  »  Nada hay mejor en el mundo que estar en gracia de Dios.

Punto escrito en el Cuaderno VI, nº 1053, 18-IX-1933 {A continuación escribió el 790} , que pasó directo al impreso de Cuenca. Tenor literal idéntico.

 «  287  »  Pureza de intención. –La tendrás siempre, si, siempre y en todo, sólo buscas agradar a Dios.

Punto escrito en el Cuaderno VII, nº 1106, 7-I-1934, que pasó directo al impreso de Cuenca {En ese día transcribió nueve futuros puntos de C. Son: 441, 954b 693, 287, 131, 288, 440, 715, 436}. Tenor literal idéntico. Las expresiones "pureza (rectitud) de intención" y "purificar (rectificar) la intención" (vid p / 10, 161, 215, 787, 788, 826) son muy frecuentes en el lenguaje del Autor.

 «  288  »  Métete en las llagas de Cristo Crucificado. –Allí aprenderás a guardar tus sentidos, tendrás vida interior, y ofrecerás al Padre de continuo los dolores del Señor y los de María, para pagar por tus deudas y por todas las deudas de los hombres.

Punto escrito el mismo día, después del anterior. Transcrito también en el Cuaderno VII, nº 1107, 7-I-1934, e incorporado a la edición de Cuenca. Tenor literal idéntico. El Autor no está dando un consejo "doctrinal", sino que está transmitiendo vivencias y anhelos de su alma. En marzo de 1930 exclamaba:
"¡¡Señor!! Dame ser tan tuyo que no entren en mi corazón ni los afectos más santos, sino a través de tu Corazón llagado" {Cuaderno II, nº 15, 13-III-1930}.
Al menos desde entonces buscaba así la unión con Cristo (vid p / 58 y com), propósito que renueva en los EjEsp de 1934:
"Me quedaré metido cada día, cumpliendo un propósito antiguo, en la Llaga del Costado de mi Señor" {Apínt, nº 1763, 19-VII-1934. El texto pasa a Forja, 934  }.
Un propósito antiguo, dice. ¿Podría estar relacionado con su lectura y meditación del Maestro Ávila, cuyo consejo y expresión es semejante? Se lee en el epistolario del santo:
"Meteos en las llagas de Cristo, que allí dice El que mora su paloma, que es el ánima que en simpleza le busca" {San Juan de Ávila, Epistolario: Carta 47; BAC 313, 1970, pg 273, lín 90-92. Sobre el tema vid Francisco Gallego, "Paralelismo doctrinal entre San Juan de Ávila y el Beato Josemaría Escrivá de Balaguer", en Revista Agustiniana 61 (2000) 669-688, que se propone "mostrar la concordancia, en diversos puntos de doctrina espiritual, entre dos sacerdotes diocesanos españoles: San Juan de Ávila y el Beato Josemaría Escrivá de Balaguer" (pg 669)}.
El Beato Josemaría, que tenía esta devota tradición de "meterse en las llagas de Cristo", fue agraciado con el don místico al que se refiere el com / 555. La experiencia que se refleja en estos dos puntos se sitúa en el ámbito de la "contemplación" (de matriz joánica: "mirarán al que traspasaron", Jn 19, 37) de Cristo Crucificado, en la que Cristo toma al alma y la "mete" dentro de sus Llagas.
" ' Métete en las llagas de Cristo Crucificado '. Cuando proponía este camino, a quienes le pedían consejo para ahondar en la vida interior, Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer no hacía más que comunicar su propia experiencia, mostrar el atajo que iba recorriendo a lo largo de todo su caminar terreno, y que le condujo a las más altas cimas de la espiritualidad" {Álvaro del Portillo, "Prólogo" al Via Crucis del Autor (23ª ed, pg 11)}.

 «  289  »  Tu impaciencia santa, por servirle, no desagrada a Dios. –Pero será estéril si no va acompañada de un efectivo mejoramiento en tu conducta diaria.

Punto escrito en el Cuaderno VI, nº 1080, 30-XI-1933, que pasó directo al impreso de Cuenca {En ese día transcribió siete futuros puntos de C: 10b, 192, 227, 289, 644, 691, 896} :
"Tu impaciencia santa por servirle, no desagrada a Dios. Pero, será estéril, si no va acompañada de un efectivo mejoramiento en tu conducta diaria".
De la más subida contemplación del misterio de Cristo (expresada –de manera contenida– en el punto anterior) el Autor salta ahora de golpe al terreno de la batalla diaria en el orden de la conducta. Es una de las características de C, expresión de la "unidad de vida" que vivió y predicó siempre el Beato Josemaría. Vid sobre este concepto com / 411

 «  290  »  Rectificar. –Cada día un poco. –Ésta es tu labor constante si de veras quieres hacerte santo.

Punto escrito en el Cuaderno VI, nº 1076, 6-XI-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 471, 552, 553, 455, 23, 290, 942} , que pasó directo al impreso de Cuenca. Texto idéntico {"tu labor". Primera redacción en el Cuaderno: "la labor"}.

 «  291  »  Tienes obligación de santificarte. –Tú también. –¿Quién piensa que ésta es labor exclusiva de sacerdotes y religiosos?
A todos, sin excepción, dijo el Señor: "Sed perfectos, como mi Padre Celestial es perfecto"1

Con este punto comienza la parte de este cap incorporada en Burgos. Original sobre una octavilla Bl. La "gaitica", como tantas otras, fue escrita a finales de 1938. La doctrina que aquí se expresa fue algo central en su espíritu, como el humus de su predicación desde el 2 de octubre de 1928, cuando el Señor –según el propio Autor ha explicado– le hizo "ver" el Opus Dei. De manera lacónica se expresa en este brevísimo guión de un círculo a universitarios de 1934:
"Obligación personal de santificarnos: obstáculos. ¡Adelante! DYA [Dios y Audacia]
Porque fidelis est... [qui vocavit vos qui etiam faciet, 1Ts 5, 24] No estamos solos. Él obrará" {AGP, sec A, leg 50-13, carp 4, exp 2}.
Sirvan de muestra estos párrafos de una meditación en Honduras el año anterior:
"¿No señalaste Tú a todos: estote perfecti (Mt 5, 48), sed perfectos, y con perfección semejante a la del Padre celestial? Este precepto de santidad, que obliga a todos, a todos, no sólo a los Doce primeros, ni a los frailes, curas y monjas, sino a todos, hombres y mujeres del mundo, padres de familia –¡padres de familia, conscientes de que traen al mundo, no simples pedazos de carne, sino también almas para Jesucristo!–, este precepto ¿no significa que Dios hará de su parte todo lo que no sea capaz de realizar el hombre?" {PredicHond, "Zaqueo", 12-IV-1937, pg 49; VI}.
Para la redacción material del texto pudieron servirle de punto de partida algunos guiones de predicación, por ej, estos de los EjEsp de agosto y septiembre de 1938:
"Alter Christus. –¿Sólo para algunos, la perfección?... –Stote perfecti, sicut Pater vester coelestis perfectus est. Necesidad de la perfección. Los primeros cristianos se llamaban santos" {EjEsp, Plática "Vida sobrenatural", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 121}.
"Necesidad de la perfección en el sacerdote. La perfección 'en el siglo': salutant vos omnes sancti (¡los fieles!)" {EjEsp, Plática "Espíritu sacerdotal", Vergara 6-IX-1938; guión nº 82. La predicación era a sacerdotes. Nótese que se sirve de la terminología entonces usual en los ambientes eclesiásticos, que no usa en otras partes: 'el siglo'. En Vitoria predicaba a las teresianas: "Lo de siempre: perfección en las cosas pequeñas. Comunión de los santos. ¡Santos! Primeros cristianos" (Vitoria, Meditación titulada "Stabant iuxta Crucem (Joann. 19, 25)", 19-IX-1938; guión nº 114)}.
Es interesante notar que la vocación a la santidad de los fieles corrientes aparece, en los dos últimos esquemas, concentrada en la expresión paulina: los "santos", sinónima de los "fieles". Pero, sobre todo, es patente –caso de que en efecto el Autor parta de los guiones de predicación– el cambio que introduce en aquellos modelos redaccionales, usuales en la literatura dirigida a religiosos y también a sacerdotes. No habla a los seglares de obligación de "tender a la perfección", sino de "santificarse" {Vid A. Tanquerey, Compendio de Teología ascética y mística, 1930, § 335. El Autor de C no desconoce la terminología "perfección" en el sentido de santidad. Vid p / 20, 305, 326, 926, pero en el libro tiene un uso no significativo}. Va directo al tema de la "santidad / santificación" (vid lo anotado arriba en com / 285) que pone al lector en inmediata y sencilla relación con la exigencia de totalidad que vivieron los santos, totalidad que todos saben que se exige a sacerdotes y religiosos. Ahora Escrivá se vuelve al cristiano corriente y le dice que tiene que aspirar a eso. Cómo realizar eso, "tú también", es precisamente el objeto de C.
De la afirmación de la tesis pasa el Autor –sin rodeos, a su estilo– al célebre texto de San Mateo {Al escribir el texto bíblico, el Autor, ya en el borrador (la "gaitica"), hizo una peculiar lectura, que encontramos en todas las fases de la redacción: puso "mi Padre Celestial" en vez de "vuestro Padre Celestial", como dice el pasaje que está citando. El Autor hizo sin duda una refundición de Mt 5, 48  ("vuestro Padre") con los otros textos de san Mateo que hablan de "mi Padre" (Mt 15, 13; 18, 35); refundición que ha pasado a la tradición textual de C y forma parte, por tanto, del texto. Con todo, es interesante notar que tanto en el "borrador" como en el "original" no entrecomilló la frase (vid apcrít) y que, si tenía delante el guión citado supra, en nt 31, allí tenía, en su tenor exacto el texto de Mt}, que explota con plena radicalidad: todos, sin excepción. Es la afirmación de la llamada universal a la santidad, que ya se encuentra en San Francisco de Sales {Éste es el fondo de su Introducción a la vida devota, como subraya Pío XI en la encíclica citada en la nota siguiente. Vid especialmente 1, 3: "Que la devoción conviene a toda suerte de estados y profesiones" (BAC 109, 1953, pgs 51-53)} , que había tenido cabida en documentos del Magisterio de la Iglesia {Pío XI, en la Encíclica "Rerum Omnium" con ocasión del tercer centenario de san Francisco de Sales (26-I-1923), 2-3, escribe: "La tarea de la santificación es la verdadera tarea de la Iglesia, desde que ella fue hecha santa por su Fundador no sólo en sí misma, sino fuente de la santidad para los demás. Todos los que aceptan la guía de su ministerio deben, por mandamiento divino, hacer cuanto esté en sus manos para santificar sus propias vidas. Como dice San Pablo: 'Ésta es la voluntad de Dios, vuestra santificación' (1Ts 4, 3). Cristo mismo ha enseñado en qué consiste esta santificación: 'Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto' (Mt 5, 48). Nos no podemos aceptar la opinión de que este mandamiento de Cristo se dirija sólo a un grupo selecto y privilegiado de almas, y que todos los demás pueden pensar que agradan a Dios si han alcanzado un nivel más bajo de santidad. Exactamente lo contrario es lo verdadero, como se deduce de la patente universalidad de Sus palabras. La ley de la santidad abraza, pues, a todos los hombres y no admite excepción". Vid José Escudero, "El difícil Pontificado de Pío XI", en Josep Ignasi Saranyana, Cien años de Pontificado Romano, Eunsa, Pamplona 1997, pgs 91-92, que remite a Amato Pietro Frutaz, "Inviti di Pio XI alla santità", en Pio XI nel trentesimo della morte (1939-1969) (Milano 1969), 414-415} , pero que todavía apenas había entrado en la conciencia refleja de los cristianos.
En el Decreto de la Santa Sede que declara las virtudes heroicas de Josemaría Escrivá se dice, citando este punto de C, que el Fundador del Opus Dei, "desde el inicio de su ministerio sacerdotal, se esforzó por recordar a todos in prophetica concordia cum Concilio Vaticano II la llamada evangélica de todos los cristianos a la santidad" {Texto del Decreto en AAS 82 [1990] 1450-55; cita en 1450-51}. Fue, en efecto, el Concilio Vaticano II el que hizo de esta doctrina una de las tesis centrales de su Constitución sobre la Iglesia y de todo su Magisterio. He aquí el texto normativo:
"Nuestro Señor Jesucristo predicó la santidad de vida, de la que Él es Maestro y Modelo, a todos y cada uno de sus discípulos, de cualquier condición que fuesen. "Sed, pues, vosotros perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto" (Mt 5, 48)" {Conc. Vaticano II, Const. Lumen Gentium, nº 40. Vid Álvaro del Portillo, "Significado teológico-espiritual de 'Camino' ", en Estudios sobre 'Camino', pg 53}.
El Autor propone –en este punto y por todo el libro– la doctrina de la llamada universal a la santidad en el horizonte espiritual y teológico que se plasma, como vemos, en el Concilio Vaticano II {Sobre el tema vid William G. May, "Santidad y vida ordinaria", en Santidad y mundo, 1996, pgs 55-90}.

 «  292  »  Precisamente tu vida interior debe ser eso: comenzar ... y recomenzar.

Ficha Not. Redacción del punto, diciembre 1938 o enero 1939. Tal vez a partir de este apunte de un guión:
"Vida sobrenatural siempre. Comenzar y recomenzar. Conversación "del cielo", de dos sacerdotes (Don Pedro Poveda y yo)" {Retiro espiritual, Plática "Vida sobrenatural", Salamanca 25-I-1938; guión nº 91. Predicaba a las Teresianas y les contaba la última conversación que el Autor tuvo con el Beato Pedro Poveda (vid IntrodGen § 7, 3 b), antes de que lo asesinaran. Se había desencadenado ya la persecución religiosa y era inminente la guerra civil. Sabiendo que tal vez ya no volverían a encontrarse –podrían ser asesinados en cualquier momento–, hablaban del "cielo" que les aguardaba y donde la mutua amistad sería todavía más fuerte. Esa conversación está relatada en Á. del Portillo, Entrevista, 1993, pg 175s}.
Poco después de terminada la redacción de C, el Autor, en carta a Miguel Fisac, que haría después el diseño de la portada del libro, le animaba cariñosamente:
"¿Has olvidado que la vida interior es comenzar... y recomenzar?" {Carta de Josemaría Escrivá a Miguel Fisac, Burgos 24-II-1939; EF 390224-6}.
En un coloquio en Madrid el año 1972 le preguntaron por qué decía eso:
"Porque ésa es mi experiencia diaria. Con mucha frecuencia tengo que hacer el papel del hijo pródigo, recomenzando. Algunos días, no un vez sola, sino muchas. No te intranquilices, si no has podido lograr el bien que pensabas llevar a cabo. Pide perdón al Señor, dile que te ayude, e insiste: ¡comenzar y recomenzar!" {Notas de una tertulia, Madrid 24-X-1972; AGP, sec A, leg 51; también en AGP sec P, leg 4, 1972, pg 717. En Forja, 384  retoma el punto de C para remacharlo: "La vida espiritual es –lo repito machaconamente, de intento– un continuo comenzar y recomenzar. –¿Recomenzar? ¡Sí!: cada vez que haces un acto de contrición –y a diario deberíamos hacer muchos–, recomienzas, porque das a Dios un nuevo amor"}.

 «  293  »  En la vida interior, ¿has considerado despacio la hermosura de "servir" con voluntariedad actual?

Octavilla de las fases finales de la redacción. El apunte del que parte puede ser éste:
"¡Mi voluntad contra la santa Voluntad de Dios! Hermosura de servir: voluntariedad actual" {EjEsp, Meditación "Pecados", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 130}.

 «  294  »  No se veían las plantas cubiertas por la nieve. –Y comentó, gozoso, el labriego dueño del campo: "ahora crecen para adentro.".
–Pensé en ti: en tu forzosa inactividad.
–Dime: ¿creces también para adentro?

La temática "crecer para adentro" y "forzosa inactividad" aparece, bajo distintas perspectivas, en los escritos del Beato Josemaría en Honduras. He aquí una carta de abril del 37:
"¡Cómo añoro nuestra casita! Y no por la comodidad, ni por la rutina, sino porque, tal y como estamos, hay poquísimas probabilidades de continuar mis trabajos: y porque, en nuestra casa, puede Josemaría vivir su locura sin estar en el manicomio. Sin embargo, cuando pienso en esto, pienso también que los niños y los viejos podemos tener una vida fecunda sin actividades exteriores. Y a esta vida me dedico. Haceos niños, ya que no tenéis mis ochenta años (ni falta que os hacen), y así, al no poder echar hojas ni flores, emplead vuestra savia en las raíces –¡aplicaos!– , para que, llegado el momento, florezcáis y fructifiquéis, con frutos plenos de sazón" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid 17-IV-1937; EF 370417-1. Los subrayados son míos. Con todo, el más antiguo documento sobre el tema es el que hemos transcrito en com / 89 (vid)}.
De una meditación de julio:
"Quizá asalte nuestra mente la idea de que negociar con los talentos que hemos recibido de Dios supone actividad, movimiento. ¡Y mi vida es ahora tan monótona! ¿Cómo conseguiré que fructifiquen los dones de Dios en este forzoso descanso, en esta oscuridad en la que me encuentro? No olvides que puedes ser como los volcanes cubiertos de nieve, que hacen contrastar con el hielo de fuera el fuego que devora sus entrañas. Por fuera, sí, te podrá cubrir el hielo de la monotonía, de la obscuridad; parecerás exteriormente como atado. Pero, por dentro, no cesará de abrasarte el fuego, ni te cansarás de compensar la carencia de acción externa, con una actividad interior muy intensa. Pensando en mí y en todos nuestros hermanos, ¡qué fecunda se tornará la inactividad nuestra! De nuestra labor en apariencia tan pobre surgirá, a través de los siglos, un edificio maravilloso" {PredicHond, "Fiel en lo poco", 6-VII-1937, pg 189; XXX. Los subrayados son míos}.
Otro texto de temática próxima, agosto de 1937:
"La revolución nos sorprendió absortos en nuestro trabajo, preocupados únicamente por el anhelo de servirle; después, quizá ha habido desorientaciones; pero falta de rectitud, no: de esto estoy seguro. Si permanecemos fieles, ¿no nos preparará el Señor un porvenir fecundo, y más si hemos cubierto el terreno, donde ha de nacer la cosecha, con el abono de nuestros sufrimientos? Ya sabemos que ése es nuestro papel: nosotros, que somos estiércol miserable, tierra vil y sucia, hemos de agruparnos en torno a las plantas que el Señor ha plantado para llenarlas de savia nueva, de lozanía, de vigor. Que el Señor nos lleve adonde quiera y como quiera" {PredicHond, "Fiat, adimpleatur", 24-VIII-1937, pg 247; XL. El tema quedó grabado en los que quedaron en la Legación después de la salida del Beato Josemaría, como se ve en la carta de Álvaro del Portillo a Zorzano que se transcribe en el texto}.
La expresión "crecer para adentro" y la doctrina de este punto parecen, en efecto, emblemáticas de la situación histórica y del talante espiritual con que Escrivá y sus acompañantes vivieron aquellos meses de encierro en la Legación. Sin embargo, la octavilla (subserie Ber) que contiene este punto no fue redactada, a mi parecer, en Honduras sino en el periodo de Burgos. Tal vez el motivo inmediato de la redacción de la "gaitica" fuera una carta de Álvaro del Portillo –escrita desde la Legación– a Isidoro Zorzano y que éste pudo haber hecho llegar a Burgos, como hacía con otras. En ella, reforzado por una carta que se ha recibido del Beato Josemaría, del Portillo habla de un "relanzamiento" de la entrega:
"Desde el primer día, siguiendo el ejemplo vuestro, empezamos a leer la historia de Mateo, charlando los tres sobre lo que leemos y teniéndoos muy presentes a todos. Esto ya es muy suficiente, de por sí, para que estuviésemos muy contentos. Y ahora viene la carta del abuelo: ¿qué más podríamos pedir? Ya perdonarás, en vista de todo esto, que me expansione en unas letras. [...] ¡Cuánto hay que hacer; y seremos capaces de quejarnos de nuestra forzosa inactividad! Qué bien claro veo ahora eso de que más hace el que quiere que el que puede! Aun cuando parece que toda acción es imposible, al que quiere se le presenta una actividad inmensa a realizar. Todo está en querer" {Carta de Álvaro del Portillo a Isidoro Zorzano, Madrid sin fecha, pero 6-III-1938; AGP, sec B-1, leg 1, C-380206. Muy bien pudo esta carta llevar al Beato Josemaría a estampar de un plumazo el texto de la octavilla, pensando en sus hijos, que seguían en el encierro de Honduras..}.
Puede también pensarse que, como tantos otros puntos, saltara a la octavilla en la relectura final de los guiones de predicación. En uno de mayo del 38 se lee:
"3). Piedad. Crecer para adentro" {Plática a las teresianas, Zaragoza 13-V-1938; AGP, sec A, leg 50-13, carp 2, exp 8}.
El tema del labriego aparece en otro de agosto de ese mismo año:
"No se ve la planta cubierta por la nieve. Labriego: 'crece para adentro'" {EjEsp, Meditación "La Encarnación del Señor", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 90}.
Aquí está la raíz, podríamos decir, "histórica" de la temática "crecer para adentro" de Honduras. La anécdota del labriego no parece un recurso literario, sino –como es normal en el libro– una experiencia del Autor, o de su entorno {Tal vez de alguno de sus profesores. Eran numerosas, por ej, las experiencias que recordaba y contaba del que fue su Profesor de Derecho Canónico en el Seminario de Zaragoza, don Elías Ger Puyuelo y de don Antonio Moreno, Vicerrector del Seminario de Sacerdotes de San Carlos (Álvaro del Portillo, Entrevista, pg 175)}. El tema está ya apuntado en una Instrucción que escribe en 1934, donde, hablando del Opus Dei, naciente, dice:
"Su labor apenas se ve sobre la tierra: está debajo, crece hacia dentro. ¡Ya llegará la hora de subir!" {Instrucción, 19-III-1934, nº 2}.
En todo caso, estamos ante una vivencia suya siendo ya sacerdote, según predicaba en los EjEsp de 1940 a los seminaristas de Valencia al hablarles del misterio de la Encarnación del Verbo:
"Discreción [de María]: a nadie cuenta el misterio. ¿Tú eres como la Virgen? La mayor parte de la eficacia de tu trabajo se te va por la boca: si no lo cuentas, crees que no has hecho nada. Se ha verificado el suceso portentoso que esperaban los siglos: Verbum caro: sólo la Virgen lo sabe y sabe callar, no lo dice. ¿Tú callarás? Hay lenguas que son espada de dos filos. Tu Madre calla, y de Ella has de aprender. El silencio es fecundo, muy fecundo... Una vez había nevado mucho en una población. Un sacerdote se apenaba al ver aquellos tres palmos de nieve. Lo manifestó a un labrador. No se apure, contesta éste, esto es bueno. Aunque no se ven las plantas, ahora crecen para adentro. Si tú sabes callar, crecerás para adentro, echarás raíces. ¿Tú has visto que sin raíces se obtengan flores y frutos? Sin el silencio, será algo superficial" {EjEsp, Meditación 2.4ª, Valencia 2-XI-1940; notas tomadas por Vicente Moreno, sacerdote; AGP, sec A, leg 100-38, carp 1, exp 18. Sobre este documento, vid nota en com / 704}.
Vid p / 697  y com.

 «  295  »  Si no eres señor de ti mismo, aunque seas poderoso, me causa pena y risa tu señorío.

Octavilla Re sin interrelación documental. Resuena en esta sentencia no sólo la tradición de la ascética cristiana, sino la antigua sabiduría a través de Séneca, que en el De beneficiis escribía: "¿A quién admirarás en mayor medida que al que se gobierna a sí mismo, al que se tiene bajo su propio señorío? Es más fácil regir naciones bárbaras e indóciles a cualquier yugo ajeno, que contener la propia alma y entregarla a uno mismo" {"Quem magis admiraberis, quam qui imperat sibi, quam qui se habet in potestate? Gentes facilius est barbaras impatientesque arbitrii alieni regere, quam animum suum continere et tradere sibi" (Lucius Annaeus Seneca, De beneficiis, v, vii, 5; François Préchac (ed.), t. II, Les Belles Lettres, París 1961, pgs 9-10). Séneca ponía como ejemplo de esta degradación a Alejandro Magno: "Alejandro devastaba y ponía en fuga a los persas, a los hircanos, a los indios y a todos los pueblos que se extendían por el Oriente hasta el océano, pero él mismo, unas veces por haber matado a un amigo, otras por haberlo perdido, yacía en las tinieblas, lamentando ya su crimen, ya su soledad, y el vencedor de tantos reinos y pueblos sucumbía a la ira y a la tristeza. Porque se había comportado de modo que tenía en su potestad todas las cosas, pero no sus pasiones. En qué gran error están los hombres que desean llevar su dominio más allá de los mares y se consideran muy felices si obtienen guerreando muchas provincias y añaden otras nuevas a las antiguas, sin saber cuál es el reino más grande e igual al de los dioses. Dominarse a sí mismo es el mayor de los imperios" (Ad Lucilium Epistulae Morales, cxiii, 29-30; François Préchac (ed.), t. V, Les Belles Lettres, París 1964, pgs 25-26)}.

 «  296  »  Es duro leer, en los Santos Evangelios, la pregunta de Pilato: "¿A quién queréis que os suelte, a Barrabás o a Jesús, que se llama Cristo?" –Es más penoso oír la respuesta: "¡A Barrabás!".
Y más terrible todavía darme cuenta de que ¡muchas veces!, al apartarme del camino, he dicho también "¡a Barrabás!", y he añadido "¿a Cristo?... 'Crucifige eum!' –¡Crucifícalo!"2

Octavilla Drv, en cuyo dorso hay un trozo de una carta de Álvaro del Portillo a Eugenio Vallarino, Burgos 4-I-39. "Gaitica" escrita, por tanto, después de ese día y antes del 22 de enero en que el Autor, terminada la redacción, comienza a pasar a máquina el conjunto.
No he encontrado interrelación documental. Tiene un acento personal la identificación del terrible drama histórico con el clamor actual frente a Cristo: "¡a Barrabás!", "¡Crucifícale!". El Autor medita la Pasión siguiendo la tradición cristiana {San Alfonso María de Ligorio acentuaba el "¡a Barrabás!": "Jesús fue de nuevo presentado a Pilatos, y el gobernador lo presentó al pueblo para preguntarle a cuál de los dos quería que librase en aquella Pascua: aJesús o a Barrabás, el homicida. El pueblo a gritos contesto

ó: No a éste sino a Barrabás. Replicóles Pilatos: ¿Pues qué he de hacer con Jesús? Dicen todos: Sea crucificado. ¡Ah, Dios mío!, que la mayor parte de los hombres prosiguen hoy gritando: no a éste, sino a Barrabás, cada vez que menosprecian a Cristo por un placer carnal, por puntillos de honra,por un desahogo de cólera» (Amor del alma o Reflexiones y afectos sobre la Pasión de Jesucristo, VII, 6; San Alfonso María de Ligorio, Meditaciones sobre la Pasión, Palabra, Madrid 1996 pg 61). El «¡Crucifícale!» destaca en la narración del P. La Puente: «¿A cuál quieres más, a Cristo o a Barrabás? ¿A Dios o a la criatura? ¿Al cielo o a la tierra? ¿a la honra de Dios o a la tuya? Y cuando ando vacilando y dudandosobre lo que escogeré, llegan el demonio y la carne a persuadirme con sugestiones y razones que deje a Cristo. Y, finalmente, cundo consiento, es como abalanzarme y escoger a Barrabás, a la criatura y al deleite sensual o a la honra vana, con grqande injuria de Dios y con gran desprecio de Cristo [...] Mis pecados. Ellos son los que dan voces y dicen: Crucifícale, crucifícale» (L. de La Puente, Meditaciones, parte IV, Meditación 34, punto 2º [«Cristo, pospuesto a Barrabás»]; AP, II, 1950, pgs 283-285).}.

 «  297  »  Todo eso, que te preocupa de momento, importa más o menos. –Lo que importa absolutamente es que seas feliz, que te salves.

Texto sobre octavilla Re, que podría estar relacionado con el esquema de carta circular a los fieles del Opus Dei que anotó en su pequeña agenda recién llegado a Burgos {Cuadernillo-agenda 1º de Burgos, enero de 1938, hoja 4v} :
"Amor. No estoy solo. Mi gozo y mi paz. Mis ambiciones. Mi felicidad terrena está unida a mi salvación, a mi felicidad eterna: feliz aquí y feliz allí" {Este par de líneas forman parte del esquema –que estaba en el cuadernillo– de una Carta circular a los fieles del Opus Dei, que el Autor escribió en Burgos 9-I-1938; EF 380109-1}.
Interesante poner la última frase en relación con el p / 32. La afirmación absoluta de la primacía de la propia felicidad (identificada, claro está, con la salvación personal) se proyecta en "ansias de hacer feliz a la muchedumbre" (p / 32)

 «  298  »  ¡Luces nuevas! –¡Qué alegría tienes porque el Señor te hizo descubrir otro Mediterráneo!
–Aprovecha esos instantes: es la hora de romper a cantar un himno de acción de gracias: y es también la hora de desempolvar rincones de tu alma, de dejar alguna rutina, de obrar más sobrenaturalmente, de evitar un posible escándalo en el prójimo.
–En una palabra: que tu agradecimiento se manifieste en un propósito concreto.

Octavilla que podría ser considerada dentro de la serie Lh y redactada en Honduras. En este caso sería posterior este apunte del guión 97:
"¿Ideas nuevas? El agua de siempre, lluvia del Cielo: gracia de Dios. Descubrir Mediterráneos" {EjEsp, "Plática preparatoria", Vergara 4-IX-1938; guión nº 97}.
"Romper a cantar". La expresión de nuevo en p / 524

 «  299  »  Cristo ha muerto por ti. –Tú... ¿qué debes hacer por Cristo?

Octavilla Re. En un esquema de la predicación de agosto en Vitoria se lee:
"Cristo muere por mis pecados. Yo... ¿qué he hecho, qué hago, qué debo hacer por Cristo?" {EjEsp, Meditación "Pecados", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 130}.
Una muestra más del modo de expresarse que tiene el Autor de C: la anotación que es punto de partida, o es personal, autobiográfica, o es predicación en primera persona, en la que él precede a los que le escuchan, como en este caso: "mis pecados". Al redactar C, el texto se transforma en dialógico: "por ti", "tú". Vid com / 211 y 596.
San Cirilo de Jerusalén era explícito al plantear a los neófitos la misma cuestión:
"Jesús, que no tenía pecado, ha sido crucificado por ti. ¿Y tú no te dejarás crucificar por el que por ti se dejó clavar en la cruz?" {San Cirilo de Jerusalén, Catecheses, 13, 22; PG 33, 802; Las Catequesis, Aspas, trad. de Albino Ortega, II, Madrid 1945, pg 47}.
Para San Juan Crisóstomo la respuesta es evidente desde el amor, desde Pablo, "el ardiente enamorado de Cristo":
"Y no es de maravillar. Porque si la amistad entre los hombres ha hecho muchas veces desafiar la muerte, ¿qué no haría la amistad de Cristo? ¿Qué dificultad no haría fácil?" {San Juan Crisóstomo, Sobre la compunción, Discurso 1, 7; BAC 169, Madrid 1958, pg 565.}.
Vid com / 422. Como se ve, el Autor, al mecanografiar el original de C, decidió prescindir de la gradación que usaba en el guión y en la "gaitica" y situar directamente al lector ante el futuro.

 «  300  »  Tu experiencia personal –ese desabrimiento, esa inquietud, esa amargura– te hace vivir la verdad de aquellas palabras de Jesús: ¡nadie puede servir a dos señores!1

"Gaitica" escrita sobre una octavilla Not y a partir de la meditación sobre "Principio y fundamento" predicada en Vergara, septiembre de 1938:
"Nuestra experiencia personal...: inquietud, desabrimiento, amargura... Nemo potest duobus dominis servire (Mt 6, 24)" {EjEsp, Meditación "Principio y fundamento", Vergara 5-IX-1938; guión nº 99}.
"Tu experiencia personal". Una de las expresiones más características del horizonte espiritual y teológico del Autor de C y de C en cuanto tal. La palabra "experiencia" es muy frecuente en el libro (hasta ahora ha aparecido en los p / 124  y 183). La experiencia no es sólo escuela de aprendizaje humano. Para Escrivá designa además el "lugar", el "ámbito" en el que el Señor habla, se manifiesta y confirma su Palabra eterna.

 «  MÁS DE VIDA INTERIOR  » 

Vid Introd al cap anterior ("Vida sobrenatural"). Como allí dijimos, este cap es fruto de la acumulación de nuevos textos sobre la materia en el periodo redaccional de Burgos. "Vida sobrenatural" adquiría así una excesiva extensión y el Autor decide abrir este nuevo cap {Parece que el Autor toma la decisión de hacerlo cuando está ya pasando a máquina el texto definitivo, que contemplaba todavía bajo un solo cap el conjunto de estos dos. Esto se ve por la portada de la carpeta correspondiente al nuevo cap, que está escrita y numerada a mano por el Autor (la de "Vida sobrenatural" está a máquina, como todos los caps de la secuencia originaria). Sobre el tema vid IntrodGen § 7, 2}. No implicaba alteración alguna de la secuencia establecida de los textos, sino la sencilla agrupación de los 24 últimos puntos del cap único –todos de Burgos– en este nuevo, que titula de manera precisa: "Más de vida interior". Eso es lo que es: continúa el tema del cap precedente.

 «  301  »  Un secreto. –Un secreto, a voces: estas crisis mundiales son crisis de santos.
–Dios quiere un puñado de hombres "suyos" en cada actividad humana. –Después... "pax Christi in regno Christi" –la paz de Cristo en el reino de Cristo.

Todo el cap, como dije, es de nueva creación en Burgos. El "más de vida interior" es, ya desde el principio, una insistencia en la correspondencia a la gracia –santidad– de aquellos que han tomado conciencia de la llamada de Dios. El punto primero está escrito sobre una octavilla Re, en Burgos. La doctrina de la santidad, que ha centrado el cap anterior, no es una idea atemporal, sino encarnada en el tiempo, en concreto, determinante de la solución de las "crisis mundiales". La idea, de una manera u otra, estaba presente en el fondo de toda la predicación del Beato Josemaría Escrivá. En la predicación de Honduras encontramos ya casi acuñada la fórmula:
"Si en cada nación hubiera un grupo de padres de familia santos, de médicos santos, de arquitectos santos, de obreros santos, estarían resueltos todos los problemas" {PredicHond, "La gloria de Dios", 6-IV-1937, pg 23; I}.
"Basta un puñadito de sal para sazonar la comida de muchos. Para conferir un nuevo sabor al mundo serán necesarios relativamente pocos; pero esos pocos, obedeciendo a la Voluntad de Dios, habrán de ser, efectivamente, sal que cura y que sazona [...] Si ejercemos nuestro apostolado, entonces cambiará el aspecto del mundo y, a este desorden y a estas miserias, sucederá la paz y la felicidad cristianas. Entonces, se extenderá la paz" {PredicHond, "Non serviam!", 28-VIII-1937, pg 261; XLIII}.
Al comenzar así este cap, el Autor descalifica toda concepción de la vida cristiana como intimismo –equivocado sentido de la "vida interior"– que se ausenta de las "crisis mundiales", y pone en cambio la "vida interior" en estricta e interna relación con la "actividad humana", con los problemas de la sociedad humana. La cuestión de la paz, de la paz profunda en la sociedad, a la que tanto pueden contribuir las conferencias y congresos internacionales sobre el tema, aparece así como radicalmente dependiendo de la entrega real a Jesucristo –santidad– de unos hombres y mujeres concretos {El Papa Juan Pablo II, en Audiencia del año 1993, citaba este punto de C y a continuación agregaba: "¡Cuanta fuerza tiene esta doctrina ante la labor ardua y, al mismo tiempo, atractiva de la nueva evangelización, a la que toda la Iglesia está llamada!" (Juan Pablo II, Alocución, 14-X-1993; Insegnamenti di Giovanni Paolo II, Librería Editrice Vaticana, 16, 2 [1993] 1015). Un detenido comentario a este punto de C puede verse en Álvaro del Portillo, "A modo de conclusión del Simposio", en Santidad y mundo, 1996, pgs 280-284}.
"Pax Christi in regno Christi". Expresión del Papa Pío XI, Sumo Pontífice reinante, muy conocida y citada en aquellos años, que condensaba el programa de su Pontificado, detenidamente descrito en su primera encíclica: "Cuando el Papa Pío X se esforzaba por restaurar todas las cosas en Cristo, como por una inspiración divina, preparaba ya esta gran obra del restablecimiento de la paz, que había de ser el programa de Benedicto XV. Por lo que a Nos toca, insistiendo en la tarea que nuestros dos predecesores se propusieron, todos nuestros esfuerzos se concentran en realizar la paz de Cristo en el reino de Cristo, plenamente confiados en la gracia de Dios, que, al llamarnos al Supremo Pontificado, nos ha prometido su permanente asistencia" {Pío XI, Enc. Ubi arcano, sobre la paz de Cristo en el reino de Cristo, de 23-XII-1922, n. 20. El Papa había vuelto sobre el tema en la Enc. Quas primas, sobre la fiesta de Cristo Rey, de 11-XII-1925, n. 1. La institución de esta fiesta debía mantener vivo e impulsar el ideal de "la paz de Cristo en el reino de Cristo" que el Papa tenía en su Pontificado. En la Enc. Divini Redemptoris, sobre el comunismo ateo, de 19-III-1937, n. 81, el Papa se propone "apresurar la paz de Cristo en el reino de Cristo, por todos tan deseada". A Pío XII le tocó en su primera encíclica, después de estallar la segunda guerra mundial, comprobar cómo humanamente se venía abajo el ideal de su predecesor: "En medio de este mundo, que hoy ofrece un contraste tan estridente con la paz de Cristo en el reino de Cristo, la Iglesia y sus fieles atraviesan años de prueba" (Enc. Summi Pontificatus, sobre las necesidades de la hora presente, de 20-X-1939, n. 36)}. La encíclica había suscitado o reavivado numerosas iniciativas católicas en el terreno social y organizativo al servicio de una paz auténtica en los corazones y en la sociedad.
Josemaría Escrivá va a la raíz del problema, más allá de toda coyuntura social y política y de toda forma de organización católica: ve la paz como el resultado de la presencia de hombres y mujeres de Dios –santos– en todas las actividades humanas. La paz de Cristo brotando desde dentro de la actividad humana.
El punto está escrito ciertamente en Burgos, pero, por decirlo así, su "teología de la paz" hay que ponerla en estrecha relación con una loquela o locutio divina más de un lustro anterior, que quedó grabada para siempre en su alma. Tuvo lugar el 7-VIII-1931. En sus Apínt, el Fundador del Opus Dei ha dejado el relato de esa intervención de Dios en su alma, escrito y fechado aquel mismo 7 de agosto, en el que la diócesis de Madrid-Alcalá celebraba la fiesta de la Transfiguración del Señor {El día 6, en el que la Iglesia Universal celebra la Transfiguración, estaba dedicado a los Santos Justo y Pastor, Patronos de la diócesis}. Alude Josemaría Escrivá, con agradecimiento a Dios, al profundo cambio interior que se había obrado en su alma desde que llegó a Madrid en 1927. Y a continuación, refiriéndose a la celebración de la Santa Misa de ese día, escribe:
"Creo que renové el propósito de dirigir mi vida entera al cumplimiento de la Voluntad divina: la Obra de Dios. (Propósito que, en este instante, renuevo también con toda mi alma). Llegó la hora de la Consagración: en el momento de alzar la Sagrada Hostia, sin perder el debido recogimiento, sin distraerme –acababa de hacer in mente la ofrenda al Amor misericordioso–, vino a mi pensamiento, con fuerza y claridad extraordinarias, aquello de la Escritura: et si exaltatus fuero a terra, omnia traham ad meipsum (Jn 12, 32). Ordinariamente, ante lo sobrenatural, tengo miedo. Después viene el ne timeas!, soy Yo. Y comprendí que serían los hombres y mujeres de Dios, quienes levantarán la Cruz con las doctrinas de Cristo sobre el pináculo de toda actividad humana... Y vi triunfar al Señor, atrayendo a Sí todas las cosas" {Apínt, nº 217}.
Josemaría Escrivá vivió esta experiencia sobrenatural, y así lo explicó numerosas veces, en un horizonte claramente fundacional, es decir, en estricta relación con el espíritu de la Obra que el Señor le había confiado {Estudios sobre el tema: Lucas F. Mateo-Seco, "Sapientia Crucis. El misterio de la Cruz en los escritos de Josemaría Escrivá de Balaguer", en Scripta Theologica 24 (1992) 419-438 y Pedro Rodríguez, "La 'exaltación' de Cristo en la Cruz. Juan 12, 32 en la experiencia espiritual del Beato Josemaría Escrivá de Balaguer", en Biblia, exégesis y cultura, 1994, pgs 573-601; una primera fase de esta investigación puede consultarse en "Romana", Bollettino della Prelatura della Santa Croce e Opus Dei, 7 (1991) pgs 331-352; A. A. Aranda, El bullir de la sangre de Cristo, 2000, pgs 255-278}. Por eso no es de extrañar que la teología de esa tractio divina que Cristo ejerce en su "exaltación" tuviera un fuerte impacto en muchos de sus textos posteriores. Son pasajes que muestran cómo aquella experiencia caló hondo y configuró su concepción de la existencia cristiana. Uno de ellos, que tiene carácter central en el decurso de C es el punto que ahora comentamos: la tractio divina generando el reinado de Cristo y la paz propia de ese reino a través de la santidad personal de hombres y mujeres "suyos" (de Cristo).

 «  302  »  Tu Crucifijo. –Por cristiano, debieras llevar siempre contigo tu Crucifijo. Y ponerlo sobre tu mesa de trabajo. Y besarlo antes de darte al descanso y al despertar: y cuando se rebele contra tu alma el pobre cuerpo, bésalo también.

Octavilla Re, sin interrelación documental. El consejo del Autor, autobiográfico, refleja una praxis tradicional, que él vivía con devoción. Sabemos de un pequeño Crucifijo de madera que tuvo durante años. Nos habla de él en 1932:
"Tengo un pobre Crucifijo, que compró hace unos dieciocho años mi padre y que tuvo él entre sus manos hasta el momento de llevar su cadáver al cementerio {Murió en Logroño, 28-XI-1924. Vid Vázquez de Prada, I, pgs 182-188}. Este Crucifijo me acompañó en mis andanzas. Conmigo fue a Fombuena {Fombuena era el segundo pueblecillo a cuya parroquia enviaron a Josemaría Escrivá. Fue durante la Cuaresma y la Semana Santa de 1927, inmediatamente antes de su marcha a Madrid} y conmigo vino a Madrid. [...]. Desde hace unos días duermo abrazado al Santo Cristo. Sentí ese impulso una noche, al acostarme. De momento, pasó por mi imaginación que podría ser una irreverencia, pues quizá apareciera la imagen por la mañana a los pies de la cama. Quiero ser dócil a los impulsos del Espíritu Santo, y me dormí teniendo sobre mi pecho el Crucifijo. Así lo haré toda mi vida, si no me lo prohibe mi Padre espiritual" {Apínt, nº 583, 24-I-1932}.
Ya antes lo había hecho alguna vez, según él mismo escribe, aunque no de esta manera habitual que ahora se propone:
"Esa noche [del 5 de mayo del 31] tuve que dormirme abrazado al Crucifijo. ¡Qué bueno eres, Señor, qué bueno!... Creo que, sin sensiblerías, me dio contrición" {Apínt, nº 198, 8-V-1931}.
"y cuando se rebele contra tu alma el pobre cuerpo, bésalo también". No daba un mero consejo ascético, sino que ofrecía a los demás su propia experiencia. He aquí una nota de sus EjEsp del año 1935, en la que se manifiesta cómo vivía de Jesús y el amor y la fidelidad con que le seguía:
"La tentación contra la santa pureza vino, esta tarde, violenta. Ya pasó. Besé muchas veces el Crucifijo, sin calor, pero con eficacia de voluntad" {Nota escrita durante los EjEsp de 1935; Apínt, nº 1816. Vid en este contexto los p / 138, 139 y 140}.
Por las notas de su Retiro espiritual de 1936 sabemos cómo acabó esta imagen de Cristo que tanta devoción le inspiraba:
"Ayer quemé el Crucifijo de mi padre (q.e.p.d.). Estaba hecho una pena, al cabo de los años de acostarme con él sobre el pecho. Ahora emplearé el del rosario, que tiene indulgencia plenaria cada vez que se besa" {Apínt, nº 1346, 2-VI-1936}.
Unos años después, en Madrid, acabada ya la guerra civil, y teniendo ya otro Crucifijo, escribió en su Cuaderno:
"Me acosté anoche pronto. Estoy con un catarrazo, y dormí poco: por eso, muchas veces pedí perdón al Señor por mis grandísimos pecados {Vid com / 596} ; le dije que le quería, besando el Crucifijo, y le di las gracias por sus providencias paternales de estos días. Me sorprendí, como hace años, diciendo –sin darme cuenta hasta después– "Dei perfecta sunt opera" {No consta en los Cuadernos esa locución. Debía ser anterior a marzo de 1930 y figuraría anotada en el Cuaderno I, el que quemó}. A la vez me quedó la seguridad plena, sin género de duda, de que ésa es la respuesta de mi Dios a su criatura pecadora, pero amante. ¡Todo lo espero de El! ¡¡Bendito sea!! {Apínt, nº 1595; Madrid, 13-IV-1939. Anotación hecha al comienzo de la segunda fase del Cuaderno VIII, que recupera en Madrid, donde se había conservado custodiado por su madre. La anotación es posterior, claro está, a la redacción de C}.
Vid p / 775

 «  303  »  Pierde el miedo a llamar al Señor por su nombre –Jesús– y a decirle que le quieres.

Texto escrito también sobre una ficha Re. Sin interrelación documental. El original de la octavilla arrancaba de las muestras de amor al Crucifijo. Vid apcrít. Pienso que el Autor, al situar esta ficha detrás de la anterior, vio que se repetía el consejo de besar el Crucifijo y lo suprimió. Las modificaciones textuales en las octavillas de Burgos responden con frecuencia a este tipo de motivos.
El nombre de Jesús, como a todos los santos, cautivaba también a Josemaría Escrivá, que tenía como una de sus "jaculatorias favoritas" ésta: "Iesu, Iesu, esto mihi semper Iesus!", la jaculatoria en que se nombra tres veces a Jesús.

 «  304  »  Procura lograr diariamente unos minutos de esa bendita soledad que tanta falta hace para tener en marcha la vida interior.

De nuevo una octavilla del tipo Re. El texto es simultáneo, muy probablemente, a la carta a José María Albareda, en la que le anunciaba que deja el Hotel Sabadell:
"Esto no podía seguir así: ni trabajar, ni llevar nuestra correspondencia, ni tener con libertad una visita, ni dejar confiadamente los papeles de nuestros negocios [de la Obra] en la habitación..., ni un minuto de esa bendita soledad que tanta falta hace para tener en marcha la vida interior... Además: cada día gente distinta. ¡Imposible!" {Carta de Josemaría Escrivá a José María Albareda, Burgos 10-XII-1938; EF 381210-1. Dos días después se trasladó a una pensión en la calle Concepción, 9. "Gente distinta": en la habitación que tenían en el hotel quedaron dos camas libres al marcharse Pedro Casciaro a Calatayud y estar Albareda habitualmente en Vitoria; al no poder pagarlas el Autor y Francisco Botella, que son los que quedaron en Burgos, el dueño del hotel las alquilaba a huéspedes extraños que cambiaban cda día y que se metían, lógicamente, a ocupar su plaza en la habitación que ocupaba el Beato Josemaría; vid IntrodGen § 5, 1, c (pg 69)}.
Esa necesidad de un mínimo de "soledad", clásica en la tradición espiritual cristiana, es especialmente conveniente para los hombres y mujeres que buscan la santificación, la unión con Dios, a través de las realidades temporales. Vid p / 281 y com y p / 319: el Autor habla desde la propia experiencia y desde la citada tradición: hay una mutua implicación entre estos cuatro conceptos: soledad, silencio, recogimiento, oración. Y esto no es sólo cosa para monjes y almas retiradas, sino algo necesario para hombres y mujeres que buscan a Dios en medio del rumor del mundo.

 «  305  »  Me has escrito: "La sencillez es como la sal de la perfección. Y es lo que a mí me falta. Quiero lograrla, con la ayuda de Él y de usted".
–Ni la de Él ni la mía te faltará. –Pon los medios.

Texto escrito sobre otra octavilla Re. El origen de este punto es prototípico de la parte de C redactada en Burgos, en la que hay una fuerte presencia de la relación epistolar (vid p / 976) que Escrivá mantenía tanto con los fieles del Opus Dei como con gran cantidad de amigos que estaban dispersos por la guerra. El origen está en una carta de Vicente Rodríguez Casado.
La historia es divertida. El Beato Josemaría tenía la costumbre, con los sacerdotes y los jóvenes que se dirigían con él, de sortear el último día del año papelitos en los que escribía –en cada uno– un santo patrono para el año entrante, una virtud que cultivar, un texto espiritual y una intención por la que rezar {Escribe Álvaro del Portillo: "Se abandonó la costumbres de los Patronos anuales en el año 1938, último en que la hubo. El año 1939 decidió el Padre dejar sin uso esta práctica" (AGP, sec A, leg 50-2, carp 6, exp 11). "Me comentó el Padre que le hacía bien entonces esa práctica, aunque pareciera una niñería" (Álvaro del Portillo, nt 676 a Apínt)}. Todavía subsistía en 1938, y el sorteo para 1939 está en la raíz de este p / 305. El caso es que en los papelitos de ese año, escritos de su puño y letra {Se conservan unos cuantos en el AGP, sec A, leg 54, carp 3, exp 2} , tomó los textos espirituales de las "gaiticas" que entonces estaba redactando.
El papelito de Vicente Rodríguez Casado no se conserva, y tampoco dice él en su carta de qué punto de C se trataba, pero parece claro por la explicación que veremos, que le tocó el p / 932  (vid), que termina con estas palabras: "Ojalá no te falte sencillez". Después de recibir su "patrono", Rodríguez Casado escribió al Autor desde Zaragoza, 12-I-1939:
"Me ha venido como anillo al dedo la hojita del santo anual. Y es que es el concepto que estaba rumiando en las meditaciones de estos días. Que la perfección no es consecuencia directa de las virtudes en sí, sino de la mayor o menor sencillez".
La carta continúa diciendo que le había dado en el clavo:
"La sencillez es como la sal de la perfección. Y es lo que a mí me falta. Claro es que la sencillez la podemos convertir en niñada, si la miramos desde nuestro plano y no la miramos desde su plano. Quisiera este año, con su ayuda (la de El y de Vd.), alcanzarla. Y basta de escribir simplezas" {Carta de Vicente Rodríguez Casado a Josemaría Escrivá, Zaragoza, 12-I-1939; AGP, sec N-2, leg 150, carp C, exp 1. Sobre Rodríguez Casado, vid IntrodGen § 4 nota 10}.
A Escrivá le gustó la reacción de Rodríguez Casado y la transformó en un nuevo punto de C. Es un caso único, me parece, dentro del libro: un punto que surge de la conversación epistolar sobre otro.

 «  306  »  Que la vida del hombre sobre la tierra es milicia, lo dijo Job hace muchos siglos.
–Todavía hay comodones que no se han enterado.

Texto sobre una octavilla Re. Escrita en Burgos, periodo final de redacción, posiblemente a partir de este apunte para una meditación:
"Militia est vita hominis super terram... La sala de batallas del Escorial" {EjEsp, Meditación "Dos banderas. Genio militar de San Ignacio", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 83. La "Sala de las Batallas", así llamada porque en ella se representan pintadas al fresco las más famosas batallas ganadas por los ejércitos castellanos y españoles en diferentes épocas, es un hermoso salón de estilo Renacimiento que da acceso al llamado "palacio del siglo XVI", donde están las habitaciones de Felipe II. Vid Matilde López Serrano, El Escorial, 13ª ed, Patrimonio Nacional, Madrid 1983, pgs 155-156}.
Desde Job, pasando por la palabra de Jesús y todo el Nuevo Testamento, la doctrina que se recoge en este punto de C ha marcado con mayor o menor intensidad todas las épocas de la Iglesia. "No penséis –escribe San Juan Crisóstomo– que el combate al que se os llama es de poca importancia y que la causa que se os encomienda es exigua: Vosotros sois la sal de la tierra" {San Juan Crisóstomo, Homilía 15, 6; BAC 141, 1955, pg 288}.
Erasmo (1467-1536), el humanista de Rotterdam, hizo del tema la clave de su célebre Enchiridion, cuyo cap I comienza así: "Lo primero que has de traer a la memoria una vez y otra es que toda la vida de los mortales no es más que una milicia, como lo afirma el muy ejercitado en ella y nunca vencido caballero Job (7, 1)" {Erasmo, Enchiridion, BAC minor 79, Madrid 1995. El cap I se titula: "Hay que estar siempre en vela en esta vida" (Vigilandum esse in vita), pg 55. Sobre la lectura del Enchiridion por Ignacio de Loyola vid Ricardo García-Villoslada, Loyola y Erasmo: dos almas, dos épocas, Taurus, Madrid 1965}. San Ignacio de Loyola, como es bien sabido, lo acentuó de manera muy peculiar en la época moderna. Es una irrenunciable dimensión de la vida cristiana, que se expresa de manera especialmente vigorosa en los escritos de San Pablo. El "paulinismo" de la "lucha" contra los "enemigos del alma" para llegar a la saantidad tiene numerosas manifestaciones a lo largo del libro {Aspecto muy bien señalado en Camino / The Way, p / 306  nt 12}.

 «  307  »  Ese modo sobrenatural de proceder es una verdadera táctica militar. –Sostienes la guerra –las luchas diarias de tu vida interior– en posiciones, que colocas lejos de los muros capitales de tu fortaleza.
Y el enemigo acude allí: a tu pequeña mortificación, a tu oración habitual, a tu trabajo ordenado, a tu plan de vida: y es difícil que llegue a acercarse hasta los torreones, flacos para el asalto, de tu castillo. –Y si llega, llega sin eficacia.

Octavilla 11 de la serie Lhz, escrita en Honduras, copiada del Cuadernito que anotaba en la Legación, hoja 23r, jueves 6-V-1937 (Apínt, nº 1377). Tenor literal idéntico, con alguna variante de puntuación {El Autor añade en el Cuaderno las siglas que ya conocemos (vid com / 11): " –O.c.P.a.I.p.M. –R.Ch.V. –D.O.G."}.
El tema lo desarrolló en la predicación de esos días:
"¿Qué hacer para mantener sumiso al enemigo, para estar seguros frente a los ataques de las tres concupiscencias: la soberbia, la avaricia y la carne {Cfr 1Jn 2, 16  } ? Pues entretengámosle con pequeños combates lejos de los muros capitales de la fortaleza. Presentémosle escaramuzas en pequeños detalles: en la lengua, en la vista, en el trabajo, en el trato con los demás; descendamos al pormenor y cuidemos así de aplastar al enemigo. Seremos cien veces derrotados, pero ¿qué importa? Cada derrota nos enardecerá para la pelea siguiente. Además, ninguna de estas batallas, si planteamos la lucha en terreno tan distante de la fortaleza central que defiende nuestro corazón, permitirá al adversario atacar sus muros. Y si, por permisión de Dios, en algún momento llegase hasta ahí su embestida, agotado por las continuas y anteriores peleas, sería tan débil que, a pesar de nuestra flaqueza, sería vencido fácilmente" {PredicHond, "Confusionismo", 15-V-1937, pg 73; X}.
"No olvidemos tampoco, en esta pelea, lo que pudiéramos llamar punto de vista estratégico. ¿Está planteado el combate en el campo que a nosotros nos conviene? ¿No nos hemos dejado arrastrar a un terreno en el que el enemigo tiene todas las ventajas? ¿No podemos presentar la batalla a nuestro contrario, en un flanco que le obligue a abandonar el frente donde nos ataca, y donde ya nos sentimos agotados?" {PredicHond, "Militia est vita", 21-VI-1937, pg 122; XIX}.

 «  308  »  Me escribes y copio: "Mi gozo y mi paz. Nunca podré tener verdadera alegría si no tengo paz. ¿Y qué es la paz? La paz es algo muy relacionado con la guerra. La paz es consecuencia de la victoria. La paz exige de mí una continua lucha. Sin lucha no podré tener paz".

"Gaitica" escrita sobre una octavilla de la serie Ah, posterior por tanto al 20 de diciembre del 38. No se ha encontrado la carta a la que se refiere el Autor. Juan Jiménez Vargas dice que era suya. Leemos en su "Relato del 77": "Esto es de una carta que escribí a Burgos durante la guerra. Viene a ser como una ficha para utilizar en una charla. Se comprende que el estilo es de circunstancias y da una idea del ambiente de la época: la paz era inconcebible sin la victoria" {Relato del 77, pg 9}.
La frase de Msb tachada en la octavilla ("Después de la lucha, si he vencido, tendré la tranquilidad de la paz": vid apcrít) es, probablemente, el final del párrafo de la carta, que el Autor no hace suyo. Para él, la paz, el "gaudium cum pace", no es "tranquilidad", ni viene propiamente "después" de la lucha, sino que se da en la misma lucha, "exige de mí una continua lucha". Lucha, victoria, paz, no es una secuencia cronológica en la vida cristiana, sino una implicación permanente hasta que el Señor nos llame a su presencia. Por eso lo grave es "conformarse", dejar de luchar. Vid cap "Lucha interior". Vid también los p / 766 -768, sobre todo este último.

 «  309  »  ¡Mira qué entrañas de misericordia tiene la justicia de Dios! –Porque en los juicios humanos, se castiga al que confiesa su culpa: y, en el divino, se perdona.
¡Bendito sea el santo Sacramento de la Penitencia!

Texto escrito sobre una ficha Not, posterior por tanto a 6-XII-1938. Podría verse un punto de partida redaccional en este apunte de meditación:
"Cristo ¡qué bueno!: misericordia para compadecerse: bondad y caridad" {EjEsp, Meditación "Rey temporal", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 105. Ya en 1934 una expresión semejante enmarcaba el tema del sacramento de la penitencia: "La Confesión. ¡Qué bueno es Dios N. Señor! Condiciones muy razonables" (Plática sobre la confesión, Madrid 19-III-1934; guión nº 9)}.
El apunte, en todo caso, no pasó de ser mera ocasión para introducir en el libro estos dos puntos sobre la confesión –éste y el siguiente–, que en realidad no tienen precedentes documentales. En este p / 309  aparece la sensibilidad del Autor como jurista.

 «  310  »  "Induimini Dominum Jesum Christum" –revestíos de Nuestro Señor Jesucristo, decía San Pablo a los Romanos1. –En el Sacramento de la Penitencia es donde tú y yo nos revestimos de Jesucristo y de sus merecimientos.

Una profunda pincelada teológica sobre el sacramento, escrita sobre una octavilla Bl, con una grafía muy semejante a la del punto anterior. Tiendo a pensar que ambos textos fueron muy próximos en su redacción. El p / 309  es el momento "teo-lógico" (el sacramento como expresión de Dios Padre) y el p / 310, el momento cristológico.
Interesante la lectura de Rm 13, 14  que propone el Autor, que ve en el Sacramento de la Penitencia la victoria sobre las obras de la carne.

 «  311  »  ¡La guerra! –La guerra tiene una finalidad sobrenatural –me dices– desconocida para el mundo: la guerra ha sido para nosotros.
–La guerra es el obstáculo máximo del camino fácil. –Pero tendremos, al final, que amarla, como el religioso debe amar sus disciplinas.

Texto escrito sobre ficha Not, posterior a 6-XII-1938. Tiene una trastienda redaccional un tanto compleja. El documento más inmediato es una cuartilla autónoma, escrita por Pedro Casciaro, sin lugar ni fecha, pero anexa a las dos cartas que escribió al Autor el 2-I-1939 {Cartas de Pedro Casciaro a Josemaría Escrivá, Calatayud 2-I-1939; AGP, sec N-2, leg 149, carp D, exp 4}. El texto comienza así: "Señor: ¡Con cuánta esperanza aguardamos el día de la paz!". La cuartilla es, evidentemente, un trozo de su oración personal puesta por escrito y enviada al Beato Josemaría {El Beato Josemaría, para orientar a los fieles del Opus Dei en la vida de oración, les sugería en aquellos años que hicieran de vez en cuando la oración escribiendo. Algunos le enviaban esas notas para que él pudiera seguir el estado de su alma y aconsejarles. Parece que esta cuartilla de Pedro Casciaro responde a esto. Vid también algo parecido del propio Casciaro en com / 111. En carta del 8 de enero, le decía al Autor: "Bueno, supongo que las tonterías que le mando de cuando en cuando, las romperá Vd. Nunca ha estado en mis cálculos escribir serafinillos ni cosa que se le parezca" (ibidem). La hoja está metida dentro de un sobre en el que el Beato Josemaría había escrito "No leer" y debajo "Pedro". Al dorso se lee, también de mano del Autor en lápiz rojo: "Otra cosa para romper" y después , con el mismo lápiz, tachado}. El pasaje que nos interesa es el último, que dice así:
"La guerra; la guerra... Juan dijo en cierta ocasión, que la guerra tenía una finalidad sobrenatural, desconocida para el mundo: la guerra ha sido para nosotros. ¡Qué verdad es! La guerra ha sido el obstáculo máximo del camino fácil. Pero tendremos, a su final, que amarla, como el religioso debe amar sus disciplinas".
Todo el texto respira el aire de impaciencia de esos meses finales del conflicto (Casciaro debe escribir en enero) en los que ya todo está tan decidido que incluso escribe en pasado. El texto parece comentar una idea de Jiménez Vargas –"Juan"–, que Casciaro hace suya –"¡qué verdad es!"– y que luego continúa desarrollando por su cuenta. Jiménez Vargas, en su "Relato del 77" sobre C, ya varias veces citado, alude también a este punto: "Me parece que aquí se recoge algo que escribí en una carta de las que enviaba a Burgos durante la guerra. En el fondo está la visión del Padre –el omnia in bonum {"Omnia in bonum": exclamación frecuentísima en boca del Beato Josemaría, síntesis del texto paulino "diligentibus Deum omnia cooperantur in bonum" (Rm 8, 28), que caló hondo en sus seguidores. El "omnia in bonum" está en el fondo del p / 268 y es el tema del p / 378. Vid}– y luego, una especie de entusiasmo, tratando de buscar las ventajas prácticas de la situación en relación con las actividades de apostolado" {Relato del 77, pg 10}. No he encontrado la carta citada.
Para dar forma a su mensaje, el Autor procede del siguiente modo: divide el punto en dos párrafos. El "me dices" queda vinculado al primero. En el segundo (vid apcrít) cambia el pasado (la guerra ha sido) por presente (es). Y esto no ya por fidelidad histórica (la guerra continuaba), sino para trascender el acontecimiento concreto y poder dar forma a su propio mensaje espiritual, que es el que capta el lector: la guerra de la que se habla en C no es ante todo el acontecimiento de la guerra civil española, sino todas las formas de contradicción, todo lo que nos flagela, lo que nos hace guerra, que hay que recibir con visión sobrenatural (vid p / 279), pues tiene siempre valor de purificación y reparación, en última instancia como un don de Dios.
Este punto, como antes el p / 308 y otros sembrados acá y allá en el libro, muestra con fuerza el sufrimiento de la guerra, la escondida fuerza purificadora que el Beato Josemaría y los suyos descubrían en aquella hecatombe y el deseo incontenible de la paz para desarrollar el trabajo apostólico. Pero él siempre les hacía elevar la mirada hacia otra paz y... hacia otra guerra. En abril del 38, unos meses antes de lo que narramos, escribía a otro del pequeño grupo, al arquitecto Ricardo Fernández Vallespín, Director de la Residencia de Ferraz, que con sus prismáticos, en el frente de Madrid, podía contemplarla en ruinas:
"¡Tengo unas ganas de que se acabe esta guerra! Entonces comenzaremos, recomenzaremos, otra quizá más dura, pero más nuestra. Y pienso que quizá haya que volver a vivir aquellos años terribles de penuria. No importa: el Señor, con nuestro esfuerzo al máximo también, nos sacará de todo antes, más y mejor de lo que podemos soñar" {Carta de Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Burgos 6-IV-1938; EF 380406-1}.
"La guerra ha sido para nosotros". La expresión ha hecho dudar a los traductores. A mi entender no es dudoso su sentido, aunque gramaticalmente pueda considerarse ambiguo: el "para nosotros" explicita la "finalidad" a la que se acaba de aludir. Pero el traductor francés no lo ha entendido así y ha visto en los puntos suspensivos más bien una perplejidad o una duda en el interlocutor del Autor: "pour nous, la guerre a été..." En cambio el traductor portugués explicita al máximo la frase: "a guerra foi feita para nos...".
Sobre las "disciplinas", vid com / 200

 «  312  »  ¡Poder de tu nombre, Señor! –Encabecé mi carta, como suelo: "Jesús te me guarde".
–Y me escriben: "El ¡Jesús te me guarde! de su carta ya me ha servido para librarme de una buena. Que Él les guarde también a todos".

Octavilla Bl. Continúa el diálogo epistolar. El corresponsal del Autor era un estudiante de Ingeniero de Caminos, que frecuentaba Ferraz con Álvaro del Portillo. Escribe desde Extremadura en agosto de 1938:
"Muy queridos don José María y todos los demás: [...] Le diré a Vd., Padre, que el ¡Jesús te me guarde! de su carta ya me ha servido para librarme de una buena. Que El les guarde también a todos" {Carta de Antonio Martínez-Cattáneo a Josemaría Escrivá, Frente de Extremadura 30-VIII-1938; AGP, sec N-2, leg 149, carp A, exp 12. –Antonio Martínez-Cattáneo Vivas (1914-1995), nacido en Madrid, Ingeniero de Caminos, frecuentó desde el curso 1934-35 la Residencia DYA, en la calle de Ferraz. Allí conoció y trató al Autor. Durante la guerra volvió a tratarle visitándole en Burgos, o por correspondencia. Al terminar la contienda siguió manteniendo relación con los apostolados del Opus Dei}.
Quizá es éste el momento de subrayar una idea apuntada en IntrodGen § 10: el empleo de los posesivos afectivos en C (y en toda la obra del Beato Josemaría). Testifican, evidentemente, afecto, ternura, auténtico interés personal por la otra persona. El "¡Jesús te me guarde!" de sus cartas, recogido en este p / 312, es prototípico. Vid también el "no te me inquietes" de p / 164  y el "no te me plantes" del p / 858  o el "No te me aburgueses" de Forja, 936 . Pero detrás de esta costumbre del Autor hay mucho más: hay una teología de fuerte impronta cristológica. Porque en esa vivencia de la "mutua implicación" lo que hay en realidad es la convicción de que los demás, con su fidelidad, le sostenían a él, y de que él, con la suya, apoyaba a los demás: en definitiva, que es Cristo en todos el que sostiene a todos. Es el sentido de la comunión de los santos que gráficamente describe en p / 462.

 «  313  »  "Ya que el Señor me ayuda con su acostumbrada generosidad, procuraré corresponder con un 'afinamiento' de mis modos", me dijiste. –Y yo no tuve nada que añadir.

Texto escrito en una octavilla de la serie Bpr, ya al final de la redacción del libro. El que dice eso es un estudiante de Farmacia, Enrique Alonso-Martínez, cuya unidad militar está en Alhama de Aragón y desde allí escribe a los amigos de Burgos {El Autor decía a los que estaban dispersos que sus cartas las dirigieran a nombre de alguno de los que estaban en Burgos, no siempre a él, para no llamar excesivamente la atención en correos, en época de guerra, con aquel volumen de correspondencia}:
"A mi vuelta a esta farmacia me he encontrado con un gran montón de cartas, que me compensan la falta anterior del género. Vuestras epístolas me han alegrado mucho, porque parece que D. Manuel {Dios Nuestro Señor} nos ayuda con su proverbial generosidad, a la que debemos corresponder con un 'afinamiento' de nuestros 'modos' " {Carta de Enrique Alonso-Martínez a Francisco Botella, Alhama de Aragón 29-XII-1938; AGP, sec N-2, leg 147, carp A, exp 1}.
Posiblemente el estudiante se hacía eco del lenguaje del Autor, que les hablaba de "afinar" en las virtudes {Vid Surco, 337    y Forja, 561    }.

 «  314  »  Te escribí, y te decía: "me apoyo en ti: ¡tu verás qué hacemos...!" –¡Qué íbamos a hacer, sino apoyarnos en el Otro!

Octavilla Bl, trazos muy gruesos. Escrivá se dirigía frecuentemente con esta expresión –"me apoyo en ti"– a Ricardo Fernández Vallespín, sobre todo en el contexto de la reconstrucción de la Residencia de Ferraz, de la que Ricardo era Director (vid texto citado en com / 311). Desde Ávila, agosto:
"Gaudium cum pace! Cúmpleme las Normas. Me apoyo en ti: tú verás qué hacemos. Te quiere mucho, Mariano {Carta de Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Ávila 13-VIII-1938; EF 380813-2}.
Desde Burgos, en octubre:
"Dile a mi protector [el propio Ricardo] que me apoyo en él; pero que él se apoye de continuo en el Otro" {Carta de Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Burgos 13-X-1938; EF 381013-1}.
Y el 2 de febrero del 39, el día que terminó de escribir a máquina el manuscrito de C, le escribía:
"Por tu santo un abrazo fuerte, fuerte; la mejor de mis bendiciones; la petición a Dios de todas las gracias que necesitas, para tu labor... y la esperanza de que tu Padre se podrá siempre apoyar en ti, y los dos en El" {Carta de Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Burgos 0-II-1939; EF 390200-2. Carta de Josemaría Escrivá a Miguel Sotomayor, Burgos 25-VII-1938; EF 380725-1: "Mucho te encomiendo. Me apoyo en ti: Mira que nos caeremos los dos... y no tienes derecho a tirarme". –Miguel Sotomayor Muro (1914-1962), natural de Algeciras (Cádiz). Ingeniero de Minas. Conoció al Autor en la Residencia DYA, dirigiéndose espiritualmente con él y frecuentando los medios de formación que allí se impartían. Al comenzar la guerra perdió el contacto con el Fundador del Opus Dei hasta el año 1938. Desde esa fecha hay intercambio abundaqntes de correspondencia. El Beato Josemaría fue a visitarle a Córdoba, donde estaba destinado, y Miguel se presentó en alguna ocasión en Burgos. Acabada la guerra, el trato se redujo, aunque siempe mantuvo la admiración y el afecto hacia el Autor.}.

 «  315  »  Misionero. –Sueñas con ser misionero. Tienes vibraciones a lo Xavier: y quieres conquistar para Cristo un imperio. –¿El Japón, China, la India, Rusia..., los pueblos fríos del norte de Europa, o América, o África, o Australia?
–Fomenta esos incendios en tu corazón, esas hambres de almas. Pero no me olvides que eres más misionero "obedeciendo". Lejos geográficamente de esos campos de apostolado, trabajas "aquí" y "allí": ¿no sientes –¡como Xavier!– el brazo cansado después de administrar a tantos el bautismo?

Octavilla Bl, trazos muy gruesos. Desde los inmediatos sufrimientos de la guerra, el mundo entero como horizonte del Evangelio. San Francisco Javier, que era uno de los santos de su devoción {Vid com / 250 nt 9} , es el "analogatum princeps" de la doctrina de este número. Pero el mundo entero se hace realidad concreta –éste es el mensaje– en el aquí y ahora del trabajo y las responsabilidades de la vida ordinaria, que constituyen la "obediencia de fe" de los cristianos corrientes y el campo de su misión.
La célebre escena del brazo cansado la narra el mismo Javier:
"Estuve cuasi movido de escribir a la Universidad de París, a lo menos a nuestro Maestre de Cornibus y al doctor Picardo, cuántos mil millares de gentiles se harían cristianos, si hubiese operarios, para que fuesen solícitos de buscar y favorecer las personas que non quaerunt quae sua sunt, sed quae Jesu Christi. Es tanta la multitud de los que se convierten a la fe de Cristo en esta tierra por donde ando, que muchas veces me acaesce tener cansados los brazos de bautizar, y no poder hablar de tantas veces decir el Credo y mandamientos en su lengua de ellos, y las otras oraciones [...] Sobre todas las oraciones les digo muchas veces el Credo y mandamientos; hay día que bautizo todo un lugar, y en esta Costa donde ando, hay treinta lugares de cristianos" {Carta de San Francisco Javier a "los compañeros residentes en Roma", Cochín 15-I-1544; Cartas y escritos de San Francisco Javier, BAC 101, Madrid 1979, pg 116s. En Roma, en la Iglesia del Gesù, se venera como preciosa reliquia el brazo derecho de San Francisco Javier}.
Sobre el tema "misión" y "misionero" vid p / 848 y com.

 «  316  »  Me dices que sí, que quieres. –Bien, pero ¿quieres como un avaro quiere su oro, como una madre quiere a su hijo, como un ambicioso quiere los honores o como un pobrecito sensual su placer?
–¿No? –Entonces no quieres.

Octavilla Bl, trazos muy gruesos. La "gaitica" se redacta, posiblemente, a partir de este apunte de meditación:
"¿Quiero seriamente? "Como avaro, novio, madre, negociante?" {EjEsp, Meditación "Dos banderas. Genio militar de San Ignacio", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 83}.
El tema tenía un fuerte desarrollo en la predicación de Josemaría Escrivá. El Cardenal Suquía, que asistió a los EjEsp de Vergara siendo un sacerdote recién ordenado, dejó constancia de la impresión que le produjo oírle predicar este punto: "El amor a Cristo: Recuerdo aquel amor a Cristo que respiraban todas sus frases. Conservo imborrable recuerdo de aquellas palabras: 'Amar a Cristo con locura, con enamoramiento, como un avaro su dinero, como un negociante su negocio, como un amante a su amada, como un pobre desgraciado sus placeres sensuales' ..." {Antiguo escrito del Cardenal Ángel Suquía sobre los EjEsp predicados por el Autor en Vergara, fechado en 26-II-1942; original en AGP, sec A, leg 4, carp 5, exp 9}.
En los años anteriores a la guerra, Escrivá tuvo una gran devoción al Amor Misericordioso y conoció los escritos de una de sus propagadoras, la Madre Marie Thérèse Desandais, que escribía con el pseudónimo de P. M. Sulamitis {En torno a la devoción al Amor Misericordioso surgen a comienzos de siglo en distintos puntos de Europa (Sor Benigna Consolata Ferrero, en Italia; Santa Faustina Kowalska, en Polonia; Marie Thérèse Desandais, en Francia; M. Esperanza Alhama, en España...) varios movimientos devocionales. El que propugnaba la M. Desandais tiene como objetivo central resaltar la Misericordia de Dios; y se presenta como complemento y desarrollo de la devoción al Corazón de Jesús y en sintonía con las enseñanzas de Santa Teresa de Lisieux: Dios, que sale al encuentro del pecador y busca su conversión, favoreciendo en el alma una actitud de confianza, abandono filial y correspondencia generosa a la gracia. No son ajenos a esta devoción otros aspectos como la infancia espiritual, la ofrenda de la propia vida, el valor de las pequeñas acciones hechas por amor, la oración por los sacerdotes y religiosos, etc. –En España cobra fuerza con el apoyo del dominico P. Juan González Arintero, que por medio de la revista La Vida Sobrenatural publicó los escritos de la salesa Marie Thérèse Desandais, bajo el seudónimo de Sulamitis, P.M. (Petite main). También se divulgaron en folletos y hojas volanderas, editados por personas del entorno del P. Arintero. Estos escritos tienen un contenido doctrinal –teológico y moral– profundo, y facilitan un trato afectivo con el Señor. Entre las prácticas devocionales sugeridas, destacan dos: la contemplación de la imagen de Jesucristo Amor Misericordioso, un Cristo vivo, y la oración de ofrenda al Amor Misericordioso. –Entre las personas donde se difundía el Amor Misericordioso en Madrid, en la década de los veinte, hasta la guerra, cabe destacar a la Madre Esperanza Alhama, que fundó las Esclavas del Amor Misericordioso, y a Juana Lacasa; y entre los lugares donde se vivía esta devoción –y en muchos casos, se difundía–, se encuentran el primer Monasterio de la Visitación, la Basílica de Atocha, la iglesia del Inmaculado Corazón de María, las Reparadoras de la calle Torija, las Esclavas de Martínez Campos, el Patronato de Santa Isabel, etc.; personas y lugares conocidos y frecuentados por el Autor. Sobre el tema vid Federico M. Requena, Espiritualidad en la España de los años veinte. Juan G. Arintero y la revista 'La Vida Sobrenatural' (1921 1928), Pamplona 1999, pgs 166–177}. En el punto de C puede haber una resonancia de este párrafo de P. M. Sulamitis: "Mirad cómo los avaros piensan sin cesar en enriquecerse; los que ambicionan honores, los buscan al precio de todas las bajezas; los que están hambrientos de placeres, hacen cuanto pueden por procurárselos; las madres, las esposas y los esposos fieles, los amigos, están pendientes de aquello que puede agradar a los que aman; los que se dedican al estudio aprovechan todas las ocasiones de adquirir conocimiento: el objeto que cada uno tiene en su voluntad, le trae continuamente ocupado."
P. M. Sulamitis, "La Gloria de Dios" (II), en La Vida Sobrenatural, 21 (1931) 94. Este artículo circuló también en un folleto: P. M. Sulamitis, La gloria de Dios, Obra del Amor Misericordioso, Edit. La Tipografica, 3ª ed, Vergara 1935 (cita en pg 18). Por lo demás, la comparación con el avaro, el ambicioso y el lascivo para exhortar al sacrificio es clásica: "Que si consideramos lo que suda el avariento en su pozo, y las ansias con que anhela el ambicioso a su bien, y lo que cuesta de dolor al lascivo el deleite, no hay trabajo ni miseria que con la suya se iguale" (Fray Luis de León, De los nombres de Cristo Cristóbal Cuevas (ed.), Cátedra ["Letras hispánicas", 59], 6ª ed, Madrid 1985, pg 232)}
. Pero, en todo caso, el punto de C ofrece en la formulación del dilema una nota tajante que se expresa en la drástica y lapidaria conclusión final, "frase que no lleva signos de exclamación porque los contiene en sí y le sobrarían" {J. M. Ibáñez Langlois, Josemaría Escrivá como escritor, (2002), pg 21. Un jugoso comentario estilístico a este p / 316  en G. Ortiz de Landázuri, Aspectos literarios de Camino, pg 15}.
Las palabras y la experiencia de este punto de C emergían años después en Surco, 798:
"Todavía no quieres al Señor como el avaro sus riquezas, como una madre a su hijo..., ¡todavía te preocupas demasiado de ti mismo y de pequeñeces tuyas! Sin embargo, notas que Jesús ya se ha hecho indispensable en tu vida.
–Pues, en cuanto correspondas por completo a su llamada, te será también indispensable en cada uno de tus actos".

 «  317  »  ¡Qué afán ponen los hombres en sus asuntos terrenos!: ilusiones de honores, ambición de riquezas, preocupaciones de sensualidad. –Ellos y ellas, ricos y pobres, viejos y hombres maduros y jóvenes y aun niños: todos igual.
–Cuando tú y yo pongamos el mismo afán en los asuntos de nuestra alma tendremos una fe viva y operativa: y no habrá obstáculo que no venzamos en nuestras empresas de apostolado.

Texto sobre octavilla Not, diciembre de 1938. Punto en íntima relación con el anterior y su contexto. Texto base en la plática preparatoria de los EjEsp en Vergara:
"El mundo exterior y nosotros... –El afán de los hombres, por sus asuntos terrenos [ilusiones de honores, ambiciones de riquezas, preocupaciones de sensualidad: ricos y pobres, ellos y ellas, jóvenes, viejos, maduros y aún niños]. Nosotros, ahora..., ¡seriamente!... –¿Qué falta, pues?... Fe viva, operativa" {EjEsp, "Plática preparatoria", Vitoria 23-VIII-98; guión nº 97}.

 «  318  »  Para ti, que eres deportista, ¡qué buena razón es ésta del Apóstol!: "Nescitis quod ii qui in stadio currunt omnes quidem currunt, sed unus accipit bravium? Sic currite ut comprehendatis" –¿No sabéis que los que corren en el estadio, aunque todos corren, uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo ganéis.

Octavilla Bl, trazos fuertes. Texto redactado al releer en la fase final los guiones de predicación. En el guión 117 anotó ad litteram el texto de la Vulgata que da origen al punto {EjEsp, Plática "Espíritu de mortificación y penitencia", Vitoria 24-VIII-1938; guión nº 117}.

 «  319  »  Recógete. – Busca a Dios en ti y escúchale.

Texto escrito sobre ficha Re. Texto redactado al releer en la fase final los guiones de predicación:
"Recogimiento: buscar a Dios en mí: oírle, escucharle" {EjEsp, "Plática preparatoria", Vergara 4-IX-1938; guión nº 97}.
Parece como la resonancia de aquel antiguo consejo, que tan fuerte impacto tuvo en su vida. Le decía su confesor: "tenga amistad con el Espíritu Santo. No hable: óigale". Vid com / 57

 «  320  »  Fomenta esos pensamientos nobles, esos santos deseos incipientes... –Un chispazo puede dar lugar a una hoguera.

Octavilla Bl, trazos fuertes. Texto redactado probablemente al releer en la fase final los guiones de predicación:
"lo grande comienza por ser chico. Cosas pequeñas... Un chispazo, una hoguera. Vida interior. Tratarlo. Oración, oración y oración: de aquí todo" {EjEsp, Meditación "Amor de Dios", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 113}.
Vid cap 39 "Cosas pequeñas".

 «  321  »  Alma de apóstol: esa intimidad de Jesús contigo, ¡tan cerca de Él, tantos años!, ¿no te dice nada?

Texto sobre octavilla Bl. Punto claramente autobiográfico, procedente de las notas escritas sobre su Cuaderno durante los EjEsp en Pamplona, diciembre 1937:
"Precisamente, cuando estoy en la Capilla de Palacio intentando hacer oración, entra el Sr. Obispo y administra las Ordenes Menores a un clérigo. Salen, y quedo solo deshecho en lágrimas: ¡tan cerca de Cristo, tantos años, y... tan pecador! La intimidad de Jesús conmigo, su Sacerdote, me arranca sollozos" {Apínt. nº 1423, 19-XII-1937, segundo día de retiro en Pamplona}.
Al trasladar la experiencia al texto impreso, aparte del paso al "tú", el Autor radicaliza el panorama, que se hace más abracante: el "sacerdote" es ahora el "alma de apóstol".

 «  322  »  Es verdad que a nuestro Sagrario le llamo siempre Betania... –Hazte amigo de los amigos del Maestro: Lázaro, Marta, María. –Y después ya no me preguntarás por qué llamo Betania a nuestro Sagrario.

Texto sobre octavilla Bl. El tema está concentrado ya en el retiro de Salamanca, enero de 1938:
"¿Cosas nuevas? No: confidencias, como en Betania" {Retiro espiritual, Plática "Vida sobrenatural", Salamanca 25-I-1938; guión nº 91}.
Más desarrollado, después, en los EjEsp de Vitoria:
"Aquellas estancias de Jesús en Betania!... María escoge la mejor parte... (Luc 10, 38-42)...¡Qué buena, Marta!... 'Porro unum est necessarium!' ... Extática: oración... –Resurrección de Lázaro (Joann 11, 1-45). Amorosamente se queja a Jesús, Marta: 'Domine si fuisses hic...' Envía a su hermana este recado: ' Magister adest et vocat te ' ..." {EjEsp, Meditación "María de Magdala", Vitoria VIII-1938; guión nº 119}.
Sin embargo, el Sagrario como Betania no está en estos precedentes, aunque es muy posible que sobre el apunte del guión lo desarrollara en la predicación oral. En todo caso tenemos esta extensa nota de los EjEsp a los seminaristas de Valencia, un año después:
"Erat autem quidam languens Lazarus a Bethania, de castello Mariae et Marthae sororis eius. ¡Qué alegría al contemplar a Jesús en Betania! ¡Amigo de Lázaro, Marta y María! Allí va a reparar sus fuerzas cuando se ha cansado. Allí tenía Jesús su hogar. Allí hay almas que le aprecian. Hay almas que se acercan al Sagrario y, para ellas, aquello es Betania. ¡Ojalá lo sea para ti! Betania es confidencia, calor de hogar, intimidad. Amigos predilectos de Jesús. Lo es tuyo" {EjEsp , Meditación 4.4ª, Valencia 6-XI-1940; notas tomadas por D. Vicente Moreno; AGP, sec A, leg 100-38, carp 1, exp 18}.

 «  323  »  Tú sabes que hay "consejos evangélicos". Seguirlos es una finura de amor. –Dicen que es camino de pocos. –A veces, pienso que podría ser camino de muchos.

Octavilla Re. Consejos evangélicos: es la única vez que aparece la expresión en C. Escrivá prefería exponer la vida cristiana en términos de "virtudes", entre las que se encuentran –vid índice de caps del libro– las que se refieren a "los" consejos evangélicos {Sobre el tema "consejos evangélicos" vid José Luis Illanes, Mundo y santidad, Rialp ("Patmos", 182), pgs 163-193}.

 «  324  »  "Quia hic homo coepit aedificare et non potuit consummare!" –¡comenzó a edificar y no pudo terminar!
Triste comentario, que, si no quieres, no se hará de ti: porque tienes.
todos los medios para coronar el edificio de tu santificación: la gracia de Dios y tu voluntad.

Texto escrito sobre octavilla Re. El punto de partida pudo ser uno de éstos:
"(Lc 14, 25 -35). Medios: edificar la torre ...hacer la guerra: ¡su gracia! Sí, pero con mi esfuerzo" {EjEsp, Plática "Vida sobrenatural y espíritu sacerdotal", Vergara 6-IX-1938; guión nº 82}.
"(Lc 14, 28 -32) El edificio. La guerra. Quia hic homo coepit aedificare et non potuit consumare! Tenemos ' sumptus qui necessarii sunt!... possumus occurrere ei!... sufficit tibi gratia mea! (2Co 12, 9)" {EjEsp, "Plática de perseverancia", Vitoria 26-VIII-1938; guión nº 120}.
La antropología de la libertad humana, subyacente a lo largo del libro {"La libertad del cristiano era uno de sus temas predilectos", decía Cornelio Fabro ("Un maestro de libertad cristiana", en L'Osservatore Romano, 2-VII-1977), que volvió sobre el tema en "El temple de un Padre de la Iglesia", en Cornelio Fabro-Salvatore Garofalo-Maria A. Raschini, Santos en el mundo, Rialp, Madrid 1993, pgs 107-115 (orig. italiano: Santi nel mondo, Ares, Milán 1992). Vid también sobre el tema Antonio Millán Puelles, "Amor a la libertad", en AA. VV., Homenaje a Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer, pgs 26-53 y Alejandro Llano, "La libertad radical", en Josemaría Escrivá de Balaguer y la Universidad, 1993, pgs 259-276} , tiene aquí un momento de emergencia especialmente denso. El edificio de la santificación, es decir, de la plenitud de realización del hombre es un don de la gracia que cuenta con "tu voluntad", con el ejercicio de la libertad personal. Una libertad que, a su vez, ha de ser donada a Dios ("Hombre libre, sujétate a voluntaria servidumbre..." (vid p / 761  y com), como se muestra por todas partes en el cap 37: "La Voluntad de Dios".
El cap termina así con este breve apunte sobre la interacción de gracia divina y correspondencia humana, que son las coordenadas de la santificación del cristiano.

 «  TIBIEZA  » 

1 Pequeño cap de nueva creación, pensado por el Autor en la fase redaccional de Burgos. Es un subtema, podríamos decir, dentro del gran marco señalado por los dos caps precedentes: la tibieza es una enfermedad de la "vida interior", de la "vida sobrenatural". Los autores clásicos sitúan el problema de la tibieza, de ordinario, en el seno de la llamada "vía iluminativa" {Vid por ej A. Tanquerey, Compendio de Teología ascética y mística, ed 1930, §§ 1270-1280} , que es, sin entrar en tecnicismos, donde la coloca Escrivá; es decir, como amenaza, como peligrosa enfermedad que puede darse en el camino de un alma que parecía decidida a avanzar en la "vida interior", en la "vida sobrenatural". Es el relajamiento en el fervor de la caridad, que toma la forma de acidia, pereza espiritual, rutina, acostumbramiento, etc. {Vid Camillo Gennaro, "Tiepidezza", en DESp, III, pgs 2519-2521}. En brevísimos puntos se nos hace un magistral dibujo del marco de la tibieza, del "principio de la tibieza", como dice en p / 325. Es de señalar el reiterado acento que el Autor pone en los pecados veniales y en su profunda significación dentro del cuadro de la tibieza.
2 Del análisis de los materiales de redacción se deduce claramente que Josemaría Escrivá toma la decisión de tratar este tema con la autonomía propia de un cap ya en la ordenación que hace en Navidad de 1938, cuando todavía los dos caps anteriores formaban uno único (Vid respectivas Introd). Es entonces cuando entre las "gaiticas" emerge el pequeño bloque de seis que tratan un tema tan decisivo en la vida espiritual. Al fabricar la pequeña carpeta para las seis fichas y a la espera de que surja alguna otra, el Autor escribe en la portadilla: "Buscar en el folleto...". Es un recordatorio para localizar en Cec algún punto sobre tibieza y traerlo a este nuevo cap. Así aparece el que será p / 325 de C, que sale del cap "Carácter" y se incorpora, a éste que introducimos, precisamente como cabecera. Hasta este momento, es el cuarto punto de Cec que ha cambiado de sitio.

 «  325  »  Lucha contra esa flojedad que te hace perezoso y abandonado en tu vida espiritual. –Mira que puede ser el principio de la tibieza..., y, en frase de la Escritura1, a los tibios los vomitará Dios.

Cec10/1 no sólo se trasladó al nuevo cap sino que pasa a ser su punto de cabecera. Es en efecto, muy apropiado para dar entrada al cap "Tibieza". Procede del Cuaderno VII, nº 1100, copiado en 5-I-1934 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 110, 718, 435, 983, 386, 325, 65, 178, 174, 802, 173}. Texto idéntico.
García Hoz ha llamado la atención sobre el término flojedad en este punto: "Es un término coloquial con el que se viene a significar la ausencia de tensión. El flojo –del 'fluxus' latino– es el que se queda sin firmeza, el que se deja caer, dejándose arrastrar por 'el fluir de la vida'; en lugar de ser el dueño de su propio destino, el que elige su propio camino, es el ser dirigido por otro, pierde su condición de persona" {Víctor García Hoz, "Sobre la pedagogía de la lucha ascética", en Estudios sobre 'Camino', pgs 181-211 (cita en pg 187)}.

 «  326  »  Me duele ver el peligro de tibieza en que te encuentras cuando no te veo ir seriamente a la perfección dentro de tu estado.
–Di conmigo: ¡no quiero tibieza!: "confige timore tuo carnes meas!" –¡dame, Dios mío, un temor filial, que me haga reaccionar!

Octavilla Re, escrita en la relectura de los materiales de predicación. En la plática final de Vergara se lee este apunte, casi igual al punto de C:
"La tibieza (Ap 3, 15 -16). Peligro de no ir seriamente a la perfección del estado. VNo quiero tibieza: confige timore tuo carnes meas! (Sal 119, 120) Temor filial, que me haga reaccionar" {EjEsp, Plática "Plática de perseverancia", Vergara 10-IX-1938; guión nº 86}.
Sobre el temor filial vid p/435  y com.

 «  327  »  Ya sé que evitas los pecados mortales. –¡Quieres salvarte! –Pero no te preocupa ese continuo caer deliberadamente en pecados veniales, aunque sientes la llamada de Dios, para vencerte en cada caso.
–Tu tibieza hace que tengas esa mala voluntad.

Texto escrito sobre una octavilla Re. Nótese que este punto, y el resto hasta el final del cap, tratan siempre del pecado venial. Los temas "pecado venial deliberado" y "tibieza" están intrínsecamente vinculados en la doctrina espiritual de C. Ya en las primeras páginas de su Cuaderno del año 30 se lee este clamor al Señor:
"¡¡Señor!! Dame que, a sabiendas, no te ofenda nunca ni venialmente" {Apínt, nº 15, 13-III-1930}.
La idea está por todas partes en sus guiones de predicación. Por ej, éste de 1933:
"Medios: Huida de las ocasiones: no contentarnos con evitar los pecados mortales..." {"Plática de Perseverancia", Madrid, 0-III-1933; guión nº 11}.
O este otro de un retiro en la Residencia de Ferraz:
"La tentación. No oír, no dialogar. –Si no, el pecado grave: muerte. El leve, enfermedad: la tibieza... Propósitos: nunca, en mi vida, acostarme en pecado mortal –evitaré los pecados veniales deliberados (Presencia de Dios)" {Retiro espiritual, Plática "El pecado", Madrid 1934; guión nº 15}.
Pero esos guiones quedaron en Madrid. Al redactar C en Burgos sólo disponía de los que él elaboró en su predicación de 1938. En uno de ellos {EjEsp, Plática "Espíritu de humildad", Vitoria VIII-1938; guión nº 118} cita unas palabras de San Ignacio en el libro de los Ejercicios: "y, con esto, que por todo lo criado ni porque la vida me quitasen, no sea en deliberar de hacer un pecado venial" {Ejercicios, 164-167; BAC 86, 2ª ed, 1963, pg 230s}.
En todo caso, en el punto que comentamos se nos ofrece una condensada descripción de la relación entre tibieza y pecado venial.

 «  328  »  ¡Qué poco amor de Dios tienes cuando cedes sin lucha porque no es pecado grave!

También octavilla Re, sin interrelación documental inmediata.

 «  329  »  Los pecados veniales hacen mucho daño al alma. –Por eso, "capite nobis vulpes parvulas, quae demoliuntur vineas", dice el Señor en el "Cantar de los Cantares": cazad las pequeñas raposas que destruyen la viña.

Octavilla Not, también sin interrelación documental inmediata. Diciembre de 1938. Tema grato a muchos autores espirituales, entre ellos, en la Antigüedad cristiana, a San Agustín:
"No desdeñéis los pecados veniales. Porque aunque no sean graves, se cumulan, constituyen mole y hacen masa. [...] ¿Hay cosa más menuda que las gotas de lluvia. Y con ellas se inundan los campos y se llenan los ríos. No desdeñéis vuestros pecados menudos y leves, no sea que con su mole os aplasten" {San Agustín, Sermón 77 B, 8; BAC 441, Madrid 1983, pg 427}.
También San Alfonso María de Ligorio, que utiliza el mismo símil que el Autor de C:
"... las faltillas despreciadas [...] consiguen que, si el alma se habitúa a ellas acabe por no dar importancia ni a las faltas leves ni a las graves. Por eso nos amonesta el Señor en el Cantar de los Cantares: ' Cogednos zorras, zorras pequeñas, que devastan los viñedos ' " {San Alfonso María de Ligorio, Selva de materias predicables, Parte I, cap 5, 2; BAC 113, 1954, pgs 102s}.

 «  330  »  ¡Qué pena me das mientras no sientas dolor de tus pecados veniales! –Porque, hasta entonces, no habrás comenzado a tener verdadera vida interior.

Octavilla Bl, también sin interrelación documental inmediata.

 «  331  »  Eres tibio si haces perezosamente y de mala gana las cosas que se refieren al Señor; si buscas con cálculo o "cuquería" el modo de disminuir tus deberes; si no piensas más que en ti y en tu comodidad; si tus conversaciones son ociosas y vanas; si no aborreces el pecado venial; si obras por motivos humanos.

Ficha Re, redactada sin duda a partir de este apunte de la predicación de Vergara:
"La tibieza: relajamiento, disipación. Manifestaciones. Pigre, aegre quidquid facit pro Domino (ceremonias), qui studet onus impositum alleviare –minuere– (cálculo, cuquería), qui non cogitat nisi de se et de suis commodis, quoniam cum interierit, non sumet omnia: neque descendet cum eo gloria eius: conversaciones vanas (vida llena de vacío, frivolidad), agit propter motiva humana (la vara, la alabanza o el temor a la crítica), qui non abhorret a peccato veniali" {EjEsp, Plática "Vida sobrenatural y espíritu sacerdotal", Vergara 6-IX-1938; guión nº 82}.
Las expresiones latinas del guión están tomadas de un libro muy usado entre los sacerdotes cultos en aquella época y que utilizó en Vergara en el retiro a los sacerdotes: "Sacerdos rite institutus", del jesuita P. Petit, en cinco pequeños tomos, del que se hicieron numerosas ediciones {Adulphus Petit, S.J., Sacerdos rite institutus piis exercitationibus menstruae recollectionis auctore P. Adulpho Petit, S.J. Sexta editio elimata. Typis Societatis Sancti Augustini, Desclée, de Brouwer et Socii. Brugis et Insulis. 1926. Nosotros citamos por la edición de 1938, excepto para el tomo III, que referimos por la edición de 1912}. Escrivá usó la de 1926 {Hay una nota entre sus papeles de predicación (se encuentra en AGP, sec A, leg 50-13, carp 1, exp 2) en la que el Autor pide (al Superior del Seminario) que le pasen las Concordancias de la Sagrada Escritura y el Sacerdos rite institutus, Desclée 1926. El pasaje que extracta en su guión dice así: "1º Dicendus est tepidus ille sacerdos qui aegre portat, seu potius qui pigre trahit jugum Domini. Quidquid facit pro Domino, v. g. orare, meditari, missam celebrare, recitare officium divinum, instituere conscientiae examen, id facit obiter, molliter, ex consuetudine, sine affectu, sine corde; pigrescit peromnia! 2º Tepidus dicendus est ille sacerdos qui studet continue onus impositum alleviare atque minuere, decurtando exercitia spiritualia, ea sine causa ad aliud tempus remittendo, et scripta levia et curiosa pervolvendo eo tempore quo res serias pertractare deberet. 3º Tepidus dicendus est ille sacerdos qui non cogitat nisi de se et de suis commodis, de iis quae suam mentem avertere possunt a consideratione tristissimi animae status; nunquam serio videtur ad cor redire, 4º Tepidus dicendus est ille qui, vulgari contentus virtute, mavult cum iis conversari qui non altius quam ille desiderant ascendere, quique vanis et frivolis sermonibus eum ad risum solent provocare, fratres autem gravioris indolis sedulo fugit. 5º Tepidus dicendus est ille sacerdos qui, quidquid agit, propter motiva humana agit; qui loquitur sine prudentia; qui legit et meditatur sine fructu; qui cum vagis et incertis propositis peccata confitetur; qui celebrat missam sine praeparatione, sine seria actione gratiarum, 6º Tandem tepidus est ille sacerdos qui in se millle nutrit affectus veniales, cum minime a peccato veniali abhorreat" (tomo V, ed 1912, pgs115-17)}. El p / 331  y el tono del cap tienen gran afinidad con el p / 17, como ya hicimos notar.

 «  ESTUDIO  » 

Este cap y el siguiente ("Formación") deben ser abordados, desde el punto de vista redaccional, de manera conjunta. Son la resultante de un intensa redistribución de la materia que el Autor realiza en la última fase de la redacción en Burgos. En cierto sentido es una operación semejante a la que hemos visto en la división en dos del cap "Vida sobrenatural". Pero muy distinta: aquélla era casi sólo una práctica material; ahora, en cambio, la división implica un discernimiento de dos temas relacionados pero distintos, una cierta reordenación de la materia precedente y una integración más compleja –sobre todo en el cap "Formación"– de ese material con el nuevo elaborado en Burgos (y en Honduras), que, además, es mucho más numeroso: ambos caps suman cincuenta y cinco puntos, de los cuales catorce son los de Cec y los otros 41 de nueva creación. Como consecuencia, encontramos al Autor, por primera vez, alterando la secuencia del texto de Cec. No olvidemos, por otra parte, que estos caps, ya al final de la que hemos dado en llamar, convencionalmente, "Parte primera" de C, tienen una extraordinaria importancia en el pensamiento del Autor: todo lo hasta ahora adquirido se proyecta aquí sobre la realidad básica del trabajo profesional, del trabajo humano, que es, según el Beato Josemaría, el quicio de la santidad en medio del mundo {Cfr Amigos de Dios, 61. Sobre el tema vid J. L. Illanes, La santificación del trabajo, 2001; y Pedro Rodríguez, "Reflexión teológica sobre el trabajo", en Scripta Theologica 15 (1983) 185-204 (= Vocación, trabajo, contemplación, cap III)} y del que aquí habla, por razón de los más inmediatos destinatarios del libro –estudiantes y profesores universitarios–, como "Estudio".
El cap de Cec se llamaba "Formación y estudio" y, como tal, no tenía nada correspondiente en los fascículos de Cem, donde las consideraciones están dispersas y el Autor las agrupa al preparar el texto de Cuenca y les da ese título abarcante. Seis de ellas proceden de Cem32, tres de Cem33 y cinco directamente de los Cuadernos VI y VII de sus Apínt {En el cap de Cec hay otras dos consideraciones que el Autor desplaza a la parte final del libro (son los actuales p / 940  y 983)}. Como vemos, el gran desarrollo temático está en las "gaiticas" de Burgos.
El examen de los materiales de archivo permite, también aquí, llegar a la conclusión de que el Autor –hasta la reordenación definitiva del texto en Navidades de aquel curso 1938-39– mantenía la idea de un único cap y tenía todo el material agrupado en una única carpeta con el título –escrito a máquina– del cap de Cec. La idea de la división sale al volver a estudiar ese extenso patrimonio para mecanografiar el texto definitivo y ver la necesidad de distinguir. Esta decisión se expresa en dos nuevas carpetas, en cuyas portadillas el Autor apunta el número de las consideraciones de Cec que corresponden a cada uno de los nuevos caps (las octavillas de Burgos estaban ya ordenadas en el interior de la carpeta {Vid, sobre el tema de las "carpetas", IntrodGen § 8, 2 (pgs 144-145)}).
Aunque el título de Cuenca era "Formación y estudio", el Autor seguía dentro del cap un orden inverso, e inverso será el orden de los dos caps en que se divide en Burgos. El cap "Estudio" de C (veintiocho puntos: 332-359) toma nueve de Cec, de los cuales sitúa ocho en cabeza del cap (aunque con alteración del orden); a continuación dieciocho procedentes de Burgos para acabar con el que quedaba de Cec y, finalmente con un punto de Burgos (p / 359: "Pon un motivo sobrenatural a tu ordinaria labor profesional, y habrás santificado el trabajo") que sitúa la santificación del trabajo en el horizonte de la "vida teologal".
Desde el punto de vista de la teología espiritual, todo el libro, pero de forma muy especial este cap, está empapado de una categoría propia del pensamiento del Autor, el concepto de "unidad de vida" {Vid sobre el tema, en Pedro Rodríguez, " 'Camino' y la espiritualidad del Opus Dei", Teología Espiritual 9 (1965) 212-245, el apartado "La 'imagen del cristiano' propuesta en 'Camino': el concepto de 'unidad de vida' "; y el estudio de Celaya en F. Ocáriz-I. de Celaya, Vivir como hijos de Dios. Estudios sobre el Beato Josemaría Escrivá, Eunsa ("NT. Religión"), Pamplona 1993, pgs 93-28. Vid también Antonio Aranda, La lógica de la unidad de vida. Identidad cristiana en una sociedad pluralista, Eunsa ("Colección teológica", 99), Pamplona 2000, pgs 121-146.} , que, terminológicamente, pone en circulación más tarde. Se puede acudir, como lugar emblemático, a este párrafo de la homilía "Vocación cristiana" (año 1951), que es la primera del volumen Es Cristo que pasa:
"El cristiano ha de tener hambre de saber. Desde el cultivo de los saberes más abstractos hasta las habilidades artesanas, todo puede y debe conducir a Dios. Porque no hay tarea humana que no sea santificable, motivo para la propia santificación y ocasión para colaborar con Dios en la santificación de los que nos rodean. La luz de los seguidores de Jesucristo no ha de estar en el fondo del valle, sino en la cumbre de la montaña, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en el cielo (Mt 5, 16).
Trabajar así es oración. Estudiar así es oración. Investigar así es oración. No salimos nunca de lo mismo: todo es oración, todo puede y debe llevarnos a Dios, alimentar ese trato continuo con El, de la mañana a la noche. Todo trabajo honrado puede ser oración; y todo trabajo, que es oración, es apostolado. De este modo el alma se enrecia en una unidad de vida sencilla y fuerte" {Es Cristo que pasa, 10}.
Estas líneas son la mejor exégesis de numerosos puntos del presente cap {Otros textos del Autor: Es Cristo que pasa, 11  y 126: Amigos de Dios, 165}, como el lector irá comprobando.

 «  332  »  Al que pueda ser sabio no le perdonamos que no lo sea.

Punto procedente del Cuaderno IV, nº 234, 19-VIII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 367, 332, 946, 398} :
"Una frase, muy hermosa, del P. Sánchez, para los miembros de la Obra de Dios: Al que pueda ser lumbrera, no se le perdona que no lo sea".
Bien clara queda, pues, la paternidad del punto en cuestión. La conversación fue en "Chamartín" {Una Residencia de la Compañía de Jesús en las afueras del Madrid de entonces}, como el propio Josemaría Escrivá anotó al margen de la cd / 243 de Cem32 en el ejemplar que entregó al P. Sánchez {Y que éste le devolvió. Se conserva en AGP, sec A, leg 54, carp 1, exp 2}. Al pasar al velógrafo y al impreso, aparte de convertir en criterio general lo que el P. Sánchez decía de los miembros de la Obra, el Autor rebaja la "lumbrera" a "sabio". El espíritu con que todo esto fue vivido y predicado por el Beato Josemaría se expresa bien en este documento de 1933:
"Aquí sí que harán un gran papel los sabios; sin embargo, se harán indispensables, en mayor número, los hombres modestos, que se sacrifiquen pasando oscuros. ¿Desprecio de la ciencia? De ningún modo. ¡Ojalá todos fueran talentos extraordinarios! Pero, afirmando que 'al que pueda ser sabio, no le perdonamos que no lo sea', quiero estar en la realidad de las cosas y digo: 'no queremos tontos: todos han de ser cultos en su profesión: y los que puedan, sabios " {Carta Circular de 30-X-1933; AGP, Sec. A, leg 50-2, carp 7, exp 7}.
El tema reaparece, más detenidamente, en la segunda "Instrucción" de 1934:
"Indudablemente son necesarios hombres cumbres. Siempre la ciencia, el estudio, será indispensable para formar a los nuestros y para desarrollar el apostolado que Jesús nos pide.
Pero, con lumbreras sólo, no hacemos nada. Tanto o más necesarios son los talentos medios {Talento medio no significa medianía. Para ver lo que el Autor entiende con esta expresión, vid lo que sigue}, para ocupar muchos cargos de nuestra organización interna, y muchos otros puestos de actividades profesionales que hemos de desarrollar.
No quiero detenerme –no sería discreto–, detallando la labor maravillosa de estos hombres modestos. Pero tampoco paso de aquí sin levantar mi corazón a Dios y a Santa María, invocando a los Santos Ángeles Custodios nuestros, en petición de almas apostólicas, de hombres y mujeres, ¡no sabios!, cultos, santos, discretos, obedientes y enérgicos, que son quienes sacarán adelante la Obra, como premio de su humildad" {Instrucción, 1-IV-1934, nn. 66-68}.
En el Cuaderno de Apínt el texto que da origen a este p / 332  va seguido del que da lugar al p / 946; vid com. Leídos conjuntamente, se comprende el sentido del "para ellos", que figuraba en Cem32, del que prescindió el Autor ya en Cec.

 «  333  »  Estudio. –Obediencia: "non multa, sed multum".

Texto escrito en el Cuaderno VI, nº 1015, 26-V-1933, que pasa al segundo cuadernillo a velógrafo:
"Para nuestros jóvenes: estudio, obediencia: non multa, sed multum".
"Non multa, sed multum". Es ésta la "forma recepta" de un lema muy difundido en la antigüedad griega y latina. El mensaje de la tradición es claro: una verdadera cultura debe basarse más sobre la calidad y la profundidad que sobre la cantidad y la dispersa pluralidad de los temas. El lema se encuentra ya testimoniado en Plinio el Joven: Multum legendum esse non multa (Ep. 7, 9), hay que leer mucho, no muchas cosas y en Quintiliano (Inst., 10, 1, 59) {Vid Renzo Tosi, Dizionario delle Sentenze latine e greche, Biblioteca Universale Rizzoli, 13ª ed, Milano 2000, nº 386}. El lema mantiene su vigencia hasta los tiempos modernos: Schopenhauer quiso que se pusiera en la cabecera de sus obras {"En todos los volúmenes de las obras completas de Arthur Schopenhauer figura en la primera página la inscripción: "Non multa" por expreso deseo del autor. Creía fundamental decir sólo aquéllo que era necesario. En un manuscrito de 1853, dice: "Si yo conociera en vida una edición de mis obras completas, la divisa del título principal debería ser: Non multa". La primera edición se publicó, sin embargo, tras su muerte, y apareció completamente en 1877 (hecha por Julius Frauenstädt). Las ediciones hoy al uso, que perfeccionan aquélla, que sin embargo había tenido la aprobación del autor, son las de Arthur Hübscher (Arthur Schopenhauer, Sämtliche Werke, Wiesbaden, Brokhaus, 1966, Anastatischer Neudruck der 2. Aufl.) y la llamada Zürcher Ausgabe, Zürich: Diogenes, 1977, que sigue esencialmente a la anterior" (Carta de Rafael Alvira a Pedro Rodríguez, Pamplona 18-VI-2001). Parece que lo entendía como crítica a Hegel: multa, non multum}.
En síntesis: hay que tener un plan de estudio –esto es lo que propone el Autor– bien contrastado, no disperso –'non multa'– sino concentrado y vivido con intensidad: 'sed multum'. Seguir ese plan personal de estudio, sin dispersión, es para un cristiano auténtica obediencia a la voluntad de Dios {Sobre el modo de proceder en la lectura espiritual Petit, Sacerdos, 4, 1938, pg 79, propone a los sacerdotes estas preguntas: "8: An est mihi familiare adagium non multa, sed multum? 9: An mihi mos est non multos libros perfunctorie legere, sed paucos accurate, ut divinae illustrationi et inspirationi aditus pateat?"}.
A propósito de este punto el Catedrático de Física Prof. González Barredo, que empezaba a tratar al Beato Josemaría en aquel año 1933, cuenta una anécdota de entonces, que– escribe– le parece estar en el origen redaccional de este punto. Se refiere a un periodista católico que promovía círculos de formación. "Me invitó una vez a hablar sobre Campoamor, poeta asturiano {Don Ramón de Campoamor (1817-1901), nacido en Navia (Asturias), muy famoso en vida, en realidad poeta mediocre y desaliñado}. La razón de invitarme a mí era simplemente ésa: que yo era asturiano, aunque no fuese hombre de letras sino de ciencias. Lo comenté con el Padre y me dijo que era un disparate. ¿Cómo iba a dar un estudiante de ciencias una conferencia sobre Campoamor? Entonces comentó –en esta ocasión y en muchas otras– el 'non multa, sed multum': que es necesario concentrarse en lo que se está haciendo y no dedicarse a otros campos, mucho menos dedicarse a dar conferencias sobre temas en los que no se tiene suficiente base" {José María González Barredo, Testimonio, Nueva York 25-V-1976; AGP, sec A, leg 100-26, carp 1, exp 13. –José María González Barredo (1906-1993) nació en Colunga (Asturias). Catedrático de Físicoquímica, conoció al Autor en el Patronato de Enfermos, hacia 1930, cuando ya ejercía de catedrático en Linares (Jaén). El 11 de febrero de 1933 se incorporó al Opus Dei. Durante la guerra coincidió con el Fundador del Opus Dei en los refugios de la Clínica del Dr. Suils y en la Legación de Honduras. Catedrático de Universidad, vivió muchos años en los Estados Unidos}.

 «  334  »  Oras, te mortificas, trabajas en mil cosas de apostolado..., pero no estudias. –No sirves entonces si no cambias.
El estudio, la formación profesional que sea, es obligación grave entre nosotros.

Texto del mismo año 1933, 19 de diciembre {Futuros puntos de C transcritos ese día: 919, 334, 602}, en el Cuaderno VII, nº 1088, que está redactado como un diálogo del Autor con un miembro del Opus Dei:
"Oras, te mortificas, trabajas en mil cosas de apostolado..., pero no estudias. Hijo, no sirves para la Obra de Dios. El estudio, la formación profesional que sea, es obligación grave entre nosotros".
Vid com / 337

 «  335  »  Una hora de estudio, para un apóstol moderno, es una hora de oración.

Texto muy en relación con el anterior y cuya historia redaccional tiene significado espiritual y teológico. Como se lee en el apcrít, los ejemplares a velógrafo y el impreso de Cuenca decían "una hora de apostolado", que es lo que se lee en el texto del Cuaderno 5, 10-VIII-1932, nº 801, que le sirve de base {Futuros puntos de C transcritos ese día: 335, 815, 351, 813, 418}:
"Una hora de estudio es ahora –y para los nuestros siempre– una hora de apostolado" {Nótese en el texto de Apínt el "ahora", que indica urgencia y alude indudablemente a la coyuntura histórica española –el laicismo que dominaba la vida de la nación en el terreno académico y científico, agudizado por la situación política provocada por la segunda República–; y junto a ese "ahora", el "siempre" de la doctrina que propone el Autor}.
Dos meses después se encuentra Escrivá en Segovia, en aquel Retiro espiritual que tanto impacto tuvo en su vida. El día 4 de octubre anota {Es ésta la primera de las 15 notas de ese Retiro espiritual que pasarían, de un modo u otro a ser puntos de C. Son: 335, 730, 533, 432, 765, 183, 184, 118, 213, 734, 186, 182, 904, 214}:
"El tiempo que emplee en el estudio no es estéril. Nada perderá, con ello, la formación de nuestros laicos. Cada hora de estudio –por la Obra, por Amor– será delante de Dios una hora de oración. Y la oración es siempre fecunda" {Apínt, nº 1677}.
La "hora de apostolado" se ha hecho una "hora de oración". En realidad, en la espiritualidad del Beato Josemaría, ambas expresiones se reclaman y se complementan –incluso se identifican– desde el concepto de "unidad de vida". Vid Introd al presente cap. Ahora se contempla el trabajo desde lo profundo, desde la doctrina de los p / 81 y 82, o si se prefiere desde "la superabundancia de tu vida 'para adentro' " (nº 961) {El fondo de la doctrina, a pesar de su "novedad", es tradicional. Santa Catalina de Siena escribe (el que habla es el Señor): "Fuera de esta oración para sí mismo a la que está obligado [se refiere a los tiempos de oración incluidos en el plan de vida personal], todo lo que hiciere para el bien del prójimo o cualquier otro ejercicio de caridad que practicare con buena voluntad puede llamarse oración" (El Diálogo, cap 66; BAC 143, Madrid 1955, pg 310). Los subrayados del Autor de C, en consonancia con su comprensión de la santificación del cristiano a través de las ocupaciones ordinarias, van hacia el valor de oración que tiene el trabajo mismo, en este caso, el estudio}.
Cuando en Burgos el Autor revisa el impreso de Cuenca, una de las pocas correcciones de contenido que hizo fue precisamente ésta, y ya en el último momento: no sobre el ejemplar de "Consideraciones Espirituales" sino al mecanografiar el texto.

 «  336  »  Si has de servir a Dios con tu inteligencia, para ti estudiar es una obligación grave.

Otra perspectiva para decir de nuevo lo que acaba de escribir en el segundo párrafo del p / 334. Esta reiteración subraya el carácter central del estudio (para la actividad científica), y del trabajo en general, en la doctrina espiritual de C. El texto procede del Cuaderno VII, nº 1110, 9-I-1934 {Ese mismo día trancribió a continuación el futuro p / 116}. Allí se lee con las mismas palabras.
Éste, y todos los puntos que preceden, ponen de manifiesto la "centralidad" teológica, espiritual y apostólica del estudio para los universitarios, y del cotidiano quehacer profesional para todos. Una doctrina que aparecía en contraste con ciertas dimensiones de la mentalidad católica de la época, atravesada por las fuertes tensiones sociales y religiosas a las que hemos aludido en el com al punto anterior; numerosos estudiantes y profesionales católicos veían su contribución como católicos a la Iglesia sobre todo en la "acción" social y política. La propuesta de Josemaría Escrivá miraba a la preparación de fondo y al futuro e implicaba una serenidad y una "distancia" sobre los problemas políticos –jamás hablaba de política– que a muchos llamaba la atención y a algunos les parecía "poco práctica".

 «  337  »  Frecuentas los Sacramentos, haces oración, eres casto... y no estudias... –No me digas que eres bueno: eres solamente bondadoso.

Es el último texto de los Cuadernos que pasó al texto impreso de Cuenca {Terminada de transcribir la consideración, agrega: "¡Qué tinta más mala! Pero no tengo otra". Efectivamente, "se corre" y emborrona}. Se encuentra en el Cuaderno VII, nº 1171, 24-III-1934. Las variantes, en el apcrít. De nuevo una buscada reiteración: estamos ante una enumeración semejante a la del párrafo primero del p / 334. La idea es central en el mensaje de C.
La contraposición entre bueno y bondadoso es muy característica del lenguaje de Escrivá, que lo explica con trazos enérgicos en una antigua Instrucción en la que hace una cierta "tipología" de los jóvenes que encuentra en su labor apostólica, con sus virtudes y defectos. El "bondadoso" queda muy mal situado:
"Al tratar a los muchachos, no olvidéis que los peores no son los malos, sino los bondadosos, necios, qui nesciunt quid faciunt mali, que no se dan cuenta del mal que hacen (Si 4, 17)" {Instrucción, 9-I-1935, nº 176}.
Hombres, pues, que parecen buenos, pero que no cumplen con sus obligaciones: que quizá no pequen por acción, pero sí por omisión. Esta contraposición entre "bueno" y "bondadoso" es, evidentemente, creación del lenguaje del Autor, no del DRAE.
Interesante también la contraposición implícita entre este "hacer oración" (y también la oración del p / 334: una piedad un tanto rutinaria, que no lleva al estudio, a la santificación del trabajo) y el "convertir el estudio en oración" del p / 335. Este último sólo es posible cuando el sujeto "hace oración" de verdad, a solas con el Señor, sin rutina, con Amor; y a su vez, este "estudiar-oración" se constituye en el "test" de la autenticidad de la oración personal, "a solas".

 «  338  »  Antes, como los conocimientos humanos –la ciencia– eran muy limitados, parecía muy posible que un solo individuo sabio pudiera hacer la defensa y apología de nuestra Santa Fe.
Hoy, con la extensión y la intensidad de la ciencia moderna, es preciso que los apologistas se dividan el trabajo para defender en todos los terrenos científicamente a la Iglesia.
–Tú... no te puedes desentender de esta obligación.

Texto de 23-VI-1932. Escrito en el Cuaderno V, nº 759
Era ésta, desde los primeros tiempos de su labor apostólica en el campo universitario, una constante preocupación de Josemaría Escrivá, que advierte cómo desde el campo de la investigación científica –ayer como hoy– se busca dejar sin base racional y humana las verdades de la fe y la misma concepción cristiana de la vida. De ahí su exhortación a plantear la propia actividad científica en el horizonte del amor a la verdad, que comporta la "apología de la fe". Desde el principio comprendió el Autor que esa tarea apologética sólo podía realizarse desde la seria formación teológica de científicos e investigadores. Lo cual permitía, por otra parte, no una apologética polémica, sino una verdadera "explicatio fidei", que es la mejor apología de la fe. Por lo demás esa obligación de no "desentenderse" es una exigencia de la "unidad de vida" del cristiano, a la que antes nos hemos referido (vid supra nt 4)

 «  339  »  Libros: no los compres sin aconsejarte de personas cristianas, doctas y discretas. –Podrías comprar una cosa inútil o perjudicial.
¡Cuántas veces creen llevar debajo del brazo un libro... y llevan una carga de basura!

Texto del Cuaderno VI, nº 971, que pasó al fascículo de 1933 antes de ir al texto impreso {Futuros puntos de C transcritos ese día: 339, 454, 839} :
"Día 1 de Abril de 1933: año santo: Libros. No compres libros sin informarte, con personas cristianas y discretas. (Día 3 de abril: el día primero solamente me dejaron escribir las dos líneas anteriores. Continúo.) Mejor: no compres libros sin aconsejarte de personas cristianas, doctas y discretas. Podrías comprar una cosa inútil o perjudicial. ¡Cuántas veces creen llevar debajo del brazo un libro... y llevan una carga de basura!" {Nótese el sentido del "mejor" que el Autor hace al retomar el Cuaderno: no basta "informarse", sino que hay que "aconsejarse"; por eso la persona ha de ser, además, "docta"}.

 «  340  »  Estudia. –Estudia con empeño. –Si has de ser sal y luz, necesitas ciencia, idoneidad.
¿O crees que por vago y comodón vas a recibir ciencia infusa?

Comienzan los puntos agregados en Burgos. Este primero está escrito sobre una octavilla Re y posiblemente redactado a partir de la meditación de Vergara sobre "Espíritu sacerdotal":
"Sal terrae: dar sabor, evitar corrupción. –Lux mundi: illuminare, errores disipare, animas movere {Las palabras latinas son de Petit, Sacerdo, 4, 1938, pg 197}. –¿Sal y luz? idoneidad: ¿ciencia infusa? Fray Gerundio" {EjEsp, Plática "Vida sobrenatural y espíritu sacerdotal", Vergara 6-IX-1938; guión nº 82}.
Josemaría Escrivá exhortaba continuamente al estudio y, cuando predicaba a sacerdotes, como es el caso del texto que sirve de matriz a este punto, traía a colación la pintoresca figura de Fray Gerundio de Campazas, "que –decía– cerró los libros y se puso a predicar" {Fray Gerundio de Campazas es el célebre personaje creado por el P. José Francisco de Isla S.J. (1703-1781) en la novela del mismo nombre (Historia del famoso predicador fray Gerundio de Campazas, alias Zotes, Madrid 1758; Russell P. Sebold (ed.), Espasa-Calpe, ("Clásicos españoles", 148-151), 2ª ed, Madrid 1969)}.

 «  341  »  Está bien que pongas ese empeño en el estudio, siempre que pongas el mismo empeño en adquirir la vida interior.

También octavilla Re, sin interrelación documental. Texto que brinda la correcta hermenéutica de lo afirmado en el punto anterior y en los p / 334  y 337. En C son frecuentes estas "parejas de puntos" que explican la doctrina por el balanceo dialéctico de las afirmaciones. El Autor busca la síntesis, la "unidad de vida" en el lector. Con sus propias palabras:
"También aquí se manifiesta esa unidad de vida que –no me cansaré de repetirlo– es una condición esencial, para los que intentan santificarse en medio de las circunstancias ordinarias de su trabajo, de sus relaciones familiares y sociales" {Amigos de Dios, 165}.
Vid Introd al presente cap.

 «  342  »  No olvides que antes de enseñar hay que hacer. –"Coepit facere et docere", dice de Jesucristo la Escritura Santa: comenzó a hacer y a enseñar1
–Primero, hacer. Para que tú y yo aprendamos.

Octavilla Bl. Aquí el interlocutor "histórico" del Autor es una persona bien concreta, que ya estaba en el trasfondo de otros puntos: el Director de la Residencia de Ferraz. La referencia al ejemplo de Cristo va a aparecer con ocasión de escribirle sobre responsabilidades inmediatas y cotidianas. La carta es de marzo de 1938 y en ella dice el Autor.
"Bien: sigue tratando aquellos asuntos –no sólo el económico {Los medios para reconstruir la Residencia de Ferraz, destruida por los bombardeos}– con tus hermanos {Los demás de la Obra}. Este espíritu {No quedarse en ideas vagas sino llevar a la práctica con sentido sobrenatural los objetivos apostólicos} en nuestra familia es indispensable. No olvides que, antes de enseñar, hay que hacer. Coepit facere et docere, dice de Cristo el Santo Evangelio: comenzó a "hacer" y a enseñar. Primero, hacer. Para que tú y yo aprendamos" {Carta de Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Burgos 27-III-1938; EF 380327-2}.
Al tomar el texto para C y situarlo en el contexto general del cap sobre estudio y trabajo, el Autor sitúa el radical alcance de la doctrina que deduce del modo de proceder de Cristo: al "facere" de Cristo según los Hechos (es decir, los "signos" portentosos que daban "autoridad" –exousìa– a sus palabras) debe corresponder, según el Autor, el trabajo cotidiano de los cristianos, que, realizado en Cristo, es ya una predicación del Evangelio anterior a las palabras {El Papa San Pío X, no evidentemente para fundamentar una "cristología" del trabajo, sino para presentar el modelo de Cristo a los sacerdotes, había ya hecho notar la "secuencia" del pasaje de Hechos: "Quam ob rem ipse Christus, factus sacerdotum forma, re primum mox verbis docuit: 'Coepit Iesus facere, et docere' " (Exhortación Haerent animos; Escritos de San Pío X a los sacerdotes, Palabra, pg 322)}, "quasi verba visibilia", en expresión de San Agustín (citada en com / 796).
La expresión "el Santo Evangelio", escrita a vuela pluma en la carta a Fernández Vallespín, pasó de allí a la "gaitica", al texto mecanografiado y a las primeras ediciones sin que nadie cayera en la cuenta de que llamar al texto de Hechos "el Santo Evangelio" podría entenderse como si se refiriera a uno de los cuatro Evangelios. A partir de la 18ª edición (1960) figura la expresión actual: "la Escritura Santa" {Fue Mons. José Luis Gutiérrez, Profesor de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, en Roma, el que, al darse cuenta, se lo hizo notar al Autor: "Pasé una octavilla al Padre que, en el mismo papel, escribió a mano la corrección que debía hacerse en el texto, substituyendo 'dice el Santo Evangelio' por 'dice la Escritura Santa'. Fue poco después de mi ordenación sacerdotal (9-VIII-59), pero no puedo apurar más la fecha" (Carta de José Luis Gutiérrez a Pedro Rodríguez, Roma 5-IV-2000). En el AGP, sec A, leg 55, carp 2. exp 4, se encuentra el original de la comunicación a España incluyendo esta modificación del texto; lleva fecha de 17-XII-1959. La primera edición española en la que se recoge la nueva expresión es la décimoctava, que se terminó de imprimir, dice el colofón, el 14-II-1960. En la tercera edición USA (Scepter, Chicago, 1960) se lee ya "the holy Scripture"}.

 «  343  »  Trabaja. –Cuando tengas la preocupación de una labor profesional, mejorará la vida de tu alma: y serás más varonil, porque abandonarás ese "espíritu de chinchorrería" que te consume.

Octavilla de la serie Lh, por tanto, muy probablemente redactada en Honduras y surgiendo de las dificultades de la convivencia en aquel encierro. Allí en efecto, en el mes de julio, Josemaría Escrivá predicó una meditación de la que es este párrafo:
"El espíritu de chinchorrería, en nuestro ambiente, no se queda sólo en algo poco recio, supone un pecado horrendo. Murmurar, quitar la paz a los demás, menoscabar la unión entre los hermanos, significa traición" {PredicHond, "Sillares", 27-VII-1937, pg 237; XXXVIII}.
Escrivá exhortaba vivamente al grupo que le acompañaba a trabajar, en medio de aquella anormalidad, como si todo fuera normal. Plan de trabajo, estudio, normas de piedad, etc., que contrastaba con el clima muy generalizado –no saber qué hacer con el tiempo– que se vivía de ordinario en aquellas circunstancias, por lo demás envueltas en el drama de la guerra {Sobre el tema vid Javier Rubio García-Mina, Asilos y canjes durante la Guerra Civil española. Aspectos humanitarios de una contienda fratricida, Planeta, Barcelona 1979}. El Autor piensa en los que le acompañan, que son varones, como se refleja en la redacción del punto. Los puntos de C son girones de historia concreta.

 «  344  »  Educador: el empeño innegable que pones en conocer y practicar el mejor método para que tus alumnos adquieran la ciencia terrena ponlo también en conocer y practicar la ascética cristiana, que es el único método para que ellos y tú seáis mejores.

Octavilla Bl, sin interrelación documental. Temática de máxima preocupación para el Autor, que trataba en los años de Burgos a muchos catedráticos de Universidad y de Instituto, a los que planteaba el horizonte apostólico de la santificación de la tarea académica y educadora. Como se ve por el apcrít, el Autor iba a continuar desarrollando la idea y desistió
Este punto, y otros muchos de C, han dado mucho que pensar a educadores y pedagogos que buscan el sentido cristiano de su tarea {Es significativa en este sentido la ilustre figura de Víctor García Hoz, considerado como el padre de la moderna pedagogía española, que consideraba C y la enseñanza de su Autor como etapas fundamentales en la formación de su pensamiento. Vid Víctor García Hoz, "Sobre la pedagogía de la lucha ascética", en Estudios sobre 'Camino' , pgs 181-211}.

 «  345  »  ¡Cultura, cultura! –Bueno: que nadie nos gane a ambicionarla y poseerla.
–Pero, la cultura es medio y no fin.

Octavilla con dorso usado (cuentas: sumas y restas), sin interrelación documental. Este punto reinterpreta, con la máxima condensación, cuanto se lleva dicho en el cap. Después de haber exaltado en los números precedentes la trascendencia del empeño cultural desde una perspectiva cristiana, ahora el Autor "pone las cosas en su sitio": la cultura es medio y no fin.
Ya se ve de qué "cultura" está hablando: una cultura objetivada, que se puede "ambicionar" y se puede "poseer" como fruto personal de la lectura, del estudio, de la investigación, de la asimilación de los conocimientos científicos, etc. Todo eso es medio, dice el Autor.
El fin es siempre lo primero: "Regnare Christum volumus". La presencia operativa del "fin" en el trabajo cultural y científico es, pues, para el Autor, condición inmanente a la santificación de la tarea científica y profesional y, en este sentido, sólo desde el fin, bien inserto en el trabajo cultural, se genera la verdadera "cultura", que es más que un medio: es un medio vitalizado por el fin. Siempre la búsqueda de la síntesis en la unidad de vida del cristiano. Lo aquí incoado se prolonga en los dos puntos siguientes. Vid también com / 341

 «  346  »  Estudiante: fórmate en una piedad sólida y activa, destaca en el estudio, siente anhelos firmes de apostolado profesional. –Y yo te prometo, con ese vigor de tu formación religiosa y científica, prontas y dilatadas expansiones.

Texto sobre ficha Re. En este punto y en el siguiente, el Autor, como he dicho, continúa insistiendo en la presencia operativa del "fin". Tal vez la redacción de este p / 346  vino sugerida por este apunte de una meditación no fechada del año 1938:
"El apóstol de profesión. Su diferencia del apostolado de carácter profesional. Táctica de Pedro, de Pablo, de Juan" {Meditación titulada "Juventud", sin fecha; guión nº 133}.
Hay aquí conceptos del Autor de C, muy centrales en su manera de entender la "estrategia" divina de la Redención {En sus escritos posteriores estos contenidos, idénticos, constantes en su predicación, los expresa con términos diversos y variados}. El concepto clave es "apostolado profesional", expresión que emplea en este punto, o "apostolado de carácter profesional", que usará en el siguiente. Se trata de la acción apostólica realizada a través del ejercicio de la propia profesión y con ocasión de ella. El Autor, en el guión citado, la contrapone al apostolado que realiza el "apóstol de profesión". El primero –"apostolado profesional"– es el que él fomenta y difunde por todas partes, el que el Señor le ha hecho entender con claridad desde el 2 de octubre de 1928, fecha de la fundación del Opus Dei. Es su manera de concebir el apostolado de los cristianos laicos, de los hombres y las mujeres corrientes que viven en medio del mundo, insertos en las actividades profesionales (en su más amplio sentido: culturales, artísticas, políticas, cívicas, asistenciales, etc.) y en las realidades familiares. Su apostolado "propio", secular, debe fluir de la santificación de esas tareas, realizadas de manera ejemplar y con verdadero espíritu de servicio, y de las interrelaciones humanas que de ellas surgen. El "apóstol de profesión", en cambio, viene concebido por el Autor como aquél que tiene su acción apostólica yuxtapuesta o al margen de su "actividad profesional", que corre en otra dirección.
El "apostolado profesional" presupone una dedicación seria y prestigiosa al trabajo humano. Ya lo había escrito en una "Instrucción" de 1935:
"Da pena ver cómo algunos, al querer ejercitarse en un apostolado profesional, siempre más práctico que un apostolado sin tono determinado, se encuentran con que los hombres de prestigio de su clase social pertenecen al campo de enfrente" {Instrucción, 9-I-1935, nº 105. "Nadie en España habló de modo tan tajante y tan claro sobre este tema" (Álvaro del Portillo, nt 76 a la citada Instrrucción)}.
Del "apostolado de carácter profesional" dirá años después que es una verdadera tarea "eclesial" –en el cristiano está siempre presente la Iglesia– , pero no "eclesiástica", no actividad de instituciones oficiales de la Iglesia {Se trata –me lo explicaba precisamente a mí, como Director entonces de la revista "Palabra", en 1967–; se trata de "la comprensión de la peculiar tarea eclesial –no eclesiástica u oficial– propia del laico" (Conversaciones, 21)}. Pienso que el clima de este punto estaba ya reflejado in scriptis en la carta que dirigía, pocos meses antes de estallar la guerra civil, a Mons. Javier Lauzurica, Obispo Auxiliar de Valencia, con ocasión del proyecto de Josemaría Escrivá de montar otra Residencia de Estudiantes en aquella ciudad:
"Quiero agradecer, con estas líneas, la acogida que hizo a uno de mis Benjamines, al visitar a V. E. hace unos días. Y también hablarle de esta Obra de Dios, que El ha puesto en mis manos pecadoras [...] El apostolado, de tono profesional, que desarrollan {Se refiere a los fieles del Opus Dei} es verdaderamente eficaz. Más eficaz, si tenemos en cuenta que trabajan con los mejores alumnos de todas las Facultades y Escuelas Especiales, y de todos los Colegios universitarios y Residencias. Y esto, sin sacarlos de su sitio, sin ninguna asociación estudiantil, sin capillitas: influyendo, como sal y luz de Cristo, en la conducta y en la inteligencia de los mejores y, por tanto, en la vida de todos" {Carta de Josemaría Escrivá a Javier Lauzurica, Obispo Auxiliar de Valencia, Madrid, 3-III-1936; EF 360303-2}.

 «  347  »  Sólo te preocupas de edificar tu cultura. –Y es preciso edificar tu alma. –Así trabajarás como debes, por Cristo: para que Él reine en el mundo hace falta que haya quienes, con la vista en el cielo, se dediquen prestigiosamente a todas las actividades humanas, y, desde ellas, ejerciten calladamente –y eficazmente– un apostolado de carácter profesional.

Texto en ficha Re, sin interrelación documental. El pensamiento aquí tan sintéticamente expresado representa a mi parecer uno de los momentos culminantes del libro. Edificar la cultura y edificar el alma en unidad "para que Él reine", es decir, para referirlo todo al plano de la Redención. A partir de los com a los dos puntos anteriores se comprende la trascendencia de lo aquí dicho. Ahora se describe algo imprescindible para ese "reinado efectivo de Nuestro Señor" (p / 832): que haya hombres y mujeres insertos en todas las actividades humanas, llenos de Dios y ejercitando ese "apostolado de carácter profesional" que glosábamos en el com / 346. El Autor tuvo, por gracia de Dios, una singular penetración en la implicación eclesiológica y misionera de la expresión de Cristo en San Juan (Jn 12, 32), de la cual es un eco la propuesta que hace en este número. Vid com / 301 y bibliografía allí citada. Vid también com / 359.

 «  348  »  Tu desidia, tu dejadez, tu gandulería son cobardía y comodidad –te lo arguye de continuo la conciencia–, pero "no son camino".

El punto está en una ficha Re sin interrelación documental. Es interesante notar que este punto del futuro libro fue elegido por su Autor, ya acabada la guerra y con el libro en la imprenta, para dar, transcribiéndolo, noticia indirecta de su próxima publicación. La pequeña hoja "Noticias" (que enviaba a todos los relacionados con su labor apostólica) correspondiente a junio de 1939 iba acompañada de una carta manuscrita del Autor que tenía esta postdata:
"P.D. Tu desidia, tu dejadez, tu gandulería son cobardía y comodidad –te lo arguye de continuo la conciencia–, pero no son camino" (Del libro "Camino", en prensa, con prólogo del Excmo. y Revmo. Sr. Obispo de Vitoria)" {"Noticias", Madrid, junio 1939; AGP, sec A, leg 3, carp 4. Vid IntrodGen § 6, 1 (pg 101)}.
Es significativa la elección. Sabía bien Escrivá la tremenda dificultad que, después de la desmovilización, acabada la guerra, iba a tener la juventud para afrontar de nuevo lo que era esencial según su espíritu: "coger los libros". Por lo demás, el Autor, al seleccionar ese punto, orientaba a aquellos jóvenes en la "hermenéutica" del título del libro.

 «  349  »  Queda tranquilo si asentaste una opinión ortodoxa, aunque la malicia del que te escuchó le lleve a escandalizarse. –Porque su escándalo es farisaico.

El punto está en una ficha Re sin interrelación documental.
"Escándalo farisaico". Concepto clásico en teología moral para designar el escándalo que proviene no de una acción mala de otra persona, sino buena, pero que ex malitia –por la malicia del sujeto que la contempla–se toma como ocasión de pecado. Era la actitud de los "fariseos" ante las palabras y las acciones de Jesús.

 «  350  »  No es suficiente que seas sabio, además de buen cristiano. –Si no corriges las maneras bruscas de tu carácter, si haces incompatibles.
tu celo y tu ciencia con la buena educación, no entiendo que puedas ser santo. –Y, si eres sabio, aunque lo seas, deberías estar amarrado a un pesebre, como un mulo.

Octavilla de la serie Lh, redactada en principio en Honduras. Abundante información acerca de su contexto redaccional. El punto es fruto de una pequeña historia llena de humor, que se percibe de algún modo en el tenor literal del punto de C. Se trata de una de tantas anécdotas que contaban los del pequeño grupo que acompañaba al Beato Josemaría en el encierro de la Legación. Pero quien realmente la describe es el Prof. González Barredo, que conocía muy bien al protagonista, como se verá. He aquí la narración de Barredo: "Era realmente difícil la convivencia tan continuada con personas de toda condición y cuyos nervios estaban siempre a punto de saltar. El Padre nos daba ejemplo de mirar a aquellas personas como seres destinados a la santificación; su deseo de la salvación de todos era cada vez más intenso, y esta visión sobrenatural del Padre nos ayudaba a nosotros a llevar todo muy bien. Además de los modos y razones sobrenaturales, el Padre nos enseñaba que en un ambiente tan difícil tenían aún más importancia las formas de buena educación. Ésta fue probablemente la ocasión por la que el Padre escribió, refiriéndose a alguna persona que vivía allí el número 350 de C. Quizá hiciese referencia a un amigo mío que era muy sabio y buen católico, pero era muy brusco" {José María González Barredo, Testimonio, Nueva York 25-V-1976; AGP, sec A, leg 100-26, carp 1, exp 13}.
Ilustran la peripecia las cartas del Autor a los que estaban fuera de la Legación, sobre todo a Francisco Botella y Pedro Casciaro, que se divertían especialmente con estas cosas. Las cartas no tienen precio como narraciones costumbristas, en las que el Autor demuestra notable capacidad de observación:
"¡Ay, qué peluca le está echando el profesor XX. a su alumno de alemán, mi nieto José Mª Barredo! Es divertidísimo oír y ver (casi suelta tacos, y, sin casi, puñetazos en la mesa) la escenita: hay otro alumno desconocido, que acierta más que mi pequeño, y, ¡claro!, éste paga" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid 21-IV-1937; EF 370421-1}.
Pocos días después "el abuelo" toma de nuevo la pluma y les escribe una carta que comienza así:
"¡Otra vez el abuelo! Sí, peques: otra vez el abuelo..., que está harto de oír la voz desapacible, llena de gritos, del profesor de alemán, que dice: 'su niño de usted está gordo, pero su sombrero de él es verde' " {Idem, Madrid 26-IV-1937; EF 370426-1. Es claro que todo acontecía en la misma habitación, en la que había que convivir}.
La carta de primero de mayo tiene este tenor:
"Están dando clases de alemán, y dice el profesor con sus malos modos de costumbre: 'Para corregir, estoy yo. ¿Oyes, Sagrario?'. Y la chica se calla. Lo malo es que me queda una hora de escuchar frases tan enjundiosas como ésta: 'yo tenía dinero, y tú tenías un paraguas verde' " {Idem, Madrid 1-V-1937; EF 370501-1}.
Las clases de alemán siguieron con perseverancia –era Escrivá quien les exhortaba al trabajo y al aprovechamiento del tiempo– y a finales de agosto, poco antes de salir el Autor de la Legación para disponerse al paso a la otra zona, volvía sobre el tema. Les cuenta, con el humor de siempre, lo que hace cada uno:
"Y, medio tronchado sobre dos colchones, que hay en un rincón, está José Mª B., mi otro nieto: debe estar pensando en alemán, en ese alemán que le enseña, con modos brutales, su ' institutriz ' " {Idem, Madrid 22-VIII-1937; EF 370822-2}.
Digamos finalmente que Jiménez Vargas en su "Relato del 77" y refiriéndose a este punto escribe: "El comentario lo leímos, escrito en un Cuaderno, antes de aparecer en C, y no nos venía nada mal" {Relato del 77, pg 10. La observación de Jiménez Vargas, si es exacta, abona la hipótesis que hemos mantenido (vid IntrodGen) de que el Cuadernito del Autor en Honduras (AGP, sec A, leg 47, carp 2, doc 7) contenía más puntos de C de los que hoy están escritos en las hojas que han quedado (éste punto, que no está en ellas, podría estar en una de las 22 primeras que no se conservan)}.

 «  351  »  Con ese aire de suficiencia resultas un tipo molesto y antipático, te pones en ridículo, y, lo que es peor, quitas eficacia a tu trabajo de apóstol.
No olvides que hasta las "medianías" pueden pecar por demasiado sabias.

Este punto es fruto de la síntesis de dos textos de origen diverso. Vid lo que ya se dijo en com / 200. El primer párrafo es una "gaitica" escrita en Burgos sobre una octavilla Re, en principio sin interrelación documental, que describe el riesgo de pedantería y presunción tan frecuente entre los académicos y los buenos estudiantes. Ya en los retiros en la Residencia de Ferraz fustigaba Josemaría Escrivá estos defectos:
" –presunción (¿más que S. Tomás, Suárez, Bossuet, Balmes?)
–petulancia (es otra clase de presunción, más afeminada: borlas de ...?
–Pedantería (términos técnicos –H2O –Médicos –ía –itis)" {Plática "El estudio", 20 / 27-X-1935; guión nº 12}.
La octavilla de Burgos comprendía sólo el primer párrafo. El segundo párrafo tiene otro origen. Era una consideración procedente del cap "Virtudes" de la edición de Cuenca (vid apcrít). El original está en el Cuaderno V, nº 803, 10-VIII-1932, y había pasado por el velógrafo. Dice así:
"No olvidemos que hasta las medianías pueden pecar por demasiado sabias" {Futuros puntos de C transcritos ese día: 335, 815, 351, 813, 418}.
Este texto se había quedado descolgado, sin advertirlo, con ocasión de la profunda reelaboración del cap "Virtudes" en Burgos. Estando ya preparado el manuscrito para la imprenta, el Autor lo descubrió y buscó el punto con el que podría conectar. Fue el p / 351, a cuyo lado incluyó una tirita de papel con el texto mecanografiado (vid hoja 59 de Txm). El cambio que se anota el apcrít ("no olvides" en vez de "no olvidemos") es consecuencia de este trasiego redaccional.

 «  352  »  Tu misma inexperiencia te lleva a esa presunción, a esa vanidad, a eso que tú crees que te da aire de importancia.
–Corrígete, por favor. Necio y todo, puedes llegar a ocupar cargos de dirección (más de un caso se ha visto), y, si no te persuades de tu falta de dotes, te negarás a escuchar a quienes tengan don de consejo. Y causa miedo pensar el daño que hará tu desgobierno.

Ficha Re, sin interrrelación documental, muy próxima en fechas de redacción a la anterior.
Parece que el Autor sitúa este punto a continuación del p / 351  porque ambos tienen el mismo "clima": aire de suficiencia, presunción, vanidad, proyectándose en la relación humana y en el trabajo profesional. Escrivá califica todo eso con palabra fuerte. En realidad, estamos ante dos casos prácticos de ausencia de ese "propio conocimiento" del que se hablará en el p / 609. Vid com.

 «  353  »  Aconfesionalismo. Neutralidad. –Viejos mitos que intentan siempre remozarse.
¿Te has molestado en meditar lo absurdo que es dejar de ser católico, al entrar en la Universidad o en la Asociación profesional o en la Asamblea sabia o en el Parlamento, como quien deja el sombrero en la puerta?

Texto sobre ficha Jef, sin interrelación documental. Jiménez Vargas escribió en su Relato ya citado: "Esto se lo he oído comentar a nuestro Padre mucho antes de que apareciese publicado en C. Lo interesante de esto es que lo decía en la línea de 'poner a Cristo en la cumbre de todas las actividades humanas', es decir, dentro de lo que más claramente podía representar el espíritu del Opus Dei" {Relato del 77, pg 11}.
En efecto, el Autor no defiende aquí el "confesionalismo católico" (por otra parte, sin descalificarlo, pues es legítimo; además, eran bastantes los miembros de la "Confederación de Estudiantes Católicos" {Vid com / 658} que frecuentaban la dirección espiritual del Autor). Lo que hace es, por una parte, señalar con agudeza la grave situación que el Concilio Vaticano II formulará con estas palabras:
"El divorcio entre la fe y la vida diaria de muchos cristianos debe ser considerado como uno de los más graves errores de nuestro tiempo" {Conc Vaticano II, Const Gaudium et Spes, nº 43}.
El Autor de C pide, en efecto, a los lectores que mediten en la contradicción que hay en ese divorcio, que, en la medida en que se da, es una ruina para el apostolado que los cristianos laicos han de desarrollar en medio del mundo {Vid Álvaro del Portillo, "Significado teológico-espiritual de 'Camino' ", en Estudios sobre 'Camino', pg 55. Vid también, Jean-Luc Chabot, "Responsabilidad frente al mundo y libertad", en Santidad y mundo, 1996, pgs 249-276}. Por otra parte, señala la incoherencia de algunos católicos que, ya entonces, renunciaban a dar testimonio de Cristo –con la palabra y con las actitudes prácticas– en medio del pluralismo académico, profesional o político, so capa de respeto a ese mismo pluralismo, argumentando: "En estas circunstancias no podemos ser 'confesionales' ...". El tema es de una patente actualidad.

 «  354  »  Aprovéchame el tiempo. –No te olvides de la higuera maldecida. Ya hacía algo: echar hojas. Como tú.
–No me digas que tienes excusas. –No le valió a la higuera –narra el Evangelista– no ser tiempo de higos, cuando el Señor los fue a buscar en ella.
–Y estéril quedó para siempre.

Texto sobre ficha Jef. Ya en la predicación de Honduras hay un texto en esta línea:
"¿Qué podía haber hecho y qué he hecho? Pienso en la maldición de Jesús a la higuera estéril: ¡y no era tiempo de que produjese fruto!" {PredicHond, "Deberes", 27-VI-1937, pg 135; XXII}.
La redacción material de la octavilla en Burgos bien pudo venir sugerida en la fase final al toparse con este apunte de una meditación:
"(Mt 21, 18 -21) esuriit... videns fici arborem unam secus viam, venit ad eam et nihil invenit in eam nisi folia tantum et ait illi: numquam ex te fructus nascatur in sempiternum. Et arefacta est continuo ficulnea... Discipuli mirati sunt, dicentes: quomodo continuo aruit?... Amen dico vobis, si habueritis fidem... no solo a la higuera, sino monti huic..., tolle, et jacta te in mare, fiet" {EjEsp, Plática "Espíritu de fe", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 101}.
Este pasaje bíblico fue objeto frecuente de predicación por parte del Beato Josemaría {Vid por ej en la homilía "El tesoro del tiempo" la sección que lleva precisamente este título "La higuera estéril" y en la homilía "Vida de fe" la sección "Vida ordinaria y contemplación" (Amigos de Dios, 50-52 y 201-203)}.

 «  355  »  Los que andan en negocios humanos dicen que el tiempo es oro. - Me parece poco: para los que andamos en negocios de almas el tiempo es ¡gloria!

Otra ficha Jef. Sin interrelación documental. Pudo haber salido la idea en aquellas conversaciones llenas de intimidad sacerdotal que el Autor de C tenía con el Beato Pedro Poveda, que en un antiguo escrito suyo tenía un pensamiento semejante: "Suele decirse que el tiempo es oro; para los cristianos es más: más que todas las cosas de la tierra" {Pedro Poveda, En provecho del alma, pg 20}. San Juan de la Cruz se expresaba así: "Pues que en la hora de la cuenta te ha de pesar de no haber empleado este tiempo en el servicio de Dios, ¿por qué no le empleas y ordenas ahora como lo querrías haber hecho cuando te estés muriendo?" {Dichos de Luz y Amor, nº 76; BAC 15, 13ª ed, Madrid 1991, pgs 158 y 166}. Escrivá, con su concepción optimista –profundamente teológica– de la gracia, salta del tiempo a la eternidad: el tiempo –el tiempo "aprovechado", es decir, "redimido" (cfr Ef 5, 16)– es gloria. Late en la formulación el tema de San Juan 6, 55: "ya tiene la vida eterna..." Teológicamente, la gloria no es sino la gracia plenamente desplegada, y la gracia, el anticipo de la gloria, como señalaba Tomás de Aquino {Summa Theologiae, IIª-IIae q. 24. a. 3 ad 2: "similiter etiam gratia et gloria ad idem genus referuntur, quia gratia nihil est aliud quam quaedam inchoatio gloriae in nobis"}.
Vid p / 235  y com: "el negocio de la vida eterna".

 «  356  »  No me explico que te llames cristiano y tengas esa vida de vago inútil. –¿Olvidas la vida de trabajo de Cristo?

Texto sobre ficha Re, sin interrelación documental. Con la expresión "vida de trabajo" el Autor se está refiriendo a la tradicionalmente llamada "vida oculta" de Cristo, a la que considera fundamento y modelo de la doctrina de la "santificación del trabajo", que llena todo el libro.

 «  357  »  Todos los pecados –me has dicho– parece que están esperando el primer rato de ocio. ¡El ocio mismo ya debe ser un pecado!
–El que se entrega a trabajar por Cristo no ha de tener un momento libre, porque el descanso no es no hacer nada: es distraernos en actividades que exigen menos esfuerzo.

Texto también redactado sobre una ficha Re. El "interlocutor", según Jiménez Vargas en su "Relato del 77", sería él mismo: "Me parece que esto es de una carta que escribí al Padre durante la guerra. Recuerdo las circunstancias en que escribí esto, o una cosa muy parecida", circunstancias que describe detenidamente {Relato del 77, pg 11}. Era en Cella, provincia de Teruel, donde acaba de llegar en las operaciones que siguieron a la pérdida de Teruel. No he encontrado esta carta de Jiménez Vargas.
En el trozo de la carta que cita, el Autor usa la acepción negativa de "ocio", que era sin duda la más popular y extendida entonces ("inacción o total omisión de la actividad" {DRAE, 15ª ed (1925) y 19ª ed (1970), 1ª acepción} , "estado de la persona que no trabaja" {Moliner, II, pg 483; voz "ocio"}); es decir, ocio en el sentido de "ociosidad", que el "Diccionario de la Real Academia Española" define como "vicio de no trabajar; perder el tiempo o gastarlo inútilmente" {DRAE, 15ª ed (1925) y 19ª ed (1970), 1ª acepción}. La tradición espiritual lo ha expresado con claridad: "la ociosidad es la madre de todos los vicios" {Moliner, II, pg 484; voz "ociosidad". "Yo quiero muy de veras que todo el mundo trabaje, pues la ociosidad es maestra de todos los vicios", decía ya San Juan Crisóstomo (Homilías sobre el Evangelio de San Mateo (1-45), 35, 4; BAC 141, 1955, pg 708)}.
La "respuesta" o comentario del Autor a la expansión del joven médico –que está en el segundo párrafo– es muy puntualizadora. Escrivá no habla negativamente –ocio, como hemos visto– , sino positivamente: descanso, un descanso que no es arbitrariedad perezosa (ociosidad), sino otra forma, relajada y amigable, de recuperar fuerzas físicas y mentales y, a la vez, de "descansar en el Señor" {Cfr Mt 11, 28}. Este sentido noble, clásico, del ocio es el que se refleja en esta inscripción que el Beato Josemaría hizo poner en Molinoviejo (Segovia): "Deus nobis haec otia fecit. Erit ille nobis semper Deus" {"El episodio es sencillo y familiar y en él nada hay particularmente notable, salvo la rapidez de reflejos del Padre, llevando una cita literaria a una interpretación cuajada de más alto sentido" (Carta de Antonio Fontán a Pedro Rodríguez, Madrid, 15-II-2001). El Autor de C había pedido al Prof. Fontán un texto clásico para una viga de madera oscura que quedaba al descubierto en el acceso a la sala de estar. Fontán tenía entre manos las Églogas de Virgilio y encontró en la primera de ellas un texto que le parecía que podía servir. Es el verso 6: "O Meliboe, deus nobis haec otia fecit: namque erit ille mihi semper deus". Propuso Fontán al Beato Josemaría suprimir el Melibeo y el namque y, en vez de mihi, poner nobis. El Padre –continúa el ilustre latinista– aceptó y "lo traducía con estas palabras: 'Dios nos ha dado este lugar de descanso' , añadiendo, más o menos, que habíamos hecho hablar a Virgilio como a un Padre de la Iglesia" (ibidem)}.
La doctrina de la "santificación del trabajo" incluye una antropología del descanso, que es "santificación del ocio y de la fiesta" –"Urge recristianizar las fiestas" (p / 975)–, de profundas raíces bíblicas {Vid los libros de Josef Pieper, Musse und Kult, Kössel, München 1961 (traducido al castellano como cap I de El ocio y la vida intelectual, Rialp, 3ª ed, Madrid 1974) y Una teoría de la fiesta, Rialp, Madrid 1974). El tema aquí apuntado ha sido tratado con profundidad por Juan Pablo II en la Carta Apost Dies Domini, 31-V-1998, sobre la santificación del domingo}.

 «  358  »  Estar ocioso es algo que no se comprende en un varón con alma de apóstol.

Continúa el Autor con la doctrina del punto anterior. Ocioso, en acepción que mantiene el "Diccionario de la Lengua Española" en su última edición, es igual a "inútil, sin fruto, provecho ni sustancia". Este texto estaba situado como tercer punto de este cap en la edición de Cuenca y el Autor, al reestructurar el libro en Burgos, lo trasladó a esta parte final, en la que trata, como estamos viendo, aspectos del "aprovechamiento del tiempo". El texto, claro está, procede de los Cuadernos de Apínt, concretamente del VI, nº 946, escrito en 10-III-1933, con tenor literal idéntico {Futuros puntos de C transcritos ese día: 927, 888, 76, 358}. Como se ve, la anotación del Cuaderno estaba escrita desde la experiencia de la labor que realizaba con estudiantes universitarios (varones). Su preocupación era mostrarles que el clima de "perder el tiempo", tan frecuente entre los estudiantes, es incompatible con la decisión de santificar la vida ordinaria (alma de apóstol).

 «  359  »  Pon un motivo sobrenatural a tu ordinaria labor profesional, y habrás santificado el trabajo.

Octavilla Bl, sin relación interdocumental. Como sucede con los puntos que cierran cap, la ubicación del p / 359  está muy pensada. El Autor parte del trabajo realizado como se describe en los puntos precedentes: con rigor, con esfuerzo, con la calidad que le viene exigida –de manera inmanente, podríamos decir– por la naturaleza "humana" y profesional de esa actividad. Pero eso no basta, toda esa realidad debe ser "vivida" desde la interna condición "cristiana" del sujeto que trabaja, y por tanto debe aflorar en la motivación "sobrenatural" de esas actividades humanas.
La expresión "santificar el trabajo", que en la formulación del espíritu del Opus Dei hecha por el Beato Josemaría Escrivá, adquirirá un verdadero carácter emblemático, aparece aquí por primera y única vez en C {La expresión había aparecido ya en un texto de 1933, de verdadero carácter configurador del espíritu del Opus Dei, que hemos citado en com / 175 nota 21. En 1966 explicaba a un periodista de "Le Figaro" cómo "el quicio de la espiritualidad específica del Opus Dei es la santificación del trabajo ordinario" (Conversaciones, 34). El pensamiento del Fundador del Opus Dei sobre el tema, expuesto de manera práctica y profunda, puede verse en numerosos lugares de sus obras ya publicadas, por ej en la homilía titulada "Trabajo de Dios", de 1960, incluida en el volumen Amigos de Dios, 55 -72. Un estudio monográfico sobre el tema, repetidamente editado en varios idiomas, es el citado de José Luis Illanes, La santificación del trabajo. El trabajo en la historia de la espiritualidad, Palabra ["Biblioteca Palabra", 30], 10ª ed, Madrid 2001. Ver especialmente, en relación con p / 359, pgs 132s}. Me refiero a la expresión –cuyo "uso técnico", podríamos decir, lo establecerá el Autor con posterioridad–, no a la doctrina de la "santificación del trabajo", que está por todas partes en el libro: es, en concreto, el alma del cap que termina con este punto. Póngase en relación este p / 359  con p / 347. En el planteamiento del Autor, el trabajo profesional ordinario, hecho con calidad humana {"Si queremos de veras santificar el trabajo, hay que cumplir ineludiblemente la primera condición: trabajar, ¡y trabajar bien!, con seriedad humana y sobrenatural" (Forja, 698)} y sentido sobrenatural, es –para la gente corriente que creía "no tener vocación" (vid com / 27)– "parte integrante" de la "vocación divina" {Todavía en 1962 podía escribirse: "Constituye verdaderamente una novedad que la palabra trabajo se inserte en un diccionario de conceptos fundamentales de teología: una novedad extraordinariamente significativa tanto en relación con la conciencia cristiana como respecto a la reflexión teológica. Con ello se da entrada en la estructura tradicional de la teología cristiana a los progresos de la visión recientemente alcanzada sobre la posición del hombre en la creación y en la historia" (palabras del P. Marie-Dominique Chenu OP, que se preocupó tanto por el sentido cristiano del trabajo, al comenzar la voz "Trabajo" en Heinrich Fries [dir.], Conceptos Fundamentales de Teología, IV, Cristiandad, Madrid 1967, pg 368; paradójicamente en esta obra no hay un artículo para ese "concepto fundamental de teología" que es "Vocación", que sigue confinado al ámbito de la "espiritualidad"; Chenu en cambio ve perfectamente (pg 380) la inserción del trabajo humano en la vocación cristiana. Vid también José Luis Illanes, "Vocación", en GER, XXIII (1975) pgs 661ss y Santino Bisignano, "Vocazione", en DESp, III, pg 2672}.

 «  FORMACIÓN  » 

Vid Introd al cap anterior, "Estudio", que lo es también al presente. El cap "Formación" tiene 27 números: sólo cinco proceden del cap "Formación y estudio" de Cec y están repartidos acá y allá en el conjunto. Estamos, pues, ante la experiencia –espiritual, pastoral, humana– del Autor en los años 1934-38.
No es fácil situar en perspectiva unitaria este cap, en su contenido y en relación con el título. "Formación", entendida a la luz de los puntos que se agrupan aquí, no es lo que a primera vista podría pensarse: método o medios de formación humana o cristiana, sea intelectual o espiritual, o bien metas u objetivos de esa formación. Los puntos de este cap, a mi entender, no se sitúan en esta perspectiva: no es formación, podría decirse, in fieri sino in facto esse. Quiero decir que más bien se describe a la persona "formada" por una convergencia de criterios y de experiencias humanas, espirituales, apostólicas, profesionales, que van señalando qué sea la formación. Así aparece la "formación" como "madurez", como el poso humano y cristiano de esa vida de oración, mortificación y trabajo profesional que el Autor ha ido presentando hasta ahora.
Tiene algo este cap en común con el primero, "Carácter": también aquí hay un conjunto de pinceladas que apuntan a la madurez personal y vivida, ahora desde las coordenadas explícitas de fe y de oración que el lector ya conoce por los caps precedentes. Por otra parte, se adelantan temas que serán monográficos en caps posteriores: amor de Dios, caridad, naturalidad y discreción, llamamiento, apostolado. Dimensión importante de una persona "formada" es la fortaleza en el sentido de persistencia en el bien cuando acecha el cansancio en la lucha (vid p / 362): "trabajar sin descanso" (p / 373). Hay por eso un acento muy fuerte en la ejemplaridad y en el testimonio cristiano que una persona "formada" debe dar en la vida profesional y social ordinaria. En este sentido, el cap se abre claramente a lo que el Autor señala al lector en "El plano de tu santidad", que es el cap siguiente.

 «  360  »  ¡Cómo te reías, noblemente, cuando te aconsejé que pusieras tus años mozos bajo la protección de San Rafael!: para que te lleve a un matrimonio santo, como al joven Tobías, con una mujer buena y guapa y rica –te dije, bromista.
Y luego, ¡qué pensativo te quedaste!, cuando seguí aconsejándote que te pusieras también bajo el patrocinio de aquel apóstol adolescente, Juan: por si el Señor te pedía más.

Comienza con este texto un nuevo cap, que es casi de nueva creación en Burgos. Este punto primero está escrito en Burgos sobre una ficha Re. La ocasión pudo ser, en la fase final del trabajo, este apunte de un guión de meditación:
"Matrimonio. San Rafael y Tobías. Celibato: San Juan... Fecundidad de la pureza" {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vergara 0-IX-1938; guión nº 112}.
El tema (San Rafael y San Juan, matrimonio y celibato apostólico), era sin embargo más antiguo, al menos desde los EjEsp de octubre de 1932 en Segovia, donde Josemaría Escrivá vio que el Arcángel y el Apóstol tenían que ser los patronos de la labor del Opus Dei con la juventud. Incluso la formulación literaria de las ideas está ya en un documento de 1935, llamado precisamente así, la "Instrucción para la Obra de San Rafael" (que no se puede descartar que lo tuviera en Burgos, por lo que pudo tomar el texto de allí). En este documento se lee:
"Y se mueven a invocar a Santa María, Esperanza nuestra, Sedes Sapientiae: y a San Rafael y a San Juan, Patronos suyos.
San Rafael –decidles– para que os lleve, como a Tobías hijo, hasta un matrimonio feliz –si es Voluntad de Dios– con una mujer buena y guapa y rica... ¡Cómo se ríen los pobres muchachos! Y San Juan, el Apóstol virgen, amadísimo de Cristo, para que os enseñe el camino de un celibato apostólico fecundo..., si es ésta la particular vocación que el Señor se digna daros. –Ahora suelen quedarse muy serios, con gravedad impropia de los años mozos; y los Ángeles de la Guarda ponen, en más de un corazón, la semilla de un ideal nuevo" {Instrucción, 9-I-1935, nº 123-124}.
Me parece que es claro el sentido de este punto en la secuencia y tránsito del cap "Estudio" a éste que llama "Formación". El Autor tiene delante a esa juventud a la que ha invitado, en el cap precedente, a asumir con plena seriedad las responsabilidades académicas y profesionales "para que Cristo reine" (p / 347), y esto como llamada de Dios, como voluntad de Dios, como "vida de trabajo de Cristo" (p / 356). Pues bien, a esa juventud el Autor le explica ahora que esa responsabilidad secular del trabajo se puede vivir en el matrimonio o en el celibato. Es una cuestión que se abre ante cada uno.
"... por si el Señor te pedía más". Más de lo que tú piensas, me parece que es el sentido. Ahora no es la cuestión "doctrinal" de matrimonio o celibato (p / 28), sino la cuestión "existencial" del celibato apostólico como algo no "previsto" por el sujeto.
Es de notar el clima de "vocación cristiana" con que el Autor planteaba a los jóvenes ambas posibilidades (vid p / 27), a la vez que el buen humor con que hablaba del noviazgo y del matrimonio, y la "sorpresa" que provocaba presentar el celibato apostólico como una posibilidad cristiana normal, comprometedora para un estudiante y un profesional con deseo de santificar el trabajo. En este contexto de humor y de seriedad se inscribe también el tema "clase de tropa" y "estado mayor" del p / 28  (vid com).
"Una mujer buena y guapa y rica". San Juan de Ávila tiene una expresión semejante en el Audi, filia: "buscan los hombres las esposas que sean buenas, hermosas y ricas" {Audi, filia, cap 69; BAC 302, 1970, pg 731, lin 7103s}. El Beato Josemaría leyó mucho ese libro.

 «  361  »  Para ti, que te quejas interiormente, porque te tratan con dureza, y sientes el contraste de ese rigor con la conducta de los de tu sangre, copio estos párrafos de la carta de un alférez médico: "Ante el enfermo, cabe la actitud fría y calculadora, pero objetiva y útil para el paciente, del profesional honrado. Y la ñoñería llorona de la familia. –¿Qué sería de un puesto de socorro, durante un combate, cuando va llegando el chorreo de heridos que se acumulan porque la evacuación no es lo suficientemente rápida, si junto a cada camilla hubiese una familia? Como para pasarse al enemigo".

De nuevo una octavilla Re y de nuevo el contexto de la guerra civil. Son muy diversas, sin duda, las situaciones personales que pueden provocar esa "añoranza" o esa "búsqueda de lo dulce y suave" a las que el Autor se refiere. Le sirve para dar su mensaje un texto que Jiménez Vargas le envía desde el frente de Teruel: unas cuartillas llenas de reflexiones, a veces duras {El título que puso a ese texto manuscrito ya es revelador de su estilo: "Poema de la ñoñería o estudio clínico del pringosismo", autógrafo, sin fecha, pero posterior a mayo de 1938; el texto citado a continuación está en pgs 5v-6. Se conserva en AGP, sec A, leg 4, carp 4. Jiménez Vargas fustiga la blandenguería}:
"Ante el enfermo, cabe la actitud fría y calculadora, pero objetiva y útil para el paciente, del profesional honrado. Y la ñoñería llorona de la familia.
Lo más odioso que he encontrado en las clínicas es la conducta merengue de las familias.
¿Qué sería de un puesto de socorro, durante un combate, cuando va llegando el chorreo de heridos que se acumulan porque la evacuación no es lo suficientemente rápida, si junto a cada camilla hubiese una familia? Como para pasarse al enemigo".
Interesante la información del apcrít para ver cómo el Autor "discernía" el texto del joven doctor. El Autor empezó a transcribir en la octavilla la frase que comienza: "Lo más odioso", pero a la mitad la tacha y prescinde de ella. Se ve claro que su dureza no le parece apropiada. No es, ni puede ser "odiosa", sino perfectamente comprensible la preocupación de una familia. El Autor, al suprimir la frase, pone en relación directa los lloros de una familia con el puesto de socorro durante el combate, que se ven claramente incompatibles.
Jiménez Vargas, en su "Relato del 77", se reconoce como el corresponsal del Autor en este punto y aporta contextos interesantes para situar "el chorreo de heridos": "El motivo inmediato fue la ofensiva que había habido unos días antes –el ataque que se hizo por los altos de Celadas, en Teruel– que me quedó muy en la memoria por una serie de cosas que nos ocurrieron. Lo más fuerte fue que dos proyectiles de artillería seguidos explotaron en la misma habitación de una casa del pueblo, donde yo tenía el botiquín. Habíamos salido de la habitación de un salto al oír una primera explosión en la calle. Las dos siguientes, unos segundos después, explotaron en la casa. Era un hecho como para recordarlo, aunque sin que me extrañara demasiado, por esa impresión que teníamos [los de la Obra] entonces de que todo saldría bien por cosas extraordinarias dentro de la Providencia ordinaria. Pero, claro está, lo que ocurrió –dos explosiones de la misma descarga casi en el mismo sitio– se salía un poco de la estadística" {Relato del 77, pgs 12-13. Dice allí que eso lo escribía en una carta de enero de 1938, que no se encuentra en el AGP. Lo que es indudable es que Jiménez Vargas tiene la experiencia a que se refiere asociada a la ofensiva republicana de enero del 38, recién incorporado él al frente de Teruel. En todo caso, lo redactaba en el citado "poema", escrito después de mayo de ese año}.

 «  362  »  No necesito milagros: me sobra con los que hay en la Escritura. –En cambio, me hace falta tu cumplimiento del deber, tu correspondencia a la gracia.

De nuevo una ficha Re, sin inmediata relación documental. En Autor, como en tantos otros puntos, se distancia de toda actitud milagrera y de todo "sobrenaturalismo" {Al construirse el Santuario de Nuestra Señora de Torreciudad (Barbastro, España), el Beato Josemaría indicó que en las fuentes que se construyeran en la gran explanada y en los alrrededores se pusiera este letrero: "Agua natural potable"} para venir una vez y otra a lo ordinario, a lo corriente, a lo pequeño: al deber cotidiano, a la "correspondencia a la gracia": a la santificación de la vida ordinaria. El texto de C no hacía sino recoger la más antigua tradición cristiana, representada por San Juan Crisóstomo, que hacía notar que "en las Bienaventuranzas no se habla para nada de los que hacen milagros, sino únicamente de los que llevan vida recta" {San Juan Crisóstomo, Sobre la compunción, Discurso 1, 8; BAC 169, 1958, pg 570} y concluía con fuerza:
"Basta ya, carísimos, de engañarnos a nosotros mismos, diciendo ser imposible ser como Pablo. Por lo que atañe a la gracia y a los milagros, ciertamente que no habrá en lo sucesivo otro Pablo; mas en cuanto a la perfección de la vida, puede serlo el que quiera. Y si no lo somos, ello depende exclusivamente de que no queremos" {Ibidem 1, 9; pg 573}.
Este punto ha de ponerse en estrecha relación con p / 583, escrito también en ficha Re, donde vuelve a la idea de que le sobra con los milagros de la Escritura, pero enfocando la consecuencia en otra dirección muy diversa.

 «  363  »  Desilusionado. –Vienes alicaído. ¡Los hombres te acaban de dar una lección! –Creían que no los necesitabas, y rezumaban ofrecimientos. La posibilidad de que tuvieran que ayudarte económicamente –unas pesetillas miserables– convirtió la amistad en indiferencia.
–Confía sólo en Dios y en quienes, por Él, están unidos a ti.

Otra ficha Re, fase final de la redacción. Con fecha 9-I-1939 el Beato Josemaría –era su cumpleaños– enviaba una "carta circular" a todos los miembros de la Obra disponiéndoles, ante el próximo fin del conflicto bélico, para la nueva etapa de la labor apostólica. Allí da el siguiente criterio:
¿"Ayuda de fuera"? Sólo en casos contadísimos convendrá. Tenemos tristes experiencias. ¡Nosotros! Nosotros solos –con Él– hemos de resolver todas las dificultades económicas. Pensadlo despacio, y veréis que no cabe otra solución. [...] Todo lo demás (escasez, deudas, pobreza, desprecio, calumnia, mentira, desagradecimiento, contradicción de los "buenos", incomprensión y aún persecución de parte de la autoridad), todo, no tiene importancia, cuando se cuenta con Padre y hermanos, unidos plenamente por Cristo, con Cristo y en Cristo. No habrá amarguras, que puedan quitarnos la dulcedumbre de nuestra bendita Caridad".
Una vez más, no un criterio abstracto o aprendido en los libros, sino la experiencia que el Beato Josemaría había sufrido –y sufriría– en su propia carne.

 «  364  »  ¡Ah, si te propusieras servir a Dios "seriamente", con el mismo empeño que pones en servir tu ambición, tus vanidades, tu sensualidad!.

Procede del Cuaderno VI, nº 873, 22-XI-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 364, 75, 57}. El autor pasa del "nosotros" al "tú", cambio que ya hizo en las cuartillas a velógrafo:
"¡Ah, si nos propusiéramos servir a Dios seriamente, con el mismo empeño que ponemos en servir nuestras ambiciones, nuestras vanidades, nuestra sensualidad!...".
Vid p / 316  y 317 con sus com.

 «  365  »  Si sientes impulsos de ser caudillo, tu aspiración será: con tus hermanos, el último; con los demás, el primero.

El texto procede de una anotación tomada en el cuadernillo 1º de Burgos, comenzado ya en Pamplona diciembre de 1937. No tiene fecha, pero hay razones para pensar que pudo ser escrita el 3-I-1938 {Cuadernillo-agenda 1º de Burgos, hoja 2v. En la misma hoja se encuentra esta dirección: "Rdo. P. don Celestino Gusi. Balneario de Belascoain (Navarra)", y en su Cuaderno de Apuntes el 3 de enero escribió: "Por la tarde, después de comer, el Sr. Obispo me invitó a ir a Belascoain). En el balneario viven, con el P. Abad, varios benedictinos de Montserrat. Muy agradable aquel ambiente monacal. Vino también el Sr. Obispo de Gerona. Al volver, me dijo don Marcelino que no quiere que me vaya sin ir a Javier. Se lo agradecí" (Apínt, nº 1464)}. El apunte dice así:
"La aspiración de los nuestros debe ser: dentro de casa, el último; fuera de casa, el primero".
Como se ve, Escrivá, al apuntar en la agenda, está pensando de manera directa en los fieles del Opus Dei y lo mismo al redactar la octavilla, que es simultánea a la nota de agenda y no es primariamente para C, sino una ficha para su uso personal en la dirección espiritual. Cuando vuelve sobre la ficha para redactar el punto de C, transforma su texto de manera que el lenguaje sea transparente para todos. Vid apcrít.
En realidad el tema es una glosa a la expresión de Mc 9, 34  ("si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos"). En el texto de C el Autor aplica el pasaje, a la letra, en el interior de la comunidad cristiana.
La octavilla de este punto no estaba usada por el otro lado. Interesante notar que empezó a escribir la ficha por ese otro lado y comenzó así: "Si tienes vocación" y no siguió, dio la vuelta y comenzó el texto como está ahora: "Si tienes impulsos..." Sobre el tema "caudillo" vid com / 16.

 «  366  »  Vamos a ver, ¿qué injuria se te hace a ti porque aquél o el otro tengan más confianza con determinadas personas, a quienes conocieron antes o por quienes sienten más afinidades de simpatía, de profesión, de carácter?
–Sin embargo, entre los tuyos, evita cuidadosamente aun la apariencia de una amistad particular.

Octavilla de la serie Lh, escrita probablemente en Honduras. No he encontrado relaciones documentales, tampoco en la predicación de Honduras.
Josemaría Escrivá tenía un hondo sentido de la amistad y concebía la fraternidad que es propia de la vida cristiana en la perspectiva de la amistad con Cristo y en Cristo: el "Vos autem dixi amicos" de San Juan (Jn 15, 15) era propuesto una vez y otra a toda aquella juventud que le rodeaba y cuya convivencia y preocupación apostólica era cada vez más intensa {La tradición en el Opus Dei de este texto evangélico termina llegando a los Estatutos de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei: "Omnes nos amici sumus –'vos autem dixi amicos' (Ioann. 15, 15)–, immo eiusdem Patris filii ac proinde in Christo et Christi una simul fratres: peculiare igitur Praelaturae fidelium apostolatus medium est amicitia et assidua cum collaboratoribus consuetudo" (Estatutos, 117; texto en Apéndice a P. Rodríguez-F. Ocáriz-J. L. Illanes, El Opus Dei en la Iglesia, 2000, pg 331}. La realidad de la fraternidad cristiana, de la comunión en el seguimiento de Cristo, crea unos vínculos de amistad, también humana, que la experiencia testifica. El contexto de experiencia del que brota este punto es evidentemente esta naciente "vida de familia cristiana" en torno al Beato Josemaría y plantea una cuestión antropológica y de vida que el Autor propone a la consideración de los lectores: la lógica de una afinidad mayor, por mil razones, entre unas personas y otras dentro de un mismo ideal de vida, y a la vez el cuidado de que esto no aparezca como discriminación de los demás {"Amistad particular", en la terminología de ciertas tradiciones ascéticas; vid Edmond Vansteenberghe, "Amitiés particulières", en DSp, I (1936), col. 521-525}. El criterio, como ya apuntábamos, es que la amistad con Cristo (vid p / 421 -422) funda y purifica todas las legítimas amistades humanas.

 «  367  »  El manjar más delicado y selecto, si lo come un cerdo (que así se llama, sin perdón) se convierte, a lo más, ¡en carne de cerdo!
Seamos ángeles, para dignificar las ideas, al asimilarlas. –Cuando menos, seamos hombres: para convertir los alimentos, siquiera, en músculos nobles y bellos, o quizá en cerebro potente... capaz de entender y adorar a Dios.
Pero... ¡no seamos bestias, como tantos y tantos!

Procede del Cuaderno IV, nº 233, 19-VIII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 367, 332, 946, 398}:
"Margaritas ad porcos! El manjar más delicado y selecto, si lo come un cerdo (que así se llaman, sin perdón), o sale del inmundo animal convertido en excremento repugnante o se convierte, a lo más, ¡en carne de cerdo! Seamos ángeles, para dignificar las ideas, al asimilarlas. Cuando menos, seamos hombres: para convertir los alimentos, siquiera, en músculos nobles y bellos o quizá en cerebro potente... capaz de entender y adorar a Dios. Pero... ¡no seamos bestias, como tantos y tantos!" {Cuaderno IV, nº 233; glosa en Vázquez de Prada, I, pg 572}.
"Que así se llama, sin perdón". Alusión implícita a un conocido pasaje del Quijote: "En esto sucedió acaso que un porquero que andaba recogiendo de unos rastrojos una manada de puercos –que, sin perdón, así se llaman– tocó un cuerno, a cuya señal..." {Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Primera parte, cap 2 (Valencia 1993, edición del IV Centenario, pg 27)}.
Sobre el tema "ser ángeles", vid supra p / 22  y 122.

 «  368  »  ¿Te aburres? –Es que tienes los sentidos despiertos y el alma dormida.

De una anotación de 3-XI-1932 inserta en el Cuaderno VI, nº 857 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 368, 283, 218, 782, 902}. Tenor literal idéntico. El Autor señala, con profundidad antropológica, la raíz del "aburrimiento": esa distorsión de la relación de alma y cuerpo que es una de las formas de dominio del cuerpo sobre el alma. El texto hay que ponerlo en diálogo con los p / 354  a 358 del anterior cap, relativos a la ociosidad; vid también com / 375.

 «  369  »  La caridad de Jesucristo te llevará a muchas concesiones... nobilísimas. –Y la caridad de Jesucristo te llevará a muchas intransigencias..., nobilísimas también.

Otra octavilla de la serie Lh. La idea se encuentra ya en la predicación de Honduras:
"No: con las formas sociales convenientes, con cortesía, con caridad, hemos de adquirir, por dentro, el temple del acero, con intransigencia y desvergüenza implacables, informadas siempre por la caridad de Cristo" {PredicHond, "Zaqueo", 12-IV-1937, pg 49; VI. En estos párrafos de la meditación de Honduras el Beato Josemaría estaba explicando los conceptos de "santa desvergüenza" y "santa intransigencia". Vid cap "El plano de tu santidad"}.
Pero, desde el punto de vista teológico, se expresa de la manera más nítida en el texto de C. Aquí, la caridad de Cristo es la raíz y la fuente tanto de las concesiones como de las intransigencias; en consecuencia a ambas las califica de "nobilísimas". La conclusión es clara: el discernimiento del cristiano, apoyado en la formación doctrinal e informado por la caridad –por la vida de la gracia–, será el que le lleve a una u otra posición en las diversas circunstancias de la vida: social, profesional, política, familiar. Este punto es una especie de hermenéutica anticipada de la doctrina de la "santa intransigencia" que expondrá en el cap siguiente.

 «  370  »  Si no eres malo, y lo pareces, eres tonto. –Y esa tontería –piedra de escándalo– es peor que la maldad.

Octavilla Bl, sin interrelación documental.
El mismo juego de palabras en p / 713: "habré de tenerte por malo y por tonto".
"Scandalum", en su sentido originario, tanto en griego como en latín, es la piedra o el obstáculo que se pone en el camino de alguien para que tropiece y caiga. Del sentido físico se pasa al moral o espiritual. "Piedra de escándalo" es por tanto una expresión reduplicativa que se utiliza en el lenguaje corriente para designar el "suceso o persona que da lugar a que la gente se escandalice o murmure" {Moliner, II, pg 672; voz "piedra"}.

 «  371  »  Cuando bullen, "haciendo cabeza" de manifestaciones exteriores de religiosidad, gentes profesionalmente mal conceptuadas, de seguro que sentís ganas de decirles al oído: ¡Por favor, tengan la bondad de ser menos católicos!

Octavilla Bl, sin interrelación documental. El Prof. González Barredo, rememorando su relación con el Beato Josemaría en los años anteriores a la guerra civil, alude a "algún conocido nuestro, que usaba las actividades religiosas para hacer política y profesionalmente no estaba muy bien considerado. Probablemente –continúa– de esto procede el p / 371  de C" {José María González Barredo, Testimonio, Nueva York 25-V-1976; AGP, sec A, leg 100-26, carp 1, exp 13}. Sin embargo, el tenor literal del punto no hace referencia a la instrumentación de la religión para la política. Se refiere simplemente a un "bullir" de actividad religiosa en medio de una ausencia de valores humanos: es una crítica radical de la contradicción existente entre la "capitanía" exterior en las manifestaciones de fe cristiana y el escaso rigor con que se abordan las responsabilidades humanas y, en concreto, profesionales {"La punzante ironía del ruego que pone fin a estas palabras vale más que toda una larga y abstracta peroración sobre la necesidad, para el cristiano, de esforzarse por adquirir y practicar las virtudes humanas" (Antonio Millán Puelles, "El humanismo cristiano de 'Camino' ", en Estudios sobre 'Camino', pg 244)}. Este p / 371  parece una aplicación concreta del principio asentado en el p / 342  (vid). Vid también p / 411  y com.
Sobre la expresión "hacer cabeza" vid com / 951.

 «  372  »  Si tienes un puesto oficial, tienes también unos derechos, que nacen del ejercicio de ese cargo, y unos deberes.
–Te apartas de tu camino de apóstol, si, con ocasión –o con excusa– de una obra de celo, dejas incumplidos los deberes del cargo. Porque me perderás el prestigio profesional, que es precisamente tu "anzuelo de pescador de hombres".

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Insiste el Autor en el tema del prestigio profesional de los cristianos en relación con el testimonio apostólico. El prestigio profesional de que se habla en C "es el resultado, reconocido socialmente, de la tarea profesional de un hombre que se la toma en serio y le dedica lo mejor de su esfuerzo" {P. Rodríguez, Vocación, trabajo, contemplación, 1986, pg 97}. Un cristiano que quiera santificar su trabajo –cualquiera que sea– tiene que aspirar a eso. Por lo demás, la doctrina ética de este punto es de una gran vigencia. Escrivá la predicaba y explicaba con frecuencia, como se refleja en este apunte de meditación, que pudo ser el "recordatorio" para el punto de C:
"Falsa humildad. Virtud de la fortaleza. Derechos personales. Derechos del cargo" {EjEsp, Plática "Espíritu de humildad", Vitoria VIII-1938; guión nº 118}.
"Anzuelo de pescador de hombres". El Autor inserta en la economía de la salvación esa dimensión de la vida profesional –el prestigio, en el sentido arriba dicho– sirviéndose de la pesca milagrosa según San Lucas y aludiendo a la total dedicación de Pedro a la misión: "ex hoc iam homines eris capiens" (Lc 5, 10). El prestigio profesional no es para servir al orgullo del trabajador, sino para servir a Jesucristo. Vid com / 978, que es otra reflexión sobre "los pescadores de hombres". Vid en general, p / 372, 808, 792  y 799, que presentan el significado de la pesca milagrosa en el horizonte de la vida secular y profesional.
En esta perspectiva aparece bajo nueva luz por qué una hora de estudio (una hora de trabajo) es "una hora de apostolado" y "una hora de oración". Vid com / 335.

 «  373  »  Me gusta tu lema de apóstol: "Trabajar sin descanso".

Octavilla Bl, posiblemente inspirada en esta nota de sus EjEsp de Pamplona, 1937: "Meditación: oración, penitencia, trabajo sin descanso" {Cuaderno VIII dpdo, nº 1446, 23-XII-1937}.
Sobre trabajo y descanso, vid p / 357  y 358

 «  374  »  ¿Por qué esa precipitación? –No me digas que es actividad: es atolondramiento.

Punto redactado en Burgos. Octavilla Re. La "precipitación": temática de formación humana, en la que insistía con frecuencia el Autor en su tarea formativa. El tema estuvo presente en la predicación de Honduras:
"¡Cuánta insensatez! Que cada uno se examine sobre este punto con toda diligencia y saque el propósito consiguiente: no tomar nunca una resolución precipitada, no tomar ninguna decisión de alguna importancia sin considerarla ante Dios en la oración y en la Comunión, y sin el consejo de una persona prudente y discreta que pueda, por su autoridad y sus condiciones, orientarnos eficazmente. Que cada uno se examine a sí mismo y, si no descubre este atolondramiento en su proceder, que no dé gracias a Jesucristo, sino que se humille y pida la luz de Dios, y siga buscando con verdadero cuidado" {PredicHond, "Atolondramiento", 11-V-1937, pg 53; VII}.

 «  375  »  Disipación. –Dejas que se abreven tus sentidos y potencias en cualquier charca. –Así andas tú luego: sin fijeza, esparcida la atención, dormida la voluntad y despierta la concupiscencia.
–Vuelve con seriedad a sujetarte a un plan, que te haga llevar vida de cristiano, o nunca harás nada de provecho.

Otra octavilla Re. Sin interrelación documental. Escrivá va pasando revista a los obstáculos para adquirir una seria formación. De la "precipitación" pasa a la "disipación". El Autor describe en cuatro pinceladas el proceso de la "disipación", afín en buena parte a lo que Pascal llamaba "divertissement" y del que decía, con su habitual agudeza, que es "la única cosa que nos consuela de nuestras miserias y a la vez nuestra miseria más grande" {"La seule chose qui nous console de nos misères est le divertissement, et cependant c'est la plus grande de nos misères" (Blaise Pascal, Pensées, 171; Léon Brunschvicg (ed.), Librairie Générale Française, Paris 1972, pg 82)}. Reaparece en este punto el término "plan", pero en un sentido más abarcante que "plan de vida" (vid p / 76, 77, 78  y 307): "un plan –dice–, que te haga llevar vida de cristiano", es decir, una rectificación coherente con la fe de la vida "disipada", que implica una exigente distribución del tiempo y, por supuesto, un "plan de vida" espiritual.
El punto en realidad es prolongación y desarrollo de la antropología cristiana del p / 368. Paralelismos: el alma dormida / dormida la voluntad; los sentidos despiertos / despierta la concupiscencia; aburrimiento / disipación.

 «  376  »  "¡Influye tanto el ambiente!", me has dicho. –Y hube de contestar: sin duda. Por eso es menester que sea tal vuestra formación, que llevéis, con naturalidad, vuestro propio ambiente, para dar "vuestro tono" a la sociedad con la que conviváis.

- Y, entonces, si has cogido ese espíritu, estoy seguro de que me dirás con el pasmo de los primeros discípulos al contemplar las primicias de los milagros que se obraban por sus manos en nombre de Cristo1: "¡Influimos tanto en el ambiente!".
Estamos ante la ficha 15 de la serie Lhz, redactada en Honduras. Otro obstáculo, esta vez externo: el "ambiente" {Sobre el ambiente en la Legación de Honduras vid com / 44}. De una meditación predicada allí:
"No prestes oídos al sembrador de la mentira. ¡Dejarse llevar por el ambiente, permitir que el ambiente te sofoque! Los hijos de Dios hemos de llevar con nosotros nuestro propio ambiente. Ese ambiente se ha de imponer, con la gracia de Dios, a pesar de los pesares. Sí, hay que proclamar, sin miedo, la fecundidad de la virtud, de la conducta recta, del apostolado perseverante. ¿Que no ha de producir frutos mi ejemplo, mi modo de obrar y de comportarme? No es verdad: basta acudir a la experiencia. Contemplaré entonces cómo los que están en contacto conmigo mejoran, gracias a la influencia de la salud que yo despido. Esto es lo que he de poner por obra: estar en medio del mundo para limpiarlo, para vivificarlo" {PredicHond, "El trigo y la cizaña", 20-VII-1937; XXXV, pg 217}.
"El pasmo de los primeros discípulos". Se refiere a Lc 10, 17: "Regresaron los 72 llenos de alegría, diciendo: Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre".

 «  377  »  Y ¿cómo adquiriré "nuestra formación", y cómo conservaré "nuestro espíritu"? –Cumpliéndome las normas concretas que tu Director te entregó y te explicó y te hizo amar: cúmplelas y serás apóstol.

Esta octavilla es la ficha 17 de la serie Lhz, y tiene clara relación, también redaccional, con la ficha anterior. Un apunte de un círculo que dio en 1935 expresa la idea de manera concentrada:
"Medios: el cumplimiento de las Normas" {Guión de un Círculo a los estudiantes de Ferraz, 16-IV-1935; AGP, sec A, leg 50 - 13, carp 4, exp 1}.
El Autor, tanto en este apunte como en el texto de C, se está refiriendo a los concretos ejercicios de piedad cristiana que, recibidos de la tradición católica, inculcaba a las personas que acudían a las actividades formativas que él promovía. De una manera o de otra todos los va describiendo y glosando a lo largo del libro: la oración, el ofrecimiento de obras, la celebración eucarística, la presencia de Dios en el trabajo, la consideración de la filiación divina, el orden, el Santo Rosario, etc. El conjunto del libro va poniendo de manifiesto cómo esas "normas" no son un código, sino una guía segura que señala el camino; y cómo ese "cumplimiento" no es mecánica obediencia a un reglamento, sino expresión concreta y tangible del "amor de Dios que se ha difundido en nuestros corazones" (Rm 5, 5) y nos ha convertido en hijos suyos.

 «  378  »  No seas pesimista. –¿No sabes que todo cuanto sucede o puede suceder es para bien?1
–Tu optimismo será necesaria consecuencia de tu Fe.

Llegado a este punto, el Autor sitúa aquí un texto procedente de la edición de Cuenca. El original se encontraba en el Cuaderno VI, nº 916, 5-II-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 378, 893, 285}. Pasó al velógrafo y luego al texto impreso, donde Escrivá, al organizar sus fichas, por error lo incluyó dos veces: una en este cap y otra en el siguiente (Crb / 140 y Ceb / 163). Vid apcrít. El error fue detectado al estructurar C en Burgos.
Vid p / 40  y más adelante el p / 476, que junto a este p / 378  contienen la "teología del optimismo cristiano" que propone el Autor, basada en la meditación del texto de Rm 8, 28 -"diligentibus Deum omnia cooperantur in bonum"–, que configura a este punto de C y del que procede una de las grandes fórmulas del Beato Josemaría: "omnia in bonum". Vid p / 268.
Al pasar al texto impreso, buscó una más estricta fidelidad a la palabra paulina, como manifiesta el apcrít. Vid com / 311 nt 34.

 «  379  »  Naturalidad. –Que vuestra vida de caballeros cristianos, de mujeres cristianas –vuestra sal y vuestra luz– fluya espontáneamente, sin rarezas, ni ñoñerías: llevad siempre con vosotros nuestro espíritu de sencillez.

Tras los obstáculos a la formación, ahora algunas de sus características. Primera, una de la máxima importancia: "naturalidad". La octavilla pertenece a la serie Lh, y podría por tanto estar ya redactada en Honduras, donde predicó abundantemente esta doctrina. He aquí un par de textos:
"La Epístola y el Evangelio de la Misa de hoy nos traían una lección que hemos de aplicar cuidadosamente en todas las circunstancias de nuestra vida diaria: la recomendación de la sencillez, de la naturalidad. Todo lo que sea singularizarnos, chocar con el medio ambiente por hacer las cosas de un modo distinto al usual, hay que evitarlo siempre. En la vida pública y en la vida profesional, lo mismo que en los detalles de la vida ordinaria, hemos de proceder con absoluta naturalidad. Llamar la atención, adoptar actitudes raras es contrario a nuestro espíritu" {PredicHond, "Sencillez y naturalidad", 23-VI-1937, pg 125; XXI}.
"Jesús obra con naturalidad. Que nuestros arranques de hombres piadosos se produzcan con tal oportunidad y sencillez que –sin chocar de ningún modo– consigan remover a las almas" {PredicHond, "Las bodas de Caná", 11-VII-1937, pg 200; XXXII}.
"Vuestra sal y vuestra luz". Todo el punto está construido, como se ve, sobre esta concentración de la palabra de Jesús: "Vosotros sois la sal de la tierra [...] Vosotros sois la luz del mundo" (Mt 5, 13  s). La "naturalidad" sería el "método secular" –si es que es lícita aquí esta expresión– de afluencia al mundo de la sal y de la luz de Cristo: afluyen ab intra, desde dentro.

 «  380  »  "Y ¿en un ambiente paganizado o pagano, al chocar este ambiente con mi vida, no parecerá postiza mi naturalidad?", me preguntas.
–Y te contesto: Chocará, sin duda, la vida tuya con la de ellos, y ese contraste, por confirmar con tus obras tu fe, es precisamente la naturalidad que yo te pido.

Octavilla también perteneciente a la serie Lh, redactada –muy probablemente– a la vez que la anterior y en estilo dialéctico con ella, cosa frecuente en parejas de puntos de C. Un texto de Honduras:
"Repetimos, ahora, en estas circunstancias, nuestra recomendación de siempre: singularizarse, no; sencillez, naturalidad en todo momento, que no significa comodidad ni ser mundanos" {PredicHond, "Sencillez y naturalidad", 23-VI-1937, pg 125; XXI}.

 «  381  »  No te importe si dicen que tienes espíritu de cuerpo. ¿Qué quieren? ¿Un instrumento delicuescente, que se haga pedazos a la hora de empuñarlo?

Este punto, con esta redacción, fue insertado por el Autor en la 6ª edición de C (1950), como informa el apcrít. En las ediciones anteriores, desde la primera, se leía (vid apcrít) bajo este número el mismo texto de Cec36 / 3, que se repetía en Cec97 / 2, que a su vez pasaba a C como p / 940:
"No olvidemos {Los dos puntos de Cec son idénticos. No así los de C, pues el Autor en el 940 pasó al estilo dialógico y cambió "No olvidemos" por "No olvides". Vid apcrít de p / 940} que la unidad es síntoma de vida: desunirse es putrefacción, señal cierta de ser un cadáver".
Como se ve, la repetición estaba ya en el impreso de Cuenca y no fue advertida entonces, ni después en Burgos, cuando el Autor preparaba la edición definitiva. Vid com / 940.
Mons. Cormac Burke –Prelado de la Rota Romana, traductor de C al inglés, actualmente residente en Nairobi–, con ocasión de los trabajos de la traducción, fue el primero que advirtió la repetición. Era en Dublín, año 1949 {Carta de Cormac Burke a Pedro Rodríguez, Nairobi, 13-III-2000: "Incluso antes de incorporarme a la Obra, en Dublin (a principios de 1948) me puse a traducir 'Camino' al inglés. Lo había leído en castellano –que ya cursaba en la Universidad– y me había causado una profunda impresión. Estuve trabajando en la traducción a lo largo de todo aquel curso, hasta octubre de 1949. En esa operación es cuando saltó el número repetido. De esto me di cuenta al llegar al p / 940, que es como sabes, el que reproducía el texto por segunda vez: al leerlo para traducirlo tuve la impresión de que ya lo había traducido y buscando encontré enseguida el nº 381, que es donde el texto figura por primera vez. La cosa no ofrecía duda". La traducción fue publicada en Cork en 1953, ya con el nuevo punto}. Lo comunicaron a la editora española de C. En España tenían una edición a punto de imprimir. Florentino Pérez Embid, que era el Presidente de Ediciones Rialp, viajó a Roma en enero de 1950 y se lo comentó al Autor {Estuvo en Roma del 11 al 19 de enero de 1950. Diario di Villa Tevere, 19-I-1950 (AGP, sec N, 3, leg 436-16)}. Solía contar el Prof. Pérez Embid que el Beato Josemaría, al oírlo, le dijo con toda naturalidad: "Bueno, pues escribe tú mismo algo que lo sustituya". La broma no impidió el embarazo de Pérez Embid –a pesar de que tenía un gran humor y una excelente pluma–, que resolvió el propio Autor pidiendo que le trajeran sus textos recientes publicados en la "Hoja Informativa" {La "Hoja Informativa" era una modesta publicación mensual a multicopista (1949-1953), que se enviaba desde la sede del Consejo General del Opus Dei a todos los Centros de la Obra con noticias y comentarios de la labor apostólica en el mundo. Comenzaba la "Hoja" con una sección titulada "Del Padre" y que consistía en una frase breve y sustanciosa del Fundador –una "gaitica"– que se ofrecía a la consideración de todos. Se conservan en AGP, Secc. A, leg 5, carp 7, exp 1} para elegir uno adecuado. El texto que seleccionó el Autor fue el de la Hoja de dos meses antes:
"Amad a la "Madre guapa", aunque, a pesar de vuestra discreción, haya quien diga que tenéis espíritu de cuerpo.
¿Qué quieren, un instrumento delicuescente, que se haga pedazos a la hora de empuñarlo?" {"Hoja Informativa", nº 9, noviembre de 1949, pg 1; AGP, sec A, leg 5, carp 7, exp 1}.
La 'Madre guapa'. Expresión familiar del Beato Josemaría para referirse a la Obra que el Señor le había encomendado. El Autor hizo una sencilla readaptación del texto para incluirlo ya en la siguiente edición de C {Tomo esta información de conversaciones y cartas del Rvdo. Dr. Peter Haverty (Manchester) y del Coronel médico peruano Dr. Hugo Calienes (Chiclayo), que escucharon el relato de estas cosas al Prof. Pérez Embid. Vid carta de Hugo Calienes a Pedro Rodríguez, Chiclayo 4-III-2000; carta de Peter Haverty a Pedro Rodríguez, Manchester, 5-III-2000}, que, como dije, fue la de 1950.
El tema del nuevo texto, escrito diez años después de los demás, se inscribe lógicamente en una experiencia más prolongada del Autor. El colofón de esa sexta edición tiene fecha de 24-II-1950, unos meses antes de la aprobación definitiva del Opus Dei por la Santa Sede (16 de junio de ese año), extendido ya por muchos países de Europa y América. A mi entender este nuevo punto guarda relación con la temática del punto repetido, que ahora queda dentro del cap "El Apóstol", y moviéndose teológicamente en el espacio espiritual del cap "Comunión de los Santos". La unidad y comunión de los que trabajan en una misma empresa apostólica –en la experiencia histórica concreta que está en el origen de este punto se trata del amor que los fieles del Opus Dei tienen a la Obra–, siendo tan esencial, puede no ser comprendida e, incluso, censurada, calificándola de "espíritu de cuerpo". Ahí incide el nuevo texto del Autor.
"Espíritu de cuerpo". La expresión es de origen francés: "esprit de corps" {No deja de ser interesante que las ediciones en lengua inglesa traduzcan la expresión española por la francesa, en cursiva: esprit de corps}, y alude, en la vida civil, al sentimiento común a los individuos de una corporación o grupo social, en fuerza del cual todos se interesan en su prosperidad y buen nombre y lo defienden frente a los extraños {Vid Enciclopedia Espasa, ed 1924, vol. 22, voz "Espíritu", pg 266. En este sentido ha sido habitual en España hablar del "espíritu de cuerpo" que tienen, por ej, los artilleros en la vida militar, los ingenieros de caminos entre las profesiones técnicas o el notariado en las actividades jurídicas}. El Autor estima –parece implícito en el tenor del punto– que la expresión, aplicada a una empresa apostólica, es inadecuada, pero le dice al lector que no hay que darle importancia: es un "diagnóstico" meramente humano, que no va a la raíz de las realidades sobrenaturales; no va, en este caso, a la fraternidad bien sentida de que habla en el p / 545:
"Vivid una particular Comunión de los Santos: y cada uno sentirá, a la hora de la lucha interior, lo mismo que a la hora del trabajo profesional, la alegría y la fuerza de no estar solo".
Este ámbito de comunión, que es "síntoma de vida", es netamente distinto de un "cuerpo" cuyo espíritu es defender intereses comunes y organizar apoyos mutuos.

 «  382  »  Al regalarte aquella Historia de Jesús, puse como dedicatoria: "Que busques a Cristo: Que encuentres a Cristo: Que ames a Cristo".
–Son tres etapas clarísimas. ¿Has intentado, por lo menos, vivir la primera?

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco, que podría situarse en la serie Lh. Es una hermosa historia la que apenas asoma en el brevísimo relato del Autor. El que la cuenta es Ricardo Fernández Vallespín, del que ya se ha hablado con ocasión de anotar otros puntos de C {Vid p / 94, 145, 311, 314}. El futuro Director de DYA relata su primera visita a Josemaría Escrivá, que vivía entonces en la calle Martínez Campos, 4 {Habían sido presentados unos días antes en casa de un amigo común. Ese día (14 de mayo) Vallespín apuntó en su agenda: "Hoy he conocido a un sacerdote, joven y entusiasta, que no sé por qué pienso que va a tener una influencia grande en mi vida"}. Era el 29-V-1933:
"El Padre me habló de las cosas del alma, no de los problemas políticos; me aconsejó, me animó a ser mejor; pienso que también recibió mi confesión en el sacramento de la Penitencia. Recuerdo perfectamente, con una memoria visual, que antes de despedirme, el Padre se levantó, fue a una librería, cogió un libro que estaba usado por él y en la primera página puso, a modo de dedicatoria, estas tres frases:
+ Madrid-29-V-33
Que busques a Cristo.
Que encuentres a Cristo.
Que ames a Cristo.
El libro era "La Historia de la Pasión" del Padre Luis de la Palma" {Testimonio escrito de Ricardo Fernández Vallespín, Madrid 7-VII-1975, pgs 3-4; AGP, sec A, leg 100-20, carp 2, exp 6. El P. La Palma es un clásico de espiritualidad del siglo XVII y el Escrivá era un lector asiduo de este libro, que recomendaba vivamente en los medios de formación que impartía. Había numerosas ediciones. Regaló a Vallespín la que él usaba, que es ésta: Historia de la Sagrada Pasión sacada de los cuatro Evangelios por el P. Luis de la Palma, Provincial de la Compañía de Jesús en la Provincia de Toledo y natural de la misma ciudad. IHS. Madrid, Apostolado de la Prensa, San Bernardo 7, 1929, 592 páginas. –Fernández Vallespín, que perdió el libro durante la guerra, lo encontró al cabo de los años en la biblioteca familiar y hoy puede verse en una vitrina de la "Galleria di sotto", junto a la Iglesia Prelaticia de Santa María de la Paz, en la Sede de la Prelatura en Roma}.
El Autor de C escribió esta "gaitica" en la Legación de Honduras, probablemente cuando Vallespín ya había logrado pasarse a la otra zona {A principios de junio de 1937. Vid Diario de Isidoro, 4-VI-1937. Debió ser unos días antes}. Recuerda en ella el comienzo de la historia que llevó al joven arquitecto (vid com / 145) a la entrega total a Jesucristo. Pero no es sólo relato, sino propuesta al lector, invitación a recorrer esas "tres etapas clarísimas".
El Autor, personalmente, las recorría desde años atrás en clave mariana. En el Cuaderno III, en diálogo con la Santísima Virgen, dejó escrito el día de la Inmaculada Concepción, año 1930:
"No me dejes, ¡Madre!: haz que busque a tu Hijo: haz que encuentre a tu Hijo: haz que ame a tu Hijo... ¡con todo mi ser! Acuérdate, Señora, acuérdate" {Apínt, nº 122. En Forja, 157  se reproduce a la letra este texto}.
En 1967, en una homilía titulada "Hacia la santidad", el Beato Josemaría se expresaba sobre el tema hablando de cuatro escalones:
"En este esfuerzo por identificarse con Cristo, he distinguido como cuatro escalones: buscarle, encontrarle, tratarle, amarle. Quizá comprendéis que estáis como en la primera etapa. Buscadlo con hambre, buscadlo en vosotros mismos con todas vuestras fuerzas. Si obráis con este empeño, me atrevo a garantizar que ya lo habéis encontrado, y que habéis comenzado a tratarlo y a amarlo, y a tener vuestra conversación en los cielos (Cfr Flp 3, 20)" {Amigos de Dios, 300}.
El Autor, a treinta años de la redacción del punto de C, hace una concentración de la relación con Cristo en la primera etapa: buscarle con sinceridad es ya, de alguna manera, encuentro, trato y amor. Por otra parte, las tres etapas de que habla el punto de C o los cuatro escalones de Amigos de Dios, como en general las etapas de la vida interior que señalan los autores de teología espiritual, no son propiamente etapas cronológicas sino dimensiones del progresivo encuentro del alma con el Señor.
Pero siempre estamos dentro de la gran tradición de la piedad y de la vida cristiana. El Autor había meditado muchas veces, como todos los buenos sacerdotes de su época, la oración de San Buenaventura incluida en el Misal Romano y en el Breviario para la acción de gracias después de la Misa {Entre las "Orationes pro opportunitate sacerdotis dicendae" (por ej, Breviarium Romanum, Ratisbonae 1927, Pars aestiva, pg 15)}. En ella había recorrido las etapas que el Santo formula con estas palabras:
"Te semper ambiat, te quaerat, te inveniat, ad te tendat, ad te perveniat, te meditetur, te loquatur, et omnia operetur in laudem et gloriam nominis tui".

 «  383  »  Si te ven flaquear... y eres jefe, no es extraño que se quebrante la obediencia.

Octavilla Bl, trazo finísimo, el tipo de pluma con el que escribía desde Vitoria durante los EjEsp que predicó en agosto de 1938. De allí es este apunte:
"¡El [Cristo], a la cabeza!... Guerra europea: rey de Bélgica. Ahora: ¡qué alegría los soldados, si los jefes van en vanguardia! –El general –¡santo varón!– que daba decretos, para su ejército... y se le olvidaba cumplirlos" {EjEsp, Meditación "Rey temporal", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 105}.
El Beato Josemaría se refiere al Rey de los Belgas, Alberto I (nacido en 1875; 1909-1934), que, efectivamente, cuando Bélgica fue invadida tomó el mando inmediato de sus tropas y estaba en los lugares de mayor peligro {Vid Enciclopedia Espasa, art. "Alberto I", Apéndice, I, pg 287}.

 «  384  »  Confusionismo. –Supe que vacilaba la rectitud de tu criterio. Y, para que me entendieras, te escribí: el diablo tiene la cara muy fea, y, como sabe tanto, no se expone a que le veamos los cuernos. No va de frente.
–Por eso, ¡cuántas veces viene con disfraz de nobleza y hasta de espiritualidad!

Octavilla Bl. Punto interesante no sólo por su doctrina sino por su origen redaccional. Pudo estar ya redactado en la primera mitad del 38. La ocasión para este punto bien pudo ser una carta de un residente de Ferraz, que le cuenta sus dificultades y cómo se da cuenta de dónde viene el peligro. El párrafo que nos interesa dice así:
"Más que nunca he estado rodeado de enemigos que, sin yo quererlo, en mi interior han ido enfriándome. ¡Verdaderas luchas que a mí me han parecido de titán! Y es que el enemigo no se atrevió a atacar de frente mostrándose como es. Sino que por el contrario se ha valido de elementos y personas de lo mejor que puede existir como buenas y, casi me atrevo a decir... santas. No sé si mi caso les habrá ocurrido a otros de mis hermanos. Pediré mucho para que así no sea..." {Carta a Josemaría Escrivá, Guasa 17-II-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp A, exp 4}.
El Autor, que ha explicado eso de manera rotunda tantas veces, escribe el punto de C invirtiendo los términos: es él el que escribe la carta y deja en la sombra, por caridad, a la persona que vacila.

 «  385  »  Dice el Señor: "Un mandato nuevo os doy: que os améis los unos a los otros. En esto conocerán que sois mis discípulos"1
–Y San Pablo: "Llevad unos la carga de los otros, y así cumpliréis la ley de Cristo".
–Yo no te digo nada.

Octavilla Bl, trazo grueso. Pura predicación del Evangelio. Pablo es el exégeta de Jesús. El Autor enmudece y hace resonar la palabra divina ante los lectores. Los dos textos ocupan un lugar verdaderamente central en la comprensión que tiene de la vida cristiana que discurre por las actividades profesionales y sociales. Hay un guión de meditación que tiene un apunte casi idéntico:
"Mandatum novum do vobis: ut diligatis invicem sicut dilexi vos (Jn 13, 34), ut et vos diligatis invicem. In hoc cognoscent omnes quia discipuli mei estis, si dilectionem habueritis ad invicem" (Joann. 13, 34 y 35) [...] Alter alterius onera portate (Ga 6, 2)" {EjEsp, Plática "Espíritu de caridad", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 88}.
En 1933 había anotado en su Cuaderno:
"Alter alterius onera portate et sic adimplebitur... (Ayer interrumpí la escritura. Sigo, hoy, 20 de febrero)... legem Christi. Estas palabras de S. Pablo también deberán campear en los oratorios de la Obra de Dios" {Cuaderno VI, nº 937, 19-II-1933. Por supuesto, cuando escribía estas palabras no había ni centros ni oratorios de la Obra}.
Lo que hizo –comenta Álvaro del Portillo {Nota al número citado del Cuaderno VI}– "fue predicar con mucha perseverancia, y con mucha fuerza, este texto de S. Pablo" {"Siento la necesidad de recordar constantemente esas palabras del Señor. San Pablo añade: llevad los unos las cargas de los otros, y así cumpliréis la ley de Cristo. Ratos perdidos, quizá con la falsa excusa de que te sobra tiempo... ¡Si hay tantos hermanos, amigos tuyos, sobrecargados de trabajo! Con delicadeza, con cortesía, con la sonrisa en los labios, ayúdales de tal manera que resulte casi imposible que lo noten; y que ni se puedan mostrar agradecidos, porque la discreta finura de tu caridad ha hecho que pasara inadvertida" (Homilía "El tesoro del tiempo", predicada en 1956, en Amigos de Dios, 44)}.
En 1934, al poner la Residencia universitaria de Ferraz, el Beato Josemaría hizo que "campeara" esta doctrina en la sala de estudio de la Residencia: un cuadro con un pergamino y la inscripción: "Mandatum novum do vobis: ut diligatis invicem, sicut dilexi vos, ut et vos diligatis invicem. In hoc cognoscent omnes quia discipuli mei estis, si dilectionem habueritis ad invicem (Jn 13, 34 -36)". En esa palabra de Jesús veía la síntesis del espíritu que quería inculcar a los estudiantes: amor, fraternidad, servir a los demás, llevar la carga de los otros {La Residencia de Ferraz fue destruida durante la guerra civil. Tenía que comenzar de cero. Entre los escombros, después de la guerra, apareció el pergamino. Lo cuenta Jiménez Vargas, que fue testigo presencial, recién llegado a Madrid: "Al día siguiente –21 de abril– el Padre me llevó con Santiago [Escrivá] a Ferraz, sin demasiado interés, porque estaban seguros de que ya habían encontrado todo lo poco que quedaba. Pero hubo sorpresa: en el suelo, cubierto por los escombros, estaba el cuadro del « Mandatum Novum » bastante bien conservado" (Juan Jiménez Vargas, Relatos testimoniales, VI, pgs 14-15; AGP, sec A, leg 100-30, carp 2, exp 1). El Autor de C siempre entendió el hallazgo como una manera de señalarle el Señor dónde está lo permanente cuando todo se derrumba: en el mandamiento del Amor}. El "mandatum novum", en su doble forma joánica y paulina, era algo que tenía en el alma.
La predicación de esta doctrina por parte del Beato Josemaría refleja a veces, con fuertes expresiones, la vida española de la época, como en este texto, casi simultáneo en el tiempo al pergamino:
"¡Aún es nuevo este precepto dominical! No quiero detenerme en detalles. Bien sabéis que no exagero. Se ha hecho corriente oír –y ver cómo desgraciadamente se practica, aun por gentes de una piedad llamativa– se ha hecho corriente oír esta pregunta: ¿Quién es tu enemigo? Y esta contestación: el de tu oficio. No hace mucho, con frase brutal, pero sincera, me decía un joven, activo militante de XX, a propósito de la falta de caridad entre sus compañeros de estudio: Mire, Padre: muchas cruces en la solapa, pero, si pueden, te patean los hígados. Y esto, ¡cuántas veces lo habéis experimentado y lo habéis lamentado, al comenzar el ejercicio de vuestras respectivas profesiones!
Pues, bien: inculcad en nuestros chicos de San Rafael la necesidad de vivir el mandato de la caridad, con todas sus consecuencias: ayuda mutua en lo espiritual, en el terreno científico, en lo económico, y en la vida de relación social. De tal manera, que se hagan realidad las palabras del Apóstol, que en el lugar patente de nuestro oratorio se leen: alter alterius onera portate, et sic adimplebitis legem Christi; llevad unos las cargas de los otros, y así cumpliréis la ley de Cristo (Ga 6, 2)" {Instrucción, 1-I-1935, nn. 108-109. El texto de San Pablo estaba grabado en el oratorio. El "mandatum novum", en pergamino enmarcado, estaba en la sala de estudio de la Residencia. Ambos textos indicaban el horizonte del nuevo estilo de vida profesional y civil que el Autor proponía desde el Evangelio y la Eucaristía a aquellos estudiantes}.
Recién llegado a Burgos, escribió una Carta circular a todos los miembros de la Obra dispersos, recordándoles unas cuantas actitudes fundamentales. Allí se lee:
"Con respecto a mis hermanos": poner en práctica la doctrina, tantas veces inculcada: alter alterius onera portate, et sic adimplebitis legem Christi" {Carta circular de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei, Burgos 9-I-1938; EF 380901-1}.

 «  386  »  No olvides, hijo, que para ti en la tierra sólo hay un mal, que habrás de temer, y evitar con la gracia divina: el pecado.

Es éste uno de los numerosos textos {Son: 110, 718, 435, 983, 386, 325, 65, 178, 174, 802, 173} que pasó a su Cuaderno (el VII, nº 1100) el 5-I-1934. Tenor literal idéntico, con esta diferencia: "gracia de Dios" en vez de "gracia divina".
Como se ve, el Autor reserva para el cierre del cap "Formación", en el que ha tratado aspectos tan diversos de la fisonomía del hombre cristiano inmerso en la vida secular, el mismo punto con que se cerraba en la edición de Cuenca, que contiene una radical afirmación del mensaje evangélico: el mal es el pecado. Es afirmación constante en los Santos. Concretamente, San Alfonso María de Ligorio lo decía casi con las mismas palabras: "Un solo mal hemos de temer: el pecado" {En su obra El Gran medio de la oración (edición castellana de Brepols, Turnhout, Bélgica, 1927) se contienen (pgs 122-125) 47 "máximas espirituales que han de ser familiares a todos los cristianos". El texto que hemos citado corresponde a la nº 9 (pg 123)}. El Autor recibe la tradición y la transmite, subrayando –en el momento mismo de formular esa tradición– el ámbito de la libertad y de la gracia, que es llamada a la responsabilidad personal: no sólo temer el pecado, sino luchar para evitarlo (libertad), confiando en la ayuda de Dios (gracia). Sobre gracia-libertad, vid también com / 324.
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 «  EL PLANO DE TU SANTIDAD  » 

Cap de treinta puntos, plenamente identificado y –en su núcleo fundamental– estructurado ya en Cem32: cd / 79-95. A partir de esta sección y sometiendo sus textos a una distribución nueva, construye el Autor el cap de Cec, que es sustancialmente el mismo de C: sólo seis puntos fueron agregados en la fase de Burgos.
Lo primero que hizo el Autor al preparar el impreso de Cuenca fue extraer del patrimonio de Cem32 el punto que sería cabecera y daría el título al cap "El plano de tu santidad" (p / 387). A continuación ordena la materia del siguiente modo: da el primer lugar a los textos de Cem32 que tratan de la "santa desvergüenza" (cd / 90-4), a continuación transcribe los relativos a la "santa intransigencia" (cd / 84-87; en Burgos agregará un nuevo punto) y finalmente tres sobre la "santa coacción" (cd / 88-89 más otro del segundo fascículo: cd / 296). Termina de aprovechar la sección de Cem32 con tres consideraciones sobre "audacia" (cd32 / 79-81), que eran precisamente sus tres primeros textos {En la sección de Cem32 había dos números que el Autor reenvió a otros caps de Cec: Cem32 / 82, que pasó al cap "Carácter"(Cec11 = C 11); y Cem32 / 95, que pasó a ser el punto Cec119 = C 281 en el cap "Vida sobrenatural"}.
Como se ve, el Autor ha querido destacar la "santa desvergüenza", que está nombrada en tercer lugar en el p / 387  {El Autor podría haber cambiado el orden de los tres puntos del plano para ser coherente con la nueva ordenación. Pero no suele proceder así: redistribuye las consideraciones, reordena, pero normalmente no cambia el texto}. En Cec el cap se prolonga incorporando dos consideraciones sobre el sentido del fracaso, tomadas directamente del Cuaderno, y la breve sección de Cem32 sobre "alegría" (cd / 164-166). En C, como el Autor va a introducir un cap autónomo sobre esta virtud (vid Introd al cap 31) allí irán a parar estas tres consideraciones, pero el tema del fracaso permanece y se le agrega en Burgos un nuevo punto (el p / 406). El cap termina, tanto en Cec como C con un conjunto de puntos (cinco en Cec, a los que se agregan otros cuatro en Burgos) de motivo más variado.
4 En síntesis: el cap de C tiene dos partes: en la primera (p / 387-400) el Autor aborda los tres "puntos" del plano: "santa desvergüenza" (p / 388-392), "santa in.
5 transigencia" (p / 393-398), "santa coacción" (p / 399 -400), todos ellos, excepto el p / 395, procedentes de Cec. La segunda parte sitúa en ese plano la "audacia" del cristiano (p / 401 -403), el "sentido del fracaso" (p / 404-406) y otros temas conexos (p / 407-416)
6 Una vez más el Autor busca transmitir su mensaje por medio del uso paradójico de los conceptos. Aquí, en concreto, para transmitir el contenido central del capítulo se sirve –al decir de Garrido Gallardo– de un "audaz oxímoron" {M. A. Garrido Gallardo, "Literatura espiritual...", 1993, pg 640. Otro célebre oxímoron de Josemaría Escruvá es el que treinta años después usará en su homilía en el Campus de la Universidad de Navarra: "materialismo cristiano", que sirvió al editor francés de la homilía como título para la misma. Sobre el tema vid Pedro Rodríguez, "Vivir santamente la vida ordinaria. Consideraciones sobre la homilía pronunciada por el Beato Josemaría Escrivá de Balaguer en el campus de la Universidad de Navarra (8.X.1967)", en Scripta Theologica 24 (1992) 397-419} en triple fase. Los tres términos con los que va a jugar en este cap significan, en sí mismos, conceptos contrarios a la santidad: un hombre, más aún un cristiano, no debe ser un desvergonzado, no debe ser una persona intransigente, no debe coaccionar a nadie. Esto es evidente para todos. Y de esa evidencia parte el Autor para invertir el sentido de los términos: hace la inversión, en los tres casos, por medio de la palabra "santa" {El tema ya tenía precedentes en la literartura espiritual. Por ej, San Jerónimo y San Juan de Ávila utilizaban la expresión "santa soberbia". Vid los textos supra en com / 274. Entre los contemporáneos, Don Manuel González hablaba del "apostolado de la santa curiosidad" (Apostolados menudos (1927), en D. Manuel González. Obras completas, Tomás Álvarez (ed.), Monte Carmelo, III, Burgos 1998, pg 695). En tiempos más recientes Dietrich von Hildebrand dedica a "la santa tristeza" el cap 26 de su conocida obra Nuestra transformación en Cristo, Rialp ["Patmos", 19-20], Madrid 1954; Encuentro ["Ensayos", 96], Madrid 1996 (el original alemán es de 1948)}. El choque que esto provoca en el lector le hace abrirse a una nueva inteligencia de unas actitudes que pertenecen a la tradición espiritual de las virtudes cristianas.
7 El Autor decidió correr el riesgo de que no se comprendiera el uso paradójico de los términos y, en última instancia, no ser comprendido personalmente: y no lo fue, primero, por los censores de Cuenca, que –con la mejor intención del mundo, ciertamente– le obligaron a suprimir la expresión "santa desvergüenza" {Vid apcrít y, sobre todo el asunto, IntrodGen § 3, 5, c (pags 43ss)} ; y después, en los años 1940-41, cuando estos puntos de C fueron agitados una vez y otra contra la ortodoxia del Autor {Se decía que éstas eran las "nuevas virtudes" que predicaba el P. Escrivá... Sobre el tema, Juan Bautista Torelló, Testimonio, Viena 1976; texto autógrafo en AGP sec. A leg.100-55, carp 3}. A millones de lectores, sin embargo, la entraña evangélica de este cap se les grababa precisamente a través de lo paradójico de ese lenguaje.

 «  387  »  El plano de santidad que nos pide el Señor, está determinado por estos tres puntos:
La santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza.

En la secuencia de sus Cuadernos aparecen primero los temas "santa intransigencia" y "santa coacción", que son de 1931. La primera vez que aparece "santa desvergüenza" es el 1-I-1932, en un texto que es precisamente la falsilla de este p / 387. Aparece, pues, el término como el punto que con los otros dos hará posible el "plano". Los otro cuatro textos sobre el tema el Autor los irá anotando de enero a mayo de 1932, siempre en un clima de "vida de infancia" y con un intenso contenido de experiencia espiritual.
La redacción de este p / 387  tiene también aspectos biográficos que deben ser reseñados. La primera redacción –la idea, la falsilla, podríamos decir– se encuentra en el Cuaderno V (nº 530) de sus Apuntes, escrita el día primero de año de 1932 {Es el primero de los cuatro puntos que escribió ese día: 387, 390, 898, 269} :
"Niño amigo: dile a Jesús que quieres para ti la santa desvergüenza. Con la santa intransigencia y la santa coacción, tienes los tres puntos que determinan el plano de santidad, que te conviene".
Pero cuando preparó el texto para las cuartillas a velógrafo, el Autor ya disponía de una redacción muy semejante a la actual, escrita en el dorso de una estampa que se encuentra entre los papeles del Archivo {AGP, sec A, leg 12, carp 4, exp 4}. Representa a Jesús con el discípulo amado y las palabras: "Qui manet in me et ego in eo hic fert fructum multum". Al dorso, como digo, se lee manuscrito de Escrivá:
"El plano de la santidad, que nos pide Jesús, se determina por estos tres puntos: la santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza. Mayo de 1932" {Los subrayados son del Autor}.
Con otra pluma de trazo más delgado, pero igualmente autógrafo, se lee más abajo:
"De José Mª Somoano, 1-VIII-32".
¿Qué quiere decir esta última expresión? Evidentemente, la estampa y / o las palabras del futuro punto de C guardan relación con este santo sacerdote, un asturiano de 30 años, capellán del Hospital del Rey, que formó parte del Opus Dei desde el 5 de enero de ese año 32 y falleció, posiblemente envenenado, seis meses después (16 de julio de ese año) {Vid José Miguel Cejas, José María Somoano y los comienzos del Opus Dei, Rialp, Madrid 1995}. Somoano se incorporó desde el primer momento a la "conferencia" semanal en la que el Beato Josemaría reunía a un grupo de sacerdotes allegados a su ideal apostólico y les iba dando a conocer su espíritu y sus proyectos {El 22-II-1932, lunes anterior a San Matías, comenzaron estas "conferencias", según anotó el propio Autor: "El lunes pasado nos reunimos por primera vez cinco sacerdotes. Seguiremos reuniéndonos: semanalmente, para identificarnos. A todos entregué la primera meditación, de una serie sobre nuestra vocación, para hacerla en la noche del jueves al viernes" (Apínt, nº 613). El lunes 11-VII-1932, pocos días antes de la muerte de Somoano escribía: "Esta tarde acordaremos, con mis hermanos sacerdotes, una forma más provechosa de tener nuestras conferencias de los lunes" (Apínt, nº 771)}. Lo interesante es que en su agenda, uno de esos lunes, exactamente el 16 de mayo, Somoano apuntó:
"Voy a Madrid {El Hospital del Rey estaba en el término municipal de Chamartín de la Rosa, entonces municipio distinto del de Madrid, y muy cerca de Fuencarral}. Santa intransigencia. Santa coacción. Santa desvergüenza. Estoy en Porta Coeli {Porta Coeli era el nombre de un Asilo para niños abandonados que se encontraba en la calle García de Paredes, del que Somoano había sido capellán} ".
La cosa parece clara. Somoano fue a Madrid a la "conferencia", en la que el Beato Josemaría debió desarrollar el tema "El plano de tu santidad", que estaba muy vivo esos meses en sus Cuadernos (es decir, en su vida espiritual) y que sin duda impresionó al sacerdote asturiano, que en el Asilo de Porta Coeli lo anotó en su agenda. La relación con la estampa no es clara. Podría pensarse en que Escrivá se la regaló a Somoano con el punto de C ya escrito y después de su muerte la encuentra entre sus papeles y la recupera, haciendo notar la circunstancia: "De José Mª Somoano, 1-VIII-32".
Esta doctrina la predicó siempre y es un aspecto importante de la fisonomía espiritual del cristiano que dimana de esa predicación. El tema estaba muy vivo en la época de Honduras y después en Burgos. En una meditación del retiro predicado en Salamanca en enero de 1938 se lee escuetamente:
"La santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza" {Retiro espiritual, Plática "Vida sobrenatural", Salamanca 25-I-1938; guión nº 91}.
Por lo demás, la utilización de la calificación de santo o santa para distintas realidades de la vida cristiana no es infrecuente en los autores espirituales: piénsese, por ej, en el "santo abandono", que da título a la conocida obra del cisterciense P. Vital Lehodey (1847-1948), o en la "santa indiferencia" (vid infra com / 769).

 «  388  »  Una cosa es la santa desvergüenza y otra la frescura laica.

Primero de los cinco puntos de este cap dedicados temáticamente a la "santa desvergüenza". Como ya se ha dicho, en la edición de Cuenca se lee, en vez de "santa desvergüenza", "santa audacia". El texto de este p / 388  estaba escrito sobre su Cuaderno V, nº 735, el 24-V-1932. El último por tanto cronológicamente. El Autor lo adelanta aquí sin duda para deslindar bien las ideas. ¿Qué es aquí "laica"?
En la predicación de Honduras el Autor hace como una "exégesis" de este punto:
"Dame, Jesús mío, la santa desvergüenza. ¡Cuántas veces, cada día, se doblega mi voluntad con la contradicción, como se mueve la veleta con el viento! Concédeme, Dios mío, una entereza de acero, para que haga lo que deba hacer, aunque haya que romperse la cabeza, aunque sea preciso jugarse la vida. Porque el hombre que transige en cosas de ideal, de honra o de fe, no tiene ni ideal, ni honra, ni fe {El Autor, como se ve, relaciona íntimamente la "santa desvergüenza" con la "santa intransigencia". Vid nº 394}. Examinemos nuestras claudicaciones en puntos de ideal, pero sin ñoñeces, sin beaterías: como hombres maduros. Hemos de ser siempre recios. Bien entendido que la santa desvergüenza no es, sin embargo, la frescura, eso que ahora llaman caradura. No: con las formas sociales convenientes, con cortesía, con caridad, hemos de adquirir, por dentro, el temple del acero, con intransigencia y desvergüenza implacables, informadas siempre por la caridad de Cristo" {PredicHond, "Zaqueo", 12-IV-1937, pg 48s; VI}.

 «  389  »  La santa desvergüenza es una característica de la "vida de infancia". Al pequeño, no le preocupa nada. –Sus miserias, sus naturales miserias, se ponen de relieve sencillamente, aunque todo el mundo le contemple.
Esa desvergüenza, llevada a la vida sobrenatural, trae este raciocinio: alabanza, menosprecio...: admiración, burla...: honor, deshonor...: salud, enfermedad...: riqueza, pobreza...: hermosura, fealdad.
Bien; y eso... ¿qué?

Sólo se puede entender la "santa desvergüenza" de que habla el Autor si se entiende este punto. La "santa desvergüenza" es la natural desvergüenza, la natural sencillez y desenfado de un niño pequeño "llevada al plano sobrenatural". El origen de este texto está en esta notación del Cuaderno V, nº 674, de 29-III-1932:
"La santa desvergüenza: la veo como una característica de la vida de infancia. Al pequeño, no le preocupa nada. Sus miserias, sus naturales miserias se ponen de relieve sencillamente, aunque todo el mundo le contemple... Esa desvergüenza, llevada a la vida sobrenatural, trae este raciocinio: alabanza, menosprecio...: admiración, burla...: honor, deshonor...: salud, enfermedad...: riqueza, pobreza...: hermosura, fealdad... Bien; y eso... ¿qué?".
La santa desvergüenza, que se inscribe plenamente en la "vida de infancia" que el Autor describirá en los caps 41 y 42 del libro, es una manifestación de madurez humana y espiritual. Por eso se expresa en un raciocinio, que el autor formula en ese conjunto de paradojas cuya conclusión es clara: un hombre o una mujer llenos de Cristo están por encima de todas esas cosas.

 «  390  »  Ríete del ridículo. –Desprecia el qué dirán. Ve y siente a Dios en ti mismo y en lo que te rodea.
Así acabarás por conseguir la santa desvergüenza que precisas, ¡oh paradoja!, para vivir con delicadeza de caballero cristiano.

Texto escrito en el Cuaderno V, nº 530, inmediatamente después de texto que da origen al p / 387, formando con él casi una unidad literaria. Estamos, pues, en 1-I-1932 {Es el segundo de los cuatro puntos que escribió ese día: 387, 390, 898, 269}. El tenor literal idéntico al de C. El Autor, sin duda, decidió hacer dos puntos diversos del texto originalmente unitario: la primera parte, para abrir con ella el cap y situar el conjunto, y esta segunda, que traslada al bloque "santa desvergüenza". Es interesante leerlas una detrás de otra para captar la secuencia original.
Sobre el tema "caballero cristiano", vid com / 393 y 683.

 «  391  »  ¿Si tienes la santa desvergüenza, qué te importa del "qué habrán dicho" o del "qué dirán"?

Sigue el tema del "qué dirán". Punto transcrito en 24-I-1932. Cuaderno V, nº 580:
"Niño: si tienes la santa desvergüenza, ¿qué te importa del "qué habrán dicho" o del "qué dirán"?".
Unos meses después anotaba sobre el Decenario de Javiera del Valle:
"Al niño, con su santa desvergüenza, le importa poco del 'qué dicen' ..." {Glosas marginales al Decenario 1932, pg 108; Patmos 35, pg 118; Logos 52, pg 168}.

 «  392  »  2Convéncete de que el ridículo no existe para quien hace lo mejor.

Punto redactado a partir de una anotación de 15-II-1932, escrita en el Cuaderno V, nº 605 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 428, 392}:
"Niño: convéncete de que el ridículo no existe".
Ya al pasar a las cuartillas a velógrafo, el Autor hizo una importante clarificación de su pensamiento. Agregó al texto original las palabras "para quien hace lo mejor".
Como se ve, este punto y el p / 391  son en realidad una glosa del p / 390.

 «  393  »  Un hombre, un... caballero transigente, volvería a condenar a muerte a Jesús.

Comienzan con éste los puntos dedicados a la "santa intransigencia". El p / 393  está inspirado sin duda en esta reflexión del Cuaderno IV, nº 352, 26-X-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 659, 426, 417, 393}:
"Si de nuevo hubiera de llevarse a Jesús al tribunal humano, un juez transigente diría: es un justo, no hay en El delito, pero, de una parte el pueblo lo exige y... hemos de transigir, para evitar mayores males... de otra (el hombre transigente suele ser letrado), todos los vaticinios afirman que ha de morir este Hombre-Dios, para la salvación del humano linaje... Dios lo quiere también y yo –dice con natural soberbia– yo tengo el honor y hasta el deber de no oponerme a las profecías... Dios y los hombres me quedarán agradecidos...: ¡que muera!".
Como se ve, en esta nota, el Autor funde las figuras de Pilato y de Caifás para construir su argumentación. El texto amplio del Cuaderno da mucha luz para comprender las características de la "transigencia" que censura el Autor.
Nótese el sentido tan diverso –caricaturesco– que toma, respecto del p / 390, la palabra "caballero". Sobre el tema, vid com / 683.

 «  394  »  La transigencia es señal cierta de no tener la verdad. –Cuando un hombre transige en cosas de ideal, de honra o de Fe, ese hombre es un... hombre sin ideal, sin honra y sin Fe.

Original también en el Cuaderno V, nº 502, escrito en 24-XII-1931 {Sigue el texto que dará origen al p / 947  }:
"La transigencia es señal cierta de no tener la verdad. Cuando un hombre transige, en cosas de ideal, de honra o de fe, ese hombre es un rufián sin ideal, sin honra y sin fe".
Desde el punto de vista literario hay que notar la modificación del texto al pasar a las cuartillas a velógrafo: el "rufián" del Cuaderno pasa a ser "un... hombre". Ante la triste figura claudicante que ha descrito, el Autor contiene su indignación, que ahora se expresa en unos puntos suspensivos.
La doctrina sobre la "intransigencia" se hace especialmente comprensible en el contexto cultural y social de la época, especialmente en los países latinos (no sólo en España, sino también en Francia e Italia). Véase, por ej, con qué fuerza se explicaba Juan Bautista Montini, el futuro Pablo VI, orientando a los universitarios de la FUCI en aquellos mismos años: "Nosotros creemos –escribía en Azione fucina {FUCI: Federación de Universitarios Católicos de Italia. Azione fucina era la revista de la Federación} en 1929– que la verdadera posición para influir positivamente en el mundo es la de una neta intransigencia de ideas y costumbres: ya se trató con suficiente abundancia en el pasado número. Pero téngase bien en cuenta que esta intransigencia no es otra cosa que la pureza de la doctrina y de la práctica cristiana, la cual, como primer testimonio de sí misma, debe presentar la caridad, es decir, la preocupación solidaria y colectiva por el bien de todos, y especialmente de aquellos que no la viven" {G. B. Montini, "La distanza dal mondo", en Azione fiucina, 10 febraio 1929, n. 3. "La intransigencia de la Iglesia –ya había escrito en 1927– es la seguridad de la verdad. Admitir que la Iglesia pueda hacer pactos sobre la integridad de la fe es suponer que la Iglesia haga pedazos la túnica inconsútil de su doctrina divina" (G. B. Montini, "La Chiesa una", en La Sapienza, 1927, n. 2 (15 gennaio). Vid Angelo Maffeis, "Giovanni Battista Montini e il problema ecumenico", Brescia 25-IX-1998, Istituto Paolo VI, pg 5 y 9}.
Henri de Lubac, por su parte, escribía durante la guerra mundial: "Dado el estado actual del mundo, el cristianismo viril y fuerte debe llegar a convertirse en un cristianismo heroico [...]. Consistirá, precisamente, en resistir con todo coraje, frente al mundo y quizá frente a sí mismo, ante los influjos y las seducciones de un falso ideal para mantener firmemente en su paradójica intransigencia y con humilde fiereza, los valores cristianos amenazados y escarnecidos " {Henri de Lubac, El drama del humanismo ateo, Epesa, Madrid 1949, pg 92 (original francés de 1944). –Es interesante notar que un joven y ya prestigioso escritor español contemporáneo haya podido expresarse en estos términos: "Hay que empezar a reivindicar la intransigencia como virtud; porque la transigencia ha dejado de ser aquella capacidad para consentir en parte con lo que se cree justo, razonable y verdadero, y se ha convertido en sinónimo de tragaderas, de lasitud ideológica, de sincretismo moral, de mistificación y endeblez, de papanatismo y sumisión a las modas que convienen" (Juan Manuel de Prada, "Adecuarse a los tiempos", en ABC, Madrid, 12-V-2001)}.
El Autor de C es bien consciente de que la santa intransigencia es difícil de vivir bien, e incluso, viviéndola bien, puede ser mal interpretada. Así lo explicaba predicando años después en la Legación de Honduras:
"De las tres virtudes que determinan el plano de nuestra santidad, la santidad que Dios quiere de nosotros –la santa intransigencia, la santa desvergüenza, la santa coacción–, la intransigencia es la que más trabajo cuesta practicar, pues puede presentar como cerril a quien la ejerce" {PredicHond, "La santa intransigencia", 12-V-1937, pg 60; VIII}.

 «  395  »  Aquel hombre de Dios, curtido en la lucha, argumentaba así: ¿Que no transijo? ¡Claro!: porque estoy persuadido de la verdad de mi ideal. En cambio, usted es muy transigente...: ¿le parece que dos y dos sean tres y medio? –¿No?..., ¿ni por amistad cede en tan poca cosa?
–¡Es que, por primera vez, se ha persuadido de tener la verdad... y se ha pasado a mi partido!

Éste es el punto redactado en Burgos y agregado a esta serie sobre "santa intransigencia". Es una octavilla Bl sin interrelación documental.

 «  396  »  La santa intransigencia no es intemperancia.

Estamos ante otro punto de clarificación por exclusión, como el p / 388  a propósito de la "santa desvergüenza". El Autor de esta manera comienza a explicar que la "santa intransigencia" hay que entenderla siempre como ejercicio de la caridad. El texto fue escrito el 15-V-1932 en el Cuaderno V, nº 729. Tenor literal exacto.

 «  397  »  Sé intransigente en la doctrina y en la conducta. –Pero sé blando en la forma. –Maza de acero poderosa, envuelta en funda acolchada.
Sé intransigente, pero no seas cerril.

Con una imagen que entra por los ojos, vuelve el Autor a ilustrar cómo la "santa intransigencia" es la fortaleza atravesada por la caridad de Cristo. Ahora lo excluido son todas las formas de "cerrilismo". La idea se forjó sin duda durante los EjEsp de Segovia (2 al 10-X-1932), cuando el Autor reflexionaba sobre la conveniencia o no de mantener trato habitual con una determinada asociación apostólica, y concluía:
"no hay necesidad de publicarlo ... ni de ocultarlo tampoco, pues, si alguno viera como una razón para no darse a la Obra ese trato, no sería su integridad –que es la santa intransigencia, en la doctrina– sino su cerrilismo lo que le apartaba de nosotros... afortunadamente" {Apínt, nº 1677. Subrayado del Autor}.
Unos días después, escribió en su Cuaderno (VI, nº 844, 14-X-1932) el futuro punto de C:
"Sé intransigente en la doctrina y en los hechos. Pero sé blando en la forma. Arma de acero poderosa, envuelta en funda acolchada. Sé intransigente, pero no seas cerril" {Futuros puntos de C transcritos ese día: 753, 730, 676, 214, 397, 685}.
Como se ve, el Autor expresa con formas gráficas, una dimensión fundamental de la conducta cristiana: veritatem facientes in caritate (Ef 4, 15).

 «  398  »  La intransigencia no es intransigencia a secas: es "la santa intransigencia".
No olvidemos que también hay una "santa coacción".

Termina el Autor en este punto de iluminar el tema en la perspectiva de la caridad. Ahora subrayando el adjetivo "santa", que introduce la paradoja cristiana en toda la cuestión. La intransigencia cristiana no es "a secas", sino bañada por la caridad. El texto es antiguo, se encuentra en el Cuaderno IV, nº 234, 19-VIII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 367, 332, 946, 398}.
La última parte del punto sirve de introducción al punto siguiente sobre lo que el Autor llama la "santa coacción". La forma paradójica de la expresión recubre ahora el contenido de la célebre palabra de Jesús, obviamente llena de respeto a la libertad: "sal a los caminos y a los campos et compelle intrare, para que se llene mi casa" (Lc 14, 23).

 «  399  »  Si, por salvar una vida terrena, con aplauso de todos, empleamos la fuerza para evitar que un hombre se suicide..., ¿no vamos a poder emplear la misma coacción –la santa coacción– para salvar la Vida (con mayúscula) de muchos que se obstinan en suicidar idiotamente su alma?

El original de este punto –en redacción extensa– lo escribió el Autor en su Cuaderno unos días después del anterior (24-VIII-1931, nº 241) y conectando con el texto anterior:
"Hablé el otro día de una "santa coacción". Yo lo entiendo así: Por humanidad, si vemos que un hombre, desesperado, se arroja a un río caudaloso para suicidarse, trataremos de salvarle. Nos arrojamos al agua, nadamos hasta él, le cogemos del pelo y ¡hala!, hacia la orilla... Si el suicida nos embaraza, con sus movimientos, para tratar de desprenderse de nosotros, con ánimo de consumar así sus propósitos cobardes y poniéndonos a la vez en peligro de ahogarnos, sin compasión le daremos puñetazos en su dura cabeza hasta que pierda el sentido... Y entonces podremos salvarle trayéndole con vida a la orilla. Nadie nos criticará por el suceso. Hasta el interesado, cuando le pase la fiebre que le arrastró a la ignominia del crimen, vendrá en persona a agradecernos los misericordiosos puñetazos tan providencialmente administrados en su nuca... Y esto para salvar una vida terrena. ¿Y no vamos a poder emplear la misma coacción –la santa coacción– para salvar la Vida (con mayúscula) de muchos que se emperran en suicidar idiotamente su alma?".
Estamos, como dije, ante el "compelle intrare" del Evangelio (Lc 14, 23). La coacción de que habla este punto, como la palabra de San Lucas, se mueve en el plano del espíritu, del alma; en definitiva de la libertad liberada por la gracia. Precisamente por eso no es coacción "a secas" –como es la coacción física o moral–, sino "santa". Es el "argue, obsecra, increpa" del Apóstol (2Tm 4, 2), que tiene precisamente como fin poner a la persona –un compañero, un colega, un amigo– ante el ejercicio de su propia libertad. La "santa coacción" de que habla Josemaría Escrivá es el desvelo del hombre cristiano –ante los que se empeñan "en suicidar idiotamente su alma"–, que San Agustín ha descrito en el célebre Tu vis errare, tu vis perire, ego nolo del sermón sobre los pastores de Ez 34,1:
" –Si estoy en el error, si estoy perdido, ¿por qué me buscas? ¿qué quieres de mí?
–Eso, precisamente: porque estás en el error, quiero que rectifiques; porque estás perdido, quiero encontrarte.
–¡Pero yo quiero vivir en el error, quiero perderme!
–¿Que quieres estar en el error y perderte? Pues yo no lo quiero. Es cierto que soy inoportuno y me atrevo a decir: Si tú quieres errar y perderte, yo no quiero. En última instancia no lo quiere Aquel que me dice: ' No recuperaste a la que estaba descarriada, y a la que estaba perdida no la buscaste '. ¿Voy a temerte a ti más que a Él?" {San Agustín, Sermón 46, 14; BAC 53, 1981, pg 629}.
La analogía "espiritual" de esa acción de salvamento "corporal" que describe el Autor es sencillamente la Palabra de Dios, "más penetrante que una espada de dos filos" (Hb 4, 12), con su fuerza soberana, que es la fuerza del Amor de Dios. Del propio Autor son estas palabras:
"Mi experiencia de hombre, de cristiano y de sacerdote me enseña todo lo contrario: no existe corazón, por metido que esté en el pecado, que no esconda, como el rescoldo entre las cenizas, una lumbre de nobleza. Y cuando he golpeado en esos corazones, a solas y con la palabra de Cristo, han respondido siempre" {Amigos de Dios, 74. La cursiva es mía}.
Aunque el Autor no lo dice, lo que ha "golpeado" a esos corazones de los que habla es, evidentemente, la fuerza del Amor de Dios presente en su palabra de sacerdote amigo. El Amor, cuando se hace tangible, "golpea" por dentro y arrastra tras de sí. Es el "dejad eso y venid con nosotros tras el Amor" del p / 790.

 «  400  »    ¡Cuántos crímenes se cometen en nombre de la justicia! Si tú vendieras armas de fuego y alguien te diera el precio de una de ellas, para matar con esa arma a tu madre, ¿se la venderías?... Pues ¿acaso no te daba su justo precio?.
–Catedrático, periodista, político, hombre de diplomacia: meditad.

El texto, de alguna manera relacionado con la temática "santa coacción", ya estaba en la edición a velógrafo. Original en Cuaderno VI, nº 1031, 7-VII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 794, 400, 190, 840, 709, 684, 598, 926}. Vid apcrít.
El Autor invita, a las personas que ocupan un lugar significativo en la sociedad, a plantearse la incidencia de la moral en la vida social y política. Tema de permanente actualidad. El Autor quería hacer pensar a los universitarios jóvenes, que se preparaban para el ejercicio de la vida profesional, en la grave responsabilidad que tenían. El enfoque de este p / 400  pone de manifiesto, por otra parte, que ya en Cec Josemaría Escrivá tiene presente no sólo a los "jóvenes seglares universitarios" de los que habla en la "Advertencia preliminar", sino –podríamos decir– a sus profesores y maestros. El tema continúa en los puntos redactados en Burgos: vid com / 63.

 «  401  »  ¡Dios y audacia! –La audacia no es imprudencia. –La audacia no es osadía.

A partir de este p / 401  el Autor habla de algunas características del "plano de santidad" determinado por aquellos tres "puntos": la audacia del cristiano (401-403), del sentido cristiano del fracaso (404-406), etc. El p / 401, a pesar de su brevedad, está compuesto a partir de tres lugares distintos de los Cuadernos de Apínt.
La expresión ¡Dios y audacia! se remonta a las primeras "vivencias" del apostolado que el Fundador del Opus Dei realizó a partir del 2 de octubre de 1928, fecha en que vio lo que el Señor le pedía. El 27-III-1931 escribía en el Cuaderno III (nº 186):
"Nuestros hombres y mujeres de Dios, en el apostolado de acción, tengan por lema: ¡Dios y audacia! –Se me ocurre que este grito viene admirablemente para los otros dos apostolados: de oración y de expiación" {Pocos días después, el 5 de abril, redacta el futuro p / 11  (vid), donde se recoge también este grito de fe}.
La expresión tiene en efecto el aire de un lema heráldico, de la serie que comienza así: "Dios y..." {El Marqués de Santillana, don Íñigo López de Mendoza, incorporó a su estandarte la leyenda "Dios e vos". Según confesó a su capellán don Pero Díaz de Toledo, la palabra "vos" se refería a la Virgen. Cfr Rafael Lapesa, La obra literaria del Marqués de Santillana, Ínsula, Madrid 1957, pg 235}.
La segunda parte de este p / 401  hay que referirla a una página del Cuaderno IV (nº 409), escrita el 22-XI-1931, donde se lee:
"Me parece que ya se anotó: la audacia no es imprudencia" {En las páginas precedentes de los cuadernos esta anotación no aparece. A no ser que la anotación estuviera en el Cuaderno I, que el Autor, como sabemos, quemó años después; aunque no es probable, pues cuando el Autor utiliza una expresión de ese tipo, suele ser que el texto se encuentra en páginas no muy anteriores}.
La tercera expresión de este punto es del año siguiente. La escribió en el Cuaderno VI, nº 845, el día de Santa Teresa, 15-X-1932, recién vuelto a Madrid del retiro espiritual de aquel año, que hizo en Segovia, en el Convento de los Carmelitas Descalzos donde reposan los restos de San Juan de la Cruz:
"La audacia no es osadía" {Esta expresión va precedida de la siguiente información, del máximo interés: "Sta. Teresa es, desde hoy, mi particular patrona y protectora". El Autor siempre había tenido especial admiración y afecto a la Santa de Ávila, cuyas obras leía y meditaba desde sus años en el Seminario. Era devoción particular suya, que se refleja en sus Cuadernos, donde la invoca con frecuencia después de invocar a la Santísima Virgen y a San José, a los Arcángeles y Apóstoles Patronos del Opus Dei y a su Ángel Custodio}.
La palabra "audacia" sólo ha salido hasta ahora en C en los dos números que transcriben el lema que comentamos. ¿Qué es la audacia? Lo mismo que antes a propósito de la "santa desvergüenza", el Autor procede en este punto diciendo lo que no es: la audacia no es osadía. Es evidente que Escrivá contempla el atrevimiento que es propio de la audacia como parte de una virtud, algo radicalmente regulado por la prudencia (ya ha dicho que no es imprudencia) e informado por la caridad. La osadía, en su contraposición a la audacia, aparece a sus ojos como un defecto, una forma de atrevimiento imprudente y no caritativo, que remeda a la audacia sin serlo. El DRAE, sin embargo, hace equivalentes osadía y audacia {De "audacia" dice que es: "osadía, atrevimiento". De "osadía": "atrevimiento, audacia, resolución"}. No así, en cambio, Moliner que, describiendo la osadía, dice que "se emplea generalmente en sentido reprobatorio significando que en el atrevimiento hay descaro o desconsideración" {Moliner, II, pg 522; voz "osar2"}. La osadía es una mezcla de temeridad e imprudencia {Así lo ha entendido, a mi parecer con justeza, el traductor inglés: "recklessness". También la traducción francesa va directa al tema: "témérité"}.
La primera obra apostólica que el Beato Josemaría puso en marcha (octubre de 1933) se llamó Academia DYA, es decir, "Derecho y Arquitectura", materias que allí se explicaban {A la Academia DYA suelen dedicar el cap correspondiente las biografías del Beato Josemaría. Vid Vázquez de Prada, I, cap VIII: 2. La Academia DYA}. Él y los más allegados sabían que en realidad significaban ¡Dios y audacia! Hablando de Don Marcelino Olaechea, que murió siendo Arzobispo de Valencia, el que fue su secretario particular, el salesiano P. Vicente Ballester, escribe en su Diario: "Cuando ya era Obispo, llevaba siempre consigo un cáliz particular, el mismo siempre. Era sencillo, con unos arabescos grabados, preciosos, que formaban la combinación de tres letras DYA. A mí, que lo manejaba todos los días, estas letras me traían intrigado. Una vez, don Marcelino, aplacando mi curiosidad, me dijo: Pues sí, este cáliz es regalo de don Josemaría Escrivá para mi consagración episcopal. En los años siguientes a la fundación del Opus Dei me visitaba con frecuencia en la Ronda de Atocha. Estas letras son el anagrama de una frase que don Josemaría solía repetir a los chicos que trataba: Dios y audacia" {Testimonios sobre el Fundador del Opus Dei, 1994, pg 295. Desaparecido durante la guerra, al cabo del tiempo lo recuperó don Marcelino, que celebraba con él ordinariamente. Lo cuenta el Beato Josemaría en su Cuaderno de la época de Burgos (Apínt, nº 1443)}.

 «  402  »  No pidas a Jesús perdón tan sólo de tus culpas: no le ames con tu corazón solamente.
Desagráviale por todas las ofensas que le han hecho, le hacen y le harán..., ámale con toda la fuerza de todos los corazones de todos los hombres que más le hayan querido.
Sé audaz: dile que estás más loco por Él que María Magdalena, más que Teresa y Teresita..., más chiflado que Agustín y Domingo y Francisco, más que Ignacio y Javier.

La audacia de la que habla el Autor es primariamente audacia ante Dios, audacia en la vida de oración: es "atreverse" a lo que es imposible para la criatura humana. La audacia así entendida es un correlato de "la vida de infancia", a la que dedicará dos caps al final del libro y que aparece sembrada por todas sus páginas, coloreando las virtudes cristianas (vid p / 24) y el modo sencillo y "audaz" de relación con el Señor que propone el Beato Josemaría.
El texto original fue escrito el día de Navidad del año 1931. Vid apcrít. Comienza con "Niño amigo: no pidas a Jesús", etc. y la última frase dice así:
" Sé audaz: dile que estás más loco por El que María de Magdala, más que Teresa y Teresita y Mercedes..., más chiflado que Agustín y Domingo y Francisco, más que Ignacio y Xavier" {Cuaderno V, nº 505, 25-XII-1931; la cursiva es mía. Ese día escribió tres puntos: 402, 403 y 868}.
El punto es interesante para conocer algunos de los santos y santas que fueron una referencia de admiración y devoción en el alma del Beato Josemaría {No están todos, claro está. En Apínt hay distintas enumeraciones de santos de su devoción. Vid com / 250 nota 9}. Entre las santas, "locas por Él", primero, María de Magdala, "que está loca de amor" {Santo Rosario, misterios gloriosos, misterio1º} ; después el binomio entrañable para el Autor: Teresa y Teresita, al que agrega a Mercedes Reyna O'Farrill {Sobre Mercedes Reyna vid com / 152 nota 30, y también com / 662, 852, 862 e Introd a cap 41}. Luego los varones. No nombra aquí a San José ni a los Apóstoles, que eran su esencial referencia (vid p / 799), sino a los grandes santos cuya "chifladura" tiene conocidos elementos biográficos, también para los lectores.
Vid p / 874  y com.

 «  403  »  Ten todavía más audacia y, cuando necesites algo, partiendo siempre del "Fiat", no pidas: di "Jesús, quiero esto o lo otro", porque así piden los niños.

Este punto formaba en su texto original una unidad literaria con el punto anterior, el p / 402  {Sin embargo, en el Cuaderno están también escritos como consideraciones autónomas. Quiero decir que no es una consideración única original desglosada en dos}. Se encuentran ambos en las primeras páginas del Cuaderno V (nº 505) y ambos pasaron –siempre consecutivos– al velógrafo y al impreso de Cuenca. El original de este nuevo punto, idéntico al punto de C, comienza con la expresión « Niño bobo » {"Niño bobo". El Autor también usa esa expresión, que introduce en el clima de infancia espiritual que vivió habitualmente, en p / 862  y 875 (caps sobre infancia espìritual) y en Santo Rosario, 10}.
Partir del "fiat". Se hará lenguaje habitual del Autor. Vid p / 113, 512. 691, 763, 909. En la relación personal con Dios el punto de partida para el cristiano sólo puede ser el que señala la Santísima Virgen en su respuesta al Arcángel San Gabriel ante la manifestación del plan de Dios: "Fiat mihi secundum verbum tuum". Sólo asentada la plena y total disponibilidad ante Dios, cabe la vida de infancia.

 «  404  »  ¡Has fracasado! –Nosotros no fracasamos nunca. –Pusiste del todo tu confianza en Dios. –No perdonaste, luego, ningún medio humano.
Convéncete de esta verdad: el éxito tuyo –ahora y en esto– era fracasar. –Da gracias al Señor y ¡a comenzar de nuevo!

También este punto forma una unidad con el número siguiente. Ambos fueron escritos de manera consecutiva al comenzar el Cuaderno 7, 14-XII-1933 (nº 1086) {Futuros puntos de C transcritos ese día: 496, 492, 640, 643, 819, 404, 405, 899. Así dice la primera anotación del Cuaderno: "Diciembre, 14 de 1933: Por no tener cuaderno, he dejado de escribir catalinas. Ahora anotaré lo que recuerde". La última anotación del Cuaderno VI es de 30 de noviembre. Los puntos que transcribe en esa jornada son, pues, fruto de anotaciones de sus cuartillas de casi 15 días}. El texto apareció por primera vez en la edición de Cuenca.
Este punto debe ponerse en estrecha relación con el p / 711, redactado un par de meses antes: ambos abordan el mismo tema –el fracaso: el p / 404  en el terreno de la acción apostólica, el p / 711  en el campo de la lucha ascética personal–, y acaban con el mismo grito: "¡a comenzar de nuevo!". Vid com / 711.

 «  405  »  ¿Que has fracasado? –Tú –estás bien convencido– no puedes fracasar.
No has fracasado: has adquirido experiencia. –¡Adelante!

El punto, transcrito en el Cuaderno a continuación del anterior, apareció también uno tras otro en el impreso de Cuenca. Sin embargo, no es un texto unitario desglosado en dos puntos, sino que en el Cuaderno ya están escritos como unidades autónomas. Esto me lleva a pensar que fueron anotados en la cuartilla en momentos diferentes. El clima de las anotaciones de ese día, que refleja como se ha dicho el de los quince días precedentes, está lleno de gozo y de alegría: había sido inaugurada y bendecida la Academia DYA. Por eso, la recurrencia del tema del fracaso en las notas, que podría ser el reflejo de una cuestión personal purificada en la oración, parece más bien, en este caso, el ánimo y el impulso sobrenatural dados a un alma que se veía hundida en el fracaso.
Este punto, con el anterior y el siguiente, forman una unidad temática dedicada al tema del "fracaso" en la vida del cristiano. El fracaso sólo puede entenderse y asimilarse desde la humildad: ésta es la tesis del Autor. El fracaso solamente hunde al que se mueve por orgullo. Para el que confía en el Señor, el fracaso se hace "éxito", porque nos hace humildes y nos lleva a aprender y a rectificar. De ahí que el "fracaso" no provoca hundimiento, sino acción de gracias "y ¡a comenzar de nuevo!". La doctrina del Autor es como una glosa a la palabra paulina: "cuando soy débil, entonces soy fuerte" (2Co 12, 10).

 «  406  »  Aquello fue un fracaso, un desastre: porque perdiste nuestro espíritu. –Ya sabes que, con miras sobrenaturales, el final (¿victoria?, ¿derrota?, ¡bah!) sólo tiene un nombre: éxito.

Incisión de una octavilla de la serie Lh, redactada probablemente en la Legación de Honduras. El texto es como el contrapunto de los dos anteriores. Allí se afirmaba que "no fracasamos nunca". Ahora se dice que "aquello fue un fracaso". La tesis es exactamente la misma. El éxito pende de la "confianza en Dios" (p / 404). Viene el hundimiento –"fracaso", "desastre", dice el Autor con palabras fuertes– cuando se introducen "miras humanas" (vid apcrít). El punto vuelve a afirmar que no hay "fracaso" nunca si se tiene "visión sobrenatural". En Honduras predicó sobre este tema:
"Hay, sin embargo, quien después de haber implorado la ayuda de Dios y puesto su coraje y sus fuerzas en el combate, es vencido una y otra vez. Algunos terminan, después de sucesivas derrotas, por desanimarse, y se sienten invadidos por el deseo de no afrontar la pelea. ¿Es que Dios no tiene calculado hasta el último grado de resistencia y fuerza de nuestros músculos? ¿Es que no nos conoce plenamente? Luchemos, pues, llenos de perseverancia y de confianza, sin desalentarnos por no poder desarraigar de nosotros tal defecto o acostumbrarnos a la práctica de tal virtud, sabiendo que Dios no permitirá que nuestras fuerzas se agoten sin lograr lo que sólo por su gloria emprendimos. ¿Acaso cuando estamos más desalentados, no vamos ya alcanzando la victoria? Si hemos respondido a la prueba, que quería contrastar nuestra paciencia o nuestra esperanza, y nos hemos esforzado lo que podíamos, el triunfo, sin duda, se acerca ya a nuestras manos" {PredicHond, "Militia est vita", 21-VI-1937, pg 120s; XIX}.
Parece esta predicación un reflejo de la noche oscura de Josemaría Escrivá en Honduras con las tentaciones acuciantes de desaliento y pérdida de la esperanza. Vid p / 151 y com con los puntos allí citados.

 «  407  »  No confundamos los derechos del cargo con los de la persona. –Aquéllos no pueden ser renunciados.

Un pasaje del Cuaderno V, nº 738, con fecha 26-V-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 861, 875, 407}. El tenor literal es idéntico. Este punto, que señala un interesante criterio de moral social, inicia un bloque de puntos (p / 407 a 412) que indican algunas características importantes para los hombres y mujeres que han de santificarse en el ejercicio de su trabajo profesional ordinario. La sustancia del mensaje es clara: es una viva exhortación a conocer y ejercer la responsabilidad que comporta el cargo o puesto profesional o político que cada persona tiene en la sociedad. El huir de esta responsabilidad, muchas veces so capa de "humildad" y "comprensión", es un mal social innegable.

 «  408  »  Santurrón es a santo, lo que beato a piadoso: su caricatura.

Un pasaje del Cuaderno IV, nº 366, con fecha 30-X-1931. El tenor literal es idéntico.
El punto es una manera gráfica de explicar el horizonte secular de la santidad vivida en medio del mundo. La sociología, podríamos decir, de la "beatería" era en la época un resultado de una concepción deformada –"caricatura", dirá el Autor– de la piedad cristiana. En su acepción popular o coloquial, el beato es un hombre o una mujer "que afecta virtud, que frecuenta mucho los templos y se dedica a todo tipo de devociones" {DRAE, voz Beato, acepciones 4ª (fig.) y 6ª (fam.), que son idénticas en las ediciones 15ª (1925) y 19ª (1970). Las he sintetizado en la que he llamado acepción coloquial o popular}. Por supuesto, en el lenguaje coloquial, beato o beata son palabras que se aplican a seglares. Que un sacerdote o una religiosa vayan mucho al templo y tenga muchas devociones, no parece cosa extraña al pueblo: se diría que es lo suyo. Con todo, esa descripción se queda en el "fenómeno" {Y no completo. Para la gente, el beato, la beatería tiene siempre algo que repele o que al menos no hace grato el camino de la virtud o de la religión} y no va a la raíz, a la razón teológica del tema. Ésta se encuentra –podríamos decir– en una falta de verdadera relación "personal" con Dios, o en una relación con Dios de tipo "sentimental". Desde ahí se asumen, e incluso se exageran y deforman, ciertas acciones o formas externas de la piedad, tomadas con preferencia de la vida eclesiástica o conventual, que se repiten mecánicamente (= rutina, "sepulcro de la verdadera piedad", p / 551). La beatería implica siempre quedarse en exterioridad: cosas de gran profundidad religiosa pueden transformarse en caricatura de sí mismas al ser asumidas por un sujeto de manera no auténtica (es decir, no desde una "relación personal con Dios" = piedad) y al margen de la realidad palpable. Se desconecta así con la vida ordinaria del cristiano, que es la que ha de llenarse de sencilla piedad de hijo de Dios y de la práctica de las virtudes cristianas, como subrayará el Autor en el punto siguiente. La temática era de gran vigencia en la época en que se escribía C y, como tema teológico-espiritual, es una cuestión permanente.
Vid en p / 551, 691  y 856 contrapuntos a esta "caricatura".

 «  409  »  No pensemos que valdrá de algo nuestra aparente virtud de santos, si no va unida a las corrientes virtudes de cristianos.
–Esto sería adornarse con espléndidas joyas sobre los paños menores.

Un pasaje del Cuaderno V, nº 794, con fecha 28-VII-1932 (y seguido del p / 952). Después de copiar el texto, agregó: "Virtus tantum nobilitas" {En vez de "joyas" en el Cuaderno escribió primero "alhajas"}.
En el fondo es la misma doctrina del punto anterior. Allí el concepto positivo era "santidad", "piedad". Aquí, "las corrientes virtudes de cristianos", entendidas como la expresión cotidiana de la caridad, en contraste con cosas "extraordinarias", "aparentes" {Lo "aparente" en el sentido de lo "que aparece y se muestra a la vista", según el DRAE, voz "Aparente", 2ª acepción en las dos ediciones citadas: 15ª ed (1925) y 19ª ed (1970)} y, en todo caso, ininteligibles sin la hermenéutica de las virtudes cristianas tangibles del hogar y del trabajo {Un libro de Georges Chevrot escrito en los años 50, titulado "Las pequeñas virtudes del hogar" (traducción española: Barcelona, Herder, 1957), se mueve en el horizonte espiritual al que apunta el Autor de C}.
El contraste que establece el Autor no es entre "virtudes sobrenaturales" y "virtudes humanas", sino entre "extraordinario y llamativo", de una parte, y "ordinario y corriente", de otra. Eso ordinario y corriente es auténtica vida sobrenatural –la santidad, la piedad, de que se habla en el punto anterior–, que asume en la caridad el contenido de las virtudes humanas.
"espléndidas joyas sobre los paños menores". Una vez más la afinidad, la resonancia, el eco de los clásicos del Siglo de Oro. Ahora es el Quijote de Cervantes. El Caballero del Verde Gabán, hablando de su hijo, que es poeta, declara: "Vivimos en siglo donde nuestros reyes premian altamente las virtuosas y buenas letras; porque letras sin virtud son perlas en el muladar" (Parte II, cap XVI).
La doctrina de este punto se completa en la del que sigue a continuación.

 «  410  »  Que tu virtud no sea una virtud sonora.

Un pasaje del Cuaderno VI, nº 954, con fecha 19-III-1933. El tenor literal es idéntico. Ese mismo día transcribió cinco puntos de C {Son: 453, 796, 913, 860, 410} , que pasaron a las cuartillas a velógrafo. La "sonoridad" de la virtud en este punto equivale a la "apariencia" del punto anterior. La virtud, ciertamente, no puede dejar de manifestarse, pero el Autor quiere subrayar el carácter escondido del auténtico "vivir en Cristo" (cfr Col 3, 3): la sencillez y la humildad del cristiano. Vid p / 187  y com.

 «  411  »  1Muchos falsos apóstoles, a pesar de ellos, hacen bien a la masa, al pueblo, por la virtud misma de la doctrina de Jesús que predican, aunque no la practiquen.
Pero no se compensa, con este bien, el mal enorme y efectivo que producen matando almas de caudillos, de apóstoles, que se apartan, asqueadas, de quienes no hacen lo que enseñan a los demás.
Por eso, si no quieren llevar una vida íntegra, no deben ponerse jamás en primera fila, como jefes de grupo, ni ellos, ni ellas.

Texto del Cuaderno V, nº 740, fechado en 28-V-1932
En las cuartillas a velógrafo ocupaba este punto era la cd / 5, lo que de alguna manera indica la significación espiritual tan primaria y configurante que el Autor daba a lo expresado en el texto. La fuerte censura aquí contenida –la contradicción entre vida vivida y religión profesada y, en este caso, además proclamada y enseñada– no parece moverse sólo en el ámbito del criterio pastoral y apostólico {El criterio ha sido siempre neto en la tradición: "Quien tiene la misión de decir cosas grandes –escribía Gregorio Magno– está igualmente obligado a practicarlas" (Regula pastoralis, 2, 3 (PL 77, 13-128); La regla pastoral, Alejandro Holgado Ramírez y José Rico Pavés (eds.), Ciudad Nueva (Biblioteca de Patrística, 22) Madrid 1993, pg 192)} , sino en el de la constatación de realidades de la época que hacían sufrir al Autor. La doctrina positiva, el mensaje cristiano que en este punto anuncia, se inscribe en lo que él mismo llamaría la "unidad de vida" del cristiano, que –sin emplear esta expresión– es en C, como ya hemos dicho, una de las dimensiones fundamentales de la "imagen del cristiano" que en él se propone {Vid introducción al cap "Estudio" y Pedro Rodríguez, " 'Camino' y la espiritualidad del Opus Dei", en Teología Espiritual 9 (1965) 212-245}.
Punto en íntima relación con el p / 342  y el p / 371. Los tres abordan el problema del "hacer" y del "enseñar" en la existencia cristiana. Sobre el término "caudillos", vid com / 16.

 «  412  »  Que el fuego de tu Amor no sea un fuego fatuo. –Ilusión, mentira de fuego, que ni prende en llamaradas lo que toca, ni da calor.

Texto del Cuaderno VI, nº 960, fechado en 22-III-1933 {Ese mismo día transcribió seis futuros puntos de C: 97, 278, 412, 844, 181, 793}. Tenor literal idéntico. Es otra forma de expresar el mismo mensaje del punto anterior, ahora no en clave de "doctrina", sino de "amor". Del binomio doctrina-praxis pasa el Autor a este otro: fuego-calor.

 «  413  »  El "non serviam" de Satanás1 ha sido demasiado fecundo. –¿No sientes el impulso generoso de decir cada día, con voluntad de oración y de obras, un "serviam" –¡te serviré, te seré fiel!– que supere en fecundidad a aquel clamor de rebeldía?

Comienzan aquí los cuatro puntos de nueva creación que el Autor agregó en Burgos al final de este cap. Octavilla de trazo fuerte, serie Bl, cuyo texto posiblemente fue redactado a partir de esta nota de su predicación en Vitoria:
"Non serviam!, gritó el enemigo. Serviam!!... Creatura liberabitur a servitute corruptionis in libertatem gloriae filiorum Dei (Rm 8, 21): ¡libres! ¡hijos! ¡servir a Dios o a la criatura!..." {EjEsp, Meditación "Principio y fundamento", Vitoria 18-VIII-1938 (27-VIII-1938); guión nº 98}.
Si bien el guión de Vitoria pudo sugerirle escribir la "gaitica", la vivencia y la expresión "Serviam!" eran, en la vida de Josemaría Escrivá, no ya antiguas, sino fundacionales. El 2 de octubre de 1930, en el segundo aniversario de la fundación del Opus Dei, meditaba ante el Sagrario esta gran tensión de la historia humana y la anotó en su Cuaderno en estos términos:
"También hoy, después de acompañar un rato al Rey Sacramentado, vine a considerar que ahora, de un modo especial entre la juventud [...], no es la carne solamente la que se subleva: es la rebelión de las inteligencias. A esa rebelión de los que se llaman intelectuales, a ese non serviam!, preciso es que otros intelectuales respondan con un decidido ¡serviré! ¡Te serviré, oh Dios!" {Cuaderno II, nº 89, 2-X-1930}.
Los elementos de entrega y ternura contenidos en el texto expresan, partiendo de la nota transcrita, la idea de servicio filial, de libertad gloriosa de los hijos de Dios, que está en el texto de San Pablo.

 «  414  »  ¡Qué pena, un "hombre de Dios" pervertido! –Pero ¡cuánta más pena, un "hombre de Dios" tibio y mundano!

Octavilla Bl, trazo delgado, probablemente redactada en los primeros meses de Burgos. Sin interrelación documental.
Gradación paradójica, porque objetivamente un hombre pervertido está en más grave situación que un hombre tibio y mundano. Y sin embargo éste al Autor le da "más pena" este último. Quiere así apuntar, parece, a la esencial contradicción que hay entre tibieza y entrega a Dios, y al daño que hace a las almas la tibieza y la mundanidad cuando se advierten en quien se estima que debería ser un "hombre de Dios". También puede estar, tras esa pena acrecida, el espíritu del p / 675  (vid).

 «  415  »  No hagas mucho caso de lo que el mundo llama victorias o derrotas. –¡Sale tantas veces derrotado el vencedor!

Octavilla con dorso en blanco y trazo delgado perteneciente a la serie Lh, probablemente redactada en Honduras. El contexto de Honduras –la vida cotidiana en la Legación– mostraba con frecuencia la actitud de un tipo de personas que suspiraban por la "victoria" –en la guerra civil, se entiende– desde una perspectiva meramente humana. Late en el texto, a mi parecer, la preocupación de que la "victoria" en la guerra civil podría ser "derrota", si faltaba generosidad y espíritu cristiano en los "vencedores". Desde esas experiencias inmediatas el Autor escribe una consideración que las trasciende y universaliza.
Creo que Escrivá, al ordenar sus fichas en Burgos, no situó esta ficha, intencionadamente, en el grupo "éxito o fracaso", en el que hablaba de las peripecias de la vida espiritual y apostólica del sujeto. Aquí estamos más bien ante una relativización del juicio acerca de los acontecimientos profesionales y sociales en general, de mayor o menor envergadura. Es como una invitación a traspasar la superficie de las cosas y mirar la vida –las batallas de la vida– en oración, "con los ojos de Dios".

 «  416  »  ."Sine me nihil potestis facere!" Luz nueva, mejor, resplandores nuevos, para mis ojos, de esa Luz Eterna, que es el Santo Evangelio.
–¿Pueden extrañarme "mis"... tonterías?
–Meta yo a Jesús en todas mis cosas. Y, entonces, no habrá tonterías en mi conducta: y, si he de hablar con propiedad, no diré más mis cosas, sino "nuestras cosas".

Octavilla con dorso en blanco perteneciente a la serie Lh, probablemente redactada en Honduras. En el texto resuena, ante todo, un acontecimiento que hacía casi seis años había escrito en su Cuaderno:
"Hoy, mientras venía haciendo oración por la calle, entendí muy claramente, como una confirmación de nuestra nada y como una seguridad de que El estará con nosotros y, por tanto, de que con El lo podremos todo: Sine me nihil potestis facere" {Cuaderno IV, nº 406, 20-XI-1931}.
Esa seguridad se le renueva con fuerza en aquel encierro de la Legación. También desde allí escribe a Pedro Casciaro unas letras, en las que resuena la segunda parte de este número:
"Que os acordéis del abuelo. Que le ayudéis, como podáis. ¿Os he dicho que el pobre Josemaría –sigue tan loco– va decidido a trabajar intensamente, en su profesión, persuadido de que pronto adquirirá clientela selecta, que avergüence –dice– a la que tenía hasta aquí? {Su profesión y la clientela: su tarea sacerdotal y el desarrollo de la labor apostólica. El abuelo, Josemaría y Mariano son la misma persona: el Autor} ¡Cosas suyas! Y me hace poner: "¿Mías? Míos, los desaciertos profesionales, las flaquezas de corazón (¡ay!), las tonterías, en una palabra. No, cosas mías: sino, cosas del Otro y mías". Hasta aquí Mariano, que tiene la monomanía de que él sólo colabora, y esto malamente" {Carta de Josemaría Escrivá a Pedro Casciaro, Madrid 1-VI-1937; EF 370601-1}.
Este p / 416, elegido por el Autor para cerrar este importante cap, fue escrito en aquella Legación donde tuvo una tan intensa purgación del espíritu {Vid p / 151  y com con los puntos allí citados}. En él expresa el Autor su agradecido entusiasmo ante Jesús, que no le abandona y ante el Evangelio, Luz de Cristo. Se siente como el ciego de Jericó, que, en total gratuidad, recibe de Cristo "resplandores nuevos, para mis ojos".
"Nuestras cosas": vid p / 533. Sobre este texto de San Juan está también construido el p / 781. Vid com.

 «  AMOR DE DIOS  » 

Como en otras ocasiones, la Introd al presente cap y al siguiente debe ser hecha de manera conjunta. En Cec formaban un único cap, titulado "Caridad", uno de los más extensos del libro: tenía 38 consideraciones. La decisión de dividirlo surge en la última revisión del fondo textual acumulado {La carpeta originaria tenía escrito a máquina el título del cap. De ella sale el material correspondiente para crear la carpeta del nuevo cap (la cuartilla doblada que englobaba las octavillas correspondientes), que el Autor titula a mano con la sola palabra: "Amor", escrita con mayúsculas. El título actual ("Amor de Dios") lo escribe el Autor al componer el texto mecanografiado}. Nada, pues, que sea diverso de supuestos que hemos encontrado hasta ahora. Lo nuevo en este caso es la relación de todo este movimiento con la situación del texto en Cem32, es decir con el primer esbozo de C. Porque estos dos caps que surgen en la Navidad de 1938 no sólo están ya perfectamente identificados en el fascículo, sino que ocupan allí lugares muy distantes en la secuencia textual. El bloque "caridad" (cd / 96-102) tiene una posición paralela a la que ocupa en Cec y en C, es decir, abriendo la "Segunda Parte" de la secuencia textual; pero el que corresponde al cap de C "Amor de Dios" se encuentra en el seno de la "Tercera Parte" (cd / 178-193). Lo que nos interesa es señalar que la distinción y el tratamiento autónomo es lo originario, y a ello retorna el Autor en la redacción definitiva de Burgos, ayudado sin duda por la gran cantidad de fichas acumulada.
Pero la anterior decisión –cuando preparaba Cec– de reunir los dos bloques del fascículo multicopiado bajo el título común "Caridad", testifica algo fundamental: que ambos bloques son una única realidad espiritual, son los dos "actos" de una única virtud –la caridad–, como afirma la tradición teológica.
El Autor concentró en el primer cap, que es el que ahora comentamos, todo el patrimonio (del antiguo cap) que se refería al amor del hombre a Dios (las 23 primeras consideraciones), entendido este amor como reflejo y consecuencia del Amor, que es Dios y que Dios nos tiene. De ahí el título: "Amor de Dios" (en el sentido de: a Dios). El segundo cap mantendrá el título originario y estará dedicado a la expresión en el prójimo de ese Amor de Dios: caridad en el sentido de 1Co 13. La teología de la caridad en C es la del Nuevo Testamento: el amor que Dios nos tiene –el "amor de Dios" (del hombre a Dios) {La expresión "amor de Dios", con el sentido que tiene en este cap y en C en general, es habitual en la gran literatura mística del Siglo de Oro. Vid, especialmente, Fray Alonso de Madrid, Arte para servir a Dios, 1521, III, cap 1: "Del amor de Dios"; Neblí 25, 1960, pgs 191-195} –el amor al prójimo (por Dios).
Los puntos del presente cap vienen masivamente del impreso de Cuenca (p / 417 -436). Al final de la serie se agregan tres redactados en Burgos (437-439). Los de Cuenca, como dije, proceden casi todos de Cem32 / 178-193, reordenados {Las cd / 180 y 193 de esta serie de Cem32 fueron asignadas, ya en Cec, a otros caps (ahora son los p / 838  y 270 de C). El Autor incluyó en Cec una consideración de Cem33 y otras dos de Cem32: las cd / 23 y el 219. Esta última fue asignada como p / 533  al cap de nueva creación "Santa Misa"}. Interesante notar que en Cem32 y en Cec se incluyen –dentro de esta serie "Amor de Dios"– dos puntos que el Autor saca de este cap en Burgos para ser cabecera en el futuro cap "Cosas pequeñas" {El Autor había colocado dentro de esta serie en Cec la cd / 219 de Cem32}.

 «  417  »  ¡No hay más amor que el Amor!

Ya desde Cec el cap se abría con este punto, que constituye un verdadero lema para el Autor, testificado en muchos lugares. La anotación más originaria que se conserva se encuentra en el nº 351 del Cuaderno IV, fecha 26-X-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 659, 426, 417, 393} , donde sirve como colofón al que será p / 426:
"En Cristo tenemos todos los ideales: porque es Rey, es Amor, es Dios. –¡No hay más amor que el Amor!".
Estas palabras aparecen después escritas en las más diversas ocasiones, tanto en castellano como en latín. Así acaba el Cuaderno de Honduras (nº 1394, 28-V-1937):
"Non est amor nisi Amor!" {En el Cuadernillo-agenda 1º de Burgos, hoja 2v escribió: Non est amor nisi AMOR}.
Y así se lee en una meditación de unos días antes:
"Creamos y esperemos en El y amémosle, con un amor fuerte que haga verdadera en nosotros nuestra afirmación de siempre: non est amor, nisi Amor" {PredicHond, "Surge et ambula", 21-V-1937, Viernes de las Témporas de Pentecostés, pg 89-91; XIII}.
Especialmente interesantes son dos anotaciones en el ejemplar que usaba del Decenario al Espíritu Santo, de Francisca Javiera del Valle {Vid com / 57} , en las que escribe el texto de este punto en su tenor exacto. La primera, interlineada dentro de esta frase del libro:
"Esto es lo más grande que podemos pedir y desear; por ser El la única cosa digna de ser amada y apetecida" {Decenario al Espíritu Santo, pg 88; Patmos 35, pg 98; Logos 52, pg 146}.
La segunda, después de haber acotado estas palabras:
"Acuérdate, bondad suma, que el Criador nos dio un corazón para amar y ser amados, y no hallan sino amores falsos, fingidos y rastreros. Demuéstrales este tu amor, puro, casto, desinteresado, fuerte, dulce, afable, consolador, constante, duradero, que se dilata más y más cada día, que ni la muerte les separa..." {Ibidem, pg 102; Patmos 35, 112; Logos 52, pg 161}.
José Luis Múzquiz, uno de los tres primeros fieles laicos del Opus Dei que recibieron la ordenación sacerdotal, rememora su primer encuentro con el Beato Josemaría en la Residencia de Ferraz, año 1935. Hablaron primero, brevemente, del horizonte de un apostolado de la profesión. "Inmediatamente después –escribe Múzquiz– el Padre me dijo: ' No hay más amor que el Amor: los otros son amores pequeños '. Se veía que le salía del fondo del alma, de un alma enamorada de Dios. Los circuitos mentales que yo tenía terminaron entonces de fundirse" {José Luis Múzquiz, Relato testimonial cronológico, pg 9; AGP, sec A, leg 100-39, carp 1, exp 1. Ese mismo año el Beato Josemaría escribía en una Instrucción a los fieles del Opus Dei: "¡qué ganas tengo de escribir un librico sobre el Amor!" (Instrucción, 9-I-1935, nº 135)}.
En la Legación de Honduras, junio de 1937, hablaba en una meditación de ponerse "unas anteojeras, como las de los borricos, para no mirar más que el camino". Y continuaba:
"¡Un camino! Pero, en las lindes, ¡cuántos atractivos!, que, si muchas veces no llevan al descamino, por lo menos retardan y obstaculizan la marcha... Por eso, ¡qué seguro es tener esta idea madre: ¡no hay más amor que el Amor!" {PredicHond, "Afán de almas", 28-VI-1937, pg 160; XXV}.
Muchos años después, en un encuentro en España el año 1972, el Autor de C sería interrogado directamente por el sentido de esta expresión. "¿Querría explicarnos ese punto de C que dice: no hay más amor que el Amor?". Respuesta:
"Sí, hijo mío, ¡cómo no! Si tú amas a Dios, todos los amores tuyos en la tierra serán estupendos. Pero yo no sé qué quiere de ti Dios Nuestro Señor: a unos, les pide que formen un hogar; a otros, que no lo formen, sino que tengan por hogar el mundo entero, y se sacrifiquen gustosamente por los demás. De todas maneras, cualquiera que sea el camino tuyo, es un camino de Amor, con mayúscula. Y así, los otros amores no pondrán tristeza en tu alma, sino que la llenarán de alegría" {Notas de una tertulia, Madrid 24-X-1972; AGP, sec A, leg 51; también en AGP, sec P, leg 4, 1972, pg 732s}.
Este punto guarda estrecha relación con p / 171. Vid com. También com / 426 y 668. El fondo de la doctrina espiritual de este punto es agustiniano. Un texto de Agustín:
"¿Qué me dice el oro? Ámame. Pero ¿qué me dice Dios? Usaré de ti, y de tal modo te usaré que no me poseas y me separes de ti. Toda otra cosa que me dice: Ámame, ¡es criatura! Yo amo a mi Creador. Es bueno lo que hizo, pero ¡cuánto mejor es quien lo hizo! Aún no veo la belleza del Creador, sino la ínfima belleza de las criaturas. Pero creo lo que no veo, y creyendo amo, y amando... veo" {San Agustín, Sermón 65 A, 4; BAC 441, 1983, pg 251}.

 «  418  »  El secreto para dar relieve a lo más humilde, aun a lo más humillante, es amar.

Texto del Cuaderno V, nº 804, fechado en 10-VIII-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 335, 815, 351, 813, 418}. El tenor literal del texto es idéntico al de Camino, con la variante indicada en apcrít.
El texto viene precedido del futuro p / 813   –que encabeza el cap "Cosas pequeñas"–, pero no como textos autónomos, sino formando una única unidad literaria, que el Autor después desglosó para la publicación. Léanse conjuntamente. Son como la aplicación, por el camino de las "cosas pequeñas", del consejo de Agustín en un sermón que leyó el Beato Josemaría con gran detenimiento {Vid com / 590. Vid también cap 39 (especialmente com / 813)} : "Hoc in te fodi fundamentum humilitatis, et pervenies ad fastigium caritatis" {San Agustín, Sermón 69, 2; BAC 441, 1983, pg 297}.

 «  419  »  –Niño. –Enfermo. –Al escribir estas palabras, ¿no sentís la tentación de ponerlas con mayúscula?
Es que, para un alma enamorada, los niños y los enfermos son Él.

Texto del Cuaderno V, nº 647, fechado en 11-III-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 419, 732, 279, 221}. Ya desde el velógrafo el punto tiene la redacción actual, que reelabora la del Cuaderno, redactada en primera persona, que es ésta:
"Los niños y los enfermos: Cuando escribo estas palabras –Niño, Enfermo–, siento la tentación de ponerlas con mayúscula, porque, para un alma enamorada, son El" {Ya en 26-XI-1930 escribía: hagan "los socios visitas de Enfermos (así, con mayúscula, porque también son Xto)" (Cuaderno III, nº 116)}.
En el Cuaderno reflexiona Escrivá sobre lo que acaba de anotar y saca esta conclusión, pensando en los fieles del Opus Dei:
"Los nuestros, a fin de convertirse en hombres de Dios, dedicarán al principio una buena parte de su actividad a la catequesis de niños y a la visita de enfermos. Para hacerse entender de los primeros, habrán de humillar su inteligencia: para comprender a los pobres enfermos, tendrán que humillar su corazón. Y así, de rodillas su entendimiento y su carne, les será fácil llegar a Jesús, por el camino seguro del conocimiento de la miseria humana, de la miseria propia, que les llevará a anonadarse, para dejar a Dios que construya sobre su nada" {Vid Jesús Honorato, "La enfermedad y la vida en el pensamiento de Josemaría Escrivá de Balaguer", en Josemaría Escrivá y la Universidad, 1993, pgs 171-185, que sostiene (pg 173) que este punto de C es "la piedra angular" de su antropología de la enfermedad}.
Se conserva el guión de una meditación de 1938 sobre "cuatro palabras con mayúscula: Niño, Enfermo, Pobre, Pecador" {EjEsp, Plática "Espíritu de celo", Vitoria 23-VIII-1938; guión nº 104. Cuando escribe este punto tiene detrás la experiencia espiritual de su tarea como Capellán del Patronato de las Damas Apostólicas, que comportaba un trato continuo con niños, pobres y enfermos. Una Dama Apostólica que le trató durante ese periodo (1927-1931) afirma: "recuerdo que se pasaba muchísimas horas de confesonario y allí estaba el tiempo que hiciera falta con los niños, con los pobres y con los enfermos" (Concepción Martínez, Testimonio, Palencia 1975; AGP, sec A, leg 100-34, carp 3, exp 17). Vid también Conversación con Mercedes Sagüés, Superiora de las Damas Apostólicas de Bilbao, realizada por Pilar Useros y Ana Sastre en agosto de 1975, escrita y firmada en Madrid, en 26-IX-1975; AGP, sec A, leg 100-50, carp 3, exp 4}.
Es patente que el trasfondo del punto es el Evangelio mismo: la predilección de Jesús por los niños (Mt 18, 1-6) y los enfermos (passim; cfr Mt 4, 23), a la que hay que añadir la que siente por los pobres (a los que evangeliza: Mt 11, 5; cfr Mt 5, 3) y los pecadores (a los que busca y llama: Mt 9, 13).

 «  420  »  ¡Qué poco es una vida para ofrecerla a Dios!.

Texto del Cuaderno III, nº 173, fechado en 14-III-1931. Una afirmación que en el texto del Cuaderno se prolonga con rasgos fuertemente autobiográficos.
"¡Qué poco es una vida, para ofrecerla a Dios!... ¡Y si esa vida es de borrico..., ¡y de borrico sarnoso!! Pero con la fortaleza de Dios, concediendo... A pesar de todo, espero grandes cosas, dentro de este año de 1931".
Josemaría Escrivá se consideraba a sí mismo un borrico, un borrico de Dios (vid p / 606  y 998 con sus com), y por la vivencia de sus miserias se llama a sí mismo "borrico sarnoso" (vid también p / 493). Llegó a firmar notas y papeles personales con las iniciales B. S. Vid también com / 596.

 «  421  »  Un amigo es un tesoro1. –Pues... ¡un Amigo!..., que donde está tu tesoro allí está tu corazón.

Texto del Cuaderno VI, nº 875, fechado en 24-XI-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 66, 74, 04, 735, 421, 837, 816, 474}. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Al final agrega la sigla "O.c.P.a.I.p.M" {Iniciales de la expresión "omnes cum Petro ad Iesum per Mariam". Vid com / 11}.
Punto simétrico al 88 (vid com), que ha adelantado en el clima del cap "Oración", lo que en el presente cap va a tratar en términos de "Amor".
El Autor tenía un sentido muy profundo de la amistad y era hombre de grandes amigos {Numerosos testimonios. Cfr S. Bernal, Apuntes sobre la vida del Fundador del Opus Dei, 6ª edic., 1980, cap IV: "Tiempo de amigos", pgs 159-181}. La experiencia humana de la amistad se proyecta en la relación con Jesucristo y, a la vez, la experiencia de la amistad única e inefable con Cristo ilumina y purifica todas las amistades humanas. Vid com / 366.
El punto tiene, como tantos otros, un entramado de meditación bíblica: comienza con Si 6, 14: "Quien halla un amigo fiel ha hallado un tesoro" (25, 12: "¡Feliz el que ha encontrado un verdadero amigo") y termina con la palabra de Jesús: "donde está tu tesoro allí está también tu corazón" (Mt 6, 21; Lc 12, 34), y en medio "el Amigo que nunca traiciona" (p / 88), que introduce al punto siguiente: p / 422. El juego de las mayúsculas hace inequívoco el mensaje.

 «  422  »  Jesús es tu amigo. –El Amigo. –Con corazón de carne, como el tuyo. –Con ojos, de mirar amabilísimo, que lloraron por Lázaro... Y tanto como a Lázaro, te quiere a ti.

Texto del Cuaderno VI, nº 968, fechado en 25-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 601, 678, 422, 21, 910, 872}. También el texto es idéntico {"Con ojos". Sigue, tachado, "que". El "de mirar amabilísimo" brotó de golpe}, con la sigla final "D.O.G." {Iniciales de "Deo omnis gloria". Vid com / 11}.
El tema del amor de amistad con Jesucristo está basado, en la experiencia del Autor, en el sentido de la paternidad de Dios y de la filiación divina –en Cristo– del cristiano. Vid p / 299  y la cita del Crisóstomo incluida en el com. Este cap y en realidad todo el libro son reflejo de esa experiencia. Así aparece con toda claridad desde los comienzos de aquel curso académico, cuando en el retiro tantas veces citado de Segovia, nada más empezar, escribe:
"Día primero. Dios es mi Padre. –Y no salgo de esta consideración. –Jesús es mi Amigo entrañable, (otro mediterráneo), que me quiere con toda la divina locura de su Corazón. Jesús..., mi Dios, ... que es hombre también" {Apínt, nº 1637. El día primero del retiro fue el 4 de octubre del 32. Este texto de Segovia está en la base de Forja, 2}.
Este punto hay que ponerlo en inmediata relación con el "Gran Amigo que nunca traiciona" y la vida de oración, que el Autor ya anticipó en el p / 88. Vid com a este punto, que hace remontar el tema de la "amistad" y Jesús como "amigo" a sus años de Seminario en Zaragoza.

 «  423  »  Dios mío, te amo, pero... ¡enséñame a amar!

Texto del Cuaderno V, nº 710, fechado en 28-IV-1932. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
En el ritmo y estructura de la frase, parece resonar, desde la perspectiva del Amor, la exclamación de Fe del padre del niño endemoniado: "Creo, Señor; pero ayuda mi incredulidad" (Mc 9, 24), que predicó incansablemente el Autor.

 «  424  »  Castigar por Amor: éste es el secreto para elevar a un plano sobrenatural la pena impuesta a quienes la merezcan.
Por amor de Dios, a quien se ofende, sirva la pena de expiación: por amor al prójimo por Dios, sirva la pena, jamás de venganza, sino de medicina saludable.

Texto del Cuaderno VI, nº 819, fechado en 2-IX-1932 (y seguido del p / 915)
"Castigar por amor: éste es el secreto para elevar a un plano sobrenatural la pena impuesta a quienes la merezcan. Por amor de Dios, a quien se ofende, sirva la pena de expiación: por amor del prójimo por Dios, sirva la pena, jamás de venganza, sino de medicina saludable".
Tal vez gravite aquí su experiencia de Superior en el Seminario de Zaragoza. En todo caso, el Autor expone, en términos de Amor de Dios, la teología clásica del castigo y de la pena.

 «  425  »  ¿Saber que me quieres tanto, Dios mío, y... no me he vuelto loco?

Texto del Cuaderno V, nº 691. El tenor literal del texto es idéntico al de C (salvo "Dios mío" por "Jesús"), pero su contexto ayuda a la comprensión del sentido:
"Día 10 de abril, dominica II post Pascha, 1932: Ayer, en lugar donde se hablaba y se hacía música, me dio oración con un consuelo inexplicable. Terminé diciendo: Jesús, no quiero el consuelo, te quiero a Ti.
Estos días preparo a las niñas de primera Comunión del Colegio de Sta. Isabel.
¿Saber que me quieres tanto, Jesús, y... no me he vuelto loco? –A renglón seguido de la borrachera de Amor: ¡mis habituales tonterías!" {En ese día transcribió el p / 814}.
"Loco por Cristo". Un tema clásico en la vivencia de amor al Señor que han tenido los santos de todos los tiempos. Vid sobre el tema com / 402. Vid también p / 438, 790, 808, 910, 916

 «  426  »  En Cristo tenemos todos los ideales: porque es Rey, es Amor, es Dios.

Texto del Cuaderno IV, nº 351, fechado en 26-X-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 659, 426, 417, 393}. En el Cuaderno este punto formaba una sola unidad con el p / 417  (vid com), que era como su colofón. He aquí el texto del Cuaderno:
"En Cristo tenemos todos los ideales: porque es Rey, es Amor, es Dios. –¡No hay más amor que el Amor!".
Dos secuencia semejantes en Santo Rosario y en Via Crucis:
"y le llamo Rey, Amor, mi Dios, mi Unico, mi Todo!... ¡Qué hermoso es el Niño... y qué corta la decena!" {Santo Rosario, misterios gozosos, 3º}.
"El es todo: tu Padre, tu Hermano, tu Amigo, tu Dios, y el Amor de tus amores" {Via Crucis, 11ª Estación, n. 5}.
También en las Glosas al Decenario 1932, pg 106:
"Padre y Hermano y Amigo... y Rey y Dios..., y Amor y... Unico... y Todo".

 «  427  »  Señor: que tenga peso y medida en todo... menos en el Amor.

Texto del Cuaderno V, nº 457, fechado en 7-XII-1931 {Va precedido del que sería p / 28  }. El original está dirigido a Jesús.
En su retiro espiritual de 1934 (julio) esta vieja aspiración de su alma salta de nuevo, impetuosa, a sus papeles:
"Sábado 21. El Amor de Dios: Non est amor nisi Amor! ¡Qué ansia, qué hambre, que ambición sin medida!" {Apínt, nº 1775; la cursiva es del original}.
El tema del Amor sin peso y medida, que era algo muy vivo para el Autor, se mueve en el contexto de la "vida de infancia" y se refleja también en el p / 894  (escrito quince días después): "con peso y medida de risas y llantos, y sin peso y medida de Amor". Es un pensamiento y una vivencia que se prolonga hasta su época romana –en realidad durante toda su vida–, como se ve en esta homilía de 1967:
"La caridad con el prójimo es una manifestación del amor a Dios. Por eso, al esforzarnos por mejorar en esta virtud, no podemos fijarnos límite alguno. Con el Señor, la única medida es amar sin medida" {Amigos de Dios, 232  }.
El tema tiene honda tradición en la cultura cristiana, con expresiones célebres en San Bernardo:
"Causa diligendi Deo, Deus est; modus, sine modo diligere" {De diligendo Deo, 1, 1 (PL 182, 974); BAC 444, 1993, pg 300}.
"El fruto que esperamos de nuestro amor es exactamente el que Aquel que amamos prometió: una medida –decía– plena, colmada, rebosante será derramada en vuestro regazo (Lc 6, 38). Esta medida, así lo entiendo, será sin medida: mensura ista, ut audio, erit sine mensura" {In Canticum, 11, 4; BAC 491, 1987, pg 174. "El único límite de la perfección es lo ilimitado (??????????????????????????????????????????????????)" (San Gregorio de Nisa, De vita Moysis, 1, 5 [PG 44, 300]; Sobre la vida de Moisés, 1, 5; Biblioteca de Patrística 23, Madrid 1993, pg 124; citado en el Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2028)}.
Vid com / 430.

 «  428  »  Si el Amor, aun el amor humano, da tantos consuelos aquí, ¿qué será el Amor en el cielo?

Texto del Cuaderno V, nº 605, fechado en 15-II-1932 {Ese mismo día transcribió después el futuro p / 392}. Tenor literal idéntico ("Cielo" con mayúscula). Se ve que era un pensamiento que le embargaba. Nótese.
que al día siguiente de transcribir este punto fue agraciado con la locución "obras son amores", que transcribió allí mismo (nº 606). Vid p / 933  y com.
Leyendo unos meses después el Decenario al Espíritu Santo, de Francisca Javiera del Valle, al Autor se le vino casi a la letra el texto de este p / 428:
"Si el amor, aquí, en la tierra, da tantos consuelos, ¿qué será el Amor en el cielo?...".
Y añadió al final de la página:
"...amor con Amor se paga" {Glosas marginales al Decenario 1932, pg 103; Patmos 35, pg 113; Logos 52, pg 162}.
El pasaje del Decenario que "provoca" a Escrivá habla del amor que nos espera en el Cielo: " ...que no quieran, ni busquen, ni deseen otro amor que el tuyo y correspondan a tu amor! ¡Cielo de los mismos cielos! Tenga yo el consuelo de verte conocido y amado de todas tus criaturas..." {Ibidem. Los subrayados son del Beato Josemaría}.
En C el Autor escribe siempre "cielo" con minúscula, no así en Apínt, donde alterna la grafía.

 «  429  »  Todo lo que se hace por Amor adquiere hermosura y se engrandece.

Texto del Cuaderno VI, nº 824, fechado en 13-IX-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 429, 429, 495}.
"Todo lo que se hace por Amor adquiere relieve y se ennoblece".
"Todo lo que se hace por Amor", es decir, todo lo que se realiza desde Dios, que es Amor, presente en nosotros. Éste es el fundamento de la importancia de lo "pequeño" y de lo "material", que el Autor explicitará en el cap "Cosas pequeñas", que comienza así (p / 813): "Hacedlo todo por Amor. - Así no hay cosas pequeñas: todo es grande".

 «  430  »  Jesús, que sea yo el último en todo... y el primero en el Amor.

Es el último punto anotado en el Cuaderno IV, nº 447, fechado en 3-XII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 864, 430, 857. Este último punto corresponde ya al Cuaderno V, que comenzó también el día de San Francisco Javier}. El tenor literal del texto es idéntico al de C. La contraposición y la paradoja, incluso.
el ritmo y la cadencia y, sobre todo, la temática, son los mismos que en el p / 427 (vid), que escribió tres días después. Pero esas identidades que se repiten expresan, a mi parecer, la vivencia que dominaba su espíritu en aquella novena de la Inmaculada de 1931. Todo se había forjado en aquella "pleamar de afectos filiales" {Vid com / 435. Cfr Vázquez de Prada, I, pgs 379-94} de septiembre y octubre: un sentido desbordante de la paternidad de Dios –de su filiación divina, por tanto– y de ser un niño en los brazos de su Padre. Vid com / 267 y 435. El primer día de esa novena escribió en su Cuaderno lo que sería luego el p / 853  de C: "Camino de infancia. Abandono. Niñez espiritual. Todo esto que Dios me pide y que yo trato de tener no es una bobería, sino una fuerte y sólida vida cristiana". Todo parece indicar que fue en uno de los días de esa novena cuando escribió la primera redacción del Santo Rosario {El texto de ese día 30-XI-1931 continúa así: "Por ahí voy, cuando, al rezar el rosario o hacer –como ahora en adviento– otras devociones, contemplo los misterios de la vida, pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, tomando parte activa en las acciones y sucesos, como testigo y criado y acompañante de Jesús, María y José". Ése es el clima de su comentario al Santo Rosario, que escribió en la acción de gracias después de la Misa, de "un tirón", solía explicar. Sabemos que el día 7 de diciembre ya estaba escrito y lo leyó a dos jóvenes en la sacristía de Santa Isabel (cfr Cuaderno V, nº 454)}, que explicita pausadamente y en contexto mariano esa vivencia de Dios como Padre.

 «  431  »  No temas a la Justicia de Dios. –Tan admirable y tan amable es en Dios la Justicia como la Misericordia: las dos son pruebas del Amor.

Texto en el Cuaderno VI, nº 889, fechado en 9-XII-1932 {En ese día transcribió previamente el p / 818} y relatado en primera persona.
"No temo a la Justicia de Dios. Tan admirable y tan amable me parece, en Dios, la Justicia como la Misericordia: las dos son pruebas del Amor".
En este punto y en el p / 435  el Autor toca la cuestión del "temor de Dios" y lo resuelve en la clave del "Amor". Su vivencia es afín a la de Santa Teresa de Lisieux: "A mí Dios me ha dado su misericordia infinita, ¡y a través de ella contemplo y adoro las demás perfecciones divinas...! Entonces todas se me presentan radiantes de amor; incluso la justicia (y quizá ésta más aún que todas las demás) me parece revestida de amor..." {Ms A fol 83v; MEC 5, Burgos 1996, pg 245}.
Nótese la fuerza teológica del cambio de "me parece" / "es" (vid apcrít).

 «  432  »  Considera lo más hermoso y grande de la tierra..., lo que place al entendimiento y a las otras potencias..., y lo que es recreo de la carne y de los sentidos.

Y el mundo, y los otros mundos, que brillan en la noche: el Universo entero. –Y eso, junto con todas las locuras del corazón satisfechas..., nada vale, es nada y menos que nada, al lado de ¡este Dios mío! –¡tuyo!– tesoro infinito, margarita preciosísima, humillado, hecho esclavo, anonadado con forma de siervo en el portal donde quiso nacer, en el taller de José, en la Pasión y en la muerte ignominiosa... y en la locura de Amor de la Sagrada Eucaristía.
El Autor retorna a la locura de Amor por Cristo. El pasaje, de gran belleza literaria y de alto calado teológico, es un extenso apunte de la meditación que realizó en los EjEsp de Segovia el sábado 8-X-1932. Copio ampliamente para situar el texto en su contexto:
"El santo Evangelio de este día {El misal romano de entonces celebraba el 8 de octubre a Santa Brígida, la actual Patrona de Europa, y se decía la Misa Cognovi, del común de santas mujeres. El evangelio era en efecto Mt 13, 44 -52} –respuesta de Jesús, vencido por María y por Juan... y porque me quiere– ha caído en mi alma, echando raíces. ¡Lo había leído tantas veces, sin coger su entraña, su sabor divino! Simile est regnum caelorum... Los versículos 44, 45 y 46 del capítulo 13 de San Mateo. Todo..., todo se ha de vender por el hombre discreto, para conseguir el tesoro, la margarita preciosa de la Gloria.
La Gloria, para mí, es el Amor, es Jesús, y, con El, el Padre –mi Padre– y el Espíritu Santo –mi Santificador–.
He considerado lo más hermoso y grande y atractivo del mundo..., lo que place a la inteligencia, y a las otras potencias, ... y lo que es recreo de la carne y de los sentidos... Y el mundo, y los otros mundos, que brillan en la noche: todo el Universo. Y eso junto, con todas las locuras del corazón satisfechas..., nada vale, es nada y menos que nada al lado de ¡este Dios mío, tesoro infinito, margarita preciosísima, humillado, hecho esclavo, anonadado con forma de Siervo en el portal donde quiso nacer, en el taller de José, en la Pasión y en la muerte ignominiosa... y en la locura de Amor de la Sagrada Eucaristía!
Con esta consideración, hecha en frío, por el raciocinio del entendimiento, que presenta verdades inconcusas a mi voluntad, que las quiere, las acepta, con más frialdad de la que yo –por imperfección– quisiera [...] ¿puede turbarme ninguna cosa creada? {Apínt, nº 1653-1655. Futuros puntos de C transcritos ese día: 533, 432, 765}.
A través de este p / 432  el Autor invita a los lectores de C a hacer la misma experiencia: considerar el universo (macrocosmos) y el hombre, el sujeto personal (microcosmos humano) y mirar después la kènosis de Cristo –"del Gran Amigo que nunca traiciona"–, recorrer sus etapas y detenerse en la "locura de Amor" que es –sacrificio y sacramento– la Sagrada Eucaristía. Esa kènosis, que culmina sacramentalmente en la Eucaristía, es el fundamento teológico del modo de estar y vivir los cristianos en la realidad secular. Así lo propondrá el Autor en p / 843  (vid).
"Tesoro infinito, margarita preciosísima". Se está nombrando al Dios escondido en la Eucaristía con los términos de las dos parábolas del Reino que reciben ese nombre: Él, Jesús, en sus misterios, es el "tesoro" escondido y la "perla" preciosa (Mt 13, 44 -46), que le han servido para su meditación de ese día.
"humillado, hecho esclavo, anonadado con forma de siervo". Es la kènosis de Cristo. El Autor toma como punto de partida de su consideración el texto de Filipenses 2, agregándole elementos del Evangelio de la Infancia y, sobre todo, haciendo culminar el anonadamiento del Hijo de Dios, como hemos dicho, en la realidad del Misterio eucarístico. Vid también p / 533, que tiene la misma secuencia {Lo ha señalado oportunamente Andrew Byrne en Josemaría Escrivá, Camino / The Way. An annnotatet bilingual edition, Andrew Byrne (ed.), Scepter, London-Princeton 2001, p / 533  nt 4 (pg 194)} y fue escrito ese mismo día, antes del que comentamos. Y léase también el otro punto de esa jornada: el p / 765, que enmarca el conjunto en el tema que meditaba: la Gloria de Dios.

 «  433  »  Vive de Amor y vencerás siempre –aunque seas vencido– en las Navas y los Lepantos de tu lucha interior.

Texto del Cuaderno VI, nº 1044, fechado en 2-VIII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 433, 183, 280, 835}. Un texto que pasó directamente al impreso de Cuenca sin la mediación del velógrafo.
Reaparece el tema de "éxitos y fracasos", agrupado en el cap "El plano de tu santidad" (p /404-406.415). El mensaje es exactamente el mismo, ahora bajo la clave propia de este cap: el Amor.
Literariamente es de interés la manera de referirse a los combates de la vida espiritual. El Autor utiliza, en efecto, nombrándolas en plural, dos célebres batallas de la Cristiandad frente al Islam: la decisiva batalla de las Navas de Tolosa (1212), que significa una importante derrota de los invasores musulmanes en la Península Ibérica, y la batalla de Lepanto (1571), entre la escuadra turca y otra de la Cristiandad, que frenó al Imperio turco en su asalto a Europa. Los traductores francés, italiano, inglés y alemán explican esto en notas aclaratorias. La traducción catalana prescinde de esas batallas ya en el texto mismo y traduce así: "en les batalles de la teva lluita interior".

 «  434  »  Deja que se vierta tu corazón en efusiones de Amor y de agradecimiento al considerar cómo la gracia de Dios te saca libre cada día de los lazos que te tiende el enemigo.

Texto del Cuaderno VI, nº 1068, fechado en 21-X-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 795, 271, 59, 470, 434}, que también pasó directamente al impreso de Cuenca sin la mediación del velógrafo. El tenor literal es idéntico al de Cec.
"El enemigo": la triple concupiscencia de que habla la Escritura (1Jn 2, 16) o lo "enemigos del alma" señalados en los viejos Catecismos: mundo, demonio y carne.

 «  435  »  "Timor Domini sanctus". –Santo es el temor de Dios. –Temor que es veneración del hijo para su Padre, nunca temor servil, porque tu Padre –Dios no es un tirano.

Este punto y el siguiente fueron escritos en 1934: pasaron, pues, directamente al impreso de Cuenca. El p / 435  está fechado en 5 de enero y se encuentra en el Cuaderno VII, nº 1099 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 110, 718, 435, 983, 386, 325, 65, 178, 174, 802, 173} , con tenor literal idéntico.
Pero la vivencia espiritual aquí recogida se remonta al otoño de 1931, a aquellos meses en los que Dios privilegió al Beato Josemaría con un desbordante sentido de su filiación divina en Cristo {Vid p / 267  y com; Vázquez de Prada, I, pg 392}. Vid com / 267; también 430. La definitiva experiencia del temor de Dios como dimensión del Amor y de la filiación, que se refleja en este punto, culmina de alguna manera aquella secuencia sobrenatural. Encontramos en su Cuaderno palabras relevantes en relación con la historia o prehistoria de este punto que comentamos.
Había tenido el 28 de octubre de aquel año 31 contradicción y sufrimiento. Escribe:
"Como una respuesta del Cielo al clamor mío de esta noche, anticipadamente y porque sí, esta mañana a las nueve, cuando iba a coger el tranvía para Chamartín {Chamartín estaba entonces en la otra punta de Madrid. El tranvía de la experiencia del 17 de octubre es el 48, que venía de la estación de Atocha hasta la Glorieta de Quevedo, en el barrio de Chamberí, cerca de la calle Viriato, donde vivía el Autor. Vid com / 267} , me encontré con que estaba yo recitando un versículo, que también porque sí o por costumbre (desde luego, creyendo que era de Dios) apunté en mi cuartilla: timor Domini sanctus, permanens in saeculum saeculi; iustitia Domini vera iustificata in semetipsa (Sal 19, 10). Altos y justificados son tus juicios, Señor: santo es el temor del Señor, pero, acatando, con toda mi alma, tus juicios, Jesús mío, llévame por caminos de Amor" {Apínt, nº 357; la cursiva es del original}.
En contra de lo que tenía sabido y experimentado –especialmente desde 10 días antes (vid experiencia del 17 de octubre en com / 267)– el Señor permitió que se le ofuscara el pensamiento y el timor del salmo 18 le apareciera, como vemos, contrapuesto al Amor, como temor que angustia y paraliza. Jornada durísima aquella del 28 de octubre. En la oración de la noche –escribe– encontró paz. Pudo dormir.
Al día siguiente, pasada la prueba, de nuevo la efusión del Espíritu. Escribía al anochecer:
"¡Qué alegría, qué gozo más grande y sobrenatural me ha dado hoy Jesús, después de las congojas de ayer! Porque ayer sufrí mucho. [...] Cuántas veces han salido hoy estos afectos encendidos de mis labios y de mi corazón." {Apínt, nº 359, 29-X-1931}.
Había ido a su confesor, que le explicó lo que él ya tantas veces había gozado y meditado: que el timor Domini no es temor, miedo, sino respeto y veneración. Al día siguiente escribía:
"Hoy me encuentro algo cansado, indudablemente como consecuencia de la conmoción espiritual de estos dos días últimos, de ayer sobre todo. –No comprendo mi obcecación al traducir el timor, pues otras veces, p.e., en la frase 'initium sapientiae timor Domini', siempre por temor entendí reverencia, respeto. –Jesús, en tus brazos confiadamente me pongo, escondida mi cabeza en tu pecho amoroso, pegado mi corazón a tu Corazón: quiero, en todo, lo que tú quieras" {Apínt, nº 364, 30-X-931}.
Este lance espiritual es el que está en la trastienda del punto que comentamos y del sentido del temor en clave del Amor a que nos referíamos comentando el p / 431. Esta realidad, tan central en la vida interior, se remacha en este punto desde el don de la filiación divina del cristiano: "veneración del hijo para su Padre". El fondo como siempre, es la tradición de los Padres:
"El temor de Dios repele el temor del infierno porque hace que el hombre huya del pecado y multiplique sus buenas obras. Tras lo cual llegará a aquel temor que se llama santo y permanece para siempre (Sal 19, 10), porque está fundado en el amor" (San Agustín).
Como vemos, Escrivá pone siempre el acento de ese amor en la conciencia de la paternidad de Dios y de la filiación divina del cristiano {Vid especialmente p / 267  y 274}.

 «  436  »  Dolor de Amor. –Porque Él es bueno. –Porque es tu Amigo, que dio por ti su Vida. –Porque todo lo bueno que tienes es suyo. –Porque le has ofendido tanto... Porque te ha perdonado... ¡Él!... ¡¡a ti!!
–Llora, hijo mío, de dolor de Amor.

Este punto fue escrito dos días después del anterior, 7-I-1934 (Cuaderno VII, nº 1108):
"Dolor de Amor. Porque El es bueno. Porque es tu Amigo, que por ti dio su Vida. Porque todo lo bueno que tienes es suyo. Porque le has ofendido tanto... {Esta frase es adición interlineal} Porque te ha perdonado... ¡El!... ¡¡a ti!! Llora, hijo mío, de dolor de Amor {"de dolor de Amor". Primero había escrito: "de dolor y de Amor"}".
Es el último de los nueve que transcribió ese día {Son: 441, 954b 693, 287, 131, 288, 440, 715, 436}. Es como una nueva efusión en su Cuaderno de aquella vivencia del Amor misericordioso de Dios, que aleja todo temor, precisamente en el momento en que el alma toma conciencia de su pecado y, por tanto, podría intentar fundamentarse el temor-terror. Esa conciencia se expresa, por el contrario, no en el miedo, sino en la contrición, que es la forma más cristiana del Amor y que el Autor llama "dolor de Amor". En el dolor de Amor gravitan los grandes temas de este cap: la bondad de Dios, la filiación al Padre, la amistad con Jesús, el pecado, el perdón, la misericordia... El clima de este punto es claramente íntimo y autobiográfico. Esta vivencia del dolor y del Amor, tan característica de C, acompañó a Josemaría Escrivá hasta su muerte. De un coloquio en Guatemala en febrero de 1975 son estas palabras:
"Y si alguna vez coges una rabieta, porque no eres lo que debes ser, y a solas –no des espectáculo– se te salta una lágrima como un puño, acuérdate de aquellos versos, que son bastante malos pero que a mí me consuelan:
Mi vida es toda de amor.
y, si en amor estoy ducho,
es por fuerza del dolor,
pues no hay amante mejor.
que aquel que ha llorado mucho.
Tú y yo a llorar mucho a solas, en la presencia de Dios, porque no somos lo que querríamos ser para el amor de Dios..." {AGP, sec P, leg 4, III-1975, pg 285. Vid estos mismos versos en la homilía "Trabajo de Dios", del 6-II-1960, en Amigos de Dios, 68}.
Poco después, en el mismo coloquio, decía:
"Tenemos la Cruz por todos lados. ¿Cómo la voy a rechazar? La tengo en mi corazón y la amo. Otros versos malos...:
Corazón de Jesús que me iluminas,
hoy digo que mi Amor y mi Bien eres,
hoy {Después de este "hoy" agregó, como explicando el sentido: "cada día"} me has dado tu Cruz y tus espinas,
hoy digo que me quieres.
La Cruz, la Santa Cruz, ¡cuánto la hemos de amar!" {AGP, sec P, leg 4, III-1975, pg 286. No ha sido posible identificar el autor de esas estrofas. Por la manera que tiene de referirse a ellas, podría pensarse que son del propio Autor, escritas en los años del Seminario, que las firmaba con el apelativo "El Clérigo Corazón". Las rompió todas, según contó. Pero, como le salían del alma, es posible que alguna se le quedara para siempre en la memoria. Yo, personalmente, le oí recitar –entre 1956 y 1959– la primera de las dos estrofas citadas. De ser válida esta hipótesis, el tema "dolor de Amor" se remonta a la primera juventud del Autor}.

 «  437  »  ¡Si un hombre hubiera muerto por librarme de la muerte!...
–Murió Dios. Y me quedo indiferente.

Estamos ya en las tres octavillas que el Autor agregó en Burgos a este denso cap. Ésta, a pesar de la distancia en el tiempo, conecta con el punto anterior como su contrapunto. Frente al dolor de Amor, la lejanía, la indiferencia.
Es una ficha Bl, trazos enérgicos {Con motivo del Año Nuevo envió una copia de esta "gaitica" a Pedro Casciaro, que se había trasladado a Calatayud. El Autor utilizó este punto para el "sorteo de patronos" de 31-XII-1938. Le tocó a Pedro Casciaro. Se conserva la ficha manuscrita del Autor (AGP, sec A, leg 54, carp 3, exp 2). Sobre este "sorteo" vid com / 305}. Parece redactada a partir de la predicación de Vitoria, donde se encuentra este apunte:
"Jesús: por quién padece. Si un hombre hubiera muerto por librarme de la muerte!..." {EjEsp, Meditación "Pasión", Vitoria 24-VIII-1938; guión nº 109}.
El punto parece una reflexión –desde su núcleo cristológico y trinitario– sobre la palabra de Jesús: "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos" (Jn 15, 13).

 «  438  »  ¡Loco! –Ya te vi– te creías solo en la capilla episcopal –poner en cada cáliz y en cada patena, recién consagrados, un beso: para que se lo encuentre Él, cuando por primera vez "baje" a esos vasos eucarísticos.

Un texto que tiene un origen histórico muy determinado. La capilla episcopal de la que se habla es la del palacio arzobispal –entonces episcopal– de Pamplona, donde Escrivá, que acababa de pasar por los Pirineos desde la zona republicana, hacía sus EjEsp. Eran los días precedentes a la Navidad. En su Cuaderno (nº 1441, 22-XII-1937 {De las notas de ese día procede también el p / 932}) está escrito así:
"El Vicario General ha consagrado cálices y patenas. Me quedé un momento solo en la capilla, y puse, para que mi Señor se lo encuentre la primera vez que baje a esos vasos sagrados, un beso en cada cáliz y en cada patena: Eran veinticinco, que regala la Diócesis de Pamplona para el frente" {Un envío a los capellanes castrenses que atendían a los soldados. El Obispo de Pamplona era don Marcelino Olaechea. Vid com / 401 y 242. El Vicario General de que habla era don Juan José Santander Piernavieja (1874-1942), originario de Valladolid, que llegó a Pamplona en 1935 con don Marcelino, el nuevo Obispo}.
Como se ve, es el propio Autor el protagonista del lance. Al relatarlo en C lo desdobla, situándose ahora como secreto espectador de la escena. Algo parecido ya hizo en otro punto (p / 242) procedente de las notas de aquellos EjEsp de Pamplona.

 «  439  »  No olvides que el Dolor es la piedra de toque del Amor.

Un punto de la serie Lh. Pudo ser redactado en Honduras. En una de las meditaciones predicadas en la Legación dijo:
"Empeñémonos en ver la gloria y la dicha ocultas en el dolor. Si nos comportamos así, en todas nuestras acciones reinará la felicidad: esa felicidad en la Cruz, que es la que yo os deseo a todos. Dolor y amor: ése es nuestro camino. Al amor sólo se va por el dolor; y el que no padece, no conocerá nunca el verdadero amor de Jesucristo" {PredicHond, "La tribulación de la guerra", 9-IV-1938, pg 36; IV. Vid Lucas F. Mateo-Seco, "Sapientia Crucis. El misterio de la Cruz en los escritos de Josemaría Escrivá de Balaguer", en Scripta Theologica 24 (1992) 419-438; especialmente 436-38}.
Hay también anotaciones en las meditaciones de Vitoria-Vergara:
"Los santos... el Amor y el Dolor: mi ciencia es toda de amor..." {EjEsp, Plática "Espíritu de mortificación y penitencia", Vitoria 24-VIII-1938; guión nº 117}.
"Coloquio: Dolor de Amor... vida de pureza" {EjEsp, Meditación "Pasión", Vitoria 24-VIII-1938; guión nº 109}.
Ya se aludió más arriba a la significación que de ordinario tienen los puntos que el Autor sitúa para abrir y cerrar los caps. Éste sin duda tiene un verdadero carácter de síntesis de toda su doctrina acerca del "Amor de Dios". El texto de Honduras que se acaba de transcribir plantea una teología del Amor y del Dolor –de la Cruz– que me parece insoslayable. La expresión "piedra de toque" expresa con rara precisión icónica esa teología {"Piedra de toque" es la piedra –de ordinario jaspe granoso– con que los joyeros hacían el "toque" del oro o la plata para garantizarse de su calidad. No he encontrado la expresión en otros textos del Autor anteriores al que comentamos. Dos veces en textos sin fecha pero casi simultáneos: "La abnegación, la inmolación de sí mismo es la piedra de toque de la verdadera virtud" (Meditación titulada "Espíritu de sacrificio"; guión nº 134). "Contigo, sin ti, a pesar de ti. ¿Apóstol de pata libre? La piedra de toque: obediencia al Ordinario" (meditación a sacerdotes; guión nº 147)}: y el Amor –que lo es de verdad– siempre supera la prueba del Dolor.

 «  CARIDAD  » 

Vid Introd al cap precedente, "Amor de Dios", que es también Introd al presente cap. Aquí, bajo el título "Caridad", considera el Autor en treinta puntos diversos aspectos del "mandatum novum" de Jn 13, 34. El texto asume el contenido de la segunda parte del cap del mismo nombre en Cec: quince consideraciones, a las que se agregan en Burgos otras quince de nueva redacción. El Autor interrumpe la secuencia de la serie de Cec en el p / 445  de C para agregar otro procedente de distinto lugar de Cec (p / 446) y tres más de nueva redacción en Burgos (p / 447 -449). Continúa transcribiendo la serie de Cec donde la dejó y, a partir del p / 458, inserta el resto de las fichas redactadas en Burgos {Como dije en la Introd al cap precedente, la serie de Cec tiene su matriz en la correspondiente del fascículo, que consta de seis textos (Cem32 / 96-101), a la que el Autor, al preparar el impreso de Cuenca, añadió otro número de Cem32, dos de Cem33 y seis más tomados directamente de los Cuadernos}.
La secuencia de los dos caps indica claramente la sólida "teología" de la caridad que aquí se propone: es el "amor de Dios" el que fundamenta el "amor al prójimo". La distinción y sucesión de caps lo hace patente. Éste que comentamos se mueve en el contexto de la "fraternidad", como se señala con claridad en el punto primero. El horizonte es la vida ordinaria, el trato entre compañeros y amigos en el contexto profesional y familiar, en la empresa apostólica, en las tareas de formación, y desde ahí se abre a la preocupación por todas las almas.
En la "Segunda parte" de C el Autor conversará con el lector sobre las "virtudes cristianas" (caps 26-32), empezando por la fe. Pero ahora adelanta el momento originario de la caridad: la "caridad-Amor de Dios", que es el "hogar" de todo el nuevo desarrollo, y que se proyecta de manera inmediata en la "caridad-fraternidad". Ambos caps, al término de la "Primera parte" del libro, se inscriben en el clima de fe bautismal, dominante desde el punto primero –"ilumina con la luminaria de tu fe y de tu amor"–, y son como una expresión de la palabra paulina: "la fe que actúa por la caridad" (Ga 5, 6)
Me parece ver una diferencia temática entre el patrimonio de Cec y los nuevos textos de Burgos: aquél se concentra de manera predominante en la interioridad de la caridad o de las faltas de caridad: en el pensamiento y en el juicio, con la secuela de la murmuración y la crítica negativa; la serie final de textos de nueva redacción (p / 458 -469) trata sobre todo de la "ayuda" positiva al hermano, desarrollando el fundamental punto primero del cap (p / 440), que por cierto pertenece a la serie de Cuenca.

 «  440  »  Cuando hayas terminado tu trabajo, haz el de tu hermano, ayudándole, por Cristo, con tal delicadeza y naturalidad que ni el favorecido se dé cuenta de que estás haciendo más de lo que en justicia debes.
–¡Esto sí que es fina virtud de hijo de Dios!

Este primer punto describe con toda claridad el marco en que se mueve el presente cap: caridad como amor al prójimo, al hermano. Este punto es uno de los nueve que transcribió a su Cuaderno VII el 7-I-1934, nº 1107 {Son: 441, 954b, 693, 287, 131, 288, 440, 715, 436}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
El punto es emblemático de la perspectiva en que se sitúa constantemente el libro: la santificación de la tarea profesional y social ordinaria. El trabajo y el mundo del trabajo aparecen así como un lugar humano privilegiado para vivir la caridad de Cristo.

 «  441  »  Te duelen las faltas de caridad del prójimo para ti. ¿Cuánto dolerán a Dios tus faltas de caridad –de Amor– para Él?

Texto del Cuaderno VII, nº 1105, también como el anterior fechado en 7-I-1934. El tenor literal es idéntico al de C con la variante señalada en apcrít.
Situado el marco humano, civil, de la caridad cristiana, el Autor quiere eliminar cuanto antes del horizonte del lector la tendencia a considerar la caridad fraterna, no como la que yo debo tener con los demás, sino como la que "los otros" no tienen conmigo. Escrivá exhorta a su interlocutor a una autocrítica personal ante Dios: "tus" faltas –personales– de caridad en el sentido del cap precedente: de Amor, con mayúscula, como señala expresamente.

 «  442  »  No admitas un mal pensamiento de nadie, aunque las palabras u obras del interesado den pie para juzgar así razonablemente.

Desde el punto de vista del contenido de este cap, hay que hacer notar que con este punto comienza una extensa sección (p / 442 -457: la mayor parte procedentes del impreso de Cuenca) dedicada a dos temas muy próximos, que se entrelazan: el "juicio" acerca de los demás ("pensar mal") y las distintas formas de "crítica" e incluso de "murmuración".
Desde el punto de vista de la redacción, estamos ante un texto transcrito en el Cuaderno IV, nº 389, que no es originariamente una "consideración" del Autor, sino una reflexión personal acerca de la propia vida {Es decir, el texto no pertenece al nivel d, sino b de los Apínt (vid IntrodGen § 3, 1, b; pgs 24s)} , que escribe al filo de otros eventos:
"14 de noviembre de 1931: Después de algo que ha sucedido estos días, al fracasado sempiterno que escribe estas catalinas, tendré muchísimo cuidado en todo lo que suponga formar juicio de las personas, no admitiendo un mal pensamiento de nadie, aunque las palabras u obras del interesado den pie para juzgar así razonablemente: Somos demasiado inclinados a comenzar el credo por Poncio Pilato {La cursiva es mía. Alude el Autor a la barbaridad que sale si se cortan así las palabras del Credo: "Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado". Yo, personalmente, le oí en Roma, en el año 1958, servirse de este ejemplo, con humor, para indicar lo que se puede hacer decir a una persona cuando se reproducen mal o no se entienden bien sus palabras}.
Con motivo de esos sucesos, a que me refiero antes, recuerdo que Jesús me ha querido siempre para Él –ya lo explicaré despacio, otro día–, por eso me aguó todas las fiestas, puso acíbar en todas mis alegrías, me hizo sentir las espinas de todas las rosas del camino... Y yo, ciego: sin ver, hasta ahora, la predilección del Rey, que, en mi vida entera, reselló mi carne y mi espíritu con el sello real de la Santa Cruz" {Apínt, nº 389}.
El final de la anotación transcrita arroja luz sobre la vida cotidiana que vivió el Autor y sobre los puntos del cap anterior referentes al dolor como piedra de toque del Amor {Futuros puntos de C transcritos ese día: 442, 83, 780, 961}.

 «  443  »  No hagas crítica negativa: cuando no puedas alabar, cállate.

Punto escrito cuatro días después (Cuaderno IV, nº 399, 18-XI-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 187, 596, 443, 762}), con el mismo contexto de personas que le hacían sufrir y a las que no quería juzgar (vid com / 187). Al final de una reflexión concluye:
"Propósitos prácticos: 1 / antes de comenzar una conversación o de hacer una visita, elevaré el corazón a Dios. 2 / No porfiaré, aunque esté cargado de razón. Solamente, si es de gloria de Dios, diré mi opinión, pero sin porfiar. / No haré crítica negativa: cuando no pueda alabar, me callaré" {Estos "propósitos prácticos" son los que sacó de la ocasión que dio lugar al p / 596  (vid com)}.
Comienza el tránsito del "juicio" interior (p / 442) a la "palabra" exterior (p / 443), que se prolongará, como dije, por toda la sección. La consideración de esta palabra externa contraria a la caridad continúa en los dos puntos siguientes.

 «  444  »  Nunca hables mal de tu hermano, aunque tengas sobrados motivos. –Ve primero al Sagrario, y luego ve al Sacerdote, tu padre, y desahoga también tu pena con él.
–Y con nadie más.

Texto del Cuaderno VI, nº 879, fechado en 25-XI-1932. Este punto, en cambio, sí es una "consideración" en sentido propio {Pertenece al nivel d de los Apínt (vid IntrodGen § 3, 1, b; pgs 24s)}, que el Autor pasa ese día a su Cuaderno junto con otros dos futuros puntos de C {Son: 445 y 707}. Ahora el contexto no es el sufrimiento de la vida, sino la íntima fraternidad de los que trabajan con el mismo ideal apostólico. El tenor literal es idéntico al de C con la variante señalada en apcrít.
La sección que forman los p / 444 -450, dedicados a poner de manifiesto cómo se puede ofender a Dios con la lengua, son como una meditación bíblica sobre el cap 3 de la carta de Santiago, que se inscribe en la reflexión de todo el cap sobre "juicio" y "palabra".

 «  445  »  La murmuración es roña que ensucia y entorpece el apostolado. –Va contra la caridad, resta fuerzas, quita la paz, y hace perder la unión con Dios.

El original de este punto, como acabo de decir, está situado en el Cuaderno VI a continuación del p / 444. Tienen ambos el mismo contexto espiritual. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Al final de la frase el Autor agrega "R.Ch.V." {Sobre esta sigla vid com / 11}.

 «  446  »  Si eres tan miserable, ¿cómo te extraña que los demás tengan miserias?

Texto del Cuaderno VII, nº 1096, fechado en 30-XII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 498, 10a, 446, 637, 18, 180, 9}. El tenor literal del texto es idéntico al de C. En el impreso de Cuenca este punto no estaba situado en el presente cap, sino en el que allí se llamaba "Virtudes", que el Autor, al preparar el texto definitivo en Burgos, fraccionó y redistribuyó ampliamente (Vid IntrodGen). Ahora lo sitúa en el contexto del "juicio" interior sobre el prójimo: el conocimiento de las propias miserias debe ser disuasivo a la hora de "juzgar" a los demás. Detrás del texto se advierte el impacto sobre el Autor de la palabra de Jesús sobre la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio (Mt 7, 3)

 «  447  »  Después de ver en qué se emplean, ¡íntegras!, muchas vidas (lengua, lengua, lengua con todas sus consecuencias), me parece más necesario y más amable el silencio. –Y entiendo muy bien que pidas cuenta, Señor, de la palabra ociosa1

El Autor introduce ahora tres puntos de nueva elaboración. Con ellos pasamos de nuevo del "juicio" interior a la "palabra" exterior poco caritativa. Este primero es una octavilla Bl, trazo fino pero firme. Podría tal vez considerarse de la serie Lh, redactada en Honduras. El ansia de silencio es un tema que aparece en Honduras (vid epistolario del Autor) ante la cháchara continua de los refugiados. Escribe:
"¡Qué ganas tengo de escuchar el silencio!" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei, Madrid 21-IV-1937; EF 370421-1}.
San Juan de la Cruz había escrito: "¿Cómo te atreves a holgarte tan sin temor, pues has de parecer delante de Dios a dar cuenta de la menor palabra y pensamiento?" {Dichos de Luz y Amor, nº 94; BAC 15, 13ª ed, 1991, pg 158}.

 «  448  »  Es más fácil decir que hacer. –Tú..., que tienes esa lengua tajante –de hacha–, ¿has probado alguna vez, por casualidad siquiera, a hacer "bien" lo que, según tu "autorizada" opinión, hacen los otros menos bien?

Otra ficha de corte redaccional semejante a la anterior, con un tema que prolonga lo dicho en el p / 446. Texto sin interrelación documental conocida. Ahora es otra vía la que propone el Autor para ejercitarse en la comprensión de los demás. Ya no es la conciencia de la propia miseria, sino el exigirse en serio, personalmente, en aquello mismo que aparece como defecto de los demás, lo que nos hará prudentes en el juicio y en la expresión.
Vid p / 765  y com.

 «  449  »  Eso se llama: susurración, murmuración, trapisonda, enredo, chisme, cuento, insidia..., ¿calumnia?, ¿vileza?
–Es difícil que la "función de criterio", de quien no tiene por qué ejercitarla, no acabe en "faena de comadres".

La ficha pertenece a la serie Bl subserie Ber, de trazos muy finos. A mi parecer fue escrita, en su secuencia primera, en Vergara, predicando a los sacerdotes. El Autor había añadido, con la "tinta de Vergara", un párrafo complementario al guión que ya utilizó en los EjEsp de Vitoria {EjEsp, Plática "Espíritu de caridad", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 88}, que dice así:
"¿Una función de criterio o una labor de comadres? Murmuración, susurración, trapisonda, enredo, insidia..., ¿calumnia?: tirar piedras con los ojos vendados".
El esquema del punto de C se encuentra ya en el reverso del sobre en el que guardaba los esquemas de predicación de los EjEsp de Vergara a sacerdotes:
"crítica: ¿función de criterio o faena de comadres?" {Hay además un apunte en el 2º Cuadernillo-agenda de Burgos, que empezó a usar en torno a julio de 1938. En la hoja 11v (septiembre-octubre) se lee: "crítica / función de criterio / faena de comadres". En la misma hoja apuntó también una dirección: "D. Max. Yurramendi. Urbieta (Guipúzcoa)". La nota pudo ser hecha en Vitoria, septiembre}.
Después, en el mismo Vergara, escribió la "gaitica", que tiene el mismo trazo y dice así en su primera secuencia redaccional:
"Eso se llama: susurración, murmuración, trapisonda, enredo, insidia, ¿calumnia?, ¿vileza? –Es difícil que la 'función de criterio' no acabe en 'labor de comadres' ".
Este símil lo había ya utilizado en el retiro que predicó en Salamanca en enero de ese mismo año, y allí hay esta anotación:
"Para el final, la lengua: discreción, chismes, cuentos y enredos: ¿crítica? ¿función de criterio? ¡labor de comadres! –¡Callar!" {Retiro espiritual, Meditación "Espíritu de sacrificio", Salamanca 25-I-1938; guión nº 9; la cursiva es mía}.
Las dos palabras que he subrayado en ambos apuntes pasan como añadidos al texto definitivo de este punto (vid apcrít). Vid p / 455
En el verano de 1935 había dado una charla a un grupo de universitarios, cuyo guión se conserva y es como el fondo bíblico de lo que en este punto se dice con lenguaje desenfadado. El guión consta, exclusivamente, de estos cinco textos de la Sagrada Escritura:
" –Verba susurronis, quasi simplicia (Pr 26, 22)
–Susurro et bilinguis maledictus, multos enim turbabit pacem habentes (Si 28, 15)
–Susurro coinquinabit animam suam, et .. odietur (Si 21, 28)
–Hospitales invicem, sine murmuratione (1P 4, 9)
–Nolite murmurare in invicem (Jn 6, 43)" {AGP, sec A, leg 50-13, carp 4, exp 2}.

 «  450  »  ¡Cuánto duele a Dios y cuánto daña a muchas almas –y cuánto puede santificar a otras– la injusticia de los "justos"!

El Autor reconecta con el impreso de Cuenca en el lugar en que quedó interrumpido. Texto del Cuaderno VI, nº 831 {"muchas almas". En la primera redacción en el Cuaderno decía: "las almas"} , fechado en 28-IX-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 452, 132, 225, 450, 943, 14, 960}.
La "palabra" injusta es vista desde el sujeto que la padece: la injusticia de los "justos", la contradicción de los "buenos" (vid sobre el tema com / 695). Estos meses de 1932, por los textos de esas fechas que van saliendo, se ve que fueron muy penosos para el Autor, que iba acumulando dolor y experiencia.

 «  451  »  No queramos juzgar. –Cada uno ve la cosas desde su punto de vista... y con su entendimiento, bien limitado casi siempre, y oscuros o nebulosos, con tinieblas de apasionamiento, sus ojos, muchas veces.
Además, lo mismo que la de esos pintores modernistas, es la visión de ciertas personas tan subjetiva y tan enfermiza, que trazan unos rasgos arbitrarios asegurándonos que son nuestro retrato, nuestra conducta.
¡Qué poco valen los juicios de los hombres! –No juzguéis sin tamizar vuestro juicio en la oración.

Texto del Cuaderno V, nº 776, escrito en 12-VII-1932. El tenor literal del texto es idéntico al de C, excepto el último párrafo, que dice así:
"¡Qué poco valen los juicios de los hombres! Dios y yo. No juzguéis, sin tamizar vuestro juicio en la oración".
Tal vez sea este p / 451  el que está en el centro de este conjunto de consideraciones sobre "juicio" y "palabra" en el contexto de la caridad. El punto de partida es el mandato de Jesús según San Lucas: nolite iudicare. Desde el punto de vista de la historia concreta, no cabe duda de que el Beato Josemaría está exponiendo su experiencia al verse juzgado y criticado desde ópticas deformadas y, por supuesto, poco caritativas.
La conclusión es doble. La primera queda especialmente recalcada en la frase que hemos transcrito del V Cuaderno. El "¡Qué poco valen los juicios de los hombres!" es originariamente un pensamiento del Autor acerca de lo que se andaba diciendo de él, para animarse a no dar importancia a tanta palabra despectiva o falsa. Por eso agrega –esto es lo que no pasa al texto de C–: "Dios y yo". Es el "Deus et anima mea!" de Agustín y, sobre todo la doctrina de San Pablo, que hace eco a la de Jesús: "Lo que menos me importa es ser juzgado por vosotros... ¡Ni siquiera me juzgo a mí mismo!... Quien me juzga es el Señor" (1Co 4, 3 -4). Al prescindir de esas palabras en el texto de C, parece que Escrivá quiere evitar al lector la tentación de quedarse en mecanismos de autodefensa. El texto de C es una invitación a relativizar no sólo los juicios que hacen de nosotros, sino –quizá, ante todo– los que nosotros hacemos de los demás. Esos juicios que valen poco son "los de los hombres": por tanto, los nuestros... Aquí, la segunda conclusión, que es la más patente en el texto de C: si a pesar de todo hubiera que juzgar, el hogar propio de este juicio ha de ser la oración humilde ante Dios.
"No queramos juzgar". Sin duda gustaba al Autor este giro –inspirado en la Vulgata– para formular ciertos imperativos {Es abundante en C. "No quieras": 127, 590, 723, 870, 879. "No queramos": 451, 756; "No queráis": 67. Este último, citando previamente el texto latino ("nolite tangere Christos meos"), indica una voluntad explícita de traducirlo así, puesto que así no traducía ninguna versión de las que usaba}. Aparece menos tajante, más "participado" por el sujeto, que se siente más persuadido que imperado.
"Pintores modernistas". Subraya sin duda la vertiente subjetivista en pintura del fenómeno artístico del "modernismo" {Vid Juan Antonio Gaya Nuño, "Modernismo. IV. Arte", en GER, XVI (1972) pgs 137-39}. Vid com / 133

 «  452  »  Esfuérzate, si es preciso, en perdonar siempre a quienes te ofendan, desde el primer instante, ya que, por grande que sea el perjuicio o la ofensa que te hagan, más te ha perdonado Dios a ti.

Texto del Cuaderno VI, nº 827, fechado en 28-IX-1932, el mismo día que el p / 450  y otros cinco más {Vid nota a p / 450}.
El Autor da un nuevo paso respecto al punto anterior: no sólo que no nos alteren las palabras injustas, sino que surja inmediatamente el perdón:
"Me esforzaré, si es preciso, en perdonar siempre a quienes me ofendan, desde el primer instante, ya que por grande que sea el perjuicio o la ofensa que me hagan, más me ha perdonado Dios a mí".
En puntos anteriores se ha hablado de cómo Dios perdona al hombre (vid 262, 267, 309, 436). Ese perdón aparece ahora, como en la parábola de los dos deudores (Mt 18, 23 -35), como fundamento y exigencia del perdón fraterno entre los hombres, una de las enseñanzas más características de Jesús. Vid también en esta línea p / 689

 «  453  »  ¿Murmuras? –Pierdes, entonces, el buen espíritu y, si no aprendes a callar, cada palabra es un paso que te acerca a la puerta de salida de esa empresa apostólica en la que trabajas.

En la doctrina espiritual de Josemaría Escrivá –no sólo en C– es éste asunto central para la comprensión de la caridad cristiana. El Autor ya ha tratado del tema en los p / 445  y 449. El contexto de los tres puntos es siempre un grupo de hombres y mujeres unidos por el mismo ideal de Cristo y llamados, por tanto, a vivir la más delicada fraternidad. El Fundador se dirige a fieles del Opus Dei en las notas originarias (escritas en 19-III-1933, Cuaderno VI, nº 953 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 453, 796, 913, 860, 410}):
"¿Murmuras? Pierdes, entonces, el espíritu de la Obra y, si no aprendes a callar, cada palabra es un paso que te acerca a la puerta de salida".
Este punto es muy característico de la manera de redacción de C. Como ya se ha dicho, para el Autor las primeras cuartillas a velógrafo son como una extensión y una ayuda para la formación de la gente que entraba en contacto con el Opus Dei naciente. Pero el círculo se va agrandando y, sin dejar de tener ese origen redaccional, el Autor busca cada vez más una redacción independiente del inmediato contexto apostólico en el que se forjan esas notas. En este p / 453  es muy claro. La murmuración –se nos dice– hace perder "el buen espíritu". Pero en el Cuaderno y en las cuartillas a velógrafo lo que la murmuración arruina en el murmurador es "el espíritu de la Obra". Al pasar al texto impreso, el Autor escribe "nuestro espíritu", que tiene resonancias más plurales y abarcantes. En la edición definitiva, la evolución se ha completado y tenemos la lección actual: lo que se pierde por la murmuración es, sencillamente, "el buen espíritu", el espíritu de Cristo y de su Evangelio. La doctrina, que es universal desde el principio, adquiere formulaciones cada vez más adecuadas al fin del libro. También en C el Autor concreta de otra manera la "puerta de salida": no es la de la Obra, como en el velógrafo y en el Cuaderno, sino la de "la empresa apostólica en la que trabajas", sea la que sea: la murmuración arruina todo lo que es cristiano.
El tema de la murmuración reaparece un poco más abajo: p / 455  y se prolonga en 456 y 457.

 «  454  »  No juzguéis sin oír a las dos partes. –Muy fácilmente, aun las personas que se tienen por piadosas, se olvidan de esta norma de prudencia elemental.

Seguimos en el tema del "juicio", pero ahora ya no es –al menos directamente– el "juicio" interior, sino el deber de "juzgar" de los que tienen esa misión en el ejercicio de su trabajo o en una empresa apostólica. El criterio es fundamental y el Autor lo subraya por la frecuencia con que se omite. Texto del Cuaderno VI, nº 972, fechado en 1-IV-1933:
"No juzguéis sin oír a las dos partes. Esto parece sencillo, pero corrientemente nos olvidamos de ponerlo en práctica" {Ese mismo día escribió tres puntos de C: 339, 454, 839}.
El Beato Josemaría usaba, a este propósito, una expresión popular: "oír las dos campanas": es el criterio práctico que manifiesta las virtudes –prudencia, justicia, fortaleza– del que gobierna {"Cuando tenemos que informar, lo hemos de hacer después de tomar las precauciones humanamente razonables, oyendo las dos campanas, siempre en la presencia de Dios y dispuestos a rectificar" (Instrucción, 31-V-1936, nº 39). "Aun cuando son humanos el error y la precipitación, se evitan muchas equivocaciones, siguiendo la norma que antes os acabo de decir; y, sobre todo, escuchando a los interesados, oyendo todas las campanas: si no, la conciencia exige reparación" (ibidem, nº 45)}.

 «  455  »  ¿Sabes el daño que puedes ocasionar al tirar lejos una piedra si tienes los ojos vendados?
–Tampoco sabes el perjuicio que puedes producir, a veces grave, al lanzar frases de murmuración, que te parecen levísimas, porque tienes los ojos vendados por la desaprensión o por el acaloramiento.

Texto del Cuaderno VI, nº 1075, fechado en 6-XI-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 471, 552, 553, 455, 23, 290, 942}. El tenor literal del texto es idéntico al de C en la segunda frase. Para la primera vid apcrít.
Temática estrechamente próxima a la del p / 449. Vid com.

 «  456  »  Hacer crítica, destruir, no es difícil: el último peón de albañilería sabe hincar su herramienta en la piedra noble y bella de una catedral.
–Construir: ésta es la labor que requiere maestros.

Texto del Cuaderno VII, nº 1092, fechado en 24-XII-1933 {A continuación ese mismo día transcribió el futuro p / 247}. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Como se ve, en el libro y en el ambiente de la época la acepción más normal de "crítica" es la que vemos en este punto: "destruir". Es lo que el Autor llama en otro punto (443) "crítica negativa", que es una variante del "destruir".
Frente a ella se sitúa la "crítica positiva", que es a su vez un aspecto de una tarea que requiere maestros: "construir", como se dice en este punto, es decir, trabajar en serio, hacer obra útil y bella que, cuando es necesario, toma la forma de "crítica" ejercitada desde la "pericia" en la materia y realizada con espíritu de servicio, de colaboración, en última instancia de caridad fraterna: "ad aedificationem et non ad destructionem". Ésta es la crítica que el Autor aprecia, porque sin ella no se construye. En la relación interpersonal, la forma eminente –evangélica– de esta crítica constructiva, movida por la caridad, es la "corrección fraterna", en la que se habla cara a cara, a solas, con el interesado, y las cosas que debería corregir, se le dicen con afecto, sin humillar. Escribe el Autor en Surco, 907:
"[...] Y no me caigas tú en la murmuración, por un mal entendido derecho de réplica. Si has de hablar, sírvete de la corrección fraterna, como aconseja el Evangelio".
Bien entendido que ese hablar es muchas veces una importante responsabilidad cristiana:
"No descuides la práctica de la corrección fraterna, muestra clara de la virtud sobrenatural de la caridad. Cuesta; más cómodo es inhibirse; ¡más cómodo!, pero no es sobrenatural.
–Y de estas omisiones darás cuenta a Dios" {Forja, 146. Vid también 147, 566 y 641 y Amigos de Dios, 20, 69 y 175}.

 «  457  »  ¿Quién eres tú para juzgar el acierto del superior? –¿No ves que él tiene más elementos de juicio que tú; más experiencia; más rectos, sabios y desapasionados consejeros; y, sobre todo, más gracia, una gracia especial, gracia de estado, que es luz y ayuda poderosa de Dios?

Texto del Cuaderno VI, nº 1060, fechado en 11-X-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 614, 617, 457, 616, 618}. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Es éste el último punto procedente del impreso de Cuenca.
y con él se cierra la extensa sección que hemos llamado "juicio" interior y "palabra" exterior como atentados a la caridad. Ahora el "juicio" aparece modalizado por razón de la persona juzgada. El ámbito en que se mueve la relación humana subyacente a este punto no es, ante todo, el de la compleja vida social y profesional, sino el de las empresas apostólicas y por supuesto el de la Iglesia misma, con su estructura jerárquica.
Es evidente que el Autor no excluye que una persona concreta pueda tener nuevos "elementos de juicio" que ofrecer sencillamente a ese superior para ayudarle a perfilar e incluso rectificar su mandato. El "plus" de experiencia, no es de experiencia "personal" –de ésta puede tener más el que obedece–, sino la experiencia acumulada de la función y del cargo. Más todavía, el Autor cuenta con la realidad, no infrecuente, que describe en el p / 621  (vid). Todo esto es obvio. Pero el p / 457  va más allá; su mensaje –si nos situamos en el centro de la conciencia cristiana respecto de la Iglesia– es éste: los que tienen función de gobierno en la Iglesia tienen a la vez "una gracia especial, gracia de estado, que es luz y ayuda poderosa de Dios" en orden al discernimiento. Si esto se olvida, se arruina el vivir de la comunidad cristiana "organice exstructa", como dijo el Concilio Vaticano II {Lumen Gentium, 11/ a}. Es interesante leer este punto precedido del p / 617, que fue transcrito en el Cuaderno inmediatamente antes del que comentamos, formando ambos una misma secuencia redaccional.

 «  458  »  Esos choques con el egoísmo del mundo te harán estimar en más la caridad fraternal de los tuyos.

Comienza la última sección de este cap con textos de elaboración posterior al impreso de Cuenca: en Burgos o en la Legación de Honduras. El clima de estos puntos no es el del binomio "juicios" –"palabras", sino, presuponiéndolo, la "acción" caritativa y fraterna y el tesoro que es la fraternidad.
El texto está escrito sobre una octavilla con dorso en blanco y pluma de trazo fino. No obstante no parece de la serie Lh. Texto sin interrelación documental conocida.

 «  459  »  Tu caridad es... presuntuosa. –Desde lejos, atraes: tienes luz. - De cerca, repeles: te falta calor. –¡Qué lástima!

Ficha redactada en Burgos. El texto está escrito sobre una octavilla Bl, pluma de trazos fuertes. El punto está inspirado en una vieja caricatura japonesa, que Josemaría Escrivá contempló en su juventud y le quedó fuertemente grabada. Dejó constancia en su Cuaderno 4, 2-IX-1931, nº 259:
"Y voy a terminar: todo esto me recuerda cierta curiosa caricatura japonesa: el hombre práctico (el apostólico, diríamos aquí) coloca su único farol a poca altura, para alumbrar en la noche a su familia, que se entretiene y charla iluminada por la llama humilde: el hombre presuntuoso (el seudoapóstol) coloca la lámpara en lo alto de un palo de veinte metros, para que desde lejos piensen: ¡hermosa luz tienen allá arriba!: pero ni ilumina a los extraños, ni calienta el hogar de los suyos, a quienes además deja a oscuras. Jesús mío: que el apostolado fecundo de tus hijos de la Obra de Dios sea la consecuencia de la luz y calor superabundantes de sus almas y de sus hogares: que nuestro apostolado sea un apostolado sin paradojas" {Vid Forja, 1019, que es un extenso desarrollo –a partir del texto de los Apínt– de la idea de este punto de C}.
En una meditación de Vitoria se encuentra el apunte que pudo sugerirle la redacción del punto que comentamos:
"Caricatura japonesa: el hombre discreto y el hombre presuntuoso" {EjEsp, "Plática preparatoria", Vitoria 23-VIII-98; guión nº 97}.
En 30-V-1970, en un encuentro con mujeres en México, fue interrogado por este punto de C:
"Es que hay unas personas que efectivamente tienen una especie de efusión grande de religiosidad, que se ve –desde lejos atrae–, pero después se acerca uno a ellos y las obras no responden, están muy por debajo de aquella luz. –Te voy a contar que hace muchos, muchos años, vi una caricatura japonesa. ¿Hay aquí alguna japonesa? Pues en aquella caricatura había dos dibujos. En una decía: el hombre presuntuoso; y estaban alrededor de la mesa el papá, la mamá y una colección de niños con los ojillos hasta aquí [rasgados]), y en lo alto de una pértiga –¿pértiga se dice aquí?–, en lo alto de un palo de veinte metros, tenían puesta una luz, que no servía más que para llamar la atención. Decían: ahí está la familia de fulano, y la familia de fulano estaba a oscuras. En el otro dibujo ponía: el hombre prudente. En aquella otra familia estaba el papá, la mamá y una colección de críos, ¡bien!; y la luz estaba colocada en medio de la mesa, de modo que todos tenían luz y calor. ¿Has comprendido ahora? Esa que llama la atención y después no tiene obras, realmente tiene el corazón sin luz; por eso no tiene caridad, no tiene finura de amor con las almas. Ya me has entendido" {Notas de una tertulia, México 30-V-1970; AGP, sec A, leg 51; la cursiva es mía}.

 «  460  »  "Frater qui adjuvatur a fratre quasi civitas firma" –El hermano ayudado por su hermano es tan fuerte como una ciudad amurallada.
–Piensa un rato y decídete a vivir la fraternidad que siempre te recomiendo.

Octavilla Drv, con dorso autógrafo del Autor en el que se lee: "Temas de meditación". Pluma de trazos fuertes. Texto sin interrelación documental conocida. El versículo de los Proverbios conmovía al Beato Josemaría desde muchos años atrás. En su Cuaderno había escrito en 23-VI-1932, nº 760:
"Tengamos presentes estas palabras del libro de los Proverbios (Pr 18, 19): Cuando un hermano ayuda a otro hermano, ambos son como una ciudad muy fuerte".
El Fundador hizo poner en diversos Centros del Opus Dei, como motivo de decoración, reposteros con este lema: "Frater qui adjuvatur a fratre quasi civitas firma".

 «  461  »  Si no te veo practicar la bendita fraternidad, que de continuo te predico, te recordaré aquellas palabras entrañables de San Juan: "Filioli mei, non diligamus verbo neque lingua, sed opere et veritate" –Hijitos míos, no amemos con la palabra o con la lengua, sino con obras y de verdad.

Otra octavilla Bl de trazo fuerte. Dos anotaciones en sus guiones de predicación:
"Decir que sí con la lengua, que no con las obras..." {EjEsp, Plática "Perfección en las cosas pequeñas", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 107}.
"Filioli mei, non diligamus verbo neque lingua sed opere et veritate (1Jn 3, 18)" {EjEsp, Plática "Espíritu de caridad", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 88}.

 «  462  »  ¡Poder de la caridad! –Vuestra mutua flaqueza es también apoyo que os sostiene derechos en el cumplimiento del deber si vivís vuestra fraternidad bendita: como mutuamente se sostienen, apoyándose, los naipes.

Texto escrito sobre una octavilla Re. El símil sobre el que gravita el punto está anotado en una hoja suelta del Cuaderno de Honduras, sin numerar (Apínt, 1374):
"Consulado –legación –coche. Dos cartas se sostienen".
En la parte de abajo de la octavilla el Autor escribió: "(retocar)". Vid com / 312.

 «  463  »  Más que en "dar", la caridad está en "comprender". –Por eso busca una excusa para tu prójimo –las hay siempre–, si tienes el deber de juzgar.

Texto escrito sobre una octavilla de la serie Lh, con la grafía característica de Honduras. El Autor vuelve al tema "juicio" interior y al deber de juzgar, para subrayar de nuevo la doctrina que ya expuso en los p / 442  y 454. Con ocasión de este retorno, asienta una doctrina fundamental sobre la caridad del cristiano: más que en "dar" está en "comprender".
El apcrít pone de manifiesto un desarrollo del tema que no pasó al manuscrito ni al impreso. Con el texto no admitido, quería prevenir al lector de una cierta tentación rigorista, que podría llevar a pensar que la "comprensión" implicaba debilitamiento de la justicia y de la fortaleza. No, dice Escrivá:
"porque esta comprensión de la Caridad participa de la Prudencia y de la Templanza, virtudes hermanas de la Justicia y de la Fortaleza".
Pero le debió parecer que la afirmación tajante y clara tenía más fuerza que el intento de argumentación. El Autor, finalmente, tachó la frase.

 «  464  »  ¿Sabes que aquella persona está en peligro para su alma? –Desde lejos, con tu vida de unión, puedes serle ayuda eficaz. –¡Hala, pues!, y no te intranquilices.

Texto escrito sobre una octavilla de la subserie Ber. Es un punto que refleja el clima de "comunión de los santos", que se hizo especialmente vivo en torno al Beato Josemaría en los años de la guerra civil española. En este contexto subraya la oración y la "vida de unión" como expresiones del amor fraterno, que debe poner serenidad en el alma. Alguna de las experiencias vividas le servía para ilustrar su predicación a sacerdotes:
"Invocación: confianza (los dos a lo mismo), unión: vida sobrenatural, como fruto. Unos por otros: Comunión de los Santos: ejemplos: Teresa y Teresita y Mig... perdigones en los zapatos {No sé en qué acciones concretas de Santa Teresa y Santa Teresita podía estar pensando el Autor. –"Mig..." es un universitario que escribía al Beato Josemaría: "Ayer, pensando mortificarme por su pronta evasión, me eché perdigones dentro de las botas, pero no sé si}. Congregavit nos in unum Xti Amor".

 «  465  »  Esas desazones que sientes por tus hermanos me parecen bien: son prueba de vuestra mutua caridad. –Procura, sin embargo, que tus desazones no degeneren en inquietud.

Texto escrito sobre una octavilla de la serie Lh, que inculca, con distintas palabras, el mismo mensaje del punto anterior. Doctrina que había predicado al pequeño grupo de Honduras, cuando se veían bloqueados humanamente para "hacer" algo por los demás. Les exhortaba:
"A pensar en la Obra, a pensar en mis hermanos, pero con preocupación sobrenatural, sin desazones, sin excesos" {PredicHond, "Virtud de la obediencia", 8-VI-1937, pg 111s; XVII}.

 «  466  »  De ordinario, la gente es muy poco generosa con su dinero –me escribes–. Conversación, entusiasmos bulliciosos, promesas, planes. –A la hora del sacrificio, son pocos los que "arriman el hombro". Y, si dan, ha de ser con una diversión interpuesta –baile, tómbola, cine, velada– o anuncio y lista de donativos en la prensa.
–Triste es el cuadro, pero tiene excepciones: sé tú también de los que no dejan que su mano izquierda, cuando dan limosna, sepa lo que hace la derecha1

Texto escrito sobre una octavilla Re. Esta ficha forma con las dos siguientes (p / 467  y 468) una unidad redaccional: idénticos papel, tema, tinta y letra.
Escritos los tres puntos en diciembre 1938, la experiencia que reflejan es vieja y de ella, de una manera o de otra, podrían contar muchas cosas todos los santos. El Autor, en los años 1933-36, con ocasión de la modesta instalación de la Academia DYA, pudo comprobarlo muy a fondo. La estancia en Burgos fue también recia en la materia y es a la que responden los siguientes dos puntos {"Arrimar el hombro": "cooperar en un trabajo sin escatimar esfuerzo" (Moliner, I, pg 498)}.

 «  467  »  Libros. –Extendí la mano, como un pobrecito de Cristo, y pedí libros. ¡Libros!, que son alimento, para la inteligencia católica, apostólica y romana de muchos jóvenes universitarios.
–Extendí la mano, como un pobrecito de Cristo... ¡y me llevé cada chasco!
–¿Por qué no entienden, Jesús, la honda caridad cristiana de esa limosna, más eficaz que dar pan de buen trigo?

Texto escrito sobre una octavilla Re. Vid com / 466. El origen concreto de lo que aquí se dice está en el proyecto, que concibió el Autor en Burgos, de girar una invitación internacional a Universidades y entidades culturales del extranjero en petición de libros para reconstruir la biblioteca de la Residencia de Ferraz, destruida por los bombardeos y después saqueada. La "circular" iba avalada con la firma de diversos catedráticos e intelectuales, trabajosamente recabada {Ejemplares de la circular y correspondencia sobre el tema se conservan en AGP, sec A, leg 4, carp 2}. José María Albareda y Tomás Alvira, que se movían en estos círculos, fueron la ayuda principal del Autor en el proyecto, que se llevó a cabo con escasísimo resultado {Sobre el tema vid com / 40 y 820. Sobre la vocación universitaria del Autor de C y su amor a la Universidad, vid el volumen colectivo Josemaría Escrivá de Balaguer y la Universidad, Eunsa, Pamplona 1993, que incluye los textos y discursos universitarios de Escrivá y un conjunto de estudios sobre su pensamiento acerca de la Universidad. Vid especialmente el "Prólogo" de Álvaro del Portillo; Carmen Castillo, "Un ejemplo de espíritu universitario" (pgs 155-170); Francisco Ponz, "La Universidad al servicio de la persona" (pgs 197-224) y Leonardo Polo, "Universidad y sociedad" (pgs 187-196). El Autor de C sería un promotor de grandes empresas universitarias}.
Tanto Francisco Botella como Pedro Casciaro hablan del proyecto en sus memorias. Casciaro escribe:
"Para esto tuvo un buen aliado en Albareda. El Siervo de Dios acudió a diversos intelectuales amigos suyos para que le ayudaran a conseguir libros de estudio, preferentemente extranjeros. Pero, como él mismo dejó escrito, sufrió muchas decepciones (texto del p / 467). Al principio se preocupaba de dónde íbamos a poner el depósito de los libros que irían llegando; pero los libros no llegaron. Sólo recibimos unos cuantos en italiano, publicados por la Università Cattolica del Sacro Cuore, de Milán" {Pedro Casciaro, Relación testimonial, 26-VI-1979, Parte II, cap 2, pg 143}.
Francisco Botella por su parte anota:
"Le preocupaba [al Autor de C] la formación cultural, la necesidad de dar doctrina con una base honda. El primer enemigo es la ignorancia, nos repetía.
Hablaba con José María sobre la Universidad y la investigación. Nos decía que estudiásemos mucho [...]. Ahora, sin nada otra vez, pensó en hacer una petición de libros para rehacer la biblioteca de trabajo. Y se pusieron en marcha José María, Tomás Alvira –que no perdía el contacto con el Padre– y otros más. Pero no se consiguió nada. Escribió entonces aquel punto de Camino (p / 467)" {Francisco Botella, Relatos testimoniales, Madrid 1975-78, cap V, pg 50}.

 «  468  »  Eres excesivamente candoroso. –¡Que son pocos los que practican la caridad! –Que tener caridad no es dar ropa vieja o monedas de cobre.
–Y me cuentas tu caso y tu desilusión.
–Sólo se me ocurre esto: vamos tú y yo a dar y a darnos sin tacañería. Y evitaremos que quienes nos traten adquieran tu triste experiencia.

Texto escrito sobre una octavilla Re. Vid com / 466. Estamos ante la misma experiencia anterior, y la tentación del desánimo. Como siempre, el Autor levanta el espíritu de su interlocutor y sitúa la cuestión en su horizonte real, que es el de la entrega personal a Jesucristo.

 «  469  »  "Saludad a todos los santos. Todos los santos os saludan. A todos los santos que viven en Éfeso. A todos los santos en Cristo Jesús, que están en Filipos." –¿Verdad que es conmovedor ese apelativo –¡santos!– que empleaban los primeros fieles cristianos para denominarse entre sí?

–Aprende a tratar a tus hermanos.
Texto escrito sobre una octavilla Jef después de agosto de 1938. El punto es una acumulación de textos paulinos que conmovían especialmente al Autor, como él mismo dice. Del apelativo "santos", utilizado en aquellas primeras comunidades para designar a los fieles comunes y corrientes, el Autor concluía dos cosas: primera, que es la que aparece subrayada en el texto: la inmensa estima con que los cristianos hemos de tratarnos unos a otros; segunda, que aparece en los modelos redaccionales de este punto: que esos fieles corrientes están llamados por Dios a la santidad:
"Posibilidad de la perfección 'en el siglo': salutant vos omnes sancti (¡los fieles!)" {EjEsp, Plática "Vida sobrenatural y espíritu sacerdotal", Vergara 6-IX-1938; guión nº 82}.
"Necesidad de la perfección; los primeros cristianos se llamaban ¡santos!" {EjEsp, Plática "Vida sobrenatural", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 121. –Sobre el tema "primeros cristianos" en C vid com 971 y lugares allí señalados}.
Éste es el punto de cierre del cap "caridad". La raíz de la mutua caridad de los cristianos está en el amor de Dios que se ha derramado en nuestros corazones: en el mío y en el de los demás. Por eso, para el Autor, caridad y comunión de los santos son cara y cruz de una única realidad: la Iglesia, Cuerpo de Cristo.
El Autor entrecomilló –ya desde la octavilla– el conjunto de textos paulinos sobre los «santos» y formó con ellos como una sola cita bíblica. Vid apcrít.

 «  LOS MEDIOS  » 

Este cap, que ya estaba en Cec, cierra la que hemos llamado "Primera parte" de C. Era muy breve en el impreso de Cuenca: cinco consideraciones tomadas aquí y allá de los materiales precedentes (dos de los fascículos y tres del Cuaderno de Apínt). El cap comienza incorporando por su orden estos cinco puntos, a los que se agregan ahora las diecisiete octavillas procedentes de la Legación de Honduras y de Burgos. El tema tiene pues un gran desarrollo en la época de Burgos y en las penalidades de la guerra. Es un cap clave en la última redacción del libro.
"Los medios" es el título. Pero "medios" ¿para qué? No es una pregunta retórica. Porque de "medios" o pasos para avanzar en el camino hacia Cristo ha hablado detenidamente en la "Primera parte" del libro. En cierto sentido no ha hablado de otra cosa: oración, mortificación, trabajo. Si se lee atentamente el cap la respuesta es clara. El Autor habla ahora de los medios para "sacar adelante obras de celo" (p / 481), "las empresas de apostolado" (p / 471), "esa labor de almas" (p / 485) "tu empresa de apostolado" (p / 487). Los "medios" descritos en la "Primera parte" están en la base de este cap que la cierra y se despliegan en la tesis de fondo que aquí se sostiene: es Él quien actúa, nosotros somos sólo instrumentos. En el desarrollo de la última redacción adquiere, en efecto, una fuerte presencia el concepto de "instrumento": el cristiano, el apóstol, es sólo instrumento en las manos de Dios (p / 483-486, 488 y 491)
Es éste un cap fundamental para situar una de las líneas estructurantes de la espiritualidad del libro: el primado de la gracia, de la potencia de Dios a la hora de comprender la vida y la misión del cristiano. El punto primero es definitorio en este sentido. Los medios objetivos son "el Crucifijo y el Evangelio" (p / 470). Subjetivamente, el medio es "la fe viva y penetrante" (p / 489). La fe, a la que dedicará más adelante un cap, es la que pone al cristiano en las manos de Dios y le lleva a superar los obstáculos (p / 483  y 489). Dios y su gracia lo es todo en "tus empresas de apóstol" (p / 489)
Desde el punto de vista temático este cap guarda una estrecha relación con la "Tercera Parte" del libro, especialmente con los caps 43-45, a los que de alguna manera fundamenta. Sin embargo, al situarlo el Autor en esta posición de tránsito de la "Primera parte" a la "Segunda", en el centro del libro, subraya que la santidad a la que Dios nos llama es, siempre, llamada a una entrega apostólica, a "sacar adelante" los planes de Dios.

 «  470  »  Pero... ¿y los medios? –Son los mismos de Pedro y de Pablo, de Domingo y Francisco, de Ignacio y Javier: el Crucifijo y el Evangelio.
–¿Acaso te parecen pequeños?

Este punto primero refleja una historia que está muy documentada: un diálogo del Autor con un joven investigador a quien el Beato Josemaría describió el panorama apostólico del Opus Dei. Se llamaba Manuel Valdés y sería Catedrático de Patología Médica {Manuel Valdés Ruiz (1910), nació en Madrid. Catedrático de Medicina de la Universidad en Salamanca, y después en Valencia. Era amigo de José María González Barredo y por medio de él conoció al Fundador del Opus Dei. Después de la guerra el trato se hizo más esporádico y ocasional}.
La primera entrevista con Valdés había sido el 9 de octubre, como dice el Autor en el Cuaderno VI, nº 1058, anotación de 11-X-1933:
"Antes de ayer hablé con Valdés, amigo de José Mª Barredo. Espero".
La entrevista en la que se forja el punto de C tuvo lugar unos días después, el 20 de octubre. Disponemos de un relato escrito por José María González Barredo de aquella entrevista {José María González Barredo, Testimonio, Nueva York 25-V-1976; AGP, sec A, leg 100-26, carp 1, exp 13, pgs 4-5}. El Autor de C fue con Barredo a visitar a Valdés, que estaba enfermo de anginas muy potentes: "El Padre, si no recuerdo mal, se puso a la cabecera de la cama y yo me puse a los pies de la cama. El Padre empezó a hablarle de la Obra, y yo entonces me fui retirando un poco hacia la puerta, con la intención de despedirme de él para dejarle solo con el Padre. Pero Manuel, cuando se dio cuenta de que me iba a marchar, hizo un esfuerzo para decirme: José, no te vayas, con lo que quedó casi incapacitado para hablar. Me quedé y el Padre siguió hablándole. Entonces, como él no podía hablar, tomó un papel y escribió: Pero... ¿y los medios? El Padre, en el mismo papel, sin pararse a pensarlo le contestó escribiendo también: Son los mismos de Pedro y de Pablo, de Domingo y Francisco, de Ignacio y Xavier, el crucifijo y el Evangelio. ¿Acaso te parecen pequeños? Éste es el origen del p / 470 de C".
Al día siguiente, el Autor refleja en su Cuaderno (nº 1066, 21-X-1933) este nuevo encuentro:
"José Mª G. Barredo me ha presentado a Manolo Valdés, médico, pensionado en Alemania. Buen chico, ¡ojalá le conceda el Señor la gracia de la vocación! Valdés ve la O. y la siente, pero me preguntaba anoche: "¿y los medios?" Hoy, cuando le encomendaba en la Sta. Misa, me hizo ver mi Padre que debo mandarle nuestros medios, y, por José María, le enviaré con unas letras un Crucifijo y el Santo Evangelio. Veremos" {La cursiva es del original}.
Efectivamente, así lo hizo, acompañando ambos objetos con una tarjeta {Fotocopia en el AGP} , en la que se lee:
"José María Escrivá y Albás.
quedará muy agradecido a Manolo Valdés, si, como recuerdo de nuestras entrevistas y de nuestra amistad, acepta esos medios –"pero, ¿y los medios?"– que son los únicos para el Fin, y que tan buenos resultados dieron a Pedro y Pablo ... y a Domingo y Francisco ... y a Ignacio y Xavier. Encomiéndeme y reciba mi bendición. Madrid-21-oct-933".
La tarjeta, antes de echarla al correo, sirvió al Autor como "cuartilla", pues en el Cuaderno –dos o tres párrafos más abajo, siempre en 21 de octubre– transcribe cinco futuros puntos de C {Son: 795, 271, 59, 470, 434} , el cuarto de los cuales (nº 1068) es ya el que procede de la tarjeta, formulado ahora en su definitivo tenor literal:
"Pero... ¿y los medios? Son los mismos de Pedro y de Pablo, de Domingo y Francisco, de Ignacio y Xavier: el Crucifijo y el Evangelio... ¿Acaso te parecen pequeños?".
Como se ve, el punto de arranque del cap deja situado de manera inequívoca el tema de "los medios" para llevar adelante la misión cristiana en el mundo. El Autor va a lo radical; en los otros cuatro puntos que siguen, saca la consecuencia y relativiza de la manera más completa los "medios materiales".

 «  471  »  En las empresas de apostolado, está bien –es un deber– que consideres tus medios terrenos (2 + 2 = 4), pero no olvides ¡nunca! que has de contar, por fortuna, con otro sumando: Dios + 2 + 2.

Texto del Cuaderno VI, nº 1074, fechado en 6-XI-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 471, 552, 553, 455, 23, 290, 942}. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Parece como si el Autor siguiera –han pasado quince días– meditando la cuestión de "los medios", planteada por el futuro profesor de Patología, y el camino para mostrar a ciertas mentalidades formadas en el positivismo científico que el verdadero medio en las empresas sobrenaturales es la total confianza en Dios. En efecto, mientras prepara el original de Cec para la imprenta, el Autor escribe una Instrucción dirigida a los fieles del Opus Dei, en la que se refleja el clima de estos dos puntos de C:
"Las grandes cabezas. Son hombres serios, muchachos verdaderamente estudiosos, que quieren resolver con matemáticas los trabajos de apostolado.
Escuchan, meditan, se toman tiempo, y, al fin acabarán por preguntaros: pero... ¿y los medios?
No deis más contestación que ésta: los medios son los mismos de Pedro y de Pablo..., los de Domingo y Francisco..., los de Ignacio y Javier: el Crucifijo y el Evangelio. –Si después de eso no vienen, es que no hacen falta" {Instrucción, 1-IV-1934, nº 50-52; la cursiva es del original}.

 «  472  »  Sirve a tu Dios con rectitud, séle fiel... y no te preocupes de nada: porque es una gran verdad que "si buscas el reino de Dios y su justicia, Él te dará lo demás –lo material, los medios– por añadidura".

Aquí está la experiencia del Autor y de tantas almas que se han lanzado derechamente a cumplir la Voluntad de Dios. La falta de medios materiales no es el obstáculo. Texto del Cuaderno VI, nº 903, fechado en 5-I-1933 y precedido del futuro p / 19.
El texto debe ponerse en relación con p / 955, que señala el "enemigo imponente" que debemos temer. En ambos casos se apunta a lo mismo: no hay que temer a la escasez de medios materiales, o a "los enemigos de fuera.
Como se indica en el apcrít, la cita San Mateo ("quaerite ergo primum regnum Dei, et iustitiam eius: et omnia haec adicientur vobis") no es literal, aunque está entrecomillada ya en Apínt y en toda la historia de la redacción. Las pequeñas variantes –fundamentalmente el paso del plural al singular– y las glosas contribuyen a la intensidad parenética de la aplicación del texto a la situación descrita.

 «  473  »  Echa lejos de ti esa desesperanza que te produce el conocimiento de tu miseria. –Es verdad: por tu prestigio económico, eres un cero..., por tu prestigio social, otro cero..., y otro por tus virtudes, y otro por tu talento.
Pero, a la izquierda de esas negaciones, está Cristo... Y ¡qué cifra inconmensurable resulta!

Texto del Cuaderno VI, nº 1017, fechado en 1-VI-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 473, 798, 895}. Uno de los últimos que pasó al velógrafo antes de hacerlo al texto impreso:
"Echa lejos de ti esa desesperanza, que te produce el conocimiento de tu miseria. Es verdad: por tu prestigio económico {"por tu prestigio económico". Primera redacción en el Cuaderno, tachada: "económicamente"} eres un cero..., por tu prestigio social {El Autor, posteriormente añadió esta nota al margen: "mis padres habían contado cosas que daban a entender que eso no es así: sí era así, por lo que a mí se refiere". Esta anotación muestra cómo el Autor entendía este punto como autobiográfico} otro cero..., y otro por tus virtudes, y otro por tu talento... pero, a la derecha de esas negaciones está Cristo... y ¡qué cifra inconmensurable resulta!".
Santa Teresa de Lisieux tuvo, en el terreno de la salvación de las almas, una semejante vivencia del "cero", como se desprende de una de sus cartas al P. Roulland {"Yo bien poca cosa puedo hacer, o mejor, nada absolutamente, si estuviese sola. Lo que me consuela –dice la Santa– es que a vuestro lado puedo servir para algo; en efecto, el cero, por sí solo, no tiene valor, pero colocado junto a la unidad, se hace poderoso, ¡con tal, naturalmente, de que se ponga en el lugar debido ("qu ' il se mette du bon coté"), ¡detrás y no delante!..." (Carta 226, 9-V-1897, al P. Roulland; Teresa de Lisieux, Oeuvres complètes, Cerf 1992, pg 590; en castellano: Obras completas, Monte Carmelo 1996, pg 589)}. Josemaría Escrivá, sin embargo, no pudo haber conocido esta carta cuando escribió esta consideración {Sólo se publicó, como casi todo el epistolario de la Santa, muchos años después. Vid en Oeuvres complètes, Cerf 1992, la "Introduction aux lettres" (pgs 289ss). El primer investigador y editor de la correspondencia de Santa Teresita fue el historiador André Combes, cuyo texto de 1947 sirve de introducción a las cartas en Obras completas, Monte Carmelo 1994, pgs 331-343. Algunos fragmentos de esta carta al P. Roulland –pero no la zona que nos interesa– figuraban como "Lettre VIe" en La Bienheureuse Thérèse de l'Enfant Jésus, Histoire d'une âme, écrite par elle-même, Lisieux 1923, pgs 368-371 (traducción española: La Beata Teresita del Niño Jesús, Historia de un alma, escrita por ella misma, Convento de los Padres Carmelitas Descalzos de Tarragona, Barcelona 1923, carta VI, pgs 374-376)}. En cambio, teniendo en cuenta el gusto del Autor de C, desde su adolescencia, por los clásicos españoles, es muy posible que, en su lectura de los célebres Soliloquios de Lope de Vega, retuviera la idea de este par de estrofas del Sol. VII, que contienen in nuce el fondo de este p / 473. Es el alma la que se dirige a Cristo:
"Bien sé que soy de pobres labradores, | y grosera aldeana, | y que tu Majestad es soberana: | mas Tú, que te apocaste, | subiste mi valor cuando bajaste.
1 En la cuenta no vale nada el cero, | mas Tú, número santo, | puesto al principio, vengo a subir tanto, | que vienes a ensalzarme, | porque te humanas Tú para endiosarme" {Felix Lope de Vega, Soliloquios amorosos de un alma a Dios, Sol. VII / 2, estrofas 8ª y 9ª; Mª Antonia Sanz Cuadrado (ed.), Castilla, Madrid 1948, pg 148}.
1 La imagen de la que el Autor se sirve en este punto es la inversa del dicho popular: "ser un cero a la izquierda", que es lo mismo que "no tener ninguna influencia o no ser tenido en consideración en cierto asunto o lugar" {Moliner, I, pg 590; voz "cero"}. Por eso, no deja de ser divertido que en el texto del Cuaderno que hemos transcrito, el Autor (cfr apcrít) se equivocó al señalar la posición del cero respecto de Cristo –que quedaba a la derecha del cero– y así pasó a C. Lo rectificó en la 3ª edición.
2 Nótese el diferente contexto en el que escriben Teresa de Lisieux y Josemaría Escrivá: la unidad a la que Teresa –le petit zéro– se adhiere es el misionero P. Roulland; en C la unidad –el número santo– es Cristo, y mientras más "ceros" hay en la vida del apóstol, más grande es la cifra.

 «  474  »  Que eres... nadie. –Que otros han levantado y levantan ahora maravillas de organización, de prensa, de propaganda. –¿Que tienen todos los medios, mientras tú no tienes ninguno?... Bien: acuérdate de Ignacio:
Ignorante, entre los doctores de Alcalá. –Pobre, pobrísimo, entre los estudiantes de París. –Perseguido, calumniado.
Es el camino: ama y cree y ¡sufre!: tu Amor y tu Fe y tu Cruz son los medios infalibles para poner por obra y para eternizar las ansias de apostolado que llevas en tu corazón.

Texto del Cuaderno VI, nº 878, fechado en 24-XI-1932. Ese mismo día transcribió ocho futuros puntos de C {Son: 66, 74, 04, 735, 421, 837, 816, 474}. El texto tiene pequeñas variantes respecto del de C; vid apcrít.
El contexto inmediato de este punto es la sazón en que el Opus Dei se encontraba en aquellos momentos. El Fundador, que hasta entonces había reclutado a sus primeros seguidores en el Opus Dei a través de su apostolado de sacerdote –amistad personal, dirección espiritual–, veía ya necesario, para multiplicar la labor apostólica, iniciar unas "actividades" de formación que llegaran a más gente, lo que implicaba disponer de algún instrumento material –una Residencia de estudiantes, una Academia universitaria, etc.– y por tanto, medios económicos, de los que carecía por completo {Vázquez de Prada, I, pgs 474-484}. A la vez, comienzan a brotar las primeras manifestaciones de la contradicción de los "buenos" (vid com / 695). Los círculos de San Rafael {"Círculos de San Rafael". Así llamaba el Autor a las clases de formación, sesiones familiares de formación cristiana –predominantemente de contenido espiritual y práctico– que daba a la gente joven} , que es el corazón del apostolado del Opus Dei con la juventud, comenzaron unos meses después en una habitación del Asilo Porta Coeli... {Un estudiante de Odontología, asistente a esos círculos, escribía en el verano del 34: "En las horas de aburrimiento, que son muchas, me acuerdo de aquellas del Asilo [Porta Caeli], de las mejores que he pasado en Madrid; de allí siempre salí tranquilo y contento" (Carta de Eloy González Obeso a Josemaría Escrivá, Reinosa 16-VII-1934; AGP, sec E, carp 220)} En estas circunstancias el Autor escribió el punto que comentamos.
El ejemplo histórico de Ignacio de Loyola fue siempre un gran consuelo para el Autor, especialmente en aquellos años primeros de la fundación del Opus Dei. Estando en la Legación de Honduras predicaba sobre el tema "Non est abbreviata manus Domini" y se preguntaba quién iba a ser el hombre que haría frente al oleaje del protestantismo. Y responde:
"Pues ese pobre cojo, Ignacio, el hombre del saco. Al principio no entiende la llamada del Señor. Somete su pierna estropeada a una operación dolorosa que le devuelva su forma primitiva; una operación de cirugía estética, diríamos hoy. Pero después, ya va comprendiendo: desiste de ir a la corte del emperador y arde en deseos de adquirir ciencia para servir así a Jesucristo. Son los años de Manresa, de Barcelona, de Alcalá, de Salamanca, y luego de París. Y la labor con un pequeño grupo de hombres jóvenes, que le abandonan, como le abandonan los que habiéndole dado su promesa de regresar, no vuelven ya a París, después de haber ido a vivir a sus casas. ¡El apego a la familia, la sensualidad que ata a los que tienen la misma sangre! Por tercera vez, uno a uno, va formando a los que han de ser la base de la Compañía; Javier, el sabio orgulloso, se transforma en Javier el humilde. Ya está en marcha una orden religiosa, que dura hasta nuestros días y que ha de durar, sin duda, hasta el final de los tiempos" {PredicHond, "Non est abbreviata manus Domini", 26-VII-1937, pg 230; XXXVII; la cursiva es del original. Sobre Ignacio y su naciente Compañía vid Pedro de Ribadeneira, Vida de San Ignacio de Loyola, lib II, cap 4; Madrid 1942, pg 118; y Ricardo García-Villoslada, San Ignacio de Loyola: nueva biografía, BAC maior 28, Madrid 1986}.
El Autor siempre tuvo como paradigma de sus propuestas el modelo de los santos, en los que ve "el Amor, la Fe y la Cruz", que constituyen el camino. La meditación de Honduras continúa hablando de Teresa de Jesús, otra de "los grandes" a los que amaba y admiraba el Autor:
"Pero no es sólo Ignacio; una mujer, Teresa, va fundando en España, como ella dice, sus palomarcicos {Los conventos que iba fundando: palomarcitos. Vid Fundaciones, cap 4, 5; BAC 212, 8ª ed, Madrid 1986, pg 687} , que hoy llamaríamos dinamos sobrenaturales, generadores de vida espiritual intensa. ¡Qué contradicciones caen sobre ella! La acusan de ser una mujer andariega y mala monja. Teresa lo soporta todo reciamente y aun se entretiene, con mucho amor de Dios, en motejar con apodos a los que la combaten. Sobre su orden, como sobre la de Ignacio, se desata toda la saña de la hipocresía religiosa" {PredicHond, "Non est abbreviata manus Domini", 26-VII-1937, pg 230; XXXVII; la cursiva es del original}.
Cobra especial interés esta frecuente referencia de C a estos santos, sobre todo si se tiene en cuenta que son exponentes eximios del "estado religiosos y que el "estilo de vida" que, ya desde entonces, proponía Josemaría Escrivá a su alrededor, se inscribe en el horizonte secular de la santificación de la vida civil –profesional, familiar, social y política–, tan diverso de la vida religiosa y de convento. Esa devoción y comunión del Autor con los grandes santos de la tradición ayuda a comprender la unidad de todos los cristianos, el tesoro común del Cristianismo –"el Amor, la Fe y la Cruz"–, cualquiera que sea el estado y el modo de seguir a Jesucristo, tan diversos en la pluralidad de la Iglesia.

 «  475  »  Te reconoces miserable. Y lo eres. –A pesar de todo –más aún: por eso– te buscó Dios.
–Siempre emplea instrumentos desproporcionados: para que se vea que la "obra" es suya.
–A ti sólo te pide docilidad.

Comienza con este punto la parte del cap –la más extensa– cuyos textos proceden de la reelaboración hecha en Burgos.
Texto escrito sobre una octavilla Re, lo mismo que las seis fichas siguientes (p / 476 -481), todas ellas con idénticas características. Escritas en Burgos, hacia finales de 1938
El tenor literal del texto de esta octavilla es idéntico al de C (vid apcrít).
Quizá pueda considerarse este p / 475 emblemático de la doctrina del Autor acerca de "los medios", que es radicalmente teocéntrica y desnudamente evangélica. Juan Crisóstomo la expresaba así: "Y es que el poder de Dios se hará visible sobre todo cuando con medios ruines realice cosas grandes" {San Juan Crisóstomo, Homilías sobre la segunda Carta a los Corintios, 8, 3; PG 61, 457s}.

 «  476  »  Cuando te "entregues" a Dios no habrá dificultad que pueda remover tu optimismo.

Texto escrito sobre una octavilla Re. La ficha es posterior a 9-I-1939, fecha de la carta en la que se lee:
"Ved, pues, cómo con vuestro entregamiento no hay dificultad que pueda remover nuestro optimismo" {Carta circular de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei, Burgos 9-I-1939; EF 390109-1}.
Vid p / 40 y p / 378, que junto al que comentamos contienen la "teología del optimismo cristiano" que propone el Autor. El p / 476  prolonga la consideración de la fe como raíz del optimismo, subrayada en el p / 378, haciendo notar que él habla de esa "fe viva y operativa " (p / 317), que lleva a la "entrega". Se trata de la fe que fundamenta la esperanza: vid p / 582.

 «  477  »  ¿Por qué dejas esos rincones en tu corazón? –Mientras no te des tú del todo, es inútil que pretendas llevarle a otro.
–Pobre instrumento eres.

Texto escrito sobre una octavilla Re. Un apunte de una meditación de Vitoria pudo sugerir el tema:
"Los que son llamados por El, como instrumentos suyos en llamar a otros [gracia o gancho]" {EjEsp, Meditación "Rey temporal", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 105}.
Vid p / 145y cap "Corazón".

 «  478  »  ¿Pero, ¡a estas alturas!, va a resultar que necesitas la aprobación, el calor, los consuelos de los poderosos, para seguir haciendo lo que Dios quiere?
–Los poderosos suelen ser volubles, y tú has de ser constante. Sé agradecido, si te ayudan. Y continúa, imperturbable, si te desprecian.

Texto escrito sobre una octavilla Re. No hay interrelación documental conocida. El punto forma una unidad temática con el siguiente: los «poderosos» y los «prudentes» como tentación en el seguimiento de Cristo.

 «  479  »  No hagas caso. –Siempre los "prudentes" han llamado locuras a las obras de Dios.
–¡Adelante, audacia!

Texto escrito sobre una octavilla Re. No hay interrelación documental conocida. El texto guarda un cierto paralelismo con los p / 14 y 650. El Autor parece recordar cómo tuvo que sufrir a los "prudentes" con ocasión de montar la Academia DYA y la Residencia universitaria de Ferraz, que fueron las primeras actividades corporativas del Opus Dei {"El lema ' Dios y Audacia ' constituyó la piedra de toque que deslindaba a quienes estaban dispuestos a seguir a don Josemaría, de aquellos otros que calificaban de imprudentes sus aventuras apostólicas" (Vázquez de Prada, I, pg 536). Vid ibidem pgs 534-538}. El texto se inscribe en la constante meditación de Escrivá sobre el lema "¡Dios y audacia!"; vid p / 11 y com / 401.

 «  480  »  ¿Ves? Un hilo y otro y muchos, bien trenzados, forman esa maroma capaz de alzar pesos enormes.
–Tú y tus hermanos, unidas vuestras voluntades para cumplir la de Dios, seréis capaces de superar todos los obstáculos.

Texto escrito sobre una octavilla Re. El punto, en su segunda parte, parece una reelaboración de este párrafo de una carta del Autor a Ricardo Fernández Vallespín (vid apcrít):
"No sé si te sucederá como a mí: veo claramente que, si todos tus hermanos están dispuestos a todo, bien unidos a tu Padre, no hay obstáculo que no venzan. Por ahí, por ahí puedes meterte con todos" {Carta de Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Burgos 27-III-1938; EF 380327-2}.

 «  481  »  Cuando sólo se busca a Dios, bien se puede poner en práctica, para sacar adelante obras de celo, aquel principio que asentaba un buen amigo nuestro: "Se gasta lo que se deba, aunque se deba lo que se gaste".

Texto escrito sobre una octavilla Re. Pudo actuar como recordatorio esta anotación de la predicación en Vitoria:
"El dinero y las obras de celo. La pobreza, señal de predilección de Dios. Gastar lo que se deba, aunque se deba lo que se gaste" {EjEsp, Plática "Espíritu de pobreza", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 108}.
¿Quien es este amigo bueno al que alude el Autor? No hay apenas datos: en la octavilla llamó a esta persona, primero, "un varón santo". Lo tachó y puso: "un hombre de Dios". Finalmente quedó el texto actual: "un buen amigo nuestro". ¿Podría ser el beato Pedro Poveda? Vid com a punto siguiente. Ambos tenían una santa amistad sacerdotal en la época en que Josemaría Escrivá se "lanzó" a poner la Academia DYA sin tener medio alguno. Vid com / 474. Podría ser también una forma discreta de referirse a sí mismo, pero las variantes del apcrít excluyen esta interpretación. El ingeniero Manuel Pérez Sánchez, que vivió intensamente en 1934 el traslado de la Academia DYA desde Luchana 33 a Ferraz 50, ha escrito recordando aquella penuria: "El Padre, en aquellos momentos de apuro económico, decía que teníamos que hacer humanamente lo que pudiésemos, 'pero tener plena confianza en la Divina Providencia, pues siendo la Obra cosa querida por Dios, no faltará su ayuda. Cuando se trata de dar gloria a Dios se gasta lo que se debe, aunque se deba lo que se gaste' " {Manuel Pérez Sánchez, Testimonio, 1976; AGP sec. A, leg.100-45, carp 1. –Manuel Pérez Sánchez (1905), natural de Herrera de Ibio (Santander), Ingeniero de Caminos. Conoció al Beato Josemaría en la Academia DYA, de la calle de Luchana, comenzando desde entonces a dirigirse con el Fundador del Opus Dei, hasta la guerra. Cuando ésta comenzó, le sorprendió en la zona "nacional" y no reestableció el contacto con el Beato Josemaría hasta 1938, en Burgos. Pertenece al Opus Dei desde 1948}.

 «  482  »  ¿Qué importa que tengas en contra al mundo entero con todos sus poderes? Tú... ¡adelante!
–Repite las palabras del salmo: "El Señor es mi luz y mi salud, ¿a quién temeré?... 'Si consistant adversum me castra, non timebit cor meum' –Aunque me vea cercado de enemigos, no flaqueará mi corazón."

Texto escrito sobre una media cuartilla Drv {En el dorso se lee, escrita a máquina, a manera de un título, esta media frase: "ra el cuerpo"}. Este doble versículo del salmo 26 conmovía especialmente al Fundador del Opus Dei, que lo introdujo ya en los primeros años treinta en la oración-invocación cotidiana que dispuso que rezaran los fieles del Opus Dei. En la Legación de Honduras predicaba:
"Esta consideración nos anima a pensar en la Iglesia triunfante. Recuerdo con gran consuelo una conversación que mantuve con un gran santo; lo asesinaron en julio del año pasado, cuando se hallaba sazonado, preparado para ir al encuentro del Amor, pues había escrito todo el libro de su vida, desde el principio hasta el fin, con letras de oro {Se refiere al Beato Pedro Poveda (vid IntrodGen § 7, nt 20), fundador de la Institución Teresiana, buen amigo suyo a pesar de la diferencia de edad que existía entre los dos sacerdotes. Se encontraron, por última vez, pocos días antes del comienzo de la guerra civil (vid com / 292 nota 40). Asesinado en Madrid, por odio a la religión, el 28-VII-1936, ha sido beatificado por el Santo Padre Juan Pablo II, el 10-X-1993}.
Ya sabes, Señor, que yo tampoco tengo más Amor que el tuyo, que no deseo atarme a los amores de la tierra, que se derriten como cera puesta al sol. Hablábamos de la posibilidad de sufrir martirio. Le dije que no me asusta la muerte: que la aceptaría gustoso cuándo, dónde y cómo quisiera el Señor mandármela, pero que sentiría abandonaros. Y continué afirmando, mientras él asentía, que los afectos santos de la tierra se conservan en el Cielo: allí podremos pedir por las personas a las que quisimos aquí abajo.
¿Veis que no estamos solos? Como los primeros fieles en la quietud de las catacumbas romanas, podemos clamar: Dominus illuminatio mea et salus mea, quem timebo? (Sal 27, 1) el Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? Sólo así podemos explicarnos las hazañas, verdaderamente recias, que llevaron a cabo aquellos primeros cristianos" {PredicHond, "La Comunión de los Santos", 8-IV-1937, pg 32; III. Sobre "primeros cristianos" y catacumbas vid Ludwig Hertling-Engelbert Kirschbaum, Le catacombe romane nei loro martiri, Roma 1949, pg 7; Bernardino Llorca, Historia de la Iglesia Católica, I. Edad Antigua, BAC 54, 2ª ed, Madrid 1955, pg 292: "Los ejemplos de los grandes atletas cristianos, recordados junto a su tumba y tal vez en alguna de las capillas o criptas de las catacumbas de al lado o en presencia de sus reliquias, poseían la virtud de enardecer a aquellos hombres, sobre los cuales pendía siempre la espada de la persecución". –Sobre el tema "primeros cristianos" en C vid com / 971 y lugares allí señalados}.

 «  483  »  ¡Ánimo! Tú... puedes. –¿Ves lo que hizo la gracia de Dios con aquel Pedro dormilón, negador y cobarde..., con aquel Pablo perseguidor, odiador y pertinaz?

Texto escrito sobre una octavilla Bl, de tamaño inferior al normal. Está en clara relación con este texto de la meditación predicada a los Propagandistas el día de San Pedro en Burgos, 1938 (vid com / 104):
"¿Cómo eran Pedro y Pablo? Antes de su vocación y aún durante su vocación [...] ¡Señor, que aprenda a orar! Pedro, dormilón; Pedro, negador; Pedro, cobarde. Pablo, perseguidor; Pablo, odiador; Pablo, pertinaz" {Plática "Pedro y Pablo, instrumentos", predicada a los Propagandistas, Burgos 29-VI-1938; guión nº 81}.
Con dos series de tres adjetivos cada una el Autor transmite el testimonio bíblico acerca de lo que Pedro y Pablo eran por sí mismos.
Odiador". Parece ser un neologismo del Autor, no admitido en el DRAE. Entiendo que el Autor construye la palabra, ya en el guión de predicación, en paralelismo fonético con "negador" y "perseguidor". En los corpus de la Academia Española de la Lengua para literatura anterior al año 80 se registra precisamente C, edición de 1939, como único testigo {En los años recientes, siempre según la Academia, se encuentran ya otros testimonios del uso de "odiador": concretamente en José Jiménez Lozano, El grano de maíz rojo, Anthropos, Barcelona 1988, y en Julián Marías, España inteligible, Alianza Universidad, Madrid 1985, pg 299: "Voltaire –dice Marías– [...], gran odiador y poseído de obsesión contra la Iglesia católica").} de esta palabra.
Pedro y Pablo son figuras emblemáticas en C: vid p / 470  y 925.

 «  484  »  Sé instrumento: de oro o de acero, de platino o de hierro..., grande o chico, delicado o tosco.
–Todos son útiles: cada uno tiene su misión propia. Como en lo material: ¿quién se atreverá a decir que es menos útil el serrucho del carpintero que las pinzas del cirujano?
–Tu deber es ser instrumento.

De nuevo una octavilla Bl, de tamaño inferior al normal. Está en clara relación con este texto de la meditación predicada a los Propagandistas el día de San Pedro en Burgos, 1938 (vid com / 104):
"Pedro y Pablo, instrumentos; yo, instrumento. –De oro, de platino... de acero, de hierro: grandes, chicos; toscos, muy delicados... ¡todos útiles!" {Plática "Pedro y Pablo, instrumentos", predicada a los Propagandistas, Burgos 29-VI-1938; guión nº 81}.
El tema del cristiano como "instrumento" en las manos de Dios es continuo: en C –vid supra p / 475  y 477– y, en general, en el Beato Josemaría, que predicaba, por ej, en Honduras:
"Jesucristo parece responder a semejantes reflexiones: [...] Yo necesito de toda clase de instrumentos. En mi labor, infinitamente amplia y variada, se requieren desde la herramienta grande, dura, tosca, hasta la más fina y delicada. Se emplea cada una a su tiempo, del modo que conviene. A veces, en mi taller, es necesario desbastar un tronco, para transformarlo en tablón; me sería inútil una lima de joyero o unas pinzas de platino y, en cambio, viene bien un serrucho fuerte, de dientes firmes. En otros momentos, hay que componer un reloj, y necesito un destornillador finísimo, una lente, ruedas muy delicadas; ¿de qué me serviría un azadón, una pala, o un martillo grande? Cada instrumento a su tiempo, para su labor" {PredicHond, "Instrumentos de Jesucristo", 4-VII-1937, pg 180; XXIX}.
En la predicación de Vitoria, como antes a los Propagandistas, el tema continúa:
"Todos buenos instrumentos: mejor o peor metal: grandes, pequeños: fuertes o sutiles..." {EjEsp, Plática "Espíritu de obediencia", Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 122}.
Mientras el libro entraba en la imprenta, Josemaría Escrivá enviaba esta nota de dirección espiritual a Lola Fisac, una hija suya que se encontraba en Daimiel:
"Jesús te guarde. Quédate tranquila: vas bien. ¡Sobre la nada edifica siempre el Señor! Todos los instrumentos le hacen falta: desde el serrucho del carpintero a las pinzas del cirujano. ¡Qué más da! La "gracia" está en dejarse "emplear". Frío o fervor: lo interesante es que la voluntad "quiera": es –debe ser– para ti indiferente el fervor o el frío. Te bendigo. Mariano" {Nota del Autor a Lola Fisac, Madrid 19-VI-1939; EF 390619-1. –María Dolores Fisac Serna (1907), nació en Daimiel (Ciudad Real). Conoció al Autor por carta en 1937, por ser la intermediaria en la correspondencia que se cruzaban el Fundador del Opus Dei, refugiado en la Legación de Honduras, con su hermano Miguel, que estaba escondido en Daimiel. Se incorporó entonces al Opus Dei. Al acabar la guerra conoció personalmente al Beato Josemaría, cuando éste se presentó en Daimiel para saludar a la familia y agradecer la ayuda prestada durante la guerra}.
En 1966, un redactor de Le Figaro, entrevistando al Autor de C, se interesó por el sentido de la afirmación contenida en este punto: "Tu deber es ser instrumento". Vid en Conversaciones, 36  la respuesta, de la que son estas palabras:
"Pretende [C] ser un libro que lleva a tratar y a amar a Dios y a servir a todos. A ser instrumento, ésa era su pregunta, como el Apóstol Pablo quería serlo de Cristo. Instrumento libre y responsable: los que quieren ver en sus páginas una finalidad temporal, se engañan. No olvide que es corriente, en los autores espirituales de todos los tiempos, ver a las almas como instrumentos en las manos de Dios" {Entrevista realizada por Jacques Guillemé-Brûlon y publicada en Le Figaro (París), el 16-V-1966. Texto en Conversaciones, 36}.

 «  485  »  Bien. ¿Y qué? –No entiendo cómo te puedes retraer de esa labor de almas –si no es por oculta soberbia: te crees perfecto–, porque el fuego de Dios que te atrajo, además de la luz y del calor que te entusiasman, dé a veces el humo de la flaqueza de los instrumentos.

Octavilla Bl, de tamaño normal. También parece en relación con la meditación predicada a los Propagandistas el día de San Pedro en Burgos, 1938 (vid com / 104), aunque propiamente no puede señalarse interrelación documental.

 «  486  »  Trabajo... hay. –Los instrumentos no pueden estar mohosos. –Normas hay también para evitar el moho y la herrumbre. –Basta ponerlas en práctica.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, de tamaño normal, con rasgos fuertes y claros. La octavilla parece escrita a partir de esta carta a Ricardo Fernández Vallespín:
"Del negocio {El desarrollo del Opus Dei} pienso con gran optimismo: va a haber mucho trabajo. Por eso, los instrumentos no pueden estar mohosos... Normas hay, que evitan el moho y la herrumbre. –Basta ponerlas en práctica" {Carta de Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Burgos 10-X-1938; EF 381010-3}.
En la meditación a los Propagandistas del día de San Pedro en Burgos, 1938 (vid com / 104) ya se tocaba el tema:
"Los instrumentos que no se usan... Se forma orín. Limpieza y engrase" {Plática "Pedro y Pablo, instrumentos", predicada a los Propagandistas, Burgos 29-VI-1938; guión nº 81}.
"Normas hay...". Pienso que se refiere al conjunto de vida sacramental y de prácticas de piedad que solía recomendar para el "plan de vida". Vid p / 76 -79, 307, 375.

 «  487  »  No te desvele el conflicto económico que se avecina a tu empresa de apostolado. –Aumenta la confianza en Dios, haz humanamente lo que puedas, y ¡verás qué pronto el dinero deja de ser conflicto!

Texto escrito sobre una octavilla Bl, de tamaño normal, con rasgos fuertes y claros. La octavilla parece escrita a partir de esta carta a Ricardo Fernández Vallespín:
"El conflicto económico {Se refiere el Autor a los graves problemas que les esperaban al entrar en Madrid, con la Residencia de Ferraz destruida y con el plan inmediato de montar otra nueva. Vallespín había sido el Director de Ferraz} es cosa objetiva e inmediata. Sin perderme tu paz, pide luces, y piensa despacio y anota, cuando veas algo. Si comprendes que puedo yo hacer gestión práctica ahora, dímelo" {Carta de Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Burgos, 27-III-1938; EF 380327-2}.
Unos días después escribía a Juan Jiménez Vargas:
"Creo que ya te hablé de este asunto. Por si acaso, insistiré: piensa que no es posible esconder la cabeza bajo el ala y no enfrentarse, desde ahora, con los conflictos que nuestra familia va a encontrar en cuanto se tome Madrid. Tú sabes que el económico no me ha desvelado jamás. ¡D. Manuel! {Dios Nuestro Señor, en el lenguaje velado de las cartas de entonces}. Sin embargo, hay que pensar en él" {Carta de Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, Burgos 6-IV-1938; EF 380406-2}.

 «  488  »  No dejes de hacer las cosas por falta de instrumentos: se comienza como se puede. –Después, la función crea el órgano. Algunos, que no valían, resultan aptos. Con los demás se hace una operación quirúrgica, aunque duela –¡buenos "operadores" fueron los santos!– , y se sigue adelante.

Otra octavilla Bl, de tamaño normal, con rasgos fuertes y claros. La octavilla parece redactada a partir de esta carta del Autor a Juan Jiménez Vargas, escrita, en tono coloquial y jocoso, poco después de la citada en com / 487:
"+ Jesús te me guarde. Perdona, querido Juanito, que te escriba en esta cuartilla, que de veras es pringosa. Pero, no tengo otra a mano; y ya sabes que las cosas todas –hasta las más grandes– se comienzan como se puede. Después, como la necesidad, la función crea el órgano (Don Bosco: los echo al agua, y ellos nadan), algunos, que no valían, resultan aptos. Con los demás se hace una operación quirúrgica –¡aunque duela!– y se sigue adelante. ¿Estás conforme, bandido? Mira, por dónde, un papel... gorrino nos alzó a filosofías interesantísimas de formación de... instrumentos" {Carta de Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, Burgos 6-IV-1938; EF 380406-2}.

 «  489  »  Fe viva y penetrante. Como la fe de Pedro. –Cuando la tengas –lo ha dicho Él– apartarás los montes, los obstáculos, humanamente insuperables, que se opongan a tus empresas de apóstol.

Texto escrito sobre la octavilla 2 de la serie Lhz, procedente de Honduras. El Autor se refiere de manera inmediata al pasaje de San Marcos (Mc 11, 23) sobre la fe que mueve montañas. Sobre esta base, todo este punto es un desarrollo, a partir de la fe de Pedro, del tema "inter medium montium pertransibunt aquae", de tanta resonancia en el alma del Autor (vid com / 12). En 19-II-1932 escribía:
"Habrá obstáculos que podrán parecer insuperables mas 'inter medium montium pertransibunt aquae', ¡los venceremos!" {Del escrito que el Autor envió a don Pedro Cantero en 19-II-1932 (AGP, sec A, leg 50-2, carp 9, exp 3), explicándole los fines y el significado del Opus Dei. Vid com / 11}.
Una nota de su predicación de 1935:
"Fe viva. Pedro" {EjEsp , Plática "La fe", Madrid, Residencia de Ferraz, diciembre de 1935; guión nº 61}.
Vid otras anotaciones en com / 12. Desde Honduras escribía a Pedro Casciaro:
"Ya Don Manuel, otras veces, me enseñó bastante filosofía. Por ejemplo, recuerdo que, ante los inevitables obstáculos y resistencias que, para todo lo grande, se encuentran en la vida, me dio una receta estupenda. "¿No ves –vino a decirme– que, para resolver ese inconveniente, has pegado tus narices al paredón que cierra el camino..., y miras con tus ojos de carne sus entrañas de barro y piedra? ¡Claro!: te parece poco menos alto que la torre de Babel: insuperable. ¡Alza la cabeza! Pon los ojos a la altura de mi casa..., y el paredón es... nada: dos metros de incomprensión y de miseria... ¡que venceremos!" Buena filosofía, ¿eh? Y, además de buena, práctica, eficaz y muy puesta en la realidad. ¿Obstáculos? Sí, sí: bueno. Pero... ¡bah!" {Carta de Josemaría Escrivá a Pedro Casciaro, Madrid 26-V-1037; EF 370526-1}.

 «  490  »  Rectitud de corazón y buena voluntad: con estos dos elementos y la mirada puesta en cumplir lo que Dios quiere, verás hechos realidad tus ensueños de Amor y saciadas tus hambres de almas.

Octavilla perteneciente a la serie Lh, con los rasgos caligráficos propios de Honduras. No hay interrelación documental conocida. Con letra posterior, de pluma fuerte, el Autor escribió debajo: "(Medios)", para señalar el cap donde situarla.

 «  491  »  "Nonne hic est fabri filius? Nonne hic est faber, filius Mariae?" –¿Acaso éste no es hijo del artesano? ¿No es el artesano hijo de María?
–Esto, que dijeron de Jesús, es muy posible que lo digan de ti, con un poco de pasmo y otro poco de burla, cuando "definitivamente" quieras cumplir la Voluntad de Dios, ser instrumento: Pero, ¿no es éste aquél?
–Calla. Y que tus obras confirmen tu misión.

Texto de la época de Burgos escrito sobre una octavilla Re. Tinta negra y pluma fuerte. Sin relación interdocumental.
A lo largo del cap –"Los medios"–, se ha ido pasando, desde la consideración de los medios que necesita la persona para realizar el plan de Dios, a la persona misma, que se ve como instrumento vivo y libre en las manos de Dios mismo. Para el Autor "ser instrumento" es amar y cumplir la Voluntad de Dios, lo cual siempre suscita reacciones inesperadas. Su consejo final es la "coherencia": las obras –las "quasi visibilia verba", de que hablaba Agustín de Hipona– como testimonio de la misión.

 «  LA VIRGEN  » 

Con el cap sobre la Virgen finaliza la "Parte Primera" de C. También puede considerarse que con él se inicia la "Segunda Parte". En efecto, situado delante del cap "La Iglesia", abre la "Parte Segunda" del libro, en la que se contempla el vivir cristiano como un caminar en la Iglesia y en su tradición sacramental y espiritual. Pero, colocado después del cap "Los medios" –el Crucifijo y el Evangelio (p / 470)–, el cap 21 cierra la "Parte Primera": María es el camino corto por el que se va y se "vuelve" a Jesús (p / 495), el resello de toda empresa de apostolado (cfr p / 505). En última instancia, lo que me ha llevado a inclinarme por esta segunda posición es el estilo del Autor, que gustaba acabar siempre su predicación hablando de la Virgen-Madre. Vid IntrodGen § 11, 3 a (pgs 186s)
Desde el punto de vista redaccional, es un cap de composición muy similar al anterior. El Autor transcribe primero y por su orden los siete puntos que integraban el cap en Cec y sigue a continuación con otros 18 procedentes de la redacción de Burgos. Los nuevos textos, manteniendo el primado de la consideración maternal de María, subrayan a la vez, con fuerza, el carácter ejemplar de su vida: "una más entre las mujeres de su pueblo" (p / 499) y a la vez "maestra del sacrificio escondido y silencioso" (p / 509). En todo caso, el "camino" que propone el Autor es esencialmente mariano {Vid José María Escartín, "Devoción y amor a María en 'Camino' ", en Estudios sobre 'Camino', pgs 319-337; Antonio Orozco, "Aprender en 'Camino' em amor a la Virgen", ibidem, pgs 338-337; Federico Delclaux, Santa María en los escritos del beato Josemaría Escrivá de Balaguer, Rialp, Madrid 1993}.
El cap sobre la Virgen guarda, como he dicho, estrecha relación con el siguiente, sobre la Iglesia. María –y luego, también la Iglesia– aparece a los ojos de Josemaría Escrivá, ante todo, como Virgen y Madre. La maternidad mariana y la maternidad eclesial, vienen propuestas por el Autor una a continuación de la otra. María, la Madre del Redentor, es "nuestra Madre" (p / 492): "una Madre con dos hijos, frente a frente: Él... y tú" (p / 506). María ejerce en C su maternidad como intercesora ante el Hijo, como camino corto que lleva y une a Jesús: "¡Madre! –Llámala fuerte, fuerte" (p / 516).

 «  492  »  El amor a nuestra Madre será soplo que encienda en lumbre viva las brasas de virtudes que están ocultas en el rescoldo de tu tibieza.

Texto del Cuaderno VII, nº 1085, fechado en 14-XII-1933, en pleno clima de Adviento y reciente la fiesta de la Inmaculada Concepción de María {Ese mismo día transcribió otros siete futuros puntos de C: p / 496, 492, 640, 643, 819, 404, 405, 899}. El texto apareció por vez primera en el impreso de Cuenca. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
Es significativa la colocación de este punto al comienzo del cap, ya desde la edición de Cuenca. El Autor, con brevísimas palabras, sitúa al lector en un plano existencial, lleno de realismo –miseria ("tu tibieza": vid cap 14) y dones divinos ("las brasas de virtudes")–, que se llena de luz y de fuego si hay una mirada de amor a "nuestra Madre". La fuerza intercesora de María es el trasfondo teológico de esta doctrina.

 «  493  »  Ama a la Señora. Y Ella te obtendrá gracia abundante para vencer en esta lucha cotidiana. –Y no servirán de nada al maldito esas cosas perversas, que suben y suben, hirviendo dentro de ti, hasta querer anegar con su podredumbre bienoliente los grandes ideales, los mandatos sublimes que Cristo mismo ha puesto en tu corazón. –"Serviam!".

Texto del Cuaderno IV, nº 226, fechado en 13-VIII-1931.
"Mi Virgen de los Besos {Vid sobre esta talla de la Virgen nota a p / 22}: terminaré comiéndomela. Lo he dicho otras veces: estoy segurísimo de que amo a la Señora. Y Ella lo sabe. Y no consentirá que su borrico –yo– sarnoso y todo, ofenda a Jesús {Para el tema del "borrico" vid p / 420, 606  y 998 con sus com}. Y me obtendrá gracia abundante para vencer, en esta lucha cotidiana. Y no servirán de nada al Maldito esas cosas perversas, que suben y suben, hirviendo dentro de mí, hasta querer anegar con su podredumbre bienoliente los grandes ideales, los mandatos sublimes que Cristo mismo ha puesto en mi Corazón. Serviam!".
Un punto que testifica la lucha personal del Autor y su amor grande a la vocación recibida: los "mandatos sublimes" de Cristo.
"Ama a la Señora". Es una apelación generalizada en lengua castellana –y en casi todas las lenguas– llamar a la Virgen "Nuestra Señora" (denominación que usa también el Autor: vid p / 272). También lo es utilizar la expresión "Señora" como invocación: "Ea, pues, Señora, Abogada nuestra" dice, por ej, la versión clásica española del Salve Regina. Lo que se da en el Autor, además, es el uso frecuente de la expresión "la Señora" como denominación de la Santísima Virgen: vid –en este cap mariano–, los p / 493, 501, 503, 505, 511, 513  y 514 {La expresión es tan característica y, por otra parte, tan vinculada a la expresión en lengua castellana, que los traductores han seguido distintos caminos. Las ediciones inglesas dicen "Our Lady", y las francesas "Notre Dame". Los traductores alemán y portugués (Brasil) varían según los contextos, pero retienen en algunos puntos "la Señora" ("die Herrin": 493, 511, 513 y 514; "a Senhora": 493, 505, 511 y 513). Y por supuesto, el que no tiene dificultad es el italiano: "la Madonna". Pero hay que tener presente que "la Madonna" es en italiano nombre casi exclusivo para la Virgen, lo que no es "la Señora" en castellano. Sobre el tema en la lengua castellana vid Laurentino Mª Herrán, Mariología poética española, BAC Maior 34, Madrid 1988, 945 pgs}.
"Serviam!" La mariología de todo el cap contempla a la Madre de Dios como "ancilla Dei", que sirve al Señor y señala el servicio –Serviam!– de los cristianos, contrapuesto al Non serviam! de Satanás (vid p / 413) y que tiene un lugar privilegiado en el servicio a la Iglesia de Dios (vid p / 519).

 «  494  »  Sé de María y serás nuestro.

Texto del Cuaderno VI, nº 825, fechado en 17-IX-1932. Dice así:
" –¡A cuántos jóvenes les gritaría yo al oído: Sé de María... y serás nuestro!" {Como se ve, la cursiva del original no pasó a C. Vid sobre el tema, IntrodGen § 3, 5 a y § 5, 2, c (pgs 37-38 y 82-83)}.
En un coloquio con mujeres en Madrid el año 1972 preguntaron a Mons. Escrivá de Balaguer acerca de este punto de C: "Padre, ¿qué quiere decir usted cuando afirma en C: sé de María y serás nuestro?".
"Sí. Quiero decir lo que tú entiendes perfectamente. [...] De una parte, que si no hay devoción a María no se puede hacer nada: las almas están como si no tuvieran fundamento para la vida espiritual; de otra, que cuando hay una devoción filial a la Santísima Virgen se encuentran las almas en buena disposición para servir a Nuestro Señor en el estado que sea: solteras, casadas, viudas y los sacerdotes como sacerdotes" {Notas de una tertulia, Madrid 23-X-1972; AGP, sec A, leg 51}.
En 1975, en otro coloquio semejante, también con mujeres, esta vez en Caracas, surgió la misma pregunta. He aquí la respuesta:
"¿Tú crees que algo que pertenezca a la Madre de Dios puede ser malo? Lo que es de María enseguida se mejora, se hace estupendo, se santifica, se deifica.
Te voy a contar un secreto que no lo sabe casi nadie. Las demás no se enteran. Yo unas veces firmo Josemaría, todo junto –¿por qué voy a separar a José de María?–, y otras veces, firmo Mariano, porque es mi nombre de Bautismo y de Confirmación –me llamo José María Julián Mariano–; además, me gusta firmar así, porque mariano significa lo que es de María. ¿Ves cómo nos entendemos?" {Notas de una tertulia, Caracas 8-II-1975; AGP, sec A, leg 51: "Padre, ¿por qué dice en C: 'sé de María y serás nuestro'?"}.

 «  495  »  A Jesús siempre se va y se "vuelve" por María.

Texto del Cuaderno VI, nº 824, fechado en 13-IX-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 429, 599, 495}. El tenor literal del texto es idéntico al de C. La idea de ir y "volver" por María es una dimensión mariana de la vida muy hondamente metida en el alma del Autor, que, como acabamos de ver, firmaba: "Mariano". El camino de "ida", como sabemos, lo describía en contexto eclesiológico con esta fórmula:
"Omnes cum Petro ad Iesum per Mariam" {Vid com / 11, 247 y 833}.
El camino de "vuelta". Ante el hundimiento del pecado (o de la tibieza: vid p / 492) el amor a la Virgen es una garantía "dinámica" de la más completa regeneración. Ella, que es Madre, tiene la acogida de una madre... Álvaro del Portillo ha contado cómo, en su juventud, le preguntó al Autor –todavía no estaba publicado C, sino Cec– acerca del sentido de este "volver":
"Entonces pregunté yo al Padre: Padre, ¿por qué ha puesto esto? Que se va por María, ya lo entiendo, pero que se vuelve.... Y me dijo: hijo mío, si alguno tiene la desgracia de separarse de Dios por el pecado, o está a punto de separarse porque le va entrando la tibieza y la desgana, entonces acude a la Santísima Virgen y encuentra otra vez la fuerza; la fuerza para ir al confesonario, si hace falta, para ir a la Confidencia y abrir bien la conciencia con gran sinceridad –sin que haya recovecos en el alma, sin que haya secretos a medias con el diablo– y por María, se va a Jesús" {Notas de un coloquio con Álvaro del Portillo, Madrid 4-IX-1977; la cursiva es del original}.
Posiblemente la anotación del Cuaderno es la elaboración de una reacción suya ante el Decenario al Espíritu Santo. Había leído:
"...así cuando pecamos y le ofendemos, como cuando le damos gusto y contento en todo, ¿qué es lo que quiere Dios que hagamos? Siempre ir a El con la misma confianza".
Josemaría Escrivá subrayó esa última frase, y continuó el subrayado para prolongarlo hasta la anotación que escribió al margen:
"Ir y volver a El por María" {Glosas marginales al Decenario 1932, pg 105; Patmos 35, pg 115; Logos 52, pg 164}.
Sin duda, echaba de menos en este pasaje la dimensión mariológica de esa confianza. La anotación del Decenario funcionó a manera de "cuartilla" para el texto del Cuaderno y en última instancia para el punto de C.
La "ida" y la "vuelta" a Jesús por María había sido descrita por el Autor, sintéticamente en estas palabras, que son anteriores al punto de C que comentamos:
"El principio del camino, que tiene por final la completa locura por Jesús, es un confiado amor hacia María Santísima" {Santo Rosario, prólogo (el original es de diciembre de 1931; la cursiva es del original). –El Beato Josemaría, muchos años más tarde, publicó una homilía en la que trata detenidamente el tema de este punto y que lleva como título: "Por María, hacia Jesús", incluida en Es Cristo que pasa, 139 -149. Es de fecha 4-V-1957. El tema "a Jesús por María" tiene un momento fuerte en la historia de la espiritualidad en la obra de San Luis Grignion de Monfort. Vid sobre todo su libro Traité de la vraie dévotion à la Sainte Vièrge, Paris 1842 (Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen, Madrid, Apostolado de la Prensa, 1926)}.

 «  496  »  ¡Cómo gusta a los hombres que les recuerden su parentesco con personajes de la literatura, de la política, de la milicia, de la Iglesia!.
–Canta ante la Virgen Inmaculada, recordándole:
Dios te salve, María, hija de Dios Padre: Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo: Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo... ¡Más que tú, sólo Dios!

Texto del Cuaderno VII, nº 1084, fechado en 14-XII-1933. El mismo día transcribió el p / 492, que encabeza el cap {Transcribió ese día ocho puntos: 496, 492, 640, 643, 819, 404, 405, 899}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
Esta manera de invocación a María en contexto trinitario –con diferentes versiones– es muy frecuente en España en el rezo del Santo Rosario, precediendo a la Letanía Lauretana {La forma recibida dice así: "Dios te salve, hija de Dios Padre: Dios te salve, Madre de Dios Hijo: Dios te salve, Esposa de Dios Espíritu Santo: Dios te salve, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad: Dios te salve, María, concebida sin mancha de pecado original. Amén". El ilustre mariólogo Laurentino María Herrán, respondiendo a mi consulta (Carta a Pedro Rodríguez, Palencia 18-II-2001), dice que él aprendió la invocación en esta forma, pero que no ha podido establecer su origen histórico; remite a Narciso García Garcés,Títulos y grandezas de María, Madrid 1942, cap V, pgs 62-76, donde se estudian detenidamente, en perspectiva espiritual y mariológica, estas deprecaciones, pero sin datos sobre su origen). –El título "Esposa del Espíritu Santo" proviene de San Francisco de Asís y esta forma de invocación a María en su relación con las tres divinas Personas se generaliza en la edad media y en contexto franciscano: "Ipsa singulariter Domini Filia, Domini Mater, Domini Sponsa, Domini ancilla facta est [...] Ipse est Dominus Pater, cujus Maria est Filia nobilissima: ipse est Dominus Filius, cujus Maria este Mater dignissima; ipse est Dominus Spiritus Sanctus, cujus Maria Sponsa venustissima" (Conrado de Sajonia, "Speculum Beatae Mariae Virginis", en Bibliotheca Franciscana ascetica medii aevi, Ad Claras Aquas 1904, II, pg 131-134). En España la invocación viene testificada, entre otros, por Calderón de la Barca: "Dígalo la Soberbia, / de su humildad vencida / cuando al jurarla reina / (como del Padre Hija, / como del Hijo Madre, / y como Esposa digna / del Spíritu) toda / la angélica milicia, / ella se nombra esclava, / cuya piedad sencilla / de sus triunfos me ahuyenta" (Pedro Calderón de la Barca, A María el corazón, Auto Historial Alegórico, ed crítica por Ignacio Arellano, Ildefonso Adeva, Francisco Crosas y Miguel Zugasti, Reichenberger, Kassel 1999, pg 85, lin 173-183). Esta forma de invocación ha sido recibida en el Magisterio y el Papa San Pío X concedió indulgencias a una oración a la Virgen, muy frecuente en Italia, en la que se dice: "Benedice [il vostro servo] l ' Eterno Patre, che vi scelse in modo particulare per Figlia, benedice il Verbo Incarnato, che vestendosi dell ' umana natura nel vostro purissimo seno vi fece sua Madre: benedice il Divino Spirito, che vi volle sua Sposa" (Decreto en AAS 6 [1914] 108). El Papa Juan Pablo II testifica el título "sponsa Spiritus" en la Encíclica Redemptoris Mater, 26: "El Espíritu Santo ha descendido a ella, que se ha convertido en su esposa fiel en la anunciación, acogiendo al Verbo de Dios verdadero". Sobre el tema vid Joseph Bittremieux, "De relationibus B. V. ad personas SS. Trinitatis", en Divus Thomas [Plac.] 11 (1934) 549-568.
La canción, de autor anónimo, dice así: "Eres más pura que el sol más hermoso, / que las perlas que ocultan los mares. / Ella sola entre tantos mortales, / del pecado de Adán se libró. / 'Salve, salve', cantaban, 'María, / que más pura que tú, solo Dios'. / Y en el cielo una voz repetía: / 'Más que tú sólo Dios, sólo Dios' " (Cfr José González Alonso, CMF, Repertorio de cánticos sagrados, t. II, cánción nº 351 [armonización es de Felipe Rubio Piqueras], Coculsa, 5ª ed, Madrid 1946, pg 801). Debo estos datos a D. Julián Ayesa, organista de la Catedral de Pamplona, y al Dr. Miguel Arango, Director General de Rialp. Se cantaba con frecuencia en los Colegios y en los Seminarios de aquellos años, especialmente en el mes de mayo, dedicado a honrar a la Virgen María}
.
La última frase pertenece a un cántico popular a la Virgen titulado "Eres más pura..." Sin embargo, el Beato Josemaría mantuvo en su piedad personal la fusión de ambas piezas en una única invocación durante toda su vida. En 1955 hizo poner en el oratorio de San Gabriel, en la sede prelaticia del Opus Dei en Roma, una inscripción (frente al retablo que representa la escena de la Anunciación) que dice:
"Dios te salve María hija de Dios Padre + Dios te salve María Madre de Dios Hijo + Dios te salve María Esposa de Dios Espíritu Santo + Dios te salve María Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad + Dios te salve María concebida sin mancha de pecado original desde el primer instante de tu ser virginal + Amén + Más que tú solo Dios" {Lola Fisac recuerda que en abril de 1939 el Autor de C le aconsejó, para cultivar el espíritu de oración los sábados, "vivir especialmente la devoción a la Santísima Virgen; por ej, mediante el rezo repetido de la oración: Dios te salve, María, Hija de Dios Padre. Dios te}.

 «  497  »  Di: Madre mía –tuya, porque eres suyo por muchos títulos–, que tu amor me ate a la Cruz de tu Hijo: que no me falte la Fe, ni la valentía, ni la audacia, para cumplir la voluntad de nuestro Jesús.

Texto procedente de sus notas del retiro espiritual de 1933 (Madrid, junio):
"Madre mía –mía, porque yo soy tuyo por muchos títulos– que tu amor me ate a la Cruz de tu Hijo: que no me falte la fe, ni la valentía, ni la desvergüenza, ni la audacia, para cumplir la Voluntad de nuestro Jesús" {Apínt, nº 1718, 26-VI-1933; la cursiva es del original}.
Ya antes, en los EjEsp de Segovia del año anterior (Apínt, nº 1668), le salió una exclamación parecida, dirigida a Dios Padre (vid com / 576):
"¡Oh, Padre mío, que no me falte la Fe! También, con infame lucidez, se presentan dudas brutales, pero ¡soy hijo de la Iglesia!" {Vid infra nº 576; la cursiva es mía}.
Probablemente en el original para la imprenta de la edición de Cuenca figuraba el texto literal de la anotación de Segovia: por tanto con la "desvergüenza", que debió caer ante los censores del Obispado. Vid apcrít e IntrodGen. Lo hago constar porque, de ser así, al Autor se le habría olvidado modificar este punto cuando recuperó para el texto de C la "desvergüenza" perdida en Cuenca. Tal vez por estar muy alejado del cap "El plano de tu santidad", que es donde la expresión aparece con frecuencia.
Por lo demás, el ir y el volver a Jesús, tan central en este cap se concreta aquí, en diálogo con María, en ese "cumplir la voluntad de nuestro Jesús".
Nótese la transformación literaria del texto que hace el Autor para que lo que es originariamente oración suya personal pase a ser, a la letra, oración propia –también personal– del lector: el texto entre guiones pasa a ser un diálogo con el lector en el seno del diálogo del lector con la Santísima Virgen.

 «  498  »  Todos los pecados de tu vida parece como si se pusieran de pie. –No desconfíes. –Por el contrario, llama a tu Madre Santa María, con fe y abandono de niño. Ella traerá el sosiego a tu alma.

Texto del Cuaderno VII, nº 1094, fechado en 30-XII-1933. Ese mismo día transcribió seis futuros puntos de C {Futuros puntos de C transcritos ese día: 498, 10a, 446, 637, 18, 180, 9}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
Muchos años después, rememoraba este punto de C en las palabras finales de una meditación predicada en Roma. El Beato Josemaría imploraba, "por intercesión de Santa María, que es la pureza inmaculada", "la gracia de vivir esa afirmación gozosa de la virtud cristiana de la castidad":
"Acudimos a Ella –tota pulchra!–, con un consejo que yo daba, ya hace muchos años, a los que se sentían intranquilos en su lucha diaria para ser humildes, limpios, sinceros, alegres, generosos. Todos los pecados de tu vida parece como si se pusieran de pie. No desconfíes. Por el contrario, llama a tu Madre Santa María, con fe y abandono de niño. Ella traerá el sosiego a tu alma" {Homilía "Porque veran a Dios", pronunciada el 12-III-1954; Amigos de Dios, 189; la cursiva es del original. Como se ve, el Autor cita el punto de C por Consideraciones espirituales, pg 53}.

 «  499  »  María Santísima, Madre de Dios, pasa inadvertida, como una más entre las mujeres de su pueblo.
–Aprende de Ella a vivir con "naturalidad".

Terminan los puntos procedentes del impreso de Cuenca, entre los que predominan, como hemos visto, los dedicados a María como "camino" y fuerza intercesora. Comienzan ahora los de Burgos, con éste en el que María aparece como "modelo". Texto escrito sobre una octavilla Re, a finales de 1938. De nuevo tenemos como fuente la predicación del Autor en la época de Burgos:
"María, ¿qué hace? Oculta. Sabe y calla. No es sacerdotisa... Discreción, humildad; Maestra del Sacrificio escondido y silencioso" {EjEsp, Meditación "La Cena", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 110}.
El Autor adelanta aquí, con ocasión de contemplar a la Santísima Virgen, la temática del cap 30: "Discreción". La Virgen María es el modelo de la discreción del cristiano, que "no es misterio, ni secreteo", sino "sencillamente, naturalidad" (p / 641).

 «  500  »  Lleva sobre tu pecho el santo escapulario del Carmen. –Pocas devociones –hay muchas y muy buenas devociones marianas– tienen tanto arraigo entre los fieles, y tantas bendiciones de los Pontífices. –Además ¡es tan maternal ese privilegio sabatino!

Texto escrito sobre una octavilla Re. En la hoja mensual "Noticias", que se enviaba desde Burgos a los alumnos de la Academia DYA y amigos, dispersos por la guerra, se lee en el ejemplar de septiembre de 1938:
"Os recomendamos que llevéis siempre el Escapulario del Carmen. Si los pedís, os enviaremos escapularios con la frecuencia que deseéis".
Y en la de noviembre de 1938:
"Pedid escapularios de la Ssma. Virgen del Carmen: os los enviaremos a vuelta de correo. No dejéis de llevar sobre vuestro pecho esa señal de hijos predilectos de Santa María" {AGP, sec A, leg 3, carp 3}.
Josemaría Escrivá era terciario carmelita desde el 2 de octubre de 1932. Interesantes las razones que da unos días antes:
"Dos cosas (además del Amor) me mueven a hacerme terciario carmelita: 'obligar' más a mi Madre Inmaculada, ahora que me veo más débil que nunca; y proporcionar sufragios a 'mis buenas amigas las Animas benditas del Purgatorio' " {Cuaderno VI, nº 823, 12-IX-1932. Sobre el tema vid Vázquez de Prada, I, pgs 464}.
En febrero de 1933 había escrito en sus notas, refiriéndose a los fieles del Opus Dei:
"Quiero que todos –ellos y ellas– lleven el Santo Escapulario del Carmen" {Cuaderno VI, nº 917, 5-II-1933}.
Ahora propone a todos esta devoción mariana {Cfr Benedikt Zimmermann, "De Sacro Scapulario Carmelitano", en Anal. Ord. Carm. Disc. 2 (1927-1928) 70-80. Vid también Antonio Orozco, "Aprender en 'Camino' el amor a la Virgen", en Estudios sobre 'Camino', 1988, pg 352 nt 15}.

 «  501  »  Cuando te preguntaron qué imagen de la Señora te daba más devoción, y contestaste –como quien lo tiene bien experimentado– que todas, comprendí que eras un buen hijo: por eso te parecen bien –me enamoran, dijiste– todos los retratos de tu Madre.

Texto escrito sobre una octavilla Re. No hay interrelación documental conocida. No sabemos, pues, si la "gaitica" es una nota de la vida espiritual del Autor, puesta en forma de diálogo, o es una conversación con otra persona. Lo que es cosa conocida es la devoción que tenía a todas las advocaciones marianas y su continuo peregrinar a los santuarios de la Virgen. He aquí un trozo de un antiguo guión de predicación:
"María es camino. Ad Iesum per Mariam [...] Así se explican las advocaciones: Carmen, Rosario, Dolores, Asunción, Concepción. No hay risco ni loma en nuestra tierra sin la nota blanca de una ermita... Grandes santuarios: Pilar, Covadonga, Aránzazu, Montserrat, Desamparados, Guadalupe, Begoña, Reyes, Puy.... ¿Qué madre no ha ofrecido sus hijos a la Señora del Dulce Nombre, Madre del Amor Hermoso, Virgen de los Remedios, Janua, Stella, Salud de los enfermos, Consuelo... Auxilio...Refugio?... Y ¡cómo la queremos!" {EjEsp , Madrid enero 1935, Plática "La Virgen Santísima"; guión nº 20}.

 «  502  »  María, Maestra de oración. –Mira cómo pide a su Hijo, en Caná. Y cómo insiste, sin desanimarse, con perseverancia. –Y cómo logra.
–Aprende.

Texto escrito sobre una octavilla Re. Después de la Virgen –Madre, ahora continúa el tema de la Virgen– modelo para el cristiano. ¿Fue recordatorio para la redacción este escueto apunte de una plática?:
"María, Maestra de oración" {Plática sin título (Oración), San Sebastián 22-V-1938; guión nº 100}.
En Honduras, el Beato Josemaría predicó una meditación sobre las bodas de Caná. De ella es este texto:
"Et erat Mater Iesu ibi (Jn 2, 1). En esas bodas se hallaba presente la Madre de Jesús. [...] ¡Y cómo se reafirma nuestra confianza en ti, al contemplar tu conducta en esta ocasión! ¿Quién te llamó Omnipotencia suplicante? Es poco, para lo que tu intercesión logra. En realidad, no es suplicante, porque tú misma eres la que ordenas, conociendo que tu Hijo está siempre dispuesto a atender todos tus deseos" {PredicHond, "Las bodas de Caná", 11-VII-1937, pg 201; XXXII; la cursiva es del original}.

 «  503  »  Soledad de María. ¡Sola! –Llora, en desamparo.
–Tú y yo debemos acompañar a la Señora, y llorar también: porque a Jesús le cosieron al madero, con clavos, nuestras miserias.

Texto escrito sobre una octavilla Re. El Autor tenía previamente este apunte en sus guiones de predicación en Vergara:
"¡Sola! –Llora, en desamparo. Considera las causas de la muerte de su hijo: mis miserias" {EjEsp, Plática "María, Regina Apostolorum", Vergara 10-IX-1938; guión 116; la cursiva es del original. Via Crucis, estación: "Su Madre –mi Madre–, María, llora"}.

 «  504  »  La Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, aquietará tu corazón, cuando te haga sentir que es de carne, si acudes a Ella con confianza.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. El punto tiene el mismo ritmo interior que el p / 493  y el p / 498  ("te obtendrá gracia", "traerá el sosiego", "aquietará tu corazón"), ahora bajo la clave "Madre del Amor Hermoso":
"Si caí, ... humildad: surge et ambula! María, Reina, Madre del Amor Hermoso" {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vitoria VIII-1938; guión nº 126}.
Aquel mes de mayo del 38 escribió muchas cartas hablando de la Virgen bajo esta advocación. He aquí algunas:
"Pienso que, en este mes de mayo, todos los de nuestra familia obsequian cada día especialísimamente a nuestra Señora: A mí, me encanta llamarla Madre del Amor Hermoso." {Carta de Josemaría Escrivá a José Ramón Herrero Fontana, Burgos 2-V-1938; EF 380502-5}.
"En este mes de mayo, espero que aumentes la devoción y el cariño a nuestra Madre del Amor Hermoso. Mi bendición. Hasta luego. Mariano" {Carta de Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, Burgos 2-V-1938; EF 380502-6}.
"Desde los brazos de nuestra Madre del Pilar, te bendice "Mariano". Mes de Mayo: Mes de la Virgen del Amor Hermoso" {Carta de Josemaría Escrivá a José María Albareda, Burgos 2-V-1938; EF 380502-1}.
"Jesús te me guarde, Enrique. ¿Y si coincidiéramos en Zaragoza? Yo voy a ir a Albarracín, y no tendría nada de particular. Si no, y de todas formas, vamos a coincidir, cada día de este mes de mayo, en los brazos de nuestra Madre, la Reina del Amor Hermoso. Allí te espero" {Carta de Josemaría Escrivá a Enrique Alonso-Martínez, Burgos 2-V-1938; EF 380502-2}.
La advocación de María como "Madre del Amor Hermoso" se basa en la acomodación litúrgica a la Santísima Virgen del cap 24 –el elogio de la Sabiduría– del Libro del Eclesiástico {En la fiesta del Santo Nombre de María, que se celebraba el 12 de septiembre, y en muchas otras ocasiones marianas, se hacía la lectura de Si 24, 23-31. Había también una Misa votiva de "Maria, Mater Pulchrae Dilectionis", que en la liturgia actual se encuentra entre las "Misas de la Virgen María": Misa Egredimini et videte (Ct 3, 11)}. La expresión se encuentra en Si 24, 18  [24] ] ("Yo soy la madre del amor hermoso, y del temor y del conocimiento y de la santa esperanza").

 «  505  »  El amor a la Señora es prueba de buen espíritu, en las obras y en las personas singulares.
–Desconfía de la empresa que no tenga esa señal.

Texto sobre una octavilla Bl, trazo fuerte, escrito probablemente desde el guión 116, en el que se lee:
"Amor a la Señora: prueba de buen espíritu, en las obras y en las personas singulares: se vestía con lujo porque era el santo de su Madre" {EjEsp, Plática "María, Regina Apostolorum", Vergara 10-IX-1938; guión 116. "Se vestía con lujo..." El Autor parece aludir al ejemplo de alguna persona conocida suya, que se ponía sus mejores trajes en las fiestas de la Virgen}.

 «  506  »  La Virgen Dolorosa. Cuando la contemples, ve su Corazón: es una Madre con dos hijos, frente a frente1: Él... y tú.

La "gaitica" está escrita sobre una media cuartilla Drv, en cuyo dorso se ve un membrete: "Jefatura de Movilización" y el inicio de una carta: "Burgos, ". Uno de tantos papeles desechados que traía Francisco Botella. El texto tiene una base en el mismo guión que el anterior:
"Caridad y amor, doliéndose de los pecados..., pidiendo por los pecadores...: una Madre con dos hijos, frente a frente (El... y yo)" {EjEsp, Plática "María, Regina Apostolorum", Vergara 10-IX-1938; guión 116}.
El Autor va ofreciendo (p / 497, 503, 506-508) una meditación de la Pasión del Señor hecha desde María y con María. En la Estación del Via Crucis escribirá: "En la oscura soledad de la Pasión, Nuestra Señora ofrece a su Hijo un bálsamo de ternura, de unión, de fidelidad".

 «  507  »  ¡Qué humildad, la de mi Madre Santa María! –No la veréis entre las palmas de Jerusalén1, ni –fuera de las primicias de Caná– a la hora de los grandes milagros.
–Pero no huye del desprecio del Gólgota: allí está, "juxta crucem Jesu" –junto a la cruz de Jesús, su Madre.

La "gaitica" está escrita sobre otra media cuartilla Drv, con dorso en el que se lee, a velógrafo, una fecha: "noviembre de 1938". El texto tiene la misma base redaccional que los dos anteriores:
"Profundísima humildad de la Virgen fuerte (ni entre las palmas de Jerusalén, ni a la hora de los grandes milagros...) –sí, en Caná: para que por sus manos pasaran las primicias...– pero ahora no huye del desprecio: recordar las turbas revolucionarias y su odio al Señor (ojos, corazón, aras...)" {EjEsp, Plática "Maria, Regina Apostolorum", Vergara 10-IX-1938; guión 116. En otro guión anota: "Maria, Maestra: juxta crucem Iesu..." (Meditación "Stabant iuxta Crucem (Jn 19, 25)", Vitoria 19-IX-1938; guión nº 114)}.

 «  508  »  Admira la reciedumbre de Santa María: al pie de la Cruz, con el mayor dolor humano –no hay dolor como su dolor–, llena de fortaleza.

–Y pídele de esa reciedumbre, para que sepas también estar junto a la Cruz.
Texto escrito sobre una octavilla Jef. El Autor continúa haciendo "gaiticas" a partir de este guión. Ahora el apunte dice:
"¡Fortaleza de María!, ante dolores y enemigos. [...] ¡María! Maestra de fortaleza. Pedírsela para nuestra alma" {EjEsp, Plática "María, Regina Apostolorum", Vergara 10-IX-1938; guión 116}.
Casi simultánea a la confección de este punto de C es este pasaje de una de sus cartas:
"Pídele a la Señora que te dé su fortaleza: que toda será menester, si has de cumplir la Voluntad de su Hijo. Acostúmbrate a rezarle, cada día, siquiera una vez, esta jaculatoria: Sancta Maria, Spes nostra, Ancilla Domini, ora pro nobis!" {Carta de Josemaría Escrivá a Amparo Rodríguez Casado, Burgos 20-XII-1938; EF 381220-1; la cursiva es mía}.
El Autor responde en C, respecto a Nuestra Señora, a la pregunta de Lm 1, 12: "videte si est dolor sicut dolor meus".

 «  509  »  ¡María, Maestra del sacrificio escondido y silencioso!
–Vedla, casi siempre oculta, colaborar con el Hijo: sabe y calla.

Texto escrito sobre una octavilla Jef. Ahora el texto base es el mismo pasaje del guión 110 del que procede también el p / 499. Vid también com al citado punto.
"Sacrificio escondido y silencioso". Expresión muy característica de Josemaría Escrivá, que señala el horizonte de la santidad del cristiano en medio de las circunstancias ordinarias de la vida en el mundo. La frase apareció ya en p / 185  (vid com) y tiene interna relación con la doctrina del cap 30, "Discreción".

 «  510  »  ¿Veis con qué sencillez? –"Ecce ancilla!..." - Y el Verbo se hizo carne.
–Así obraron los santos: sin espectáculo. Si lo hubo, fue a pesar de ellos.

Texto escrito también sobre una octavilla Jef, lo mismo que las dos siguientes "gaiticas". Los tres puntos parecen redactados a partir del guión 90:
"Ecce ancilla! Sin espectáculo; sencillez: cómo obraron y obran los santos. Espectáculo, a pesar de ellos" {EjEsp, Meditación "La Encarnación del Señor", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 90}.

 «  511  »  "Ne timeas, Maria!" –¡No temas, María!... –Se turbó la Señora ante el Arcángel.
–¡Para que yo quiera echar por la borda esos detalles de modestia, que son salvaguarda de mi pureza!

Texto escrito sobre una octavilla Jef. Vid com / 510.
"Quae cum audisset, turbata est in sermone ejus... Buena señal sobrenatural: pureza. –Et ait Angelus ei: Ne timeas, Maria (Luc 1, 29-31)" {Ibidem}.
A propósito de la modestia vid com / 128.

 «  512  »  ¡Oh Madre, Madre!: con esa palabra tuya –"fiat"– nos has hecho hermanos de Dios y herederos de su gloria. –¡Bendita seas!

Texto escrito sobre una octavilla Jef. Vid com / 510:
"Fiat mihi... Secreto de la felicidad. Et Verbum caro factum est! Coloquio con la Virgen Madre: herederos del Cielo; y con la herencia mejorada" {Ibidem}.
"Hermanos de Dios". Meditando el misterio de Cristo en María, el Autor pasa de nuestra condición de hijos de Dios-Padre a hermanos de Dios-Hijo. El trasfondo meditativo es Rm 8, 16 -17

 «  513  »  Antes, solo, no podías... –Ahora, has acudido a la Señora, y, con Ella, ¡qué fácil!

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco perteneciente a la serie Lh, con posible redacción en Honduras. Lo mismo debe decirse de las tres siguientes "gaiticas". Este p / 513  no tiene interrelación documental conocida. Los cuatro puntos parecen especialmente autobiográficos en el contexto de Honduras.

 «  514  »  Confía. –Vuelve. –Invoca a la Señora y serás fiel.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco perteneciente a la serie Lh, con posible redacción en Honduras. Vid com / 513. La propuesta del Autor conecta con el ir y volver por María del p / 495. En la predicación de Honduras el tema es explícito:
"Madre nuestra, te damos gracias por tu intercesión por nosotros delante de Jesús; sin ti, no hubiéramos podido ir a El. ¡Qué verdad es que a Jesús siempre se va y se vuelve por María!" {PredicHond, "Confianza en Dios", 10-IV-1937, pg 45; V}.

 «  515  »  ¿Que por momentos te faltan las fuerzas? –¿Por qué no se lo dices a tu Madre: "consolatrix afflictorum, auxilium christianorum..., Spes nostra, Regina apostolorum"?

Octavilla de la serie Lh. Vid com / 513. En el guión 116 se encuentra este texto, muy próximo:
"Regina Apostolorum! Mater! Spes!... Refugium! Consolatrix! ¡Danos el verdadero amor a Jesucristo!" {EjEsp, Plática "María, Regina Apostolorum", Vergara 10-IX-1938; guión 116}.

 «  516  »  ¡Madre! –Llámala fuerte, fuerte. –Te escucha, te ve en peligro quizá, y te brinda, tu Madre Santa María, con la gracia de su Hijo, el consuelo de su regazo, la ternura de sus caricias: y te encontrarás reconfortado para la nueva lucha.

Esta octavilla, la última del cap, es la 12 de la serie Lhz. En la predicación de Honduras puede leerse:
"¡Madre nuestra! ¡Madre! Sólo ese grito purifica el alma. Llamarte así es agua lustral que lava, fuego sagrado que consume todo lo que mancha nuestros labios y nuestro corazón" {PredicHond, "Virtud de la obediencia", 8-VI-1937, pg 110; XVII}.
El punto, más rico que el texto de Honduras, es como una síntesis de toda la piedad y doctrina mariana contenida en este cap.
"La ternura de sus caricias". Vid com / 22 nt 85 y com / 859

 «    II.A Caminar "in Ecclesia"    » 

Después de una Primera Parte (caps 1-21) que dibuja las coordenadas de la existencia personal del cristiano –"Seguir a Cristo"–, la Parte Segunda tiene un notable acento eclesiológico: se contempla en efecto el vivir cristiano como un caminar hacia la santidad en la Iglesia y en su tradición sacramental y espiritual. Esto me ha llevado a sintetizar su contenido con la fórmula "Caminar 'in Ecclesia' ". La comprensión de la Iglesia que es propia de C aparece sobre todo en los caps. 22 a 25, con los que se inicia esta Segunda Parte y que enmarcan la eclesialidad de la propuesta espiritual de todo el libro.
Esta "Segunda Parte" de C está muy débilmente dibujada en Cem32, pero sí ubicada. En Cec está ya ordenada una parte muy significativa de este patrimonio, pero es en Burgos donde se construye con sus rasgos más característicos, fruto de la intensa reestructuración que el Autor hace del conjunto de los caps que la integran. Reestructuración que es posible, ciertamente, porque el material de que dispone se ha desarrollado en la dirección que manifiesta la nueva estructura.
Hemos agrupado en esta Parte catorce caps: los tres primeros son nuevos; el último, "Postrimerías", ya cerraba esta parte en Cec. En el impreso de Cuenca se situaban en medio tres caps, titulados "Devociones", "Virtudes", "Tribulaciones"; ahora en cambio hay trece caps, muchos de ellos de nueva creación. Ya se ve que en esta Parte Segunda es donde se ofrecen mayores diferencias entre ambos momentos redaccionales: Cec y C. Vid IntrodGen § 11, 2 c.
La primera Sección de esta "Segunda Parte" es casi enteramente nueva. De Cec es solamente el cap 25, "Devociones". El Autor, en el ordo establecido en Burgos, sitúa en medio tres importantes caps de nueva creación, que enmarcan la eclesialidad de su propuesta espiritual: "La Iglesia", "Santa Misa", "Comunión de los Santos".
Según Josemaría Escrivá, la Iglesia a la que se cree (p / 517), a la que se ama (p / 518), a la que se sirve (p / 519), a la que se venera (p / 522); la Iglesia que nos llena de alegría (p / 524) y que nos agranda el corazón (p / 525) es la Iglesia que confesamos en el Símbolo de la Fe (p / 517). Escrivá la contempla, ante todo, como "de Trinitate": es la "Iglesia de Dios", la Iglesia-Madre, "mi Madre la Iglesia Santa" (cap 22), que celebra la Eucaristía y los sacramentos (cap 23), por los que Cristo viene a nosotros. Pero a la vez esta Iglesia es "ex hominibus": es la Iglesia-comunión y fraternidad de los cristianos, la communio sanctorum confesada en el Símbolo, que se da entre los que caminamos "in terris" (cap 24) y con los que nos han precedido "in patria" (cap 25).
La Iglesia, así entendida, se expresa en el cultivo y despliegue de las virtudes cristianas en el mundo (caps 26-35). O lo que es lo mismo, la misión de la Iglesia y de los cristianos aparece primariamente como testimonio. Es el tema de la segunda Sección. La vida cristiana se concibe como ese vivir "eucarístico" del hombre cristiano {Más adelante el Autor formulará su doctrina espiritual sobre la Eucaristía por medio de la expresión "La Santa Misa, centro y raíz de la vida cristiana". Vid, por ej, Es Cristo que pasa, 102}: se trata de un vivir las virtudes desde la fe y la humildad, las virtudes "fundantes". Consta de los seis caps en que se divide y articula en Burgos el antiguo cap "Virtudes" {El Autor trae ahora a este bloque de "Virtudes" el cap "Discreción" que estaba situado en la "Tercera Parte" del libro} , más otros dos ("Tribulaciones" y "Lucha interior") que describen el "combate" de la práctica de esas virtudes y muestran el carácter militante y escatológico de la vida "in Ecclesia", que comporta sufrimiento, lucha, esperanza (cap 35, "Postrimerías").

 «  LA IGLESIA  » 

1 Este cap –breve: once puntos, todos menos uno de nueva creación en Burgos– y los dos siguientes, como hemos dicho en la Introd a esta Segunda Parte, no estaban en Cec. Son fruto de la reelaboración del conjunto que el Autor realiza al preparar el texto definitivo del libro. De la Virgen Madre pasamos a la consideración de la Iglesia en tres caps ("La Iglesia", "Santa Misa", "Comunión de los Santos"), que tienen esta secuencia espiritual: la Iglesia Madre, la Iglesia Eucaristía, la Iglesia comunión y fraternidad.
2 El presente cap, como apuntamos, nos muestra cómo la Unam Sanctam confesada en el Símbolo de la Fe (p / 517) es el entramado de la vivencia eclesiológica de C y, a la vez, guarda un paralelismo con el precedente sobre la Virgen {Vid lo que se dijo en IntrodGen § 11, 3, a sobre el cap 21 ("La Virgen") y su relación con éste} : la Iglesia, como María, es para los cristianos, ante todo, Madre. La Iglesia que confesamos y "saboreamos" (p / 517) en el Símbolo es, en efecto, "mi Madre la Iglesia Santa" (p / 518). El Autor ve esa maternidad ante todo en la Liturgia sacramental (p / 521 -524 y 527) y especialmente en la Eucaristía, que es ya el tema del siguiente cap ("Santa Misa").

 «  517  »  "Et unam, sanctam, catholicam et apostolicam Ecclesiam!..." –Me explico esa pausa tuya, cuando rezas, saboreando: creo en la Iglesia, Una, Santa, Católica y Apostólica.

Original sobre una octavilla en blanco, trazos fuertes y enérgicos. Podría ser de las escritas en los días finales de la redacción. Sin interrelación documental conocida. La Iglesia es para el Autor como el "hábitat" de su relación con Dios y de su alegría, una realidad que se saborea en la confesión de fe. El lugar por excelencia de esa vivencia espiritual era para él la recitación del Credo en la celebración de la Eucaristía.
Testimonios muy variados hacen pensar en el carácter autobiográfico del punto. "Siempre iba deprisa... –testifica una Dama Apostólica {Conversación con Mercedes Sagüés, Superiora de las Damas Apostólicas de Bilbao, realizada por Pilar Useros y Ana Sastre en agosto de 1975, y escrita y firmada en Madrid, en 26-IX-1975; AGP, sec A, leg 100-50, carp 3, exp 4. –Mercedes Sagüés Garjón (1904-1986), natural de Pamplona, conoció al Autor en 1927, cuando fue nombrado Capellán del Patronato de Enfermos. Mercedes trabajaba como Auxiliar de las Damas Apostólicas desde 1924. En 1929 se incorporó a la Comunidad. En agosto de 1975 era Superiora de las Damas Apostólicas de Bilbao. La religiosa participó en la Misa que celebraba el Autor en el Patronato entre los años 1927 y 1931}.–excepto al celebrar la Santa Misa. Al celebrar la Santa Misa lo hacía siempre con pausa; y recuerdo bien que se detenía en algunas palabras de determinadas partes del Sacrificio– el Credo, por ejemplo –como paladeándolas".
En sus notas de los EjEsp de Pamplona encontramos uno de los pocos apuntes explícitos que tenemos sobre lecturas suyas de tipo espiritual y teológico. En esta ocasión dice:
"Como lectura espiritual, he tomado uno de los libros que me preparó el Sr. Obispo: Ma Messe. Mon bréviaire. Mon oraison, publicado por 'Archiconfrérie de l'Évangile dans la Vie. 18, Rue d'Armaillé, Paris-17'. Apunto detalladamente, porque quiero comprarlo más adelante. Es el libro que yo buscaba, hace años, para embeberme en la liturgia de la Santa Misa. Hago esta afirmación, que espero no rectificar, cuando sólo he leído los preliminares {"Préliminaires": pgs 11-13. Allí, efectivamente y nada más empezar, se encuentra algo gratísimo el Autor de C: "La Messe est au centre de ma vie sacerdotale" (pg11). El autor anónimo de Ma Messe escribirá más adelante comentando el Supplices: "J'ai là une preuve de cette vérité, que je peux ramener toute ma vie spirituelle à ma Messe, tout faire converger vers ce centre et y puisser tout ce qui fait l'union à Dieu et la saintété" (pg 163; subrayado del original francés)}. Monseñor {Marcelino Olaechea, Obispo de Pamplona} me dijo que se lo habían recomendado, pero que aún no lo había leído: me lo dio sin abrir. He de ponderárselo, para que también lo lea" {Apínt, nº 1424. La lectura del Beato Josemaría de libros sobre la Santa Misa cada año se intensificaba con ocasión de sus EjEsp. En sus notas de los de 1934 se lee: "La Santa Misa: Llegué a la capilla, con un libro –que me parece estupendo– para meditar el Sto. Sacrificio. Encontré todo a oscuras, tan recogido y en condiciones para charlar con mi Jesús, que, como el orden de sumandos no altera la suma, en este plan mío, en vez de meditar con libro sobre la Sta. Misa, he hecho oración, a mi modo pueril, sobre la mortificación interior y exterior" (Apínt, nº 1761. Jueves, 19-VII-1934). No sé cuál sería ese libro que obtuvo ese calificativo tan claro: "estupendo"}.
No sabemos nada más de este libro en la vida de Josemaría Escrivá, qué impresión sacó de su lectura, si efectivamente lo compró. En todo caso no está entre los libros que quedaron de aquellos años. Es un libro altamente piadoso, de una teología sólida y contemplativa, escrito por un joven sacerdote francés {Concretamente, sacerdote diocesano de Meaux, que escribió estas notas de reflexión personal durante la guerra del 14 y siempre se negó a publicarlas. Su Obispo, tras la muerte del sacerdote, que permanece anónimo, las dio a la imprenta. Los datos del ejemplar que hemos manejado son: A.M.D.A., Ma Messe. Mon bréviaire. Mon oraison, 2ª ed, Paris 1935, Lettre préface de S. Exc. Mgr Lamy, Évêque de Meaux, Archiconfrérie de l'Évangile dans la Vie. 18, Rue d'Armaillé, Paris-17. La primera edición fue también de ese mismo año. El "Bulletin Paroissial Liturgique" (vid com / 523), en su número de agosto y en una recensión de ocho páginas, dice del autor que tiene "una attitude d´âme digne de la plus antique tradition chrétienne", y del libro, que "prouve clairement combien les grands principes de la Liturgie sont les 'sources du véritable esprit chrétien' "}. El sacerdote francés tiene una vivencia semejante a la del Autor de C: "J'aime alors [al rezar el Credo en la Misa] à me renouveler dans mon esprit écclesiastique, catholique: Et unam, sanctam, catholicam, et apostolican Ecclesiam" {Ma Messe. Mon bréviaire. Mon oraison, Paris 1935, pg 85}.
Con todo, nos parece que esta octavilla y la siguiente, de idénticas características grafológicas y de contenido –responden a un mismo "élan" espiritual– las redactó el Autor con ocasión de repasar sus guiones de predicación y encontrar este apunte:
"Devoción al Papa y amor a la Iglesia: et unam, sanctam..." {EjEsp, Plática "Espíritu apostólico", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 111}.

 «  518  »  ¡Qué alegría, poder decir con todas las veras de mi alma: amo a mi Madre la Iglesia santa!

Texto escrito sobre una octavilla en blanco, trazos fuertes y enérgicos. Vid com / 517. En C, y en los escritos de esta época, la Iglesia es, para el Autor, ante todo, Madre {En C, el Autor contempla a la Iglesia, en su dimensión de fraternidad, sobre todo a través de la "communio sanctorum". Vid cap "Comunión de los santos"}. Por eso, el cristiano ama a la Iglesia. En una meditación predicada en 1935 a las alumnas de la Institución Teresiana, el Autor decía:
"Ecce Mater tua. ¡María Inmaculada, mi Madre! 3 madres: Ella, la Iglesia y la que me dio el ser. Si preguntáramos a un alma enamorada... Tres amores que son un amor purísimo" {EjEsp , Plática "La Santísima Virgen", Madrid enero-1935; guión nº 20}.
Resuena aquí, como en todo el cap, el sentido gozoso de la maternidad virginal de la Iglesia, tan característico de los primeros cristianos:
"A vosotros, a quienes estoy hablando, que sois miembros de Cristo, ¿quién os ha dado a luz? Oigo la voz de vuestro corazón: la Madre Iglesia. Esta Madre santa, honorable, semejante a María, da a luz y es virgen" {San Agustín, Sermón 72 A, 8; BAC 441, Madrid 1983, pg 268}.

 «  519  »  Ese grito –"serviam!"– es voluntad de "servir" fidelísimamente, aun a costa de la hacienda, de la honra y de la vida, a la Iglesia de Dios.

Ficha Drv. Texto escrito sobre una media cuartilla, aprovechada de lo que empezó a ser un guión de meditación para los EjEsp de Vergara (septiembre de 1938), en cuyo dorso se lee: "Espíritu de carid[ad]".
A la Iglesia a la que se ama, se la sirve como un buen hijo. El Autor lo expresaba con lenguaje castizo en carta de la época a Casimiro Morcillo, sacerdote amigo suyo que moriría siendo Arzobispo de Madrid:
"No te olvides, Casimiro, de mi gente. Dile a nuestro Jesús que les dé un fuerte amor a la Santa Iglesia, para que siempre la sirvan –serviam!– 'sin sardina interpuesta' {"Sin sardina interpuesta". Alusión al proverbio español "arrimar el ascua a su sardina". El Autor deseaba que se sirviera a la Iglesia sin esperar satisfacción de intereses personales: "sin sardina interpuesta"}. Nunca tendremos sardina, a la que aplicar el ascua" {Carta de Josemaría Escrivá a Casimiro Morcillo, Burgos 4-X-1938; EF 381004-1}.
Tanto en la carta a Morcillo como en el punto de C el trasfondo es el mismo: la costumbre de los fieles del Opus Dei, al levantarse del lecho por las mañanas, de besar el suelo de rodillas, en señal de humildad, mientras dicen al Señor: "Serviam!". El texto de C debe ser casi simultáneo a la carta citada. En ambos, el "serviam!" aparece no en clave teo-lógica, sino eclesiológica. Por lo demás, en el punto de C parece haber una resonancia literaria del Maestro Ávila, que en una carta conocida con el nombre Doctrina admirable escribe:
"... entonces entenderéis que el sentimiento u llamamiento es de Dios, cuando le respondiéredes con el cumplimiento de su divino querer, aunque sea con riesgo de la hacienda, vida y honra » {San Juan de Ávila, Epistolario: Carta 184; BAC 313, Madrid 1970, pg 646, lín 336-339. El subrayado es mío}.
A mi entender, posterior a este punto de C es la carta circular que escribió el Beato Josemaría a todos los fieles del Opus Dei el 9-I-1939, en la que les hablaba de una entrega total a este servicio y glosaba esos tres mismos conceptos, pero alterada la secuencia, que ahora es honra, hacienda, vida:
"la honra de vuestro apellido y de vuestro prestigio social y profesional, gustosamente puesta –sin salvedades– al servicio de Dios en su Obra: vuestra hacienda, entregada sin reservas: toda vuestra vida –entendimiento, corazón, actividad– metida en el único camino, que es el del cumplimiento de la Santa Voluntad de Dios, sintiéndoos felices de sacrificaros con tal de que la Obra sea un hecho en el mundo, para toda la gloria de Dios" {Carta circular de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei, Burgos 9-I-1939; EF 390109-1}.

 «  520  »  Católico, Apostólico, ¡Romano! –Me gusta que seas muy romano. Y que tengas deseos de hacer tu "romería", "videre Petrum", para ver a Pedro.

OctavillaDrv. Texto escrito sobre una media cuartilla, trazos fuertes y enérgicos, en cuyo dorso se lee, de mano del Autor, lo que parece el encabezamiento de una carta: "llo Díaz de Sollano" {La otra mitad, en la que se lee: " Álvaro del Porti", sirve de soporte al p / 991. El error que llevó a desechar la cuartilla es, sin duda, el haber advertido que el segundo apellido es "Diez" y no "Díaz", como escribió erróneamente el Autor}. Es interesante notar que cuando escribe este punto no había estado todavía en Roma y no había visitado por tanto la sede de Pedro. El punto expresa la vivencia interior del Autor y, por supuesto, el mensaje que envía a los lectores.
En 1933 Isidoro Zorzano, con el ánimo y el apoyo del Autor, había peregrinado a Roma –desde Málaga, donde trabajaba– con ocasión del Jubileo. Zorzano escribe al Beato Josemaría durante el viaje, antes de llegar: "pasaremos a Roma, objetivo del viaje; nos agregaremos a alguna peregrinación para visitar al Santo Padre y ganar el Jubileo Santo; [...] vivir los primeros tiempos de la vida del cristianismo; en el Coliseo, al mismo tiempo de rezar a los santos mártires, cuya sangre derramada ha sido la savia que ha desarrollado nuestra fe y cimentado la primera era cristiana " {Carta de Isidoro Zorzano a Josemaría Escrivá, Málaga 22-VIII-1933; IZL, Epistolario, 41}. Antes, recién llegado a Madrid, hojeando ejemplares del Boletín de la Diócesis, bien pudo encontrarse con este texto del Obispo Eijo y Garay:
"¡Videre Petrum!... ¡Ver al Vicario de Jesucristo en la tierra y con luz de fe en las pupilas y acentos de ternura y sinceridad filial en los labios, expresarle la inquebrantable adhesión, el fervoroso amor, la rendida obediencia, la firmeza intrépida, la docilidad más sumisa del Pastor y de toda la fidelísima grey matritense al Supremo Pastor de la Santa Iglesia Católica! ¡Felices instantes, que bastan ellos solos para endulzar todos los desvelos y amarguras del ministerio episcopal!" {Boletín Oficial de la Diócesis de Madrid-Alcalá, 16 de emayo de 1925, suplemento al nº 1391, pg 2-3. –La expresión "videre Petrum" sigue siendo tradicional para expresar el sentido de la visita "ad limina Apostolorum" que hacen a Roma los Obispos de la Iglesia Católica: "Ormai nella prossimità del grande Giubileo, veniamo 'videre Petrum' " (Servizio Informazioni Chiese Orientali, anno 1998, pg 63)}.

 «  521  »  ¡Qué bondad la de Cristo al dejar a su Iglesia los Sacramentos! –Son remedio para cada necesidad.
–Venéralos y queda, al Señor y a su Iglesia, muy agradecido.

Octavilla de la pequeña serie Ah, posterior por tanto al 20-XII-38.
La Iglesia, que es Madre (vid p / 518), ejerce esa maternidad sobre todo, según el Autor, en los sacramentos. Ante esa realidad, el Autor tiene una actitud de agradecimiento a Cristo y derivadamente a su Iglesia. "Venéralos". Ya se entiende que la veneración a los sacramentos es veneración a la presencia del Señor de la Iglesia que actúa en ellos. En el punto siguiente se repite esta idea. La redacción de la octavilla pudo partir de este apunte:
"Motivos de Amor: El. –Su Madre (desde el árbol de la Cruz...). –La Santa Iglesia. –Los sacramentos (describir), remedio para cada necesidad" {EjEsp, Meditación "Amor de Dios", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 113}.

 «  522  »  Ten veneración y respeto por la Santa Liturgia de la Iglesia y por sus ceremonias particulares. –Cúmplelas fielmente. –¿No ves que los pobrecitos hombres necesitamos que hasta lo más grande y noble entre por los sentidos?

Éste es el único punto de este cap que procede del impreso de Cuenca. Estaba situado casi al final del libro, en el cap "El Apostolado". Había sido escrito el 9-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 922, 522, 738, 258, 259, 941a, 949, 265, 80, 79, 189, 559, 90} y se encuentra en el Cuaderno VI, nº 941:
"Ten veneración y respeto por la santa Liturgia de la Iglesia y por nuestros ritos particulares. Cúmplelos fielmente. ¿No ves que los pobres hombres necesitamos que hasta lo más grande y noble entre por los sentidos?".
Como se ve, ya en la edición de Cuenca, el Autor cambió la expresión "nuestros ritos particulares" por "sus ceremonias particulares" (vid apcrít). Al pasar el punto al texto impreso y darlo a leer a todos hizo ese leve cambio redaccional para incluir todas las ceremonias (más exacto que ritos) particulares que hay en la Iglesia. Ante ellas, como ante la Liturgia, la actitud que recomienda el Autor a todos los cristianos es "veneración y respeto".

 «  523  »  Canta la Iglesia –se ha dicho– porque hablar no sería bastante para su plegaria. –Tú, cristiano –y cristiano escogido– , debes aprender a cantar litúrgicamente.

Texto sobre octavilla Bl. La Liturgia, desde los primeros años de su sacerdocio, era uno de los grandes centros de interés vital –espiritual y doctrinal– del Autor de C. En 1931 escribía en su Cuaderno:
"Esta mañana pedí a Jesús –no le pedí, digo mal– expuse a Jesús mis deseos de prepararme muy bien, durante el Adviento, para cuando el Niño venga. Le dije muchas cosas, entre ellas que me enseñe a vivir la Liturgia sagrada. Pensé que mi alma es una tierra sedienta y me entusiasmó leer en la communio de la Santa Misa: Dominus dabit benignitatem, et terra nostra dabit fructum suum. Señor, Jesús: que el pobre erial de mi alma, henchido de tu gracia dé su fruto para la Vida eterna. –Y me confundí, lleno de agradecimiento, cuando recité en prima el salmo Confitemini Domino (Sal 118, 1)..., expresión fiel de lo que podría cantar cada uno de los que hasta ahora has escogido para tu Obra" {Apínt, nº 431, 29-XI-1931. Hay diversos testimonios del interés que suscitaban entre los alumnos de la Academia DYA y de la Residencia de Ferraz el Curso de Liturgia y Canto litúrgico que promovía el Autor y que estaba a cargo del sacerdote don Blas Romero, adscrito, en esos años, a la parroquia de Santa Bárbara, de Madrid. –Blas Romero Cano (1882-1962), natural de Membrilla (Ciudad Real), ordenado sacerdote en 1907, se trasladó a Madrid en 1921, siendo, desde 1929, capellán coadjutor de la parroquia de Santa Bárbara. Allí conoció al Fundador, pues en el territorio de esta parroquia estaba el Patronato de Enfermos. Participó en los medios de formación para sacerdotes que el Beato Josemaría impartía los lunes (la Conferencia sacerdotal). Al instalarse la Academia DYA (y más tarde la Residencia) se encargó de las clases de canto de los universitarios que frecuentaban aquel centro}.
Entre los papeles del Archivo correspondientes a esta época encontré una cuartilla, escrita en vertical, que parecía ser la fuente literal de este punto {AGP, sec A, leg 50-13, carp 2, exp 2. Se trata de una pequeño legajo titulado "Apuntes para pláticas y meditaciones"}. Se trata de una nota manuscrita del Autor junto con otras indicaciones bibliográficas sobre Liturgia y canto litúrgico, sin fecha. Allí se lee:
"L'Église chante parce que parler ne suffirait pas à l'élan de sa prière, et ce chant est sa prière".
Al margen está lo que parece ser la referencia bibliográfica de este texto:
"Bulletin Paroissial Liturgique, Abbaye de Saint-André par Lophem-lez-Bruges, Belgique".
No apuntó número y página. El texto da la impresión de ser una cita literal {La cita literal no se encuentra en el "Bulletin Paroissial Liturgique" (periodo 1919-1938). Debo el dato al teólogo Dr. Pierre François, Louvain, que me transmite este texto del vol. 7 (1925) pg 231: "Un sentiment puissant n'est jamais muet; il s'extériorise, et les moyens ordinaires ne suffisant pas, il se surprend à chanter. (...) l'élan pieux qui saisit chacun des membres de la famille chrétienne (...) Quand vous chantez, c'est la grande voix de l'Église universelle que vous empruntez. (...) votre prière chantée..." Se trata de un discurso de Mons. Ladeuze, Rector de la Universidad de Lovaina, en una Jornada Gregoriana organizada en Lodelinsart (Bélgica) el lunes de Pascua del año 1925}. En todo caso, se mueve en la tradición agustiniana del "Cantare amantis est" {"Cantar es propio del que ama": San Agustín, Sermón 336, 2; BAC 448, 1984, pg 758} y del antiguo proverbio "Qui bene cantat bis orat" {Cfr Institutio Generalis Missalis Romani, n. 19; Missale Romanum cum lectionibus, editio iuxta typicam alteram, Librería Editrice Vaticana, 1977, I, pg 24}.

 «  524  »  ¡Hay que romper a cantar!, decía un alma enamorada, después de ver las maravillas que el Señor obraba por su ministerio.
–Y yo te repito el consejo: ¡canta! Que se desborde en armonías tu agradecido entusiasmo por tu Dios.

Texto escrito sobre una octavilla Re. Pienso que ese "alma enamorada" es el propio Autor en las primeras experiencias de su ministerio sacerdotal. En Perdiguera (Aragón), donde ejerció tareas de párroco en 1925, celebraba "Misa cantada" todos los días... Algunas notas de sus Cuadernos:
"Recibí la bendición con el Ssmo., en la iglesia de Jesús {Jesús de Medinaceli, de los capuchinos, iglesia de Madrid ya aludida en com / 86}, y al comenzar inmediatamente la antífona y el primer salmo de Laudes, lo repetí tres veces porque era como un grito de mi alma: "Iubilate in conspectu regis Domini. Cantate Domino canticum novum" (Sal 98, 1)... Y entonces comprendí muchas cosas: No soy menos feliz porque me falte que si me sobrara: ya no debo pedir nada a Jesús: me limitaré a darle gusto en todo y a contarle las cosas, como si El no las supiera, lo mismo que un niño pequeño a su padre" {Apínt, nº 415, 26-XI-1931}.
"Hoy dije a D. Lino –y le pareció muy bien– que debe cantarse solemnemente la Salve a Nuestra Señora todos los sábados. Así se hará en las casas de la Obra de Dios sin excepción" {Apínt, nº 453, 4-XII-1931. Desde entonces –sin excepción, efectivamente– el cántico del Salve Regina (o de otra antífona mariana, según el tiempo litúrgico) es una realidad los sábados en todos los centros del Opus Dei en el mundo. –Don Lino Vea-Murguía (1901-1936) conoció al Autor en 1931. Era uno de los sacerdotes que participaban en la "conferencia sacerdotal de los lunes" (vid com / 386) que organizó el Autor en aquellos años. Murió fusilado durante la persecución religiosa, en agosto de 1936}.
El entusiasmo del Autor por la Liturgia y el canto litúrgico se traduce en una comprensión de la oración litúrgica como fuente de oración personal: vid p / 86.
"Romper a cantar". La expresión ya apareció en p / 298. ¿Arrancarán ambos puntos de una misma experiencia?

 «  525  »  Ser "católico" es amar a la Patria, sin ceder a nadie mejora en ese amor. Y, a la vez, tener por míos los afanes nobles de todos los países. ¡Cuántas glorias de Francia son glorias mías! Y, lo mismo, muchos motivos de orgullo de alemanes, de italianos, de ingleses..., de americanos y asiáticos y africanos son también mi orgullo.
–¡Católico!: corazón grande, espíritu abierto.

Texto escrito sobre una octavilla Re. No he encontrado documentos interrelacionados con ella. El contexto de este punto es el fuerte desarrollo de los nacionalismos en el escenario europeo de la época, especialmente el que se forjaba de manera creciente, durante la guerra civil española, en la llamada zona "nacional", donde vivía mientras escribía C {Durante toda su vida –no sólo en el contexto de C–, el Autor predicó la virtud del patriotismo, el amor a la patria, a la vez que señalaba el nacionalismo que discrimina y excluye como una actitud incompatible con el sentido humano y cristiano de la convivencia cívica}. "Católico", entre comillas. No está diciendo el Autor lo que es ser católico, en el sentido de miembro de la Iglesia Católica, sino nombrando algunas implicaciones sociales del estilo de vida propuesto en el Evangelio y predicado por la Iglesia. Se refiere concretamente al "espíritu universal" –"católico"– que es propio de los cristianos, que debe llevarles a superar todo nacionalismo: a amar, ciertamente, la propia Patria como el que más y, a la vez, sentir como propias tantas "glorias" y "motivos de orgullo" de todas las Patrias del mundo. La apertura de espíritu, para el Autor, es connatural al carácter "católico" de la Iglesia.

 «  526  »  Si no tienes veneración suma por el estado sacerdotal y el religioso, no es cierto que ames a la Iglesia de Dios.

Texto escrito sobre una octavilla Re, también sin interrelación documental. La veneración a los sacerdotes fue objeto de varios puntos (vid especialmente p / 74) en el cap "Dirección". El Autor se dirige en C, de manera directa, a laicos, ante los que ahora pone delante las otras dos "posiciones eclesiológicas" que se dan en la Iglesia y que distingue netamente: los sagrados ministros y los religiosos {Los religiosos y, en un sentido más abarcante, lo que hoy se llama la "vida consagrada"}. El Autor ve en la "veneración" a ambos "estados" un signo del amor a la Iglesia. La eclesiología actual ha puesto especialmente de manifiesto cómo a la Iglesia no se la puede comprender (y amar) si no se comprenden (y aman) las distintas posiciones eclesiológicas y se capta su mutua complementariedad.

 «  527  »  Aquella mujer que en casa de Simón el leproso, en Betania, unge con rico perfume la cabeza del Maestro, nos recuerda el deber de ser espléndidos en el culto de Dios.
–Todo el lujo, la majestad y la belleza me parecen poco.
–Y contra los que atacan la riqueza de vasos sagrados, ornamentos y retablos, se oye la alabanza de Jesús: "opus enim bonum operata est in me" –una buena obra ha hecho conmigo1

Texto escrito sobre una octavilla Not: por tanto, en XII-38 ó I-39. El punto se forja redaccionalmente en el repaso de los guiones de predicación. Leemos:
"Mt 26, 6-13. En Betania, en casa de Simón el Leproso, 'accessit ad eum mulier (Maria, Jn 11, 2) habens alabastrum unguenti pretiosi et effudit super caput ipsius recumbentis'. ¡Otra vez el amor! 'Ut quid perditio haec?' –La riqueza del culto... Esa indignación de los discípulos... 'Opus enim bonum operata est in me' " {EjEsp, Meditación "María de Magdala", Vitoria VIII-1938; guión nº 119}.
Esta convicción de la necesidad de ser espléndidos en el culto litúrgico fue una constante a lo largo de toda su vida. Su manera de argumentarla puede guardar relación con el libro del cartujo P. Antonio Molina llamado Instrucción de sacerdotes, un clásico de la espiritualidad sacerdotal, que manejó abundantemente, al menos, en Burgos. Vid sobre el tema y el libro com / 530. El texto que cierra el cap sobre la Iglesia retorna, como vemos, al culto y a la Liturgia y da así entrada al cap sobre la Sagrada Eucaristía.

 «  SANTA MISA  » 

En el corazón de la Iglesia y del "camino" está la Santa Misa, "Sacrificio Santísimo del Altar" (p / 530). Éste es el tema del presente cap, redactado casi enteramente en Burgos (de los dieciséis puntos sólo tres proceden de Cec). De la lectura de los textos –como sucede en general en todos los caps– se deduce que el Autor presupone en el lector la catequesis fundamental sobre el tema. Siguiendo su estilo habitual –personalista, dialógico, incitante–, no dedicará estos breves puntos a "considerar" la doctrina sobre el sacrificio y el culto, sino su sentido espiritual. En todo caso, aquí aplica de manera muy clara el método que prometió al lector en el prólogo: "Voy a remover en tus recuerdos, para que se alce algún pensamiento que te hiera". Por eso salta inmediatamente al centro de la piedad y del misterio eucarístico, buscando "herir" al lector con la presencia de Cristo, que vive personalmente en su Iglesia. El tema del cap es, en efecto, la autodonación de Jesús en el Sacrificio, en la Comunión, en el Sagrario de nuestros templos: "Comunión, unión, comunicación, confidencia: Palabra, Pan, Amor" (p / 535)

 «  528  »  Una característica muy importante del varón apostólico es amar la Misa.

El Autor comienza el cap con uno de los tres puntos procedentes del impreso de Cuenca, en el que afirma la importancia de la Santa Misa –en concreto del amor a la Misa– en la vida ordinaria de una persona cristiana con vibración apostólica.
Ya en abril de 1932 había escrito en su Cuaderno la doctrina de este punto en forma de plegaria a Dios:
"Señor: que todos tus hijos, especialmente los sacerdotes, amen la Misa" {Cuaderno V, nº 705, 22-IV-1932}.
Sin embargo no es ésta oración la matriz inmediata del punto. De serlo, hubiera estado el punto en Cem32 y no, como de hecho está, en Cem33. Redaccionalmente parece claro que el Autor partió de esta otra anotación, que encontramos muy avanzado el Cuaderno VI (nº 913) y dice así:
"Día 25 de enero de 1933: La característica, una característica muy importante del socio Sac., es amar la Misa".
El origen redaccional del texto tiene su interés. La nueva nota está redactada pensando en los sacerdotes del Opus Dei, pero no es una "consideración" autónoma sino una reflexión que reafirma lo que escribió en el Cuaderno anterior, ahora aplicado a los sacerdotes con ocasión de narrar una hermosa anécdota, que es propiamente lo que quiere relatar. El texto, en efecto, continúa:
"Nada me extrañó [lo] que, hace unos días, me decía una religiosa: ¡qué santo era el Sr. Somoano! {José María Somoano, muerto seis meses antes en olor de santidad, sacerdote del que ya se ha hablado en com / 387. Vid José Miguel Cejas, José María Somoano y los comienzos del Opus Dei, Rialp, Madrid 1995} ¿Le trató Vd. mucho?, le pregunté. No –me dijo–, pero le oí una vez decir la Misa" {Vid Forja, 645, que recoge este texto de los Cuadernos}.
Al releer su Cuaderno para preparar el segundo bloque de cuartillas a velógrafo, el Autor se encuentra con el texto transcrito y decide incorporarlo. Con la modificación que refleja el apcrít restituye la doctrina del texto a su origen redaccional {Vid com / 19 nt 77}. Finalmente, en el borrador del impreso de Cuenca hace una transformación semejante a otras muchas del libro, para que la "tesis" aparezca en toda su universalidad.
También en este cap, como en otros, y en general en todo el libro, el Autor presupone en el lector la fundamental catequesis católica acerca de la Celebración eucarística. Ni una palabra en el texto sobre lo que es la Santa Misa. Esto, como digo, se presupone: la Misa se entiende en C como "el Sacrificio Santísimo del Altar", según se lee en el p / 530  {Por esas fechas, su esquema de predicación a sacerdotes sobre la Misa era éste: "Hoc facite in meam commemorationem (Luc. 22, 19). El más propio oficio del Sacerdote es ofrecer el sacrificio: omnis namque pontifex ex hominibus assumptus, pro hominibus constituitur in his, quae sunt ad Deum, ut offerat dona et sacrificia pro peccatis (Hb 5, 1). –Ordenación: accipe potestatem offerendi sacrificia Missasque celebrandi pro vivis et mortuis, in nomine Domini. –La Misa, sacrificio del N. T.: Representación de todos los misterios de Xto., tan viva y perfecta, que se renuevan y vuelven a efectuar misteriosamente en ella: Sólo Xto. es Sumo y principal Sacerdote del N. T.: los demás, que tenemos ese nombre y oficio, no somos sucesores de Xto., ni ejercitamos el sacerdocio en nuestro nombre, sino como instrumentos y ministros suyos" (EjEsp, Meditación "Nuestra Misa", Vergara 9-IX-1938; guión sin numerar, subrayados del Autor)}. Pero esto, "doctrinalmente", se da por sabido. El Autor va a que se haga vida la doctrina. Doctrina y vida eucarística en las que, por otra parte, profundizaba con el estudio y la oración, como hemos visto al comentar el p / 517. Para mí lo notable de este cap es la fuerte conexión que Escrivá muestra tener, ya en los años 30, con importantes dimensiones del Movimiento litúrgico europeo. Pienso, sobre todo, en la convicción "mistagógica" del Autor, subyacente a todo el cap: es la celebración misma de la Eucaristía –los ritos de la Misa, celebrados y vividos con profundidad– la más elocuente catequesis del misterio eucarístico. También por esto la Misa es algo esencial ¡para los fieles! Hay dolor detrás de esta anotación de octubre del 38:
"¡Catedral de Burgos! Mucho clero: el arzobispo, el cabildo de canónigos, los beneficiados, cantores, sirvientes y monagos... Magníficos ornamentos: sedas, oro, plata, piedras preciosas, encajes y terciopelos... Música, voces, arte... Y... ¡sin pueblo! Cultos espléndidos, sin pueblo. Catedral de Burgos" {Apínt, nº 1590, 26-X-1938}.
Ese amor a la Misa de que se habla en este punto es efecto y causa a la vez de lo que el Autor, en una ficha contemporánea a estas "gaiticas", llama "asistencia consciente a la Santa Misa", que explica así:
"El cristiano que se aísla en una piedad privada, no participa como conviene de la corriente santificadora de la Iglesia (vid y sarmientos). El sacrificio es ofrecido a Dios juntamente por el sacerdotes y los fieles [...]. Los fieles son oferentes y ofrendas al mismo tiempo: ofrecen a Dios el sacrificio de Cristo, y se ofrecen con Cristo, de modo que es el sacrificio de Cristo y de todos" {AGP, sec A, leg 50-4, carp 5, exp 4, ficha 35}.
Todo esto arranca ya del punto de cierre del cap anterior y se prolonga especialmente en los p / 529, 530  y 543.

 «  529  »  La Misa es larga, dices, y añado yo: porque tu amor es corto.

Segundo de los puntos procedentes de la edición de Cuenca. No pasó por el velógrafo, pues es de 14-II-1934 {Cuaderno VII, , nº 1138. Ese mismo día había ya escrito el futuro p / 869  }. Tenor literal idéntico, con este colofón: "O.c.P.a.I.p.M." {Sobre esta sigla vid com / 11}.
Al año siguiente (enero de 1935) predicaba sobre la Eucaristía:
"La Santa Misa... Asisten los ángeles... ¿y los hombres? fuera el libro de Misa, si no es un Misal litúrgico. Toda la vida cristiana: Introibo... Confiteor... Osculos. Introito y gloria... Kiries... Oraciones... Epístola... Munda cor meum: Evangelio (besarlo) Credo Ofertorio lavabo Orate fratres... Sanctus (et ideo) Canon (Clementissime Pater... Per Jesum...) Memento vivos... Consagración Memento ..Per Ipsum omnis Pater noster... Comunión... Ultimas oraciones.
Bendición... Ultimo Evangelio... Preces finales. ¿Misa corta? ¡Que es Hijo de buena Madre! No amáis a Jesús, si no amáis la Misa... larga! Mi caso ..." {EjEsp , meditación "La Sagrada Eucaristía", Madrid enero 1935; guión 44. "el libro de Misa": devocionarios y libros equivalentes muy frecuentes en la época y que de hecho eran como una alternativa piadosa a la celebración litúrgica. "¡Que es Hijo de buena Madre!": vid sobre el tema com / 531}.
Como se ve, la manera de "hablar" a los fieles sobre la Misa no es discursiva, sino "mistagógica": desde los ritos. {Es el mismo procedimiento que sigue en la homilía "La Eucaristía, misterio de fe y de amor", del 14-IV-1960 (Es Cristo que pasa, 85-91), sigue ese mismo esquema de exposición} Vid com / 530.

 «  530  »  ¿No es raro que muchos cristianos, pausados y hasta solemnes para la vida de relación (no tienen prisa), para sus poco activas actuaciones profesionales, para la mesa y para el descanso (tampoco tienen prisa), se sientan urgidos y urjan al Sacerdote, en su afán de recortar, de apresurar el tiempo dedicado al Sacrificio Santísimo del Altar?

Texto escrito sobre una octavilla Bl.
Estos p / 529  y 530 recogen convicciones muy profundas del Beato Josemaría, fruto de experiencia y estudio: la pausa, la actitud orante y adorante de celebrante y fieles en la liturgia de la Misa fue un tema vivísimo, siempre, en la historia personal del Autor.
En la tarde del día 21-X-1938, estando en Burgos, fue con tres o cuatro miembros del Opus Dei a visitar la Cartuja de Miraflores. Al volver, hicieron juntos un rato de lección espiritual, les dio una meditación y después tuvieron una prolongada tertulia. Lo que ahora nos interesa es aquella lectura, que hay que poner en relación con este p / 530. Leyeron unas páginas de un libro que el Autor de C conocía muy bien y que estaba manejando aquellos días. Me refiero a la célebre Instrucción de sacerdotes del cartujo del siglo XVI Antonio de Molina {Formaba parte de la bibliografía que utilizaba para preparar un "Devocionario litúrgico" en el que entonces trabajaba a la vez que en C. Nombre exacto del libro: Instrucción de sacerdotes en que se les da doctrina muy importante para conocer la alteza del Sagrado Oficio Sacerdotal, y para exercitarle debidamente, sacada toda de los Santos Padres, y Doctores de la Iglesia, por el Padre Don Antonio de Molina, indigno Monge de la Cartuxa de Miraflores [...] Barcelona, Por Antonio Arroque Impressor, y a su costa. Año 1744. Libro altamente prestigioso durante siglos, del que se hicieron muchas ediciones en todas las lenguas. Escribe Pierre Pourrat, La spiritualité chrétienne. IV. Les temps modernes. II. Du Jansénisme à nos jours, Lecoffre-Gabalda, Paris 1947, pg 505s: "C'est d'Espagne surtout et un peu de l'Italie qu'est venu cette riche doctrine sur le sacerdoce qu ' ont tant exploitée les réformateurs français du clergé. [...] Antoine de Molina fut, en quelque sorte, le docteur de la réforme de clercs par son célèbre ouvrage sur L ' Instruction des prêtres. Tous ceux qui ont écrit sur le sacerdoce, au XVIIe siècle et après, se sont inspirés de lui". La Instrucción promovía la comunión frecuente y fue muy atacada por el jansenismo. San Vicente de Paúl –dice Pourrat– combatía las "désolantes doctrines d'Arnauld sur la communion" con "les maximes du Père Molina" (ibidem, pg 507) Páginas 256-271 de la citada edición}.
Eran los caps 12-15 del tratado III, dedicados a la pausa y gravedad con que se ha de celebrar la Santa Misa, sin apresuramiento.
"El libro y el tema –escribe Eduardo Alastrué en el Diario de ese día–, muy interesante: duración de la misa. El autor desmenuza admirablemente la cuestión y quedamos perfectamente enterados, mejor dicho, confirmados en nuestra opinión de que el barullo, la prisa, el decir y hacer todo a medias, si son en las cosas corrientes un gran defecto, en el Santo Sacrificio son intolerables" {Diario de Burgos, 21-X-1938; Eduardo Alastrué}. Las páginas del monje cartujo son, en efecto, piadosas, rigurosas y profundas. Así comienza el cap 12: "Es tan extremado y universal el abuso que hay en este tiempo acerca de decir la Misa acelerada y atropelladamente, que a los que lo miran con ánimos píos y religiosos les lastima mucho y quebranta el corazón" {El cap 15 se titula: "Si deben los sacerdotes abreviar o apresurar la Misa por conformarse con el gusto de los oyentes y no serles molestos". En pg 265 se lee: "Verdaderamente es cosa intolerable, y tentación clarísima del demonio, ver muchas personas desocupadas, y que se están muchas horas muy de espacio parlando, y jugando, murmurando, o en otras ocupaciones, o peores, y llegados a oír Misa, miden el tiempo no por horas o cuartos, sino por instantes y minutos, que parece testifican con esto, que no la van a oír sino por cumplir con el mundo"}.
Lo que el P. Molina veía como algo tan "universal" en el siglo XVII, era igualmente una cuestión pastoral en la época del Beato Josemaría y así lo reflejó en este p / 530, escrito por aquellos días sin duda, prolongando la preocupación reflejada en el p / 529, ya incluido en la edición de Cuenca. {A Eduardo Alastrué, que participaba esos días en la Santa Misa que celebraba el Beato Josemaría, le impresionó, sin duda, esta lectura por lo que vivía a diario en aquellas celebraciones. Al día siguiente, al anotar la actividad tempranera del pequeño grupo en el Diario, escribe: "Una meditación paseando, la Misa –de las que hubieran satisfecho al P. Molina– y el desayuno en las Teresianas..." (Diario de Burgos, 22-X-1938; Eduardo Alastrué)}.
El día 23 de octubre tuvieron en la habitación del Hotel Sabadell un día de retiro espiritual, al que asistieron los tres recién llegados de la zona republicana {Álvaro del Portillo, Eduardo Alastrué y Vicente Rodríguez Casado. Vid com / 39 nota 116} y los tres habituales. Predicaba el Beato Josemaría. En el Diario del pequeño grupo se relata detenidamente la jornada, el plan y el contenido de las meditaciones y se nos dice –por eso se trae aquí a colación– que la lectura espiritual se hizo de nuevo con el libro del P. Molina {DIARIO DE BURGOS, 23-X-1938; EDUARDO ALASTRUÉ}. Es muy coherente que terminaran de leer el tratado III, continuando donde se quedaron el día anterior. Ese final del tratado (cap XVI-XVIII, pgs 271-291) es una vibrante crítica al estado de abandono de muchas iglesias y al deterioro y suciedad de ornamentos y vasos sagrados. Texto digno de releerse. En esta línea se mueve precisamente el p / 527.

 «  531  »  "¡Tratádmelo bien, tratádmelo bien!", decía, entre lágrimas, un anciano Prelado a los nuevos Sacerdotes que acababa de ordenar.
–¡Señor!: ¡Quién me diera voces y autoridad para clamar de este modo al oído y al corazón de muchos cristianos, de muchos!

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Posiblemente partiendo de este apunte de una de las meditaciones a sacerdotes de 1938:
"¡Tratádmelo bien! ¡Que es hijo de buena Madre!" {EjEsp, Meditación "La Cena", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 110}.
El Autor explicó muchas veces que este Prelado era don Manuel González, beatificado por Juan Pablo II en Roma, abril de 2001 {Manuel González García (1877-1940), nació en Sevilla y se ordenó de sacerdote en 1901. Fue Obispo en Málaga desde 1916 y de Palencia desde 1935. En mayo de 1931 tuvo que salir de Málaga a causa de la agitación revolucionaria, residiendo en Ronda y en Madrid, donde, en su casa de la calle Blanca de Navarra, le conoció y trató el Beato Josemaría, que ya sabía de él por sus escritos y su fama de santidad. Más tarde, en 1938, desde Burgos, reanudaron el contacto. Publicó numerosos escritos sobre la Eucaristía; promovió el culto y la devoción al Santísimo Sacramento a través de las Marías de los Sagrarios, los Discípulos de San Juan, los Niños Reparadores..., y fundó una congregación religiosa: las Misioneras eucarísticas de Nazaret. Recientemente han sido editadas sus obras completas (Monte Carmelo, MEC 13-15, Burgos 1998). Ha sido. Vid José Campos Giles, El Obispo del sagrario abandonado: Manuel González García, El Granito de Arena, 4ª ed, Palencia 1950; José Luis Gutiérrez García, Una vida para la Eucaristía, EGDA, Madrid 1989.}. El Beato Josemaría lo trataba con la actitud filial que siempre tenía ante los Obispos {Anotaba en el Cuaderno VI el 26-V-1933 (Apínt, nº 1014): "El día 16 de este mes, con la excusa de cierto encargo de la M. Priora de Sta. Isabel, visité al Sr. Obispo de Málaga. El Santo Prelado fue cordialísimo. Puesta su mano sobre mi cabeza, por dos veces me dijo: ' ad robur, ad robur! ' ... Me prometió orar por mí y me dio, al marcharme, un abrazo muy apretado. Además, que vuelva, me advirtió, que vuelva cuando quiera a verle"}, pero además lo veneraba por su vida santa y muy especialmente por su intensa devoción a la Sagrada Eucaristía {Dos años antes, con motivo de una grave contradicción que tenía en Málaga Isidoro Zorzano, el Autor le aconseja: "que, cuanto antes, vayas a visitar al Sr. Obispo y no hagas nada en este asunto sin su aprobación. A ese bendito Prelado debes hablarle con claridad de todo: te entenderá bien, porque está más loco que nosotros. No dejes de ir, en cuanto puedas" (Carta de Josemaría Escrivá a Isidoro Zorzano, Madrid 3-III-1931; EF 310303-1)}. De él y de sus escritos utilizaba en su predicación anécdotas y expresiones. El Beato Josemaría visitó frecuentemente a don Manuel durante las estancias de éste en Madrid a partir de 1931, en que fue expulsado de Málaga al instaurarse la República {"Ayer, no sé bien por qué razón, me vino al pensamiento el cordial recuerdo de Vd.; y hoy me decido a ponerle estas líneas, para que suplan aquellas frecuentes visitas que a mi Sr. Obispo y a Vd. hacía este pecador, en la casita de Blanca de Navarra" (Carta de Josemaría Escrivá a Fernando Díaz de Gelo, Burgos 12-IV-1938; EF 380412-1). Don Fernando era el Secretario de Mons. González. Residían en Madrid en la casa de la familia Calonge y Page, en la calle Blanca de Navarra. Se conserva en el AGP (sec A, leg 50-4, carp 1, exp 13) un folleto de 8 cuartillas a multicopista, escrito por don Manuel González y titulado "Para el mes del Sagrado Corazón de Jesús", sobre el que el Autor de C escribió estas palabras: "Me lo ha regalado el Ilmo. Sr. Obispo de Málaga, y en su misma casa, con la pluma de don Fernando (su secretario), escribo esta nota. Madrid –miércoles 20-junio-934". En 1940, a raíz de la muerte del santo Obispo, escribía a su secretario: "Puede suponer la alegría que, para mí, representaría tener algún recuerdo de D. Manuel, q.d.D.g. ¿Me atreveré a pedirle a Vd. este nuevo favor?" (Carta de Josemaría Escrivá a Fernando Díaz de Gelo, Madrid 22-IV-1940; EF 400422)}.
No he podido situar la fuente del Autor a la hora de escribir este punto –¿uno de los ordenandos?–, ni la fecha de aquella ordenación. En Palencia no hubo ordenaciones durante los años 1938 y 1939 (a las que hubiera podido asistir el Autor).
Por otra parte, desde el Archivo en el que se custodian los papeles y documentos del Beato Manuel González dicen: "No hemos encontrado en ningún sitio que esas palabras: 'tratádmelo bien...' las dijera a sacerdotes; sí nos consta con toda seguridad que las dijo a las primeras hermanas de nuestra Congregación cuando les dejó a Jesús Sacramentado por primera vez en el Sagrario de la comunidad" {Carta de la Hª Ana María Palacios a Pedro Rodríguez, Madrid 27-VII-1999}. Esa primera comunidad era la de la Casa de Nazaret de Málaga y el día, el 20 de enero de 1924. En la biografía de don Manuel antes citada se describe así la escena: "Y cuando después de haber cerrado el Sagrario, ya lleno con la presencia real del Maestro divino de Nazaret, se despedía el Fundador de sus hijas, recordando la frase del Beato Ávila, les repetía: '¡Que me lo tratéis bien, que es Hijo de buena Madre!' " {José Campos Giles, El Obispo del sagrario abandonado: Manuel González García, "El Granito de Arena" 4ª ed, Palencia 1950, pg 317}.
Como se ve, el Obispo tiene en la mente una anécdota de San Juan de Ávila, en la que la frase se dirige a un sacerdote {De tenor algo diferente, posiblemente "evolucionada" en la tradición oral. La fuente es el proceso informativo de Montilla para la beatificación del Maestro Ávila y, allí, la declaración de Pedro Luis de León, "monaguillo de aquel sacerdote a quien se acercó Ávila, mientras celebraba, para reprenderle cariñosamente por la ligereza con que trataba "a Hijo de tan buen Padre" (ASV, Congr. de Ritos, lib 3173; Proc. de Montilla, ff. 945v-946r; vid BAC 302, Madrid 1970, pg 10 y 53). El paso del Padre celestial a la Madre del Hijo Eterno según la carne es muy natural. La frase "¡Que es hijo de buena Madre!", la usó, como hemos visto, D. Manuel González. El Autor de C la empleaba ya en un guión de meditación sobre la Eucaristía del año 1935. Vid com / 529}. Es, pues, muy coherente que la dijera el santo Obispo también con ocasión de las ordenaciones sacerdotales.
Mi impresión es que la anécdota del Beato Manuel González que se narra en este punto la conocía el Autor ya en los primeros años treinta, contada por tercera persona.

 «  532  »  ¡Cómo lloró, al pie del altar, aquel joven Sacerdote santo que mereció martirio, porque se acordaba de un alma que se acercó en pecado mortal a recibir a Cristo!
–¿Así le desagravias tú?

Texto escrito sobre una octavilla Re. En su guión sobre la Eucaristía que se acaba de citar, el Autor encontró este apunte telegráfico:
"La Sagrada Eucaristía: precede el lavatorio. –Somoano" {EjEsp, Meditación "La Cena", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 110}.
Sobre esta base redactó este p / 532. Es un recuerdo que Josemaría Escrivá tenía siempre vivo. Lo había escrito en su Cuaderno del año 32 –que entonces estaba en un baúl en casa de su madre en Madrid–, en el que se lee:
"Día 18 de julio de 1932: El Señor se ha llevado a uno de los nuestros: José María Somoano, sacerdote admirable. Murió, víctima de la caridad, en el Hospital del Rey (de donde ha sido Capellán hasta el fin, a pesar de todas las furias laicas) en la noche de la fiesta de N. Sra. del Carmen –de quien era devotísimo, vistiendo su santo escapulario–, y, como esta fiesta se celebró en sábado, es seguro que esa misma noche gozaría de Dios. Hermosa alma: solamente el pensamiento de que había sacerdotes que subían al altar menos dispuestos, le hacía derramar lágrimas de Amor, de Reparación" {Cuaderno V, nº 785. A continuación escribió el p / 281}.
Por esta nota de Apínt sabemos que las lágrimas de Somoano eran en concreto por lo que sabía de algún sacerdote. Al redactar el texto de C, el Autor vela lo del sacerdote y va a lo radical de aquellas lágrimas: recibir, sea quien sea y sin las debidas disposiciones, el Cuerpo de Cristo.
"Que mereció martirio". La reciente biografía sobre Somoano antes citada ha investigado el tema {Vid José Miguel Cejas, José María Somoano y los comienzos del Opus Dei, Rialp, Madrid 1995, pg 182, que trabaja sobre el dictamen del médico forense}. Es evidente que el Autor de C, al velar el nombre del sacerdote, no vela en cambio su convicción de que murió asesinado.

 «  533  »  Humildad de Jesús: en Belén, en Nazaret, en el Calvario... –Pero más humillación y más anonadamiento en la Hostia Santísima: más que en el establo, y que en Nazaret y que en la Cruz.
Por eso, ¡qué obligado estoy a amar la Misa! ("Nuestra" Misa, Jesús...).

Texto tomado de sus notas del retiro espiritual de Segovia, sábado 8-X-1932 (5º día del retiro), que es fundamental leerlo junto a los otros dos que escribió ese día, y por su orden {Ese día escribió: p / 533, 432, 765}. Apínt, nº 1651:
"Humildad de Jesús: en Belén, en Nazaret, en el Calvario... Pero más humillación y más anonadamiento, en la Hostia Santísima: más que en el establo y que en Nazaret y que en la Cruz. Por eso, ¡cómo debo yo amar la Misa!, nuestra Misa, Jesús...".
El tema de este p / 533, escrito en clave de "humildad", da entrada al p / 432, en que la humildad de Cristo (kènosis), con las mismas etapas, aparece como Gloria del Padre y camino del cristiano hacia la Gloria a través de la Eucaristía (vid com / 432).
La expresión "nuestra Misa" (la cursiva es del original), en relación dialogal con Jesús, ya había aparecido antes en el Cuaderno IV:
"Dominica XX después de Pentecostés, 1931: El Salmo de la confianza: 22, Dominus regit me. –El Salmo del propio conocimiento: 126, Nisi Dominus. –El Salmo de la fortaleza: 81, Dominus illuminatio mea. La Santa Misa de hoy, en todas sus partes, introito, oración, epístola, gradual, evangelio, communio y postcommunio, respondía maravillosamente a mi estado de ánimo. Jesús, haz que viva nuestra Misa: que celebre el Santo Sacrificio con la pausa, gravedad y compostura de un sacerdote anciano: aunque llegue la noche oscura, que no me falte la luz cuando soy otro Cristo" {Apínt, nº 317, 11-X-1931}.
Es ésta la única vez que Josemaría Escrivá alude en sus Apuntes a la noche oscura, que puede llegar, a la que pone en estrecha relación con la Santa Misa y su ser "otro Cristo" en el altar. Véanse a esta luz las "noches" de Honduras y Burgos, de que se habla en com / 151 y otros allí citados.
"Nuestra Misa" es fórmula que emplea una vez y otra P. M. Sulamitis en su opúsculo A los sacerdotes {Publicado primero en La Vida Sobrenatural, año VII, tomo 14, nº 81 (septiembre 1927), pgs 171-172. Desde aquellos años el Autor de C hacía en la Misa, antes de la "elevación" de la Sagrada Forma –interiormente, in mente–, la ofrenda al Amor Misericordioso, con esta fórmula: "Padre Santo, por el Corazón Inmaculado de María, os ofrezco a Jesús, vuestro Hijo muy amado, y me ofrezco a mí mismo en Él, por Él y con Él a todas sus intenciones y en nombre de todas las criaturas" (AGP, sec P, leg 3, 1976, pg 401). Sobre P. M. Sulamitis y la "Obra del Amor Misericordioso", vid com / 316}.

 «  534  »  ¡Cuántos años comulgando a diario! –Otro sería santo –me has dicho–, y yo ¡siempre igual!
–Hijo –te he respondido–, sigue con la diaria Comunión, y piensa: ¿qué sería yo, si no hubiera comulgado?

Texto escrito sobre una octavilla de la serie Lh. Podría estar escrita en Honduras. No hay interrelación documental conocida. En sus notas del retiro de 1933 se lee este apunte:
"Institución de la Sda. Eucaristía. Se quedó por Amor..., por mí. Se quedó, sabiendo cómo le recibiría yo... ¡veintidós años de comunión... y no sé comulgar!" {Apínt, nº 1720, 26-VI-1933}.

 «  535  »  Comunión, unión, comunicación, confidencia: Palabra, Pan, Amor.

Lo mismo que el punto anterior. Texto escrito sobre una octavilla de la serie Lh. Podría estar escrita en Honduras. El texto tiene también un precedente redaccional más antiguo:
"Comunión –Comunicación –Unión –Endiosamiento –Preparación".
El apunte está en el guión 11 de los que utilizó el Autor en el curso 1933-34 para los círculos de formación que daba a los universitarios de la Academia DYA {AGP, sec. A, leg 50-13, carp 4, exp 1}. Un detenido análisis teológico-espiritual de este punto de C, al que calificaba de "especialmente impresionante", es el que hizo el Obispo Klaus Hemmerle, en una homilía predicada en Aquisgrán el 20-VI-1984 {Klaus Hemmerle, "Predigt, " 20-VI-1984, en Joseph Höffner / Franz Hengsbach / Klaus Hemmerle, Der Welt Leben geben, Predigten in Zentren des Opus Dei, Köln 1984, pgs 12-16}. "Con estas siete palabras –decía– se puede tocar de la manera más profunda el misterio de la Eucaristía" {"Heute möchte nicht ich die Predigt zum Fest halten, sondern ich möchte mich anschliessen an eine –wie ich glaube– besonders eindrucksvolle Predigt, die ganze sieben Worte umfast und die wie wenige andere Texte einen Abgrund dessen aufschliesst, was in der Tat Eucharistie ist. Die sieben Worte lauten: 'Kommunion, Begegnung, Verbindung, Vertrauen, Wort, Brot, Liebe'. Es ist der Saz 535 aus dem 'Weg', und ich glaube, dass wir in diesem Text ein tiefes Geheimnis von Eucharistie anrühren können" (ibidem, pg 12)}.
El Autor sostenía incansablemente la esencial interrelación de Palabra y Sacramento, que se unifican en la oración personal del sujeto. Así predicaba a los refugiados de Honduras:
"No se dan cuenta [muchas personas] de que los sacramentos no son un fin en sí mismos: son medios para unirse más y más a Dios. No sólo de pan vive el hombre, sino que es necesaria también la palabra, la oración, cuajada con las debidas condiciones" {PredicHond, "La Comunión de los Santos", 8-IV-1937, pg 33; III}.

 «  536  »  Comulga. –No es falta de respeto. –Comulga hoy precisamente, cuando acabas de salir de aquel lazo.
–¿Olvidas que dijo Jesús: no es necesario el médico a los sanos, sino a los enfermos?

Texto escrito sobre una octavilla Bl, con rasgos fuertes y buena tinta. No hay interrelación documental conocida.
Quizá es el momento de decir que el Autor fue en aquellos años treinta un incansable defensor de la comunión "dentro" de la Misa y con formas consagradas en la misma Misa. Escribía por entonces el Autor:
"La comunión dentro de la Misa es la regla, no la excepción. Intra Missam, con hostias ofrecidas y consagradas en la Misa. 'Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre'. Sacrificio unido al sacramento. ¿Por qué separarlo sin causa razonable?" {AGP, sec A, leg 50-4, carp 5, exp 4, doc 29. En efecto, esta doctrina, revalorizada por el Movimiento litúrgico, fue recogida por Pío XII en la Encíclica Mediator Dei, 20-XI-1947, en AAS 39 (1947) 563s y DS 3854}.
Podría ser la ficha transcrita un texto de apoyo al guión sintético sobre "Eucaristía" (de la serie de círculos para estudiantes universitarios que dio el curso 1933-34), en el que se lee:
"Primeros Cristianos –Quejas de San Pablo –Enfriamiento –Pío X –Participación del Sacrificio (com[unión] después que el sac. intra missam)" {AGP, sec A, leg 50-13, carp 4, exp 1, guión nº 11, sin fecha. "Para los primeros cristianos comulgar y asistir a la sinaxis eucarística constituía un solo acto religioso" (Manuel Garrido, "La comunión dentro de la Misa", en Liturgia (Silos) 7 (1950) 341-346; cita en pg 342). –Sobre el tema "primeros cristianos" en C vid com / 971 y lugares allí señalados}.
El profundo sentido del Misterio eucarístico y de su celebración, que tuvo siempre le llevó, cuando apenas había fieles del Opus Dei, a formular el criterio y su fundamento:
"Los socios y las asociadas ordinariamente recibirán la Sagrada Comunión dentro de la Misa, porque ése es el sentir de la Liturgia" {Cuaderno V, nº 496, 23-XII-1931. Vid com / 933 nt 10. Ya antes, anotando el plan de vida espiritual de los fieles del Opus Dei, se refería a la participación en la «Santa Misa, comulgando después de la Comunión del sacerdote y dando gracias hasta un cuarto de hora después de terminada la Misa» (Cuaderno IV, nº 346, 26-X-1931). Ya se ve, por esta insistencia, que comulgar «dentro» de la Misa no era entonces lo habitual y había configurado en buena parte la praxis (vid. com/933 nt 10). Para muchos, ir a Misa e ir a comulgar eran cosas distintas, con tiempos también distintos. Esta situación pastoral y litúrgica está perfecctamente descrita por el P. Manuel Garrido Bonaño OSB enel artículo citado en nota anterior, en el que dice: «La causa no es otra a nuestro juicio que haber convertido en regla general lo que en realidad sólo era una exceción a la regla y haber disgregado lo q ue no debía constituir sino un solo acto litúrgico: Misa y Comunión» (pg343)}.
Sin embargo, el Autor, que forma en este espíritu a los fieles del Opus Dei y a los estudiantes de DYA, no extiende esta doctrina a través de C, pues podría escandalizar por la abundancia de la praxis contraria.
"No es falta de respeto". Vid com / 539. Aún había huellas de raíz "jansenista" en el ambiente.

 «  537  »  Cuando te acercas al Sagrario piensa que ¡Él!... te espera desde hace veinte siglos.

Texto escrito sobre una octavilla Jef. Escrito sin duda a partir de esta nota de predicación:
"Mi atrevimiento... Pero: Haec quotiescumque... Hoc facite in meam commemorationem (Joann. 22, 1). ¡El!... me espera desde hace 20 siglos" {EjEsp, Meditación "La Cena", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 110}.
Otro texto próximo:
"Hermano mío: en el Calvario; allí te dejo. Extiende los brazos, y sube a la Cruz. Que baje Cristo, que ya lleva allí XX siglos" {EjEsp, Meditación "Pasión", Vitoria 24-VIII-1938; guión nº 109}.
Las consideraciones cristológicas del Autor tienen siempre como base la "contemporaneidad" de los acontecimientos redentores en la realidad viva de Cristo resucitado presente en la Eucaristía: es el "Iesus Christus heri et hodie" (Hb 13, 8) del p / 584.

 «  538  »  Ahí lo tienes: es Rey de Reyes y Señor de Señores. –Está escondido en el Pan.
Se humilló hasta esos extremos por amor a ti.

Texto escrito sobre una octavilla Not. Responde a la misma teología del punto anterior. En el texto mecanografiado este punto está añadido en una tirita a máquina después de copiada –sin él– la secuencia del cap. Como consecuencia, el Autor borró y corrigió cuidadosamente la numeración posterior de los puntos. En la colección de "gaiticas", ésta figura al final de las otras de este cap y sin numerar. Se ve que no contaba con esa ficha al estructurar el cap: se le debió traspapelar, pero también es posible que sea una octavilla escrita mientras mecanografiaba el cap.

 «  539  »  Se quedó para ti. –No es reverencia dejar de comulgar, si estás bien dispuesto. –Irreverencia es sólo recibirlo indignamente.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. No hay interrelación documental conocida. Es la misma doctrina del punto de 536, dicha de otra forma y presentada como consecuencia de los p / 537  y 538. A pesar de que habían pasado décadas desde las exhortaciones de San Pío X, no era normal –ni siquiera entre cristianos piadosos y responsables– la comunión diaria. El que sería después protagonista del p / 145  escribió muchos años después, recordando aquella época, que la primera vez en su vida que comulgó tres días seguidos fue cuando el Beato Josemaría le habló de su posible vocación al Opus Dei y le pidió que hiciera un triduo al Espíritu Santo {Testimonio escrito de Ricardo Fernández Vallespín, Madrid 7-VII-1975, pgs 3-4; AGP, sec A, leg 100-20, carp 2, exp 6}.

 «  540  »  ¡Qué fuente de gracias es la Comunión espiritual! –Practícala frecuentemente y tendrás más presencia de Dios y más unión con Él en las obras.

Texto escrito sobre una octavilla Re. De la comunión sacramental a la comunión espiritual. En la manera cristiana de vivir que proponía el Autor, ocupaba un lugar muy importante la relación con Jesús a través de "comuniones espirituales" esparcidas durante la jornada, es decir, impulsos del alma hacia la comunión eucarística, deseos de comulgar el Cuerpo y la Sangre del Señor, que actualizan y potencian lo que los teólogos llaman la "res" de la Eucaristía, su efecto último, que es la comunión vital con Cristo y con su Cuerpo Místico, la Iglesia {El Catecismo del Concilio de Trento (2, 4, 55) había dicho quiénes son los que comulgan espiritualmente: "ii sunt, qui desiderio propositum coelestem illum panem comedunt, fide viva incensi (1Co 11, 29), quae per dilectionem operatur (Ga 5, 6); ex quo, si non omnes, maximos certe utilitatis fructus cosequuntur"}.
El Beato Josemaría, cuando se preparaba para la Primera Comunión, aprendió de un Padre Escolapio {El P. Manuel Laborda de la Virgen del Carmen, llamado cariñosamente por los alumnos "Padre Manolé"} una fórmula para hacer la comunión espiritual, que incorporó inmediatamente a su vida diaria, introduciendo después algunas modificaciones y extendiéndola por todas partes: la recitan habitualmente los fieles del Opus Dei y muchas otras personas en el mundo entero. Dice así:
"Yo quisiera, Señor, recibiros.
con aquella pureza, humildad y devoción.
con que os recibió
vuestra Santísima Madre,
con el espíritu y fervor de los Santos".

 «  541  »  Hay una urbanidad de la piedad. –Apréndela. –Dan pena esos hombres "piadosos", que no saben asistir a Misa –aunque la oigan a diario–, ni santiguarse –hacen unos raros garabatos, llenos de precipitación–, ni hincar la rodilla ante el Sagrario –sus genuflexiones ridículas parecen una burla–, ni inclinar reverentemente la cabeza ante una imagen de la Señora.

Texto escrito sobre una octavilla Re. Era éste un tema, como tantos otros relacionados con la seriedad de la vida litúrgica, que el Autor tenía a cuore desde los comienzos de su ministerio sacerdotal. En el Cuaderno V, con fecha 14 de Marzo de 1932, hablaba de la necesidad de esta formación litúrgica en los fieles del Opus Dei:
"Ha de comenzar a instruírseles –decía– por lo que pudiéramos llamar "Urbanidad de la Casa de Dios", que realmente será nociones de Liturgia. Da pena ¡y risa! el comportamiento de muchísimos hombres piadosos en la Iglesia" {Apínt, nº 660}.

 «  542  »  No me pongáis al culto imágenes "de serie": prefiero un Santo Cristo de hierro tosco a esos Crucifijos de pasta repintada que parecen hechos de azúcar.

Texto escrito sobre una octavilla Re. No hay interrelación documental conocida. Vid com a punto siguiente. El dativo posesivo (no me pongáis) expresa en este caso cómo la acción que desaconseja le afecta personalmente.

 «  543  »  Me viste celebrar la Santa Misa sobre un altar desnudo –mesa y ara–, sin retablo. El Crucifijo, grande. Los candeleros recios, con hachones de cera, que se escalonan: más altos, junto a la cruz. Frontal del color del día. Casulla amplia. Severo de líneas, ancha la copa y rico el cáliz. Ausente la luz eléctrica, que no echamos en falta.
–Y te costó trabajo salir del oratorio: se estaba bien allí. ¿Ves cómo lleva a Dios, cómo acerca a Dios el rigor de la liturgia?

Original sobre una octavilla Re en 1938. Este punto es prototípico del sentido –también estético– de la "celebración" que el Autor tenía en aquella época, muy en la línea del Movimiento litúrgico. Era un gran defensor de la "casulla amplia", a la que se refiere en este punto {He encontrado entre los papeles del Autor (AGP, sec A, leg 50-4, carp 5) varias notas bibliográficas y argumentaciones históricas y teológicas para mostrar la coherencia litúrgica de celebrar con casulla de estilo "gótico" en aquella época de casullas llamadas (por su forma) de "guitarra"}. Debió hablar sobre el tema con el P. Germán Prado, ilustre liturgista de Silos, al que le unía una gran amistad, que en carta del año 1941, le comunica su posición concorde sobre el tema {"Respecto a las casullas amplias tengo preparado un estudio teórico histórico, pero sobre todo práctico con vistas a la confección artística de los ss. ornamentos. En él sostengo que si respecto a las muy anchas –que lleguen hasta las manos– cabe discutir con eminentes liturgistas el alcance del famoso decreto, respecto a las que llegan casi al codo no cabe discusión" (Carta de Germán Prado OSB a Josemaría Escrivá, Monasterio de Silos 25-V-1941; AGP, sec A, leg 55, carp 3, exp 1). Vid IntrodGen § 10 nt 14 y com / 703}. La manera de "imaginar" en 1932 los oratorios de los futuros centros del Opus Dei (no había entonces ninguno: el Opus Dei era Josemaría Escrivá y 4 ó 5 personas) apunta a desarrollos celebrativos que se abrirán paso en la Iglesia en décadas posteriores:
"Los nuestros deberán comulgar dentro de la Misa y con Hostias Consagradas en la Misa {Vid supra com / 536 e infra com / 933 nt 10}. Para esto, muy bien podría haber al fondo del presbiterio y bajo un arcosolio, p.e., un altar con Sagrario, a fin de tener allí al Señor reservado, diciéndose en este altar la Sta. Misa una vez a la semana, para renovar las Formas. Y, en medio del presbiterio, una mesa de altar aislada –verdadera mesa, riquísima, como todo–, en la que se celebre a diario la Misa de comunidad, consagrando un Copón, que se purifique a diario también" {Apínt, nº 814, 23-IX-1932}.
El Autor sufría con la praxis frecuente en diversos templos y celebraciones. A veces, cuando escribía para sí mismo –como es el caso de Apínt–, sus descripciones tratan de ocultar este desasosiego con un punto de humor:
"Día de la Inmaculada, 1931: Mucho he pedido a la Señora. Digo mal: mucho he expuesto a la Señora. Estos detalles ya no los anotaré, ordinariamente, en lo sucesivo. Da pena ver cómo preparan los altares y presbiterios, para la celebración de las fiestas. Hoy, en un colegio rico, estaba el retablo lleno de floripondios ridículos, colocados sobre unas graderías de tabla de cajón a medio pintar. El Sagrario habitualmente está de tal modo dispuesto, que es preciso siempre al sacerdote, aunque sea de buena estatura, subirse a un banquillo para abrir, cerrar y tomar al Señor. Las sacras, en equilibrio inestable... Y los sacerdotes, en equilibrio inestable también, porque han de hacer verdaderas piruetas de charlestón para no dar con la cabeza en una lámpara de latón dorado feísima, que pende muy baja sobre el presbiterio, o para no dar de narices en el suelo, tropezando con los pliegues y repliegues de la alfombra, adaptada a las gradas del altar [...].
Y menos mal, si, detrás del retablo, además de una escalera de mala madera sin pintar, por donde a diario pasa Cristo en manos del sacerdote para quedar en Exposición, menos mal si no hay también un montón de cachivaches llenos de polvo, que hacen del lugar santo la trastera del rastro madrileño. Todo esto lo he visto [...] Lo he descrito con detalle, porque en todos los oratorios de la Obra de Dios, que darán siempre la impresión de lo definitivo, se huirá de caer en semejantes desatenciones con nuestro Rey-Cristo" {Cuaderno V, nº 458s, 8-XII-1931}.
La Instrucción de enero de 1935 fue escrita cuando ya funcionaba la Academia DYA y la Residencia de Ferraz, que tenía un oratorio diseñado por el Autor {No había todavía reserva del Santísimo. Quedó reservado el 31-III-1935}. Se trata de un documento para la formación de los fieles del Opus Dei en orden al apostolado con la juventud. En un determinado momento hace esta consideración sobre la realidad del culto litúrgico:
"... lo han hecho dulzón y suave. –Hablo en la presencia del Señor, y creo que mi Angel Custodio me mueve a escribir: quiero hacerlo con caridad y claridad. Permitidme, pues, esta digresión.
Mucha luz eléctrica, en el retablo y hasta en el tabernáculo de la Exposición. Bambalinas y teloncillos de teatro provinciano. Floripondios de papel y trapo. Imágenes relamidas, de pastaflora. Puntillas y primores mujeriles, en las albas y en los manteles. Cacharros feísimos –la última moda: los vi hasta en una famosa catedral– sobre el altar, y aun sobre la misma ara. ¿Dónde está la cruz? Apenas se ve, entre la baraúnda de nubes de algodón y docenas de velas de procedencia química. Cánticos de opereta.
Esto, en lo material. No quiero hablar –no debo: faltaría a la caridad– del ambiente piadoso ordinario en esas funciones (no, cultos) que llevan semejantes preparativos.
Hijos, volvamos a la sencillez de los primeros cristianos {Sobre el tema "primeros cristianos" en C vid com / 971 y lugares allí señalados} : riqueza, cuanta podáis, pero jamás a costa de la liturgia. Arte serio, lleno de grave majestad. Nunca floripondios, ni luz eléctrica. El retablo, retro tabulam: a su sitio, detrás del altar, como algo accidental. La Santa Cruz y el ara –completamente aislada la mesa de altar– ocupen el lugar sobresaliente.
Que el canto gregoriano, pausado y solemne, sea expresión de vuestra piedad varonil.
Pero... ¿dónde voy? Perdonadme: acabo la disgresión, para volver al tema primitivo" {Instrucción, 9-I-1935, nn. 251-255. Vid sobre el tema, Antonio Livi, "L ' Opus Dei e il rinnovamento liturgico", en AA. VV., Uno stile cristiano di vita, Ares, Milano 1972, pgs 78-95}.
El P. Germán Prado, en la carta citada más arriba, comentaba extensamente el impacto que le había causado la lectura de C. Al final escribe: "He leído con gusto lo que sobre la liturgia dice: es muy serio y formativo; veo una alusión directa a su cáliz, cruz y candeleros, que admiré en las teresianas de Burgos" {Carta de Germán Prado OSB a Josemaría Escrivá, Monasterio de Silos 25-V-1941; AGP, sec A, leg 55, carp 3, exp 1}. Todo parece indicar que Germán Prado se refiere a este p / 543. Si su observación es exacta, el oratorio aquí descrito sería el de las teresianas de Burgos, donde celebraba con frecuencia el Beato Josemaría. Le acompañaban, de ordinario, Pedro Casciaro o Francisco Botella, que le ayudaban. En alguna ocasión, alguno de los que estaba de paso en Burgos y que asistió a la celebración, debió hacer el comentario que da lugar a esta "gaitica".

 «  COMUNIÓN DE LOS SANTOS  » 

Cap de nueva creación en Burgos, constituido por siete puntos, nuevos también, añadidos al libro en la redacción final. El tema sigue siendo la Iglesia, como en los dos caps anteriores, pero ahora es la cláusula eclesiológica "communio sanctorum" la que domina las consideraciones. De la Iglesia, Madre de los fieles, se pasa a la Iglesia, comunión de los cristianos. El tránsito se realiza a través del cap intermedio: la "communio eucharistica". La secuencia es ésta: los que en Cristo somos una sola cosa por la Eucaristía –son un solo cuerpo los que participan de un único pan (cfr 1Co 10, 17)– debemos tener entre nosotros una solidaridad dinámica: cada uno cuida –debe cuidar– de los demás. Eso es también la Iglesia - fraternidad - y éste es el tema del cap que ahora comienza.
Que la estructura de la Iglesia tiene una esencial dimensión jerárquica, que al frente están los Obispos con el Papa a la Cabeza, etc.: todo eso forma parte de esa catequesis que presupone el Autor en los lectores cuando escribe el libro (vid Introd al cap anterior) {El libro no dice nada sobre ello de manera formal. Ya ha quedado implícito en el cap "La Iglesia", donde se presenta a la Iglesia como Madre. Vid allí, por ej, la alusión al Papa con ocasión de hablar de la romería "videre Petrum" (p / 520)}. Lo que era menos conocido entre los universitarios a los que se dirigía es que la Iglesia, siendo todo eso, es, fundamentalmente, la comunión corresponsable de todos los fieles: esto es lo que el Autor quiere "comunicar" ahora a partir de su propia experiencia espiritual y pastoral. Detrás de la redacción de estos puntos está la experiencia de la fraternidad cristiana - oración y sacrificio de unos por otros, "comunicación de bienes sobrenaturales" (p / 547) - que se puso de manifiesto en las difíciles circunstancias de la guerra civil, que es cuando se escribe el cap.

 «  544  »  Comunión de los Santos. –¿Cómo te lo diría? –¿Ves lo que son las transfusiones de sangre para el cuerpo? Pues así viene a ser la Comunión de los Santos para el alma.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco, de la serie Lh. El Autor entra en la "communio sanctorum", como dijimos, después de tratar en el cap anterior.
la "communio eucharistica". La única "communio" que formamos por la Eucaristía debe expresarse en el cuidado espiritual y material de los demás.
La octavilla está escrita posiblemente en Honduras. En una de esas cartas de tan pintoresco lenguaje, que el Autor escribía desde la Legación, se lee lo que sigue:
"Me está diciendo Josemaría {La escenificación es divertida: escribe el "abuelo", que es el Autor, pero éste a veces se desdobla y pone en boca de su hermano "Josemaría", que está un poco loco, cosas extrañas..} que necesita hacer transfusiones de sangre: que procuréis estar muy sanos y fuertes, para que seáis donantes (creo que, en el "argot" médico, se dice así). Aunque no entiendo esa clase de comunicaciones vitales, para que no se me enfade mi hermano, os lo digo a la letra" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid 14-IV-1937; EF 370414-1}.
La guerra civil, con las destrucciones y tensiones que sembraba por todas partes, avivó en Josemaría Escrivá de manera muy acusada el sentido de la comunión de los santos que vertebra a la Iglesia y que da origen ahora al tercer cap eclesiológico de C. Esto fue especialmente manifiesto en el encierro de Honduras, donde predicaba ya el primer día:
"Ut omnes unum sint... (Jn 17, 21). Que seamos todos una sola cosa. Lo pide Jesús a su Padre en la Ultima Cena. [...] Se precisa, por tanto, unidad de inteligencia, unidad de voluntad y unidad de corazón. [...] Tenemos obligación de rezar por todos esos hermanos nuestros y de mortificarnos, de fastidiarnos (oración de la carne, oración de los sentidos) por ellos, para que todos seamos uno en el corazón y en la inteligencia y en la voluntad. Uno en Cristo, conservando la propia personalidad" {PredicHond, "La gloria de Dios", 6-IV-1937, pg 22s; I}.

 «  545  »  Vivid una particular Comunión de los Santos: y cada uno sentirá, a la hora de la lucha interior, lo mismo que a la hora del trabajo profesional, la alegría y la fuerza de no estar solo.

Texto escrito sobre una octavilla Jef. Como antes dije, el tema adquiere una fuerza grande en el encierro de Honduras, donde predica:
"Por la Comunión de los Santos, nunca podemos sentirnos solos, pues constantemente nos llegan alientos espirituales de las cárceles, de las trincheras, de dondequiera se encuentre alguno de vuestros hermanos" {PredicHond, "La Comunión de los Santos", 8-IV-1937, pg 30; III}.
Dentro de la gran "communio" que es la Iglesia el Autor sabe que hay muchas moradas: en la Iglesia peregrinante lo mismo que en la Iglesia que ya está en el Cielo.
("en casa de mi Padre hay muchas moradas", Jn 14, 2). En este punto invita al lector a vivir "una particular Comunión de los Santos". Cada uno la interpretará a su modo, en su contexto: la que llamamos precisamente Iglesia particular (o local), la parroquia, una comunidad religiosa, una asociación de fieles, etc. El Autor, cuando redacta este p / 545, tiene ante sí el "pusillus grex" del Opus Dei –que entonces se está forjando y ahora es una Prelatura personal–, que desea estrechamente unido en el seno de la Iglesia. En efecto, en una de aquellas cuartillas a velógrafo que cada mes enviaba desde Burgos a los jóvenes que trataba apostólicamente, les decía (estaban en los frentes de guerra, no se olvide):
"Vivamos una particular comunión de los santos; y cada uno sentirá a la hora de la lucha interior, lo mismo que a la hora de la pelea con las armas, la alegría y la fuerza de no estar solo" {"Noticias", Burgos, marzo 1938; AGP, sec A, leg 3, carp 3; la cursiva es mía. Vid Pedro Casciaro, Soñad y os quedaréis cortos, Rialp, 11ª ed, Madrid 1999, pg 155}.
Es interesante el cambio redaccional. Lo que en "Noticias" era "la pelea con las armas" pasa a ser en la "gaitica", que mira al futuro, "el trabajo profesional". La comunión, la realidad profunda de la Iglesia, no es para el Autor algo reservado para templos y conventos, sino para ser vivido y expresado en la vida civil y secular.
El tema de "Noticias" estaba muy vivo y se refleja en sus cartas de aquellos días. A un estudiante mallorquín le escribía:
"Únete, con tu oración, con tus sacrificios, con todo tu vivir, a nuestros trabajos. Es preciso que sintamos una particular comunión de los Santos, con todos los que componen nuestra familia sobrenatural" {Carta de Josemaría Escrivá a Bartolomé Rotger, Burgos 5-III-1938; EF 380305-2. –Rotger Castaño, Bartolomé (1915-1980), nacido en Palma de Mallorca, estudiante de Arquitectura, conoció al Autor en 1935, al frecuentar la residencia DYA, de la calle de Ferraz. Durante la guerra mantuvo una frecuente relación epistolar, una vez llegado el Fundador del Opus Dei a Burgos. En enero de 1941, ingresó en los Jerónimos del Parral. A los pocos años, pasó a la Cartuja, siendo ordenado de sacerdote en 1946. Fue Prior de la Cartuja de Miraflores de Burgos y, luego, de la de Tiana (Barcelona), donde falleció. Vid com / 805}.
Para Galicia salían estas letras a un estudiante de Arquitectura:
"Necesito tu ayuda: que ni el más pequeño de tus malos ratos sea estéril: ofrécelo por la Obra. Que tu oración y tu vida toda –con una particular Comunión de los Santos– participe de la oración y del vivir de los nuestros" {Carta de Josemaría Escrivá a Alejandro de la Sota, Burgos 5-III-1938; EF 380305-1. Alejandro de la Sota Martínez (1913-1996), Arquitecto, conoció al Autor en 1935, en la Residencia de Ferraz. Durante la guerra, se intercambiaron frecuente correspondencia, presentándose en alguna ocasión en Burgos; finalizada la contienda, mantuvo contacto con el Fundador del Opus Dei en Madrid}.
Y esta otra para Emiliano Amann:
"Yo cada día me acuerdo de ti, y te mando otras cartas... ¡Bendita Comunión de los Santos! En nuestro camino, hijo mío, entra vivir esa unión de familia sobrenatural, que hace que participemos unos de las oraciones, sacrificios y trabajos de los otros" {Carta de Josemaría Escrivá a Emiliano Amann, Burgos 5-III-1938; EF 380306-1}.
Josemaría Escrivá –es ése el clima de estas cartas– consideraba a todos los que trataba apostólicamente, fueran o no del Opus Dei, como si lo fueran: en todos veía realizarse, por la fidelidad en el trabajo cristianamente asumido, la comunión con Cristo que es la Iglesia.

 «  546  »  Hijo: ¡qué bien viviste la Comunión de los Santos, cuando me escribías: "ayer ' sentí ' que pedía usted por mí"!

Original sobre una octavilla Bl. Leyendo la correspondencia pasiva del Autor de aquel año 38, encontré una carta, de la que es este párrafo:
"No crea que le olvido, hoy menos que nunca. Pasé un rato muy malo, pero debió acordarse a las 8 de mí, pues a esta hora recuperé fuerzas y haciendo de tripas corazón me levanté" {Carta de Joaquín Vega de Seoane a Josemaría Escrivá, 16-III-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp C, exp 3}.
Puede ser ésta la carta que esté detrás de este punto de C, que el Autor escribe sin ocultar su emoción y su ternura.
No se trata de un solo caso en la experiencia del Autor. En uno de los guiones de Vitoria-Vergara hay una adición interlineal, que dice:
"El sacerdote que nota, durante su Misa, que oran por él; el joven ingeniero que escribe: Padre, tal día, a tal hora, estaba Vd. pidiendo por mí" {EjEsp, Plática "Espíritu de oración", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 102}.
Esta anotación da muy claramente el texto de lo que será después el p / 472  de Surco, que dice así:
"Comunión de los Santos: bien la experimentó aquel joven ingeniero cuando afirmaba: ' Padre, tal día, a tal hora, estaba usted pidiendo por mí '. Esta es y será la primera ayuda fundamental que hemos de prestar a las almas: la oración".
El Fundador del Opus Dei se refiere aquí –en el punto de Surco– a Álvaro del Portillo. Así me lo aseguraba Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, que convivió tan intensamente con ambos, y lo narra detenidamente Bernal: la circunstancia es ya posterior a la guerra civil (durante los meses de 1939 que estuvo destinado en Olot) {Vid Salvador Bernal, Recuerdo de Álvaro del Portillo, Prelado del Opus Dei, Rialp, 3ª ed, Madrid 1996, pgs 63-65}. Para narrar un suceso tan similar al del punto de C, pudo servirse el Autor ciertamente de la expresión de su guión de 1938; pero tampoco puede excluirse que esa expresión sea una adición posterior, que recoge directamente la vivencia de Álvaro del Portillo: Josemaría Escrivá utilizó otras veces estos guiones para predicar retiros espirituales al clero (precisamente en Vergara dio de nuevo EjEsp, para los diáconos que se iban a ordenar, del 24 de junio al 1 de julio de 1939).

 «  547  »  Otro que sabe de esa "comunicación" de bienes sobrenaturales, me dice: "la carta me ha hecho mucho bien: ¡se conoce que viene impregnada de las oraciones de todos!... y yo necesito mucho que recen por mí".

Original sobre una octavilla Jef. No he encontrado esa carta. En todo caso, la idea expresada refleja el "clima" que se vivía en torno a Josemaría Escrivá en aquellos meses duros y difíciles. Escribía a Jiménez Vargas:
"De todos, sin excepción, se reciben frecuentes noticias. Ricardo –muy contento– escribió hablando de una carta tuya, que le ha hecho –dice– mucho bien" {Carta de Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, 24-II-1938; EF 380224-1}.
Y lo mismo en las cartas de unos a otros:
"Estos días he tenido abundante correspondencia, me han escrito Enrique, Sotomayor, Manolo, Miguel F, y Juan. Este último una carta que me ha venido muy bien" {Carta de Ricardo Fernández Vallespín a José María Albareda, 19-II-1938; AGP, sec N-2, leg 147, carp D, exp 1. Ésta es la carta por la que el Autor sabe lo que dice Juan Jiménez Vargas en la carta citada en nota anterior}.
"...aquello es necesario suplirlo en lo posible por cartas. Mariano {El Autor de C} nos decía precisamente hace un par de días que una red de cartas de cada uno a todos los demás de los nuestros ha de ser el medio, estando alejados, de hacernos vivir intensamente esta unión fraternal nuestra" {Carta de Eduardo Alastrué a Vicente Rodríguez Casado, Burgos 30-XI-1938; AGP, sec N-2, leg 146, carp D, exp 2}.

 «  548  »  Si sientes la Comunión de los Santos –si la vives–, serás gustosamente hombre penitente. –Y entenderás que la penitencia es "gaudium, etsi laboriosum" –alegría, aunque trabajosa: y te sentirás "aliado" de todas las almas penitentes que han sido, son y serán.

Original sobre una octavilla Bl. La doctrina de siempre en el Autor: "la oración se avalora con el sacrificio" (p / 81). La comunión se expresa en la oración de unos por otros y en la mortificación penitente. El punto procede casi con seguridad de esta nota de la predicación de Vitoria-Vergara:
"La mortificación es: gaudium etsi laboriosum; muestra de Amor y de gratitud; ayuda a la hora de la tentación... comunión de los santos con otros penitentes; saber que el Señor escucha más a las almas penitentes" {EjEsp, Plática "Espíritu de mortificación y penitencia", Vitoria 24-VIII-1938; guión nº 117. Interlineado a continuación de "gaudium etsi laboriosum", el Autor escribió: "plática del Obispo de Cuenca" (D. Cruz Laplana)}.
"Gaudium, etsi laboriosum". La expresión pudo ser construida por el propio Escrivá a partir del Sacerdos del P. Petit, que manejó, como sabemos durante aquellos EjEsp. Se lee en el tomo III:
"Licet ex sua natura poenitentiae opus sit opus laboriosum, arduum, multas complectens corporis et animae molestias, jucunditate tamen non caret. Poenitenti poenitentia multa parit gaudia" {A. Petit, Sacerdos rite institutus, 3, 1938, pg 120}.

 «  549  »  Tendrás más facilidad para cumplir tu deber al pensar en la ayuda que te prestan tus hermanos y en la que dejas de prestarles, si no eres fiel.

Original sobre una octavilla Re. Mientras el Autor daba el último empujón redaccional a C escribió una Carta circular a todos los fieles del Opus Dei, de la que tomó varios párrafos para el libro que estaba terminando. Uno de ellos es éste:
"Fruto jugoso del entregamiento" es [...] la facilidad que sentiréis, para el cumplimiento de vuestros reglamentos y normas, al pensar en la ayuda que os prestan vuestros hermanos y en la que dejáis de prestarles, si no sois fieles" {Carta circular de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei, Burgos 9-I-1938; EF 380901-1}.

 «  550  »  ."Ideo omnia sustineo propter electos" - todo lo sufro, por los escogidos, "ut et ipsi salutem consequantur" –para que ellos obtengan la salvación, "quae est in Christo Jesu"– que está en Cristo Jesús.
–¡Buen modo de vivir la Comunión de los Santos!
–Pide al Señor que te dé ese espíritu de San Pablo.

Original sobre una octavilla de la serie Lh. Muy probablemente redactada en Honduras. Hay dos cartas escritas desde la Legación (19 y 30-IV-1937) que manifiestan cómo el Autor asumía este "espíritu de San Pablo" que recomienda. La redacción del punto de C debe ser simultánea a estas cartas. He aquí un párrafo de la segunda de ellas, con el habitual lenguaje figurado para esquivar la censura:
"Querría abrazaros a todos con toda mi alma, como un abuelo pegajoso que soy, para que los golpes, que pudierais recibir, los recibieran las duras espaldas de este escribidor. No es extraño que, teniendo yo tantas deudas personales, me haya permitido salir fiador por todos, en estos tiempos de economía quebrantada. Y espero que se cobrará: ¡con qué alegría, si acepta –que sí–, daré hasta el último centavo!" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, 30-IV-1937; EF 370430-1}.

 «  DEVOCIONES  » 

El lector habrá observado que en el cap anterior, titulado "Comunión de los santos", ésta –la comunión– aparece como la fraternidad de los cristianos que "peregrinan en la tierra". La comunión total con los que, "ya difuntos, se purifican, mientras otros son glorificados, contemplando claramente al mismo Dios" {Con la "Iglesia triunfante" y con la "Iglesia purgante", en la terminología clásica. Const. Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II, n. 49: "Así, pues, hasta cuando el Señor venga revestido de majestad y acompañado de todos sus ángeles (cfr Mt 25, 3) y destruida la muerte le sean sometidas todas las cosas (cfr 1Co 15, 26 -27), algunos entre sus discípulos peregrinan en la tierra; otros, ya difuntos, se purifican, mientras otros son glorificados, contemplando claramente al mismo Dios, Uno y Trino, tal cual es; pero todos, aunque en grado y formas distintas, estamos unidos en fraterna caridad y cantamos el mismo himno de gloria a nuestro Dios. Porque todos los que son de Cristo y tienen su Espíritu crecen juntos y en Él se unen entre sí, formando una sola Iglesia (cfr Ef 4, 16)"}, se aborda en el presente cap. El Autor trata ahora, primero, de nuestra comunión con "el hombre Cristo Jesús" (1Tm 2, 5; p / 554 -557) y a continuación de la comunión con los hombres y mujeres que nos han precedido en la fe, y con los ángeles: con la Virgen María (558) y con San José (559-561), con los Ángeles Custodios (562-570), con las almas del purgatorio (571s). Pero Escrivá no se limita a la afirmación doctrinal de esta misteriosa "communio", sino que dialoga con los lectores sobre las tradiciones eclesiales y la praxis devocional –el cap se llama "Devociones"– que, según su experiencia, permiten expresar de manera sencilla y piadosa esas relaciones que se dan en el interior de la Iglesia {Una excepción a esta división de la materia entre los caps 24 y 25 es el p / 573, referente al "amor al Papa". Si se pone este número en relación con el 520 –ir a Roma "videre Petrum"– aparece el amor al Papa como expresión de la devoción a Simón-Pedro, tan característica del espíritu del Beato Josemaría, y del "misterio de Pedro". Vid com / 573. Vid también p / 898  }.
El cap, que ya estaba en Cec, tiene veinticuatro puntos: los nueve que constituían el patrimonio de Cuenca más otros quince que se agregan en la redacción definitiva de Burgos. El Autor no sigue la manera habitual de integrar las dos series –primero la de Cuenca, luego la de Burgos–, sino que distribuye los puntos de esta última en el lugar que les pertenece dentro del orden ya claramente trazado en el cap de Cec.

 «  551  »  Huyamos de la "rutina" como del mismo demonio. –El gran medio para no caer en ese abismo, sepulcro de la verdadera piedad, es la continua presencia de Dios.

Texto del Cuaderno III, nº 125, fechado en 9-XII-1930 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 939, 128, 551}. El texto del Cuaderno dice así:
"Los socios y asociadas huirán de la rutina como del mismo demonio; veo muy claramente que el gran medio, para no caer en ese abismo, sepulcro de la verdadera piedad, es la continua presencia de Dios" {Socios y asociadas. Ésta fue la terminología usada para designar la pertenencia al Opus Dei hasta que éste adquirió en 1982 su configuración definitiva como Prelatura personal de la Iglesia: ahora el término adecuado es "fieles" del Opus Dei o de la Prelatura del Opus Dei}.
Como se ve, el Autor antepone, a cualquier otra consideración sobre devociones o prácticas de piedad, este principio fundamental: han de realizarse desde una verdadera autenticidad sobrenatural, que es fruto –dice– de la continua presencia de Dios. Lo contrario a esta autenticidad personal es el modo "rutinario" de realizarlas. Esta "rutina" de que aquí habla y califica de "sepulcro de la verdadera piedad" parece muy próxima al tema de la tibieza. Vid cap de este nombre, p / 325 -331.

 «  552  »  Ten pocas devociones particulares, pero constantes.

Escribió este punto en su cuaderno, junto con otros seis {Futuros puntos de C transcritos ese día: 471, 552, 553, 455, 23, 290, 942} , el 6-XI-1933. El tenor literal es idéntico {Cuaderno VI, nº 1075}.
Se conserva la "cuartilla" en la que el Autor escribió este brevísimo futuro punto de C. El texto está en el interior de un breve esquema de charla a un grupo de chicas jóvenes –como se deduce del texto–, que dice así:
"Un fin tienen estas charlas: que seáis piadosas, con piedad que no se acatarre.
–Manifestación exterior: entrar en la iglesia –santiguarse– Sagrario.
–Modo de rezar: sin molestar, ni llamar la atención, con pausa, si es vocal, y claridad. –Pocas devociones y constantes –Mejor, frecuencia de sacramentos –Rutina.
–Por eso, piedad interior: presencia de Dios –Dios: Padre –Amigo– Señor poderosísimo, siempre dispuesto a oírnos y darnos.
Gracias: Fe –Amor" {Esta "cuartilla" –en realidad "octavilla"– (AGP, sec A, leg 50-13, carp 2, exp 5) es el dorso de la descrita en com / 172 nota}.
Este punto contiene, como el anterior, un criterio de fondo. Si el p / 551  insistía en la autenticidad, este otro recomienda la sobriedad (que sean pocas las devociones) unida a la constancia. Y, sobre todo, la espiritualidad del Autor –por eso hemos transcrito íntegra la octavilla originaria– otorga la primacía, en la vida de piedad, no a las "devociones" sino a los "sacramentos", es decir, a la piedad que fluye de la esencia misma de la Iglesia y fecunda a esas otras devociones, "pocas y constantes". Es la misma actitud de espíritu que le llevó a señalar en el p / 86  el primado de "los salmos, y las oraciones del misal", por encima "de oraciones privadas o particulares".

 «  553  »  No olvides tus oraciones de niño, aprendidas quizá de labios de tu madre. –Recítalas cada día con sencillez, como entonces.

Punto escrito en la misma fecha que el anterior y transcrito en su Cuaderno exactamente a continuación.
Este criterio lo aplicó el Autor a sí mismo hasta el último día de su vida {"Todavía, por las mañanas y por las tardes, no un día, habitualmente, renuevo aquel ofrecimiento que me enseñaron mis padres: ¡oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me ofrezco enteramente a Vos. Y, en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón... " (Amigos de Dios, 296). En el AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 1 se conserva una pequeño calendario del Año Santo de 1933-34, en cuya hoja 3r se leen estos que parecen ser propósitos de vida espiritual: "Mis oraciones de niño, al levantarme y por la noche.–Trisagio –Los dos misereres –Terminar siempre el Santo rosario con un responso, por mis amigas [las almas del Purgatorio]. –Meterme cada día en una llaga de mi Jesús"} y lo recomendaba vivamente. Es una manifestación de la "vida de infancia espiritual".

 «  554  »  No dejes la Visita al Santísimo. –Luego de la oración vocal que acostumbres, di a Jesús, realmente presente en el Sagrario, las preocupaciones de la jornada. –Y tendrás luces y ánimo para tu vida de cristiano.

Original sobre una octavilla Re. No he encontrado interrelaciones documentales. Lo que aquí dice el Autor es pura consecuencia de la piedad eucarística que ha aparecido sobre todo en los caps sobre la Iglesia y la Santa Misa. Los años 20 y 30, en los que va madurando en su alma el estilo de su piedad, son años de fuerte recuperación de la vida eucarística en la Iglesia universal, a impulsos del magisterio de San Pío X. En España, la obra del beato Manuel González –el santo obispo de Palencia, al que el Autor se refiere en p / 531  (vid com a este punto y com / 87 nt 36– difundió por todas partes un profundo amor a la Sagrada Eucaristía, con una peculiar espiritualidad del Sagrario y de la Visita al Santísimo Sacramento. El Autor recomienda vivamente esta práctica de piedad, a la que está dedicada una de las obras más difundidas de San Alfonso María de Ligorio: Visitas al Santísimo Sacramento {BAC 78, 1952, pgs 955-1024. En el Colegio de los PP. Escolapios de Barbastro, donde estudió el Autor, se leía y usaba este libro de San Alfonso. Vid testimonio del P. José Mur Cavero, Barbastro 9-IX-1976; AGP, sec A, leg 100-38, carp 3, exp 12}.

 «  555  »  ¡Verdaderamente es amable la Santa Humanidad de nuestro Dios! –Te "metiste" en la Llaga santísima de la mano derecha de tu Señor, y me preguntaste: "Si una Herida de Cristo limpia, sana, aquieta, fortalece y enciende y enamora, ¡qué no harán las cinco, abiertas en el madero?".

Original sobre una octavilla Re. Se trata de un episodio místico de la vida del Autor, aquí despersonalizado según su costumbre. Puede considerarse –la redacción de este punto– prototípica de la manera de narrar que le es propia cuando se quiere esconder como sujeto del suceso y a la vez mantener el estilo dialógico del libro. En este caso tenemos toda la documentación deseable. Era en Burgos, 6-VI-1938. Iba hacia el Monasterio de las Huelgas, donde investigaba su tesis doctoral. Caminaba despacio, por la mañana, haciendo oración. Lo anotó telegráficamente por la noche:
"Lunes 6 de junio. Mi oración de la mañana camino de las Huelgas: guiado por S. José, me he metido, con luz del Espíritu Santo, en la Llaga de la mano derecha de mi Señor" {Cuaderno VIII dpdo, Apínt, nº 1576; la cursiva es del original}.
El acontecimiento le dejó transido todo el día. Cuando por la noche escribe en el Cuaderno sigue en la Llaga de Cristo. Por la tarde escribió sobre el tema a Juan Jiménez Vargas, el más antiguo miembro del Opus Dei que estaba en la zona nacional, con el que hablaba con extrema profundidad de muchas cosas (en Burgos no tenía a nadie "mayor" con quien hablar y comunicar las cosas de Dios):
"Querido Juanito: esta mañana, camino de las Huelgas, a donde fui para hacer mi oración, he descubierto un Mediterráneo: la Llaga Santísima de la mano derecha de mi Señor. Y allí me tienes: todo el día entre besos y adoraciones. ¡Verdaderamente que es amable la Santa Humanidad de nuestro Dios! Pídele tú que El me dé el verdadero Amor suyo: así quedarán bien purificadas todas mis otras afecciones. No vale decir: ¡corazón en la Cruz!: porque si una Herida de Cristo limpia, sana, aquieta, fortalece y enciende y enamora, ¡qué no harán las Cinco, abiertas en el madero? ¡Corazón, en la Cruz!: Jesús mío, ¡qué más querría yo! Entiendo que, si continúo por este modo de contemplar (me metió S. José, mi Padre y Señor, a quien pedí que me soplara) voy a volverme más chalao {Expresión popular que significa lo mismo que "loco", "chiflado", vocablos que ya hemos visto en boca del Autor} que nunca lo estuve. ¡Prueba tú! [...] Un abrazo. Desde la Llaga de la mano derecha, te bendice tu Padre, Mariano" {Carta de Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, Burgos 6-VI-1938; EF 380606-1}.
La gran tradición de la piedad cristiana, siguiendo a los grandes Santos, siempre ha "mirado" con amor a las llagas de Cristo y se ha "introducido" en ellas. Es inmensa la bibliografía sobre el tema. Escrivá, como tantos fieles cristianos a lo largo de siglos, recitaba cada día después de la Misa la oración "En ego": "con gran amor y compasión voy considerando vuestras cinco Llagas", y pedía a Jesús: "dentro de tus Llagas ¡escóndeme!" {Missale Romanum, Gratiarum actio post Missam}. Impresiona la insistencia del Autor en que era la Llaga de la mano derecha. Copio aquí este texto de Santa Teresa:
"Aparecióme como otras veces y comenzóme a mostrar la llaga de la mano izquierda, y con la otra sacaba un clavo grande que tenía metido. Parecíame que a vuelta del clavo sacaba la carne. Víase bien el gran dolor, que me lastimaba mucho" {Libro de la Vida, 39, 1; BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 215; la cursiva es mía}.
La unión e identificación del Autor con Cristo en el misterio de la Cruz le lleva a esta expresión sorprendente: "¡Corazón, en la Cruz!: Jesús mío, ¡qué más querría yo!". Perderse con Cristo en la Cruz es, pues, para él, la máxima felicidad. Para la inteligencia del texto es necesario, me parece, ponerlo en relación con el p / 163, escrito en la Legación de Honduras, y la exclamación allí contenida –como aquí–: "¡Corazón, en la Cruz!". Estas palabras y su contexto espiritual eran evidentemente conocidos por el destinatario, que estuvo refugiado en Honduras con el Beato Josemaría, donde habría meditado la octavilla del futuro p / 163. En la carta de 6 de junio hay un diálogo implícito con Jiménez Vargas a propósito de este punto, que tiene un fuerte contenido "ascético", a "contracorriente" de las pasiones, podríamos decir. Ahora, en cambio, el Autor ha tenido una renovada experiencia de la dulzura de la Cruz: tener el corazón en la Cruz no es "crucificarlo", sino meterlo en la alegría de Cristo. Viene a decir al joven alférez médico –que leerá la carta en el frente de Teruel– que ese "¡Corazón, en la Cruz!" del p / 163, en la entera Cruz de Cristo, es la cumbre de la "mística", la felicidad total en Cristo: "Jesús mío, ¡qué más querría yo!". Es puro don de Dios. La purificación del corazón, a la que aspiraba en el p / 163, es ahora una pura consecuencia.
La práctica de "meterse" en las llagas de Cristo venía de lejos en Josemaría Escrivá. De enero de 1934 es la consideración que da lugar al p / 288  de C. Y de julio de ese año el deseo de cumplir el propósito "antiguo" de meterse cada día "en la Llaga del Costado de mi Señor". Vid textos en com / 288. Dentro del camino hacia la santidad que el Autor señalaba, la contemplación de las Llagas de Jesús ocupaba un lugar importante en la vida de oración {"Si queréis aprender de la experiencia de un pobre sacerdote que no pretende hablar más que de Dios, os aconsejaré que cuando la carne intente recobrar sus fueros perdidos o la soberbia –que es peor– se rebele y se encabrite, os precipitéis a cobijaros en esas divinas hendiduras que, en el Cuerpo de Cristo, abrieron los clavos que le sujetaron a la Cruz, y la lanza que atravesó su pecho. Id como más os conmueva: descargad en las Llagas del Señor todo ese amor humano... y ese amor divino. Que esto es apetecer la unión, sentirse hermano de Cristo, consanguíneo suyo, hijo de la misma Madre, porque es Ella la que nos ha llevado hasta Jesús" (Homilía "Hacia la santidad", 1967, en Amigos de Dios, 303)}.

 «  556  »  El Vía Crucis. –¡Ésta sí que es devoción recia y jugosa! Ojalá te habitúes a repasar esos catorce puntos de la Pasión y Muerte del Señor, los viernes. –Yo te aseguro que sacarás fortaleza para toda la semana.

Texto escrito sobre una octavilla Re, en Burgos. No hay interrelación redaccional conocida.
La devoción a recorrer en espíritu el camino de la Cruz, en cuanto meditación de la Pasión y Muerte del Señor, es tan antigua como el Cristianismo. Desde la primeras generaciones cristianas va tomando forma una práctica meditativa hasta llegar al actual "Via Crucis" de 14 estaciones, que permanece sustancialmente idéntico desde el siglo XVII {El Via Crucis ha sido a lo largo del siglo XX uno de los ejercicios de piedad más familiares a los cristianos: asocia estrechamente el movimiento del cuerpo, de la imaginación y del corazón y se apoya sobre la fe y el amor, que se expansionan en el recorrido de la Cruz. Para la historia de esta devoción y su sentido teológico, vid Michel-Jean Piccard, "Croix, Chemin de", en DSp, II, col. 2576-2606. El Beato Columba Marmion ha escrito: "Je suis convaincu qu'en dehors des sacrements et des actes de la liturgie, il n'y a pas de pratique plus utile pour nos âmes que le chemin de la croix fait avec dévotion" (Le Christ dans ses mystères, ch. 14; 10ª ed, Abbaye de Maredsous, Sté St-Augustin, Desclée De Brouwer et Cie, Namur 1923, pg 298).A esta expansión de la devoción del Via Crucis ha contribuido sin duda el hecho de que los últimos Papas lo realicen de forma tan solemne el Viernes Santo de cada año y su amplia difusión a través de los medios de comunicación social}.
La devoción al Via-Crucis la llevaba el Autor en el alma. En el primer cuadernillo, de los que usó en Burgos a manera de agenda, apuntó {Cuadernillo-agenda 1º de Burgos, hoja 4} , recién llegado a la ciudad (enero de 1938), este recordatorio, para poderlo meditar en cualquier circunstancia:
"Via-Crucis.
–1. Condenado. –2. La cruz. –3. Primera caída. –4. Su Madre. –5. El Cirineo. –6. La Verónica. –7. Segunda Caída. –8. Las hijas de Jerusalén. –9. Tercera caída. –10. Expolio. –11. Enclavado. –12. Muerte. –13. Piedad. –14. Sepultura" {Al concluir este cuadernito y comenzar el segundo, volvió a copiar (Cuadernillo-agenda 2º de Burgos, hoja 1) las estaciones del Via Crucis. Vid el texto en IntrodGen § 5, 1, b (pgs 64-65)}.
También se encuentra en el Archivo un cuarto de octavilla –para poderlo llevar discretamente en la mano– que escribió por la misma época:
"1 condenado –2 cruz –3 caída –4 Madre –5 Cirineo –6 Verónica –7 caída –8 mujeres –9 caída –10 expolio –11 clavado –12 muerte –13 bajado –14 sepultado" {AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 14. El papel se encuentra junto a otro, también pequeño con esta oración (autógrafa): "Señor Dios, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa, en la cual fue envuelto tu Cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la Cruz: concédenos, ¡oh piadosísimo Señor!, que por tu muerte y sepultura seamos llevados a la Gloria de la Resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amen"}.
El Autor, con el tiempo, expresó su contemplación de la Pasión y Muerte del Señor en un comentario de las 14 estaciones del Via Crucis, que se publicó como obra póstuma {Josemaría Escrivá de Balaguer, Via Crucis, Madrid, Rialp, 1981. Numerosas ediciones y traducciones}.

 «  557  »  Devoción de Navidad. –No me sonrío cuando te veo componer las montañas de corcho del Nacimiento y colocar las ingenuas figuras de barro alrededor del Portal. – Nunca me has parecido más hombre que ahora, que pareces un niño.

Original sobre una octavilla Bl. No hay interrelación documental conocida. La devoción al "Nacimiento" se remonta a San Francisco de Asís, que, en Navidad de 1223, estando en Greccio, construyó el primero de que se tiene noticia {Cfr Tomás de Celano, Vida de San Francisco. Vida primera, I, cap XXX; BAC 4, Madrid 1945, pgs 339-342; y Vida segunda, cap XXIII, nn. 199-200, ibidem, pgs 504s; San Buenaventura, eyenda de San Francisco, cap X, ibidem, pgs 597-598. Todos estos textos también en San Francisco de Asís, Escritos, biografías, documentos, BAC 399, 1978}.
Álvaro del Portillo dice, a partir de sus conversaciones con el Beato Josemaría, que cuando el Autor escribía estas palabras estaba recordando escenas de su infancia, con su padre "construyendo" el Nacimiento en compañía de sus hijos Vid Álvaro del Portillo, Declaración procesal, pg 46; Proceso Romano del Beato Josemaría, testigo nº 1. Interesante también en este sentido el testimonio de Lola Fisac, que pasó con doña Dolores Albás –la madre del Autor– la Navidad de 1939 en la Residencia de Jenner: "Los chicos de la Residencia ponían el nacimiento y, cada vez que alguno entraba para saludarla, le oí decirle a la Abuela, eso que el Padre había dejado recogido en un punto de 'Camino': 'Nunca me has parecido más hombre que ahora, que pareces un niño' ". Se ve claro que el Autor había oído esa frase a su madre, dirigiéndose a su marido, cuando ponía el Nacimiento con los niños (María Dolores Fisac Serna, Relación Testimonial, Madrid 2-IX-1975; AGP, sec A, leg 100-21, carp 2, exp 1, pg 4)}.

 «  558  »  El Santo Rosario es arma poderosa. Empléala con confianza y te maravillarás del resultado.

Texto escrito sobre una octavilla Drv, que tiene en el reverso, autógrafas, estas palabras después tachadas: "Me han dicho que tienes 'gancho'. Es gracia es –". Como se ve es el "primer intento", desechado, de la "gaitica" que será p / 803
Josemaría Escrivá recorrió las calles de Madrid y de tantas ciudades de Europa y América con su rosario en la mano. Tenía la costumbre de rezar cada día los 15 misterios {Sobre el origen de esta devoción y su creciente desarrollo en los tiempos modernos, vid Albert Énard, Le Rosaire: prier avec Marie, Cerf, Paris 1987, y André Duval, "Rosaire (Saint)", en DSp, XIII, col. 937-980}. El primer escrito suyo que empezó a circular a velógrafo fue precisamente un comentario a esos quince misterios del Rosario. El ejemplar autógrafo de ese comentario lleva la fecha XII-1931 {Se conserva en AGP, sec A, leg 58, carp 2, doc 1. "Día primero de 1932: Ayer estuve con el P. Sánchez. Me devolvió, acotadas, las cuartillas mías sobre el santo rosario" (Cuaderno V, nº 529). Un breve apunte sobre la redacción de este texto en AGP, sec A, leg 58, carp 1}. Son 15 cuartillas numeradas, que constituyen la base del texto impreso que se publicó en 1934 {Portada: "SANTO ROSARIO, por José María. Con licencia eclesiástica. Imprenta Juan Bravo, 3. Madrid". Sin fecha (pero 1934). "El Sr. Vicario estuvo amable. Traté de estas cuestiones: [...] petición de censura para el 'Santo Rosario' " (Cuaderno VII, nº 1186, 22-V-1934). En 28 de mayo escribe: "Me recibió el Sr. Vicario muy amablemente. [...] 5 / Me dijo que no deje de dar los retiros espirituales durante el verano. 6 / Me dijo también que ya tenía licencia para publicar el 'Santo Rosario' "} y del que se harían con el tiempo ediciones en numerosos idiomas.

 «  559  »  San José, Padre de Cristo, es también tu Padre y tu Señor. –Acude a él.

Texto del Cuaderno VI, nº 944, fechado en 9-III-1933. Uno de los 13 futuros puntos que escribió ese día {Son: 922, 522, 738, 258, 259, 941a, 949, 265, 80, 79, 189, 559, 90}. Tenor literal idéntico, con este colofón: –O.c.P.a.I.p.M.
"Padre de Cristo". Ciertamente, no era padre según la carne, pero no es ésa la única paternidad. El Autor de C explicará el sentido de esta fuerte expresión en su homilía "El taller de José", basándose en un famoso sermón de San Agustín sobre el tema {La homilía, de 19-III-1963, está incluida en Es Cristo que pasa, 39 -56. El pasaje citado de S. Agustín, Sermo 51, 30; BAC 91, 1955, pg 40 termina así: "Y el Señor no nació del germen de José. Sin embargo, a la piedad y a la caridad de José, le nació un hijo de la Virgen María, que era Hijo de Dios"}.
La expresión "mi Padre y Señor" –habitual en los labios y en la pluma del Autor {"Desde hace muchos años, me gusta invocarle con un título entrañable: Nuestro Padre y Señor" (predicación del día de San José de 1963, en Es Cristo que pasa, 39). Vid Laurentino Mª Herrán, "La devoción a San José en la vida y enseñanzas de Mons. Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei (1902-1975)", en Estudios Josefinos 34 (1980) 147-189} para referirse a San José–, debió tomarla de Santa Teresa, que como es bien sabido contribuyó de una manera notable a difundir en la Iglesia universal la devoción a San José. Cita a la Santa expresamente en el p / 561. Así se lee en las primeras líneas de las Fundaciones:
"Comienzo en nombre del Señor, tomando por ayuda a su gloriosa Madre, cuyo hábito tengo, aunque indigna de él, y a mi glorioso padre y señor San José, en cuya casa estoy" {Fundaciones, prólogo, 5; BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 675. Libro de la Vida, 6, 6; ibidem, pg 50s: "Y tomé por abogado y señor al glorioso San José y encomendéme mucho a él. Vi claro que así de esta necesidad como de otras mayores de honra y pérdida de alma este padre y señor mío me sacó con más bien que yo le sabía pedir". Libro de la Vida, 33, 12; ibidem, pg 182: "... me apareció san Josef, mi verdadero padre y señor, y me dio a entender...". Las páginas más ricas del siglo de oro español sobre San José están en el tratado sobre el Patriarca de Bernardino de Laredo, publicado como apéndice a la segunda edición de su Subida del Monte Sión. Sabemos que la Santa de Ávila lo leyó}.
El propio Autor explica el sentido de la expresión en una homilía:
"San José es realmente Padre y Señor, que protege y acompaña en su camino terreno a quienes le veneran, como protegió y acompañó a Jesús mientras crecía y se hacía hombre" {Homilía citada, Es Cristo que pasa, 39}.

 «  560  »  Nuestro Padre y Señor San José es Maestro de la vida interior. –Ponte bajo su patrocinio y sentirás la eficacia de su poder.

Texto sobre una octavilla Bl escrito en Burgos. En uno de los cuadernillos que usó en Burgos hay un apunte escrito en torno a febrero de 1938, que dice: "Proyectos", y en el que bajo el nº 4 se lee:
"4) S. José, Patrono de nuestra vida interior" {Cuadernillo-agenda 1º de Burgos, hoja 6}.
No sé qué puede significar este "proyecto": ¿podría ser un libro sobre el tema? En los guiones de predicación de la época está anotado:
"San José, Padre y Señor, Patrono de la vida interior" {EjEsp, Plática "Plática preparatoria", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 131. Lo mismo en guión nº 97}.
Es interesante notar el paso de "Patrono" a "Maestro" en C. Sentido de la expresión:
"Tratándole se descubre que el Santo Patriarca es, además, Maestro de vida interior: porque nos enseña a conocer a Jesús, a convivir con El, a sabernos parte de la familia de Dios" {Homilía citada, Es Cristo que pasa, 39  }.

 «  561  »  De San José dice Santa Teresa, en el libro de su vida: "Quien no hallare Maestro que le enseñe oración, tome este glorioso Santo por maestro, y no errará en el camino". –El consejo viene de alma experimentada. Síguelo.

Original sobre una octavilla Re. Ahora, la fuente teresiana aparece de manera explícita y literal. La transcripción del texto que hace el Autor es exacta. El pasaje de la Santa se halla en el cap 6º del Libro de la Vida {Libro de la Vida. 6, 8; BAC 212, 1962, pg 30}.
En las notas del Autor de las que sale el p / 555  (vid), se asegura que "por este modo de contemplar me metió S. José, mi Padre y Señor, a quien pedí que me 'soplara' " {Carta de Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, Burgos 6-VI-938; EF 380606-1}. Posiblemente el consejo que transmite a los lectores se lo aplicó, ante todo, a sí mismo.

 «  562  »  Ten confianza con tu Ángel Custodio. –Trátalo como un entrañable amigo –lo es– y él sabrá hacerte mil servicios en los asuntos ordinarios de cada día.

Texto del Cuaderno V, nº 791, fechado en 22-VII-1932
"Tened confianza con vuestro Angel Custodio. Tratadlo como un entrañable amigo –lo es– y él sabrá haceros mil servicios, en los asuntos ordinarios de cada día".
Con éste comienza la serie de nueve puntos (p / 562 -570) que se dedican al trato con los Ángeles Custodios, buena prueba del lugar que ese trato ocupaba en la vida del Autor {Sobre la teología y la devoción a los Ángeles, con especial referencia a los Ángeles de la Guarda puede consultarse el extenso y documentado artículo de Joseph Duhr, "Anges (Saints)", en DSp t. I, col. 580-625}. El tema merecería un estudio particularizado. Su biografía, en efecto, está llena de formas muy variadas de esa relación amigable con los Ángeles, que se refuerza de manera muy intensa a partir de la fundación del Opus Dei el 2-X-1928, fiesta de los Santos Ángeles Custodios; relación amigable que fomentaba y extendía {"No olvido que los Santos Ángeles juegan un papel importantísimo en la Obra" (Carta de Eliodoro Gil Rivera a Josemaría Escrivá, León 8-V-1934; AGP, sec E, carp 553). Don Eliodoro Gil, que cultivaba mucho la Liturgia, debió hacer esa alusión a los Ángeles Custodios porque el 8 de mayo se celebra su fiesta en Oriente}. Los puntos que siguen proceden de esa experiencia.

 «  563  »  Gánate al Ángel Custodio de aquel a quien quieras traer a tu apostolado. –Es siempre un gran "cómplice".

Texto del Cuaderno VI, nº 896, fechado en 27-XII-1932. Uno de los seis puntos que transcribió ese día {Son: 58, 563, 571, 674, 887, 890}.
Nótese en el apcrít la evolución textual, siempre en la línea de "comprometer" a todos los lectores. Los ángeles como "cómplices" eran tema habitual de la predicación del Autor sobre la "táctica" apostólica {Vid com / 720. No sólo lo predicaba, sino que lo vivía} :
"Habéis de procurar ganaros al Angel Custodio de aquél, a quien queráis atraer, porque el Angel Custodio es siempre un gran cómplice. –Conozco casos verdaderamente hermosos" {El texto se repite casi a la letra en la Instrucción, 1-IV-1934, nº 13}.
Vid com / 570

 «  564  »  Si tuvieras presentes a tu Ángel y a los Custodios de tus prójimos evitarías muchas tonterías que se deslizan en la conversación.

Texto del Cuaderno V, nº 488, fechado en 17-XII-1931 {A continuación escribió el texto que daría origen al p / 859  }.
"Debemos tener presentes a nuestros Angeles Custodios y a los de nuestros prójimos; así evitaremos muchas tonterías que se deslizan en la conversación".

 «  565  »  Te pasmas porque tu Ángel Custodio te ha hecho servicios patentes. –Y no debías pasmarte: para eso le colocó el Señor junto a ti.

Texto escrito sobre una octavilla Re. El Autor, en la fase final de la redacción del libro, relee cartas y encuentra una suya, larga, en la que narra a los amigos que quedaron en Burgos su accidentado viaje a Andalucía, sin un céntimo, en aquellos trenes desvencijados, llenos hasta los topes, de la época de la guerra civil. Josemaría Escrivá no dudó en hacer aquella complicada jornada: un alma le necesitaba... De la carta-relato del viaje, costumbrista y llena de colorido, es este párrafo que parece brindar al Autor la experiencia –y los términos– con los que escribe este punto:
"A las seis de la tarde [21-IV-1938], en Utrera. Vuelta a la consigna. Y a hablar con el factor que expende los billetes: con todo interés, me dijo que todos los días le telegrafiaban, como es costumbre, dándole el número de billetes que podía vender, y casi todos los días sólo había primeras y segundas. Yo le explico mi caso. El, paciente y amablemente, me da la tarifa en 3ª, para la que tengo dinero; y en segunda, para la que no me llega el capital. Mira otra vez la tarifa, acortando el trayecto: en segunda, podría justamente llegar a Salamanca {El Autor sólo llevaba el dinero justo para pagar un billete de tercera clase hasta Burgos. Si no ponían a la venta más que billetes de 1ª y de 2ª, podría llegar como máximo a Salamanca}. Me conformo, si no hay otra salida, porque allí puedo acudir de nuevo a la bondad de Pepa {María Josefa Segovia. Era la Directora General de las Teresianas, a las que en enero había predicado un retiro espiritual}. [...] A las 8, 25 estoy en la estación... El factor me ha reservado billete de 3ª, y dice –a mi Santo Angel Custodio lo encomendé– con pasmo: 'hoy telegrafían que venda diecisiete billetes..., y ¡todos de tercera!'. Yo no me podía pasmar" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Burgos, 19-IV-1938; EF 380419-2. Empezada con esta fecha y escrita a lo largo del viaje y entregada en mano al volver a Burgos el día 23}.

 «  566  »  ¿Que hay en ese ambiente muchas ocasiones de torcerse? –Bueno. Pero, ¿acaso no hay también Custodios?

Texto escrito sobre una octavilla Re. En Burgos por tanto y en la fase última. El Autor contempla las dificultades, las "tentaciones" contra el propio camino, que provienen muchas veces del ambiente –especialmente complicado durante la guerra civil– en que la vida sitúa de hecho a los cristianos. Cuando la situación no es evitable, el Autor se llena de fe y confianza que transmite a los demás: en el "ambiente" están también los Ángeles Custodios, a los que invocamos y nos protegen.
Como siempre, el punto de C en cuestión parece tener un origen muy concreto. Se sitúa en el contexto de la operación en la que el Beato Josemaría, con unos cuantos de sus hijos y amigos, se pasó de la zona republicana a la zona nacional. Juan Jiménez Vargas y el Beato Josemaría fueron a Valencia camino de Barcelona, donde se organizaba el "paso" a través de los Pirineos. El médico pudo darse cuenta de que Pedro Casciaro vivía en una pensión –a la que acudía también Francisco Botella para verse– que tenía un "ambiente" de bajos fondos: "un vecindario peligroso", explica Francisco Botella, que agrega: "era casi imposible elegir lugar apropiado en aquellos tiempos". Jiménez Vargas habló con el Beato Josemaría –que no fue a la pensión– y le explicó el panorama. Volvió y les transmitió el mensaje: "Nos puso en claro, con realismo exento de eufemismo, el peligro que había allí, pero nos infundió fortaleza, que se apoyaba firme en la seguridad de que los Custodios estaban empeñados en que saliéramos indemnes". Francisco Botella concluye: "El p / 566  de C, que el Padre escribió luego en Burgos, se refiere a estas circunstancias" {Francisco Botella, Relatos testimoniales, Madrid 1975-78, cap III, pgs 9-10; AGP, sec A, leg 100-8, carp 1, exp 1}.
Pero hay otra fuente literaria - mucho más pegada a los hechos - de aquella peripecia. Me refiero al "Diario del paso de los Pirineos", que reconstruyeron cuidadosamente en los bosques de Rialp, turnándose, los miembros de la "expedición". El día en cuestión redacta el propio Jiménez Vargas, que describe su visita de contacto a Casciaro y a Botella, para que se incorporaran al grupo de fugitivos. "En esta casa –escribe con su estilo característico–, como es natural, hay su correspondiente rebaño de 'vulpes levantinas'. No me llama mucho la atención porque ya estamos bastante acostumbrados a este ambiente. Pero, además: ¿acaso no hay Custodios?" {Camino de Liberación: Año de 1937, Diario del paso de los Pirineos, días 6 y 7 de octubre de 1937 (Juan Jiménez Vargas), pg 2. El Autor de C, estando en Burgos, pasó a máquina este relato. Original y mecanografía en AGP, sec A, leg 2, carp 2, exp 1 y 2}. Esta última expresión es la que late en el punto de C, escrito, ya en Burgos, unos meses después.
Esta anécdota me lleva a copiar aquí un trozo de una carta de 1934, en la que narra Escrivá a los del Opus Dei que quedaron en Madrid el viaje que hacía a Aragón por asuntos familiares. Aparece como fondo el tren desvencijado –tema endémico en la España de entonces (vid p / 565)– en que viaja:
"... esta mañana he rezado el Breviario con más solemnidad que en el coro de una Catedral: invité a cantar, conmigo, las alabanzas del Señor a todos los Custodios que venían en mi departamento. ¡Nunca me perdáis de vista a los Angeles, hijos míos!" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Madrid, 17-IX-1934; EF 340917-2}.
El Autor siempre explicó que los Ángeles forman parte de los Hechos de los Apóstoles... Vid más abajo p / 570

 «  567  »  Acude a tu Custodio, a la hora de la prueba, y te amparará contra el demonio y te traerá santas inspiraciones.

Texto escrito sobre una octavilla Re. No hay interrelación documental conocida.

 «  568  »  Gustosamente harían su oficio los Santos Ángeles Custodios con aquella alma que les decía: "Ángeles Santos, yo os invoco, como la Esposa del Cantar de los Cantares, 'ut nuntietis ei quia amore langueo' –para que le digáis que muero de amor"1

Texto escrito sobre una octavilla Re. Lo que "aquella alma" decía a los Ángeles está escrito ad litteram, sin palabras introductorias, en un guión de predicación:
"Angeles Custodios, yo os invoco, como la Esposa del Cantar de los Cantares, 'ut nuntietis ei quia amore langueo' (Cant. 5, 8)" {EjEsp, Plática "Santa Pureza", Vitoria VIII-1938; guión nº 126}.
Desconozco quién pueda ser esa persona. Lo que en todo caso parece claro es que Josemaría Escrivá se fue despegando progresivamente de este lenguaje –"morir de amor"–, por otra parte tan habitual en la mística medieval y moderna, pero que no daba buena noticia del mensaje y el estilo de vida cristiana que el Señor le pedía que difundiera por el mundo. A raíz de su muerte se publicó este texto –la fuente no cita la fecha pero es de 1962:
"Para nosotros la muerte es Vida. Pero hay que morirse viejos. Morirse joven es antieconómico. Cuando lo hayamos dado todo, entonces moriremos. Mientras, a trabajar mucho y muchos años. Estamos dispuestos a ir al encuentro del Señor cuando El quiera, pero le pedimos que sea tarde.
Hemos de desear vivir, para trabajar por nuestro Señor y para querer bien a todas las almas: de todas las razas, de todas las lenguas, de todas las naciones. Somos todos hermanos, somos hijos de Dios y, por desgracia, hay tantos que, en lugar de sembrar amor, siembran el odio... ¿Veis la necesidad de que vivamos muchos años, sembrando siempre un gran amor a la convivencia?
En tiempos de Santa Teresa, los enamorados –tanto los místicos como los que cantaban el amor humano– solían exclamar, para demostrar la intensidad de su amor: que muero, porque no muero {Poesías, 2 ("Muero porque no muero"); BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 654}. Y una letrilla famosa, que conoceréis, decía:
Ven muerte, tan escondida,
que no te sienta venir,
porque el placer de morir.
no me torne a dar la vida {El autor es el Comendador Joan Escrivá, cortesano de los Reyes Católicos, colaborador del Gran Capitán en Nápoles. El Autor de C en otra ocasión decía: es "un Escrivá de finales del siglo XV –pariente mío– que escribió una letrilla amorosa" (Tertulia, Roma 30-IV-1968). El poema es "el ejemplo clásico de la oposición y complementariedad de muerte y vida desde el punto de vista del conceptismo" (Francisco Rico, Mil años de poesía española. Antología comentada, Madrid, 2ª ed, 1996, pg 197) e influyó notablemente en las célebres coplas de Santa Teresa de Jesús (Aspiraciones de vida eterna) y de San Juan de la Cruz (Coplas del alma que pena por ver a Dios; BAC 15, 13ª ed, Madrid 1991, pgs 77-79) que tienen ambas como estribillo el "que muero porque no muero" (vid Torcuato Luca de Tena, La mejor poesía cristiana, Martínez-Roca, Barcelona 1999, pg 204). El texto del Comendador Escrivá puede verse ibidem, pgs 18-19, con esta variante para los versos 2 y 3: que no te sienta conmigo / porque el gozo de ir contigo}.
Yo disiento de esta manera de pensar, y digo lo contrario: que vivo porque no vivo, que es Cristo quien vive en mí (cfr Ga. 2, 20)
Tengo ya muchos años y no deseo morir; aunque, cuando el Señor quiera, iré a su encuentro encantado: in domum Domini ibimus! (Sal 122, 1), con su misericordia, iremos a la casa del Señor" {AGP, sec P, leg 1, 1975, pg VII-764. Son notas de una meditación predicada en Roma en 1962}.
Ya se ve que el fondo teológico –no podía ser menos– es el mismo en el Autor de C y en Teresa, pero el Beato Josemaría no quiere escapar cuanto antes de esta tierra, sino gastar la vida en el servicio de Dios e impulsar a las gentes al encuentro con Cristo en la alegría y en el dolor de lo real y cotidiano del vivir en el mundo:
"Bueno, eso de que se muere de amor... De amor se vive. Quered mucho, quered con todo el corazón, que no os moriréis de amor. ¡Hala, a poner el corazón en el Señor, a quererlo de verdad! Amad a su Madre, a San José, y vivid con ellos en Belén, en Nazaret, en Egipto... Que os enamoréis de verdad, y que viváis de amor; que de amor no se muere, no: [...] el amor da la vida; sin amor no se puede vivir. [...] ¡Vivid de amor, hijos míos, aunque digáis, mintiendo, que morís de amor!" {Notas de una tertulia, La Lloma (Valencia) 7-I-1975; AGP, sec A, leg 51; también en AGP, sec P, leg 1, 1975, pg V-152}.
El Beato Josemaría habla, como es tan habitual en él, extremando una contraposición –morir de amor, vivir de amor– para subrayar así el mensaje que quiere inculcar. Porque la expresión que emplea en C –y de la que se distancia después– admite ser entendida en el sentido que propone con "vivir de amor". Así el DRAE explica cómo la palabra "morir" se emplea para manifestar la fuerza con que se ama o la intensidad con que se desea algo: "me muero de ganas de...", "me muero de amor".
Vid p / 743, en el que gravita muy especialmente este clima de "vivo porque no vivo". Ese vivir en Cristo, claro está, comporta una continua "mortificación". Vid p / 187  y com.

 «  569  »  Sé que te doy una alegría copiándote esta oración a los Santos Ángeles Custodios de nuestros Sagrarios:
Oh Espíritus Angélicos que custodiáis nuestros Tabernáculos, donde reposa la prenda adorable de la Sagrada Eucaristía, defendedla de las profanaciones y conservadla a nuestro amor.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Según el tenor literal del punto, el Autor está copiando para los lectores un texto que encuentra ya compuesto en alguna parte. No he encontrado entre sus materiales de predicación o de estudio la procedencia de esta invocación a los Ángeles, ni la he conseguido saber por otras fuentes.
Me parece que, a pesar de lo explícito de su afirmación, no se debe descartar la posibilidad de que sea una oración que compuso el propio Autor. Dos cosas singulares me llevan a pensar así: que no la escriba entrecomillada, como cuando hace una cita, y así lo acabamos de ver en el punto anterior. Y otra, que –mientras redactaba la "gaitica"– se sintió libre para modificar el texto de la invocación (vid apcrít): después de copiada, no le gustó lo de "el Divino Amor" y puso en su lugar "la Sagrada Eucaristía". También la referencia a "nuestros" Tabernáculos abona que fuera el mismo Autor quien compuso esa breve invocación a los Ángeles.
En todo caso, Mons. Escrivá de Balaguer, mantenía viva en su memoria esta invocación, pasados los años. La hizo inscribir en el interior del Tabernáculo del oratorio del Santo Cristo, en la sede la Curia Prelaticia del Opus Dei en Roma, cuyo altar fue consagrado el 5 de marzo de 1953 {Relato en AGP, sec P, leg 1, 1980, pg146}.

 «  570  »  Bebe en la fuente clara de los "Hechos de los Apóstoles": en el cap. XII, Pedro, por ministerio de Ángeles libre de la cárcel, se encamina a casa de la madre de Marcos. –No quieren creer a la criadita, que afirma que está Pedro a la puerta. "Angelus ejus est!" –¡será su Ángel!, decían
–Mira con qué confianza trataban a sus Custodios los primeros cristianos.
–¿Y tú?

Texto escrito sobre una octavilla Jef. El Autor introduce con desusada solemnidad el texto bíblico que va a comentar. Es sin duda, por la frecuencia con que este pasaje de los Hechos aparece en su pluma y en su predicación, su lugar predilecto de la Escritura para inculcar el trato con los Ángeles Custodios. Lo mismo han estimado los estudiosos del tema {"Révélatrice de cette croyance est surtout l'exclamation toute spontanée des amis de Pierre, qui, ne pouvant s'imaginer que l'apôtre délivré frappait à la porte de la salle où ils priaient, s'écrièrent: 'C'est son ange' " (Joseph Duhr, "Anges (Saints)", en DSp t. I, col. 585)}. La anotación o referencia en sus guiones suele ser de este tipo:
"Devoción a los Santos Angeles: S. Pedro ad Vincula" {EjEsp, Meditación "Nacimiento de Cristo", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 127. Vid también Plática "Vida sobrenatural", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 121}.
Sobre un guión de Vitoria hizo un añadido (con otra tinta) en Vergara, para predicar a los sacerdotes. Dice así:
"Por el contrario: los Santos Angeles: S. Pedro ad Vincula... ¿ángel? ¿niño?: poder... repasar el tratado de angelis: propósito de tratar al mío: id. de propagar la devoción a los Custodios: ¡cómplices!" {EjEsp, Meditación "Dos banderas. Genio militar de San Ignacio", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 83}.
"San Pedro ad Vincula". Es el nombre de una basílica romana, edificada en el siglo IV en el lugar en el que según la tradición Pedro fue detenido; en ella se veneran las cadenas –vincula– con las que estuvo sujeto en la cárcel Mamertina {Cfr Margherita Guarducci, "La data del Martirio di Pietro", en La parola del passato, Roma 1968, pgs 61-117; Stefania Falasca-Giovanni Ricciardi, O Roma felix. Luoghi della memoria cristiana a Roma, Trenta giorni, 2ª ed, Roma 1999, pgs 16 - 18)}. El Autor de C recuerda en sus guiones las cadenas de Pedro en Jerusalén con el nombre de la iglesia surgida de sus cadenas en Roma.
Sobre el tema "primeros cristianos" en C vid com / 971 y lugares allí señalados.

 «  571  »  Las ánimas benditas del purgatorio. –Por caridad, por justicia, y por un egoísmo disculpable– ¡pueden tanto delante de Dios! –tenlas muy en cuenta en tus sacrificios y en tu oración.
Ojalá, cuando las nombres, puedas decir: "Mis buenas amigas las almas del purgatorio...".

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 896, texto fechado en 27-XII-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 563, 571, 674, 890, 887, 58}. Vid apcrít.
Un año antes había escrito esta escueta e inequívoca declaración:
"Las ánimas benditas del purgatorio son 'mis buenas amigas' " {Apínt, nº 524, 30-XII-1931}.
Este cariñoso apelativo es muy abundante en sus notas de la época y pasó a hacerse habitual en labios del Autor:
"Invoco a mis buenas amigas las Animas del Purgatorio, a fin de que pidan todo lo que necesita el Borrico de Jesús" {Apínt, nº 1296, 2-XI-1935. Para el tema del "borrico", vid com / 420, 606 y 998}.
"Día 22 de diciembre [de 1934] –Animas del purgatorio, mis buenas amigas, pedid por mí, pecador" {Apínt, nº 1207}.
Como se ve, no sólo profesaba la fe de la Iglesia en la eficacia de los sufragios ofrecidos por la almas del Purgatorio, sino que era un firme convencido, con la generalidad del pueblo cristiano, de la capacidad de intercesión que estas almas tienen ante Dios {Doctrina calificada en teología como "sentencia probable". Cfr Ludwig Ott, Manual de Teología Dogmática, Herder, 4ª ed, Barcelona 1964, pgs 480-83}.
En conversación con Álvaro del Portillo y Javier Echevarría, Mons. Escrivá de C les hacía esta confidencia en 1967:
"Al principio sentía muy fuerte la compañía de las almas del Purgatorio. Las sentía como si me tiraran de la sotana, para que rezara por ellas y para que me encomendara a su intercesión. Desde entonces, por los servicios enormes que me prestaban, me ha gustado decir, predicar y meter en las almas esta realidad: mis buenas amigas las ánimas del Purgatorio" {Javier Echevarría, Memoria del Beato Josemaría Escrivá, 2000, pg 187}.

 «  572  »  Me dices que por qué te recomiendo siempre, con tanto empeño, el uso diario del agua bendita. –Muchas razones te podría dar. Te bastará, de seguro, ésta de la Santa de Ávila: "De ninguna cosa huyen más los demonios, para no tornar, que del agua bendita".

Texto escrito sobre una octavilla Re. El texto de la Santa es del Libro de la Vida:
"No osava pedir agua bendita por no las poner miedo y porque no entendieran lo que era; de muchas veces tengo experiencia que no hay cosa con que huyan más [los demonios] para no tornar; de la cruz también huyen, mas vuelven" {Libro de la Vida, 31, 4; BAC 212, 8ª ed, Madrid 1986, pg 166. "Tenga agua bendita junto a sí, que no hay cosa con que más huya" (Carta 179, 13; ibidem, pg 1084)}.
Ese uso diario de que habla el Autor es uno de los "ritos y usos" que señala la tradición en esta materia y toma con frecuencia la forma de santiguarse con agua bendita y bendecir con ella la habitación o el lecho {Cfr Louis Gougaud, "Bénite (Eau)", en DSp, I. col. 1369s}.

 «  573  »  Gracias, Dios mío, por el amor al Papa que has puesto en mi corazón.

Texto del Cuaderno VI, nº 1070, fechado en 31-X-1933. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
La dimensión jerárquica de la Iglesia está en el sustrato de C, inserto en la imagen de la Iglesia-Madre (cap 22). Forma parte del marco cristiano de comprensión que el Autor presupone recibido en sus lectores, como ya se ha hecho notar (vid com / 544). De la dimensión ministerial de la Iglesia emerge en el libro, sobre todo, el presbítero, el sacerdote, en cuanto representación, en la existencia cotidiana del cristiano, de la donación sacramental de la gracia. Lo que el Autor busca cap tras cap es "dinamizar" esa vida cristiana corriente –trabajo, familia, compañeros y amigos– desde dentro: es decir, desde el Pan y la Palabra, desde la oración y la Eucaristía con los demás sacramentos. Entonces se produce, en medio de la vida "civil", un "redescubrimiento" vital –no sólo estructural– de la Iglesia como "comunión de los santos" (vid cap 24), a la que se ama "de veras" (p / 518), y empieza a crecer en el alma el "amor al Papa" de que habla este punto: al Papa, que la preside en la caridad, como don de Cristo a su Iglesia. En C –que es un libro para la oración y meditación de los fieles– predomina el "hacerse" cotidiano de la Iglesia en el mundo sobre la consideración de sus elementos estructurales. De una manera declarativa escribía a los fieles del Opus Dei en un importante documento de 1934:
"Cristo. María. El Papa. ¿No acabamos de indicar, en tres palabras, los amores que compendian toda la fe católica?" {Instrucción, 19-III-1934, nº 31. Vid supra Introd al cap nt 2. –Forja, 135: "Hemos de pensar los católicos que, después de Dios y de nuestra Madre la Virgen Santísima, en la jerarquía del amor y de la autoridad, viene el Santo Padre"}.
La dimensión mariana y la dimensión petrina de la Iglesia se fundían en su corazón a la hora de buscar a Cristo. Este proceso lo expresaba en perspectiva de misión con la fórmula que ya hemos encontrado muchas veces en sus notas:
"Omnes cum Petro ad Iesum per Mariam" (O.c.P.a.I.p.M.) {Apínt, passim; vid com / 11, 247 y 833. Sobre el tema, vid Cormac Burke, "Una dimensión de su vida: el amor a la Iglesia y al Papa", en Mons. Escrivá de Balaguer y el Opus Dei, 1985, pgs 357-368. Un estudio a la luz de la enseñanza del Fundador del Opus Dei: Antonio Miralles, "El Papa en la vida del cristiano", en Romana, Bollettino della Prelatura della Santa Croce e Opus Dei, 10 (1990 / 91) pgs 143 - 150}.

 «  574  »  ¿Quién te ha dicho que hacer novenas no es varonil? –Varoniles serán esas devociones, cuando las ejercite un varón..., con espíritu de oración y de penitencia.

Texto escrito sobre una octavilla Drv, con dorso en el que se lee: "Vitoria 6 de noviembre (a máquina)". El tema –la claridad de ideas en este tema– le preocupaba desde años atrás:
"Vísperas de N. Sra. de la Merced - 1931: comienzo otra novena a la Ssma. Virgen. Parece algo femenina mi piedad, con estas devociones. Procuro que no sea así, dando a mis novenas, con permiso del padre [su confesor], una sólida virilidad. Desde luego, creo que la Sra. me las pide, porque necesito ser muy devoto suyo" {Apínt, nº 297, 23-IX-1931}.
En la "sociología" católica de la época las novenas, como tantas otras prácticas de piedad, aparecían predominantemente como "cosa de mujeres". Esta era una deformación de la época: que lo que normalmente no hacían los hombres sino las mujeres era calificado despectivamente de "femenino". El Autor no tiene el menor reparo en asumir esas prácticas, pues piensa que tienen en sí mismas un valor cristiano común a mujeres y a hombres. Josemaría Escrivá integraba en su piedad personal, a la vez sentida y recia ("piedad de niños y doctrina de teólogos", solía decir), un amplio espectro de realidades de vida cristiana que van desde el rigor de la Liturgia, con la Celebración eucarística y el rezo del Oficio divino en cabeza, hasta las prácticas más populares y "devotas", como el uso del agua bendita, las novenas a la Virgen y la invocación de las ánimas del purgatorio. Entre las muchas características de la vida cristiana –común a hombres y mujeres– que Escrivá admiraba especialmente en la mujer es su "fe recia", que veía simbolizada en "la valentía de las santas mujeres" {Es Cristo que pasa, 101}.

 «    II.B Fe, virtudes, lucha interior    » 

[caps 26-35)]
Consideramos como segunda sección de esta "Segunda Parte" los caps 26-35, sobre las virtudes cristianas y el combate espiritual, que se incluyen a continuación. El Autor construyó la sección dividiendo y reordenando el cap único "Virtudes", que había en este lugar de Cec, y trayendo a esta sección el cap "Discreción", que en Cec estaba situado en la "Tercera Parte". Sale así la secuencia Fe –Humildad –Obediencia –Pobreza –Discreción –Alegría, con puntos procedentes parte de la edición de Cuenca, parte de Burgos, quedando al final un cap remanente que titula "Otras virtudes". El Autor arranca, pues, con las dos virtudes que Tomás de Aquino calificaba de "fundamentales" ("fundamento del edificio espiritual"): ante todo, la Fe, que lo es de la manera más estricta y positiva {Summa Theologiae, IIª-IIae q. 4 a. 1 cor: "fides est manens credentium fundamentum, collocans eos in veritate et in ipsis veritatem". Q. 161, a. 5, ad 2:" primus autem accessus ad Deum est per fidem [...] et secundum hoc, fides ponitur fundamentum, nobiliori modo quam humilitas"}, y a continuación la Humildad, que lo es en cuanto que aparta el gran obstáculo: la soberbia {Summa Theologiae, IIª-IIae q. 161 a. 5 ad 2: "primum in acquisitione virtutum potest accipi dupliciter: uno modo, per modum removentis prohibens, et sic humilitas primum locum tenet, inquantum scilicet expellit superbiam, cui Deus resistit, et praebet hominem subditum et semper patulum ad suscipiendum influxum divinae gratiae, inquantum evacuat inflationem superbiae"}. El Autor procede de manera existencial: primero la Fe, que con su luz ilumina la totalidad y da al hombre la justa perspectiva para que juzgue acertadamente de sí mismo (humildad)

 «  FE  » 

1 La sección comienza, como he dicho, por la virtud de la Fe. Cap de nueva creación en la redacción de Burgos. En efecto, en C el itinerario hacia la santidad, que es mariano, eucarístico y eclesial (caps 21-25), consiste en el vivir cotidiano desde la fe,
2 o si se prefiere, en la fe misma que se despliega y manifiesta en el ejercicio de las virtudes. Para el Autor, que sabe de la "infame lucidez" de las tentaciones contra la Fe Católica (p / 576), la fe es, sin embargo y ante todo, hermosura (p / 582) y luz: "el esplendor y la seguridad y el calor del sol de la fe" (p / 575). En este sentido, la temática concentrada en este cap, inspira y vertebra el libro desde el punto primero: "Ilumina, con la luminaria de tu fe y de tu amor" {Vid sobre el tema, José Miguel Odero, "La virtud de la fe en 'Camino' ", en Estudios sobre 'Camino' , pgs 291-312, y también, ibidem pgs 34s, la "Introducción" de José Morales}.
3 El cap "Fe" tiene catorce puntos: los tres primeros proceden de Cec, a los que sigue el resto, fruto de la redacción en Burgos.

 «  575  »  Algunos pasan por la vida como por un túnel, y no se explican el esplendor y la seguridad y el calor del sol de la fe.

El Autor comienza, como he dicho, trayendo tres puntos que ya estaban en el impreso de Cuenca. A partir del p / 578  ya todos proceden de la elaboración posterior. El texto de este p / 575  fue escrito el 15-VI-1932 en el Cuaderno V, nº 751 {Iba seguido del p / 223  }. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Esta gozosa afirmación parece como una acción de gracias por la superación de las fuertes tentaciones contra la fe que padeció tres meses antes. Lo había anotado en su Cuaderno:
"Jesús: las tentaciones contra la fe me harán gritar siempre, como ayer: ¡Soy hijo de la Iglesia!" {Apínt, nº 663, 16-III-1932. No hay anotaciones de "ayer" (día 15)}.
Ayer, 15 de marzo de 1932. Y no era la primera vez, ni la última, incluso en aquel mismo año (vid com / 576). Pero el Señor, en realidad, había premiado su fidelidad desde el principio, dándole aun en medio de las tentaciones, como dijo en alguna ocasión, una fe "tan gorda, que se podía cortar" {Citada por Álvaro del Portillo, en AGP, sec P, leg 1, VII-1975, pg 23} : "virtus in infirmitate perficitur" (2Co 12, 9).

 «  576  »  ¡Con qué infame lucidez arguye Satanás contra nuestra Fe Católica!
Pero, digámosle siempre, sin entrar en discusiones: yo soy hijo de la Iglesia.

Procede también del Cuaderno V, nº 767, y fue transcrito quince días después del anterior: 1-VII-1932, seguido del p / 879. El tenor literal del texto es idéntico al.
de C. Reaparece su forma de respuesta: ¡soy hijo de la Iglesia! Pienso que este p / 576  es una rememoración de la "batalla" del 15 de marzo (y otras anteriores) con ocasión de la lectura del Decenario al Espíritu Santo de Francisca Javiera del Valle, que había adquirido un mes antes y que iba anotando con una fuerza extraordinaria. ¿O refleja tal vez una nueva batalla en materia de fe? No lo sabemos. Me inclino a pensar que el texto del Cuaderno se forjó, desde aquella experiencia, en la lectura y meditación de este pasaje del Decenario relativo al asalto de Satanás contra las virtudes teologales del alma entregada a Dios:
"Pero donde va directamente a poner el blanco es en la fe, porque conseguida ésta, fácil cosa es conseguir las otras dos (esperanza y caridad); porque la fe es como el fundamento donde se levanta todo el edificio espiritual, que es lo que él quiere y desea y pretende destruir".
A continuación Escrivá subraya fuertemente esta frase del libro: "Dios entonces calla, no le impide su intento, antes prepara los caminos para que sea más ruda la batalla"; y allí inserta esta anotación, a todas luces autobiográfica:
"El ataque a la fe tira el edificio espiritual. Desconcierta la tentación contra la esperanza. Pero esa malvada seguridad de que Dios no me ama y que no le amo es la que aniquila y, aún fisiológicamente, deja vacío el corazón y arranca a la triste vida humana su finalidad: dar gloria y Amar a su Señor. Creo, espero, amo" {Glosas marginales al Decenario 1932, pg 98. El subrayado es del Autor. Patmos 35, pg 108; Logos 52, pg 156}.
Sigue Francisca Javiera: "Cuando Satanás ya se acerca a la pelea, lo primero que echamos de menos es la luz clara y hermosa que nos había dado Dios para con ella conocer la verdad". En el p / 575  podrían resonar estas palabras. Y el Autor de C anota al margen:
"Antes no era fe: era evidencia".
Era ésta la situación anterior a la lucha tremenda: una forma de donación de la verdad de Dios, que le parecía evidencia, y no fe.
La reacción es la misma que en la ocasión rememorada en este punto: ¡Soy hijo de la Iglesia! {También Francisca Javiera} En la Glosa, la humilde repetición del triple acto teologal: Creo, espero, amo. Lo nuevo ahora es que el Autor subraya la "lucidez" con que el Demonio presenta el "sinsentido" de la fe. Tal vez el Señor permitió aquel ataque brutal para otorgarle de nuevo las luces que le había otorgado antes, y que se reflejan en el texto recogido en el punto precedente. Entre el sol de la fe y la oscuridad de la fe. El punto refleja, en efecto, la propia vida de fe del Autor, que experimentó en su espíritu, a veces en la soledad de los EjEsp, esas avalanchas arrasadoras contra la fe. En los de Segovia, en octubre de ese mismo año, anotó casi con las mismas palabras:
"¡Oh, Padre mío, que no me falte la Fe! También, con infame lucidez, se presentan dudas brutales, pero ¡soy hijo de la Iglesia!" {Apínt, nº 1668; Segovia, 10-X-1932}.
Y en los de 1940, ya después de la guerra civil:
"28 de agosto. 1940: esta tarde terminamos los días de retiro. –¡Con qué argumentos más claros echaba satanás por tierra mi Fe Católica! –Es terrible. –¡Soy hijo de la Iglesia!" {Apínt, nº 1621; Madrid, 28-VIII-1940; la cursiva es del original}.
Su arma –según vemos– era, una vez y otra, la confianza en la Iglesia-Madre y la eclesialidad de la fe. El fondo de su actitud ante la tentación, bien se ve aquí, es el sentido de la filiación divina, la conciencia de hijo de Dios vivida in sinu Ecclesiae. La respuesta de Josemaría Escrivá tiene algo de la exclamación agradecida de Santa Teresa en su lecho de muerte: ¡Soy hija de la Iglesia! {"Después de la comunión volvió a dar gracias al Señor 'porque la había hecho hija de la Iglesia y moría en ella'. Repetía muchas veces: 'En fin, Señor, soy hija de la Iglesia'. 'Gracias te hago, Dios mío, Esposo de mi alma, porque me hicistes hija de tu Santa Iglesia Católica' " (Efrén de la Madre de Dios-Otger Steggink, Tiempo y vida de Santa Teresa, BAC 283, Madrid 1968, pg 761. Allí se citan las fuentes de estos testimonios)} En Teresa es el grito es de agradecimiento, en el Autor de C, de confianza: como un niño, se sumerge en la Iglesia, verdadero "sujeto" de la fe {Sobre el tema vid Henri de Lubac, La foi chrétienne: essai sur la structure du Symbole des Apôtres, Aubier-Montaigne, 2ª ed, Paris 1970, cap V: "L'Église croyante". –En la página siguiente del Decenario el Beato Josemaría pudo encontrar que esta fue también la reacción de Francisca Javiera: el alma "se acuerda de la Iglesia y del amor que a ella debemos tener" y con palabras entrecortadas logra decir: "me uno a las creencias todas de mi madre la Iglesia y no quiero creer ninguna cosa más" (Patmos 35, pg 110; Logos 52, pg 158)} , y allí encuentra plena seguridad frente al tentador. Allí es donde se puede "caminar en oscura y pura fe, que es propio y adecuado medio por donde el alma se une con Dios" {San Juan de la Cruz, Noche oscura, 2, 2, 5; BAC 15, 13ª ed, 1991, pg 524}.

 «  577  »  Sientes una fe gigante... –El que te da esa fe, te dará los medios.

Este punto es posterior a las ediciones a ciclostil y entró directamente en el impreso de Cuenca. Es un texto típico de lo que he llamdo sector b de los Apínt (vid IntrodGen § 3, 1, b; pg 24). Se encuentra en el Cuaderno VII, nº 1129, 3-II-1934:
"Estoy haciendo pedir a los demás, y quizá –sin quizá– no hago yo la oración que tú me pides: desde ahora, sí, la haré. Señor: tiene gracia: es para ti, y te lo hemos de pedir... ¿te harás el sordo? ¿Va a ser la oración impotente, siendo omnipotente?... Siento en mí una fe gigante (así se lo he dicho hoy al P. Sánchez): tú me das la fe, tú me darás los hechos".
El tenor del texto en el Cuaderno manifiesta de nuevo la batalla de la fe que vivía el Autor de C. El contexto más inmediato es la claridad con que veía que debía poner una Residencia de Estudiantes y la carencia más absoluta de medios materiales. Aquella mañana de sábado había visitado según su costumbre a su confesor, al que había abierto el estado de su alma. Vid p / 193
Vid com / 487

 «  578  »  Te lo dice san Pablo, alma de apóstol: "Justus ex fide vivit." –El justo vive de la fe.
–¿Qué haces que dejas que se apague ese fuego?

Con este número comienzan las octavillas redactadas en Burgos. Ésta, en concreto, es una octavilla Re, escrita al final del período redaccional, cuando escribía puntos de C a partir de los guiones de predicación. Procede muy probablemente de esta anotación:
"Iustus ex fide vivit (Hb 10, 38): ¡el alma apostólica!" {EjEsp, Plática "Espíritu de fe", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 101}.

 «  579  »  Fe. –Da pena ver de qué abundante manera la tienen en su boca muchos cristianos, y con qué poca abundancia la ponen en sus obras1
–No parece sino que es virtud para predicarla, y no para practicarla.

De nuevo una octavilla Re, escrita también desde la misma meditación sobre la fe:
"¿Fe para predicarla y no para practicarla?" {Ibidem}.
El punto tiene el trasfondo de la famosa cuetión "fe y obras", que enfrentó a católicos y protestantes en el siglo XVI. Pero el Autor no se mueve en esa dirección: está en realidad glosando el texto de la carta de Santiago 2, 18 ("pruébame tu fe sin obras y yo te probaré por las obras mi fe"), bajo el aspecto que él ve más grave en la vida de "muchos cristianos" (católicos o no): fe proclamada y predicada, pero no fe vivida y atestiguada con las obras. Este punto guarda una fuerte paralelismo con el p / 461  (vid.): lo que allí se dice en términos de "caridad y obras" (tomados de San Juan) aquí aparece en términos de "fe y obras". Lo que decide –en la Escritura, y también en C– acerca de la fe y la caridad del cristiano no son las palabras, sino la obras. Antes que maestros, los cristianos hemos de ser testigos y confesores. "De nada sirve la sana fe –decía los antiguos– si la vida está corrompida" {San Juan Crisóstomo, Sobre el sacerdocio, lib 4, 9; BAC 169, 1958, pg 715. Vid en el mismo sentido el texto de San Agustín citado en com / 796}.

 «  580  »  Pide humildemente al Señor que te aumente la fe. –Y luego, con nuevas luces, juzgarás bien las diferencias entre las sendas del mundo y tu camino de apóstol.

Sigue el Autor trabajando a partir del guión 101, y ahora escribe sobre una octavilla Not. Estamos por tanto después del 7-XII-1938:
"El que tiene fe juzga bien las diferencias entre las cosas terrenas y su vocación" {EjEsp, Plática "Espíritu de fe", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 101}.
El punto arranca desde el texto de San Lucas, que no figura sin embargo en el guión.
La frase inicial de este punto– "Pide humildemente al Señor que te aumente la fe" –muestra bien la secuencia de este cap y el siguiente: fe y humildad, las dos virtudes "fundamento", que San Agustín ponía en relación hablando de Jesús y la Cananea:
"Nunca encontré tanta fe en Israel (Mt 8, 10). ¿Qué significa tanta? Tan grande ¿De dónde procede esa grandeza? De la pequeñez, es decir, lo grande procede de la humildad" {San Agustín, Sermón 77, 12; BAC 441, 1983, pg 410}.

 «  581  »  ¡Con qué humildad y con qué sencillez cuentan los evangelistas hechos que ponen de manifiesto la fe floja y vacilante de los Apóstoles!
–Para que tú y yo no perdamos la esperanza de llegar a tener la fe inconmovible y recia que luego tuvieron aquellos primeros.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, rasgos fuertes. Seguimos en diciembre de 1938. Ahora el guión es de una plática sobre la fe de los Apóstoles:
"Fe de los Apóstoles y discípulos. Floja. Para animarnos, ¡con qué humildad y sencillez cuentan los evangelistas!..." {EjEsp, Plática "Fe de los Apóstoles", Vergara 5-IX-1938; guión nº 128}.
Sobre "la fe floja y vacilante de los Apóstoles", vid por ej Mt 8, 23 -27; Mt 14, 22  - 32; Mt 17, 14 -20; Mc 16, 9 -14; Lc 24, 13 -36; Jn 20, 24 -29

 «  582  »  ¡Qué hermosa es nuestra Fe Católica! –Da solución a todas nuestras ansiedades, y aquieta el entendimiento y llena de esperanza el corazón.

Texto escrito sobre una octavilla Re. No hay interrelación documental conocida. Parece una prolongación del primero de este cap y un contrapunto del p / 576. El creyente puede experimentar en su entendimiento, según la permisión de Dios, sea la brutalidad "lógica" del enemigo del alma (p / 576), sea la plenitud en su intelecto (p / 575  y 582). En todo caso, el Autor siempre fomentaba una sólida formación doctrinal y teológica entre los fieles. En una nota suya contemporánea a las octavillas de C se lee:
"Actos de fe. No basta creo, sino por qué" {AGP, Secc. A, leg 50-4, carp 5, exp 3; la cursiva es del original}.

 «  583  »  No soy "milagrero". –Te dije que me sobran milagros en el Santo Evangelio para asegurar fuertemente mi fe. –Pero me dan pena esos cristianos –incluso piadosos, "¡apostólicos!"– que se sonríen cuando oyen hablar de caminos extraordinarios, de sucesos sobrenaturales. –Siento deseos de decirles: sí, ahora hay también milagros: ¡nosotros los haríamos si tuviéramos fe!

Texto escrito sobre una octavilla Re. No es clara su relación interdocumental. Lo que me parece sumamente probable es que este p / 583  esté escrito a continuación del p / 362. Los dos son fichas Re y tienen el mismo inicio discursivo: Al Autor le sobra con los milagros de la Escritura. Pero en este p / 583  comienza con la fórmula: "Te dije que...". Es, a mi parecer, una clara referencia al p / 362
Anotemos que, al comenzar el guión titulado "Espíritu de fe", escribió algo que puede estar en la base:
"Muchas veces se dice que ahora son menos frecuentes los milagros... ¿no es que son menos frecuentes las almas que viven vida de fe?... ¡El alma apostólica! Almas de ahora conozco, con vida de fe..." {En todo caso este inicio le sirvió al autor para el comienzo de otra meditación titulada "Vida de fe", que predicó en Madrid en 12-X-1947 y que se conserva en cinta magnetofónica. El Autor la reelaboró y fue publicada en Amigos de Dios: "Se oye a veces decir que actualmente son menos frecuentes los milagros. ¿No será que son menos las almas que viven vida de fe?" (Amigos de Dios, 190)}.

 «  584  »  Enciende tu fe. –No es Cristo una figura que pasó. No es un recuerdo que se pierde en la historia.
¡Vive!: "Jesus Christus heri et hodie: ipse et in saecula!" –dice San Pablo– ¡Jesucristo ayer y hoy y siempre!1

Ahora estamos ante un texto escrito sobre una octavilla Bl, con trazos y pluma suaves. Diversos testimonios precedentes en los guiones de predicación:
" –Vida de fe... –¡Jesucristo... vive! –Dios no se ha cortado las manos: es el de siempre. Iesus Christus heri... (Hb 13, 8)" {EjEsp, "Plática preparatoria", Vergara 4-IX-1938; guión nº 97}.
"Avivar la Fe: no es Cristo una entelequia...; si no, perdemos el tiempo" {EjEsp, Meditación "Resurrección", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 115}.
La doctrina de la "contemporaneidad" de Cristo a cada generación humana, que el Autor expresaba de este modo, es clave en su comprensión de la vida cristiana. Ha podido hablarse, arrancando de este punto, de "un cristocentrismo acentuado y singular" en Escrivá de Balaguer {Así, Ratzinger: "Se puede, pues, hablar, en relación con el Beato Josemaría Escrivá, de un cristocentrismo acentuado y singular, en el que la contemplación de la vida terrena de Jesús y la contemplación de su presencia viva en la Eucaristía conducen al descubrimiento de Dios y a la iluminación, a partir de Dios, de las circunstancias del vivir cotidiano" (Joseph Ratzinger, "Mensaje inaugural", en Santidad y mundo, pgs 30s). Cfr A. Aranda, 'El bullir de la sangre de Cristo'. Estudios sobre el cristocentrismo del beato Josemaría Escrivá, Rialp, Madrid 2000}. Pero no sólo en el orden intelectual; su experiencia le decía que la asimilación vital de este mensaje era "articulus stantis et cadentis vitae christianae", como puede verse en este texto, escrito tres años antes:
"Metamos a Cristo en nuestros corazones y en los corazones de los chicos. ¡Lástima!: frecuentan los sacramentos, llevan una conducta limpia, estudian, pero... la Fe muerta. Jesús –no lo dicen con la boca, lo dicen con la falta de vibración de su proceder–, Jesús vivió hace XX siglos... –¿Vivió? Iesus Christus heri, et hodie: ipse et in saecula; Jesucristo el mismo que ayer es hoy; y lo será por los siglos (Hb 13, 8)
Jesucristo vive, con carne como la mía, pero gloriosa; con corazón de carne como el mío. Scio enim quod Redemptor meus vivit, sé que mi Redentor vive (Jb 19, 25). Mi Redentor, mi Amigo, mi Padre, mi Rey, mi Dios, mi Amor, ¡vive! Se preocupa de mí. Me quiere más que la bendita mujer –mi madre– que me trajo a este mundo... Es bastante: que saquen los chicos las consecuencias prácticas. ¡Cuántas veces esta consideración, tan sencilla y trillada, ha sido el origen de un devorador incendio de Fe y de Amor, en más de un corazón varonil" {Instrucción, 9-I-1935, nº 248s; la cursiva es del original}.

 «  585  »  "Si habueritis fidem, sicut granum sinapis!" –¡Si tuvierais fe tan grande como un granito de mostaza!...
–¡Qué promesas encierra esa exclamación del Maestro!

Texto escrito sobre una octavilla Not, surgido muy probablemente repasando en la fase final de la redacción, como en el caso de puntos anteriores, el guión 101, en el que se lee:
"Si habueritis fidem... Cura de Ars" {EjEsp, Plática "Espíritu de fe", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 101. El apunte es una "adición de Vergara"}.
No explicita el guión el sentido de la alusión al Cura de Ars, omitida en el punto de C. Probablemente trataba el Autor de ilustrar a aquellos sacerdotes la vida de fe con el ejemplo de San Juan Bautista Vianney. En todo caso, parece reflejarse en las "promesas" que se contienen en la exclamación de Jesús.

 «  586  »  Dios es el de siempre. –Hombres de fe hacen falta: y se renovarán los prodigios que leemos en la Santa Escritura.

–"Ecce non est abbreviata manus Domini" –¡El brazo de Dios, su poder, no se ha empequeñecido!
Texto escrito sobre una octavilla Drv, en cuyo dorso se lee, escrito a máquina: "Academia de". También aquí, como en el p / 584, hay testimonios diversos en la predicación de aquellos años:
" –Dios no se ha cortado las manos: es el de siempre. Iesus Christus heri... (Hb 13, 8). –¿Qué falta, pues?... Fe viva, operativa" {EjEsp, "Plática preparatoria", Vergara 4-IX-1938; guión nº 97}.
"Dios es el de siempre. Los primeros 12. Mulieres sorores" {EjEsp, Plática "Espíritu de fe", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 101}.
"¿Y ahora, en el siglo XX? Como en el XIII, como en el XVI, Dios no se ha cortado las manos. Non est abbreviata manus Domini; no se ha empequeñecido el poder de Dios, que continúa concediendo nuevas maravillas en favor de los hombres" {PredicHond, "Non est abbreviata manus Domini", 26-VII-1937, pg 231; XXXVII}.
Ya en la Instrucción de 1935 escribía a los fieles del Opus Dei, hablándoles de cómo llevar a los jóvenes hacía Dios:
"No perdáis ocasión de hacerles notar que Dios es el de siempre: que no se ha cortado las manos, suelo decir con frase gráfica" {Instrucción, 9-I-1935, nº 225; la cursiva es del original. En nota: "Numquid manus Domini invalida est? (Nm 11, 23). Ecce non est abbreviata manus Domini (Is 59, 1)"}.

 «  587  »  No tienen fe. –Pero tienen supersticiones. Risa y vergüenza nos dio aquel poderoso que perdía su tranquilidad al oír una determinada palabra, de suyo indiferente e inofensiva –que era, para él, de mal agüero– o al ver girar la silla sobre una pata.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Re. La experiencia concreta que refleja este punto se sitúa al parecer, en los largos días del encierro en Honduras. Los testimonios escritos que he leído son de Juan Jiménez Vargas. El más antiguo es una alusión en una carta desde el frente de Teruel, en la que, hablando de otro asunto decía: "Sólo me falta tocar hierro, como aquel jamelgo aristocrático de [la Legación de] Honduras que se tocaba la hebilla del cinturón cuando le nombraban la bicha" {Carta de Juan Jiménez Vargas a Francisco Botella, Cota 1184 (frente de Teruel), 14-VIII-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp B, exp 1}. Después de la muerte del Beato Josemaría, el Prof. Jiménez Vargas escribió en el "Relato del 77": "En la Legación de Honduras había un aristócrata –el conde del XX– que tenía cosas de éstas. Por ej, llevaba madera en el cinturón para poder tocar madera y hierro a la vez: la madera y la hebilla. Lo comentaba sin el menor pudor". Agrega que el Autor se reía de estas cosas, pero "no dejaba pasar ni una ocasión en la que pudiera hacer algo para acabar con eso" {Relato del 77, pg 14}.
La secuencia textual parece pedir una coma después de la frase entre guiones.
Pero no es una coma de las que "cayó" en la corrección de pruebas de la edición príncipe, sino que falta desde el borrador.

 «  588  »  "Omnia possibilia sunt credenti" –Todo es posible para el que cree. –Son palabras de Cristo.
–¿Qué haces, que no le dices con los apóstoles: "adauge nobis fidem!" –¡auméntame la fe!?

Texto escrito sobre una octavilla Not, que pudo venir sugerido, como buena parte de los puntos de este cap, por la meditación sobre "Espíritu de fe", en concreto por este apunte:
"Si potes credere, omnia possibilia sunt credenti" {EjEsp, Plática "Espíritu de fe", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 101. –Sobre la palabra "Apóstoles" con minúscula, vid com / 144}.
Los cambios reflejados en el apcrít daban esta primera redacción de la "gaitica":
"Omnia possibilia sunt credenti –todo es posible para el que cree".
¿Qué haces, que no le pides fe?".
El Autor se aferró muchas veces a esta petición de los Apóstoles. Escribía en 1933:
"A pesar de mis miserias sin cuento, seguí pidiendo oraciones y, de modo especial –adauge nobis fidem!– que me aumentara el Señor la fe, por aquella oración. Y creo que Jesús vuelve a moverme, a pesar de mi resistencia" {Cuaderno VI, nº 1064, 18-X-1933}.
La conclusión del cap subraya –y pone en relación– el poder y la fuerza de la fe y la necesidad de pedirla, pues es un don de Dios.

 «  HUMILDAD  » 

Después de la fe, la humildad: las dos virtudes "fundantes" {La cuartilla que abarca el bloque de octavillas tiene escrita a máquina la palabra HUMILDAD y tiene en su dorso, con letra de Álvaro del Portillo, la datación de una carta al estilo de la época: "Burgos, 4 Enero 1938". Pienso que el error que lleva a no continuar la carta es que el año no es 1938 sino 1939}. Cap segundo de la serie sobre virtudes. El Autor lo construye en Burgos desglosando, del cap único de Cec ("Virtudes"), la parte que trata sobre la humildad (catorce puntos) –que ya estaba allí situada a continuación de la fe– y añadiéndole otros once de nueva redacción.
La temática también se encontraba perfectamente identificada en Cem: los nueve primeros puntos del cap provienen del bloque sobre humildad del primer fascículo (cd / 109-121), los cuatro siguientes de otro bloque del segundo (Cem33 / 301-305) y el último punto de Cec fue tomado directamente del Cuaderno VII. La secuencia de Cem pasa, pues, a C, como el lector puede comprobar en el apcrít. Para los puntos que agrega en Burgos, el Autor se sirve de los guiones de predicación de Vergara y Vitoria, en los que expuso una profunda doctrina sobre la humildad. Cap sumamente anclado en la gran tradición católica, se expresa en él una fuerte conciencia de la "nada" del hombre ante Dios y, a la vez, de los dones que Dios –"el soplo del Espíritu Santo"– pone en nuestra vida. El discurso de este cap es existencial: el "hombre viejo" anidando en el hondón del alma, y ésta, a la vez, transformada por la gracia. El Autor subraya la importancia del "propio conocimiento" para ganar en humildad.

 «  589  »  Cuando percibas los aplausos del triunfo, que suenen también en tus oídos las risas que provocaste con tus fracasos.

Texto del Cuaderno V, nº 469, fechado en 10-XII-1931. El tenor literal es idéntico al de C. Es el último de los cuatro futuros puntos que el Autor transcribió ese día {Son: 897, 757, 889, 589}.
Fueron escritos ese mismo día o el anterior. Los cuatro están situados al final de un conjunto de anotaciones sobre la "infancia espiritual" que procuraba vivir el Autor en su relación personal con el Señor. Vid com / 52.

 «  590  »  No quieras ser como aquella veleta dorada del gran edificio: por mucho que brille y por alta que esté, no importa para la solidez de la obra.
–Ojalá seas como un viejo sillar oculto en los cimientos, bajo tierra, donde nadie te vea: por ti no se derrumbará la casa.

Texto del Cuaderno II, nº 92, fechado en 2-X-1930 {A continuación transcribió el futuro p / 969}. El punto procede de una reflexión que el Beato Josemaría anotó en su Cuaderno a propósito del Opus Dei naciente y de su proyección en el futuro. Como tantas otras veces, al reelaborar el texto para publicación, tomó el núcleo de esa reflexión, quitando los contextos más personales e inmediatos:
"Vengo considerando –y lo pongo aquí, porque luego, leyéndolo, se graba más en mí y me hace bien– que los edificios materiales, en su construcción, tienen gran semejanza con los espirituales. Y así como aquella veleta dorada del gran edificio, por mucho que brille y por alta que esté, no importa para la solidez de la obra, mientras, por el contrario, un viejo sillar oculto en los cimientos, bajo tierra, donde nadie lo ve, es de importancia capital para que no se derrumbe la casa..., aunque no brille, como el pobre latón dorado allá arriba... Así, en ese gran edificio, que se llama 'la Obra de Dios' y que llenará todo el mundo, no hay que dar importancia a la veleta brillante. ¡Eso ya vendrá! Los cimientos: de ellos depende la solidez toda del conjunto. Cimientos hondos, muy hondos y fuertes: los sillares de ese cimiento son la oración; la argamasa que unirá estos sillares tiene un nombre solamente: expiación. Orar y sufrir con alegría. Ahondar mucho: pues, para un edificio gigante, se precisa una base gigante también" (cursiva del original)
El tema edificio y cimientos es de raigambre evangélica (cfr Mt 7, 24 -27). El Autor tenía una ficha autógrafa con la reflexión de San Agustín en un sermón sobre Mt 11, 25 -29 {Sacó la ficha en latín: "Magnus esse vis? a minimo incipe. Cogitas magnam fabricam construere celsitudinis? de fundamento prius cogita humilitatis. Et quantam quisque vult et disponit superimponere molem aedificii, quanto erit majus aedificium, tanto altius fodit fundamentum. Et fabrica quidem cum construitur, in superna consurgit; qui autem fodit fundamentum, ad ima deprimitur. Ergo et fabrica ante celsitudinem humiliatur, et fastigium post humiliationem erigitur". Ésta es la referencia que escribió: "S. Augustini (Sermo 10 de Verbis Domini)". Se encuentra en AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 19, ficha 12. El legajo reúne materiales sobre "cosas pequeñas". Vid com / 418 y cap 39 (especialmente p / 813  y com)}. He aquí la traducción de la BAC:
"¿Quieres ser grande? Comienza por lo ínfimo. ¿Piensas construir una gran fábrica en altura? Piensa primero en el cimiento de la humildad. Y cuanta mayor mole pretende alguien imponer al edificio, cuanto más elevado sea el edificio, tanto más profundo cava el cimiento. Cuando la fábrica se construye, sube a lo alto; pero quien cava fundamentos se hunde en la zanja. Luego la fábrica se humilla antes de elevarse y después de la humillación se remonta hasta el remate" {San Agustín, Sermón 69, 2; BAC 441, 1983, pg 294}.
Si se compara el texto de C y el del Cuaderno, podrá comprobarse que, aparte del paso al estilo dialógico, hay un desplazamiento en la interpretación de la parábola del gran edificio. En C los sillares son las personas –"tú"–; en el Cuaderno "son la oración". Así lo explicaba ya a Isidoro Zorzano en una carta del año siguiente:
"¿Nuestra labor actual? Cada uno de nosotros somos un sillar de los cimientos. A adquirir vigor espiritual, a prueba de pruebas, para poder resistir el ingente peso de la Obra de Dios. Orar. Expiar" {Carta de Josemaría Escrivá a Isidoro Zorzano, Madrid, 3-IX-1931; EF 310903-1}.
Quiere, pues, el Autor, desde el principio del cap, situar al lector ante la "eficacia" –eficacia cristiana, eficacia apostólica– de la humildad, entendida en este punto como no buscar aparecer y ser honrado y reconocido, sino como pasar oculto {La doctrina clásica lo expresaba así: "no desear ser honrado y estimado de los hombres, antes huir de todo lo que dice honra y estimación". Así, el P. Alonso Rodríguez, Ejercicio de perfección, Parte 2, tratado 3º, cap 14; pg 900, que llama a esta dimensión de la humilidad "primer escalón de la humildad"}. Una de las dimensiones de la humildad que más cultivó en su vida personal. Vid p / 647  y com.

 «  591  »  Cuanto más me exalten, Jesús mío, humíllame más en mi corazón, haciéndome saber lo que he sido y lo que seré, si tú me dejas.

Texto del Cuaderno V, día de Reyes de 1932. El punto procede no de una "consideración" autónoma, sino de la oración que hizo en la Epifanía del Señor {Es decir, el texto no se encuentra en el nivel d, sino b de los Apínt (vid IntrodGen § 3, 1, b; pg 24)} , pidiendo regalos a Jesús, con ocasión del regalo que recibió aquella mañana: "una reliquia, con su auténtica, de San Juan de Dios", que le dieron las monjas de Santa Isabel. Cuenta el Autor que después hizo su oración "postrado de bruces, con la frente en el suelo", y pidiendo regalos al Señor. Aquí está el pasaje que nos interesa:
"Y además otro regalo: Amor..., un Amor que me deje limpio. Y otro regalo, aún: Conocimiento propio, para llenarme de humildad. Finalmente, con la reliquia de San Juan de Dios en la mano – mi patrono, con la Ssma. Virgen, durante el año 32 {Alusión a los patronos de que se habla en com / 305}– le dije: quiero amarte más que éste {San Juan de Dios} , quiero ser más humilde que éste: cuanto más me exalten, Jesús mío, humíllame más en mi corazón, haciéndome saber lo que he sido y lo que seré, si tú me dejas" {Cuaderno V, nº 547, 6-I-1932}.
Aquella oración en postración, con la reliquia de San Juan de Dios en la mano, terminó, como vemos, en una petición a Jesús que es la que da lugar a este punto de C. Vid la segunda frase del p / 595. Por lo demás, aquí comienza el tema central del "propio conocimiento" ("saber lo que he sido..."). Vid com / 593 y 609.

 «  592  »  No olvides que eres... el depósito de la basura. –Por eso, si acaso el Jardinero divino echa mano de ti, y te friega y te limpia... y te llena de magníficas flores..., ni el aroma ni el color, que embellecen tu fealdad, han de ponerte orgulloso.
–Humíllate: ¿no sabes que eres el cacharro de los desperdicios?

Texto del Cuaderno V, nº 554, fechado en 8-I-1932 (dos días después del punto anterior). Las modificaciones textuales fueron ya introducidas en las cuartillas a velógrafo. "Lo que he sido y lo que seré", es el tema del punto anterior. Ahora se nos describe el presente: "lo que eres". Tenor literal idéntico, con diferencia en la primera frase, que dice así:
"Niño: no olvides que eres... el recipiente de la basura" {En el Cuaderno decía primero: "embellece"}.
Ésta, como tantas otras consideraciones procedentes de Apínt –especialmente, las que comienzan: "Niño..."–, es un trozo de su oración personal, y de su "vida de infancia". El Autor se hace a sí mismo –con la luz del Espíritu Santo– la consideración aquí contenida: el cacharro de los desperdicios es, ante todo, él, viéndose en la presencia de Dios. Sólo en un segundo momento, al publicarla, la extiende a los demás, pues ésa es la condición de la criatura humana caída y redimida: un misterio de pecado y de gracia.
A esta consideración sigue en el Cuaderno, inmediatamente, esta otra, que prolonga el pensamiento dentro del mismo "clima", igualmente personal:
"Niño, pobre borrico {El "borrico", en los Cuadernos, es siempre el Autor. Para el tema del "borrico", vid com a puntos 420, 606 y 998} : si, con Amor, el Señor ha limpiado tus negras espaldas, acostumbradas al estiércol, y te carga de aparejos de raso y sobre ellos pone joyas deslumbrantes, ¡pobre borrico!, no olvides que puedes, por tu culpa, arrojar la hermosa carga por los suelos... pero tú solo no puedes volvértela a cargar".
En el p / 592  hay un profundo conocimiento de eso que Pascal llamaba "ce vilain fond de l ' homme" {Blaise Pascal, Pensées, 453; Léon Brunschvicg (ed.), Librairie Générale Française, Paris 1972, pg 209} , pero sin la ironía pascaliana: el discurso se mueve, todo él, en lo que podríamos llamar "humildad ante Dios": un "reconocerse" que está ya atravesado por el Amor. El presente cap de C refleja una "experiencia" de la seriedad de la relación con Dios, común a la tradición de los grandes santos. Desde ella puede también comprenderse, en su ambivalencia, el drama de Lutero, a la vez que se descarta toda concepción, podríamos decir, "apolínea" de la vida espiritual. Vid com / 599.
En un texto de los años setenta –la Carta 14-II-1974, n. 75– continúa el diálogo comenzado en este p / 599:
"Comprende que eres de barro de botijo y no te asustes, nunca más, de topar dentro de ti con abismos de vileza. Clama, ruega, recorre las etapas del hijo pródigo. Tu Padre Dios sale a tu encuentro apenas te confiesas pecador, en aquello que la soberbia te ocultaba como pecado. Comienza para ti una gran fiesta –la profunda alegría del arrepentimiento– y estrenas un traje limpio: una caridad más honda, más divina y más humana, porque cuentas ya con la seguridad de haber aceptado humildemente la poquedad de tu condición".
Detrás de estas expresiones de 1932 y 1974 está una viva conciencia de la teología paulina y agustiniana de la gracia:
"Oportet ut oderis in te opus tuum, ut ames in te opus Dei" {San Agustín, Tratados sobre el Evangelio de San Juan, 12, 13; BAC 139, 1955, pg 314s}.
Como en tantas otras ocasiones, una vivencia semejante a la del p / 592  se encuentra en Teresa de Jesús, que explica así por qué aceptó escribir el Libro de su vida:
"Sea bendito por todo, y sírvase de mí, por quien Su Majestad es; que bien sabe mi Señor que no pretendo otra cosa en esto, sino que sea alabado y engrandecido un poquito de ver que en un muladar tan sucio y de mal olor hiciese huerto de tan suaves flores. Plega a Su Majestad que por mi culpa no las torne yo a arrancar y se torne a ser lo que era" {Libro de la Vida, 10, 9; BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 69. La cursiva es mía}.

 «  593  »  Cuando te veas como eres, ha de parecerte natural que te desprecien.

Texto del Cuaderno V, nº 771, fechado en 11-VII-1932. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
Este punto, como los dos anteriores, comienza también situándonos ante el "propio conocimiento", que es principio y fuente del camino de la humildad. El Autor lo dirá formalmente en el p / 609  (vid com). Pero no es todavía la humildad, sino su principio, como ya decía San Bernardo: "humilitas, quem nobis veritas parit" {San Bernardo, In Canticum, sermo 42, 6; BAC 491, 1987, pg 572-3}. Avanza desde este principio y acepta como cosa lógica y consecuente el ser despreciado. Del entendimiento –vernos como somos– pasa el Autor a la voluntad, que acepta, desea y ama. Este esquema de comprensión (entendimiento y voluntad) está presente en casi todos los puntos de este cap.

 «  594  »  No eres humilde cuando te humillas, sino cuando te humillan y lo llevas por Cristo.

Texto del Cuaderno V, nº 676, fechado en 30-III-1932. También aquí el original comienza así:"Niño, no eres humilde etc.".
Es otro aspecto de la doctrina clásica de la humildad que tiene una importancia muy singular en la predicación y en la praxis del Beato Josemaría Escrivá. Lo que el Autor afirma aquí es un momento decisivo del patrimonio de experiencia cristiana acerca de la humildad. Escribe San Anselmo: "los que quieran subir al monte de la verdadera humildad y se juzgan a sí mismos despreciables, deben tolerar también que otros, al juzgarlos, les desprecien" {San Anselmo, De similitudinibus, cap 106; PL 149, 668 A. San Anselmo llama a esta actitud cristiana quinto grado de humildad. Lo mismo en los autores posteriores: por ej –entre los clásicos españoles–, San Juan de Ávila, que formula así el tercero de los cinco grados de humildad que establece: "(que el hombre) cuando es menospreciado de otros, tenga paciencia" (Cinco grados de humildad; BAC 324, 1971, pg 505, lín 6); y el P. Alonso Rodríguez describe así su "segundo escalón" de la humildad: "sufrir con paciencia ser despreciado de otros: que cuando se os ofreciere alguna ocasión, que parezca que es menoscabo y desprecio vuestro, lo llevéis bien" (Ejercicio de perfección, Parte 2, tratado 3º, cap 14; pg 901). El Autor de C se desinteresa –en su pedagogía pastoral, podríamos decir– por la clasificación y la sistematización de los grados de la humildad, escalones de la humildad, etc., tan frecuente en los autores; lo mismo que por las etapas de la oración, de la contemplación, etc. Distinciones y sistematizaciones que evidentemente conoce, pero que se "salta" con toda naturalidad, y prescinde de esa terminología. Se diría que él, con los puntos de C sobre la humildad busca remover la experiencia cristiana del lector y provocar con la meditación de esos puntos una nueva comprensión y una nueva experiencia personal en su combate interior}.
La frase "no eres humilde cuando te humillas" no es sólo un contrapunto a la segunda parte del texto; tiene su peculiar consistencia y su propio mensaje. En la experiencia y praxis espiritual del Autor ciertos actos exteriores de humillación eran, muy sospechosos de inautenticidad, de "falsa humildad". En efecto, quiere evitar de raíz todo lo que parezca mera exterioridad –"así, tan humildico" (p / 603)– que chocabacon la naturalidad de la vida cristiana en el mundo, que él predicaba. Así, no se encontrará en C –por seguir con los ejemplos de arriba– insistencia alguna en el "segundo grado" de humildad que profesa San Juan de Ávila: "Este menosprecio muestra (el hombre) exteriormente en el hábito y en el andar" {Cinco grados de humildad; BAC 324, 1971, pg 505, lín 6}. Por lo demás el contrapunto entre los dos miembros de la frase, unido al explícito contenido cristológico con que el Autor plantea la recepción de las humillaciones, tiene una fuerte capacidad de situar al lector ante la cuestión existencial de la humildad.

 «  595  »  Si te conocieras, te gozarías en el desprecio, y lloraría tu corazón ante la exaltación y la alabanza.

Texto del Cuaderno VI, nº 888, fechado en 3-XII-1932. Las modificaciones textuales fueron ya introducidas en las cuartillas a velógrafo.
"Si te conocieras, te gozarías en el desprecio, y lloraría tu corazón apenado ante la alabanza y la exaltación. –D.O.G." {Sobre esta sigla, vid com / 11}.
Otro aspecto radical de la humildad cristiana, que el Autor recibe de la tradición. Los dos elementos que integran este punto corresponden a dos de las dimensiones de la humildad, tan sutilmente analizadas por los espirituales, que ofrecen distintas propuestas de comprensión.
Gozarse en el desprecio. San Anselmo dice de los que desean ser humildes: "ha de serles cosa familiar, al ser injuriados, recibir la afrenta con paciencia, como un gran regalo que se les hace" {Sexto grado de humildad según San Anselmo, De similitudinibus, cap 107; PL 149, 668 B}. San Juan de Ávila: "Que en este menosprecio el hombre se alegre" {Cinco grados de humildad; BAC 324, 1971, pg 505, lín 4. Es el cuarto grado de humildad del Maestro Ávila}. Y antes, el gran maestro, San Bernardo, que hablando de "la otra manera de humildad" –para la primera cfr p / 593 –, escribe: "Si ilustrado por el esplendor de la verdad, que te hizo a ti mismo patente ante ti, fueses ahora captado por el Amor, desearías sin duda que todos tuvieran de ti la misma opinión que tú posees, pues responde a la verdad" {In Canticum, sermo 42, 6; BAC 491, 1987, pg 573s}. Ese deseo es ya gozarse en el desprecio {Vid Alonso Rodríguez, Ejercicio de perfección, Parte 2, tratado 3º, cap 15; pg 905-910: "Del cuarto escalón, que es desear ser despreciados y tenidos en poco y holgarnos con ello"}.
Llorar ante la exaltación y la alabanza. "No holgarnos –dice un autor del siglo XVII– ni tomar contentamiento cuando somos alabados y estimados de los hombres" {Ibidem, cap 14; pg 903, que llama a este aspecto el "tercer escalón"}. El Autor de C es más radical: no ya no alegrarnos, sino que llore el corazón {Un apunte de su Cuaderno de unos meses después muestra cómo este consejo era realidad en la vida del Autor: "... con este motivo, fui a ver a D. P. Poveda (vid IntrodGen § 7, 3 b; pg 135), tan bueno, tan hermano siempre conmigo, y me dijo que ayer se reunieron los Rectores de todos los Patronatos que han pasado a la jurisdicción ordinaria. Y sucedió que, como trataran del personal, el Sr. Vicario de Madrid (Morán), que presidía, hizo de este pobre borrico un elogio tal que D. P. Poveda se quedó encantado. Cuando salí de la Institución Teresiana y cogí el 48 [el tranvía que iba desde Atocha, cerca del Patronato de Santa Isabel y de la casa de las teresianas, hasta la Glorieta de Quevedo, muy cerca de donde vivía el Autor], ¡qué vergüenza, qué pena más honda me hizo sentir el Señor, por esos elogios del Vicario! [Al borrico] Le faltó poco para llorar" (Cuaderno VI, nº 994s, 30-IV y 1-V-1933)}.
El punto de partida es, siempre, el "propio conocimiento" (vid p / 609).

 «  596  »  No te duela que vean tus faltas; la ofensa de Dios y la desedificación que puedas ocasionar, eso te ha de doler.
–Por lo demás, que sepan cómo eres y te desprecien. –No te cause pena ser nada, porque así Jesús tiene que ponerlo todo en ti.

Texto del Cuaderno IV, nº 399, fechado –junto con otros tres puntos {Futuros puntos de C transcritos ese día: 187, 596, 443, 762}– en 18-XI-1931. El texto no es una "consideración" sino una nota de examen personal {Es decir, el texto no se encuentra en el nivel d, sino en el b de los Apínt (vid IntrodGen § 3, 1, b; pg 24)} de la que brotará el punto de C. Estamos ante un caso prototípico del paso del "yo" de la anotación en Apínt en diálogo íntimo con el Señor, al "tú" de C, en que el Autor conversa con el lector del libro. Las modificaciones textuales fueron ya introducidas en las cuartillas a velógrafo:
"Hoy mismo, después de una conversación como tantas otras, me dio el Señor luces, para comprender mi miseria. Me dejó, como otras veces también, muy mal sabor de boca. No por soberbia, al sentir la falta de toda virtud en mí, sino por la pena de pensar que ni en eso sé dar gusto a Jesús. Agradezco a mi Dios ese chispazo de conocimiento propio, de mi nada... No me duele que vean mis faltas; la ofensa de Dios y la desedificación que puedo ocasionar, eso me duele. Por lo demás que sepan cómo soy y me desprecien. No me causa pena ser nada, porque así Tú tienes que ponerlo todo en mí".
Una consideración, pues, que sale directamente de su oración y de su examen personal; véase el texto citado de San Anselmo {Vid com / 594} y éste de San Juan de Ávila: "Que de todo corazón desee ser menospreciado de todos" {Cinco grados de humildad ; BAC 324, 1971, pg 505, lín 8-9}. Para el Autor de C el punto de partida es la patencia de sus propias faltas, lo que le lleva a esa importante distinción entre el desprecio merecido por ellas –que desea– y la desedificación del prójimo que ellas provocan, que es lo que le duele.
Como se ve, a pesar de la finura de espíritu y del amor a Dios que manifiestan estos textos –o quizá precisamente por ello–, el Autor, se consideraba ante el Señor un miserable (p / 176, 446, 475, 884), lleno de miserias y "grandísimos pecados" (com / 302, 714, 884), que ha sufrido "grandes y numerosas" derrotas, un borrico sarnoso (p / 420  y 493: com), nada y menos que nada (p / 432). Es algo que ha salido ya por todas partes en los puntos de C y en su substrato literario. Daba de sí mismo esta definición, que expresa toda la paradoja cristiana: "un pecador, que ama con locura a Jesucristo" {Yo, personalmente –creo que todos los que han convivido con él podrían decir lo mismo– , le he oído en diversas ocasiones, de una manera o de otra, esta autodefinición de su vida, que ya había dado en 1940 a un ilustre periodista español, D. Manuel Aznar, que fue Director de La Vanguardia, de Barcelona, y le manifestó el deseo de escribir su biografía. Vid un detenido relato en Álvaro del Portillo, Entrevista, pg 207. Pocos meses antes de su muerte lo decía con palabra fuerte y desconcertante humildad, conversando con los miembros del Consejo General del Opus Dei: "¿El Padre? Un pecador que ama a Jesucristo, que no acaba de aprender las lecciones que Dios le da; un bobo muy grande: ¡esto era el Padre! Decidlo a los que os pregunten, que os lo preguntarán" (Notas de una tertulia, Roma 4-III-1975; AGP, sec A, leg 51; también en AGP, sec P, leg 1, 1977, pg 12). –En una conversación del Beato Josemaría, en los primeros años cuarenta, con Fray José López Ortiz, futuro Obispo de Tuy-Vigo, y según el testimonio de éste, el Autor de C le decía: "No te preocupes, Pepe, porque todo lo que dicen aquí, gracias a Dios, es falso: pero si me conociesen mejor, habrían podido afirmar con verdad cosas mucho peores, porque yo no soy más que un pobre pecador, que ama con locura a Jesucristo". Fray José López Ortiz, según cuenta Álvaro del Portillo, que asistió a la entrevista, había entregado al Autor de C una copia de un "dossier reservado" sobre la Obra y su Fundador: los servicios de información de la Falange lo habían hecho llegar a las autoridades locales, y a López Ortiz se lo facilitó una persona de su confianza. Aquel documento rebosaba calumnias y significaba el comienzo de otra campaña difamatoria contra el Fundador. Recogía todas las maledicencias divulgadas con anterioridad. El Beato Josemaría dijo la frase transcrita cuando terminó la lectura del dossier, al ver la pena y preocupación de Fray José (Vid Álvaro del Portillo, Entrevista, pgs 118s; y José López Ortiz, "Testimonio", en Testimonios sobre el Fundador del Opus Dei, 1994, pgs 241-242)}. Esta conciencia de pecador invadido por la gracia de Dios, de fuerte raigambre paulina, es una característica de los grandes santos.
"No te cause pena ser nada, porque así Jesús tiene que ponerlo todo en ti". Esta frase, conclusiva del punto que nos ocupa, es como una síntesis, en diálogo con el Señor, de los célebres versos de 2Co 12, 9 -10: "Me gozo en mis debilidades y miserias para que habite en mí la fuerza de Cristo".
El Autor, casi un año después, subrayaba esta frase de Francisca Javiera del Valle en el Decenario: "si hay algo en mí, que no es pecado, de Él es; y si hay algo que me rezca alabanza, Él me lo ha dado; yo de Él lo he recibido; yo nada mío tengo, porque soy la misma nada". Y la prolongaba con este comentario:
"Menos que la nada, menos que la negación, porque hay un positivo de maldad en mí. Deo omnis gloria!" {Glosas marginales al Decenario 1932, pg 71; Patmos 35, pg 119; Logos 52, pg 170]. El subrayado es del Autor}.
Vid en com / 691 la nota que escribe para su confesor en 1934.

 «  597  »  Si obraras conforme a los impulsos que sientes en tu corazón y a los que la razón te dicta, estarías de continuo con la boca en tierra, en postración, como un gusano sucio, feo y despreciable... delante de ¡ese Dios! que tanto te va aguantando.

Texto del Cuaderno IV, nº 239, fechado en 23-VIII-1931. También aquí el Autor escribe en primera persona, desde su experiencia espiritual, sopesando su vida ante Dios:
"Si obrara conforme a los impulsos de mi pobre corazón y a los que la razón me dicta, estaría de continuo con la boca en tierra, en postración, como un gusano sucio, feo y despreciable... delante de ¡ese Dios!, que tanto me va aguantando".
El p / 597  se inscribe en el conjunto de textos de este cap sobre el "propio conocimiento" que lleva a la humildad. Con terminología de la Escritura {Vid por ej, Sal 22, 7: "yo soy un gusano y no un hombre"; Santa Teresa, passim, por ej Libro de la Vida, 19, 2; BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 104: "¡Seáis alabado, oh regalo de los ángeles, que así queréis levantar un gusano tan vil!"} y de la tradición espiritual, se sitúa no a nivel ontológico –el Autor presupone siempre una visión positiva, optimista, de la vida humana (cfr p / 40, 378, 988)– sino existencial, reflejando, con palabras fuertes, análogas a las de otros muchos textos antiguos y modernos, la experiencia cristiana acerca del hombre, que Pablo de Tarso ya formuló en términos de "hombre viejo" (Rm 6, 6) y "hombre nuevo" (Ef 2, 15). Frente a toda visión ingenua, rousseauniana, del hombre, el Autor constata, ante todo en sí mismo, que hay en el hombre caído y redimido ciertos impulsos del corazón y de la razón –fruto del fomes peccati– que degradan y necesitan ser rectificados {Y, sin embargo, la razón es un "chispazo del entendimiento divino" (p / 782), y el corazón, el preciso lugar donde Cristo ha puesto "los mandatos sublimes" (p / 493) y "la gloriosa esperanza del Cielo" (p / 668). El Autor ve al apóstol de Cristo "cabeza y corazón borrachos de Dios" (p / 688)} , confiando en la ayuda divina. "Sufficit tibi gratia mea", dirá con San Pablo (2Co 12, 9) en el p / 707, que es como la prolongación de éste que comentamos. Para el sentido teológico del texto, vid también com / 207.

 «  598  »  ¡Qué grande es el valor de la humildad! –"Quia respexit humilitatem..." Por encima de la fe, de la caridad, de la pureza inmaculada, reza el himno gozoso de nuestra Madre en la casa de Zacarías:
"Porque vio mi humildad, he aquí que, por esto, me llamarán bienaventurada todas las generaciones"

Texto del Cuaderno VI, nº 1034, fechado en 7-VII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 794, 400, 190, 840, 709, 684, 598, 926}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
El Autor traduce a la letra el "humilitatem" de la Vulgata, que tiene el sentido, también en el punto de C, no de humildad-virtud, sino de humildad objetiva: nuestra "nada" ante Dios. La Virgen María se consideraba nada y lo proclama (éste es el acto de humildad-virtud) y por eso afirma que el Señor vio la humildad –la bajeza– de su esclava. Sin duda no gustaba al Autor esta palabra, común en las traducciones españolas (Scio, Petisco, Torres Amat): "bajeza" tiene como primera acepción en el DRAE la que lo es, en efecto, en el lenguaje corriente: "hecho vil o acción indigna". Prefirió "humildad" (en la 2ª acepción del DRAE)

 «  599  »  Eres polvo sucio y caído. – Aunque el soplo del Espíritu Santo te levante sobre las cosas todas de la tierra y haga que brille como oro, al reflejar en las alturas con tu miseria los rayos soberanos del Sol de Justicia, no olvides la pobreza de tu condición.
Un instante de soberbia te volvería al suelo, y dejarías de ser luz para ser lodo.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 824, fechado en 13-IX-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 429, 599, 495}. Transcribimos el texto:
"D.O.G. {"Deo omnis gloria", como bien sabemos. Vid com / 11} –Eres polvo sucio y caído. Aunque el viento del Espíritu Santo te levante sobre las cosas todas de la tierra y haga que brilles como oro, al reflejar en las alturas con tu miseria los rayos soberanos del Sol de Justicia, no olvides la pobreza de tu condición. Un instante de soberbia te volvería al suelo, de donde procedes, y dejarías de ser luz para ser lodo".
Como se indica en el apcrít, el Autor escribió en C "que brille" en vez de "que brilles", que es lo que se lee en Cem, Cec y en el Cuaderno. Evidentemente, en la redacción de Burgos quiso subrayar que lo que brilla no eres "tú", sino "el polvo" que eres "tú" {Predicaba en 1958: "Suelo contar esa anécdota que tantas veces me habéis oído, y que es tan clara: la del polvo que es elevado por el viento hasta formar en lo más alto una nube dorada, porque admite los reflejos del sol. De la misma manera, la gracia de Dios nos lleva altos; y reverbera en nosotros toda esa maravilla de bondad, de sabiduría, de eficacia, de belleza, que es Dios" (Notas de una meditación, Roma 2-XI-1958; AGP, sec A, leg 51)}.
El pensamiento tiene afinidad con este de Teresa de Lisieux: "Mi alma os parece resplandeciente y dorada, porque está abierta a las miradas del Amor. Si el sol divino dejara de enviarme sus rayos, me volvería enseguida oscura y tenebrosa" {Citado en Juan González Arintero, "Vida mística de la Beata Teresita", en La Vida Sobrenatural, nº 53, 1-V-1925, pg 298. Escribe el P. Tomás Álvarez OCD: "Este texto se halla en "Novissima Verba" (Derniers entretiens), en el día 25 de julio de 1987, nº 5, pero ya no se halla en las presentes ediciones, ni españolas ni francesas, por corresponder al "Novissima Verba" editado algo apresuradamente por M. Inés en 1926. Creo que normalmente pasase de la edición de M. Inés a las traducciones españolas de Historia de un Alma" (Carta del P. Tomás Álvarez OCD a Pedro Rodríguez, Burgos 23-I-2001). El P. Arintero, según Álvarez (ibidem), pudo tener acceso al manuscrito de M. Inés antes de su publicación. El "textus receptus" de ese pasaje proviene de María del Sagrado Corazón y dice así: "En me penchant un peu, je voyais par la fenêtre le soleil couchant qui jetait ses derniers feux sur la nature, et le sommet des arbres paraissait tout doré. Je me disais alors: Quelle difference si on reste à l ' ombre ou, qu ' au contraire, on s ' expose au soleil de l ' amour. Alors on paraît tout doré. C ' est pour cela que je parais toute dorée. En réalité je ne le suis pas et je cesserais de l ' être immédiatement si je m ' élognais de l ' amour" (Teresa de Lisieux, Oeuvres complètes, Cerf 1992, pg 1169; Obras completas, MEC 5, pg 1027). El artículo de Arintero fue leído como "lectura espiritual" en el retiro que el Beato Josemaría predicó a los universitarios de Ferraz en 18-VIII-1935; AGP, sec A, leg 47, carp 3, exp 6}.
El p / 599  conecta de manera clara con el p / 592: el mismo fondo a través de dos comparaciones diversas: la basura, el jardín, las flores y el Jardinero, allá; el polvo, la luz, el viento y el Sol de Justicia, aquí. Ambos puntos se mueven en la esfera del "propio conocimiento", que es "conocimiento de fe": conocimiento por la gracia del misterio del hombre, que es misterio de pecado y de gracia {Comentario estilístico en José Miguel Ibáñez Langlois, Josemaría Escrivá como escritor, (2002)pg 20s}.

 «  600  »  ¿Tú..., soberbia? –¿De qué?

Texto del Cuaderno VI, nº 985, fechado en 18-IV-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 929, 600, 842}. El tenor literal del texto es idéntico al de C. En su brevedad, el punto resume lo hasta ahora adquirido.

 «  601  »  ¿Soberbia? –¿Por qué?... Dentro de poco –años, días– serás un montón de carroña hedionda: gusanos, licores malolientes, trapos sucios de la mortaja..., y nadie, en la tierra, se acordará de ti.

Texto del Cuaderno VI, nº 968, fechado en 25-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 601, 678, 422, 21, 910, 872}. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Las modificaciones de puntuación fueron ya introducidas en las cuartillas a velógrafo.
Vid p / 742, que tiene una proximidad en las imágenes y en el vocabulario {Son las palabras duras, fuertes, de la tradición espiritual: San Bernardo, Formula honestae vitae. Utile monitum de consideratione mortis, PL, 184, 1170D: "quomodo componantur in tumulo, quomodo pulvere contegantur, quomodo vorentur a vermibus, quomodo quasi saccus putrefactus consumantur"; Alonso Rodríguez, Ejercicio de perfección, Parte 2, tratado 3º, cap 6; AP 1950, pg 866: "materia hedionda y sucia... un vaso de estiércol... manjar de gusanos"}.

 «  602  »  Tú, sabio, renombrado, elocuente, poderoso: si no eres humilde, nada vales. –Corta, arranca ese "yo", que tienes en grado superlativo –Dios te ayudará–, y entonces podrás comenzar a trabajar por Cristo, en el último lugar de su ejército de apóstoles.

Texto del Cuaderno VII, nº 1089, fechado en 19-XII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 919, 334, 602}. Tenor literal idéntico, con esta diferencia al final:
"y entonces comenzarás a trabajar por Cristo, en el último lugar de su ejército de apóstoles".
Interesante la autocorrección que el propio Autor hizo en su Cuaderno mientras escribía el texto transcrito. Escribió primero: "y entonces podrás trabajar", que corrigió así en el propio Cuaderno: "y entonces comenzarás a trabajar". Y al pasar al texto impreso, la última corrección: "y entonces podrás comenzar a trabajar". Una forma de señalar la radicalidad con qué se opone al seguimiento de Cristo el "yo" engreído: impide el propio conocimiento y, por tanto, la humildad. El tema de "el último" –frecuente en C (vid p / 365, 430)– tiene aquí su lugar específico.

 «  603  »  Esa falsa humildad es comodidad: así, tan humildico, vas haciendo dejación de derechos... que son deberes.

Éste es el primero de los puntos agregados en Burgos a este cap. Estamos, pues, de nuevo ante las octavillas o "gaiticas" que el Autor redacta con la intención de agregarlas al futuro libro. El texto está escrito sobre una octavilla Bl. Pudo actuar como recordatorio del tema esta anotación de su predicación:
"Huyamos de la falsa humildad, que es comodidad" {EjEsp, Plática "Humildad de los Apostoles", Vergara 5-IX-1938; guión nº 124}.
Pero es más que probable que la ficha estuviera redactada, ya antes de predicar en Vergara, a partir de lo que escribió en su Cuaderno de Apuntes donde anotó los EjEsp que hizo en Pamplona, recién llegado a zona nacional, Navidad de 1937. Allí se lee, con fecha 21 de diciembre {De las notas de ese día procede también el p / 804  } (Cuaderno VIII dpdo, nº 1436):
"¡Humildad, humildad, cuánto cuesta! Es falsa humildad la que lleva a hacer dejación de los derechos del cargo. No es soberbia, sino fortaleza, hacer sentir el peso de la autoridad cortando, cuando así lo exige el cumplimiento de la santa Voluntad de Dios".

 «  604  »  Reconoce humildemente tu flaqueza para poder decir con el Apóstol: "cum enim infirmor, tunc potens sum" –porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Texto escrito sobre una octavilla Re. No conozco interrelación documental.

 «  605  »  Padre: ¿cómo puede usted aguantar esta basura? –me dijiste, luego de una confesión contrita.
–Callé, pensando que si tu humildad te lleva a sentirte eso –basura: ¡un montón de basura!–, aún podremos hacer de toda tu miseria algo grande.

Texto escrito sobre una octavilla Re. Tampoco hay interrelación documental conocida.
El lenguaje de este punto ilumina el sentido del "depósito de la basura" del p / 592. El hombre, como dice por todas partes el Autor, es criatura de Dios y, por la gracia cristiana, nada menos que hijo de Dios. De ahí que el cristiano mire el orden de la Creación y de la Redención y se quede extasiado ante tanta bondad: "dale gracias por todo, porque todo es bueno" (p / 268). Pero el misterio del pecado anida allí mismo donde se da la bondad ontológica del ser humano, que "se siente" un montón de basura (un montón de pecados), y a la vez –mediando una "confesión contrita"– se dispone a ser "algo grande" por el agradecimiento y la alabanza, como decía Agustín de Hipona: "In confessione sui accusatio Dei laudatio est" {San Agustín, Sermón 67, 2; BAC 441, 1983, pg 268}.

 «  606  »  Mira qué humilde es nuestro Jesús, ¡un borrico fue su trono en Jerusalén!...1

Texto escrito, sobre una octavilla Bl, en el periodo de Burgos. Reaparece el tema del borrico, que tiene numerosas variaciones en los escritos del Autor, que desde mucho tiempo atrás se consideraba el borrico de Jesús {Sobre el tema vid com / 57, 80, 98, 176, 420 y 493 (borrico sarnoso), 571, 592, 596, 606, 677, 691, 729, 731, 801, 852, 862, 874, 882, 933, 998}. Todo hace pensar que esta ficha la escribió recordando un momento culminante de esa experiencia, grabado en su alma, que él mismo dejó escrito el año 1932:
"Esta mañana, como de costumbre, al marcharme del Convento de Santa Isabel, me acerqué un instante al Sagrario, para despedirme de Jesús diciéndole: Jesús, aquí está tu borrico... Tú verás lo que haces con tu borrico... –Y entendí inmediatamente, sin palabras: "Un borrico fue mi trono en Jerusalén" {Texto del Cuaderno V, nº 543, 4-I-1932}.
Pocos días después anotaba:
"Jesús, puesto que soy tu borrico, dame la tozudez y fortaleza del borrico, para cumplir tu amable Voluntad" {Cuaderno V, nº 596, 5-II-1932}.
Desde la Legación de Honduras escribía en una carta:
"En ascuas ando, por no saber noticias de mis hijos de fuera: pero siempre con la misma esperanza de abrazar a todos, cuando la guerra termine. De Josemaría quiero contarte que asegura que, en estos tiempos de desconcierto, es cuando más concertado está con su amigo de quien es borrico, pues lo lleva mucho encima. Yo no lo entiendo. Un abrazo muy fuerte de Mariano" {Carta de Josemaría Escrivá a Francisco Botella, Madrid 28-III-1937; EF 370328-1. Es "cuando más concertado está con su amigo de quien es borrico": un giro para expresar su unión con Jesucristo en medio de esos sufrimientos}.

 «  607  »  La humildad es otro buen camino para llegar a la paz interior. –"Él" lo ha dicho: "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón... y encontraréis paz para vuestras almas"

Texto escrito sobre una octavilla Bl. El tipo de papel y la señal de una grapa aúna en un pequeño bloque redaccional este punto y los dos siguientes (608 y 609), que el Autor escribe con toda probabilidad a partir del guión 118. Este p / 607  se redacta desde esta anotación bíblica:
"Discite a me quia mitis sum et humilis corde... et invenietis requiem animabus vestris (Matth. 11, 29)" {EjEsp, Plática "Espíritu de humildad", Vitoria VIII-1938; guión nº 118}.

 «  608  »  No es falta de humildad que conozcas el adelanto de tu alma. –Así lo puedes agradecer a Dios.
–Pero no olvides que eres un pobrecito, que viste un buen traje... prestado.

Vid com / 607. Aquí la nota del guión dice así:
"Verdadera humildad: Humildad y verdad. –humildad de garabato– humilis mente (qui gloriatur, in Domino glorietur [1Co 1, 31]). Llevar vestido ajeno" {EjEsp, Plática "Espíritu de humildad", Vitoria VIII-1938; guión nº 118; la cursiva es del original. –"Humildad de garabato": expresión clásica castellana para designar los gestos ináuténticos de humildad; "humildad afectada", señala Moliner, I, pg 1516; voz "humildad"}.
Hay una afinidad temática entre el guión y el punto de C con la nota de su Cuaderno, varios meses anterior, citada en com / 168, que copio de nuevo:
"Me veo como un pobrecito, a quien su amo ha quitado la librea. ¡Sólo pecados! Entiendo la desnudez sentida por los primeros padres. Y mucho he llorado: mucho he sufrido. Sin embargo soy muy feliz" {Cuaderno VIII dpdo, nº1567; Burgos, 7 / 10-III-1938. Cfr Forja, 174}.

 «  609  »  El propio conocimiento nos lleva como de la mano a la humildad.

Vid com / 607. El apunte del guión, que tiene idéntico tenor literal {EjEsp, Plática "Espíritu de humildad", Vitoria VIII-1938; guión nº 118} , está al comienzo del mismo. Al final del guión se lee (cursiva del original):
"Como fruto del conocimiento propio, busquemos y pidamos la humildad. Así... et invenietis requiem animabus vestris [Mt 11, 29]".
En la formulación de los puntos de C puede decirse que ésta, la del propio conocimiento, es la verdadera prioridad. El Autor que, como dije, no habla de grados, ni tiene preocupación "sistemática", sí quiere dejar claro al lector este radical comienzo. En los puntos procedentes de la redacción de Cuenca, el tema y su carácter de presupuesto de todo el camino, salía indirectamente aquí y allá (vid 591: "saber lo que he sido"; 593: "cuando te veas como eres"; 595: "si te conocieras"). En la redacción definitiva es objeto de explícita declaración, ya hacia el final del cap, recogiendo el camino andado en los puntos anteriores.
Como ya dijimos en com / 593, es la doctrina del propio conocimiento algo de radical importancia antropológica, reconocida por los filósofos paganos y la tradición cristiana {Para Anselmo es éste el "primer grado" de la humildad: "primus gradus in monte humilitatis, cognitio sui" (San Anselmo, De similitudinibus, cap 101; PL 149, 665C). Santa Catalina de Siena: "En cuanto el alma se conoce a sí misma, encuentra la humildad" (El diálogo, cap 7; BAC 143, 1955, pg 191). El P. Alonso Rodríguez, Ejercicio de perfección, Parte 2, tratado 3, cap 5; AP, 1950, pg 865, resumía así la tradición: "Todos convenimos en que el conocimiento propio es el principio y fundamento para alcanzar la humildad y tenernos en lo que somos"}. Vid p / 90, donde el Autor explica cómo el propio conocimiento tiene su hogar propio en el diálogo de la oración. Este "conocimiento" lleva a la humildad porque es, ante todo, un "reconocimiento" de las propias miserias (p / 242, 283, 473, 475, 595, 604).

 «  610  »  Tu reciedumbre, para defender el espíritu y las normas del apostolado en que trabajas, no debe flaquear por falsa humildad. –Esa reciedumbre no es soberbia: es virtud cardinal de fortaleza.

Texto escrito sobre una octavilla Jef, también a partir, como dije, del mismo guión:
"Falsa humildad. Virtud de fortaleza. Derechos personales, derechos del cargo" {EjEsp, Plática "Espíritu de humildad", Vitoria VIII-1938; guión nº 118}.
Detrás había una larga experiencia personal de la tensión entre ambas virtudes. En los EjEsp de Navidad de 1937, mirando hacia atrás, escribe:
"Humildad y Fortaleza: ¡Qué falta me hace la verdadera humildad! Pero, paralelamente, ¡qué falta me hace también la virtud de la fortaleza! –Con esta virtud hubiera podido evitar una buena parte de los disgustos que me dieron algunos sacerdotes santos" {Cuaderno VIII dpdo, nº 1435, 21-XII-1937. Esos sacerdotes intentaron vincularse al Opus Dei, pero que no entendieron su espíritu. Fue aquélla, para el Fundador, una experiencia personal dolorosa. Por "falsa humildad" –estimaba el Autor– no les hizo notar, con la suficiente claridad, que la Obra no la tenían que inventar ellos, sino que era de Dios y que el Señor se la había hecho ver a él, que era un pobre pecador, pero que era el único a quien correspondía definir su espíritu. Al rememorar los hechos ahora –en su examen de conciencia del retiro –concluye que debió haber empleado más la fortaleza cristiana. Sobre el tema vid Vázquez de Prada, I, pgs 533-642}.
Ya en 1935 había escrito en su Cuaderno:
"Jesús: humildad es fortaleza" {El contexto es el mismo que el del pasaje citado de los EjEsp del 37. El Beato Josemaría anota en su Cuaderno la conversación con uno de esos sacerdotes: "Aproveché para decir que en la Obra no hay más cabeza que yo (Jesús: humildad es fortaleza), y que yo consultaré lo que quiera, y dejaré de consultar lo que me parezca: porque en la Obra no hay más que un camino: obedecer o marcharse. Todo esto, dicho muy afectuosamente. Lo cierto es que a todos debo agradecimiento" (Cuaderno VIII, nº 1303, 25-XI-1935). Como dice Álvaro del Portillo (nota al pasaje transcrito), estaban ya bien vencidas las tentaciones de "falsa humildad" que sufría}.

 «  611  »  1Por soberbia. –Ya te ibas creyendo capaz de todo, tú solo. –Te dejó un instante, y fuiste de cabeza. –Sé humilde y su apoyo extraordinario no te faltará

Texto escrito sobre una octavilla Drv, en cuyo dorso se lee (con letra de Álvaro del Portillo): "Querido Miguel: te escribo ... las vacaciones de Navidad" de 1938. Posterior es por tanto la redacción de la "gaitica". En Honduras había predicado una meditación titulada "Militia est vita...", de la que son estas palabras:
"Esta es, muy a menudo, la causa de nuestros fracasos: la soberbia. Nos lanzamos a combatir, sin contar con Dios, fiados sólo de nuestras propias fuerzas. Es lógico, entonces, que la derrota venga a traernos a la realidad, a recordarnos que sin El nada somos ni nada podemos" {PredicHond, "Militia est vita...", 21-VI-1937, pg 120; XIX}.
Aparece en este punto con toda claridad el carácter de fundamento que tiene la humildad. Vid Introd al cap. Ella es "fundamento", "apoyo" del edificio, bien entendido que, como dice aquí el Autor, apoyo en sentido propio sólo es Dios: la humildad lo es en cuanto don de Dios.

 «  612  »  Ya puedes desechar esos pensamientos de orgullo: eres lo que el pincel en manos del artista. –Y nada más.
–Dime para qué sirve un pincel, si no deja hacer al pintor.

Texto escrito sobre otra octavilla Drv, en cuyo dorso se lee: "ad (plat.)". Ya se ve que es el final del título de un guión de plática. Escrita con pluma muy fina– de las que no gustaban al Autor–, casi con toda seguridad en Vitoria, mientras predicaba. En el guión 122 hay esta anotación:
"Los instrumentos: el pincel y el pintor" {EjEsp, Plática "Espíritu de obediencia", Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 122}.
Y en la plática "Sumisión" hay este apunte:
"Pincel, en manos del artista ¡Qué bueno es ser instrumentos!" {Plática titulada "Sumisión", sin fecha ni lugar, pero 1938; está, fuera del legajo de guiones, en AGP, sec A, leg 50-13, carp 2, exp 10. Pienso que es el esquema de plática o meditación que predicó en varias ocasiones, durante esa época, a las teresianas}.
De una meditación en la Legación de Honduras:
"¿Desde cuándo se queja la cepa –como dicen los labradores– al ser podada por su dueño? ¿Desde cuándo el pincel se lamenta y pide razones de su proceder a la mano que lo maneja? ¿Qué somos nosotros más que instrumento –muy vil, muy indigno– en la mano del Señor, para la ejecución de su Obra?" {PredicHond, "Unión y obediencia", 29-VI-1937, pg 164; XXVI}.

 «  613  »  Para que seas humilde, tú, tan vacío y tan pagado de ti mismo, te basta considerar aquellas palabras de Isaías: eres "gota de agua o de rocío que cae en la tierra, y apenas se echa de ver"1

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Procede sin lugar a dudas de este apunte de un guión de predicación:
"Las gentes son como si no fuesen, ' gota de agua o de rocío que cae en la tierra, y apenas se echa de ver ' (Is 40, 17)" {EjEsp, Meditación "Pecados. Repetición", Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 129}.
Desde este precedente textual hay que reconsiderar el texto bíblico que da base a este punto. El Autor, como digo, tiene delante el guión 129 de su colección de pláticas y meditaciones, lo que es evidente por la frase común 'y apenas se echa de ver'. El problema es que, en su literalidad, la frase bíblica es del libro de la Sabiduría (Sb 11, 23), y no de Isaías. Aunque la cosa no es tan simple. Podemos seguir la peripecia estudiando el guión que sirve de base {El Autor preparó estas meditaciones para los EjEsp de Vitoria y de Vergara en Ávila, donde era huésped del Obispo don Santos Moro, primeros días de agosto de 1938}. Es un texto, en el que utiliza para construirlo –y así lo anota al comienzo de su escrito–, entre otras fuentes, las célebres "Meditaciones" del jesuita Luis de la Puente, un clásico del XVII. La frase que hemos copiado del guión sintetiza esta otra de La Puente:
"[Consideraré] lo que las criaturas son en comparación de Dios, ante quien, como dice Isaías, 'las gentes son como si no fuesen, son como nada y como cosa vacía de ser (Is 40, 17), como son una gota de agua o del rocío de la mañana que cae en la tierra (Sb 11, 23) y apenas se echa de ver' ..." {P. Luis de La Puente, Meditaciones de los misterios de nuestra santa fe, Parte I, Meditación 4, punto 3º ("De la gravedad del pecado, por la vileza del hombre que ofende a Dios y por la nada que tiene de su cosecha"); Apostolado de la Prensa, tomo 1, 9ª ed, Madrid 1950, pgs 91-94}.
Como se ve, Escrivá apuntó en su guión la referencia del Profeta {Vulgata Is 40, 17: "Omnes gentes quasi non sint, sic sunt coram eo, et quasi nihilum et inane reputatae sunt ei"} y no la del Sabio {Vulgata Sb 11, 23: "(Ante te orbis terrarum) tanquam gutta roris antelucani quae descendit in terram"} , aunque en la frase del guión había texto de uno y otro. Es digno de notarse esto porque aquella colección de guiones de predicación es un arsenal de textos bíblicos, bien citados y referenciados. El caso es que la parte del apunte que pasaría a C es la del Libro de la Sabiduría, no la de Isaías. Cuando el Autor en diciembre del 38 relee los guiones de agosto, entendió que el tema de la "gutta" era de Isaías {Tal vez tenía en la mente la frase de Isaías, próxima a la de Sb 11: "ecce gentes quasi stilla situlae"} y lo puso en boca del Profeta como solía hacer con frecuencia: como traducción libre y paráfrasis. No obstante, desde el punto de vista crítico la frase bíblica citada en este p / 613  hay que asignarla no a Isaías sino al Libro de la Sabiduría, cerrando las comillas después de "tierra". La frase 'y apenas se echa de ver' es una paráfrasis.

 «  OBEDIENCIA  » 

1 Es el tercer cap sobre las virtudes. El Autor procede aquí de manera muy semejante al cap precedente. Toma de Cec (cap "Virtudes") las cinco consideraciones que contiene sobre esta virtud y con ellas, y por su orden, comienza el nuevo cap. Agrega una sexta consideración que saca de las páginas finales de Cec (futuro p / 619  de C) y finalmente añade los diez puntos de nueva elaboración.
2 ¿Cómo se encontraba el patrimonio de Cec en Cem? En contraste con el cap sobre "Humildad", que estaba allí, como dije, perfectamente trazado, Cem32 no ofrece base para el cap "Obediencia" de Cec, que toma sus consideraciones, excepto una que procede de Cem33, directamente de los Cuadernos VI y VII.
3 Después de las virtudes-fundamento, el Autor aborda la obediencia, la virtud más expresiva de la kénosis –abajamiento, humildad– de Cristo (cfr Flp 2, 8). Es éste el pensamiento que está detrás de los distintos puntos del cap; su formulación explícita se encuentra en el p / 628: "Ahora, que te cuesta obedecer, acuérdate de tu Señor". Sobre esta base el Autor desgrana los diversos obstáculos que se oponen a la obediencia de fe y, por contraste, expone la eficacia apostólica de obedecer. El horizonte del cap, como digo, está determinado por los dos anteriores –"Fe" y "Humildad"–, que llevan al cristiano a sentirse "instrumento" en las manos de Dios, temática ya adelantada en el cap "Los medios".

 «  614  »  En los trabajos de apostolado no hay desobediencia pequeña.

El p / 614  se encuentra en el Cuaderno VI, nº 1060, 11-X-1933, cuyo tenor es el siguiente:
"En la Obra de Dios no hay desobediencia pequeña".
Como vemos, al redactar el original, Josemaría Escrivá está pensando en el apostolado del Opus Dei en el mundo, y al pasarlo a la multicopia, ve que es en realidad un criterio evangélico aplicable a todos "los trabajos de apostolado".
El mismo día transcribió, a continuación de este p / 614, otras cuatro consideraciones {Son: 617, 457, 616, 618}, todas sobre la misma temática: tres de ellas pasarán a ser los p / 616, 617  y 618 de este mismo cap y la cuarta es el p / 457, que situó en el contexto del cap "Caridad".

 «  615  »  Templa tu voluntad, viriliza tu voluntad: que sea, con la gracia de Dios, como un espolón de acero.
–Sólo teniendo una fuerte voluntad sabrás no tenerla para obedecer.

Al ordenar los materiales del presente cap para el impreso de Cuenca, el Autor intercaló entre los cuatro puntos del 11-X-1933 este texto, que es del 9 de enero del mismo año {Futuros puntos de C transcritos ese día: 708, 615, 22} (cumplía ese día 31 años) y estaba transcrito en el mismo Cuaderno VI, nº 905. También el tenor literal del texto es idéntico al de C, con las pequeñas variantes que constan en el apcrít.
Nótese que por medio de su recurso, tan frecuente, al lenguaje paradójico, el Autor logra expresar, cuando parece que lo está negando, que en cada acto de obediencia del cristiano a las exigencias de la fe se expresa una "fuerte voluntad". La "fortaleza" de la voluntad se manifiesta en este caso en hacer propia la voluntad del Señor, no la nuestra. La paradoja está en que, realmente, esa fuerte voluntad se manifiesta en el abandono en las manos de Dios. El mismo Autor lo explica así en p / 856. Sobre el tema vid com / 19 con sus referencias.

 «  616  »  Por esa tardanza, por esa pasividad, por esa resistencia tuya para obedecer, ¡cómo se resiente el apostolado y cómo se goza el enemigo!

Texto del Cuaderno VI, nº 1061, fechado, como dije, el 11-X-1933 junto con otros cuatro futuros puntos de C (vid p / 614). El tenor literal del texto es idéntico al de C.
El Autor, sin decirlo explícitamente, establece una gradación creciente en la desobediencia: tardanza, pasividad, resistencia: tuya. Una gradación que manifiesta un fino análisis psicológico. Con el lenguaje del p / 382, podríamos decir que son tres "etapas clarísimas" en sentido inverso: en el alejamiento de Cristo, obediente hasta la muerte. El Autor aprovecha para hacer notar que en la respuesta tuya –de cada persona humana– se está jugando en cada momento la eficacia de la Redención.

 «  617  »  Obedeced, como en manos del artista obedece un instrumento –que no se para a considerar por qué hace esto o lo otro–, seguros de que nunca se os mandará cosa que no sea buena y para toda la gloria de Dios.

Este texto del Cuaderno VI, nº 1060, es otro de los cinco futuros puntos de C fechados en 11-X-1933 (vid p / 614). El tenor literal del texto es también idéntico al de C. A este texto sigue en el Cuaderno el actual p / 457. La lectura consecutiva de ambos integra muy bien la secuencia originaria del discurso. El Autor no está hablando aquí de "obediencia ciega". Vid sobre esta expresión com / 941. Su preocupación es el sentido sobrenatural de la obediencia: que haya en el que obedece una convicción de que Dios está presente en el gobierno de la "empresa apostólica" en la que trabaja y a la vez un clima de confianza –en los que la dirigen– que genera un auténtico diálogo. Vid p / 619.
Pero el otro polo, lo que modernamente se ha llamado obediencia "dialogada", tampoco representa el espíritu del Autor de C. "Obediencia inteligente": esa es la expresión que solía utilizar para describir la obediencia de la que él hablaba, que es verdadera obediencia, que pregunta y dialoga con el director, pero no en orden a un "consenso" pactado sino a una captación clara de lo mandado para obedecer con la cabeza. Vale para la obediencia lo que se dice en el p / 983  a propósito de la perseverancia: que no puede ser "consecuencia ciega" de un impulso primero, sino que ha de ser una "perseverancia reflexiva".

 «  618  »  El enemigo: ¿obedecerás... hasta en ese detalle "ridículo"? –Tú, con la gracia de Dios: obedeceré... hasta en ese detalle "heroico".

Cuaderno VI, nº 1060. Último de los cinco textos transcritos en 11-X-1933 y que acabamos de citar (vid p / 614). El tenor literal del texto es idéntico al de C.
El punto ofrece una retroproyección al campo de la obediencia de la doctrina que el Autor expondrá detenidamente en el cap 39 sobre "Cosas pequeñas". El horizonte es el señalado en la Introd a este cap: la humildad-obediencia de Cristo hasta la muerte.

 «  619  »  Iniciativas. –Tenlas, en tu apostolado, dentro de los términos del mandato que te otorguen.
–Si se salen de estos límites o tienes duda, consulta al superior, sin comunicar antes a nadie tus pensamientos.
–Nunca olvides que eres solamente ejecutor.

Procede del Cuaderno VII, nº 1135, transcrito en 11-II-1934. El tenor literal es idéntico al de C. Ese mismo día transcribió otros dos futuros puntos del libro {Son: 712, 619, 945}. Este texto estaba situado en la edición de Cuenca en el cap "Apostolado" y el Autor, en Burgos, al crear el presente cap para la edición definitiva, decidió traerlo aquí como último de los puntos procedentes de aquella edición.
Obediencia no es pasividad (que ya ha quedado descartada, como "etapa" de la desobediencia; vid p / 616), sino " fuerte voluntad " (p / 615) e "iniciativas" apostólicas, que deben integrarse en el proyecto de conjunto.

 «  620  »  Si la obediencia no te da paz, es que eres soberbio.

Comienzan como dijimos, los puntos posteriores al impreso de Cuenca. El p / 620  está escrito sobre una octavilla con dorso en blanco perteneciente a la serie Lhz, en la que tiene el nº 6. Es uno de los textos que proceden del pequeño Cuaderno sobre el que escribía sus notas íntimas en la Legación de Honduras. Tenor literal idéntico. Tiene fecha de 26-V-1937; Apínt, nº 1392
Un texto especialmente venerable, a mi parecer, por escribirse dentro de aquella "noche oscura" (vid com / 151). Va inmediatamente precedido en el cuaderno por el actual p / 211. La lectura consecutiva de ambos ayuda a captar el clima en el que se redactan. Este p / 620  pone especialmente de manifiesto la secuencia teológica y espiritual de la humildad y la obediencia y la lógica por tanto de los dos caps. En la base de todo, la Fe.

 «  621  »  ¡Qué lástima que quien hace cabeza no te dé ejemplo!... –Pero, ¿acaso le obedeces por sus condiciones personales?... ¿O el 'obedite praepositis vestris' –"obedeced a vuestros superiores", de San Pablo, lo traduces, para tu comodidad, con una interpolación tuya que venga a decir..., siempre que el superior tenga virtudes a mi gusto?

Texto escrito también en Honduras. Es la octavilla 20 de la serie Lhz. En la predicación de aquellos meses exhortaba el Beato Josemaría:
"Aprendamos a obedecer sobrenaturalmente, con entrega plena de la voluntad, con prontitud, sin detenernos a pensar que esos mandatos provienen de un hombre imperfecto, sino pensando que provienen del mismo Dios. Obedezcamos siguiendo el consejo del Apóstol, que recomendaba la docilidad hasta a los malos, etiam discolis (1P 2, 18) bien entendido que no en las cosas malas" {PredicHond, "Cosas pequeñas", 19-VI-1937, pg 114; XVIII}.
Anotación de la predicación en Vitoria:
"Obediencia. ¿Quibus? Deo: Ecclesiae: Episcopo: aliis superioribus... Obedite praepositis vestris, ...etiam discolis" {EjEsp, Plática "Espíritu de obediencia", Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 122}.
Sobre la expresión "hacer cabeza" vid com / 951.

 «  622  »  ¡Qué bien has entendido la obediencia cuando me has escrito: "obedecer siempre es ser mártir sin morir"!

Texto escrito sobre una octavilla Jef {El Autor utilizó este punto para el "sorteo de patronos" de 31-XII-1938. Se conserva la ficha manuscrita del Autor (AGP, sec A, leg 54, carp 3, exp 2). Sobre este "sorteo" vid com / 305}. "Me parece –escribe Jiménez Vargas en el "Relato del 77"– que esto es de una carta que escribí a Burgos durante la guerra. Y creo recordar que fue por algo que había leído en el misal, probablemente en una misa de la Virgen" {Relato del 77, pg 14}. Muy bien pudo el Autor, releyendo cartas en aquellos meses finales del 38, encontrarse con ésta, que, sin embargo, no hemos encontrado. No ha sido difícil, en cambio, identificar el texto litúrgico que llevó al alférez médico a expresar este pensamiento. Se trata de la "communio" de la fiesta de la Virgen Dolorosa, que se celebra el 15 de septiembre, y que en el Misal de San Pío V decía: "Felices sensus beatae Mariae Virginis, qui sine morte meruerunt martyrii palmam sub Cruce Domini". La Virgen María, sin morir, mereció la palma del martirio cuando estaba junto a la Cruz del Señor. La antífona, en la liturgia actual, ha pasado a ser la del aleluya de la lección evangélica nº 11 del Común de la Santísima Virgen {Con esta fórmula: "Beata est Maria Virgo, quae sine morte meruit martyrii palmam sub cruce Domini"}.

 «  623  »  Te mandan una cosa que crees estéril y difícil. –Hazla. –Y verás que es fácil y fecunda.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. No hay interrelación documental conocida. San Juan Crisóstomo tenía esta misma experiencia:
"Nada hay efectivamente tan fácil que nuestra mucha tibieza no nos lo presente difícil y pesado; como nada hay tan difícil y penoso que nos lo haga absolutamente fácil y llevadero nuestro fervor y determinación" {San Juan Crisóstomo, Sobre la compunción, Discurso 1, 5; BAC 169, 1958, pg 559}.

 «  624  »  Jerarquía. –Cada pieza en su lugar. –¿Qué quedaría de un cuadro de Velázquez si cada color se fuera por su sitio, cada hilo de la tela se soltase, cada trozo de madera del bastidor se separase de los otros?

Texto escrito sobre una octavilla Drv, en cuyo dorso se lee, autógrafo del Autor: "+ (Med.) Maria, Reg". La mitad, pues, de una cuartilla, en la que iba a escribir el guión de una meditación sobre María, Reina {Posiblemente todo esto sucede en Vergara. Rompió el papel e hizo dos octavillas porque decidió no escribir ex novo un guión sobre el tema. Lo que hizo fue, ya en Vergara, aprovechar el guión 116, que había predicado en los EjEsp de Vitoria y cuyo titulo original era "María, mujer fuerte", agregándole nuevos desarrollos al final y un nuevo título: "Maria, Regina Apostolorum" y la fecha: Vergara, 10-IX-1938}. Un texto muy similar se encuentra en un guión de una plática, sin número y sin fecha, titulada "Sumisión", en el que se lee:
"¿Qué quedaría de un cuadro de Velázquez, si cada color se fuera por su sitio, cada hilo de la tela se soltase, cada trozo de madera del bastidor se separase de los otros? Vuestra Obra, consuelo de Dios, hermoso cuadro, con la inspiración del Cielo pintado por vuestro Padre... y por vuestra Madre [...] Orden, sumisión, jerarquía" {Plática titulada "Sumisión", sin fecha ni lugar, pero 1938; AGP, sec A, leg 50-13, carp 2, exp 10. Está dirigida a las teresianas, en cuyas casas el Autor predicó aquel año 1938 en diversas ocasiones, exhortándolas –después del martirio en Madrid del Fundador, Beato Pedro Poveda (vid IntrodGen § 7, 3 b; pg 135), con quien el Autor tenía gran amistad sacerdotal– a la unidad en torno a la Directora General de la Institución Teresiana y Cofundadora, María Josefa Segovia ("vuestro Padre y vuestra Madre")}.

 «  625  »  Tu obediencia no merece ese nombre si no estás decidido a echar por tierra tu labor personal más floreciente, cuando quien puede lo disponga así.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Hay un apunte de predicación a sacerdotes, que puede estar en la base redaccional de este punto:
"Obediencia a la Jerarquía: deshacer aun lo más floreciente, si lo ordenan así" {EjEsp, Plática "Espíritu apostólico", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 111}.

 «  626  »  ¿Verdad, Señor, que te daba consuelo grande aquella "sutileza" del hombrón-niño que, al sentir el desconcierto que produce obedecer en cosa molesta y de suyo repugnante, te decía bajito: ¡Jesús, que haga buena cara!?

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Hay en el guión 122 este apunte, añadido con la tinta azul-verde que le dieron en Vergara:
"Obediencia. –Qualis? [...] hilaris (¡Señor, que haga buena cara!)" {EjEsp, Plática "Espíritu de obediencia", Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 122}.
Se trata de una vieja anécdota que el propio Autor contó en diversas ocasiones. En una de ellas (29-VI-1969) fue recogida en cinta magnetofónica. Mons. Escrivá, ante una pregunta, rememora sus visitas a los hospitales de Madrid:
"Entre los que me acompañaban en esas visitas, se contaba un hermano vuestro que fue el primero en morir, antes de la guerra de España. Se llamaba Luis Gordon; era ingeniero industrial, y pertenecía a una familia muy conocida de Madrid.
Un día estábamos atendiendo a un tuberculoso, y mientras yo me ocupaba de asearle y lavarle, dije a Luis: limpia el orinal. La bacinilla estaba llena de esputos repugnantes. Aunque noté que no pudo reprimir un gesto de asco, y que palidecía un poco, vi que salía con el orinal en la mano. Considerando el gesto de Luis, reaccioné inmediatamente, y fui en pos de él con la intención de realizar yo mismo esa tarea. Lo encontré en el servicio, un pequeño cuarto del hospital, donde había un grifo y unas brochas para lavar esas cosas. Lo seguí, repito, pensando que hasta podía caerse en redondo al suelo, y me lo encontré con la cara radiante de alegría. En vez de utilizar las escobillas, se había arremangado el brazo y metía la mano para limpiar bien el orinal. Me quedé muy contento y le dejé
hacer. Luego, hablando con él, me confirmó que había sentido una gran repugnancia, pero que se había forzado para obedecer libremente con alegría. Pero no puedo recomendarlo ahora, aunque entonces estaba bien.
[...] Este episodio lo recogí más tarde en un punto de Camino. Todos esos textos me recuerdan alguna anécdota. En este lugar escribí lo que Luis me contó que había rezado: ¡Jesús, que haga buena cara!" {Notas de una tertulia, Roma 29-VI-1969; AGP, sec A, leg 51. También en AGP, sec P, leg 3, 1979, pg 126}.

 «  627  »  Tu obediencia debe ser muda. ¡Esa lengua!

Texto escrito sobre una octavilla Bl, también a partir del guión 122 y también desde un añadido con la tinta azul-verde de Vergara:
"Obediencia. –Qualis? [...] muta (¡esa lengua!)" {EjEsp, Plática "Espíritu de obediencia", Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 122}.

 «  628  »  Ahora, que te cuesta obedecer, acuérdate de tu Señor, "factus obediens usque ad mortem, mortem autem crucis" –¡obediente hasta la muerte, y muerte de cruz!

Texto escrito sobre una octavilla Bl. El Autor continúa extractando el guión sobre obediencia. Ahora el apunte es el sencillo texto bíblico (no es un añadido de Vergara):
"Obediencia. Jesús, obediens usque ad mortem..." {Ibidem}.

 «  629  »  ¡Oh poder de la obediencia! –El lago de Genesaret negaba sus peces a las redes de Pedro. Toda una noche en vano.
–Ahora, obediente, volvió la red al agua y pescaron "piscium multitudinem copiosam" –una gran cantidad de peces.
–Créeme: el milagro se repite cada día.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. El Autor continúa con el guión sobre obediencia. Las notas están en la secuencia del texto, no en los añadidos de Vergara:
"Espíritu de obediencia. Junto al lago de Genesareth. (Lc 5, 1 -11) –Duc in altum!... –Praeceptor, per totam noctem laborantes nihil cepimus; in verbo autem tuo laxabo rete. ...piscium multitudinem copiosam" {Ibidem}.
Esta perícopa de la pesca milagrosa es tan característica de la predicación del Autor y de su manera de entender la vida cristiana, que ha sido elegida como lección de Evangelio en la Misa para la fiesta del Beato Josemaría. En el p / 792  vuelve al pasaje de San Lucas, esta vez desde la perspectiva del optimismo basado en la fe: Duc in altum!. Vid com a este punto, especialmente el texto de 1934 allí transcrito.

 «  POBREZA  » 

Cap de nueva creación en Burgos. Son diez puntos, todos procedentes de la redacción final, excepto uno (el actual 637), que estaba en Cec en el cap sobre "Virtudes". El clima del cap es la pobreza cristiana vivida por hombres y mujeres en la vida profesional, familiar, secular. El horizonte es el apostolado, el testimonio cristiano: austeridad, sobriedad, templanza, no crearse necesidades, desprendimiento de los medios materiales: "si no, nunca serás apóstol" (p / 631). La doctrina aparece fuertemente anclada en la tradición espiritual. El acento está puesto en el "ser" (desprendimiento) frente al "tener".

 «  630  »  No lo olvides: aquel tiene más que necesita menos. –No te crees necesidades.

Punto redactado en ficha Drv: una media cuartilla con dorso en el que se lee, autógrafo del Autor: " ción. (Plát.) " {En la otra media se lee el original del p / 993}. La "gaitica" está escrita con pluma muy fina (subserie Ber: posible composición en Salamanca o Vitoria). En sus guiones de predicación se encuentran estos apuntes:
"Aquel tiene más que necesita menos. - No os creéis necesidades" {Retiro espiritual, Meditación "Espíritu de sacrificio", Salamanca 25-I-1938; guión nº 93}.
"La felicidad no está en tener (que inquieta) sino en no necesitar" {EjEsp, Meditación "Principio y fundamento", Vergara 5-IX-1938; guión nº 99}.
"Aquel tiene más que...". Un tipo de hipérbaton hoy poco frecuente pero más usado en los clásicos: Cervantes, San Juan de Ávila, etc.

 «  631  »  Despégate de los bienes del mundo. –Ama y practica la pobreza de espíritu: conténtate con lo que basta para pasar la vida sobria y templadamente.
–Si no, nunca serás apóstol.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. No conozco interrelación documental. El punto es una síntesis, al estilo del Autor, de la más acrisolada tradición bíblica y cristiana. Gravita sobre él el conocido pasaje de los Proverbios: "no me des pobreza ni riqueza, dame sólo lo necesario para mi sustento" (Pr 30, 8), desde el que se construyó un conocido responsorio de la Liturgia de las Horas: "Divitias et paupertatem ne dederis mihi, sed tantum victui meo tribue necessaria" {En el Oficio de las Horas actual se lee, por ej, como meditativo a Qo 5, 9 -6, 8, el miércoles de la VIIª Semana del Tiempo Ordinario}.

 «  632  »  No consiste la verdadera pobreza en no tener, sino en estar desprendido: en renunciar voluntariamente al dominio sobre las cosas.
–Por eso hay pobres que realmente son ricos. Y al revés.

El p / 632  está escrito en una octavilla Drv, con dorso en el que se lee, autógrafo del Autor: "guarde!". Es, como en tantos otros casos, una cuartilla equivocada, que no tira, sino que saca de ella dos octavillas. En esta ocasión las dos sirvieron para escribir sendos puntos de C (el otro es el p / 244; vid com). Es el inicio de una carta escrita el día de Navidad de 1938. La "gaitica" por tanto es posterior a esta fecha. En una meditación de Vitoria se encuentra este apunte:
"Pobreza no es carencia, es no tener dominio. La Condesa de H. y el pobre del comedor de caridad" {EjEsp, Plática "Espíritu de pobreza", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 108}.
Este breve apunte se refiere a una experiencia de 1929 ó 1930, en la época en que era Capellán del Patronato de Enfermos, regido por las Damas Apostólicas. En una meditación de 1955, rememoró detenidamente lo aquí condensado:
"Hace muchos años –más de veinticinco– iba yo por un comedor de caridad, para pordioseros que no tomaban al día más alimento que la comida que allí les daban. Se trataba de un local grande, que atendía un grupo de buenas señoras. Después de la primera distribución, para recoger las sobras acudían otros mendigos y, entre los de este grupo segundo, me llamó la atención uno: ¡era propietario de una cuchara de peltre! La sacaba cuidadosamente del bolsillo, con codicia, la miraba con fruición, y al terminar de saborear su ración, volvía a mirar la cuchara con unos ojos que gritaban: ¡es mía!, le daba dos lametones para limpiarla y la guardaba de nuevo satisfecho entre los pliegues de sus andrajos. Efectivamente, ¡era suya! Un pobrecito miserable, que entre aquella gente, compañera de desventura, se consideraba rico.
Conocía yo por entonces a una señora, con título nobiliario, Grande de España {Dª María Francisca Messía y Eraso de Aranda, Condesa de Humanes, a la que –dice Álvaro del Portillo (nota 736 a Apínt)– el Autor consideró siempre una santa. Se había quedado ciega. Murió el 23-VII-1936, pocos días después de comenzar la guerra civil española. Durante la enfermedad fue asistida por el Autor}. Delante de Dios esto no cuenta nada: todos somos iguales, todos hijos de Adán y Eva, criaturas débiles, con virtudes y defectos, capaces –si el Señor nos abandona– de los peores crímenes. Desde que Cristo nos ha redimido, no hay diferencia de raza, ni de lengua, ni de color, ni de estirpe, ni de riquezas...: somos todos hijos de Dios. Esta persona de la que os hablo ahora, residía en una casa de abolengo, pero no gastaba para sí misma ni dos pesetas al día. En cambio, retribuía muy bien a su servicio, y el resto lo destinaba a ayudar a los menesterosos, pasando ella misma privaciones de todo género. A esta mujer no le faltaban muchos de esos bienes que tantos ambicionan, pero ella era personalmente pobre, muy mortificada, desprendida por completo de todo. ¿Me habéis entendido? Nos basta además escuchar las palabras del Señor: bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos (Mt 5, 3)" {Homilía titulada "Desprendimiento" de fecha 4-IV-1955, Lunes Santo; Amigos de Dios, 123; la cursiva es del original}.
Es ésta una experiencia que ya la tenía, a la letra, el Papa San León: "No cabe duda de que los pobres alcanzan más fácilmente este bien que los ricos, porque a aquéllos la pobreza les inclina más a la bondad, y a éstos la riqueza les conduce a la arrogancia. Y, no obstante, muchos ricos poseen este espíritu, pues ponen la abundancia al servicio no de su prestigio sino de las obras de beneficencia. Para ellos la mayor ganancia está en lo que emplean para aliviar la miseria y los trabajos del prójimo. Y es que el desprendimiento de los bienes y la pureza de corazón se puede encontrar en personas de todos los niveles económicos" {San León Magno, Sermo 95, cap 2 (PL, 54, 462A)}. San Juan de la Cruz lo dirá con formulación nítida: "La satisfacción del corazón no se halla en la posesión de las cosas, sino en la desnudez de todas ellas y pobreza de espíritu" {Cantico espiritual, 1, 14; BAC 15, 13ª ed, 1991, pg 747}.
La doctrina de este p / 632  es verdaderamente central en una concepción secular de la virtud cristiana de la pobreza. La vida profesional y el trabajo en las actividades sociales y de la cultura comporta muchas veces, y de manera inevitable, el "tener": tener cosas, tener dinero, tener medios... La cuestión radica entonces en no "tener" en ellos el corazón: "tener" bienes, pero que ellos no nos "tengan" a nosotros. El "desprendimiento" es una esencial dimensión de la pobreza cristiana, especialmente importante para los hombres y las mujeres que quieren santificarse en medio del mundo: es la forma interior de "renunciar al dominio". Es una manera de reconocer que, cuando el Señor nos dio el mandato de "dominar la tierra" (cfr Gn 1, 28), su cumplimiento consiste en hacer que en todas las cosas sea el Señor el que "domine".

 «  633  »  Si eres hombre de Dios, pon en despreciar las riquezas el mismo empeño que ponen los hombres del mundo en poseerlas.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. No conozco interrelación documental. Pero el empeño por deshacerse de toda "seguridad" material, que está latente en este punto tuvo una expresión muy característica en la praxis que comenzó a vivir en 1938, según una determinación que él mismo narra en esta nota de sus EjEsp de Navidad de 1937, en Pamplona:
"Esta mañana, celebré la Santa Misa por mis hijos. ¡Qué hermosa –y pienso: ¡qué agradable a Dios!– es esa decisión de no recibir nunca más estipendios, por la celebración de la Misa! –Era antiguo deseo. Más: veía claramente que los sacerdotes hijos míos no deberán tomar limosnas, para intenciones de misas. Pero, yo ¿cuándo podría comenzar esta práctica? –Y, en Francia, no, en Andorra, al considerar mi pobreza una vez en la España Nacional, sólo veía como posible remedio los estipendios. –Comprendí que sería muy agradable a Dios cerrar ese camino, y vivir plena y exclusivamente de limosna. Hice, entonces, el firme propósito de nunca más recibir estipendios. Luego –luego, sí– consulté con los hijos míos, que me acompañaban en la evasión, y unánimemente, ¡con alegría!, les pareció muy bien mi determinación. –Ahora sí que es Josemaría pobre de Cristo. ¡Oh, la alegría de "estrenar" unos zapatos con gastadas medias suelas, recibidos de limosna en San Sebastián!" {Cuaderno VIII dpdo, nº 1428, 20-XII-1937}.

 «  634  »  ¡Tanta afición a las cosas de la tierra! –Pronto se te irán de las manos, que no bajan con el rico al sepulcro sus riquezas.

Texto escrito sobre una octavilla Re. Tampoco aquí he encontrado precedentes documentales. El Autor censura esa "afición" desde la experiencia y la exclamación de Job: "Desnudo salí del vientre de mi madre, desnudo volveré a la tierra. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó. Sea bendito el Nombre del Señor" (Jb 1, 21)
La frase final –"que no bajan con el rico al sepulcro sus riquezas"– parece prosa poética del siglo XVI. ¿Podría estar tomada de algún clásico? Eran éstos –los clásicos españoles del Siglo de Oro– sus lecturas favoritas.

 «  635  »  No tienes espíritu de pobreza si, puesto a escoger de modo que la elección pase inadvertida, no escoges para ti lo peor.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Estamos ante uno de los criterios de la verdadera pobreza cristiana que más urgía el Fundador del Opus Dei. El texto "saltó" probablemente leyendo este apunte:
"Señales de la verdadera pobreza: no tener cosa alguna como propia: no tener cosa alguna superflua: no quejarse, cuando falta lo necesario, especialmente, en las enfermedades: elegir, si se puede, lo más pobre" {EjEsp, Plática "Espíritu de pobreza", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 108}.
Como se ve, el Autor desarrolla en el punto de C el apunte previo: hay que buscar "pasar ocultos" en la elección de lo peor, para que llegue a Dios toda la gloria (vid p / 780). También los otros tres criterios eran habituales en su predicación {El primero y el tercero de ellos pasaron a Forja: "Un signo claro de desprendimiento es no considerar –de verdad– cosa alguna como propia" (Forja, 524); "¿No te da alegría sentir tan cerca la pobreza de Jesús?... ¡Qué bonito carecer hasta de lo necesario! Pero como Él: oculta y silenciosamente" (Forja, 732)}.

 «  636  »  ."Divitiae, si affluant, nolite cor apponere" –Si vienen a tus manos las riquezas, no pongas en ellas tu corazón1. –Anímate a emplearlas generosamente. Y, si fuera preciso, heroicamente.
–Sé pobre de espíritu.

Original sobre una octavilla Not. Escrito, por tanto, en torno a aquellas Navidades de 1938, en las que el Autor dio un gran avance en la redacción de C. En la meditación 101 se lee:
"Bienes temporales, medios. - Divitiae, si affluant, nolite cor apponere (Sal 62, 11). - utitur eis generose; si opus fuerit, heroice" {EjEsp, Plática "Espíritu de fe", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 101. La anotación latina es una síntesis de un texto más largo de A. Petit, Sacerdos rite institutus, 5, 1912, pgs 119 - 120: "Hoc rectissimo utens judicio, aureum sequitur monitum Prophetae: ' Divitiae, si affluant, nolite cor apponere ' (Sal 62, 11); animum proinde gerit paratum ad illas relinquendas [...] Utitur eis generose, desiderans et eligens semper ea, non quae magis jucunda vel faciliora, sed quae magis ad salutem animae et ad gloriam Dei conducere posse creduntur. Non minus, si opus fuerit, paratus est eis uti heroice, gravissimas firmo animo sustinens aerumnas"}.
Aquí la virtud de la pobreza, siguiendo el texto bíblico, se expresa en términos de "corazón" (vid cap de este nombre). Hay una profunda relación bíblica (cfr Si 6, 14; Mt 6, 21) entre "corazón" y "tesoro" –vid p / 421 –, que trató a fondo la tradición de los Padres, especialmente San Agustín {"No debemos poner nuestro tesoro en lo que puede pasar, sino en lo que permanece para siempre" (San Agustín, Sobre el Sermon de la Montaña, 2, 13, 44; BAC 121, pg 940). Hemos de afrontar los bienes "con la templanza de quien los usa, no con el afan de quien pone en ellos el corazon: utentis modestia, non amantis affectu" (San Agustín, Sobre las costumbres de la Iglesia, 1, 21, 39; BAC 30, pg 310)}.

 «  637  »  No amas la pobreza, si no amas lo que la pobreza lleva consigo.

Texto del Cuaderno VII, nº 1096, fechado en 30-XII-1933 junto a otros seis futuros puntos de C. {Son: 498, 10a, 446, 637, 18, 180, 9} El tenor literal del texto es idéntico al de C. En la edición de Cuenca estaba dentro del cap "Virtudes", que desaparece como tal cap y sus contenidos se reparten en otros (vid IntrodGen)

 «  638  »  ¡Cuántos recursos santos tiene la pobreza! –¿Te acuerdas? Tú le diste, en horas de agobio económico para aquella empresa apostólica, hasta el último céntimo de que disponías.
–Y te dijo –Sacerdote de Dios–: "yo te daré también todo lo que tengo". –Tú, de rodillas. Y... "la bendición de Dios Omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ti y permanezca siempre", se oyó
–Aún te dura la persuasión de que quedaste bien pagado.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, perteneciente a la subserie Ber. El Beato Josemaría dejó constancia, de la escena que aquí se relata, en el Cuaderno VIII, nº 1235, 23-II-1935:
"¡Dios mío, házmelo bueno!, pienso, al recordar el recogimiento con que la Sra. de Ruiz (Dª María Ballesteros) recibía mi bendición (como si fuera yo alguien), que le di para agradecer una generosa limosna" {El Autor había ido a pedir ayuda económica a esta señora, que le dio todo lo que tenía en casa en aquel momento. Eran los años en que el Autor había abierto la Residencia de Estudiantes de Ferraz y la Academia DYA en medio de la más grande penuria económica y con deudas por todas partes. El Autor –escribe Álvaro del Portillo (nota 929 a los Apínt)– "ha narrado a veces una escena análoga, cuando, en cambio de un generoso donativo, dio su bendición sacerdotal a la Condesa de Humanes". –Doña María Ballesteros Paredes era una señora mexicana, de buena posición económica, casada con el ingeniero don José Ruiz. De acendrada piedad y gran generosidad, protegió y acogió en sus casas de Carrión de los Condes y de Gijón a Francisca Javiera del Valle, la autora del " Decenario al Espíritu Santo". El capellán de la familia era don Saturnino de Dios, sacerdote amigo y colaborador de Escrivá}.
El año 1974, en un coloquio multitudinario en América, Mons. Escrivá de Balaguer, ante una pregunta, contó más detalles de esta historia:
"Había un sacerdote que he conocido un poco; aunque no lo acabo de conocer nunca, por su latón. Pues ese sacerdote, hace muchos años, tenía que trabajar y carecía de medios; y fue a una persona muy rica, después de rezar mucho. Aquella persona lo recibió con una amabilidad extraordinaria, porque además era muy atenta y educada. Pero cuando el sacerdote sacó el sable –no era militar, pero tenía que dar un sablazo– pensó: ésta se va a asustar. ¡No se asustó! Aquella santa mujer le dijo: Padre, venga. Le llevó a un salón, movió un cuadro: detrás había una caja de caudales. Abrió, sacó lo que había, se lo dio al sacerdote. Y el sacerdote –muy convencido; está tan convencido ahora de que hizo muy bien, de que salió ganando ella– le dijo: tú me has dado todo lo que tienes, en este momento. Yo te doy, ¡todo lo que tiene Dios! De rodillas. Se arrodilló: la bendición de Dios Omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y permanezca para siempre. ¡Se quedó más contenta aquella criatura...! Y se ha encontrado su dinero en el Cielo, multiplicado por cien... y la vida eterna". {Notas de un coloquio en el Colegio de Escribanos, Buenos Aires 18-VI-1974; AGP, sec A, leg 51; también en sec P, leg 4, pg I-551; la cursiva es del original}.

 «  DISCRECIÓN  » 

No procede este cap, como los anteriores, del desglose del cap de Cec sobre las virtudes. Ya tenía entidad y autonomía propia en la edición de Cuenca, donde estaba situado hacia el final del libro, en el contexto del apostolado y el proselitismo. Ahora el Autor lo cambia de sitio: es de las pocas operaciones de este tipo que realiza al retomar el libro en Burgos, lo cual indica una expresa reconsideración de su sentido. Ahora, a mi parecer, quiere dejar bien claro que la discreción se inscribe en ese concreto bloque de virtudes del hombre cristiano corriente, laico, secular, que está dibujando. No es sólo una virtud necesaria para la "táctica" apostólica del cristiano {En Cec este cap estaba situado entre los caps "Proselitismo" y "Táctica". Vid Introd al cap 40}, sino que es, en todos los ámbitos de la vida, "sencillamente, naturalidad", como dice el primer punto agregado en Burgos (p / 641). La discreción, "compañera" del trabajo de los cristianos en el mundo, refleja el misterio de la Encarnación, del abajamiento de Dios, de la vida oculta de Cristo, María y José en Nazareth y tiene como finalidad el "Deo omnis gloria": vid p / 641  y com. La discreción-naturalidad guarda una muy especial relación a la Santísima Virgen, como el Autor ya hizo notar en el p / 499, que es como una introducción a este cap.
En Cec el cap era brevísimo: cuatro puntos, a los que se añaden catorce nuevos en Burgos. La temática había madurado. Los dos primeros puntos de Cec son también los dos primeros de C y ambos se mueven en un horizonte previo, introductorio a lo que el Autor va a designar propiamente como "discreción", que aparece en el tercer punto, el p / 641. El p / 639  dice relación a la caridad y el p / 640  a la obligación de guardar el secreto.

 «  639  »  De callar no te arrepentirás nunca: de hablar, muchas veces.

Uno de los dos puntos más antiguos de C: Cuaderno II, nº 15, día 13-III-1930 {Recuérdese que el Cuaderno I no se conserva (fue destruido por el Autor). El texto más antiguo de los actualmente documentados es el p / 772  }. Por alguna razón Josemaría Escrivá se sintió movido a clamar:
"¡¡¡Señor!!! ¡Señor! Dame que aprenda a callar (porque de callar no me he arrepentido nunca, de hablar muchas veces)" {Vid com / 88}.
Bajo este aspecto lo que le movía era, entre otras cosas, no faltar ni de lejos a la caridad (vid cap "Caridad", p / 443). Una nota personal en este último campo:
"Esta mañana, cuando iba a confesarme, me paró en la calle una determinada persona, a quien tengo por discreta. Sacó ella a relucir determinado asunto y, sin faltar a la verdad, dije cosas de una tercera persona, que mejor eran para calladas... Fui al confesonario y me acusé de eso, que me ha dejado muy mal gusto de boca. ¡Qué valor tiene el silencio! Por la calle, después, encomendé a aquella persona, objeto de nuestra plática. Aún ha salido ganando. Y yo también, porque tendré más cuidado en lo sucesivo" {Apínt, nº 666. Cuaderno 5, 17-III-1932}.

 «  640  »  ¿Cómo te atreves a encarecer que te guarden el secreto..., si esta advertencia es la señal de que no has sabido guardarlo tú?

Éste es el segundo punto del cap de Cuenca. Texto procedente del Cuaderno VII, nº 1085, 14-XII-1933. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Ese mismo día transcribió ocho puntos de C {Son: 496, 492, 640, 643, 819, 404, 405, 899}.
Esta irresponsabilidad que no sabe guardar el secreto es la que crea el ambiente de "secreteo", que el Autor descalificará en el punto siguiente como la caricatura de la discreción.

 «  641  »  Discreción no es misterio, ni secreteo. –Es, sencillamente, naturalidad.

Es sin duda el punto central sobre la materia. Original sobre una octavilla Bl. Podría haber sido escrita ya en Honduras. En todo caso, la doctrina aquí contenida la predicó detenidamente en el refugio de la Legación (1937):
"Aún nos ofrece una lección el sillar: la lección de su silencio. Nuestra discreción ha de extremarse hasta imitarle perfectamente. [...] ¿Qué le importan a nadie nuestras interioridades? Esto no es secretear, no es ocultar ningún misterio. Es sencillamente no descubrir la intimidad de nuestra familia –de nuestra familia sobrenatural– delante de quien no tiene por qué conocerla" {PredicHond, "Sillares", 27-VII-1937, pg 237; XXXVIII; la cursiva es del original}.
En 1938 encontramos la formulación del p / 641, ya acuñada, en la Nota que Escrivá envió desde Burgos al Vicario General de Madrid, con el que mantenía estrecho contacto desde los comienzos del Opus Dei, explicándole algunos aspectos de su espíritu:
"MEDIOS: la vida interior, y la formación intelectual; más una discreción, que nunca es misterio ni secreteo, sino naturalidad" {Nota del Autor dirigida a don Francisco Morán, Vicario General de Madrid, Burgos 4-IV-1938; EF 380404-1}.
Una muy parecida expresión, en la carta circular que dirige a los fieles del Opus Dei a principios de 1939:
"Hay entregamiento [...] cuando la discreción –ni misterio, ni secreteo– es compañera de nuestro trabajo" {Circular de 9-I-1939; EF 390109-1}.
Lo que es y lo que no es la "discreción". La "fórmula" de este punto y, en general, los rasgos de esa discreción que el Autor va dibujando en este breve cap, constituyen una importante dimensión de la concepción que tiene de la "existencia secular cristiana" {Vid Alfredo García Suárez, "Existencia secular cristiana", en Scripta Theologica 2 (1970) 145-164 y en Alfredo García Suárez, Eclesiología, Catequesis, Espiritualidad, Pamplona 1998, pgs 643-674. Con esta expresión designa García Suárez la concepción que el Autor de C tiene de la vida cristiana en el mundo}. La discreción no se sitúa sólo en el ámbito ascético de la "fecundidad del silencio" (p / 639), sino ante todo en el horizonte de la vida de cristianos corrientes, de ciudadanos iguales a los demás, que se esfuerzan por santificar su trabajo y testimoniar de manera inequívoca su fe católica, pero sin "publicidad" y tratando de vivir secularmente una "vida escondida con Cristo en Dios" (cfr Col 3, 3). Discreción, considerada en su sustancia, se constituye así en una categoría teológica dentro del pensamiento de Josemaría Escrivá {Vid un apunte sobre "el apostolado de los laicos, actividad 'eclesial' , pero no 'eclesiástica' : la 'discreción' del cristiano", en P. Rodríguez, Vocación, trabajo, contemplación, 1986, pgs 116-118. El tema es intuido también desde otros horizontes pastorales y teológicos. Jacques Maritain en la Europa de los años treinta hablaba de la "discreción de la nueva Cristiandad" (Humanisme intégral. Problèmes temporels et spirituels d'une nouvelle Chrétienté, Aubier, Paris 1936) y Joseph Ratzinger en los cincuenta explica "la santa discreción" de la misión de la Iglesia (Die christliche Brüderlichkeit, Kösel-Verlag, München 1960; La Fraternidad cristiana, Taurus, Madrid 1962, pg 106)}. Por otra parte, es patente que en la redacción de este punto gravita ya la murmuración y la extrañeza que provocaba el estilo de vida cristiana que predicaba el Autor de C. En un "mundo católico" que ponía el acento en signos externos –insignias, banderas, hábitos, de partidos políticos confesionales–, se decía que aquello era "misterio", "secreteo". Escrivá lo niega. Afirma que es sencillamente naturalidad. En este sentido, cuando escribe C todavía quedaba mucho camino por recorrer... {Sobre el tema vid A. de Fuenmayor, V. Gómez-Iglesias, J. L. Illanes, El itinerario jurídico del Opus Dei, Eunsa, Pamplona 1989, donde el tema "discreción" va siendo estudiado al compás de la evolución de las formas jurídicas del Opus Dei. Vid pgs 62-64, 105, 110-112, 187s y 269-273}.
La afirmación de la importancia teológica del concepto de discreción en el pensamiento del Autor es compatible con que él mismo, "pro bono pacis", decidiera –por otra parte, en plena fidelidad a lo que dice en este punto de C– retirar la palabra "discreción" de su lenguaje. De 1966 es una carta de Mons. Escrivá al Consiliario del Opus Dei en España en la que dice:
"Leí tu carta del 9, y me divertí un rato con el concepto errado de la discreción, que tienen unos y otros.
Unos, que no acaban de "coger" que somos "iguales" a los demás ciudadanos –no somos "como" ellos, sino iguales–, piensan que hacemos un fingimiento, que no existe, porque no llevamos un cartelón en la espalda o un Cristo en bandolera. Otros discurren lo mismo que hace cuarenta años, cuando la discreción –que no podía ser más indiscreta– nos llevaba a tener siempre encima el peso de la gestación de la Obra, como una madre guarda en el seno su criatura: ¿dónde estaba el secreto, si aquello era un secreto a voces?
¿Y ahora? No quiero ni oír hablar de discreción: es mejor decir y hacer las cosas con naturalidad, lejos del modo de pensar de unos y de otros. La comedia no nos va; con naturalidad hemos vivido y viviremos siempre, porque así es nuestro espíritu: sincero y genuino" {Carta de Josemaría Escrivá a Florencio Sánchez Bella, Roma 21-XI-1966; EF 661121-2}.
Yo personalmente recuerdo habérselo oído comentar, con su "chispa" habitual y ante un grupo de fieles del Opus Dei al final de los años sesenta. El tema era cómo explicar la secularidad cristiana, que tiene en la discreción, como hemos visto, una de sus dimensiones teológicas. Concluía: "como muchas veces os faltan 'explicaderas' y a los otros 'entendederas', lo mejor es no hablar de 'discreción' y decir sencillamente 'naturalidad' ".

 «  642  »  Discreción es... delicadeza. –¿No sientes una inquietud, un malestar íntimo, cuando los asuntos –nobles y corrientes– de tu familia salen del calor del hogar a la indiferencia o a la curiosidad de la plaza pública?

Texto escrito tal vez en Honduras, sobre una octavilla también con dorso en blanco.
Parece una continuación redaccional del punto anterior. El Autor está "definiendo" la discreción. Discreción es "naturalidad", discreción es "delicadeza"... En todo caso, este nuevo punto parece tener como fondo la continuación del pasaje de la predicación en Honduras antes citado:
"¿Qué le importan a nadie nuestras interioridades? Esto no es secretear, no es ocultar ningún misterio. Es sencillamente no descubrir la intimidad de nuestra familia –de nuestra familia sobrenatural– delante de quien no tiene por qué conocerla, ¿Por qué han de saltar a la calle, a los ojos de todos, esos detalles que sólo nosotros podemos estimar? Nuestra discreción consiste en no exponer a la luz pública las cosas de familia, y ha de vivirse sin levantar curiosidad alguna" {PredicHond, "Sillares", 27-VII-1937, pg 237; XXXVIII}.
El fondo es experiencia y criterio del Autor muy anteriores. Discreción es naturalidad. Ahora, discreción es delicadeza. Otro rasgo, procedente de la comprensión de la Iglesia como Familia de Dios. La analogía de la familia cristiana como "iglesia doméstica" es muy importante para comprender el horizonte del apostolado de Josemaría Escrivá: entendía el Opus Dei naciente en el seno de la Iglesia como una pequeña familia, llena de respeto a las demás instituciones, pero con su "intimidad". El desarrollo institucional del Opus Dei, desde aquellos inicios hasta el actual desarrollo (Prelatura personal, expansión apostólica, etc.), comporta necesariamente una eclesialidad jurídica y una dimensión pública de la acción apostólica y pastoral, pero la discreción de que aquí se habla, como categoría espiritual y teológica, pertenece al núcleo permanente de la existencia secular cristiana.

 «  643  »  No pongas fácilmente de manifiesto la intimidad de tu apostolado: ¿no ves que el mundo está lleno de egoístas incomprensiones?

Éste y el siguiente son los otros dos puntos procedentes del cap de Cec. Texto del Cuaderno VII, nº 1085, fechado en 14-XII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 496, 492, 640, 643, 819, 404, 405, 899}. Fue directamente al texto impreso sin circular antes a velógrafo. El tenor literal del texto es idéntico al de C. La intimidad del apostolado, la intimidad de la familia: son magnitudes equivalentes para el Autor.

 «  644  »  Calla: No olvides que tu ideal es como una lucecica recién encendida. –Puede bastar un soplo para apagarla en tu corazón.

Texto del Cuaderno VI, nº 1080, transcrito en 30-XI-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 192, 227, 10b, 289, 644, 691, 896}. La primera frase tiene en el original esta forma interrogativa:
"Calla. ¿No ves que tu ideal es como una lucecica recién encendida?".
En un documento dirigido a los fieles del Opus Dei, el Beato Josemaría retomaba casi a la letra este punto y el anterior:
"No pongáis fácilmente de manifiesto la intimidad de vuestro apostolado, y aconsejad a los nuevos que callen: porque su ideal es como una lucecica recién encendida..., y puede bastar un soplo para apagarla en su corazón" {Instrucción, 1-IV-1934, nº 41; la cursiva es del original}.
Una idea semejante se encuentra en el sermón de San Carlos Borromeo que se lee en el Breviario actual el día de su fiesta:
"Si ya ha prendido en ti algún brote del fuego del amor divino, no quieras manifestarlo de pronto al exterior; guárdate de lanzarlo a los vientos. Mantén cerrado el horno, para que ni se enfríe ni pierda calor" {"Si divini amoris igniculus aliquis in te accensus iam est, noli illum statim prodere, noli in ventum exponere; occlusum tene tibi clibanum en frigescat et calorem amittat" (Sermo Sancti Caroli in ultimo Synodo habito, en Acta Ecclesiae mediolanensis, Mediolani 1599, pgs 1177s; citado Liturgia horarum, IV, editio typica, Romae 1975, pg 1255)}.
"Lucecica". Los aragonesismos eran frecuentes en el lenguaje coloquial del Autor.

 «  645  »  ¡Qué fecundo es el silencio! –Todas las energías que me pierdes, con tus faltas de discreción, son energías que restas a la eficacia de tu trabajo.
–Sé discreto.

Comienza ahora la serie final de puntos posteriores al impreso de Cuenca. Texto escrito sobre una octavilla Bl, subserie Ber. Pudo ser redactado en Vergara, cuando agregó a un guión de Vitoria este apunte:
"silencio: fecundidad del silencio" {EjEsp, Meditación "La Encarnación del Señor", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 90}.
Tal vez como fondo está este pasaje de Tobías (11, 12): "Bueno es mantener oculto el secreto del Rey".

 «  646  »  Si fueras más discreto no te lamentarías interiormente del mal sabor de boca que te hace sufrir después de muchas de tus conversaciones.

Texto escrito sobre una octavilla Bl {El Autor utilizó este punto para el "sorteo de patronos" de 31-XII-1938. Se conserva la ficha manuscrita del Autor (AGP, sec A, leg 54, carp 3, exp 2). Sobre este "sorteo" vid com / 305}. En su Cuaderno de Pamplona / Burgos, nº 1463, 2-I-1938, encontramos esta anotación, que refleja una experiencia personal que puede estar en la base del punto de C. Estando en Pamplona en Navidad de 1937, el Obispo Mons. Olaechea, que le hospedaba, había demostrado interés en que hablara de sus proyectos apostólicos con un otro sacerdote, llegado también recientemente a la zona nacional. El Beato Josemaría, aunque no le parecía persona adecuada, cumplió con lo que le proponía el Sr. Obispo. Anotó en su Cuaderno:
"Estuve en la casa de ejercicios de Burlada. Charlé de largo con el Sr. Bonet {Alberto Bonet, sacerdote catalán, fundador de la Federación de Jóvenes Cristianos. Al pasar a zona nacional tuvo serias dificultades, pues fue acusado de catalanista. Acogido por don Marcelino Olaechea, se convirtió después en un eficaz colaborador del Cardenal Gomá. Trabajó en Acción Católica y fue nombrado Canónigo de Barcelona. Vid Gonzalo Redondo, Historia de la Iglesia en España, 1936-1939, II, Rialp, Madrid 1993, pg 258 nt 58}. Me quedó el mal sabor de boca que me queda siempre que hablo de la intimidad de la Obra con personas ajenas. Pero... parecía cosa forzada".
Vid com / 639 y 650

 «  647  »  No pretendas que te "comprendan". –Esa incomprensión es providencial: para que tu sacrificio pase oculto.

Texto escrito sobre una octavilla Jef. No conozco interrelación documental.
"Pasar oculto" es un ideal en la vida del Autor de C ("ocultarse y desaparecer": vid Introd al cap 41), que se inspira en su meditación de la "vida oculta" de Cristo y en el pasaje de San Juan hablando de Jesús, que subió a la fiesta "non manifeste sed quasi in occulto" (Jn 7, 10). "Pasar oculto" fundamenta la "discreción" del cristiano: "Deo omnis gloria" (vid cap de este nombre). Punto que hay que poner en íntima relación con p / 848, ambos de la época de Burgos. Vid también p / 11, 185, 780, 842  y cap "La Gloria de Dios".

 «  648  »  Si callas lograrás más eficacia en tus empresas de apóstol –¡a cuántos se les va "la fuerza" por la boca! –y te evitarás muchos peligros de vanagloria.

Texto escrito sobre una octavilla Jef {El Autor utilizó este punto para el "sorteo de patronos" de 31-XII-1938. Se conserva la ficha manuscrita del Autor (AGP, sec A, leg 54, carp 3, exp 2). Sobre este "sorteo" vid com / 305}. No conozco interrelación documental. Lo que movía al Autor a "callar" en el campo apostólico era "ocultarse y desaparecer" (vid com / 647): dejar la iniciativa al Señor, que Él manifieste sus obras a través de la correspondencia a la gracia de los que llama. Y, como consecuencia, eficacia.
Escrivá estaba convencido de lo que siglos antes dejó escrito San Juan Crisóstomo: que "el hablar sin hacer no sólo no trae provecho alguno, sino más bien daño y condenación a quien tan negligentemente ordena su vida" {San Juan Crisóstomo, Sobre la compunción, Discurso 1, 5; BAC 169, 1958, pg 578}. El dicho castellano que utiliza es elocuente: "írsele a uno la fuerza por la boca", es decir, hablar demasiado y no obrar consecuentemente {DRAE, ed 1992, voz "Boca"}.

 «  649  »  ¡Siempre el espectáculo! –Me pides fotografías, gráficos, estadísticas.
–No te envío ese material, porque –me parece muy respetable la opinión contraria– creería luego que hacía una labor con vistas a encaramarme en la tierra..., y donde quiero encaramarme es en el cielo.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Re. No conozco interrelación documental.

 «  650  »  Hay mucha gente –santa– que no entiende tu camino. –No te empeñes en hacérselo comprender: perderás el tiempo y darás lugar a indiscreciones.

Texto escrito en Pamplona sobre una octavilla Bl. En el cuadernillo primero hay un borrador de esta "gaitica" (sin fecha, pero escrito antes de 5-I-1938, en que sale de Pamplona para Burgos). Dice:
"Hay mucha gente buena –santa– que no entiende tu camino. –No te empeñes en hacérselo comprender: perderás el tiempo y darás ocasión a indiscreciones" {Hoja 2v del Cuadernillo-agenda 1º de Pamplona / Burgos; la cursiva es mía. El Autor utilizó además este punto para el "sorteo de patronos" de 31-XII-1938. Se conserva la ficha manuscrita del Autor (AGP, sec A, leg 54, carp 3, exp 2). Sobre este "sorteo" vid com / 305}.
Así como el texto citado en com / 646 pasó al Cuaderno de Apínt, esta anotación de la agenda, escrita de manera casi caligráfica, allí se quedó. Pienso, no obstante, que ambos apuntes dependen de la misma experiencia.

 «  651  »  "No se puede ser raíz y copa, sino siendo savia, espíritu, cosa que va por dentro".
–El amigo tuyo que escribió esas palabras sabía que eras noblemente ambicioso. –Y te enseñó el camino: la discreción, el sacrificio, ¡ir por dentro!

Texto escrito sobre una octavilla Bl, de trazo tenue y delgado, perteneciente a la subserie Ber.
"El amigo tuyo..." Me inclino a pensar que en este caso no es una forma literaria de esconderse el Autor, sino la citación real de una correspondencia epistolar, que, sin embargo, no he podido encontrar.

 «  652  »  Discreción, virtud de pocos. –¿Quién calumnió a la mujer diciendo que la discreción no es virtud de mujeres?
–¡Cuántos hombres, bien barbados, tienen que aprender!

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco, en principio perteneciente a la serie Lh. Podría estar ya escrita en Honduras. No conozco interrelación documental.

 «  653  »  ¡Qué ejemplo de discreción nos da la Madre de Dios! Ni a San José comunica el misterio1
–Pide a la Señora la discreción que te falta.

Texto escrito sobre una octavilla Bl con pluma de rasgos fuertes. En la meditación 90 se lee este apunte:
"Discreción. Nadie se entera: José" {EjEsp, Meditación "La Encarnación del Señor", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 90}.
Juan Jiménez Vargas, en un escrito de 1938 (sin fecha, pero posterior a mayo), hace una alusión al tema: "La Virgen, modelo de discreción, ni a San José cuenta el misterio, que parecía natural que supiese al mismo tiempo que Ella" {Escrito refrenciado en com / 361 nota 4, pg 8. En su Relato del 77, pg 15, Jiménez Vargas escribe: "El día de San José de 1937 –cuando el Padre estaba ya en la Legación de Honduras– yo estaba en la cama con una "fiebre artificial", para que los de la FAI no me obligasen a ir al frente, Isidoro y alguno más vinieron por la tarde a verme. Hicimos la oración y re}.
En Honduras el Autor predicó sobre la virtud de la discreción en la Sagrada Familia. Hablando de Jesús:
"Ha llegado solamente a los doce años nuestro Maestro, ¡y cómo procede! ¡Qué maravillosa discreción la suya! A nadie comunica, ni a sus padres, su plan para cumplir la Voluntad de Dios" {recuerdo perfectamente que salió un comentario de este tipo, que después lo he identificado en este punto de C". En el Diario de Isidoro Zorzano correspondiente a ese 19 de marzo se relata la visita que hicieron a Jiménez Vargas y en él aparece incorporada una cuartilla de puño y letra de Vargas a modo de guión de la charla que les dio desde la cama. En ella se habla de San José pero no se alude a este tema. Quizá Vargas funde en su recuerdo las dos ocasiones.
PredicHond, "El Niño perdido y hallado en el Templo", 8-VII-1937, pg 191; XXXI}
.

 «  654  »  Ha afilado tu lengua el despecho. ¡Calla!

Texto escrito con trazos fuertes en Burgos sobre una octavilla Bl. No conozco interrelación documental.

 «  655  »  Nunca te habré ponderado con bastante encarecimiento la importancia de la discreción.
–Si no es el filo de tu arma de combate, te diré que es la empuñadura.

Texto escrito sobre una octavilla de la serie Lh. Podría, por tanto, estar escrita ya en Honduras. El Autor se sirve, como en otras ocasiones, de la imagen paulina del combate, con sus armas y utensilios, tan del gusto por otra parte de los clásicos españoles. El apcrít informa de una variante de interés para lo que venimos diciendo: la discreción es –en la redacción original– la empuñadura de "nuestra" arma de combate. El Autor redacta la "gaitica" como un criterio para la autocomprensión del Opus Dei. Al preparar Txm, introduce, una pequeña modificación redaccional para ofrecerla a la generalidad de los lectores: "tu" arma de combate. Señalo esta variante porque refuerza el carácter espiritual de la categoría "discreción" en el pensamiento del Autor.

 «  656  »  Calla siempre cuando sientas dentro de ti el bullir de la indignación. –Y esto, aunque estés justísimamente airado.
–Porque, a pesar de tu discreción, en esos instantes siempre dices más de lo que quisieras.

Texto escrito sobre la octavilla 3 de la serie Lhz. Escrita en Honduras, como sabemos. No hay otros textos de la Legación con los que se interrelacione este punto.

 «  ALEGRÍA  » 

Así se titula el último de los caps dedicados a una virtud concreta en esta sección segunda de la "Segunda Parte". Cap de nueva creación, con tres puntos procedentes del impreso de Cuenca, que estaban situados dentro del cap "Virtudes". Ahora son los tres primeros del presente cap. A continuación incluye el Autor los puntos de redacción posterior.
La alegría pertenece al perfil del hombre cristiano que Josemaría Escrivá dibuja en C: "Quiero que estés siempre contento, porque la alegría es parte integrante de tu camino" (p / 665). El cap se construye de manera semejante a otros muchos: primero, los puntos procedentes de Cec, a continuación los redactados en Burgos, en este caso siete. Las tres consideraciones de Cec formaban ya una unidad en Cem32 y el Autor, al redactar Cec, las situó en el interior del cap "El plano de tu santidad". En C las toma de allí para colocarlas como punto de partida –la raíz– del nuevo cap sobre la alegría, que es "la alegría de los hijos de Dios" {Surco, 305  }.

 «  657  »  La verdadera virtud no es triste y antipática, sino amablemente alegre.

Este punto y los dos siguientes han ido siempre en bloque y consecutivos: en las cuartillas a velógrafo, en la edición de Cuenca y en C. Vid apcrít.
Lo interesante –por lo excepcional– es que los p / 657  y 658 (y otros cuatro del impreso de Cuenca {Son: 81, 115, 284 y 784}) no tienen su matriz en los Cuadernos del Autor que se conservan. Como digo, sólo seis casos se dan en la edición de 1934. Mi hipótesis es que esos puntos procedían del Cuaderno I, ya varias veces citado y que el Beato Josemaría destruyó al cabo de los años. Por eso me permito en el apcrít dar los Apínt como fuente de estos puntos.

 «  658  »  Si salen las cosas bien, alegrémonos, bendiciendo a Dios que pone el incremento. –¿Salen mal?– Alegrémonos, bendiciendo a Dios que nos hace participar de su dulce Cruz.

Texto que podría proceder del Cuaderno I, que no se conserva. Vid com a punto anterior. El espíritu del texto es, sencillamente, el del Evangelio, que el Autor expresaba en 1930 con este criterio de futuro:
"D.O.G.! Cuando la Obra de Dios reciba algún golpe fuerte, alguna Cruz o tribulación, no debe apurarse la entidad. Por el contrario, dispongan los superiores que en todas las casas se cante un Te Deum. Lo mismo, si es una sola casa de la Obra la que sufre el embate: en aquella casa deben dar al Señor, con rostro alegre, gracias por su Cruz: recen o canten, todos reunidos, un Te Deum. –D.O.G.!" {Cuaderno III, nº 132, 26-XII-1930. Sobre el significado de esta sigla vid com / 11}.
A Isidoro Zorzano le transmitía el mismo criterio:
"Me alegro de veras del incremento que Dios pone en tus trabajos por la Federación Católica de Estudiantes {El nombre de esa organización estudiantil era "Confederación de Estudiantes Católicos", Isidoro estaba tratando de fundar en Málaga la "Federación de Estudiantes Católicos", que se integraría en la "Confederación de Estudiantes Católicos de España". Vid José Miguel Pero-Sanz, Isidoro Zorzano, Palabra, 4ª ed, Madrid 1997, pgs 122ss. Sobre la "Confederación de Estudiantes Católicos" vid Antonio Fontán, Religión y política en la II República. Apuntes españoles (1931-1936), Madrid 1998, pgs 101-106 (edición no comercial); Gonzalo Redondo, Política, cultura y sociedad en la España de Franco, I, Rialp, Madrid 1999, pgs 166-174}. Que así bendiga siempre todas tus empresas. En la primera de tus cartas, me contabas alguna contradicción, que el Señor te envía: desde luego, hay que luchar, para ponerle remedio (como lo haces), pero, mientras la Cruz dura, hay que llevarla también con espíritu de "expiación"... y con alegría" {Carta de Josemaría Escrivá a Isidoro Zorzano, Madrid 19-II-1931; EF 310219-1}.

 «  659  »  La alegría que debes tener no es ésa que podríamos llamar fisiológica, de animal sano, sino otra sobrenatural, que procede de abandonar todo y abandonarte en los brazos amorosos de nuestro Padre-Dios.

Éste es el tercer punto procedente de Cuenca. La matriz está en el Cuaderno IV, nº 350, 26-X-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 659, 426, 417, 393} , donde el Autor nos hace una confidencia personal:
"Generalmente, me da Jesús la Cruz con alegría –cum gaudio et pace–, y Cruz con alegría... no es Cruz. Yo, por mi naturaleza optimista, he tenido habitualmente una alegría, que podríamos llamar fisiológica, de animal sano; no es ésa la alegría a que me refiero, sino otra sobrenatural, que procede de abandonar todo y abandonarse en los brazos amantes del Padre-Dios. Cuando flaquea este abandono, perdida entonces la alegría, siento el peso de la Cruz " {El texto pertenece al nivel b de los Apínt (vid IntrodGen § 3, 1, b; pg 24). Como vemos, es claro e inequívoco el origen de este punto. Jiménez Vargas, que nos ha brindado datos tan precisos en su Relato del 77, se confunde cuando escribe en pg 15, refiriéndose a este p / 659: "Las largas temporadas que pasé al lado del Padre en la época roja, me hicieron comprender que el Padre constantemente se esforzaba –y creo que lo conseguía– por conservar la alegría en medio de situaciones en las que la alegría parecía humanamente imposible. Por eso me parece que puse por escrito esta idea, o una cosa muy parecida, en una carta a Burgos, como reconociendo todo aquello, y para que el Padre viese que había aprendido la lección". Ciertamente la había aprendido, pues el joven médico había leído ya ese punto en ¡Cec y antes en las cuartillas a velógrafo! Bernal, siguiendo a Jiménez Vargas, comete la misma equivocación (Apuntes sobre la vida del Fundador del Opus Dei, Rialp, 6ª ed, Madrid 1980, pg 247)}.
Esta "consideración" es, de alguna manera, la respuesta de Josemaría Escrivá a la cuestión existencial de "vero gaudio", que hizo célebre San Agustín en el libro VI de las Confesiones: "Interest unde quis gaudeat" {Confessiones, lib 3, 6, 10; BAC 11, 4ª ed, Madrid 1963, pg 233}.

 «  660  »  Nunca te desanimes si eres apóstol. –No hay contradicción que no puedas superar. –¿Por qué estás triste?

Texto escrito sobre una media cuartilla Drv, letra muy grande y rasgos enérgicos {En el dorso se lee el final de una frase en la primera línea de la cuartilla desechada, que dice: "[...] ración de orn" y está (la cuartilla) numerada en la esquina derecha con el nº 6}. No conozco interrelación documental. En el contexto de la alegría cristiana el Autor repite su doctrina sobre el "fracaso": tú no puedes fracasar (vid p / 405, 406)

 «  661  »  Caras largas..., modales bruscos..., facha ridícula..., aire antipático: ¿Así esperas animar a los demás a seguir a Cristo?

Texto escrito sobre una octavilla Jef, al final del periodo redaccional, posiblemente a partir de este apunte de una meditación:
"Alegría en las obras: caras largas...¡tristes virtudes!: antipáticas. Caridad sin caridad. Semper gaudete (1Ts 5, 16) ¿Cómo animaremos, si no, a los demás a seguir a Cristo?" {EjEsp, Plática "Espíritu de alegría", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 94}.
Desde Honduras escribía a los fieles del Opus Dei que estaban en la zona republicana una de aquellas cartas del "abuelo":
"¡Vaya! Siempre me reventaron los lacrimosos. Por temperamento, he solido tener habitualmente la sonrisa en los labios y en la mirada. Pero los años desgastan y, en la última temporada, he llorado tanto que casi fue menester enviarme al manicomio con mi hermano Josemaría {El abuelo –que escribe la carta– y Josemaría, su hermano, son en la escenificación de aquella correspondencia formas que tiene el Autor de referirse a sí mismo}. Reacciono: voy a volver a mi alegría. Una alegría que no sea fisiológica. Y esa alegría quiero para vosotros. Que no: fuera caras largas, miradas acuosas y ademanes de funeral. ¡Alegría, alegría! Y, para esto, nada mejor que saber que hacéis caso de los consejos del abuelito: que me ayudáis: que estáis contentos y saludables: y que no me abandonáis vuestros ratos de estudio, que es también Pan de la inteligencia" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid 21-IV-1937; EF 370421-1}.
Una observación sobre las correcciones al texto. El Autor, como se ve en el apcrít, tacha "piensas" y pone encima "esperas", que pasa al texto impreso. Esa variante de estilo no se explica desde el interior de la "gaitica" que comentamos, sino en relación con el punto siguiente, el p / 662, en el que aparece de nuevo la palabra "Piensa". La corrección tiene lugar una vez que el Autor ha ordenado las fichas para la edición y al releerlas ve "piensas" dos veces seguidas y entonces decide modificar el p / 661. Esto es muy frecuente en la corrección de estilo de los puntos de C.

 «  662  »  ¿No hay alegría? –Piensa: hay un obstáculo entre Dios y yo. –Casi siempre acertarás.

Texto escrito sobre una octavilla Jef a partir, nuevamente, de la meditación 94:
"¿No hay alegría? Hay un obstáculo entre Dios y yo" {EjEsp, Plática "Espíritu de alegría", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 94}.
El tema, como casi siempre, no era nuevo, sino de viejo abolengo en la vida espiritual de Josemaría Escrivá. En enero de 1932 había escrito en su Cuaderno:
"Niño, dejarás de serlo, si alguien o algo se interpone entre Dios y tú" {Cuaderno V, nº 563 14-I-1932. Este día transcribió otros cuatro puntos: 208, 220, 270, 862}.
La idea, o mejor, la fórmula parece haberla tomado el Beato Josemaría de Mercedes Reyna O'Farrill, religiosa del Patronato de Enfermos, donde él trabajaba en aquellos años como Capellán. En la estampa para la devoción privada, redactada por el Autor, se leen dos o tres frases de Mercedes Reyna, entre ellas ésta:
"Me moriría de pena, si me enterase que alguien o algo se interponía entre Dios y yo (Mercedes Reyna, Carta, 1928)" {Sobre Mercedes Reyna vid com / 152, y también com / 402, 852, 862e Introd a cap 41. Algún ejemplar de la estampa se conserva en AGP}.
El tema es clásico en la tradición de las relaciones del alma con Dios {Catalina de Siena, por ej: "Piensa que tu Esposo, el dulce Jesucristo, no quiere que haya nadie entre tú y él y es muy celoso" (Carta 26 a su sobrina Eugenia, monja en el Monasterio de Santa Inés de Montepulciano, en Lettere di S. Caterina da Siena, vol. I, Ferreti, Siena 1918, pg 132)}. La profundización de Escrivá en el tema aparece, sobre todo, en que la alegría –entendida como resultado del abandono en Dios (vid p / 659)– se transforma en "test" de la unión con Dios y su ausencia refleja la presencia de "obstáculos".

 «  663  »  Para poner remedio a tu tristeza me pides un consejo. –Voy a darte una receta que viene de buena mano: del apóstol Santiago.
–"Tristatur aliquis vestrum?" –¿Estás triste, hijo mío? –"Oret!" –¡Haz oración! –Prueba a ver.

Texto escrito sobre una octavilla Jef. De nuevo la plática sobre alegría, que comienza precisamente así:
"Espíritu de alegría. Tristatur aliquis vestrum? Oret. Aequo animo est? Psallat (St 5, 13)." {EjEsp, Plática "Espíritu de alegría", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 94}.

 «  664  »  No estés triste. –Ten una visión más... "nuestra" –más cristiana– de las cosas.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco, cuyos rasgos no permiten decidir claramente si pertenece o no a la serie Lh. En todo caso, es en una carta de Honduras, donde se encuentra la matriz de este punto. El Autor escribe a uno de aquellos jóvenes de su entorno apostólico, que acababa de perder a su padre:
"Viernes-23-VII-937. Para Enrique: [...] Estuve, minutos después de conocer el fallecimiento, con D. Manuel {El Autor hizo oración a Dios Nuestro Señor}. Comimos, y brindé a la memoria de Gregorio {Alude a la celebración de la Santa Misa, que ofreció por don Gregorio Espinós}. Desde luego, no dudes que ' todos los días ' he de tenerle muy presente. Además D. Manuel y yo estamos decididos a servirte de Padre... y aun de Madre. Puedes llamar, a tu Abuelo, Padre, con toda la boca, en lo sucesivo. Yo, que todavía te abrazo, te llamo ¡hijo! Anímate. Come. Es preciso estar fuerte, para trabajar. Consuela a tu mamá y a toda tu familia. No estés triste. Ten una visión más... nuestra, de las cosas" {Carta de Josemaría Escrivá a Enrique Espinós, Madrid 23-VII-1937; EF 370725-1; la cursiva es mía Vid texto el resto de la carta en com / 744. –Enrique Espinós Raduán (1915-1990), natural de Alcoy (Alicante), Coronel Médico de Aviación, era primo de Francisco Botella. Conoció al Beato Josemaría durante la guerra, en Valencia, en octubre de 1937. En junio de 1939 asistió a los ejercicios que el Fundador del Opus Dei predicó en Burjasot. Fue miembro supernumerario del Opus Dei}.
La modificación que se lee en el apcrít es prototípica de la relectura de sus "gaiticas" al escribir Txm. Se trata, como sabemos, de que unos textos, originariamente escritos pensando en el contexto inmediato de su labor apostólica, sean leídos y entendidos por los más variados lectores.

 «  665  »  Quiero que estés siempre contento, porque la alegría es parte integrante de tu camino. –Pide esa misma alegría sobrenatural para todos.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Drv. En el dorso está escrita a mano, con otra letra, la dirección del Autor (Mariano / Merced 32 / Hotel Sabadell / Burgos). Proviene de un trozo de una carta a uno de aquellos jóvenes universitarios que andaban por los frentes de guerra, y que dice así:
"Quiero que estés siempre contento, ¿oyes?, porque la alegría es parte integrante de nuestro camino. –Pide esa misma alegría sobrenatural para mí y para tus hermanos" {Carta de Josemaría Escrivá a José Arroyo, Burgos 2-V-1938; EF 380502-3. –José Arroyo López, natural de Béjar (Salamanca), conoció al Autor hacia 1933, participando en los medios de formación primero en la Academia DYA, de la calle de Luchana, y luego en la Residencia de Ferraz. Le sorprendió la guerra en la zona nacional, y quedó desconectado del Fundador del Opus Dei hasta que éste llegó a Burgos, reanudándose el trato por medio de encuentros personales y de correspondencia}.
En Vitoria-Vergara predicaba:
"¡Siempre contentos! Beatus populus qui scit jubilationem (Sal 89, 16)" {EjEsp, Plática "Espíritu de alegría", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 94}.
La exhortación a la alegría, entendida como "parte integrante de tu camino", es continua en la predicación y en la correspondencia del Autor:
"Que estés muy contento: la tristeza es un ' enemigo ' molesto, que, además, nos hace la vida imposible" {Carta de Josemaría Escrivá a Miguel Sotomayor, Burgos 29-VIII-1938; EF 380829-5}.

 «  666  »  "Laetetur cor quaerentium Dominum" –Alégrese el corazón de los que buscan al Señor.
–Luz, para que investigues en los motivos de tu tristeza.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Bl. No conozco interrelación documental. Punto a poner en relación con p / 662: investigar los motivos de "tu" tristeza es, para el Autor de C, hacer examen e identificar el "obstáculo entre Dios y tú". La siguiente etapa es la batalla para eliminarlo con la gracia de Dios. La presencia del "gaudium cum pace" (vid p / 768  y com), aun en medio de las contradicciones y del dolor es, en C, "signo" del abandono del cristiano en Dios y, derivadamente, de la presencia de Dios en el quehacer del cristiano: "parte integrante de tu camino" (p / 665)

 «  OTRAS VIRTUDES  » 

Es un cap nuevo, confeccionado con los restos del cap "Virtudes" de la edición de Cuenca (ocho puntos), a los que agrega otros diez nuevos de temática variada, que encajan en este título tan abarcante: "Otras virtudes". El Autor sitúa primero los puntos que se refieren a las virtudes teologales, después los relativos a las virtudes cardinales. Como dije, el cap tiene un cierto carácter remanente.

 «  667  »  Los actos de Fe, Esperanza y Amor son válvulas por donde se expansiona el fuego de las almas que viven vida de Dios.

El Autor ordena el material cuidadosamente. Primero, esta alusión conjunta a las tres virtudes teologales, que tenía escrita en el Cuaderno VI, nº 852, 27-X-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 667, 266, 119} , con un tenor literal idéntico {"válvulas". En el Cuaderno precede "las", tachado}.

 «  668  »  Hazlo todo con desinterés, por puro Amor, como si no hubiera premio ni castigo. –Pero fomenta en tu corazón la gloriosa esperanza del cielo.

Después, la esperanza. Texto del Cuaderno VII, nº 1123, transcrito en 27-I-1934. El tenor literal del texto es idéntico al de C, con la variante señalada en apcrít. Ese mismo día había transcrito la consideración que da origen al p / 93
El Autor propone con profundidad y sencillez la relación entre las virtudes de la caridad y de la esperanza en la vida del cristiano. Todo en C está dominado por la idea del Amor con mayúscula ("No hay más amor que el Amor", "El Amor bien vale un amor", etc.: vid com / 171 y 417). Aquí emplea la expresión "puro amor", que inmediatamente recuerda al concepto –pur amour– que se hizo célebre en la teología espiritual del siglo XVII {Vid com / 182} , pero con una comprensión teológica y antropológica realista, en la que el "amor amicitiae" (amor desinteresado) referido a Dios (Amor con mayúscula) atrae hacia sí, integra e ilumina al "amor concupiscentiae" (amor interesado), por la capacidad beatificante de ese mismo Amor en cuanto poseído. Dios quiere ser amado... y deseado {Vid Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, Iª q. 60 aa. 3 y 5; IIª-IIae qq. 23 a.1 y 26 a.3}. El fomento de la esperanza que aconseja el Autor, en oración adversativa, quiere descartar la exageración unilateral del "amor puro". Vid sobre el tema p / 139, 182, 669, 765  y 769 con sus com. En la literatura clásica española había una pieza poética –que Escrivá tendría, seguro, en la memoria y en el corazón–, que fundamenta plenamente la primera parte de este punto. Me refiero al célebre soneto anónimo del siglo XVI "A Cristo Crucificado" {Dice así: "No me mueve, mi Dios, para quererte | el cielo que me tienes prometido: | ni me mueve el infierno tan temido | para dejar por eso de ofenderte. | Tú me mueves, Señor, muéveme el verte | clavado en una cruz y escarnecido; muéveme ver tu cuerpo tan herido; | muévenme tus afrentas y tu muerte. | Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera | que aunque no hubiera cielo, yo te amara, | y aunque no hubiera infierno, te temiera. | No tienes que me dar porque te quiera: | pues aunque cuanto espero no esperara, | lo mismo que te quiero te quisiera". Texto y análisis en Torcuato Luca de Tena, La mejor poesía cristiana, Martínez-Roca, Barcelona 1999, pgs 17 y 201-204, que ve la autoría en Teresa de Jesús o Juan de la Cruz. Un estudio crítico-histórico: Francisco López Estrada, "En torno al soneto 'A Cristo Crucificado' ", en Boletín de la Real Academia Española, enero-abril de 1953, pgs 95-106}. La segunda parte del punto es pura doctrina bíblica y patrística: "Gaudete in spe aeternitatis" {"Gozad con la esperanza de la eternidad": San Agustín, Sermón 171, 5; BAC 443, 1983, pg 688}.

 «  669  »  Está bien que sirvas a Dios como un hijo, sin paga, generosamente... –Pero no te preocupes si alguna vez piensas en el premio.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Not. Por tanto en XII-38 ó I-39. En la meditación 99 pudo encontrar el punto de partida:
"Alabar, reverenciar, servir a Dios. Pero como un hijo: sin paga, generosamente" {EjEsp, Meditación "Principio y fundamento", Vergara 5-IX-1938; guión nº 99}.
El lector habrá observado que, a cinco años de distancia, este punto tiene una doctrina, un ritmo doctrinal y literario, que es en todo semejante al anterior. Vid puntos citados en com / 668

 «  670  »  Dice Jesús: "y cualquiera que deje casa o hermanos o hermanas o padre o madre o esposa o hijos o heredades por causa de mi nombre, recibirá cien veces más y poseerá la vida eterna"
¡A ver si encuentras, en la tierra, quien pague con tanta generosidad!

Texto escrito sobre una octavilla Bl. No conozco interrelación documental.
Vid p / 791, que incluye otra glosa a este pasaje de San Mateo.

 «  671  »  Jesús... callado. "Jesus autem tacebat". –¿Por qué hablas tú, para consolarte o para sincerarte?
Calla. –Busca la alegría en los desprecios: siempre te harán menos de los que mereces.
–Puedes tú, acaso, preguntar: "Quid enim mali feci?" –¿qué mal he hecho?

Punto procedente de una anotación escrita en los EjEsp que hizo del 19 al 28-VI-1933. El día 27 (Apínt, nº 1721) anota:
"Jesús... callado. Iesus autem tacebat. ¿Por qué hablo yo, contando mis penas? Callaré. Buscaré la alegría en los desprecios: siempre me harán menos de los que merezco. Puedo yo acaso preguntar: Quid enim mali feci? ".
Es interesante notar cómo el Beato Josemaría en su retiro espiritual escribe su meditación bíblica articulando las palabras de la Vulgata al compás de su pensamiento: la primera es de San Marcos, y el Autor introduce el sujeto de manera explícita: Jesús. En la segunda es él mismo quien habla en primera persona, dando la vuelta a las palabras de Pilatos acerca de Jesús: "quid enim mali fecit?" (Mt 27, 23) {La cursiva es del original. Una frase similar en boca de Jesús transmite San Juan: "Quis ex vobis arguit me de peccato?" (Jn 8, 46)}.
En 1932, en su intensa lectura del Decenario al Espíritu Santo de Francisca Javiera del Valle, acotó el siguiente párrafo:
"Y nos enseña [el Espíritu Santo] a que cuando con falso celo nos veamos perseguidos, acusados y reprendidos, guardemos riguroso silencio y les abramos nuestro corazón lleno de amor y cariño siempre que ellos nos busquen, sin darles la menor muestra de resentimiento" {Decenario al Espíritu Santo, pg 71; Patmos 35, pg 83; Logos 52, pg 127}.
Al margen escribió la vivencia de Cristo que la lectura le había suscitado:
"Jesús callado!..." {Glosas marginales al Decenario 1932, pg 71. El subrayado es del Autor}.
Es ése el fundamento del "silencio ante la acusación injusta" (vid p / 173)

 «  672  »  Está seguro de que eres hombre de Dios si llevas con alegría y silencio la injusticia.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. En la meditación 117 hay un añadido hecho en Vergara, que dice:
"Fruto [de la penitencia]: ánimo firme para llevar con alegría y silencio la injusticia" {EjEsp, Plática "Espíritu de mortificación y penitencia", Vitoria 24-VIII-1938; guión nº 117}.
La expresión "hombre de Dios", muy frecuente en C, proviene de la Primera Carta a Timoteo (1Tm 6, 11) y con ella se designa en el texto bíblico al hombre verdadero seguidor de Jesucristo (6, 11-16) en contraste con los falsos doctores, que viven de espaldas al Evangelio (1Tm 6, 3 -10). Cuando el Autor encuentra la palabra sacerdote en sus notas de predicación al clero, al tomarla para C frecuentemente la cambia, como digo, por la expresión paulina "hombre de Dios", que abarca a todos los cristianos.

 «  673  »  Hermosa contestación la que dio aquel varón venerable al joven que se quejaba de la injusticia sufrida:
"¿Te molesta? –le decía–, pues, ¡no quieras ser bueno!...".

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Procede sin duda de una anotación que se encuentra en la portada del sobre en que guardaba las Pláticas para sacerdotes que predicó en Vergara, septiembre de 1938. Allí se lee:
" –¿Te molesta? Pues, no quieras ser bueno. –¿No quieres sufrir... la injusticia? No quieras ser bueno" {AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 2}.
"No quieras ser bueno", es decir, no cumplas con tu deber, no lleves una conducta recta. El sentido del punto parece éste: si vives tu trabajo profesional y tu responsabilidad humana con rectitud, sin acepción de personas, encontrarás incomprensiones y te harán injusticias. No te extrañes.
Da la impresión de que el Autor está narrando una anécdota con protagonistas concretos, que no podemos identificar. ¿Autobiográfico?

 «  674  »  Nunca des tu parecer si no te lo piden, aunque pienses que esta opinión tuya es la más acertada.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 897, texto fechado en 27-XII-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 563, 571, 674, 890, 887, 58}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
El Autor vuelve sobre el tema en Surco, 263. Es un punto extenso, en el que enumera "algunas señales evidentes de falta de humildad" (diecisiete, en concreto). La cuarta es ésta: "dar tu parecer sin que te lo pidan, ni lo exija la caridad".

 «  675  »  Es verdad que fue pecador. –Pero no formes sobre él ese juicio inconmovible. –Ten entrañas de piedad, y no olvides que aún puede ser un Agustín, mientras tú no pasas de mediocre.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Hay una interesante información sobre el tema en un escrito de Juan Jiménez Vargas sobre su convivencia con el Beato Josemaría en la época de Honduras:
"Una vez hice un comentario duro sobre la mala conducta de un amigo. El Padre me interrumpió rápidamente. Más adelante me dio a leer lo que había escrito con motivo de aquel comentario" {Juan Jiménez Vargas, Relatos testimoniales, III, pg 132; AGP, sec A, leg 100-30, carp 2, exp 1}.
Y transcribe a continuación el punto que comentamos. Por la estructura del relato, que va siguiendo en principio un orden cronológico, Jiménez Vargas sitúa la peripecia que da lugar al punto en el verano del 37, sea dentro, sea ya fuera de la Legación de Honduras. Lo cual no quiere decir que el Autor lo escribiera entonces. No parece, en efecto, la octavilla del tipo de la serie Lh. El "más adelante" puede ser ya Burgos {En el Relato del 77, pg 16, Jiménez Vargas vuelve sobre el tema: "Lo escribió nuestro Padre [el p / 675] –dice– con motivo de algún comentario impertinente que hice yo hablando con él acerca de uno de la Obra. En estas cosas el Padre era muy tajante. Si efectivamente había algo que se le tenía que decir, y uno no hablaba con la más extremada delicadeza, o, incluso, había alguna expresión que era falta de caridad, reaccionaba rápido,conesa claridad tan suya. Y el que se encontraba conuna de esas advertencias, no lo olvidaba nunca. Por eso me acuerdo de este comentario»}, a lo que me inclino.
"Ser un Agustín". El santo de Hipona, sobre todo a través de su célebres Confesiones, ha pasado a la imaginería cristiana como el prototipo de lo que es la conversión del pecado a la santidad, a la entrega total a Jesucristo.

 «  676  »  Todas las cosas de este mundo no son más que tierra. –Ponlas en un montón bajo tus pies, y estarás más cerca del cielo.

Texto del Cuaderno VI, nº 841, transcrito en 14-X-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 753, 730, 676, 214, 397, 685}.
Parece que el punto guarda relación con un sucedido que el Beato Josemaría refirió alguna vez y que quedó recogido en notas tomadas de su predicación de 1959:
"Había un pobre clérigo –¡sería algo más que clérigo!–, a quien pesaban mucho sus defectos, y quizá no le faltaban motivos. Todos los días debía trasladar al Santísimo y exponerlo en la custodia de su Convento; pero andaba siempre con escrúpulos. Hasta que un día el superior, con un talento sobrenatural muy grande, le llamó y le dijo: ¿tienes muchas miserias?, ¿muchas?, y ¿muy grandes? Pues reúnelas y colócalas todas debajo del ostensorio, y verás que alto queda Jesucristo" {Notas de una meditación, Roma, Domingo de Resurección, 29-III-1959; AGP, sec P, leg 18, pg 124}.

 «  677  »  Oro, plata, joyas..., tierra, montones de estiércol. –Goces, placeres sensuales, satisfacción de apetitos..., como una bestia, como un mulo, como un cerdo, como un gallo, como un toro.
Honores, distinciones, títulos..., cosas de aire, hinchazones de soberbia, mentiras, nada.

Texto del Cuaderno VI, nº 977, transcrito en 5-IV-1933
Nótese en el apcrít que en C el Autor quita de la enumeración peyorativa al "burro" y pone en su lugar al "mulo": su cariño al borrico fue sin duda determinante {Para el tema del "borrico", vid com / 420, 606 y 998}. Nótese también la belleza y fuerza expresiva del texto, la manera de construir las ex.
presiones, que comunican el pensamiento, sin formas verbales, a través de una cadena de sustantivos con aliteración y acumulación de contrastes y paradojas. El patrimonio de ideas y de lenguaje rezuma a los clásicos del Siglo de Oro español {Vid sobre este punto J. M. Ibáñez Langlois, Josemaría Escrivá como escritor, (2002), pg 14}. El texto del Cuaderno finaliza con la expresión "D.O.G".

 «  678  »  No pongas tus amores aquí abajo. –Son amores egoístas... Los que amas se apartarán de ti, con miedo y asco, a las pocas horas de llamarte Dios a su presencia. –Otros son los amores que perduran.

Texto del Cuaderno VI, nº 968, transcrito en 25-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 601, 678, 422, 21, 910, 872}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.

 «  679  »  La gula es un vicio feo. –¿No te da un poquito de risa y otro poquito de asco ver a esos señores graves, sentados alrededor de la mesa, serios, con aire de rito, metiendo grasas en el tubo digestivo, como si aquello fuera "un fin"?

Es el primero de cuatro puntos (679-682) dedicados a la templanza en las comidas, como dignidad humana y como mortificación {El "clima" de estos cuatro puntos es similar al temple cristiano que propone Clemente de Alejandría en los cap 1-4 de la Parte II de El Pedagogo; Fuentes patrísticas 5, Madrid 1994, pgs 279-366. Digno de leerse hoy}. Texto escrito sobre una octavilla Bl con rasgos de pluma gruesa. Francisco Botella nos ha dejado una noticia muy concreta del origen de este punto. Cuando Josemaría Escrivá, acompañado por Francisco Botella, dejó el Hotel Sabadell y se trasladó a la pensión de Concepción 9 (13-XII-1938), comían alguna vez en un Restaurante llamado "Venancia". Un día comentaron la manera poco delicada de comer, concretamente macarrones, de unos señores en la mesa de al lado. Al día siguiente, el Autor de C mostró a Botella la "gaitica": ¿qué te parece? {Vid Francisco Botella, Relatos testimoniales, Madrid 1975-78, cap V, pg 60}.
La anécdota –precisa después Botella– tuvo lugar el único día que cenó a solas con el Autor en Venancia. En el Diario de Burgos, escrito por el propio Botella, se lee para el 15 de enero, domingo: "Permanecemos todo el tiempo en casa: escribiendo el Padre las últimas consideraciones, y llenando unas cuartillas yo, para los nuestros que no anunciaron próximo permiso. Cenamos juntos en Venancia" {Diario de Burgos, 15-I-1939; Francisco Botella}. Posiblemente el lunes 16 se escribió este punto.

 «  680  »  En la mesa, no hables de la comida: eso es una ordinariez, impropia de ti. –Habla de algo noble –del alma o del entendimiento–, y enaltecerás ese deber.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Tiene un ritmo caligráfico y una grafía exacta a la del punto anterior. Debió escribirla a continuación, como completando la idea.

 «  681  »  El día que te levantes de la mesa sin haber hecho una pequeña mortificación has comido como un pagano.

Texto escrito sobre una octavilla Re. Juan Jiménez Vargas en su "Relato del 77" tiene un recuerdo personal del origen de este punto: "Me parece que esto lo escribió con motivo de una carta que envié a Burgos. Claro está que la carta estaba redactada con el argot del momento y decía, en vez de 'pagano', 'un mulo a la hora del pienso'. Hay que recordar que en el ejército de aquella época, el mulo era el enemigo personal de todos, y el bicho más antipático que se podía encontrar" {Relato del 77, pg 16. La carta no se conserva}.

 «  682  »  De ordinario comes más de lo que necesitas. –Y esa hartura, que muchas veces te produce pesadez y molestia física, te inhabilita para saborear los bienes sobrenaturales y entorpece tu entendimiento.
¡Qué buena virtud, aun para la tierra, es la templanza!

Texto escrito sobre una octavilla Bl. No conozco interrelación documental. El Autor describe con claridad las consecuencias de la "gula", centrándose en lo que los moralistas llaman la "hebetudo mentis", esa rudeza del espíritu que hace que el hombre sólo sea sensible para los bienes materiales y se haga progresivamente inepto para la vida intelectual y espiritual {Vid Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, IIª-IIae q.148 a.6}. Son célebres las consideraciones de la Antigüedad cristiana sobre el tema; en el Pedagogo de Clemente de Alejandría se lee: "No debemos abusar de los dones del Padre, viviendo disolutamente, como el hijo pródigo del Evangelio; por el contrario, debemos usarlos como señores, sin inclinarnos ante ellos, pues hemos sido constituidos reyes y señores, no esclavos, de los alimentos" {Clemente de Alejandría, El Pedagogo, 2, 9, 2; Fuentes patrísticas 5, Madrid 1994, pg 297}.

 «  683  »  Te veo, caballero cristiano –dices que lo eres–, besando una imagen, mascullando una oración vocal, clamando contra los que atacan a la Iglesia de Dios..., y hasta frecuentando los Santos Sacramentos.
Pero no te veo hacer un sacrificio, ni prescindir de ciertas conversaciones... mundanas (podría, con razón, aplicarles otro calificativo), ni ser generoso con los de abajo... ¡ni con esa Iglesia de Cristo!, ni soportar una flaqueza de tu hermano, ni abatir tu soberbia por el bien común, ni deshacerte de tu firme envoltura de egoísmo, ni... ¡tantas cosas más!
Te veo... –No te veo... –Y tú... ¿dices que eres caballero cristiano? –¡Qué pobre concepto tienes de Cristo!

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco con las características de la serie Lh, escrita en su casi totalidad en Honduras. Refleja, en efecto, ciertas vivencias del Autor ante la variedad de personajes refugiados en la Legación.
La expresión "caballero cristiano" no era un término de su lenguaje habitual, pero era muy de la época {Un devocionario o libro de rezos muy conocido en los años 20 y 30 se titulaba El Caballero Cristiano, del P. Vilariño S.J}. En C aparece otras dos veces en sentido claramente positivo (p / 390  y 925) {También en la Instrucción, 1-I-1935, nn. 97 y 106 aparece el término en su más noble sentido: "La charla será el trabajo más hermoso y fecundo del Director, en este Curso Preparatorio. Los primeros días, se dedicará a inculcar en los jóvenes el espíritu de la Obra. Después, se hablará, sin excepción, de temas que lleven a los alumnos a conocer y a vivir la vida interior que ha de tener un caballero cristiano". "... y a fin también de sostener las asociaciones católicas e imponerse en las organizaciones oficiales, por sus conocimientos profesionales unidos a su rectitud de caballeros cristianos". Los subrayados son míos}. En éste, en cambio, tiene –lo mismo que en p / 393 – un sentido irónico, dirigido a quien abusa de ese nombre, usándolo como calificación honorífica y no en las obras.

 «  684  »  Tu talento, tu simpatía, tus condiciones... se pierden: no te dejan aprovecharlas. –Piensa bien estas palabras de un autor espiritual: "No se pierde el incienso que se ofrece a Dios. –Más honrado es el Señor con el abatimiento de tus talentos que con el vano uso de ellos".

El cap se cierra con un punto procedente del impreso de Cuenca. Antes había sido incluido en el segundo cuadernillo a velógrafo. Está en el Cuaderno VI, nº 1033, transcrito en 7-VII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 794, 400, 190, 840, 709, 684, 598, 926}.
"Tu talento, tu simpatía, tus condiciones, se pierden...: no te dejan aprovecharlas. Piensa bien estas palabras de un autor espiritual: "no se pierde el incienso que se ofrece a Dios. Más honrado es el Señor con el abatimiento de tus talentos que con el vano uso de ellos".
No he podido identificar al autor citado.

 «  TRIBULACIONES  » 

Este cap y el siguiente formaban una unidad –un solo cap– en Cec, que tenía 23 consideraciones. Durante la preparación del texto definitivo este patrimonio es objeto de una intensa reconsideración. El Autor decide dividir el cap en dos. La razón no es sólo la cantidad de material disponible (había 26 nuevos puntos procedentes del trabajo en la Legación de Honduras y en Burgos), sino –así nos parece entenderlo– hacer una distinción dentro de las "tribulaciones" que acechan al cristiano a lo largo del camino: las que proceden de fuera –de circunstancias externas– y las que se forjan en el interior del hombre. Estas últimas integran el cap segundo con este otro título, muy exacto: "Lucha interior". Las primeras, en cambio, se agrupan en el primer cap, y para ellas retiene el título original: "Tribulaciones". Título y contenido responden así a la palabra de Pablo en Hechos (Hch 14, 21): "es preciso pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios".
El cap de Cec tenía muy pequeña base estructural en los fascículos multicopiados. El Autor lo había construido como en dos etapas: la primera –formada por tres puntos de Cem32, otros tres de Cem33 y una larga serie tomada directamente de los Cuadernos VI y VII– es la que ofrecía, mezclados, ambos tipos de consideraciones. La segunda, asumía un bloque de Cem sobre la confianza en Dios en medio de la tribulación (cd / 174-178, con algún complemento)
El conjunto de ambos caps se mantiene en esta zona "antropológica", a continuación de las virtudes del hombre cristiano, señalando los elementos de tensión que tratan de impedir el desarrollo de la vida de fe y que se superan precisamente por la fe-confianza de la que acabamos de hablar. En ambos caps hay una importante presencia de puntos procedentes de la Legación de Honduras.
"Tribulaciones" está integrado por siete textos procedentes de Cec y quince nuevos de la redacción de Burgos. La integración de unas con otras es más compleja de lo ordinario y responde a este discernimiento temático al que hemos aludido.

 «  685  »  El vendaval de la persecución es bueno. –Qué se pierde?... No se pierde lo que está perdido. - Cuando no se arranca el árbol de cuajo –y el árbol de la Iglesia no hay viento ni huracán que pueda arrancarlo– solamente se caen las ramas secas... y ésas, bien caídas están.

Texto del Cuaderno VI, nº 844, fechado en 14-X-1932. Ese mismo día transcribió seis futuros puntos de C {Son: 753, 730, 676, 214, 397, 685}. Éste comienza así:
"El vendaval de la persecución es bueno. ¿Que se pierden?..." {"el árbol"; en primera redacción: "al árbol"}.
Interesante notar un cambio redaccional. Tanto en el Cuaderno como en el fascículo a velógrafo de 1932 –es decir, en las capas más primitivas de la historia del texto– el Autor contempla el "vendaval de la persecución" - parece - afectando directamente a las personas, "que se pierden". El texto impreso, en cambio - lo mismo la edición de Cuenca que C - , plantea un interrogante general y objetivo: "¿qué se pierde?". Vid sin embargo p / 927.

 «  686  »  Conforme: aquella persona ha sido mala contigo. –Pero, ¿no has sido tú peor con Dios?

Texto del Cuaderno V, nº 666, fechado en 17-III-1932. Ese mismo día transcribió tres futuros puntos de C {Son: 222, 686, 56}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.

 «  687  »  Jesús: por dondequiera que has pasado no quedó un corazón indiferente. –O se te ama o se te odia.
Cuando un varón –apóstol te sigue, cumpliendo su deber, ¿podrá extrañarme –¡si es otro Cristo!– que levante parecidos murmullos de aversión o de afecto?

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco, que pertenece probablemente a la serie Lh, escrita en Honduras. No hay interrelación documental conocida.
Me parece interesante señalar la secuencia construida en Burgos de los p / 687 -690 como una unidad temática. El Autor describe en ellos la paradójica situación de estas "tribulaciones" que provienen del mundo exterior. Por una parte –viene a decir–, que la coherencia en la fe o la predicación del Evangelio provoque rechazo (o afecto) es sencilla experiencia histórica de la existencia cristiana, continuamente glosada en la tradición teológica y espiritual, y el Autor exhorta al lector a que la crítica no le "extrañe" (p / 687), ni le "afecte" en su caminar (p / 688: vid com). Por otra, subraya que hay que perdonar desde el fondo del alma y, a la vez, pedir perdón por las propias insuficiencias, por la limitada capacidad de transparentar el mensaje de Cristo (p / 689  vid com); más todavía, hay que pensar: ¿qué es esto para lo que yo –yo personalmente, no el mensaje, ni la doctrina– merezco? (p / 690)
Interesante que ya en C emplee la expresión "otro Cristo" para designar no sólo al sacerdote (vid p / 66  y 67), sino a todo aquel que se decide a seguir a Cristo {Remitimos a J. L. Illanes, "El cristiano 'alter Christus –ipse Christus' ...", 1994, pgs 605-622; y A. Aranda, 'El bullir de la sangre de Cristo', 2000, pgs 203-254}.

 «  688  »  Otra vez...: Que han dicho, que han escrito...: En favor, en contra...: Con buena, y con menos buena voluntad...: Reticencias y calumnias, panegíricos y exaltaciones...: sandeces y aciertos.
–¡Tonto, tontísimo!: ¿Qué te importa, cuando vas derecho a tu fin, cabeza y corazón borrachos de Dios, el clamor del viento o el cantar de la chicharra, o el mugido o el gruñido o el relincho?.
Además... es inevitable: no pretendas poner puertas al campo.

Texto escrito como el anterior sobre una octavilla con dorso en blanco de la serie Lh (Honduras). Tampoco hay interrelación documental conocida. Guarda este punto un paralelismo temático con el anterior, que se sitúa sin dificultad en el clima de la Legación de Honduras, donde la vida del pequeño grupo que acompañaba al Beato Josemaría suscitaba en aquellas circunstancias "murmullos", a los que ya se ha apuntado en el comentario a otros puntos. Aquellas pequeñas cosas de Honduras fueron tal vez ocasión para expresar con viveza esa experiencia histórica del existir cristiano a que me refería en com / 688. Vid también com / 14 y el texto de Honduras allí citado. Aquellos murmullos, ¿no traerían a la memoria del Autor – que era un lector asiduo de Cervantes– estas palabras de Don Quijote a Sancho?:
"No te enojes, Sancho, ni recibas pesadumbre de lo que oyeres, que será nunca acabar. Ven tú con segura conciencia, y digan lo que dijeren; y es querer atar las lenguas de los maldicientes lo mismo que querer poner puertas al campo.
Si el gobernador sale rico de su gobierno, dicen dél que ha sido un ladrón, y si sale pobre, que ha sido un parapoco y un mentecato" {Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Segunda parte, cap 55 (Valencia 1993, edición del IV Centenario, pg 840)}.
"Poner puertas al campo": "frase figurada y familiar con que se da a entender la imposibilidad de poner límites a lo que no puede consentirlos" {Enciclopedia Espasa, voz "Puerta" (t. 48, pg 290). La 9ª edición brasileña de C traduce: "tapar o sol com a peneira"}. El Autor explica así que el discípulo de Cristo vive a la intemperie en medio del mundo, expuesto a todos los vientos y que nada de lo que se diga debe sorprenderle ni quitarle la paz. Vid com / 51

 «  689  »  Se han desatado las lenguas y has sufrido desaires que te han herido más porque no los esperabas.
Tu reacción sobrenatural debe ser perdonar –y aun pedir perdón– y aprovechar la experiencia para despegarte de las criaturas.

Texto escrito sobre una octavilla Re, por tanto en Burgos y en fechas próximas al final de la redacción. Tampoco hay referencias documentales conocidas.
Vid com / 687. "Pedir perdón", fruto de analizar, de sopesar en la presencia de Dios el contenido de esas críticas, y calibrar en qué pueden tener razón, y aprender. En todo caso, la "experiencia" apunta siempre a poner la esperanza no en las criaturas sino en Dios.

 «  690  »  Cuando venga el sufrimiento, el desprecio..., la Cruz, has de considerar: ¿qué es esto para lo que yo merezco?

El Autor, a continuación, inserta este punto procedente del impreso de Cuenca, a mi entender de manera muy intencionada. Vid com / 687. Original en el Cuaderno VI, nº 1028, fechado en 4-VII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 224, 690, 179}. El tenor literal del texto es prácticamente idéntico al de C.

 «  691  »  ¿Estás sufriendo una gran tribulación? –¿Tienes contradicciones? Di, muy despacio, como paladeándola, esta oración recia y viril:
"Hágase, cúmplase, sea alabada y eternamente ensalzada la justísima y amabilísima Voluntad de Dios, sobre todas las cosas. –Amén. –Amén.".
Yo te aseguro que alcanzarás la paz.

Texto del Cuaderno VI, nº 1081, 30-XI-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 192, 227, 10b, 289, 644, 691, 896}. El futuro punto de C viene precedido de una breve noticia, que tal vez provocara su redacción:
"La Casa del Angel Custodio {Así llamaba el Autor también a la Academia DYA} , nuestra 2ª Casa (la 1ª es la Casa del Cielo, con José Mª, Luis y María {Se refiere a los tres fieles del Opus Dei que habían muerto hasta entonces: el sacerdote José María Somoano, el ingeniero Luis Gordon y María Ignacia García Escobar}) también me ha traído algunos disgustillos. Todo por Ti".
A continuación, el texto, que comienza en orden inverso de interrogaciones:
"¿Tienes contradicciones? ¿Estás sufriendo una gran tribulación? Di, muy despacio, etc.".
Puede decirse, a partir de la documentación disponible, que el "Hágase..." –esa larga jaculatoria, o acto de entrega a la Voluntad de Dios– es una de las palabras que más frecuentemente estuvo en los labios del Autor de C hasta el final de su vida. Yo, personalmente, se la oí recitar en diversas ocasiones. Durante un tiempo pensé que era de propia composición. Pero la investigación me ha llevado a comprobar una vez más lo que es una constante de fondo en los escritos del Autor: su plena inserción en la tradición de la piedad y de la fe, hasta en cosas muy pequeñas. En efecto, esa "oración recia y viril" es una de las más antiguas plegarias recogidas en el Enchiridion indulgentiarum de la Santa Sede {Enchiridion indulgentiarum. Preces et pia opera in favorem omnium christifidelium vel quorumdam coetuum personarum indulgentiis ditata et opportune recognita, Typis polyglottis Vaticanis, MCML, pg 4, nº 4. Editio altera MCMLII. Allí se le asigna indulgencia de 500 días y plenaria al mes e in articulo mortis. Fue concedida, primero, por la Sagrada Congregación para las Indulgencias (19-V-1818) y renovada, después, por la Sagrada Penitenciaría Apostólica (9-XII-1932)} , que la sitúa dentro de las invocaciones "Ad Deum unum et trinum".
Lo que no he podido saber es por qué vía y cuándo le llegó al Beato Josemaría el conocimiento de ese texto, que está atestiguado con autógrafo ya desde 1928, es decir, desde la fundación del Opus Dei {El origen de esta jaculatoria parece que guarda relación con la actividad de asistencia y formación de los pobres que realizaba desde 1702 la "Pía Unión de Sacerdotes Seculares de Santa Galla", fundada por Don Girolamo Vaselli en 1702 y muy pronto vinculada al hospicio e iglesia de Santa Galla en la Urbe. La Pía Unión de Sacerdotes seculares de Santa Galla reagrupó en Roma por más de dos siglos a los hombres más selectos del clero, algunos de ellos elevados al honor de los altares. El Papa Pío IX fue director de esta Pía Unión, él beatificaría a una de sus figuras más destacadas, San Juan Bautista De Rossi (1698-1764), canonizado por León XIII en 1881. La Pía Unión de Santa Galla desapareció de hecho con la demolición del hospicio e iglesia. No figura en la lista de asociaciones de la Guía de la Diócesis de Roma (vid Giovanni Battista Proja, "Galla", en Bibliotheca Sanctorum, vol. VI, Istituto Giovanni XXIII, Roma 1965, pgs 8-9; Idem, "Giovanni Battista de Rossi", ibidem pgs 959-963). En todo caso, la documentación existente en el ASV permite saber que el citado Decreto de 1818, concediendo indulgencias a esta jaculatoria, fue dado en respuesta a una petición de esta Pía Unión, cuyos miembros, sin duda, la recitaban y enseñaban a recitarla a los pobres del hospicio. En la exposición de motivos para la petición los sacerdotes de la Pía Unión se refieren a esta jaculatoria "que solía decir el Papa Pío VI" (ASV, Fondo Congregazione delle Indulgenze e SS. Reliquiem, Fogli di Udienza 1816-1820, caja del año 1818, Supplica XV). Toda esta información procede de los documentos que me ha hecho llegar el sacerdote argentino Dr. Rubén Darío Ruiz Mainardi, Roma, a quien agradezco su gentileza.
Es una pequeña octavilla que se encuentra en AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 7, en cuyo dorso hay un membrete de carta que dice: "José María Escrivá y Albás | Presbítero-Abogado | MADRID". Es el primer modelo de carta que utilizó en Madrid. El Beato Josemaría con lápiz rojo escribió: "1928". Vid el contenido íntegro de la octavilla en com / 11}
. El texto de la jaculatoria es idéntico al de C con la sola variante de tener una coma después de "ensalzada".
En todo caso, hay como una eclosión de esta fórmula en el año 1931, donde aparece repetidas veces en sus escritos, primero en castellano, después casi exclusivamente en latín. La primera que tengo controlada es de una carta a Isidoro Zorzano, marzo de 1931, con un texto idéntico al de la octavilla citada:
"Di muchas veces, despacio, paladeándolo: «Hágase, cúmplase, sea alabada y eternamente ensalzada, la justísima y amabilísima Voluntad de Dios, sobre todas las cosas. Amén. Amén» " {Carta de Josemaría Escrivá a Isidoro Zorzano, Madrid 1-III-1931; EF 310301-1}.
La segunda es del 20 de mayo (Cuaderno III, nº 203), en plena persecución religiosa (ocho días antes había sido la célebre quema de conventos en Madrid y por toda España), como se ve por el texto:
"20-V-31: Ayer pude saludar a mi P. Sánchez. Fui de seglar: él tampoco llevaba hábitos. Estuve antes celebrando la Sta. Misa en el noviciado de las Apostólicas {Las Damas Apostólicas, en la antigua Carretera de Chamartín, hoy Paseo de La Habana, 298. Madrid}. Luego saludé a la Superiora de las Reparadoras de Chamartín; allí encontré a unos P.P. Jesuitas. Por ellos supe la residencia del padre Sánchez".
A continuación el texto de la jaculatoria:
"Hágase, cúmplase, sea alabada y eternamente ensalzada la justísima y amabilísima Voluntad de Dios. Amén. Amén" {Falta el "sobre todas las cosas" ("in omnibus" del Enquiridion, o "super omnia", como escribirá en lo sucesivo)}.
A partir de ese día encontraremos en los Cuadernos, al menos 18 veces –que yo haya podido controlar–, el texto completo de la jaculatoria {Las cuatro siguientes son en castellano y también de ese año 1931: Cuaderno IV, nn. 275 (9-9), 356 (28-10), 387 (12-XI) y Cuaderno V, nº 449 (3-XII). El 20 y 21 de diciembre, siempre de 1931, la transcribe en sendas ocasiones en lengua latina: Cuaderno V, nn. 492 y 495. Otras tres veces, también en latín, en 1932: Cuaderno V, n. 789 (19-VII, dos veces), Cuaderno VI, nn. 863 (6-11), 880 (27-XI); en 1933 aparece una vez y en castellano: es el punto de C que comentamos; otras seis veces, en latín, a lo largo de los años 1934-37: EjEsp1934, nº 1771 (20-VII); EjEsp 1935, nn. 1814 y 1828 (17 y 19-IX); Cuaderno VIII, nº 1282 (7-IX-1935) y 1337 (23-V-1936); Cuaderno VIII dpdo, nº 1395 (17-XII-1937: la jaculatoria es el encabezamiento del nuevo Cuaderno, como ya hizo en el V)}. Son más frecuentes todavía las alusiones a esa plegaria en forma abreviada; por ej:
"Anoche, antes de dormirme –hice mis preces y rezos somnolientos y no sé cómo –recé el 'Fiat, adimpleatur' tres veces" {Cuaderno VI, nº 976, 5-IV-1933}.
El mismo Autor de C explicó el sentido que tenía en su vida ese texto. En el Cuaderno V anota:
"... cómo me da gozo y paz la recitación del "hágase" o "fiat", esa jaculatoria solidísima que nos hace identificarnos con la Voluntad de Dios. Pienso –así se lo comuniqué {Habla de un sacerdote amigo suyo} –que deberá ponerse en las paredes del Oratorio, con caracteres artísticos, pero muy legibles, ya que no se pondrán para adorno, sino para que los socios se empapen de tan hermosa doctrina" {Cuaderno V, nº 501, 24-XII-1931}.
Y en la primera página del mismo Cuaderno, después de copiar (en castellano) el texto de la jaculatoria, escribe:
"Comienzo así este quinto cuaderno de catalinas, porque la Obra de Dios viene a cumplir la Voluntad de Dios" {Cuaderno V, nº 449, 3-XII-1931}.
En los EjEsp de 1934 y dentro de una detenida reflexión sobre la Voluntad de Dios en su vida, anotaba para su Confesor:
"Por la misericordia de Dios, El –a pesar de mis pecados (¡nunca más ofenderte, Jesús!)– me hace vivir habitualmente esa vida de amar su Voluntad. De aquí, que casi no tengo penas. Y, aunque V.R. sabe bien que muchas veces –recientemente– sufro, y mucho, hay momentos, muchos también, en que creo –tal es el abandono o la identificación– que no es posible que yo tenga nunca penas. Desde luego, o no las tengo (porque el Señor lo quiere así) o pierden el noventainueve por ciento de su intensidad y duración. ¿No ves, pobre borrico de Jesús, José María, que lo quiere tu Padre-Dios..., y El es bueno..., y El te ama –¡a ti.
solo!– más que todas las madres juntas del mundo pueden amar a sus hijos? Y entonces, recio y viril, el niño paladea: Fiat, adimpleatur, laudetur et in aeternum superexaltetur iustissima atque amabilissima Voluntas Dei super omnia. Amen. Amen" {Apínt, nº 1771, 20-VII-1934. Subraya el Autor. Sobre su conciencia de pecador, vid com / 596. Para el tema del "borrico", vid com / 420, 606 y 998}.
En la Legación de Honduras predicará:
"Sepamos esperar y buscar siempre nuestra alegría en aquella jaculatoria, que tantas veces nos ha procurado la paz: Fiat, adimpleatur, laudetur et in æternum superexaltetur iustissima atque amabilissima voluntas Dei super omnia. Amen. Amen" {PredicHond, "Fiat, adimpleatur", 24-VIII-1937, pg 247; XL. La meditación se titula precisamente "Fiat, adimpleatur". El Autor solía escribir esta jaculatoria en la primera página de los Diarios de los Centros de la Obra}.
El texto que se recibe en C presenta algunas variantes respecto del que se lee en el Enchiridion, cuyo tenor literal es el siguiente (variantes de Apínt entre corchetes):
"Fiat, [Apínt: + adimpleatur] laudetur atque [Apínt: et] in aeternum superexaltetur iustissima, altissima [om Apínt] et [Apínt: atque] amabilissima voluntas Dei in omnibus [Apínt: super omnia] [Apínt: + Amen. Amen.]".

 «  692  »  2Sufres en esta vida de aquí..., que es un sueño... corto. –Alégrate: porque te quiere mucho tu Padre-Dios, y, si no pones obstáculos, tras este sueño malo, te dará un buen despertar.

Texto del Cuaderno VII, nº 1144, fechado en 3-III-1934 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 935, 228, 692}. El tenor literal del texto es idéntico al de C:
En el guión nº 6 de los Círculos de San Rafael que dirigió en el curso 1933-34 se contiene como un apunte de este número, que dice así:
"Un mal sueño, para un buen despertar" {AGP, sec A, leg 50-13, carp 4, exp 1. Círculos de San Rafael: v id. com / 474 nota 17}.
Parecen entremezclarse en este punto temas clásicos del Siglo de Oro español: la mala noche y la mala posada de Santa Teresa (vid p / 703), la vida es sueño de Calderón de la Barca.

 «  693  »  Te duele que no te agradezcan aquel favor. –Respóndeme a estas dos preguntas: ¿tan agradecido eres tú con Cristo Jesús?... ¿has sido capaz de hacer ese favor, buscando el agradecimiento en la tierra?

Texto del Cuaderno VII, nº 1105, fechado en 7-I-1934 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 441, 954b 693, 287, 131, 288, 440, 715, 436}. El tenor literal del texto es casi idéntico al de C. Vid apcrít.

 «  694  »  No sé por qué te asustas. –Siempre fueron poco razonables los enemigos de Cristo.
Resucitado Lázaro, debieron rendirse y confesar la divinidad de Jesús. –Pues, no: ¡matemos al que da la vida!, dijeron1
Y hoy, como ayer.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, redactada en Burgos, fase final de la redacción. El punto de partida pudo ser este apunte de una meditación:
"Miraculi effectus: [...] Pontifices et pharisaei: quid facimus, quia hic homo multa signa facit?... Ab illo ergo die cogitaverunt ut interficerent eum" {EjEsp, Meditación "Lázaro (Jn 11, 1 -53)", Vitoria 23-VIII-1938; guión nº 84}.
Punto en la línea temática abierta en el p / 687. Vid com. El "no sé por qué te asustas" parece indicar un supuesto o un tipo de supuestos que pueden suscitar incluso miedo, temor. Podría estar pensando el Autor en las distintas formas de persecución religiosa que llenan la historia de nuestro siglo y que él y su interlocutor acababan de sufrir y otros continuaban sufriendo {Sin duda el Autor tenía especialmente presente lo que estaban viviendo en España en la guerra civil}. Con todo, el acento que pone en esta consideración está en señalar la "lógica" interna de los "enemigos de Cristo".

 «  695  »  En las horas de lucha y contradicción, cuando quizá "los buenos" llenen de obstáculos tu camino, alza tu corazón de apóstol: oye a Jesús que habla del grano de mostaza y de la levadura. –Y dile: "edissere nobis parabolam" –explícame la parábola.
Y sentirás el gozo de contemplar la victoria futura: aves del cielo, en el cobijo de tu apostolado, ahora incipiente; y toda la masa fermentada.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco (dudo si subserie Ber, escrita en Burgos; o serie Lh, de Honduras). Este p / 695  es como una síntesis de la meditación titulada "El grano de mostaza", predicada en la Legación de Honduras el 25-VII-1937. De ella es este texto:
"... ¿qué es ahora la Obra? Apenas hay nada visible; es verdaderamente el grano de mostaza. Unos pocos hombres, sin prestigio, sin posición económica, sin experiencia, casi todos al comienzo de sus vidas. Pero nosotros conocemos que de este grano de mostaza, en el campo sobrenatural de la Iglesia, crecerá un arbusto que cubrirá todo el mundo con su tallo, con sus raíces, con sus ramas, en las que muchas aves viajeras buscarán cobijo.
Hemos contemplado cómo el Señor, después de hacerlo nacer, lo cuida y lo transplanta y lo riega y lo poda. ¿Cómo reaccionaremos si el huracán se desata, y en algunos momentos no por parte de los malos, sino de los mejores; si experimentamos, en fin, la contradicción de los buenos? Pues lo que acabamos de aconsejar: callar y oír" {PredicHond, "El grano de mostaza", 25-VII-1937, pg 223; XXXVI; la cursiva es del original}.
Ya antes, en 1935, había escrito:
"Bien podemos afirmar que vivimos la parábola del grano de mostaza, que cum seminatum fuerit... minus est omnibus seminibus, cuando se siembra... es la más pequeña de las simientes. Pero, llega a ser tal su desarrollo, ut possint sub umbra eius aves coeli habitare, que las aves del cielo pueden reposar bajo su sombra (Mc 4, 31 -32)" {Instrucción, 9-I-1935, nº 36}.
"Los buenos", "la contradicción de los buenos" es casi un término técnico en la historia de la espiritualidad para designar el sufrimiento –de personas que quieren servir a Jesucristo– ocasionado no en el clima del p / 694  (vid), sino por parte "de los mejores", que estiman tener razones para su conducta (es clásico en este contexto recurrir a las palabras de Jesús: creen "obsequium se praestare Deo", Jn 16, 2). El punto de C va dirigido a fortalecer el ánimo de los que sufren y a fomentar su esperanza. Es interesante la actitud que recomendaba al pequeño grupo de Honduras:
"Cómo reaccionaremos...? Pues lo que acabamos de aconsejar: callar y oír".
Lo que acababa de aconsejar, poco antes del texto citado, era ponerse a la escucha de Dios para sopesar lo que dicen los hombres. Con sus propias palabras:
"Señor nuestro, aquí nos tienes dispuestos a escuchar cuanto quieras decirnos. Háblanos; estamos atentos a tu voz. Que tu conversación, cayendo en nuestra alma como dardo encendido, inflame nuestra voluntad para que se lance fervorosamente a obedecerte. Sí: escuchar en silencio, con atención, a Dios, ha de ser en muchos momentos nuestra oración" {PredicHond, "El grano de mostaza", 25-VII-1937, pg 223; XXXVI}.
Al componer el texto original (Txm), copiando del borrador, el Autor omitió la expresión –muy de su estilo evangélico, por otra parte– que se hace constar en el apcrít {Un texto paralelo es la adición que hizo el Autor en p / 588: "le dices con los apóstoles"}. No sabemos si fue un error de transcripción en la mecanografía o una corrección voluntaria al texto. Me inclino por esto último. En todo caso, así ha pasado a la tradición textual. La actual redacción –"Y dile"–, con su extrema brevedad, confiere a la frase un carácter de conclusión directa, sin aposiciones, que compromete "de golpe" al lector.

 «  696  »  Si recibes la tribulación con ánimo encogido pierdes la alegría y la paz, y te expones a no sacar provecho espiritual de aquel trance.

Texto escrito sobre una octavilla Re, lo mismo que el p / 699, con la misma grafía y secuencia temática. No hay interrelación documental conocida. Parece una reflexión a parte post de la tribulación interior sufrida en la Legación de Honduras y, sobre todo, de la más reciente en el propio Burgos {En marzo de 1938, reflejada en Cuaderno VIII dpdo, nº 1567; Burgos, 7 / 10-III-1938; texto transcrito supra en com / 168, que termina diciendo: "Mi gaudium cum pace, desde hace años, no lo pierdo". Unos días después, ibidem, nº 1568, 21 de marzo: "Soy desgraciado, porque soy pecador y desordenado y no tengo vida interior. Querría llorar, y no puedo. ¡Yo, que he llorado tanto! Y, a la vez, soy muy feliz: no me cambiaría por nadie". Texto completo en com / 151}.
"Provecho espiritual": purificación interior, espíritu de penitencia, discernimiento de las situaciones, afinar en el seguimiento de Cristo, comprender a los demás, no hablar mal de nadie y, sobre todo, humildad. El punto se mueve en el clima general del cap que es infundir ánimo y esperanza ante la tribulación, confortar cariñosamente a los débiles.

 «  697  »  Los acontecimientos públicos te han metido en un encierro voluntario, peor quizá, por sus circunstancias, que el encierro de una prisión. –Has sufrido un eclipse de tu personalidad.
No encuentras campo: egoísmos, curiosidades, incomprensiones y susurración. –Bueno; ¿y qué? ¿Olvidas tu voluntad libérrima y tu poder de "niño"? –La falta de hojas y de flores (de acción externa) no excluye la multiplicación y la actividad de las raíces (vida interior)
Trabaja: ya cambiará el rumbo de las cosas, y darás más frutos que antes, y más sabrosos.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco, perteneciente a la serie Lh, con la grafía característica de las "gaiticas" escritas en Honduras. Por su temática es un texto prototípico de una de las principales vivencias espirituales del Autor en aquella Legación, testimoniada en diversos textos y narraciones. He aquí una carta escrita en aquellos días:
"¡Cómo añoro nuestra casita! {Se refiere a la Residencia de Ferraz, que en los dos últimos años había sido "centro de operaciones" del Autor}. Y no por la comodidad, ni por la rutina, sino porque, tal y como estamos, hay poquísimas probabilidades de continuar mis trabajos: y porque, en nuestra casa, puede Josemaría vivir su locura sin estar en el manicomio. Sin embargo, cuando pienso en esto, pienso también que los niños y los viejos podemos tener una vida fecunda sin actividades exteriores. Y a esta vida me dedico. Haceos niños, ya que no tenéis mis ochenta años (ni falta que os hacen), y así, al no poder echar hojas ni flores, emplead vuestra savia en las raíces –¡aplicaos!–, para que, llegado el momento, florezcáis y fructifiquéis, con frutos plenos de sazón –Leo el párrafo, y casi me da vergüenza haberlo escrito tan primaveral...: pero no lo borro: porque me salí con la mía: os dije lo que os quería decir" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid, 17-IV-1937; EF 370417-1; la cursiva es mía}.
Unos meses después retomaba la idea, ahora predicando el Evangelio:
"¿Qué importa que el invierno cubra de escarcha y hielo nuestro campo, que todo se nos antoje como muerto? Ya vendrá la primavera florida, el otoño fructífero, y entonces se revelará la actividad que ahora se esconde" {PredicHond, "Unión y obediencia", 29-VI-1937, pg 164; XXVI}.
Juan Jiménez Vargas ha escruto sus recuerdos a propósito de este punto de C, que confirman los documentos anteriores:
"En los meses que estuvimos en la Legación de Honduras, nuestro Padre en más de una ocasión, en tertulias o en meditaciones o círculos, hizo comentarios de este tipo. Me parece que este punto concreto nos lo dio a leer en uno de los cuadernos donde iba tomando las notas que luego salieron en Camino" {Relato del 77, pg 17}.
Esta última observación es de interés histórico. Es perfectamente verosímil que este punto estuviera escrito o transcrito por el Autor en el Cuaderno que escribía en la Legación de Honduras. Como ya hemos dicho, los restos que se conservan comienzan en la página 22. Este punto, de acuerdo con la narración de Jiménez Vargas, podía ser uno de los que estaban en las páginas anteriores. Como sabemos, el Autor copió también en octavillas los textos de su Cuaderno que quería dar a leer y meditar a Isidoro Zorzano y a los demás del Opus Dei que estaban en Madrid, fuera de la Legación. Por esta vía se conservaron aquellos pasajes. Vid IntrodGen § 4 (pgs 58-59).
Vid p / 294

 «  698  »  ¿Te riñen? –No te enfades, como te aconseja tu soberbia. –Piensa: ¡qué caridad tienen conmigo! ¡Lo que se habrán callado!

Es éste un punto procedente de la edición de Cuenca, intercalado en esta serie que, hasta el final del cap, está redactada en Honduras y Burgos. El original está en el Cuaderno VII, nº 1161, fechado en 16-III-1934. El tenor literal del texto es casi idéntico al de C. Vid apcrít.

 «  699  »  Cruz, trabajos, tribulaciones: los tendrás mientras vivas. –Por ese camino fue Cristo, y no es el discípulo más que el Maestro1

Texto escrito sobre una octavilla Re, lo mismo que el p / 696, con la misma grafía y secuencia temática. Tampoco hay aquí interrelación documental conocida. El Autor brinda una interpretación cristocéntrica –no cabe otra desde la fe– de la lucha y del camino, llena de esperanza. Ya decía San Agustín: "Luchemos: nuestro combate es patente ante Aquél que lo contempla y nos ayuda" {San Agustín, Sermón 77 A, 1; BAC 441, 1983, pg 414. –Sin Cruz y tribulación no hay "camino". Josemaría Escrivá pedía que se hiciese esta advertencia a los que quieren venir al Opus Dei: "Es importante decirles también con claridad que, al venir a la Obra, no van al Tabor: van al Calvario. Que non est discipulus super magistrum, no es el discípulo más que el maestro (Mt 10, 24) serán objeto de críticas y murmuraciones" ("Instrucción", 9-1-1935, nº 283; cursiva del original)}.

 «  700  »  Conforme: hay mucha lucha de fuera y esto te exime, en parte. –Pero también hay complicidad dentro –mira despacio– y ahí no veo eximente.

Texto escrito sobre una octavilla Re. Posible punto de partida es este pasaje de un guión de predicación:
"Más 'tragedias': lucha de fuera y de dentro..., siempre con la complicidad de dentro: época, ambiente; debilidad, malicia; demonio...: ideas que seducen y arrastran..." {EjEsp, Plática "Perfección en las cosas pequeñas", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 107}.

 «  701  »  ¿No has oído de labios del Maestro la parábola de la vid y los sarmientos? –Consuélate: te exige, porque eres sarmiento que da fruto... Y te poda, "ut fructum plus afferas"– para que des más fruto.
¡Claro!: duele ese cortar, ese arrancar. Pero, luego, ¡qué lozanía en los frutos, qué madurez en las obras!

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco y perteneciente a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. Los días 28 y 29-VI-1937, en sendas meditaciones, fue desgranando el sentido del pasaje de Juan 15, 1-8:
"3) Habla Jesús, y de sus labios sale la parábola de la vid y los sarmientos: el sarmiento separado de la vid se seca, y será echado al fuego; y el que está unido a la vid sufrirá la poda, ut fructum plus afferat {Jn 15, 2  }, para que dé más fruto" {PredicHond, "Congregavit nos in unum Christi amor", 28-VI-1937, pg 155; XXV}.
"¿Por qué me lamento también de todo lo que me rodea y me sucede, de las personas que están conmigo, de su trato, de sus flaquezas, de las mías...? ¿No ocurre todo así para bien mío? Vamos a preguntarnos: ¿qué hace el buen labrador con su viña? ¿No la vigila cuidadosamente para podarla en el tiempo oportuno? Pues si yo estoy unido a la Vid, he de alegrarme de estas humillaciones, de estas contradicciones, de esta poda –porque ésta es la poda que el Maestro realiza en mi alma, donde hay tanto, tanto, que cortar–, que es el medio para que yo dé frutos más seguros y jugosos. ¿Desde cuándo se queja la cepa –como dicen los labradores– al ser podada por su dueño?" {PredicHond, "Unión y obediencia", 29-VI-1937, pg 164; XXVI}.
"Pues si soy sarmiento pegado a la Vid, que participa de su Sangre y de su savia, ¿a qué vienen estas intranquilidades, estas impaciencias, estos escozores que la conducta mía y la de los demás me producen? ¿Por qué me quejo de este aplanamiento que me impulsa a pasar el día como en el limbo? ¿No soporta el sarmiento su invierno, en el que toda vida se amortigua y parece cesar? Muchos meses pasa convertido en palo desnudo; mas apenas comience el verano, surgirán la yemas que se cuajarán, cuando octubre venga, en el oro negro y rojo de los racimos. Que ahora parezco dormir... ¿y qué? {En las palabras de esta meditación parece traslucirse el sufrimiento interior del Beato Josemaría en aquellos días de Honduras: una verdadera noche del espíritu, una prueba espiritual muy dolorosa para el alma, que Dios en ocasiones hace pasar a los santos para purificarlos y asociarlos más íntimamente a la obra de la Redención. Sobre el tema vid com / 151}. Hasta de estar en Babia {Babia: territorio de las montañas de León. Estar, o vivir, en Babia: "hallarse muy distraído y embobado y con el pensamiento muy distante de lo que se está tratando o importa" (José María Iribarren, El porqué de los dichos, 10ª ed, 1997, pg 39-40)} sacaré provecho, si continúo unido a mi Vid. Ya llegará el verano y la savia henchirá mis venas y bullirá impetuosa, para brotar por los poros en frutos recios y sabrosos" {PredicHond, "Unión y obediencia", 29-VI-1937, pg 163; XXVI}.
Nótese cómo el Autor, también en la lengua latina, modifica el texto de la Vulgata para adaptarlo al estilo coloquial de su texto: escribe "afferas" en vez de "afferat". Este "tú" es proyección, sin duda, del "vosotros" del versículo 16.
Véase p / 998: madurez en los frutos, lozanía en el huerto.

 «  702  »  Estás intranquilo. –Mira: pase lo que pase en tu vida interior o en el mundo que te rodea nunca olvides que la importancia de los sucesos o de las personas es muy relativa. – Calma: deja que corra el tiempo; y, después, viendo de lejos y sin pasión los acontecimientos y las gentes adquirirás la perspectiva, pondrás cada cosa en su lugar y con su verdadero tamaño.
Si obras de este modo serás más justo y te ahorrarás muchas preocupaciones.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco y perteneciente a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. Continúa claramente la experiencia espiritual del punto anterior:
"En el camino del cristiano, de cada uno de nosotros, ¡cuántas luchas interiores, cuántas humillaciones, cuánta incomprensión! ¡Qué huracanes se alzan!: el brillo de los honores y del mando, la atracción del oro, la carne en racimo jugoso y maduro... Y tantas pequeñeces, cada día, que se agrandan en un momento hasta parecer cordilleras ingentes, que no vamos a poder superar. Intranquilidad, zozobra, disgusto de uno mismo y de lo que nos rodea" {PredicHond, "Amor a Cristo en su Pasión", 28-VI-1937, pg 156; XXIV}.

 «  703  »  Una mala noche, en una mala posada. –Así dicen que definió esta vida terrena la Madre Teresa de Jesús. –¿No es verdad que es comparación certera?

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Not. La "gaitica" pudo salir al releer un guión en el que está escrito:
"Mala noche en mala posada" {EjEsp, Plática "Espíritu de fe", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 101}.
El Autor utiliza la expresión popular de filiación teresiana: "una mala noche en una mala posada". El texto de Teresa en Camino de Perfección es ligeramente diversa: "todo es una noche la mala posada" {Camino de Perfección, ms de Valladolid, cap 40, 9; BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 409: "Pues para una noche una mala posada se sufre mal, si es persona regalada (que son los que más deben ir allá [al infierno]), pues posada de para siempre, para sin fin, ¿qué pensáis sentirá aquella triste alma? Que no queramos regalos, hijas; bien estamos aquí; todo es una noche la mala posada"}. Por eso el Beato Josemaría escribe: "dicen que definió". El sentido es claro: que no asuste la tribulación porque esta vida es breve y nos espera el Cielo para siempre, para siempre... (vid p / 182).

 «  704  »  Una visita al monasterio famoso. –Aquella señora extranjera sintió apiadársele las entrañas al considerar la pobreza del edificio: "¿Deben llevar ustedes una vida muy dura, no?" Y el monje, satisfecho, se limitó a contestar: "Tú lo quisiste, fraile mostén; tú lo quisiste, tú te lo ten".
Esto, que gozosamente oí decir a ese santo varón, tengo que decírtelo a ti con pena, cuando me cuentas que no eres feliz.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Jef. Tal vez sea éste el punto de C que he podido documentar más exhaustivamente. Sin duda la redacción material de la "gaitica" arranca, como tantos otros puntos escritos en la fase final de la redacción, de una anotación de los guiones de predicación del Autor, que recogían su experiencia espiritual. Allí se lee:
"A los que tenemos obligación de ser santos: Monje de Silos: Tú lo quisiste, fraile mostén: tú lo quisiste, tú te lo ten" {EjEsp, Meditación "Tres binarios", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 103. En el guión, a "Monje de Silos" precede "Abad de Silos", tachado. Efectivamente, entonces era Abad de Silos el P. Luciano Serrano, que, como se verá después, no estaba en aquella visita al monasterio}.
Un mes antes de preparar este guión en Ávila {Vid § 7, 3, a, nt 21} , exactamente el 13-VII-1938, José María Albareda dejó anotado (en el "Diario" que llevaba el pequeño grupo que vivía con el Autor en Burgos) que ese día el Beato Josemaría y el propio Albareda acompañaron a un matrimonio, conocido de este último, a visitar el Monasterio de Silos. Iban en el coche de estos señores. Él se llamaba Dionisio Trigo, "representante del Gobierno Nacional en Puerto Rico" {Con fecha 27-V-1998 recibí esta carta del Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores: "Estimado señor: En respuesta a la instancia presentada por Vd. en este Archivo, le confirmo que Dionisio Trigo Marcos fue nombrado Vicecónsul Honorario de España en San Juan de Puerto Rico en 1933. Cesó en octubre de 1936. En agosto de 1938 el Gobierno de Burgos se refiere a él como Representante Oficioso del Gobierno Español en Puerto Rico. Un cordial saludo, Cristina González Martín, Directora del Archivo General"} y ella "doña Sara". Les enseñó el Monasterio el P. Germán Prado y otro fraile. Regresaron por la tarde. Hasta aquí, Albareda. ¿Tendría que ver esta visita con la anécdota del p / 704? La alusión a la señora "extranjera" parecía excluirlo, pues se trataba de un matrimonio español.
Un documento de 1940 –que recogía notas de la predicación del Beato Josemaría– permitió, no obstante, identificar claramente a la esposa de Trigo con la "extranjera" del punto de C {El documento a que me refiero son unos extensos apuntes de los EjEsp que predicó el Autor de C a los seminaristas de Valencia del 2 al 9-XI-1940 (AGP, sec A, leg 100-38, carp 1, exp 18). Fueron tomados por un sacerdote de aquella ciudad, Vicente Moreno Boria, Superior del Seminario. En la transcripción que se conserva en AGP se le agregaron algunos pequeños complementos procedentes de otra serie de apuntes tomada por otro sacerdote, Emilio M. Aparicio Olmos. Esa transcripción es la que citamos en nuestra edición, referenciada al autor principal. El Beato Josemaría se debió servir en esta ocasión de parte de los guiones de predicación de los EjEsp de Vitoria y Vergara. El pequeño apunte del Autor transcrito más arriba en el texto, aparece en las notas de Vicente Moreno en los mismos términos} :
"Un día visitaba el Monasterio de Silos un diplomático, acompañado de su señora. Esta, al ver la humedad del recinto, aquellas lóbregas habitaciones, aquella pobreza, se tomó la libertad de gastar algunos piropos (sic) al Padre superior. Oiga, Padre: ¿aquí no hay comodidades?... Padre, ¿en invierno hace mucho frío? Y el Padre contestó: Tú lo quisiste, fraile mostén; tú lo quisiste, tú te lo ten" {EjEsp , Meditación 4.2ª, Valencia 6-XI-1940; notas de D. Vicente Moreno; AGP, sec A, leg 100-38, carp 1, exp 18}.
La señora extranjera del p / 704  era, sin duda, aquella "doña Sara", de la que hablaba Albareda en el "Diario". A partir de los datos del Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores transcritos en nt 51, no fue difícil identificar al matrimonio Trigo en Puerto Rico. Dionisio Trigo (1883-1939) era, en efecto, español, nacido en Villafranca de los Barros (Badajoz) y emigró joven a Puerto Rico, donde hizo una notable fortuna. Su esposa –la "señora extranjera" del p / 704 –, Sara de Orbeta, no era española, efectivamente, sino portorriqueña. La familia –hijos y nietos– es muy conocida en la isla del Caribe {Datos proporcionados por el sacerdote Javier Bernaola, San Juan de Puerto Rico, en carta de 18-IX-1998, a quien agradezco su información. –En el Archivo del Monasterio de Silos se conserva el "Libro de Portería" correspondiente a los años 1937-1944, que resuelve toda la cuestión. En el fol 72v están las firmas del pequeño grupo: los Trigo, los hermanos José María y Ginés Albareda y el Autor de C (Arch. Silos 5-a-23)}.
"Tú lo quisiste, fraile mostén; tú lo quisiste, tú te lo ten". Las explicaciones al matrimonio Trigo corrían sin duda a cargo del P. Germán Prado, con quien tuvo buena amistad el Autor de C {Vid, sobre el P. Germán Prado, IntrodGen § 10 nt 14 y com / 543}. Él, por tanto, fue el que utilizó esta "frase popular con que replicamos a la persona que se nos conduele de lo que ella sólo es causante" {Ramón Caballero, Diccionario de modismos de la Lengua Castellana, El Ateneo, Buenos Aires 1942. El tenor originario de esta sentencia parece ser que era versificado y decía así: "Tú te metiste, / fraile mostén; / tú lo quisiste, / tú te lo ten". El sentido, claro en el punto de C, lo explica así Iribarren: "Tú quisiste meterte fraile...; pues aguanta las penalidades de la vida de religión" (José María Iribarren, El porqué de los dichos, 10ª ed, 1997, pg 322)}. "Mostén" es mostense, premonstratense, la Orden de Canónigos Regulares que fundó San Norberto en el desierto de Premontré, cerca de Lyon (Francia)

 «  705  »  ¿Inquietarte? –Jamás: que eso es perder la paz.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco y perteneciente a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. La predicación de aquellos días lo atestigua:
"Hemos trabajado para abandonar este lugar y no lo hemos logrado; uno a uno han ido fracasando todos los recursos que hemos utilizado {Se refiere a los intentos de salir de la Legación por vía diplomática a un país extranjero, para pasar desde ahí a la zona nacional. Poco después el Beato Josemaría abandonaba la Legación para preparar el paso a la zona nacional de manera clandestina a través de los Pirineos. Vid com / 81}. ¿Cómo reaccionaremos? No perder la paz; continuar poniendo, desde luego, todos los medios que se nos ocurran; esperar en Dios llenos de confianza" {PredicHond, "Fiat, adimpleatur", 24-VIII-1937, pg 246; XL. Vid supra com / 691}.
"Hijos míos, paz. Considerando esta confianza en Jesucristo –que nunca ha de abandonarnos–, obtendremos una confirmación de nuestra paz. El está con nosotros. El mar que nos rodea, es cierto, parece a ratos un cristal azogado cuya lisa superficie no riza ningún viento; otras veces se alzan montes de agua que nos anegan, que nos hunden –así amenazan– en los abismos más profundos. Estas tempestades pueden suponer un peligro de zozobra, o para la barca de la Obra, o para la de nuestra alma. ¿Habremos de inquietarnos por eso? No, si permanecemos junto a Cristo" {PredicHond, "Jesucristo dormido en la barca", 19-VII-1937, pg 211; XXXIV}.

 «  706  »  Decaimiento físico. –Estás... derrumbado. –Descansa. Para esa actividad exterior. –Consulta al médico. Obedece, y despreocúpate.
Pronto volverás a tu vida y mejorarás, si eres fiel, tus apostolados.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco y perteneciente a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. Evidentemente no era ése el contexto de Honduras, como ya sabemos. Pero era un tema que el Autor siempre tuvo muy presente en la dirección de almas: el influjo de la salud en el tono espiritual y la vida interior. A González Barredo, que estaba con él en la Legación había escrito en 1935:
"Procura "despreocuparte" de todo lo que te inquiete. Lo que quita la paz no es de Dios. Cúmpleme las Normas, y después –como Norma también– duerme mucho y come mucho, ¿oyes? No dejes de contarme cómo estás de salud" {Carta de Josemaría Escrivá a José María González Barredo, Madrid 28-VII-1935; EF 350728-1}.
Y a Calvo Serer, internado en un hospital de la zona republicana durante la guerra civil, escribe desde la Legación:
"Esos vivos deseos de ponerte bueno, no dudes que pronto serán realidad. Mientras, haz lo que te ordene el médico. ¡Ah! Y, si puedes, puedes seguir también el plan de José María" {Carta de Josemaría Escrivá a Rafael Calvo Serer, Madrid 7-VII-1937; EF 370707-1. "El plan de José María": el plan de vida espiritual que el Autor le ha recomendado}.
Este punto, lleno de esperanza, situado al final del cap "Tribulaciones", es como una síntesis del proceso humano y sobrenatural que estaban viviendo en aquellos duros años de la guerra: "Tu cognovisti sessionem meam et resurrectionem meam" (Sal 140, 2).

 «  LUCHA INTERIOR  » 

Vid Introd al cap precedente. Este cap, como hemos dicho, es fruto del desdoblamiento del cap "Tribulaciones" de la edición de Cuenca: una parte del contenido –con numerosas adiciones– pasó al cap de C del mismo nombre, y la parte principal –con algunos añadidos– dio lugar al presente cap, que el Autor tituló "Lucha interior". En la redacción va siguiendo el orden de las consideraciones de Cuenca, intercalando en el momento oportuno los puntos nuevos. Hasta el p / 712  los materiales son de Cuenca.
Ya no estamos, como en el cap "Tribulaciones", ante las dificultades de fuera. El ámbito temático de esta "Lucha interior" está claramente señalado en el punto primero: "No te turbes si al considerar las maravillas del mundo sobrenatural sientes la otra voz –íntima, insinuante– del hombre viejo" (p / 707). Al final del cap, el Autor incluye la serie de puntos sobre la fe-confianza en Dios con la que ya acababa el tema en Cec: "Confía siempre en tu Dios. –Él no pierde batallas" (p / 733).
"Lucha interior" consta de veintisiete puntos: dieciséis proceden del antiguo cap "Tribulaciones" de Cec, los otros once fueron añadidos en Burgos.

 «  707  »  No te turbes si al considerar las maravillas del mundo sobrenatural sientes la otra voz –íntima, insinuante– del hombre viejo.
Es "el cuerpo de muerte", que clama por sus fueros perdidos... Te basta la gracia: sé fiel y vencerás.

Estamos ante una concentrada meditación de textos paulinos (vid apcrít) y sitúa desde el principio el clima del combate interior del cristiano en el horizonte de San Pablo: "Anímate: él también luchaba", había escrito ya el Autor en el p / 138. Sobre el tema "hombre viejo", vid p / 262, 138  y 207 con sus com. La animosa exhortación final es una síntesis de 2Co 12, 9  ("Te basta mi gracia") y Ap 2, 10: ("sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida")
Este p / 707  era el tercero del primitivo cap "Tribulaciones" y procede del Cuaderno VI, nº 879, fechado en 25-XI-1932 {Ese día copió también en el Cuaderno, precediendo al 707, los p / 444  y 445}. El punto pasó a las cuartillas a velógrafo y después al texto impreso de Cuenca. El tenor literal es prácticamente idéntico al de C {En el Cuaderno en vez de "la gracia" decía primero "su gracia" y fue corregido}.

 «  708  »  El mundo, el demonio y la carne son unos aventureros que, aprovechándose de la debilidad del salvaje que llevas dentro, quieren que, a cambio del pobre espejuelo de un placer –que nada vale–, les entregues el oro fino y las perlas y los brillantes y rubíes empapados en la sangre viva y redentora de tu Dios, que son el precio y el tesoro de tu eternidad.

Texto del Cuaderno VI, nº 904, 9-I-1933 {Escrito a la vez que los futuros p / 615  y 22}. El tenor literal del texto es idéntico al de C {En el Cuaderno decía primero "brillantes" y después intercaló el artículo: "los"}. Es un punto que guarda una íntima relación con el anterior.
Mundo, demonio y carne son, en la catequética tradicional, "los enemigos del alma". Esta "trilogie malfaissante" (André Combes), bien discernida por San Agustín {De agone christiano, 6 (PL 40, 294); BAC 121, 1955, pg 486} y San Bernardo {In Canticum, sermo 1, 9 (PL 183, 788 D); BAC 491, 1987, pg 84s}, entra en la gran catequética del XVI. El Catecismo del Concilio de Trento (1566) habla de ellos en relación con el sacramento de la Confirmación: en el que "se nos da el Espíritu y unas nuevas energías con las que podemos resistir y rechazar valientemente a la carne, al mundo y al demonio (carni, mundo, et Satanae), que son nuestros perpetuos enemigos" {Catechismus Romanus, 2, 1, 28; ed. P. Rodríguez, Città del Vaticano / Pamplona 1989, pg 173, lin 451-453}. La doctrina y la fórmula llega hasta nuestros días {Los célebres Catecismos de Astete (1576) y Ripalda (1591), en los que aprendieron la doctrina cristiana durante siglos los niños españoles, tienen sendas secciones sobre el tema (Catecismos de Astete y Ripalda, Luis Resines (ed.), BAC 493, Madrid 1987) Astete: "Los enemigos del alma, de que hemos de huir, son tres: Mundo, Demonio y Carne" (pg 178); Ripalda: "Los enemigos del alma son tres: Mundo, demonio y carne" (pg 363)}. Todo, en realidad, es una glosa y una catequesis sobre la doctrina de San Pablo.
El Autor supone conocida por el lector esta doctrina catequética. Por eso él no habla de los "enemigos del alma", sino de los "aventureros" dispuestos al asalto y del "salvaje que llevas dentro" –algo muy próximo al "cuerpo de muerte" del p / 707  –, que es al que hay que vencer para que los aventureros no tengan cómplices, como ya decía San Agustín: " No temáis a ningún enemigo exterior: véncete a ti mismo y el mundo está vencido: te vince et mundus est vinctus" {San Agustín, Sermo 57, 9; BAC 441, 1983, pgs 139-140}.
La imagen que emplea el Autor no está tomada de la naturaleza, sino de la historia: los engañosos trueques entre los conquistadores españoles y los indígenas del Nuevo Mundo: oro por vidrio de color. A este propósito, Ibáñez Langlois ha señalado que la imagen manifiesta, con interna propiedad teológica, una esencial dimensión del pecado: el pecado como estafa {Cfr José Miguel Ibáñez Langlois, Josemaría Escrivá como escritor, (2002), pg 21}.
El punto es una forma vivencial y gráfica de designar esa realidad que permanece "dentro" del hombre justificado en Cristo –personificada en el "salvaje"– y que el Concilio de Trento llama "concupiscencia" o "fomes peccati", porque del pecado procede y al pecado incita {Conc de Trento, sess. V, Decr. de peccato originali, DB 1515; Catechismus Romanus, 2, 2, 43}. Trento dice que permanece en el hombre "ad agonem", para el combate por seguir a Cristo. Hay que repetir aquí el "Te basta la gracia" del punto anterior.

 «  709  »  ¿Oyes? –En otro estado, en otro lugar, en otro grado y oficio harías mucho mayor bien. –¡Para hacer lo que haces no hace falta talento!.
Pues yo te digo: donde te han puesto agradas a Dios..., y eso que venías pensando es claramente sugestión infernal.

Texto del Cuaderno VI, nº 1033, 7-VII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 794, 400, 190, 840, 709, 684, 598, 926} , que circuló primero a velógrafo y luego en el texto impreso. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación. En el p / 949  se lee: "no olvides que en todos los sitios puedes y debes santificarte". Léase este p / 709  en íntima relación p / 832  y p / 837  y sus com con las referencias allí señaladas.

 «  710  »  Te apuras y entristeces porque tus Comuniones son frías, llenas de aridez. –Cuando vas al Sacramento, dime: ¿te buscas a ti o buscas a Jesús? –Si te buscas a ti, motivo tienes para entristecerte... Pero si –como debes– buscas a Cristo, ¿quieres señal más segura que la Cruz para saber que le has encontrado?

Texto del Cuaderno VII, nº 1122, 20-I-1934, que pasó directamente al texto impreso de Cuenca {En ese día escribió el p / 933}. El tenor literal es idéntico al de C {"motivo tienes para". Anterior redacción, tachada, en el Cuaderno: "haces bien en"}, con sólo variantes de puntuación.

 «  711  »  Otra caída... y ¡qué caída!... ¿Desesperarte?... No: humillarte y acudir, por María, tu Madre, al Amor Misericordioso de Jesús. –Un "miserere" y ¡arriba ese corazón! –A comenzar de nuevo.

Texto del Cuaderno VI, nº 1063, fechado en 17-X-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 105, 711, 954 ª}. Pasó directamente al impreso de Cuenca.
"Otra caída y ¡qué caída!... ¿Desesperarte?... No: humillarte y acudir, por María tu Madre, al Amor Misericordioso de Jesús. Un "miserere" y ¡arriba ese corazón! Nunc coepi! A comenzar de nuevo".
Este punto debe ponerse en estrecha relación con el p / 404, redactado un par de meses después: ambos abordan, de un modo o de otro, el mismo tema y acaban con el mismo grito: "¡a comenzar de nuevo!".
Nótese –vid apcrít– que el "Nunc coepi" del Cuaderno no pasó al texto impreso {El "nunc coepi", en cambio, es el tema de sendos puntos de Surco y Forja: " 'Nunc coepi!' –¡ahora comienzo!: es el grito del alma enamorada que, en cada instante, tanto si ha sido fiel como si le ha faltado generosidad, renueva su deseo de servir –¡de amar!– con lealtad enteriza a nuestro Dios" (Surco, 161). "Di despacio, con ánimo sincero: "nunc coepi!" –¡ahora comienzo!– No te desanimes si, desgraciadamente, no ves en ti la mudanza, efecto de la diestra del Señor...: desde la bajeza tuya, puedes gritar: ¡ayúdame, Jesús mío, porque quiero cumplir tu Voluntad..., tu amabilísima Voluntad!" (Forja, 398)}. Es una expresión de la Vulgata {Sal 78, 11: "et dixi: Nunc coepi, haec mutatio dexterae Excelsi". La Vulgata sigue a la traducción de los LXX De ambas depende Torres Amat. San Jerónimo y la Neovulgata hacen una lectura diferente, que ha inspirado las traducciones modernas: "et dixi: Hoc vulnus meum, mutatio dexterae Excelsi". La cuestión depende de que la palabra hebrea correspondiente sea leída como hâlal, "comenzar", o hâlâh, "debilitarse, sufrir" (Louis Pirot-Albert Clamer, La Sainte Bible, Paris 1950, V, pg 421)} que estaba frecuentemente en los labios del Autor para animarse y animar a otros a recomenzar, a reestrenar la vida nueva en Cristo, o, como también solía decir, a "hacer de hijo pródigo" {"El que hizo el cielo y la tierra es ese Padre entrañable que espera que volvamos a el continuamente, cada uno como un nuevo y constante hijo pródigo" (Es Cristo que pasa, 91).}.
Transcribo un apunte de Burgos sobre el "Nunc coepi", escrito en las vísperas de Pentecostés de 1938:
"Esta noche me quedaré en los Carmelitas, en la vigilia organizada por la Juventud Católica. No sé. Espero mucho, para mi alma, de esa vela.
¡Oh, Jesús, Jesús! ¿Cuándo diré el nunc coepi definitivo?
Volvamos a la tierra: me he dado un buen tute de coser: creo que he echado yo en la sotana más puntadas que el sastre" {Considera que Dios no pierde batallas. Si te alejas de Él por cualquier motivo, reacciona con la humildad de comenzar y recomenzar; de hacer de hijo pródigo todas las jornadas, incluso repetidamente en las veinticuatro horas del día" (Amigos de Dios, 214) Cuaderno VIII dpdo, nº 1574, 4-VI-1938}.
Este p / 711, junto con el p / 914, son los dos únicos lugares de C en los que se alude expresamente al "Amor Misericordioso", devoción que –como se ha dicho en com / 316– se extendía en aquellos años veinte y treinta en España, impulsada por el P. Arintero OP (1860-1928), y con la que el Autor de C conectó muy vivamente en su piedad personal. Vid también com / 533, 754 y 813. En sus Cuadernos hay numerosas anotaciones sobre el tema, de las que copiamos estas dos:
"Acerca del Amor Misericordioso diré que es una devoción que me roba el alma" {Cuaderno V, nº 510, 25-XII-1931. Era una devoción suya particular. Unas líneas más abajo escribe: "sé que Dios no quiere en la Obra –y acabo de decirlo– devociones o imágenes privativas [...] En esto, como en todo, tengan autonomía los socios, sin detrimento de la unidad de formación"}.
"¡Oh, Jesús! Si, siendo ¡como he sido! –pobre de mí–, has hecho lo que has hecho, si yo correspondiera, ¿qué harías? Da pasmo y congoja de Amor y Dolor, ver hasta dónde ha llegado conmigo tu Amor Misericordioso" {Notas de EjEsp , Madrid 1935; Apínt, nº 1828}.
Por otra parte esta experiencia espiritual guardaba en el Autor relación íntima con su camino de infancia espiritual.

 «  712  »  ¡Muy honda es tu caída! –Comienza los cimientos desde ahí abajo. –Sé humilde. –"Cor contritum et humiliatum, Deus, non despicies". –No despreciará Dios un corazón contrito y humillado.

Texto del Cuaderno VII, nº 1134, fechado en 11-II-1934 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 712, 619, 945}. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación. Pasó directamente al texto impreso.
El pensamiento y el consejo del Autor se mueven en el horizonte de la doctrina de San Pablo: "donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia" (Rm 5, 20), señalando que en el medio se sitúa la humildad que lleva a la contrición. El Beato Josemaría se servía del verso del salmo Miserere para hacer actos de contrición en su vida cotidiana.

 «  713  »  Tú no vas contra Dios. –Tus caídas son de fragilidad. –Conforme: pero ¡son tan frecuentes esas fragilidades! –no sabes evitarlas– que, si no quieres que te tenga por malo, habré de tenerte por malo y por tonto.

Este punto y el siguiente proceden de las "gaiticas" de Burgos. Escritos ambos sobre octavillas Re, sin interrelación documental conocida y con temática sumamente próxima. En realidad dos maneras de transmitir el mismo mensaje.
Son ambos pasajes –y en cierto sentido el p / 716 – como "instantáneas" de sendas conversaciones con alguien que "no reacciona" y busca salidas "conformistas". El Autor –el sacerdote– le explica de manera gráfica y contundente cuál es la realidad... para que reaccione. Es un ejemplo clásico del discernimiento de un director espiritual, que sabe cuándo conviene animar o amonestar {Un residente de Ferraz del curso 1935-36 rememora al cabo de los años el talante de Escrivá como director de almas: "Dirigió espiritualmente a los residentes con una inteligencia y un tacto poco comunes. Era muy claro: llamaba "al pan, pan y al vino, vino" en las pláticas frecuentes que nos dirigía, que nunca eran sermones, sino algo familiar, sin retórica ni barroquismo. Ameno y convincente. Gustaba oírle hablar. Siempre pisaba la tierra aun hablando de tejas para arriba" (José María García Segovia, Testimonio, 31-I-1976; AGP, sec A, leg 100-24, carp 3, exp 12). –José María García Segovia (1914-2001) natural de Jaén y sobrino de Josefa Segovia, cofundadora de la Institución Teresiana, estudió la carrera de Leyes y ejerció la judicatura. Fue Alcalde de Jaén. Conoció al Autor en 1935, por ser residente de DYA, en la calle de Ferraz, donde acudió aconsejado por Pedro Poveda (vid IntrodGen § 7, 3 b; pg 135)}. En los p / 712  y 713 está amonestando. El clima y el mensaje de todo el cap –que se llama así: "Lucha interior"– es animar a todos a tomarse con seriedad el seguimiento de Cristo. La debilidad personal no le preocupaba, si había "lucha" (vid p / 724). Por eso, estas amonestaciones tienen en el contexto de C el marco que señala el p / 483  (vid): "¡Ánimo! Tú... puedes". Y el "Forti animo esto" que se lee un poco más abajo en el p / 715.
El mismo juego de palabras en p / 370: "Si no eres malo, y lo pareces, eres tonto".

 «  714  »  Un querer sin querer es el tuyo, mientras no quites decididamente la ocasión. –No te quieras engañar diciéndome que eres débil. Eres... cobarde, que no es lo mismo.

Vid lo dicho para el punto anterior. La expresión "un querer sin querer" era antigua en la pluma y en la predicación del Autor, que en 6-XI-1932 escribía en su Cuaderno (nº 863):
"Domingo-6-XI-932: Ayer de madrugada murió nuestro hermano Luis Gordon y Picardo. ¡Otro! Nuestra Señora se lo ha llevado también en sábado. [...] La Cruz, la Santa Cruz pesa sobre la Obra de Dios. De una parte, mis pecados. De otra, dos que se van de la tierra {El otro era don José María Somoano, sacerdote} , otro lejos {Isidoro Zorzano, que estaba destinado en Málaga} , otro más lejos (aunque no materialmente), otros con enfermedades y tribulaciones..., y otros que tienen un "querer sin querer"... Fiat, adimpleatur, laudetur et in aeternum superexaltetur, iustissima atque amabilissima Voluntas Dei super omnia. Amen. Amen. O.c.P.a.I.p.M." {Sobre esta sigla vid com / 11. Sobre "Fiat, adimpleatur..." vid com / 691}.

 «  715  »  Esa trepidación de tu espíritu, la tentación, que te envuelve, es como una venda sobre los ojos de tu alma.
Estás a oscuras. –No te empeñes en andar solo, porque, solo, caerás. –Ve a tu Director –a tu superior– y él hará que oigas aquellas palabras de Rafael Arcángel a Tobías:
"Forti animo esto, in proximo est ut a Deo cureris" –Ten ánimo, que pronto te curará Dios1. –Sé obediente, y caerán las escamas, caerá la venda de tus ojos2, y Dios te llenará de gracia y de paz.

Texto procedente del impreso de Cuenca. Original en el Cuaderno VII, nº 1108, fechado en 7-I-1934 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 441, 954b 693, 287, 131, 288, 440, 715, 436}.
El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación. En el Cuaderno, en primera redacción se leía "Esas trepidaciones", que fue corregido allí mismo.

 «  716  »  .¡No sé vencerme!, me escribes con desaliento. –Y te contesto: Pero, ¿acaso has intentado poner los medios?

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Escrito en Burgos. La carta a la que se alude no he podido encontrarla. La exhortación a "poner los medios" era habitual en el Autor, como se ve en la carta circular que dirigió, recién llegado a Burgos, a todos los fieles del Opus Dei. Les da instrucciones y consejos, invitándoles a hacer una seria labor de apostolado. Y concluye:
"No me digas que no puedes: dime, mejor, que no pones los medios" {Carta circular de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei, Burgos 9-I-1938; EF 380901-1}.

 «  717  »  ¡Bienaventuradas malaventuras de la tierra! –Pobreza, lágrimas, odios, injusticia, deshonra... Todo lo podrás en Aquel que te confortará1

Texto procedente de una anotación de los EjEsp que hizo en 1933 y que no pasó al velógrafo, sino al texto impreso:
"Bienaventuranzas ¡Bienaventuradas malaventuras de la tierra! Pobreza, lágrimas, odios, injusticia, deshonra... Todo lo podré en Aquel, que me confortará. Sin tu ayuda, no sé, Dios mío, ni levantar una paja del suelo" {Apínt, nº 1716, 25-VI-1933; la cursiva es del original}.
En la víspera de Navidad de ese año volverá a anotar en su Cuaderno:
"¡Bienaventuradas malaventuras de la tierra!" {Cuaderno VII, nº 1092, 24-XII-1933}.

 «  718  »  Sufres... y no querrías quejarte. –No importa que te quejes –es la reacción natural de la pobre carne nuestra–, mientras tu voluntad quiere en ti, ahora y siempre, lo que quiera Dios.

Texto copiado el 5-I-1934 en el Cuaderno VII, nº 1099 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 110, 718, 435, 983, 386, 325, 65, 178, 174, 802, 173}. Vid apcrít {"en ti ahora y siempre", interlineado en el Cuaderno}.
Se diría que la consideración se hace meditando la oración de Jesús en el Huerto y su diálogo con el Padre. El quejarse parece apoyado en el "Aparta de mi este cáliz" (Mc 14, 36) y encuentra su legitimidad en la identificación con la Voluntad de Dios. Interesante el interlineado que el Beato Josemaría introdujo en su propia redacción en el Cuaderno para subrayar esa identificación.

 «  719  »  Nunca te desesperes. Muerto y corrompido estaba Lázaro: "jam foetet, quatriduanus est enim" –hiede, porque hace cuatro días que está enterrado, dice Marta a Jesús1
Si oyes la inspiración de Dios y la sigues –"Lazare, veni foras!" –¡Lázaro, sal afuera!–, volverás a la Vida.

Texto escrito sobre una octavilla Bl con grafía gruesa. La redacción pudo venir sugerida por esta anotación:
"Domine, iam foetet, quatriduanus est enim. A pesar de todo es tiempo. Nonne dixi tibi quoniam, si credideris, videbis gloriam Dei? Con gran voz (voce magna clamavit): Lazare, veni foras!" {EjEsp, Meditación "Lázaro (Jn 11, 1-53)", Vitoria 23-VIII-1938; guión nº 84}.
El comentario de Ambrosio de Milán subraya también el hedor y la corrupción del pecado:
"Si, llamado por Cristo, confesares, se derribarán los muros, se desatarán las cadenas, aunque sea muy fuerte el hedor de la corrupción corporal" {Ambrosio de Milán, De poenitentia, lib II, 7, 58; Biblioteca de Patrística 21, Madrid 1993, pg 109s}.

 «  720  »  ¡Que cuesta! –Ya lo sé. Pero, ¡adelante!: nadie será premiado –y ¡qué premio!– sino el que pelee con bravura.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Bl con grafía gruesa. El punto, como varios otros, parece construido en la etapa final de la redacción releyendo cartas de dirección espiritual escritas a los jóvenes universitarios repartidos por los frentes de guerra. Este punto en concreto está compuesto de dos frases que proceden de dos cartas distintas a la misma persona:
"¡Que cuesta! Ya lo sé. No hay quien no sepa hasta qué punto es duro sajar; cortar, luego; cauterizar, después" {Carta de Josemaría Escrivá, Burgos 2-V-1938; EF 380502-7}.
La segunda frase es de una carta escrita unos días antes:
"¡Desde esta fría meseta castellana, con todo el caluroso afecto de Padre, me tienes siempre junto a ti, haciendo compañía a tu Santo Angel Custodio... ¡Adelante!: nadie será premiado –y ¡qué premio!– sino el que pelee con bravura" {Carta de Josemaría Escrivá, Burgos 27-IV-1938; EF 380427-1}.
El Autor trata de llevar a aquellos jóvenes, que están combatiendo una guerra terrena, el sentido y la meta de la pelea sobrenatural que San Pablo vivía e inculcaba a su discípulo Timoteo: "el atleta que compite no recibe la corona si no ha competido siguiendo las reglas del juego" (2Tm 2, 5). Hay que combatir un buen combate (1Tm 6, 12) –el buen combate de la fe (2Tm 4, 7)–, apoyándonos en la potencia de Cristo (Col 1, 29), hasta alcanzar "la corona de justicia que en aquel Día me entregará el Señor, justo Juez; y no sólo a mí, sino también a todos los que hayan esperado con amor su venida" (2Tm 4, 8). San Agustín había recogido este "clima" del Nuevo Testamento cuando predicaba: "Mientras llega la paz, en la que no tendremos enemigo alguno, lo nuestro es pelear larga fiel y valientemente, para merecer ser coronados por el Señor Dios" {San Agustín, Sermón 87 A, 2; BAC 441, 1983, pg 417}.

 «  721  »  1Si se tambalea tu edificio espiritual, si todo te parece estar en el aire..., apóyate en la confianza filial en Jesús y en María, piedra firme y segura sobre la que debiste edificar desde el principio.

Texto procedente del Cuaderno VI, nº 822, fechado en 7-IX-1932 {En ese día escribió el p / 728  }, que pasó a las cuartillas a velógrafo y después al texto impreso de Cuenca {La fecha del punto tiene este tenor: "Vísperas de la Natividad de Nuestra Señora, 1932"}.
Nótese que en este punto el Autor se sitúa en actitud "filial" respecto a Jesús, en la línea de Jn 13, 33: "Hijitos míos, un poco aún estaré todavía con vosotros...".

 «  722  »  La prueba esta vez es larga. –Quizá –y sin quizá– no la llevaste bien hasta aquí... porque aún buscabas consuelos humanos. –Y tu Padre-Dios los arrancó de cuajo para que no tengas más asidero que Él.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco y perteneciente a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. No hay interrelación documental conocida.
La expresión "pobre hijo" –que luego suprime en la redacción definitiva (vid apcrít)– es exclusiva de los puntos redactados en Honduras.

 «  723  »  ¿Que te da todo igual? –No quieras engañarte. Ahora mismo, si yo te preguntara por personas y por empresas, en las que por Dios metiste tu alma, habrías de contestarme, ¡briosamente!, con el interés de quien habla de cosa propia.
No te da todo igual: es que no eres incansable..., y necesitas más tiempo para ti: tiempo que será también para tus obras, porque, a última hora, tú eres el instrumento.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco y perteneciente a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. No he encontrado interrelación documental. Pero el texto tiene un paralelo temático con el p / 706, también escrito en la Legación.

 «  724  »  Me dices que tienes en tu pecho fuego y agua, frío y calor, pasioncillas y Dios...: una vela encendida a San Miguel, y otra al diablo.
Tranquilízate: mientras quieras luchar no hay dos velas encendidas en tu pecho, sino una, la del Arcángel.

Texto escrito sobre una octavilla Not, en diciembre de 1938, sin duda al releer el guión 119 y tropezarse con este apunte:
"Fuego y agua, frío y calor, pasioncillas y Dios: la clásica vela a San Miguel..." {EjEsp, Meditación "María de Magdala", Vitoria VIII-1938; guión nº 119}.
Comparando la redacción de este apunte del guión y la del texto de C, nos parece que el "me dices" de C es sencillamente la manera de introducir el estilo dialógico tan característico del libro. Quiero decir que, en este caso y en otros semejantes, posiblemente no hay detrás una concreta persona, sino la construcción en diálogo de la experiencia pastoral del Autor sobre la materia, comenzando por su autoexperiencia.
"Encender una vela a San Miguel y otra al diablo": es un dicho español que significa "procurar contentar a personas, partidos, etc., opuestos entre sí y estar en buenas relaciones con ellos" {Moliner, II, pg 1364; voz "vela2"; remite también a "contemporizar" (vid com / 54)}. El Autor lo utiliza para indicar la falta de decisión en las cosas de Dios, el querer compaginar la virtud y el vicio.

 «  725  »  El enemigo casi siempre procede así con las almas que le van a resistir: hipócritamente, suavemente: motivos... ¡espirituales!: no llamar la atención... –Y luego, cuando parece no haber remedio (lo hay), descaradamente..., por si logra una desesperación a lo Judas, sin arrepentimiento.

Texto escrito en letra gruesa sobre una octavilla Drv. En el dorso se lee, autógrafo: "Mira...". "Gaitica" redactada, probablemente partiendo de esta anotación:
"Tanquam leo rugiens... {1P 5, 8  s: "sobrii estote vigilate quia adversarius vester diabolus tamquam leo rugiens circuit quaerens quem devoret, cui resistite fortes fide". Durante siglos ha sido ésta en la liturgia romana la "lectio brevis" en el Oficio de Completas} Hipócritamente, suavemente. Motivos... ¡espirituales! Prudencia...No llamar la atención... Luego, cuando parece no haber remedio –lo hay–, descarnadamente..." {EjEsp, Meditación "Dos banderas. Genio militar de San Ignacio", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 83}.
Era ésta una experiencia repetidas veces comprobada por el Beato Josemaría. Así lo exponía en una meditación de Honduras:
"El error se rechaza enseguida cuando se nos presenta descaradamente, y al mal se le vence con facilidad cuando nos presenta sin velos su rostro repugnante; pero cuando el error viste ropajes de verdad, y el mal se disfraza con apariencias de bien, ¡con qué facilidad se insinúan en nosotros hasta arrastrarnos fuera de nuestro camino! ¡Cuántos descaminos por haber seguido el impulso del corazón, la indicación de la inteligencia, seducidos y engañados por el enemigo que adoptaba actitudes y proponía planes a primera vista inmejorables!" {PredicHond, "Confusionismo", 15-V-1937, pg 74; X}.

 «  726  »  Al perder aquellos consuelos humanos te has quedado con una sensación de soledad, como pendiente de un hilillo sobre el vacío de negro abismo. –Y tu clamor, tus gritos de auxilio, parece que no los escucha nadie.
Bien merecido tienes ese desamparo. –Sé humilde, no te busques a ti, ni busques tu comodidad: ama la Cruz –soportarla es poco– y el Señor oirá tu oración. –Y se encalmarán tus sentidos. –Y tu corazón volverá a cerrarse. –Y tendrás paz.

Texto escrito sobre una octavilla Bl de la subserie Ber: escrita con pluma finísima. Por la temática conecta con las vivencias de Honduras, pero no parece que fuera escrita allí, sino en Burgos.
"Ama la Cruz, soportarla es poco". Ya había escrito en 1931, comentando el cuarto misterio doloroso:
"No te resignes con la Cruz. Resignación es palabra poco generosa. Quiere la Cruz. Cuando de verdad la quieras, tu Cruz será... una Cruz, sin Cruz" {Santo Rosario, 4º misterio de dolor}.
"Y tu corazón volverá a cerrarse": vid el tema "siete cerrojos" en com / 161 y 188.

 «  727  »  En carne viva. –Así te encuentras. Todo te hace sufrir en las potencias y en los sentidos. Y todo te es tentación.
Sé humilde –insisto–: verás qué pronto te sacan de ese estado: y el dolor se trocará en gozo: y la tentación, en segura firmeza.
Pero, mientras, aviva tu fe; llénate de esperanza; y haz continuos actos de Amor, aunque pienses que son sólo de boca.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco y perteneciente a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. Es uno de los textos más autenticados de esta serie, pues su redacción original está incluida en la parte que se conserva del Cuaderno que escribía el Autor en la Legación. El pasaje es el nº 1388 de Apínt, que dice así:
"Viernes, 21-V-37: banquete {Ese día pudo celebrar la Santa Misa}. Carta de Lola Fisac {Una de las primeras mujeres del Opus Dei, que vivía en Daimiel. Sobre las mujeres en el Opus Dei, vid Conversaciones, 99  y com / 980}. Queda recomendada a Angel Suyo.
En carne viva. Así te encuentras. Todo te hace sufrir, en las potencias y en los sentidos. Y todo te es tentación... –¡Pobre hijo! Sé humilde. Verás qué pronto te sacan de ese estado: y el dolor se trocará en gozo: y la tentación, en segura firmeza. Pero, mientras, aviva tu fe; llénate de esperanza; y haz continuos actos de Amor, aunque pienses que son sólo de boca. –R.Ch.V." {R.Ch.V. = Regnare Christum volumus. Sobre esta sigla, vid com / 11}.
Ese mismo día escribió una larga carta a los de Madrid, de la que son éstos los párrafos iniciales y finales:
"Viernes-21-V-37
Queridísimos peques: Para que no se me olvide, comienzo rogándoos que deis las gracias, por los pañuelos, a las hijas de Dª Teresa y D. Pedro {Se refiere el Autor a la Institución Teresiana, fundada por el Beato Pedro Poveda, a la que tenía un gran cariño (vid com / 624 nt 11; pg 135)}. Que no las olvido. Siempre he de querer, como cosa propia, a esa familia. [...] Envío unas líneas para Lola Fisac. ¡Cuánto agradezco el detalle de Daimiel! {Desde allí la familia Fisac le había hecho llegar algunos alimentos} Estoy en carne viva: por eso, sin duda, me acuerdo de otros detalles... que son un contraste incomprensible" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Madrid, Madrid 21-V-1937; EF 370521-2}.
El punto de C, escrito a la vez que estas palabras tan cariñosas para hijos y amigos, trasluce algo de la "noche oscura" –profundo sufrimiento interior junto a una indecible unión con Dios– que embargaba su alma en aquel mes de mayo en el refugio de la Legación. Vid com / 151 y leer sobre todo el apunte allí transcrito del Cuaderno de Honduras, nº 1380. He aquí otro texto de aquellos días:
"23 - domingo - 1937: Oración mía de esta noche pasada, ante el temor de no cumplir la Voluntad de Dios, y ante las preocupaciones que siento por mi salvación: "Señor, llévame: desde el otro mundo –desde el purgatorio–, podré hacer más por la Obra y por mis hijos e hijas: Tú promoverás otro instrumento más apto que yo –y más fiel–, para sacar adelante la Obra en la tierra" {Cuaderno de Honduras, nº 1389}.

 «  728  »  Toda nuestra fortaleza es prestada.

Texto del Cuaderno VI, nº 822, fechado en 7-IX-1932 (y precedido del p / 721). Ambos pasaron al velógrafo. El tenor literal del texto es idéntico al de C. A continuación de este texto el Beato Josemaría estampó por primera vez en su Cuaderno:
"Monstra te esse Matrem!".
Esta circunstancia invita a pensar que el Autor veía esa fortaleza prestada –que es Dios mismo en nosotros: "quia tu es, Deus, fortitudo mea" (Sal 44, 2)– a partir de la Maternidad de María, que es Madre de Dios y Madre nuestra: nuestra fortaleza son los brazos de Jesús y de María. Vid p / 721, escrito ese mismo día y que precede a éste, y p / 113. La expresión latina es el verso que abre la cuarta estrofa del himno "Ave, maris stella", que la Iglesia canta en el oficio de Vísperas en las fiestas de la Santísima Virgen. Ese verso era una de las invocaciones marianas habituales en labios de.
Josemaría Escrivá. A partir de esa fecha la encontramos otras cinco veces en Apínt (nn. 823, 838, 1077 {Este día, 13-XI-1933, compone esta hermosa jaculatoria: "Madre mía: soy tuyo. "Monstra te esse Matrem!"" (Apínt, nº 1077)} , 1585, 1636).

 «  729  »  ¡Oh, Dios mío: cada día estoy menos seguro de mí y más seguro de Ti!

Es un texto de abril de 1932. En las cuartillas a velógrafo y en el impreso el tenor literal del texto es idéntico. En cambio, en el Cuaderno V (nº 699, 15-IV-1932) la invocación es a Jesús y va precedida de este diálogo:
"Jesús: tu borrico cree en ti, te ama y espera. Hazme santo, mi Dios, aunque sea a palos {La expresión "santo a palos" se diría inspirada en "El médico a palos", título de la traducción que hizo Leandro Fernández Moratín de la comedia de Molière "Le Médecin malgré lui". La expresión prolonga el tema del "borrico" (vid p / 420, 606  y 998). –Pocos días después anota en el Cuaderno, nº 710: "28 de abril de 1932: Continúo rezando cada día, con las niñas de Sta. Isabel que preparo para la primera comunión, un avemaría –les digo– por el santo a palos. Veremos"}. No quiero ser la rémora de tu Obra. Quiero corresponder, quiero ser generoso... Pero, ¿qué querer es el mío? A mi Madre y, especialmente en estos días, a mi Padre y Señor San José, les hago presente mi condición, mi miseria, mis naturales inclinaciones... que obstaculizan el camino que me lleva a Dios. ¡Oh, Jesús: cada día estoy menos seguro de mí y más seguro de Ti" {Este texto del "santo a palos" es la matriz de Forja, 391  }.
Pero el año anterior había ya escrito:
"Hoy, en mi oración, me confirmé en el propósito de hacerme santo. Sé que lo lograré: no porque esté seguro de mí, Jesús, sino porque... estoy seguro de Ti" {Cuaderno IV, nº 313, 9-X-1931. Este texto será la base de Forja, 320}.
El tema y la expresión se repiten, casi simultáneamente, en dos anotaciones posteriores:
"... todo yo me rebelo y me avergüenzo de sólo pensar en mi mala correspondencia pasada y en que puedo volver a la mala vida... pero ¡no volveré!, porque cada día estoy menos seguro de mí y más seguro de El. Propósito: desconfianza de mí, confianza en El" {EjEsp de 1933 , nota del 21 de junio; Apínt, nº 1708}.
"¡Fortaleza mía! Cada día estoy menos seguro de mí y más seguro de El" {Glosas marginales al Decenario 1932, pg 93; Patmos 35, pg 102; Logos 52, pg 151; la cursiva es del original}.

 «  730  »  Si no le dejas, Él no te dejará.

También de 1932, 14 de octubre. Cuaderno VI, nº 841. Ese mismo día transcribió seis futuros puntos de C {Son: 753, 730, 676, 214, 397, 685}. El tenor literal del texto es idéntico al del impreso. Pero cuatro días antes, en Segovia, durante los EjEsp que hizo en la casa de los Carmelitas descalzos, ya había anotado la idea:
"Día cuarto, viernes: El Reino de Jesucristo. ¡Esto es lo mío! Pero no quiero saber ninguna de las muchas razones que tiene, para reinar en mí. Me basta contemplar cómo me ama y cómo le quiero corresponder: sentir que, a pesar de todo, le amo actualmente, hasta verme precisado a decírselo a voces: y que, si yo no le dejo, El no me dejará..." {EjEsp Segovia 1932, Apínt, nº 1644, 7-X-193; la cursiva es del original}.
Es inevitable poner este punto en relación con el p / 999. No sólo por la resonancia literaria, sino ante todo por la interna y teológica relación que se da entre ambas afirmaciones. Esa común teología se hace patente en la transcrita anotación de Segovia. Escrivá contempla el amor que Dios le tiene y, a la vez, la dimensión desfalleciente de su propia libertad, y sabe que puede "dejar" al Señor. Pero el "amor actual" que tiene a Jesucristo hace que no le deje. Es la secuencia de los dos puntos: "Enamórate, y no 'le' dejarás" (p / 999) –No le dejes y Él no te dejará (p / 730).

 «  731  »  Espéralo todo de Jesús: tú no tienes nada, no vales nada, no puedes nada. –Él obrará, si en Él te abandonas.

Texto del Cuaderno V, nº 756, fechado en 16-VI-1932. La redacción del Cuaderno es íntima y personal. Dice así:
"Todo lo espero de Jesús: yo no tengo nada, no valgo nada, no puedo nada. El obrará. Su borrico tiene –porque se lo han dado– el total, absoluto y completísimo abandono".
El propio Autor, más de treinta años después, hizo esta nueva "recepción" del punto de C:
"Hace ya bastantes años, con un convencimiento que se acrecentaba de día en día, escribí: espéralo todo de Jesús: tú no tienes nada, no vales nada, no puedes nada. El obrará, si en El te abandonas {Consideraciones espirituales, Cuenca 1934, pg 67}. Ha pasado el tiempo, y aquella convicción mía se ha hecho aún más robusta, más honda. He visto, en muchas vidas, que la esperanza en Dios enciende maravillosas hogueras de amor, con un fuego que mantiene palpitante el corazón, sin desánimos, sin decaimientos, aunque a lo largo del camino se sufra, y a veces se sufra de veras" {Homilía "La Esperanza del cristiano", pronunciada el 8-VI-1968, sábado de Témporas de Pentecostés; Amigos de Dios, 205}.

 «  732  »  ¡Oh, Jesús! –Descanso en Ti.

Texto del Cuaderno V, nº 649, fechado en 11-III-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 419, 732, 279, 221}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
En el Cuaderno VI, nº 884, 2-XII-1932, un apunte que refleja la estrechez económica en que vivían, termina con la jaculatoria:
"Dios mío: descanso en Ti".
El día anterior (o tal vez el mismo día) había escrito también esa invocación en su ejemplar del Decenario al Espíritu Santo {Está junto al "Obsequio para este día octavo: la confianza en Dios" (Glosas marginales al Decenario 1932, pg 104; Patmos 35, pg 114; Logos 52, pg 163). Sabemos lo de la fecha porque el día 2 de diciembre copió en la misma página de su Cuaderno un texto del Decenario de la pg 109 [Patmos 35, pg 119; Logos 52, pg 169s]. Iba leyendo, como se refleja en las transcripciones en el Cuaderno, de manera continuada}.

 «  733  »  Confía siempre en tu Dios. –Él no pierde batallas.

Texto del Cuaderno VI, nº 1027, fechado en 19-VI-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 129, 733} , con diferente redacción:
"Espéralo todo de Dios. El no pierde batallas".
Todo parece indicar que el Autor hace el cambio redaccional –al preparar el impreso de Cuenca–, con el solo objeto de no repetir el "espéralo todo" del p / 731.

 «  POSTRIMERÍAS  » 

La "Segunda Parte" de C acaba con este cap, que se llamaba en Cec "Muerte". En un primer momento, durante la redacción en Burgos, había mantenido el título (lo escribió a máquina en la pequeña carpeta), pero añadió después a mano, como alternativa, dos palabras más abarcantes: "Novísimos" y "Postrimerías". Ninguna de las tres está tachada. Sabemos que prevaleció esta última al escribir el Txm: es la que allí figura como título.
La construcción de este cap fue muy sencilla: el Autor transcribió primero y por su orden los seis puntos que lo integraban en el impreso de Cuenca y, a continuación, agregó otros trece de redacción posterior, más otro, también de Cuenca, que situó como cierre y que estaba sin colocación después de desmembrar el cap "Virtudes", al que pertenecía.
He interpretado que este cap "cierra" la "Segunda Parte". El Autor sitúa estas realidades últimas –novísimos, postrimerías– después de la propuesta "eclesial" (Iglesia y sacramentos) y "antropológica" (virtudes, lucha ascética), de manera que adquiera el combate su perspectiva verdaderamente cristiana, que es la de la escatología.

 «  734  »  ."Ésta es vuestra hora y el poder de las tinieblas". –Luego, ¿el hombre pecador tiene su hora? Sí..., ¡y Dios su eternidad!

Proviene de una nota de los EjEsp de Segovia de 1932, escrita el día séptimo, lunes, en que meditaba la Pasión del Señor:
"El Prendimiento: ...venit hora: ecce Filius hominis tradetur in manus peccatorum {Mc 14, 41  } ... Luego ¿el hombre pecador tiene su hora? ¡Sí, y Dios su eternidad!... –¡Cadenas de Jesús! Cadenas que voluntariamente se dejó El poner, atadme, hacedme sufrir con mi Señor, para que este cuerpo de muerte se humille..." {Apínt, nº 1664, 10-X-1932. Este texto pasó a Via Crucis, Iª Estación, como punto de meditación. De las notas de ese día proceden estos puntos de C: 213, 734, 186, 214}.
El Autor, al reelaborar el texto para publicación, busca el pasaje bíblico más adecuado y pasa del texto de San Marcos al de San Lucas.

 «  735  »  Si eres apóstol, la muerte será para ti una buena amiga que te facilita el camino.

Texto del Cuaderno VI, nº 875, fechado en 24-XI-1932, no mucho después del punto anterior {Futuros puntos de C transcritos ese día: 66, 74, 04, 735, 421, 837, 816, 474}:
"Si eres apóstol, la muerte –Doña Pelada– será para ti una buena amiga que te facilita el camino".
Llama la atención el sentido positivo, "amigable", fraternal, de la muerte que domina todo el cap, en contraste con la predicación habitual sobre el tema en la época en que se escribe el Cuaderno {Hablo del tono general de referirse a la muerte, que ponía el acento en el horror que ella causa en sí misma y en el peligro de condenación eterna. Diversos autores de teología ascética y sobre todo el ejemplo y los escritos de Santa Teresita habían comenzado a cambiar el estilo. Recuérdese la palabra de la Santa de Lisieux: "Yo no muero, entro en la vida" (Carta 244, al abate Bellière, 9-VI-1897; MEC 5, Burgos 1996, pg 598)}. A la vez, este conjunto de puntos constituye una seria llamada a tener siempre presente la gravedad, el carácter decisivo e irrepetible que la muerte tiene para toda la eternidad. Se diría que el Autor va alternando los puntos, poniendo el acento en una u otra de ambas dimensiones del tema. A la seriedad del punto primero (p / 734) sigue la confianza de este segundo. En la primera línea se mueven los p / 734, 736, 740-42, 745, 747, 749, 752-53; en la segunda: 735, 737-39, 743-44, 746, 748, 751.
"Doña Pelada". Así llamaba el Autor a una calavera que tuvo durante algún tiempo en su cuarto, para recordarle la ineluctabilidad de la muerte {Así Álvaro del Portillo en nota 663 a Apínt}. La expresión está llena de humor, pero no se trata de una broma tétrica de mal gusto. Como escribe Vázquez de Prada, "está dando rienda suelta a una risueña familiaridad con el acabamiento de esta vida" {Vázquez de Prada, I, pg 348, nt 59}.

 «  736  »  ¿Has visto, en una tarde triste de otoño, caer las hojas muertas? Así caen cada día las almas en la eternidad: un día, la hoja caída serás tú

Texto del Cuaderno VI, nº 869, fechado en 14-XI-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 736, 902, 266, 218. Estos tres últimos ya los había transcrito unos días antes. Están, pues, repetidos}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
El símil ya se encuentra en La Divina Comedia, en la descripción del Infierno:
"Come d'autunno si levan le foglie.
l'una appresso de l'altra, fin che'l ramo.
vede alla terra tutte le sue spoglie,
similemente il mal seme d'Adamo:
gittansi di quel lito ad una ad una,
per cenni, come augel per suo richiamo" {Inferno, cant 3, versos 112-117; Obras completas de Dante Alighieri, BAC 157, 2ª ed, Madrid 1965, pg 35}.

 «  737  »  ¿No has oído con qué tono de tristeza se lamentan los mundanos de que "cada día que pasa es morir un poco"?
Pues, yo te digo: alégrate, alma de apóstol, porque cada día que pasa te aproxima a la Vida.

Texto del Cuaderno VI, nº 929, fechado en 11-II-1933 {Ese día transcribió dos futuros puntos de C: 737 y 786}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
Parece que la frase tan repetida y popular es el poso castellano de la expresión clásica, desesperanzada, "Cotidie morimur" {"Cotidie morimur; cotidie enim demitur aliqua pars vitae, et tunc quoque cum crescimus vita decrescit" (Lucius Annaeus Séneca, Ad Lucilium Epistulae Morales, xxiv, 20; François Préchac (ed.), t. I, Les Belles Lettres, Paris 1956, pg 108). No me resisto a copiar un poema del XVI publicado bajo una viñeta con la inscripción "Quotidie morimur": "El tiempo vuela como el pensamiento, | huye la vida sin parar un punto, | todo está en un contino movimiento, | el nacer del morir, está tan junto | que de vida segura no hay momento, | y aun el que vive en parte es ya difunto, | pues como vela ardiendo se deshace, començando a morir desde que nace" (Juan de Orozco y Covarrubias, Emblemas morales, II, Juan de Cuesta, Segovia 1589, nº 9); textos en Arthur Henkel-Albrecht Schöne, Emblemata, Stuttgart 1976, col. 999}. Expresión de la que probablemente depende la de San Pablo: "quotidie morior" (1Co 15, 31), pero con el significado tan distinto de "cada día estoy a punto de morir" y además con esta motivación: "por la gloria que sois vosotros para mí en Cristo Jesús Señor Nuestro". En el punto de C el "morir cada día" apunta al término último: la gloria, el Cielo {"Partir es morir un poco" ("Partir c ' est mourir un peu") es una expresión paralela, muy extendida, que es el verso inicial del "Rondel de l'adieu", del poeta francés Edmond Haraucourt, Seul, Bibliothèque Charpentier, Paris 1902}.

 «  738  »  A los "otros", la muerte les para y sobrecoge. –A nosotros, la muerte –la Vida– nos anima y nos impulsa.
Para ellos es el fin: para nosotros, el principio.

Texto del Cuaderno VI, nº 942, fechado en 9-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 922, 522, 738, 258, 259, 941a, 949, 265, 80, 79, 189, 559, 90}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
El sentido cristiano de la muerte –es el mensaje de este punto– da sentido al vivir de cada día, como explicaba San Agustín:
"Cada uno de nosotros debe prepararse para el final: el último día no traerá perjuicio alguno para todo aquel que viva cada día como si fuera el último: vive de manera que puede morir tranquilo, porque el que muere cada día no muere para siempre" {San Agustín, Sermón 64 A (= Mai 20), 1; BAC 441, 1983, pg 236}.
Este sentido de la vida y de la muerte es el que brinda su lugar teológico a la "mortificación"; vid com / 187.

 «  739  »  No tengas miedo a la muerte. –Acéptala, desde ahora, generosamente..., cuando Dios quiera..., como Dios quiera..., donde Dios quiera. –No lo dudes: vendrá en el tiempo, en el lugar y del modo que más convenga..., enviada por tu Padre –Dios. –¡Bienvenida sea nuestra hermana la muerte!

Texto del Cuaderno VI, nº 966, fechado en 24-III-1933. Al preparar la edición de C, el Autor introdujo una pequeña modificación (vid apcrít) en el texto de Cuenca, idéntico al del Cuaderno: "convenga" en vez de "te convenga", para dejar el tiempo, el lugar y el modo de la muerte personal de la manera más absoluta en manos de la providencia paternal de Dios.
"Nuestra hermana la muerte": expresión que recuerda a la "fraternidad" de San Francisco de Asís con todas las cosas creadas.

 «  740  »  ¿Qué pieza del mundo se desquiciará si yo falto, si muero?

Comienzan aquí los nuevos puntos elaborados en Honduras y en Burgos. Este punto fue escrito en Burgos sobre octavilla Drv; una media cuartilla con el dorso usado, donde se lee de mano del Autor: "+ Correspondencia a / Espíritu de morti[ficación]". Se ve que era un guión de predicación desechado. La "gaitica" fue escrita sin duda copiando esta anotación:
"¿Y yo? ¿Qué pieza del mundo se desquiciará si yo falto, si muero?" {EjEsp, Meditación "Pecados. Repetición", Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 129}.
Este pensamiento había aparecido ya en la predicación de Honduras:
"¿Qué rueda se parará cuando tú mueras? Otros ocuparán tu lugar; tú no eras imprescindible" {PredicHond, "Cierta e incierta es la muerte", 28-VI-1937, pg 146; XXIII}.

 «  741  »  ¿Ves cómo se deshace materialmente, en humores que apestan, el cadáver de la persona querida? –Pues, ¡eso es un cuerpo hermoso! –Contémplalo y saca consecuencias.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, grafía gruesa. El texto procede del mismo guión que el punto anterior:
"Pulvis es et in pulverem reverteris (Gn 3, 19). Omnis caro foenum, et omnis gloria eius quasi flos agri (Is 40, 6). Eso es un cuerpo hermoso. Contemplación de un cadáver. San Francisco de Borja" {EjEsp, Meditación "Pecados. Repetición", Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 129}.
Con respecto a San Francisco de Borja vid com / 742.

 «  742  »  Aquellos cuadros de Valdés Leal, con tanta carroña distinguida –obispos, calatravos– en viva podredumbre, me parece imposible que no te muevan.
Pero ¿y el gemido del duque de Gandía: no más servir a señor que se me pueda morir?

Texto escrito sobre una octavilla Bl, grafía gruesa. El texto procede del mismo guión que los dos puntos anteriores. El p / 741  y el p / 742, también por la grafía, parecen redactados consecutivamente. La anotación que sirve de punto de partida es la misma, que se prolonga así:
"Omnis caro foenum, et omnis gloria eius quasi flos agri (Is 40, 6). Eso es un cuerpo hermoso. Contemplación de un cadáver. San Francisco de Borja. –Cuadros de Valdés Leal, en el Hospital de la Caridad (Mañara) de Sevilla. La cruz de ceniza de los calatravos" {Ibidem}.
Antes de que el Autor los conociera, estos cuadros de Valdés Leal habían sido objeto de comentarios culturales y artísticos –también con un punto de humor–, en los coloquios que mantenía con los universitarios que pasaban por Burgos en los primeros meses de 1938 {Juan de Valdés Leal (1622-1690), pintor perteneciente a la escuela sevillana y culminación del barroco en su sentido expresionista. En los lienzos de las postrimerías [In ictu oculi y Finis gloriae mundi], a los que se refiere el Autor, "plasmó lo mejor del pensamiento del venerable Miguel de Mañara acerca del valor de las glorias mundanas que disipa la muerte, con una magistral paleta en la que lo más crudo del realismo barroco y la pincelada suelta de toque amplio característica del mismo se aúnan para formar dos de las composiciones más logradas de la pintura española de todos los tiempos y, en las que, pese a lo macabro del tema, la ordenada ponderación propia de la escuela sevillana refrena el ímpetu expresionista que poseen" (Antonio de la Banda, art. "Valdés Leal, Juan de", en GER, XXIII [1975] pg 200)}. Al preparar el viaje a Andalucía que realizó en el mes de abril, le urgían que no dejara de visitarlos. Ése es el contexto de este párrafo de la carta-diario que escribe a Burgos desde Córdoba. Relata su paso por Sevilla el 19 de abril:
"Desde el tren a casa de las hijas de D. Pedro {El Beato Pedro Poveda. Se refiere a la casa de las Teresianas en Sevilla}: me aseé, celebré la Sta. Misa, desayuné, recé el Oficio Divino. Doy una plática a las Teresianas. Salgo a la calle y, como sé la dirección de Carlos Andrés {Carlos Andrés Andrés era un Residente de DYA en el curso 1935-36, donde conoció al Autor. Le sorprendió la guerra en Sevilla, y perdió el contacto con el Beato Josemaría hasta que éste se instaló en Burgos, reanudándose la relación por medio de las cartas} , voy a verle. Me acompaña a contemplar los cuadros de Valdés Leal, que entusiasman a Pedro {Vid nota siguiente}. Pero este crío dio mal las referencias y los cuadros no están en el Hospital de la Sta. Cruz. Vamos al de la Caridad, y allí sí están. Pero no hay quien los contemple. Aunque la monjita que nos los enseña es muy amable, y abre la puerta de la iglesia, para que haya luz, apenas se entrevén vagamente las pinturas. Quiero llevar a Paco y a Pedro {Francisco Botella y Pedro Casciaro, estudiantes de Arquitectura entonces, destinados en Burgos, que vivían con el Autor en el Hotel Sabadell} unas fotografías de estos cuadros, y no hay fotografías. Paciencia" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Burgos, Córdoba 19-IV-1938; EF 380419-2}.
La visita a Carlos Andrés y los cuadros de Valdés Leal aparecieron en el boletín "Noticias" de mayo siguiente:
"Andrés Andrés, Carlos {A veces, en la carta familiar "Noticias" (AGP, sec A, leg 3 carp 3 y 4) se incluían las noticias de todos los amigos nombrándolos por orden alfabético, de manera que al recibir la hojas pudieran localizarse rápidamente la información más deseada. Téngase presente que la casi totalidad estaba en los frentes de guerra en peligro constante} tuvo la sorpresa de recibir en Sevilla la visita del Padre. Le acompañó al Hospital de la Caridad, para contemplar los cuadros de Valdés Leal. ¡Qué lata le habían dado en Burgos, para que no dejara de ver esa genial carroña! ¿Lo oyes, Fisac?" {"Noticias", Burgos, mayo 1938; (AGP, sec A, leg 3 carp 3). El arquitecto Miguel Fisac, que participaba en aquellos afanes. Vid Francisco Botella, Relatos testimoniales, Madrid 1980, cap V, pg 94}.
El Duque de Gandía, Grande de España, es el futuro San Francisco de Borja, tercer General de la Compañía de Jesús. El 16-V-1539 llegaba a Granada Francisco de Borja al frente de la comitiva que acompañaba el cadáver de la Emperatriz doña Isabel de Portugal, la bellísima esposa de Carlos V. Al día siguiente, en la Capilla Real de la Catedral se hicieron las honras fúnebres. La célebre escena tuvo lugar al abrir el féretro para jurar que aquél era el cadáver que se le había entregado en Toledo. Borja, testigo un día del encanto de doña Isabel, quedó fuertemente impresionado. El Maestro Juan de Ávila fue el confidente de sus desengaños. Ante la ruina de aquel "cuerpo hermoso" (p / 741), dicen que hizo este propósito: No más servir a señor que se pudiera morir. Fue el cambio radical en su vida {Cfr Introducción de Luis Sala Balust y Francisco Martín Hernández a las Obras completas del Santo Maestro Juan de Ávila; BAC 302, 1970, pgs 76s. Vid Antonio Astráin, Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España, II: Laínez y Borja, Madrid 1902, pgs 215-670}.

 «  743  »  Me hablas de morir "heroicamente". –¿No crees que es más "heroico" morir inadvertido en una buena cama, como un burgués..., pero de mal de Amor?

Texto escrito sobre una octavilla Bl, trazo fuerte. Era una antigua idea suya, que escribió en repetidas ocasiones. En 1935 la había expresado detenidamente en un documento dirigido a los fieles del Opus Dei:
"Pues, mira: yo digo, en la presencia de Dios, a esos hijos míos encendidos en el Amor de Cristo, que sueñan –por ejemplo– con ir a país de misiones y morir en martirio cruel: seguid soñando: será lo que Jesús quiera.
Pero, sabed que agradáis más a nuestro Señor –y encajáis más en el espíritu de la Obra– cuando os abandonáis en sus brazos paternales, y estáis dispuestos a morir en vuestro lecho, como unos buenos burgueses... pero en tránsito de Amor" {Instrucción, 9-I-1935, nº 304s}.
El citado texto de la Instrucción se prolonga en una carta del Beato Josemaría escrita en Madrid, quince días después de salir de la Legación de Honduras, en la que desarrolla de nuevo el tema del "burgués" y el "mal de Amor":
"Una noticia atrasada: me han dicho –a mí y en mi cara– repetidas veces que a mi hermano Josemaría {El propio Autor, que es también "el abuelo"} le encontraron colgado de un árbol, en la Moncloa, según unos; otros, en la calle de Ferraz {Alusión a los rumores que corrieron de que el Autor había sido asesinado en los primeros días de la guerra civil. Se trataba de una persona que se le parecía mucho. Oí comentar al Autor –al referirse alguna vez a este suceso– que siempre rezó por esa persona, a la que no conocía}. Hay quien identificó el cadáver. Otra versión de su muerte: que lo fusilaron {Esta noticia la conocía la madre del Autor desde agosto de 1936. Por eso dice que es "una noticia atrasada". Es posible que él no la haya sabido hasta su salida de la Legación de Honduras}. Suponed la cara del abuelo, ante tamañas noticias. Verdaderamente sería de envidiar, para un loco como mi hermano, un final así con el aditamento de la fosa común. ¡Qué más habría deseado el pobre, cuando se vio moribundo, en la habitación lujosa de un sanatorio caro! {Alusión al periodo en que estuvo refugiado, simulando enfermedad mental, en el Sanatorio psiquiátrico del Dr. Ángel Suils, en Ciudad Lineal (Madrid)}. Digo mal: esta manera de fenecer (normal, sin ruidos, ni espectáculo), como un cochino burgués {"cochino burgués": expresión típica del lenguaje de comunistas y anarquistas en aquellos años} , está en mejor acuerdo con su vida, su Obra y su camino. Morir así –¡oh, Don Manuel! {Dios Nuestro Señor}–, ... pero loco, de mal de Amor" {Carta de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei en Valencia, Madrid 18-IX-1937; EF 370918-1}.
En el clima "heroico" de la contienda civil que vivía España este pensamiento cobraba una nueva actualidad cuando el Autor de C está ya en la zona nacional. El pensamiento expresado en la Instrucción y en la carta de Honduras entra, a mi parecer, en relación dialéctica con ese "clima" –"me hablas de morir 'heroicamente' "– y da lugar al punto de C y ya antes a la carta circular de enero de 1938, que es, me parece el punto de partida de la "gaitica":
"G) [...] no está dentro de nuestro camino morir jóvenes, con aparato heroico, de un balazo; sino viejos, y en una buena cama: de Amor de Dios, pero como burgueses..." {Carta circular de Josemaría Escrivá a todos los fieles del Opus Dei, Burgos 9-I-1938; EF 380109-1. –Este espíritu del Autor –cuya "heroicidad" era "antiheroica"– se refleja bien en estas palabras de una teresiana, que trató mucho al Autor y escribía: "El abandono en las manos de Dios no le llevaba [al Beato Josemaría], sin embargo, a la imprudencia o al deseo lícito de confesar la fe con el martirio. Recuerdo que en estas circunstancias tan difíciles [antes de la guerra civil, en el clima de persecución religiosa que le precedía] un día me dijo: 'El Padre Poveda pide mártires y yo pido morir en brazos de los míos sin dar mucho la lata'. Cuando supe cómo falleció pensé enseguida que el Señor había escuchado su oración" (Bonifacia González, Testimonio, Santander 4-V-1981; AGP, sec A, leg 100-26, carp 3, exp 7). Bonifacia González (1896-1989), de la Institución Teresiana, conoció a Josemaría Escrivá, en 1932, en la Casa de enfermas que la Institución tenía en la Ciudad Lineal de Madrid. El Fundador del Opus Dei, a petición del Beato Pedro Poveda (vid IntrodGen § 7, 3 b; pg 135), acudía a esa casa para oír confesiones}.
"Mal de Amor". El texto de este p / 743  guarda una estrecha relación con p / 568: ambos se refieren al "morir de amor", que reaparece en el p / 901. El Autor se distanció muy pronto de esa terminología, precisamente al profundizar en lo que con ella se quiere señalar: "vivir de amor". Léase en este sentido com / 568.
"Como un burgués". Es, como tantas otras del libro, una expresión paradójica. El "burgués", según el DRAE –y sobre todo era en la época en que se escribe C–, es el perteneciente a las clases medias o acomodadas, e incluso ricas, en contraposición al "proletario". Con esta expresión el Autor alude a la apariencia externa de la actividad de un hombre o una mujer pertenecientes a esas "clases medias o acomodadas", apariencia y tenor de vida que están en contraste con el sentido de la mortificación y de dedicación a los demás que se expresa por todas partes en el libro. De ahí, el "morir como un burgués", pero "de mal de Amor". Además, el Autor –no en C todavía– usó de manera creciente las expresiones "aburguesarse", "aburguesamiento", para designar las distintas formas de relajación del espíritu de mortificación y de servicio en el seguimiento de Cristo.
"¡No te me aburgueses, porque –si estás aburguesado– estorbas, te conviertes en un peso muerto para el apostolado, y sobre todo en un motivo de dolor para el Corazón de Cristo!" (Forja, 936). "Has notado con más fuerza la urgencia, la "idea fija" de ser santo; y has acudido a la lucha cotidiana sin vacilaciones, persuadido de que has de cortar valientemente cualquier síntoma de aburguesamiento" (Surco, 158). Vid también Surco, 12, 206, 716; Forja, 89, 900; Amigos de Dios, 129-130.
"Morir de amor" era expresión usada por los santos {Concretamente por Santa Teresita: "Madre querida, ahora me parece que nada me impide ya volar, pues no tengo ya grandes deseos, a no ser el de amar hasta morir de amor..." (Ms C pg 7v; MEC 5, Burgos 1996, pg 281)}. La originalidad del Beato Josemaría está en que ese morir de amor tenga lugar, como vemos, muriendo "como un burgués", lo que da a la expresión "morir de amor" un contenido paradójico –tan frecuente en el libro–, que subraya intensamente el mensaje. Vid a este propósito com / 568.

 «  744  »  Tú –si eres apóstol– no has de morir. –Cambiarás de casa, y nada más.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco y perteneciente –la grafía me ofrece dudas– a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. La "gaitica" original dice así (vid apcrít):
"Los nuestros no mueren: Cambian de casa, y nada más".
Redactado muy posiblemente con ocasión de la muerte del padre de uno de los jóvenes de Valencia que seguían al Beato Josemaría, al que escribe esta carta desde Honduras:
"Viernes-23-VII-937. Para Enrique: Hoy, 25 de julio, me entero de la muerte de tu padre. Este abuelo querría hoy estar junto al más pequeño de sus nietos, para abrazarle y llorar un poquito con él, y tranquilizarse pronto, con el pensamiento feliz –feliz realidad, también– de que los de nuestra familia no se mueren: cambian de casa, y nada más. Por eso, Enrique, hijo mío, nuestra despedida, en esos instantes, es con alegría, en el corazón, y un "¡hasta luego!", en los labios. Estuve, minutos después de conocer el fallecimiento, con D. Manuel. Comimos, y brindé a la memoria de Gregorio [...] {La cursiva es mía. El párrafo omitido de la carta puede leerse en com / 664. –"Comimos, y brindé a la memoria de Gregorio": el Autor celebró en la Legación la Sagrada Eucaristía, que ofreció en memoria de don Gregorio Espinós. Don Gregorio murió en el frente de Madrid}.
Mis nietos, que hoy no te escriben, participan de tu pena y te acompañan. Me ayudarán a empujar a D. Manuel. Te quiere de veras tu Padre y abuelo Mariano" {Carta de Josemaría Escrivá a Enrique Espinós, Madrid 23-VII-1937; EF 370725-1}.
El mismo pensamiento afloraba poco después en una de las meditaciones predicadas en la Legación:
"Así no podrá adueñarse de nosotros la muerte. Cuando la muerte natural llegue, será simplemente un cambio de casa, para seguir gozando con vida más gloriosa y feliz. Morir, no; ¡vivir para siempre, in æternum!" {PredicHond, "Perseverar", 29-VIII-1937, pg 269; XLIV; la cursiva es mía}.
Dos meses después, el joven valenciano seguía bajo el duro golpe de la muerte de su padre en el frente. El Autor le escribe de nuevo:
"Enrique, chicote: paz: mira el camino que falta por recorrer: esto te dará alegría: y el pensamiento –certísimo– de que los de nuestra familia, sin excepción, no mueren: nos esperan. Yo –¡ríete, hombre!– no me pienso morir: desfilar, solamente desfilar" {Carta de Josemaría Escrivá a los de Valencia, Madrid 18-IX-1937; EF 370918 - 1}.
Los de nuestra familia. Nuestra familia. Estas expresiones de las dos cartas son interesantes: abarcan en unidad al Opus Dei y a las familias de sus miembros, que Josemaría Escrivá siempre consideraba como una única familia: "nuestra familia", como dice a aquel joven universitario para consolarlo por la muerte de su padre (que no era del Opus Dei).

 «  745  »  "Ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos", rezamos en el Credo. –Ojalá no me pierdas de vista ese juicio y esa justicia y... a ese Juez.

Texto escrito sobre una octavilla Not en diciembre de 1938. No hay interrelación documental conocida. El "Credo" al que se refiere es el Símbolo de los Apóstoles, el Credo por excelencia en la piedad cristiana popular: "Et inde venturus est iudicare vivos et mortuos".

 «  746  »  ¿No brilla en tu alma el deseo de que tu Padre-Dios se ponga contento cuando te tenga que juzgar?

Texto sobre una octavilla Bl, procedente de una nota de los EjEsp de Navidad de 1937:
"Meditación: mucha frialdad: al principio, sólo brilló el deseo pueril de que "mi Padre-Dios se ponga contento, cuando me tenga que juzgar". - Después, una fuerte sacudida: "¡Jesús, dime algo!", muchas veces recitada, lleno de pena ante el hielo interior. –Y una invocación a mi Madre del cielo –"¡Mamá!"– , y a los Custodios, y a mis hijos que están gozando de Dios... y, entonces, lágrimas abundantes y clamores... y oración. Propósitos: "ser fiel al horario, en la vida ordinaria", y, si me lo permite el confesor, "dormir sólo cinco horas, menos la noche del jueves al viernes que no dormiré": concretos y pequeños son estos propósitos, pero creo que serán fecundos" {Cuaderno VIII dpdo, nº 1429, 20-XII-1937; la cursiva es mía. De las notas de ese día procede también el p / 250}.
La idea reaparece en los guiones de predicación del 38:
"Juicio: ¡ver al Juez sonreír!" {EjEsp, Plática "Humildad de los Apostoles", Vergara 5-IX-1938; guión nº 124}.

 «  747  »  Hay mucha propensión en las almas mundanas a recordar la Misericordia del Señor. –Y así se animan a seguir adelante en sus desvaríos.
Es verdad que Dios Nuestro Señor es infinitamente misericordioso, pero también es infinitamente justo: y hay un juicio, y Él es el Juez.

Texto escrito después del 7-XII-1938 sobre una octavilla Not. No hay interrelación documental conocida.
Este p / 747  es como el contrapunto del p / 309: "qué entrañas de misericordia tiene la justicia de Dios". Aquí el Autor nos viene a decir que hay justicia en la misericordia de Dios. Por eso hay que meditarlo en estrecha relación con la doctrina del p / 431: "Tan admirable y tan amable es en Dios la Justicia como la Misericordia".

 «  748  »  Anímate. –¿No sabes que dice San Pablo, a los de Corinto, que "cada uno recibirá su propio salario, a medida de su trabajo"?

Texto escrito sobre una octavilla Bl. No hay interrelación documental conocida. El texto paulino no se encuentra en sus guiones de predicación, ni en otra documentación del Autor en esta época.

 «  749  »  Hay infierno. –Una afirmación que, para ti, tiene visos de perogrullada. –Te la voy a repetir: ¡hay infierno!
Hazme tú eco, oportunamente, al oído de aquel compañero... y de aquel otro.

Texto escrito sobre una octavilla de la breve serie Ah, posterior por tanto a 20-XII-38. La idea ya estaba en uno de sus guiones:
"¡Hablar del infierno! ... Hay que hablar: nadie mas lejos de él que quien en él piensa" {EjEsp, Meditación "Infierno", Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 85}.
"Perogrullada" (también en p / 845): verdad de Perogrullo, un personaje supuesto al que se atribuyen humorísticamente las sentencias o afirmaciones de contenido tan sabido y natural que es una totnería decirlas {Moliner, II, pg 648}.

 «  750  »  Óyeme, hombre metido en la ciencia hasta las cejas: tu ciencia no me puede negar la verdad de las actividades diabólicas. Mi Madre, la Santa Iglesia –durante muchos años: y es también una laudable devoción privada– ha hecho que los Sacerdotes al pie del altar invoquen cada día a San Miguel, "contra nequitiam et insidias diaboli"– contra la maldad y las insidias del enemigo.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. En la predicación de Vitoria hay esta anotación:
"Verdad de las actividades diabólicas. La Iglesia: Sancte Michäel Archangele..." {EjEsp, Meditación "Dos banderas. Genio militar de San Ignacio", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 83}.
Vid apcrít. El inciso "durante muchos años: y es también una laudable devoción privada" fue introducido por el Autor en la 23ª edición española {La 23ª edición de C tiene en el colofón la fecha 2-II-1965}. Se habían suprimido en la liturgia de la Misa las "oraciones al pie del Altar" que el sacerdote recitaba, alternando con el pueblo, una vez acabada la Misa rezada. Entre ellas estaba la célebre invocación a San Miguel Arcángel a la que alude este p / 750  {Dice así: "Sancte Michaël Archangele, defendite nos in proelio. Contra nequitias et insidias diaboli esto praesidium. Imperet illi Deus, supplices deprecamur, tuque, Princeps caelestis militiae, Satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute in inferno detrude. Amen". Estas oraciones fueron prescritas en 1886 por el papa León XIII para implorar el auxilio divino para las necesidades de la Iglesia. Fueron suprimidas en la reforma de las rúbricas del Misal Romano que promulgó el Papa Juan XXIII en el Motu proprio de 25-VII-1960}. El nuevo texto fue escrito en diciembre de 1964 {La pequeña reelaboración de este punto es prototípica del modo de proceder del Beato Josemaría. Un hijo suyo, italiano, le había hecho notar –por si era oportuno modificar el punto de C– que en la liturgia de la Misa ya no se rezaba esa invocación. Bien lo sabía el Autor. Sobre el papel que traía esta comunicación, escribió de su puño y letra, Roma 12-XII-1964: "1) Decid a Joe [José Luis Soria, Director Espiritual del Opus Dei entonces] que se entere con precisión desde cuándo se ha recitado esa oración al pie del altar. 2) Después, me enviáis ese dato, y yo os daré la respuesta [XII-1964]". Pocos días después estaba la nueva redacción del p / 750, que se conserva autógrafa en AGP, sec A, leg 55, carp 2, exp 3}.

 «  751  »  El cielo: "ni ojo alguno vio, ni oreja oyó, ni pasaron a hombre por pensamiento las cosas que tiene Dios preparadas para aquellos que le aman".
¿No te empujan a luchar esas revelaciones del Apóstol?

Texto escrito, ya al final del periodo redaccional, sobre una octavilla Not. No hay interrelación documental inmediata. Estudiando estos puntos de Burgos, saco la impresión de que el Autor, al desarrollar este cap de manera que no fuera sólo sobre la muerte, como rezaba el título de la edición de Cuenca, sino sobre el conjunto de los novísimos o postrimerías, escribió ex professo algunos puntos para presentar de manera temáticamente completa lo anunciado en el título. Éste es uno de ellos. También el texto paulino aquí citado, como antes en el p / 748, no figura en sus guiones de predicación de la época. Pero había sido el "texto" de su meditación sobre el Cielo en los EjEsp que hizo en 1933:
"Día 28. El cielo. El Amor de Dios. Nec oculus vidit, nec auris audivit, nec in cor hominis ascendit quae praeparavit Deus iis qui diligunt illum (1Co 2, 9)" {Apínt, nº 1722, 28-VI-1933; la cursiva es del original}.

 «  752  »  Siempre. –¡Para siempre! –Palabras manoseadas por el afán humano de prolongar –de eternizar– lo que es gustoso.
Palabras mentirosas, en la tierra, donde todo se acaba.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. La idea de escribir la "gaitica" pudo surgir, en la última fase redaccional, a partir de esta anotación de sus guiones:
"Y durará cuanto Dios durare. ¡Siempre! (comentar esta palabra)" {EjEsp, Meditación "Infierno", Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 85}.
Algo de ese comentario puede verse en las notas que tomó Tomás Alvira en los EjEsp que predicó el Autor de C en Vitoria, julio de 1939, a un grupo de catedráticos:
"¡Cuántos sacrificios se hacen por personas que se aman en la tierra! ¿Y por Jesús? ¡Para siempre, para siempre...! ¡Mentira! Para siempre sólo Jesús" {Tomás Alvira, Testimonio, Madrid 28-I-1976; AGP, sec A, leg 100-2, carp 4, exp 5}.
Por lo demás, la idea en sí misma estaba grabada en su alma desde años atrás, incluso ya escrita la edición de Cuenca. Vid p / 182. Vid en el com a este punto la raíz teresiana del "siempre, para siempre". El texto de este punto de C debe responder al tipo de comentario que leemos en esta anotación de Alvira. En todo caso, en Amigos de Dios se recoge otro comentario semejante:
"Mienten los hombres, cuando dicen para siempre en cosas temporales. Sólo es verdad, con una verdad total, el para siempre cara a Dios; y así has de vivir tú, con una fe que te ayude a sentir sabores de miel, dulzuras de cielo, al pensar en la eternidad que de verdad es para siempre" {Amigos de Dios, 200}.

 «  753  »  Esto de aquí es un continuo acabarse: aún no empieza el placer y ya se termina.

El Autor reservó este punto, procedente del impreso de Cuenca –pero no de este cap {En Cec este punto estaba integrado dentro del cap "Virtudes", que sufrió una fuerte transformación en la reelaboración de Burgos}–, para cerrar las "postrimerías" en la nueva edición. El texto original se encuentra en el Cuaderno VI, nº 840, fechado en 14-X-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 753, 730, 676, 214, 397, 685}. Circuló, pues, primero en las cuartillas a velógrafo.
En el texto hay como un eco o reminiscencia de algunos versos de la primera de las célebres Coplas por la muerte de su padre, de Jorge Manrique. Helos aquí: "cómo se passa la vida, [...] quán presto se va el plazer" {Jorge Manrique, Cancionero, Espasa-Calpe [Clásicos castellanos, 94], Augusto Cortina (ed.), 7ª ed, Madrid 1975, pg 89 lin 1839 y 1842}.

 «    III. Plenamente en Cristo: llamada y misión    » 

[caps 36-46]
Ya desde Cem32, el Autor situó en las zonas finales del libro una serie de consideraciones que en su Cuadernos de Apínt contemplaban de manera más directa aspectos de la vida, el fin, el espíritu, el trabajo y los métodos apostólicos del Opus Dei y de sus fieles {Vid. IntrodGen § 3, 1, b (pg 24)}. La diferencia de esta Parte Tercera con las dos anteriores no es principalmente temática, sino que aparece en los subrayados valorativos y en la radicalidad de las propuestas. En consecuencia, aquí son más frecuentes esos retoques redaccionales que tienen por objeto que el libro sea no sólo para los fieles del Opus Dei – como ocurría en la redacción original de bastantes puntos en los Cuadernos–, sino para todos los cristianos. Lo que no excluye que los textos reflejen ahora con más frecuencia la experiencia de Escrivá a la hora de asentar y extender el Opus Dei.
También en esta Parte podemos entrever como dos Secciones. El Autor contempla en la primera al cristiano como un hombre, o una mujer, radicalmente comprometido con la Voluntad y la Gloria de Dios (caps 36 y 37), buscador de compañeros y amigos que compartan este ideal (cap 38), que santifica su trabajo cuidando las "cosas pequeñas" (cap 39), cada uno en su sitio, sin alardes (cap 40), sintiéndose "niño" –hijo– delante de Dios (caps 41-42). El Autor invita al lector a adentrarse del todo en ese camino.
La Sección segunda, con la que acaba el libro, está dedicada a mostrar cómo, en la práctica, a la llamada a la santidad sólo se responde si se escucha y se sigue la llamada de Dios al apostolado, que es inseparable de aquélla. La santidad en C se entiende en clave de misión, de acción apostólica: es la misión la que "tira" de la santidad. El afán de santidad, la vida auténtica de oración es inoslayablemente afán apostólico. Éste es el tema de los caps 43-45. El Autor termina el libro hablando de la perseverancia en el camino (cap 46).
Poniendo en relación esta Parte tercera, sobre todo su segunda Sección, con la línea eclesiológica señalada en la Parte Segunda, aparece aquí una intensificación de la misión de la Iglesia (y de los cristianos): el testimonio de la santidad (vid Introd a Parte Segunda, pg 644) debe prolongarse en una acción personal apostólica, en un explícito hablar de Dios y de su misericordia con los hombres, que se constituye, según C, en parte integrante –y culminante– del camino de la santidad. El "plano inclinado" con el que el Autor de C explicaba el sentido del libro –su intentio al escribirlo– lleva a hacer de cada lector un "contemplativo en medio de la calle". En medio de esa cumbre es donde Escrivá sitúa la acción apostólica, porque un contemplativo en medio del mundo ha de ser a la vez y de manera inseparable un "apóstol de apóstoles".

 «    III.A Voluntad y gloria de Dios, infancia espiritual    » 

[caps 36-42]

 «  LA VOLUNTAD DE DIOS  » 

Como acabo de apuntar, me parece que ahora comienza una tercera y última parte del libro. Este cap tiene como clima histórico de fondo la convicción del Fundador de que el Opus Dei responde a una determinada manifestación de la voluntad de Dios, y esto pide en los cristianos corrientes que Dios llama a la Obra una disponibilidad total y sin fisuras, para que Dios haga en cada uno su "obra". El mensaje para todos los lectores, que no tienen por qué saber del Opus Dei y de su historia, es el mismo: la docilidad y el amor a la voluntad de Dios, cada uno desde su vocación personal y en el contexto de su experiencia humana y cristiana. En todo caso, la doctrina de este cap funda y dirige lo que falta del libro. El cumplimiento de la Voluntad de Dios es –como no podía ser menos– uno de los grandes temas, tal vez el gran tema de la vida y de la doctrina del Autor de C, como hemos tenido ocasión de ver en com / 691, que es una anticipada síntesis del cap que ahora comienza. Ésta era la aspiración de Josemaría Escrivá:
"Señor, tu borrico quiere merecer que le llamen 'el que ama la Voluntad de Dios'" {Cuaderno V, nº 712, 1-V-1932; que luego pasó a Forja, 422: "¿No te gustaría merecer que te llamaran 'el que ama la Voluntad de Dios'?"}.
Son veinticinco los puntos que lo integran: catorce proceden de Cec y en Burgos se añaden once nuevos. El cap de Cec es prácticamente transcripción de un bloque perfectamente determinado en Cem32, en su zona final, como ya hemos apuntado: cd / 203-215. Esto quiere decir, entre otras cosas, que los textos proceden de los años 1930-32 y que los tenía constituidos a manera de cap desde el fascículo a velógrafo, donde vienen precedidos de los dedicados a "Gloria de Dios": en Cec (y en C) la posición de ambos caps será inversa.
La reestructuración del texto en Burgos es, sin embargo, intensa. En contra de lo que hasta entonces era habitual, aquí no incluye la serie de Burgos a continuación de la de Cuenca, sino que va distribuyendo los nuevos puntos en el lugar más apto dentro de la serie de Cec. Esto le lleva a situar en cabeza del cap dos de los puntos nuevos: el primero marca el tema desde su fundamento bíblico y el segundo alude veladamente al "clima" espiritual al que antes me he referido {Vid supra Introd a esta Tercera Parte}.

 «  754  »  Ésta es la llave para abrir la puerta y entrar en el Reino de los Cielos: "qui facit voluntatem Patris mei qui in coelis est, ipse intrabit in regnum coelorum" –el que hace la voluntad de mi Padre..., ¡ése entrará!

Texto escrito sobre una octavilla Jef en la última fase redaccional, partiendo, como tantas otras veces, de un apunte de los guiones de predicación, en este caso el que da título al cap:
"Jesús. Su doctrina: Non omnis qui dicit Domine, Domine, intrabit in regnum coelorum, sed qui facit voluntatem Patris mei qui in coelis est, ipse intrabit in regum coelorum (Mt 7, 21)" {EjEsp, Plática "La Voluntad de Dios", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 89}.
Por lo demás el tema de la Voluntad de Dios y de la obediencia como "llave" del Reino es de viejo abolengo en la literatura espiritual {Santa Catalina de Siena, a la que tanta devoción tenía el Autor, ponía estas palabras en boca de Dios-Padre: "Nadie puede llegar a la vida eterna sino obedeciendo, y sin la obediencia nadie entrará en ella, porque su puerta fue abierta con la llave de la obediencia y cerrada con la desobediencia de Adán. Yo, movido de mi bondad infinita, viendo que el hombre, al que tanto amaba, no volvía a mí, que soy su fin, tomé la llave de la obediencia y la puse en manos de mi dulce y amoroso Verbo, mi Verdad, y Él, como portero, abrió las puertas del Cielo. Sin esta llave y sin este portero, que es Verdad mía, nadie puede entrar" (El diálogo, cap 154; BAC 143, Madrid 1955, pg 516s). En Catalina de Siena, como es sabido, el tema de las "llaves" tiene una dimensión eclesiológica en su teología de Pedro y el Papa. Vid Pedro Rodríguez, "La teología del Papado en los escritos de Santa Catalina de Siena", en Scripta Theologica 16 (1984) 291-301} y el versículo de San Mateo gravitaba sobre el Beato Josemaría desde hacía mucho tiempo, como consta en sus Apínt. A raíz de una visita a una piadosa monja en 1931, en la que ésta le prometió rezar por él, escribe en su Cuaderno:
"Yo también encomiendo a Madre Esperanza {Madre Esperanza del Amor Misericordioso (Alhama Valero), fundadora de la congregación de Esclavas del Amor Misericordioso, y promotora de la devoción al Amor Misericordioso de Jesús. En los años cuarenta pasó a residir en Roma y la Santa Sede aprobó la Congregación en 1949 y dio el Decretum Laudis en 1970. Construyó el santuario del Amor Misericordioso en Collevalenza, diócesis de Todi, que fue visitado por Juan Pablo II en 1981. Falleció en 1983 a la edad de 89 años} : me rogó que pidiera a Jesús que haga ella siempre la Voluntad de Dios. –Hoy, al leer el cap. 7º de San Mateo, he comprendido bien por qué quiere eso: ¡como que es la llave para entrar en el Reino de los Cielos! Así lo dijo nuestro Señor: "...qui facit voluntatem Patris mei..., ipse intrabit in regnum caelorum". ¡Ojalá haga yo también tu Voluntad! Quiero hacerla: eso pediré, en lo sucesivo, a quienes me encomienden" {Cuaderno IV, nº 314, 9-X-1931}.
Al concluir los EjEsp de Segovia, con fecha 10-X-32, escribía para su confesor, siguiendo el cuestionario que éste le había hecho para el retiro {El conjunto de cuartillas tiene este título y este comienzo: "Estudio de las cuestiones propuestas por el confesor. Segovia-10 de octubre-1932. Mi Padre Sánchez me indicó, como fin de estos ejercicios, los siguientes puntos: I. ¿Qué grado de perfección me pide Dios? II. Elección de ocupación. III. Virtud particular: medios" (Apínt, nº 1692). Álvaro del Portillo, comentando a pie de página este documento, escribe que el "grado de perfección de primera clase, o de segunda, o de tercera" no es cosa que le importe al Autor de C. "Lo que quiere –continúa del Portillo– es hacer en todo la Voluntad del Señor, para que el Señor le lleve a ese nivel de perfección que desea para él: y así, dejándose llevar hasta esa altura –la que sea–, el Padre está contento, porque cumple con la Voluntad de Dios"}:
"III. = Virtud particular = Yo no sé si esto será una virtud: sobre todas las cosas, me pide –ya lo dije– que cumpla su Voluntad. Tan es así que a veces he creído que la característica de mi vida es 'amar la Voluntad de Dios' {Apínt, nº 1698. Forja, 48  tiene su matriz en este texto. El texto de Apínt continúa: "Medios: dar gracias al Señor por todo, porque todo es bueno... y es su amable Voluntad". Vid com / 268}.
En esto se resume todo lo que tiene que decir a su confesor tras aquel retiro de Segovia. Este pasaje de sus Apuntes me parece que da la impronta a todo el cap.

 «  755  »  De que tú y yo nos portemos como Dios quiere –no lo olvides– dependen muchas cosas grandes.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Es un texto que el Autor toma literalmente de una de las primeras cartas que escribe desde Burgos:
"Oye, Manolete {Diminutivo cariñoso de "Manolo", apelativo familiar para "Manuel"} : de que tú y yo nos portemos como Dios quiere –no lo olvides– dependen muchas cosas grandes" {Carta de Josemaría Escrivá a Manuel Sáinz de los Terreros, Burgos 17-I-1938; EF 380117-3}.
"tú y yo". Giro característico del Autor de C para subrayar la mutua implicación y el compromiso personal del cristiano.

 «  756  »  Nosotros somos piedras, sillares, que se mueven, que sienten, que tienen una libérrima voluntad.
Dios mismo es el cantero que nos quita las esquinas, arreglándonos, modificándonos, según Él desea, a golpe de martillo y de cincel.
No queramos apartarnos, no queramos esquivar su Voluntad, porque, de cualquier modo, no podremos evitar los golpes. –Sufriremos más e inútilmente, y, en lugar de la piedra pulida y dispuesta para edificar, seremos un montón informe de grava que pisarán las gentes con desprecio.

Es el primer punto del cap en la edición de Cuenca. Proviene del Cuaderno V, nº 704, fechado en 22-IV-1932 {Ese mismo día transcribió el p / 851  }, que comienza así:
"Nosotros somos los sillares que Jesús quiere que se entierren en los cimientos. Sillares, que se mueven, que sienten etc." {"que pisarán las gentes con desprecio" es una adición interlineal en el Cuaderno}.
El tema de la edificación, de tanta raigambre bíblica y patrística para la descripción simbólica de la Iglesia, era muy querido del Autor para explicar el desarrollo del Opus Dei en la Iglesia, y lo prolongaba –siguiendo el texto bíblico (1P 2, 5)– al ámbito directamente antropológico, como hace en este punto: las "piedras vivas" de las que habla San Pedro "se mueven, [que] sienten, [que] tienen una libérrima voluntad". Conceptos "personalistas" que integra en la imagen "física" de las piedras para presentarnos el misterio de la omnipotente Voluntad de Dios y la apertura a ella de la libertad humana. Esto que digo es objeto de un desarrollo temático en la meditación que predicó en Honduras bajó el título "Sillares" {PredicHond, "Sillares", 27-VII-1937, pg 235; XXXVIII}.
Nótese que el texto del Cuaderno tiene una frase que no pasa a C: "Nosotros somos los sillares que Jesús quiere que se entierren en los cimientos". Se entiende, del Opus Dei, que daba los primeros pasos. La frase que sigue a continuación en el Cuaderno pone de manifiesto la disponibilidad que Escrivá pedía a aquella primera generación, que debía hundirse y ocultarse en Dios y en el trabajo profesional:
"¿Qué hemos de hacer, mientras llega la hora? Preparar la maleta de nuestra santificación. Dejar obrar al Espíritu Santo en nuestras almas, ser dóciles a la gracia y estudiar, trabajar cada uno cuanto pueda en su profesión, dispuestos siempre a dejarlo todo al instante en seguida que Jesús disponga".
"Mientras llega la hora". El Autor está pensando, de manera inmediata, en el momento que anhelaba: cuando el Opus Dei pudiera tener sus primeras obras apostólicas: serían, al año siguiente, la Academia DYA y, en el 1934, la Residencia de Estudiantes de Ferraz, que simbolizaban la expansión e implantación del Opus Dei por todo el mundo. El criterio que el Beato Josemaría da a aquellos primeros vale, claro está, para todos los que habrían de venir después.

 «  757  »  ¿Resignación?... ¿Conformidad?... ¡Querer la Voluntad de Dios!

Texto del Cuaderno V, nº 469, fechado en 10-XII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 897, 757, 889, 589}. El tenor literal del texto es idéntico al de C. A pesar de ser un texto tan antiguo, el Autor no lo había seleccionado para las cuartillas a velógrafo del 32 ni del 33. Fue incluido directamente en el impreso de Cuenca.
Vid p / 774, que presenta en forma de "escalones" la doctrina de este punto.
Santa Teresa de Lisieux tiene un pensamiento análogo: "La resignación es todavía distinta de la aceptación de la Voluntad de Dios; existe entre ellas la misma diferencia que entre la unión y la unidad. En la unión hay todavía dos, en la unidad no hay más que uno" {Carta 65 (a Celina), 20-X-1888; MEC 5, Burgos 1996, pg 389; la santa toma esta frase de una tal Mme Swetchine; la vuelve a citar poco antes de su muerte en conversación con la M. Inés de Jesús de 23-VII-1897 (ibidem, pg 831)}.

 «  758  »  La aceptación rendida de la Voluntad de Dios trae necesariamente el gozo y la paz: la felicidad en la Cruz. –Entonces se ve que el yugo de Cristo es suave y que su carga no es pesada.

Texto del Cuaderno IV, nº 392, fechado en 15-XI-1931 {En ese día antes había escrito el p / 764}. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación.
La doctrina de este punto es como la consecuencia de la recitación de la jaculatoria del p / 691. Vid com. San Pablo sitúa el gozo y la paz, en segundo y tercer lugar respectivamente, entre los "frutos" del Espíritu Santo en el alma (Ga 5, 22). Vid p / 768  y com. San Agustín hablaba con el mismo tenor de espíritu:
"Tan ligera es la carga de Cristo, que no sólo no oprime, sino que alivia. Conviene que la lleves para sentirte aligerado; si te la quitas de encima te encontrarás oprimido" {San Agustín, Sermón 112 A (= Caillau, 2, 11), 6; BAC 441, 1983, pg 809}.
El punto que comentamos subraya que esa alegría se da "en la Cruz", en "su dulce Cruz" (p / 658). Es un tema central en la espiritualidad del Beato Josemaría. Vid p / 555  y com. La "carga" de Cristo (la Cruz) –de nuevo Agustín– es incluso el vuelo hacia Dios:
"La carga de Cristo es tan leve que levanta; no serás oprimido por ella. Piensa que esta carga sea para ti tal cual es el peso de las alas para las aves; si las aves tienen el peso de las alas, se elevan; si lo pierden, quedarán en tierra" {San Agustín, Sermón 68, 12 (= Mai 126); BAC 441, 1983, pg 291}.
"Felicidad en la Cruz". "Muchas veces los Santos han vivido algo semejante a la experiencia de Jesús en la cruz en la paradójica confluencia de felicidad y dolor" {Juan Pablo II, Carta Apost. Novo millennio ineunte, 6-I-2001, nº 27, que continúa: "En el Diálogo de la Divina Providencia Dios Padre muestra a Catalina de Siena cómo en las almas santas puede estar presente la alegría junto con el sufrimiento: «Y el alma está feliz y doliente: doliente por los pecados del prójimo, feliz por la unión y por el afecto de la caridad que ha recibido en sí misma. Ellos imitan al Cordero inmaculado, a mi Hijo Unigénito, el cual estando en la cruz estaba feliz y doliente» (n. 78). Del mismo modo Teresa de Lisieux vive su agonía en comunión con la de Jesús, verificando en sí misma precisamente la misma paradoja de Jesús feliz y angustiado: «Nuestro Señor en el huerto de los Olivos gozaba de todas las alegrías de la Trinidad, sin embargo su agonía no era menos cruel. Es un misterio, pero le aseguro que, de lo que pruebo yo misma, comprendo algo» (Últimos Coloquios. Cuaderno amarillo, 6 de julio de 1897: Opere complete, Ciudad del Vaticano 1997, 1003)". Vid Lucas F. Mateo-Seco, "Sapientia Crucis. El misterio de la Cruz en los escritos de Josemaría Escrivá de Balaguer", en Scripta Theologica 24 (1992) 419-438}.

 «  759  »  .¡Paz, paz!, me dices. –La paz es... para los hombres de "buena" voluntad.

Texto escrito sobre una octavilla Jef. De nuevo puntos escritos en Burgos. El tema de la paz era vivo en el ambiente, el deseo de la paz embargaba todos los pensamientos. ¡El final de la guerra! El Autor, que escribe en enero de 1939, parte, como siempre, de la realidad vivida para tirar hacia arriba. El punto bien pudo ser sugerido por este apunte del guión que estaba repasando:
"Jesús: un ejemplo... coepit facere et docere: él siempre va primero –Subditus illis. –Antes, los ángeles: pax hominibus bonae voluntatis" {EjEsp, Plática "La Voluntad de Dios", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 89; la cursiva es del original}.
El Autor quiere que su interlocutor trascienda la paz que sigue al mero silencio de las armas. La expresión "¡Paz, paz!" parece incluso hacer eco a la paz falsa que anunciaban los falsos profetas de Israel: "Han curado el quebranto de mi pueblo a la ligera, diciendo: "¡Paz, paz!", cuando no había paz" (Jr 6, 14). Frente a una paz meramente humana sitúa el cántico de los ángeles en Belén. La paz es un don de Dios para cada hombre y para cada mujer de "buena voluntad", que en el texto bíblico significa, "en los que Dios se complace" (Lc 2, 14). La paz se lleva dentro del alma: vid p / 258. El mensaje de este punto se prolonga temáticamente en el siguiente.

 «  760  »  Un razonamiento que lleva a la paz y que el Espíritu Santo da hecho a los que quieren la Voluntad de Dios: "Dominus regit me, et nihil mihi deerit" –el Señor me gobierna, nada me faltará.
¿Qué puede inquietar a un alma que repita de verdad esas palabras?

Texto escrito sobre una octavilla Bl, trazos y pluma fuertes. No parece que esta "gaitica" proceda de la consulta del guión 89, donde no aparece la cita del Salmo. Los salmos los tenía en la cabeza y en el corazón brotando de continuo a sus labios, como se refleja en el consejo que da en el p / 86. En el año 1931 hizo el propósito de no apuntar más textos de salmos en sus Cuadernos, porque "habría de anotarlos todos" {Texto citado en com / 86. Poco antes había escrito en la intimidad de su Cuaderno: "Todos los salmos son hermosos, aunque la hermosura, a veces, no se vea hasta que el Señor abre el sentido" (Cuaderno V, nº 625, 1-III-1932)}. De éste que comentamos hay esta antigua anotación:
(11-X-1931) "Dominica XX después de Pentecostés, 1931: El Salmo de la confianza: Sal 23, 1 Dominus regit me. –El Salmo del propio conocimiento: Sal 127, 1 Nisi Dominus. –El Salmo de la fortaleza: Sal 81,1  Dominus illuminatio mea" {Cuaderno IV, nº 317}.
La frecuente repetición, en los responsorios de la actual liturgia de la Misa, de este célebre salmo –"El Señor es mi Pastor, nada me falta"–, lo ha hecho muy conocido y queridísimo en el pueblo cristiano.

 «  761  »  Hombre libre, sujétate a voluntaria servidumbre para que Jesús no tenga que decir por ti aquello que cuentan que dijo por otros a la Madre Teresa: "Teresa, yo quise... Pero los hombres no han querido".

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Juan Jiménez Vargas en su "Relato del 77", hablando de este punto, dice que el pasaje teresiano lo envió él al Autor en una de las cartas que le escribía:
"Teníamos muy clara la responsabilidad de corresponder a la vocación, y, en la formación que el Padre nos daba, inculcaba esa necesidad de corresponder. Y por eso uno podía pensar que, por fallos personales, se podía resentir el apostolado. Eso es sencillamente lo que escribí en una ficha que envié en una carta a Burgos {Ni la carta ni la ficha se conservan en el AGP}. Tengo que aclarar que leer a Santa Teresa a mí me costaba tanto como leer una cosa que necesitara diccionario, y quizá por leerlo despacio, se me ocurrió fijarme en eso. El Padre, como es bien sabido, conocía las obras de Santa Teresa como muy pocas personas, y no necesitaba que nadie le hiciera notas de este tipo" {Relato del 77, pg 17}.
Esto último es muy verdadero y también lo es que el joven doctor no pudo leer ese texto en las obras de Santa Teresa, sencillamente porque no se encuentra en ellas. Lo más probable es que lo leyera en algún libro de espiritualidad o biografía de Santa Teresa, donde se citaran esas palabras como un "dicho" teresiano (en este caso, palabras de Cristo a Teresa), de los que hay diversas colecciones, no siempre bien identificadas y de diversa garantía histórico-crítica. De hecho, la investigación realizada sobre las fuentes no ha dado resultado {Debo agradecer a los PP. Tomás Álvarez y Julen Urkiza OCD, conocidos especialistas en Santa Teresa, el esfuerzo realizado para intentar localizar este "dicho". Especialmente entrañable es mi agradecimiento a los numerosos monasterios de Carmelitas Descalzas que han revuelto todos los papeles de sus archivos tratando de responder a mi consulta y han dado numerosas pistas. Su testimonio puede resumirse diciendo que, de forma claramente mayoritaria, aseguran que la expresión les es conocida y la reconocen como formando parte de las tradiciones teresianas recibidas. No obstante, la fuente de donde proceden estas palabras todavía no ha podido ser identificada}. El más antiguo testimonio literal que ha aparecido en esta investigación, identificado por una Carmelita de Teruel {La M. Ana María de la Santísima Trinidad, del Monasterio de las Carmelitas Descalzas de Teruel, que me lo comunica en carta de 18-X-1999}, es tardío: del P. Luis Coloma S.J., que cierra su conocida obra Jeromín precisamente con estas palabras de Cristo a Santa Teresa {La formulación del "dicho" en el P. Coloma –que lo cita como palabra conocida y tradicional, sin aportar fuentes– es ésta: "Teresa, yo he querido..., pero los hombres no han querido..." (Luis Coloma, Jeromín. Estudios históricos sobre el siglo XVI, vol. II, libro III, cap XXV; Obras completas, t. 14, 4ª ed, Razón y Fe (Madrid) y "El Mensajero del Corazón de Jesús" (Bilbao) 1951, pg 197)}.
En todo caso, el Autor –al que sin duda gustó la expresión teresiana– toma sus cautelas al citarla: "aquello que cuentan que [Jesús] dijo...".
Las palabras de Jesús a Teresa parecen hacer eco a aquellas, dirigidas a Jerusalén, que se leen en San Lucas (Lc 19, 42 -44): "¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos [...], y no has querido!". Quiero hacer notar que el ritmo y la secuencia de las ideas de este punto recuerdan lo que había escrito en 1934 en un documento dirigido a los fieles del Opus Dei:
"A no ser que, por nuestra cobardía, obliguemos al Maestro a pronunciar las palabras que El oyó del paralítico, en la piscina probática: hominem non habeo!, ¡no tengo hombre!... (Jn 5, 7).
¡Qué vergüenza, si Jesús no encontrara hombres!" {Instrucción, 1-IV-1934, nn. 96s; la cursiva es del original}.
El punto de C que comentamos plantea de manera insoslayable la cuestión de la libertad del hombre a la hora de la entrega a Dios. El hombre tiene que querer... libremente, como aparece con toda su fuerza en el punto que sigue. Vid también p / 324  y com.

 «  762  »  Acto de identificación con la Voluntad de Dios:
¿Lo quieres, Señor?... ¡Yo también lo quiero!

Texto del Cuaderno IV, nº 400, fechado en 18-XI-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 187, 596, 443, 762}. El tenor literal del texto es el siguiente:
"Acto de identificación con la Voluntad de Dios: ¿Lo quieres?... ¡Lo quiero!".
Vid p / 773  y com / 774. Después de circular a velógrafo pasó al impreso de Cuenca.

 «  763  »  No dudes: deja que salga del corazón a los labios un "Fiat" –¡hágase!...– que sea la coronación del sacrificio.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco, y con grafía que hace pensar en las pertenecientes a la serie de la Legación de Honduras. Podría también haber sido escrita en Burgos a partir de este apunte:
"Por aquí acabaremos: se unen el principio y el fin, como broche magnífico de un collar luminoso de perlas, con un Fiat" {EjEsp, Meditación "Principio y fundamento", Vitoria 18-VIII-1938 (27-VIII-1938); guión nº 98}.
Lo que en todo caso me parece claro es que a esta "gaitica" siguió redaccionalmente la del p / 767, y ambas conectan, incluso literariamente, con sus apuntes previos en el guión 98
Este punto debe ponerse en estrecha relación con p / 691. Vid com.

 «  764  »  Cuanto más cerca está de Dios el apóstol, se siente más universal: se agranda el corazón para que quepan todos y todo en los deseos de poner el universo a los pies de Jesús.

Anotación del Cuaderno IV, nº 392, fechado en 15-XI-1931 y seguido del p / 758. El tenor literal presenta, respecto a C, las variantes que se reflejan en el apcrít. Texto de fuerte teología –unidad y universalidad de los cristianos desde la convergencia en Dios–, redactado tres meses después de la experiencia del 7 de agosto de ese mismo año, descrita con ocasión de com / 301. "Poner el universo a los pies de Jesús" es otra forma de decir "poner a Cristo en la cumbre de todas las actividades humanas". Vid com citado.

 «  765  »  Más quiero tu Voluntad, Dios mío, que no cumpliéndola –si pudiera ser tal disparate–, la misma gloria.

El texto de este punto es el tercero de aquella jornada del 8-X-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 533, 432, 765} , en los EjEsp de Segovia, en que meditaba la Gloria de Dios y su vocación (vid com / 432 y 533); su meditación acababa así:
"Jesús, que no soy solo. Jesús, que son muchas almas de apóstoles. Jesús, que es tu Obra. No me dejes... [...] me has escogido: ¡confírmame! Que nunca se enturbie este ardentísimo latir de mi corazón: ¡más quiero tu Voluntad, Dios mío, que, no cumpliéndola –si pudiera ser tal disparate–, la misma gloria!" {Apínt, nº 1656}.
El Autor se mueve en el horizonte del "amor puro" a Dios, purificado de todo egoísmo {Vid p / 139  y 669 y com / 182, 668 y 769}. El "si pudiera ser tal disparate" cumple aquí, desde el punto de vista teológico, la misma función "adversativa" que el recurso a la virtud de la esperanza en los p / 668  y 669.

 «  766  »  El abandono en la Voluntad de Dios es el secreto para ser feliz en la tierra. –Di, pues: "meus cibus est, ut faciam voluntatem ejus" –mi alimento es hacer su Voluntad.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, con trazos y tinta fuertes. El tenor original era casi idéntico al de este apunte del guión 89:
"Exhortación: El abandono, llave del cielo; y secreto para ser feliz en la tierra. Luego... meus cibus est, ut faciam voluntatem ejus" {EjEsp, Plática "La Voluntad de Dios", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 89}.
El Autor tacha la expresión "llave del Cielo" (vid apcrít), posiblemente al ordenar las fichas de este cap y advertir que la expresión ya se usaba en el p / 754, primero del cap.
Ya hemos encontrado el tema del abandono en los brazos de Dios en los p / 113  y 498. La primera vez que en los Cuadernos encontramos la terminología "abandono" –que tendrá notable presencia en este cap– es en octubre de 1931 (unida a la de indiferencia; vid p / 769):
"Estoy completamente indiferente con respecto a mis cosas personales. Me abandono –y, conmigo, su Obra, los míos y lo mío– en las manos generosas de mi Padre-Dios" {Cuaderno IV, nº 324, 13-X-1931}.
La doctrina del "abandono" en las manos de Dios, dimensión fundamental de la vida de infancia, por otra parte tan presente en la Escuela francesa del XVII (San Francisco de Sales, Bérulle, etc.), llena los Cuadernos de Apínt y consecuentemente las páginas de C. En el abandono está una gran batalla personal de Josemaría Escrivá en su trato con Dios: abandonarse... o no abandonarse en el Señor, con efectos claros en la vida interior. Escribía en 1932:
"Por haber vuelto al abandono, he recibido, del Espíritu Santo, luces en el entendimiento y vigor en la voluntad" {Cuaderno VI, nº 879, 25-XI-1932}.
En el Autor, como digo, el tema del abandono está íntimamente unido a la praxis de su vida de infancia. Vid por ej p / 853, 864, 871

 «  767  »  Ese abandono es precisamente la condición que te hace falta para no perder en lo sucesivo tu paz.

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco, y con grafía que hace pensar en la serie escrita en la Legación de Honduras. Podría también haber sido escrita en Burgos a partir de este apunte:
"Abandono en la Voluntad de Dios. Gaudium cum pace es el fruto. Cuesta" {EjEsp, Meditación "Principio y fundamento", Vitoria 18-VIII-1938 (27-VIII-1938); guión nº 98}.
Este apunte es muy semejante al que subyace en el punto siguiente, pero no está unido a él redaccionalmente, sino al p / 763. Vid lo que decimos en com a este último punto.

 «  768  »  El "gaudium cum pace" –la alegría y la paz– es fruto seguro y sabroso del abandono.

Texto escrito sobre una octavilla Jef, con trazos y tinta fuertes, iguales a los del p / 766. También tiene su "borrador" en el mismo esquema de predicación:
"Abandono en la Voluntad de Dios. ¡Cuesta! –Resignarse, conformarse, querer, amar la Voluntad de Dios; son escalones del abandono. Fruto de ese abandono es el Gaudium cum pace..." {EjEsp, Plática "La Voluntad de Dios", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 89; la cursiva es del original}.
El "clima" de este punto escrito en Burgos es el del p / 774, escrito en Madrid antes de la guerra civil. Vid com / 774.
La expresión "gaudium cum pace", de matriz paulina y tomada de la oración litúrgica, era una de las más habituales en labios del Autor. La idea y la expresión de este punto la acabamos de encontrar, con otras palabras (en castellano), en el p / 758  (vid com). Ha salido ya numerosas veces en estos comentarios. En el texto mismo de C ha aparecido también en el p / 308  (vid com). En este p / 768  aparece en su clave espiritual, siguiendo el texto de Ga 5, 22: como "fruto" del Espíritu Santo, del abandono a la acción del Espíritu Santo (antes dijo abandono "en los brazos amorosos de tu Padre-Dios"; p / 659); abandono es la "condición" para la paz (767); "secreto" para ser feliz en la tierra (766). Abandono es lo mismo que el "fiat" de la Virgen (763). Amor a la Voluntad de Dios y alegría llena de paz señalan, así, el arco de la vida cristiana según el Autor de C. Vid cap "Alegría".

 «  769  »  La indiferencia no es tener el corazón seco... como Jesús no lo tuvo.

Texto escrito sobre una octavilla Not en torno a Navidad de 1938. Tenía su "borrador" literal en este otro guión:
"La indiferencia no es tener el corazón seco... como Jesús no lo tuvo" {EjEsp, Meditación "Principio y fundamento", Vergara 5-IX-1938; guión nº 99}.
"Indiferencia". El Autor introduce aquí un concepto nuevo para el lector. No habla ahora de "indiferencia" en el sentido negativo, peyorativo –el habitual en la conversación–, que tiene en los otros pasajes del libro; por ej, p / 363  ("convirtió la amistad en indiferencia"; vid también 437, 587, 642, 687); sino en el sentido técnico –positivo– que esta palabra toma en la literatura espiritual clásica: el "status sanctae indifferentiae", que, con distintos matices, sostienen Fénélon y la escuela francesa del XVII, y ya antes Ignacio de Loyola, es indiferencia ante toda realidad que no sea Dios mismo {Vid p / 139  y 669 y com / 668 y 765. La palabra ya antes era muy característica de la ascética de San Ignacio de Loyola, que la sitúa en el "principio y fundamento" de los Ejercicios: "Por lo qual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío, y no le está prohibido" (Ejercicios, 23; BAC 86, 2ª ed, 1963, pg 199, con la nota bibliográfica allí incluida). La indiferencia en los Ejercicios es, principalmente, en orden a la "elección" en función del fin: "Segundo: es menester tener por obiecto el fin para que soy criado, que es para alabar a Dios nuestro Señor y salvar mi ánima; y con esto hallarme indiferente sin affección alguna dessordenada, de manera que no esté más inclinado ni affectado a tomar la cosa propuesta, que a dexarla, ni más a dexarla que a tomarla" (Ejercicios, 179; BAC 86, 2ª ed, 1963, pg 233)}. El Autor de C quiere subrayar que esa actitud no es insensibilidad del corazón, tener el "corazón seco", sino radicalidad y coherencia.
El traductor de C al inglés lo entendió bien, y explicitó el sentido al traducir "indiferencia" por "holy indifference" {"Holy indifference is not coldness of the heart, as the heart of Jesus was not cold"}, santa indiferencia. Las traducciones italiana, gallega y catalana traducen literalmente, sin ningún problema. En cambio el traductor portugués y el alemán desplazan de hecho el sentido del texto; entiendo que prefieren que se oculte el sentido espiritual de "indiferencia" –difícil para el lector actual– y traducen por una palabra "más asequible": "o desprendimento", "Loslösung" {"Loslösung bedeutet nicht Teilnahmslosigkeit. Jesus nahm Anteil". Como se ve, el traductor alemán se ve obligado a una "reinterpretación" del texto ante la dificultad de traducir el sintagma "corazón seco", que es el alma de este punto: "desprendimiento –viene a decir el traductor alemán– no significa falta de interés. Jesús lo tuvo"}. Pero es claro que indiferencia y desprendimiento son cosas distintas. El "desprendimiento" se mueve principalmente en el horizonte de la virtud cristiana de la pobreza {Aunque no sólo: cabe también un desprendimiento de los propias ideas y de los propios juicios. Pero se reconduce al sentido profundo de la virtud de la pobreza. "No consiste la verdadera pobreza en no tener, sino en estar desprendido" (p / 632)}. Tal vez pueda haber llevado a esta lectura del texto el tenor del punto siguiente, que es en realidad relativo a esta virtud.

 «  770  »  No eres menos feliz porque te falta que si te sobrara.

No es ésta una consideración transcrita desde la "cuartilla" al Cuaderno, como suelen ser las del impreso de Cuenca. La escribió el Autor, en su Cuaderno ciertamente, pero con ocasión de narrar una peripecia espiritual en relación con la ex.
trema pobreza de aquellos años {El texto se encuentra en el nivel c, no en el d, de los Apínt (vid IntrodGen § 3, 1, b; pg 24)}. El texto que copio es del Cuaderno IV, nº 415s, fechado en 26-XI-1931:
"anoche, al retirarme a casa, recibí una carta muy cariñosa de un amigo, razonándome su negativa de un préstamo, que le pedí para cubrir esta necesidad [el alquiler del piso]. Volví a la calle, para ventilarme un poco. Desde luego, sin ninguna trepidación interior. Por el contrario, diciendo con la boca y con el corazón: "hágase, cúmplase"... –Jesús me cerraba, al parecer, las puertas de los hombres. Por la noche, hice mi oración, algo adormilado al final. Me acosté muy tranquilo. –Después de la Sta. Misa, hoy, en la acción de gracias y más tarde en la iglesia de los Capuchinos de Medinaceli, el Señor me ha inundado de gracias. Se cumplió lo del Salmo "inebriabuntur ab ubertate domus tuae: et torrente voluptatis tuae potabis eos". Lleno de gozo con la Voluntad de Dios, siento que le he dicho con San Pedro: ecce reliqui omnia et secutus sum te. Y mi corazón se dio cuenta del "centuplum recipies"... Verdaderamente, he vivido el Evangelio del día.
Recibí la bendición con el Ssmo., en la iglesia de Jesús {La iglesia de Jesús de Medinaceli} , y al comenzar inmediatamente la antífona y el primer salmo de Laudes, lo repetí tres veces porque era como un grito de mi alma: "Iubilate in conspectu regis Domini. Cantate Domino canticum novum" (ps. 97)... Y entonces comprendí muchas cosas: No soy menos feliz porque me falte que si me sobrara: ya no debo pedir nada a Jesús: me limitaré a darle gusto en todo y a contarle las cosas, como si El no las supiera, lo mismo que un niño pequeño a su padre".
La lectura del contexto histórico de este punto ayuda a comprender por qué el Autor situó este texto, de tanta relación con la pobreza cristiana, en el cap sobre "La Voluntad de Dios" y por qué lo mantuvo allí también en Burgos, después de incluir un nuevo cap titulado precisamente "Pobreza".

 «  771  »  Dios exalta a quienes cumplen su Voluntad en lo mismo en que los humilló.

Texto escrito pocos días después –1-XII-1931– en el Cuaderno IV, nº 440 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 870, 855, 771}. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación. Unos años después en carta a uno de sus jóvenes amigos escribía:
"¿Eres bueno? No dejes tu ratico de oración. ¿Estudias? Ya verás cómo el Señor, cuando se lleva por El, exalta en lo mismo que humilla" {Carta de Josemaría Escrivá a Ángel Cifuentes Martín, Madrid 23-VII-1934; EF 340723-1. –Ángel Cifuentes, era un estudiante de Medicina que frecentaba los medios de formación espiritual de la academia DYA, de Luchana y, luego, en la Residencia de Ferraz. También se dirigía espiritualmente con el Beato Josemaría}.
No sabemos qué le pasaba al joven receptor de este consejo, que, al escribirse la carta, ya estaba impreso en la edición de Cuenca. Y tampoco sabemos, sobre todo, en qué dimensión concreta de su vida pensaba el Autor cuando subrayaba tan intensamente ese "en lo mismo" en el texto.

 «  772  »  Pregúntate muchas veces al día: ¿hago en este momento lo que debo hacer?

Apunte del Cuaderno II, nº 13, fechado en 13-III-1930, junto con el futuro p / 639. El texto no tiene forma de "consideración", sino de "propósito personal" {Sector b de los Apínt (vid IntrodGen § 3, 1, b; pg 24)}:
"He de preguntarme muchas veces al día: ¿hago, en este momento, lo que debo hacer?".
Este p / 772  es el más antiguo punto de C de los que conservamos la datación {Como ya se ha dicho en otras ocasiones, no disponemos del Cuaderno I de Apínt del Autor, pues lo quemó años después. A ese Cuaderno, que recogía las anotaciones del Autor anteriores a 11-III-1930, debían pertenecer los seis puntos de C (que ya estaban en las cuartillas a velógrafo y en el impreso de Cuenca) que no hemos podido identificar en los Cuadernos existentes}.

 «  773  »  Jesús, lo que tú "quieras"... yo lo amo.

Anotación del Cuaderno V, nº 615, fechada en 25-II-1932. Después transcribió el p / 775. El tenor literal es idéntico al de C.
El juego de palabras "querer-amar" es interesante. El querer de Jesús expresa primariamente el acto de la voluntad del Señor al que debe seguir el acto humano de obediencia: "yo lo hago". Pero el Autor no dice eso, porque en el querer de Jesús capta no sólo el mandato, sino el Amor con que "quiere". Por eso su respuesta es "yo lo amo", es decir, me dispongo a hacerlo por Amor. Querer y amar juegan también en el punto siguiente.
Como otros puntos de este cap, el que comentamos guarda estrecha relación con el p / 691  y com.

 «  774  »  Escalones: Resignarse con la Voluntad de Dios: Conformarse con la Voluntad de Dios: Querer la Voluntad de Dios: Amar la Voluntad de Dios.

Texto del Cuaderno V, nº 572, fechado en 19-I-1932 {Ese día transcribió también, a continuación, el p / 866  } , con el siguiente tenor literal:
"Escalones: Conformarse con la Voluntad de Dios: Resignarse con la Voluntad de Dios: Querer la Voluntad de Dios: Amar la Voluntad de Dios".
Dos días antes había escrito:
"¿Querer la Voluntad de Dios?... ¡Amar la Voluntad de Dios!" {Cuaderno V, nº 566, 16-I-1932. Un excelente comentario a este punto de C en relación con el 757 en Georges Cottier OP, "La oración y la estructura fundamental de la fe", en Santidad y mundo, pgs 91-108}.
Como se ve, ya en las cuartillas a velógrafo cambió la redacción. "Conformarse" es etapa posterior a "resignarse".
Pero la "gradación" la tenía ya tematizada, al menos, dos meses antes, cuando escribía en el Cuaderno IV:
"Jesús, dame esa fe: quiero tener esa fe, para superar los obstáculos que se opongan al cumplimiento de tu Voluntad. Por cierto que veo con meridiana claridad la fórmula, el secreto de la felicidad terrena y eternal: no conformarse solamente con la Voluntad de Dios, sino adherirse, identificarse, querer –en una palabra–, con un acto positivo de nuestra voluntad, la Voluntad divina. Este es el secreto infalible del gozo y la paz" {Cuaderno IV, nº 396, 17-XI-1931. Este texto dará la base al nº 1006 de Forja. El tema de la "conformidad con la Voluntad de Dios" es muy característico de San Francisco de Sales. Vid, por ej, Tratado del Amor de Dios, VII (BAC 127, Madrid 1954, pgs 270ss)}.
Este punto está en la base de p / 768. Vid. com, especialmente el primer texto citado.

 «  775  »  Señor, si es tu Voluntad, haz de mi pobre carne un Crucifijo.

Texto del Cuaderno V, nº 615, fechado en 25-II-1932. Este punto fue escrito, como hemos dicho, a continuación del p / 773. Tenor literal idéntico. En vez de "Señor", la invocación en el Cuaderno era "Jesús". El tema reaparece en las notas de los EjEsp de Segovia de ese año:
"Nuestro Señor Jesús lo quiere: es preciso seguirle de cerca. No hay otro camino. Esa es toda la obra del Espíritu Santo en cada alma –en la mía–: seré dócil, para no poner obstáculos a mi Dios, hasta que haga de mi pobre carne un Crucifijo" {Apínt, nº 1650, 7-X-1932}.
Nótese que esa "cristificación" que el Autor –y con él los lectores– pide en este p / 775  se pone en el Cuaderno en inmediata relación de causa a efecto con la obra del Espíritu Santo en el alma. Vid p / 57  y com.

 «  776  »  No caigas en un círculo vicioso: tú piensas: cuando se arregle esto así o del otro modo seré muy generoso con mi Dios.
¿Acaso Jesús no estará esperando que seas generoso sin reservas para arreglar Él las cosas mejor de lo que imaginas?
Propósito firme, lógica consecuencia: en cada instante de cada día trataré de cumplir con generosidad la Voluntad de Dios.

Texto del Cuaderno V, nº 664, fechado en 16-III-1932. El tenor literal del texto es idéntico al de C, pero precedido del vocativo "Niño": Niño, no caigas, etc." Vid com / 1.
El "círculo vicioso" es como una traslación, a la praxis de la fe-confianza en Dios, del agustiniano "crede ut intelligas". El diálogo de Agustín con su intelocutor en el De utilitate credendi, cap 9 y 10, se puede resumir así: –Creeré cuando comprenda. –Entenderás cuando creas... {San Agustín, De utilitate credendi, cap 9 y 10, nn. 21-24; BAC 30, 195, pgs 864-873}.

 «  777  »  Tu propia voluntad, tu propio juicio: eso es lo que te inquieta.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, trazos fuertes. El Autor sigue redactando "gaiticas" desde el guión sobre Voluntad de Dios:
"La propia voluntad: quita el mérito de las acciones: necesidad de despegarse de la propia voluntad: ella es la que nos inquieta" {EjEsp, Plática "La Voluntad de Dios", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 89}.
Un texto de Sulamitis, que sabemos que el Autor conocía, tiene un pensamiento semejante: "Lo que generalmente os turba es el apego a la propia voluntad, a un bien particular que en aquel momento os parece necesario" {P. M. Sulamitis, A los Católicos Españoles, Publicaciones del Amor Misericordioso, Imprenta de Calatrava, 2ª ed, Salamanca 1931, 16 pgs. En pg 15 se encuentra la oración "por la Iglesia y por la Patria» que el Beato Josemaría, en circunstancias dramáticas, leyó enel Patronato de Enfermos el 13-V-1931. Así lo cuenta el propio Autor en el Cuaderno IV, nº 221, 10-VIII-1931. «Desde que, en aquel día funesto, al oír por teléfono que estaba ardiendo la iglesia de la Flor [la iglesia de la casa profesa de los Jesuítas], fui corriendo a nuestra iglesia del Patronato, cerré las puertas de la calle, subí al presbiterio... resbalé, cayendo cuan largo soy –me dolió unos dás el golpe–, anuncié a los fieles el triste suceso y leí con voz emocionada las Preces del Amor Misericordioso, por la Iglesia y por la Patria; desdee entonces, todos los días después del rosario, rezo estas oraciones, convencido de que orar es el único camino de atajar todos estos males que padecemos»}.
"Tu propia voluntad, tu propio juicio", en cuanto dominados por el egoísmo y enfrentados, se entiende, a la voluntad y al juicio de Dios. La tarea del cristiano es precisamente conformar la propia voluntad y el propio juicio (la propia conciencia, contra la que no puede ir) con el juicio y el querer de Dios, en la línea de lo que se dice expresamente en el siguiente punto: ¡Piensa! (vid también p / 782).

 «  778  »  Es cuestión de segundos... Piensa antes de comenzar cualquier negocio: ¿Qué quiere Dios de mí en este asunto?
Y, con la gracia divina, ¡hazlo!

Texto del Cuaderno VI, nº 912, fechado en 20-I-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 7, 778}. Vid apcrít.
El cambio "Pregúntate" por "Piensa" lo hizo el Autor sobre el texto mecanografiado, posiblemente en una relectura tranquila del cap, al ver que la expresión "pregúntate" la acababa de usar en el p / 772.

 «  LA GLORIA DE DIOS  » 

Breve cap de once puntos, de los que sólo cuatro son de nueva redacción en Burgos. La base del cap en Cec es el bloque temático cd / 194-198, que, como dijimos en Introd a cap anterior, precedía en el fascículo al bloque sobre la Voluntad de Dios {En Cec incluyó también un punto de Cem33 y otro tomado directamente del Cuaderno VII}.
El Autor, como vemos, y en contraste con Cem32, se decide por la secuencia "Voluntad de Dios –Gloria de Dios": el cumplimiento de aquélla es el camino hacedero para esta última. Pienso que la razón es práctica, para facilidad del lector; porque la gloria de Dios es la que continúa dominando teológicamente el pensamiento del Autor. El "Deo omnis gloria" del p / 780, comentado en el p / 784, aparece desde las primeras páginas de Apínt (escrito por todas partes con la sigla D.O.G.; sobre esta sigla, vid com / 11) como el "fin" más radical del Opus Dei, respecto del cual el cumplimiento de la Voluntad de Dios, manifestado en la santificación de la vida ordinaria, es, como he dicho, el "camino". Es interesante la fórmula que se repite: "omnis gloria", "toda" la gloria. Está inspirada evidentemente en la Eucaristía –es una síntesis de la doxología del Canon romano–, pero también hay que ponerla en relación con el célebre "ad maiorem Dei gloriam" de Ignacio de Loyola, al que Josemaría Escrivá tenía una gran admiración y devoción personal.

 «  779  »  Es bueno dar gloria a Dios, sin tomarse anticipos (mujer, hijos, honores...) de esa gloria, de que gozaremos plenamente con Él en la Vida.
Además, Él es generoso... Da el ciento por uno: y esto es verdad hasta en los hijos. –Muchos se privan de ellos por su gloria, y tienen.
miles de hijos de su espíritu. –Hijos, como nosotros lo somos del Padre nuestro, que está en los cielos.

Texto del Cuaderno IV, nº 270, fechado en 7-IX-1931, que dice así:
"Hay pues que dar gloria a Dios, sin tomarnos anticipos (mujer, hijos, honores...) de esa gloria de que gozaremos plenamente con El en la Vida... Además, El es generoso... Da el ciento por uno: y esto es verdad hasta en los hijos. Nos privamos de ellos, por su gloria: y tendremos miles de hijos de nuestro espíritu. Hijos: casi tan hijos, como nosotros lo somos del Padre Celestial, que está en los Cielos".
Como se ve, la anotación del Cuaderno estaba escrita como una reflexión personal y acerca del pequeño grupo de jóvenes que le seguían en el celibato apostólico, redacción que se refleja todavía en las cuartillas a velógrafo y en el texto de Cuenca. La ampliación del círculo de lectores que prevé para la edición de C en Valencia, le hace sin duda variar la redacción, de manera semejante a muchos otros puntos: el "nos privamos de los hijos" pasa a ser "muchos se privan de ellos". Interesante también una anotación manuscrita del Autor en el ejemplar a velógrafo que le entregó a su confesor. Con referencia a la última frase de este punto –"Hijos, como nosotros lo somos..."–, escribe al margen:
"Antes ponía 'tanto como'... y lo corrigió Vd., Padre" {Anotación en el margen inferior de la pg 13r}.
El manuscrito del Cuaderno muestra que la primera redacción decía: "tan hijos como". La corrección introducida después en el propio Cuaderno dice: "casi tan hijos como". La precisión recomendada por el confesor era, en efecto, acertada, para subrayar la analogía buscada por el Autor. El texto a velógrafo dirá sencillamente: "como".
La reflexión describe los "anticipos" desde la situación personal del Autor: "mujer, hijos, etc.", y así pasó al manuscrito de Burgos. Las mujeres harán la lectura analógica: "marido, hijos, etc.".

 «  780  »  "Deo omnis gloria". –Para Dios toda la gloria. –Es una confesión categórica de nuestra nada. Él, Jesús, lo es todo. Nosotros, sin Él, nada valemos: nada1
Nuestra vanagloria sería eso: gloria vana; sería un robo sacrílego; el "yo" no debe aparecer en ninguna parte.

Texto del Cuaderno IV, nº 391, fechado en 14-XI-1931 {En ese día transcribió tres futuros puntos de C: 442, 780, 961}. El tenor literal del texto es idéntico al de C, excepto la puntuación y la última frase que dice así:
"el yo del socio no aparecerá en ninguna parte".
Es una modificación, que ya hizo el Autor para las cuartillas a velógrafo, para trascender la ocasión inmediata del texto del Cuaderno.
El "Deo omnis gloria", como ya se dijo, es una de las palabras más antiguas y habituales en los labios y en la pluma de Escrivá para expresar la radicalidad de la vida cristiana, y en concreto de la vida cristiana en el mundo {Nótese –cosa excepcional en el libro– que en el impreso de Cuenca el lema está escrito en mayúsculas. En Cem, sucede lo mismo con la palabra "nada"}. Es una síntesis "teo-lógica" de la doxología final del Canon romano {La fórmula cristológica de la doxología es la base de p / 786  y p / 916. Vid}. La escribía con frecuencia en abreviatura: D.O.G. (vid com / 11). Los puntos del cap que ahora comienza son de alguna manera variantes sobre el mismo tema. La formación espiritual que el Autor transmitía a su alrededor tenía en este punto un eje fundamental, que testimonia en esta anécdota de los comienzos de la Academia DYA:
"De todo el apostolado externo de la Obra de Dios ordinariamente no tomaré notas. Ya se encargan los chicos {Se refiere al "Diario" que llevaban en la Academia DYA. Se conserva en AGP, sec A, leg 1, carp 1}. Sin embargo, ¡hay detalles tan hermosos!, ayer mismo, en cuanto colocaron el encerado que se ha puesto en una clase, los cuatro artistas (dos ingenieros y dos medio arquitectos) lo primero que escribieron fue: Deo omnis gloria! Ya sé que te encantó, Jesús" {Cuaderno VII, nº 1097, 30-XII-1933; la cursiva es del original}.
La anécdota muestra cómo los jóvenes universitarios que le rodeaban percibían el carácter central del "Deo omnis gloria" {Lo que venía enseñando sobre el tema está concisamente expresado en un importante documento de 1934, dirigido a todos los fieles del Opus Dei (Instrucción, 19-III-1934, nº 36), reproducido en com / 11}.
Una anotación del año 1938 –mientras escribía los puntos de C– tomada de una catequesis sobre la Santa Misa. Escribe:
"Va a terminar el Canon con una alabanza a la Santísima Trinidad, en la que tanto por las palabras como por las ceremonias, se indica que sólo podemos hacerla por medio de Jesucristo. Omnis honor et gloria. Del misterio de la Cruz dimana todo el honor y la gloria al Padre y al Espíritu Santo" {AGP, Secc. A, leg 50-4, carp 5, exp 3, ficha 25}.
El "yo". Estamos en las mismas coordenadas antropológicas que hemos comentado en p / 777. Ese "yo" entrecomillado es la autoafirmación egoísta del hombre frente a Dios (vid p / 784)
"Nuestra nada": es el lenguaje de la tradición espiritual. El Autor quiere poner de relieve la total soberanía de Dios. La desaparición del "yo" y el reconocimiento de "nuestra nada" son, paradójicamente, los que hacen aparecer la riqueza de la persona humana, de "cada" persona, redimida en su singularidad por Cristo.

 «  781  »  1Sin mí nada podéis hacer, ha dicho el Señor. –Y lo ha dicho, para que tú y yo no nos apuntemos éxitos que son suyos. –"Sine me, nihil!...".

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Re. Preparado muy probablemente a partir de este apunte de predicación:
"Vileza, en cuanto al alma. Sine me nihil potestis facere (Joann. 15, 5): criado de la nada, soy nada, nada puedo, nada valgo, nada merezco" {EjEsp, Meditación "Pecados. Repetición", Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 129}.
Sobre este texto de San Juan está también construido el p / 416. Vid com.

 «  782  »  ¿Cómo te atreves a emplear ese chispazo del entendimiento divino, que es tu razón, en otra cosa que no sea dar gloria a tu Señor?

Texto del Cuaderno VI, nº 860, fechado en 3-XI-1932 {En ese día transcribió cinco futuros puntos de C: 218, 283, 368, 782, 902} , idéntico al de C. El Autor va nombrando, en los distintos puntos del cap, a las potencias y ámbitos de actividad del hombre (vid p / 784) para ver en ellos la dinámica del "Deo omnis gloria". Este p / 782  contempla el tema en el trabajo de la inteligencia, de capital importancia en el ámbito de la cultura. Vid com / 777: "tu propio juicio".

 «  783  »  Si la vida no tuviera por fin dar gloria a Dios, sería despreciable, más aún: aborrecible.

Texto del Cuaderno VI, nº 837, fechado en 29-III-1932, idéntico al de C. El Autor señala con plena radicalidad el sinsentido de una vida sin Dios, llevando al límite, a sensu contrario, el "fecisti nos ad te" de San Agustín" {Confessiones, lib 1, cap 1; BAC 11, 4ª ed, 1963, pg 69}. "Un solo pensamiento del hombre vale más que todo el mundo", dice San Juan de la Cruz; "por tanto", concluye, "sólo Dios es digno de él" {Dichos de luz y de amor, n. 34; BAC 15, 13ª ed, 1991, pg 161}. El punto de C es una exaltación existencial de la dignidad del hombre.

 «  784  »  Da "toda" la gloria a Dios. –"Exprime" con tu voluntad, ayudado por la gracia, cada una de tus acciones, para que en ellas no quede nada que huela a humana soberbia, a complacencia de tu "yo".

Es éste uno de los seis puntos de C {Son: 81, 115, 284, 657, 658, 784}, procedentes del impreso de Cuenca –y antes de las cuartillas a velógrafo de 1932–, que no he podido identificar en los Cuadernos de Apínt. Como ya he dicho en otras ocasiones, mi hipótesis es que estaban escritos en el Cuaderno I, que destruyó el Autor años después. Se remonta, pues, su texto atrás de 1930: puede de ser de 1929, recogiendo y expresando la luz fundacional del 2 de octubre de 1928.
"Toda". "Exprime". El entrecomillado subraya la radicalidad del fin: "Deo omnis gloria". Nada, objetivamente, que no sea para la gloria de Dios: cada acción humana; ni subjetivamente: la totalidad de esa acción, "exprimiéndola" desde la libertad del sujeto sostenida por la gracia. A mayor abundamiento, el Autor rechaza de manera categórica todo lo que sea servirse del Evangelio o de la Iglesia para fines personales {Arrancando de Flp 2, 6 -7, el Autor predicaba años después: "El cristiano sabe así que es para Dios toda la gloria; y que no puede utilizar como instrumento de intereses y de ambiciones humanas la sublimidad y la grandeza del Evangelio" (Es Cristo que pasa, 62)}.

 «  785  »  "Deus meus es tu, et confitebor tibi: Deus meus es tu, et exaltabo te". –Tú eres mi Dios, y te confesaré: Tú eres mi Dios, y te exaltaré1. –Hermoso programa..., para un apóstol de tu talla.

Texto sobre una octavilla de la serie Ah, escrito por tanto después del 20-XII-1938. Texto sin interrelación documental conocida. En la parte superior de la ficha el Autor escribió: "(retocar)". De hecho la "gaitica" no tiene el menor retoque.

 «  786  »  Que ningún afecto te ate a la tierra, fuera del deseo divinísimo de dar gloria a Cristo y, por Él y con Él y en Él, al Padre y al Espíritu Santo.

Texto del Cuaderno VI, nº 929, fechado en 11-II-1933 y precedido del p / 737. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
El texto expresa de nuevo el "Deo omnis gloria", pero ahora con una acentuación de la dimensión cristológica de la doxología.

 «  787  »  Rectifica, rectifica. –¡Tendría tan poca gracia que ese vencimiento fuera estéril porque te has movido por miras humanas!

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco y perteneciente a la serie escrita en la Legación de Honduras. Texto sin interrelación documental conocida.

 «  788  »  Pureza de intención. –Las sugestiones de la soberbia y los ímpetus de la carne los conoces pronto... y peleas y, con la gracia, vences.
Pero los motivos que te llevan a obrar, aun en las acciones más santas, no te parecen claros... y sientes una voz allá dentro que te hace ver razones humanas..., con tal sutileza, que se infiltra en tu alma la intranquilidad de pensar que no trabajas como debes hacerlo –por puro Amor, sola y exclusivamente por dar a Dios toda su gloria.
Reacciona en seguida cada vez y di: "Señor, para mí nada quiero. –Todo para tu gloria y por Amor".

Un texto del Cuaderno VII (nº 1157, 13-III-1934) que pasó directamente al impreso de Cuenca. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación. Vid apcrít.
Una nota escrita en sus EjEsp de 1934 ilustra bien su pensamiento:
"La rectitud de intención: La rectitud de intención está en buscar sólo y en todo la gloria de Dios. ¡Cuántas veces –ordinariamente, como un relámpago: pero también, en alguna ocasión, como una mosca sucia y pesada, que se la echa y vuelve– ha venido a desazonarme el pensamiento de mi falta de rectitud de intención! Ahora, en la presencia de mi Señor, vamos a examinarme, orando.
¡Mi falta de rectitud de intención tendría una malicia enorme! Su trascendencia procedería de que engañaría a muchos, que son, por su temple, verdaderos apóstoles. ¡A ver!: Siempre que me ocurre el pensamiento –la tentación– de que antes hablo, hago en seguida actos contrarios. Y, aunque no tenga gana, porque la sensibilidad pocas veces responde, digo con voluntad eficaz, no sólo con los labios: "Señor, para mí nada quiero. Todo para tu gloria y por Amor" {Apínt, nº 1767, viernes 20-VII-1934; la cursiva es del original}.

 «  789  »  Sin duda que has purificado bien tu intención, cuando has dicho: renuncio desde ahora a toda gratitud y pago humanos.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Bl. La forma es dialógica pero el texto tiene todas las características de ser una expresión de la propia vida espiritual del Autor, que buscaba a toda costa la más limpia unión con Dios y el desprendimiento de las cosas humanas. No he encontrado relaciones interdocumentales. No obstante, ¿no podría guardar relación esta "gaitica" con la decisión de no recibir estipendios por la celebración de la Santa Misa? La tomó y la puso en práctica al llegar a la zona nacional en la pobreza más completa {Vid com / 633 y el texto allí citado. Ya en Burgos, los estipendios que le ofrecían se los pasaba a don Santos Moro, el Obispo de Ávila, para sus sacerdotes}.

 «  PROSELITISMO  » 

Cec construye su pequeño cap de siete puntos con tres consideraciones de Cem33 y otras cuatro tomadas directamente de los Cuadernos VI y VII. En Cem32 no hay sección paralela, ni de ese primer fascículo se toma texto alguno. En Burgos el Autor añade dieciséis puntos nuevos, que se distribuyen entre los procedentes de Cuenca.
Tanto en Cec como en C el cap ocupa la misma posición, un tanto sorprendente. En una primera reflexión sobre los contenidos de esta Tercera Parte, se nos aparece más lógico que "Proselitismo" estuviera situado entre los caps finales: "Llamamiento", "El Apóstol", "Apostolado", pues es cosa evidente que, en la concepción del Autor, el "proselitismo" se inscribe en el interior del "apostolado" y la acción proselitista sólo puede provenir de un "alma de apóstol" (p / 794). El "proselitismo" es, podría decirse, la forma de comunicar –a determinadas personas que el "apóstol" encuentra en su camino– "el fuego de Cristo que llevas en el corazón" (p / 1). No es fácil, pues, inducir por qué sitúa el cap donde está; lugar que, por otra parte, ocupa desde Cec, cuando el Autor hace el fundamental esquema normativo del libro.
Me parece, no obstante, que la intentio del Autor se clarifica si reconsideramos despacio el sentido teológico de la secuencia Voluntad de Dios –Gloria de Dios. La Gloria de Dios es el fin, la plenitud, y cumplir aquélla –la Voluntad de Dios, en la que ve incluido el Opus Dei– es el camino que el Señor le señala, y el empeño personal que le pide, para dar a Dios "toda" la gloria. Esta secuencia e interrelación trae consigo, como algo inmanente, el "proselitismo": buscar a los hombres y a las mujeres que puedan compartir y realizar el proyecto para la gloria de Dios: "dejad eso y venid con nosotros tras el Amor" (p / 790). La secuencia Voluntad de Dios –Gloria de Dios transforma, a quien la capta en su interno sentido, en "apóstol de apóstoles" (p / 811).
Sobre el sntido de la palabra "proselitismo" en C, vid a continuación com / 790.

 «  790  »  ¿No gritaríais de buena gana a la juventud que bulle alrededor vuestro: ¡locos!, dejad esas cosas mundanas que achican el corazón... y muchas veces lo envilecen..., dejad eso y venid con nosotros tras el Amor?

Texto del Cuaderno VI, nº 1053, fechado en 18-IX-1933 {Previamente transcribió el p / 286}, que acababa con la sigla "O.c.P.a.I.p.M." {Sobre el significado de esta sigla vid com / 11; la cursiva es del original}.
En un documento de 1934 dirigido a los fieles del Opus Dei casi repetía estas expresiones:
"¿No os da pena contemplar a esa juventud, que bulle en medio del mundo, buscando inútilmente un ideal? –Gritadles: ¡locos!, dejad esas cosas pequeñas, que achican el corazón... y muchas veces lo envilecen..., dejad eso y venid con nosotros tras el Amor!" {Instrucción, 1-IV-1934, nº 5. Vid p / 914, que tiene un paralelismo con la doctrina de este p / 790; la cursiva es del original}.
Como se ve, hay una diferencia terminológica entre el texto del Cuaderno –que pasa al velógrafo y luego al impreso de Cuenca y a la Instrucción de 1-IV-1934– y el de C preparado en Burgos (vid apcrít): las "cosas pequeñas" de aquellos textos pasan ahora a ser "cosas mundanas". Me parece que el cambio no es redaccional sino que tiene una fuerte intencionalidad teológico-espiritual. Es claro por el contexto qué son las cosas pequeñas de las que está hablando en este punto: precisamente las "que achican el corazón... y muchas veces lo envilecen". No está ahí el problema. Lo que sucede es que en la redacción de Burgos la expresión "cosas pequeñas" ha pasado a ser una categoría espiritual en la doctrina del Autor, que agrega bajo este título un nuevo cap al libro. Sobre el tema hablaremos en el cap en cuestión.
Queda claro desde el principio el sentido de la palabra "proselitismo" en la pluma del Autor: es la propuesta y la invitación a compañeros y amigos para compartir el "camino" que se ha descubierto; lo cual, en la concepción del Autor, incluye, si se ven señales de ese llamamiento, la invitación a compartir el camino del Opus Dei. En este sentido la dimensión "proselitismo" es connatural a la pluralidad de carismas e instituciones en la Iglesia {Modernamente y sobre todo en el contexto del ecumenismo como aspecto de la misión de la Iglesia, se identifica como "proselitismo" la acción agresiva de las sectas respecto de los fieles de las grandes Iglesias mayoritarias o, más en general, toda actividad de carácter no evangélico tendente a que esos cristianos pasen a otra Iglesia o comunidad eclesial distinta de la propia. Ya se ve que es cosa del todo diversa}. Vid el p / 793, que es definitorio, y que se prolonga en el p / 809. En el lenguaje de C "proselitismo" es la expresión misma del fuego de Cristo ("ignem veni mittere in terram"; vid p / 801) en el alma del cristiano, como manifiestan los puntos de este cap.
El "proselitismo", bajo este aspecto, hay que situarlo en el marco del cap "El Apostolado", especialmente de los p / 964-966, que señalan la variedad de caminos en la Iglesia y la comunión entre todos ellos. Vid lo que ya dijimos en Introd al presente cap.

 «  791  »  Te falta "vibración". –Ésa es la causa de que arrastres a tan pocos. –Parece como si no estuvieras muy persuadido de lo que ganas al dejar por Cristo esas cosas de la tierra.
Compara: ¡el ciento por uno y la vida eterna! –¿Te parece pequeño el "negocio"?

Texto escrito sobre una octavilla Re. No conozco interrelación documental. El texto refleja el estilo incitante de conversación que Josemaría Escrivá mantenía con tantos jóvenes universitarios en aquellos años para animar a cada uno a ser "apóstol de apóstoles" {Vid p / 803, 811, 920. La ambivalencia de la palabra "proselitismo", sobre todo en Centroeuropa y en los países anglosajones, ha llevado a los traductores de C a evitar la versión literal y obvia de la palabra. La traducción alemana traduce: "Menschen gewinnen", ganar almas. En línea con lo que apuntaba en el texto, me parece más fiel al pensamiento del Autor la versión inglesa: "Winning new apostles", ganar nuevos apóstoles. Sin embargo, la moderna edición bilingüe de Andrew Byrne, Camino / The Way, elige la versión literal, "Proselytism", y hace un comentario lingüístico en nota. En p / 810  retiene la expresión de la traducción antigua: "This time we have translated proselitismo as 'win new apostels' " (nt 36)}, que eso es el "proselitismo". Interesante, por lo intencionada, la pequeña modificación que testifica el apcrít: se trata de dejar no las cosas de la tierra, sino esas cosas de la tierra, las cosas "mundanas" de que habla el punto anterior... En las cosas limpias de la tierra es donde el interlocutor de este punto tiene que santificarse, pero Dios puede pedirle además que deje determinadas cosas de la tierra (como es el caso del p / 779)
"Vibración", es decir, urgencia de la misión cristiana y encendimiento dentro del alma, que lleva al testimonio apostólico, que "arrastra" y convence con la fuerza de la verdad de Cristo.
El "negocio", que el Autor entrecomilla con humor, es el que señaló Jesús en el pasaje que sirve de matriz a este punto (vid apcrít). Vid p / 670  (y 779), que incluye otra glosa a este pasaje de San Mateo.

 «  792  »  "Duc in altum". –¡Mar adentro! –Rechaza el pesimismo que te hace cobarde. "Et laxate retia vestra in capturam" –y echa tus redes para pescar.
¿No ves que puedes decir, como Pedro: "in nomine tuo, laxabo rete". –Jesús, en tu nombre, buscaré almas?

Texto escrito sobre una octavilla Bl, con la grafía de la fase final de la redacción. Preparado muy probablemente a partir de este apunte de predicación:
"Junto al lago de Genesaret. (Lc 5, 1 -11) –Duc in altum!... Praeceptor, per totam noctem laborantes nihil coepimus; in verbo autem tuo laxabo rete" {EjEsp, Plática "Espíritu de obediencia", Vitoria 19-VIII-1938; guión nº 122. –El Autor escribió, sin embargo, en la "gaitica" in nomine tuo en vez de in verbo tuo. Probablemente era una trasposición Lc 10, 17}.
Punto paralelo –el mismo texto bíblico– al p / 629, que aborda el tema en la perspectiva de la obediencia. La reflexión sobre las dos pescas milagrosas –"barcas y redes"– es constante en la predicación del Autor antes y después de C {En C vid p / 629, 799, 808  y 978. Vid también Surco, 377  y cap 3º, que se titula así: "Pescadores de hombres"; Forja, 356, 574; Es Cristo que pasa, 159, 175; Amigos de Dios, 14, 21, 23, 259, 260, 262, 265, 273}. El pasaje de San Lucas sobre el Duc in altum puede considerarse emblemático de la propuesta de Josemaría Escrivá acerca de la misión apostólica {Una consideración de la misión cristiana en el mundo desde la perspectiva del "Duc in altum" es la que ha propuesto Juan Pablo II en la Carta Apost. Novo millennio ineunte, 6-I-2001, passim}. En la liturgia eucarística de la fiesta del Beato, 26 de junio, ésa es precisamente la lectura del Evangelio. Vid p / 372, 808, 799  y 978, que presentan el significado de la pesca milagrosa en el horizonte de la vida secular y profesional.
El tenor de este p / 792  ya estaba anticipado en este texto de un documento dirigido a los fieles del Opus Dei:
"Duc in altum, ¡mar adentro!, et laxate retia vestra in capturam, y echad las redes para pescar. Llevad a Cristo en los labios y en el corazón: así ganaréis vocaciones, así pescaréis como Simón y los hijos de Zebedeo piscium multitudinem copiosam, un crecido número de almas (Luc. 5, 4 y 6)" {Instrucción, 1-IV-1934, nº 89}.
La escena evangélica señala bien las coordenadas del proselitismo en C. Ante todo, relación íntima del apóstol con Jesús, pureza, rectitud de intención: "Jesús, en tu nombre, buscaré almas". Luego, la acción proselitista: "Llevad a Cristo en los labios y en el corazón: así ganaréis vocaciones". Las decisiones de entrega a Dios son una consecuencia del hablar con Cristo y de Cristo.

 «  793  »  Proselitismo. –Es la señal cierta del celo verdadero.

Texto del Cuaderno VI, nº 961, fechado en 22-III-1933. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Ese mismo día transcribió seis futuros puntos de C {Futuros puntos de C transcritos ese día: 97, 278, 412, 844, 181, 793}.
Mientras el Autor preparaba para la imprenta la edición de Cuenca, estaba terminando también un documento citado ya varias veces, que lleva fecha de 1º de abril de 1934. Este p / 793  tiene allí su equivalente:
"Y este grito, señal cierta de que tenéis un celo verdadero, es también la manifestación del proselitismo que todos sentimos" {Instrucción, 1-IV-1934, nº 6}.
El "grito" al que alude es el del p / 790. Todo hace pensar que primero escribió la Instrucción, con la secuencia de los parágrafos 5 y 6, y después ordenó las "Consideraciones" para la imprenta, en la que los futuros puntos de C p / 790  y p / 793  son también consecutivos.
"El celo verdadero": vid p / 934  y antes el p / 796.
Póngase este punto en relación con p / 810: no sólo es "señal cierta" del celo verdadero, sino de la auténtica entrega al Señor.

 «  794  »  Sembrar. –Salió el sembrador... Siembra a voleo, alma de apóstol. –El viento de la gracia arrastrará tu semilla si el surco donde cayó no es digno... Siembra, y está cierto de que la simiente arraigará y dará su fruto.

Texto del Cuaderno VI, nº 1030, fechado en 7-VII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 794, 400, 190, 840, 709, 684, 598, 926}. Dice así:
"Sembrar. Siembra a voleo, alma de apóstol. El viento de la gracia arrastrará tu semilla, si el surco donde cayó no es digno... Siembra y está cierto de que toda la simiente arraigará y dará su fruto".
Ahora es una parábola de Jesús. Nótese que ya desde las cuartillas a velógrafo en vez de "toda la simiente" que estaba escrito en el Cuaderno puso sencillamente "la simiente", sin duda por mayor fidelidad al texto bíblico.
En la parábola de Jesús la semilla "que no prende" es la sembrada junto al camino. Las otras "prenden" con distinta fortuna. Se diría que el Autor, contemplando la potencia de la Palabra de Dios, que no regresa sin fruto, introduce un desarrollo: no sólo están las aves del cielo, que pueden comer la que cayó junto al camino, sino "el viento de la gracia", que puede arrastrarla, desde cualquier surco, a tierra buena... El horizonte del punto de C –la "siembra a voleo"– es, como se ve, el que señala esta expresión del Beato Josemaría "de cien almas nos interesan cien" {"Por esto precisamente, he predicado siempre que nos interesan todas las almas –de cien, las cien–, sin discriminaciones de ningún género, con la certeza de que Jesucristo nos ha redimido a todos, y quiere emplearnos a unos pocos, a pesar de nuestra nulidad personal, para que demos a conocer esta salvación" (Amigos de Dios, 9)}. Por lo demás, el mensaje del punto es una exhortación a sembrar incansablemente, aunque no se vean los frutos. Para eso está el viento de la gracia.
El punto siguiente, al filo de la misma parábola, abordará indirectamente una cuestión diversa: la semilla no ha arraigado, cierto, pero ¿el apóstol ha sembrado realmente la semilla? ¿Se ha dado, de manera evangélica, convincente, un verdadero testimonio apostólico?
Sobre "sembrar a voleo" cfr p / 834.

 «  795  »  Con el buen ejemplo se siembra buena semilla; y la caridad obliga a sembrar a todos.

Texto del Cuaderno VI, nº 1067, fechado en 21-X-1933. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación. Ese mismo día transcribió cinco puntos de C {Futuros puntos de C transcritos ese día: 795, 271, 59, 470, 434}, que pasaron directamente al impreso de Cuenca.
En el apostolado en medio del mundo –de amigo a amigo, de compañero a compañero– la Palabra de Dios toma, de manera muy especial, la forma del ejemplo de vida, que es el que realmente siembra. El Autor subraya en este contexto, fundamentándolo en la caridad, el carácter universal de la llamada de Dios al apostolado.

 «  796  »  Pequeño amor es el tuyo si no sientes el celo por la salvación de todas las almas. –Pobre amor es el tuyo si no tienes ansias de pegar tu locura a otros apóstoles.

Texto del Cuaderno VI, nº 953, fechado en 19-III-1933. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación. Ese mismo día transcribió cinco puntos de C {Son: 453, 796, 913, 860, 410} , que pasaron a las cuartillas a velógrafo.
En este punto aparecen dibujados, con toda claridad y como dos círculos concéntricos, la doble dimensión del único movimiento espiritual que el fuego de Cristo produce en el alma del cristiano: ante todo, "el celo por la salvación de todas las almas", y junto a ese celo e inseparable de él, las "ansias de pegar tu locura a otros apóstoles". Es interesante notar la colocación de este punto detrás del que le precede. Porque este "pegar tu locura a otros apóstoles" es, en la espiritualidad de C, ante todo, el fruto del ejemplo, de unos "hechos" de vida entregada que pasan a ser, como en Cristo –en el lenguaje de San Agustín–, "quasi verba visibilia et aliquid significantia", es decir, como palabras de carne y hueso que anuncian un mensje... {San Agustín, Sermón 67, 7; BAC 441, 1983, pg 405}.
Vid en Introd a esta "Tercera Parte" lo que se dice (pg 836) sobre el sentido del "plano inclinado" y ser "apóstol de apóstoles".

 «  797  »  Sabes que tu camino no es claro. –Y que no lo es porque al no seguir de cerca a Jesús te quedas en tinieblas. –¿A qué esperas para decidirte?

Texto escrito sobre una octavilla Jef. Estamos en las Navidades de 1938, que fueron especialmente intensas en el trabajo redaccional de C. Escrivá acababa de recibir una carta de un joven jurista, de la que es este párrafo:
"Querido Padre: Vísperas de Navidad [...] Me ayudan sus cartas y las noticias de los chicos como un sueño de ángeles contra la realidad de todo lo que palpamos. Y así mantienen la luz de mi ilusión en el camino, que sabe que no es claro. En definitiva, porque no sigo a Jesús, me quedo en tinieblas. El Señor vendrá. Pídamelo, Padre, por caridad. Muy suyo en Xto. Alejandro" {Carta de Alejandro Fernández del Amo a Josemaría Escrivá, 24-XII-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp D, exp 26; la cursiva es mía. Era uno de los estudiantes que frecuentaba la Residencia de Ferraz}.
El Autor debió tomar la pluma y le contestó con la "gaitica" que pasaría a ser el p / 797. Vid p / 212. Nótese que el Beato Josemaría lee el texto de Fernández del Amo con la clave de Simón Pedro: "sequebatur eum a longe". Por eso, se verifica lo del citado punto: "Ese Cristo, que tú ves, no es Jesús". "Las limpias luces del Amor" (p / 212) sustituyen a las "tinieblas" si se da la "purificación" de que se habla en aquél y la "decisión" que se pide en éste.
El tema es "tinieblas" o "visión" de Dios en el "camino". Seguir al Señor es seguirle "de cerca", con la mirada en el guía. Ya lo explicaba San Gregorio de Nisa en un lugar célebre de su De vita Moysi:
"Moisés, que tiene ansias de ver a Dios, recibe la enseñanza de cómo es posible ver a Dios: seguir a Dios a donde quiera que Él conduzca, eso es ver a Dios. Su paso indica que guía a quien lo sigue. Para quien ignora el camino, no es posible recorrerlo con seguridad si no es siguiendo detrás de quien guía. Por esta razón, quien guía, yendo delante, muestra el camino a quien sigue, y quien le sigue no se apartará del buen camino si mira continuamente a la espalda de quien conduce" {Gregorio de Nisa, Sobre la vida de Moisés, 2, 252; Biblioteca de Patrística 23, Madrid 1993, pg 212s}.

 «  798  »  ¿Razones?... ¿Qué razones daría el pobre Ignacio al sabio Xavier?

Texto del Cuaderno VI, nº 1017, fechado en 1-VI-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 473, 798, 895}.
Las "razones humanas" del Cuaderno –que pasan al velógrafo y al texto de Cuenca– se quedan en C, sencillamente, en "razones". Al Autor le debió parecer que el adjetivo era redundante.
El encuentro y la relación de Ignacio de Loyola con Francisco Xavier en el Colegio Santa Bárbara de París (1529-1534) son, para el Autor, emblemáticos del poder de la gracia de Dios y de la desproporción de los medios humanos {Vid Pedro de Ribadeneira, Vida de San Ignacio de Loyola, lib II, cap 4; Madrid 1942, pg 118. Entre las biografías modernas, vid Ricardo García-Villoslada, San Ignacio de Loyola: nueva biografía, BAC maior 28, Madrid 1986; José María Recondo, San Francisco Javier: vida y obra, BAC maior 32, Madrid 1988}. Vid p / 470.

 «  799  »  Lo que a ti te maravilla a mí me parece razonable. –¿Que te ha ido a buscar Dios en el ejercicio de tu profesión?
Así buscó a los primeros: a Pedro, a Andrés, a Juan y a Santiago, junto a las redes: a Mateo, sentado en el banco de los recaudadores...
Y, ¡asómbrate!, a Pablo, en su afán de acabar con la semilla de los cristianos.

Texto escrito sobre una octavilla Drv: media cuartilla con dorso en el que se leen (a máquina) estas dos medias líneas: "Muy querido D. José | la que se interesa con tant". La grafía es fuerte. No tiene interrelación documental conocida.
Este punto de C se inserta en núcleos muy centrales de la espiritualidad del Autor: la llamada divina surge en medio de las actividades profesionales, y el Beato Josemaría comprendió, con la ilustración del Espíritu Santo, que para el hombre corriente esa llamada de Dios implica precisamente un modo nuevo –"nueva criatura"– de asumir esa profesión en la que se está. El estupor, ante esta realidad, de aquellos jóvenes profesionales que frecuentaban al Autor, y que refleja este punto, es paralelo al que aparece en estos otros dos puntos: el p / 27, sobre la vocación matrimonial, y el p / 291  sobre la llamada universal a la santidad.
"Pedro, a Andrés, a Juan y a Santiago, junto a las redes". A este nuevo sentido del trabajo profesional corresponde el sentido nuevo de "prestigio profesional" de p / 372. Vid com y otros puntos allí citados.

 «  800  »  La mies es mucha y pocos los operarios. –"Rogate ergo!" –Rogad, pues, al Señor de la mies que envíe operarios a su campo.
La oración es el medio más eficaz de proselitismo.

Otro texto escrito con rasgos fuertes y claros y redactado en Burgos sobre ficha Drv. Es una media cuartilla en cuyo dorso se leen unas medias palabras, de mano del Autor: "do tenemos hambre / –ritu". El pensamiento ya estaba formulado en una meditación de la Legación de Honduras:
"La cosecha de las almas está pidiendo ser recogida. Y las palabras que me vienen al corazón son las mismas de Jesús: Messis quidem multa, operarii autem pauci (Mt 9, 37), la mies es mucha; los operarios, pocos. Cumpliremos, pues, el mandato del Maestro: Rogate ergo Dominum messis ut mittat operarios in messem suam (Mt 9, 38), rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies" {PredicHond, "Fiel en lo poco", 6-VII-1937, pg 186s; XXX}.
La segunda frase del punto está en consonancia con este criterio que el Autor escribe a Emiliano Amann:
"no te olvides de pedir siempre por nuestras cosas: puedo asegurarte que la oración ha sido el medio más eficaz en nuestra labor. Un abrazo y te bendice Josemaría" {Carta de Josemaría Escrivá a Emiliano Amann, Burgos 29-VI-1938; EF 380629-1; la cursiva es mía. El tema es caro a J. B. Chautard, El alma de todo apostolado, 1927, pg 96. Sobre Chautard vid com / 81 nota 5 y com / 961}.

 «  801  »  Aún resuena en el mundo aquel grito divino: "Fuego he venido a traer a la tierra, ¿y qué quiero sino que se encienda?" –Y ya ves: casi todo está apagado.
¿No te animas a propagar el incendio?

Texto sobre octavilla escrita en Burgos 1938 con tinta y rasgos fuertes. En el dorso de esta ficha Drv se lee manuscrito del Autor un pequeño inventario de la ropa de que disponía: camisas, camisetas, etc.
Ya se ve que era un recuento de sus pobres existencias de ropa interior. El contraste entre anverso y reverso de esta octavilla subraya paradójicamente el mensaje espiritual del Autor: Dios metido en la vida de cada día, la santificación del cristiano en y a través de las situaciones ordinarias de la vida.
El texto bíblico que da origen a este punto es otra de las palabras que el Señor pronunció en el corazón del Beato Josemaría. Espigando en sus Apínt aparece de un modo o de otro por todas partes. Puede considerarse emblemática esta nota de sus EjEsp de 1934. Está dirigiéndose a la Virgen María y, sin solución de continuidad, pasa a hablar con Jesús:
"Tú sabes bien lo que necesito. Antes que nada, dolor de Amor: ¿llorar?... O sin llorar: pero que me duela de veras, que limpiemos bien el alma del borrico de Jesús {Para el tema del "borrico", vid com / 420, 606 y 998}. Ut iumentum!... ¡Oh!, quiero servirle de trono para un triunfo mayor que el de Jerusalem..., porque no tendrá Judas, ni huerto de los Olivos, ni noche cerrada... ¡Haremos que arda el mundo, en las llamas del fuego que viniste a traer a la tierra!... Y la luz de tu verdad, Jesús nuestro, iluminará las inteligencias, en un día sin fin.
Yo te oigo clamar, Rey mío, con voz viva, que aún vibra {"con voz viva, que aún vibra": parece forma velada de aludir al tecto lucano (ignem veni mittere in terram et quid volo nisi ut accendatur) como locución, posiblemente anterior a la fecha fundacional del Opus Dei, 2-X-1928, según él mismo insinúa en el texto citado más abajo, al decir que lo repetía cuando yo tenía barruntos}: 'ignem veni mittere in terram, et quid volo nisi ut accendatur?' –Y contesto –todo yo– con mis sentidos y mis potencias: 'ecce ego: quia vocasti me!' " {Apínt, nº 1741, 16-VII-1934, lunes. El último párrafo es la matriz de Forja, 52: "Escribías: 'yo te oigo clamar, Rey mío, con viva voz, que aún vibra: –he venido a traer fuego a la tierra, ¿y qué quiero sino que arda?' | Después añadías: 'Señor, te respondo –todo yo– con mis sentidos y potencias: –¡aquí me tienes porque me has llamado!' | –Que sea esta respuesta tuya una realidad cotidiana"}.
Este "fuego de Cristo" es del que habla en el p / 1  de C, que ha de ponerse en estrecha relación - el punto primero - con este p / 801. El fuego de Cristo, el fuego que Cristo ha venido a traer a la tierra es el Espíritu Santo en los corazones:
Día 13-V-1932: "Que el fuego de tu Espíritu me llene" {Cuaderno V, nº 724}.
Este diálogo de Escrivá con Jesús, expresado con palabras de la Escritura, pasó a ser un "ritornello" continuo que recordará y explicará, una vez y otra, a lo largo de toda su vida:
"Cuando yo tenía barruntos de que el Señor quería algo y no sabía lo que era, decía gritando, cantando, ¡como podía!, unas palabras que seguramente, si no las habéis pronunciado con la boca, las habéis paladeado con el corazón: ignem veni mittere in terram et quid volo nisi ut accendatur? (Lc 12, 49); he venido a poner fuego a la tierra, ¿y qué quiero sino que arda? Y la contestación: ecce ego quia vocasti me! (1R 3, 9), aquí estoy, porque me has llamado" {Notas de una meditación, Roma, 2-X-1962; AGP, sec A, leg 51. Unos meses después predicaba en estos términos: "Me acuerdo de aquel pobrecito que oía en el fondo de su alma, por años, sin saber lo que era: ignem veni mittere in terram et quid volo nisi ut accendatur? En medio de la flaqueza humana, respondía: ecce ego: quia vocasti me! Señor, aquí me tienes, porque me has llamado... y sin saber a qué le llamaba" (AGP, sec P, leg 18, pgs 216s)}.
En sus Cuadernos encontramos numerosas alusiones a este fuego divino. Copio algunas del último trimestre de 1931, en que el tema estaba vivísimo:
"¡Oh, Jesús, acelera el momento! Fortalece nuestras almas, envía vocaciones, allana el camino y, sobre todo, embriáganos de Amor, que nos haga antorchas vivas que enciendan la tierra, con el divino fuego que Tú trajiste" {Cuaderno IV, nº 323, 12-X-1931. Matriz de Forja, 31}.
"Enseñar de todo: desde derecho hasta... ¡álgebra!, porque, si no, no se come... Esto, que ha sido, a veces, la realidad de mi vida: no lo siento yo: no tengo para esto vocación. Ahora: enseñar una, dos... tres ramas del Derecho a jóvenes que quieren aprender, y a quienes se puede encender, de paso, en el fuego de Cristo... Esto, sí: esto lo siento yo: para esto, tengo vocación" {Cuaderno IV, nº 441, 2-XII-1931. Es una consideración que el Autor se hace ante la necesidad de dar clases para poder vivir y mantener a su familia. El Autor en aquellos años cultivaba el Derecho Romano y el Derecho Canónico, junto con la Historia del Derecho}.
"Día de San Francisco Xavier, 1931. –Jesús, que tus hijos sean como una brasa encendidísima, sin llamaradas que se vean de lejos. Una brasa que ponga el primer punto de fuego, en cada corazón que traten... Tú harás que ese chispazo se convierta en un incendio: tus Angeles –lo sé, lo he visto– son muy entendidos en eso de soplar sobre el rescoldo de los corazones..., y un corazón sin cenizas no puede por menos de ser tuyo" {Cuaderno V, nº 449, 3-XII-1931. Matriz de Forja, 9}.
Desde el punto de vista redaccional la "gaitica" pudo muy bien ser escrita al leer esta nota de sus guiones de predicación:
"mittere in terram...(Luc. 12, 49)" {Retiro espiritual, Plática "Vida sobrenatural", Salamanca 25-I-1938; guión nº 91}.
A partir de esta nota, el texto lucano da origen a la invitación del Autor a los lectores.

 «  802  »  Querrías atraer a tu apostolado a aquel hombre sabio, a aquel otro poderoso, a aquel lleno de prudencia y virtudes.
Ora, ofrece sacrificios y trabájalos con tu ejemplo y con tu palabra. –¡No vienen! –No pierdas la paz: es que no hacen falta.
¿Crees que no había contemporáneos de Pedro, sabios, y poderosos, y prudentes, y virtuosos, fuera del apostolado de los primeros doce?

Texto del Cuaderno VII, nº 1102, fechado en 5-I-1934 {En ese día transcribió once futuros puntos de C: 65, 110, 173, 174, 178, 325, 386, 435, 718, 802, 983}. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación. Pasó directamente al impreso de Cuenca.

 «  803  »  Me han dicho que tienes "gracia", "gancho", para atraer almas a tu camino.
Agradécele a Dios ese don: ¡ser instrumento para buscar instrumentos!

Texto escrito sobre una octavilla Bl. La octavilla en la que escribió el p / 558 tiene en el dorso lo que es sin duda un primer intento de redacción de este p / 803. Allí se lee:
"Me han dicho que tienes gancho. Es gracia es[pecial?, pecífica?...]".
El Autor, sin duda, quiso empezar por "gracia", que connota la doble acepción castellana del término: cualidad humana y don sobrenatural. El texto pudo "saltar" a la "gaitica" leyendo este apunte de predicación:
"Los que generosamente le siguen, en todo. Los que son llamados por El como instrumentos suyos (gracia o gancho) para llamar a otros" {EjEsp, Meditación "Rey temporal", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 105}.
"Instrumento para buscar instrumentos" es expresión paralela a "apóstol de apóstoles". Vid sobre el tema p / 811  y 920.

 «  804  »  Ayúdame a clamar: ¡Jesús, almas!... ¡Almas de apóstol!: son para ti, para tu gloria.
Verás como acaba por escucharnos.

Texto sobre una octavilla Bl. La "gaitica" podría haber surgido a partir de esta nota de los EjEsp de Navidad de 1937, recién llegado a través de los Pirineos a la zona nacional:
"Celebré por mis hijos (vida sobrenatural y larga vida terrena) y pedí al Señor más hijos. ¡Ellas! {Una manera de referirse a las mujeres del Opus Dei}. Confío en que Jesús dispondrá las cosas de modo que trabajemos intensamente, en todas las actividades de la Obra. ¡Vocaciones, Dios mío!: son para ti: Deo omnis gloria!" {Cuaderno VIII dpdo, nº 1432, 21-XII-1937. De las notas de ese día procede también el p / 603. Dejo constancia de la expresión "Da mihi animas!..." [Gn14, 21], del guión de un retiro predicado poco después, que recoge el mismo clamor (Retiro espiritual, Meditación "Oración", Salamanca 25-I-1938; guión nº 92). El "Da mihi animas, cetera tolle tibi" del Génesis era, en la formación de los sacerdotes en los seminarios, una expresión clásica para exhortar a los alumnos al celo apostólico, dejando toda otra aspiración. Lo expresa don Manuel González: "su ambición [la del sacerdote]: dame almas, toma lo demás (Gn14, 21); su sueño: morir por ellas" (Artes para ser apóstol (1928), en D. Manuel González, Obras completas, Tomás Álvarez (ed.), Monte Carmelo, III, Burgos 1998, pg 486)}.

 «  805  »  Oye: ahí... ¿no habrá uno... o dos, que nos entiendan bien?

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Era un pensamiento que tenía especialmente vivo en abril de 1938 y que refleja en las cartas que escribe en esas fechas. A la letra se encuentra en esta de 8 de abril:
"Oye, hijo: ahí... ¿no habrá uno... o dos, que nos entiendan bien?" {Carta de Josemaría Escrivá a Manuel Sáinz de los Terreros, Burgos 8-IV-1938; EF 380408-6. El vocativo "hijo" está también en la "gaitica", pero no pasa al texto impreso. Vid apcrít}.
Ya antes había escrito a otro joven, cuya dirección acababa de conseguir:
"Sígueme aquellos consejos que te di, y piensa si acaso no habrá cerca de ti alguno o algunos que puedan comprendernos. ¿Tú... no sientes la necesidad –¿coacción?– de más entregamiento personal?" {Carta de Josemaría Escrivá a Bartolomé Rotger Castaño, Burgos 4-II-1938; EF 380408-6}.

 «  806  »  Dile, a... ése, que necesito cincuenta hombres que amen a Jesucristo sobre todas las cosas.

"Gaitica" escrita con unas letras llamativamente grandes y enérgicas, que llenan la ficha. Es una octavilla Jef, compuesta por tanto muy avanzado ya el año 1938, posiblemente en la fase final de redacción. Sin embargo, el punto de partida, casi igual al punto de C, estaba anotado en el Cuaderno del Autor con fecha 12 de enero, a los pocos días de llegar a Burgos:
"Día 12 de enero: Se va Perico {Pedro Casciaro, que estaba destinado en Pamplona y que volvería a Burgos el 8 de marzo, incorporándose al pequeño grupo que vivía con el Autor de C}. Antes hemos estado en la capilla de las Teresianas, diciendo: "Señor, ¡danos cincuenta hombres, que te amen sobre todas las cosas!" {Cuaderno VIII dpdo, nº 1483, 12-I-1938; la cursiva es del original. "Hombres, mujeres que amen a Jesucristo sobre todas las cosas" era una forma discreta de aludir a amigos y compañeros dispuestos a acoger la llamada del Señor a una plenitud de entrega cristiana. La expresión reaparece en ese sentido en el el consejo que da a Amparo Rodríguez Casado, una chica que se dirigía espiritualmente con él (vid IntrodGen § 5, 1, e nt 38): "Mira –encomendando el asunto primero– si encuentras por ahí a alguna amiga tuya que ame a Jesucristo sobre todas las cosas" (Carta del Autor, Burgos 16-I-1939; EF 390116-1)}.
Este punto, que es, primero, clamor de oración, tiene el mismo temple incitante y concreto que el anterior. Esos "hombres" de los que habla son –en el contexto histórico en que escribe {Escribía a Mons. Lauzurica: "Quizá, Padre, le pregunten en Bilbao por mis trabajos: es que necesito un milloncejo (!), además de cincuenta hombres que amen a Jesucristo sobre todas las cosas" (Carta de Josemaría Escrivá a Javier Lauzurica, Burgos 6-II-1938; EF 380206-1). El Beato Josemaría pensaba también en las necesidades económicas (habría que montar la residencia de estudiantes de Madrid y las proyectadas de Valencia y París)– los hombres dispuestos a hacer el Opus Dei, que Escrivá "necesitaba". Poco después comunicaba su pensamiento a todos los alumnos, exalumnos y amigos de la Academia DYA a través de la Carta circular "Noticias":
"¡Ah! También necesitamos cincuenta hombres que amen a Jesucristo sobre todas las cosas. –¿Será verdad –no creo, no creo–, que en la tierra no hay hombres, sino vientres? Esperamos de todos muchas cartas " "Noticias", Burgos, marzo 1938; AGP, sec A, leg 3 carp 3}
.
Era una limpia "provocación" a aquella juventud. En el número siguiente de "Noticias" baja al terreno personal:
"¿Sabéis que está en pie aquella pregunta, que os hice el otro día? ¿Hombres? En la tierra hay más vientres que hombres... Dime, hijo: Tú... ¿qué? J. Mª" {"Noticias", Burgos, abril 1938; AGP, sec A, leg 3 carp 3}.
Pienso que la "gaitica" fue compuesta no a partir del Cuaderno sino de este ejemplar de "Noticias". En el texto transcrito está la fuente de dos puntos de C –éste y el p / 38  – escritos ambos sobre fichas Jef, que no podía tener cuando anota su Cuaderno.
Al cabo de los años el tema de este punto fue objeto de una pregunta al Autor en un coloquio público en Madrid el año 1972. El interlocutor hablaba de "cuarenta" hombres {Así fue su intervención: "Padre, tengo entendido que hace mucho tiempo usted dijo que necesitaba cuarenta hombres decididos a amar a Jesucristo sobre todas las cosas..."} , y Mons. Escrivá le contestó asumiendo la cifra:
"Y el Señor ha encontrado más de cuarenta, muchísimos más: de todos los colores, de todas las razas, de todas las lenguas. ¡Es una maravilla! Hombres que tienen un común denominador pequeñito, y una variedad grandísima en el numerador, porque cada uno conserva su propio temperamento, su criterio, su libertad con responsabilidad. ¡Es muy hermoso! Yo, que lo estoy viviendo desde hace cuarenta y cinco años, casi no me lo creo. Me parece un sueño: un sueño divino".
El interlocutor interviene: "¿Y cómo podemos ser uno de ésos?".
"Si Dios te llama, sentirás una inquietud en tu alma. Puede llamarte siendo soltero o casado; no te digo que siendo viudo, porque eres joven y sería una pena... O siendo sacerdote, como yo.
Con esa llamada sentirás quizá un poco de miedo, porque el Amor tiene sus exigencias. Entre otras, la lealtad. El amor no es dar rienda suelta a las pasiones; es buscar el sacrificio, para hacer feliz a aquella persona a quien se ama" {Notas de una tertulia, Madrid 24-X-1972; AGP, sec A, leg 51; también en AGP, sec P, leg 4, 1972, pg 733}.

 «  807  »  Me dices, de ese amigo tuyo, que frecuenta sacramentos, que es de vida limpia y buen estudiante. –Pero que no "encaja": si le hablas de sacrificio y apostolado, se entristece y se te va.
No te preocupe. –No es un fracaso de tu celo: es, a la letra, la escena que narra el Evangelista: "si quieres ser perfecto, anda y vende cuanto tienes, y dáselo a los pobres" (sacrificio)... "y ven después y sígueme" (apostolado).
El adolescente "abiit tristis" –se retiró también entristecido: no quiso corresponder a la gracia.

Texto escrito sobre una octavilla Bl con pluma y rasgos muy finos (subserie Ber). No hay interrelación documental conocida.
Hay que poner en relación este punto con los p / 334  y 337. Este sujeto de que aquí se habla cumple las condiciones que se señalaban allí... Ahora, la "unidad de vida" se rompe por otro lado: no hay pereza en el trabajo, ciertamente, pero faltan espíritu de sacrificio y vibración apostólica. No hay apertura a la vocación divina.
El Autor de C volvía una y otra vez a este muchacho, que rechazó la llamada de Jesús:
"Cuenta el Evangelio que abiit tristis (Mt 19, 22), que se retiró entristecido. Por eso alguna vez lo he llamado el ave triste: perdió la alegría porque se negó a entregar su libertad a Dios" {Amigos de Dios, 24; la cursiva es del original}.

 «  808  »  "Una buena noticia: un nuevo loco..., para el manicomio". –Y todo es alborozo en la carta del "pescador".
¡Que Dios llene de eficacia tus redes!

Texto escrito sobre una octavilla Bl con tinta y rasgos fuertes. Escrivá y los suyos, desde Concepción 9, habían hecho llegar las "Noticias" de diciembre de 1938 a todos los jóvenes amigos. El Beato Josemaría se dirige, al comienzo de la doble hoja, a cada uno de ellos con estas palabras:
"Proselitismo: no es posible que, habiendo cogido nuestro camino, dejes de pensar en traer a otros a nuestro... manicomio" {"Noticias", XII-1938; la cursiva es mía; AGP, sec A, leg 3 carp 3}.
La reacción de uno de los "suscriptores" de "Noticias", Ricardo Gomeza, es inmediata:
"Querido D. José María: Con la puntualidad de siempre he recibido la carta mensual. [...] Una buena noticia: un nuevo loco... para el manicomio. Se trata de un Abogado, que está en el Parque de Artillería de mi División desde hace poco. Creo le conoce a Casciaro por haber trabajado en aquel puesto con Claramunt, tío de nuestro común amigo. Le he procurado explicar nuestros fines... y quedado en visitarle en su primer viaje a Bilbao" {Carta de Ricardo Gomeza a Josemaría Escrivá, 13-XII-1938; la cursiva es mía; AGP, sec E, carp 581, exp 42. –Ricardo Gomeza Ozámiz (1917), natural de Bilbao, Registrador de la Propiedad, conoció y trató al Autor en la Residencia de Ferraz cuando era estudiante de Derecho, y también durante la guerra, visitándole alguna vez en Burgos y por medio de la correspondencia}.
El Autor, que está en plena redacción final de C, escribe acto seguido la "gaitica" en entrañable diálogo con su corresponsal.
El humor y la fe de los primeros cristianos sobre el tema aparece en Clemente de Alejandría, que recomienda la pesca como ejercicio físico:
"Es la pesca un ejercicio útil, como lo fue para Pedro, si las necesarias enseñanzas que hemos de recibir del Logos nos dejan tiempo para ella. Pero la mejor pesca es sin duda aquella con la que el Señor gratificó al discípulo, cuando le enseñó a pescar hombres, como se pescan peces en el agua" {Clemente de Alejandría, El Pedagogo, 3, 52, 1; Fuentes patrísticas 5, Madrid 1994, pg 589. –Sobre el tema "primeros cristianos" en C vid com / 971 y lugares allí señalados}.
Vid p / 372, 808, 792  y 799 y 978, que presentan el significado de la pesca milagrosa en el horizonte de la vida secular y profesional. También p / 910, 916.

 «  809  »  Proselitismo. –¿Quién no tiene hambre de perpetuar su apostolado?

Texto escrito sobre una octavilla Bl subserie Ber. Hay este apunte en la predicación de Vitoria:
"Vocaciones: ¿quién no tiene hambre de perpetuar su apostolado?" {EjEsp, Plática "Espíritu de celo", Vitoria 23-VIII-1938; guión nº 104. El texto idéntico en AGP, sec A, leg 50-10, carp 5, ficha E-40}.
Vid p / 28: "ansia de hijos".

 «  810  »  Ese afán de proselitismo que te come las entrañas es señal cierta de tu entregamiento.

Texto escrito sobre una octavilla Re. A principios de enero de 1939, en un documento dirigido a los fieles del Opus Dei, escribe:
"Fruto jugoso del entregamiento es [...] el afán de proselitismo, que os comerá las entrañas" {Carta circular a los fieles del Opus Dei, Burgos 9-I-1939; EF 390109-1}.
Decíamos más arriba –comentando el sentido de esta última sección del libro– que a la llamada a la santidad sólo se responde seguimos la llamada de Dios al apostolado, que es inseparable de aquélla. La santidad en C se entiende en clave de misión, de acción apostólica: es la misión la que "tira" de la santidad y se constituye en un test, en una "señal cierta" del ser para Dios.

 «  811  »  ¿Te acuerdas? –Hacíamos tú y yo nuestra oración, cuando caía la tarde. Cerca se escuchaba el rumor del agua. –Y, en la quietud de la ciudad castellana, oíamos también voces distintas que hablaban en cien lenguas, gritándonos angustiosamente que aún no conocen a Cristo.
Besaste el Crucifijo, sin recatarte, y le pediste ser apóstol de apóstoles.

Otra "gaitica" escrita sobre una octavilla Re, probablemente entre el 15-X y 10-XI-1938. La ciudad castellana sería Burgos y el compañero del Autor, Álvaro del Portillo, que estaba todavía en Burgos después de pasarse (12 de octubre) de la zona roja {Estuvo en Burgos, junto al Fundador del Opus Dei, hasta el 10 de noviembre, en que se incorporó a la Academia de Ingenieros que estaba en Fuentes Blancas –a pocos kilómetros de Burgos–, donde estuvo hasta los primeros días de enero del 39, en que recibió su destino militar en Cigales cerca de Valladolid (Salvador Bernal, Recuerdo de Álvaro del Portillo, Prelado del Opus Dei, Rialp, 3ª ed, Madrid 1996, pg 61)}. Así lo afirma en su escrito testimonial Francisco Botella. Un texto del propio del Portillo escrito esos días parece confirmar al menos en parte el testimonio de Botella. He aquí los textos:
"El Padre hablaba a solas con Alvaro. La mejor manera era paseando por la calle, por el Espolón, cerca del río Arlanzón. Un día, a la vuelta, escribió el Padre aquel punto de Camino" (y transcribe el p / 811) {Francisco Botella, Relatos testimoniales, Madrid 1975-78, cap V, pg 57; AGP, sec A, leg 100-8, carp 1, exp 1}.
El texto de Álvaro del Portillo es una página manuscrita suya –correspondiente a la jornada del 3-XI-1938– en el "Diario" que llevaba el pequeño grupo que vivía con el Autor de C :
"Día 3 de noviembre. [...] El Padre sale con un sacerdote a la caza de libros viejos [...] sólo encuentran las Confesiones de San Agustín en latín. Se dedica el Padre a remendarse las medias; con la costumbre que ha adquirido por la perseverancia con que muchísimos días hace esta labor, hace ya verdaderas maravillas. [...] El Padre y yo hacemos la oración paseando por el Espoloncillo; son estupendos estos paseos. Se queda uno fortificadísimo".
Santa Teresa del Niño Jesús escribe, hablando de los 12 apóstoles: "¿No eran ellos, en efecto, quienes tenían que ayudar a aquella niña tímida que Dios tenía destinada a ser apóstol de apóstoles por medio de la oración y el sacrificio...?" {MEC 5, pg 137 (A60r). Santa Teresita está pensando en oración y sacrificio por los sacerdotes, que el Señor le pedía}. Sobre la expresión "apóstol de apóstoles" vid p / 803, 920, especialmente este último, en el que el Autor invita a cada uno de los lectores a ser "apóstol de apóstoles".

 «  812  »  2Me explico que quieras tanto a tu Patria y a los tuyos y que, a pesar de esas ataduras, aguardes con impaciencia el momento de cruzar tierras y mares –¡ir lejos!– porque te desvela el afán de mies.

Texto escrito también sobre una octavilla Re, que es exacta en letra, tinta y ritmo caligráfico a la anterior: es como una continuación de ella. Pienso que Álvaro del Portillo sigue siendo en este punto el interlocutor de Josemaría Escrivá: en la Legación de Honduras estudiaba japonés con vistas al posible comienzo del Opus Dei en aquellas tierras. Pocos días después de la estancia en Burgos que reflejan estos puntos, estando ya en la Academia de Ingenieros, escribía del Portillo a otro del grupo, con el lenguaje discreto que se usaba en las cartas de guerra: "A ver si Dios quiere que por fin nos podamos reunir y trabajar en paz juntos. Y después, a ampliar el ' negocio '. ¿Dónde iremos cada uno de nosotros a parar? Por más que no nos importa, pues ya sabemos, cualquiera que sea el camino, cuál es nuestro fin, dónde iremos todos" {Carta de Álvaro del Portillo a José Ramón Herrero Fontana, Fuentes Blancas, 21-XI-1938; AGP, sec B-1, leg 1, C-381121}.
El espíritu apostólico cristiano, tal como se manifiesta en C siguiendo la tradición de la gran Iglesia, es siempre universal, católico, de raíz evangélica: "Vosotros sois.
la sal de la tierra. Es como si les dijera: 'El mensaje que se os comunica no afecta sólo a vuestra propia vida, sino que habéis de transmitirlo al mundo entero: a toda la 'ekoumene'. Porque no os envío a dos ciudades, ni a diez, ni a veinte; ni tan siquiera os envío a toda una nación, como en otro tiempo a los profetas, sino a la tierra y al mar, al mundo entero: a un mundo, por cierto, muy mal dispuesto' " {San Juan Crisóstomo, Homilías sobre San Mateo, 15, 6; BAC 141, 1955, pg 287}.

 «  COSAS PEQUEÑAS  » 

"Cosas pequeñas" es un cap de nueva creación en Burgos. El Autor lo articula comenzando con dos puntos (p / 813  y 814) que toma del cap "Caridad" de Cec; luego introduce otros cinco puntos (los actuales p / 815 -819), que separa del cap "Infancia espiritual" (donde ya estaban formando una secuencia); y a estos siete puntos de Cuenca agrega once más redactados en Burgos. El cuidado, la atención a las "cosas pequeñas" en el nuevo cap no va, pues, a aparecer ya como directa expresión del camino de infancia espiritual (así, en Cec) sino que va a significar el amor a Dios y al prójimo en la santificación de la actividad ordinaria del cristiano {Mientras preparaba C, iba reuniendo fichas que guardaba en un sobre que tituló "Cosas pequeñas" (está enAGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 19). Quizá algunas de ellas pasaron al cap de C de este mismo nombre}. Esto es lo que me parece importante en la "autonomía" que el tema adquiere en la redacción de Burgos. El Autor, que seguía un verdadero "camino de infancia" en su relación con Dios, sintiéndose "niño pequeño" ante el Señor, veía con claridad meridiana que no todos tenían por qué hacer suyo ese camino: la "vida de infancia espiritual" se puede mostrar, pero no se puede imponer, es puro don del Espíritu Santo {Así lo que explica a la letra en el p / 852. Vid Introd a cap 41 y 42}. Y, a la vez, veía con la misma claridad que ese "cuidado de las cosas pequeñas" no era algo "optativo" sino una dimensión fundamental, constitutiva, de la santificación del trabajo profesional y de la vida ordinaria, que él enseñaba a los fieles del Opus Dei y a todo el que quisiera escucharle {En una meditación que predicó durante un retiro espiritual en Madrid en 1945 (no se ha podido establecer la fecha exacta) sobre "El valor de las cosas pequeñas" dijo al comenzar, según las notas que se tomaron: "Nosotros –tú y yo– no podemos descuidar las cosas pequeñas, que constituyen el entramado de nuestra vida. Si nos empeñamos de verdad en el seguimiento de Cristo, si buscamos sinceramente la santidad mediante la santificación del trabajo ordinario, no tenemos más remedio que ser fieles en lo pequeño" (AGP, sec P, leg 18, pg 22)}. Vid com / 790.
Estimo esto último determinante a la hora de indagar por qué el Autor dio a este cap la posición que tiene en la secuencia de C. Podría haberlo situado con todo rigor dentro del bloque de los caps 11 a 17, al final de la Parte Primera, donde se describe.
el horizonte de la santificación en la vida corriente. La opción del Autor, al incluirlo en esta Tercera Parte dedicada a llamamiento y apostolado, situándolo entre "Proselitismo" y "Táctica", parece algo muy meditado. Pienso que quiere poner de manifiesto que "cuidar las cosas pequeñas" en el trabajo y en la vida espiritual es el presupuesto de toda "táctica" apostólica. Vid Introd a caps 30 y 40. Por lo demás, este cap sobre "cosas pequeñas" no sólo quiere excluir la tentación de que la santidad se forja sólo en las "grandes" ocasiones, en situaciones extraordinarias, sino subrayar que la relación personal del cristiano con Dios ha de ser un flujo incesante, como las pequeñas realidades de cada día: un flujo de Amor y de oración {Sobre el tema vid J. L. Illanes, La santificación del trabajo, Madrid 2001, pgs 140-145}. En todo caso, el presente cap se inscribe de manera muy clara en "esa original contribución al sensus plenior del ser cristianos en medio del mundo" que es la doctrina del Autor de C {Así, Giuseppe Dalla Torre, "La animación cristiana del mundo", en Santidad y mundo.1966, pgs 199}.

 «  813  »  Hacedlo todo por Amor. –Así no hay cosas pequeñas: todo es grande. –La perseverancia en las cosas pequeñas, por Amor, es heroísmo.

Este p / 813  y el siguiente provienen, como acabo de decir, del cap "Caridad" de Cec. El original se encuentra en el Cuaderno V, nº 804, fechado en 10-VIII-1932, formando una unidad con el que será p / 418. He aquí el texto del cuaderno::
"Hacedlo todo por Amor. Así no hay obras pequeñas: todo es grande. La perseverancia en las cosas pequeñas, por Amor, es heroísmo. El secreto para dar relieve a lo más humilde, y aun a lo más humillante es AMAR" {Nótese que la tercera frase de este pasaje del Cuaderno corresponde al p / 418. En el Cuaderno ambos puntos forman una única consideración, que luego fue dividida por el Autor al confeccionar las cuartillas a velógrafo. Pero es interesante retener y meditar la unidad de ambos puntos. Futuros textos de C transcritos ese día: p / 335, 815, 351, 813  y 418}.
Detrás está la tradición. Vid en com / 418 la presencia de San Agustín. Teresa de Jesús: "No hagamos torres sin fundamento, que el Señor no mira tanto la grandeza de las obras como el amor con que se hacen" {Moradas séptimas, 4, 15; BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 350} ; Juan de la Cruz: "Es más precioso delante de Dios y del alma un poquito de este puro amor y más provecho hace a la Iglesia, aunque parece que no hace nada, que todas esas otras obras juntas" {Cántico B, canción 28 (29), 2; BAC 15, 13ª ed, 1991, pg 855} ; Teresa de Lisieux: "No tengo otra forma de demostrarte mi amor que arrojando flores, es decir, no dejando escapar ningún pequeño sacrificio, ni una sola mirada, ni una sola palabra, aprovechando hasta las más pequeñas cosas y haciéndolas por amor" {Ms B, fol 4r; MEC 5, Burgos 1996, pg 263}.
La primera anotación sobre "cosas pequeñas" aparece en su Cuaderno el 26-XII-1930. Es todo un programa:
"Inculcadles el heroísmo de hacer con perfección las pequeñas cosas de cada día, como si de cada una de ellas dependiera la salvación del mundo" {Cuaderno III, nº 137}.
A los tres meses, después de narrar unos "detalles" del Señor en medio de la penuria de medios económicos en que vive con su familia, escribe:
"¿Todos esos pequeños consuelos del Amo, no serán para que yo me fije, sirviéndole, en las cosas pequeñas, ya que no soy capaz de servirle en las grandes?" {Cuaderno III, nº 177, 20-III-1931}.
Por otra parte, en el año 1931 aparece el "¡todo por Amor"!, como un lema y una exclamación perfectamente delimitada en los Cuadernos de apuntes, y no en inmediata relación con el tema "cosas pequeñas":
"No deseo recompensa: ¡todo por Amor!" {Cuaderno IV, nº 296, 22-IX-1931. Como se ve, el origen del "todo por Amor" se encuentra en torno a la temática "amor desinteresado". Vid com / 182 y los puntos allí citados}.
"Ya no debo tener más preocupaciones que tu Obra, tu Gloria..., en una palabra, tu Amor. –¡Todo por Amor!" {Cuaderno IV, nº 301, 30-IX-1931}.
"Que tu borrico, Jesús, domine su pobre sensualidad de asno, que no responda con coces al aguijón, que lleve con gusto la carga, que su pensamiento y su rebuzno y su obra estén impregnados de tu Amor, ¡todo por Amor!" {Cuaderno IV, nº 313, 9-X-1931}.
"Y el Amor Misericordioso será nuestro ideal [...]: queremos que Xto. reine, practicamos y propagaremos el Evangelio, procuraremos el amor entre los hombres y desde luego y siempre ¡todo por Amor de Dios!" {Cuaderno IV, nº 318, 11-X-1931. Efectivamente, la devoción del Autor al Amor Misericordioso, ferviente en aquellos años, es el clima en que se forjan casi todos estos pensamientos. Vid com / 316, 533}.
La "síntesis" de ambos temas aparece formulada en el punto que comentamos.
En 1938 predica en estos términos:
"Fines: ¿hacerme santo, santa? Un fin así de amplio no es práctico: pero es algo. ¿Santificarme, p.e., haciendo muy perfectamente cada pequeña cosa? Eso ya es mucho. Está bien. Y, sin embargo, siendo mucho, es poco. ¿Qué buscaremos, entonces? La santificación, por las cosas pequeñas, hechas por Amor, con ánimo de reparar. Esto es todo" {EjEsp, Plática "Plática preparatoria", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 131. Por estas fechas sacó esta ficha leyendo a San Agustín: "Quod minimum est, minimum est; sed fidelem esse in minimis, magnum est (Aug. De Doctrina Christiana 14, n. 35)"; AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 19}.

 «  814  »  Un pequeño acto, hecho por Amor, ¡cuánto vale!

Texto del Cuaderno V, nº 692, fechado en 10-IV-1932. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Ese mismo día había transcrito previamente el p / 425
Vid p / 899, que es en realidad un desarrollo pormenorizado, en el contexto de la vida de infancia, de lo afirmado en este punto. El Autor termina ese desarrollo con esta expresión: "Hecha de este modo tu mortificación, ¡cuánto vale!".

 «  815  »  ¿Quieres de verdad ser santo? –Cumple el pequeño deber de cada momento: haz lo que debes y está en lo que haces.

Texto del Cuaderno V, nº 802, fechado en 10-VIII-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 335, 815, 351, 813, 418}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
"Está en lo que haces". Es casi una traducción del adagio clásico: "age quod agis", que proviene de Plauto, como variante del principal "Age si quid agis" {Plauto, Persa, 659. Vid A. Petit, Sacerdos rite ionstitutus, 3, 86.193} , es decir, "si haces algo, hazlo efectivamente". El Autor agrega la sabia de la dignidad humana y cristiana: Que lo que hagas, sea lo que debes..., es decir, la Voluntad de Dios y, por tanto, pon al hacerlo el corazón y el alma.
En Burgos, mientras preparaba este capítulo de C escribió también esta ficha:
"Santidad al alcance de todos: hacer con la mayor perfección posible las cosas ordinarias" {AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 19}.

 «  816  »  Has errado el camino si desprecias las cosas pequeñas.

Texto del Cuaderno VI, nº 876, fechado en 24-XI-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 66, 74, 04, 735, 421, 837, 816, 474} , de tenor literal idéntico, que, acaba, como tantos textos de Apínt, con este colofón: "D.O.G." {Sobre esta sigla, vid com / 11}. Vid p / 19.

 «  817  »  La santidad "grande" está en cumplir los "deberes pequeños" de cada instante.

Texto en el Cuaderno V, nº 769, fechado en 7-VII-1932 y seguido del futuro p / 130. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Unos días después, en el dorso de una estampa de la Virgen, el Autor escribió:
"La santidad grande está en cumplir el deber pequeño de cada instante.
Víspera de N. Señ. del Carmen 1932" {La cursiva es del original. La estampa, enmarcada como un pequeño cuadro, se conserva en el despacho del Prelado del Opus Dei, en Roma}.

 «  818  »  Las almas grandes tienen muy en cuenta las cosas pequeñas.

Texto del Cuaderno VI, nº 889, fechado en 9-XII-1932, "infraoctava de la Inmaculada" hace notar el Autor, que transcribe, con tenor literal idéntico, este futuro punto de C {Ese mismo día transcribió a continuación el p / 431}.
Sin duda una de esas almas grandes era el Beato Pedro Poveda, a quien había conocido el año anterior y con el que hizo, como sabemos, una gran amistad. Poveda había escrito: "Haz mucho caso de las cosas pequeñas" {Pedro Poveda, En provecho del alma, pg 55. Vid IntrodGen § 7, 3 b; pg 135}.

 «  819  »  Porque fuiste "in pauca fidelis" –fiel en lo poco–, entra en el gozo de tu Señor. –Son palabras de Cristo. –"In pauca fidelis!..." –¿Desdeñarás ahora las cosas pequeñas si se promete la gloria a quienes las guardan?

Texto del Cuaderno VII, nº 1086, fechado en 14-XII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 496, 492, 640, 643, 819, 404, 405, 899}. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación {En la Vulgata se lee super pauca, no in pauca. Esta expresión figuraba ya figura en el texto del Cuaderno}.

 «  820  »  No juzgues por la pequeñez de los comienzos: una vez me hicieron notar que no se distinguen por el tamaño las simientes que darán hierbas anuales de las que van a producir árboles centenarios.

Texto escrito sobre una octavilla Bl con las características de la subserie Ber. Parece que quien hizo notar al Autor ese fenómeno natural fue José María Albareda, edafólogo, que con los años sería Secretario General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en España. Así se desprende de este pasaje de una carta que escribía Albareda a su hermano Ginés en el tiempo en que acompañaba en Burgos al Autor de C:
"Un firmante hubo que, sin tener más referencia que la lacónica que se le daba en una carta, dio gustoso su firma, pero indicaba si no convendría ampliar la entidad patrocinadora. ¡Ampliar! Pero, ¿es que en el tamaño de las semillas se distinguen las que dan árboles gigantes seculares y las que dan hierbas anuales? Alguna razón habrá para que un pequeño grano o semilla dé una hierbecita y otro que parece igual dé un arbolazo, pero la razón estará muy adentro, muy íntima, no es lo que se ve, la forma, el tamaño o el color. –Bien, por tu gestión se esperan muchos libros americanos" {Carta de José María Albareda a Ginés Albareda, Burgos 4-IV-1938; AGP, sec N-2, leg 146, carp D, exp 1; la cursiva es mía. El asunto a que se refiere Albareda es la campaña que estaban preparando los amigos de la Residencia Universitaria de Ferraz para obtener de Universidades y Centros de Cultura extranjeros donativos de libros para la futura biblioteca de la Residencia, que se reconstruiría una vez que terminara la guerra. Sobre el tema vid com / 467}.
El tipo de "gaitica" hace pensar que pudo ser redactada cuando Albareda le mostró o le comentó la carta a Ginés, es decir en abril. En todo caso, un apunte de la idea se encuentra también en la predicación de agosto:
"El Amor todo lo engrandece. Las simientes igualmente pequeñas las que darán hierbas anuales que las que van a producir árboles centenarios" {EjEsp, Plática "Perfección en las cosas pequeñas", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 107}.

 «  821  »  No me olvides que en la tierra todo lo grande ha comenzado siendo pequeño. –Lo que nace grande es monstruoso y muere.

Texto escrito sobre una octavilla Bl con las características de la subserie Ber. El apunte más parecido se encuentra en las dos últimas líneas de una cuartilla sin fecha (pero alrededor de 1936) {Esa cuartilla y parte de la siguiente son los restos de un primer borrador de un documento dirigido a los fieles del Opus Dei y que el Beato Josemaría tituló "Instrucción para la Obra de San Gabriel", que tiene dos fechas: 1935 y 1950. El original autógrafo de la Instrucción se encuentra en AGP, sec A, leg 49, carp 2, exp 1. La cuartilla de que hablo es el doc 1} , en las que se lee:
"La Obra comenzó pequeña –lo que nace grande es monstruoso, y muere– y creció a fuerza de oraciones, sacrificios y tra[bajo?]".
Sin embargo, la idea central ya estaba en un documento de 1933, en el que Josemaría Escrivá describe el sentido y la función de la futura Academia DYA (que todavía no tenía nombre):
"LOS COMIENZOS de esta primera academia han de ser modestos. Lo que nace grande es monstruoso y muere. Comenzaremos, quizá, por una sola preparación de facultad universitaria: lo que se pueda: sin pretensiones" {AGP, sec A, leg 50-2, carp 7, exp 6, doc 1}.
En la predicación de agosto del 38 hay estos dos apuntes:
"Lo grande es antes pequeño" {EjEsp, Meditación "Dos banderas. Genio militar de San Ignacio", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 83}.
"Medios, para adquirir el Amor: lo grande comienza por ser chico. Cosas pequeñas..." {EjEsp, Meditación "Amor de Dios", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 113}.
Este punto y el anterior parecen escritos consecutivamente.

 «  822  »  2Me dices: cuando se presente la ocasión de hacer algo grande... ¡entonces! –¿Entonces? ¿Pretendes hacerme creer, y creer tú seriamente, que podrás vencer en la Olimpiada sobrenatural, sin la diaria preparación, sin entrenamiento?

Texto escrito sobre una octavilla con dorso en blanco y perteneciente a la serie Lh, elaborada en la Legación de Honduras. El tema estaba muy presente en la predicación del Beato Josemaría en aquel encierro:
"3) Pero debo servir aquí en la Obra –que esto se me clave bien en el espíritu– con hechos, con realidades, no con palabras. Hechos...; pero ¿habré de esperar a que llegue una ocasión grande, extraordinaria? ¿Cuáles han de ser estas realidades? ¿Será preciso llevar a cabo importantes trabajos, soportar sufrimientos tremendos, realizar esfuerzos heroicos, sublimes? Si llega la ocasión, ¿por qué no? Pero en tanto llega, aquí, al alcance de mi mano se me ofrecen mil detalles en qué servir a Dios en la Obra. Esto es indudablemente lo que ahora el Señor me exige; no me he de imaginar que le sirvo, si desprecio las ocasiones pequeñas, humildes, que se me presentan, por anhelar la realización de un sacrificio, de un servicio extraordinario e imposible" {PredicHond, "Deberes", 27-VI-1937, pg 137; XXII}.
"Fijaos: hasta en el orden natural, en la vida física, es preciso realizar un pequeño acto, y otro, y otro..., para conseguir resultados duraderos. Por ejemplo, no se concibe a un atleta que, queriendo vencer en un campeonato, no se entrene diariamente. Pues mucho más entrenamiento necesitan los que desean ganar el campeonato supremo" {PredicHond, "La gloria de Dios", 6-IV-1937, pg 22; I}.
Como ya dije en com / 15, el "¡entonces!" de este p / 822  parece un eco del "ecce manifestum apparebit, et tenebo" de San Agustín {Confessiones, lib 6, 11, 18; BAC 11, 4ª ed, 1963, pg 242} , que pospone su encuentro con la verdad.

 «  823  »  ¿Has visto cómo levantaron aquel edificio de grandeza imponente? –Un ladrillo, y otro. Miles. Pero, uno a uno. –Y sacos de cemento, uno a uno. Y sillares, que suponen poco, ante la mole del conjunto. –Y trozos de hierro. –Y obreros que trabajan, día a día, las mismas horas.
¿Viste cómo alzaron aquel edificio de grandeza imponente?... –¡A fuerza de cosas pequeñas!

Octavilla Drv, en cuyo dorso se lee escrito a mano: "Artillería. Fichas de Recuperados". Rasgos fuertes y tinta negra. Redactada la "gaitica" posiblemente a partir de este apunte:
"El edificio, ladrillo a ladrillo; sillar a sillar; saco a saco, el cemento y la arena; trozo a trozo, el hierro. Pirámides, catedral, telefónica... Entrar a la misma hora... y salir. Días, meses, años" {EjEsp, Plática "Perfección en las cosas pequeñas", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 107. La "Telefónica": así llamaban los madrileños al gran edificio, tipo rascacielos, recién construido en la Gran Vía madrileña para central de la Compañía de teléfonos}.
Ya había puesto por escrito esta idea, con otra redacción, en 1935:
"Que vean cómo se procede para levantar un edificio majestuoso: un día y otro día de trabajo monótono. Pequeñas cosas: un ladrillo y otro ladrillo y un sillar, que nada parece, a pesar de su tamaño extraordinario, comparado con el conjunto: y comenzar y acabar la jornada a la misma hora: y perseverar. Ninguna cosa grande se consigue de repente: la santidad, menos aún: ¡cuánto les podéis decir de la santidad y lo pequeño!" {Instrucción, 9-I-1935, nº 220; la cursiva es del original}.
En Burgos escribió esta ficha mientras preparaba C:
"Los grandes edificios no se levantan en un solo día. Dios por lo regular únicamente concede los progresos al trabajo y a la constancia" {AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 19}.

 «  824  »  ¿No has visto en qué "pequeñeces" está el amor humano? –Pues también en "pequeñeces" está el Amor divino.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Rasgos fuertes, tinta negra. No hay interrelación documental conocida. Pero es interesante que, casi a la vez que escribía este punto, hacía una anotación que guardó en el sobre "Cosas pequeñas" (vid Introd al cap), que explica las comillas en la palabra pequeñeces. Dice así:
"Cosas pequeñas, sí. Pequeñeces, no" {Ibidem}.
Como para indicar que las "cosas pequeñas" no son, como dice el DRAE definiendo las pequeñeces, "cosas de poco momento, de leve importancia". Y por tanto, cuidar las cosas pequeñas no es perder el sentido de lo importante en la vida y dedicarse a pequeñeces.

 «  825  »  Sigue en el cumplimiento exacto de las obligaciones de ahora. –Ese trabajo –humilde, monótono, pequeño– es oración cuajada en obras que te disponen a recibir la gracia de la otra labor –grande, ancha y honda– con que sueñas.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. En íntima relación con una carta de finales de 1938. En ella se dan noticias del pequeño grupo de Burgos y se resume el encuentro que el domingo día 4 de diciembre habían tenido con el Autor, en el Hotel Sabadell, Álvaro del Portillo y Eduardo Alastrué, que estaban en la Academia de Ingenieros de Fuentes Blancas. La carta tiene un notable valor a nuestros efectos, pues testifica tres puntos de C surgidos en el calor de aquella pequeña "tertulia": p / 825, 911, 968. Al día siguiente, Alastrué escribe a un amigo que se dirigía con el Beato Josemaría y le cuenta... He aquí el trozo relacionado con los tres puntos citados. La frase que he subrayado sirve al Autor como punto de partida para este p / 825:
"Ahí van las "Noticias" {El pequeño boletín con noticias de los alumnos, residentes y amigos de la Academia DYA y de la Residencia de Ferraz}. Y aquí, las suplementarias, algunas de las cuales quizá conozcas ya; la primera, que Pedro [Casciaro] se marchará hoy a las 2 a Bilbao. ¿Hasta cuándo esa separación? No sabemos; pero Mariano [el Beato Josemaría] se ha quedado más solo. Hay que esperar –bueno, tenemos la seguridad de que será así– que Juan [Jiménez Vargas] y Álvaro [del Portillo] podrán en breve trabajar a su lado. Entre tanto, la dispersión sigue; y junto al Padre, uno: Paco {Francisco Botella, que permaneció con él en la pensión de Concepción 9 hasta el final de la guerra}. Pero, ¿hasta cuándo? El deseo tan grande que todos tenemos de que esto marche, se dilate, parece que se va a convertir en impaciencia. Pero, ¿cuándo salta esto, cuándo rompe, cuándo veremos nuestra a la gente? De algo así hablábamos ayer en el Sabadell; y, Alvaro, con una sonrisa [...] dice, muy devoto, un: "Dios sabe más". Bueno, pues como es verdad, a achantarse, y a seguir tranquilamente con el cumplimiento exacto –¡ya estará bien, si hacemos eso!– de las obligaciones de ahora. Pero, claro, el deseo no será inútil: y si lo desfogamos en coaccionar, en importunar a D. Manuel [Dios Nuestro Señor] entonces tendremos un tiempo formidablemente ganado.
No cabe duda, el porvenir es seguro, quizá a pesar de nosotros. Luego, esta época es de gestación. Vamos a ver si dejamos a Mariano con alguno más en la tarea de favorecer y apresurar la futura expansión de vida. Y, claro, para esto ya no hace falta estar a su lado; es decir, sí hace falta, pero en espíritu, uniendo a su oración y a su sacrificio el nuestro" {Carta de Eduardo Alastrué a Enrique Alonso-Martínez, Burgos 5-XII-1938; AGP, sec N-2, leg 146, carp D, exp 2; la cursiva es mía}.
El Autor prolonga la frase primera con un pensamiento que de muchas maneras va explicando a lo largo de todo el cap y que es muy vivo en la tradición espiritual. Teresa de Jesús lo formulaba así: "de cosas muy pequeñas se pueden, como he dicho otras veces, acostumbrar para salir con victoria en las grandes" {Camino de perfección, 15, 3 (cod. Valladolid); BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 294}.
El apcrít testifica una fuerte batalla en las ediciones –también en las ediciones póstumas– a la hora de elegir entre la doble lección "dispone" y "disponen". Hemos preferido "disponen" para el texto crítico, pues esa es la lección de la edición 29, última antes de la muerte del Autor; lección que estaba ya en vigor desde la edición 19.

 «  826  »  Todo aquello en que intervenimos los pobrecitos hombres –hasta la santidad– es un tejido de pequeñas menudencias, que –según la rectitud de intención– pueden formar un tapiz espléndido de heroísmo o de bajeza, de virtudes o de pecados.
Las gestas relatan siempre aventuras gigantescas, pero mezcladas con detalles caseros del héroe. –Ojalá tengas siempre en mucho –¡línea recta!– las cosas pequeñas.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, con letra recia y tinta densa. Redactado, como tantos otros, repasando sus propias cartas. En esta ocasión es una carta a Juan Jiménez Vargas, marzo del 38:
"Estoy recibiendo un latón mayúsculo de Perico y Paco y hasta de José María {Pedro Casciaro, Francisco Botella, José María Albareda} , porque se empeñan en que me ponga camiseta, cosa que no he hecho en todo el invierno. Pedro, que lleva siempre treinta capas, como las cebollas, se ha quitado hoy, que hace un frío regular, una camiseta y un jersey; porque cree que así, para que él se ponga sus habituales envolturas, acabaré oprimiéndome con la camiseta que me endosan. Pero va arreglado.
¡Qué tonterías te cuento! Es verdad: pero todo aquello, en que intervenimos los pobrecitos hombres –hasta la santidad– es un tejido de pequeñas menudencias, que derechamente rectificadas, pueden formar un tapiz espléndido de heroísmo o de bajeza, de virtudes o de pecados. Las gestas –nuestro Mío Cid– relatan siempre aventuras gigantescas, pero mezcladas con detalles caseros del héroe. - Ojalá hagas siempre mucho caso –¡línea recta!– de las cosas pequeñas. Y yo también; y yo también. [...]" {Carta de Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, Burgos 27-III-1938; EF 380327-3}.
El apcrít ofrece una de las pocas variaciones que el Autor introdujo en su texto después de la edición de Valencia. El Autor advirtió que en su tenor literal la expresión "derechamente rectificadas" era impropia al hilo del discurso si a continuación se decía que esas menudencias podían formar un tapiz "de heroísmo o de bajeza". Si están derechamente rectificadas –y esto es lo que el Autor quería decir– forman un tapiz de heroísmo. De ahí el cambio: el heroísmo o la bajeza dependen de "la rectitud de intención".

 «  827  »  ¿Te has parado a considerar la suma enorme que pueden llegar a ser "muchos pocos"?

Texto escrito sobre una octavilla perteneciente a la serie Lhz nº 16, escrita en la Legación de Honduras. En un grupito de fichas que están en el Archivo junto a la recién citada de San Agustín (vid com / 813), se encuentra esta otra, también autógrafa:
"Sí, es una cosa grande.
Más grande: muchas cosas pequeñas" {AGP, sec A, leg 50-4, carp 1, exp 19}.

 «  828  »  Ha sido dura la experiencia: no olvides la lección. - Tus grandes cobardías de ahora son –está claro– paralelas a tus pequeñas cobardías diarias.
"No has podido" vencer en lo grande, "porque no quisiste" vencer en las cosas pequeñas.

Texto escrito sobre otra octavilla perteneciente a la serie Lh elaborada en la Legación de Honduras. La doctrina se refleja en la predicación de agosto de 1938:
"Consecuencias de despreciar las cosas pequeñas: paralelas a las pequeñas defecciones, las defecciones grandes" {EjEsp, Plática "Perfección en las cosas pequeñas", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 107}.
La doctrina de este punto parece tener como fondo el texto de Si 19, 1: "el que desprecia las cosas pequeñas, poco a poco caerá". Vid p / 19  y 816.

 «  829  »  ¿No has visto las lumbres de la mirada de Jesús cuando la pobre viuda deja en el templo su pequeña limosna? –Dale tú lo que puedas dar: no está el mérito en lo poco ni en lo mucho, sino en la voluntad con que lo des.

Otro texto sobre otra octavilla perteneciente a la serie Lh, elaborada en la Legación de Honduras. También se proyecta la doctrina de este punto en la predicación de agosto de 1938:
"La viuda. Respiciens... vidit eos, qui mittebant munera sua in gazophilacium, divites; vidit autem et quandam viduam pauperculam mittentem aera minuta duo. Et dixit: vere dico vobis quia vidua haec pauper plus quam omnes missit (Lc 21, 1-3)" {Ibidem}.

 «  830  »  No me seas... tonto: es verdad que haces el papel –a lo más– de un pequeño tornillo en esa gran empresa de Cristo.
Pero, ¿sabes lo que supone que el tornillo no apriete bastante o salte de su sitio?: se aflojarán piezas de más tamaño o caerán melladas las ruedas.
Se habrá entorpecido el trabajo. –Quizá se inutilizará toda la maquinaria.
¡Qué grande cosa es ser un pequeño tornillo!

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Bl, tinta negra fuerte, rasgos intensos. El tema, la imagen del tornillo y la gran máquina era muy del gusto del Autor. En Honduras la había desarrollado detenidamente:
"Vemos una maquinaria grande, maravillosa, que funciona regularmente; pero si un diente de un engranaje se rompe, aunque sea tan pequeño, todo el trabajo del conjunto se resiente y corre el riesgo de bloquearse. Aquella actividad, aquella maquinaria marchaba con un orden admirable, que era goce de la inteligencia; con su rumor, recreo del oído, hecho de golpeteos poderosos, revelador de una vida sana y normal. Pero en un lugar secundario tenía... nada, un tornillito que empezaba a aflojarse. Un día el tornillo se desprende y viene a caer entre dos ruedas delicadas que, al engranar, se encuentran con ese obstáculo inesperado; un chasquido, una ruptura, y toda aquella maquinaria maravillosa se descompone, su marcha queda paralizada, y se hace necesario un trabajo largo y penoso, para reparar el daño causado por el descuido en el detalle" {PredicHond, "Cosas pequeñas", 19-VI-1937, pg 113s; XVIII}.
En este punto que cierra el cap, el Autor pasa de las "cosas" (pequeñas) que llenan la vida de hombres y mujeres en el ordinario día tras día, a la consideración de las "personas": es la persona misma la que aparece ahora como "un pequeño tornillo" en la gran empresa de la Redención. Pienso que el tema algo tiene que ver con la expresión "almas pequeñas", de Santa Teresita. La tesis del Autor, aplicada a la persona, es la misma que la que dice de las pequeñas tareas, acciones y sacrificios cotidianos: "qué grande cosa...". Hay aquí una proximidad temática a las "paradojas de un alma pequeña" (vid com / 873).

 «  TÁCTICA  » 

Para comprender bien la posición de este cap en el conjunto de esta Tercera Parte, ayuda tener presente la secuencia que presentaba en Cec. Allí, concretamente, el orden era éste: "Proselitismo" –"Discreción"– "Táctica". Como sabemos, al preparar C, el Autor decidió situar el cap "Discreción" dentro del conjunto sobre virtudes de la Segunda Parte (vid Introd a cap 30) {En Cec estaba situado aquí, junto al titulado "Táctica", como una virtud característica de la manera de desarrollar la tarea apostólica: con naturalidad, sin ruido, cada uno en su trabajo y con ocasión de ese trabajo} y en su lugar colocó el nuevo cap sobre "Cosas pequeñas" (vid cap 39). He aquí, pues, la nueva secuencia: "Proselitismo" –"Cosas pequeñas"– "Táctica". Conviene, pues, considerar las dos fases redaccionales –las dos secuencias–, pues ambas lecturas aportan elementos de comprensión.
En la "táctica" de que aquí se habla –es decir, el método apostólico o estrategia de la misión– la acción apostólica de "los hombres y las mujeres de Dios" aparece como algo que brota del "alma de apóstol" (Bautismo, condición cristiana; p / 831), y luego dimana a través del trabajo profesional, de la situación de cada uno en el mundo (p / 832); algo, por otra parte, realizado con naturalidad, sin ruido, cada uno en su trabajo y con ocasión de ese trabajo, sin caer en el activismo (p / 837), imitando la "vida oculta" de Jesús (p / 840) y sin buscar ser conocidos como "apóstoles", pero estando patente el testimonio de "vuestras obras" (p / 842); teniendo como ideal la discreción de Jesús (p / 843), es decir, caminar como Jesús "quasi in occulto", pero dando –audacter– testimonio público cuando otros callan (p / 841  y 846). En definitiva: no "brillar como una estrella", sino "quemar como una antorcha": "para eso estás en la tierra" (p / 835)
Como sucede con el cap "Discreción" –con el que guarda la estrecha relación que hemos indicado–, éste titulado "Táctica" está atravesado en todas las direcciones por la doctrina del cap "La Gloria de Dios". La consecuencia de ese desaparecer personalmente, para que la gloria sea sólo de Dios, es ésta: "con tu santificación personal, obtendrás la de los demás: el reinado de Cristo, es decir, 'omnes cum Petro ad Jesum per Mariam' " (p / 833). La gloria de Dios, según el Autor, consiste: en clave cristológica, en que Cristo reine ("regnare Christum volumus"; vid com / 11), y en clave eclesiológica, en la realización de la unidad de los cristianos y de la misión: "que todos vayan con Pedro a Jesús por María" {El Autor consideraba estos tres lemas, desde sus primeros escritos, como los fines últimos del Opus Dei, que entendía vinculados a la luz fundacional del 2 de octubre de 1928}.
El cap consta de los doce puntos que ya estaban en el correspondiente de Cec, más nueve que se añaden en Burgos. El talante y el mensaje del cap se expresan bien en los tres primeros puntos, que ya lo eran en Cec y que proceden de idéntica secuencia textual en cd / 11-13. Hay otros tres de Cem32, tres de Cem33 y tres más tomados directamente de los Cuadernos de Apínt.

 «  831  »  Eres, entre los tuyos –alma de apóstol–, la piedra caída en el lago. –Produce, con tu ejemplo y tu palabra un primer círculo... y éste, otro... y otro, y otro... Cada vez más ancho.
¿Comprendes ahora la grandeza de tu misión?

Texto del Cuaderno V, nº 683, fechado en 3-IV-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 983b, 127, 831}. En este cap, como en todo el libro pero aquí de manera más acentuada, hay puntos que son el traslado para todos los lectores de lo que el Autor había escrito pensando en los fieles del Opus Dei. Este primer punto es uno de ellos:
"Los socios, en el ambiente de la sociedad, serán, dada su organización, como la piedra caída en el lago. Producirán una primera conmoción, un primer círculo... y éste otro, y otro, y otro... Cada vez más ancho. –O.c.P.a.I.p.M." {Sobre esta sigla vid com / 11}.

 «  832  »  ¡Qué afán hay en el mundo por salirse de su sitio! –¿Qué pasaría si cada hueso, cada músculo del cuerpo humano quisiera ocupar puesto distinto del que le pertenece?
No es otra la razón del malestar del mundo. –Persevera en tu lugar, hijo mío: desde ahí ¡cuánto podrás trabajar por el reinado efectivo de Nuestro Señor!

Texto del Cuaderno V, nº 754, fechado en 16-VI-1932 {En ese día transcribió también el p / 731}:
"¡Qué afán hay en el mundo, por salirse de su sitio! ¿Qué pasaría, si cada hueso, cada músculo del cuerpo humano quisiera ocupar puesto distinto del {"del": corregido en el Cuaderno, antes decía "al"} que le pertenece? No es otra la razón del malestar actual de la sociedad. Para esto, no hay más remedio que la vuelta a Cristo. A eso va la Obra de Dios".
Nótese cómo transforma el Autor las dos últimas frases de su Cuaderno a la hora de redactar este punto. La dinámica expresión "a eso va la Obra de Dios" –"la vuelta a Cristo"– pasa a ser "el reinado efectivo de Nuestro Señor", el "regnare Christum volumus" del p / 11. Vid allí, en el com, el sentido de esta expresión como "fin" de la Obra de Dios.
"Salirse de su sitio". Vid com / 837 y 926. Es evidente que la doctrina de estos puntos ha de entenderse en clave teológica y no sociológica. "Sitio", "lugar" en la sociedad, son conceptos importantes en C {Sobre el tema en C, vid Pedro Rodríguez, "Sobre la espiritualidad del trabajo", en Nuestro Tiempo 35 (1971) 359-388. "Cuando se habla de permanecer en la vocación en que Dios llamó, no se hace con la intención de excluir los cambios que son producto del desarrollo profesional, social, etc. sino con la de afirmar que la vocación cristiana no implica, de por sí, cambio alguno, ya que invita a santificar la situación humana en que se vive, sea ésta estable o cambiante según lo que el dinamismo histórico haga posible o traiga consigo" (José Luis Illanes, La santificación del trabajo, 2001, pgs 86s). También en C hay una consideración de lo que podríamos llamar "sitio" en el sentido de posición eclesiológica o de posición en la misión de la Iglesia: vid p / 949, 965, 966}.
El tema conecta con lo que el Beato Josemaría llamará después "mística hojalatera", haciendo un juego de palabras entre la irrealidad del "¡Ojalá!" y la poca calidad de la "hojalata" {Una expresión paradigmática de lo que decimos es ésta de la homilía pronunciada en el Campus de la Universidad de Navarra en octubre de 1967: "Dejaos, pues, de sueños, de falsos idealismos, de fantasías, de eso que suelo llamar mística ojalatera –¡ojalá no me hubiera casado, ojalá no tuviera esta profesión, ojalá tuviera más salud, ojalá fuera joven, ojalá fuera viejo!...–, y ateneos, en cambio, sobriamente, a la realidad más material e inmediata, que es donde está el Señor: mirad mis manos y mis pies, dijo Jesús resucitado: soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo (Lc 24, 39)" (Conversaciones, 116)}. La "mística hojalatera" está también detrás del p / 709.

 «  833  »  ¡Caudillos!... Viriliza tu voluntad para que Dios te haga caudillo. ¿No ves cómo proceden las malditas sociedades secretas? Nunca han ganado a las masas. –En sus antros forman unos cuantos hombres - demonios que se agitan y revuelven a las muchedumbres, alocándolas, para hacerlas ir tras ellos, al precipicio de todos los desórdenes... y al infierno. –Ellos llevan una simiente maldecida.
Si tú quieres..., llevarás la Palabra de Dios, bendita mil y mil veces, que no puede faltar. Si eres generoso..., si correspondes, con tu santificación personal, obtendrás la de los demás: el reinado de Cristo: que "omnes cum Petro ad Jesum per Mariam".

Es éste el cuarto punto de C en antigüedad documentada. Su texto está en el Cuaderno II, nº 47, fechado en 16-VI-1930 y dice así:
"¿Qué otra cosa hacen las malditas sociedades secretas? Estoy seguro de que nunca han ganado a las masas. En sus antros forman unos cuantos hombres-demonios, que se agitan y revuelven las muchedumbres, alocándolas, para hacerlas ir, tras ellos, al precipicio de todos los desórdenes... y al infierno. Ellos llevan una simiente maldecida. Nosotros llevaremos la Palabra de Dios, bendita mil y mil veces, que no puede faltar. Si somos verdaderos hijos de El, con nuestra santificación personal, obtendremos la de los demás: el reinado de Cristo: que Omnes, cum Petro, ad Iesum per Mariam. Amen".
La expresión de C: "Si eres generoso..., si correspondes", de carácter más ascético, tiene en el texto original este otro tenor: "Si somos verdaderos hijos de Él", de Dios, que pone en el centro de la "táctica" apostólica la ontología de la gracia, la realidad vivida de la filiación divina, que es tan decisiva en el libro y tendrá fuertes desarrollos en la espiritualidad del Beato Josemaría Escrivá
La frase introductoria ("¡Caudillos!... Viriliza tu voluntad para que Dios te haga caudillo") no es del texto del Cuaderno, sino que la escribió al trasladar el texto a las cuartillas a velógrafo de 1932. Sobre el tema "caudillos" vid com / 16.
"Viriliza tu voluntad": vid com / 19 con sus referencias.
Las duras palabras relativas a las "sociedades secretas" reflejan la reacción de los católicos en general y del Magisterio del Papa y de los Obispos en aquellos años de fuerte persecución a la Iglesia, especialmente en países de profunda tradición católica, como era el caso de España {En España tuvo un fuerte impacto y continuaba teniéndolo la Encíclica Humanum Genus, sobre la masonería y otras sectas, del Papa León 13, 20-IV-1884, que describía con dureza la actividad de las sociedades secretas; y la Carta Apostólica Praeclara gratulationis, sobre la unidad de la Iglesia, 20-VI-1894, en cuyo nº 24 se refiere a "la Masonería, cuya funesta fuerza hace ya tanto tiempo que pesa sobre las naciones, singularmente sobre las católicas (cita en especial Francia e Italia)". Vid la voz "Masonería Española" en el Diccionario de Historia Eclesiástica de España (Quintín Aldea-Tomás Marín-José Vives [eds.]), III, Madrid 1973, pgs 1445-47}. El Autor no juzga a las personas, exhorta a ser amigo de todos (p / 838), pero contempla el daño que se hace a las almas. La alternativa que propone a los lectores es llenar el mundo de Amor, es decir, de "la Palabra de Dios, bendita mil y mil veces", que genera en la historia un oleaje de santidad.
Hay que notar que a muchas de las sectas que se desarrollan hoy en los países de antigua tradición cristiana encajan claramente en la descripción de este punto y reactualizan su enseñanza.
"Omnes cum Petro ad Jesum per Mariam". Según nos dice el Autor en este p / 833, ésta sería su fórmula eclesiológica para expresar el Reinado de Cristo. El reinado de Cristo, según lo que leemos en este punto, es una realidad eclesial –no una realidad política–, vinculada a la convergencia sobrenatural de "todos" en la "unidad católica" (omnes cum Petro), entendida ésta –la unidad eclesial– no como fin en sí misma, sino de manera dinámica (ad Iesum: para la íntima comunión con Dios, para la misión) y, siempre, mariológica (per Mariam). Vid Introd al presente cap y com / 11, 247, 495 y 573. El Autor explica condensadamente que esa dinámica es la de la santidad: "con tu santificación personal, obtendrás la de los demás".
Nos ayuda a comprender el sentido de esta expresión un párrafo de Francisca Javiera del Valle, que anotó el Beato Josemaría en el Decenario:
"¡Oh Santo y Divino Espíritu! ¿Quién me diera el poder de poder hacer, que todos emprendieran la vida interior del alma, para que fueras conocido y todos te desearan y buscaran, para que todos contigo, con tu ayuda, con tu gracia y tus bondades, lográramos la posesión de Dios por amor en esta vida, para con esto asegurar la bienaventuranza de la gloria, donde la seguridad es completa de no poderle perder, y por los siglos sin fin amarle cuanto uno puede amar" {Decenario al Espíritu Santo, pg 93; Patmos 35, pg 103; Logos 52, pg 151; la cursiva es mía}.
Esa cadena de todos, todos, todos inmersos, por el Espíritu Santo, en el conocimiento y el Amor de Dios le lleva a acotar fuertemente el párrafo con un trazo enérgico y a cruzarlo con el lema que comentamos, en abreviatura:
"O.c.P.a.J.p.M." {Glosas marginales al Decenario 1932, pg 93}.
Es el fin escatológico del "omnes cum Petro": la santidad, la plena comunión con Dios {Exactamente la misma reacción tuvo el Beato Josemaría al leer el último párrafo de la "Oración final" para cada día, que dice: "Ven, Consolador divino [...] para tener el consuelo en esta vida de verte conocido, amado, servido de todas tus criaturas, para que en todos se cumplan tus amorosos designios, y todos las que ahora existimos en la tierra y los que han de existir hasta el fin del mundo, todos te alabemos y bendigamos en tu divina presencia por los siglos sin fin. Así sea" (Decenario al Espíritu Santo, pg 33; Patmos 35, pg 47; Logos 52, pg 90). La cadena de todos, en contexto de plenitud escatológica, llevó Autor de C a escribir a continuación, con letra grande y clara: "Omnes, cum Petro, ad Jesum per Mariam" (Glosas marginales al Decenario 1932, pg 33)}. Nótese que el Autor en este punto ha pasado del "videre Petrum" de p / 520, que es "ir a Roma", al "centrum unitatis", a la expansión apostólica desde el centro al mundo: "omnes cum Petro".

 «  834  »  ¿Hay locura más grande que echar a voleo el trigo dorado en la tierra para que se pudra? –Sin esa generosa locura no habría cosecha.
Hijo: ¿cómo andamos de generosidad?

Texto escrito sobre una octavilla Jef. En un guión de una charla a miembros del Opus Dei, fechado en 23-I-1934, se lee:
"Sembrar, no se pierde: dará su fruto. La cosecha no es inmediata. ¿Hay cosa más desconsoladora que ver cómo se pudre el grano? Y sin embargo!...".
La temática de este p / 834  es sumamente próxima a la del p / 199. Vid com. Ambos son de la época de Burgos y constituyen una meditación del pasaje joánico que se cita en el apcrít.
Sobre "sembrar a voleo" cfr p / 794.

 «  835  »  ¿Brillar como una estrella..., ansia de altura y de lumbre encendida en el cielo?
Mejor: quemar, como una antorcha, escondido, pegando tu fuego a todo lo que tocas. –Éste es tu apostolado: para eso estás en la tierra.

Texto del Cuaderno VI, nº 1046, fechado en 2-VIII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 433, 183, 280, 835}. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación. Pero la idea y el símil era dos años anterior, según leemos en el Cuaderno IV:
"La Obra de Dios, su apostolado, no será una estrella, que brilla en lo alto del firmamento, lejos de los muchos que admiran su parpadeo luminoso, pero estéril... Será una antorcha, que irá junto al suelo, vista por muy pocos, pero encendiendo las almas todas con el fuego que Cristo vino a traer a la tierra" {Cuaderno IV, nº 408, 22-XI-1931}.
Este p / 835  hay que ponerlo en interna relación con el p / 459. El uno es la inversión del otro, ofreciendo ambos el mismo mensaje. Se trata de un binomio dialéctico construido con diversos elementos: luz-brillo-altura-lejanía, de una parte, y fuego-calor-cercanía-silencio, de otra. La matriz redaccional de ambos tiene dos meses de diferencia: septiembre (p / 459) y noviembre (p / 835) de 1931. El primero está inspirado en la caricatura japonesa (vid com / 459), el segundo está fermentado –como el p / 801– por la meditación del "ignem veni mittere in terram" (Lc 12, 49) {El p / 801, posterior en la redacción, glosa ya formalmente el versículo de San Lucas}.
Esta manera "escondida y silenciosa" –que no es secreta– de propagar el "incendio" del Espíritu de Cristo en la vida ordinaria es uno de los rasgos más decisivos de C y de la espiritualidad de su Autor.

 «  836  »  Servir de altavoz al enemigo es una idiotez soberana; y, si el enemigo es enemigo de Dios, es un gran pecado. –Por eso, en el terreno profesional, nunca alabaré la ciencia de quien se sirve de ella como cátedra para atacar a la Iglesia.

Este punto es el resultado de la fusión de dos textos de origen diverso, como señala el apcrít. El texto original corresponde a la primera frase, que es el punto tal como se lee en las cuartillas a velógrafo y en la edición de Cuenca, que a su vez procedía, a la letra, del Cuaderno V, nº 634, fechado en 6-III-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 836, 126, 226}.
El Autor, en la redacción final de Burgos, completó el punto con un texto escrito sobre una octavilla Bl, que es idéntico a la segunda frase del punto que comentamos.
El mensaje de este p / 836  ofrece un criterio de fondo –que los católicos no faciliten, no hagan eco a las actividades que van contra la Iglesia, lo cual pertenece al "sentido común cristiano" –expresado en los términos del tremendo enfrentamiento intelectual y espiritual– con sus secuelas políticas– que se vivía en Europa, y concretamente en España, aquellos años. Una de las más antiguas ilusiones del Beato Josemaría era fomentar el mutuo conocimiento de la actividad cultural, científica y social de los católicos de unos países en otros. Le impresionaba el desconocimiento casi total que había en esta materia y el hecho de que los intelectuales racionalistas y laicistas eran militantes a la hora de "ignorar" a los católicos {"Sólo ellos eran sabios; los demás, ignorantes" (Cuaderno V, nº 586)} : también en este ámbito se daba la "conspiración del silencio" de la que hablaba Pío XI {Cfr Pío XI, Enc. Divini Redemptoris (19-III-1937), n. 18: AAS 29 (1937), 65-106}.
Cuando el Autor habla de enemigos, no son nunca enemigos personales. Las expresiones bíblicas "enemigos de Dios", "enemigos de la Iglesia" (cfr Mt 13, 28.39, St 4, 4), en aquellos momentos dramáticos de la vida civil y religiosa de Europa, eran usuales en el lenguaje del Papa y de los Obispos. Con un cambio de acentos –o de formas, si se quiere–, en la vida pública y cultural de este siglo que comienza el tema sigue teniendo una viva actualidad. El Autor fomentó siempre, por lo demás, el espíritu de convivencia amistosa entre las personas: ten sólo amigos, no tengas enemigos, dirá más abajo, en el p / 838. Y acuñó esta fórmula para el programa de vida de sus seguidores: "sembradores de paz y de alegría" {Surco, 59}.

 «  837  »  ¡Galopar, galopar!... ¡Hacer, hacer!... Fiebre, locura de moverse... Maravillosos edificios materiales.
Espiritualmente: tablas de cajón, percalinas, cartones repintados... ¡galopar!, ¡hacer! –Y mucha gente corriendo: ir y venir.
Es que trabajan con vistas al momento de ahora: "están" siempre "en presente". –Tú... has de ver las cosas con ojos de eternidad, "teniendo en presente" el final y el pasado.
Quietud. –Paz. –Vida intensa dentro de ti. Sin galopar, sin la locura de cambiar de sitio, desde el lugar que en la vida te corresponde, como una poderosa máquina de electricidad espiritual, ¡a cuántos darás luz y energía!..., sin perder tu vigor y tu luz.

Texto del Cuaderno VI, nº 876, fechado en 24-XI-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 66, 74, 4, 735, 421, 837, 816, 474}. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación. El pasaje de Apínt ya había inspirado este párrafo de la Instrucción que escribió en abril del 34:
"No sacamos a nadie de su sitio. Cada uno de vosotros continúa en el lugar y en la posición social que en el mundo le corresponde. Y, desde allí, sin la locura de cambiar de ambiente, ¡a cuántos daréis luz y energía!..., sin perder vuestra energía y vuestra luz: por la fe y por la gracia de Jesucristo, in qua stamus et gloriamur in spe gloriae filiorum Dei, en la que nos sentimos firmes esperando la gloria de los hijos de Dios (Rm 5, 2)" {Instrucción, 1-IV-1934, nº 23}.
"... sin la locura de cambiar de sitio, desde el lugar que en la vida te corresponde...". Es un concepto fundamental de la doctrina del Autor sobre la santificación del trabajo y de las situaciones ordinarias de la vida. Vid com / 926. "A mi juicio –escribe un teólogo– quiere indicarse con esta expresión el sinsentido de imaginar que la eficacia cristiana y eclesial sólo puede alcanzarse fuera de la situación providencial que tiene el creyente en el mundo, o bien dentro de esa situación, pero instrumentalizando su naturaleza y alcance originales" {Alfredo García Suárez, "Existencia secular cristiana", en Scripta Theologica 2 (1970) 152, reproducido en Alfredo García Suárez, Eclesiología, Catequesis, Espiritualidad, Eunsa ("Biblioteca de Teología", 23), Pamplona 1998, pg 662}. El texto de la Instrucción de la que procede este punto –"no sacamos a nadie de su sitio"– señala de manera tajante que el Opus Dei no interfiere en la vida profesional y cívica de sus miembros y que la adscripción al Opus Dei de un cristiano no le exige "salir" del dinamismo de la vida en la sociedad civil {"La invitación a no cambiar de sitio, no sólo no significa permanencia estática y conformista en la vida, sino que es exhortación al hombre de la calle para que no abandone e mundo por motivos religiosos, para que esté en su sitio; es decir, para que asuma con alegría cristiana y creadora el dinamismo profesional, social, familiar y político de la situación en que se encuentra» (Pedro Rodríguez, «Sobre la espiritualidad del trabajo», en Nuestro tiempo 35 [1971] 359-388, cita en pg 379}. Vid com / 832. Vid también p / 965.

 «  838  »  No tengas enemigos. –Ten solamente amigos: amigos... de la derecha – si te hicieron o quisieron hacerte bien– y... de la izquierda– si te han perjudicado o intentaron perjudicarte.

Este punto, que ya estaba en las cuartillas a velógrafo, parece inspirado en dos pasajes diversos del Cuaderno IV, escritos en 1931 con muy pocos días de diferencia, que son los siguientes:
"Creo que no tengo enemigos. Me he encontrado, en mi vida, con personas que me han hecho daño, positivo daño. No creo que sean enemigos: soy muy poco para tenerlos. Sin embargo, desde ahora, ellos y ellas quedan incluidos en la categoría de mis bienhechores, para encomendarles a diario al Señor" {Cuaderno IV, nº 357, 28-X-1931. En ese día antes de este texto transcribió el que sería p / 989}.
"Desde ahora, cuando rece por mis bienhechores, incluyo a todos: a los de la derecha, que intentaron alguna vez hacerme bien o positivamente me lo hicieron: y a los de la izquierda, que me hicieron mal o intentaron hacérmelo" {Cuaderno IV, nº 372 3-XI-1931}.
Al punto, tal como lo leemos en C y se deduce de estos textos del Cuaderno, el Autor agregó en el velógrafo y en el impreso de Cuenca (Cec) el párrafo que puede leerse en el apcrít y del que finalmente decidió prescindir.
En el ejemplar a velógrafo que entregó al P. Sánchez, al margen de este punto se lee de mano del Autor:
"Mi amiga, me dijo V.R. el otro día... ¡y era verdad!" {La cursiva es del original}.
La distribución a derecha o izquierda de las personas está trazada sobre la escena del juicio final del cap 25 de San Mateo. La letra y el espíritu de este punto y de los textos que le sirven de base, señalan muy bien el "talante" humano y cristiano del Autor y del mensaje de C.
Póngase en relación este punto con la siembra de paz y alegría, con el "gaudium cum pace" de p / 768. Vid. com.

 «  839  »  No cuentes hechos de "tu" apostolado como no sea para provecho del prójimo.

Texto del Cuaderno VI, nº 973, fechado en 1-IV-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 339, 454, 839}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.

 «  840  »  Que pase inadvertida vuestra condición como pasó la de Jesús durante treinta años.

Texto del Cuaderno VI, nº 1032, fechado en 7-VII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 794, 400, 190, 840, 709, 684, 598, 926} , que llegó a tiempo para entrar en las cuartillas a velógrafo de 1933. Su tenor literal es idéntico al de Cem33 (vid apcrít)
En la edición de Cuenca estaba situado en el cap "El Apostolado". La consideración espiritual y teológica de la llamada "vida oculta" de Cristo es el fundamento bíblico de este gran tema –pasar ocultos– en la espiritualidad del Autor de C. Se trata de una dimensión principal de la "táctica" apostólica que propone en este cap. Ver los p / 841-843, 846, 848 con sus com y referencias.

 «  841  »  José de Arimatea1 y Nicodemus2 visitan a Jesús ocultamente a la hora normal y a la hora de triunfo.
Pero son valientes declarando ante la autoridad su amor a Cristo –"audacter"– con audacia, a la hora de la cobardía. –Aprende.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Bl, rasgos fuertes y pluma gruesa. Escrito probablemente desde este apunte de la predicación de agosto de 1938:
"José y Nicodemus, valientes a la hora de la cobardía: Joseph ab Arimatea nobilis decurio, qui et ipse erat spectans regnum Dei, et audacter introibit ad Pilatum et petiit corpus Iesu (Mc 15, 43)" {  EjEsp, Meditación "Muerte y entierro", Vitoria 24-VIII-1938; guión nº 125; la cursiva es del original. También ficha autógrafa en AGP, sec A, leg 50-4, carp 2, exp 2}.

 «  842  »  No os preocupe si por vuestras obras "os conocen". –Es el buen olor de Cristo. –Además, trabajando siempre exclusivamente por Él, alegraos de que se cumplan aquellas palabras de la Escritura: "Que vean vuestras obras buenas y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos".

Texto del Cuaderno VI, nº 985, 18-IV-1933. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Ese mismo día transcribió otros dos puntos de C {Son: 929, 600, 842}.
El mensaje de este punto hay que ponerlo en relación con el ideal que el Autor vivía y proponía a sus seguidores: ¡pasar ocultos! y he comentado en p / 647  (vid también com / 432 y 959). Aquí da un criterio para entender bien esa propuesta, que no es "secretismo" ni "secreteo", sino "naturalidad" (vid p / 641). Lo que rechaza Escrivá es la exhibición o el espectáculo en todas sus formas, a la par que propugna la autenticidad y la consiguiente naturalidad. Por eso aquí explica al lector, con pasajes de la Escritura, que es inmanente a la fe cristiana –y al modo de existencia que genera en el creyente– el ser reconocida, el automanifestarse, en la medida en que es auténtica, en "las obras de la fe": es la fe que obra por la caridad (Ga 5, 6).
Como se ve, C extiende al "testimonio" de los fieles cristianos la interpretación que San Pablo hace de la misión de los Apóstoles:
"¡Gracias sean dadas a Dios que nos lleva siempre en su triunfo, en Cristo, y por nuestro medio difunde en todas partes el olor de su conocimiento! Pues nosotros somos para Dios el buen olor de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden" (2Co 2, 14 -15)
Este "conocimiento por las obras" subraya la responsabilidad del cristiano: ¿y si su testimonio no "oliera" a Cristo? El Autor lo señala más adelante en el p / 944: "qué crimen tan horroroso si dieras mal ejemplo".

 «  843  »  "Non manifeste, sed quasi in occulto". –no con publicidad, sino ocultamente: así va Jesús a la fiesta de los Tabernáculos.
Así irá, camino de Emaús, con Cleofás y su compañero. –Así le ve, resucitado, María de Magdala.
Y así –"non tamen cognoverunt discipuli quia Jesus est"– los discípulos no conocieron que era Él –así acudió a la pesca milagrosa que nos cuenta San Juan
Y más oculto aún, por Amor a los hombres, está en la Hostia.

Texto escrito sobre una octavilla Bl perteneciente a la subserie Ber. Hay este apunte en los guiones de predicación:
"Non manifeste, sed quasi in occulto (a la fiesta de los Tabernáculos, Jn 7, 10). –Emaús. –María de Magdala. –La otra pesca milagrosa (Jn 21, 1 -20): Mane autem facto, stetit Iesus in littore; non tamen cognoverunt discipuli quia Jesus est. –Más oculto –por caridad pasmosa–, está en el Pan..." {EjEsp, Plática "Espíritu de caridad", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 88. –La expresión "María Magdala" (vid apcrít) es una errata que se introdujo en el texto y no fue rectificada por los correctores: el Autor escribió de su puño y letra en la "gaitica" y mecanografió en el original para la imprenta la forma correcta: "María de Magdala", como se lee también en el p / 982. Vid p / 981  donde él mismo explica claramente que el "sobrenombre" no es "Magdala" sino "Magdalena"}.
El Autor sigue leyendo la Escritura para fundamentar en la vida de Jesús el ideal de vida cristiana en la sociedad secular que propone a los lectores: una intensa vida de relación con Dios, una acción apostólica incesante... y sin espectáculo (humildad): ¡pasar ocultos! Ésta es la base teológica del sentido de la discreción y del testimonio cristiano en la sociedad secular. Vid com a punto anterior y los otros allí citados.

 «  844  »  ¿Levantar magníficos edificios?... ¿Construir palacios suntuosos?... Que los levanten... Que los construyan.
¡Almas! –¡Vivificar almas..., para aquellos edificios... y para estos palacios!
¡Qué hermosas casas nos preparan!

Texto del Cuaderno VI, nº 960, fechado en 22-III-1933. Ese mismo día transcribió seis futuros puntos de C {Son: 97, 278, 412, 844, 181, 793} , que circularon en las cuartillas a velógrafo de 1933. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación. El tema reaparece en la predicación de Burgos:
"¿Edificios? Bueno, pero ¡almas!" {EjEsp, Plática "Espíritu de celo", Vitoria 23-VIII-1938; guión nº 104}.
"¡Qué hermosas casas nos preparan!". El Autor añadió esta frase en el margen inferior de la página de Apínt. El Beato Josemaría se expresaba así –me lo dijo Francisco Botella, pero no lo he encontrado por escrito– a propósito de los edificios de la Ciudad Universitaria de Madrid, en construcción en aquellos años treinta, en los que veía un espacio magnífico para la acción apostólica y para la elaboración de una cultura cristiana.
El Autor pone el acento en el carácter secundario de los contextos materiales –los edificios, en este caso– respecto a lo único realmente importante: las almas, estén donde estén. Cuando, al ir a algún Centro del Opus Dei, comenzaban a enseñarle el edificio, las instalaciones, etc., solía decir, con humor:
"He venido a ver los pájaros, no la jaula" {Así, en Gaztelueta (Bilbao), 16-V-1959 (Notas tomadas ese día; AGP, sec A, leg 51; también en AGP sec P, leg 1, 1959, pg VII-22)}.

 «  845  »  ¡Cómo me has hecho reír y cómo me has hecho pensar al decirme esta perogrullada!: yo... siempre meto los clavos por la punta.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Letra gruesa, enérgica y espaciadas las líneas. En el cuadernillo-agenda 1º de Burgos {AGP, sec A, leg 50-3, carp 2, exp 1} , hoja 8 hay un conjunto de anotaciones del Autor, separadas por raya transversal, que transcribo:
"Juan José López Ibor. Travesía del Muro, 8. Valladolid.
Siempre meto los clavos de punta.
Misioneros: Huerto del Rey 5
Dirección de su casa.
2 ing[enieros]s [de] Caminos.
A las 5 para Utrera, a las 9'30 para Irún".
Esta última anotación –horario de trenes– fue apuntada el 21-IV-1938 en Sevilla, durante el viaje que hizo en esa fechas a Andalucía {Más horarios en la hoja 7v del cuadernillo}. Las otras son anteriores. La segunda es la que da lugar al punto de C, tomada después de la conversación a la que allí se alude. ¿Quién sería el interlocutor del Beato Josemaría? ¿El propio Juan José López Ibor? {Juan José López Ibor (1908-1991), médico y escritor, ilustre Catedrático de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Madrid, con el que hizo amistad el Autor desde la época de Burgos}.
"Meter los clavos por la punta". Una manera gráfica de subrayar que, en la dirección espiritual, al poner a una persona cara a su propia responsabilidad, lo más sencillo y eficaz –aunque parezca más costoso– es dejarse de rodeos y circunloquios y abordar derechamente las cuestiones "difíciles". Esto es lo mejor, al menos de ordinario (el interlocutor del Beato Josemaría sostenía que siempre). Es la forma de actuar, a la vez, con sentido común y sentido sobrenatural.

 «  846  »  De acuerdo: mejor labor haces con esa conversación familiar o con aquella confidencia aislada que perorando –¡espectáculo, espectáculo!– en sitio público ante millares de personas.
Sin embargo, cuando hay que perorar, perora.

Texto sobre la octavilla nº 19 perteneciente a la serie Lhz, escrita en la Legación de Honduras. No hay interrelación documental conocida.
Otra consideración ordenada a puntualizar el sentido del "pasar oculto". Vid com / 640-643 y las referencias allí contenidas.

 «  847  »  El esfuerzo de cada uno de vosotros, aislado, resulta ineficaz. –Si os une la caridad de Cristo, os maravillará la eficacia.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Bl. Letra gruesa, enérgica y espaciadas las líneas. Tampoco conozco interrelación documental.
Punto de profunda significación para la eclesiología de C. Los años treinta fueron testigos del gran debate sobre "la unión de los católicos" en la acción social y política, cuestión que repercutía en la manera de entender el "apostolado de los laicos" con una fuerte tendencia a la organización vertical apostólica. El Autor, como se ve, no piensa, ante todo, en "organizaciones", aunque no las excluya. Piensa en lo esencial, en el núcleo mismo de la Iglesia como misterio, que San Agustín llamaba sencillamente "Caritas" {Vid Yves Congar, L'Église de Saint Augustin à l ' époque moderne, Cerf, París 1970, pg 16. –Este p / 847  me sirvió de falsilla eclesiológica para un estudio sobre el tema. Vid Pedro Rodríguez, Contribución a una teología del apostolado organizado, en "Palabra" nº 21 (1967) 9-15. –Versión italiana: Il laicato in prospettiva ecumenica, en "Studi Cattolici" n. 80 (1967) 3-11}.

 «  848  »  Quieres ser mártir. –Yo te pondré un martirio al alcance de la mano: ser apóstol y no llamarte apóstol, ser misionero –con misión– y no llamarte misionero, ser hombre de Dios y parecer hombre de mundo: ¡pasar oculto!

Vale todo lo dicho para la octavilla anterior. Teológicamente es una prolongación del punto anterior.
El tema "pasar oculto" es de una importancia grande en la espiritualidad del Autor. Fue para él un objetivo personal bajo la fórmula "ocultarse y desaparecer", que propuso formalmente como ideal a los sacerdotes del Opus Dei, y bajo la fórmula "pasar ocultos" a la generalidad de los cristianos en la vida secular: "ser uno más". Vid com / 647 e Introd a cap 41.

 «  849  »  ¡Hombre! Ponle en ridículo. –Dile que está pasado de moda: parece mentira que aún haya gente empeñada en creer que es buen medio de locomoción la diligencia... –Esto, para los que renuevan volterianismos de peluca empolvada, o liberalismos desacreditados del XIX.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, semejante a las anteriores. La última frase es un añadido en letra pequeña, que parece de última hora. No hay interrelación documental conocida.
El fondo cultural-religioso de este punto es el deísmo diluido que se extendía desde el siglo XIX en ciertos sectores de la sociedad, junto con una suerte de liberalismo doctrinario –con fuerte contenido antieclesiástico– que pensaba que desde sus presupuestos todo estaba resuelto. Al Autor le parece esa ideología una cosa "decimonónica", como se solía decir en España para indicar que algo está "anticuado, pasado de moda" {DRAE, ed 1992, voz "Decimonónico", 2ª acepción (despect.)}. El mensaje permanente del punto es claro: la crítica a quienes pretenden excluir la fe de la vida social va unida, en el Autor, a la convicción de que el futuro pondrá de manifiesto la íntima conexión de "fides et ratio", de vida cristiana y actividades sociales y cívicas.

 «  850  »  ¡Qué conversaciones! ¡Qué bajeza y qué... asco! –Y has de convivir con ellos, en la oficina, en la universidad, en el quirófano..., en el mundo.
Si pides por favor que callen, se te burlan. –Si haces mala cara, insisten. –Si te vas, continúan.
La solución es ésta: primero, encomendarles a Dios y reparar; después..., dar la cara varonilmente y emplear "el apostolado de la mala lengua". –Cuando te vea ya te diré al oído un repertorio.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, sin interrelación documental. "El apostolado de la mala lengua" debía ser expresión usual en el Autor de C, bien conocida por aquella juventud que le rodeaba. Se refería a una manera de lenguaje fuerte y descarnado, sin remilgos. De esto sí hay documentos. Por ej, este texto:
"Como de costumbre haré una nota de la conversación que tuve con el Sr. Vicario General de Madrid, en nuestra entrevista, de 10 de febrero, en Salamanca [...] Nada más un recordatorio de temas: [...] 9. Le conté detalles anecdóticos de nuestra labor... y gozó con el 'apostolado de la mala lengua' [...] Josemaría. Burgos 14-II-938" {AGP, sec J, leg 16, carp 4, exp 1}.
O este otro del "Diario" que Jiménez Vargas llevaba en Madrid durante la guerra civil: "23 de enero de 1937. Vino a mi casa el vasco del otro día y me trae un salvoconducto de los nacionalistas para el Padre. Milagros del apostolado de la mala lengua" {AGP, sec A, leg 2, carp 1, exp 4. Copio del Diario, ibidem, el hecho a que se refiere: "Esta tarde vi a uno de San Rafael en la calle Goya, me tiré precipitadamente del tranvía, porque éste podría darnos alguna solución. Tiene mucha influencia en la embajada del Perú, pero no se atreve a hablar del Padre... ¡por si luego le hace falta ir a él! Y cree que no es egoísmo. Será que se le ha olvidado lo del "Mandatum novum" [vid com / 385]... No se acordará que no es un adorno del cuarto del piano. Es algo que hay que vivirlo. En vista de eso me olvidé del "suaviter in modo"..., y le convencí un poco, con frases muy de Porlier [la cárcel en la que Vargas había estado antes]. Por lo menos intentará un salvoconducto de los nacionalistas [vascos] y vendrá a mi casa a decirme lo que hay... ¡¡pasado mañana!!"}.

 «  851  »  Encaucemos las "imprudencias providenciales" de la juventud.

Texto del Cuaderno V, nº 706, fechado en 22-IV-1932 {En ese día transcribió previamente el p / 756  }. Este punto ya era en la edición de Cuenca el que cerraba este cap. El tenor literal en el Cuaderno era éste:
"Hay que encauzar, nunca castrar, las imprudencias providenciales de la juventud".
Ya antes en sus Cuadernos había tocado el tema de esta forma:
"Para la defensa de nuestra fe (son palabras o, al menos, conceptos de nuestro Santo Padre Pío XI) son precisas las sabias imprudencias de la juventud" {Cuaderno IV, nº 341, 20-X-1931. No he podido identificar esas expresiones de Pío XI}.

 «  INFANCIA ESPIRITUAL  » 

1 Este cap y el siguiente constituyen una unidad claramente delimitada. En Cec formaban un único cap, el de mayor extensión: cincuenta y tres puntos. El núcleo fuerte de esta unidad ya estaba formado en Cem32 con un bloque de treinta y cinco consideraciones (cd / 139 a 173). Es, sin duda, el conjunto de textos más homogéneo, doctrinal y literariamente, de aquel primer esbozo de C, de manera que ofrece a Cec el cap prácticamente hecho.
2 El Autor, al preparar la edición de Cuenca, toma este bloque de Cem32 –del que elimina dos textos {Cem32 / 155, que pasará a ser C p / 674  y Cem32 / 173, que será C p / 269  }– y le agrega otras veinte consideraciones: ocho, tomadas de otros lugares del mismo fascículo; cuatro, procedentes de Cem33; y las otras ocho, copiadas directamente de los Cuadernos VI y VII. El conjunto de los textos es sometido a una intensa reordenación.
3 Al preparar C en Burgos, el Autor asume íntegro y por su orden todo este patrimonio, con una notable excepción, que ya hemos subrayado en el cap 39. Me refiero a la secuencia de cinco puntos que había añadido al construir el cap de Cec y que ahora retira de aquí para unir al nuevo cap "Cosas pequeñas" (vid Introd a cap 39). De esta manera, en Burgos restituye al cap la "pureza" temática de Cem32: infancia espiritual. Desde el punto de vista de nuevos contenidos, la labor de Burgos es mínima: tres puntos, que inserta en los lugares oportunos. Y, sin embargo, en Burgos habrá una importante novedad estructural: Escrivá divide en dos el cap único de Cec: retiene para el primero el título originario ("Infancia espiritual") y titula al segundo "Vida de infancia". Los contenidos del primero parecen, en efecto, más definitorios de lo que "es" la infancia espiritual; el otro, en cambio, describe sobre todo su praxis. En todo caso, ese tránsito del ser a la vida no es fruto de la división del cap en dos: ya está presente en Cec, pues el orden interno de las consideraciones del cap único de Cuenca queda intacto en el doble cap de Burgos.
4 La temática de estos caps –y de muchos puntos repartidos a lo largo del libro– está pidiendo una investigación detenida de la doctrina de Josemaría Escrivá sobre la infancia espiritual; investigación que contemple su relación con la tradición que recibe, especialmente, con la doctrina de San Francisco de Sales y, sobre todo, de Teresa de Lisieux,
5 a la que venera e invoca precisamente por razón de esta doctrina {"Ser niño. El Borrico de Jesús quiere ser niño. Ha habido una temporada, en la que se ha puesto zancos. Y, ¡claro!, ha tenido muchos percances. Basta: niño otra vez, y niño para siempre. Sancta Theresia a Iesu Infante, ora pro me!" (Cuaderno VIII, nº 1348, 2-VI-1936). El "Borrico de Jesús" es el propio Autor. Sobre el tema del "borrico", vid com / 420, 606 y 998. –Vid nt 52}. La matriz existencial de ese caminar como un niño delante de Dios tiene una dimensión importante, según muchos testimonios, en su experiencia de Dios en el seno de su familia, en la vivencia del amor entregado de sus padres.
6 En la vida espiritual del Autor, tal como se refleja en sus Cuadernos de Apínt, hay un periodo de verdadera eclosión de la "infancia espiritual", que abarca desde el 2-X-1931 {Era el día de los Santos Ángeles Custodios (y víspera entonces de Santa Teresita). Cuenta en su Cuaderno algo de la oración de aquel día: "¡Qué cosas más pueriles le dije a mi Señor! Con la confiada confianza de un niño que habla al Amigo Grande, de cuyo amor está seguro: Que yo viva sólo para tu Obra –le pedí–, que yo viva sólo para tu Gloria, que yo viva sólo para tu Amor [...]. Y hubo afectos de amor para mi Madre y mi Señora, y me siento ahora mismo muy hijo de mi Padre-Dios" (Apínt, nº 307)} , tercer aniversario de la Fundación del Opus Dei, hasta finales de marzo de 1932, con un momento de especial intensidad durante la novena de la Inmaculada del 31, que se prolonga hasta mediados de enero de 1932 {De esta época son la casi totalidad de las consideraciones incluidas en la sección de Cem32 y otras muy numerosas también que se reparten por otros caps, como el lector puede ir comprobando en el apcrít El primero de los puntos lo escribió el 30-XI-1931, primer día de la Novena de la Inmaculada, y desde entonces hasta el 19-I-32 escribió 26 de los 35 puntos de Cem32. Un día de la Novena, después de celebrar la Misa, dando gracias, escribió –"de una sentada", como solía decir– Santo Rosario, un opúsculo que es, todo él, fruto de la vida de infancia en la que le metió el Señor. Del prólogo son estas palabras: "Amigo mío: si tienes deseos de ser grande, hazte pequeño. Ser pequeño exige creer como creen los niños, amar como aman los niños, abandonarse como se abandonan los niños..., rezar como rezan los niños. Y todo esto junto es preciso para llevar a la práctica lo que voy a descubrirte en estas líneas: El principio del camino, que tiene por final la completa locura por Jesús, es un confiado amor hacia María Santísima"}. Este "tiempo de gracia" viene precedido y acompañado, en la historia personal del Autor, de una profunda y sobrenatural vivencia de la paternidad de Dios y de la consiguiente filiación divina del cristiano (septiembre-octubre de 1931) {El tema trasciende, como tantos otros, a la finalidad limitada de la presente edición. Cfr Vázquez de Prada, I, pgs 404-422} y del "descubrimiento" de la vida de infancia de Cristo {Descubrimiento vinculado a la contemplación reiterada de una imagen del Niño Jesús que se guardaba en la Iglesia del Patronato de Santa Isabel (el "Niño de Santa Teresa", como le llamaba el Autor; el "Niño de Don Josemaría" le llamaban las monjas). Vid ibidem}. Son de esta época más de cincuenta anotaciones de Apínt que comienzan así: "Niño..." (entre ellas el punto primero de C).
7 El 13 de enero de 1932 escribirá en su Cuaderno (nº 560):
8 "Yo no he conocido en los libros el camino de infancia hasta después de haberme hecho andar Jesús por esa vía".
9 En efecto, ese mismo día 13 se había topado con un libro que había de leer con gran interés. Lo narra él mismo –inmediatamente después de escribir el p / 862  de C– en un párrafo de denso contenido biográfico y espiritual:
10 "Ayer, por primera vez, comencé a hojear un libro que he de leer despacio muchas veces: "Caminito de infancia espiritual" por el P. Martin {El caminito de infancia espiritual según la vida y escritos de la Beata Teresita del Niño Jesús, por el R. P. Gabriel Martin, de los Misioneros diocesanos de la Vendée, Librería Católica de Rafael Casulleras, Barcelona 1924, 124 pgs El Autor recomendaba en aquellos años la lectura de este libro: "El domingo lo pasé de retiro; medité sobre el Caminito de Infancia Espiritual, la Pasión y con el librito de meditaciones sobre el juicio particular" (Carta de Isidoro Zorzano a Josemaría Escrivá, Málaga 24-X-1935; IZL, Epistolario, 105)}. Con esa lectura, he visto cómo Jesús me ha hecho sentir, hasta con las mismas imágenes, la vía de Santa Teresita. Algo hay anotado en estas Catalinas, que lo comprueba. Leeré también despacio la "Historia de un alma". Creo que ya la leí una vez, pero sin darle importancia, sin que, al parecer, dejara poso en mi espíritu. Fue primero Mercedes {Mercedes Reyna, vid com / 152, 402, 662, 852}, quien hizo que yo comprendiera y admirara y quisiera practicar la síntesis de su vida admirable: ocultarse y desaparecer {El Autor, entre los textos de Mercedes Reyna que transcribió en la estampa para la devoción privada, que le encargaron preparar, incluyó éste: "Quiero examinar mis actos y limpiarlos de amor propio, de propia complacencia y procurar rodearlos de silencio, para que no pueda recaer sobre mí ni la más pequeña partecita de una gloria que pertenece sólo a Dios; vivir una vida recogida, callada, ingeniándome en ocultarme y desparecer" (Apuntes espirituales, 1926)". La breve biografía de la estampa está firmada por "J. Mª. E. y A." y fechada en 3 de julio de 1930}. Pero este plan de vida, que en ella era consecuencia, fruto sabroso de su humildad íntima y profunda, no es otra cosa, a fin de cuentas, que la médula de la infancia espiritual. Entonces, me tomó Teresita y me llevó, con Mercedes, por María, mi Madre y Señora, al Amor de Jesús. Y aquí estoy cum gaudio et pace, siempre llevado, porque solo me caigo y me ensucio, camino adelante, para creer, para amar y para sufrir. Que Santa María no suelte la cuerda del borrico de Jesús. Amen. Amen" {Cuaderno V, nº 562, 14-I-1932. Para el tema del "borrico", vid com / 420, 606 y 998}.
11Como digo me parece del máximo interés la investigación sobre el tema, pero, ya desde ahora, puedo decir que la característica dominante en ambos caps –quizá en contraste con otras formas de "vivencia" del tema– es ésta, a mi parecer: la "infancia espiritual" que el Beato Josemaría vive y propone a los lectores, no es sólo, ni ante todo, pequeñez, humildad de la criatura ante Dios, sino, radicalmente, gozo y seguridad ante la paternidad de Dios-Padre, y modo de vivir la filiación divina del "niño" {Vid en este sentido p / 860, que es definitorio} , que ve en Jesús a su Hermano mayor, al "Amigo Grande" (vid supra nt 3). Es la lectura que Clemente de Alejandría hacía de Mt 18, 3: "Son verdaderamente niños los que no reconocen por padre más que a Dios; los que son sencillos,
12 pequeños, puros: los creyentes en un solo Dios". El Logos –continúa– "les exhorta a poner su atención, imitando a los niños, solamente en el Padre". Y concluye: "el que cumple este precepto es realmente un párvulo y un niño para Dios" {Clemente de Alejandría, El Pedagogo, 1, 17, 1; Fuentes patrísticas 5, Madrid 1994, pg 109}.
13 Ésta es, a mi entender, la característica fundamental de la manera propia que Escrivá tiene de comprender y vivir la vida infancia. Es el sentido de ser hijos de Dios en Cristo, definitorio de la fisonomía espiritual que extendió por el mundo, el que lleva al Beato Josemaría a sentir la paternidad de Dios con la ternura de un niño ante su padre. Pero ese tránsito es un don divino que interpela a la libertad humana. Vid, como prolongación de lo que decimos, el inmediato com / 852.
14 Por lo demás, es claro que la "vida de infancia", en la experiencia espiritual del Autor, señala cotas muy altas en el itinerario del alma hacia Dios. Por eso la sitúa en esta Tercera Parte del libro {Vid IntrodGen § 11, 3, c; pg 189}. El filósofo de la Universidad de Sevilla Jesús Arellano, al comentar estos caps de C, ha dicho que "la vida de infancia espiritual es la forma suprema de la vida teologal" {Jesús Arellano, "Espíritu de abandono y vida de infancia espiritual", en Estudios sobre 'Camino' , pg 167}.

 «  852  »  Procura conocer la "vía de infancia espiritual", sin "forzarte" a seguir ese camino. –Deja obrar al Espíritu Santo.

El primer punto de este cap 41 asienta el principio fundamental, según el Autor, en toda la materia: la libertad interior del cristiano, que es apertura a la acción del Espíritu Santo. Al hablar del "conocimiento y práctica de la vida de infancia espiritual, no es mi intención –puntualiza– uniformar las almas de los 'hombres de Dios' ".
El texto recoge de manera sencilla la experiencia del Autor y las luces que le dio el Señor, reflejadas en este texto de su Cuaderno:
"Lo que veo es: 1º / hay que dar a conocer a todos y cada uno de los socios la vida de infancia espiritual: 2º / nunca se forzará a ningún socio a seguir este camino, ni ninguna otra vía espiritual determinada. Esta es la buena doctrina de la Obra de Dios" {Cuaderno V, nº 535, 2-I-1932 Ese día escribió también el p / 100}.
Al Beato Josemaría, Dios le llevaba claramente por el camino de infancia; pero él nunca quiso que esa vía, ni ninguna otra, fuera preceptiva para la vida de oración de los fieles del Opus Dei. Tres meses antes de escribir este punto había anotado en el Cuaderno IV, con ocasión del tercer aniversario de la fundación del Opus Dei:
"Indudablemente Santa Teresita –a quien invoco a diario tanto como a Mercedes {Mercedes Reyna. Vid com / 152 y también com / 402, 662, 862 e Introd a cap 41}– quiso anticiparme algo por su fiesta y logró de mi Angel Custodio que me enseñara hoy a hacer oración de infancia" {Cuaderno IV, nº 307, 2-X-1931. Era la fiesta de los Ángeles Custodios. El día 3 se celebraba entonces la memoria de Santa Teresa de Lisieux}.
Al entrar en estos dos caps, pasamos a una de las zonas de máxima intensidad en la experiencia cristiana del Autor, cuya vida espiritual está existencialmente fundida con su dedicación total a la tarea de hacer y configurar el Opus Dei. El texto que hemos transcrito más arriba muestra su esfuerzo de discernimiento y cómo veía claro que no se puede "forzar" a los cristianos a seguir el camino de infancia, ni ningún otro.
Asentado este principio de libertad, hay que decir a continuación que ambos caps, desde este primer p / 852, constituyen una atractiva descripción y, con ella, una invitación y una incitación al lector a aventurarse por el camino de ser y vivir como un niño delante de Dios. Se percibe en cada punto cómo Josemaría Escrivá habla de lo que vive y cómo de continuo "tira" –del lector– hacia la "niñez" espiritual de los hijos de Dios.
Esta batalla por ser niño delante de Dios la combatió el Beato Josemaría hasta el último momento. Tres meses antes de su muerte predicaba y hacía su oración personal:
"A la vuelta de cincuenta años, estoy como un niño que balbucea. Estoy comenzando, recomenzando, en cada jornada. Y así hasta el final de los días que me queden: siempre recomenzando. El Señor lo quiere así, para que no haya motivos de soberbia en ninguno de nosotros, ni de necia vanidad. Hemos de estar pendientes de El, de sus labios: con el oído atento, con la voluntad tensa, dispuesta a seguir las divinas inspiraciones" {Notas de una meditación, Roma 27-III-1975, Jueves Santo; AGP, sec A, leg 51}.
Juan Pablo II, en la Audiencia Pública que siguió a su Beatificación se hizo eco precisamente de estas palabras:
"Dio prueba –decía el Papa– de una humildad extraordinaria, hasta el punto de que, al final de su existencia, se veía 'como un niño que balbucea' " {Juan Pablo II, Discurso, Audiencia, 18-V-1992; Insegnamenti di Giovanni Paolo II, 15, 1 (1992), pg 1480}.

 «  853  »  Camino de infancia. –Abandono. –Niñez espiritual. –Todo esto no es una bobería, sino una fuerte y sólida vida cristiana.

Procede del Cuaderno IV, nº 435, fechado en 30-XI-1931 {A continuación escribió el p / 884  } , cuyo texto es el siguiente:
"Camino de infancia. Abandono. Niñez espiritual. Todo esto que Dios me pide y que yo trato de tener no es una bobería, sino una fuerte y sólida vida cristiana".
La matriz de este punto en el Cuaderno, como vemos, sitúa toda esta materia en un nivel claramente autobiográfico.

 «  854  »  En la vida espiritual de infancia las cosas que dicen o hacen los "niños" nunca son niñerías y puerilidades.

Texto del Cuaderno VI, nº 820, fechado en 5-IX-1932. Vid apcrít.

 «  855  »  La infancia espiritual no es memez espiritual, ni "blandenguería": es camino cuerdo y recio que, por su difícil facilidad, el alma ha de comenzar y seguir llevada de la mano de Dios.

Texto del Cuaderno VI, nº 438, fechado en 1-XII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 870, 855, 771}. El texto comienza así:
"¡La infancia espiritual! La infancia espiritual no es, etc.".

 «  856  »  La infancia espiritual exige la sumisión del entendimiento, más difícil que la sumisión de la voluntad. –Para sujetar el entendimiento se precisa, además de la gracia de Dios, un continuo ejercicio de la voluntad, que niega, como niega a la carne, una y otra vez y siempre, dándose, por consecuencia, la paradoja de que quien sigue el "Caminito de infancia", para hacerse niño, necesita robustecer y virilizar su voluntad.

Texto del Cuaderno V, nº 477, fechado en 13-XII-1931. Refleja una conversación con Norberto Rodríguez, el primer sacerdote colaborador suyo de aquellos tiempos {Sobre este sacerdote y su relación con el Autor, vid Vázquez de Prada, I, y passim}:
"Veíamos con D. Norberto –y ahora lo veo muy claro– que la infancia espiritual exige la sumisión del entendimiento, más difícil que la sumisión de la voluntad. Para sujetar el entendimiento, se precisa, además de la gracia de Dios, un continuo ejercicio de la voluntad, que niega, como niega a la carne, una y otra vez y siempre, dándose, por consecuencia, la paradoja de que quien sigue el Caminito de infancia, para hacerse niño, necesita robustecer y virilizar su voluntad".
Por el tenor del texto se ve con claridad que en la conversación se habla de algo conocido, que tiene su nombre en la espiritualidad: el "Caminito de infancia", ligado a la figura de Santa Teresita {Escribe Teresa: "Sin embargo, los bienes que vienen directamente de Dios, las intuiciones de la inteligencia y del corazón, los pensamientos profundos, todo eso constituye una riqueza a la que solemos apegarnos como a un bien propio que nadie tiene derecho a tocar..." (Ms C fol 19r; MEC 5, Burgos 1996, pg 298). El Autor, lleno de celo apostólico, animaba por aquellos años a los sacerdotes a vivir una intensa fraternidad en torno a la celebración de la Santa Misa, fomentada por una Pía Unión de inspiración teresiana: Cuenta el Autor en sus "Apuntes" (Cuaderno V, nº 536, 2-I-1932) que "el 12 de marzo de 1929, día de S. Gregorio Magno, nos inscribieron en Lisieux en la Unión sacerdotal de hermanos espirituales de Santa Teresita, a D. Norberto y a mí". Vid Vázquez de Prada, I, pg 312}.
El 2-X-1930, en el segundo aniversario de la fundación del Opus Dei, el Beato Josemaría anotaba en su Cuaderno (nº 89):
"Ahora, de un modo especial entre la juventud (ayer vi un semanario blasfemo, escrito por estudiantes para estudiantes), no es la carne solamente la que se subleva: es la rebelión de las inteligencias. A esa rebelión de los que se llaman intelectuales, a ese non serviam!, preciso es que otros intelectuales respondan con un decidido ¡serviré! ¡Te serviré, oh Dios!".
"Virilizar la voluntad": vid com / 19 con sus referencias.
"La sumisión del entendimiento". Hay, pues, que situarla en este contexto de la seria vida intelectual de un universitario que "piensa". La expresión, puesta en relación con la "sumisión de la voluntad", como se hace en el discurso de este punto, no es otra cosa, a mi parecer, que una consecuencia de la primacía total y absoluta que tiene la fe-confianza dentro del camino de infancia espiritual. Se trata, en efecto, el don de la fe que se expande en el sujeto y le lleva a la permanente conciencia de la infinita verdad de Dios –llena de bondad–, ante la que se rinde la inteligencia, incluso cuando no "entiende", porque en su no entender "sabe" que Dios "sabe más". La voluntad, por tanto, entra en el proceso de "sumisión" exactamente como entra en la génesis del acto de fe. De la fe en Dios, ciertamente, pues –como dice Josef Pieper {Josef Pieper, La fe, Rialp ["Patmos", 124] Madrid 1966, pgs 32-37}– fe absoluta, fe en sentido pleno, sólo se puede tener en Dios: Él es la verdad, la veracidad y la bondad supremas, que ni se engaña ni nos engaña. En un hombre, en cambio, no puede ponerse una fe así: toda fe en el hombre está siempre intrínsecamente condicionada por la conciencia de su falibilidad.

 «  857  »  Ser pequeño: las grandes audacias son siempre de los niños. –¿Quién pide... la luna? –¿Quién no repara en peligros para conseguir su deseo?

"Poned" en un niño "así", mucha gracia de Dios, el deseo de hacer su Voluntad (de Dios), mucho amor a Jesús, toda la ciencia humana que su capacidad le permita adquirir... y tendréis retratado el carácter de los apóstoles de ahora, tal como indudablemente Dios los quiere.
Es el primer punto escrito en el Cuaderno V (nº 450), que comenzó el mismo día que terminó el IV: el día de San Francisco Javier, 3-XII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 864, 430, 857}. Vid aocrít {"así": adición interlineal en el Cuaderno}.

 «  858  »  Sé niño. –Más aún. –Pero no te me plantes en la "edad del pavo": ¿Has visto algo más tonto que un chiquillo "hombreando", o un hombre "niñoide"?
Niño, con Dios: y, por serlo, hombre muy viril en todo lo demás. –¡Ah!: y deja esas mañas de perro faldero.

Éste es el único punto del presente cap que fue agregado en la redacción de Burgos. Fue redactado sin embargo en Honduras. Pertenece, en efecto, a la serie Lh, escrita en aquella Legación. Es de sumo interés este párrafo de la predicación en el refugio diplomático, que parece estar en el trasfondo del punto:
"Hemos sentido la atracción, en otro tiempo, del camino de infancia. Hemos buscado ser, sobrenaturalmente hablando, niños pequeños. Pero los obstáculos nos han descorazonado; nos desalentaron y nos apartaron de ese proyecto. Y es que –conviene decirlo en un paréntesis– el camino de infancia exige una voluntad especialmente viril y enérgica. No es senda para gente floja. El que desea ser niño ante Dios ha de tener, en el ejercicio de todas sus actividades en el mundo, una decisión, una santa desvergüenza, una reciedumbre a toda prueba. Abandonarse sobrenaturalmente en las manos de Dios, como un niño en las de su padre, excluye el comportarse como un niñoide en la conducta exterior. Cuanto más niño, más hombre, más recio, más varón, que viene de vis, fuerza: más fuerza en la voluntad" {PredicHond, "El que no se haga como un niño no entrará en el Reino de los Cielos", 27-VIII-1937, pg 254; XLII}.
En notas de 1933 está ya presente la idea de este punto:
"¿Puede darse algo más antipático que un niño haciéndose el hombre? ¿Qué simpatía tendrá delante de su Dios un pobre hombre –un niño–, haciéndose el grande, hinchado por la soberbia, convencido de su valer, confiando solamente en sí mismo?" {Cuaderno VI, nº 1057, 6-X-1933}.
Sobre el tema y la terminología varón, virilidad, vid com / 19.

 «  859  »  A veces nos sentimos inclinados a hacer pequeñas niñadas. –Son pequeñas obras de maravilla delante de Dios, y, mientras no se introduzca la rutina, serán desde luego esas obras fecundas, como fecundo es siempre el Amor.

Texto que arranca del Cuaderno V, nº 488, de fecha 17-XII-1931. En este pasaje de sus Apínt el Beato Josemaría narra y medita la experiencia "infantil" que da origen al punto y que, lógicamente, silencia al escribir C {Años después, la parte silenciada dará origen, también quasi in occulto a Forja, 347}. Incluso en su propio Cuaderno no habla en primera persona:
"A veces nos sentimos inclinados a hacer pequeñas niñadas: mientras esos actos no sean rutinarios, no son estériles. Un ejemplo: supongamos que un alma, que va por vía de infancia espiritual, se mueve a arropar cada noche, a las horas del sueño, a una imagen de madera de la Santísima Virgen. El entendimiento se rebela contra semejante acción, por parecerle completamente inútil. Pero el alma pequeña, tocada de la gracia, ve perfectamente que un niño, por Amor, obraría así. Entonces, la voluntad viril, que tienen todos los que son espiritualmente chiquitos, se alza obligando al entendimiento a rendirse... Y, si aquella alma infantil continúa cada día arropando la imagen de nuestra Señora, cada día también hace una pequeña obra de maravilla delante de Dios, y, mientras no se introduzca la rutina, será desde luego esa obra una obra fecunda, como fecundo es siempre el Amor" {Precede a este texto en el Cuaderno el que será p / 564}.
Años después mirará aquella experiencia en perspectiva:
"Día 2 de marzo de 1935. –Ya no visto de noche a mi Virgen de los Besos. Fue aquella temporada, en que arropaba la imagen de mi Madre, el aprendizaje de la vida de infancia. ¡Cuánto bien me hizo! Hoy sería rutina" {Cuaderno VIII, nº 1236. Sobre la "Virgen de los Besos" vid com / 22; la cursiva es del original}.

 «  860  »  Delante de Dios, que es Eterno, tú eres un niño más chico que, delante de ti, un pequeño de dos años.
Y, además de niño, eres hijo de Dios. –No lo olvides.

Texto procedente del Cuaderno VI, nº 953, 19-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 453, 796, 913, 860, 410, que pasaron a las cuartillas a velógrafo}. Vid apcrít.
Dije en la Introd al presente cap que este punto me parecía una expresa declaración de la manera propia que el Autor tiene de entender y vivir la infancia espiritual: "además de niño, eres hijo de Dios". Aunque utiliza las expresiones ser pequeño, alma pequeña, etc., lo que domina su experiencia espiritual en este campo es el sentido gozoso de la paternidad de Dios: no es sólo ser "pequeño" ante la "inmensidad" de Dios, sino ser niño-hijo ante la "paternidad" de Dios, que es mi Padre. La dimensión "mariana" de la infancia espiritual es también muy característica de esta experiencia: vid especialmente p / 900.

 «  861  »  Niño, enciéndete en deseos de reparar las enormidades de tu vida de adulto.

Texto del Cuaderno V, nº 737, fechado en 26-V-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 861, 875, 407}. El tenor literal del texto del Cuaderno es idéntico al de C, pero precedido del nombre de la fiesta que era aquella jornada:
"Fiesta del Santísimo Corpus Christi".

 «  862  »  Niño bobo: el día que ocultes algo de tu alma al Director, has dejado de ser niño, porque habrás perdido la sencillez.

Texto del Cuaderno V, nº 561, 14-I-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 862, 220, 208, 270}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
El original fue escrito en su Cuaderno el mismo día en que anotó las importantes declaraciones sobre la infancia espiritual que hemos recogido en la Introd al presente cap.
Vid p / 56 -65, especialmente p / 65 -65 y com.

 «  863  »  Niño, cuando lo seas de verdad, serás omnipotente.

Punto procedente del Cuaderno V, nº 567, texto fechado en 18-I-1932 {Ese día escribió seis puntos sobre "vida de infancia", por este orden: 863, 901, 882, 883, 876, 874}. Este punto es el primero de la serie y dice así:
"Fiesta de la Cátedra de S. Pedro en Roma, 1932: Niño, cuando lo seas de verdad, serás invencible".
Ya en Cec cambió "invencible" por "omnipotente". No parece ser una corrección lingüística o de estilo, sino de propiedad en el mensaje espiritual. De hecho en p / 875, que abre el cap "Vida de infancia", ya había dicho al hijo-niño –y esto desde Apínt y Cem–, "que el Amor te ha hecho omnipotente". El adjetivo invencible no aparece en C. Mi impresión es que el Autor no quiso que el lector pudiera pensar que ya no puede haber "caídas" en su vida cara a Dios. El regalo de la "omnipotencia" que Dios hace al niño es la omnipotencia del Amor, que atrae siempre la misericordia divina y el perdón.

 «  864  »  Siendo niños no tendréis penas: los niños olvidan en seguida los disgustos para volver a sus juegos ordinarios. –Por eso, con el abandono, no habréis de preocuparos, ya que descansaréis en el Padre.

Texto procedente del Cuaderno IV, nº 445, fechado en 3-XII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 864, 430, 857}. El Autor anota un diálogo con la Virgen Santísima:
"Anoche, cuando hacíamos la novena a la Inmaculada, en la petición, le expuse que quiero ser muy niño. Al instante me hizo ver por qué, siendo niño, no tendré más penas: porque los niños olvidan en seguida los disgustos, aun los mayores disgustos, para volver a sus juegos ordinarios: porque, con el abandono, el niño no tiene que preocuparse, ya que descansa en su Padre".
Por la expresión –"anoche"– podría pensarse que con él hacían la novena a la Inmaculada su madre y sus hermanos. La familia vivía entonces en Viriato 24.

 «  865  »  Niño, ofrécele cada día... hasta tus fragilidades.

Texto procedente del Cuaderno V, nº 566, fechado en 16-I-1932. El tenor literal del texto es idéntico al de C.

 «  866  »  Niño bueno: ofrécele el trabajo de aquellos obreros que no le conocen; ofrécele la alegría natural de los pobres chiquitines que frecuentan las escuelas malvadas.

Texto procedente del Cuaderno V, nº 574, fechado unos días después: 19-I-1932 {Precede en el Cuaderno el p / 774 }. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación.
Punto sin duda forjado en su experiencia de Capellán del Patronato de Enfermos, que le llevaba a colaborar en la catequesis y preparación de la Primera Comunión de los niños. Las Damas Apostólicas iban extendiendo por las barriadas más pobres de Madrid una red de colegios y escuelas que ponían de ordinario enfrente de las que iban poniendo algunas organizaciones de origen protestante o laicista {Vid Emilio Itúrbide, Luz Casanova, Marianas, Pamplona 1961, pgs 91-97; e IntrodGen § 1, nt 10}. "No sólo era el problema de los protestantes. Nacía también la escuela laica que, en intención de Lerroux, formaría toda una generación de proletarios que serían mañana –decía– 'los demoledores del dogma y de la Iglesia' " {Pedro Miguel Lamet, 'Porque tuve hambre...' Luz R. Casanova (1873-1949), Sal Terrae, Santander 1995, pgs 53s. Vid el testimnio de Pedro Poveda, Itinerario pedagógico, Ángeles Galino (ed.), 2ª ed, C.S.I.C., Madrid 1965, pgs 107-110}.
Las "escuelas malvadas". Otra terminología muy de época –inequívoca en el contexto católico español de aquellos años– para designar a las escuelas en las que los maestros atacaban a la Iglesia y procuraban apartar a los niños de la fe católica {El traductor alemán lógicamente ha buscado dar el sentido, algo "dulcificado", y se refiere a los pobres niños, "denen unser Glaube in der Schule vorenthalten wird". En la España de la época en las escuelas "malvadas" la fe católica les era ciertamente "retenida, ocultada", pero además positivamente atacada.}.
El Autor expresa su profundo dolor ante la situación de descristianización que se extendía en el mundo obrero y en las escuelas.

 «  867  »  Los niños no tienen nada suyo, todo es de sus padres..., y tu Padre sabe siempre muy bien cómo gobierna el patrimonio.

Texto procedente del Cuaderno V, nº 639, copiado antes de transcribir el p / 229, fechados ambos en 8-III-1932. Tenor literal idéntico. Pero el texto del Cuaderno aparece introducido con el vocativo "Niño bobo". Como tantos otros pasajes de esta época, el vocativo "Niño, con o sin adjetivo, manifiesta la intensidad de la vida de infancia del Autor. Vid Introd a este cap.

 «  868  »  Sé pequeño, muy pequeño. –No tengas más que dos años de edad, tres a lo sumo. –Porque los niños mayores son unos pícaros que ya quieren engañar a sus padres con inverosímiles mentiras.
Es que tienen la maldad, el "fomes" del pecado, pero les falta la experiencia del mal, que les dará la ciencia de pecar, para cubrir con apariencia de verdad lo falso de sus engaños.
Han perdido la sencillez, y la sencillez es indispensable para ser chicos delante de Dios.

Punto procedente del Cuaderno V, nº 506, texto fechado en Navidad de 1931 {En ese día escribió tres puntos: 402, 403, 868}. El texto es prácticamente idéntico al de C. Comienza así: que dice así: "Niño bueno: sé pequeño, muy pequeño". Y al final continúa con esta frase: "Jesús: quiero ser un nene de dos años, con ochenta inviernos de gravedad y siete cerrojos en mi corazón" {Para el tema de los "ochenta años" vid p / 72. Sobre los "siete cerrojos" vid p / 161 }. Vid apcrít.

 «  869  »  Pero ¡niño!, ¿por qué te empeñas en andar con zancos?

Punto procedente del Cuaderno VII, nº 1136, texto fechado en 14-II-1934 {A continuación escribió el futuro p / 529  }. Vid apcrít.
Los zancos son cada uno de los dos palos altos y dispuestos con dos horquillas, en que se afirman y atan los pies, para atravesar zonas lacustres y para juegos de agilidad y equilibrio. "Andar con zancos", es decir, "en posición muy elevada o ventajosa comparada con la que antes se tenía". La expresión alude a la tentación del "niño" de "hacerse mayor", de "hombrear" de manera artificial y un tanto ridícula. Vid supra nt 2 otro uso de la expresión equivalente "ponerse zancos", que está en el original de este p / 869.

 «  870  »  No quieras ser mayor. –Niño, niño siempre, aunque te mueras de viejo. –Cuando un niño tropieza y cae, a nadie choca...: su padre se apresura a levantarle.
Cuando el que tropieza y cae es mayor, el primer movimiento es de risa. –A veces, pasado ese primer ímpetu, lo ridículo da lugar a la piedad. –Pero los mayores se han de levantar solos.
Tu triste experiencia cotidiana está llena de tropiezos y caídas. ¿Qué sería de ti si no fueras cada vez más niño?
No quieras ser mayor. –Niño, y que, cuando tropieces, te levante la mano de tu Padre-Dios.

Punto procedente del Cuaderno IV, nº 437, texto fechado en 1-XII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 870, 855, 771} , que suena así:
"Jesús: yo no quiero ser mayor. Niño, niño siempre..., aunque me muera de viejo. Cuando un niño tropieza... y cae, a nadie choca. Todo el mundo va a levantarle. Cuando el que tropieza y cae es el mayor, el primer movimiento es de risa. A veces, pasado ese primer ímpetu, lo ridículo da lugar a la piedad. Pero, los mayores se han de levantar solos. Jesús: mi triste experiencia cuotidiana está llena de tropezones y caídas. ¿Qué sería de mí, si no me hicieras cada vez más niño? Yo no quiero ser mayor. Niño, y que cuando tropiece me levantes Tú".
El Autor, una vez más, narra su propia oración en forma de consejo al lector.

 «  871  »  Niño, el abandono exige docilidad.

Punto procedente del Cuaderno V, nº 637, texto fechado en 7-III-1932. El tenor literal del texto es idéntico al de C.

 «  872  »  No olvides que el Señor tiene predilección por los niños y por los que se hacen como niños.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 969, texto fechado en 25-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 601, 678, 422, 21, 910, 872}. Tenor literal casi idéntico, con este final: "O.c.P.a.I.p.M." {Sobre esta sigla vid com / 11}.

 «  873  »  Paradojas de un alma pequeña. –Cuando Jesús te envíe sucesos que el mundo llama buenos, llora en tu corazón, considerando la bondad de Él y la malicia tuya: cuando Jesús te envíe sucesos que la gente califica de malos, alégrate en tu corazón, porque Él te da siempre lo que conviene y entonces es la hermosa hora de querer la Cruz.

Punto procedente del Cuaderno V, nº 498, texto fechado en 23-XII-1931, seguido en el Cuaderno del p / 894.
Al preparar la edición de Cuenca, el Autor introdujo una pequeña modificación (vid apcrít) en el texto a velógrafo, idéntico al del Cuaderno: "conviene" en vez de "te conviene", para dejar todo de la manera más absoluta en manos de la providencia paternal de Dios. Vid una modificación equivalente en p / 739.
"Alma pequeña" es terminología muy característica de Santa Teresita y del "Caminito de infancia" {"Oh, Jesús, Amado mío! ¿Quién podrá decir con qué ternura, con qué dulzura conducís a mi pequeña alma...?" (Ms B fol 2r; MEC 5, Burgos 1996, pg 256). "Hay acaso un alma más pequeña, más impotente que la mía?" (Ms B fol 3r; ibidem, pg 260). "¡Oh, Jesús, que no pueda yo revelar a todas las almas pequeñas cuán inefable es tu condescendencia!" (Ms B fol 5v; ibidem, pg 267). "Ya veis, Madre amadísima, que soy un alma muy pequeña que sólo puede ofrecer a Dios cosas muy pequeñas" (Ms C fol 31r; ibidem, pg 317). "Los grandes santos trabajaron por la gloria de Dios, pero yo que no soy más que un alma pequeñita, trabajo únicamente por complacerle" (A Sor María del Sagrado Corazón, 16-VII-1897; ibidem, pg 952)}. El Autor la emplea también en otro texto citado en com / 859. No vuelve a aparecer en sus escritos.

 «  874  »  Niño audaz, grita: ¡Qué amor el de Teresa! –¡Qué celo el de Xavier! –¡Qué varón más admirable San Pablo! –¡Ah, Jesús, pues yo... te quiero más que Pablo, Xavier y Teresa!

Punto fechado en 18-I-1932, día en que escribió seis puntos sobre "vida de infancia" {Son: 863, 901, 882, 883, 876, 874}. Dice así:
"Niño audaz, grita: ¡Qué amor el de Teresa! ¡qué celo el de Xavier! ¡Qué hombre, –¡perdón!– qué tío más admirable San Pablo! ¡Ah, Jesús, pues yo... te quiero más que Pablo, Xavier y Teresa!" {Cuaderno V, nº 571; cursiva del original}.
Unos días antes había escrito: "Fe de Pedro. Amor de Juan. Celo de Pablo" y pedía a Jesús –para "el borrico" {Vid com / 420, 606 y 998}– "que le des más Celo que a Pablo, más Amor que a Juan, más Fe que a Pedro" {Cuaderno V, nº 518, 28-XII-1931}. Vid p / 402  y com.
El Autor escribe inserto personalmente en su vida de niño ante Dios, con la audacia y la desfachatez de los niños. Recuerda en su audacia a Santa Teresita pidiendo tener "todas las vocaciones". Y sin embargo, son dos actitudes de espíritu diversas: Teresa de Lisieux, monja carmelita retirada en su convento, ansía por amor tener todas las "misiones". El Autor de C, sacerdote con una conciencia clara de su "misión" –en la Iglesia y en el mundo–, ansía realizarla con el amor de todos los "santos" {"todas las vocaciones": Ms B fol 2v; MEC 5, Burgos 1996, pg 258. "Jesús, Jesús, si quisiera poner por escrito todos mis deseos, necesitaría que me prestaras tu libro de la vida, donde están consignadas las hazañas de todos los santos, y todas esas hazañas quisiera realizarlas yo por ti..." (Ms B fol 3r; ibidem, pg 260). –Ya en ls imprenta la presente edición, me llega un breve artículo sobre el tema del que quiero al menos dejar constancia: Francisco Gallego Lupiáñez, "Influencia de Santa Teresita del Niño Jesús en el Beato Josemaría Escrivá de Balaguer", Carmelus 47 (2000) fasc. 1, pgs 91-108}.

 «  VIDA DE INFANCIA  » 

Vid Introd al cap precedente: "Infancia espiritual".

 «  875  »  No olvides, niño bobo, que el Amor te ha hecho omnipotente.

Punto procedente del Cuaderno V, nº 737, texto fechado en 26-V-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 861, 875, 407}. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Al final del texto añade: " –D.O.G." {Sobre esta sigla, vid com / 11}.
Hay que poner en relación este punto con el p / 863, escrito en enero.

 «  876  »  Niño: no pierdas tu amorosa costumbre de "asaltar" Sagrarios.

Punto procedente del Cuaderno V, nº 571, texto fechado en 18-I-1932 {Ese día, como hemos dicho, escribió seis puntos sobre "vida de infancia": 863, 901, 882, 883, 876, 874}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
El Autor usaba esta terminología en los contextos más diversos. Así escribía a una comunidad religiosa de Gijón:
"Habiendo tenido la alegría de conocer a D. José {Don José Lles Sagarra (1876-1936), sacerdote catalán residente en Asturias, donde fundó y organizó el ARPU (Adoración Real, Perpetua y Universal del Santísimo Sacramento). Murió fusilado en Gijón al comienzo de la guerra civil española (agosto 1936)}, y por él el espíritu de esa venerable Comunidad, estoy cierto de que no querrán perder la ocasión de contribuir con sus oraciones a la santificación de un grupito escogido de almas varoniles de apóstoles. Sepan que hemos de ser 'hombres de Eucaristía'. (...) Yo corresponderé en lo que pueda. Voy a contarle un secreto: Dos noches, desde mi celda de Madrid, he asaltado el Sagrario de mis Madres de Gijón. Pero estuve muy torpe; no supe decirle nada. Hija mía: yo insistiré...; probablemente, estaré también premioso y tartamudo. Díganle ustedes a Jesús todas estas cosas y aquellas otras que El pondrá en el corazón y en los labios de sus vírgenes" {Carta de Josemaría Escrivá a María Teresa Villanueva Labayen, entonces Jerónima de la Adoración, Madrid 24-I-1932; EF 320124; la cursiva es del original. –María Teresa Villanueva Labayen (1892-1942), hija del político liberal Miguel Villanueva Gómez, conoció al Autor en el Patronato de Enfermos, donde prestaba su colaboración. En 1931, tras la muerte de su padre, cumplió su deseo de hacerse religiosa, ingresando en el convento que las Jerónimas de la Adoración, fundación de origen mejicano, tenían en Gijón. –Mi celda de Madrid. Es una expresión para mostrar a aquellas religiosas, con su propio lenguaje, el profundo sentido de unidad y de comunión con que les escribía. La expresión suya habitual, para indicar su espíritu, era: "Nuestra celda es la calle". Que es, en su comprensión de las cosas, como decir: no tenemos celda, porque para el cristiano corriente es la calle el lugar del encuentro con Cristo}.
Vid p / 270  y com.

 «  877  »  Cuando te llamo "niño bueno" no pienses que te imagino encogido, apocado. –Si no eres varonil y... normal, en lugar de ser un apóstol serás una caricatura que dé risa.

Es el primero de los puntos agregados en Burgos a este cap. Texto sobre una octavilla Bl, letra gruesa. Es una idea repetida una vez y otra por el Autor. Vid com / 858
"Si no eres varonil". Vid sobre el tema p / 4  y com con las referencias allí señaladas. Vid también com / 19, 22 y 888. Éste es uno de los tres puntos de vida de infancia agregados en Burgos. Veía muy necesario dejar claro el tema.

 «  878  »  Niño bueno: dile a Jesús muchas veces al día: te amo, te amo, te amo.

Punto procedente del Cuaderno V, nº 543, texto fechado en 4-I-1932. El tenor literal del texto es idéntico al de C.

 «  879  »  Cuando te apuren tus miserias no quieras entristecerte. –Gloríate en tus enfermedades, como San Pablo, porque a los niños se les permite, sin temor al ridículo, imitar a los grandes.

Punto procedente del Cuaderno V, nº 768, texto autobiográfico fechado en 1-VII-1932 {En ese día transcribió el p / 576 } :
"Ando apurado con mis miserias. No quiero entristecerme. Expiar. Amar... Y gloriarme en mis enfermedades, como San Pablo, porque a los niños se les permite, sin temor al ridículo, imitar a los grandes".
"No quieras entristecerte". El Autor parece usar un giro latino del tipo de "nolite cor apponere" (Sal 63, 11), "nolite locum dare diabolo" (Ef 4, 27). El castellano directo hubiera sido: "no te entristezcas".

 «  880  »  Que tus faltas e imperfecciones, y aun tus caídas graves, no te aparten de Dios. –El niño débil, si es discreto, procura estar cerca de su padre.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 887, texto fechado en 2-XII-1932. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
"Y aun tus caídas graves". Expresión audaz que invita a una profunda reflexión teológica sobre el tema.

 «  881  »  No te apures, si te enfadas, cuando haces esas pequeñas cosas que Él te pide. –Ya llegarás a sonreír.
¿No ves con qué mala gana da el niño sencillo a su padre, que le prueba, la golosina que tenía en sus manos? –Pero, se la da: ha vencido el amor.

Punto procedente del Cuaderno VII, nº 1152, texto fechado en 11-III-1934. Pequeñas variantes textuales en apcrít {"con qué": en primera redacción se leía: "de qué"}.

 «  882  »  Cuando quieres hacer las cosas bien, muy bien, resulta que las haces peor. –Humíllate delante de Jesús, diciéndole: ¿has visto cómo todo lo hago mal? –Pues, si no me ayudas mucho, ¡aún lo haré peor!
Ten compasión de tu niño: mira que quiero escribir cada día una gran plana en el libro de mi vida... Pero, ¡soy tan rudo!, que si el Maestro no me lleva la mano, en lugar de palotes esbeltos salen de mi pluma cosas retorcidas y borrones que no pueden enseñarse a nadie.
Desde ahora, Jesús, escribiremos siempre entre los dos.

Otro de los seis textos sobre "vida de infancia" fechados en 18-I-1932 {Son: 863, 901, 882, 883, 876, 874}. Éste (Cuaderno V, nº 569) dice así:
"Niño bobo: cuando quieres hacer las cosas bien, muy bien, resulta que las haces peor. Humíllate delante de Jesús, diciéndole: ¿Has visto cómo todo lo hago mal? Pues, si no me ayudas mucho, ¡aún lo haré peor! Ten compasión de tu niño: mira que quiero escribir cada día una gran plana, en el libro de mi vida... Pero, ¡soy tan borrico! que, cuando el Maestro no me lleva la mano, en lugar de palotes esbeltos, salen de mi pluma cosas retorcidas y borrones, imposibles de enseñar a nadie. Desde ahora, Jesús, escribiremos siempre... entre los dos".
Nótese que el Autor se corrigió: cambió "borrico" por "rudo" ya en Cem. Su cariño al borrico no le permitía emplear el término en forma peyorativa. Para el tema del "borrico", vid com / 420, 606 y 998.

 «  883  »  Reconozco mi torpeza, Amor mío, que es tanta..., tanta, que hasta cuando quiero acariciar hago daño. –Suaviza las maneras de mi alma: dame, quiero que me des, dentro de la recia virilidad de la vida de infancia, esa delicadeza y mimo que los niños tienen para tratar, con íntima efusión de Amor, a sus padres.

Este punto fue escrito en el Cuaderno V (nº 570), como se ha dicho ya, a continuación del anterior. Continúa claramente el tema. El tenor literal del texto es idéntico al que se lee en C, con sólo variantes de puntuación.
Al día siguiente comenta la petición que hizo en este punto:
"Cuando, en la página anterior, pedí delicadeza en el Amor, no podía suponer que, en la lección del mismo día en "El caminito de infancia", iba a encontrarla como una característica de esta vía espiritual. Con esto me confirmo más y más en lo hermoso y suave que es este camino, porque lleva a los pecadores a sentir como los santos han sentido" {Cuaderno V, nº 574, 19-I-1932}.
La anotación es del máximo interés. Escrivá, leyendo el libro del P. Martin {VID INTROD A CAP 41, PG 915}, se ve confirmado al ver que su estilo "infantil" de oración –que Dios mismo le ha ido metiendo en el alma– es, en efecto, una característica de "esta vía espiritual" (el caminito de infancia) {El Autor empezó a leer el libro del P. Martin el día 13-I-1932; el día 18 iba leyendo –según lo que él mismo dice– por las pgs 64-67, que tienen este título: "En este 'todo por amor', sonreír siempre a Dios. La delicadeza en el amor"}. Lo que al Autor le maravilla es que Dios lleve "a los pecadores –así se considera él– a sentir como los santos han sentido" {El Beato Josemaría, siendo un alma santa, tenía una vivísima conciencia de ser un pecador, "un pecador –decía– que ama con locura a Jesucristo" (vid com / 596)}.

 «  884  »  Estás lleno de miserias. –Cada día las ves más claras. –Pero no te asusten. –Él sabe bien que no puedes dar más fruto.
Tus caídas involuntarias –caídas de niño– hacen que tu Padre-Dios tenga más cuidado y que tu Madre María no te suelte de su mano amorosa: aprovéchate, y, al cogerte el Señor a diario del suelo, abrázale con todas tus fuerzas y pon tu cabeza miserable sobre su pecho abierto, para que acaben de enloquecerte los latidos de su Corazón amabilísimo.

Punto procedente del Cuaderno IV, nº 435, texto fechado en 30-XI-1931 {Antes había escrito también el p / 853  }. El estilo dialógico del texto es la reelaboración de esta reflexión y oración personal:
"Estoy lleno de miserias. Cada día las veo más claras. Pero no me asustan. El sabe bien que yo no puedo dar otro fruto. Mis caídas, como las de los niños, involuntarias –cada día, Señor, han de ser con tu ayuda más involuntarias, porque cada día quiero ser más niño– hacen que mi Padre-Dios tenga más cuidado de mí y que mi Madre María no me suelte de su mano amorosa: yo quiero aprovecharme, Jesús, y, al cogerme Tú a diario del suelo, te abrazaré con todas mis fuerzas y pondré mi cabeza miserable sobre tu pecho, para que me acaben de enloquecer los latidos de tu dulce Corazón".
"Estoy lleno de miserias... mi cabeza miserable". Vid. com a punto anterior.

 «  885  »  Un pinchazo. –Y otro. Y otro. –¡Súfrelos, hombre! ¿No ves que eres tan chico que solamente puedes ofrecer en tu vida –en tu caminito– esas pequeñas cruces?
Además, fíjate: una cruz sobre otra –un pinchazo..., y otro..., ¡qué gran montón!
Al final, niño, has sabido hacer una cosa grandísima: Amar.

Éste es el segundo texto de Burgos. Escrito sobre una octavilla Bl, subserie Ber. Las correcciones en la octavilla son de pluma gruesa, en la redacción final. No hay interrelación documental conocida. Es la segunda y última vez que se emplea en el libro la palabra "caminito". El tema parece inspirado en el "caminito" de Teresa de Lisieux y en su "martirio a alfilerazos" {El tema aparece en las cartas 81 y 86; y sin hablar expresamente de martirio, pero sí de "alfilerazos" (piqûres d'épingles), en las cartas 55 y 74. Vid Sainte Thérèse de l'Enfant-Jésus et de la Sainte-Face, Oeuvres complètes (Textes et Dernières Paroles), Cerf / DDB, Paris 1992, lettres 81 (pg 380) y 86 (pg 386); edición castellana, MEC 5, Burgos 1996, pgs 405, 410}.

 «  886  »  Cuando un alma de niño hace presentes al Señor sus deseos de indulto, debe estar segura de que verá pronto cumplidos esos deseos: Jesús arrancará del alma la cola inmunda, que arrastra por sus miserias pasadas; quitará el peso muerto, resto de todas las impurezas, que le hace pegarse al suelo; echará lejos del niño todo el lastre terreno de su corazón para que suba hasta la Majestad de Dios, a fundirse en la llamarada viva de Amor, que es Él.

Punto procedente del Cuaderno V, nº 495, texto fechado en 21-XII-1931. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación.
Nótese la expresión mística para designar a Dios: "llamarada viva de Amor", en la que resuena la "llama de amor viva" de San Juan de la Cruz.
Al tema del indulto volvió en su Cuaderno unos días después:
"Yo quiero que Jesús me indulte... del todo" {Cuaderno V, nº 517, 28-XII-1931. La experiencia que allí narra parece indicar que ese día le concedió el Señor, por medio de la Virgen, el cumplimiento de esos deseos}.
El contexto metafórico de este p / 886  –aunque no lo nombra– es el vuelo del ave hasta las alturas, que ya ha aparecido en otros lugares (vid p / 7) y que es tan clásico en la espiritualidad cristiana. El punto guarda interna relación con p / 991, escrito en la época de Burgos, que prolonga esta consideración. Vid también Forja, 39.

 «  887  »  Ese descorazonamiento que te producen tus faltas de generosidad, tu caídas, tus retrocesos –quizá sólo aparentes– te da la impresión muchas veces de que has roto algo de subido valor (tu santificación).
No te apures: lleva a la vida sobrenatural el modo discreto que para resolver conflicto semejante emplean los niños sencillos.
Han roto –por fragilidad, casi siempre– un objeto muy estimado por su padre. –Lo sienten, quizá lloran, pero van a consolar su pena con el dueño de la cosa inutilizada por su torpeza..., y el padre olvida el valor –aunque sea grande– del objeto destruido, y, lleno de ternura, no sólo perdona, sino que consuela y anima al chiquitín. –Aprende.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 898, texto fechado en 27-XII-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 563, 571, 674, 890, 887, 58}. El tenor literal es idéntico al de C, con la breve variante señala en apcrít.
Vid p / 880  y com. Este p / 887, escrito veinte días después, parece un desarrollo y explicitación de lo allí afirmado.

 «  888  »  Que vuestra oración sea viril. –Ser niño no es ser afeminado.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 946, fechado en 10-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 927, 888, 76, 358}. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Vid com / 4, 19, 22 y 877. El punto pide una lectura analógica por parte de las lectoras.

 «  889  »  Para el que ama a Jesús, la oración, aun la oración con sequedad, es la dulzura que pone siempre fin a las penas: se va a la oración con el ansia con que el niño va al azúcar, después de tomar la pócima amarga.

Punto procedente del Cuaderno V, nº 469, fechado en 10-XII-1931. Es el tercero de los cuatros que transcribió ese día {Son: 897, 757, 889, 589}. El tenor literal del texto es idéntico al de C. Forja, 756  vuelve sobre esta idea, con cadencia semejante:
"La oración es indudablemente el "quitapesares" de los que amamos a Jesús".

 «  890  »  Te distraes en la oración. –Procura evitar las distracciones, pero no te preocupes si, a pesar de todo, sigues distraído.
¿No ves cómo, en la vida natural, hasta los niños más discretos se entretienen y divierten con lo que les rodea, sin atender muchas veces los razonamientos de su padre? –Esto no implica falta de amor, ni de respeto: es la miseria y pequeñez propias del hijo.
Pues, mira: tú eres un niño delante de Dios.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 897, fechado en 27-XII-1932 {Vid nota a p / 887}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.

 «  891  »  Cuando hagas oración haz circular las ideas inoportunas, como si fueras un guardia del tráfico: para eso tienes la voluntad enérgica que te corresponde por tu vida de niño. –Detén, a veces, aquel pensamiento para encomendar a los protagonistas del recuerdo inoportuno.
¡Hala!, adelante... Así, hasta que dé la hora. –Cuando tu oración por este estilo te parezca inútil, alégrate y cree que has sabido agradar a Jesús.

Texto fechado exactamente un año antes que el anterior: 27-XII-1931, y precedido del que sería p / 101 (vid), con el que forma una unidad redaccional, una única "consideración". Por eso, cuando el Autor decide incluirlo en las cuartillas a velógrafo y dividirlo en dos, para suplir al p / 101 redacta esa entrada: "Cuando hagas oración...". El texto completo dice así:
"Niño amigo: persevera en la oración. Persevera, aunque tu labor parezca estéril. La oración es siempre fecunda. Haz circular las ideas inoportunas, como si fueras un guardia del tráfico: para eso tienes la porra de la voluntad enérgica, que te corresponde por tu vida de niño. Detén, a veces, aquel pensamiento, para encomendar a los protagonistas del recuerdo inoportuno. Hala, adelante... Así, hasta que dé la hora. Cuando tu oración, por este estilo, te parezca inútil, alégrate y cree que has sabido agradar a Jesús" {Cuaderno V, nº 515; la cursiva es del original}.
Como se ve, el Autor había pasado en el Cuaderno del "guardia de tráfico" al "guardia de la porra", la figura tan popular y castiza de la vida madrileña de aquella primera mitad de siglo. En el punto de C sólo queda el guardia de tráfico.

 «  892  »  ¡Qué buena cosa es ser niño! –Cuando un hombre solicita un favor, es menester que a la solicitud acompañe la hoja de sus méritos.
Cuando el que pide es un chiquitín –como los niños no tienen méritos–, basta con que diga: soy hijo de Fulano.
¡Ah, Señor! –díselo ¡con toda tu alma!–, yo soy... ¡hijo de Dios!

Punto procedente del Cuaderno VII, nº 1114, texto fechado en 19-I-1934 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 900, 892, 923, 925, 924}. Vid apcrít.
Un pequeño suceso de su historia personal pudo ser lo que le llevó a expresarse así en la oración. Sabemos que en esos días estaba en gestiones para obtener el uso de la vivienda de los Capellanes del Patronato de Santa Isabel y le debieron pedir, formando parte del papeleo correspondiente, la "hoja de méritos"... Como era habitual en él, todas estas pequeñas cosas de la vida le llevaban a una profunda contemplación. El 24 de enero, unos días después de escribir este punto, presentó la instancia al Ministerio de Trabajo. Las gestiones fueron rápidas: el 31 de enero le fue concedido el uso {Cfr. Archivo Patrimonio Nacional (Palacio Real), Patronatos Reales. Patronato de Santa Isabel. Expedientes personales. Caja 182 / 81: Expediente de Josemaría Escrivá Albás}.
"¡hijo de Dios!". Vid p / 274  y com.

 «  893  »  Perseverar. –Un niño que llama a una puerta, llama una y dos veces, y muchas veces..., y fuerte y largamente, ¡con desvergüenza! Y quien sale a abrir ofendido, se desarma ante la sencillez de la criaturita inoportuna... –Así tú con Dios.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 917, texto fechado en 5-II-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 378, 893, 285}.
El punto relata una de tantas cosas de los niños, pero se diría que el Autor construye sobre la matriz de la parábola evangélica del amigo inoportuno (Lc 11, 5 -8). Aquí el que porfía en llamar y más llamar es un niño, y el amigo, nuestro Padre-Dios. Por lo demás, el fondo teológico proviene de la seguridad de la palabra divina: "Llamad y se os abrirá" (Mt 7, 7).

 «  894  »  ¿Has presenciado el agradecimiento de los niños? –Imítalos diciendo, como ellos, a Jesús, ante lo favorable y ante lo adverso: "¡Qué bueno eres! ¡Qué bueno!...".
Esa frase, bien sentida, es camino de infancia, que te llevará a la paz, con peso y medida de risas y llantos, y sin peso y medida de Amor.

Texto tomado del Cuaderno V, nº 498, y fechado en 23-XII-1931, precedido del p / 873.
Vid com / 427. El consejo que el Autor da a los lectores –esa frase que, "bien sentida, es camino de infancia"– arranca de su experiencia personal, como parece deducirse de estas palabras suyas, de una meditación de 1940, que recogió un sacerdote valenciano:
"Un día estaba un sacerdote delante del Santísimo, se fijó en la Hostia Santa, recordó el montón de sus miserias y no se cansó de decir: ¡qué bueno eres, Señor! Este es, pues, el Señor que te llama. ¿Te resistes?" {EjEsp , Meditación 2.2ª, Valencia 4-XI-1940; notas de D. Vicente Moreno; AGP, sec A, leg 100-38, carp 1, exp 18}.
Posiblemente el Beato Josemaría tenía en su mente, mientras predicaba, la escena que él mismo anotó en una de las primeras páginas de su Cuaderno II:
"Ayer, seis de abril de 1930, al recibir una carta, que iba a resolver algo muy importante para mi vida, creí, cuando comencé a leerla, que no resultaba el asunto como yo deseaba y pedía al Señor. Entonces pensé ir en seguida a la iglesia de esta Casa Apostólica {El Patronato de Enfermos de las Damas Apostólicas, del que era Capellán} a decir al Amo expuesto en la Custodia: ¡Hágase, Señor, ahora y siempre tu Voluntad! –Seguí leyendo y el asunto marcha, al parecer, favorablemente. Subí, rezamos mamá y yo tres avemarías a la Ssma. Virgen. Volví a la iglesia y sólo supe decir muchas veces, porque soy un miserable: ¡Señor, qué bueno eres! ¡qué bueno! –Y es que verdaderamente no puedo entender cómo El no me ha dado, ¡asqueado!, un golpe definitivo, en lugar de ayudarme y bendecirme tan amorosa y paternalmente como lo hace. Pienso que quizá me ayude así, por mi madre y mis hermanos: y también porque me quiere para su Obra" {Cuaderno II, nº 22, 7-IV-1930; la cursiva es mía. Pienso que la carta a la que alude es la de don Joaquín Ayala a Josemaría Escrivá, Cuenca 5-IV-1930, que se conserva en AGP, sec E, carp 736, exp 12. –Joaquín María Ayala Astor (1878-1936), natural de Novelda (Alicante), se ordenó de presbítero en 1901. Canónigo doctoral de Cuenca desde 1911, ocupó varios cargos de responsabilidad en la diócesis. Conoció a Escrivá en Madrid, en junio de 1927, en la Residencia sacerdotal de la calle Larra, comenzando entonces una amistad que duró hasta el final. Murió fusilado durante la persecución religiosa en agosto de 1936, en Cuenca. –El Doctoral de Cuenca le dice –al principio de la carta parece efectivamente negarlo– que el Obispo de Cuenca está dispuesto a considerar su incardinación en aquella diócesis. El Autor de C pertenecía al clero diocesano de Zaragoza –allí estaba "incardinado"– y residía en Madrid, por razones familiares y de estudio, con permiso temporal de su Arzobispo. La incardinación en Cuenca –con autorización de residencia estable en Madrid– podía facilitar la dedicación al Opus Dei, apenas naciente, de su Fundador. El asunto de la incardinación en Cuenca de hecho no fue adelante y Josemaría Escrivá quedó incardinado finalmente en Madrid. Sobre el tema vid Benito BADRINAS, Josemaría Escrivá de Balaguer, Sacerdote de la diócesis de Madrid, en "Anuario de Historia de la Iglesia" 8 (1999), pg 605-634}.
La expresión pasó a ser habitual en los labios del Beato Josemaría, y la encontramos en sus notas posteriores:
"Día 10 de enero de 1936. Muchas cosas, en esta última temporada. ¡Qué bueno es Dios, nuestro Señor! Esta exclamación la he repetido mil veces, al considerar la hermosura de su Obra, que tantas almas va a salvar y a santificar. Se sufre, al ver todo lo que queda por hacer, hasta el punto de doler la cabeza" {Cuaderno VIII, nº 1306; la cursiva es mía}.
"Domingo 27 de febrero [de 1938]. ¡Qué bueno eres, Jesús, qué bueno eres! –Esta es la exclamación que repito cien veces, cuando veo lo que haces con mis hijos" {Cuaderno VIII dpdo, nº 1557; la cursiva es mía}.
Los que trataban a fondo al Autor en aquellos años la tenían también en el corazón, como se deduce de este texto de Álvaro del Portillo, que con ocasión de describir unos momentos duros de su vida durante la guerra civil, se refiere:
"... a la confianza y la paz que el Señor ha querido infiltrar en nuestros corazones. Estamos paladeando la verdad de la frase que alguna vez hemos oído al Padre: "¡Qué bueno es Dios!" {Álvaro del Portillo, De Madrid a Burgos pasando por Guadalajara, noviembre de 1938, pg 13; AGP, sec B-1, leg 50, carp 3; la cursiva es mía}.
La exclamación era también habitual en Santa Teresa: "¡Oh Señor mío, qué bueno sois!" {Libro de la Vida, 18, 3; BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 99}; y en Santa Teresita: "¡Qué bueno es el Señor...! Él acompasa siempre sus pruebas a las fuerzas que nos da" {Ms A fol 21r; MEC 5, Burgos 1996, pg 117}. "¡Qué bueno es el Señor, que hizo crecer a mi alma y le dio alas...!" {Ms C fol 15r; MEC 5, Burgos 1996, pg 292} ; y en toda la tradición cristiana. En realidad todo es como la resonancia en el alma agradecida del niño del "quam bonus Israel Deus!" del Sal 73, 1.
Vid com / 427 y 430.

 «  895  »  El trabajo rinde tu cuerpo, y no puedes hacer oración. Estás siempre en la presencia de tu Padre. –Si no le hablas, mírale de cuando en cuando como un niño chiquitín... y Él te sonreirá

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 1018, texto fechado en 1-VI-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 473, 798, 895}, en plena actividad para montar la Academia DYA, que comenzaría en diciembre siguiente. No es difícil ver detrás el agotamiento físico del propio Autor {Sobre el tema vid Vázquez de Prada, I, pg 496}. La primera frase es idéntica. La segunda tiene en el Cuaderno esta otra redacción:
"Como los niños chiquitines, si no puedes hablarle mucho, mírale de cuando en cuando... y El te sonreirá".

 «  896  »  ¿Que en el hacimiento de gracias después de la Comunión lo primero que acude a tus labios, sin poderlo remediar, es la petición...: Jesús, dame esto: Jesús, esa alma: Jesús, aquella empresa?
No te preocupes ni te violentes: ¿no ves cómo, siendo el padre bueno y el hijo niño sencillo y audaz, el pequeñín mete las manos en el.
bolsillo de su padre, en busca de golosinas, antes de darle el beso de bienvenida? –Entonces.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 1082, texto fechado en 30-XI-1933 y último de los siete transcritos ese día {Son: 192, 227, 10b, 289, 644, 691, 896}. He aquí su tenor literal:
"¿Que, en tu hacimiento de gracias, al recibir a Jesús, lo primero que acude a tus labios, sin poderlo remediar, es la petición?...: Jesús, dame esto: Jesús, aquella alma: Jesús, aquella empresa?... No te preocupes, ni te violentes: ¿no ves cómo siendo el padre bueno y el hijo niño sencillo {"sencillo": adición interlineada} y audaz, el pequeñín mete las manos en el bolsillo de su padre, en busca de golosinas, antes de darle el beso de bienvenida? Entonces...".
El párrafo segundo, según Vázquez de Prada, recoge un recuerdo infantil del Autor en relación con su padre {Vid Vázquez de Prada, I, pgs 34-35. El actual Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, que compartió intensamente con el Autor los últimos 25 años de su vida, declaraba en 1976: "Por los detalles que he oído contar a nuestro Fundador en relación a sus padres, y concretamente con don José, no tengo la menor duda en concluir que muchas de las reflexiones que luego escribió en C, o que utilizó en su predicación, en su conversación, y en su modo de llevar las almas a Dios, proceden del trato con su padre cuando era niño pequeño" (Declaración procesal, pg 57; Proceso Romano del Beato Josemaría, testigo nº 2)}.

 «  897  »  Nuestra voluntad, con la gracia, es omnipotente delante de Dios. –Así, a la vista de tantas ofensas para el Señor, si decimos a Jesús con voluntad eficaz, al ir en el tranvía por ejemplo: "Dios mío, querría hacer tantos actos de amor y de desagravio como vueltas da cada rueda de este coche", en aquel mismo instante delante de Jesús realmente le hemos amado y desagraviado según era nuestro deseo.
Esta "bobería" no se sale de la infancia espiritual: es el diálogo eterno entre el niño inocente y el padre chiflado por su hijo:
–¿Cuánto me quieres? ¡Dilo! –Y el pequeñín silabea: ¡Mu-chos mi-llo-nes!

Punto procedente del Cuaderno V, nº 468, texto fechado en 10-XII-1931, primero de los cuatro escritos ese día {Son: 897, 757, 889, 589}. El texto también parece evocar recuerdos de su infancia {Vid pg 16 de la Declaración citada supra nota 37}.

 «  898  »  Si tienes "vida de infancia", por ser niño, has de ser espiritualmente goloso. –Acuérdate, como los de tu edad, de las cosas buenas que guarda tu Madre.
Y esto muchas veces al día. –Es cuestión de segundos... María... Jesús... el Sagrario... la Comunión... el Amor... el sufrimiento... las ánimas benditas del purgatorio... los que pelean: el Papa, los sacerdotes... los fieles... tu alma... las almas de los tuyos... los Ángeles Custodios... los pecadores.

Texto procedente del Cuaderno V, nº 531, fechado en 1-I-1932 {Es el tercero de los cuatro puntos que escribió ese día: 387, 390, 898, 269}. El tenor literal es idéntico al de C. En el Cuaderno venía introducido por la expresión "Niño bueno", que, al publicarlo, se cambia por "Si tienes 'vida de infancia' ".

 «  899  »  ¡Cuánto te cuesta esa pequeña mortificación! –Luchas. –Parece como si te dijeran: ¿por qué has de ser tan fiel al plan de vida, al reloj? –Mira: ¿has visto con qué facilidad se engaña a los chiquitines? –No quieren tomar la medicina amarga, pero... ¡anda! –les dicen–, esta cucharadita, por papá; esta otra por tu abuelita... Y así, hasta que han ingerido toda la dosis.
Lo mismo tú: un cuarto de hora más de cilicio por las ánimas del purgatorio; cinco minutos más por tus padres; otros cinco por tus hermanos de apostolado... Hasta que cumplas el tiempo que te señala tu horario.
Hecha de este modo tu mortificación, ¡cuánto vale!

Punto procedente del Cuaderno VII, nº 1087, fechado en 14-XII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 496, 492, 640, 643, 819, 404, 405, 899}.
"Cilicio" {Sobre el tema vid Louis Gougaud, "Cilice", en DSp, II, col. 899-902}. Origen bíblico: "cubrirse de cilicio y de ceniza". El cilicio era originariamente un vestido rudo de piel de cabra o de camello que, adherido al cuerpo, era un verdadero instrumento de penitencia. Llamado así porque la materia provenía especialmente de Cilicia. El cilicio en uso como mortificación en tiempos posteriores –una cadena o collar metálico con puntas– parece que proviene de Santa Catalina de Siena {Cfr Raimondo da Capua, S. Caterina da Siena Legenda maior, cap 6, n. 61; Cantagalli, Giuseppe Tinagli (ed.), 5ª ed, Siena 1994, pg 73}.
En este punto de C el Autor presupone –como en el p / 200  a propósito de las "disciplinas"– que el lector conoce –¡y tal vez usa!– un cilicio. Es, en efecto, una mortificación no infrecuente entre personas piadosas, no sólo entre monjes. "Una mirada a las vidas de los santos modernos lleva a afirmar –concluye L. Gougaud– que no estamos en manera alguna ante una mortificación perimée" {Louis Gougaud, "Cilice", en DSp, II, col. 900}. Vid com / 200.

 «  900  »  No estás solo. –Lleva con alegría la tribulación. –No sientes en tu mano, pobre niño, la mano de tu Madre: es verdad. –Pero... ¿has visto a las madres de la tierra, con los brazos extendidos, seguir a sus pequeños, cuando se aventuran, temblorosos, a dar sin ayuda de nadie los primeros pasos? –No estás solo: María está junto a ti.

Punto procedente del Cuaderno VII, nº 1113, texto fechado en 19-I-1934 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 900, 892, 923, 925, 924}. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación. Vid lo que se dijo en p / 860  sobre la dimensión mariana de la infancia espiritual. Vid p / 884  y p / 898.

 «  901  »  Jesús: nunca te pagaré, aunque muriera de Amor, la gracia que has derrochado para hacerme pequeño.

Procedente del Cuaderno V, nº 568, fechado en 18-I-1932 {Ese día escribió seis puntos sobre "vida de infancia": 863, 901, 882, 883, 876, 874}. Tenor literal idéntico al de C, pero introducido con la expresión "Niño, di". El Autor, al terminar la sección sobre "infancia espiritual", expresa su agradecimiento al Señor por haberle llevado por este camino.
Sobre "morir de Amor", vid com / 568 y 743

 «    III.B Vocación y misión apostólica    » 

[caps 43-46]

 «  LLAMAMIENTO  » 

El último cap de Cec ("El Apostolado") fue objeto en Burgos de una cuidadosa reelaboración. Era tan extenso como el de "Infancia espiritual", pero no sólo la extensión (cincuenta y una consideraciones), sino el orden interno y la claridad temática pedían una nueva agrupación del material disponible (había treinta nuevos puntos de la redacción de Burgos). El resultado de ese trabajo –que pasó por distintas fases– son tres caps: el primero es éste, que al principio tituló "Llamada" y finalmente "Llamamiento" {Ya dijimos más arriba (com / 27) que en aquellos años evitaba, en lo que podía, la palabra "vocación", por la connotación casi exclusiva que entonces tenía de "vocación religiosa" o "vocación sacerdotal". El Autor, en cambio, trataba de presentar, también como expresión plena de la vocación cristiana, otros horizontes de santificación en medio del mundo. Vid com / 27 ("vocación matrimonial") y 192 ("vocación al apostolado") y passim las ref. a "trabajo" y "estudio". De ahí que, para expresar el contenido bíblico, espiritual, originario del término vocación, recurriera a veces a palabras de viejo abolengo castellano, como "llamamiento" –que eligió finalmente como título de este cap 43–, y que no desviaban el pensamiento del lector. Vid ref. bibliográficas en com / 27}. Dedicó el segundo a la figura de "El Apóstol" y mantuvo el título original –"El Apostolado"– para un tercer cap, cuyo contendido es, sin embargo, en su casi totalidad, procedente de Burgos.
Pero el Autor no tuvo claro desde el primer momento el orden de los tres caps. Se le ve dudar. En cada una de las tres carpetas se pueden ver los números de orden (28, 29 y 30) tachados y vueltos a escribir, con lo que se hace evidente la diversa secuencia que tuvieron, según los momentos redaccionales, los tres caps en que se diversificó el originario {El número que corresponde al orden definitivo de cap tiene a su lado, autógrafa, la palabra "vale"} y que, en sustancia, es la siguiente. En un primer momento, mantuvo la unidad del cap, como en Cec. La siguiente fase fue dividir el cap en dos: el primero, que se llamaría "Formación" {Formación". Esto implicaba cambiar de título al cap 16, que ya había recibido este título. De hecho, la alternativa "Formación" de que hablamos no fue adelante} , agruparía los actuales "El Apóstol" y "El Apostolado" y sería el 28; el otro, "Llamamiento" de título, sería el 29. Finalmente, se llega a la actual estructura con la secuencia de los tres caps, siendo el primero "Llamamiento" {Esto es lo que se deduce de las anotaciones del Autor en las pequeñas carpetas de estos caps}.
Las tres carpetillas que contienen los materiales testifican también el intenso laboreo de que hablamos. En las portadas los títulos están escritos a mano y rectificados, los puntos asignados a una, trasladados después a otra, hasta dar con el "ordo" definitivo. Tenemos base para pensar que el Autor se plantea esta redistribución cuando está escribiendo a máquina el manuscrito del libro (Txm). Todo lo cual significaría que abordó la última redistribución de la materia durante el proceso mismo mecanografiar los textos, una vez ordenados. El material del antiguo cap único ("El Apostolado") pasa en su casi totalidad (excepto tres consideraciones) a los dos primeros caps. En éste, "Llamamiento", se agrupan 17 textos de Cuenca y diez nuevos de Burgos. El Autor los ha reunido desde el concepto que utiliza para el título: se trata, no de la vocación en general, sino de la "llamada" de Dios para ser "apóstol": llamada personal, que invita y compromete a la entrega total en esta o aquella "concreta" empresa apostólica {Vid lo que se dijo sobre el tema en la Introd al cap 20 ("Los medios")}.
El Autor, por tanto, no habla aquí, primariamente, de la vocación a la santidad, sino de la vocación al apostolado: la santidad viene aquí exigida por la totalidad de entrega que se requiere para la acción apostólica. De ahí que la llamada de Dios –a ese hombre, a esa mujer concretos– sea, en el clima de este cap, llamada para ser "apóstol". Por el origen histórico de los puntos –vid infra com a cada uno– se advierte cómo el Autor tiene en la mente el Opus Dei y la experiencia apostólica de sus conversaciones con jóvenes a los que hablaba de la Obra de Dios y planteaba la llamada a la entrega total en este apostolado, con sus características de santificación en el trabajo profesional y de la acción apostólica entendida al modo de los "primeros cristianos" (p / 925). Todo el cap transpira una fe y entusiasmo grande ante la inmensa tarea encomendada, "como un mar sin orillas" {Vid Conversaciones, 57; Instrucción, 19-III-1934, nº 16, e Instrucción, 1-IV-1934, nº 88}.

 «  902  »  .¿Por qué no te entregas a Dios de una vez..., de verdad... ¡ahora!?

El texto de este primer punto es, en la edición de Cuenca, el primero del cap "El Apostolado" y procede del Cuaderno VI, nº 860, fechado en 3-XI-1932. Fue transcrito junto a otros cuatro futuros puntos de C {Son: 368, 283, 218, 782, 902. El día 14 de ese mismo mes volvió a copiar en el Cuaderno (nº 869-70) los futuros p / 902  y 218 y a continuación escribió: "Creo que estas consideraciones anteriores ya estaban anotadas". Se ve que no rompió la cuartilla en la que las había apuntado}. El tenor literal del texto es idéntico al de C en ambos casos.

 «  903  »  Si ves claramente tu camino, síguelo. –¿Cómo no desechas la cobardía que te detiene?

Punto procedente del Cuaderno VII, nº 1141, texto fechado en 24-II-1934.

 «  904  »  "Id, predicad el Evangelio... Yo estaré con vosotros..." –Esto ha dicho Jesús... y te lo ha dicho a ti.

Punto procedente de las notas tomadas en los EjEsp de Segovia 1932: Apínt, nº 1674, 11-X-1932 {En las notas de ese día está también el p / 182}. El original dice así:
"Ite praedicate Evangelium... Et ecce ego vobiscum sum... Esto ha dicho Jesús, y lo ha dicho a cada uno de nosotros... a mí".
El Autor sintetiza de memoria el mandato misionero en Mateo y Marcos, e introduce la palabra "Ite" –"Id", en C–, con la que resume el "euntes in mundum universum" de San Marcos.
Escribe este punto en el Cuaderno a modo de conclusión de su lectura de un libro –"el libro que empleo en este retiro"–, del que copia párrafos en sus notas y con el que muestra una gran compenetración espiritual, especialmente con un cap titulado "La vida de Jesucristo resucitado es modelo de la vida apostólica". No he podido identificar el libro. Pienso que no era de la biblioteca del Convento, donde hacía el retiro {"Acaba de dejarme en mi soledad el P. Narciso. Dios mediante, escribiré poco. También leeré poco: he hecho que el fraile carmelita se llevara tres libros que encontré en la celda. No quiero que intervengan los extraños: Dios y yo. Me voy a la iglesia, al Sagrario, y, en lo sucesivo, evitaré anotar nada que pueda dar a estos apuntes carácter de libro de memorias. Monstra te esse Matrem! Sub tuum praesidium..." (Apínt, nº 1636, 3-X-1932). El P. Narciso de San José era el carmelita encargado de atenderle durante su Retiro espiritual}, sino que lo había llevado consigo desde Madrid.

 «  905  »  El fervor patriótico –laudable– lleva a muchos hombres a hacer de su vida un "servicio", una "milicia". –No me olvides que Cristo tiene también "milicias" y gente escogida a su "servicio".

Texto escrito sobre una octavilla Re, sin interrelación documental conocida. Claramente tiene un contexto de época: el "clima" de la guerra civil española y la terminología en boga, que el Autor entrecomilla, y aprovecha para plantear el sentido neotestamentario de esos términos y Cristo como centro y referencia de toda verdadera entrega.

 «  906  »  "Et regni ejus non erit finis". –¡Su Reino no tendrá fin!
¿No te da alegría trabajar por un reinado así?

Original escrito sobre una octavilla Not en torno a Navidad de 1938. "Gaitica" redactada, como tantas de esta época, a partir de los guiones de predicación:
"Cualidades de este Rey, Cristo: [...] eternidad con perpetua firmeza en su imperio celestial, sin que jamás se haya de acabar: et regnum eius non erit finis [...] Cristo, Rey eterno, y su reino no tendrá fin. Gozo, agradecimiento" {EjEsp, Meditación "Rey temporal", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 105. Es un apunte tomado de Luis de La Puente, Meditaciones de los misterios de nuestra santa fe, Parte II, Meditación fundamental, punto 1º, 3; AP, 1, 1950, pg 340. Es éste el "sentimiento" de los santos: "Cuando en el Credo se dice « vuestro reino no tiene fin », casi siempre me es particular regalo. Aláboos, Señor, y bendígoos para siempre; en fin, vuestro reino durará para siempre" (Teresa de Jesús, Libro de la vida, c. 22, 1 (cód. de Valladolid); BAC 212, 8ª ed, 1986, pg 328)}.
Nótese que el error en la frase latina ("regnum" en vez de "regni") –que era un interlineado del Autor– ya estaba en el apunte del guión {Puedo aportar que, leyendo el texto en 1962, advertí personalmente la equivocación [regnum / regni] y la comuniqué al editor. Fue rectificada en la edición siguiente. Vid apcrít}.

 «  907  »  "Nesciebatis quia in his quae Patris mei sunt oportet me esse?" –¿No sabíais que yo debo emplearme en las cosas que miran al servicio de mi Padre?
Respuesta de Jesús adolescente. Y respuesta a una madre como su Madre, que hace tres días que va en su busca, creyéndole perdido. –Respuesta que tiene por complemento aquellas palabras de Cristo, que transcribe San Mateo: "El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí".

Octavilla Drv, cuyo dorso es una media carta dirigida a Eugenio Vallarino y escrita con letra de Álvaro del Portillo. La otra media cuartilla, con la otra media carta, es el soporte del p / 296  y allí consta la fecha y por tanto el límite redaccional de ambos puntos: 4-I-1939. En la predicación de Honduras había tratado el tema:
"¿Cuál es el proceder de Jesús con sus padres? Narra el Evangelio que al verle se admiraron: 'et videntes admirati sunt. Et dixit mater eius ad illum: Fili, quid fecisti nobis sic? Ecce pater tuus et ego dolentes quærebamus te' (Lc 2, 48); y le preguntó su Madre: Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? Mira cómo tu padre y yo te buscábamos angustiados. Jesús responde: ' Quid est quod me quærebatis? Nesciebatis quia in his quæ Patris mei sunt, oportet me esse? ' (Lc 2, 49). ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que debo emplearme en las cosas que miran al servicio de mi Padre? ¿Será esto despego? No: es, sencillamente, colocar a la familia en el plano que le corresponde" {PredicHond, "El Niño perdido y hallado en el Templo", 8-VII-1937, pg 196; XXXI}.
La radicalidad del Evangelio no puede ser obviada, pero el Autor la vivió y la enseñó a vivir a la vez que exaltaba los valores del matrimonio y de la familia y la veneración de los hijos a sus padres. El Domingo de Ramos de 1971 predicaba en Roma:
"Verdaderamente es infinita la ternura de Nuestro Señor. Mirad con qué delicadeza trata a sus hijos. Ha hecho del matrimonio un vínculo santo, imagen de la unión de Cristo con su Iglesia (cfr Ef 5, 32) un gran sacramento en el que se funda la familia cristiana, que ha de ser, con la gracia de Dios, un ambiente de paz y de concordia, escuela de santidad. Los padres son cooperadores de Dios. De ahí arranca el amable deber de veneración, que corresponde a los hijos. Con razón, el cuarto mandamiento puede llamarse –lo escribí hace tantos años {Así, en Instrucción, 31-V-1936, nº 33. Vid también Forja, 21; Conversaciones, 100 -101}– dulcísimo precepto del decálogo. Si se vive el matrimonio como Dios quiere, santamente, el hogar será un rincón de paz, luminoso y alegre" {Es Cristo que pasa, 78 }.
Vid el comentario del Autor al quinto misterio gozoso en su Santo Rosario.

 «  908  »  Es demasiada simplicidad la tuya cuando juzgas el valor de las empresas de apostolado por lo que de ellas se ve. –Con ese criterio habrías de preferir un quintal de carbón a un puñado de diamantes.

Otro texto escrito en Burgos sobre ficha Drv: otra media cuartilla, en cuyo dorso se leen palabras a máquina que indican que era un comienzo de carta dirigida al Abad de Silos. No consta fecha. Letra de rasgos fuertes y tinta negra. No hay interrelación documental conocida.

 «  909  »  Ahora, que te entregaste, pídele una vida nueva, un "resello": para dar firmeza a la autenticidad de tu misión de hombre de Dios.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. La "gaitica" procede, con toda probabilidad, de una de las escasas anotaciones que el Autor hizo en su Cuaderno en la época de Burgos: Cuaderno VIII dupl, nº 1587:
"Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, 14-IX-38. Pedí al Señor, con todas las veras de mi alma, que me dé su gracia para exaltar la Cruz Santa en mis potencias y en mis sentidos... ¡Una vida nueva! Un resello: para dar firmeza a la autenticidad de mi embajada... ¡Josemaría, en la Cruz! –Veremos, veremos. –R.Ch.V." {Sobre esta sigla, vid com / 11; la cursiva es del original}.
Es interesante notar cómo el Beato Josemaría veía ese "resello" en relación con la Cruz ya desde muchos años antes. En com / 442 se ha citado un texto de 14 de noviembre de 1931 del que son estas líneas:
"[...] Y yo, ciego: sin ver, hasta ahora, la predilección del Rey, que, en mi vida entera, reselló mi carne y mi espíritu con el sello real de la Santa Cruz" {Apínt, nº 389}.

 «  910  »  Eso –tu ideal, tu vocación– es... una locura. –Y los otros –tus amigos, tus hermanos– unos locos.
¿No has oído este grito alguna vez muy dentro de ti? –Contesta, con decisión, que agradeces a Dios el honor de pertenecer al "manicomio".

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 969, texto fechado en 25-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 601, 678, 422, 21, 910, 872}. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación y las últimas palabras, que son: "el honor de pertenecer a ese manicomio".
En un coloquio en España, 25-XI-1972 preguntaron a Mons. Escrivá sobre este punto: "¿Por qué dice en C que la vocación es una locura?" Respondió:
"¿Y te parece que no es una locura? A mí me han llamado loco tantas veces y tenían razón; y los que, alguna vez, me lo siguen llamando, tienen razón. Yo estoy locamente enamorado de mi locura, y tengo razón" {Notas de una tertulia, Barcelona 25-XI-1972; AGP, sec A, leg 51}.
Sobre el tema "manicomio" vid com / 916 y 808 {Vid también p / 402, 425, 432, 438, 479, 796, 808, 834, 910, 916}.

 «  911  »  Me escribes: "el deseo tan grande que todos tenemos de que 'esto' marche y se dilate parece que se va a convertir en impaciencia. ¿Cuándo salta, cuándo rompe..., cuándo veremos nuestro al mundo?".
Y añades: "el deseo no será inútil si lo desfogamos en 'coaccionar', en importunar al Señor: entonces tendremos un tiempo formidablemente ganado".

Vid com / 825, donde se explica también la génesis de este p / 911  y del p / 968. Se trata de una carta en la que se resume el encuentro que el domingo día 4-XII-1938 habían tenido con el Autor, en el Hotel Sabadell, Álvaro del Portillo y Eduardo Alastrué, que estaban en la Academia de Ingenieros de Fuentes Blancas. He aquí el trozo que nos interesa:
"El deseo tan grande que todos tenemos de que esto marche, se dilate, parece que se va a convertir en impaciencia. Pero, ¿cuándo salta esto, cuándo rompe, cuándo veremos nuestra a la gente? De algo así hablábamos ayer en el Sabadell... [...] Pero, claro, el deseo no será inútil: y si lo desfogamos en coaccionar, en importunar a D. Manuel: entonces tendremos un tiempo formidablemente ganado" {Carta de Eduardo Alastrué a Enrique Alonso-Martínez, Burgos 5-XII-1938; AGP, sec N-2, leg 146, carp D, exp 2}.

 «  912  »  Me explico el sufrimiento tuyo cuando en medio de tu forzosa inactividad consideras la tarea que falta por hacer. –No te cabe el corazón en el planeta, y tiene que amoldarse... a una labor oficial minúscula.
Pero, ¿para cuándo dejamos el "fiat"?

Texto escrito también sobre una octavilla Bl. Tiene que ver con una carta de Juan Jiménez Vargas, que da origen, de alguna manera, a dos puntos de este cap: 912 y 928, que están concatenados. Copio el párrafo que está en el trasfondo de este p / 912:
"Al considerar esta tarea {Vid el párrafo precedente de la carta de Vargas en com / 928} en la forzosa inactividad que imponen las circunstancias me explico todo el sufrimiento de Mariano {El Autor de C}. No le cabe el corazón en el planeta y tiene que amoldarse... a Burgos. Pero ¿para cuando dejamos el Fiat?
¿Vamos –a estas alturas– a estropearlo todo buscando consuelitos humanos? (continuará) En este momento se va el cartero. Abrazos" {Carta de Juan Jiménez Vargas a los de Burgos, Muela de Villastar) 16-X-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp B, exp 1}.
Jiménez Vargas, que en su Relato {Relato del 77, pg 18} alude al p / 928  en relación con esta carta, no dice nada respecto al 912. El Autor, como se ve, da la vuelta a las expresiones de la carta y redacta el punto pensando en tantos que estaban en la misma situación.
"El Fiat". Es, radicalmente, el "fiat mihi..." de Nuestra Señora en la Anunciación (Lc 1, 38) y el "non mea voluntas sed tua fiat" de Jesús en el Huerto (Lc 22, 42). Pero Jiménez Vargas –casi con toda seguridad– está nombrando la oración que el Autor transcribe en el p / 691. Vid allí el fundamento de lo que ahora decimos.

 «  913  »  No lo dudes: tu vocación es la gracia mayor que el Señor ha podido hacerte. –Agradécesela.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 953, texto fechado en 19-III-1933. Ese mismo día transcribió cinco puntos de C {Son: 453, 796, 913, 860, 410}, que pasaron a las cuartillas a velógrafo. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
El punto procede, como vemos, de los Apínt; es decir, cuando lo escribe en el Cuaderno, el Beato Josemaría está pensando en el llamamiento al Opus Dei, que entiende como gracia que desarrolla y configura la existencia cristiana en el mundo acuñada en el Bautismo. No tiene que modificar una letra para dirigir ese pensamiento a todos los lectores: cada existencia cristiana es un llamamiento bautismal de Dios que espera ser "reconocido" y "correspondido" en su Amor.

 «  914  »  ¡Qué pena dan esas muchedumbres –altas y bajas y de en medio– sin ideal! –Causan la impresión de que no saben que tienen alma: son... manada, rebaño..., piara.
Jesús: nosotros, con la ayuda de tu Amor Misericordioso, convertiremos la manada en mesnada, el rebaño en ejército..., y de la piara extraeremos, purificados, a quienes ya no quieran ser inmundos.

Texto procedente del Cuaderno IV, nº 323, fechado en 12-X-1931 y precedido del futuro p / 938a. Tenor literal:
"Me da pena ver esas muchedumbres –altas y bajas y de en medio– sin ideal: dan la impresión de que no saben que tienen alma: son... manada, rebaño... piara. Jesús: nosotros, con la ayuda {"con la ayuda". En el Cuaderno escribió primero: "con tu ayuda" y corrigió a continuación, para concretar: "con la ayuda de tu Amor Misericordioso"} de tu Amor Misericordioso, convertiremos la manada en mesnada, el rebaño en ejército..., y de la piara extraeremos, purificados, a quienes ya no quieran ser inmundos".
Como en tantos otros puntos, la mirada del Autor a la realidad social en la que vive es una prolongación de su meditación del Evangelio. Le preocupa "la muchedumbre". Ya había dicho en p / 32: "No puedes vivir de espaldas a la muchedumbre: es menester que tengas ansias de hacerla feliz". Aquí el Autor ve a la sociedad plegándose ante la presión de modas e ideologías, masificándose, degradándose; y emplea términos fuertes: manada, rebaño, piara. Y surge el "Misereor super turbam" del Señor (Mc 8, 2), al que sigue la oración a Jesús y el autoofrecimiento de unos "instrumentos desproporcionados" (vid p / 475) para colaborar con Él en una "nueva evangelización".
En ningún momento pensaba el Autor de C que ese grupo de discípulos –el "nosotros" del texto– son mejores que la muchedumbre. Solía decir que somos de la misma "mala pasta" que los demás y si el Señor nos soltase de la mano caeríamos más hondo todavía. El Beato Josemaría se sitúa siempre en el panorama evangélico de la misión: Jesús, y a su lado, "los discípulos" y delante, "la muchedumbre". "Dadles vosotros de comer" (Mt 14, 16).
"Amor Misericordioso". Vid com / 316, 533, 711 y 813.

 «  915  »  Las obras de Dios no son palanca, ni peldaño.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 819, texto fechado en 2-IX-1932 (y precedido del p / 424)
"La Obra de Dios –sépanlo los de tercer grado– no es palanca, ni peldaño" {"...los de tercer grado". Así llamaba entonces a los que hoy son miembros Supernumerarios del Opus Dei. Siempre explicó –con los términos de que podía disponer– que la vocación al Opus Dei es única, la misma para todos: lo que varía es el tipo de circunstancias en que se encuentran al ser llamados por Dios a la Obra: de ahí la distinción entre Numerarios, Agregados y Supernumerarios. Vid sobre el tema P. Rodríguez-F. Ocáriz-J. L. Illanes, El Opus Dei en la Iglesia, pgs 179-198. Como se ve, desde el origen el Beato Josemaría excluyó de manera radical el que se pudiera venir al Opus Dei para "hacer carrera" en la sociedad. Esta doctrina se remacha en el p / 918  }.
Interesante notar que en las hojas a velógrafo mantuvo la alusión institucional al Opus Dei (vid apcrít). Lo mismo vale para el punto siguiente. Es una señal clara de que esta primera "publicidad" de sus textos personales era todavía para círculos en estrecha relación con su acción apostólica.

 «  916  »  Señor, haznos locos, con esa locura pegadiza que atraiga a muchos a tu apostolado.

Punto procedente del Cuaderno IV, nº 410-411, texto fechado en 23-XI-1931. No es una sentencia trasladada a su Cuaderno, sino un trozo de vida y de oración:
"Ayer, domingo, cuando salí del hospital, me esperaban Adolfo e Isidoro. Me alegró la sorpresa. Como puede decirse que no tengo casa, nos fuimos al Sotanillo {"El Sotanillo" era una chocolatería que estaba en la calle de Alcalá, entre la Plaza de la Independencia y la de Cibeles. Cuando todavía no había ningún Centro del Opus Dei, allí iba frecuentemente el Autor de C con los jóvenes universitarios que trataba}. Había mucha gente y el dueño del establecimiento nos hizo pasar a su comedor. Allí charlamos mucho de la Obra de Dios y de cosas espirituales.
Entre otros temas, les hablé de Jesús chiflado, loco por nosotros. Sobre todo en nuestras cartas, hablamos del manicomio, de los locos, refiriéndonos a la Obra y a nosotros {Efectivamente en la correspondencia entre el Autor e Isidoro Zorzano en aquel año 31 se ven con frecuencia esas expresiones. Del Autor a Isidoro : "Sigue pidiendo por los otros, para que vengan al manicomio" (Carta del 19-II-1931; EF 310219-1). "Tus sufrimientos (que pronto, repito, se convertirán en alegrías) han de ser las primicias de expiación, presentadas a Dios por nuestro manicomio" (Carta del 1-III-1931; EF 310301-1). De Zorzano al Autor: "Y vosotros, recibid un abrazo de este loco, Isidoro " (Carta del 11-III-1931; IZL, Epistolario, 19). Del Autor a Zorzano: "Mi bendición de sacerdote y de Padre, con un fuerte abrazo, en nombre de todo el manicomio" (Carta del 3-III-1931; EF 310303-1). "Un cariñoso abrazo fraternal de este otro loco, José María" (Carta del 10-XI-1931; EF 310506-1). "Muy querido Isidoro: Comuniqué a nuestros locos tu epístola... " (Carta del 6-V-1931; EF 311110-1)}. Por eso, quise hacerles ver que el más grande loco que ha habido y habrá es Él. ¿Cabe mayor locura que entregarse como Él se entrega, y a quienes se entrega? Porque locura hubiera sido quedarse hecho un Niño indefenso; pero, entonces, aun muchos malvados se enternecerían, sin atreverse a maltratarle. Le pareció poco: quiso anonadarse más y darse más. Y se hizo comida, se hizo Pan. ¡Divino Loco! ¿Cómo te tratan los hombres?... ¿Yo mismo?... Jesús, tu locura me roba el corazón. Estás inerme y pequeño, Niño-Dios, para engrandecer a los que te comen {Este párrafo del Cuaderno IV es también la matriz de Forja, 916}. Haznos locos, con esa locura pegadiza que atraiga a muchos a tu Apostolado en la Obra de Dios" {La cursiva es mía}.
Vid com / 808 y 910 {Vid también p / 402, 425, 432, 438, 479, 796, 808, 834, 910. El tema de Jesús, loco de Amor por los hombres, está ya en Santa Catalina de Siena (por ej, El diálogo, cap 17; BAC 143, 1955, pg 225; Elevaciones, X; ibidem, pg 588s) y, por supuesto, en Santa Teresita: "Jesús, déjame que te diga, en el exceso de mi gratitud, déjame, sí, que te diga que tu amor llega hasta la locura... ¿Cómo quieres que, ante esa locura, mi corazón no se lance hacia ti? ¿Cómo va a conocer límites mi confianza...? Sí, ya sé que también los santos hicieron locuras por ti, que hicieron obras grandes porque ellos eran águilas..." (Ms B fol 5v; MEC 5, Burgos 1996, pg 267). Jesús, loco de amor en el Sagrario, es característico del Beato Manuel González, el "obispo del Sagrario", al que más tarde conoció y trató entrañablemente el Autor de C}. El texto de este p / 916  ha suscitado el interés de los lingüistas {"Dieser Satz –escribe Gauger– enthält ein schönes Beispiel für die Adjektiv / Sustantivverschiebung: "locos, con esa (nota bene!) locura" (Hans-Martin Gauger, Untersuchungen zur spanischen und französischen Wortbildung, C. Winter, Heidelberg 1971, pg 69; cfr del mismo autor Durchsichtige Wörter. Zur Theorie der Wortbildung, C. Winter, Heidelberg 1971, pg 83)}.

 «  917  »  "Nonne cor nostrum ardens erat in nobis, dum loqueretur in via?" –¿Acaso nuestro corazón no ardía en nosotros cuando nos hablaba en el camino?
Estas palabras de los discípulos de Emaús debían salir espontáneas, si eres apóstol, de labios de tus compañeros de profesión, después de encontrarte a ti en el camino de su vida.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Tema abundante en la predicación de Josemaría Escrivá. Ya lo había escrito en un documento de 1934:
"Porque sólo así vibraréis con la vibración que el espíritu de la Obra exige, haciendo que se repita muchas veces, por quienes os tratan en el ejercicio de vuestras profesiones y en vuestra actuación social, aquel comentario de Cleofás y de su compañero de Emaús: nonne cor nostrum ardens erat in nobis, dum loqueretur in via?; ¿acaso nuestro corazón no ardía en nosotros, cuando nos hablaba en el camino? (Lc 24, 32).
En el camino de vuestra vida, ¡cuántos corazones de compañeros vuestros podéis hacer arder!" {Instrucción, 1-IV-1934, nº 3}.
Ya en su Cuaderno de 1932 se expresaba así:
"El Santo Evangelio de la feria II después de la Pascua ¡cuánta aplicación tiene también al especial modo de ser de la Obra de Dios! Jesús habla con Cleofás y su compañero, desentraña la verdadera doctrina haciéndoles comprender la necesidad de su pasión... "Nonne haec oportuit pati Christum et ita intrare in gloriam suam?" (Luc. 24). Y se gana a aquellos hombres, que procuran retenerle: "Mane nobiscum, quoniam advesperascit, et inclinata est iam dies". "Et intravit cum illis". Y se da a conocer en la fracción del Pan. –¡Qué hermoso camino nos muestra el Señor! Eso nos pide y también que quienes nos vean y nos oigan puedan decir aquel comentario ¡tan gráfico! de los discípulos de Emaús: "Nonne cor nostrum ardens erat in nobis dum loqueretur in via?..." {Cuaderno V, nº 675, 29-III-1932}.

 «  918  »  Ve al apostolado a darlo todo, y no a buscar nada terreno.

Punto procedente del Cuaderno IV, nº 361, texto fechado en 29-X-1931.
"Los que vengan a la Obra de Dios deben venir a darlo todo, y no a recibir, a buscar nada terreno".
Es otra forma de decir lo que ya dijo en el p / 915.

 «  919  »  Al quererte apóstol, te ha recordado el Señor, para que nunca lo olvides, que eres "hijo de Dios".

Punto procedente del Cuaderno VII, nº 1088, texto fechado en 19-XII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 919, 334, 602}.
"Día 19 de diciembre de 1933: Al traerte a su Obra, te ha recordado el Señor, para que nunca lo olvides, que eres "hijo de Dios".
Como se ve, el Autor pone en el núcleo de la vocación al Opus Dei –del "llamamiento"– la realidad del bautismo y de su efecto propio: la filiación divina, "recordada" por el Señor en el hecho mismo de la llamada. Al redactar C, el Autor explica cómo toda forma de "llamamiento" implica siempre una renovación de nuestra condición bautismal de hijos de Dios.

 «  920  »  Cada uno de vosotros ha de procurar ser un apóstol de apóstoles.

Punto procedente del Cuaderno V, nº 519, texto fechado en 28-XII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 920, 268, 5, 944, 186}.
"Cada socio será un apóstol de apóstoles".
Sobre la expresión "apóstol de apóstoles", paralela a la de "instrumento para buscar instrumentos" vid com / 811, 791 y 803.

 «  921  »  Tú eres sal, alma de apóstol. –"Bonum est sal" –la sal es buena, se lee en el Santo Evangelio, "si autem sal evanuerit" –pero si la sal se desvirtúa..., nada vale, ni para la tierra, ni para el estiércol; se arroja fuera como inútil.
Tú eres sal, alma de apóstol. –Pero, si te desvirtúas.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Re. Redactado probablemente con ocasión de repasar los guiones de Vergara, donde se encuentra este apunte:
" –Bonum est sal (¡pobre sacerdote, si evanuerit!) –Qui habet aures audiendi audiat!" {EjEsp, Plática "Vida sobrenatural y espíritu sacerdotal", Vergara 6-IX-1938; guión nº 82}.

 «  922  »  Hijo mío: si amas tu apostolado, está seguro de que amas a Dios.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 941, texto fechado en 9-III-1933 {Los trece futuros puntos de C transcritos ese día: 922, 522, 738, 258, 259, 941a, 949, 265, 80, 79, 189, 559, 90}. Su tenor literal es el siguiente, que el Autor mantuvo en las hojas a velógrafo:
"Hijo mío: si amas la Obra, es señal cierta de que amas a Dios".

 «  923  »  El día que "sientas" bien tu apostolado, ese apostolado será para ti una coraza donde se embotarán todas las asechanzas de tus enemigos de la tierra y del infierno.

Punto procedente del Cuaderno VII, nº 1114, texto fechado en 19-I-1934 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 900, 892, 923, 925, 924}. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación.
"Tus enemigos de la tierra y del infierno". Una forma de designar a los tradicionales "enemigos del alma": mundo, demonio y carne. Vid p / 434, 708  (com) y 924.

 «  924  »  Pide siempre tu perseverancia y la de tus compañeros de apostolado, porque nuestro adversario, el demonio, de sobra conoce que sois sus grandes enemigos..., y una caída en vuestras filas ¡cuánto le satisface!

Punto procedente del Cuaderno VII, nº 1117, fechado, como el anterior, en 19-I-1934.
"Hijo, pide siempre tu perseverancia y la de tus compañeros de apostolado, porque nuestro adversario, el demonio, de sobra conoce que somos sus grandes enemigos..., y una caída en nuestras filas ¡cuánto le satisface".

 «  925  »  Como los religiosos observantes tienen afán por saber de qué manera vivían los primeros de su orden o congregación, para acomodarse ellos a aquella conducta, así tú –caballero cristiano– procura conocer e imitar la vida de los discípulos de Jesús, que trataron a Pedro y a Pablo y a Juan, y casi fueron testigos de la Muerte y Resurrección del Maestro.

Punto escrito a la vez que los dos anteriores. Está en el Cuaderno VII, nº 1115, 19-I-1934. Tenor literal idéntico al de C, con la sola variante: "vida de aquellos discípulos" en vez de "vida de los discípulos", que se lee en C.
Como se ve, el Autor pone como referencia y modelo, para la empresa apostólica que promueve y difunde por el mundo, la vida de los primeros cristianos, de la generación apostólica. Con ellos "conecta" el estilo de vida y de testimonio apostólico.
que explica a los lectores. La categoría "primeros cristianos" es muy importante en el discurso de Josemaría Escrivá. Considera presente en ellos una tradición que hay que repristinar y proponer hoy a los cristianos que viven en las circunstancias ordinarias de la vida en el mundo. Vid sobre el tema p / 971  y com. Interesante, en este sentido, la distinción que señala respecto de las órdenes y congregaciones religiosas, perfectamente compatible, como se ve a lo largo del libro, con el aprecio que tenía por la condición religiosa y con su devoción a los grandes santos y santas que salieron del estado religioso. Sobre el concepto de "caballero cristiano", vid p / 379, 390  y 683.

 «  926  »  Me preguntas..., y te contesto: tu perfección está en vivir perfectamente en aquel lugar, oficio y grado en que Dios, por medio de la autoridad, te coloque.

Texto procedente del Cuaderno VI, nº 1034, fechado en 7-VII-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 794, 400, 190, 840, 709, 684, 598, 926}. Tenor literal idéntico al de C (la palabra "perfectamente" está añadida interlineada). La entrada "Me preguntas..., y te contesto" no está en el Cuaderno.
La doctrina aquí propuesta es fundamental en relación con lo dicho en el punto anterior. Es el mundo y la dinámica del mundo quien sitúa a los hombres en "lugar, oficio y grado". Allí –y desde dentro– hay que vivir como los "primeros cristianos".
"Por medio de la autoridad". El Autor razona desde la doctrina paulina –toda autoridad viene de Dios (cfr Rm 13, 1 -7)– para expresar el carácter providencial y la validez en la economía de la salvación del "lugar" concreto que cada hombre ocupa en el flujo social. Vid com / 837. Ambos puntos guardan estrecha relación.
Este punto de C es el último de los que circuló a velógrafo: era la cd / 333 en la numeración de aquellas cuartillas.

 «  927  »  Orad los unos por los otros. –¿Que aquél flaquea?... –¿Que el otro?.
Seguid orando, sin perder la paz. –¿Que se van? ¿Que se pierden?... ¡El Señor os tiene contados desde la eternidad!

Es el primero de los cuatro puntos que escribió ese día y que se encuentran en el Cuaderno VI, nº 946 {Son: 927, 888, 76, 358} , texto fechado en 10-III-1933. Es evidente que esta consideración surgió meditando la fiesta del día: Es evidente que esta consideración surgió meditando la fiesta del día: "Día de los Cuarenta Santos Mártires", así encabeza el texto {El 10 de marzo se celebraba, hasta la última reforma litúrgica, la memoria de los "Cuarenta Santos Mártires"}. El Autor siempre tuvo mucha devoción a los cuarenta mártires de Sebaste, por la expresión profunda de comunión y ayuda mutua en la fe que se prestaban unos a otros con el testimonio de su fidelidad.

 «  928  »  Tienes razón. –Desde la cumbre –me escribes– en todo lo que se divisa –y es un radio de muchos kilómetros–, no se percibe ni una llanura: tras de cada montaña, otra. Si en algún sitio parece suavizarse el paisaje, al levantarse la niebla, aparece una sierra que estaba oculta.
Así es, así tiene que ser el horizonte de tu apostolado: es preciso atravesar el mundo. Pero no hay caminos hechos para vosotros... Los haréis, a través de las montañas, al golpe de vuestras pisadas.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Bl. Se conserva la carta a la que alude el Autor. Era de Juan Jiménez Vargas, que escribía en octubre del 38 desde la Muela de Villastar), un monte de Teruel situado casi en la línea del frente. Vid com / 912. He aquí el texto:
"Esta mañana, cuando acababa de comulgar en una de estas cumbres, me fijé en un detalle: en todo lo que se divisa desde aquí, no alcanza la vista –y se abarca un radio de muchos kilómetros– una sola llanura. Una montaña tras otra. Si en algún sitio parece suavizarse el paisaje, al levantarse la niebla, aparece una sierra que estaba oculta. Así es, así tiene que ser el horizonte de la Obra. Hay que atravesar el mundo pero no hay caminos hechos para nosotros. Los haremos a través de las montañas al golpe de nuestra pisada" {Carta de Juan Jiménez Vargas a los de Burgos, Muela de Villastar) 16-X-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp B, exp 1. Gravitaba en los pensamientos del joven alférez que contempla así el paisaje –según comentó alguna vez– el relato que el Fundador les hacía –comparándolo con el camino del Opus Dei– de la Romería que hizo a la Virgen de Sonsoles, en Ávila, en la que la ermita, que veían desde lejos, desaparecía del horizonte, conforme subían y se acercaban. Vid relato en AGP, sec P, leg 1, 1985, pg 497}.
El Prof. Jiménez Vargas en su Relato del 77 recordaba muy bien esta carta: "Eso lo escribí en una carta a Burgos. Estaba en Teruel y esa cumbre era un pico que me parece que le llamaban Perdigón. Naturalmente, muchos de los nombres que se utilizaban en aquellos momentos, no tenían nada que ver con los auténticos nombres que aparecían en los mapas" {Relato del 77, pg 18}.

 «  EL APÓSTOL  » 

Vid Introd al cap precedente ("Llamamiento"), que es en buena medida Introd también al presente cap ("El Apóstol"), que tiene treinta y un puntos: diecinueve de Cec {Al reelaborar el texto, el Autor señaló, sobre su ejemplar de Cec, el contenido textual que debía integrar el nuevo cap "El Apóstol". Para ello numeró del 1 al 25 las 25 consideraciones asignadas. Al estudiarlas más despacio, refundió seis de ellas en tres (los actuales p / 938, 941  y 954; vid apcrít de estos puntos) y trasladó otras tres (los actuales p / 960, 961  y 969) al siguiente cap, que conserva el título original, pero que es todo de Burgos, menos estos tres puntos. Quedaron, pues, para este cap los 19 puntos de Cuenca que hoy se leen en él} y doce de nueva redacción.
El Autor, que en el cap 43 ha puesto el acento en la llamada de Dios para ser "apóstol", ahora quiere dibujar la figura de estos "hombres y mujeres de Dios" –que trabajan en esa "empresa apostólica"– en sus características de entrega, sencillez, celo apostólico, oración intensa, amor a la unidad, buscando pasar ocultos, etc., sin tomar nunca pretexto de su connatural presencia en los afanes de la sociedad civil, para hacer concesiones a la tibieza o a la frivolidad: "Sed hombres y mujeres del mundo –les dice–, pero no seáis hombres o mujeres mundanos" (p / 939).

 «  929  »  ¿La Cruz sobre tu pecho?... –Bien. Pero... la Cruz sobre tus hombros, la Cruz en tu carne, la Cruz en tu inteligencia. –Así vivirás por Cristo, con Cristo y en Cristo: solamente así serás apóstol.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 984, texto fechado en 18-IV-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 929, 600, 842}. El tenor literal del texto es idéntico al de C.
Late en este pensamiento el "Deo omnis gloria" del p / 780  y la doxología final del Canon Romano, con una acentuación de su dimensión cristológica. El Autor ve la glorificación de Dios, en la Cruz de Cristo realizándose en la vida del cristiano que acoge la Cruz en la realidad unitaria de su ser - "hombros", "carne", "inteligencia" - y se convierte así en existencia apostólica {Vid com / 301. Estudios sobre el tema: Pedro Rodríguez, "La 'exaltación' de Cristo en la Cruz. Juan 12, 32 en la experiencia espiritual del Beato Josemaría Escrivá de Balaguer", en Biblia, exégesis y cultura. 1994, pgs 573-601; A. Aranda, 'El bullir de la sangre de Cristo', 2000, pgs 255-278}. Vid también com / 11 y p / 786.

 «  930  »    Alma de apóstol: primero, tú. –Ha dicho el Señor, por San Mateo: "Muchos me dirán en el día del juicio: ¡Señor, Señor!, ¿pues no hemos profetizado en tu nombre y lanzado en tu nombre los demonios y hecho muchos milagros? Entonces yo les protestaré: jamás os he conocido por míos; apartaos de mí, operarios de la maldad".
No suceda –dice San Pablo– que habiendo predicado a los otros, yo vaya a ser reprobado.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, tinta negra, pluma deficiente. La frase de entrada ("Alma de apóstol: primero, tú"), como la redacción anterior tachada (vid apcrít) son de letra posterior, posiblemente agregadas en el acoplamiento definitivo de la "gaitica" en la secuencia del libro. No conozco interrelación documental. Hay, sí, una similitud temática con los p / 108  y 961. Vid com y com / 81. Pero aquí el Autor no piensa (directamente) en la vida interior del apóstol como fuente de la eficacia en la acción sino como necesaria para su salvación personal.

 «  931  »  El genio militar de San Ignacio nos presenta al demonio que hace un llamamiento de innumerables diablos y los esparce por estados, provincias, ciudades y lugares, tras de haberles hecho "un sermón", en el que les amonesta para echar hierros y cadenas, no dejando a nadie en particular sin atadura.
Me dijiste que querías ser caudillo: y... ¿para qué sirve un caudillo aherrojado?

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Redactada muy probablemente releyendo un guión de predicación que se titula precisamente así: "El genio militar de San Ignacio". He aquí el apunte:
"El demonio... hace llamamiento de innumerables demonios, y los esparce por estados..., provincias..., ciudades..., lugares..., y personas, no dejando a nadie en particular... Considerar el 'sermón' que les hace y cómo les amonesta para echar hierros y cadenas" {EjEsp, Meditación "Dos banderas. Genio militar de San Ignacio", Vitoria 21-VIII-1938; guión nº 83}.
El famoso pasaje del libro de los Ejercicios está en la "Meditación de dos banderas, la una de Christo, summo capitán y Señor nuestro; la otra de Lucifer, mortal enemigo" {Ejercicios, 136; BAC 86, 2ª ed, 1963, pg 225. El pasaje referente al "mortal enemigo" es éste (Ejercicios, 140-142; ibidem, pg 226): "1º puncto. El primer puncto es imaginar así como si se asentase el caudillo de todos los enemigos en aquel gran campo de Babilonia, como en una grande cáthedra de fuego y humo, en figura horrible y espantosa. 2º puncto. El 2º: considerar cómo hace llamamiento de inumerables demonios y cómo los esparce a los unos en tal ciudad y a los otros en otra, y así por todo el mundo, no dexando provincias, lugares, estados, ni personas algunas en particular. 3º puncto. El 3º: considerar el sermón que les hace, y cómo los amonesta para echar redes y cadenas; que primero hayan de tentar de cobdicia de riquezas, como suele, ut in pluribus, para que más fácilmente vengan a vano honor del mundo, y después a crescida soberuia; de manera que el primer escalón sea de riquezas, el 2º de honor, el 3º de soberuia, y destos tres escalones induce a todos los otros vicios"}.
Sobre la terminología "caudillo" vid com / 16.

 «  932  »  Mira: los Apóstoles, con todas sus miserias patentes e innegables, eran sinceros, sencillos..., transparentes.
Tú también tienes miserias patentes e innegables. –Ojalá no te falte sencillez.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, letra fina. Su antecedente es sin duda una anotación de los EjEsp que hizo en Pamplona en Navidad de 1937, Cuaderno VIII dupl, nº 1439, fechado en 22-XII-1937 {De las notas de ese día procede también el p / 438  } , que dice así:
"La oración de los apóstoles: con todas sus miserias patentes, sinceros, sencillos... ¡simples! Así yo, Jesús, así yo" {La cursiva es del original. Todo hace pensar que ese punto de C es el que provoca la reacción de Vicente Rodríguez Casado que da origen al p / 305. Vid com a este punto}.
Al escribir la octavilla para C el Autor prescinde de la palabra « ¡simples! », que parecía culminar la consideración. Podría interpretarse mal: una persona simple... No era eso. Cambia la palabra por « transparentes ».

 «  933  »  Cuentan de un alma que, al decir al Señor en la oración "Jesús, te amo", oyó esta respuesta del cielo: "Obras son amores y no buenas razones".
Piensa si acaso tú no mereces también ese cariñoso reproche.

Texto escrito sobre una octavilla de la serie Ah, por tanto redactado después de 20-XII-1938. La redacción de la "gaitica" pudo venir sugerida por el reencuentro con este apunte:
"Manifestaciones del Amor de Dios: –Obras son amores (referir el hecho) [...] Afectos ¡Amor con amor se paga! Reparación, celo, perfección en las cosas pequeñas. –Teresa (las dos) y las misiones. –Pensar que conmigo se repite aquella escena (obras son amores...) y que oigo el cariñoso reproche..." {EjEsp, Meditación "Amor de Dios", Vitoria 25-VIII-1938; guión nº 113}.
"Referir el hecho", anotó en el guión. Lo contaba, sin aludir, claro está, a su persona {En los EjEsp que predicó a los seminaristas de Valencia en 1940 se refirió a este punto en una de las meditaciones: "Una vez un sacerdote estaba administrando la Sagrada Comunión a un grupo de almas escogidas y, con ese trato razonable del sacerdote con su Dios, su alma, amiga de Jesús, contemplativa, estaba en coloquio con su Redentor. A la vez que pronunciaba las palabras que la Iglesia pone en labios del sacerdote cuando administra la comunión, decía: Jesús, yo te quiero mucho. ¿Más que éstos?, le dijo el Señor, pues, obras son amores. –Hijo mío, que tú y yo le queramos. Pero, obras. Si no mejoramos, si nuestra conducta es como siempre, si no estudias, si no rechazas las tentaciones, si no purificas tu intención, si no piensas en las almas: ¡ay!" (EjEsp , Meditación 5.2, Valencia 7-XI-1940; notas de D. Vicente Moreno; AGP, sec A, leg 100-38, carp 1, exp 18). Como se ve, Moreno no recogió con exactitud el diálogo del Autor con el Señor; sí la idea. Sobre este documento, vid nota en com / 704}. Aconteció el 16 de febrero de 1932 en la iglesia del Real Patronato de Santa Isabel. Él mismo lo había dejado escrito en la página 50 de su Cuaderno V (1932), que dice así:
"[...] Yo me venía dando cuenta de esto y de que daba largas a ciertos propósitos de emplear mayor interés y tiempo en las prácticas de piedad, pero me tranquilizaba con el pensamiento: más adelante, cuando estés fuerte, cuando se arregle mejor la situación económica de los tuyos... ¡entonces! Y hoy, después de dar la sagrada Comunión a las monjas, antes de la santa Misa {En el Convento de Santa Isabel, como era lo más normal entonces, las monjas comulgaban fuera de la Misa; concretamente, antes, como dice el Beato Josemaría en el texto y unos días después en su Cuaderno : "Esta mañana, al cerrar el Sagrario después de la Comunión y antes de comenzar la Santa Misa [...]" (Cuaderno V, nº 724, 13-V-1932). Una anotación de unos meses antes, siempre en Santa Isabel: "Le he dicho varias veces a la Tornera que, cuando yo comulgo, como ellas ya han dado gracias porque les administro la sagrada Comunión antes de la Misa, le diga en mi nombre a Jesús cuánto le quiero" (nº 464, 10-XII-1931). Seguía la praxis recibida. Él pensaba en este punto muy de otra manera (vid com / 536)} , le dije a Jesús lo que tantas y tantas veces le digo de día y de noche: "Te amo" [Nota a pie: "dije 'te amo más que éstas' "] {Era, en efecto, un pensamiento que le suscitaba de tiempo atrás la contemplación de una comunidad orante: "Cuando veo una comunidad de religiosas orando, le digo a Jesús: no sé lo que te querrán éstas, pero yo te quiero más que todas juntas" (Cuaderno IV, nº 421, 29-XI-1931)}. Inmediatamente, entendí sin palabras: "obras son amores y no buenas razones". Al momento ví con claridad lo poco generoso que soy, viniendo a mi memoria muchos detalles, insospechados, a los que no daba importancia, que me hicieron comprender con mucho relieve esa falta de generosidad mía. ¡Oh, Jesús! Ayúdame, para que tu borrico sea ampliamente generoso. ¡Obras, obras! Seguiré diciéndote muchas veces que te amo –¡cuántas te lo he dicho hoy!– pero, con tu gracia, será mi conducta, serán las pequeñeces de cada día, con elocuencia muda, las que clamen delante de ti, mostrándote mi Amor" {Cuaderno V, nº 606, 16-II-1932. "tu borrico": el propio Autor; vid sobre el tema com / 420, 606 y 998}.
Esta locución sobrenatural quedó grabada para siempre en su alma {Sobre el tema vid Vázquez de Prada, I, pgs 416-418} y lo irá dejando anotado en su Cuaderno:
"Dios mío: ¡cuánto me duele aquel "obras son amores y no buenas razones"!" {Cuaderno VI, nº 912, 20-I-1933. Una nota posterior del Autor añade: "Por ahora hace un año"}.
"Dios mío, ¡cómo me duele aquel grito tuyo: "obras son amores y no buenas razones"! Sin embargo, ¡qué vida de tibieza, la mía! ¡qué miserable soy! ¿Hasta cuándo, Jesús, hasta cuándo! ¡Madre mía, Virgen de los besos, San José –mi Padre y Señor–, Angel Custodio, Madre Teresa!: mirad a este pobre pecador, y ayudadle... ¡que yo cumpla la Voluntad de Dios! –Esa frase, oída al dar la Sda. Comunión a las monjas de Sta. Isabel, en la ventanilla –comulgatorio, debe ser para mí una espuela– ¡pobre borrico! –y no lo es: si lo fuera, ¿tendría yo nunca esta intranquilidad tonta de hoy?" {Cuaderno VII, nº 1120, 20-I-1934. Dice aquí que las palabras fueron oídas "al dar la comunión". En el relato de 1932 dice "después de dar la sagrada Comunión". El relato que recoge D. Vicente Moreno (EjEsp , Meditación 4.2, Valencia 2 a 9-XI-1940; AGP, sec A, leg 100-38, carp 1, exp 18) muestra cómo las dos versiones que da el Autor en sus Apuntes son la misma: el Beato Josemaría iba repitiendo en su corazón el "te amo más que éstas" después de dar la comunión a cada monja y pronunciar las palabras rituales}.
Tenemos un testimonio emocionante de este lance sobrenatural. El actual Prelado del Opus Dei, Mons. Echevarría, que acompañaba al Beato Josemaría en la visita que hizo en 1972 a la iglesia del Real Patronato de Santa Isabel, escribe:
"Con emoción indescriptible me dijo, mientras señalaba la reja del lado izquierdo del presbiterio: 'allí fue –y paladeó cada palabra– lo de obras son amores y no buenas razones' " {Javier Echevarría, Memoria del Beato Josemaría Escrivá, pg 183; la cursiva es del original}.
Este punto debe ser puesto en estrecha relación con el p / 242. Vid com.
La locución sobrenatural se servía de un refrán de la lengua castellana, tan célebre que dio título a una comedia de Lope de Vega: Obras son amores {Félix Lope de Vega y Carpio, Famosa comedia de Obras son amores. En ella se encuentran estas dos formulaciones del refrán en el diálogo entre Felisardo y Laura: "Creedme que estoy corrida, / y no porque me mouió / interés para quereros, / mas porque hablando los dos / en cosas de amor, jamás / obras el vuestro mostró, / que obras, señor, son amores, / que buenas razones no" (Escena 3, lin 711). Tu le verás en mis obras, / pues como me dizes oy, / está el amor, Laura, en ellas, / que en buenas razones no (Escena 3, lin 743). El mismo Lope de Vega en el Soliloquio IV, estrofa 3ª, confesando sus pecados, dice: "Yo pensaba que os amaba | no más porque os quería: | quien tales obras hacía | lejos de amaros estaba. || Deciros amores yo, | ¿qué importa en tantos errores? | Obras, Señor, son amores, | que buenas palabras, no" (Felix Lope de Vega y Carpio, Soliloquios amorosos de un alma a Dios, Sol. VII; Mª Antonia Sanz Cuadrado (ed.), Castilla, Madrid 1948, pg 109). Vid com / 477}.

 «  934  »  El celo es una chifladura divina de apóstol, que te deseo, y tiene estos síntomas: hambre de tratar al Maestro; preocupación constante por las almas; perseverancia, que nada hace desfallecer.

Texto sobre una octavilla Drv. En el dorso se lee el encabezamiento de una carta ("Sr. D. Casimiro Morcillo"). Escrito también al final del periodo redaccional, releyendo guiones de meditación. El apunte dice así:
"Manifestaciones del celo apostólico: hambre de tratar al Maestro. Oración, Penitencia, Estudio, no ciencia infusa. Teresa, ora; Ignacio, obra: Preocupación constante (las almas que no conocen a Cristo, las que le desprecian) sin perder la paz (chifladura). Comparar con las aficiones de los mundanos: Perseverancia, que nada hace desfallecer. Crecerse ante los obstáculos" {EjEsp, Plática "Espíritu apostólico", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 111. El Autor utilizó este punto para el "sorteo de patronos" de 31-XII-1938. Se conserva la ficha manuscrita del Autor (AGP, sec A, leg 54, carp 3, exp 2). Sobre este "sorteo" vid com / 305}.
Vid p / 793, donde se explica "la señal cierta del celo verdadero". Vid también p / 796

 «  935  »  No te duermas sobre los laureles. –Si, humanamente hablando, esa postura es incómoda y poco gallarda, ¿qué sucederá cuando los laureles –como ahora– no sean tuyos, sino de Dios?

Punto procedente del Cuaderno VII, nº 1144, texto fechado en 3-III-1934 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 935, 228, 692}. El tenor literal es idéntico al de C, con sólo variantes de puntuación.
"Dormirse sobre los laureles", es decir, "descuidarse o abandonarse uno en la actividad emprendida, confiando en los éxitos que ha logrado" {DRAE, 21ª ed, 1992, II, pg 1235, voz "laurel"}.

 «  936  »  Al apostolado vas a someterte, a anonadarte: no a imponer tu criterio personal.

Punto procedente del Cuaderno IV, nº 206, texto fechado en 15-VII-1931. Dice así:
"Quien venga a la Obra de Dios ha de estar persuadido de que viene a someterse, a anonadarse: no a imponer su criterio personal, sino a aceptar una serie de disposiciones divinas, que ya están en curso, y directrices aprobadas, por quien, hasta ahora, puede hacerlo" {En Instrucción, 1-IV-1934, nº 17 ya había utilizado este punto de su Cuaderno: "No olvidéis indicar a esa alma bien dispuesta, que quien venga a la Obra de Dios ha de estar persuadido de que viene a someterse, a anonadarse: no, a imponer su criterio personal. En una palabra: que ha de decidirse a hacerse santo"}.

 «  937  »  Nunca seáis hombres o mujeres de acción larga y oración corta.

Punto procedente del Cuaderno IV, nº 341, texto fechado en 20-X-1931. Dice así:
"Señor, Jesús: que tus hijos no sean hombres de acción larga y oración corta".
"Acción larga y oración corta". Vid la fundamental doctrina de los p / 81  y 82: este p / 937  es una consecuencia.

 «  938  »  Procura vivir de tal manera que sepas, voluntariamente, privarte de la comodidad y bienestar que verías mal en los hábitos de otro hombre de Dios.
Mira que eres el grano de trigo del que habla el Evangelio1. –Si no te entierras y mueres, no habrá fruto.

El primer párrafo procede del Cuaderno IV, nº 322, texto fechado en 12-X-1931 {A continuación escribió el p / 914}.
"La nota que voy a apuntar es de formación personal, para los sujetos de la Obra de Dios: debemos vivir de tal manera que sepamos, voluntariamente, privarnos de la comodidad y bienestar, que no hubiéramos tenido en nuestra casa".
El segundo párrafo procede del mismo Cuaderno pero está escrito unos días antes: 30-IX-1931 {En ese día transcribió el p / 210} (nº 302):
"Ya se dijo, pero bueno es volverlo a recordar, como lo hacíamos anoche con D. Norberto, que somos los primeros de la Obra de Dios el grano de trigo, de que habla el Evangelio. Si no nos enterramos y morimos, no habrá fruto".
Como se ve en apcrít el Autor refundió dos puntos del impreso de Cuenca al preparar el texto definitivo en Burgos.

 «  939  »  Sed hombres y mujeres del mundo, pero no seáis hombres o mujeres mundanos.

Punto procedente del Cuaderno III, nº 123, texto fechado en 9-XII-1930 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 939, 128, 551}.
"Estos días pasados he ido anotando unas cosas, que voy a apuntar aquí. –Por todo lo dicho hasta ahora, se ve con claridad que los hombres y mujeres de la Obra de Dios han de ser hombres y mujeres del mundo; nunca hombres y mujeres mundanos".
Con el estilo propio de C, este punto es, en su brevedad, expresivo, casi definitorio, de cómo el Autor entiende en 1930 lo que llamará el Concilio Vaticano II en 1964 la "índole secular" de los fieles corrientes, de los laicos {"Laicis indoles saecularis propria et peculiaris est" (Conc. Vaticano II, Const. Lumen Gentium, nº 31). Esta "índole secular" fue objeto de una detenida consideración por el Papa Juan Pablo II en la Exhortación postsinodal Christifideles laici, 30-XII-1988, nº 15: "La condición eclesial de los fieles laicos se encuentra radicalmente definida por su novedad cristiana y caracterizada por su índole secular"; AAS 81, 1 (1989) 416 (cursiva en el original)}. "Ser del mundo" como afirmación cristiana de las realidades humanas y del orden de la creación, y "ser mundano" como cesión ante la dinámica pecaminosa del "mundo", que no conoce a Dios (Jn 1, 10), y cuyas obras son malas (Jn 7, 7)
Este mensaje teológico llega al lector por la mediación de una tensión entre sinónimos, como ha puesto de manifiesto el lingüista alemán Hans-Martin Gauger {Vid Hans-Martin Gauger, Durchsichtige Wörter. Zur Theorie der Wortbildung, C. Winter, Heidelberg 1971, pg 96. Gauger toma este punto de C, junto al pasaje que allí cita de la famosa "Oraison funèbre" de Bossuet, como prototipos de su teoría del "contexto sinonímico"} :
"En cuanto a la frase de 'Camino , me refiero a mi teoría del 'contexto sinonímico' , que saca a la luz las diferencias entre los sinónimos: aquí es entre ' del mundo ' y ' mundano '. Quiero decir que en otros contextos no sale necesariamente esta diferencia, muy importante en este caso para el autor, porque toda la frase depende de la diferencia entre 'mundano' y 'del mundo'. Lo que muestra la sensibilidad lingüística del autor: oponiendo los dos sinónimos hace ver la diferencia, que es, para él, insisto, fundamental; 'mundano' no es sólo 'del mundo', lo podría ser en otros contextos, como 'fraternal' no es sólo 'del hermano' " {Respondía así a una consulta mía. Continúa el ilustre filólogo: "En español se distigue 'fraternal' y 'fraterno', pero en francés hay sólo 'fraternel', con los dos sentidos según el empleo: 'la chaleur fraternelle' y 'la maison fraternelle', en el último caso el adjetivo designa sólo una relación y no una calidad intrínseca de la casa, que es sencillamente 'la del hermano' " (Carta de Hans-Martin Gauger a Pedro Rodríguez, Freiburg 27-III-2001)}.

 «  940  »  No olvides que la unidad es síntoma de vida: desunirse es putrefacción, señal cierta de ser un cadáver.

Texto procedente del Cuaderno V, nº 460, fechado en 8-XII-1931.
"No olviden los socios que la unidad es síntoma de vida: desunirse es putrefacción, señal cierta de ser un cadáver".
Como ya se dijo, esta consideración estaba repetida tanto en el impreso de Cuenca (Cec36 / 3) como en C (p / 381). Vid com / 381, donde se explica cómo para ese punto el Autor preparó en la 6ª edición de C un texto nuevo, permaneciendo inmodificado este p / 940.
La unidad. "El Autor no hace con estas palabras una observación pragmática ordenada al logro de unos resultados concretos. Enuncia más bien un principio capital de su concepción del Cristianismo y el modo de encarnarlo" {José Morales, "Introducción" a Estudios sobre 'Camino' , pg 21. Esta "Introducción" en realidad es un penetrante estudio sobre la tensión del hombre hacia la "unidad" de su ser y de su vida, que sólo se encuentra en Dios. "Tema central de 'Camino' –escribe Morales– es también la unidad del hombre bajo los efectos saludables de la gracia divina. 'Camino' entiende al hombre como lugar vivo de unidad, como persona que ha de buscar siempre la unidad que inicialmente no es y que debe llegar a ser" (ibidem)}. Aquí el pensamiento abarca, a mi parecer, desde la unidad total de la Iglesia –somos un solo cuerpo, aunque seamos muchos, porque comemos un único Pan (1Co 10, 17)– hasta la unidad de las obras apostólicas; lo que exige unidad de corazones, unidad operativa con la cabeza y con los hermanos. El tema se prolonga en el p / 955. El nuevo p / 381, el incluido en la 6ª edición, también se mueve en esta línea.

 «  941  »  Obedecer..., camino seguro. –Obedecer ciegamente al superior..., camino de santidad. –Obedecer en tu apostolado..., el único camino: porque, en una obra de Dios, el espíritu ha de ser obedecer o marcharse.

La primera parte del punto (vid apcrít) es posterior en redacción a la segunda y procede del Cuaderno VI, nº 943, 9-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 922, 522, 738, 258, 259, 941a, 949, 265, 80, 79, 189, 559, 90} , que dice:
"Obedecer..., camino seguro. Obedecer ciegamente al Superior..., camino de santidad. Obedecer en la Obra de Dios..., es el único camino".
La segunda parte fue escrita el 1-VI-1932, y dice así:
"Ayer le dije a uno de los nuestros que el espíritu de los socios era obedecer o marcharse" {Cuaderno V, nº 747}.
De estos textos proceden las dos consideraciones de Cec que se citan el el apcrít y que, refundidas, dan origen al punto de C que comentamos.
"Ciegamente", en el sentido de "con un total confianza" {Lo entendió bien el traductor alemán: "mit rückhaltlosen Vertrauen gehorchen", con una confianza sin reservas} , de "fiarse" –en el sentido bíblico– del director. Para situar bien la afirmación del Autor es interesante tener en cuenta que, en el Cuaderno, nuestro punto forma una unidad con el texto que inmediatamente le precede (que dará lugar al p / 259) y dice así:
"¡Todavía los escrúpulos! Habla con sencillez y claridad a tu Director. Obedece... y no empequeñezcas el Corazón amorosísimo del Señor".
A continuación, el punto que comentamos. En ese contexto de "escrúpulos" es donde una indiscutida praxis de la vida espiritual exhorta a una obediencia "ciega" al Director. El Autor no utilizaba en otro contexto la expresión "obediencia ciega", pues podría entenderse como exhortación a un acto de la voluntad prescindiendo de la personal reflexión en orden a obedecer inteligentemente.
Vid cap "Obediencia" en su conjunto, pero especialmente com / 617 y 619. Vale para la obediencia lo que se dice en el p / 983  a propósito de la perseverancia: que no puede ser "consecuencia ciega" de un impulso primero, sino que ha de ser una "perseverancia reflexiva".

 «  942  »  Ten presente, hijo mío, que no eres solamente un alma que se une a otras almas para hacer una cosa buena.
Esto es mucho..., pero es poco. –Eres el apóstol que cumple un mandato imperativo de Cristo.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 1076, texto fechado en 6-XI-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 471, 552, 553, 455, 23, 290, 942}:
"Hijos míos: no somos unos cuantos que se reúnen a hacer una cosa buena: hemos de ser apóstoles que cumplen un mandato imperativo de Cristo".
A la vez que preparaba la edición de Cuenca escribía una Instrucción, que ya hemos citado varias veces. Allí se encuentra también, casi a la letra, el texto de Cec:
"Por consiguiente, no olvidéis hijos míos, que no somos almas que se unen a otras almas, para hacer una cosa buena. Esto es mucho... pero es poco. Somos apóstoles que cumplimos un mandato imperativo de Cristo" {Instrucción, 19-III-1934, nº 27; la cursiva es del original}.
La expresión "mandato imperativo de Cristo" es, en boca del Autor, una manera de designar el carácter de "vocación divina" que tiene la llamada al apostolado de la que él hablaba.

 «  943  »  Que, tratándote, no se pueda exclamar lo que, con bastante razón, gritaba una determinada persona: "Estoy de honrados hasta aquí..." Y se tocaba en lo alto de la cabeza.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 832, texto fechado en 28-IX-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 452, 132, 225, 450, 943, 14, 960}. El tenor literal es idéntico al de C, con la sola variante del "tratándote", que en el Cuaderno es "tratando a los nuestros".
El Autor explica desde esta experiencia suya lo que se suele decir también con esta otra frase muy conocida: "Para aguantar a un santo hace falta otro santo". A veces, personas que pasan por muy cristianas y santas son en realidad, en su trato humano, sencillamente insoportables, hacen antipática la virtud. El mensaje es el que ya dio en el p / 657: "La verdadera virtud no es triste y antipática, sino amablemente alegre".

 «  944  »  Has de prestar Amor de Dios y celo por las almas a otros, para que éstos a su vez enciendan a muchos más que están en un tercer plano, y cada uno de los últimos a sus compañeros de profesión.
¡Cuántas calorías espirituales necesitas! –Y ¡qué responsabilidad tan grande si te enfrías!, y –no lo quiero pensar– ¡qué crimen tan horroroso si dieras mal ejemplo!

Punto procedente del Cuaderno V, nº 520, texto fechado en 28-XII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 920, 268, 5, 944, 186}.
"El socio ha de prestar Amor de Dios y celo por las almas a los terciarios {Así designaba entonces a los fieles del Opus Dei que después se llamarían Supernumerarios (también hablaba de "tercer grado": vid supra com / 915). En cuestiones terminológicas el Autor echaba mano de lo que podía y de lo que había disponible y, para los que le escuchaban, de alguna manera inteligible. Sobre el tema vid A. de Fuenmayor, V. Gómez-Iglesias, J. L. Illanes, El itinerario jurídico del Opus Dei, Eunsa, Pamplona 1989, passim} , que le correspondan conforme a nuestra organización, para que éstos a su vez enciendan a los circulistas de las actividades centrífugas {Los que hoy se llaman Cooperadores del Opus Dei. Lo de "actividades centrífugas" era una manera gráfica de explicar la connatural apertura apostólica de los fieles del Opus Dei y de los Centros de la Prelatura. Después usó poco esta expresión –yo no se la he oído nunca– y hablaba más de «abrirse en abanico», en todas direcciones, como los dedos de la mano}, y cada circulista luego a sus compañeros de profesión. ¡Cuántas calorías espirituales necesita el socio! y ¡qué responsabilidad tan enorme para él, si se enfría! y –no lo quiero pensar– ¡qué crimen tan horrendo, si diera mal ejemplo!".
El mensaje y el tenor redaccional de este punto hay que ponerlo en relación con la doctrina del p / 831, de posterior redacción.

 «  945  »  Es mala disposición oír la palabra de Dios con espíritu crítico.

Punto procedente del Cuaderno VII, nº 1135, fechado en 11-II-1934. Tenor literal idéntico al de C. Ese día transcribió tres futuros puntos de C {Son: 712, 619, 945}.
El Autor subraya la actitud receptiva y confiada del creyente ante la Escritura Santa y derivadamente ante el Magisterio y la predicación oficial de la Iglesia. Oír la palabra de Dios, escucharla en el sentido bíblico, es estar rendido ante el Señor, como el pequeño Samuel: "Habla, Señor, que tu siervo escucha" (1S 3, 9.10). El "espíritu crítico" –en el sentido que este término ha tomado en el lenguaje ordinario en España: espíritu de crítica, de "buscarle la vuelta" a las afirmaciones– arruina la escucha, pues el oyente se erige así en juez del mensaje. Es lo contrario del discernimiento, que es poner el intelecto en la escucha para captar bien lo que el Señor me quiere decir.
El problema no es "moderno" sino tan antiguo como el Cristianismo. San Juan Crisóstomo lo había descrito en estos términos: "Los fieles no quieren escuchar al predicador con la disposición de ánimo con que se oye a un maestro, sino que en vez de sentirse discípulos, se sienten espectadores, como en los certámenes profanos" {San Juan Crisóstomo, Sobre el sacerdocio, lib 5, 1; BAC 169, 1958, pg 717.}.

 «  946  »  Si queréis entregaros a Dios en el mundo, antes que sabios –ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas– habéis de ser espirituales, muy unidos al Señor por la oración: habéis de llevar un manto invisible que cubra todos y cada uno de vuestros sentidos y potencias: orar, orar y orar; expiar, expiar y expiar.

Punto procedente del Cuaderno IV, nº 234, texto fechado en 19-VIII-1931 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 367, 332, 946, 398}.
"Los hombres y mujeres de Dios, antes que sabios –ellas no hace falta que lo sean: nos conformamos con que sean discretas–, han de ser espirituales, muy unidos al Señor por la oración: han de llevar un hábito invisible, que cubra todos y cada uno de sus sentidos y potencias: orar, orar y orar: expiar, expiar y expiar".
En la terminología de Apínt la expresión "los hombres de Dios" o "los hombres y las mujeres de Dios" es con frecuencia una manera de designar a los fieles del Opus Dei. Cuando esto es así, suele subrayar la expresión, como en este caso. Así pasó el texto al impreso de Cuenca. Al preparar C en Burgos dio con una expresión más amplia y elocuente, que transmite de manera directa el mensaje: "Si queréis entregaros a Dios en el mundo". Vid apcrít.
Por lo demás, este punto hay que ponerlo en estrecha relación con el p / 332, que le precede inmediatamente en el Cuaderno. Fue, en efecto, escrito a renglón seguido de transcribir la frase del P. Sánchez, su confesor, que daría origen a ese punto ("Al que pueda ser sabio no le perdonamos que no lo sea"). Como se ve por la secuencia de ambos en el Cuaderno, el p / 946  tiene carácter de comentario, de reflexión puntualizadora: los hombres y las mujeres de Dios que puedan ser sabios deben serlo, ciertamente. Pero "antes que sabios"... hay algo más importante en su vida, que es el mensaje del punto: la primacía radical de la vida de la gracia y de la unión con Dios en la oración y en la expiación. Es algo que está por encima de toda ciencia humana.
"Ellas no hace falta que sean sabias". Expresión sumamente pegada a la realidad de la mujer en la época, en la que las jóvenes accedían escasamente a la Universidad. Ante una pregunta sobre el tema en 1972, Mons. Escrivá de Balaguer respondió:
"Cuando yo escribía eso tenía muy presente el ambiente de la universidad en el mundo. No lo cambio, quedará así, pero en este momento os debo una explicación: yo no tuve más que una condiscípula, que era parienta mía, por cierto; era la única que había en la universidad, en la Facultad de Derecho. Y había otra en Medicina [...] No se comprendía en aquella época.
Yo no he despreciado nunca a la mujer, hubiese sido despreciar a mi madre y a las vuestras y a la Madre de Dios. Yo tengo el concepto más alto de la mujer. Sé que podéis dar la vuelta a todas las criaturas que tenéis alrededor, si sois buenas cristianas y sois alegres, porque talento os lo ha dado muy grande Nuestro Señor. De modo que entiéndelo ahora de otra manera" {Notas de un coloquio con mujeres, Madrid 27-X-1972; AGP, sec A, leg 51}.
Esa situación fáctica de la mujer en aquella época no era impedimento –en el pensamiento del Autor– para que las mujeres, igual que los hombres, pudieran santificarse en el ejercicio de la tarea humana, profesional y social que de hecho se ofrece en cada circunstancia histórica. Josemaría Escrivá no exigía a las mujeres que pudieran venir a la Obra {Cuando escribe estas consideraciones de hecho todavía no pertenecía al Opus Dei ninguna mujer} un empeño inhumano por lograr ser "sabias" en aquellas circunstancias: si lo pueden ser, bien; pero "no hace falta". La dinámica de la sociedad ha llevado a la actual situación de presencia creciente, en todos los ámbitos de la cultura y de la ciencia, de las mujeres y, por tanto, de las mujeres del Opus Dei {Vid en este sentido La mujer en la vida del mundo y de la Iglesia, entrevista realizada al Autor por Pilar Salcedo en 1968, publicada en Telva (Madrid) el 1-II-1968, e incluida en Conversaciones, 87-112}. Álvaro del Portillo, anotando este pasaje del Cuaderno IV, escribe: "Al leer nuestro Padre estas líneas, conmigo, comentó sonriendo: 'Que me perdonen mis hijas, ahora que tengo no pocas sabias, esparcidas por el mundo' " {Álvaro del Portillo, nt 254 a Apínt}.
Es interesante hacer notar que en el año 1932 el Autor tenía planteada, de manera personal, una cuestión semejante. En su Cuaderno anota un esquema de la conversación que quiere tener con su Director espiritual:
"Entre otras cosas, es preciso decidir mi actuación personal. Le diré mi modo de verla y espero que lo apruebe. Dos caminos se presentan: que yo estudie, gane una cátedra y me haga sabio. Todo esto me gustaría y lo veo factible. Segundo: que sacrifique mi ambición, y aun el noble deseo de saber, conformándome con ser discreto, no ignorante. Mi camino es el segundo: Dios me quiere santo, y me quiere para su Obra" {Cuaderno V, nº 678, 3-IV-1932; la cursiva es mía}.
El Autor de C se plantea, pues, una alternativa semejante a la de este p / 946  y elige para sí lo mismo que considera entonces factible para las mujeres: se ve a sí mismo sacrificando su innata tendencia a la cátedra universitaria (sabio) en aras de su vocación a fundar el Opus Dei, conformándose con ser "discreto". La realidad de su vida muestra, por cierto, el alto concepto cultural y humano que tenía de ese ser "discreto" {El Diccionario de Autoridades de la Real Academia Española, 2ª edición, Madrid 1732, definía así la palabra "discreto": "Cuerdo, de buen juicio, que sabe ponderar y discernir las cosas, y darle a cada una su lugar"} ; especialmente si se trata de mujeres, como explicaba, con humor, al día siguiente del encuentro ya citado:
"Realmente, una mujer discreta es una mujer que tiene discreción. Y poseer discreción es un modo teórico y práctico de tener la sabiduría. De modo que yo pienso que las mujeres nacéis siendo sabias. Por eso nos manejáis a los hombres de esa manera tan encantadora" {Notas del citado coloquio con mujeres, Madrid 28-X-1972; AGP, sec A, leg 51}.

 «  947  »  Te pasmaba que aprobara la falta de "uniformidad" en ese apostolado donde tú trabajas. Y te dije:
Unidad y variedad. –Habéis de ser tan varios, como variados son los santos del cielo, que cada uno tiene sus notas personales especialísimas. –Y, también, tan conformes unos con otros como los santos, que no serían santos si cada uno de ellos no se hubiera identificado con Cristo.

Punto procedente del Cuaderno V, nº 503, texto fechado en 24-XII-1931 {En el Cuaderno precede a este punto el texto que dará origen al p / 394}.
"Otro punto: Unidad y variedad. La conclusión fue: los socios serán tan varios, como variados son los santos del cielo, que cada uno tiene sus notas personales y especialísimas: y tan conformes entre sí también como los santos, que no serían santos si cada uno de ellos no se hubiera identificado con Cristo. Unidad y variedad serán las notas que calificarán la formación de los socios. D.O.G".
El texto del Cuaderno relata una de aquellas conversaciones de Escrivá con los primeros que se acercaban al Opus Dei, apenas naciente, y les iba exponiendo el espíritu que lo caracterizaba, provocando el diálogo y la adhesión consciente a aquellos principios fundamentales, de forma que podía relatarlo en su Cuaderno como "conclusión". El principio de unidad y variedad, tan característico de la eclesiología patrística y que tendrá en el Concilio Vaticano II una trascendencia tan grande para la autocomprensión de la Iglesia en su relación con el mundo, era un principio fundamental en la espiritualidad del Autor de C: la diversidad de opiniones de los fieles cristianos en todos los terrenos de la cultura junto a la más ferviente unidad en la doctrina de la fe católica.
"Unidad y variedad serán las notas que calificarán nuestra formación". El Autor prescindió en Cec, y derivadamente en C (vid apcrít), de esta última frase del texto de Apínt y de Cem32, que retoma el principio de unidad y variedad en cuanto normativo en la formación de los fieles del Opus Dei.
"Identificarse con Cristo". Esto es la santidad. El Autor ofrece ya aquí, en germen, su doctrina sobre el cristiano "ipse Christus", a la que hemos aludido en com / 66. Vid la bibliografía sobre el tema allí citada.

 «  948  »  Tú, hijo predilecto de Dios, siente y vive la fraternidad, pero sin familiaridades.

Punto procedente del Cuaderno VI, nº 950, texto fechado en 14-III-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 948, 177, 249}.
"Vosotros, hijos predilectos de Dios en su Obra, sentid y vivid la fraternidad, pero sin familiaridades".
Es un punto prototípico de la labor redaccional del Autor a partir de las notas de su Cuaderno. Vid apcrít Al velógrafo va el texto tal cual; al pasar al texto impreso elimina la alusión a "la Obra", pero mantiene el colectivo "vosotros". En C se sitúa ya en el tono característico del libro y de su acción pastoral: el íntimo diálogo de tú a tú.

 «  949  »  Aspirar a tener cargos en las empresas de apostolado es cosa inútil en esta vida, y para la otra Vida es un peligro.
Si Dios lo quiere, ya te llamarán. –Y entonces deberás aceptar. –Pero no olvides que en todos los sitios puedes y debes santificarte, porque a eso has ido.

Otra experiencia del Beato Josemaría al frente del Opus Dei, que refleja la experiencia universal de la Iglesia y de sus instituciones y que propone a todos los lectores. Procede, como el anterior, del Cuaderno VI, nº 943, texto fechado –junto con otros doce futuros puntos de C– en 9-III-1933 {Son: 922, 522, 738, 258, 259, 941a, 949, 265, 80, 79, 189, 559, 90} :
"Aspirar a tener cargos dentro de la O. es cosa inútil en esta vida, y para la otra Vida es un peligro. Si Dios lo quiere, ya te llamarán. Y entonces deberás aceptar. Pero no olvides que en todos los sitios puedes y debes santificarte, porque a eso has venido".
"No olvides que en todos los sitios puedes y debes santificarte". Afirmación que trasciende el contexto inmediato de este p / 949  para ser una fórmula sintética de los temas abordados en los p / 832, 837  y 926. Vid. los com a esos puntos.
Nótese el cambio de "venido" por "ido" que se señala en el apcrít, semejante al de p / 952.

 «  950  »    Si piensas que al trabajar por Cristo los cargos son algo más que cargas, ¡cuántas amarguras te esperan!

El Autor introduce después de esta secuencia de consideraciones del impreso de Cuenca dos puntos de nueva redacción: éste y el siguiente. Ambos tienen texto escrito sobre una octavilla perteneciente a la serie Lh, elaborada en la Legación de Honduras. No hay interrelación documental inmediata. En un guión de 1934 se lee este apunte:
"No hay cargos, pero hay cargas. Siempre voluntarias, y sin que hagan perder el tiempo de estudio" {Guión 1º de los preparados por el Autor en 1934 para las clases o círculos de San Rafael (AGP, sec A, leg 50-13, carp 4, exp 1). Vid com / 474 nota 17}.

 «  951  »  Hacer cabeza en una obra de apostolado es tanto como estar dispuesto a sufrirlo todo, de todos, con infinita caridad.

Vid lo dicho para el punto anterior. El punto refleja sencillamente la personal experiencia del Autor como Fundador del Opus Dei. Se remonta incluso a sus años de Inspector en el Seminario de Zaragoza, donde tenía un recordatorio de cartón, que había encontrado abandonado, con las palabras de San Pablo referenciadas en apcrít:
"Sobre mi mesa de trabajo me puse este recordatorio: caritas omnia suffert. Quería aprender a hacerlo todo por amor, y enseñarlo con el ejemplo a los seminaristas" {Ramón Herrando, Los años de seminario del Beato Josemaría Escrivá en Zaragoza (1920-1925). El Seminario de San Francisco de Paula, pro manuscripto, Pamplona 1999, pgs 322-323, que remite a las Declaraciones procesales de Álvaro del Portillo (pg 183) y de Javier Echevarría (pg 228) citadas respectivamente en com / 557 y com / 896}.
El que "hace cabeza" tiene que estar dispuesto a esto, llenando su vida de oración y sacrificio por todos los que le están encomendados {El Autor sabe que podría no estarlo y actuar como lamenta en el p / 621: "¡Qué lástima que quien hace cabeza no te dé ejemplo!...". Es el constante contrapunto de la libertad mal usada}.
En C, como se ve, se usa con frecuencia {Vid también p / 53, 371, 953  y 968} la expresión castellana "hacer uno cabeza" en su sentido clásico: "Ser el principal en un negocio o grupo de personas" {DRAE, 15ª ed (1925) y 19ª ed (1970) en la voz "Cabeza"}.

 «  952  »  En el trabajo apostólico no se ha de perdonar la desobediencia, ni la doblez. –Ten en cuenta que sencillez no es imprudencia, ni indiscreción.

De nuevo un texto de la edición de Cuenca, procedente del Cuaderno V, nº 797, fechado en 28-VII-1932 (y precedido del p / 409). Ternor literal:
"En la Obra de Dios no se perdonará la desobediencia, ni la doblez. Téngase en cuenta que sencillez no es imprudencia, ni indiscreción".
Estructura redaccional muy semejante a otros puntos de este cap, como hemos ido haciendo notar.

 «  953  »  Tienes obligación de pedir y sacrificarte por la persona e intenciones de "quien hace Cabeza" en tu empresa de apostolado. –Si eres remiso en el cumplimiento de este deber, me haces pensar que te falta entusiasmo por tu camino.

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Re, probablemente en relación con la Carta circular que dirigió en enero de 1939 a todos los fieles del Opus Dei {Burgos 9-I-1939; EF 390109-1} :
" 'Fruto jugoso del entregamiento' es el amor y la adhesión a la Cabeza de la Obra, manifestado con oración y mortificaciones diarias por la persona e intenciones de vuestro Padre".
Los que participan con sentido de "unidad" y de "comunión" en una "empresa de apostolado" –desde la Iglesia misma de Jesucristo, como tal, hasta la multiplicidad de su formas organizativas en el ancho mundo– viven lo que el Autor acaba de decir en el p / 951 (vid). Lo que se afirma ahora es una sencilla consecuencia de ese espíritu y es también un clamor para que no caiga "quien hace Cabeza" en el mal ejemplo a que se refiere el p / 621. Un poco más adelante, el p / 968 repetirá la misma doctrina desde la gozosa experiencia del Autor al verla vivir en la práctica.
"Hacer cabeza" (p / 951). "Quien hace Cabeza" (p / 953). El primero nombra el oficio, por eso la minúscula; el segundo nombra la persona con su oficio, por eso la mayúscula. Así lo entiendo.

 «  954  »  Extrema el respeto al superior cuando te consulte y hayas de contradecir sus opiniones. –Y nunca le contradigas delante de quienes le estén sujetos, aunque no lleve razón.

La primera frase (954a) procede del Cuaderno VI, nº 1063, escrito en 17-X-1933 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 105, 711, 954a}:
"Extrememos el respeto al Superior, cuando nos consulte, y hayamos de contradecir sus opiniones. –D.O.G." {Sobre esta sigla, vid com / 11}.
La segunda (954b) es del Cuaderno VII, nº 1105, 7-I-1934 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 441, 954b 693, 287, 131, 288, 440, 715, 436}:
"Nunca contradigas al Superior delante de sus inferiores, aunque no lleve razón".
En la edición de Cuenca eran las dos frases dos puntos autónomos, pero consecutivos. Vid apcrít.

 «  955  »  En tu empresa de apostolado no temas a los enemigos de fuera, por grande que sea su poder. –Éste es el enemigo imponente: tu falta de "filiación" y tu falta de "fraternidad".

Texto transcrito en Burgos sobre una octavilla Re, a la vez que va escribiendo la Carta circular citada en com / 953. En la carta se lee:
"¿Obstáculos? No me preocupan los obstáculos exteriores: con facilidad los venceremos. No veo más que un obstáculo imponente: vuestra falta de filiación y vuestra falta de fraternidad, si alguna vez se dieran en nuestra familia" {Carta circular de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei, Burgos 9-I-1939; EF 390109-1}.
El desarrollo del tema en esta carta da buena idea de qué obstáculos –qué "enemigos"– son los que no debe temer el cristiano. Vid texto en com al punto siguiente. De un modo o de otro, la tradición cristiana había ido señalando este "doble nivel" de obstáculos a la eficacia apostólica. San Juan Crisóstomo lo expresaba así: "Lo que hay que temer no es que se os maldiga, sino que aparecierais envueltos en la común hipocresía: entonces sí que os habríais vuelto insípidos y seríais pisoteados por la gente" {San Juan Crisóstomo, Homilías sobre San Mateo, 15, 7; BAC 141, pg 289}.

 «  956  »  Entiendo bien que te diviertan los desprecios que te hacen –aunque vengan de enemigos poderosos–, mientras sientas la unión con tu Dios y con tus hermanos de apostolado. –¿A ti, qué?

Texto escrito también en una octavilla Re y –todo parece indicarlo– a renglón seguido del p / 955. El nuevo punto se inspira, en efecto, en la continuación de la carta:
"Todo lo demás (escasez, deudas, pobreza, desprecio, calumnia, mentira, desagradecimiento, contradicción de los "buenos", incomprensión y aun persecución de parte de la autoridad) todo, no tiene importancia, cuando se cuenta con Padre y hermanos, unidos plenamente por Cristo, con Cristo y en Cristo. No habrá amarguras, que puedan quitarnos la dulcedumbre de nuestra bendita Caridad" {Carta circular de Josemaría Escrivá a todos los fieles del Opus Dei, Burgos 9-I-1939; EF 390109-1}.
El matiz de considerar "divertidos" los desprecios es muy característico del espíritu que vivía el Autor y transmitía a los demás. Ya se ha dicho que Josemaría Escrivá no quería tener enemigos personales, sólo quería tener amigos (vid p / 838). La expresión "enemigos poderosos" hay que entenderla a partir de ahí: quiere subrayar la capacidad de perjudicar el proyecto apostólico que, en principio, podrían tener esas personas. Y sin embargo, al Autor le "divierte" el desprecio de esas personas tan importantes. La razón es su total confianza en Dios. Ya en p / 478  había prevenido al lector de andar ¡a estas alturas! buscando "los consuelos de los poderosos".
Sobre la "contradicción de los buenos", vid com / 695.

 «  957  »  Con frecuencia comparo la labor de apostolado con una máquina: ruedas dentadas, émbolos, válvulas, tornillos.
Pues, la caridad –tu caridad– es el lubricante.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Efectivamente, esa comparación aparece con frecuencia en su predicación y en otros puntos del libro. Vid, por ej, p / 830  y su com. El símil de la caridad como lubricante no lo he encontrado en otros lugares del Autor de C {San Agustín, en sus Tratados sobre el Evangelio de San Juan, 6, 20 (BAC 139, 1955, pg 190) ya comparaba la caridad y el aceite, pero con una simbología muy diversa: la caridad, explica Agustín, es como el aceite entre los líquidos que se echan en una vasija: no se la puede sumergir, «necesse est ut ad superna emineat», siempre sube hacia arriba, porque es la más excelente de las virtudes, el camino «supereminente» como dice San Pablo (1 Co 12, 31)}.

 «  958  »  Deja ese "aire de suficiencia" que aísla de la tuya a las almas que se te acercan. –Escucha. Y habla con sencillez: sólo así crecerá en extensión y fecundidad tu trabajo de apóstol.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, caligrafía, pluma y tinta idénticas a la de los otros p / 953, 955  y 956. No conozco interrelación documental.

 «  959  »  El desprecio y la persecución son benditas pruebas de la predilección divina, pero no hay prueba y señal de predilección más hermosa que ésta: pasar ocultos.

Como último punto del cap sitúa el Autor éste, que es central en su visión cristiana de la vida o, si se prefiere, en su espiritualidad. Es antiguo. Proviene del Cuaderno V, nº 581, texto de 24-I-1932.
"Otros institutos tienen, como una bendita prueba de la predilección divina, el desprecio, la persecución, etc. La Obra de Dios tendrá esto: pasar oculta" 3 Ya se ve, por el texto del Cuaderno, el carácter radical que tenía su concepción de la secularidad cristiana –naturalidad, sencillez, ser uno más, pasar oculto, "Deo omnis gloria"...– a la hora de comprender la Obra que Dios le había hecho ver. Sobre el tema "pasar oculto" vid com / 647 e Introd a cap 41.

 «  EL APOSTOLADO  » 

Vid Introd a los dos caps precedentes, que también lo son al presente cap. Como allí se dice, el título de éste es el originario del conjunto que forman los tres caps implicados. Y, sin embargo, sus materiales –como dijimos– apenas tienen que ver con el del cap de Cec: sólo tres de sus puntos pasaron al cap de Burgos, construido fundamentalmente con los veinte puntos de nueva redacción.
Delineada la figura del "apóstol" en el cap precedente, concentra el Autor en éste un grupo de consideraciones que apuntan a los ámbitos o formas del trabajo apostólico en el mundo: apostolado personal con proyección estructural. En la portadilla de la correspondiente carpeta de fichas se lee, encima del título ("El Apostolado") y manuscrito del Autor, esta palabra: "concreto". Era, sin duda, un criterio para seleccionar las fichas que entrarían en el cap, casi todas, insisto, de nueva creación en Burgos. En efecto, de eso se trata: acciones concretas, actitudes prácticas, dimensiones características de la actividad apostólica de los cristianos; las actitudes interiores del "apóstol" irían en el cap precedente.
La decisión final que tomó el Autor sobre el ordo de estos tres caps –es decir, la secuencia que tenemos en el libro– comportaba comenzar el cap "El Apostolado", a pesar de (o precisamente por) su destinación a lo "concreto", por una serie de puntos que resuelven toda posible acción apostólica en su fundamento: es decir, en la santidad personal y en el "hombre interior" (vid los dos primeros puntos del cap, traídos aquí desde el cap anterior para poner este marco insoslayable al apostolado "concreto").

 «  960  »  Así como el clamor del océano se compone del ruido de cada una de las olas, así la santidad de vuestro apostolado se compone de las virtudes personales de cada uno de vosotros.

Los tres puntos del presente cap que proceden del impreso de Cuenca son estos dos primeros más el p / 969  {Como sabemos, en el primer proyecto de reelaboración estos tres puntos formaban parte del cap "El Apóstol", pero finalmente el Autor los integró en este cap. Vid Introd a cap 44}. Este p / 960  se encuentra en el Cuaderno VI, nº 836, fechado en 28-IX-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 452, 132, 225, 450, 943, 14, 960}, con la siguiente redacción:
"Así como el clamor del océano se compone del ruido de cada una de las olas, así la santidad de la Obra necesita de tus virtudes personales {"personales": adición interlineal en el Cuaderno} para no venirse abajo".
Este punto y el siguiente, puestos al frente del cap, señalan, como he dicho, la "precomprensión" que el Autor tiene de todo posible "método apostólico": la acción apostólica tiene su fuerza y su eficacia –es la tesis de este primer punto– en la santidad de vida de los cristianos, de los apóstoles de Cristo, que el Autor dice que consiste en "las virtudes personales de cada uno de vosotros". La Iglesia, en efecto, para juzgar de la santidad de un sujeto investiga si ha tenido "virtudes heroicas".

 «  961  »  Es preciso que seas "hombre de Dios", hombre de vida interior, hombre de oración y de sacrificio. – Tu apostolado debe ser una superabundancia de tu vida "para adentro".

Segundo texto tomado del impreso de Cuenca. Recalca el Autor el "método" esencial de apostolado, que ha venido remachando en el cap anterior y en otros numerosos lugares del libro: la vida "de oración y de sacrificio" que se desborda en la caridad apostólica. Las virtudes personales del punto anterior tienen su caldo de cultivo en la vida "para adentro". El texto original es del Cuaderno IV, nº 391, 14-XI-1931.
"La Obra de Dios va a hacer hombres de Dios, hombres de vida interior, hombres de oración y de sacrificio. El apostolado de los socios será una superabundancia de su vida "para adentro": darán lo que les sobre: nunca serán sólo fachada: siempre –la frase no es muy escogida– siempre tendrán menos fachada que vivienda. –O.c.P.a.I.p.M." {Sobre esta sigla, vid com / 11}.
Dos meses antes expresaba la misma idea fundamental:
"Jesús mío: que el apostolado fecundo de tus hijos de la Obra de Dios sea la consecuencia de la luz y calor superabundantes de sus almas y de sus hogares: que nuestro apostolado sea un apostolado sin paradojas" {Cuaderno IV, nº 259, 2-IX-1931. El texto citado era la conclusión del texto sobre la caricatura japonesa citado en com / 459}.
En la idea de este punto hay una clara resonancia de una de las formulaciones de Chautard en El alma de todo apostolado. El cap II de la Parte II del libro se titula así: "Las obras de celo no deben ser otra cosa que el desbordamiento exuberante de la Vida interior" {J. B. Chautard, El alma de todo apostolado, 1927, pg 42. Original francés (París 1934, pg 52): "Les Oeuvres ne doivent être que le débordement de la Vie intérieure". Es la tesis central del libro de Chautard, que acaba con estas palabras (vid pg 248): "la vida activa, repitámoslo una vez más, no debe ser otra cosa que el desbordamiento de la vida interior". Vid también pg 4: "el peligro de no ser ante todo hombres de vida interior". Sobre Chautard vid com / 81 nota 5 y com / 108}.
En 1935, en un documento ya citado, describiendo qué temas había que tratar con la gente joven en los círculos de San Rafael, escribe:
"20 / Oración. Mucho sobre este tema, porque, si no hacéis de los chicos hombres de oración, habéis perdido el tiempo" {Instrucción, 9-I-1935, nº 133. Círculos de San Rafael: vid com / 474 nota 17}.
No cabe modo de expresar más tajantemente el horizonte del apostolado cristiano.
"Hacer hombres de Dios", "hacer de los chicos hombres de oración". Es interesante la terminología: la "acción" tiene su fuente en la vida interior, en la vida de oración y sacrificio; pero ella misma –la acción– consiste, a su vez, fundamentalmente, en colaborar con el Señor en la formación de las personas –hombres y mujeres– para que "sean" también almas de oración. "Si no, habéis perdido el tiempo".

 «  962  »  Unidad. –Unidad y sujeción. ¿Para qué quiero yo las piezas sueltas de un reloj, aunque sean primorosas, si no me dan la hora?

Texto escrito sobre una octavilla Drv, en cuyo dorso se lee, impreso: "Obispado de Vitoria". Rasgos muy finos. La "gaitica", desde el punto de vista redaccional, parece en inmediata relación con este apunte de la plática "Sumisión", que está fuera de la carpeta de guiones que venimos citando:
"Reloj magnífico: magníficas piezas sueltas. Hermosos tipos de imprenta desordenados " {AGP, sec A, leg 50-13, carp 2, exp 10. Vid com / 612 nota}.
La idea del reloj y sus piezas sueltas estaba sin duda implícita en el guión 81 {Plática "Pedro y Pablo, instrumentos", predicada a los Propagandistas, Burgos 29-VI-1938; guión nº 81}. En todo caso la conocemos explícita por el testimonio de Pedro Casciaro (en 1976), que asistió a esa meditación, día de San Pedro de 1938, predicada a la Asociación Nacional de Propagandistas. Pedro Casciaro hace una detallada –y divertida– rememoración de aquella vigilia (del 29 al 30 de junio) {"Habló como tenía por costumbre, sentado en el presbiterio con una mesita delante, que por cierto se la habían puesto demasiado al fondo, excesivamente lejana del comulgatorio. Por esto y por la amplitud de la capilla, tuvo que elevar la voz más de lo acostumbrado. No trato de reproducir sus palabras, sino sólo de esbozar vagamente algunas de sus ideas [...] Para subrayar algunas frases y para hablar en tono más íntimo, más cercano, el Padre empujaba hacia adelante la mesita, y luego, en vez de volverla a acercar, era él el que se aproximaba a la mesa. Por este movimiento se fue acercando cada vez más al comulgatorio y al borde del presbiterio..." (Pedro Casciaro, Relación testimonial, 26-VI-1979, Parte II, cap 2, pgs 166.168)}. El pasaje que narra el trasfondo de este p / 962  (es al principio de la meditación) dice así:
"Comenzó diciendo que, al contemplar aquel auditorio tan selecto, se encontraba como un relojero en su taller, ante una infinidad de piezas maravillosas de reloj: veía las ruedas dentadas de platino, los puntos de apoyo de zafiro...; pero al tratar de armar esas piezas para construir el reloj, podía darse el peligro de que cada una fuera de un tamaño no proporcionado; que no lograran encajar bien unas con otras, o que el roce entre ellas impidiera poner en marcha el reloj, o que se atrasara, o que se parara a los pocos minutos de estar en marcha. Si el reloj no funciona; si no da la hora: ¡No me sirve! Prefiero un despertador de cinco pesetas de los que venden en "Sepu"!" {Ibidem, pg 166; la cursiva es del original. "Sepu" era un precedente de las modernas "grandes superficies comerciales". Estaba en la Gran Vía de Madrid donde se encontraba toda clase de productos, con fama de baratos. Casciaro continúa: "Recuerdo todos estos detalles y las frases –no textuales, por supuesto– , porque aquella misma tarde tuvimos un rato de tertulia con el Padre, con José María Albareda y algún otro socio de la Obra en el Hotel Sabadell. Yo comenté que los asistentes al retiro habían quedado muy impresionados; que al principio, al oír hablar de piezas de platino y de zafiros, se habían sentido muy halagados; pero cuando oyeron lo de "no dar la hora" y lo de preferir "un despertador de cinco pesetas", habían dado un respingo en los bancos de la capilla. El Padre dijo que yo era un exagerado y que contaba las cosas a mi manera..."}.
Vid en la predicación en la Legación de Honduras la meditación "Obediencia en la vida ordinaria" {PredicHond, "Obediencia en la vida ordinaria", 22-VI-1937, pg 123s; XX} , donde el Beato Josemaría estructura el discurso sobre la imagen del reloj y las piezas que lo componen.

 «  963  »  No me hagáis "capillitas" dentro de vuestro trabajo. –Sería empequeñecer los apostolados: porque, si la "capillita" llega, ¡por fin!, al gobierno de una empresa universal... ¡qué pronto la empresa universal acaba en capillita!

Texto sobre la octavilla de la serie Lhz nº 18, escrita en la Legación de Honduras. El tema responde a una constante en la predicación de Josemaría Escrivá. Algunos documentos: Carta al Vicario General de Madrid, 1934:
"Nuestro apostolado sigue su marcha, empujado por el Señor. ¡El conserve y fomente el espíritu de esta Casa –universal, católico, sin capillitas– entre los jóvenes intelectuales!" {Carta de Josemaría Escrivá a Francisco Morán, Madrid 14-XII-1934; EF 341214-1}.
En un círculo a jóvenes universitarios, también en 1934:
"Nosotros hacemos el bien callando. Jesús lo quiere así: no podemos hacer 'capillitas' " {Guión 1º de los preparados por el Autor en 1934 para los círculos de San Rafael, curso 1933-34}.
Otro texto de 1935, que testifica con fuerza la doctrina del Autor:
"Observación importante: Hizo ver el Padre la necesidad de evitar a toda costa la formación de capillitas y los personalismos, que no debe de ningún modo haber en la Obra. Esto no sólo en lo de San Rafael, sino en todo lo demás, siendo de importancia capital" {Libro de Actas de Consejos año 1935, 5-IV-1935, pg 20; AGP, sec A, leg 13. carp 2, exp 1. Son las Actas de las reuniones del incipiente Consejo de la Obra que el Fundador había puesto en marcha ya aquel curso. –"Capillita", expresión muy típica en lengua castellana. DRAE, sentido figurado de la voz "capilla": "Pequeño grupo de adictos a una persona o una idea. Úsase más en diminutivo, y por lo común en sentido despectivo" (ed 1970, voz "capilla"; todavía no estaba admitida esta acepción en la ed de 1925)}.

 «  964  »  Me decías, con desconsuelo: ¡hay muchos caminos! –Debe haberlos: para que todas las almas puedan encontrar el suyo, en esa variedad admirable.
¿Confusionismo? –Escoge de una vez para siempre: y la confusión se convertirá en seguridad.

Texto escrito sobre una octavilla Re, lo mismo que los dos siguientes. Estos tres puntos (964 –966)– no he podido encontrar interrelación documental para ninguno de ellos –parecen escritos de un tirón (idéntica grafía, idéntico dorso), desarrollando un aspecto fundamental del apostolado en la Iglesia: la unidad y la comunión amigable de los que van por diversos caminos. En esa perspectiva se sitúa el "proselitismo", al que el Autor ha dedicado un cap (p / 790 -812).
Esta afirmación de la variedad de "caminos" dentro de la Iglesia, afirmada como riqueza admirable, hay que ponerla en relación con la doctrina del Autor sobre la unidad y variedad en todos los ámbitos del apostolado (vid en p / 947  la defensa de "la falta de ' uniformidad ' en ese apostolado donde tú trabajas").

 «  965  »  Alégrate, si ves que otros trabajan en buenos apostolados. –Y pide, para ellos, gracia de Dios abundante y correspondencia a esa gracia.
Después, tú, a tu camino: persuádete de que no tienes otro.

De nuevo una octavilla Re. Consecuencia de la afirmación positiva de la variedad en la Iglesia. Vid p / 947 y 964. El exclusivismo y el ver en los otros "competencia" eran especialmente acusados en los ambientes católicos de España cuando escribía el Autor. Su talante eclesial, como se ve en estos puntos, le llevaba a difundir por todas partes un fuerte espíritu de comunión a partir de la variedad (en realidad sólo puede hablarse de comunión si hay variedad y unidad en la fe). Vid p / 847.

 «  966  »  Es mal espíritu el tuyo si te duele que otros trabajen por Cristo sin contar con tu labor. –Acuérdate de este pasaje de San Marcos: "Maestro: hemos visto a uno que andaba lanzando demonios en tu nombre, que no es de nuestra compañía, y se lo prohibimos. No hay para qué prohibírselo, respondió Jesús, puesto que ninguno que haga milagros en mi nombre, podrá luego hablar mal de mí. Que quien no es contrario vuestro, de vuestro partido es".

Texto escrito también sobre una octavilla Re. Es como el contrapunto del anterior: la misma doctrina y el mismo espíritu, leídos ahora en el Evangelio. Vid com / 964.
El Beato Josemaría tenía una especial sensibilidad para la comprensión de la unidad de la Iglesia en cuanto que se realiza y expresa en la misión, en la acción apostólica, en la evangelización.

 «  967  »  Es inútil que te afanes en tantas obras exteriores si te falta Amor. –Es como coser con una aguja sin hilo.
¡Qué pena, si al final hubieras hecho "tu" apostolado y no "su" Apostolado!

El punto de C es la suma de dos "gaiticas" diferentes, que ya el Autor tenía dispuestas para publicación consecutiva. Escritas ambas sobre octavillas Bl pequeñas. La primera parece sacada a partir de un apunte del segundo cuadernillo de Burgos, sin fecha, escrito en Vitoria, primeros días de septiembre de 1938 y dice así:
"Obras sin Amor –aguja sin hilo" {Cuadernillo-agenda 2º de Burgos, hoja 10. Debajo hay una anotación de fecha 4 de septiembre, que dice "Plática" (es la Plática preparatoria de los ejercicios en Vergara)}.
El 4 de septiembre, estando en Vitoria, lo pasó al guión de meditación que predicó en Vergara, precisamente esa tarde, a los sacerdotes. Era la plática preparatoria del retiro. Allí se lee, exactamente en la esquina última del guión:
"Actos estériles: la aguja sin hilo" {EjEsp, "Plática preparatoria", Vergara 4-IX-1938; guión nº 97. Parece como si previamente hubiera tomado nota también en el sobre en el que llevaba los guiones de predicación en Vergara, pues allí se lee también lo que ya escribió en la agendita}.
La segunda frase del punto es, como digo, otra octavilla autónoma. La refundición fue una simple transcripción sucesiva de ambas, realizada al mecanografiar el texto y tal vez dentro de la "batalla final" para lograr que salieran –ni uno más ni uno menos– los 999 puntos previstos. La segunda octavilla tiene este apunte previo en los guiones:
"¡Tu apostolado y no su apostolado! Oremus pro unitate apostolatus!..." {EjEsp, Plática "Espíritu apostólico", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 111}.
Estamos ante la consecuencia en el apostolado de esa falta de interioridad, de Amor, que sitúa al lector en el polo opuesto de la tesis central del apostolado formulada en el punto segundo de este mismo cap (961). Es éste otro aspecto de la predicación del Autor sobre el tema, que conecta con la pequeña serie p / 964 -966 sobre unidad y variedad. No es la unidad y la comunión en la misión apostólica algo que se apoya en los recursos humanos, sino en la interioridad cristiana, en el Amor. De ahí la exclamación de Escrivá: "Oremus pro unitate apostolatus!". En 1934 ya había escrito:
"en el terreno del apostolado estaremos siempre unidos: al menos de nuestra parte no habrá dificultad, porque sólo vamos a hacer el apostolado de Cristo, nunca nuestro apostolado" {Instrucción, 19-III-1934, nº 19}.

 «  968  »  Gozosamente te bendigo, hijo, por esa fe en tu misión de apóstol que te llevó a escribir: "No cabe duda: el porvenir es seguro, quizá a pesar de nosotros. Pero es menester que seamos una sola cosa con la Cabeza –'ut omnes unum sint!'–, por la oración y por el sacrificio".

Vid com / 825, donde se explica también la génesis de este p / 968  y también del p / 911 (vid). Se trata de una carta en la que se resume el encuentro que el domingo día 4-XII-1938 habían tenido con el Autor, en el Hotel Sabadell, Álvaro del Portillo y Eduardo Alastrué, que estaban en la Academia de Ingenieros de Fuentes Blancas. He aquí el trozo que nos interesa:
"No cabe duda, el porvenir es seguro, quizá a pesar de nosotros. Luego, esta época es de gestación. Vamos a ver si dejamos a Mariano {El Autor de C} con alguno más en la tarea de favorecer y apresurar la futura expansión de vida. Y, claro, para esto ya no hace falta estar a su lado; es decir, sí hace falta, pero en espíritu, uniendo a su oración y a su sacrificio el nuestro" {Carta de Eduardo Alastrué a Enrique Alonso-Martínez, Burgos 5-XII-1938; AGP, sec N-2, leg 146, carp D, exp 2}.
Es interesante la referencia a este punto de Juan Jiménez Vargas en su "Relato del 77": "Esto (el p / 968) es de alguna de las cartas escritas al Padre durante la guerra. Posiblemente es una carta mía –o posiblemente no–, pero no puedo concretar más. Todos nosotros teníamos muy clara la idea de la unión con el Padre. Y el que lo escribiera quiso dar a entender que ése era el espíritu que vivíamos, aunque uno personalmente se sintiese con grandes fallos" {Relato del 77, pg 19}.
El Autor continúa con el tema de la unidad: unión con la Cabeza. Vid com / 953. El origen del punto, como vemos, es la realidad del Opus Dei y la necesidad de la unidad de todos sus miembros con el que Dios había puesto al frente, pero el Autor lo redacta y traslada a la "catolicidad" de los lectores, de manera que la Cabeza abarque las diversas formas de capitalidad que se dan en la Iglesia de Dios. La oración de Jesús por la unidad señala dónde está la capitalidad fontal: en Cristo mismo.

 «  969  »  Los que, dejando la acción para otros, oran y sufren, no brillarán aquí, pero ¡cómo lucirá su corona en el Reino de la Vida! –¡Bendito sea el "apostolado del sufrimiento"!

Con este punto comienza una sección relativamente extensa, escrita toda ella en Burgos –excepto este primer punto–, en la que el Autor va dando unas pinceladas descriptivas de las distintas dimensiones –así las podríamos llamar– del apostolado en medio del mundo. En casi todos los números va poniendo "nombre" a cada uno de esos aspectos del apostolado secular, comenzando por éste que sitúa, con plena conciencia, primero de todos: el "apostolado del sufrimiento" {No era inusual esta manera de hablar. Ya Don Manuel González, al que tanto quiso el Autor, hablaba, por ej, del apostolado "del saludo", "de la sonrisa", "de la buena cara", etc. Vid Apostolados menudos (1927), en D. Manuel González. Obras completas, Tomás Álvarez (ed.), Monte Carmelo, III, Burgos 1998, pg 695-740}.
El punto es el último de los tres que hay en este cap procedentes del impreso de Cuenca (los otros dos son el primero y el segundo). Como en casi todos las consideraciones de estos últimos caps, muy en relación con cuestiones de praxis cristiana, el Autor tiene detrás su pensamiento y su experiencia sobre el Opus Dei. El precedente de este punto es una anotación de su Cuaderno escrita en el segundo aniversario de la fundación del Opus Dei {Previamente transcribió el que sería p / 590}:
"Los que oren y sufran, en la Obra de Dios, puestos en casas ad hoc, no brillarán aquí, pero ¡cómo lucirá su corona en el Reino de la Vida!" {Cuaderno II, nº 93, 2-X-1930. Sobre el tema vid A. de Fuenmayor, V. Gómez-Iglesias, J. L. Illanes, El itinerario jurídico del Opus Dei, 1989, pg 57}.
El Beato Josemaría, en sus giras apostólicas por hospitales y en sus visitas a enfermos, captaba una forma importantísima de santificación del "trabajo": el dolor y la enfermedad como "vida ordinaria", la postración en clínicas y hospitales de hombres y mujeres cuya aportación a la dinámica secular de la sociedad es su dolor, vivido cristianamente. Por eso, como he dicho, sitúa en la primera línea de combate el "apostolado del sufrimiento".

 «  970  »  Es verdad que he llamado a tu apostolado discreto, "silenciosa y operativa misión". –Y no tengo nada que rectificar.

Texto escrito sobre una octavilla Re. La expresión la había empleado en su carta circular escrita al llegar a Burgos:
"Como fruto bien cuajado y sabroso de vuestra vida interior, con naturalidad, por la gloria de nuestro Dios –Deo omnis gloria!– renovad vuestra silenciosa y operativa misión" {Carta circular de Josemaría Escrivá a los fieles del Opus Dei, Burgos 9-I-1938; EF 380109-1}.
Es, sin duda, esta "silenciosa y operativa misión" una de las definiciones más características del modo de presencia apostólica de los laicos en la sociedad, tal como lo concibe el Autor. Esta "misión", este apostolado "discreto", de compañero a compañero, al filo de la tarea humana, secular, común a uno y otro, se expresa en lo que llamará en el punto siguiente "apostolado de discreción y de confidencia"; cuyo paradigma es, según el Autor, la vida de los "primeros cristianos".

 «  971  »  Me parece tan bien tu devoción por los primeros cristianos, que haré lo posible por fomentarla, para que ejercites –como ellos–, cada día con más entusiasmo, ese apostolado eficaz de discreción y de confidencia.

Escrito como el anterior sobre una octavilla Re: muy bien podría ser que uno a continuación del otro. El tenor redaccional del texto es interesante: el Autor explicaba continuamente en su enseñanza que la vida y el apostolado secular en medio del mundo era "como el de los primeros cristianos". Esto se grababa fuertemente en los jóvenes, que le manifestaban su admiración hacia aquellos primeros en la fe. El p / 791  escenifica su mensaje desde esa "devoción", que el Autor se propone fomentar.
Desde 1932 al menos, en sus Apínt, comienzan las referencias a los "cristianos primitivos", a los "primeros cristianos". Qué entiende propiamente con este concepto no es del todo fácil de precisar {Vid sobre el tema en C p / 469, 570, 925  y 970-973 con sus respectivos com, Introd al cap 43 y com / 291, 482, 518, 543, 808, 926}. Hay que estar a los contextos. Me parece que la acepción más característica en C es la reflejada en la descripción que hace en p / 925. Son "los discípulos de Jesús, que trataron a Pedro y a Pablo y a Juan, y casi fueron testigos de la Muerte y Resurrección del Maestro". Se trata, en efecto, de los hombres y mujeres de la generación apostólica, y hay que "acomodarse a su conducta", dice Escrivá. Son los que se describen los Hechos de los Apóstoles cantando el Salmo 2 y reunidos en la casa de la madre de Marcos (p / 570). Son "los santos", a los que San Pablo dirige sus Cartas (p / 469). Otras veces, el concepto de "primeros cristianos" parece trascender a la generación apostólica para abarcar a los cristianos de los dos o tres primeros siglos, en su expansión misionera a lo largo y a lo ancho del mundo conocido entonces, hasta la conversión de Constantino {A principios del siglo XX Adolfo von Harnack propuso la tesis, hoy comúnmente aceptada, según la cual la expansión del Cristianismo en los primeros siglos se hizo más por el "contagio" y el testimonio personal y familiar que por la predicación "oficial" del ministerio eclesiástico. "No cabe duda alguna que la gran expansión del Cristianismo tuvo lugar esencialmente a través de cristianos corrientes (' misioneros no oficiales '). Justino y Taciano nos lo han explicado con palabras inequívocas. [...] Debemos afirmar asimismo que precisamente las mujeres jugaron un papel decisivo en esta expansión". Vid Adolf von Harnack, Die Mission und Ausbreitung des Christentums in den ersten drei Jahrhunderten, J. C. Hinrichs ' sche Buchhandlung, 4ª ed, Leipzig 1924, pg 378}. Es el caso del texto que vamos a utilizar a continuación. Son los hombres y mujeres anónimos que extendieron la fe de Cristo de hombre a hombre, de familia a familia: aquellos zapateros y mercaderes, que escandalizaban a Celso {Vid Orígenes, Contra Celsum, lib 3, 55s; BAC 271, 1967, pg 219s}.
Tenemos dos documentos que hacen referencia a las ideas de este punto. El primero es un apunte de la meditación, ya citada, predicada a los Propagandistas en Burgos. Es muy escueto, pero muy elocuente:
"Los primeros cristianos, instrumentos. No, Constantino: ¡ellos!" {Plática "Pedro y Pablo, instrumentos", predicada a los Propagandistas, Burgos 29-VI-1938; guión nº 81}.
La tesis del Autor es clara: no fue el Emperador lo decisivo para la fe cristiana en el Imperio Romano, sino la realidad de la vida de fe de los creyentes, anunciada y testimoniada desde la entraña de la sociedad, donde vivían, con todos los demás, los primeros cristianos. El Autor llama, a esa acción capilar de los hombres y mujeres de las primeras comunidades cristianas, "apostolado de discreción y de confidencia" {En las galeradas de Valencia se introdujo una errata que no identificaron los correctores y que pasó al texto impreso: Apostolado, con mayúscula. El Autor, tanto en la "gaitica", de su puño y letra, como en el original para la imprenta, lo escribió con minúscula, exactamente igual que en el punto siguiente: "apostolado de discreción y confidencia" (p / 972). "Apostolado" con mayúscula lo utiliza sólo una vez (poco antes: en el p / 967), para hacer la contraposición entre "tu" apostolado y "su" Apostolado. También una sola vez en Forja y con la misma acepción : "No te crees más obligaciones que... la gloria de Dios, su Amor, su Apostolado" (Forja, 87)}. Josemaría Escrivá tenía un enorme interés por lograr un conocimiento histórico riguroso de los "primeros cristianos" {El tema histórico correspondiente preocupaba notablemente al Beato Josemaría. En su Cuaderno de 1935 dejó escrito: "El viernes estuve con el P. [Rafael] Alcocer [benedictino de la Iglesia de Montserrat, en la calle San Bernardo de Madrid], que está al frente de la "Biblioteca Pax", y fui para que me diera bibliografía, indicándome libros que hagan una investigación seria sobre la vida de los primeros cristianos. El P. Alcocer había publicado, en esa biblioteca Pax, un libro sobre la Sta. Misa, y hacía en él referencia a las vírgenes y ascetas de los primeros siglos [Iniciación litúrgica: la Misa, "Biblioteca Pax", 1, Madrid 1935, pgs 128-129: "los 'ascetas' y 'vírgenes', aquellos fieles que, sin abandonar la familia, vivían en castidad..."]. Hube de hablarle de la Obra. Se entusiasmó. Me dijo que nada hay, que él sepa, sobre la vida de los primeros cristianos; pero que todo lo que encuentre me lo mandará, y que buscará fuera de España quien escriba un libro sobre ese hermoso asunto, y lo publicará en la editorial 'Pax' " (Cuaderno VIII, nº 1301, 17-XI-1935). El libro que provoca la entrevista se había publicado ¡el mes anterior! El tema seguía vivo en el Autor de C durante la guerra civil, en Burgos: "El Abad de Montserrat ha pasado la noche anterior en el Hotel Sabadell y luego ha subido, con un benedictino, a nuestra habitación, donde ha estado un rato hablando con el Padre y Pedro. El tema de conversación ha sido sobre la vida de los primeros cristianos, y datos que hay sobre ello. Han prometido enviar bibliografía sobre esto" (Diario de Burgos, 3-V-1938; J.Mª Albareda). El tema de los primeros cristianos preocupaba igualmente al Beato Pedro Poveda, con el que el Autor tenía, como ya he apuntado, una gran amistad (vid IntrodGen § 7, 3, b; pg 135). No hay que descartar que el tema "primeros cristianos" estuviera en las conversaciones de aquellas dos almas grandes. Una antología de textos del P. Poveda se ha publicado recientemente bajo el título Vivir como los primeros cristianos, Narcea, Madrid 1995} , que habían pasado a ser en su pensamiento, como dijo García Suárez, "una categoría teológica normativa" {"Existencia secular cristiana", en Scripta Theologica 2 (1970) 162, reproducido en Alfredo García Suárez, Eclesiología, Catequesis, Espiritualidad, Eunsa ("Biblioteca de Teología", 23), Pamplona 1998, pg 672. Vid sobre el tema Domingo Ramos-Lisson, "El ejemplo de los primeros cristianos en la enseñanza del Beato Josemaría", en Romana, Bollettino della Prelatura della Santa Croce e Opus Dei, 15 (1999 / 2) pgs 292-307}.
El segundo documento es una Nota explicativa sobre la actividad del Opus Dei, que Josemaría Escrivá entregó en abril del 38 al Vicario General de Madrid. Allí se lee, después de una breve historia:
"ESTADO ACTUAL: la Obra sigue su camino silenciosamente, sin interrumpirse en buena parte sus actividades, ni en la zona roja... Agrupa a su alrededor cerca de un centenar de almas vibrantes que ejercitan, casados o en celibato (la Obra forma padres de familia), su apostolado eficaz de discreción y de confidencia." {Nota del Autor a Francisco Morán, Burgos 4-IV-1938; EF 380404-1}.
No obstante, la expresión más habitual del Autor para designar esta dimensión del apostolado era "apostolado de amistad y de confidencia", para subrayar que la amistad humana era el lugar antropológico del apostolado secular. Sobre la "discreción" vid Introd al cap lleva ese título.

 «  972  »  Cuando pongas por obra tu "apostolado de discreción y confidencia", no me digas que no sabes qué decir. –Porque –te diré con el salmo– "Dominus dabit verbum evangelizantibus virtute multa". –el Señor pone en boca de sus apóstoles palabras llenas de eficacia.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Prolonga el discurso del punto anterior, también redaccionalmente. Sin interrelación documental conocida.
Este concepto tan determinado –el "apostolado de discreción y confidencia"–, es para el Autor de C la manera de designar la acción evangelizadora de los "primeros cristianos", comprendidos éstos teológicamente, quedando abierta la cuestión histórica, como hemos visto en com a punto anterior. El Autor la entendía como una labor "oculta y lenta", llena de eficacia histórica {En Burgos, durante la guerra civil, sacó unas fichas (se encuentran en AGP, sec A, leg 50-4, carp 3, exp 6) con ocasión de la lectura de un libro de historia de las misiones (Francisco Javier Montalbán, Manual de Historia de las Misiones, Secretariado de Misiones, Pamplona 1938, 728 pgs) que le confirmaban su "estrategia apostólica", basada en la meditación de la figura de los "primeros cristianos". Una de ellas dice: "La conversión del mundo romano fue labor de contacto, de actividad de fermento puesto en contacto con la masa. En esta labor oculta y lenta, el heroísmo de los mártires ejerció un influjo soberano", pg 106 (el último subrayado es mío). Otra ficha: "Apost. seglar. Fraternidad. Primeros Cristianos", pg 108}.
La investigación histórica posterior ha ido poniendo de manifiesto que, en efecto, es el apostolado personal el que está en el núcleo de la vida de los primeros cristianos. Escribe Gustave Bardy, arrancando de que "así reclutó Jesús a sus primeros discípulos": "El mismo procedimiento de acción individual se encuentra desde el origen de la Iglesia, y tal vez ha sido ésta la vía por la que durante dos siglos el Cristianismo conquistó a la mayor parte de sus fieles. Todo creyente es necesariamente un apóstol: desde el momento en que ha encontrado la verdad, no tiene descanso ni tregua mientras no haga participar de su felicidad a los miembros de su familia, a sus amigos, a sus compañeros de trabajo" {Gustave Bardy, La conversion au Christianisme dans les premiers siècles, Aubier ("Col. Theologie", 15), Paris 1949, pg 251}.

 «  973  »  Esas palabras, deslizadas tan a tiempo en el oído del amigo que vacila; aquella conversación orientadora, que supiste provocar oportunamente; y el consejo profesional, que mejora su labor universitaria; y la discreta indiscreción, que te hace sugerirle insospechados horizontes de celo... Todo eso es "apostolado de la confidencia".

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Sin interrelación documental conocida. Es el último de los cuatro puntos dedicados a la "silenciosa y operativa misión". El Autor sigue imaginando lo que sería esa acción silenciosa de los "primeros cristianos". Vid puntos anteriores.

 «  974  »  "Apostolado del almuerzo": es la vieja hospitalidad de los Patriarcas, con el calor fraternal de Betania. –Cuando se ejercita, parece que se entrevé a Jesús, que preside, como en casa de Lázaro.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Sin interrelación documental conocida. El Autor, ciertamente, no hablaba de referencias, sino desde la experiencia de esta entrañable costumbre humana, bíblica, cristiana, que practicó siempre: tanto en Madrid como en Burgos, en Roma, etc.

 «  975  »  Urge recristianizar las fiestas y costumbres populares. –Urge evitar que los espectáculos públicos se vean en esta disyuntiva: o ñoños o paganos.
Pide al Señor que haya quien trabaje en esa labor de urgencia, que podemos llamar "apostolado de la diversión".

Texto escrito en Burgos sobre una octavilla Bl. Tema vivísimo en Josemaría Escrivá desde los comienzos de su labor sacerdotal. Frecuentes alusiones al tema en los primeros Cuadernos. Un apunte de 1931 (Cuaderno IV, nº 206, 15-VII-1931) señala ámbitos y tareas:
"Apostolado de la diversión: cines, teatro, baile, deportes vestidos, romerías, orfeones".

 «  976  »  Del "apostolado epistolar" me haces un buen panegírico. –Escribes: "No sé cómo emborronar papel hablando de cosas que puedan ser útiles al que recibe la carta. Cuando empiezo, le digo a mi Custodio que si escribo es con el fin de que sirva para algo. Y, aunque no diga más que bobadas, nadie puede quitarme –ni quitarle– el rato que he pasado pidiendo lo que sé que más necesita el alma a quien va dirigida mi carta".

Texto escrito sobre una octavilla Bl. Un apostolado éste que el Autor vivió de manera constante e inculcó a fondo en los que le seguían. De hecho el "apostolado epistolar" fue su gran instrumento en la época de la guerra civil, sobre todo en el periodo de Burgos:
"Veintidós cartas he de escribir en este día, si quiero ponerme al corriente en la correspondencia" {Carta de Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Burgos 6-IV-1938; EF 380406-1}.
"Escribes". Quien escribe es Juan Jiménez Vargas, y no al Autor sino a un amigo que se dirigía espiritualmente con el Beato Josemaría. La carta terminó llegándole a éste y dice así:
"El rato que se dedica a escribir pasa en un momento, porque no sé cómo emborronar papel diciendo algo que pueda ser útil al que reciba la carta. Cuando empiezo, le digo a D. Manuel y a Angel C. {Nuestro Señor y el Ángel Custodio} que si escribo es para que la carta sirva para algo. Y, aunque no diga más que bobadas, nadie puede quitarme el rato que he pasado pidiendo a D. Manuel lo que sé que más necesita el paisa {"Paisa", abreviatura de "paisano": expresión popular y cuartelera para designar a un sujeto. El "paisa" de Jiménez Vargas pasó en el punto de C a ser el "alma"..} a quien va dirigida. No te vayas a figurar que me paso el día escribiendo. Tendría yo que volver a nacer para no moverme de aquí teniendo el río a tres kilómetros" {Carta de Juan Jiménez Vargas a Enrique Alonso-Martínez, Muela de Villastar) 8-X-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp B, exp 1. Pedro Casciaro, Soñad, 11ª ed, 1999, pg 167 escribe: "Pienso que el número 976 de C se refiere a él mismo". Es muy posible que Vargas hablara a su amigo desde la experiencia que le había contado el Beato Josemaría}.

 «  977  »  "La carta me cogió en unos días tristes, sin motivo alguno, y me animó extraordinariamente su lectura, sintiendo cómo trabajan los demás". –Y otro: "Me ayudan sus cartas y las noticias de mis hermanos, como un sueño feliz ante la realidad de todo lo que palpamos..." –Y otro: "¡Qué alegría recibir esas cartas y saberme amigo de esos amigos!" –Y otro y mil: "Recibí carta de X. y me avergüenza pensar en mi falta de espíritu comparado con ellos".
¿Verdad que es eficaz el "apostolado epistolar"?

Texto escrito en Navidad de 1938 sobre una octavilla Bl {En el dorso el Autor añadió el texto que figura como "tachado" en el apcrít y que trasladó al actual p / 547}, recogiendo párrafos de cartas que se acababan de recibir en respuesta al envío de "Noticias" de diciembre de ese año:
La primera citada:
"Hace tres días recibí las líneas de Paco {Francisco Botella Raduán} y la carta familiar de todos {Se refiere a "Noticias" de diciembre de 1938; AGP, sec A, leg 3 carp 3}. Creo que es la vez que tuvo mejor recibimiento y más oportunamente llegó. Me cogió en unos días tristes, sin motivo alguno, y me animó extraordinariamente su lectura, sintiendo cómo trabajan los demás" {Carta de Emiliano Amann a Josemaría Escrivá, (sin lugar) 14-XII-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp D, exp 6. Esta carta dio base también al p / 106. Vid com a ese punto}.
La segunda:
"Querido Padre: Vísperas de Navidad [...] Me ayudan sus cartas y las noticias de los chicos como un sueño de ángeles contra la realidad de todo lo que palpamos" {Carta de Alejandro Fernández del Amo a Josemaría Escrivá, (sin lugar) 24-XII-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp D, exp 26}.
De la tercera citada no he encontrado la carta. Tienen el mismo clima, por ej, estas dos, que son anteriores:
"Queridos todos: ¡Cuánto bien me traen sus cartas: me hacen revivir nuestro espíritu y me unen tan amablemente a todos Vds." {Carta de Enrique Alonso-Martínez a los de Burgos, Alhama de Aragón 15-IV-1938; AGP, sec N-2, leg 147, carp A, exp 1}.
"¡Qué tranquilidad se siente cuando se ve uno guiado y ayudado por tan buenos amigos!" {Carta de Ricardo Fernández Vallespín a Miguel Sotomayor, Carabanchel 23-II-1938; AGP, sec N-2, leg 147, carp D, exp 1}.
La cuarta es de Fernández Vallespín:
"Recibí la carta de Eduardo {Eduardo Alastrué}. Me avergüenza pensar en mi falta de espíritu comparado con ellos. Creo que D. Manuel [el Señor] lo consiente –ya estoy buscándome disculpas– para humillar un poco este orgullo y amor propio tan excesivo que tengo" {Carta de Ricardo Fernández Vallespín a Josemaría Escrivá, Carabanchel 18-XII-1938; AGP, sec N-2, leg 147, carp D, exp 1}.
La continua exhortación del Autor para que todos vivieran este apostolado la refleja muy bien Alastrué en una carta a Rodríguez Casado:
"...aquello es necesario suplirlo en lo posible por cartas. Mariano nos decía precisamente hace un par de días que una red de cartas de cada uno a todos los demás de los nuestros ha de ser el medio, estando alejados, de hacernos vivir intensamente esta unión fraternal nuestra" {Carta de Eduardo Alastrué a Vicente Rodríguez Casado, Burgos 30-XI-1938; AGP, sec N-2, leg 146, carp D, exp 2}.

 «  978  »  "Venite post me, et faciam vos fieri piscatores hominum" –venid detrás de mí, y os haré pescadores de hombres. –No sin misterio emplea el Señor estas palabras: a los hombres –como a los peces– hay que cogerlos por la cabeza.
¡Qué hondura evangélica tiene el "apostolado de la inteligencia"!

Texto escrito sobre una octavilla Jef. Ya en 1935 había escrito:
"Corazón grande, os pedía. Sí: y también cabeza. ¿No oís a Jesús, diciéndoos: venite post me, et faciam vos fieri piscatores hominum, venid detrás de mí, y os haré pescadores de hombres? (Mc 1, 17). No sin misterio emplea el Señor estas palabras: piscatores hominum, pescadores de hombres: porque a los hombres, como a los peces, hay que cogerlos también por la cabeza, por la inteligencia" {Instrucción, 9-I-1935, nº 56}.
El punto pudo ser redactado con ocasión de la relectura de los guiones de predicación. En la meditación de junio a los Propagandistas se encuentra este sencillo apunte:
" –Venite post me, et faciam vos fieri piscatores hominum" {Plática "Pedro y Pablo, instrumentos", predicada a los Propagandistas, Burgos 29-VI-1938; guión nº 81. Del Portillo, anotando el texto de la Instrucción que acabo de citar, cuenta que el Autor tenía en su cuarto, en la Residencia de Ferraz, "un pequeño grabado que representaba a Jesús con los apóstoles metidos entre redes en una barca; y allí, de su puño y letra, había escrito las palabras recogidas por San Marcos 1, 17: Venite post me, et faciam vos fieri piscatores hominum", que repetía una y otra vez. –Ese grabado se conserva: fue encontrado en las ruinas de la Residencia de Ferraz 16, al final de la guerra civil española}.
Vid p / 372, 808, 792  y 799, que presentan el significado de la pesca milagrosa en el horizonte de la vida secular y profesional.

 «  979  »  Es condición humana tener en poco lo que poco cuesta. –Ésa es la razón de que te aconseje el "apostolado de no dar".
Nunca dejes de cobrar lo que sea equitativo y razonable por el ejercicio de tu profesión, si tu profesión es el instrumento de tu apostolado.

Texto escrito sobre una octavilla Jef. Refleja una antigua experiencia del Autor. Al comenzar el Cuaderno II –que es el primero de los que se conservan– y dirigiéndose a las mujeres del Opus Dei, se refería a algo que hay que proporcionar a la gente –decía– "casi gratuitamente", y añadía:
"pero nunca gratis, ¡nada de balde!" {Cuaderno II, nº 10, 11-III-1930}.
La expresión "apostolado de no dar" la usaba ya en 1931 {Vid Cuaderno III, nº 196, 29-IV-1931}. Nada tiene que ver, innecesario decirlo, con falta de generosidad, insensibilidad ante las necesidades del prójimo, etc. Designa así cosas muy concretas: por una parte, presentar la entrega a Dios en las obras apostólicas con todas sus exigencias, para que nadie pudiera venir para "aprovecharse" (vid p / 915): tienen que venir –solía decir– "a perder": dando y dándose. Por otra, en las obras de carácter social, en servicio de los más necesitados, ingeniárselas para que los propios beneficiarios colaboren "dando" de alguna manera, en el sentido del texto de Apínt que se acaba de citar. El Autor fomentaba así la "autoestima" de los interesados, a la vez que tenía en cuenta lo que después anotó en uno de sus guiones de predicación en Vitoria:
"Condición humana: tener en poco lo que poco cuesta" {EjEsp, Meditación "La Encarnación del Señor", Vitoria 20-VIII-1938; guión nº 90}.
Había advertido Escrivá que en las empresas de caridad con los pobres que llevaban las instituciones católicas –sobre todo en las escuelas– de ordinario no se procedía así: todo era gratis y muchas veces la "oferta" no tenía el debido aprecio. Luz R. Casanova, Fundadora de las Damas Apostólicas y del Patronato de Enfermos –del que el Autor fue Capellán hasta 1931–, que hacía una inmensa labor entre los pobres de Madrid, hacía lo contrario en sus escuelas {Al menos en sus comienzos, hacia el año 1902. Era "la guerra del suburbio", como la llama un biógrafo de doña Luz, que escribe: " 'Si pongo la escuela gratuita –pensó [Luz]–, la gente no la va a valorar'. Así que decidió montar escuelas semigratuitas. Las de la Asociación [de Señoras Católicas] estaban obligadas por estatuto a no cobrar nada. Luz cobraría menos que las de los protestantes de pago [que pagaban cinco pesetas]: una peseta, o una cincuenta al mes, con lo que apreciarían más la enseñanza" (Pedro Miguel Lamet, 'Porque tuve hambre...' Luz R. Casanova (1873-1949), Sal Terrae, Santander 1995, pg 57. Vid todo el cap 4. "El prodigio de las escuelas")}. Bien pudo el Autor ver allí puesto en práctica el "apostolado de no dar", que siempre redunda en provecho espiritual de las personas, que valoran los que se les "da". En un documento de 1933, que se conserva mecanografiado {Documento titulado "Academia", pg 4; AGP, sec A, leg 50 - 2, carp 7, exp 6} , anotó a mano, a pie de página, a propósito del "apostolado de no dar":
"¿Qué es el apostolado de no dar?
Respuesta: el apostolado de dar con sentido común".

 «  980  »  "¿Acaso no tenemos facultad de llevar en los viajes alguna mujer hermana en Jesucristo, para que nos asista, como hacen los demás apóstoles y los parientes del Señor y el mismo Pedro?"
Esto dice San Pablo en su primera epístola a los Corintios. –No es posible desdeñar la colaboración de "la mujer en el apostolado".

Los tres últimos puntos del cap –redactados en Burgos, grafía semejante, octavillas Bl– tratan, como se acaba de leer, de "la mujer en el apostolado". No quiere decir esto que ahora comience el Autor a hablar del apostolado de la mujer, pues lo que viene tratando en todos los caps es, indistintamente, para hombres y mujeres (con la manera de lenguaje a la que nos hemos referido en diversas ocasiones). En rigor y desde la perspectiva en que se sitúa el libro, nada tiene el Autor que decir a las mujeres que no fuera repetir, en femenino, lo ya dicho para todos desde el punto primero del libro {Lo cual no significa que la peculiaridad femenina de ser no pueda dar lugar –y de hecho ha dado– a un tratamiento de la totalidad de la vida cristiana desde esa manera de ser que es propia de las mujeres. Pero cuando se está explicando el Evangelio a los cristianos, se habla como San Pablo, a hombres y mujeres, a siervos y a libres, a judíos y a griegos}. Por eso, estos tres puntos tienen, a mi parecer, una singular naturaleza: figuran no como consideración "sectorial" del apostolado peculiar hecho por las mujeres –nada dicen sobre la materia–, sino como una reflexión, apenas incoada, sobre los lugares bíblicos que presentan el "grupo de los discípulos" como formado desde los orígenes por "hombres y mujeres" en unidad de comunión con Jesús y con diversidad de ministerios.
En este primer número Josemaría Escrivá quiere mostrar, apoyándose en el célebre texto paulino, la legitimidad de una empresa apostólica que agrupa hombres y mujeres. Desde el plan de Dios sería "suicida" desdeñar esa colaboración. En un guión de predicación se lee este apunte telegráfico para describir los inicios del plan de Dios en la misión de la Iglesia, que toma como modelo para el momento actual:
"Dios es el de siempre. Los primeros 12. Mulieres sorores" {EjEsp, Plática "Espíritu de fe", Vitoria 18-VIII-1938; guión nº 101}.
Para el Autor de C, el esquema de la "misión cristiana" es efectivamente éste: La potencia del Padre, que por Cristo envía su Espíritu, y "el grupo de los discípulos" (hombres y mujeres), que recibe el Espíritu para poder realizar la misión.
En este p / 980  Escrivá parte del texto de San Pablo sobre la "mujer hermana", que apunta a una situación muy concreta {En esta ocasión –como en general cuando cita pasajes largos– el Autor toma casi a la letra la traducción usual de Petisco-Torres Amat, mediada (durante la época de Burgos) por la edición del P. Carmelo Ballester (nombrado Obispo de León) que le regaló en Pamplona don Marcelino Olaechea. Estas ediciones, como es sabido, incluían notas intercalares (glosas en cursiva dentro del texto). La "mujer hermana en Jesucristo, para que nos asista" de Torres Amat es lo que la Biblia de Jerusalén traduce por "mujer creyente" o la Biblia de Navarra por "mujer hermana". La Biblia de Jerusalén explica en nota: una "mujer cristiana que se ocupaba de las necesidades materiales de los apóstoles"}. El Autor de C, apoyándose en el hecho, parece no obstante trascender esa situación invocada por Pablo para ir, de manera general, a la presencia y responsabilidad de las mujeres en la misión apostólica {En las galeradas de la 1ª edición se introdujo una errata que no fue corregida y que pasó a las sucesivas ediciones: me refiero a los dos puntos (:) después de "Corintios". Josemaría Escrivá, sin embargo, tanto en la "gaitica", de su puño y letra, como en el original para la imprenta, cierra la frase y pone –con toda lógica– punto (.), pues está comunicando al lector la fuente bíblica del párrafo anterior, entrecomillado. La frase que sigue, introducida por el característico guión largo del Autor, es la conclusión que propone a partir de la doctrina del Apóstol}.
Por lo demás, el tenor redaccional del punto parece rememorar la época que sigue al 2 de octubre de 1928, fecha de la fundación ("Yo había escrito: nunca habrá mujeres –ni de broma– en el Opus Dei" {Notas de una meditación, 14-II-1964; AGP, sec P, leg 9, pg 74}) y la inspiración del Señor que le llevó a extender el Opus Dei a las mujeres, el 14 de febrero de 1930.
"Comencé a celebrar la Misa pensando que nunca habría mujeres en el Opus Dei y al terminar estaba fundada la sección femenina de la Obra" {Así se lo oí yo explicar personalmente en Roma, 1957. En la citada (nota anterior) meditación concreta más: "Yo iba a casa de una anciana señora de ochenta años que se confesaba conmigo, para celebrar Misa en aquel oratorio pequeño que tenía. Y fue allí, después de la Comunión, en la Misa, cuando vino al mundo la Sección femenina". El subrayado es mío. Se trata de la Marquesa de Onteiro, madre de Luz R. Casanova (vid IntrodGen § 1 nt 10) que vivía en la calle Alcalá Galiano, 3. Vid com / 12 nt 41 y Vázquez de Prada, I, pgs 315-324}.
Mons. Escrivá de Balaguer decía con humildad:
"La fundación del Opus Dei salió sin mí; la Sección de mujeres contra mi opinión personal" {El texto continúa: "y la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz queriéndola yo encontrar y no encontrándola. También durante la Misa" (Notas de una tertulia, Roma 14-II-1960; AGP, sec A, leg 51). En el Cuaderno V, nº 931, el Fundador se expresa así: "14 de febrero de 1933: hoy hace tres años que el Señor pidió la Obra femenina". He subrayado yo esa palabra –pidió–, que el Autor usaba para indicar que no fue iniciativa suya sino del Señor. Vid Vázquez de Prada, I, pgs 315-324. –El Opus Dei –como su Fundador explicó muchas veces– es una única unidad apostólica de hombres y mujeres con unidad de espíritu y de régimen, y a la vez con apostolados claramente diferenciados, propios de cada sección (vid Conversaciones, 99). El Papa Juan Pablo II, cuando erigía el Opus Dei como Prelatura personal, se inspiraba en esta realidad: "quasi apostolica compages quae sacerdotibus et laicis sive viris sive mulieribus constabat eratque simul organica et indivisa". El Beato Josemaría y, después, sus sucesores en el gobierno del Opus Dei (Prelatura personal desde 1982) gobiernan la Obra con la colaboración institucional de sendos Consejos de hombres y de mujeres. Vid Estatutos de la Prelatura del Opus Dei, art. 125, 138 y 146; texto, por ej, en P. Rodríguez-F. Ocáriz-J. L. Illanes, El Opus Dei en la Iglesia, 2000, pgs 309-346}.

 «  981  »  "Algún tiempo después –se lee en el cap. VIII de San Lucas– andaba Jesús por las ciudades y aldeas predicando, y anunciando el reino de Dios, acompañado de los doce y de algunas mujeres, que habían sido libradas de los espíritus malignos y curadas de varias enfermedades, de María, por sobrenombre Magdalena, de la cual había echado siete demonios, y de Juana, mujer de Cusa, mayordomo del rey Herodes, y de Susana y de otras que le asistían con sus bienes".
Copio. Y pido a Dios que, si alguna mujer me lee, se llene de una santa envidia, llena de eficacia.

Texto escrito sobre una octavilla Bl. El Autor sigue leyendo la Escritura {Traducción de Torres Amat, con una sola variante: el Autor de C no pone dos puntos (:) sino coma (,) después de "enfermedades"} para comprender allí al "grupo apostólico" de hombres y mujeres. Interesante la referencia al pasaje de San Lucas que se encuentra en la predicación de Vitoria:
"(María de Magdala) Toma lugar con sus discípulos (estado apostólico femenino), le sigue; le asiste con sus bienes. 'Et factum est deinceps, et ipse iter faciebat per civitates et castella praedicans et evangelizans regnum Dei, et duodecim cum illo et mulieres aliquae... Maria, quae vocatur Magalena...' (Lc 8, 1 -3)" {EjEsp, Meditación "María de Magdala", Vitoria VIII-1938; guión nº 119}.
María de Magadala "toma lugar con los discípulos de Jesús, le sigue". Y al comprobar esta realidad, el Autor esboza un "modo" de nombrarla: "estado apostólico femenino", en el que se ve el esfuerzo por situar plenamente la vocación de la mujer en la misión apostólica.

 «  982  »  2Más recia la mujer que el hombre, y más fiel, a la hora del dolor. –¡María de Magdala y María Cleofás y Salomé!
Con un grupo de mujeres valientes, como ésas, bien unidas a la Virgen Dolorosa, ¡qué labor de almas se haría en el mundo!

Texto escrito también, como dijimos, sobre una octavilla Bl. El Autor sigue hablando, desde la Escritura, del "grupo de los discípulos" –hombres y mujeres–, ahora al pie de la Cruz y junto a la Virgen María. Allí aparecen la reciedumbre y la fidelidad de las mujeres en contraste con la desbandada general de los hombres: sólo queda Juan {El Papa Juan Pablo II comentó el mensaje de este punto en su homilía de la Misa del 5-VIII-1980, en Castelgandolfo, ante un grupo de mujeres del Opus Dei. Texto en AGP, sec P, leg 2, II, pg 89}. Termina el cap "El Apostolado" contemplando la misión cristiana en el mundo realizándose desde la fidelidad de las mujeres.

 «  PERSEVERANCIA  » 

Cec terminaba con el cap "El Apostolado". "Perseverancia", que pone punto final a C, es de nueva creación en Burgos. Estaba ya decidido desde el primer proyecto de reelaboración. En la portada de su carpeta se lee el número de orden 29 –que era el que tenía cuando los caps 43, 44 y 45 eran un solo cap– y, escrito encima, el número 31, una vez que el Autor decidió dar entrada a los tres caps precedentes.
El cap comienza con un punto que procede de Cec: es el único. Siguen a continuación otros 16, todos de nueva redacción en Burgos.

 «  983  »  Comenzar es de todos; perseverar, de santos.
Que tu perseverancia no sea consecuencia ciega del primer impulso, obra de la inercia: que sea una perseverancia reflexiva.

Este primer punto es refundición de otros dos de la edición de Cuenca (vid apcrít) que el Autor realiza estando ya compuesto el libro en la imprenta de Valencia.
La cuestión era bien sencilla: los actuales p / 894  y p / 895  estaban numerados ambos en el Txm con el mismo número, repetido dos veces: 894. Al rectificarse y correrse la numeración en la imprenta salían, lógicamente, 1000 números, no los 999 previstos... {Sobre el sentido del número 999 vid IntrodGen § 6, 3, a (pgs 115-116)}. El Beato Josemaría estaba en Valencia cuando se "levantó" el problema. La solución que dio fue bien sencilla: hacer un solo punto con los dos párrafos del actual p / 983 –que eran hasta entonces dos puntos distintos y consecutivos– y correr la numeración desde el p / 985... Así se hizo durante una visita del Autor a la imprenta {"Camino está a punto de salir. El Padre, con Álvaro, Alberto y Rafael, da los últimos toques en la imprenta" (Diario de Valencia, 8-IX-1939)}.
Ambos párrafos proceden, como digo, de la edición de Cuenca. El primero tiene su matriz en el Cuaderno VII, nº 1099, texto fechado en 5-I-1934 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 110, 718, 435, 983a, 386, 325, 65, 178, 174, 802, 173} y que tiene un tenor literal idéntico al de C. El texto está inspirado en una sentencia célebre, que se remonta, al menos, a San Jerónimo EÍ "San Jerónimo" , y que Josemaría Escrivá citaba con frecuencia en su predicación:
"Os acercaréis una a una y, puesta la mano derecha sobre el libro de los Stos Ev...: Renuncio... ¿Esta renuncia, esta ratificación no será más que eso? ¿Palabras, fuegos fatuos, mentiras de luz?... Para que así no suceda, sabed que al pronunciar solemnemente esa fórmula, os comprometéis a llevar siempre una vida cristiana, frecuentando sacramentos... ' Cepisse multorum.. ' Noche cerrada..." {Plática en el Colegio de la Asunción (Patronato de Santa Isabel), al fundarse la "Cruzada Eucarística de los niños", 31-III-1933; guión nº 8. El borrador original de este texto está AGP, sec A, leg 50-13, carp 2, exp 6}.
"Decisión de tener una vida más santa, de vivir vida interior.... No es lo mismo prometer y cumplir, ni empezar que perseverar.... Son muchas las flores de un árbol en primavera..., pero la mayor parte no llegan a resolverse en fruto: son muchos los niños que nacen, pero son muchos menos los que llegan a la plenitud de los años.... Por eso pudo exclamar S. Jerónimo EÍ "San Jerónimo" : "Coepisse multorum est, ad culmen pervenisse paucorum" {Epistula 71, 2; PL 22, 669. "Comenzar es de muchos; llegar hasta el cabo, de pocos" (BAC 219, 1962, pg 679). El texto tuvo amplio eco en los círculos que dependían de San Jerónimo. Vid Lupus de Olmeto, Regula monachorum ex scriptis Hieronymi collecta (PL 30, 384). San Antonio María Claret, Ejercicios Espirituales de San Ignacio, Librería Religiosa, Barcelona 1891, pg 437, alude a esta idea en su Plática de perseverancia, atribuyéndola a San Jerónimo y a San Agustín: "El número de necios es infinito, dijo el Sabio; y San Jerónimo y San Agustín añadieron, que es de muchos comenzar, pero el perseverar, de pocos"} : el empezar a vivir bien es de muchos, el llegar hasta la cumbre de la perseverancia en el bien obrar es de pocos" {Es el primer párrafo del guión nº 17, "Plática de  perseverancia" de unos EjEsp predicados a mujeres en enero de 1935. También en Honduras predicó sobre el tema: "Perseverar... Se me vienen a la memoria aquellas palabras de un santo: Comenzar es de muchos; seguir, de pocos" (PredicHond, "Perseverar", 29-VIII-1937V, pg 266; XLI). Y en uno de los guiones de Vitoria se lee de nuevo: "Coepisse multorum est..." (EjEsp, "Plática de perseverancia", Vitoria 26-VIII-1938; guión nº 120)}.
El Autor "apura" el pensamiento en perspectiva directamente cristiana: en C los "muchos" son "todos", los "pocos" son "santos".
El segundo párrafo procede del Cuaderno V, nº 681, fechado en 3-IV-1932 {Futuros puntos de C transcritos ese día: 983b, 127, 831}. El tenor literal es idéntico al de C, pero precedido del vocativo "Niño". Es una nueva llamada a no proceder por impulsos, sino desde una racionalidad sobrenatural.

 «  984  »  Dile: "ecce ego quia vocasti me!" –¡aquí me tienes, porque me has llamado!

Texto escrito sobre una octavilla Not. Punto escrito en la fase final de la redacción, repasando los guiones de predicación, donde encuentra la palabra bíblica que tenía de continuo en los labios y en el corazón:
" –Ignem veni mittere in terram... (Luc. 12, 49) Evangelio según San Lucas: Lc 12, 49"). Ecce ego, quia vocasti me! (Samuel. I Reg. 2, 9 Libro I de Samuel: 1S 2, 9")" {Retiro espiritual, Plática "Vida sobrenatural", Salamanca 25-I-1938; guión nº 91. Las palabras de Samuel se encuentran en realidad en 1S 3, 6}.
El Autor, en sus papeles más antiguos, entendía las palabras del pequeño Samuel como respuesta al "quid volo nisi ut accendatur?" (tema del p / 801: "¿No te animas a propagar el incendio?"), como es el caso de la plática de Salamanca, para subrayar así la dimensión misionera de la vocación cristiana. Lo mismo, en este apunte de 1935:
"El mundo y Cristo. Nuestra misión. Somos pocos, ¿queremos ser más? ¡seamos mejores!
Ignem veni mittere in terram et quid volo nisi ut accendatur?
Ecce ego: quia vocasti me" {EjEsp, Plática preparatoria, Madrid, diciembre 1935; guión nº 60}.
Ya en 1939 la palabra de Samuel se hace respuesta a otra de Isaías: "redemi te, et vocavi te nomine tuo, meus es tu (Is 43, 1 , Isaías: Is 43, 1")" {Meditación a sacerdotes, año 1939; guión 159}. El Beato Josemaría paladeaba estos dos versos de la Escritura, que ponía en mutua relación, y en su predicación mostraba que daban la estructura misma del vivir –y del morir– de un cristiano. Existencia cristiana como llamada de Dios y respuesta entregada del hombre {Es el tema de Forja, 7 y 12}.

 «  985  »  Te apartaste del camino, y no volvías porque te daba vergüenza. –Es más lógico que te diera vergüenza no rectificar.

Texto escrito sobre una octavilla Re. Sin interrelación documental conocida.

 «  986  »  "La verdad es que no hace falta ser ningún héroe –me confiesas– para, sin rarezas ni gazmoñerías, saber aislarse lo que sea necesario según los casos..., y perseverar". –Y añades: "mientras cumpla las normas que me dio, no me preocupan los enredos y jerigonzas del ambiente: lo que me asustaría es tener miedo a esas pequeñeces." –Magnífico.

Original en una octavilla Bl en la que el Autor escribe su texto por los dos lados. Goza viendo los frutos de la labor de diez años. En este caso es la seriedad del espíritu contemplativo en medio del fragor de la guerra que se refleja en la correspondencia entre los miembros de la Obra y sus amigos. "¡Magnífico!" es lo que tiene que añadir, después de remodelar la redacción {Como se ve por el texto de la carta, el Autor completa la idea para adapatarla al cap sobre "perseverancia", añadiendo "y perseverar"}. El que escribe es Jiménez Vargas EÍ "Jiménez Vargas, Juan":
"Te habrás figurado que he escrito unas cartas para ti dirigidas a Paco "Botella Raduán, Francisco" {Francisco Botella Raduán}. Como te suponía en Burgos no te escribí antes. Solo te escribí ésa de que hablas.
Aquí hubo un poco de jaleo {Su batallón había quedado copado y perdieron el equipamiento. "No sé si te han contado que Juan –siempre le toca bailar con la más fea– estuvo copado, y lo pasaron verdaderamente mal; escribe que ¡se ha quedado con lo puesto! Hoy le mando un diccionario, para que siga estudiando inglés; antes, por el padre de Vicente, le hemos enviado algo de ropa" (Carta de Josemaría Escrivá a Ricardo Fernández Vallespín, Burgos 5-X-1938; EF 381005-2)} pero esto ha quedado otra vez tan tranquilo como siempre. Ricardo "Fernández Vallespín, Ricardo" {Ricardo Fernández Vallespín} pasó un día conmigo en la posición. Esto es infinitamente mejor que los sitios donde hay población civil como ese poblacho tuyo o Carabanchel EÍ "Frente de Madrid: –Carabanchel" {Pueblo de las afueras de Madrid, donde estaba destinado Vallespín}. Aquí no hay jerigonzas de ésas que, por lo que veo, os preocupan tanto {Estaba en plena montaña y no tenía las "distracciones" de los pueblos}. Y la verdad es que no hace falta ser ningún héroe para, sin rarezas ni gazmoñerías saber aislarse lo que sea necesario según los casos. A mí lo que me asustaría sería tener miedo a esas pequeñeces porque esto depende de aflojar en las normas.
De la guerra más vale no hablar. Dar mucho la lata a D. Manuel para que termine. Pero a D. Manuel hay que coaccionarle ofreciendo muchas cosas a diario.
Tu no sabes el mérito que tiene esta carta aunque te parezca sosa. Está bombardeando la aviación nuestra el pinar de enfrente y no me he levantado de la mesa a verlo, ahora mismo pasan por encima de nosotros cinco pavas. Esto sí que no me lo pierdo. Abrazos. Juan EÍ "Jiménez Vargas, Juan" {Carta de Juan Jiménez Vargas a Enrique Alonso-Martínez, Cota 1184, 2-VIII-1938; AGP, sec N-2, leg 148, carp B, exp 1. Vargas recordaba este punto en su Relato del 77, pg 19: "Me parece que esto es de una carta que escribí a nuestro Padre durante la guerra". Como vemos, no era directamente a él, pero se pasaban las cartas de unos a otros. "Pavas" era nombre de jerga en los frentes durante la guerra civil para designar a ciertos aviones alemanes}.
"La normas que me dio". Se refiere al plan diario de oración, trabajo y sacrificio que el Beato Josemaría proponía a los que le seguían.

 «  987  »  Fomenta y preserva ese ideal nobilísimo que acaba de nacer en ti. –Mira que se abren muchas flores en la primavera, y son pocas las que cuajan en fruto.

Texto escrito sobre una octavilla Not. Navidad 1938. Es un pensamiento que había predicado en Honduras y muchas veces antes:
"Son muchas las flores que se abren, pero pocas las que logran la plenitud de un fruto jugoso y maduro" {PredicHond, "Perseverar", 29-VIII-1937V, pg 266; XLI. Vid también el segundo texto citado en com / 983}.

 «  988  »  El desaliento es enemigo de tu perseverancia. –Si no luchas contra el desaliento, llegarás al pesimismo, primero, y a la tibieza, después. –Sé optimista.

Texto escrito sobre una octavilla Not. Navidad 1938. El Autor relee la plática de perseverancia. Allí están los elementos que articulan este nuevo punto.
"Perseverancia. Enemigos: el desaliento; la tibieza; el poco empeño al hacer el examen" {EjEsp, "Plática de perseverancia", Vitoria 26-VIII-1938; guión nº 120}.

 «  989  »  Vamos: Después de tanto "¡Cruz, Señor, Cruz!", se ve que querías una cruz a tu gusto.

Texto sobre una octavilla perteneciente a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras, en medio de aquellas pruebas y sufrimientos. El pensamiento expresado era ya muy anterior en su vida y es claramente autobiográfico. He aquí una nota de 1931:
"Ni ahora sé, Jesús, si es exceso o falta de generosidad mi deseo de Cruz sin Cirineo. Exceso, porque lo es ese dolerme tanto la Cruz de los demás... Falta, porque parece disconformidad con lo que Tú quieres: porque parece que deseo, no tu Cruz, sino una Cruz a mi gusto" {Cuaderno IV, nº 355, 28-X-1931. Sobre el tema vid Vázquez de Prada, I, pg 394ss}.
La expresión "Cruz sin Cirineo" expresa en los escritos de aquella época una petición del Beato Josemaría al Señor en relación con la pobreza y sufrimientos que debían soportar su madre EÍ "Albás y Blanc, Dolores" y hermanos EÍ "Escrivá de Balaguer y Albás, Santiago" EÍ "Escrivá de Balaguer y Albás, Carmen" como consecuencia de la total dedicación del Autor a sacar adelante el Opus Dei que entonces nacía. Por eso pedía al Señor que le diera la Cruz a él sólo, y no a su familia (sin Cirineos) {Sobre el tema vid Vázquez de Prada, I, pg 394ss, cap 3, 6: "Una cruz sin Cirineos"}.

 «  990  »  Constancia, que nada desconcierte. –Te hace falta. Pídela al Señor y haz lo que puedas por obtenerla: porque es un gran medio para que no te separes del fecundo camino que has emprendido.

Texto escrito sobre una octavilla Bl, rasgos de pluma fina. Sin interrelación documental conocida.

 «  991  »  No puedes "subir". –No es extraño: ¡aquella caída!.
Persevera y "subirás". –Recuerda lo que dice un autor espiritual: tu pobre alma es pájaro, que todavía lleva pegadas con barro sus alas.
Hacen falta soles de cielo y esfuerzos personales, pequeños y constantes, para arrancar esas inclinaciones, esas imaginaciones, ese decaimiento: ese barro pegadizo de tus alas.
Y te verás libre. –Si perseveras, "subirás".

Original en octavilla Drv. Una media cuartilla en cuyo dorso se lee de mano del Autor: " Álvaro Porti" (la otra media sirvió para escribir el p / 520: vid). El Beato Josemaría, en su retiro espiritual de Segovia año 1932, escribió una página en la que resuena esta temática:
"Y me pongo en coloquio con Santa María: ¡oh, Señora!, para vivir el ideal que Dios ha puesto en mi corazón, necesito volar... muy alto, ¡muy alto! No basta despreciar, con la ayuda divina, las cosas de este mundo, sabiendo que son tierra: aunque el universo entero lo ponga en un montón bajo mis pies, para estar más cerca del cielo..., no basta. Volar, sin apoyarme en nada de aquí, pendiente de la voz y el soplo del Espíritu. Pero ¡mis alas están manchadas!: barro de años, sucio, pegadizo... Señora, ¡que apenas puedo remontar el vuelo!: que la tierra me atrae, como un imán maldito, de honores, de carne en racimo tentador, de riquezas... María, Virgen de los Besos: tú puedes hacer que tu niño, José María, Mariano –¡soy tan tuyo!–, desde este palomarcico de Teresa, se lance al vuelo definitivo y glorioso, que tiene su fin en el Corazón de Dios" {EjEsp, Día 4º, viernes, 7-X-1932; Apínt, nº 1645. Hacía el retiro en Convento de los Carmelitas, donde yace el cuerpo de San Juan de la Cruz. Como se ve, el Autor experimenta en sí mismo el deseo del "vuelo definitivo y glorioso" y a la vez el cerco a que somete al alma cristiana la triple concupiscencia de que habla San Juan (1Jn 2, 16)}.
No he podido identificar a ese autor espiritual. ¿Podría ser el autor del libro que utilizó en aquellos EjEsp? {En las notas de aquellos EjEsp alude al libro en cuestión con estas palabras: "¡Hermosa consideración, la que acabo de copiar a la letra del libro que empleo en este retiro!" (EjEsp, Día 8º, martes, 10-X-1932; Apínt, nº 1670)}. El famoso "pajarillo" de Santa Teresita al final del manuscrito B (4r-5v), con sus alas mojadas, tiene una cierta proximidad temática. Pero me parece que el Autor nunca llamaría a la petite Thérèse de una manera tan académica: "un autor espiritual".

 «  992  »  Da gracias a Dios, que te ayudó, y gózate en tu victoria. –¡Qué alegría más honda, ésa que siente tu alma, después de haber correspondido!

Texto sobre una octavilla que podría adscribirse a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. Sin interrelación documental conocida.

 «  993  »  Discurres... bien, fríamente: ¡cuántos motivos para abandonar la tarea! –Y alguno, al parecer, capital.
Veo, sin duda, que tienes razones. –Pero no tienes razón.

Original en octavilla Drv: una media cuartilla en cuyo dorso está el comienzo de un guión de meditación, que dice: + Espíritu de orac (la otra media es la del p / 630). Sin interrelación documental.

 «  994  »  "Se me ha pasado el entusiasmo", me has escrito. –Tú no has de trabajar por entusiasmo, sino por Amor: con conciencia del deber, que es abnegación.

Texto escrito en Burgos, último trimestre de 1938, sobre una octavilla Bl, grafía fuerte y tinta muy negra, en todo semejante a la de los puntos siguientes 995 y 996, que forman, además, una unidad temática.
El corresponsal al que alude el Autor es Álvaro del Portillo –su sucesor como Prelado del Opus Dei–, que lo ha contado con frecuencia. Al año siguiente de la muerte del Autor de C se expresaba así:
"Una vez le escribí al Padre –como en confidencia– que se me había pasado ese entusiasmo sensible de los primeros meses; que al principio estaba entusiasmado, viendo a Dios en todas partes y que después ya había sido una cosa más reflexiva, de otro estilo, más seria; más seria porque era el mismo amor de Dios, pero de otro modo, más sereno; esto no quiere decir que el entusiasmo anterior no fuese sereno, sino que quizá al principio Dios Nuestro Señor quiso ayudarme dándome especial alegría y después ya pasé a ser del 'común de fieles'. Entonces el Padre escribió un punto de Camino que recoge esto y me dijo que lo había escrito por mí. Padre, –le dije– pero yo no había dicho que se me hubiese pasado la ilusión, era solamente en este sentido. –Déjate, déjate, contestó el Padre, que esto le puede ir muy bien a otras almas; yo entiendo lo que has querido decir, pero como lo que has escrito puede servir a otras almas, lo he recogido en Camino" {Notas de un coloquio con Álvaro del Portillo, Roma 19-II-1976; el subrayado es mío}.
En 1982 respondía de esta manera a una pregunta:
"Vamos ahora al punto de Camino...: recoge la carta de un hombre un poco inconsciente que, al pedir la admisión en el Opus Dei, se llenó de entusiasmo. No tenía mérito en seguir ese camino, porque Dios Nuestro Señor le daba tanta gracia. Después, cuando estuvo un poco más formado, su Padre Dios le quitó el entusiasmo, y le decía: basta que actúes con la cabeza y con el amor al Señor que ya tienes. Y se quedó un poco apesadumbrado aquel hombre: ¡qué pena! –se decía–, ahora tengo que ir un poco a contrapelo. Y lo confió al Padre. –El que escribió esa frase un poco tonta, fui yo..." {Notas de otro coloquio con Álvaro del Portillo, Roma 4-IV-1982}.
En un encuentro en 1991 Álvaro del Portillo hace esta interesante precisión: el Autor de C le dijo que él era el protagonista de ese punto "muchos años después" y que él hasta entonces no se había dado cuenta {"Yo se lo escribí al Padre, y el Padre me dijo: se acabó. Yo no me di cuenta de que [el punto de C] lo decía por mí. Pero al cabo de muchos años me dijo: este número lo escribí por ti. Dije: Padre, pero yo no, no lo decía en el sentido de..." (Notas de otro coloquio con Álvaro del Portillo, Barcelona 28-VIII-1991)}.
De otra parte, en el epistolario de Mons. del Portillo no aparece carta alguna en la que diga "se me ha pasado el entusiasmo". El testimonio que tenemos es precisamente del "entusiasmo" de los primeros tiempos de su vocación:
"Le ruego a Vd. que pida para que siga mi entusiasmo creciendo y mi perseverancia no flaquee" {Carta de Álvaro del Portillo a Josemaría Escrivá, La Granja (Segovia) 23-VIII-1935; AGP, sec B-1, leg 1, C-350823. Poco antes, en la misma carta, le dice al Beato Josemaría que había encontrado en La Granja a un amigo de Ferraz: "He hablado con él ayer y hoy; el hombre está entusiasmado con la Obra". Del Portillo pertenecía al Opus Dei desde el 7 de julio de ese año}.
Tampoco sabemos si la carta en cuestión es anterior a la guerra civil, o es del año 1938 o primeros días de 1939, que es cuando el Autor escribe el punto de C.
Esto último sería lo más lógico, pues las cartas "interlocutorias" de los puntos de Burgos suelen ser contemporáneas, incluso inmediatas a la redacción de las "gaiticas". Del Portillo escribió al Autor, desde la Legación de Honduras una carta a la que pertenece el siguiente párrafo:
"Las [cartas] suyas que recibimos aquí el 28 [de enero] han sido el espolonazo que necesitaba y me lanzo, pluma en ristre a emborronar el papel. Me entusiasman todas sus noticias, que han tenido la virtud de sacudir mi voluntad, que iba languideciendo en esta vida rutinaria de un modo por desgracia alarmante" {Carta de Álvaro del Portillo a Josemaría Escrivá, Madrid (Legación de Honduras) 1-II-1938; AGP, sec B-1, leg 1, C-380201. Las cartas del Autor a que se refiere van dirigidas a Isidoro Zorzano, que las lleva a la Legación. En enero les escribió los días 14, 18 y 21 (EF 380114-1, 380118-1 y 380121-3), que debieron llegar juntas, al menos las dos primeras. La carta del día 18, especialmente, es la que debió despertar el "entusiasmo" de del Portillo}.
¿Podría ser esta carta, escrita en febrero de 1938, la que el Autor sintetizaría en el "se me ha pasado el entusiasmo"? ¿O podría ser la que responde a otra del Autor, escrita ya cuando tiene casi "cerrado" el libro de C? Dice así el Beato Josemaría:
"Burgos, 19-I-939 + Jesús te me guarde. Mi muy querido Alvaro: Casi no puedo coger la pluma, porque tengo las manos heladas. Pero me he propuesto escribirte y lo hago. Tus hermanos, por ahora, no escriben, ni vienen {Juan Jiménez Vargas y Ricardo Fernández Vallespín}. Está en pie mi promesa: el primero que llegue irá a verte y te llevará los diccionarios. No sé qué decirte por carta: en cambio, cuando te vea, te diré muchas cosas que te gustarán. ¡Hay tantas cosas grandes por hacer! No es posible poner obstáculos, con puerilidades, impropias de hombres hechos y derechos. Te aseguro que de ti y de mí espera Jesús muchos y buenos servicios. Se los haremos, sin dudar. En estos días pido de veras al Señor que vuelva el entusiasmo por el negocio de Casa, a aquéllos de la familia que acaso ahora no lo sientan. Ayúdame tú a pedir y lograr eso. Conviene que no te olvides de escribir aquí. Lo mismo a tus hermanos. Vale la pena. ¿Has recibido unas revistas alemanas y otra inglesa? Te bendice y te abraza tu Padre Mariano" {Carta de Josemaría Escrivá a Álvaro del Portillo, Burgos 19-I-939; EF 390119 –. El subrayado es mío}.
Que vuelva el entusiasmo... Y sin embargo no hemos de trabajar por entusiasmo... Son dos acepciones distintas de la palabra y un único misterio: el del seguimiento de Cristo... hasta el final. Álvaro del Portillo y Diez de Sollano, en su respuesta escribe:
"Y el contraste entre los deseos tan encendidos y sinceros de entonces {Alude a la vibración apostólica que les llevó –a él y a otros dos– a pasarse con alto riesgo a la zona nacional por el frente de Guadalajara. Vid Álvaro del Portillo, "De Madrid a Burgos pasando por Guadalajara", relato manuscrito, noviembre de 1938; AGP, sec B-1, leg 50, carp 3)} con la desgana y realidad de ahora me ha producido verdadera impresión. Espero que D. Manuel acabará pronto –mejor dicho, que ha terminado ya, desde ahora mismo– con tanta tontería" {Carta de Álvaro del Portillo a Josemaría Escrivá, Cigales (Valladolid) 22-I-1939; AGP, sec B-1, leg 1, C-390122}.
¿Pudo salir el punto de C de este carteo? El día que Álvaro del Portillo escribe su carta comenzaba el Beato Josemaría a pasar a máquina las "gaiticas"... Vid en com / 294 las alusiones a del Portillo.

 «  995  »  Inconmovible: así has de ser. –Si hacen vacilar tu perseverancia las miserias ajenas o las propias, formo un triste concepto de tu ideal.
Decídete de una vez para siempre.

Octavilla Drv. Original sobre una media cuartilla de un guión de meditación en cuyo dorso se lee: "+ Espíritu de obedi" (la otra media cuartilla no está entre las "gaiticas"). Como dijimos, el texto, por el grafismo y la temática, parece de redacción simultánea al anterior y al siguiente.

 «  996  »  Tienes una pobre idea de tu camino, cuando, al sentirte frío, crees que lo has perdido: es la hora de la prueba; por eso te han quitado los consuelos sensibles.

Octavilla Drv. Original escrito sobre una media cuartilla de un guión de meditación en cuyo dorso se lee: "+ M. Encarnación" y debajo: "1. Pet. Obedecer con alegría" (la otra media cuartilla probablemente quedó con el dorso en blanco"). En un guión de 1934 había escrito:
"¿Pruebas? Sí. Y consuelos. –Ite, docete omnes gentes. –Ecce ego vobiscum sum..." {Meditación a fieles del Opus Dei, Madrid 30-XII-1934; guión nº 6} 3 "Consuelos sensibles". Vid p / 100  y 163.

 «  997  »  Ausencia, aislamiento: pruebas para la perseverancia. –Santa Misa, oración, sacramentos, sacrificios: ¡comunión de los santos!: armas para vencer en la prueba

Texto, en cambio perteneciente a la serie Lh, escrita en la Legación de Honduras. Casciaro en su testimonio hace notar la dimensión "bélica" de la terminología: "Nótese –escribe– que el Padre habla de "armas" porque en aquel tiempo era más asequible entender la perseverancia en la vocación como una lucha, como una guerra inevitable, que hay que afrontar con armas sobrenaturales. Aún algunas de estas armas –Santa Misa, Comunión– no siempre era posible contar con ellas en los frentes" {Pedro Casciaro, Relación testimonial, 26-VI-1979, Parte II, cap 2, pgs 169s}.

 «  998  »  ¡Bendita perseverancia la del borrico de noria! –Siempre al mismo paso. Siempre las mismas vueltas. –Un día y otro: todos iguales.
Sin eso, no habría madurez en los frutos, ni lozanía en el huerto, ni tendría aromas el jardín.
Lleva este pensamiento a tu vida interior

Texto escrito sobre una octavilla de la serie Ah, posterior por tanto a 20-XII-1938. El tema del borrico es constante, autobiográfico, como hemos visto ya muchas veces, en los Cuadernos del Autor. Vid com / 57, 80, 98, 176, 420 y 493 (borrico sarnoso), 571, 592, 596, 606, 677, 691, 729, 731, 801, 852, 874, 882, 933. Vid Forja, 380 y 381.
Hans FLASCHE señala el carácter alegórico tradicional de estos puntos, insertos en la tradición de la laus asini {Hans Flasche, Geschichte der spanischen Literatur, III, Francke, Bern / Sttutgart 1989, pg 95}. El uso de esa tradición es sumamente moderada en C, pero extraordinariamente abundante en Apínt, como puede verse en los textos transcritos, y muy tipificada en los dos puntos de Forja (que son los que llamaron más la atención a Flasche y que proceden de Apínt). Garrido Gallardo, con buen fundamento, hace notar {M. A. Garrido Gallardo, "Literatura espiritual...", 1993, pg 641} que el uso alegórico de la figura del borrico se produce a partir de una experiencia mística del Autor, que se documenta, antes de lectura alguna, en la tradición señalada. En cambio, el "borrico de noria" aparece por primera vez en un documento del Autor de 1935, que es ya un esquema de lo que será este punto de C:
"¡Bendita perseverancia, llena de fecundidad, del pobre borrico de noria!: siempre lo mismo, monótonamente, escondido y despreciado, a su paso humilde..., sin querer saber que son sus sudores el aroma de la flor, la hermosura del fruto en sazón, la fresca sombra de los árboles en el estío: la lozanía toda del huerto, y todo el encanto del jardín" {Instrucción, 9-I-1935, nº 221}.
Este texto era sin duda el que el Autor tenía en la cabeza –dudo mucho que lo pudiera tener en su escritorio, pues el documento, en principio, había quedado en Madrid– cuando redactaba este punto penúltimo de C. Aunque el recordatorio para redactarlo bien pudo ser este apunte de sus guiones:
"Nemo repente fit sanctus. Ut jumentum (Sal 73, 23, 24). El burro de noria..." {EjEsp, Plática "Perfección en las cosas pequeñas", Vitoria 22-VIII-1938; guión nº 107}.
Ese año 38 el tema del "borrico de noria" brotó en labios del Autor con ocasión de su viaje a Santiago de Compostela para ganar el jubileo, acompañado de Ricardo Fernández Vallespín, convaleciente de herida de guerra. Hizo escala en León para visitar a Mons. Carmelo Ballester, Obispo de la diócesis. El 17 de julio, domingo, celebró la Misa muy temprano en la casa de las Teresianas. Un ilustre sacerdote de León, don Eliodoro Gil, que también le acompañaba a Santiago, es el que lo narra:
"Llegaron a la estación cuando ya estaba pitando el tren. Un taxista, feligrés mío –de nombre Cartujo–, nos llevó hasta Veguellina de Órbigo, a unos 30 kms. de León, donde alcanzamos el tren. Durante aquel trayecto el Padre nos dirigió la meditación y nunca se me olvidarán sus palabras. Incluso se le grabaron al taxista, que me las recordó muchas veces. Allí, desde las ventanillas del coche, contemplábamos la preciosa vega del Órbigo, donde se cultiva remolacha y lúpulo.
El Padre nos habló con la imagen del borrico, que se la debió inspirar aquel campo, en el que se veían muchas norias con sus borricos. Es ese trabajo esforzado y continuo –monótono, si se quiere–, pero eficaz: es ese trabajo el que va llenando los cangilones que derraman el agua a los campos que se cubren de verdor y de fecundidad. 'Fijaos –nos decía– que el pobre burro está dando nada menos que todo lo que tiene, con toda paciencia. Y nos da ejemplo de cómo tenemos que servir a Dios' " {Eliodoro Gil, Testimonios, Madrid 2-II-1979 y 23-IV-1996; AGP, sec A, leg 100-25, carp 2, exp 1. El 18 ganaron el jubileo y el 19 regresaban. El día 20 ya estaba el Autor de C en Burgos}.
Vid p / 701  y com: lozanía, madurez.

 «  999  »  ¿Que cuál es el secreto de la perseverancia?
El Amor. –Enamórate, y no "le" dejarás.

{En Txm y C1, después de una línea de puntos, se leía: "Se acabó de escribir este libro en Burgos, día de la Purificación de la Bienaventurada Virgen María, año 1939, III Triunfal". Vid IntrodGen § 5, 2, c}.
Texto escrito sobre una octavilla Bl con pluma muy fina perteneciente a la subserie Ber. En la predicación de Honduras hay textos en los que resuena este último punto de C. Por ej:
"Si no le dejamos, El no nos dejará" {PredicHond, "Atolondramiento", 11-V.1937, pg 51; VII. Es una cita implícita de Cec 67 / 2, que pasará a ser en C el p / 730}.
"Este es el secreto para divinizar una vida, para convertirla en fecunda y valiosa y gloriosa: llenarla de amor, purificar todas las intenciones, encaminándolas a la gloria y satisfacción de Dios. ¿Qué importa que las acciones sean vulgares, y aun que las acompañe el fracaso, si es el Amor quien las ha inspirado?" {PredicHond, "Atolondramiento", 11-V-1937, pg 52; VII}.
Pero el pensamiento y su formulación, propiamente, no tienen interrelación documental que yo conozca. Vid, no obstante, p / 730  y com. Con todo, el texto de p / 999  parece la condensación de un texto de 1935. Se trata del último de una serie de círculos que dio a un grupo de universitarios en el verano de ese año. Es un breve guión de estilo telegráfico, que termina con este párrafo "redactado":
"Vivir vida de fe: el egoísmo. El Amor... Entregamiento, darse: luchas, vacilaciones ¡todos pasamos por ahí! ¡Al fin, hasta que descanse en Ti! La vida, prueba, paso, sueño, comedia, camino, pelea, flor, parpadeo de estrella, luz de relámpago, ¿cien años? ¡Un segundo!
Luego, el Amor, que es la Vida, el Fin, la Realidad, el Descanso tras la victoria, Luz de sol eterno..., y esto: Eternidad..." {AGP, sec A, leg 50-13, carp 4, exp 2. Nótese el fondo agustiniano: "fecisti nos ad te, et inquietum est cor nostrum, donec requiescat in te" (San Agustín, Confessiones, lib 1, 1; BAC 11, 4ª ed, 1963, pg 69. –En 1932 había escrito anotando el Decenario: "Solo Tú eres el Amor. El Amor es el único amor que no deja remordimiento: es la Paz y el Gozo" (Glosas marginales al Decenario 1932, pg 62)}.
El p / 999  es la última consecuencia del "fuego de Cristo que llevas en el corazón", del que hablaba el Autor en el punto primero y que, como ya se dijo en com / 801, es el Espíritu Santo {Una sola consideración del cap de Cec no pasa al correspondiente de C: la cd / 24, que pasará a ser el p / 325, encabezando la construcción del nuevo cap titulado "Tibieza"}.