"Me explico que (...) aguardes con impaciencia el momento de cruzar tierras y mares -¡ir lejos!- porque te desvela el afán de mies" (C, 812). Con este espíritu, San Josemaría propuso a algunos de sus hijos en 1958, y a algunas de sus hijas en 1960, marchar a Kenya. Se realizaba así una de sus grandes ilusiones: iniciar el trabajo apostólico del Opus Dei en el continente africano.
Eran tiempos de rápidos cambios en África, donde, uno tras otro, los países que habían adquirido la independencia se encontraban con otras fuerzas demoledoras, entre ellas la falta de preparación intelectual. Para colaborar en la mejora de esta situación, el Delegado Apostólico para Kenya, Mons. Mojaisky Perrelli, urgió a san Josemaría en octubre de 1957 a que iniciase una Universidad en Nairobi: "se está jugando un partido de alcance extraordinario para el futuro de África. (...) Es de suma importancia fundar una Universidad Católica". Aunque escaseaban personas y sobraba trabajo, San Josemaría contestó a vuelta de correo el 4 de noviembre de 1957: "(...) es tan sacerdotal la llamada de Vuestra Excelencia que es imposible decirle que no. Por tanto, como Vuestra Excelencia desea, a finales de enero irán dos hijos míos ingenieros -uno de lengua inglesa-, para que sobre el terreno vean con Vuestra Excelencia el modo más rápido de comenzar esa labor (...) que ojalá sea la base para una Universidad completa" (AVP, III, pp. 380-381).
El 25 de agosto de 1958 llegaron los primeros fieles de la Obra a Nairobi con la bendición de San Josemaría y con gran fe en el proyecto que les había encomendado. El sistema educativo vigente exigía crear centros especiales, con dos años de estudio, como puente entre la secundaria y el ingreso en la universidad, y fue san Josemaría -testimonia Pedro Casciaro, que siguió, por encargo de san Josemaría, los comienzos de la labor en Kenya -quien sugirió la creación de un instituto de enseñanza superior y una residencia de estudiantes, y marcó cuatro criterios generales para su constitución y funcionamiento: "1 -El College debía ser interracial; 2 -debería estar abierto a los no católicos y no cristianos; 3 -el College no debía tener reconocimiento de escuela misional; y 4 -los alumnos debían pagar, al menos, una cantidad simbólica, pues de lo contrario no apreciarían las enseñanzas y acabarían resentidos" (AVP, III, pp. 382-383).
Estos principios no coincidían con el sistema educativo del país, caracterizado por su estricta separación de razas y el limitado acceso para los africanos a una educación formal, siempre en manos de misioneros. Siguiendo las indicaciones de san Josemaría, Kevin O'Byrne (ingeniero irlandés), Edmund Hernández (arquitecto americano), el sacerdote Joseph Gabiola (español), y otros pocos consiguieron poner las bases para el College, no sin dificultades. En 1961 Strathmore se constituyó en el primer College multirracial del continente y se nombró director al norteamericano David Sperling.
San Josemaría tuvo predilección por IOS africanos. El 6 de junio de 1960, en Roma, le dijo a David Sperling: "si no estuviera feo, yo diría que cuando me muriese me sacaran el corazón y lo llevaran a África. No lo puedo decir porque no estaría bien, pero no lo olvides". Las primeras mujeres del Opus Dei que fueron a Kenya recuerdan que les habló con gran cariño de África y su gente: "Los han tratado mal. ¡Tienen derecho a que se les trate maravillosamente! Y la mejor manera es tratarles como a iguales. ¡Somos iguales! ¡No podemos hacer ni la más pequeña diferencia!" (MARLIN, 2006, p, 72).
El 28 de febrero de 1960, san Josemaría comentó a Julián Herranz que soñaba con el día en que la Obra tuviera miles de hombres y mujeres de raza negra. Y agregó: "A mí me habría sido indiferente nacer negro o de cualquier otro color, porque no hay más que una raza: la raza de los hijos de Dios" (HERRANZ, 2007, p. 397).
En los años setenta hubo un intento, por parte de algunos políticos, de apropiarse de Strathmore, lo que causó serios problemas. En 1973 David Sperling pasó por Roma y san Josemaría le preguntó si todavía seguían estas dificultades. Ante la respuesta afirmativa, dijo: "Os voy a mandar vuestra verdadera Defensora", y le dio dos cuadros de la Virgen (...) con la inscripción Sancta María, Refugium nostrum et Virtus!" (AGP, Biblioteca, P01, 1977, 378-379).
Los problemas pasaron. Strathmore fue creciendo. En 1989 inició un proceso que le llevaría a alcanzar el status de universidad. El 23 de abril de 2008, aniversario de la primera Comunión de san Josemaría, el presidente de la República de Kenya, Mwai Kibaki, entregó el Charter a Strathmore University en un acto oficial. Concluyó su discurso manifestando su agradecimiento por "todo lo que Strathmore ha supuesto para este país".
En febrero de 1960 San Josemaría anunció que algunas mujeres del Opus Dei se trasladarían a África. "¡Nos vamos al [sic] Kenya -nos vamos al Japón- para buscar almas para Jesucristo!". Pedía a muchas personas que rezasen y ofreciesen sacrificios por esa intención: "No vais solas porque vais con Cristo, y con Cristo estamos todos" (AVP, III, p. 358).
A San Josemaría le dolía la situación de las mujeres africanas y animaba a fomentar el cambio por medio de la educación, inculcando el sentir cristiano de la dignidad de la mujer (cfr. MARLIN, 2006, pp. 71-72). Con los criterios que el fundador había señalado para Strathmore, las mujeres del Opus Dei crearon una escuela hotelera -Kibondeni- y una escuela de secretariado multirracial, Kianda College.
San Josemaría seguía con especial solicitud a sus hijas que habían ido a nuevos continentes. El 1 de septiembre de 1960, cuatro meses después de que llegaran, las llamó por teléfono a Kenya y a Japón, cosa inusual entonces. La llamada les llenó de alegría (cfr. MARLIN, 2006, p. 111). Habían ido a Kenya ocho mujeres de Irlanda, Estados Unidos, España y Portugal. En 1961 la más joven enfermó de tuberculosis. Cuando san Josemaría tuvo noticia, les escribió el 9 de abril. "Estad seguras de que Dios Nuestro Señor se servirá de estas contradicciones, para mucho bien de vuestra labor con esas almas tan queridas que conocen poco o nada a Jesucristo".
En enero de 1962 envió de nuevo a don Pedro Casciaro a Kenya, entre otras cosas para que viera a sus hijas e hijos y se asegurara de que no se sentían aislados. A las mujeres les escribió el 19 de enero: "Como don Pedro os contará muchas cosas, solamente deciros que os recuerdo especialmente; que rezo mucho, para que seáis fieles y alegres; y que espero mucho de vosotras, porque trataréis siempre con afecto fraterno a las africanas, que han de ser -si las ayudáis- muy buenas hijas de Dios". De hecho, el 6 de enero de 1963 pidieron la admisión las dos primeras africanas: Florence Auma y Mary Mumbua. El 9 de enero, cumpleaños de san Josemaría, le llegó la noticia y comentó que era el mejor regalo que habría podido recibir (cfr. MARLIN, 2006, p. 159).
En 1989, durante su estancia en Nairobi, don Álvaro del Portillo recordó "cuando hace muchos años fueron a Roma, para formarse, las primeras africanas (...). Una de ellas le dijo a nuestro Fundador que estaba rezando y ofreciendo su trabajo (...) por los futuros sacerdotes africanos de la Obra (...) nuestro Fundador se quedó muy conmovido" (Catequesis de Mons. Álvaro del Portillo, I, p. 102: AGP, Biblioteca, P05). El primer sacerdote africano del Opus Dei, Paul Mimbi, fue ordenado por Juan Pablo II, el 6 de junio de 1982, en la Basílica de San Pedro, en Roma.
"El hogar y la familia ocuparán siempre un puesto central en la vida de la mujer: es evidente que la dedicación a las tareas familiares supone una gran función humana y cristiana" (CONV, 87). Entre las primeras mujeres del Opus Dei que llegaron a Kenya se encontraban Rosario Insausti, Encarnación Riera y Elisa Serrano, profesionalmente cualificadas en hostelería. Se proponían trabajar y enseñar su profesión en su nuevo país. El fundador les había infundido un profundo orgullo por la profesionalidad de su trabajo y el cuidado de las personas, para conseguir en cada casa un ambiente acogedor.
Las tres iban a causar un tremendo impacto. En Kenia en 1960 nadie pensaba que se pudiera educar a la mujer africana para realizar estas tareas con un nivel profesional. Orgullosas de su trabajo y seguras en las enseñanzas de san Josemaría, las recién llegadas se movieron y encontraron a seis chicas que se incorporaron al centro profesional Strathmore College, donde vivían y trabajaban codo a codo con las europeas, cosa que no dejó de chocar en ciertos ambientes. Estas alumnas formaron el núcleo dé lo que luego sería Kibondeni College of Institutional Management, que desde 1967 otorgó sus propios certificados con la autorización del Ayuntamiento de Nairobi.
El fundador siguió con interés grande esta labor. Al enterarse de que las condiciones de habitabilidad en los locales de trabajo donde las alumnas de Kibondeni realizaban sus prácticas no eran del todo adecuadas, pidió que encontrasen el modo de proporcionar alojamientos dignos para las alumnas de Kibondeni que trabajaran en Nairobi. Esto fue el comienzo de Walani Hostel, residencia, obra corporativa del Opus Dei en Nairobi.
Paralelamente había sido fundada Kianda College, escuela de secretariado multirracial, la primera con estas características que existió en Kenya. Por sus aulas han pasado siete mil alumnas de todas las partes del país, Cuando Strathmore College inició el proceso de crecimiento que le llevaría a convertirse en Universidad, la escuela de secretariado se orientó también en esa dirección y en 1993 cambió su sede hasta quedar plenamente incorporada a Strathmore University. En la actualidad el nombre de Kianda pervive en otras dos instituciones: Kianda Foundation, una Institución sin ánimo de lucro que promueve iniciativas de carácter social, y Kianda School, escuela de Enseñanza Primaria y Secundaria para mujeres.
Los desvelos de padre de san Josemaría llegaban a múltiples detalles. Esther Toranzo recuerda que el fundador envió a Kenya algunos ornamentos litúrgicos bordados con vivos colores, porque conocía el gusto africano por las tonalidades fuertes. Poco antes de la Navidad de 1960, hizo llegar a Nairobi un belén, ya que entonces esta costumbre cristiana no estaba difundida en Kenya.
A san Josemaría le gustaba comentar que al llegar a Kenya les entraba a sus hijos "el mal de África" (un gran entusiasmo por todo lo africano) y se alegraba de que se integraran pronto en el país. Bendijo a las que iban, antes de emprender el viaje, y les comentó: "Vuestra labor va a ser una bendición de Dios. África es una tierra maravillosa" (TORANZO, 1994, p, 57).
Al trazar la historia de Strathmore y Kianda se han dado ya algunos datos a ese respecto. Mencionemos además el establecimiento en 1970 de Tigoni Study Center, un Centro para retiros, reuniones y convivencias situado cerca de Nairobi; y la existencia, también en Nairobi, de colegios y residencias universitarias tanto, en ambos casos, para mujeres como para varones. La actividad apostólica se extiende además a ciudades como Mombasa y Eldoret.
Desde 1975 hasta el presente, la estampa de san Josemaría se ha traducido a ocho idiomas indígenas de Kenya y Uganda, y también al amharic (Etiopía).
El 6 de octubre de 2002 se inauguró en la Basílica de la Sagrada Familia, en Nairobi, un cuadro de san Josemaría con las siguientes palabras: "La Archidiócesis de Nairobi recuerda con agradecimiento al Fundador del Opus Dei San Josemaría Escrivá (...) su amor de Dios y su corazón sacerdotal le llevaron a iniciar la labor apostólica del Opus Dei en Kenya en 1958. El mensaje evangélico de la llamada universal a la santidad (...) a través del trabajo ordinario ha influido en las vidas de innumerables africanos por todo el continente. Deo gratias!".
San Josemaría subrayó que sus hijos iban a África para aprender. Debían ser buenos rodrigones para que crecieran árboles jóvenes fuertes y rectos, hasta sostenerse por sí mismos. La labor más honda la realizarían más tarde las personas del país a las que hubieran formado antes.
En abril de 1971 san Josemaría pudo conocer a hijas suyas de Kenya en Roma. En una reunión con ellas, Serah Mwangi le dio las gracias por haber enviado el Opus Dei a Kenya, y él respondió: "El Señor es el que ha mandado el Opus Dei a África. Yo soy un pobre instrumento de Dios, y tenéis que rezar para que sea un instrumento fiel y bueno. Es necesario que ahora el Opus Dei se extienda por África, pero con africanas; vosotras debéis llevar el amor de Dios por todo vuestro continente (...). Mirad el milagro que ha hecho Dios Nuestro Señor en Kenya: han ido allí americanas y europeas (...), y nos ha dado vocaciones africanas. Pero hay que procurar no obligar a Dios a hacer milagros. Por eso hacen falta muchas vocaciones de Kenya, de Nigeria, de Etiopía, ¡de toda África! para sembrar la paz y la alegría en vuestro continente" (MARLIN, 2006, pp. 202-203).
Desde Kenya se comenzó la labor apostólica del Opus Dei en muchos países africanos. Los primeros en salir fueron el sacerdote Joseph Gabiola y el ingeniero Jeremy White, que fueron a Nigeria en 1965 con las mismas directrices y las mismas intenciones: servir a todos sin discriminaciones (cfr. AVP, III, p. 384). En 1972, por encargo de san Josemaría, Rosario Basterra y yo misma, Olga Marlín, estuvimos en Nigeria preparando la labor con mujeres en aquel país. El 26 de junio, san Josemaría escribió a Kenya: "Me conmueve tocar esta maravillosa unidad de la Obra, la generosidad de mis, hijas que acuden felices a cualquier lugar del mundo, y la ilusión sobrenatural y humana que ponéis en vuestro trabajo en tierras africanas, con el deseo de servir al Señor y a las almas. Cuántas esperanzas tengo puestas en mis hijas africanas y en toda la labor que tienen por delante, en ese gran continente y en todo el mundo: que ese pensamiento contribuya a haceros cada día más fieles y más serenamente responsables".
Actualmente hay fieles kenyanos del Opus Dei trabajando en Nigeria, Uganda, Costa de Marfil, Congo, Camerún, Sudáfrica..., y se hacen viajes periódicos a Ruanda y Tanzania. Mención especial merece la labor en Uganda donde, en 1993 y animado por el entonces arzobispo de Kampala, Card. Wamala, diversos fieles del Opus Dei, hombres y mujeres, empezaron a realizar viajes periódicos. Los primeros Centros, dando estabilidad a la labor, se establecieron en 1996. Poco después se comenzó una casa de retiros y convivencias, Tusimba, cerca de Kampala.
Olga MARLIN