Vida cotidiana y santidad
en la enseñanza de San Josemaría

CAPÍTULO SÉPTIMO
Notas

1 También podríamos haber escogido como título: "la santificación de la vida cotidiana", o "la santificación en medio del mundo", u otras expresiones semejantes que san Josemaría emplea. Cfr. P. RODRÍGUEZ, La santificación del mundo en el mensaje fundacional del Beato Josemaría Escrivá, en: AA.VV. (J.L. ILLANES – J.R. VILLAR – R. MUÑOZ – T. TRIGO – E. FLANDES, dirs.), El cristiano en el mundo. En el centenario del nacimiento del Beato Josemaría Escrivá (1902-2002). XXIII Simposio Internacional de Teología de la Universidad de Navarra, Pamplona 2003, pp. 48-49.
2 BEATO JUAN PABLO II, Discurso 7-X-2002, 2 (a los participantes en la canonización de san Josemaría, al día siguiente de la ceremonia). El presente volumen ve la luz después de la beatificación de Juan Pablo II, el 1-V-2011, por eso lo citaremos habitualmente con el título de Beato.
3 P. DONATI, Senso e valore della vita quotidiana, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, (Actas del congreso internacional en el centenario del nacimiento de Josemaría Escrivá de Balaguer), Roma 2002-2004, vol. I, p. 242.
4 J. ECHEVARRÍA, Itinerarios de vida cristiana, Barcelona 2001, p. 211 (el cap. 16, titulado "Santificación del trabajo", pp. 209-221, contiene una síntesis de la enseñanza de san Josemaría).
5 En el Magisterio reciente, cfr., p.ej., BEATO JUAN PABLO II, Enc. Laborem exercens, 14-IX-1981; Ex. ap. Familiaris Consortio, 22-XI-1981; Enc. Sollicitudo Rei Socialis, 30-XII-1987.
6 Cfr. G. ARANDA, Gen 1-3 en las homilías del Beato Josemaría Escrivá de Balaguer, en: "Scripta Theologica" 24/3 (1992) 895-919.
7 Cfr. CEC, 302. "Si, según el relato del Génesis, Dios crea al hombre ut operaretur, consiguientemente ha de facilitarle la consecución del fin para el que ha sido creado, a saber, la posibilidad de perfeccionar el mundo, de transformarlo y de darle un sentido humano. Y esto sólo puede tener lugar si la naturaleza está sin "acabar" y, por tanto, si realmente se encuentra abierta a ulteriores perfecciones. Lo cual no se explica sólo en razón de una intrínseca perfectibilidad, sino también por ser objeto del trabajo humano" (M.P. CHIRINOS, Ens per accidens: una perspectiva metafísica para la cotidianidad, en: "Acta Philosophica" 13 (2004) 288).
8 La doctrina de la Iglesia puede verse sintéticamente en CEC, 2332-2335. Sobre la distinción personal como "diferencia de género", cfr. CONGR. PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Carta sobre la colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y en el mundo, 31-V-2004, passim. Este último documento desacredita una visión antropológica en la que "para evitar cualquier supremacía de uno u otro sexo, se tiende a cancelar las diferencias, consideradas como simple efecto de un condicionamiento histórico-cultural. En esta nivelación, la diferencia corpórea, llamada sexo, se minimiza, mientras la dimensión estrictamente cultural, llamada género, queda subrayada al máximo y considerada primaria. El obscurecerse de la diferencia o dualidad de los sexos produce enormes consecuencias de diverso orden. Esta antropología, que pretendía favorecer perspectivas igualitarias para la mujer, liberándola de todo determinismo biológico, ha inspirado de hecho ideologías que promueven, por ejemplo, el cuestionamiento de la familia a causa de su índole natural bi-parental, esto es, compuesta de padre y madre, la equiparación de la homosexualidad a la heterosexualidad y un modelo nuevo de sexualidad polimorfa" (ibid., 2). En las obras de san Josemaría no hay referencias directas a esta problemática ("ideología de género"), pero se encuentran los elementos de la antropología cristiana desde los que se impugna, en el documento que acabamos de citar, esa visión sólo corporal del sexo y sólo cultural del género.
9 Cfr. CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 36.
10 Conversaciones, 114.
11 Ibid., 60.
12 Desde luego, el tema se encuentra en las obras sobre las enseñanzas de san Josemaría, como son la mayor parte de las que hemos incluido en la Bibliografía (cfr. volumen I, pp. 595 ss.), pero también en otras muchas obras (cfr., p.ej., AA.VV., Vita quotidiana esperienza di santità, Roma 2011, 188 pp.; o la sección sobre "Espiritualidad y trabajo", de R. ISENBERG, en Grundkurs Spiritualität, editado por el Instituto de Espiritualidad de Münster, Stuttgart 2000, sección 5.1; en este último caso, el planteamiento es diverso al nuestro).
13 Carta 9-I-1932, 3.
14 CH. MUNIER, Lavoro, en: AA.VV. (A. DI BERARDINO, dir.), Dizionario Patristico e di Antichità Cristiane, Casale Monferrato 1983, vol. II, col. 1913. Cfr., CH. MUNIER, L'Église dans l'Empire Romain, IIe-IIIe siècles: Église et cité, Paris 1979, 307 pp.
15 C. BURINI, La spiritualità della vita quotidiana nel II e III secolo, en C. BURINI – E. CAVALCANTI, La spiritualità della vita quotidiana negli scritti dei Padri, Bologna 1988, p. 97.
16 W. HEINZELMANN, Der Brief an Diognet, die Perle des christlichen Althertums, übersetzt und gewürdigt, Erfurt 1896.
17 Ep. ad Diognetum, c. V, 1 ss. Cfr. D. RAMOS-LISSÓN, La secularidad en la "Epístola a Diogneto", V-VII, en: AA.VV., La misión del laico en la Iglesia y en el mundo, Pamplona 1987, pp. 269-278.
18 Cfr. CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Protrepticus, 10, 100, 4; ORÍGENES, Contra Celsum, I, 29; III, 56 ss.; TERTULIANO, Apologeticus, 42, 2-3.
19 Además de las obras citadas en las notas anteriores, cfr., p.ej., J. GNILKA, Die frühen Christen: Ursprünge und Anfang der Kirche, Freiburg 1999, 348 pp.; A. HAMMAN, La vie quotidienne des premiers chrétiens (95-197), Paris 1971, 300 pp.; W.A. MEEKS, The first urban Christians: the social world of the Apostle Paul, 2ª ed., New Haven 2003, 303 pp.; M. SORDI, I cristiani e l'Impero romano, Milano (ed. revisada) 2006, 234 pp.
20 CH. MUNIER matiza esa desestima del trabajo productivo que suele atribuirse a la cultura griega, limitándola a los llamados trabajos serviles (cfr. Lavoro, cit., col. 1913). La perspectiva cristiana del tema en san Josemaría está bien expuesta en M.P. CHIRINOS, Humanismo cristiano y trabajo. Reflexiones en torno a la materia y al espíritu, en: AA.VV., Trabajo y espíritu. Sobre el sentido del trabajo desde las enseñanzas de Josemaría Escrivá en el contexto del pensamiento contemporáneo, Pamplona 2004, pp. 45-65.
21 Cfr. D. INNERARITY, La comprensión aristotélica del trabajo, en: "Anuario Filosófico" 23/2 (1990) 69-108.
22 Cfr. P. DONATI, Senso e valore della vita quotidiana, cit. p. 234.
23 Cfr. L. MEYER, St. Jean Chrysostome, maître de perfection chrétienne, Paris 1933 (especialmente pp. 288-297: La perfection chrétienne dans le monde). Entre los textos del Crisóstomo pueden verse en este sentido la homilía 7 sobre el evangelio de san Mateo (PG 57, 81) y la homilía sobre el versículo "Saludad a Priscila y Aquila" (Rm 16, 13) (PG 51, 190).
24 Pueden verse ejemplos en M. VILLER – K. RAHNER, Ascetica e mistica nella Patristica, Brescia 1991 (orig. de 1939), pp. 265-276 (cap. 11: La santità nel mondo).
25 En el siglo IV se comienza a ver la consagración a Dios en la vida monástica como "un segundo Bautismo". Se habla de este modo sólo por analogía, naturalmente, porque la consagración religiosa no es un sacramento, pero aun así la fórmula y otras semejantes "encierran el peligro de minimizar la consagración bautismal, de situar la vida cristiana en el mundo a un nivel inferior (...). Juan Casiano llama a los cristianos del mundo "christiani sub lege" y a los del claustro "sub evangelio". La Regula Magistri pone una separación neta entre el mundo y el claustro: (...) en el claustro se es "huésped de Dios", en el mundo "ciudadano del diablo"" (K. SUSO FRANK, Vie consacrée, en: AA.VV., Dictionnaire de spiritualité ascétique et mystique, t. 16, Paris 1993, col. 658). Cfr. F. PUIG, El uso de la categoría "consagración" en vísperas del Concilio Vaticano II, en: "Annales Theologici" 22 (2008) 295-323; ID., La consacrazione religiosa. Virtualità e limiti della nozione teologica, Milano 2010, 361 pp.
26 Remitimos al volumen I, Parte preliminar, apartado I.2.
27 Cfr. CH. TAYLOR, Sources of the Self. The Making of the Modern Identity, Cambridge (Mass.) 1989, Part III: The Affirmation of Ordinary Life (pp. 211 ss.).
28 Cfr. J. HUIZINGA, El otoño de la Edad media, Madrid 1994 (1ª ed. de 1919), especialmente el cap. IV.
29 Cfr. C. MICHON, La prose du monde, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. IV, pp. 101-103.
30 "[En la perspectiva existencial] la vida cotidiana tiene carácter primario y fundamental, es decir, existencial constitutivo. Tiene carácter primario porque es en ella donde se abre en primer lugar el horizonte del mundo, de la familia y de la sociedad. Tiene carácter fundamental porque en la vida cotidiana se viven los valores fundamentales de la vida privada y pública. Tiene carácter existencial constitutivo porque es en la vida cotidiana donde el sujeto, cualquiera, se siente ante sí mismo, es decir, ante su proyecto de vida" (C. FABRO, Essere nel mondo, 1978, Premessa nº 1: obra inédita; hemos tomado la cita de ID., L'io e l'esistenza e altri brevi scritti, Roma 2006, pp. 18-19). El director de esta edición, Ariberto Acerbi, añade a las palabras de Fabro que "la cotidianidad (...) es el sólido fundamento empírico en el que solamente se puede recomprender el yo en la concrección de su ser, más allá de cualquier delimitación abstracta o parcial" (ibid., p. 19). Una referencia a la fenomenología como corriente que valoriza la vida cotidiana, puede verse en P. DONATI, Senso e valore della vita quotidiana, cit., p. 233.
31 Sobre el heroísmo de las virtudes, cfr. volumen II, pp. 465-471 (capítulo 6º, apartado 4.6).
32 M. RHONHEIMER, Transformación del mundo. La actualidad del Opus Dei, Madrid 2006, p. 105.
33 F. OCÁRIZ, Vocación a la santidad en Cristo y en la Iglesia, en: AA.VV. Santidad y mundo. Estudios en torno a las enseñanzas del Beato Josemaría, Pamplona 1996, p. 52 (hemos retocado algo la traducción castellana del original italiano publicado en AA.VV, Santità e mondo, Roma 1994, pp. 40-41).
34 Cfr. M. RHONHEIMER, Transformación del mundo, cit., pp. 57-77. De la vida ordinaria en los reformadores se ocupa también, comparándola con la enseñanza de san Josemaría, C. MICHON, en La prose du monde, cit., pp. 95-111.
35 Ibid., pp. 60-61. Hemos escrito en cursiva "santificada", para destacar que se usa en el sentido de la teología protestante. En los dos párrafos siguientes tomamos algunas ideas del libro citado.
36 CH. TAYLOR, Sources of the Self, cit., p. 217. Nótese que en alemán, "llamada" y "profesión" tienen la misma raíz: Berufung y Beruf.
37 Citado en ibid., p. 223. Cfr. V. TRANQUILLI, Il concetto di lavoro da Aristotele a Calvino, Milano-Napoli 1979, 629 pp.
38 M. RHONHEIMER, Transformación del mundo, cit., p. 67.
39 Conversaciones, 114.
40 Ibid., 22.
41 M. RHONHEIMER, Transformación del mundo, cit., pp. 72-74.
42 Cfr. CH. TAYLOR, L'età secolare, Milano 2009, pp. 11-15. En esta nueva obra del autor de Sources of the Self, se distinguen tres aplicaciones del término secularización: como un fenómeno social y político que radica en la pérdida e incluso en la ausencia de relevancia de la religión en la vida pública; o como un fenómeno personal que consiste en la disminución de la fe y de la práctica religiosa, con el alejamiento de Dios y de la Iglesia por parte de las personas; o como la transición, en las personas y en la sociedad, de una situación en la que asumir la fe era un hecho normal, no problemático, a otra en la que se considera como una opción posible entre varias. Aquí, en nuestra frase sobre la Acción Católica "en una sociedad que se seculariza", nos referimos a la primera aplicación. Más adelante haremos referencia a la segunda (cfr. nota 310).
43 Esto vale, p.ej., para la doctrina de J. CARDIJN, fundador de la J.O.C., organismo especializado de la Acción Católica: "[Les jeunes travailleurs] doivent être chrétiens partout, à l'atelier, à l'usine, à la rue, à la maison, aussi bien qu'à l'église (...). Ils doivent voir que le travail peut être la plus expressive des prières..." (Manuel de la J.O.C., Bruxelles 1930, p. 69; la primera edición es de 1925).
44 Cfr. A. MIRALLES, La misión de la Iglesia y las realidades temporales, en: "Romana" 44 (2007) 180-197. En p. 186, citando el Decreto Apostolicam actuositatem, 7, distingue entre la misión de la Jerarquía y la de los fieles, sin separarlas.
45 Sobre el sentido en que san Josemaría es considerado como precursor del Concilio Vaticano II, cfr. vol. I, pp. 96-97 (Parte preliminar, I, 3, e). JUAN PABLO II afirmó que el mensaje de san Josemaría "ha anticipado a esa teología del laicado, que caracterizó después a la Iglesia del Concilio y del postconcilio" (Discurso, 19-VIII-1979). Para más detalles sobre la enseñanza de san Josemaría en relación con otros autores de la teología del laicado, remitimos a la Parte preliminar, apartado I. Cfr. también algunas valoraciones en obras recientes de historia de la Teología: J. SESÉ, Historia de la espiritualidad, Pamplona 2005, p. 289-294; J.L. ILLANES – J.I. SARANYANA, Historia de la Teología, 3ª ed., Madrid 2002, pp. 336-337; J. BELDA, Historia de la Teología, Madrid 2010, pp. 271-272.
46 CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 34. Cfr. A. MIRALLES, La missione della Chiesa verso le realtà temporali, en: ID., Ecclesia et sacramenta, Siena 2011, pp. 127-142.
47 Título de la primera homilía del volumen Amigos de Dios.
48 El término "mundo" aparece más de trescientas veces en las obras publicadas hasta la fecha. Nos limitamos a remitir a algunos pasajes que nos parecen suficientemente representativos del significado que acabamos de describir: Conversaciones, 9, 10, 24, 26, 59-61, 70, 72, 112, 113-118; Es Cristo que pasa, 112, 123. Una presentación teológica general del término, útil como marco de la enseñanza de san Josemaría puede verse en J.L. ILLANES, voz "Mundo", en Gran Enciclopedia Rialp, Madrid 1985. En ámbito filosófico, sobre el trasfondo de la relación naturaleza-cultura, señalamos por su interés el artículo de L. FLAMARIQUE, Realidad histórica, Libertad, amor mundi, en: AA.VV., El cristiano en el mundo, cit., pp. 97-112. Las reflexiones filosóficas de la autora sobre el sentido del amor al mundo configurado por la libertad humana, "que implica tanto la afirmación como la negación del mundo" (p. 112), proporcionan una base para comprender el pensamiento de san Josemaría sobre el amor cristiano al mundo.
49 Cfr., p.ej., Conversaciones, 114; Es Cristo que pasa, 71 y 147.
50 Cfr., p.ej., Es Cristo que pasa, 8 y 112.
51 Cfr. Conversaciones, 10-12, 19; Amigos de Dios, 61.
52 Cfr. Surco, 311 (donde menciona la "cultura" entre las "realidades materiales"); Conversaciones, 114 (donde habla de las "tareas civiles" y "seculares" como sinónimo de las "materiales" e incluye entre ellas no sólo el trabajo en el "taller" y en el "campo" –que recaen directamente sobre la materia–, sino también "la cátedra universitaria" y "todo el inmenso panorama del trabajo", es decir, también los trabajos llamados intelectuales).
53 Cfr. Conversaciones, 9-11, 22, 114.
54 Cfr. ibid., 99, 112-116, 123; Es Cristo que pasa, 14, 21, 110, 148; Amigos de Dios, 262, 273. "En el pensamiento del beato Josemaría Escrivá, la vida cotidiana tiene este último significado, el de la totalidad de la vida de cada día. Pero siendo que por lo general la vida cotidiana comprende acciones repetitivas y de poca importancia humana, él tiende en sus escritos y predicación a considerar principalmente la vida que se repite todos los días, la vida de poca importancia o vida ordinaria" (J.A. GODDARD, Contenido y significado de la vida cotidiana en los escritos del Beato Josemaría, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. IV, p. 184).
55 También estas actividades deben realizarse con "perfección profesional" y se puede aplicar a ellas, en cierto modo, el espíritu de santificación del trabajo profesional, como veremos en el apartado 2.1.1.e.
56 Sobre lo que entendemos por "apartamiento del mundo", cfr. volumen I, pp. 227-228. Lógicamente, lo que san Josemaría enseña acerca de la santificación de la vida ordinaria secular puede tener también aplicación, en diversos aspectos, para las ocupaciones ordinarias dentro de la vida religiosa.
57 Conversaciones, 18, 28, 47, 59, 112; Es Cristo que pasa, 91, 120, 182, 184; Amigos de Dios, 10.
58 Ya nos hemos referido a este tema en la Parte preliminar, apartado II.2.f-1 (vol. I, pp. 169-182).
59 Cfr. C. ORTIZ DE LANDÁZURI, El sentido del mundo en Josemaría Escrivá, en: AA.VV., El cristiano en el mundo, cit., pp. 79-96. El autor de este artículo relaciona dos sentidos de "mundo", que designa como "teológico" y "meramente humano" (términos que aquí no empleamos porque no expresan bien la distinción que nosotros deseamos destacar) con algunas metáforas, como las del "fuego", "camino" y "sembrador", que san Josemaría emplea a menudo cuando se refiere a la santificación y al apostolado en medio del "mundo". Esto le permite hacer algunas interesantes observaciones acerca del sentido del mundo en san Josemaría.
60 Cfr. Forja, 703; Conversaciones, 113; Es Cristo que pasa, 112.
61 Cfr., p.ej., Camino, 18, 414, 939; Forja, 569; Amigos de Dios, 63.
62 Algunos los hemos comentado ya: p.ej., Jn 12, 32: "Et ego, si exaltatus fúero a terra, omnia traham ad meípsum" [Vg] (cfr. vol. I, pp. 425-441: capítulo 2º, apartado 3.2.1). Otros los veremos en este mismo capítulo: p.ej., Jn 17, 15: "Non rogo, ut tollas eos de mundo, sed ut serves eos ex malo" (cfr. infra, apartado 1.5.2). Se trata sólo de dos ejemplos. Los pasajes de la Escritura en los que se encuentra expresado el espíritu de santificación en medio del mundo son numerosos.
63 G.K. CHESTERTON, The Everlasting Man (primera edición, London 1925), en: "Collected Works", vol. II, San Francisco 1986, p. 321.
64 J.P. WAUCK, San Josemaría Escrivá. Un cammino attraverso il mondo, Torino 2008, p. 9 (la traducción es nuestra).
65 Es Cristo que pasa, 20.
66 BEATO JUAN PABLO II, Discurso a los participantes en el Congreso con ocasión del centenario del nacimiento del fundador del Opus Dei, 12-I-2002, 2.
67 Es Cristo que pasa, 14.
68 A. ARANDA, Identidad cristiana y configuración del mundo. La fuerza configuradora de la secularidad y del trabajo santificado, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. I, p. 195. El autor hace esta afirmación a la vista del conjunto de los escritos de san Josemaría, incluyendo los que aún están pendientes de publicación en edición crítica. Sobre la relación del trabajo del cristiano con el de Cristo en Nazaret, cfr., del mismo autor, Lavoro in Cristo dell'alter Christus, en: ID., Identità cristiana: i fondamenti, Roma 2007, pp. 341-346.
69 Es Cristo que pasa, 174.
70 Cfr. Amigos de Dios, 206. Sobre la presencia de este texto paulino en la enseñanza de san Josemaría, cfr. J.M. CASCIARO, Fundamentos bíblicos del lema "ocultarme y desaparecer" de san Josemaría Escrivá, en: AA.VV. (J. CHAPA, ed.), Signum et testimonium, Pamplona 2003, pp. 285-286.
71 Es Cristo que pasa, 17.
72 Ibid., 14.
73 Ibid., 162.
74 Carta 11-III-1940, 11. Cfr. Forja, 518.
75 Santo Rosario, Misterio doloroso.
76 Camino, 178. Este texto es también un ejemplo del profundo "sentido" de la filiación divina y de la identificación con Cristo, tema estudiado en el capítulo 4º, que caracteriza las enseñanzas de san Josemaría, particularmente las que se refieren al dolor. Interesantes consideraciones sobre la luz que puede aportar este planteamiento en el ejercicio de las profesiones sanitarias pueden verse en P. BINETTI, Riflessioni sul significato del dolore negli insegnamenti del Beato Josemaría Escrivá, en: "Annales Theologici" 9 (1995) 409-443; I. CECCARINI – S. GROSSI GONDI – P. RASCHIELLI (dirs.), Il significato del dolore nell'insegnamento del Beato Josemaría Escrivá, Roma 2002, 103 pp.
77 Cfr. Camino, 277.
78 Via Crucis, XI Estación, 2.
79 Camino, 815. Cfr. A. MALO, El sentido antropológico cristiano de la frase: "Haz lo que debes y está en lo que haces", en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. III, pp. 127-140.
80 Cfr. P. RODRÍGUEZ, Edición crítico-histórica de "Camino", cit., p. 914 (comentario al punto 815 de Camino).
81 "...in confinio corporum et incorporearum substantiarum, quasi in horizonte existens aeternitatis et temporis" (SANTO TOMÁS DE AQUINO, Summa contra gentiles, II, c. 80). Cfr. S.Th. I, q. 117, a. 2, c.; De potentia, q. 3, a. 29, arg. 27.
82 BENEDICTO XVI se ha referido de modo penetrante a este misterio comentando la institución de la Eucaristía en la Última Cena. Después de afirmar que en ese momento se cumple lo que antes había anunciado: "Tengo poder para entregar mi vida y tengo poder para recuperarla" (Jn 10, 18), añade: "Él da su vida sabiendo que precisamente así la recupera. En el acto de dar la vida está incluida la resurrección (...). Ya ahora ofrece la vida, se ofrece a sí mismo y, con ello, la obtiene de nuevo ya ahora" (Jesús de Nazaret, vol. II., Madrid 2011, p. 486)
83 Via Crucis, XIV Estación.
84 Forja, 917; cfr. Amigos de Dios, 239.
85 Camino, 355.
86 Cfr. Amigos de Dios, 39-54.
87 Ibid., 54.
88 Apuntes de una meditación, 27-III-1975 (AGP, P09, p. 230). Unas palabras del BEATO JUAN PABLO II pueden servir para ilustrar esta idea: "En el trabajo, merced a la luz que penetra dentro de nosotros por la Resurrección de Cristo, encontramos siempre un tenue resplandor de la vida nueva, del nuevo bien, casi como un anuncio de los nuevos cielos y la tierra nueva (2P 3, 13; Ap 21, 1), los cuales, precisamente mediante la fatiga del trabajo son participados por el hombre y por el mundo (...). Se descubre en esta cruz y fatiga, un bien nuevo que comienza con el mismo trabajo" (Enc. Laborem exercens, 14-IX-1981, 27).
89 Cfr. BEATO JUAN PABLO II, Enc. Ecclesia de Eucharistia, 17-IV-2003, 14.
90 Conversaciones, 113.
91 Apuntes de una meditación, 19-III-1968 (AGP, P09, p. 98). Se ha hablado de este tema en el vol. I, p. 564 (capítulo 3º, apartado 3.2.2, sobre "Hacer del día una misa").
92 Apuntes de una meditación, 27-III-1975 (AGP, P09, p. 230).
93 Camino, 185. Cfr. Forja, 522, 941; Es Cristo que pasa, 69; etc.
94 Empleamos aquí el término "profano" en el sentido en que lo usa san Josemaría en el texto citado a continuación, es decir, como "lo no sagrado en sí mismo", excluyendo las acepciones negativas del término ("deshonesto", "sacrílego", etc.). "Actividades profanas" son todas las actividades humanas nobles que tienen por objeto las realidades de este mundo (por eso las llamamos también "intramundanas"), como cultivar un terreno, cocinar, construir una casa, etc.
95 Es Cristo que pasa, 112.
96 J.A. GODDARD, Contenido y significado de la vida cotidiana en los escritos del Beato Josemaría, cit., p. 186.
97 Amigos de Dios, 314. Cfr. Forja, 553; Conversaciones, 26 y 34; Es Cristo que pasa, 21.
98 Cfr. BEATO JUAN PABLO II, Enc. Laborem exercens, 14-IX-1981, 5-6. La palabra "trabajo" se puede entender en sentido subjetivo (como al decir: yo trabajo), y entonces significa la actividad de trabajar, o en sentido objetivo (como cuando se dice: mira este trabajo), y entonces significa el resultado del trabajo: una mesa, un libro, una teoría científica, etc.
99 Recordemos que por ahora nuestro análisis se extiende a todas las realidades temporales; más adelante se restringirá primero a una de ellas –al trabajo profesional–, y después a las otras dos: familia y sociedad.
100 F. OCÁRIZ, El concepto de santificación del trabajo, en ID., Naturaleza, gracia y gloria, Pamplona 2001, p. 263.
101 Cfr. volumen I, c. I, apartado 3.1.1 (p. 309). Así como Dios ha creado todas las cosas en el Hijo, la Palabra divina (cfr. Jn 1, 3; Col 1, 16), de modo que sus obras, las criaturas, son "palabra" suya (cfr. SANTO TOMÁS DE AQUINO, Quaestiones disputatae, q. 4, a. 4, c), así también, en cierta manera, las obras de los hijos adoptivos, partícipes del poder creador, pueden convertirse en "palabras" de su diálogo con Dios –en oración–, si están hechas en el Hijo, imitando el obrar de Dios que todo lo ha realizado con Sabiduría y Amor: "omnia in sapientia et caritate fecisti..." (MISAL ROMANO, Plegaria Eucarística IV).
102 Apuntes de una meditación, 4-IV-1955 (AGP, P09, p. 30).
103 Es Cristo que pasa, 48. San Josemaría refiere estas palabras al trabajo, pero evidentemente se pueden extender a los quehaceres familiares y sociales.
104 Es Cristo que pasa, 119. Cfr. CONC. VATICANO II, Const. dogm. Lumen gentium, 34.
105 Camino, 825.
106 Es Cristo que pasa, 48. Cfr. J.I. MURILLO, El trabajo como manifestación de Dios, en: AA.VV., Trabajo y espíritu, cit., p. 146. Ya vimos con más detalle este tema en el volumen I, pp. 331-334 (capítulo 1º, apartado 3.3.3).
107 Carta 24-III-1931, 59.
108 BEATO JUAN PABLO II, Discurso a los participantes en el Congreso con ocasión del centenario del nacimiento del fundador del Opus Dei, 12-I-2002, 2. Nos parece que, en esta afirmación, las palabras "mientras se realizan diversas ocupaciones", equivalen a "al realizar diversas ocupaciones" o "en la realización de las diversas ocupaciones". Por el contexto se ve que Juan Pablo II no se refiere a un "rezar mientras se trabaja" sino a "convertir el mismo trabajo en oración" (para lo cual ciertamente es muy conveniente rezar mientras se trabaja, siempre que sea posible; pero transformar el trabajo en oración no consiste sólo en eso: volvemos a remitir a las pp. 331-334 del volumen I).
109 Conversaciones, 114.
110 Cfr. C. IZQUIERDO, "No necesito milagros". La acción de Dios en el mundo y en la vida del cristiano, según el Beato Josemaría, en: AA.VV., El cristiano en el mundo, cit., p. 515.
111 Apuntes de una meditación, 29-IX-1967 (AGP, P18, pp. 330-331). Como decíamos, al mencionar al Opus Dei, en esta meditación se está refiriendo ante todo al mensaje espiritual que predica; en este sentido el texto no se dirige sólo a los fieles del Opus Dei sino a cualquiera que busque la santificación en la vida ordinaria. Obviamente, sus palabras tienen un sentido particular para quienes forman parte del Opus Dei, porque se saben llamados por Dios a encarnar y a difundir este espíritu con unos medios y modos específicos.
112 Ibid.
113 SANTO TOMÁS DE AQUINO, S.Th. I-II, q. 93, a. 1, c. El hombre puede reconocer esa impronta de la Sabiduría divina con la luz de su razón, porque esta luz es participación de la ley eterna en el hombre: la ley natural (cfr. ibid., q. 91, a. 2, c). La fe viva permite además descubrir la ordenación de toda la creación a Cristo. Sobre este tema, cfr. BEATO JUAN PABLO II, Enc. Veritatis splendor, 6-VIII-1993, 40-43.
114 BEATO JUAN PABLO II, Enc. Veritatis splendor, 6-VIII-1993, 43. La última frase es de SANTO TOMÁS DE AQUINO, S.Th. I-II, q. 91, a. 2, c. El CONCILIO VATICANO II recuerda que "la norma suprema de la vida humana es la misma ley divina, eterna, objetiva y universal mediante la cual Dios ordena, dirige y gobierna, con el designio de su sabiduría y de su amor, el mundo y los caminos de la comunidad humana. Dios hace al hombre partícipe de esta ley suya, de modo que el hombre, según ha dispuesto suavemente la Providencia divina, pueda reconocer cada vez más la verdad inmutable" (Decl. Dignitatis humanae, 3).
115 Es Cristo que pasa, 48.
116 Carta 24-III-1930, 13.
117 Amigos de Dios, 241.
118 Forja, 741. Cfr. Amigos de Dios, 310 (donde san Josemaría aplica Cant 3, 2 a la búsqueda de Dios en los quehaceres de la vida cotidiana).
119 Carta 9-I-1932, 2. Al decir que comprendió esto "muy pronto" nos referimos concretamente al 7-VIII-1931, momento en que entendió de un modo nuevo las palabras: "et ego si exaltatus fuero a terra..." (cfr. vol. I, pp. 424-441).
120 Amigos de Dios, 221. Cfr. ibid., 308.
121 Carta 15-X-1948, 20.
122 Sobre el sentido en que se puede hablar de una presencia de Cristo en cuanto hombre en el cristiano, cfr. volumen II, capítulo 4º, apartados 2.3 y 2.4 (pp. 78 ss.).
123 Forja, 658.
124 Cfr. SAN AGUSTÍN, In Ioannis Evangelium, 24, 1.
125 C. IZQUIERDO, "No necesito milagros", cit., p. 515. La cita interior es de Es Cristo que pasa, 160.
126 Camino, 362.
127 El cristiano sabe que Dios hace milagros: que los realizó hace siglos, que los continuó haciendo después y que los sigue haciendo ahora, porque non est abbreviata manus Domini (Is 49, 1), no ha disminuido el poder de Dios... (Es Cristo que pasa, 50).
128 C. IZQUIERDO, "No necesito milagros", cit., p. 518.
129 Camino, 583. Cfr. Forja, 235; Amigos de Dios, 263.
130 Amigos de Dios, 308.
131 Camino, 815. El punto procede de Consideraciones espirituales, publicado en 1934. Para el autor de la edición crítico-histórica la frase final se inspira en el clásico age quod agis, de Plauto. Pero en Camino este adagio "está fecundado por la savia de la dignidad humana y cristiana (...): que lo que hagas, sea lo que debes..., es decir, la Voluntad de Dios (...) y, por tanto, pon al hacerlo el corazón y el alma" (P. RODRÍGUEZ, Edición crítico-histórica de "Camino", cit., p. 914).
132 Sobre el "deber de amar", BENEDICTO XVI ha escrito: "El amor puede ser "mandado" porque antes es dado" (Enc. Deus caritas est, 25-XII-2005, 14).
133 A. MALO, El sentido antropológico cristiano de la frase "Haz lo que debes y está en lo que haces", cit., p. 136. Junto a esta extensión del término "deber" en la frase de san Josemaría, el autor hace notar algo semejante respecto a la extensión del "hacer": "el verbo hacer no se usa sólo con sentido productivo o poietico (significado propio), sino también práctico (actuar) e incluso teórico (contemplar): el carpintero hace no sólo una mesa, sino también acciones buenas o malas e, incluso, oración. Es decir, el término hacer recoge la fenomenología completa de la operatividad humana (...), tiene en cuenta tanto la dimensión productiva como la ética y la contemplativa" (ibid., pp. 129-131). Aunque esto es cierto en general, aquí no lo aplicaremos a la frase que estamos comentando, porque si se entendiera el "hacer" como "contemplar" quizá sería redundante el "está en lo que haces"; y si se tomara el "hacer" en sentido práctico, podría ser redundante el "haz lo que debes", ya que sólo se debe hacer el bien. Por eso, en el caso concreto de este punto de Camino, tomamos el "hacer" sólo en el sentido "productivo" de hacer algo material o intelectual: cocinar, estudiar, etc.
134 Ibid., p. 135.
135 Apuntes de la predicación, 19-VI-1955 (AGP, P01 XII-1961, p. 18).
136 Camino, 772.
137 Ibid., 837.
138 Ibid.
139 Ibid.
140 Ibid.
141 Amigos de Dios, 63. Recuérdese que estamos hablando de la santificación de la realidades temporales en cuanto actividades. Otra cosa son los efectos, a los que nos referiremos luego. Las últimas palabras del texto citado se pueden referir también a esto último (de hecho las repetiremos después), pero el resto se refiere claramente a la actividad, más que a sus efectos.
142 Ibid., 296.
143 Cfr. L. POLO, Acerca de la plenitud, en: "Nuestro Tiempo" 162 (1967) 634.
144 A. MALO, El sentido antropológico cristiano de la frase "Haz lo que debes y está en lo que haces", cit., pp. 137-138.
145 Amigos de Dios, 250; cfr. ibid., 66.
146 L. POLO, El concepto de vida en Mons. Escrivá de Balaguer, en: AA.VV., La personalidad del Beato Josemaría Escrivá de Balaguer, Pamplona 1994, p. 179.
147 A. MALO, El sentido antropológico cristiano de la frase "Haz lo que debes y está en lo que haces", cit., p. 140. La expresión "vibración de eternidad" está tomada de san Josemaría: cfr. Amigos de Dios, 239; Forja, 917.
148 Cfr. Gn 2, 3; Ex 28, 38.43 y Ex 29, 29; 1R 9, 3; 2Cro 5, 3; Is 52, 1.
149 CEC, 2085.
150 Conversaciones, 114.
151 Es Cristo que pasa, 120.
152 SANTO TOMÁS DE AQUINO, In IV Sent., d. 48, q. 2, a. 1, c. Cfr. F. OCÁRIZ, La revelación en Cristo y la consumación escatológica de la historia y del cosmos, en ID., Naturaleza, gracia y gloria, cit., pp. 347-355. Las palabras del Doctor Angélico que hemos citado se refieren a la consumación escatológica del mundo, pero al ser la gracia una incoación de la gloria, puede sostenerse que cuando el cristiano procura santificar las actividades temporales, se da en esas mismas realidades una cierta incoación de la transformación futura. Lo cual no significa que haya continuidad entre ambas. Como ya señalamos en la Parte preliminar (cfr. volumen I, p. 182 y p. 192, nota 609), este asunto es tema de discusión entre las posturas escatologistas y encarnacionistas. San Josemaría no se puede encuadrar en ninguna de esas posiciones, tal como han sido planteadas. No afirma que haya continuidad entre el perfeccionamiento del mundo por parte del hombre y el estado último, escatológico de la creación; pero tampoco piensa que ese perfeccionamiento sea irrelevante en los planes de Dios o que no represente ya ahora una cierta reverberación de la gloria divina. Afirma, respecto al cuerpo ––y de algún modo se puede extender a las realidades creadas que son objeto de la acción de los hijos de Dios–, que la divinización redunda en todo el hombre como un anticipo de la resurrección gloriosa (Es Cristo que pasa, 103) y mantiene que el hombre está llamado a buscar esa mejora del mundo trabajando para que refleje mayormente la gloria de Dios y dársela él mismo en su corazón.
153 Amigos de Dios, 308.
154 Es Cristo que pasa, 120.
155 Instrucción, mayo-1935/14-IX-1950, 111.
156 PABLO VI, Discurso del 23-IV-1969.
157 Ibid.
158 Cfr. ibid.; CONC. VATICANO II, Const. dogm. Lumen gentium, 34 (cfr. también 31, 35 y 36; y Decr. Apostolicam actuositatem, 7).
159 Carta 14-II-1950, 20.
160 Carta 19-III-1954, 10.
161 Conversaciones, 114.
162 Ibid.
163 Forja, 718.
164 CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 25. Cfr. Const. dogm. Lumen gentium, 36. La futura edición crítica de Forja quizá podrá aclarar si el precedente texto de san Josemaría es cronológicamente anterior o posterior al Concilio. En todo caso, la idea es connatural a su predicación.
165 ID., Const. dogm. Lumen gentium, 36. Quizá resulte superfluo hacer notar que no hay la menor sombra de integrismo en este concepto de sanear las estructuras de la sociedad "si en algún caso incitan al pecado", como dice el Concilio, o de "purificarlas de las ocasiones de pecado", con palabras de san Josemaría (cfr. Es Cristo que pasa, 120), haciendo así que "se conformen con los principios que rigen una concepción cristiana de la vida" (Forja, 718: texto que se acaba de citar), lo cual asegura a los hombres lo que necesitan "para vivir de acuerdo con su dignidad" (ibid.). Santificar las estructuras no es clericalizarlas sino ponerlas al servicio de la dignidad del hombre llamado a vivir como hijo de Dios. San Josemaría rechaza expresamente el integrismo político-religioso (cfr. Conversaciones, 44; hemos tratado este tema en la Parte preliminar, apartado I.4.1: vol. I, pp. 107-112).
166 Conversaciones, 97.
167 Amigos de Dios, 171. Cfr. Conversaciones, 48.
168 Forja, 703.
169 Publicada con el título Amar al mundo apasionadamente: cfr. Conversaciones, 113 ss. Cfr. J. L. ILLANES – A. MÉNDIZ, Edición crítico-histórica de "Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer", Madrid 2012, pp. 473-508.
170 Cfr. P. RODRÍGUEZ, La "homilía del campus": el sentido de un mensaje, en: "Nuestro Tiempo" 586 (2003) 30-43; ID., Vivir santamente la vida ordinaria. Consideraciones sobre la homilía pronunciada por el Beato Josemaría Escrivá de Balaguer en el campus de la Universidad de Navarra, 8-X-1967, en: "Scripta Theologica" 24/2 (1992) 397-418; A.-M. LÉONARD, Le matérialisme chrétien de Josemaría Escrivá. Réflexions autour du livre Entretiens avec Mgr. Escrivá, en: "Annales Theologici" 17/1 (2003) 167-184; M.S. FERNÁNDEZ-GARCÍA, Materialismo cristiano. Audacia y licitud, en: AA.VV., Trabajo y espíritu, cit., pp. 249-258.
171 Poco antes que san Josemaría, había empleado esta expresión J. DANIELOU en su obra Mythes païens et mystère chrétien, Paris 1967: "Un chrétien n'est pas plus spiritualiste que matérialiste; (...) Il y a un matérialisme chrétien, non pas au sens où pour le chrétien tout se réduirait à la matière, ce qui tomberait exactement dans l'erreur inverse de privilégier exclusivement l'esprit, mais au sens où la matière est quelque chose qui est parfaitement valable, une des expressions de la création de Dieu, en sorte que, à travers elle nous pouvons saisir quelque chose de Dieu, comme à travers l'esprit" (p. 62). Hemos tomado este texto de G. DERVILLE, Histoire "mystique". Les sacrements de l'initiation chrétienne chez Danielou, Roma 2000, p. 432. Señala que la obra de Danielou fue publicada en abril de 1967, unos meses antes, por tanto, que la homilía de san Josemaría a la que nos referimos (8-X-1967); a la vez, hace notar que el concepto está presente en san Josemaría desde tiempo atrás (cfr. ibid., pp. 433-436). Según H.D. DEI, Materialismo cristiano y paradoja espiritualista. El cristianismo y el concepto de hombre en la gnosis valentiniana, Buenos Aires 1974, 102 pp., la incomprensión de la realidad de la Encarnación y del valor de la materia por parte de algunos autores cristianos antiguos contribuyó a la formación de la mentalidad espiritualista de carácter gnóstico. En cambio, la idea de un "materialismo cristiano", no la expresión, se encuentra en autores cristianos del s. XX, como Chesterton: "Después de que la Encarnación se convirtiera en la idea central de nuestra civilización, era inevitable que hubiera un retorno al materialismo en el sentido de valorar en serio la materia y la fábrica del cuerpo. Una vez que Cristo resucitó era inevitable que resucitara también Aristóteles" (G.K. CHESTERTON, Santo Tomás de Aquino, Buenos Aires 1986, pp. 105-106; obra publicada en 1933).
172 Conversaciones, 114.
173 Ibid.
174 Ibid.
175 Ibid.
176 Ibid.
177 Como ejemplos de tareas "materiales" menciona las que tienen lugar en un laboratorio, en el quirófano de un hospital, en el cuartel, en la cátedra universitaria, en la fábrica, en el taller, en el campo, en el hogar de familia y en todo el inmenso panorama del trabajo (ibid). Cfr. Surco, 311. Véase lo que dijimos sobre la equivalencia entre "realidades temporales" y "realidades materiales" en el apartado 1.2. ( "Observaciones terminológicas"), pp. 37-39.
178 Conversaciones, 115. En el contexto cultural en el que san Josemaría predica, los "materialismos cerrados al espíritu" son el materialismo dialéctico marxista, de una parte, y el materialismo práctico hedonista de matriz individualista-liberal, de otra. Luego volveremos sobre estos fenómenos.
179 Ibid., 116.
180 Ibid., 115. La cita interna es de la Const. past. Gaudium et spes, 38. No hemos encontrado precedentes literales de que los sacramentos son "huellas de la Encarnación del Verbo". En todo caso, la doctrina es tradicional. Las siguientes palabras son del comentario de Santo Tomás al Salmo 16 [17] 5: "petit Christus pro Ecclesia ut gressus eius perficiantur, et vestigia, idest sacramenta, non moveantur". Sin embargo, fuera de este texto, no usa la metáfora de las "huellas" sino el concepto de "signo". Lo mismo otros autores como el BEATO RAMÓN LLULL (RAIMUNDO LULIO [1232-1315]), que escribe: "Sacramentum altaris est signum incarnationis Domini nostri Iesu Christi" (Liber clericorum, III, 4). Consta que san Josemaría tenía a mano las obras de este autor (cfr. J. GIL SÁENZ, La biblioteca de trabajo de san Josemaría Escrivá de Balaguer en Roma, Tesis de Licenciatura en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, Roma 2012, p. 184).
181 Conversaciones, 114.
182 Cfr. SAN JUAN DAMASCENO, De fide orthodoxa, l. 3, c. 19 (PG 94, 1080).
183 El término "teándrico" (divino-humano) lo emplea san Juan Crisóstomo (s. IV-V); aplicado a las acciones de Cristo por medio de su humanidad, lo utiliza también el Pseudo-Dionisio en el s. VI. Según SANTO TOMÁS indica que "la operación divina de Cristo se sirve de su operación humana, y ésta participa del poder de su operación divina" (S.Th. III, q. 19, a. 1, ad 1).
184 Es Cristo que pasa, 103. Unas palabras de ÁLVARO DEL PORTILLO ilustran hermosamente esta enseñanza de san Josemaría: "¿Qué contemplamos dirigiendo la mirada al Cielo?", se pregunta, en el contexto de una reflexión sobre la Asunción de la Virgen. Y responde: "La Humanidad Santísima de Cristo, Cuerpo y Alma, y la de su Santísima Madre, también cuerpo y alma, plenamente glorificadas, divinizadas, como primicia de lo que será nuestra gloria, cuando el mismo Cristo transformará nuestro cuerpo de bajeza en cuerpo glorioso como el suyo (Flp 3, 21). Pero no olvidéis que ya ahora la deificación de nuestra alma por la gracia se extiende de algún modo al cuerpo. (...) Y esa misma gracia divina nos hace capaces de santificar –de divinizar– todas las realidades nobles de este mundo, como un anticipo de los nuevos cielos y de la nueva tierra (cfr. 2Pe 3, 13), cuando al final de los tiempos Dios lo será todo en todas las cosas (cfr. 1Co 15, 28). ¿No os da alegría ver cumplido en la Santísima Virgen el ideal de nuestra vida?" (Carta, 19-III-1992, 71: AGP, P17, III, p. 361). El 28-VI-2012, mientras se ultimaba este volumen III, el Papa Benedicto XVI ha aprobado la Declaración de la Congregación para las Causas de los Santos sobre las virtudes heroicas del Siervo de Dios Álvaro del Portillo que, a partir de este momento, comienza a ser llamado Venerable.
185 Cuando un cristiano desempeña con amor lo más intrascendente de las acciones diarias, aquello rebosa de la trascendencia de Dios (Conversaciones, 116). Comentaremos esta frase más adelante.
186 Ibid., 121.
187 Cfr. CONC. DE TRENTO, Sessio XIII. De sacramento Eucharistiae, c. 3: DS 1640. Las palabras entrecomilladas en este párrafo son frases, ya citadas en los párrafos precedentes, de la homilía de san Josemaría que se viene comentando.
188 Conversaciones, 116
189 J.A. GODDARD, Contenido y significado de la vida cotidiana en los escritos del Beato Josemaría, cit., p. 189.
190 Cfr. S. IRENEO DE LYÓN, Adversus haereses, 5, 2, 2-3.
191 Cfr. Conversaciones, 115 (texto citado más arriba).
192 Cfr. Camino, 677; Forja, 15, 23.
193 K. MARX, Thesen über Feuerbach (1845), en MARX-ENGELS, Werke, Berlin 1969, vol. 3, p. 533.
194 A.M. GONZÁLEZ, El trabajo filosófico a la luz del Beato Josemaría, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. IV, p. 159.
195 Cabría señalar también la diferencia radical entre el "materialismo cristiano" y otras corrientes de pensamiento que, desde fuera del ámbito cristiano, valoran a su modo las realidades materiales, como la "ecología profunda", distinta en parte del ambientalismo y de otros tipos de ecologismo (cfr. L. FERRY, La ecología profunda, en "Vuelta" 192 (1992) 31-43). San Josemaría no las menciona y por eso no nos detenemos en ellas. Baste decir que la "ecología profunda" no es un pensamiento antropocéntrico; la valoración de la materia no se ordena a la perfección del hombre; la especie humana sería una de tantas facetas de una misma realidad en constante desarrollo. En este cuadro no hay lugar para las verdades acerca del hombre y del mundo contenidas en el Génesis.
196 M.P. CHIRINOS, Humanismo cristiano y trabajo, cit., p. 62. Como se puede ver, la autora refiere el quid divinum a la misma realidad material, como diciendo que hay allí un algo divino por haber sido creada por Dios. Esto es indudable, pero nos parece que san Josemaría quiere decir algo más. Habla del quid divinum refiriéndose al descubrimiento de la voluntad de Dios en las actividades que tienen por objeto esa realidad. De todas formas, el texto de la autora deja abierto este sentido.
197 Apuntes de la predicación (AGP, P10, 62).
198 Apuntes de la predicación, 6-II-1967 (AGP P03, IV-1967, pp. 20-21). Cfr. P. URBANO, El hombre de Villa Tevere, 3ª ed., Barcelona 1995, p. 275.
199 Amigos de Dios, 81.
200 Conversaciones, 116.
201 Camino, 272. La expresión se encuentra en autores espirituales del s. XVI, como SAN JUAN DE ÁVILA (Audi filia, Madrid 1970, c. 75, p. 747): cfr. P. RODRÍGUEZ, Edición crítico-histórica de "Camino", cit., comentario al 272.
202 Conversaciones, 116.
203 Ibid.
204 Ibid. 121.
205 Cfr. Camino, 813-830 (capítulo "Cosas pequeñas"). En la edición crítico-histórica, P. RODRÍGUEZ muestra la presencia de la expresión en los Apuntes íntimos de san Josemaría, al menos desde 1932 (véase el comentario al 813).
206 Cfr. volumen I, pp. 294-298.
207 Cfr. volumen II, pp. 465-471.
208 Cfr. volumen I, pp. 295-296.
209 Forja, 489.
210 Es Cristo que pasa, 50.
211 Amigos de Dios, 63.
212 A. MACHADO, Proverbios y cantares, XXIV: citado en Conversaciones, 116.
213 ALONSO RODRÍGUEZ, Ejercicio de perfección y virtudes cristianas, parte 1ª, tratado I, cap. 9, Madrid 19548, p. 43 (en el capítulo 10 continúa con la misma materia).
214 Cfr. E. HENNESSEY, La noción de "cosas pequeñas" en cuatro autores espirituales del "Siglo de Oro" español, Roma 2009, 314 pp.
215 Cfr. volumen II, pp. 155-156. Se trata de una relación distinta de la que se encuentra en santa Teresa de Lisieux. La importancia de las cosas pequeñas en san Josemaría está ligada al sentido de la filiación divina, no al "camino de infancia espiritual" de santa Teresita. El autor de la edición crítico-histórica de Camino hace notar que el tema no aparece "como directa expresión del camino de "infancia espiritual" [de santa Teresa de Lisieux] sino que va a significar el amor a Dios y al prójimo en la santificación de la actividad del cristiano. (...) [San Josemaría], que seguía un verdadero "camino de infancia" en su relación con Dios, sintiéndose "niño pequeño" ante el Señor, veía con claridad meridiana que no todos tenían por qué hacer suyo ese camino (...). Y a la vez, veía con la misma claridad que el "cuidado de las cosas pequeñas" no era algo "optativo", sino una dimensión fundamental, constitutiva, de la santificación del trabajo profesional y de la vida cotidiana, que él enseñaba" (P. RODRÍGUEZ, Edición crítico-histórica de "Camino", cit., p. 911: Introducción al capítulo "Cosas pequeñas").
216 Apuntes de la predicación, 7-IV-1970 (AGP, P01 XII-1982, p. 252).
217 Surco, 493. Cfr. Amigos de Dios, 55.
218 Cfr. volumen I, pp. 22-23.
219 Á. DEL PORTILLO, Entrevista sobre el Fundador del Opus Dei, Madrid 1993, p. 78.
220 Ibid.
221 Ibid., p. 185.
222 Cfr. P. URBANO, El hombre de Villa Tevere, Barcelona 1995, cap. XV (pp. 311 ss.). La autora refleja muy bien este rasgo.
223 Amigos de Dios, 122.
224 Forja, 703.
225 "Desde su comienzo (cfr. Mt 18, 10) a la muerte (cfr. Lc 16, 22), la vida humana está rodeada de su custodia (cfr. Sal 34, 8; Sal 91, 10-13) y de su intercesión (cfr. Jb 33, 23-24; Za 1, 12; Tb 12, 12). "Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida" (S. BASILIO, Eun. 3, 1)" (CEC, 336). Cfr. B. STUDER, "Angelologia", en: AA.VV., Dizionario Patristico e di Antichità Cristiane, Casale Monferrato 1983, vol. I, col. 195-202; I. BOER, en: H. BALZ – G. SCHNEIDER, Dizionario esegetico del Nuovo Testamento, Brescia 2004, col. 35-41.
226 R. LAVATORI, Gli angeli: la loro presenza e la loro azione nella vita cristiana secondo il beato Josemaría, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. V/1, p. 146.
227 Ibid., p. 149.
228 Ibid.
229 Como miembros de la corte celestial, cfr. Dn 7, 10; Sal 158, 1-2; Mt 26, 53; Lc 2, 15. Como adoradores e intérpretes de la gloria de Dios, cfr. Is 6, 1-4; Mt 18, 10; Ap 5, 11-12. Como embajadores de sus designios, cfr. 2R 1, 3; Jc 6, 11-18; Za 3, 4-6; Dn 2, 22; Lc 1, 11-26; Mt 28, 2-5; Jn 20, 12. Cfr. CEC, 328 ss.
230 Palabras citadas en Á. DEL PORTILLO, Entrevista sobre el Fundador del Opus Dei, cit., p. 159.
231 Es Cristo que pasa, 63.
232 Camino, 562.
233 Carta 29-VII-1965, 52. Se dirige directamente a las mujeres del Opus Dei que se dedican a la administración doméstica de los Centros de la Obra, pero es evidente que la enseñanza no queda circunscrita a ese ámbito.
234 Cabe observar aquí, por inciso, que si antiguamente se había comparado la vida eremítica y monástica, apartada del mundo, a la de los ángeles, poniéndola bajo su protección (cfr. B. STUDER, Angelologia, cit., col. 198), san Josemaría descubre que también nos ayudan a encontrar a Dios en las tareas seculares y civiles.
235 Conversaciones, 116. Cfr. Surco, 309.
236 Apuntes de una meditación, 24-VI-1937 (AGP, P12, p. 133).
237 Cfr. CEC, 331-333.
238 SAN GREGORIO MAGNO, In Evangelia homiliæ, 8, 2: citado en Es Cristo que pasa, 187.
239 Cfr. R. LAVATORI, Gli angeli: la loro presenza e la loro azione nella vita cristiana secondo il beato Josemaría, cit., p. 137-155.
240 Cfr. A. VÁZQUEZ DE PRADA, El Fundador del Opus Dei. Vida de Josemaría Escrivá de Balaguer, Madrid 1997-2003, vol. I, pp. 478-479.
241 Camino, 563. Cfr. A. VÁZQUEZ DE PRADA, El Fundador del Opus Dei, cit., vol. I, pp. 454, 490.
242 Apuntes de una meditación, 24-VI-1937 (AGP, P12, p. 133).
243 Amigos de Dios, 63.
244 Conversaciones, 113.
245 P. DONATI, Senso e valore della vita quotidiana, cit., p. 221.
246 Cfr. ibid., pp. 222-223, 236.
247 Ibid., p. 235.
248 Ibid, p. 236.
249 Forja, 736.
250 R. ALVIRA, Filosofía de la vida cotidiana, Madrid 1999, p. 9.
251 C. MICHON, La prose du monde, cit., p. 96. El tema lo trata también P. DONATI, Senso e valore della vita quotidiana, cit., pp. 221-263. Cfr., además, C. ORTIZ DE LANDÁZURI, El caminar histórico hacia el Reino de Cristo en Josemaría Escrivá. El redescubrimiento de lo ordinario en "Camino", "Surco" y "Forja", en: AA.VV. (J.-I. SARANYANA, dir.), El caminar histórico de la santidad cristiana. De los inicios de la época contemporánea hasta el Concilio Vaticano II, Pamplona 2004, pp. 497-516.
252 R. ALVIRA, Filosofía de la vida cotidiana, cit., p. 9.
253 Es Cristo que pasa, 141.
254 Conversaciones, 87.
255 Ibid., 116.
256 Carta 29-VII-1965, 52.
257 Ibid.
258 Ibid. Cfr. Es Cristo que pasa, 50. La "prosa de cada día" es una expresión semejante a la de "prosa del mundo" forjada al parecer por Hegel, quien la emplea, tanto para referirse a los límites que imponen al hombre las ocupaciones de la vida cotidiana, como, más positivamente, al intrínseco valor de las actividades domésticas y productivas de la sociedad burguesa (cfr. C. MICHON, La prose du monde, cit., p. 96).
259 Apuntes de la predicación, 1951 (AGP, P01 1977, p. 73).
260 Ibid.
261 Apuntes de una meditación, 19-VIII-1951 (AGP, P01 XII-1961, p. 15).
262 Es Cristo que pasa, 50; Surco, 500. Cfr. vol. II, pp. 465-471 (capítulo 6º, apartado. 4.6).
263 Surco, 290.
264 P. DONATI, Senso e valore della vita quotidiana, cit., p. 235.
265 Camino, 206.
266 Ibid., 813.
267 Amigos de Dios, 67.
268 Surco, 500. Cfr. Camino, 823.
269 PABLO VI, Discurso a los representantes de Institutos seculares, 2-II-1972, AAS 64 (1972) 208.
270 Ibid.
271 "Laicis indoles saecularis propria et peculiaris est" (CONC. VATICANO II, Const. dogm. Lumen gentium, 31; cfr. BEATO JUAN PABLO II, Ex. ap. Christifideles laici, 30-XII-1988, 15). No volvemos a repetir aquí lo que se dijo sobre el tema en la Parte preliminar, apartado I.3.e (pp. 97-102). Recordemos solamente que "secularidad" viene del latín saeculum, siglo, entendido no como período de tiempo sino como el conjunto de realidades temporales de la sociedad civil. Los fieles laicos se designan como "seglares" porque han de santificar esas actividades que configuran el "siglo", es decir, la sociedad civil en cada época (cfr. J.L. ILLANES, voz "Secolarità", en E. ANCILLI (dir.), Dizionario enciclopedico di spiritualità, cit., vol. 3, pp. 2278-2282). También hay fieles de vida consagrada que son "seculares", pero se trata de una secularidad que difiere tanto de aquella que se puede afirmar de los religiosos como de la que es propia de los laicos (cfr. BEATO JUAN PABLO II, Discurso, 5-X-1994, 4). Sobre el tema en general, cfr. J.-I. SARANYANA, El debate teológico sobre la secularidad cristiana (1930-1990), en: AA.VV. (J.-I. SARANYANA, dir.), El caminar histórico de la santidad cristiana, cit., pp. 105-130; J. MIRAS, Fieles en el mundo. La secularidad de los laicos cristianos, Pamplona 2000, 95 pp.
272 En las obras publicadas hasta el presente aparecen numerosas veces los adjetivos "secular" y "seculares", referidos siempre a los laicos y a los sacerdotes seculares. El término "secularidad" aparece frecuentemente en sus Cartas.
273 Á. DEL PORTILLO, Fieles y laicos en la Iglesia, Pamplona 19913, p. 184.
274 Conversaciones, 60.
275 Ibid., 9.
276 SANTO TOMÁS DE AQUINO, S.Th. I, q. 43, a. 1, c.
277 Cfr. vol. I, pp. 97-103 (dentro del apartado I.3.e).
278 Á. DEL PORTILLO, Fieles y laicos en la Iglesia, cit., p. 185. La determinación de las funciones profanas que no sean congruentes con el estado de presbítero es una cuestión prudencial, competencia de la autoridad eclesiástica, que dependerá de las connotaciones que adquieren algunas profesiones, como la política o la psiquiatría, en unas determinadas circunstancias culturales e históricas.
Álvaro del Portillo añade a continuación una interesante comparación con la consagración religiosa: "En cambio, en los religiosos -testigos públicos, nomine Ecclesiae, del espíritu de las bienaventuranzas (cfr. Lumen gentium, 31 b) y por tanto del nuevo cielo y de la nueva tierra- se produce una verdadera separación. Es esa separación a curis et negotiis saecularibus [en nota cita a san Jerónimo, san Benito, santo Tomás de Aquino y Suárez] la que produce, la que hace posible, el testimonio escatológico público que es propio y esencial del estado religioso. Hasta el punto de que si no consistiese en eso la sustancia teológica del estado religioso, no tendría razón de ser tal estado eclesiástico" (ibid., pp. 185-186). La "separación a curis et negotiis saecularibus" tiene lugar en la consagración religiosa por la asunción de los votos propios del estado religioso, ya que -en nuestra opinión- la naturaleza de esos votos comporta una nueva relación con las actividades temporales. Sin embargo, puede haber votos que no cambien esa relación ni, por tanto, la secularidad. En todo caso, a san Josemaría no le interesan, para quienes siguen su enseñanza, ni votos, ni promesas, ni forma alguna de consagración (...), diversa de la consagración que ya todos recibieron con el Bautismo (Conversaciones, 20). Pero de aquí no se puede deducir que cualquier voto o promesa separe del mundo. San Josemaría no lo afirma. Dependerá del objeto del voto o de la promesa.
En cuanto a los religiosos que son sacerdotes, se sigue de lo anterior que no les corresponde la secularidad del mismo modo que a los sacerdotes seculares, pues están llamados a ejercer su ministerio de acuerdo con su vocación propia, que comporta una "separación" del mundo, aunque no sea externa y material, como se vio en la Parte preliminar. Cfr. vol. I, pp. 97-98 y 215 ss.
279 Homilía Sacerdote para la eternidad, 13-IV-1973, en: Amar a la Iglesia, Madrid 19862, p. 67.
280 "Indoles sacra el organice exstructa communitatis sacerdotalis..." (CONC. VATICANO II, Const. dogm. Lumen gentium, 11).
281 Cfr. Conversaciones, 21.
282 Ibid., 11. Cfr. ibid., 9.
283 Cfr. A. GARCÍA SUÁREZ, Existencia secular cristiana. Notas a propósito de un libro reciente, en: "Scripta Theologica" 2 (1970) 146.
284 Conversaciones, 59.
285 Ibid., 9.
286 Ibid., 59.
287 Ibid., 66.
288 Ibid.
289 Cfr. vol. II, pp. 113-120 (capítulo 4º, apartado 3.1.2: "Alma sacerdotal" con "mentalidad laical").
290 Cfr. CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 36.
291 Á. DEL PORTILLO, Entrevista sobre el Fundador del Opus Dei, cit., p. 26.
292 Carta 19-III-1954, 7. San Josemaría no habla aquí, explícitamente, de "mentalidad laical", pero nos parece claro que la visión que transmite responde a ese concepto. El texto continúa con una cita paulina: "porque quiso el Padre poner en Él la plenitud de todo ser y reconciliar por Él todas las cosas consigo, restableciendo la paz entre el cielo y la tierra, por medio de la sangre que derramó en la cruz" (Col 1, 19-20).
293 "Para el laico es especialmente importante no maltratar las cosas, usarlas sin olvidar ni un momento la naturaleza peculiar de cada una, actuar respetando la autonomía que, en su orden, tienen las realidades temporales. La seriedad en lo humano, en lo profesional, es importante para el cristiano, tanto desde el punto de vista de su fidelidad a la ciudad terrena, como del de su fidelidad a la llamada sobrenatural" (J.L. ILLANES, La santificación del trabajo, Madrid 200110, p. 96).
294 Carta 9-I-1959, 31. Cfr. CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 36 y 56.
295 Carta 6-V-1945, 27.
296 Carta 14-II-1950, 3.
297 Conversaciones, 116.
298 Ibid.
299 Ibid., 117.
300 Ibid.
301 G. REDONDO, Historia de la Iglesia en España (1931-1939), vol. I, Madrid 1993, p. 32. Al clericalismo nos hemos referido ya en otros momentos, desde distintos puntos de vista: cfr. vol. I, p. 64, nota 101 y pp. 460-461; vol. II, pp. 118-119, 262.
302 Cfr. BEATO JUAN PABLO II, Enc. Veritatis splendor, 6-VIII-1993, 12 y 40-44.
303 Cfr. vol. II, pp. 46-53. Comprender la autonomía de las realidades temporales a la luz de la Encarnación redentora es muy propio de la enseñanza san Josemaría.
304 Cfr. CONC. VATICANO II, Decl. Dignitatis humanae, 2 y 7. Se ha escrito, con fórmula pertinente, que "es esencial para la libertad política y la libertad civil que esté permitido usarlas mal: de otro modo no existiría libertad alguna" (M. RHONHEIMER, Cristianismo y laicidad. Historia y actualidad de una relación compleja, Madrid 2009, p. 185).
305 Conversaciones, 50.
306 Carta 29-IX-1957, 55. Cfr. P. DONATI, Senso e valore della vita quotidiana, cit., pp. 255 ss. ("...verso una nuova "laicità civile"...").
307 É. GILSON, Por un orden católico, Madrid 1936, pp. 132-133 (citado por G. REDONDO, Historia de la Iglesia en España..., cit., p. 89). El original de la obra de Gilson (Pour un ordre catholique) es de 1934, antes de la guerra civil española y del régimen confesional que la siguió a partir de 1939. No obstante, nos parece que sus palabras retratan bien el tipo de clericalismo que se encuentra en el trasfondo del texto citado de la homilía de san Josemaría.
308 Carta 2-II-1945, 1.
309 "Los cristianos viven en el mundo sin ser del mundo" (Ep. a Diogneto, c. 6).
310 Es Cristo que pasa, 125.
311 Carta 19-III-1954, 5. Cfr. Forja, 569; Camino, 939. San Josemaría comenta frecuentemente Jn 17, 15-16. Cuando habla de "no ser mundanos" se refiere al "no son del mundo", de este texto; y cuando dice que "hemos de estar en el mundo y ser del mundo", quiere decir lo mismo que "no los saques del mundo". Su lectura del pasaje evangélico no se aleja del sentido literal: cfr. G.R. BEASLEY–MURRAY, John, en D.A. HUBBARD – J.D.W. WATTS, Word Biblical Commentary, vol. 36, Waco (Texas) 1987, pp. 299 ss.
312 Cfr. Camino, 279.
313 J.L. ILLANES, Existencia cristiana y mundo. Jalones para una reflexión teológica sobre el Opus Dei, Pamplona 2003, p. 43.
314 Ibid.
315 Es un amor que "lleva al cristiano a participar con todas sus fuerzas en la construcción de su historia" (L.F. MATEO-SECO, Sapientia Crucis. El misterio de la Cruz en los escritos de Josemaría Escrivá de Balaguer, en: "Scripta Theologica" 24 (1992) 426).
316 Amigos de Dios, 206. A continuación cita Col 3, 1-3: "buscad las cosas de arriba...".
317 Surco, 290. La cita corresponde a Jn 3, 16. Cfr. Conversaciones, 118; también A.M. GONZÁLEZ, El trabajo filosófico a la luz del Beato Josemaría, cit., p. 164.
318 J. PEÑA VIAL, Mística ojalatera y realismo en la santidad de la vida ordinaria, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. IV, p. 126.
319 La interpretación de 2Tm 4, 10 en el sentido indicado es común entre los exegetas: cfr. L. OBERLINNER, Le Lettere pastorali. La Seconda Lettera a Timoteo (vol. XI/2.2. de AA.VV., Commento Teologico al Nuovo Testamento), Brescia 1999, p. 249; P. IOVINO, Lettere a Timoteo (vol. 15 de AA.VV., I Libri Biblici), Milano 2005, p. 225. Ya los Padres entendían el pasaje como una traición de Demas por amor a lo mundano: cfr. SAN JUAN CRISÓSTOMO, In Ep. II ad Timotheum homiliae, ad loc.
320 Cfr. Surco, 158, 716; Forja, 89. Volveremos a encontrar el tema del aburguesamiento al hablar de las tentaciones del "mundo" y de la tibieza, en el capítulo 8º, apartado 3.2.2. (pp. 325-331) y apartado 5 (pp. 409-421). Son conceptos muy próximos en la predicación de san Josemaría.
321 Carta 9-I-1959, 19.
322 Amigos de Dios, 210.
323 Es Cristo que pasa, 21.
324 Cfr. CH. TAYLOR, L'età secolare, Milano 2009, p. 13. Como decíamos en la nota 40, este autor distingue tres aplicaciones del concepto de secularización. Ahora nos referimos a la segunda. Un interesante recorrido por los autores que han estudido recientemente este tema puede verse en M.A. FERRARI, Il processo moderno di secolarizzazione, en: "Acta Philosophica" 18 (2009) 163-172.
325 Apuntes de la predicación, 20-V-1973 (AGP, P01 IV-1973, pp. 16-17).
326 Un tratado reciente sobre esta materia, con un enfoque afín al que late en las enseñanzas de san Josemaría, es el de P. O'CALLAGHAN, Christ our Hope: an Introduction to Eschatology, Washington D.C. 2011, 358 pp.
327 Pueden verse, p.ej., los capítulos "Postrimerías" de Camino (nn. 734-753), "Más allá", de Surco (nn. 875-898) y "Eternidad" de Forja (nn. 987-1055). Cfr. C. ORTIZ DE LANDÁZURI, El sentido escatológico del trabajo en san Josemaría, cit., pp. 163-180.
328 Forja, 987.
329 Camino, 746.
330 A. NIETO, La hora de un santo. El tiempo en las enseñanzas de san Josemaría Escrivá de Balaguer, en: "Romana" 51 (2010) 432.
331 Cfr. Camino, 741; Surco, 879, 886.
332 Surco, 895.
333 CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 21.
334 A los ya citados (Camino, 741 y Surco, 879, 886), se pueden añadir, p.ej., Camino, 752 y 753; Surco, 881 y 894. No obstante, lo que suele pretender es apartar del mal uso de las realidades temporales, más que subrayar su fugacidad: cfr. Camino, 747.
335 Cfr. A. VÁZQUEZ DE PRADA, El Fundador del Opus Dei, cit., vol. II, pp. 673-684.
336 Camino, 738.
337 Cfr. Amigos de Dios, nn. 39-54.
338 Ibid., 39.
339 Ibid., 40.
340 Ibid., 41.
341 Ibid.
342 Ibid., 46.
343 Ibid., 47.
344 Ibid., 54.
345 Cfr. Surco, 875, 876.
346 Es Cristo que pasa, 152.
347 Surco, 876. La idea se encuentra expresada también de otros modos: cfr. Forja, 1022.
348 Cfr. Es Cristo que pasa, 103 (texto citado más arriba, en 1.4.2.a). Las palabras que ahora interesan son: la divinización redunda en todo el hombre como un anticipo de la resurrección gloriosa. Cfr. también Amigos de Dios, 220; Forja, 1013.
349 C. CARDONA, La clave de Forja, en: M.A. GARRIDO GALLARDO (dir.), La obra literaria de Josemaría Escrivá, Pamplona 2002, pp. 141-142.
350 Apuntes de una meditación, 25-XII-1972 (AGP, P09, p. 186).
351 Sobre este tema, cfr. vol. I, pp. 390 ss. (capítulo 2º, apartado 2.3.1).
352 Surco, 52.
353 Forja, 1005.
354 Carta 9-I-1932, 59.
355 W. MAY, Divine Filiation and Our Mission to Continue Christ's Redemptive Work in the World, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. IV, cit., p. 66.
356 Hemos contado doce en las Cartas. En la predicación oral las alusiones son más frecuentes.
357 ORÍGENES, Comm. in Lucam, Discurso 38, 1-2. En esta línea, el Catecismo de la Iglesia Católica dice bellamente que "las bienaventuranzas dibujan el rostro de Jesucristo" (CEC, 1717).
358 P. MELONI, Beatitudini, en: AA.VV., Dizionario Patristico e di Antichità Cristiane, Milano 2006, vol. I, col. 752.
359 Ibid.
360 Carta 25-I-1961, 52.
361 Ibid., 53.
362 Cfr. CONC. VATICANO II, Const. Lumen gentium, 31.
363 Conversaciones, 14. Para la doctrina de la Iglesia sobre este punto, cfr. CONGR. PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Carta sobre la colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y en el mundo, 31-V-2004. Una síntesis del profundo cambio operado por Cristo para restablecer la relación original entre el hombre y la mujer, puede verse en B. WITHERINGTON, voz "Women (NT)", en D.N. FREEDMAN, The Anchor Bible Dictionary, New York 1992, vol. VI, pp. 957-961.
364 Años más tarde recordará que poco después del 2-X-1928 había escrito: Nunca habrá mujeres –ni de broma– en el Opus Dei (Apuntes de una meditación, 14-II-1964: AGP, P09, p. 74. El escrito donde anotó esta frase, entre 1928 y 1930, no se conserva). Cfr. A. VÁZQUEZ DE PRADA, El Fundador del Opus Dei, cit., vol. I, p. 322.
365 Cfr. F.R. QUIROGA, 14 de febrero de 1930: la transmisión de un acontecimiento y un mensaje, en: "Studia et documenta" 1 (2007) 163-189.
366 Á. DEL PORTILLO, Carta pastoral, 24-I-1990, 8 (AGP, P17, II, p. 469).
367 Apuntes de una meditación, 14-II-1955 (AGP, P01 II-1955, p. 6).
368 Conversaciones, 14.
369 BEATO JUAN PABLO II, Ex. Ap. Mulieris dignitatem, 15-VIII-1988, 7.
370 Cfr. A. ARANDA, Identità cristiana: i fondamenti, Roma 2007, p. 127 (se refiere en particular a la inclinación al dominio por la fuerza o la seducción).
371 Cfr. B. CASTILLA Y CORTÁZAR, Considerazioni sull'antropologia "uomo-donna" nell'insegnamento del Beato Josemaría Escrivá, en: "Romana" 21 (1995) 434-447; A.M. ARAUJO DE VANEGAS, Mujer: dignidad y vocación, en: AA.VV., Un mensaje siempre actual, Buenos Aires 2002, pp. 341-352.
372 Conversaciones, 90.
373 Ibid., 14. Como vimos en el capítulo 4º, apartado 2.5 (vol. II, pp. 104-106), san Josemaría recuerda que sólo el varón es sujeto de la ordenación sacerdotal. Su visión del sacerdocio común y de la cooperación con el ministerial ayuda no poco a comprender que esta reserva no implica ninguna injusta discriminación.
374 M.H. DA GUERRA PRATAS, Una nueva luz sobre el significado del trabajo, en: AA.VV., Trabajo y espíritu, cit., p. 261.
375 Conversaciones, 87.
376 Carta 29-VII-1965, 4.
377 Conversaciones, 87.
378 Ibid., 90. Cfr. A.L. CARRERAS, El modo femenino de dialogar y comunicarse, en: AA.VV., Un mensaje siempre actual, cit., pp. 373-388.
379 Conversaciones, 87.
380 Ibid. Años más tarde, el BEATO JUAN PABLO II escribió que Dios "confía (a la mujer) de un modo especial el hombre, es decir, el ser humano. Naturalmente, cada hombre es confiado por Dios a todos y cada uno. Sin embargo, esta entrega se refiere especialmente a la mujer –sobre todo en razón de su feminidad– y ello decide principalmente su vocación" (Ex. ap. Mulieris dignitatem, 15-VIII-1988, 30).
381 Conversaciones, 87.
382 M.P. CHIRINOS, Un'antropologia del lavoro. Il "domestico" come categoria, Roma 2005, p. 107.
383 J. DE GROOT, La mujer en la economía divina: de los Padres de la Iglesia a san Josemaría, en: "Romana" 39 (2004) 288.
384 Ibid.
385 M.H. DA GUERRA PRATAS, Una nueva luz sobre el significado del trabajo, cit., p. 263 s.
386 Cfr. Es Cristo que pasa, 24 (respecto a la familia) y Amigos de Dios, 57 (respecto al trabajo).
387 "Oh Dios que, por mediación de la Santísima Virgen, concediste a san Josemaría gracias innumerables escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano, haz que yo sepa también...".
388 Entre los numerosos testimonios que se podrían citar sobre esta afirmación, nos parece significativo el de J. HAALAND MATLARY, profesora de la Universidad de Oslo: "Cuando finalmente descubrí que la oración ha de preceder y penetrar el trabajo, entendí la verdadera espiritualidad de Escrivá. El trabajo sin una perspectiva sobrenatural es bueno, útil, loable, y desarrolla tanto las virtudes humanas como la sociedad, pero no es más que eso. Este trabajo no es santificado; no santifica ni al trabajador ni a sus colegas" (Work, a Path to Holiness, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. I, p. 159).
389 Cfr. CONC. VATICANO II, Const. dogm. Lumen gentium, 31-36; Const. past. Gaudium et spes, 33-39; Decr. Apostolicam actuositatem, 1-3, 7. "Con sobrenatural intuición –afirmó el BEATO JUAN PABLO II en la homilía de la beatificación– el Beato Josemaría predicó incansablemente la llamada universal a la santidad y al apostolado. Cristo convoca a todos a santificarse en la realidad de la vida cotidiana; por ello, el trabajo es también medio de santificación personal y de apostolado cuando se vive en unión con Jesucristo" (Homilía, 17-V-1992). Cfr. ID., Discurso, 19-III-1979, y Discurso, 12-I-2002. Véase también el Decreto para la introducción de la Causa de Beatificación y Canonización, 19-II-1981, publicado en la "Rivista Diocesana di Roma" 3-4 (1981) 372.
390 J. HAALAND MATLARY, Work, a Path to Holiness, cit., p. 169.
391 CEC, 2427. El Catecismo reenvía a la Const. past. Gaudium et spes, 34. Más en general, la afirmación se apoya en el entero capítulo III de la Constitución.
392 Un dato puede servir para dar una primera idea: la voz "Travail" no se incluyó en 1950 en el Dictionnaire de Théologie Catholique (le hubiera correspondido el vol. 15/2, de ese año); sí, en cambio, en 1991, en el Dictionnaire de spiritualité ascétique et mystique (vol. 15, col. 1186-1250).
393 S. WEIL, Echar raíces, Madrid 1996, p. 87 (original en francés publicado póstumamente en 1949). Cfr. H. JAMES, Work and the Idea of Work in the First Half of the Twentieth Century, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. II, pp. 109-118.
394 Cfr. G. FARO, Il lavoro nell'insegnamento del Beato Josemaría Escrivá, Roma 2000, pp. 37-70: interesante estudio sobre el trabajo en la cultura contemporánea, como contexto de la enseñanza de san Josemaría.
395 Cfr. AA.VV. (A. NEGRI, dir.), Filosofia del lavoro. Storia antologica, vol. VII [sobre el siglo XX], Milano 1981, 868 pp. Esta obra de 7 volúmenes es una recopilación de textos sobre el trabajo, precedentemente publicados en otros lugares, de autores de diversa orientación: unos en la línea de la tradición cristiana, como los de J. MARITAIN (Azione e contemplazione, en pp. 196 ss.), H. RONDET (Lavoro: concetto e lessico, en pp. 217 ss.; traducción de: Eléments pour une théologie du travail, publicado en: "Nouvelle Revue Théologique" 7 (1955) 27-32; este artículo tiene una segunda parte en pp. 123-143) y J. PIEPER (Lavoro intellettuale ed arti liberali, en pp. 737 ss.; tomado de: Muße und Kult, München 1955, pp. 21-44); otros, en cambio, no, como los de Heiddeger y Freud. Precede una amplia introducción de Negri (pp. 13-151) con apartados de desigual valor.
396 Una síntesis de las posturas de algunos de esos autores se puede encontrar en G. BIANCHI, Dalla parte di Marta: per una teologia del lavoro, cap. III, Brescia 1986, pp. 125-189.
397 Entre los estudios sobre el trabajo en la Sagrada Escritura, señalamos el de M. CIMOSA, Lavoro e progresso nell'Antico Testamento, en: AA.VV., Lavoro – Progresso – Ricerca, nella Bibbia, Roma 2003, pp. 14-63; y, especialmente, el de R. FABRIS, Il lavoro nel Nuovo Testamento, en ibid., pp. 81-172. Hace algunos decenios se había afirmado que "una Teología puramente bíblica del trabajo resulta bastante improductiva" (J. DAVID, La fuerza creadora del hombre. Teología del trabajo y de la técnica, en J. FEINER – M. LÖHRER, Mysterium salutis, vol. II/II, Madrid 1970, p. 881). A la vista de los estudios que acabamos de citar y de otros (cfr., p.ej., la bibliografía de la voz "Travail" del Dictionnaire de spiritualité ascétique et mystique, 15 (1991) 1189-1190 y 1206-1207), parece claro que actualmente esta afirmación es insostenible.
398 Cfr. Es Cristo que pasa, 39-56.
399 Cfr. Amigos de Dios, 55-72.
400 Conversaciones, 55.
401 CH. MUNIER, Lavoro, cit., col. 1912. Remite, a modo de ejemplo, a ARÍSTIDES, Apologia, 15; TERTULIANO, Apologeticus, 42, 1-2; CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Stromata, 1, 25-26. Anterior a estos textos es la Didaché, 12, 3-5: "[Si uno] quiere establecerse entre vosotros, que tenga un oficio, que trabaje y gane su sustento. Y si no tiene oficio, proveed conforme a vuestra prudencia, de modo que no haya entre vosotros ningún cristiano ocioso. Caso de que no quiera hacerlo así, es un traficante de Cristo. Estad alerta contra los tales". Más adelante citaremos también la Carta a Diogneto, del siglo II. Otros textos pueden verse en E. PERETTO, Il lavoro nella tradizione dei Padri fino al Concilio di Nicea, en: AA.VV. Lavoro – Progresso – Ricerca nei Padri della Chiesa, cit., pp. 26-120. Cfr. también AA.VV. (S. FELICI, dir.), Spiritualità del lavoro nella catechesi dei Padri del III-IV secolo, Roma 1986, 284 pp.
402 Cfr. SAN IRENEO, Adversus haereses, V, 33, 2; CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Protrepticus, 115, 1.
403 CH. MUNIER, Lavoro, cit., col. 1913. En relación con SAN CLEMENTE ROMANO, remite a I Clemente, 34, 1.
404 Cfr. B.H. VANDENBERGHE, Saint Jean Chrysostome et la dignité du travail, en: "La Vie Spirituelle" 406 (1955) 479.
405 Cfr. SAN JUAN CRISÓSTOMO, In ep. ad Romanos homiliae, 2, 5 (PG 60, 407).
406 O. PASQUATO, Vita spirituale e lavoro in Giovanni Crisostomo, en: S. FELICI (dir.), Spiritualità del lavoro nella catechesi dei Padri nel III-IV secolo, cit., p. 130 (el texto del Crisóstomo está tomado de la homilía In illud: Salutate Priscillam et Aquilam, I, 5: PG 51, 195).
407 Cfr. A. QUACQUARELLI, L'educazione al lavoro: dall'antica comunità cristiana al monachesimo primitivo, en: S. FELICI (dir.), Spiritualità del lavoro nella catechesi dei Padri nel III-IV secolo, cit., pp. 15-25.
408 P. DONATI se refiere a las diferencias entre "ora et labora" y "convertir el trabajo en oración", señalando que la Regla benedictina, punto de referencia de una gran época monástica y de civilización, "ha representado y representa el binomio de una vida ordenada según la complementariedad (...) entre cultus y labor" en la que "el trabajo es visto como una pausa del momento sacro". En cambio, "el mensaje del Beato Josemaría abre paso a un modo cristiano de vida secular (pero no secularizado) que transforma el obrar práctico (el trabajo) en contemplación" (Senso e valore della vita quotidiana, cit., p. 245).
409 Cfr. J.L. ILLANES, Lavoro, en: AA.VV. (E. Ancilli, dir.), Dizionario Enciclopedico di spiritualità, cit., vol. 2, p. 1407.
410 Cfr. G. ANGELINI, La teologia cattolica e il lavoro, en: "Teologia" 8 (1983) 7.
411 W. KORFF, Arbeit, II. Kultur- u. geistesgeschichtlich, en: AA.VV., Lexikon für Theologie und Kirche, vol. I, Freiburg-Basel-Rom-Wien 1993, col. 919. El autor ofrece una interesante síntesis de la evolución del concepto de trabajo en Smith, Ricardo, Fichte y Marx. Sus consideraciones se extienden al tema de la relación del trabajo con la construcción de la sociedad, que nosotros consideraremos más adelante.
412 G. GATTI, La Teologia del lavoro ieri e oggi, en: AA.VV. (S. FELICI, dir.), Spiritualità del lavoro nella catechesi dei Padri nel III-IV secolo, cit., p. 273.
413 A.M. GONZÁLEZ, El trabajo filosófico a la luz del Beato Josemaría, cit., p. 158.
414 M.-D. CHENU, Trabajo, en H. FRIES (dir.), Conceptos fundamentales de Teología, IV, Madrid 1967, p. 368. El autor fue uno de los primeros en elaborar un estudio teológico del trabajo (Pour une théologie du travail, Paris 1955, 123 pp.). Lo hace con un método histórico, en un contexto fuertemente afectado por el marxismo, asumiendo algunos de sus planteamientos de un modo quizá no suficientemente crítico (cfr. I. BIFFI – G. COLOMBO, Presenza e influsso di M.D. Chenu medievalista in Italia, en "Teologia" 16 (1991) 182-235). Cabe señalar también que el Dictionnaire de Théologie Catholique, incluyó la voz "Travail" por primera vez en una actualización de 1971. El artículo comienza reconociendo que "la ausencia de este artículo en el D.T.C. es el síntoma de una carencia en la teología" (AA.VV., Dictionnaire de Theologie Catholique, 17 (1971) 4216).
415 H. FITTE, Algunos estudios teológicos sobre el trabajo en la primera mitad del siglo xx. Elementos para contextualizar la doctrina del Beato J. Escrivá, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. IV, pp. 39-40. Cfr. ID., Il pensiero teologico sul lavoro umano: il Concilio Vaticano II, Giovanni Paolo II, e il beato Josemaría Escrivá, en: "Annales theologici" 15 (2001) 117-159.
416 Entre los más difundidos cabe mencionar: J. MESSNER, Die soziale Frage, Wien 1938, 742 pp.
417 A. TANQUEREY, Précis de théologie ascétique et mystique, Paris 1923, Parte I, cap. V, art. II, § IV.
418 P.ej., D.M. PRÜMMER, en los tres volúmenes de su Manuale Theologiae Moralis, Freiburg 1914 –obra tan apreciable en otros aspectos– dedica un solo número al deber de trabajar (I, 569) y otro a los trabajos prohibidos en días festivos (II, 492). Son numerosas las consideraciones de moral profesional, referidas a diferentes trabajos, pero falta una reflexión teológica, desde la ética y la antropología, sobre el sentido y valor del trabajo en la vida cristiana.
419 PÍO XI, Discurso, 31-I-1927 a la "Opera dei Ritiri delle Giovani Operaie", publicado en L'Osservatore Romano 3-II-1927, p. 3, en forma de artículo en el que se transmite lo que ha dicho el Papa sin citar textualmente sus palabras. Aquí lo citamos por el volumen Discorsi di Pio XI (a cura di D. Bertetto), Torino 1960, vol. I, p. 675 (la traducción es nuestra; el texto completo del discurso, en las pp. 673-676).
420 Cfr. lo que dijimos sobre Cardijn y la Acción católica en la Parte preliminar, apartado I.3.b): vol. I, pp. 65-66.
421 "Ils [les jeunes salariés] doivent pouvoir s'y sanctifier [dans leur usine, leur bureau, etc.], y sanctifier leur travail, leur vie. Ils doivent pouvoir collaborer à la transformation chrétienne du monde du travail, du milieu ouvrier, à la rechristianisation de leurs frères et de leurs soeurs de travail" (J. CARDIJN, Manuel de la J.O.C., Bruxelles 1930, p. 19; citamos por la segunda edición belga de este Manual que es una remodelación de la primera de 1925; Cardijn no figura como autor sino como inspirador del Manuel). Más adelante se lee: "Ils [los trabajadores] doivent voir que le travail peut être la forme la plus expressive des prières, qu'il peut être le plus fécond des sacrifices s'il est uni au sacrifice journalier du Sauveur" (Ibid., pp. 68-69). Cfr. también J. CARDIJN, Laïcs en première ligne, Paris-Bruxelles 1963 (en particular las pp. 67-75, con el artículo "La mission terrestre de l'homme et de l'humanité", publicado originalmente en noviembre de 1951). Otro autor, capellán de la J.O.C., escribe pocos años después: "Ce n'est pas à côté de mon devoir que je dois me sanctifier mais avec, dans et par lui" (R. PLUS, Méditations Jocistes, Toulouse 1932, t. II, p. 12). Cfr. también H. ROLLET, Le travail, les ouvriers et l'Église, Paris 1959.
422 Apuntes íntimos, 971, del 28-III-1933: texto citado en: P. RODRÍGUEZ, Edición crítico-histórica de "Camino", cit., p. 368 (comentario al punto 175 de Camino).
423 Cfr. P. RODRÍGUEZ, Edición crítico-histórica de "Camino", cit., p. 22; A. VÁZQUEZ DE PRADA, El Fundador del Opus Dei, cit., vol. I, p. 339.
424 Conversaciones, 34. Cfr. ibid, 26 y 55 ; Es Cristo que pasa, 20; Amigos de Dios, 81 y 210: en todos estos lugares se refiere expresamente a que su predicación sobre el sentido cristiano del trabajo se remonta a 1928.
425 Camino, 359.
426 Cfr. PH. JOURDAN, La spiritualité du travail dans la Jeunesse Ouvrière Chrétienne, 1925-1939, Roma 2006, 333 pp.
427 G. PHILIPS, Misión de los seglares en la Iglesia, San Sebastián 1956 (original de 1954), p. 206.
428 J.L. ILLANES, La santificación del trabajo, cit., p. 112.
429 Amigos de Dios, 296.
430 Instrucción, 8-XII-1941, 73.
431 Carta 2-X-1939, 13.
432 Cfr. vol. I, pp. 323-334 (capítulo 1º, apartado 3.3).
433 Conversaciones, 55.
434 Cfr. H. FITTE, Il graduale approfondimento della nozione di lavoro umano nel magistero pontificio, en: "Annales Theologici" 5 (1991) 107-129; Lavoro umano e redenzione. Riflessione teologica dalla "Gaudium et spes" alla "Laborem exercens", Roma 1996, 287 pp. Cfr. también, sobre los pronunciamientos del Magisterio desde la Rerum novarum hasta nuestros días, G. FROSINI, L'attività umana. Per una teologia del lavoro, cit., pp. 128-155.
435 Cfr. G. THILS, Théologie des réalités terrestres, Louvain 1946-1948; Y.M.-J. CONGAR, Jalons pour une théologie du laïcat, Paris 1953; M.-D. CHENU, Pour une théologie du travail, Paris 1955.
436 CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 33-39.
437 Ibid., 67. Lo que el Concilio dice en este documento a propósito del trabajo, supone la doctrina de la constitución dogmática Lumen gentium sobre la misión de los laicos (cfr., de modo particular, 31) y las enseñanzas del decreto Apostolicam actuositatem, 7 sobre el orden temporal.
438 Conversaciones, 55.
439 Cfr. BEATO JUAN PABLO II, Enc. Laborem exercens, 14-IX-1981, 25.
440 Ibid., 26.
441 Ibid., 27.
442 Á. DEL PORTILLO, Carta pastoral, 30-IX-1975 (AGP, P17, vol. II, 47). Este texto fue citado por Mons. JAVIER ECHEVARRÍA en la Misa de acción de gracias por la canonización de san Josemaría, el 7-X-2002, en la Plaza de san Pedro. La observación del autor es válida no sólo para el materialismo sino para cualquier forma de ateísmo. "El trabajo humano, desconectado de su raíz y significación divina, se convierte con frecuencia en ocasión de desprecio del hombre y de su dignidad o también, en ocasión de envanecimiento y autoafirmación del hombre que sueña con ser autónomo" (M. LLUCH BAIXAULI, Trabajo de Cristo y trabajo del cristiano, en: AA.VV. Trabajo y espíritu, cit., p. 125).
443 Carta 11-III-1940, 35.
444 Cfr. J. ECHEVARRÍA, Itinerarios de vida cristiana, Barcelona 2001, c. 16 ("Santificación del trabajo"), pp. 209-221; G. FARO, Il lavoro nell'insegnamento del beato Josemaría Escrivá, cit. El autor, antes de presentar con precisión la enseñanza de san Josemaría, dedica un amplio espacio a la noción de trabajo en la historia deteniéndose en la época moderna, sobre todo en la visión luterana y en la marxista. Una síntesis de las ideas filosóficas y teológicas sobre el trabajo puede verse en J.L. ILLANES, Trabajo, en C. IZQUIERDO (dir.) – J. BURGGRAF – F.M. AROCENA, Diccionario de Teología, Pamplona 2006, pp. 961-970. Del mismo J.L. ILLANES señalamos: Ante Dios y en el mundo. Apuntes para una teología del trabajo, Pamplona 1997, 239 pp. Interesante también, como intento de manual sobre el tema: G. FROSINI, L'attività umana. Per una teologia del lavoro, Cinisello Balsamo 1994, 299 pp.
445 Es Cristo que pasa, 47. Cfr. Forja 702. La misma secuencia de ideas se encuentra en el CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 67 (texto citado más arriba).
446 Es Cristo que pasa, 47.
447 P.ej., H. ARENDT en su importante y controvertida obra, The Human Condition, Chicago 1958, distingue entre "labor", "work" y "action".
448 Cfr. Forja, 687; Conversaciones, 10, 26, 55; Es Cristo que pasa, 120.
449 Cfr. T. MELENDO, La dignidad del trabajo, Madrid 1992, p. 104. Cfr. también R. CORAZÓN, Fundamentos para una filosofía del trabajo, Pamplona 1999, 124 pp.; ID., Filosofía del trabajo, Pamplona 2007, 164 pp.; M.P. CHIRINOS, Claves para una antropología del trabajo, Pamplona 2006, 228 pp. El Catecismo de la Iglesia Católica menciona estos elementos con las siguientes palabras: "El trabajo humano procede directamente de personas creadas a imagen de Dios y llamadas a prolongar, unidas y para mutuo beneficio, la obra de la creación dominando la tierra (cfr. Gn 1, 28; Const. past. Gaudium et spes, 34; Enc. Centesimus annus, 31)" (CEC, 2427; cfr. CEC, 302 y 310).
450 Es Cristo que pasa, 47.
451 Ibid.
452 Conversaciones, 10.
453 "Dios no se ha limitado a poner al hombre en el mundo, sino que le ha confiado su custodia y el mandato de dominarlo. Este mandato va unido al de la obediencia a Dios, en la prohibición de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal (Gn 2, 15-17)" (D. ARMENDÁRIZ MORENO, La bondad originaria del trabajo, en: AA.VV. Trabajo y espíritu, cit., p. 240). La prohibición a la que se refiere este autor tiene un sentido más amplio en la Biblia, pero nada impide ver ahí la necesidad de obedecer a Dios –cumplir su Voluntad– en el trabajo.
454 Es Cristo que pasa, 47.
455 Jesús pronuncia las palabras "mi padre no deja de trabajar, y yo también trabajo", después de haber curado a un paralítico en día de sábado, motivo por el que le persiguen los judíos, que no trabajan en sábado para imitar el "descanso" de Dios al concluir la obra creadora (cfr. Gn 2, 2). Santo Tomás hace notar que ese "descanso" no significa que deje de obrar, pues mantiene todas las criaturas en el ser ("Et quidem licet in sabbato requieverit a novis creaturis condendis, nihilominus tamen semper et continue usque modo operatur, creaturas in esse conservando": In Ioann. Ev., c. 5, lect. 2); por lo mismo, Cristo obra también en día de sábado. Pero aquí nos interesa destacar que el trabajo del Señor, al que se refiere este texto, consiste en la curación de un paralítico: es un trabajo que repara las consecuencias del pecado, por el que ha entrado el dolor en el mundo; un trabajo con sentido redentor. También el trabajo de los hijos de Dios al perfeccionar la creación, posee un sentido redentor, como afirma san Josemaría.
456 Conversaciones, 10. San Josemaría está hablando aquí del trabajo del cristiano y por eso dice que contribuye a "ordenar cristianamente las realidades temporales", pero esto incluye ordenarlas según la ley natural, lo cual es tarea de todo hombre cuando trabaja, no sólo de los cristianos.
457 Es Cristo que pasa, 47.
458 Cfr. R. SCHENK, ¿El trabajo es la corrupción o la perfección del ser humano?, en: AA.VV., Idea cristiana del hombre, Pamplona 2002, pp. 267-283; J. SANGUINETI, L'umanesimo del lavoro nel Beato Josemaría Escrivá, en: "Acta Philosophica" 1 (1992), 264-278.
459 "Omnia in sapientia et caritate fecisti..." (MISAL ROMANO, Plegaria Eucarística IV).
460 "Inter Creatorem et creaturam non potest tanta similitudo notari, quin inter eos maior sit dissimilitudo notanda" (CONC. LATERANENSE IV, año 1215: DS 806).
461 A.M. GONZÁLEZ, El trabajo filosófico a la luz del Beato Josemaría, cit., p. 163. La autora prosigue señalando que "esta radicación antropológica del trabajo (...) constituye el pórtico natural a una teología del trabajo que lo contempla en conexión con el mandato del Génesis y lo integra en la obra de la Redención: descubriéndolo como el lugar privilegiado en el que se manifiesta el amor al mundo característico de los hijos de Dios" (ibid.).
462 J.L. GONZÁLEZ-ALIÓ, ¿Qué es santificar el trabajo?, citado por J.M. RIERA MUNNÉ, La capacidad "transformadora" del trabajo, en: AA.VV. (J.-I. SARANYANA, dir.), El caminar histórico de la santidad cristiana, cit., p. 583 (según el autor, el artículo de González-Alió, teólogo y profesor de la Universidad de Navarra fallecido el 5-II-2002, ha sido publicado en internet).
463 Cfr. CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 24.
464 Es Cristo que pasa, 47: texto completo citado al incio de este apartado 2.1.
465 En este sentido san Josemaría cita a veces el texto de Jb 5, 7 por la Vulgata ("homo nascitur ad laborem et avis ad volatum") o por la traducción castellana ("el hombre nace para trabajar, como las aves para volar"): cfr., p.ej., Amigos de Dios, 57. Como se sabe, en la Neovulgata cambia el sentido: "homo generat laborem, et aves elevant volatum". Las traducciones actuales a partir de los textos originales se alejan aún más de la Vulgata.
466 La palabra castellana "trabajo", lo mismo que travail en francés y travalho en portugués, proviene de tripalium, que en el latín tardío designaba un instrumento de tortura. También el término latino labor, y sus derivados en diversas lenguas modernas, hace referencia al esfuerzo o cansancio (cfr. J.L. ILLANES, Ante Dios y en el mundo, cit., p. 39). La identificación entre trabajo y fatiga ha empobrecido el sentido cristiano del trabajo, como señala con vehemencia Rondet: "Durante mucho tiempo se ha repetido que el trabajo es castigo por el pecado original. Después del pecado original, el hombre ha de ganarse el pan con el sudor de su frente, cultivar la tierra en la que nacen espontáneamente zarzas y espinas. Pero esta verdad incontestable ha sido deformada o simplificada con frecuencia. Estaríamos tentados, por reacción, de dejar de lado este aspecto de la realidad y de proclamar: el trabajo es un gozo, unicamente un gozo, esfuerzo creador, medio de recrearse plasmando el mundo, transformando la naturaleza" (H. RONDET, Eléments pour une théologie du travail, en: "Nouvelle Revue Théologique" 7 (1955) 28).
467 Surco, 482. Cfr. Es Cristo que pasa, 47.
468 J.-M. AUBERT, La santificación en el trabajo, en: AA.VV., Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer y el Opus Dei. En el 50º aniversario de su fundación, Pamplona 19852, p. 218.
469 W. KORFF, Arbeit, II. Kultur- u. geistesgeschichtlich, cit., col. 919. Otros autores matizan esta afirmación señalando que en la Antigüedad clásica sólo se consideraban degradantes algunas formas muy duras de trabajo manual que no dejaban espacio a la amistad, la familia y la vida social (cfr. CH. MUNIER, Lavoro, cit., col. 1913).
470 Cfr. ARISTÓTELES, Metafísica, I, 2, 982 b 21-29; V. TRANQUILLI, Il concetto di lavoro da Aristotele a Calvino, Milano-Napoli 1979, 629 pp.
471 ARISTÓTELES, Metafísica, IX, 6, 1048b.
472 W. KORFF, Arbeit, II. Kultur- u. geistesgeschichtlich, cit.
473 Ibid.
474 R. ALVIRA, ¿Qué significa trabajo?, en: AA.VV., Estudios sobre la encíclica Laborem exercens, Madrid 1987, p. 186.
475 Cfr. T. ALVIRA, Ética y estética de la obra bien hecha, en VV.AA., El hombre: inmanencia y trascendencia, Pamplona 1991, pp. 1199-1211. Este autor es hermano de Rafael, citado en la nota anterior. San Josemaría alude a la superación de la distancia de tiempo en el trabajo, en Amigos de Dios, 296.
476 Una interesante exposición de este tema, en relación con la enseñanza de san Josemaría, puede verse en M.P. CHIRINOS, Humanismo cristiano y trabajo, cit., pp. 45-60.
477 Es Cristo que pasa, 47.
478 Apuntes de la predicación (AGP, P10, 62).
479 Es Cristo que pasa, 47.
480 Ibid.
481 Ibid.
482 Cfr. Camino, 110, 545; Surco, 781; Forja, 69, 362, 501, 703, 713, 739; Conversaciones, 19, 22, 70; etc. En total más de cien veces en las obras publicadas, contando también las formas del tipo "tarea profesional", "actividad profesional", etc.
483 Varias veces habla de una profesión u oficio determinado –munus publicum–, bien conocido por todos... (Carta 31-V-1954, 8). Profesional viene del latín professio: declaración, manifestación.
484 Carta 25-I-1961, 11. Sobre la noción de profesión pueden verse los trabajos de F. MÚGICA, La profesión: enclave ético de la moderna sociedad diferenciada, Pamplona 1998; Profesión y diferenciación social en Simmel, Pamplona 1999.
485 La expresión "profesión u oficio" aparece unas 20 veces en los escritos publicados de san Josemaría (cfr. Forja, 713; Conversaciones, 4, 18, 21, 24, 43, 70, 119; Es Cristo que pasa, 44, 46, 110; Amigos de Dios, 3, 54, 210, 273, 316). A efectos del espíritu de santificación del trabajo profesional, son términos equivalentes. En nuestra opinión, la distinción depende sólo del hecho de que por "oficio" se entiende, en el contexto en que predica san Josemaría, una profesión manual, que no requiere estudios universitarios sino un aprendizaje al menos práctico, aunque con frecuencia también teórico en escuelas de "formación profesional".
486 Carta 6-V-1945, 13.
487 Cfr. Conversaciones, 109
488 A.M. GONZÁLEZ, El trabajo filosófico a la luz del Beato Josemaría, cit., p. 158. Sobre la distinción entre el trabajo profesional y otros trabajos, cfr. también J.L. ILLANES, La santificación del trabajo, cit., cap. II.
489 Conversaciones, 10, 19, 35, 62. Cfr. Es Cristo que pasa, 53, 174; etc.
490 "En el progreso de la sociedad, la filosofía o la especulación deviene, como cualquier otra labor, el oficio y ocupación principal o exclusiva de una clase particular de ciudadanos. Y, también como cualquier otra labor, se subdivide en un gran número de ramas distintas (...). Cada individuo se vuelve más experto en su propia rama concreta, más trabajo se lleva a cabo en el conjunto y, por ello, la cantidad de ciencia resulta considerablemente expandida" (A. SMITH, La riqueza de las naciones, Madrid 2001, p. 41; orig.: The Wealth of Nations, Libro I, capítulo 1). Un interesante estudio comparativo con la enseñanza de san Josemaría es el de R. LÁZARO CANTERO, Trabajo, mundo y paz social. Un diálogo entre Adam Smith y Josemaría Escrivá de Balaguer, a través de Simone Weil, en: AA.VV., Trabajo y espíritu, cit., pp. 107-119.
491 "La ciencia es actualmente una "profesión especializada" al servicio del conocimiento de la realidad..." (M. WEBER, La ciencia como profesión, Madrid, 1992, p. 84; orig.: Wissenschaft als Beruf).
492 Cfr., p.ej., Conversaciones, 4, 69; Amigos de Dios, 265.
493 Cfr. P. RODRÍGUEZ, Opus Dei: Estructura y misión. Su realidad eclesiológica, Madrid 2011, pp. 141-146.
494 Via Crucis, XI Estación, 4.
495 Amigos de Dios, 265.
496 Apuntes de la predicación (AGP, P01 III-65, p. 11).
497 Apuntes de la predicación, 4-VI-1970 (AGP, serie A4, t700604).
498 Es Cristo que pasa, 47. Anotamos que este texto ha sido citado por BENEDICTO XVI en un Discurso a la Confederación italiana de artesanos, 31-III-2007, en el que propone a los trabajadores la enseñanza de "un santo de nuestro tiempo [san Josemaría Escrivá]" (ibid.). Anteriormente, Pablo VI había afirmado que "no sólo se debe santificar la profesión sino que la misma profesión debe ser santificante" (Homilía 15-XII-1963, 6, en: "L'Osservatore Romano", 16/17-XII-1963).
499 Ibid.
500 G. TANZELLA-NITTI, "Perfectus Deus, perfectus homo". Riflessioni sull'esemplarità del mistero dell'Incarnazione del Verbo nell'insegnamento del Beato Josemaría Escrivá, en: "Romana" 25 (1997) 374.
501 Al ser hecho hijo de Dios en Cristo por el Bautismo, el cristiano recibe también el sacerdocio común para prolongar la misión de Cristo. Quien es hecho hijo es constituido sacerdote, no al revés. El don del sacerdocio común "sigue" ontológicamente al don de la filiación divina en Cristo, aunque subsista si se pierde por el pecado grave la vida de hijo de Dios.
502 Conversaciones, 55. Cfr. Es Cristo que pasa, 45, 122.
503 Carta 15-X-1948, 7.
504 P. BERGLAR, Opus Dei. Leben und Werk des Gründers Josemaría Escrivá, Salzburg 1983, p. 289.
505 Ibid.
506 J.L. ILLANES, La santificación del trabajo, cit., p. 101.
507 Conversaciones, 10.
508 Cfr. vol. I, pp. 308-312 (capítulo 1º, apartado 3.1).
509 Camino, 359.
510 F. OCÁRIZ, Naturaleza, gracia y gloria, cit., p. 267.
511 Es Cristo que pasa, 48.
512 Forja, 698. Este punto continúa: ¡y trabajar bien!, con seriedad humana y sobrenatural. Ahora nos estamos fijando sólo en la necesidad de trabajar; después se hablará de la perfección en el trabajo.
513 Amigos de Dios, 81.
514 Ibid.
515 Surco, 494.
516 Carta 24-III-1931, 10.
517 Surco, 505. Cfr. SAN JUAN CRISÓSTOMO, Homilías sobre el Evangelio de san Mateo, 35, 4; CEC, 1866.
518 Cfr. Amigos de Dios, 39-54; Camino, 357.
519 Cfr. SANTO TOMÁS DE AQUINO, S.Th. II-II, q. 54, a. 2, ad 1.
520 Camino, 15.
521 Cfr. Amigos de Dios, 62.
522 Carta 24-III-1931, 19.
523 Forja, 163.
524 Carta 24-XII-1951, 82.
525 Cfr. P. RODRÍGUEZ, Edición crítico-histórica de "Camino", cit., p. 1050 (comentario al punto 998), donde cita un autor que ha estudiado la tradición de la laus asini en la literatura española, incluyendo también textos de san Josemaría (H. FLASCHE, Geschichte der spanischen Literatur, III, Bern-Sttutgart 1989, p. 95).
526 Forja, 380.
527 Camino, n. 998.
528 Forja, 381.
529 Cfr. Forja, 607. Cfr. A. VÁZQUEZ DE PRADA, El Fundador del Opus Dei, cit., vol. I, p. 320.
530 Amigos de Dios, 137.
531 Forja, 381. Cita el salmo por la Vulgata.
532 Es Cristo que pasa, 181.
533 Camino, 606. Esta consideración tiene su origen en un hecho que relata en sus Apuntes íntimos: Esta mañana, como de costumbre (...), me acerqué un instante al Sagrario, para despedirme de Jesús diciéndole: Jesús, aquí está tu borrico... Tú verás lo que haces con tu borrico... –Y entendí inmediatamente, sin palabras: "Un borrico fue mi trono en Jerusalem". Este fue el concepto que entendí, con toda claridad (Apuntes íntimos, 543, del 4-I-1932, citado en: A. VÁZQUEZ DE PRADA, El Fundador del Opus Dei, cit., vol. I, p. 416). Los biógrafos de san Josemaría y el autor de la edición crítico-histórica de Camino hacen notar las resonancias autobiográficas de la alegoría del borrico. "Se consideraba a sí mismo un borrico, un borrico de Dios, y por la vivencia de sus miserias se llama a sí mismo "borrico sarnoso"" (P. RODRÍGUEZ, Edición crítico-histórica de "Camino", cit., p. 588 [comentario al punto 420] donde remite también a los comentarios de los puntos 606, 998 y 493). "Se veía como un humilde y despreciable borrico sobre el que, de golpe, impusieran una carga preciada y gravosa" (A. VÁZQUEZ DE PRADA, El Fundador del Opus Dei, cit., vol. I, p. 302; a lo largo de los capítulos V y VI el autor cita numerosos textos de los Apuntes íntimos en esta línea).
534 Á. DEL PORTILLO, nota 143 a Instrucción, 9-I-1935, 221.
535 Cfr. Forja, 607; Amigos de Dios, 137.
536 Es Cristo que pasa, 46.
537 Conversaciones, 60.
538 Remitimos a lo que se dijo en el capítulo 6º, apartado 4.2.2. sobre la "mística ojalatera" (vol. II, pp. 426-430).
539 Carta 15-X-1948, 33.
540 Es Cristo que pasa, 10. Cfr. Conversaciones, 63.
541 BEATO JUAN PABLO II, Discurso a los participantes en el Congreso con ocasión del centenario del nacimiento del fundador del Opus Dei, 12-I-2002, 2.
542 Es Cristo que pasa, 48.
543 Ibid., 47.
544 BEATO JUAN PABLO II, Discurso, 3-VII-1986, 3.
545 Carta 15-X-1948, 34. Estas palabras se dirigen expresamente a los fieles del Opus Dei, pero en su núcleo son aplicables a todos los cristianos.
546 J.L. ILLANES, La santificación del trabajo, cit., p. 92 s.
547 Carta 15-X-1948, 7.
548 Ibid., 7. Al hablar de "vocación divina" san Josemaría se refiere en este texto expresamente a la entrega a Dios en el Opus Dei. Sin embargo, por la misma naturaleza de esa vocación, sus consideraciones valen sustancialmente para cualquier fiel corriente.
549 Amigos de Dios, 81.
550 Forja, 713.
551 Es Cristo que pasa, 50.
552 Amigos de Dios, 55.
553 Forja, 698.
554 Ibid.
555 Carta 31-V-1954, 18.
556 Es Cristo que pasa, 50.
557 Conversaciones, 10.
558 R. CORAZÓN, Filosofía del trabajo, cit., p. 159.
559 Amigos de Dios, 61.
560 Carta 15-X-1948, 26.
561 Amigos de Dios, 72. Este texto se citará más ampliamente y se comentará algo más adelante.
562 A.M. GONZÁLEZ, El trabajo filosófico a la luz del Beato Josemaría, cit., p. 178.
563 Cfr. C. LLANO CIFUENTES, La santificación del trabajo y la ética profesional, en: AA.VV., Un mensaje siempre actual, cit., pp. 549-556.
564 También contribuye a la perfección del mundo quien realiza bien su trabajo aunque no lo haga por amor a Dios. En este caso, el trabajo no manifiesta el amor del que lo lleva a cabo, pero tiene objetivamente la forma del amor y sirve a la manifestación de la gloria de Dios ayudando a los demás a glorificarle. Esta cuestión la plantea en otros términos G. THILS, en Teologia delle realtà terrene, cit., pp. 46-47. También puede verse en L. POLO, Ética. Hacia una versión moderna de los temas clásicos, Madrid 1997, p. 99, donde reflexiona acerca de la adaptación del mundo al hombre por medio de su trabajo.
565 CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 39.
566 Ibid.
567 Forja, 713. Cfr. Amigos de Dios, 57.
568 Surco, 859.
569 Camino, 781.
570 Cfr. Amigos de Dios, 116 (en relación con Mt 6, 25 ss.) y 118 (en relación con los medios).
571 Apuntes de una meditación, 27-VIII-1937 (AGP, P12, p. 255).
572 Carta 15-X-1948, 15.
573 Apuntes de la predicación, 24-XII-1970 (AGP, P01 1971, pp. 37-38).
574 J. CANOSA, I mezzi soprannaturali nella funzione amministrativa di governo secondo l'insegnamento del beato Josemaría Escrivá, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. III, pp. 259-260. Aunque el contexto de esta observación es muy específico, nos parece que tiene validez general.
575 Camino, 404.
576 Carta 15-X-1948, 4. Cfr. CEC, 2427.
577 Conversaciones, 116.
578 Ibid.
579 Cfr., p.ej., Surco, 402.
580 Carta 29-VII-1965, 38.
581 Surco, 527.
582 Carta 15-X-1948, 15.
583 Forja, 703.
584 Surco, 110.
585 Es Cristo que pasa, 17.
586 Cfr. Camino, 815.
587 Forja, 51.
588 F.R. QUIROGA, Trabajo y afectividad en las enseñanzas de san Josemaría Escrivá de Balaguer, en: AA.VV., Trabajo y espíritu, cit., pp. 390-392.
589 Ibid., p. 392. Hace referencia a J. MARÍAS, Breve tratado de la ilusión, Madrid 19903, p. 106.
590 Cfr. Amigos de Dios, 63 y 164.
591 Carta 9-I-1932, 15.
592 "Finis est causa causalitatis in omnibus causis" (SANTO TOMÁS DE AQUINO, In I Sent., d. 45, q. 1, a. 3. Cfr. F. OCÁRIZ, Naturaleza, gracia y gloria, cit., cap. XII (El concepto de santificación del trabajo), p. 267.
593 Carta 15-X-1948, 18.
594 Carta 8-XII-1949, 58.
595 Ibid.
596 Al respecto observa J.L. ILLANES que "el dominio que el hombre posee sobre el mundo se sitúa en dependencia y en el interior del dominio que sobre ese mismo mundo posee Dios (...); en consecuencia no puede ejercerse de forma despótica, sino respetuosa de la verdad de los seres y, por tanto, ecológica" (Sentido y dimensiones del trabajo, en: AA.VV., Estudios sobre el Catecismo de la Iglesia Católica, Madrid 1996, p. 258).
597 Cfr. capítulo 1º, apartado 3.3 (vol. I, pp. 323-334).
598 Camino, 272.
599 Es Cristo que pasa, 48. Cfr. J.I. MURILLO, El trabajo como manifestación de Dios, en: AA.VV., Trabajo y espíritu, cit., p. 146.
600 Apuntes de la predicación, 2-XI-1964 (AGP, P01 VII-1967, p. 9).
601 Amigos de Dios, 56.
602 Carta 11-III-1940, 15.
603 Apuntes de la predicación (AGP, P10, 71).
604 Ibid.
605 Apuntes de la predicación, 30-X-1964 (AGP, P01 VII-1967, pp. 13-14). Los versos son de SAN JUAN DE LA CRUZ, Poesías, 6, 1.
606 Apuntes de la predicación, 2-XI-1964 (AGP, P01 IX-1967, p. 11).
607 Amigos de Dios, 296.
608 En el capítulo 2º, apartado 3.2.1. (vol. I, pp. 425-433), hemos comentado varios textos de san Josemaría sobre este punto. Ahora nos centramos en su aplicación más propia, al trabajo profesional.
609 Carta 11-III-1940, 12.
610 Instrucción, 1-IV-1934, 1.
611 Apuntes de una meditación, 27-X-1963: AGP, P01 XI-1975, p. 13.
612 Carta 29-XII-1947/14-II-1966, 89.
613 En el fondo del alma, entendí con un sentido nuevo, pleno, aquellas palabras de la Escritura: et ego, si exaltatus fuero a terra, omnia traham ad meipsum (Apuntes de una meditación, 27-X-1963: AGP, P01 XI-1975, p. 13).
614 Á. DEL PORTILLO, nota 1 a la Instrucción, 1-IV-1934.
615 Es Cristo que pasa, 183.
616 Cfr. supra, apartado 1.3.2.
617 Amigos de Dios, 206.
618 Cfr. supra, apartado 1.3.1.
619 Vía Crucis, XI Estación, 5.
620 Camino, 277; cfr. 178.
621 Amigos de Dios, 68.
622 Cfr. Via Crucis, VII Estación, 3.
623 Camino, 1.
624 Instrucción, 1-IV-1934, 1.
625 Ibid., 3.
626 Conversaciones, 60. Cfr. BEATO JUAN PABLO II, Ex. ap. Christifideles laici, 30-XII-1988, 14-17; 34-44.
627 Es Cristo que pasa, 53.
628 Ibid., 120.
629 Cfr. LEÓN XIII, Enc. Divinum illud munus, 9-V-1897: DS 3328.
630 Es Cristo que pasa, 120.
631 Apuntes de la predicación, 27-V-1962 (AGP, P01 II-1969, p. 11). Cfr. C. GONZÁLEZ-AYESTA, El trabajo como una Misa, en: "Romana" 50 (2010) 200-218. La autora se sirve de una paradoja: "De una parte San Josemaría afirma que en la santa Misa se halla todo lo que el Señor espera de un cristiano [cita Es Cristo que pasa, 88] (...); de otra parte, nos dice con igual rotundidad que el templo no es el lugar por antonomasia de la vida cristiana" [cita Conversaciones, 113], para concluir que "la paradoja no es más que aparente: precisamente la participación en la santa Misa descubre al cristiano el auténtico valor de la realidad temporal cuya gestión le es encomendada: la posibilidad concreta de santificarla y de santificarse a través de ella" (ibid., pp. 217-218).
632 G. DERVILLE, La liturgia del trabajo. "Levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí" (Jn 12, 32) en la experiencia de san Josemaría Escrivá de Balaguer, en: "Scripta Theologica" 38/2 (2006) 828. El autor sostiene que puede hablarse –en sentido análogo, obviamente– de una "liturgia del trabajo" (cfr. ibid., pp. 821-854).
633 Cuando menciona la tríada "santificar el trabajo, santificarse y santificar a los demás con el trabajo", suele poner en primer lugar "santificarse en el trabajo": cfr. Conversaciones, 18, 24, 55, 62; Es Cristo que pasa, 23, 44, 122 (éste último referido al matrimonio, no al trabajo); Homilía Sacerdote para la eternidad, cit. p. 66. En un caso, en las obras publicadas, comienza la tríada con "santificarse en el trabajo": cfr. Conversaciones, 70, pero enseguida se refiere primero a "santificar el trabajo".
634 CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 39.
635 Conversaciones, 70.
636 Es Cristo que pasa, 65.
637 CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 35. El trabajo "produce ante todo un efecto interior al sujeto (un efecto en él, sobre él). Con palabras gráficas podríamos decir que el trabajo construye sobre todo y ante todo al hombre mismo, a la vez que construye casas, carreteras, máquinas..." (A. BLANCO, El valor antropológico del trabajo, fundamento de su valor teológico, en: AA.VV., El cristiano en el mundo, cit., p. 200).
638 A. MALO, El sentido antropológico cristiano de la frase "Haz lo que debes y está en lo que haces", cit., p. 131.
639 F. INCIARTE, Christentum für die Masse, en C. ORTIZ (dir.), Josemaría Escrivá. Profile einer Gründergestalt, Köln 2002, p. 89.
640 Carta 15-X-1948, 20.
641 Cfr. capítulo 4º, apartado 3.3 (vol. II, pp. 143-153).
642 A. ARANDA, Trabajo diario santificado y santificador. Sobre la contribución de san Josemaría Escrivá a la espiritualidad y a la teología, en: AA.VV., Trabajo y espíritu, cit., p. 32.
643 Amigos de Dios, 57.
644 Ibid., 297.
645 Ibid., 56.
646 Es Cristo que pasa, 65.
647 No hace falta volver a explicar que también la correspondencia libre está suscitada por las gracias (actuales) del Espíritu Santo, pero sólo pueden germinar si el cristiano no las rechaza (el rehusarlas sí que está en sus manos).
648 Es Cristo que pasa, 138.
649 R. MIER Y TERÁN, La libertad en el trabajo, don de Dios, en: AA.VV., La grandezza della vita ordinaria, cit., vol. IV, p. 146.
650 Es Cristo que pasa, 48.
651 A. LLANO CIFUENTES, Libertad y trabajo, en: AA.VV., Trabajo y espíritu, cit. 189.
652 Carta 31-V-1954, 17. Cfr. E. COLOM, Trabajo creativo y desarrollo personal, en: AA.VV., El cristiano en el mundo, cit., pp. 173-191.
653 Amigos de Dios, 72.
654 Es Cristo que pasa, 183.
655 Cfr. Camino, 82. De la expiación se hablará en el capítulo siguiente.
656 Apuntes de la predicación (AGP, P01 X-1973, p. 38).
657 Conversaciones, 62. Sobre el "apostolado de amistad y de confidencia", cfr. Capítulo 6º, apartado 1.2.2 (vol. II, pp. 321-324).
658 Ibid., 31.
659 Ibid., 21.
660 Ibid., 29.
661 Cfr., p.ej., Camino, 346 y 347.
662 Es Cristo que pasa, 122.
663 Apuntes de la predicación, 23-VI-1974 (AGP, P04 1974, I, p. 660).
664 Carta 15-X-1948, 31.
665 Camino, 372. Cfr. Surco, 193, 263, 483, 491, 781; Amigos de Dios, 60.
666 Es Cristo que pasa, 183.
667 Camino, 372.
668 Surco, 491.
669 Carta 9-I-1959, 17.
670 Cfr. Conversaciones, 81.
671 M. LLUCH BAIXAULI, Trabajo de Cristo y trabajo del cristiano, cit., p. 125.
672 Apuntes de una meditación, 27-X-1963 (AGP, P01 XI-75, p. 13).
673 Conversaciones, 10.
674 Ibid., 86.
675 Apuntes de la predicación, 19-III-1972 (AGP, P02 IV-1972, p. 20).
676 Cfr., p.ej., Forja, 636.
677 Homilía Lealtad a la Iglesia (4-VI-1972), en: Amar a la Iglesia, Madrid 19862, p. 20. Cfr. Surco, 183; Amigos de Dios, 9.
678 Carta 9-I-1932, n. 12. El intelectual "es un trabajador como cualquier otro, pero el impacto de su trabajo puede tener repercusiones de enorme alcance. Como el cirujano que realiza una operación muy complicada tiene en sus manos, por la misma naturaleza de su trabajo, la vida del paciente, así el intelectual puede tener en sus manos las almas y los espíritus de mucha gente" (E. TOLANSKY, The Dynamic role of the Intellectual in the Message of Blessed Josemaría, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. V/2, Roma 2004, p. 241).
679 Carta 9-I-1959, 13.
680 Ibid.
681 Camino, 301. Cfr. Surco, 183; Amigos de Dios, 9.
682 J.L. ILLANES, Existencia cristiana y mundo. Jalones para una reflexión teológica sobre el Opus Dei, cit., p. 195.
683 Cfr. CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 24.
684 Cfr. ibid., 48.
685 Entre los estudios de conjunto sobre la enseñanza de san Josemaría acerca de la familia, remitimos especialmente a T. MELENDO, San Josemaría Escrivá y la familia, Madrid 2003, 213 pp. Cfr., también, AA.VV., Un amor siempre joven: enseñanzas de San Josemaría sobre la familia, Madrid 2003; R. BOSCA, Luminosos y alegres. El pensamiento y la praxis sobre el matrimonio y la familia en el Beato Josemaría Escrivá de Balaguer. Un aporte a la espiritualidad del matrimonio cristiano, en: AA.VV., Un mensaje siempre actual, cit., pp. 327-339; C. BURKE, El Beato Josemaría Escrivá y el matrimonio. Camino humano y vocación sobrenatural, en: "Romana" 19 (1994) 374-384; R. DÍAZ DORRONSORO, La naturaleza vocacional del matrimonio cristiano en las enseñanzas del beato Josemaría, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. V/2, pp. 7-20; M. DOLZ, Una pedagogia della fede in famiglia. A proposito di alcuni insegnamenti del Beato Josemaría Escrivá, "Romana" 32 (2001) 114-127; M. GAS I AIXENDRI, El matrimonio sacramental a la luz de las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá: el sacramento, don para la santificación de los esposos y de la vida de la familia, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. V/2, pp. 21-35; F. GIL HELLÍN, La vida familiar, camino de santidad, en: "Romana" 25 (1997) 347-363; A. VÁZQUEZ, Como las manos de Dios: matrimonio y familia en las enseñanzas de Josemaría Escrivá de Balaguer, Madrid 2002, 351 pp.
686 Camino, 27.
687 Conversaciones, n. 91.
688 Es Cristo que pasa, 23.
689 Ibid., 78.
690 Apuntes de la predicación (AGP, P09, p. 133). La tradición de llamar "trinidad de la tierra" a la Sagrada Familia está ampliamente reflejada en el arte. Un ejemplo es el retablo de Giulio Cesare Procaccini (†1625), que representa el tránsito de san José, con el título "Trinitas in terra", en la iglesia de san Giuseppe, en Milán. Lo característico de san Josemaría es el consejo a ir "de la trinidad de la tierra a la Trinidad del Cielo", como ya vimos (cfr. capítulo 4º, apartado 3.2.3.c: vol. II, pp. 141-143).
691 Es Cristo que pasa, 30.
692 Ibid., 78.
693 Cfr. Conversaciones, 103.
694 P. MENA GONZÁLEZ, Matrimonio, procreación y sexualidad en las enseñanzas del beato Josemaría Escrivá de Balaguer, en: AA.VV., Un mensaje siempre actual, cit., p. 389.
695 Conversaciones, 91. Comentando estas palabras se ha escrito que "pocas veces en la historia de la Iglesia ha sido proclamada de este modo no sólo la bondad constitutiva del matrimonio, sino su pleno sentido vocacional de santidad" (C. BURKE, El Beato Josemaría Escrivá y el matrimonio, cit. p. 382).
696 M.P. CHIRINOS, Una proposta filosofica per la santificazione del lavoro: il "negozio contemplativo", en: "Romana" 45 (2007) p. 353.
697 M. GAS I AIXENDRI, El matrimonio sacramental a la luz de las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá, cit., p. 32.
698 Conversaciones, 121.
699 Es Cristo que pasa, 25.
700 Cfr., p.ej., la homilía El matrimonio, vocación cristiana, en Es Cristo que pasa, 22-30.
701 Apuntes de la predicación, 1-VI-1974 (AGP, P11, p. 32).
702 Cfr. Es Cristo que pasa, 25.
703 Ibid.
704 Conversaciones, 94. Cfr. CEC, 2373, donde queda afirmado el valor permanente de la doctrina de la Iglesia acerca de las familias numerosas.
705 P. CORIGLIANO, Un lavoro soprannaturale. La mia vita nell'Opus Dei, Milano 2008, p. 114 (citamos al autor con su nombre completo, aunque firma el libro con el apelativo familiar de Pippo).
706 M. BRANCATISANO MANZI, Claves antropológicas de unos consejos. El Beato Josemaría y el amor matrimonial, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. VII, p. 25. De interés, en este mismo artículo, son las consideraciones sobre otros consejos de san Josemaría, frecuentes en sus coloquios con esposos, como: "¿Quieres a tu marido? ¿Lo quieres también con sus defectos?" (cfr. ibid., pp. 28-29).
707 R. BOSCA, Luminosos y alegres. El pensamiento y la praxis sobre el matrimonio y la familia en el Beato Josemaría Escrivá de Balaguer, cit., p. 338.
708 Ibid.
709 Conversaciones, 121.
710 R. BOSCA, Luminosos y alegres..., cit., p. 338.
711 Ibid.
712 Conversaciones, 100. Cfr. Es Cristo que pasa, 27.
713 Cfr. M. DOLZ, Una pedagogia della fede in famiglia. A proposito di alcuni insegnamenti del Beato Josemaría Escrivá, cit.
714 Conversaciones, 104. Cfr. E. BURKHART – J.B. TORELLÓ, Berufung und Elternhaus, Wien 1990.
715 Forja, 21. Cfr. Conversaciones, 101; Es Cristo que pasa, 78.
716 Conversaciones, 87.
717 Ibid.
718 Cfr. Es Cristo que pasa, 148.
719 Conversaciones, 87. Las ideas que venimos mencionando se encuentran sobre todo en la Carta 29-VII-1965, dedicada a los trabajos del hogar, y más directamente a la Administración doméstica de los Centros del Opus Dei. Cfr. también B. CASTILLA Y CORTÁZAR, Considerazioni sull'antropologia "uomo–donna" nell'insegnamento del Beato Josemaría Escrivá, cit., 4 y 5.
720 Apuntes de la predicación, 25-V-1974 (AGP, P11, pp. 37 s.). Cfr. Conversaciones, 87.
721 Conversaciones, 89.
722 Cfr. P.M. CHIRINOS, Claves para una antropología del trabajo, cit., cap. VII ("Verdad y estatuto científico de los trabajos manuales"), pp. 157-180.
723 Es Cristo que pasa, 22.
724 CEC, 2207.
725 M.P. CHIRINOS, Una proposta filosofica per la santificazione del lavoro: il "negozio contemplativo", cit. p. 353.
726 A. LLANO CIFUENTES, El diablo es conservador, Pamplona 2001, p. 124.
727 Es Cristo que pasa, 30.
728 Apuntes de la predicación, 21-X-1972 (AGP, P11, p. 133).
729 Cfr. CONC. VATICANO II, Decl. Gravissimum educationis, 5-7.
730 Sobre este planteamiento, cfr. C.J. ERRÁZURIZ MACKENNA, Las iniciativas apostólicas de los fieles en el ámbito de la educación. Aspectos canónicos, en: "Romana" 11 (1990) 279-294.
731 Apuntes de la predicación, 1-VI-1974 (AGP, P11, p. 130). Cfr. V. MONAGLE, The Role of the Family in Promoting Education, en: AA.VV., La grandezza della vita quotidiana, cit., vol. VI, pp. 41-49.
732 Hemos tratado este tema en el capítulo 6º, apartado 1.2.2 (vol. II, pp. 318-336).
733 Amigos de Dios, 165.
734 Carta 9-I-1959, 39. Al hablar aquí de las leyes civiles, presupone evidentemente la doctrina clásica acerca de la observancia de las leyes justas, conformes a la ley moral natural. Cfr. BEATO JUAN PABLO II, Enc. Evangelium vitae, 25-III-1995, 68-74; E. BURKHART, La grandeza del orden divino. Aproximación teológica a la noción de ley, Pamplona 1977, pp. 204-210.
735 Amigos de Dios, 165.
736 Cfr. A. RODRÍGUEZ LUÑO, "Cittadini degni del vangelo" (Fil 1, 27), cit., pp. 56 ss.
737 Surco, 46.
738 A. DE FUENMAYOR – V. GÓMEZ-IGLESIAS – J.L. ILLANES, El itinerario jurídico del Opus Dei. Historia y defensa de un carisma, Pamplona 1989, p. 63. Cfr. Camino, 380.
739 Carta 9-I-1959, 5.
740 Forja, 715.
741 Ibid., 717. A veces le viene a la mente en este contexto la alegoría que emplea Jesús en el discurso sobre el fin del mundo (cfr. Mt 24, 28; Lc 17, 37), aplicándola a lo que considera la honda necesidad de no abandonar ningún campo de acción en el que los hombres honestamente trabajen, porque ubicumque fuerit corpus, illic congregabuntur et aquilae (Mt 24, 28) (Carta 14-II-1950, n. 21).
742 A. RODRÍGUEZ LUÑO, "Cittadini degni del vangelo" (Fil 1, 27), cit., p. 50.
743 Ibid.
744 M. SPIEKER, Josemaría Escrivá y la cuestión social. Sobre la ética política de los cristianos, en: AA. VV., Trabajo y espíritu, cit., p. 337.
745 Forja, 104.
746 Conversaciones, 90.
747 CEC, 2184. Cfr. CATECHISMUS ROMANUS, III, 4, 9. Entre los documentos más recientes del Magisterio sobre este tema, posteriores a san Josemaría, cabe destacar: BEATO JUAN PABLO II, Carta ap. Dies Domini, 31-V-1998. Sobre la incidencia de los dos lugares bíblicos citados (Ex 20, 8-11 y Gn 2, 1-3) en la Patrística, cfr. P. SINISCALCO, Lavoro e riposo nella prospettiva terrena ed escatológica, en S. FELICI (dir.), Spiritualità del lavoro nella catechesi dei Padri nel III-IV secolo, cit., pp. 27-37. Cfr. también J. RATZINGER, La fiesta de la fe, Bilbao 1999, 204 pp.
748 H. THOMAS, Sociedad burguesa del trabajo o sociedad postindustrial del tiempo libre. La alienación es la pérdida de la fiesta, AA. VV., Trabajo y espíritu, cit., p. 423.
749 M. LLUCH BAIXAULI, Trabajo de Cristo y trabajo del cristiano, cit., p. 124.
750 Cfr. CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 67; CIC, can. 1247; CEC, 2184 ss.; BEATO JUAN PABLO II, Carta ap. Dies Domini, 31-V-1998, 64-68 y passim. Cfr. C. SOLER, Sobre el sentido del domingo en el Vaticano II y en la "Dies Domini", en: AA.VV. (J.-I. SARANYANA, dir.), El caminar histórico de la santidad cristiana, pp. 601-612.
751 Camino, 357. Cfr. Amigos de Dios, 62. Otra cosa bien distinta es el ocio contemplativo, del que no hablamos aquí (cfr. J. PIEPER, El ocio y la vida intelectual, Madrid 1974³, 340 pp.).
752 En Amigos de Dios, 152, se puede ver cómo traduce san Josemaría estas palabras, aunque en un contexto diverso al del descanso.
753 Surco, 514.
754 Amigos de Dios, 10.
755 Cfr. Camino, 373; Forja, 65; etc.
756 Cfr. Es Cristo que pasa, 108.
757 Amigos de Dios, 121.
758 Camino, 975.
759 Las consideraciones que acabamos de hacer en este párrafo se refieren al influjo del trabajo profesional en la configuración de la sociedad, tema que hemos tratado al hablar de "santificar con el trabajo". En este sentido se sitúan fuera del presente apartado, en el que nos debíamos limitar a la santificación de las relaciones sociales que nacen del hecho de ser miembro de la sociedad. No obstante ponen de manifiesto que la santificación de la sociedad reclama también el trabajo profesional, como lo reclama asimismo la santificación de las realidades familiares. Se vislumbra de este modo que el trabajo profesional ocupa una posición singular en el entramado de las actividades que un fiel laico ha de santificar.
760 Es Cristo que pasa, 45.
761 Carta 29-IX-1957, 73.
762 Carta 29-VII-1965, 5. Cfr. Conversaciones, 34.
763 J.L. ILLANES, Ante Dios y en el mundo, cit., p. 114.
764 La noción de "unidad de vida" se expondrá en el epílogo. Se trata de un concepto con el que se puede compendiar toda la enseñanza de san Josemaría,
765 Las siguientes palabras podrían dar la impresión contraria: la santificación del trabajo ordinario constituye como el quicio de la verdadera espiritualidad para los que –inmersos en las realidades temporales– estamos decididos a tratar a Dios (Amigos de Dios, 61). Sin embargo, como se puede ver en el mismo párrafo, pocas líneas antes, está hablando del Opus Dei y extiende la consideración a todas las personas que desean vivir ese espíritu específico.
766 A. ARANDA, Trabajo diario santificado y santificador. Sobre la contribución de san Josemaría Escrivá a la espiritualidad y a la teología, cit., p. 29.
767 Carta 25-I-1961, 10.
768 Ibid., 11.
769 J.L. ILLANES, Ante Dios y en el mundo, cit., p. 113. La cursiva es nuestra.
770 Instrucción, 8-XII-1941, 1. También escribe que el eje de nuestra vocación [a la santidad en el Opus Dei] está en la santificación del trabajo ordinario (Carta 25-I-1961, 11). Cfr. Amigos de Dios, 61.
771 Carta 25-I-1961, 41.
772 Carta 14-II-1950, 20.
773 CONC. VATICANO II, Decr. Apostolicam actuositatem, 11. Cfr. CEC, 2207.
774 Carta 15-X-1948, 4. Cfr. Es Cristo que pasa, 47.
775 Ibid. Se trata del mismo texto citado al comienzo de la sección 2.1, parcialmente reproducido en el párrafo anterior.
776 CONC. VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 25.
777 Ibid.
778 "Homo non ordinatur ad communitatem politicam secundum se totum, et secundum omnia sua: et ideo non oportet quod quilibet actus eius sit meritorius vel demeritorius per ordinem ad communitatem politicam. Sed totum quod homo est, et quod potest et habet, ordinandum est ad Deum: et ideo omnis actus hominis bonus vel malus habet rationem meriti vel demeriti apud Deum quantum est ex ipsa ratione actus" (SANTO TOMÁS DE AQUINO, S.Th. I-II, q. 21, a. 4, ad 3).
779 J.L. ILLANES, Ante Dios y en el mundo, cit., p. 118.
780 Sobre el contenido de esta sección remitimos a la explicación que hemos dado en el lugar correspondiente del capítulo 1º (cfr. vol. I, p. 335)
781 Surco, 311.
782 Amigos de Dios, 9.
783 Instrucción, 8-XII-1941, 84.
784 Forja, 740.
785 Carta 14-II-1974, 4.
786 Forja, 569.